ISSN 0716-0178
MINISTERIO DE EDUCACION PUBLICA
DIRECCION DE BIBLIOTECAS, ARCHIVOS Y MUSEOS
ANALES
MUSEO de HISTORIA NATURAL
- de VALPARAISO |
- CHILE
ACTAS DEL X CONGRESO
0 LANDA DE ZOOLOGIA
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ISSN 0716-0178 An. Mus. Hist. Nat. Vol.18 1987 Valparaíso Chile
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ISSN 0716-0178
MINISTERIO DE EDUCACION PUBLICA
DIRECCION DE BIBLIOTECAS, ARCHIVOS Y MUSEOS
ANALES
MUSEO de HISTORIA NATURAL
de VALPARAISO
CHILE
ACTAS DEL X CONGRESO
LATINOAMERICANO DE ZOOLOGIA
TOMO II
ISSN 0716-0178 An. Mus. Hist. Nat. Vol. 18 1987 Valparaíso Chile
EDICIONES DE LA DIRECCION DE BIBLIOTECAS ARCHIVOS Y MUSEOS
Ministro de Educación Pública JUAN ANTONIO GUZMAN MOLINARI
Subsecretario de Educación RENE SALAME MARTIN
Director de Bibliotecas Archivos y Museos MARIO ARNELLO ROMO
Jefe Departamento de Museos CONSUELO VALDES CHADWICK
Conservador del Museo de
Historia Natural de Valparaíso ANA AVALOS VALENZUELA
ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL DE VALPARAISO
Director de Anales
ROBERTO GAJARDO TOBAR
Comité Editor Permanente
Antropología ROBERTO GAJARDO TOBAR
Botánica HECTOR ETCHEVERRY DAZA
Ecología FRANCISCO SAIZ GUTIERREZ
Zoología IRANCISCO SILVA GONZALEZ
Consultores
VICTOR CABEZAS BELLO
EDUARDO COUVE MONTANE
EDUARDO DE LA HOZ URREJOLA
SERGIO MARSHALL GONZALEZ
ENRIQUE MONTENEGRO ARCILA
LUISA RUZ ESCUDERO
FRANCISCO SAIZ GUTIERREZ
JAIME SOLERVICENS ALESANDRINI
SERGIO ZUNINO TAPIA
LUIS ZUÑIGA MOLINIER
Coordinador de la Iidición
FRANCISCO SAIZ GUTIERREZ
Universidad Católica de Valparaíso
Ecología Casilla 4059 - Valparaíso - Chile
Edición de 600 ejemplares
Museo de Historia Natural de Valparaíso
Calle Valparaiso 155 Casilla 925 Teléfono 977300
Viña del Mar - Chile
1988
I'dición financiada parcialmente por
Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA)
ANALES
DEL
MUSEO DE HISTORIA NATURAL
Vol. 18 VALPARAISO - CHILE
INDICE
Registro de tres especies de Aspidisca (Ciliophora: Hypotrichida) en la Argentina.
ROSA E, PETTIGROSSO y NESTOR J. CAZZANIGA 2... o... . uu... e... errar
Crecimiento de Caballerocotvla australis (Monogenea: Capsalidae) en branquias y cara interna
del opérculo de Sarda chiliensis chiliensis (Pisces: Teleostei).
MARCELO OLIVA MORENO y LEONARDO GRANDON ZENTENO . oo... oo... . +... +. +...
El efecto de compuestos nitrogenados en el crecimiento de Schizopera elatensis (Copepoda:
Harpacticoida).
MARTA LEONOR DEVIANA ooo o o o a E E A
Dinámica de poblaciones de Schizopera elatensis (Copepoda: Harpacticoida) en cultivo
controlado .
MARTA LEONOR DEVIANA. a a AS
La fecundidad de Palaemonetes argentimus (Crustacea, Palaemonidae) en el Canal Villa
Elisa (Punta Lara, Provincia de Buenos Aires, Argentina).
MIGUEL SCHULDT y MARIA CRISTINA DAMBORENEA o...
Estudio descriptivo y comparativo de (Gvropus parvus (Mallophaga). parásito de roedores
Octodontoideos.
D. DELC. CASTRO. A. CICCHINO G. y J. C. TORRES-MURA o... ooo ooo r.. rm... +... ++
Distribución y bionomía de Amblvcerus carvoboriformis en la Argentina (Coleoptera:
Bruchidae).
NESTOR J-CAZZANIGA y SERGIO. G, CORREGE -.. 30 rea A A
Relaciones fenológicas entre Pseudopachvmierma spinipes (Bruchidae) y Acacia caven
(Leguminosae).
FRANCISCO SAIZ, MYRIAM DAZA y DUNNY TASA NA a Ei AN
Medon vittatipennis E. y G. (Col. Staphylinidae). Áspectos morfométricos y distribución.
FRANCISCO SAIZ y VERONICA:SRIEZ or nas en e o A AN
Determinación del tamaño y número de estadios de Mvihimna [ = Pseudaletia) adultera
(Sch Lep.: Noctuidae) a partir de muestras de campo.
ANA LIA TERRA y CARLOS S. MORT ALA RA E E A ts e O
Relaciones tróficas y caracteres morfofuncionales de Orestias laucaensis Arratia 1982 (Pisces,
Cyprinodontidae).
MANUELA PINTO C. e IRMA A o o A a e AO
1987
41
47
uu
uh
77
Modalidad reproductiva de Basilichthys microlepidotus (Jenyns), en el río Choapa (Pisces:
Atherinidae).
SHEILA COMTES. € IRMA VILAP. +... «. one
Regeneración de la espina pectoral en Corydoras paleatus (Siluriformes Callichthyidae).
SERGIO E. GOMEZ y GUSTAVO A. BISBAL...
Alimentación de Bryconamericus iheringi y Jenynsia lineata lineata (Osteichthyes) en Sierra
de la Ventana (Argentina).
'ATIOTABH ESCALANTE ) enmascara a e a A AA
Análisis acústico del canto nupcial de Hyla pulchella pulchella Dumeril £ Bibron, 1841
(Anura: Hylidae).
NESTOR G. BASSO y GUSTAVO BASSO 0...
Estudios morfológicos y cromosómicos en el género Tropidurus (Iguanidae) del norte de
Chile.
IRMA NORTHLAND, JUANA CAPETILLO, PATRICIA ITURRA y ALBERTO VELOSO .........
Aspectos morfológicos de Philodryas psammophideus (Serpentes, Colubridae) de la Prov.
de Córdoba, Rep. Argentina.
NEWERCANTONIO:BONINO a des at a aaa bl a a aja aaa bla ae E A a
Hábitos y comportamiento alimentario de Milvago chimango Vieillot, 1816 (Aves, Falconidae)
NICTOR:M. CABEZAS:'B, Y ROBERTO PP. SCHEATTER Vio a di e ia a als E a
Ciclo reproductor de los conejos en Chile Central. II Etapas y duración.
SERGIO ZUNINO Mas ess ao a Ro A E E
Efecto de la aplicación de un anticoagulante sobre la comunidad de roedores en campos
de cultivo.
FERNANDO KRAVETZ, MARIA INES BELLOCOQO, MARIA BUSCH, S. M. BONAVENTURA y A.
MONTIEA LIA de tl NT Ta
Expansión del conejo silvestre europeo (Oryctolagus cuniculus L.) en la República Argentina
y perspectivas futuras.
NEVER A. BONINO'y REINAEDO GADER ..ooooccosconro. eros. a
Estudio comparado de la dieta de los zorros mediterráneos (Carnivora, Canidae).
JAIME R. RAU, MIGUEL DELIBES y JUAN F, BELTRAN
Observaciones sobre Pseudorca crassidens (Owen 1846) (Odontoceti: Delphinidae) varadas
en Los Choros, Coquimbo, IV Región, Chile.
HECTOR R. FUENTES
CN E O O A O O A E OR A E
Tasa de natalidad de una población de vicuñas (Vicugna vicugna Miller, 1931) en estado de
semicautividad.
SERGIO GUSTAVO MOSA
O CI O E A E E E RN
85
95
101
109
115
123
131
143
137
163
169
177
An. Mus, Hist. Nat. Valparaíso, 18: 5-12, 1987
REGISTRO DE TRES ESPECIES DE ASPIDISCA (CILIOPHORA: HYPOTRICHIDA)
EN LA ARGENTINA*
ROSA E. PETTIGROSSO** y NESTOR J. CAZZANIGA***
ABSTRACT
Record of three species of Aspidisca (Ciliophora: Hypotrichida) in Argentina,
This paper deals with the ciliated protozoans associated with the roots of Azolla filiculoides in a stream of the semiarid
southern region of the Buenos Aires Province. Thirty three species were found, including Aspidisca lynceus (Móller), A.
turrita (Dujardin) and A. cicada (Móller) which are recorded for the first time in Argentina. Two of them belong to the
group of recurrent species in this stable association, but displaying some seasonal alternance. More than 800/o of the species
in the Napostá Grande stream, in Bahía Blanca city (Buenos Aires Province) are mesosaprobic indicators.
Keywords: Aspidisca lynceus, Aspidisca turrita, Aspidisca cicada, Azolla roots, saprobic indicators, Argentina.
Los ciliados de aguas continentales de la Argenti-
na cuentan con escasos antecedentes (Borror 1977;
Vucetich € Escalante 1979), por lo que es nece-
sario aún hacer el registro de muchas de las espe-
cies presentes y encarar estudios ecológicos más
completos, dada su importancia como indicadores
de tipos de agua, y por su participación en la pro-
ductividad secundaria y particulación de la materia
orgánica.
Este trabajo forma parte de un proyecto de re-
levamiento hidrobiológico de arroyos del área de
Bahía Blanca (Provincia de Buenos Aires, Argen-
tina), que corresponden a una cuenca hidrográfi-
ca pequeña. en una región semiárida. Se presenta
un panorama preliminar de los ciliados asociados
a carpetas flotantes de Azolla filiculoides (Azolla
ceae) en un sector del Arroyo Napostá Grande,
en Bahía Blanca (380 40” S - 620 11” W), que en
trabajos anteriores fue considerado como mesosa-
próbico (Cazzanisa, MS; Cazzanisa $ Curino,
MS).
Dentro de la microfauna estudiada se registran
tres especies del género Aspidisca Ehrenberg, 1830
que no habían sido citados en la Argentina, pese
a ser conocida su amplia distribución, posiblemen-
te cosmopolita (Cairns €« Ruthven 1972), incluyen-
do otros países del Cono Sur (Burger 1908; Mar-
ques, de Cunha 1913; Pinto 1925; Cairns 1966).
MATERIAL Y METODOS
Se tomaron muestras mensuales de Azolla desde
diciembre de 1985 a octubre de 1986, en una
zona relativamente protegida de la corriente. Se
lavaron sus raíces y el material se observó en vivo
dentro de las 24 horas de obtenido. Posteriormen-
te se mantuvieron en medios enriquecidos con
caldo de cultivo de Summers (1935). Se emplearon
coloraciones vitales para la observación de núcleos
y otras estructuras, y el fijador de Da Fano para
el material a ser fotografiado. Los dibujos fueron
realizados sobre la base de fotografías obtenidas
con un equipo Wild MPS 15 Semiphotomat.
Con los datos de presencia /ausencia se calcu-
laron índices de afinidad entre muestras separadas
por distintos intervalos de tiempo, obteniéndose
gráficos de afinidad secuencial y dendrogramas.
RESULTADOS
Aspidisca Ehrenberg, 1830
Es un género de hipotricos pequeños, principal-
mente entre 50 y 100 um, de cuerpo rígido y
aproximadamente ovoide. La superficie dorsal
es generalmente arqueada; puede ser lisa o bien
* Contribución NO 17 del Laboratorio de Ecología Acuática (L.E.A.), Departamento de Biología, Universidad Nacional
del Sur, Argentina.
** Cátedra de Introducción a la Ecología, Departamento de Biología, U.N.S,
*** Investigador de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires, Departamento de Biolo-
gía, Universidad Nacional del Sur, Perú 670, 8000 Bah ía Blanca, Argentina.
Anales Museo de Historia Natural
presentar surcos, costillas o, en un caso, un cuer-
no curvado.
La superficie ventral es aplanada. Es caracterís-
tico del género que la zona de membranelas ado-
rales esté dividida en dos partes: la posterior es
un sistema de membranelas que rodea al peristo-
ma, la anterior está frecuentemente confinada en
una muesca de la placa ventral. El peristoma es
generalmente triangular y ocupa un tercio a un
medio del largo del cuerpo y un cuarto a un ter-
cio del ancho.
Lleva siete a ocho cirros fronto-ventrales, cin-
co a doce cirros transversales y no tiene cirros
marginales ni caudales. Los cirros fronto-ventrales
se ubican según dos modelos básicos (Wu 4 Curds
1979). Las tres especies que se comunican en
este trabajo corresponden al “tipo lynceus”.
El argiroma dorsal es bastante variable (Tuf-
frau 1964) y existen algunas dificultades para
su empleo corriente en la sistemática del género
(Wu $ Curds 1979).
Es un género principalmente marino. Unas po-
cas especies aparecen tanto en habitats marinos
como de agua dulce y corresponden a las tres que
se citan aquí. La poco conocida A. herbicola
Kahl, 1932 es la única que se ha citado sólo pa-
ra agua dulce.
Para el reconocimiento de las especies son de
gran valor los trabajos de Kahl (1932), Curds
(1969) y sobre todo la revisión de Wu y Curds
(1979).
Aspidisca lynceus (Móller, 1773)
(Fig. 1)
Es la especie tipo del género. Su distribución es
cosmopolita, es eurihalina y habita tanto en am-
bientes marinos como en agua dulce.
Es una forma pequeña (30 a 50 um); nuestros
ejemplares del arroyo Napostá Grande miden en-
tre 35 y 40 um.
El cuerpo es oval, aunque el borde izquierdo
es un poco más recto que el derecho. El borde
es liso. La disposición de los cirros de esta espe-
cie se toma como referencia para caracterizar a
un grupo en el que los siete cirros fronto-ventra-
les se ubican en dos hileras en la mitad anterior
de la superficie ventral con cuatro cirros margi-
nales próximos al borde anterior y tres ubicados
más hacia el centro. Los cinco cirros transversos
están inmediatamente por detrás del peristoma,
ubicándose los tres del lado derecho en una línea
oblicua.
Vol. 18, 1987
Hay diez a quince membranelas adorales en
la parte posterior y tres a cuatro estructuras se-
mejantes a cilias en la muesca anterior de la placa
ventral. El macronúcleo tiene forma de C.
En el arroyo Napostá Grande esta especie fue
encontrada durante la mayoría de los meses que
abarcó el muestreo, incrementándose su abun-
dancia en los meses más fríos.
Aspidisca turrita (Ehrenberg, 1838)
(Fig. 2)
Su identificación es inmediata por el conspicuo
cuerno, de tamaño variable, que lleva en la parte
media dorsal. En los restantes caracteres coincide
bien con la morfología de A. lynceus, sugiriendo Wu
y Curds (1979) que el cuerno podría ser un apén-
dice transitorio, tratándose en tal caso de una
fase morfológica de la especie anterior. En nues-
tro material, 4. furrita fue observada solamente
en el mes de mayo, en muestras con gran abun-
dancia de 4. lynceus, sobre todo en aquellas que
habían sido mantenidas en el laboratorio durante
3 a 5 días. Al aumentar el número de ejemplares
con cuerno dorsal se evidenció una disminución
de los de dorso liso. No se observaron formas de
transición ni se produjo este reemplazo en otros
meses. Se puede interpretar que hubo un reem-
plazo entre dos formas coespecíficas, o bien un
desplazamiento competitivo entre dos especies
muy afines.
Aspidisca cicada (Móller, 1786)
( Fig. 3 - 5)
Esta especie, cosmopolita y eurihalina, tiene una
historia taxonómica confusa, que fue analizada
por Brown (1966, 1968) y Wu y Curds (1979).
Frecuentemente fue citada bajo los nombres de
A. costata y A. sulcata.
Es una especie similar a A. lynceus, pero de
menor tamaño (20 a 45 um). Nuestro material
osciló entre 19 y 26 um. Presenta de tres a diez
costillas dorsales longitudinales y tiene frecuente-
mente una expansión lateral del peristoma en la
que hay alrededor de ocho membranelas. La es-
cultura dorsal es muy variable y el tamaño de las
costillas dorsales varía en distintas condiciones
ambientales. Los individuos sobrealimentados son
altos, mientras que los criados en condiciones
de escaso alimento son más planos.
En los casos en que las costillas están muy
Pettigrosso, Cazzaniga Registro de tres especiesde...
1. Aspidisca lynceus (Moller): vista ventral.
2. Aspidisca turrita (Dujardin): vista lateral.
3-5. Aspidisca cicada (Móller): 3, vista ventral; 4. vista
dorsal; 5. vista frontal
7
Anales Museo de Historia Natural
poco marcadas la separación con Á. [ynceus, pa-
ra una mayor certeza, puede hacerse a través del
estudio del sistema de plata dorsal.
Nuestro material consistió en ejemplares con
tres y seis costillas, que corresponden a A. sulcata
y Á. costata respectivamente en las viejas clasi-
ficaciones.
La especie se encontró en el arroyo Napostá
Grande en forma constante durante los meses
más calurosos y esporádicamente durante el oto-
ño y el invierno, en general en menor número que
A. lynceus.
ASOCIACIONES DE CILIADOS SOBRE
AZOLLA FILICULOIDES
Las observaciones sobre las especies de Aspidisca
fueron completadas con un registro de las 30 es-
pecies de ciliados más conspicuas, que se detallan
en la Tabla 1. En ella se indican la época de apa-
rición y el valor sapróbico asignado a las especies
por Curds (1969) y Sladecek (1973).
El número de especies por muestra fue noto-
riamente uniforme desde febrero a octubre (Fig.
6). Sólo una especie estuvo presente en todos
los muestreos (Euplotes moebiusi) y 16 espe-
cies (48,48%/0) aparecieron en más del 500/0
de las muestras. Diez especies (30,300/0) se regis-
traron una sola vez, produciendo un permanente
reemplazo a lo largo del año (Tabla 1). Más del
800/0 de las especies corresponden al intervalo
mesosaprobio.
La similitud entre muestras es una función
decreciente del intervalo de tiempo considerado.
En la Fig. 7 se presentan los valores medios del
índice de Jaccard entre muestras separadas por
intervalos crecientes desde uno a diez meses.
Los resultados oscilaron entre 0,49 y 0,28, es
decir que aún en muestras de meses con condi-
ciones totalmente diferentes, existe una afinidad
residual bastante elevado que indica la falta de
una estacionalidad marcada en la comunidad
de ciliados asociados a Azolla filiculoides.
De los dendrogramas construidos con esos
datos se presenta uno basado en el índice de
Sorensen, de afinidad entre muestras con liga-
miento completo, en la Fig. 8. En él han queda-
do agrupadas por un lado las muestras de fines
de otoño e invierno (muestras 6 a 9), en las que
A. lynceus es más abundante, relativamente afi-
nes con las de primavera (muestras 10 y 11), y
Vol. 18, 1987
por otro lado las de verano y principios de otoño
(muestras 1 a 5).
DISCUSION
Las especies de Aspidisca mencionadas en este
trabajo son elementos frecuentes en las asocia-
ciones de ciliados estudiadas en distintos lugares
del mundo, tanto en ambientes naturales (Cairns
1966; Madoni € Ghetti 1981) como en sistemas
de tratamiento de aguas residuales (Curds 1965).
Son eurjoicas y tienen rangos de tolerancia simi-
lares entre si (Cairns 1964, 1965). Se registran,
entre estas especies y con los peritricos, relacio-
nes de competencia que contribuyen al despla-
zamiento y reemplazo de alguna de ellas (Curds
1965). En el Arroyo Napostá Grande el registro
mostró que mientras A. lynceus aumenta su nú-
mero en invierno, faltando en diciembre y enero,
A. cicada disminuye en los meses más fríos, me-
diando posiblemente una relación competitiva.
El número de especies registrado en esta con-
tribución es relativamente bajo, debido a que se
ha trabajado con muestras procedentes de un
solo tipo de sustrato, en lugar de los usuales
muestreos globales (Cairns 1966; Madoni é
Ghetti 1981; Pratt et al 1986).
Los valores de similitud entre muestras sepa-
radas por diferentes períodos fueron más altos
que los hallados por Pratt ef al. (1986) en aso-
ciaciones de ciliados en equilibrio. La riqueza
de especies, si bien fue menor en los dos pri-
meros meses del muestreo (verano), es muy es-
table. Las especies recurrentes son numerosas,
mientras que las oportunistas tienen una per-
manencia breve y se reemplazan mes a mes.
Estos hechos señalan a las raicillas de 4Azolla
como un microhabitat muy estable y a su aso-
ciación de protozoos ciliados como una comu-
nidad equilibrada.
Los valores sapróbicos considerados sólo son
tentativos ya que, al no contar aún con datos
cuantitativos o semicuantitativos, no fue posi-
ble el cálculo de índices sapróbicos (Sladecek
1973). El valor de éstos para América del Sur,
de todas formas, debe evaluarse con mayor pre-
cisión ya que tales sistemas, útiles sobre todo
en Europa, requieren ser modificados en distin-
tas áreas geográficas. En general, la composición
de ciliados del arroyo Napostá Grande correspon-
de a lo previsto en trabajos anteriores sobre el
área (sector mesosapróbico).
Pettigrosso, Cazzaniga Registro de tres especies de...
NUMERO DE ESPECIES
SIMILITUD
(Jaccard) y
05
0.4
0.3
0.2
1 2 3 4 5 6 7 8 3 10 INTERVALO
(meses)
6. Número de especies de ciliados presentes en las muestras de raíces de Azolla filiculoides.
7. Afinidades medias (índice de Jaccard) entre muestras de ciliados separadas por distintos intervalos de tiempo.
Anales Museo de Historia Natural Vol. 18, 1987
11
10
8. Dendrograma de afinidad entre muestras de ciliados, índice de Sorensen, ligamiento completo.
Pettigrosso, Cazzaniga
TABLA 1
Registro de tres especies de...
EPOCA DE APARICION Y VALOR SAPROBICO DE LAS 33 ESPECIES DE CILIADOS MAS CONSPICUAS
DEL ARROYO NAPOSTA GRANDE.
Euplotes moebtusl
Chilodonella uncinata
Chilodonella cucullulus
Vorticella campanula
Vortícella microstoma
Cynetochilum margaritaceum
Litonotus carinatus
Chilodontopsis vorax
Oxytricha fallax
Aspidisca lynceus
Strobilidium gyrans
Cyclidium cf. glaucoma
Tachy8oma pellionella
Paramectum bursartía
Blephartema undulans
Urotricha sp.
Tetrahymena pyriformis
Podophrya fixa
Colepe hirtus
Dileptus anser
Aspidisca turrita
Lacrymaría olor
Holophrya simplex
Bursariía truncatella
Urosoma caudatum
Euplotes 8p.
Amphtleptus claparedet
Glaucoma scintillane
Prorodon 8p.
Aspidisca cicada
Stylonychtia mytilus
Pleuronema 8p.
Stentor coeruleus
REFERENCIAS:
valor
sapróbico
am
am
[e]
am
gm
Bm
gm
am
gm
am
DET.MAMJIIA ST
= oligosaprobios, Bm = beta mesosaprobios,
am = alfa mesosaprobios, p = polisaprobios
11
Anales Museo de Historia Natural Vol. 18, 1987
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CRECIMIENTO DE CABALLEROCOTYLA AUSTRALIS (MONOGENEA: CAPSALIDAE)
EN BRANQUIAS Y CARA INTERNA DEL OPERCULO DE
SARDA CHILIENSIS CHILIENSIS (PISCES: TELEOSTEI)
MARCELO OLIVA MORENO y LEONARDO GRANDON ZENTENO
ABSTRACT
A comparative analysis of growth pattern in Caballerocotyla australis Oliva, 1986 (Monogenea: Capsalidae), a parasite of
the gills and inner side of the operculum of Sarda ch. chiliensis was made. Maximum wide of the body, pharynx and
testicular diameter were affected by the habitat of the parasite. There are significant differences in the values of the slope
of the potential ecuation of the relationship between total length and pharynx length, posthaptoral and testicular diameter.
Moreover, pattern of growth of prohaptor, posthaptor, ovary and testes were studied. Both, the prohaptor and posthaptor
show a positive allometric growth in the small specimens, posteriorly the larger one have a negative growth. Ovaries and
testes development from specimens larger than 2.26 mm.
Son varios los factores que pueden estar influen-
ciando la modalidad de crecimiento en helmintos
parásitos. Se ha indicado que el habitat, intensi-
dad y sitio de infección en un mismo huésped,
influyen en el crecimiento de Digenea (Rohde
1966, Scott 1969, MacKenzie y McKenzie 1980,
Fischthal et al. 1980, 1982a, 1982b) y también
en Aspidogastrea (Rohde y Sandland 1973,
Rohde 1975). Nada se sabe sobre el efecto del
habitat en la modalidad de crecimiento en Mono-
genea. En este grupo se ha estudiado el creci-
miento independiente de o los factores que lo
puedan afectar (Sproston 1945, 1946, Brinkmann
1952, Kearn 1978, Ogawa y Egusa 1984). La mar-
cada especificidad o afinidad por un determinado
órgano o por una región definida del cuerpo del
huésped que muestra Monogenea (Hanek y Fer-
nando 1978) estaría limitando la posibilidad de
determinar un posible efecto del habitat sobre
patrones de crecimiento.
El estudio de un ejemplar de Sarda ch. chilien-
sis, fuertemente parasitado por Caballerocotyla
australis en branquias y cara interna del opérculo,
así como el hecho de que parásitos provenientes
de ambos habitats mostraran diferencias morfo-
lógicas, permitió estudiar comparativamente, pa-
trones de crecimiento alométrico. Además, fue
posible analizar las características del crecimiento
de las diversas estructuras y órganos del parásito,
en función de la longitud total.
MATERIALES Y METODOS
En enero de 1985, se analizó parasitológicamente
un especimen de Sarda ch. chiliensis “Mono”,
obtenido en el terminal pesquero de Antofagasta
(230 42 S, 700 24” W) el cual portaba 84 ejem-
plares de C. australis en branquias y 19 en la cara
interna del opérculo. Los parásitos fueron tra-
tados según metodología clásica en parasitología
y teñidos con hematoxilina Delafield o bórax
carmín.
Con ayuda de un ocular micrométrico se to-
maron las siguientes medidas: longitud total (lt),
ancho máximo (am), ancho de faringe (af), lon-
gitud de faringe (If), diámetro del prohaptor
(pro), diámetro del posthaptor (pos), diámetro
de ovario (ov) y diámetro de testículos (te). El
diámetro de cada estructura se consideró como
largo + ancho.
2
Análisis estadísticos incluyeron un ANOVA
para determinar si existen diferencias significati-
vas en el promedio de medidas de los parásitos
provenientes de branquias y opérculo y ANCOVA
para determinar si existen diferencias significati-
vas en el valor de las pendientes de las ecuaciones
potenciales que relacionan longitud total con las
medidas correspondientes. La metodología esta-
dística corresponde a la indicada por Zar (1984).
Los dibujos se realizaron con ayuda de una
cámara clara.
Instituto de Investigaciones Oceanológicas. Universidad de Antofagasta. Casilla 1240, Antofagasta.
13
Anales Musco de Historia Natural
RESULTADOS
Vermes provenientes de ambos habitat, muestran
diferencias morfológicas que los hacen fácilmen-
te identificables (Fig. 1). Así, individuos ya apla-
nados, provenientes de branquias, tienen una
silueta piriforme, con un ancho máximo a nivel
del campo testicular, en cambio aquellos del
opérculo tienen una silueta con bordes laterales
que tienden a ser paralelos.
wuz
Fig. 1. Siluetas de especímenes de Caballerocotyla aus-
tralis provenientes de branquias (A) y cara interna del
opérculo (B) de Sarda chiliensis chiliensis.
La Tabla 1 muestra los resultados obtenidos
al realizar una comparación de promedios de las
medidas de los diversos órganos y estructuras con-
siderados, existiendo diferencias significativas para
am, af y te. A su vez, el análisis de pendientes,
demuestra que existen diferencias significativas
en los valores de la pendiente de las ecuaciones
que relacionan lt/1f, lt/post y lt/te (Tabla 2).
La ecuación de potencia que relaciona lt/pro,
muestra una alta y significativa correlación (r =
0.9858, n = 15, P= 0.001). Sin embargo, y según
se desprende de la Tabla 3, las tallas menores pre-
sentan un crecimiento acelerado del prohaptor
en función de la longitud total, el que se ve re-
presentado por un bajo valor del cuociente lt/pro.
Vol. 18, 1987
TABLA 1
COMPARACION DE PROMEDIOS (ANOVA) DE LAS
MEDIDAS CORRESPONDIENTES A
CABALLEROCOTYLA AUSTRALIS EN DOS
HABITAT DIFERENTES (BRANQUIAS
Y CARA INTERNA DEL OPERCULO).
(P= PROBABILIDAD EXACTA)
MEDIDA P G.L.
Long. total .5748 1/98
Ancho máximo .0001 1/98
Long. faringe 4864 1/94
Ancho faringe .0387 1/94
Prohaptor .2835 1/98
Posthaptor .7092 1/97
Testículo 0194 1/80
Ovario 0944 1/93
TABLA 2
RESULTADOS DE UN ANALISIS DE PENDIENTE
(ANCOVA) ENTRE LAS RELACIONES
LONGITUD TOTAL Y ORGANOS O ESTRUCTURAS
CONSIDERADAS.
(P= PROBABILIDAD EXACTA)
RELACION E G.L
Lt/Am .1665 1/96
Lt/Lf .0001 1/92
Lt/Af 2527 1/92
Lt/Pro 0731 1/96
Lt/Post .0027 1/95
Lt/Te .0002 1/78
Lt/Ov 4684 1/91
A su vez, las tallas mayores muestran un valor
absoluto del prohaptor más alto, sin embargo, el
aumento en el valor lt/pro y la consecuente dis-
minución del porcentaje de la longitud total que
representa el prohaptor, indican que éste, si bien
sigue creciendo (Fig. 2), lo hace a un ritmo menor
que el cuerpo, lo que se ve corroborado por el
valor del coeficiente de crecimiento diferencial
(b = 0.7712) el cual es significativamente menor
que 1. Para el posthaptor, la situación es similar,
tal como se aprecia en la Fig. 2. Existe un acele-
rado crecimiento del posthaptor comparado con
la longitud total en las tallas pequeñas, el que se
expresa como un elevado porcentaje de la longi-
tud total, el que disminuye al aumentar la talla
Oliva, Grandón
del verme. El valor absoluto del posthaptor con-
tinua aumentando, pero a una velocidad menor
que el cuerpo (b = 0.8592).
Testículos y ovario inician su desarrollo tar-
díamente (testículos a los 2.73 mm y ovario a
los 2.26 mm), tallas menores muestran solo pri-
mordios del reproductor. El comportamiento del
crecimiento de ambos órganos es diferente, ovario
crece y se desarrolla aceleradamente, alcanzando
Crecimiento de Caballerocotyla australis...
una relación It/ov de 11,38, valor que correspon-
de a un 8,7800 de la longitud total, mantenién-
dose constante en tallas mayores, teniendo una
tasa de crecimiento levemente superior al cuerpo
(b = 1.1997) (Fig. 3). Los testículos inician su
desarrollo y mantienen una tasa de crecimiento
menor que el cuerpo (b = 0.6069), deteniendo
su crecimiento alrededor de los 3,80 mm (Fig.
4).
TABLA 3
EVOLUCION DEL CRECIMIENTO DEL PROHAPTOR, POSTHAPTOR, OVARIO Y TESTICULOS DE
C. AUSTRALIS (X LT: PROMEDIO LONGITUD TOTAL POR MARCA DE CLASE,
D: DIAMETRO, LT/PRO: CUOCIENTE LONGITUD TOTAL Y DIAMETRO PROHAPTOR,
LT/POST: CUOCIENTE LONGITUD TOTAL Y DIAMETRO POSHAPTOR,
LT/OV: CUOCIENTE LONGITUD TOTAL Y DIAMETRO OVARIO,
LT/TE: CUOCIENTE LONGITUD TOTAL Y DIAMETRO TESTICULOS,
0/0: PORCENTAJE DE LA LONGITUD TOTAL QUE CORRESPONDE A LA MEDIDA CONSIDERADA)
Prohaptor Posthaptor Ovario Testículo
NET D Lt/Pro o/o D Lt/Post o D Lt/Ov fo D Lt/Te %
0.173 0.028 6.18 16.18 0.048 3.60 27.74 —- = = Ss 2 =
0.211 0.057 3.70 27.01 0.077 2.74 36.49 - - - - - -
0.288 0.086 3.35 29.86 0.115 2.50 39.93 - - - - - -
0.307 0.086 3.57 28.01 0.115 2.67 37.46 - - —- - - -
1.99 0.25 7.96 12.56 0.510 3.90 25.63 - - - - - -
2.28 0.34 6.7 14.91 0.54 4.22 23.68 0.17 13.41 7.46 =- =- -
2.67 0.37 7.22 13.86 0.64 4.17 23.97 0.23 11.61 8.61 0.13 20.54 4.86
2.96 0.42 7.05 14.19 0.63 4.70 21.28 0.23 12.87 TAR 0.14 21.14 4.73
3.30 0.44 7.50 13.33 0.86 3.84 26.06 0.29 11.38 8.78 0.15 22.00 4.54
3,59 0.47 7.64 13.09 0.89 4.03 24.79 0.33 10.88 9.19 0.16 22,44 4.46
3.89 0.51 7.63 13.11 0.91 4.27 23.39 0.35 11.11 8.99 0.18 21.16 4.62
4.15 0.51 8.14 12.79 0.97 4.28 23.37 0.37 11.22 8.91 0.18 23.06 4.34
4.44 0.53 8.38 11.94 1.00 4,44 22.52 0.40 11.10 9.00 0.18 24.67 4.05
4.75 0.56 8.48 11.79 1.05 4.52 22.10 0.42 11.31 8.84 0.18 26.39 3.78
4.96 0.57 8.70 11.49 1:13 4,39 22.78 0.44 11.27 8.87 0.19 26.10 3.83
Marca de Clase (mm)
Fig. 2. Evolución del crecimiento en longitud total, diámetro del posthaptor y diámetro del prohaptor.
A. Crecimiento en estados de postoncomiracidio.
B. Crecimiento en individuos preadultos y adultos. El crecimiento del posthaptor se representa por el circulo en la
porción final del verme. El crecimiento del prohaptor está representado por la figura negra sobre los individuos.
15
Anales Museo de Historia Natural Vol. 18, 1987
Lt (mm) = Diámetro ovario
205 235 265 295 315 355 385 415 445 475 505
Marca de Clase (mm)
Fig. 3. Evolución del crecimiento de ovario en relación a la longitud total.
Lt (mm) ,
Diametro testículos
205 235 265 295 315 355 385 415 445 475 505
Marca de Clase (mm)
l"ig. 4. Evolución del crecimiento de testiculos en función de la longitud total.
16
Oliva, Grandón
DISCUSION
La más importante base para clasificar helmintos
parásitos es el análisis de la morfología del adul-
to (Haley 1962). Sin embargo, esta puede verse
afectada por una serie de factores, entre los cua-
les se cuenta el habitat del parásito. El efecto del
habitat sobre la modalidad de crecimiento y por
lo tanto sobre caracteres morfométricos, ha sido
estudiado en Digenea, comparando especímenes
de una misma especie provenientes de habitats
diferentes, ¡.e. estómago v/s intestino, intestino
v/s ciegos (Fischthal y Thomas 1969, Fischthal
et al. 1982a).
Para Monogenea, se ha analizado la modalidad
de crecimiento de órganos y/o estructuras corpo-
rales, independiente del o los factores que lo pue-
dan afectar. Uno de los elementos que dificulta
este tipo de análisis, está dado por la marcada es-
pecificidad por un órgano determinado o una re-
gión definida del cuerpo del huésped, lo cual
anula la posibilidad de que el habitat afecte al
verme. La presencia de C. australis en dos habitat
diferentes, pero relacionados, como son branquias
y opérculo, no podría asimilarse a un proceso de
migración o movimiento de los parásitos, ya que
según ha sido demostrado por Woskoboinikoff
y Balabai (1936, 1937) (fide Hanek 8 Fernando
1978), el flujo de agua a través de la cámara bran-
quial es un proceso continuo y este mismo actúa
como una cortina. De este modo, es factible asu-
mir que los parásitos se implantaron original-
mente en ambos habitat.
Los resultados expresados en las tablas 1 y 2,
corresponden con lo indicado para sistemas hués-
ped-parásito en los cuales se analiza el efecto
del habitat. Esta situación, tal como lo señala
Fischthal et al. (1982a) está corroborando que
el sitio que ocupa el parásito puede inducir dife-
rentes tasas de crecimiento, a través de procesos
no bien entendidos aún.
No hay referencias sobre la modalidad de cre-
cimiento en monogeneos de la familia Capsalidae,
salvo lo indicado por Brinkmann (1952) respecto
al crecimiento diferencial de los ganchos del
posthaptor en Entobdella squamula en función
de la longitud total del parásito, logrando de-
mostrar que el par de ganchos III crece muy len-
tamente (lo que indica su carácter de ganchos
larvales) en contraposición al par II que crece en
directa relación con la longitud total del verme.
Ogawa (1984) encuentra también una relación
Crecimiento de Caballerocotyla australis...
directa ertre el crecimiento de los ganchos del
posthaptor y la longitud total del capsalido Bene-
denia hoshidoi, En este caso, tanto el hamuli
anterior como la pieza suplementaria, alcanzan
un tamaño 13 veces mayor al que tenían al es-
tado de post-oncomiracidio. El hamuli posterior
incrementa su tamaño sólo 7,5 veces. Para otros
Monophistocotylea, se ha demostrado que las
partes del cuerpo no crecen a una misma veloci-
dad (Sproston 1946), existiendo notorias dife-
rencias en el caso de Udonella caligorum. Kearn
(1978) indica que en Horricauda rhinobatidis,
hay un acelerado crecimiento de todas aquellas
estructuras que permiten y aseguran la adhesión
al hospedador, tales como hamuli, loculi, espinas
dorsales y dientes. Por otro lado, Wiskin (1970)
comenta que el hamuli de Rajonchocotyle emar-
ginata tiene también un crecimiento acelerado
en las fases tempranas de desarrollo. En nuestro
caso se observa también un acelerado crecimien-
to de las estructuras adhesivas, teniendo su mayor
desarrollo en las fases de post-oncomiracidio y
preadulto, esto no significa detener posterior-
mente su desarrollo, ya que sólo lo disminui-
rían. En Gyrocotylidea se ha comprobado un
crecimiento alométrico negativo del ancho del
cuerpo, así como de la región anterior del mismo
(Van der Land y Templeman 1968). Situaciones
similares se han observado en Polyophistocotylea.
Sproston (1945) indica que el haptor de Khnia
scombri tiene un incremento en tamaño muy rá-
pido en las etapas tempranas de vida, para luego
alcanzar un crecimiento isométrico. Ogawa y
Egusa (1981) señalan una situación diferente en
Heteraxine heterocerca. En este caso el número
de clamps, y consecuentemente la aptitud de
fijación, incrementa inicialmente en propor-
ción lineal con la longitud total. Sin embargo,
el desarrollo del posthaptor se detiene al alcan-
zar 27-28 clamps, a pesar de ello, el verme sigue
creciendo.
Otros helmintos en los cuales se ha estudiado el
comportamiento del crecimiento de órganos y es-
tructuras corporales, corresponde a Lobatostoma
manteri (Aspidogastrea) especie en la cual se apre-
cia, inicialmente, un acelerado crecimiento del
acetabulum, el cual es fuertemente positivo (b =
2.2) para luego iniciar una tendencia a la isometría
(b = 0.99) (Rohde 1975). En Acanthobothrium
quadripartitum (Cestoda, Tetraphyllidea) existe
también un desarrollo prematuro de los ganchos
botridiales, los que alcanzan su máximo desarro-
Anales Museo de Historia Natural Vol. 18, 1987
llo antes que el botridio. Al respecto, McVicar cesos de desarrollo gonadal. No hay antecedentes
(1977) señala que los ganchos botridiales son el disponibles sobre las características de creci
más importante órgano de fijación en este verme. miento de órganos sexuales en Monogenea. Los
Estos casos, al igual que el ahora descrito, de- antecedentes aportados por Sproston (1945)
muestra la importancia que tienen las estructuras indican que testículos se definen antes que ovario
de adhesión en las primeras etapas de vida del en Kuhnia scombri, situación opuesta a la nues-
parásito, para asegurar la permanencia sobre el tra, pues en C. australis el ovario se define antes
huésped y por lo tanto su supervivencia. Sólo que los testículos.
cuando se ha asegurado ésta, se inician los pro-
AGRADECIMIENTOS
A] Sr. César Sandivari V. (Univ. Antofagasta) por los dibujos y gráficos. Este trabajo fue financiado por el Proyecto DIEXAT
10-06 Universidad de Antofagasta.
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An. Mus, Hist, Nat. Valparaíso, 18: 21-27, 1987
EL EFECTO DE COMPUESTOS NITROGENADOS EN EL CRECIMIENTO
DE SCHIZOPERA ELATENSIS (COPEPODA: HARPACTICOIDA)
MARTA LEONOR DE VIANA*
RESUMEN
En dos grupos de experimentos (con los compuestos agregados sólo al comienzo o diariamente a un nuevo medio de cul-
tivo), se midió el efecto inhibidor de amoníaco, nitritos y nitratosen diferentes concentraciones (10-53, 10-4, 10-3, 10-2
molar) en el crecimiento de Schizopera elatensis.
Cuando los compuestos fueron agregados sólo al comienzo del experimento, las distintas concentraciones afectaron ne-
gativamente el crecimiento de los copépodos (P <.01), habiéndose encontrado una relación directa entre la concentración
del compuesto y el efecto. En el segundo grupo de experimentos (compuestos agregados diariamente), no se detectaron
inhibiciones significativas con ninguna de las concentraciones utilizadas de nitratos y de nitritos a las concentraciones
de 1074 y 10-3 molar. Con amoníaco, el efecto inhibidor fue altamente significativo (P < .01) con todas las concentra-
ciones utilizadas. El efecto inhibidor de los nitritos fue más pronunciado en los estadios nauplii y copepodito, mientras
que tanto el amoníaco como los nitratos ejercieron la inhibición en todos los estadios de desarrollo. Se compara el efecto
inhibidor con otros casos publicados en crustáceos, peces y bivalvos.
Experimentos en cultivos de copépodos (Tisbe sp.,
Amphiascoides sp., Nitocra spinipes, Schizopera
elatensis), mostraron que, a pesar de la presencia
de alimentos, el índice de crecimiento cesa o
disminuye luego de alcanzar cierta densidad. No
obstante, con el cambio del medio de cultivo,
el crecimiento continúa, resultando en cultivos
de mayores densidades (Fava y Crotti 1979;
Hoppenheit 1975; Walker 1979). Fava y Crotti
(1979), sugirieron que la inhibición del creci-
miento puede ser causada por sustancias como:
dióxido de carbono, amoníaco u otros residuos
bióticos producidos por los animales y que se
acumulan en el medio. Kinne (1976) destacó
que los productos finales del metabolismo del
nitrógeno, originados de las excreciones de los
organismos vivos, de la descomposición de los
animales muertos y del alimento no consumido,
pueden interferir con los procesos esenciales de
la vida.
Entre las sustancias nitrogenadas que se acumu-
lan en el medio de cultivo, el amoníaco es el más
común y tóxico, siendo además, el principal pro-
ducto excretorio de los crustáceos (Hartenstein
1970, Hochachka y Somero 1973; Kinne 1976).
En los últimos años, nitritos y nitratos recibie-
ron mayor atención ya que también pueden ser
tóxicos para la vida acuática. En sistemas equi-
librados, los procesos de nitrificación convierten
el amoníaco en el producto final nitrato, rela-
tivamente menos tóxico. No obstante, grandes
acumulaciones de nitratos por períodos pro-
longados, pueden interferir con los procesos
respiratorios (Hirayama 1966; Kuwatani e Isogai
1969). El producto intermedio del proceso de
nitrificación, nitrito, es muy peligroso, siendo
una amenaza potencial para vertebrados e in-
vertebrados en cultivo (Armstrong et al. 1976;
Collins et al, 1975; Russo et al. 1974; Russo y
Thurston 1977; Smith y Williams 1974; Thurston
et al, 1978; Westin 1974).
El objetivo del trabajo fue estudiar el efecto
de los compuestos nitrogenados (amoníaco, ni-
tritos y nitratos), en el crecimiento de Schizopera
elatensis.
METODOLOGIA
Los experimentos se realizaron en vasos de cul-
tivo de plástico, de 6 centímetros de diámetro
y 4 centímetros de altura, conteniendo $50 mi-
lilitros de agua de mar artificial “Instant Ocean”
a 3.500 de salinidad y a temperatura constante
(28 + 20 C). El alimento consistió de pequeños
fragmentos (2 x 2 cm) de lechuga lavada y salvado.
Los efectos de cloruro de amonio, nitrito de
sodio y nitrato de sodio (reagent grade) en dis-
* Universidad Nacional de Salta. Buenos Aires 177. Salta, Argentina.
Anales Museo de Historia Natural
tintas concentraciones (10-5, 10-4, 10-3, 10-2
molar) en el crecimiento de Schizopera elatensis
fueron medidos por comparación con el creci-
miento en los vasos control (sin la adición de
los compuestos). Se llevaron a cabo dos grupos
de experimentos: A) con los compuestos agre-
gados sólo al comienzo y B) con los compues-
tos agregados diariamente a un nuevo medio de
cultivo.
En la primera serie (A), los experimentos se
comenzaron con distintas densidades iniciales
de copépodos: 10 y 1000 por vaso de cultivo;
mientras que en la segunda serie (B), la densidad
inicial de copépodos fue 1000 por vaso. Todos
los días y a la misma hora, todo el medio fue
descartado (usando una red de 50 micrones pa-
ra retener los copépodos) y renovado con el
compuesto específico.
A intervalos regulares, cuatro muestras de
copépodos de 1 ml. cada una, fueron contadas
determinando el número de nauplii, copepoditos
y adultos, con la ayuda de un microscopio este-
reoscópico (15 - 45 X). pH (electrodo T/F 551
sI “El Hama” instruments), oxigeno disuelto
(oxímetro YSI, modelo 57), amoníaco (electro-
do Orion, modelo 95 - 10), nitritos (Szechrome
NIT reagent) y nitratos (Szechrome NB reagent),
fueron determinados al comienzo y final del ex-
perimento. El análisis estadístico de los datos
se realizó empleando análisis de la varianza, sien-
do las variables dependientes: rúmero de nauplii,
copepoditos, adultos y población total y las
independientes: molaridad de los distintos com-
puestos nitrogenados agregados y tiempo.
RESULTADOS
A. Compuestos agregados sólo al comienzo del
experimento
Las diferentes concentraciones (10-5, 10-4,
10-3 y 10-2 molar) de amoníaco, nitritos y ni-
tratos agregados al comienzo de cada experi-
mento, afectaron negativamente (P < .01) el
crecimiento de los copépodos (Fig. 1). En la ma-
yoría de los casos, hubo una relación directa
entre las distintas concentraciones de los com-
puestos nitrogenados y el efecto, que pudo de-
tectarse desde la primera semana de crecimiento
y fue acentuándose con el tiempo (segunda a
cuarta semana). El efecto inhibidor afectó a to-
dos los estadios de desarrollo significativamente
(P < .05): nauplii, copepoditos y adultos (Fig.
2).
158)
(58)
Vol. 18, 1987
En el grupo de experimentos inoculados con
una mayor densidad inicial (1000 copépodos
por vaso), se observó un efecto inhibidor similar,
afectando a todos los estadios de desarrollo
significativamente (P < .05) (Fig. 3, 4, 5 y 6). A
partir del tercer día de cultivo, la densidad de
copépodos en los controles comenzó a disminuir,
mientras que en los experimentos hubo algún
aumento. No obstante, la diferencia de densi-
dades entre los vasos control y experimentales
se mantuvo significativa.
En la tabla 1 se presentan las concentraciones
de los compuestos nitrogenados, oxígeno disuel-
to y pH, determinados al comienzo y al final del
experimento. En los vasos control, las concentra-
ciones de amoníaco, nitritos y nitratos aumen-
taron al final del experimento, mientras que tan-
to el pH como el oxígeno disuelto disminuye-
ron. Cuando se agregó amoníaco a las concen-
traciones iniciales de 1075, 10-4 y 10-3 molar,
al final del experimento éstas concentraciones
disminuyeron mientras que las de nitritos y ni-
tratos aumentaron. Cuando inicialmente se agregó
nitrito (10-4, 10-3, 10-2 molar), al final del
experimento se observó un aumento de sus con-
centraciones, al igual que las de amoníaco y ni-
tratos. Cuando los nitratos fueron inicialmente
agregados (10-4, 10-3 y 10-2 molar), al final
del experimento se observó un aumento en sus
concentraciones como también en las de amo-
níaco y nitritos. Las concentraciones de oxígeno
disuelto disminuyeron en todos los casos, alcan-
zando al final del experimento niveles de 2 a 3
ppm. Los niveles de pH disminuyeron en los
experimentos a los cuales se agregó inicialmente
nitritos y nitratos; mientras que cuando inicial-
mente se agregó amoníaco, el pH aumentó al
final del experimento.
B. Compuestos agregados diariamente a un nuevo
medio de cultivo
De los resultados mostrados en las Figs. 3 a 6, se
puede observar que todas las concentraciones
probadas de amoníaco, nitritos y nitratos, pro-
vocaron una caída inicial en el número de copé-
podos durante los primeros tres días de creci-
miento, en comparación con los controles, en los
que no se observaron cambios en el número de
copépodos. Luego de este período, las poblacio-
nes comenzaron a crecer, siendo el índice me-
nor en los vasos con la mayor concentración de
nitritos (10-2 molar). Con el resto de las con-
M. Leonor de Viana
1000
100
El efecto de compuestos nitrogenados...
21 28
Dias
1. Efecto de los compuestos nitrogenados en el crecimiento de Schizopera elatensis. Amonio, nitritos y nitratos fueron
agregados al comienzo del experimento en distintas concentraciones: 10-3M Y ;10-4Mm;10-3M4:;10-2M0. Control:
e. N: número de organismos. Densidad inicial: 10 adultos por vaso.
AMONIO NITRITOS NITRATOS
o
o
N* de organismos mi-*
Hh
o
5)
o
2. Efecto de los compuestos nitrogenados en la distribución por edades de Schizopera elatensis. Amonio, nitritos y nitra-
tos fueron agregados al comienzo del experimento. A: control; B: 10-5M; C: 10-4M; D: 10-3M; E: 10-2M. Nauplii:
E, copepoditos: S; adultos: O.
centraciones de nitritos y todas las de nitratos
utilizadas, no se detectó ningún efecto inhibidor
significativo, mientras que todas las concentra-
ciones de amoníaco probadas, produjeron un
efecto inhibidor significativo (P < .05). El efecto
inhibidor del amoníaco se observó en todos los
estadios de desarrollo, mientras que la mayor
concentración de nitritos estudiada, afectó fun-
damentalmente los estadios nauplii y copepodito
(Fig. 5).
Anales Museo de Historia Natural Vol. 18, 1987
AMONIO NITRITOS NITRATOS
1000
1000
9 Días
3. Efecto de los compuestos nitrogenados en el crecimiento de Schizopera elatensis. Amonio (10-3M:W ;10-4M:m;
10-3M: A), nitritos y nitratos (10-4M: m; 10-3M: A ; 10-2M: O), fueron agregados al comienzo (A), o diariamente (B).
Control: e. N: número de organismos. Densidad inicial: 1000 adultos por vaso.
NITRITOS
AMONIO agregados diariamente E agregados al comienzo
agregados diariamente agregados al comienzo
120
120
So
90
pe 60 Ñ ps
3 S [ jo
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o 30 EN ] S
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SN ss SN >
Ss
TT 7127371 >
S
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S
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2/4 MG=
UTE >
o
S
E
E
4, Efecto de distintas concentraciones de amonio en la distribución por edades de Schizopera elatensis, en comparación
con los controles (A). B: 10-5M; C: 107—4M; D: 10-—3M. Densidad inicial: 1000 adultos por vaso. Nauplii: i-
tos: ÉS; adultos: O, j APRA oo
5. Efecto de distintas concentraciones de nitritos en la distribución por edades de Schizopera elatensis, en comparación
con los controles (A). C: 10-—4M; D: 10-3M; E: 10-2M. Densidad inicial: 1 ii:
a ic 000 adultos por vaso. Nauplii: E, copepodi-
24
M. Leonor de Viana El efecto de compuestos nitrogenados...
NITRATOS
agregados diarjamente agregados al comienzo
Lo]
A
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N* de organismos ml
153
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01000722 IC=
01010724 MC
OTRA A+
|
SU
6. Efecto de distintas concentraciones de nitratos en la distribución por edades de Schizopera elatensis, en comparación
con los controles (A). C: 107%M; D: 10-3M; E: 10-2M. Densidad inicial: 1000 adultos por vaso. Nauplii: 8; copepodi-
tos; 5; adultos: O.
TABLA 1
DETERMINACIONES DE pH, OXIGENO DISUELTO (O.D.), AMONIO, NITRITOS Y NITRATOS AL COMIENZO
Y FINAL DEL EXPERIMENTO CON SCHIZOPERA ELATENSIS CULTIVADO CON DISTINTAS
CONCENTRACIONES DE LOS COMPUESTOS NITROGENADOS (AMONIO, NITRITOS, NITRATOS).
Concentración del pH O.D. (ppm) NH4-N (M/L) NO2—N (M/L) NO3-N (M/L)
Compuesto agregado Comienzo Final Comienzo Final Comienzo Final Comienzo Final Comienzo Final
Control 8.30 7.10 5 2.1 1x10:6 4x10:5 1.6x106 5sx10% — 5x105 2x10:3
NH4-N
lx 105 M 6.87 7.60 $ 2.9 1x10:5 6x10:6 1.6x10:'6 2x10:2 5x10:5 2x10-3
10:% M 6.86 7.85 5 3.0 1x10:% 2x10:6 1.6x108 4x10:2 5x10'5 4x10-3
10:3 M 6.83 7.03 5 3.0 1x10:3 5x10:% 1.6x106 4x10:2 5x10:5 1x10-3
NO2-—N
lx 10% M 8.29 s1 5 2.5 1x10:6 7x10:6 1x10:% 3x10:4 — 5x10:5 8x10:4
10:3 M 8.27 7.48 5 2.4 1x10:6 8x10:5 1x10:3 2x10:3 5x105 3x103
10:2 M 8.26 8.00 5 3.0 1x10-6 5x10-4 1x10:2 8x10:2 S5x105 8x10-3
NO3-N
lx 10%M 8.22 7.80 5 2.3 1x10:6 2x10:5 1.6x10:6 5x10:4 1x10:4 9x10-4
10:3 M 8.22 7.68 5 2.6 1x10:6 1x10:% 1.6x10:6 6x10:4 1x10:3 6x10-3
102 M 8.19 8.08 5 2.9 1x10:6 3x10:5 1.6x10'6 4x10"4 1x10:2 1x10-1
Anales Museo de Historia Natural
DISCUSION
Amoniaco
Todas las concentraciones probadas (.18, 1.8, 18
y 180 mg 1-1) de amoníaco produjeron una dismi-
nución significativa del crecimiento de Schizopera
elatensis. Aun la menor concentración que no fue
perjudicial cuando presente en la sangre de crus-
táceos superiores (Armstrong et al, 1978; Delistrati
et al, 1977), en estos experimentos con copépo-
dos, resultó ser deletérea en un 40 a 8000 (Fig. 1
a 4). Concentraciones similares (.1 mg 1-1), pro-
dujeron en Artemia salina una disminución de su
alimentación (Hanaoka 1977). La concentración
letal media (LC 50) para larvas de Macrobrachium
rosenbergii se produjo a 12.6 mg 1-1 mientras
que en otros invertebrados como Mercenaria mer-
cenaria y Crassostrea virgínica (Bivalvia) ocurrió
a 110 y 880 mg 1-1 respectivamente. Menores
concentraciones de 7.2 mg 1-1 en estos bivalvos, in-
terfirieron con la alimentación Epifanio y Srna
1975). Patrick (1968) calculó el 500/o de super-
vivencia para el caracol de agua dulce Physa
heterostropha a 90 mg |-1; para la diatomea
Nitzschia linearis a 420 mg NH3- N 11 y para
el pez Leponis macrochirus a 3.4 mg NH3 rl.
Para Schizopera elatensis el SO0fo de supervivencia
ocurrió a 1.8 mg Fl,
Nitritos
Aún la menor concentración probada resultó al-
tamente tóxica para los copépodos. Esta baja
concentración (.46 mg 1-1) también fue encon-
trada tóxica para peces. Thurston y Russo (1978),
obtuvieron el LC $0 para Salmo clarki'a concen-
traciones de .4 a .6 mg NO>-N 1-1, mientras
que para Salmo gairdneri fue a .27 mg 1- 1 (Russo
et al, 1974). El mismo parámetro calculado para
Macrobrachium rosenbergii ocurrió entre 6 y 12
mg 1-1 (Armstrong et al, 1976). La estimación
de este parámetro para Schizopera elatensis es a
6 mg 1-1.
Las diferencias obtenidas en el efecto de las
concentraciones de nitritos en el crecimiento de
los copépodos en los dos grupos de experimentos
(con los compuestos agregados sólo al comienzo
del experimento o diariamente), puede ser atri-
buida a un fenómeno sinergístico: presencia O
ausencia de algunos factores adicionales como oxí-
geno disuelto u otros productos de desecho. Los
nitritos interfieren con la utilización del oxígeno
(Armstrong et al, 1976; Passano 1960) y proba-
blemente en el grupo de experimentos con inter-
cambio del medio (B), los nitritos fueron menos
Vol. 18, 1987
tóxicos (a 4.6 y 46 mg 1-1) debido a un mayor
contenido de oxígeno en el agua (5 ppm), o a la
ausencia de otros productos de desecho (como el
amoníaco), que se acumula en los cultivos sin
intercambio de medio. La mayor toxicidad de los
nitritos a la concentración de 460 mg 1-1 en los
cultivos con intercambio de medio (B), puede ser
atribuida a una menor concentración de bacterias
nitrificantes, lavadas con el intercambio del me-
dio. En los cultivos sin intercambio del medio (A),
la variedad de bacterias que se desarrollan en las
heces de los copépodos, puede mantener el ba-
lance de los productos de desecho mediante los
procesos de nitrificación y desnitrificación.
El efecto inhibidor de los nitritos se observó
en todos los estadios de desarrollo de los cope-
podos: nauplii, copepoditos y adultos. No obs-
tante, con la mayor concentración (460 mg 1-1),
fue más pronunciado en los estadios nauplii y
copepodito. Esto indicaría que tales estadios
son más sensibles y estaría de acuerdo con ob-
servaciones en otros invertebrados (Brown and
Ahsanulah, 1971; Vernberg et al, 1974). En los
crustáceos, el consumo de oxígeno aumenta du-
rante la ecdisis (Armstrong et al, 1976; Passano
1960) y por lo tanto, en los estadios nauplii y
copepodito que mudan con mayor frecuencia,
el efecto de los nitritos en la respiración es más
pronunciado.
Nitratos
En comparación con los otros productos meta-
bólicos, los nitratos son considerados menos tó-
xicos. Esto fue mostrado en varios organismos
como Crassostrea virginica y Mercenaria merce-
naria (Bivalvia) y Octopus vulgaris (Epifanio
Srna, 1975; Hirayama 1966). En los experimen-
tos con 5, elatensis en los cuales las concentracio-
nes de nitratos se mantuvieron constantes por el
intercambio diario (B), ésto fue confirmado en
todas las concentraciones probadas (6.2, 62,
620 mgl- 1). No obstante, cuando los compuestos
fueron agregados sólo al comienzo del experi-
mento y no hubo intercambio del medio, todas
las concentraciones (.62, 6,2, 62, 620 mg 1-1),
inhibieron significativamente el crecimiento de
S. elatensis. Esto puede ser debido a un efecto
sinergístico negativo con los compuestos” de
desecho que se acumularon, o a una alteración
de las concentraciones por la actividad de las bac-
terias desnitrificantes, como se
mente con los nitritos.
trató anterior-
M. Leonor de Viana
CONCLUSIONES
Los compuestos nitrogenados (amoníaco, nitri-
tos y nitratos) redujeron significativamente el
crecimiento de Sehizopera elatensis. El amoníaco
fue más tóxico que los nitritos y éstos más que
El efecto de compuestos nitrogenados...
los nitratos, El efecto tóxico de nitritos y nitratos
fue más pronunciado cuando no hubo intercam-
bio del medio, como resultado de la acumulación
de otros productos metabólicos (amoníaco, ni-
tritos, nitratos), y disminución de los niveles de
oxigeno disuelto,
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An. Mus. Hist, Nat, Valparaíso, 18: 29-32, 1987
DINAMICA DE POBLACIONES DE SCHIZOPERA ELATENSIS
(COPEPODA: HARPACTICOIDA) EN CULTIVO CONTROLADO
MARTA LEONOR DE VIANA*
RESUMEN
En estudios de cohortes de Schizopera elatensis, en condiciones óptimas de cultivo, se determinaron los siguientes pará-
metros poblacionales: tiempo de desarrollo, tiempo mínimo y medio de generación, supervivencia específica por edad (Lx),
fertilidad específica por edad (mx), índice neto de reproducción (Ro), índice intrínseco de incremento natural (rm) y pro-
porción sexual,
Los resultados muestran que los tiempos de generación y desarrollo calculados para Schizopera elatensis se ubican entre
los más cortos observados en copépodos (Tiempo minimo de generación = 7.6 días; Tiempo medio de generación: 12.4
días). Schizopera elatensis presenta además, un elevado porcentaje de supervivencia hasta la edad adulta (899/0), como así
también índice neto de reproducción (Ro = 92,79) e índice intrínseco de incremento natural (rm = 0.365). Las propor-
ciones sexuales de la generación Fl fueron cercanas a 0,50,
De estos resultados y de acuerdo a los criterios utilizados en la selección de especies de copépodos para acuacultura,
Schizopera elatensis puede ser considerado como una de las especies más apropiadas.
En los últimos años, el cultivo de copépodos ha
tenido un gran auge ya que en la naturaleza, tan-
to los calanoides como los harpacticoides, son el
alimento principal de los estadios inmaduros de
muchos peces de interés en piscicultura (Alessio
y Bronzi 1974; Alheit y Scheibel 1980; Fujita
1973; Schmit-Moser y Westphal 1981; Yamasaki
y Canto 1980).
En experimentos recientes, Kahan (1981)
demostró que Schizopera elatensis puede ser
cultivado en condiciones de laboratorio y a altas
densidades, lo que lo convierte en una especie
prometedora para su uso en acualcultura.
Los distintos criterios utilizados para la selec-
ción de especies de copépodos para el cultivo en
masa: resistencia, dieta, índice de crecimiento,
fertilidad, supervivencia, etc., hacen indispensa-
ble la evaluación de los parámetros de la dinámi-
ca poblacional de Schizopera elatensis.
METODOLOGIA
Los copépodos fueron cultivados en agua de mar
artificial (Instant Ocean), con una salinidad de
3.50/o y temperatura constante (280 C + 20 C),
El alimento consistió de pequeños fragmentos de
lechuga lavada y salvado.
Los copépodos fueron cultivados en recipien-
tes de vidrio (rectangular watch glass) de 2.5 cm
con 2 ml. de agua de mar. En cada recipiente
se agregó una hembra y un macho jóvenes. Con la
aparición de los huevos, los adultos fueron trans-
feridos a otro recipiente bajo las mismas condi-
ciones. Luego de la eclosión de los huevos, los
nauplii fueron separados en grupos de seis a fin
de facilitar su observación y seguimiento. Los
recipientes fueron controlados diariamente a fin
de determinar:
Lx: proporción de individuos de una cohorte que
sobrevive a cada edad x.
mx: número de hembras vivas nacidas por hembra
en cada intervalo de edad (fertilidad especifi-
ca por edad).
Ro: factor por el cual la población de hembras se
multiplica de una generación a la siguiente
(índice neto de reproducción).
rm: índice intrínseco de incremento natural, de-
finido por: Ln Ro/T.
Tiempo mínimo de generación: tiempo transcurri-
do entre la eclosión de los huevos y la deposi-
ción del primer grupo de crías.
Tiempo medio de generación: definido por:
T= 1/Ro E Lx mx x (en días).
* Universidad Nacional de Salta. Buenos Aires 177, Salta, Argentina.
Anales Museo de Historia Natural
Proporción sexual: determinada por la fórmula
0/3+29
RESULTADOS
El número promedio de huevos puestos por hem-
bra a 280 C y 3.50/o salinidad fue de 70 + 32
durante un período fértil que varió de 7 a 17 días
(Tabla 1). El número de puestas por hembra fue
muy variable (2 a 6). La proporción sexual pro-
medio de la generación F1 fue de 0.46 y en nin-
gún caso superó 0.50.
El tiempo mínimo de generación fue de 7.6
días de los cuales: 1.4 días transcurrieron desde
la puesta de los huevos hasta su eclosión; 2.5 días
desde el estadio nauplii I hasta el copepodito 1
Vol. 18, 1987
y 3.7 días desde copepodito I hasta adulto (esta
especie pasa por cinco estadios naupliares y cuatro
copepoditos). El tiempo medio de generación (T)
fue de 12.4 días y la supervivencia hasta la edad
adulta 890/o, con dos picos de mortandad: en los
estadios nauplii y copepodito (Fig. 1). El índice
intrínseco de incremento natural fue 0.365 y el
índice neto de reproducción 92.79,
DISCUSION
De acuerdo con Ikeda (1973), los copépodos pe-
queños deben tener tiempos de generación más
cortos. Comparando con otros copépodos harpac-
ticoides (Bataglia y Parise 1977; Bergmans 1981;
Kahan y Azoury 1980; Lazaretto - Colomberra y
TABLA 1
HUEVOS PUESTOS POR SCHIZOPERA ELATENSIS
Y PROPORCIÓN SEXUAL DE LA GENERACION F]
Experimento Oviposiciones sucesivas por hembras Período * NO' total NO de hembras Fl Razón
número (): día de la postura fértil de huevos par hembra sexual
I ll mM IV V vI ,
1 15 19 24 10 58 26 .50
(6) (11) (16)
2 pa 17 11 9 63 25 .43
(8) (10) (14) (18)
3 10 7 13 6 10 -36 15 .43
MN ab as (7)
4 18 22 23 29 19 14 17 125 56 .48
(6) (9 (13) (16) (0) (23)
5 21 19 22 12 8 12 82 36 .49
(10) (12) (15) (19 (2)
6 35 39 22 12 12 10 16 130 52 45
0 1D (14-17) (0) (Q3)
7 19 2] 19 12 59 23 .44
(9) (15) (Q1)
8 23 615 7 38 15 44
(10) (17)
9 17 10 12 11 39 16 47
(8) (12) (18)
10 17 13 21 13 9 16 NE! 33 .49
(6) (10) (14) (18) (22)
MEDIA 19.8 17,7 192 138 12 12 12 70.3 29.7 46
sD 65 8.9 4,3 7.8 3.3 31.98 14.6 02
30
M. Leonor de Viana
0.9
0.3
10 20 30 Edad (Días)
Fig. 1. Supervivencia (Lx) y Fertilidad (mx) específicas
por edad de Schizopera elatensis,
Polo 1969; Uhlig 1980; Volkman-Rocco Bataglia
1972; Walker 1979), Schizopera elatensis posee
uno de los tiempos de generación más cortos: 12
días, mientras que los otros varían de 16 a 26 días
(Tabla 2). El tiempo de desarrollo determinado
para Schizopera elatensis es también uno de los
más cortos observados (X = 7.6 días). Este valor
está de acuerdo con el obtenido por Kahan (1981)
para la misma especie (6 a 8 días).
Comparado con los otros copépodos listados
(Tabla 2), el número de huevos puestos por las
hembras de Schizopera elatensis es menor. No obs-
tante, el índice neto de reproducción es uno de los
más elevados, como también el índice intrínseco
de incremento natural, ubicándose estos valores
entre los rangos óptimos obtenidos para crustá-
ceos de tamaño comparable (Gaudy Guerin 1977;
Laughlin 1965; Murray 1979).
CONCLUSIONES
En función de los criterios utilizados en la selec-
ción de especies de copépodos para acuacultura,
Schizopera elatensis es una especie de gran valor
ya que posee un alto porcentaje de supervivencia,
una gran fertilidad, es resistente, y además puede
ser cultivado a altas densidades con una dieta
simple y accesible.
TABLA 2
COMPARACION DE PARAMETROS BIOLOGICOS DE VARIAS ESPECIES DE COPEPODOS. (): ESTIMADO
31
Referencia
Supervivencia
Im
Tmin
Ro
Razón
Fl por
Período Paresde
Duración
Longevidad
Temp.
Especie
de los
Nauplii 9/o
del
desarrollo
ovisacos hembra sexual
fértil
(días)
dE)
Walker, 1979
9-19
50
23 131-170 19
Amphiascoides
sp.
Dinámica de poblacionesde...
Zurlini et al, 1978
.161
295 39.8 71 26.5
12,5
19 - 40
18
Euterpina
acutifrons
Bar, 1982
Kahan £ Azoury,
20 9.3 89.9
10
21.7
12.9
28
Nitocra minor
89.2
7-18
Nitocra
1980
spinipes
92.8 12.4 7.6 .365 89 Presente trabajo
46
70.3
6-11
34-50
28
Schizopera
elatensis
Tisbe
Volkmann-Rocco é
84
157.9 40.6 54.7 23.1 17 .187
4.2
35.3
18
Bataglia, 1972
Johnson € Olson,
clodiensis
19 - 24
135
33.3
40-50
17-18
Tisbe furcata
1948
Bergman, 1981
Gaudy « Guerin,
98
.233
.280 -.301
19.5 14,9
94
47
188 - 310 40-58 86-181
37
7-11
80-96 10
12
23-33
18
19
Tisbe furcata
Tisbe
16.5
3-5
1977
holothuriae
Anales Museo de Historia Natural Vol. 18, 1987
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LA FECUNDIDAD DE PALAEMONETES ARGENTINUS
(CRUSTACEA, PALAEMONIDAE) EN EL CANAL VILLA ELISA
(PUNTA LARA, PROVINCIA DE BUENOS AIRES, ARGENTINA)*
MIGUEL SCHULDT** y MARIA CRISTINA DAMBORENEA**
ABSTRACT
Fecundity of Palaemonetes argentinús (Crustacea, Palaemonidae) in the Villa Elisa Canal, Punta Lara, Province of Buenos
Aires, Argentina,
The freshwater shrimp Palaemonetes argentínus evidences, as most of crustaceans do, a positive lineal relationship
between the size of ovigerous females and the number of eggs per spawn (relative fecundity): y: - 226.49 + 67.68 . x (r:
0.698). x being the cephaloperaeon length in milimeters This ecuation is applicable to each of the three spawns which
take place yearly between August/September and January. The annual reproductive potential (R) (Wildish, 1979) for a
hundred adult shrimp (males and females) is 20,452. This is 15.200 lower than the value of the reproductive potential
estimated for the area. Such reduction may be attributed to a sterilizing effect due to infestation with Probopyrus cf.
oviformis (Crustacea, Bopyridae), which was found in 8% of the adult females in the sampled environment. An repro-
ductive potential (R'; Wildish, 1980) value of 208 embryos per female per year was calculated on the basis of the number
of adult and subadult females of P. argentínus. The mean size (shorter axis) of the eggs, decreases through subsequent
spawns from 720 um (first spawn) to 530 um (third spawn). An increase of 3.590 in egg mean size was observed as a
result of the development of embryos from spawn to the stage with pigmented eyes.
Palaemonetes argentinus es conocido desde Río la frecuencia y el tamaño de las puestas. Asi-
Grande do Sul hasta el norte de la provincia de mismo se tuvo en cuenta que el potencial re-
Buenos Aires (Boschi 1981). Rodrigues-Capítu- productor de los camarones en el Canal Villa
lo y Freyre (en prensa) han evaluado la fecundi- Elisa se ve afectado por la presencia de Probo-
dad de esta especie en la Laguna de Chascomús, pvrus cf. oviformis, un crustáceo epicarídeo
un ámbito lenítico que dista unos 120 km de que castra a los camarones femeninos infestados
la localidad muestreada para el presente traba- (Schuldt y Rodrigues Capítulo 1985).
jo. El carácter estuarial del Canal Villa Elisa
en las inmediaciones de su desembocadura cons-
tituye uno de los aspectos distintivos de este MATERIALES Y METODOS
ambiente lótico. Los ejemplares procedentes
de ambas localidades difieren en su talla y/o P. argentinus se colectó mensualmente entre
longevidad (Rodrigues-Capítulo y Freyre, en octubre de 1984 y febrero de 1986, en el Canal
prensa; Schuldt y Damborenea, datos inéditos) Villa Elisa (aproximadamente a 300 mts de su
incidiendo en la fecundidad relativa, la cual en desembocadura en el Río de La Plata, Boca
crustáceos, al igual que en muchos otros gru- Cerrada, Selva Marginal de Punta Lara, Provin-
pos zoológicos, se vincula con el volumen de cia de Buenos Aires, Argentina). Las capturas
las hembras (Narasimha Rao et al. 1981), en se efectuaron con una red de arrastre de 30 x 60
tanto que la fecundidad absoluta suele estar em de boca y 30 cm de profundidad, con una
determinada por variables ambientales (Jensen malla plástica de 2 mm de abertura.
1958). Con estos antecedentes decidimos enca- Se determinó la longitud en milímetros del
rar la presente contribución a la bionómica re- céfalo-pereion (CP) de los ejemplares con un
productiva de P, argentinus, vale decir, establecer compás de punta seca, distinguiéndose:
las razones sexuales, las variaciones en la talla a) Camarones juveniles, animales menores de
de los huevos, el número de huevos por puesta, 6 mm de longitud del CP, y carentes de diferen-
* Contribución científica del Instituto de Limnología “Dr. Raúl A. Ringuelet” (ILPLA).
Este trabajo fue realizado en el Servicio de Patología, Hospital R. Gutiérrez, La Plata, Argentina.
** Estafeta Postal NO ] 1984 Villa Elisa. Investigador del CONICET.
+** Facultad de Ciencias Naturales y Musco, UNLP, Paseo del Bosque s/n. 1900. La Plata. Becaria del CONICET.
33
Anales Museo de Historia Natural
ciación sexual secundaria.
b) Machos subadultos (en maduración), ejempla-
res entre 6 y 7 mm de longitud del CP.
c) Machos adultos (maduros), mayores de 7 mm
de longitud del CP (a partir de dicha longitud
se observa esperma en los testículos).
d) Hembras subadultas (en maduración), ejem-
plares entre 6 y 10 mm de longitud del CP.
e) Hembras adultas (maduras), animales mayo-
res de 10 mm de longitud del CP (a partir de
esta talla se observan hembras ovígeras).
Histológicamente es posible diferenciar los
sexos a partir de los 4 mm de longitud del CP.
Por cuestiones de indole práctica los sexos fue-
ron discriminados en base a los caracteres sexua-
les secundarios (presencia o ausencia de apéndice
masculino; Ringuelet 1949), lo cual en el Canal
Villa Elisa es posible desde los 6 mm de longi-
tud del CP.
La fecundidad relativa fue determinada sobre
la base de 121 hembras ovígeras comprendiendo
un amplio espectro de tallas (10 a 15 mm, Fig. 2).
La selección de las hembras se efectuó teniendo
en cuenta que el desarrollo de los embriones no
sobrepasará el estadio con ojos en pigmentación
incipiente, evitando así la inclusión de hembras
ovígeras que pudieran haber experimentado
una eclosión parcial de las larvas (zoeas). El lí-
mite fiducial del 95%o para la recta de regre-
sión se calculó según Sachs (1974).
La talla de los huevos (Fig. 1) se estableció
mediante un microscopio provisto de ocular
micrométrico considerando el eje menor de
huevos fijados con solución de formaldehido
al 1090.
El potencial reproductor anual (R) se deter-
minó según Wildish (1979) mediante la ecuación
R = x (bnp); siendo x, 100 adultos de ambos
sexos (reproductores efectivos, vale decir sin
computar los P. argentínus femeninos parasi-
tados con P. cf. oviformis); b , el número pro-
medio de huevos por puesta calculado en base
a la regresión lineal existente entre el número
de huevos de las hembras ovígeras y su talla
(longitud del CP en milímetros); », el número
de puestas registrado durante la estación; y p
el porcentaje de hembras adultas (reproducto-
ras efectivas) presentes en el período de puesta
(sección 4).
Para hallar el potencial reproductor (R”) se
procedió según Wildish (1980) aplicando la fór-
mula R' = bnp. En este caso n es el número de
34
Vol. 18, 1987
puestas producido a lo largo de la longevidad
media de cada hembra dividido por la exten-
sión de la misma en años, y p representa la pro-
porción (tanto por uno) de hembras adultas y
subadultas (reproductoras y potenciales repro-
ductoras efectivas).
Para determinar la tasa de remaduración de
las hembras ovígeras se correlacionó el grado de
desarrollo de embriones (sin ojos pigmentados y
con ojos pigmentados conspicuos) con el color del
ovario. Cuando éste adquiere un tinte verdoso
en fresco, o naranja cuando se lo fija con formol,
apreciable por transparencia y a simple vista,
existe la certeza de que la vitelogénesis secun-
daria (exógena o vitelogénesis propiamente di-
cha) se halla en curso (Goldstein y De Cidre
1974, Schuldt 1980, 1981, Meusy y Charniaux-
Cotton 1984).
RESULTADOS
1) Talla de los huevos (Fig. 1) y desarrollo de
los embriones (Tabla 1).
El diámetro de los huevos suele correlacionarse
con el desarrollo alcanzado por los mismos (Na-
rasimha Rao et al. 1981). En P. argentinus se
observa que desde la puesta hasta el estadio con
ojos pigmentados bien desarrollados el eje menor
del huevo experimenta un incremento medio del
3,50/0 (Tabla 1). En caso de Caridina weberi
(Narasimha Rao et al. 1981) este eje acusa para
igual período un aumento del 15,40/0.
2) Talla de los huevos y orden de puesta (fecha
de desove).
La estación de puesta de P. argentinus en el
Canal Villa Elisa se extiende de agosto/septiem-
bre a enero/febrero y comprende tres puestas
sucesivas (sección 4 y fig. 3). La talla media de
los huevos desciende a lo largo de las mismas
de 718 um a 531 um (Fig. 1), lo que equivale
a una variación del 26%/o. La última puesta de la
estación acusa el descenso más abrupto. Cabe
señalar que la diferencia que se observa en la
talla de los huevos de la puesta de diciembre
de 1984 respecto de diciembre de 1985 se debe
a que esta última —a diferencia del año anterior—
no comprende a la totalidad de las ovígeras del
final de ese período.
En P. argentinus no tienen relevancia las hem-
bras ovígeras con ovocitos infecundos. El análisis
de hembras ovígeras con embriones en el estadio
Schuldt, Damborenca ' ¡
La fecundidad de Palaemonetes UPgentinus ...
(en um)
(n=21) (n=13)
talla media de los huevos
(n=13)
700
600
(n=8) (n=10)
500
1985 1984 1984 1985 1986
oct. dic.
sept. enero Pdo?
Fig. 1. Talla media y desviación estándar de los huevos
respecto orden de puesta. Ll valor entre paréntesis indica
el número de hembras ov ¡geras consideradas.
TABLA 1
TALLA DE LOS HUEVOS Y SU RELACION CON EL DESARROLLO DE LOS EMBRIONES
TALLE MEDIA DE PORCENTAJE DE
MUESTRA DE LOS HUEVOS DIFERENCIA n on-1
sin ojos pigmentados 0,536 4 0,026
29 - 12-84 1,990
con ojos pigmentados 0,526 4 0,022
sin ojos pigmentados 0,718 18 0,025
26 - 09-85 2,30/0
con ojos pigmentados 0,735 3 0,043
sin ojos pigmentados 0,632 10 0,034
04-12-85 8,49/o
con ojos pigmentados 0,690 16 0,026
sin ojos pigmentados 0,518 3 0,024
21-01-86 5,100
con ojos pigmentados 0,546 dl 0,008
x: 3,590
35
Anales Museo de Historia Natural
de ojos pigmentados permite constatar que el
desarrollo es sincrónico, siendo la mortalidad
a este nivel inapreciable.
3) Fecundidad relativa
La numerosidad de los huevos de las hembras
ovígeras de los crustáceos guardan una relación
positiva con el incremento de la talla de las mis-
mas. Esta relación puede ser lineal (Wildish 1979,
1980, Narasimha Rao et al. 1981, Somerton
y Mac Intosh 1985) o exponencial (Rodrigues
Capítulo y Freyre en prensa, Thompson 1979).
En P. argentinus del Canal Villa Elisa esta rela-
Vol. 18, 1987
ción es del primer tipo y responde a la ecuación
y = —-226,49 + 29,796 x (Fig. 2). El intervalo
de confianza para el 9500 de los datos se obtiene
teniendo en cuenta un D de 67,676 (calculado
según Sachs 1974). El coeficiente de correlación
lineal r es de 0,689. La ecuación de la recta de
regresión es aplicable a cada una de las tres pues-
tas que provee P. argentinus (sección 4), lo cual
implica que cada incremento milimétrico en la
longitud del CP de las hembras ovígeras se corre-
laciona con una variación en el tamaño de la
puesta del orden de 30 huevos.
y= (-226,49t67,676)+ 29,796 x
w n= 121 E
o Sd
a 300 r= 0,689 ei
a] a .
— pa
v E A .” AÑ
AS a E Se o si . g .
o 200 DS ...? a A . -
= 0 ..* A .. 3 ai
A . . .. ES > Di
e
100 A A A
Cos .
Lo) 1! 12 13 14 15 16
longitud cefalopereion
(en mm)
1
Fig. 2. Relación entre la talla de las hembras ovígeras y
el número de huevos por puesta (cada punto puede co-
rresponder a más de un animal).
4) Historia vital y potencial reproductor de los
camarones en el Canal Villa Elisa
Esta población se integra con camarones juve-
niles, subadultos y adultos, pertenecientes a
dos edades ecológicas (pre-reproductiva y re-
productiva). La talla y/o longevidad difiere para
machos y hembras, siendo mayor para estas
últimas (Rodrigues Capítulo y Freyre, en pren-
sa, Schuldt y Rodrigues Capítulo 1985). Las
primeras puestas tienen lugar según los años
entre agosto y septiembre. Por el arte de pesca
utilizado los juveniles son detectados cuando
alcanzan los 4 mm de longitud del CP (diciembre/
enero). El período de puesta abarca de agosto/
36
septiembre hasta enero/febrero. Durante el mismo
se suceden al menos tres puestas (Rodrigues
Capítulo, en prensa; Schuldt y Damborenea, no
publicado), estimándose el intervalo entre puesta
y puesta en aproximadamente 40 días (Goldstein
y De Cidre 1974, Schuldt, observaciones inédi-
tas). Los últimos ejemplares juveniles se incorpo-
ran al estrato subadulto en agosto (Fig. 3). El
estrato adulto se desploma en enero, no sobre-
pasando las hembras los 15-16 meses de -vida.
Los machos son aparentemente menos longevos,
o bien crecen menos, ya que las tallas asintóti-
cas de estos últimos son inferiores a las de las
hembras en tres clases milimétricas, siendo uno
Schuldt, Damborenca
de los motivos de la aparición de sesgos en las
razones sexuales (Schuldt y Rodriguez Capítulo
1985). Por este motivo se tuvo en cuenta para
el cálculo del potencial reproductor la razón
sexual durante el período de puesta de los re-
productores efectivos así como la de aquellos
animales con posibilidades de serlo durante la
estación de puesta (Tabla 2), sin considerar las
hembras infestadas por P. cf. oviformis ya que
en éstas la vitelogénesis secundaria no progresa.
Si se computara la presencia de estas hembras,
la sex ratio durante el período de actividad sexual
respondería a una relación 1:1 E oos = 2,75;
P > 0,10; n = 1101). De ello se infiere que el
La fecundidad de Palaemonetes argentinus ....
reproductora, tal el caso de metacercarias de
trematodes digeneos (Schuldt et al. 1981; Schuldt
1984). La incidencia poblacional de estas aso-
ciaciones no supera el 500 (Schuldt y Dambo-
renea datos inéditos).
TABLA 2
PALAEMONETES ARGENTINUS EN EL CANAL
DE VILLA ELISA.
(A) POTENCIAL REPRODUCTOR ANUAL (R)
Y (B) POTENCIAL REPRODUCTOR (R”)
b n p R (según p) R (para p: 50)
160,86 3 42,38 20.452
24.129
potencial reproductor regional de poblaciones de (n: 962) Diferencia: 15,20/o
de camarones próximas y no infestadas es su- a -
perior al calculado en un 13-150/0 (Tabla 2). E R" (segúnp) R (parap: 0,50)
En el área estudiada se observaron otros con- 160,86 3 0,4305 208 241
sorcios, que si bien inciden negativamente sobre :
z E B : : O
la fecundidad, no conducen a una inhabilitación id Diferencia: 13,7%/o
Periodo
de É-—_— Huevos
puesta |
del estrato
—————— e Aporición de los
1 Mortalidad generalizada
odulto
primeros Juveniles
» Incorporación de los
últimos ¡juveniles al
estrato subadulto y
adulto
Nuevo periodo
de puesta
Fig. 3. Historia vital (semiesquemática) de Palaemonetes
argentinus en el Canal Villa Elisa.
Anales Museo de Historia Natural
Las diferencias que pudieran existir entre el
potencial reproductor calculado y la producción
efectiva de embriones depende, en nuestro caso,
principalmente de una estimación ajustada de
la extensión que adquiere la restauración del
ciclo vitelogenético de cada una de las hembras
ovígeras de la población. En crustáceos es sabido
que el balance entre los requerimientos energé-
ticos, ya sea para el crecimiento y/o vitelogénesis,
es crítico (Kurup y Adiyodi 1981, Adiyodi y
Subramonian 1983). En el palaemónido Macro-
brachium nobili, este compromiso determina
que un cierto número de hembras adultas inicien
un período de quiescencia ovárica, lo cual se
relaciona con el estado nutricional de los animales
(Pandian y Balasundaram 1982). Con el objeto
de efectuar una primera estimación del porcen-
taje de hembras ovígeras que durante la estación
de puesta no reinician el ciclo vitelogenético
en sus ovarios, se calculó para cada muestra el
porcentaje de hembras ovígeras, el porcentaje
de las mismas que remaduraban (Tabla 3) y la
fracción de hembras ovígeras cuyos embriones
han alcanzado el estadio de ojos pigmentados
pero sin que el ovario de las mismas evidenciara
signos de vitelogénesis (material y métodos,
Tabla 4). Estas últimas proporcionan la tasa de
hembras ovígeras que no restauran el ciclo re-
productivo. El porcentaje de hembras ovígeras
respecto del total de hembras adultas de la po-
blación permite apreciar la intensidad del proceso
reproductor. La fracción de hembras ovigeras
en remaduración, en cambio, está muy relacio-
nada con el tiempo transcurrido desde la puesta,
conduciendo a una infraestimación en el número
de animales que efectivamente restauran el ciclo
ovárico después de cada puesta.
TABLA 3
NUMERO DE HEMBRAS OVIGERAS COMPRENDIDAS
EN CADA MUESTREO Y NUMERO DE LAS
MISMAS EN REMADURACION
Porcentaje de
Hembras ovigeras Porcentaje de
Muestra (referidas al total hembras en n
de hembras adultas) remaduración
Oct. 1984 57,5 13,3 40
Nov. 1984 90,9 71,8 88
Dic. 1984 100 63,2 25
Set. 1985 16,9 16,1 152
Oct. 1985 85,9 50 78
Dic. 1985 83,1 69,9 89
Ene. 60 11,1 15
1986
38
Vol. 18, 1987
TABLA 4
NUMERO DE HEMBRAS OVIGERAS
CON EMBRIONES EN EL ESTADIO DE OJOS
PIGMENTADOS Y CARENTES DE
VITELOGENESIS SECUNDARIA
A A AI cd 0 E e o A
Porcentaje de
Muestra hembras n
A oa. A
Nov. 1984 13,89/o 58
Dic. 1984 0 %0 10
Set. 1985 12,590 8
Oct. 1985 40,59/0 42
Dic. 1985 19,20/0 52
A
CONCLUSIONES
1) El eje menor de los huevos, experimenta des-
de su puesta hasta que alcanzan el estadio de
ojos pigmentados, se relaciona con un incremento
del 3,50/o.
2) La estación de puesta de P. argentinus en el
Canal Villa Elisa se inicia en agosto/septiembre
y finaliza en enero/febrero, comprendiendo tres
puestas sucesivas, a lo largo de las cuales se ob-
serva un descenso en la talla media de los huevos
de 720 um a 530 um (diferencia del 260/0).
3) El tamaño de la puesta de cada hembra oví-
gera presenta una relación lineal positiva con
el incremento de la talla de éstas y responde a
la ecuación y = -226,49 + 29,796.x (con r =
0,689); siendo de aplicación a cada una de las
tres puestas (2).
4) Los camarones de la población estudiada
carecen de un estrato pos-reproductivo hallán-
dose integrada por animales juveniles (menores
de 6 mm de longitud del CP), subadultos o en
maduración (machos y hembras menores de
7 y 10 mm de longitud del CP respectivamente)
y adultos o maduros (machos y hembras mayo-
res que las tallas antes mencionadas). Las hembras,
que alcanzan la madurez sexual al año de vida,
desaparecen de la población a los 15/16 meses
de vida.
5) Teniendo en cuenta la presencia de Probopyrus
cf. oviformis, resulta un potencial reproductor
de 208 embriones/hembra y un potencial repro-
ductor anual de 20,452 embriones/año (el pará-
sito infesta al 8,4 y 9,20/0 de las hembras adultas
y subadultas de P. argentinus.
6) Durante el período de puesta se observó que
la mayoría de las hembras ovígeras reinician la
vitelogénesis secundaria.
Schuldt, Damborenea La fecundidad de Palaemonetes argentinus ...
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4
Án. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 18: 41-45, 1987
ESTUDIO DESCRIPTIVO Y COMPARATIVO DE
GYROPUS PARVUS (MALLOPHAGA),
PARASITO DE ROEDORES OCTODONTOIDEOS
D, DEL C. CASTRO*, A. CICCHINO G.** y J. C. TORRES-MURA***
ABSTRACT
The analysis of three different populations of Gyropus parvus of Crenomys sp. from Villa Mercedes, San Luis; C. 1. tala-
rim from Partido de Berisso, Buenos Aires and C. mendocinus haigi from El Maiten, Chubut, Argentina, led us to con-
clude that they must be assigned to a single morphological taxonomic entity, called Gyropus parvus parvus. Although,
the population found on Aconaemys fuscus is different morphometrically and is treated as a new subspecies characterized
by its elongated body. The probable historical origin of the somatic divergence between the two subspecies is discussed.
La familia Gyropidae (Phthiraptera: Amblycera)
es un grupo de parásitos cuyo origen se encuentra
asociado a los roedores Hystricognatos (= Ca-
viomorfos), desde los cuales ha pasado secunda-
riamente a otros grupos como lagomorfos y roe-
dores cricétidos. Sin embargo, se mantiene como
un grupo estrictamente sudamericano (Vanzolini
y Guimaraes 1955).
Exceptuando los aportes morfológicos reali-
zados por Werneck (1936, 1948), la literatura
referida a Mallophaga no registra ulteriores refe-
rencias a la especie Gyropus parvus Ewing 1924.
Del mismo modo, se carece de datos morfomé-
tricos comparativos de poblaciones parásitas de
diferentes especies de hospedadores. En esta con-
tribución entregamos los resultados obtenidos
del examen de tres poblaciones de G. parvus
parásitas de sendas especies de roedores del gé-
nero Ctenomys (Octodontoidea, Ctenomydae) y
una parásita de una especie del género Aconaemys
(Octodontidae).
MATERIAL Y METODOS
Se han examinado lotes de piojos pertenecientes
a poblaciones de diferentes hospedadores de
Ctenomys: C. sp. de Villa Mercedes, Provincia de
San Luis, Argentina; C. £, talanum de Partido de
Berisso, Prov. de Buenos Aires, Argentina; C.
mendocinus haigi de El Maiten, Chubut, Argen-
tina y de Aconaemys fuscus de Laguna Malleco,
Provincia de Malleco, Chile. Los ejemplares se
procesaron con las técnicas microscópicas usuales
para estos insectos.
Se examinaron al microscopio óptico, efec-
tuándose las comparaciones cuali y cuantitativas
de los distintos elementos somáticos diagnósti-
cos, confeccionándose los dibujos y tablas es-
tadísticas pertinentes. Las siglas utilizadas en
estas últimas corresponden a: HL = largo de la
cabeza; TW = ancho máximo de la cabeza; THL =
largo del protórax; TW = ancho máximo del
protórax; PTL = largo del pterotórax; PTW = an-
cho máximo del pterotórax; AL = largo del ab-
domen; AW = ancho máximo del abdomen; TL =
largo total.
RESULTADOS
Lo observado en las tres poblaciones sobre Cte-
nomys indica que tanto la morfología como la
morfometría se mantienen dentro de límites
muy estrechos de variación, como puede apre-
ciarse en la Tabla 1. Por esta razón es que se
juzga conveniente atribuir estas poblaciones a
Gyropus parvus Ewing 1924, tal como fue rede-
finido por Werneck (1936, 1948). Sin embargo,
el examen de un numeroso lote de ectoparásitos,
obtenidos de A. fuscus, determinó la existencia
de diferencias muy significativas en su morfome-
tría, reflejando así lo que a simple vista y en
* Investigador del CONICET, Facultad de Ciencias Naturales y Musco de La Plata, La Plata, Argentina, (D.C.C.).
** División Entomología, Fac. Ciencias Naturales y Museo de La Plata, La Plata, Argentina. (A.C.G.).
** Sección Zoología, Museo Nacional Historia Natural, Casilla 787, Santiago de Chile.
4]
Anales Museo de Historia Natural Vol. 18, 1987
TABLA 1
DIMENSIONES CORPORALES, EN MM, DE GYROPUS PAR VUS PARVUS, PARASITAS DE TRES ESPECIES
DE CTENOMYS DE ARGENTINA.
ABREVIATURAS EN MATERIAL Y METODOS
Sobre Crenomys sp. de Villa Mercedes, San Luis
voon=12 oon=12
rango Xx SD rango Xx SD
HL 0.231 - 0,242 (0,235 +0.005) 0.247 - 0.254 (0.250 +0,004)
HW 0.265 - 0.277 (0.275 0.005) 0.277 - 0.300 (0.289 0,010)
THL 0.138-0.162 (0.155 0,011) 0.138 - 0.173 (0.159 — 0,015)
TW 0,224 - 0.235 (0.231 0.005) 0.254 - 0.265 (0.259 — 0.006)
PTL — 0.231-0.235 (0.232 0,002) 0.254 - 0,277 (0.271 0.011)
PTW 0.258-0.277 (0.269 0,008) 0.288 - 0.300 (0.297 — 0,006)
AL 0.674 - 0,709 (0.694 — 0,013) 0.831 - 0.935 (0.872 0.049)
AW 0.674 - 0.709 (0.694 — 0.013) 0.535 - 0.565 (0.550 0,013)
TL 1.280 - 1,292 (1.290 0.005) 1.442 - 1.535 (1.535 0.049)
Sobre C. £. talarum de Ptido Sobre C. mendocinus haigi
de Berisso, Buenos Aires de El Maiten, Chubut
on=1 oon=2 on=1
HL 0.231 0.231 - 0.242 0.231
HW 0.270 0.288 0.277
THL 0,132 0.138 - 0.162 0.138
TW 0.235 0.247 - 0.254 0.243
PTL 0.254 0.277 0,254
PTW 0.254 0.277 - 0.300 0.254
AL 0.635 0.854 0.685
AW 0.473 0.519 -0.553 0.485
TL 1.338 1.436 1.227
ÍA E A _— _—_ og A O E TE TI O E A
TABLA 2
DIMENSIONES CORPORALES, EN MM, DE GYROPUS PARVUS ELONGATUS SUBPS. NOV.,
PARASITAS DE ACONAEMYS FUSCUS DE MALLECO, CHILE
A E AN
oon=12 oon=12
rango Xx SD rango Xx SD
A PE Pc Di A A
HL 0,231-0.247 (0.238 + 0.007) 0.254 - 0.266 2
HW 0.282-0.300 (0.289 0.006) 0.300 - 0,323 osa i ea
THL —0.162-0.185 (0.174 0.008) 0.173-0.219 (0.191 0,016)
TW 0.242-0.277 (0,252 0.015) 0.254 - 0.288 (0.272 0.013)
PTL 0265-0312 (0.292 0,015) 0.300 - 0.346 (0.327 0.016)
PTW 0.277-0.323 (0.302 0.018) 0.323 - 0.358 (0.335 0.013)
AL 0877-0923 (0.896 0.016) 1.124 - 1.269 (1.181 0.052)
AW 0.508-0.542 (0.519 0.012) 0.589 - 0.692 (0.610 0.040)
TL 1:505-1.569 (1.531 0,022) 1.812 - 1.978 (1.874 0.061)
A A to e do
Castro, Cicchino, Torres-Mura
comparación con las poblaciones sobre Ctenomys
puede definirse como una silueta mucho más
alargada y que se mantiene constante, tanto en
los adultos (Tabla 2) como en los tres estadios
ninfales.
Este particular alargamiento de pterotórax y
abdomen trasuntan una especialización ecológica
diferente a la propia de las poblaciones de G.
parvus parásitas de diferentes roedores ctenómi-
dos. Recordemos que estos últimos son fosoriales
en cambio Aconaemys es considerado como semi-
fosorial o más superficial que Crenomys. Esta
inferencia y el hecho de ser morfométricamente
distinguible indica que la población de G. parvus
(sensu lato) parásita de A. fuscus manifiesta una
divergencia genética respecto de aquellas que
habitan en distintos hospedadores del género
Ctenomys. Lo referido lleva a considerar a la
población sobre Aconaemys como una subespecie
perfectamente caracterizable y que describimos a
continuación:
¿PU
n= EA AA
Estudio descriptivo y comparativo de...
Gyropus parvus elongatus subsp. nov.
Descripción
Macho: (Fig. 1.1). Las características morfoló-
gicas coinciden con las dadas en la descripción
de la especie por Ewing (1924) y también por
Werneck (1936) para G. parvus. La quetotaxia
y las características de la genitalia masculina,
muy típica, se muestran en las figuras 1.1, 1.3
y 1.4. Las características morfométricas defi-
nitorias se muestran en la Tabla 2, destacándose
por el largo y ancho del protórax, el largo del
pterotórax y el largo del abdomen.
Hembra: (Fig. 1.2). Muy semejante al macho en
morfología cefálica y torácica, el abdomen es
proporcionalmente más largo. La quetotaxia de
la región genital (Fig. 1.5) no revela diferencias
respecto de la de G. parvus (sensu stricto). Los
caracteres definitorios (Tabla 2) son el largo de
la cabeza, largo del protórax, largo del pterotó-
rax y particularmente el largo del abdomen.
Fig. 1. Gyropus parvus elongatus Subsp. nov. 1: macho en vista dorsal y ventral, 2: hembra en vista dorsal y ventral, 3:
genitalia masculina, 4: pene, 5: gonapófisis femenina izquierda en vista ventral,
Anales Museo de Historia Natural
Material examinado:
Holotipo o Provincia de Malleco, Chile, Col. J.
C. Torres-Mura, en colección División Entomo-
logía, Museo de La Plata, Argentina, sobre Aco-
naemys fuscus (Octodontidae); Alotipo o igual
localidad y colector que el holotipo. Paratipos
20 oo, 18 oo y 14 ninfas, misma localidad y
colector que el holotipo, en colección zoológica
de la Universidad de Talca y Museo de La Plata.
DISCUSION Y CONCLUSIONES
El alargamiento corporal de Gyropus parvus elon-
gatus subsp. nov. seguramente refleja un nicho
diferente al ocupado por la subespecie nominal.
Esta aseveración se funda en el paralelismo obser-
vado entre dos especies simpátricas de un género
muy relacionado con Gyropus, comúnmente
halladas en Crenomys latro y C. tucumanus y
que son Phtheiropoios wetmorei Ewing, 1924
y Ph. forficulatus Neumann, 1924. La primera
de ellas exhibe una silueta corporal comparable
con la de G. p. parvus y ocupa predominantemen-
te las zonas pilíferas provistas de pelos de poca
longitud, como los de la región cefálica y parte
del cuello. La segunda especie, mucho más alar-
gada, es reminiscente de G. parvus elongatus y
ocupa aquellas áreas provistas de pilosidad más
larga. En relación a esto cabe mencionar que
A. fuscus tiene en general el pelo más largo que
Ctenomvs y los parásitos se ubican en zonas
corporales cubiertas por este pelo más largo.
En cuanto al probable origen de la divergencia
observada entre G, p. parvus y G. p. elongatus,
debe buscarse entre alguna de las siguientes alter-
nativas:
a) Posible origen filogenético común de las estir-
pes que condujeron a Ctenomys y Aconaemys.
La familia Ctenomyidae tuvo su origen a partir
de octodóntidos, durante el Plioceno Tardío y
Ctenomys aparece en el registro fósil del Pleisto-
ceno Temprano de Chapadmalal, Argentina (Reig
£ Kiblisky 1969). Aconaemys se conoce solamen-
44
Vol. 18, 1987
te como forma reciente, sin embargo se ha suge-
rido una especiación in situ, asociada a la cordille-
ra de los Andes (Contreras et al. 1987), es decir
alejada del centro de dispersión de Ctrenomys.
b) Que Aconaemys haya adquirido este parásito
en una etapa temprana de su evolución por infes-
tación secundaria (colonización) a partir de un
grupo ctenómido. Los distintos hábitos desarro-
llados por A. fuscus respecto de Cremompys, pu-
dieron haber creado las presiones selectivas nece-
sarias como para originar los cambios somáticos
y ecológicos observados. Los antecedentes que se
tienen hasta la fecha indican que Aconaemys es
alopátrico con Ctenompys.
Resulta oportuno resaltar que el género Cte-
nompys se caracteriza por un alto número de es-
pecies, geográficamente aisladas unas de otras
y que poseen una alta velocidad de especiación
dada por una rápida fijación de mutaciones cro-
mosómicas en poblaciones pequeñas (Reig y
Kiblisky 1969; Gallardo 1979). El flujo génico
entre poblaciones distintas es escaso, debido a
la baja movilidad propia de los mamíferos subte-
rráneos; por esto es que existe una estructura
poblacional particular y un aislamiento geográ-
fico que facilita la especiación (Nevo 1979).
Estos cambios genéticos se traducen en cam-
bios fenotípicos y conductuales relativamente
poco marcados (los roedores son muy similares
entre sí). Por esto no inducirían a la variación
en parásitos más o menos generalizados, como
los que aquí se tratan, en espacios de tiempo
relativamente breves. Esto explicaría la gran
uniformidad observada entre las poblaciones
de G. p. parvus que parasitan a distintas espe-
cies del género Crenomys. En caso de que dos
poblaciones de estos parásitos, que tengan por
hospedador a dos especies de Ctenompys, entren
en contacto, no se ve ningún impedimento de
indole morfológica que imposibilite el aparea-
miento y posible fertilización de los óvulos de una
u otra población. Cabe señalar que no existe nin-
gún argumento genético que asegure la fertilidad
de la progenie.
Castro, Cicchino, Torres-Mura Estudio descriptivo y comparativo de...
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An. Mus, Hist. Nat. Valparaíso, 18: 47-54, 1987
DISTRIBUCION Y BIONOMIA DE AMBLYCERUS CARYOBORIFORMIS
EN LA ARGENTINA (COLEOPTERA: BRUCHIDAE)*
NESTOR J. CAZZANIGA** y SERGIO G. CORREGE
ABSTRACT
Le larvae of this species are specific seed parasites on Geoffroea decorticans (Leguminosae). In this paper 28 new localities
in Argentina are recorded, extending the range distribution to almost every area where the host plant occurs. The frequency
(percentage of parasited seeds) ranges from 23%/o to 10000 in different populations, being more frequent in the zones with
greater water deficiency (higher aridity index after Thornthwaite). The larvae do not succeed in attacking seeds of Geoffroea
striata in laboratory.
Keywords: Amblycerus caryoboriformis, Geoffroea decorticans, seed parasites, Argentina.
Las larvas de coleópteros de la familia Bruchidae
son depredadores o parásitos específicos de se-
millas, especialmente de leguminosas, y llegan a
producir considerables pérdidas en legumbres
de valor económico (Bondar 1936; van Endem
1980). De igual modo pueden alcanzar importan-
cia en la restricción de poblaciones silvestres de
leguminosas y de las consideradas como malezas.
Amblycerus caryoboriformis (Pic 1910) parasi-
ta las semillas del “chañar” Geoffroea decorticans
(Hill ex Hooks £ Arns) Burkart (Leguminosae).
Este arbusto o árbol es sumamente frecuente en
las llanuras semiáridas de la República Argentina,
encontrándose también en el oeste de Uruguay, el
Chaco Paraguayo, Bolivia, sur del Perú y norte de
Chile (Burkart 1949, 1978). Cabrera y Willink
(1971) la mencionan como especie muy común en
la Provincia Biogeográfica del Espinal. Pese a tan
extensa distribución, el parásito era conocido hasta
el momento en unas pocas localidades argentinas.
El chañar es una planta con cierto valor para
reforestaciones en zonas secas, tiene buena made-
ra, flexible y resistente, pero no se la cultiva ma-
yormente (Parodi 1964). Su corteza se utiliza en
tintorería y en medicina familiar, como antitusi-
vo. Los frutos son comestibles y con ellos se prepa-
ra un jarabe (““arrope”), muy popular en ciertas
regiones. Además, el chañar es una maleza invasora
importante en zonas agrícolo-ganaderas, en las que
su erradicación es difícil (Parodi 1964).
En este trabajo se amplía considerablemente el
área de distribución conocida para el brúquido en
la Argentina y se comentan las condiciones climá-
ticas en que prosperan sus poblaciones, así como
algunas observaciones bionómicas en laboratorio
que se agregan a la descripción del ciclo vital rea-
lizada por Terán y Muruaga de L”Argentier (1979).
MATERIAL Y METODOS
Se estudió un total de 2736 semillas de Geoffroea
decorticans, de distintas procedencias, cuya dis-
tribución geográfica se da en la Tabla 1. Todo el
material fue colectado en enero de 1984, en su
mayor parte por uno de los autores (NJC) y el Dr.
Carlos B. Villamil. Las semillas estaban destinadas
a estudios electroforéticos en el Laboratorio de
Botánica del Departamento de Biología (Univer-
sidad Nacional del Sur); la importancia numérica
del parásito dificultó aquéllas y nos llevaron a rea-
lizar estas observaciones.
En la Fig. 1 se indica la distribución de Geof-
froca decorticans en la Argentina y las localidades
muestreadas en esta oportunidad.
Las muestras consistieron en lotes de 36 a 251
semillas procedentes de un mismo árbol o grupo
(“isleta””) de árboles, colectadas preferentemente
sobre las ramas; ocasionalmente se recogieron ade-
más semillas del suelo. Los frutos fueron lavados
* Contribución NO 18 del Laboratorio de Ecología Acuática del Departamento de Biología, Universidad Nacional del Sur,
** Investigador de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires. Departamento de Biología,
Universidad Nacional del Sur, Perú 670, 8000 Bahía Blanca, Argentina.
47
Anales Museo de Historia Natural
TABLA
Vol. 18, 1987
1
LOCALIDADES DE MUESTREO DE AMBLYCERUS CAR YOBORIFORMIS EN LA ARGENTINA
La numeración corresponde a la figura 1
Provincia Partido o Localidad Número de Semillas Colector
Departamento semillas parasitadas
RIO NEGRO San Antonio 1. San Antonio Oeste 58 56 96,55 9/0 C.B. VilamAl y
Patagones 2. Carmen de Patagones 58 38 65,52 %o M.G. Cazzaniga
BUENOS AIRES 3. Cardenal 48 31 64,580 b.
Bahía Blanca 4. Bahía Blanca 251 132 52,58 9/0 C. B. Villamil
Guatraché 5. Guatraché 139 129 92,81 9/0 C.B. Villamil y
LA PAMPA Maracó 6. Parque Luro 68 46 67,65 Oo N.J. Cazzaniga
Realicó 7. Balneario Marini 140 130 92,86 “/o
Coronel Pringles 8. Fraga 64 44 68,75 O/o
nd Belgrano 9. San Vicente 36 26 72,22%
25 de Mayo 10. Puerto del Médano 101 100 99,04 9/o
SAN JUAN Iglesia 11. Las Aguaditas 230 215 93,48 O/o
á 12, Niquivil 140 124 88,57 %/o
Gral. Lavalle 13. Ruta 40 km 522 41 20 48,78 Oo
Sanagasta 14. Las Higuerillas 99 82 82,82 %/o
LA RIOJA San Blas de los 15. Campahuasi 161 141 87,57 Ofo
Sauces
San Blas de los 16. Schaqui 70 70 100,00 Oo
Sauces
Capital 17. La Tercena 74 64 86,48 %/o
CATAMARCA Tinogasta 18. Palo Blanco 84 80 95,24 O/o
Capital 19. San Fernando del Valle 109 103 94,50 “%/o
de Catamarca
SALTA La Capital 20. Salta 86 47 54,65 9/0 L. Novara
JUJUY San Salvador del 21. Remack 59 41 69,490
Jujuy
SANTIAGO DEL Ojo de Agua 22. Bajos del Saladillo 147 117 79,59 O/o C. B. Villamil y
ESTERO N.J. Cazzaniga
Río Cuarto 23. Los Hoyos 147 144 97,95 O/o
Minas 24. Las Pinas 55 33 60,00 9/o
CORDOBA Santa María 25. Santa María 51 17 33,33 O/o
Gral. San Martín 26. Villa María 52 26 50,00 %/o
Marcos Juárez 27. Río Carcaraña 86 54 62,79 O9/o D. Tuesca
28. Los Surgentes 82 19 22,89 O/o
TOTAL 2736 2129 77,81 %o
en el campo, eliminando el ecto y mesocarpio.
Transportadas al laboratorio, fueron conservadas
en frío hasta el momento de su análisis. Algunos
colegas tuvieron la amabilidad de enviar muestras
de semillas colectadas también en enero de 1984
(Tabla 1).
Las semillas fueron abiertas mecánicamente,
anotando para cada lote el porcentaje de semillas
parasitadas y la presencia de orificios de entrada
y salida en el endocarpio.
Se obtuvieron datos climáticos de diez años dis-
ponibles a través del Instituto Argentino de Ocea-
nografía (Bahía Blanca), con los que se calcularon
la evapotranspiración potencial y el balance hídri-
co según Thornthwaite, mediante un programa
48
en FORTRAN 77 implementado al efecto. Por
tratarse principalmente de zonas áridas y semiári-
das se consideró una retención máxima de agua en
el suelo de 100 mm (Burgos € Vidal 1951). Con
esta información se graficó el porcentaje de semi-
llas parasitadas en función de distintos parámetros
e índices y se confeccionaron mapas de isolíneas,
con fines comparativos.
Dado que la ubicación de las estaciones meteo-
rológicas oficiales no coincide con nuestras esta:
ciones de muestreo y que los valores utilizados
son promedios de diez años, no cabe hacer una
correlación estadística formal entre esos valores,
pero es útil graficar los rangos observados, para
poner de manifiesto tendencias que contribuyen
Cazzaniga, Correge
SS
A
A)
Anales Museo de Historia Natural
a definir las condiciones ambientales en las que
se desarrolla el parásito.
El ciclo de vida en laboratorio fue observado en
tubos de cría de vidrio, de 10 cc, en cada uno de
los cuales se introdujo una larva de segundo esta-
dio en el interior de una capa aproximadamente 2
em de detritos obtenidos dentro de semillas
parasitadas, manteniéndolas en oscuridad total.
Se obtuvieron así larvas 111, pupas y adultos.
Se realizó una experiencia por duplicado a fin
de probar la especificidad del parásito. Para ello
se pusieron 5 ejemplares adultos dentro de reci-
pientes de acrílico transparentes, de 50 cc, con
tres semillas de Geoffroca decorticans o de G.
striata (Wild.) Morong procedentes de Corrientes
(Prof. J.J. Neiff leg.). Estas son las únicas especies
de Geoffroea presentes en la Argentina. En estas
condiciones se mantuvieron una semana, anotán-
dose signos de puesta y penetración de larvas.
RESULTADOS
Jistribución
Amblycerus carvoboriformis estuvo presente en
todos y cada uno de los lugares de muestreo, por
lo que las 28 localidades señaladas en la Fig. 1
(circulos negros) deben agregarse a la distribución
conv.ida de la especie. Previamente se había re-
gistrado en varias localidades del NO y centro de
la Argentina (Fig.1: círculos blancos) (Pic 1910;
Terán y Muruaga de L'Argentier 1979). Salvo por
la falta de muestras de la región noreste, lo expues-
to permite inferir que el brúquido acompaña al
chañar en toda su área de distribución.
Los valores de parasitismo oscilaron entre 230/0
y 10000 de las semillas eu los lotes estudiados
(Tabla 1). La Fig. 2 muestra isolíneas tentativas de
frecuencia de pareritismo basadas en nuestro ma-
terial (verano de 1984). Las Figs. 3 y 4 muestran
las regiones hídricas de la Argentina según Burgos
y Vidal (1951), actualizadas con los datos climá-
ticos propios. Entre los tres mapas se pueden
observar patrones semejantes, correspondiendo en
general, un incremento de semillas parasitadas ha-
cia el oeste, junto con un aumento del índice de
aridez o disminución del índice de humedad. Las
relaciones más representativas se lograron con los
índices de aridez (la = Deficiencia de agua x 100/
Evapotranspiración potencial) y de humedad (le x
Exceso de agua x 100/Evapotranspiración poten-
cial).
En las figuras 5 y 6 se promediaron los porcenta-
S0
Vol. 18, 1987
jes de parasitismo obtenidos en función de dichos
índices climáticos, interpolados de las isopletas
señaladas en las figuras 3 y 4. Para la Fig. 7 se
emplearon valores de humedad relativa ambiente
estimados.
En todos los casos se manifiesta la tendencia ya
mencionada, de incremento de la incidencia del
parásito a medida que aumenta el déficit hídrico.
En la Fig. 8 se estableció el plano delimitado
por los valores extremos de evapotranspiración
potencial y precipitaciones correspondientes a
nuestra zona de muestreo. Dentro del mismo se
consideraron los lugares con altos valores de pa-
rasitismo (750/0 a 1000/o, Tabla 1, Fig. 8: círculos
negros) y las localidades con valores más b: 3s
(menores que 500/o, Tabla 1, Fig. 8: círculos
blancos), graficando las condiciones de las 27
estaciones meteorológicas más próximas a las
mismas. Salvo en un caso, los porcentajes bajos
Fig. 8: A) corresponden a zonas con evapotrans-
piración potencial menor que 900 mm y precipi-
taciones superiores a 500 mm anuales, mientras
que las máximas frecuencias Fig. 8: B) se obser-
varon en regiones con amplio rango de evapo-
transpiración potencial (750 a 1180 mm), pero
siempre con precipitaciones inferores a 500-
600 mm.
Durante enero de 1984 fue posible observar
que, mientras en La Pampa y San Luis los frutos
de chañar habían madurado recientemente, lle-
gando a Catamarca y Tucumán ya estaban pasa-
dos. Pese a ese gradiente latitudinal, se hallaron
valores de más de 90%o de parasitismo en loca-
lidades tan dispares como San Antonio Oeste
(estación 1: 400 44” S, 13 m. s. n. m.) y Las
Higuerillas (estación 19: 290 S, 1170 m.s. n.m.).
Esto nos lleva a considerar en principio que es po-
co relevante la sincronización fenológica, latitudi-
nal y altitudinal, con la fructificación del huésped,
que es una característica habitual en este tipo de
infestaciones (Southgate 1979; Johnson 1981).
Observaciones bionómicas
Amblvcerus carvoboriformis se reproduce fácil-
mente en cautiverio y durante todo el año (Terán
Muruaga de L'Argentier 1979). Nuestros tubos
de cría resultaron eficientes, permitiendo obser-
var el desarrollo del brúquido así como los mo-
vimientos que la larva efectúa girando sobre su
eje en sentido antihorario. Asimismo el orificio
de entrada a la semilla se realiza mediante un
movimiento en igual sentido.
Cazzaniga, Correge
ig 17 Distribución y bionomía de...
Fig. 2. Isopletas que muestran zonas con iguales porcentajes de semillas de Geoffroea decorticans parasitadas por Ambly-
cerus caryoboriformis (enero de 1984),
Fig. 3. Distribución del índice de aridez de Thornthwaite en la Argentina.
Fig. 4. Distribución del indice de humedad de Thornthwaite en la Argentina.
51
Anales Museo de Historia Natural
% parasitismo
100
90
80
70
10 20 30 40 50 60 70 %0 90
Indice de aridez
% parasitismo
Precipitaciones
Humedad relativa
Vol. 18, 1987
% parasitismo
-20
Indice de humedad
-10
700 750 B00 850 900 950 1000 1050 1100 1150 1200 mm
Evapotranspiración potencial
Fig. 5 - 7. Valores medios de parasitismo por Amblycerus carvoboriformis en función de distintos parámetros climáticos.
Fig. 8. Dentro del plano delimitado por los valores extremos de precipitaciones y evapotranspiración potencial del área de
muestreo, se indican dos grupos de estaciones: A. estaciones con valores de parasitismo a 5000 (circulos blancos) y B.
estaciones con valores máximos de parasitismo (75 a 1009/0) (círculos negros).
En los dos ensayos en los que el parásito fue
enfrentado a las dos especies de Geoffroea de la
Argentina, se verificó una puesta de huevos indis-
criminada,tanto sobre las semillas de ambas como
sobre las paredes del recipiente. Las larvas Í per-
foraron no sólo los dos tipos de semillas, sino
también el acrílico de los frascos. Sin embargo,
mientras las semillas de G. decorticans resulta-
ron todas parasitadas por larvas, en las de G.
striata el endocarpio leñoso fue perforado, pero
las larvas no completaron su ciclo, hallándoselas
muertas sobre los cotiledones. No sabemos por
ahora qué barrera detiene el avance de la larva,
suponiéndola de naturaleza bioquímica.
22
En el endocarpio de las semillas de G. decor-
ticans parasitadas se observa siempre el orificio
de entrada de aproximadamente 300 um, cons-
tituyendo éste un buen indicio externo de que
la semilla está parasitada. Como datos ilustra-
tivos, consignamos que en un lote proveniente
de Guatraché (La Pampa), sobre 92 semillas en
total, 56 presentaron orificio de entrada.
cuales 54 resultaron contener una larva
12 semillas no tenían orificio y de ellas
sefan cotiledones enteros; las restantes 24 es-
taban vacías y presentaban orificio de salida.
Este último es preparado por la larva IIl antes
de pupar y mide hasta 4800 um. Usualmente las
de las
viable;
11 po-
Cazzaniga, Correge
semillas con orificio de salida aparecen total-
mente vacías. Sin embargo, alrededor de un 50/o
de las mismas contienen aún un 25 a 350/0 de los
cotiledones y una nueva larva. Para su emergencia,
la segunda larva III prepara un nuevo orificio,
mientras que el de la primera generación queda
tapado con detritos,
DISCUSION
Hasta el momento prácticamente no se sabía qué
incidencia tenía el parásito sobre la reproducción
del chañar. Sólo Terán y Muruaga de L*Argentier
(1979) aportaron el dato tentativo de que “el
porcentaje de frutos atacados parece oscilar en-
tre 20-250/0”, Nuestros datos dan en su mayo-
ría valores muy superiores. A. caryoboriformis
parece ser responsable del fracaso de la reproduc-
ción sexual de poblaciones de Geoffroea decorti-
cans en zonas áridas, aunque esto no significa
necesariamente que limite su expansión dado que
a través de su profundo sistema radicular gemí-
fero posee gran capacidad de reproducción vege-
tativa (Parodi 1964).
Terán y Muruaga de L'Argentier (1979) infor-
man que la puesta se produce sobre los frutos
verdes a fines de primavera, produciéndose una
eclosión importante en diciembre. Comenzaría
allí la oviposición sobre frutos maduros o caídos,
que origina larvas que sobrevivirían al invierno.
Nuestro registro de infestación correspondería a
la primera fase de ese modelo bivoltino.
Si bien es probable que el porcentaje de para-
sitismo varíe a lo largo de la estación, de año en
año y de acuerdo con el grado de fructificación
de la planta huésped, la circunstancia de disponer
de lotes prácticamente simultáneos de un área tan
extensa permiten ciertas conclusiones: 1) no pa-
rece haber sincronización fenológica entre hués-
ped y parásito; 2) factores climáticos tales como
temperatura y humedad podrían estar entre los
más relevantes para la regulación de la abundan-
cia del brúquido, tal vez a través de tasas diferen-
ciales de actividad por parte de los adultos y/o
mayor actividad de hiperparásitos (especialmen-
te hongos entomófagos) que actuarían como
restricciones al desarrollo de esas poblaciones.
53
Distribución y bionomía de...
Como dato comparativo, es interesante des-
tacar la observación de Terán (1984) acerca de
Amblycerus testaceus (Pic) y Penthobruchus
cercidicola Kingsolver. Ambas especies atacan
semillas de Cercidium australe Johnst., en un
área de distribución semejante a la de A. caryobo-
riformis (Salta a Río Negro). Mientras que la
primera es más abundante en la Provincia del
Monte (que incluye algunas de las zonas más
áridas de la Argentina), en la Provincia Chaqueña
no parece superar el 40/0 de parasitismo, y allí
es numéricamente superada por P. cercidicola.
Esto parece indicar una tendencia similar a la
descrita por nuestros resultados, resultando así
que las dos especies de Amblycerus se ven favo-
recidas en zonas con bajas precipitaciones y alta
evapotranspiración.
Según Janzen (1969, 1971) y otros, el nivel
de compuestos secundarios contenidos en las
semillas es uno de los factores más importantes
en el control del desarrollo larval. Lamentable-
mente, no se han publicado hasta ahora estudios
sobre tales compuestos en el chañar, pero sería
posible que en distintas áreas, con diferente grado
de humedad, esta planta hubiera desarrollado
distinta capacidad de almacenamiento de sustan-
cias defensivas.
Los datos aportados por nosotros sólo abren
un interrogante acerca de las causas directas de
la infestación diferencial observada. Las hipó-
tesis correspondientes deberían ser probadas
en futuros trabajos. Por el momento sólo pode-
mos reiterar la afirmación de Johnson (1981)
de que, si bien es importante saber que un brú-
quido es capaz de atacar a determinada planta,
lo corriente es que no se sepa por qué lo hace o
deja de hacerlo.
Hasta el momento A. carvoboriformis debe
considerarse como un parásito específico del
chañar, ya que los ensayos preliminares con se-
millas de Geoffroea striata fueron negativos. Tal
grado de especificidad no es frecuente, desta-
cando Johnson (1981) que la mayor parte de
los brúquidos son específicos para taxones a
nivel genérico o de familia. Sería éste otro ejem-
plo de extrema especificidad, que se agrega al
de los Bruchidae que atacan al género Prosopis.
Anales Museo de Historia Natural Vol. 18, 1987
AGRADECIMIENTOS
Es un grato deber expresar nuestro reconocimiento al Dr. Carlos B. Villamil, quien propuso la realización de este trabajo
y contribuyó en forma fundamental en la obtención del material; al Ing. Agr. Lázaro Novara, Prof. Juan J. Neiff, Lic.
Daniel Tuesca y Sr. Máximo Cazzaniga por su colaboración en el aporte de semillas de distintas procedencias; al Cap.
Pedro Varela por el asesoramiento brindado sobre aspectos climáticos y al Ing. Agr. Arturo Terán por la lectura crítica
del manuscrito.
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54
An, Mus, Hist. Nat, Valparaíso, 18: 55-64, 1987
RELACIONES FENOLOGICAS ENTRE
PSEUDOPACHYMERINA SPINIPES (BRUCHIDAE)
Y ACACIA CAVEN (LEGUMINOSAE)
FRANCISCO SAIZ, MYRIAM DAZA y DUNNY CASANOVA
ABSTRACT
The overlap of the Acacia caven phenophases (buds, flowers, fruits and leaves) with the Pseudopachymerina spinipes adult
appearance is analyzed through a four year study.
The A. caven phenology was measured in 24 randomly selected trees at the beginning of the study, and the P. spinipes
adult appearance from 600 fruits yearly.
ht was concluded: a) dry years change A. caven phenology partially, affecting principally the fruit production; b) P.
spinipes adult appearance follows a bimodal scheme: the second peak always agrees with the presence of abundant subs-
tratum tor ovoposition (ripe fruits).
Pseudopachymerina spinipes (Er.) es un brúquido
cuyo desarrollo larvario se cumple en el interior
de las semillas (dentro de los frutos) de Acacia
caven (Mol.) Hook et Arn. También se desarro-
lla en las semillas almacenadas. (Fig. 1).
Su ciclo biológico es aproximadamente el
siguiente: postura de huevos preferentemente
en frutos secos, desarrollo embrionario alrededor
de 35 días, posteriormente las larvas penetran al
fruto y se distribuyen en las semillas, donde ocu-
rre su desarrollo hasta que emergen como adul-
tos al cabo de 10-11 meses. Estos tienen una
longevidad promedio de 20 días (Avendaño y
Sáiz 1978; Sáiz et al, 1980 y Yates et al, en pren-
sa).
Sáiz et al (1977) detectan niveles de infesta-
ción de frutos del orden del 900/0 y de 200/o
para semillas. Sáiz y Soto (1982) relacionan for-
mas de frutos con características de las semillas
y niveles de infestación.
Acacia caven es una Mimosacea de hojas ca-
ducas o parcialmente caducas, con floración de
primavera y frutos (legumbre) indehiscentes
incluyendo un número muy variable de semillas,
con desarrollo en verano. Es una especie de am-
plia distribución en Chile Central, principalmente
en el valle central no sobrepasando, en general,
los 1500 m de altitud.
De los antecedentes anteriores deriva la inte-
rrogante respecto a cómo la fenología del espino
se relaciona con las fases del ciclo de desarrollo
Fig. 1. Habitus de Pseudopachymerina spinipes (Er.).
de P. spinipes, fundamentalmente en cuanto a la
coincidencia de la fase de postura con la pre-
sencia de sustrato adecuado. Ello también incluye
la interrogante respecto «a posibles ajustes ante
Sección Ecología, Universidad Católica de Valparaiso, Casilla 4059, Valparaiso, Chile.
Anales Museo de Historia Natural
la variabilidad de las fenofases del espino entre
ciclos anuales.
Como hipótesis de trabajo postulamos que la
emergencia de adultos de P. spinipes se expresa
mediante un patrón que cautela los adelantos y
atrasos de la producción de frutos del espino.
Como objetivos específicos hemos definido
los siguientes:
1. Conocer las principales fenofases de Acacia
caven, con especial énfasis en el desarrollo de
los frutos.
2. Conocer el patrón de emergencia de adultos
de Pseudopachymerina spinipes en su expre-
sión temporal.
3. Evaluar la variabilidad temporal de los dos
patrones anteriores.
4. Establecer las relaciones cronológicas entre
ambos patrones.
MATERIALES Y METODOS
La investigación se realizó en la estepa de Acacia
caven de la Reserva Forestal Peñuelas, Valparaí-
so, durante el período comprendido entre sep-
tiembre de 1983 y julio de 1987.
El diseño de muestreo consideró los siguientes
aspectos: fenología de A. caven y cronología e
intensidad de la emergencia de adultos de P.
Spin ipes.
Los aspectos fenológicos del espino se eva-
luaron a través del seguimiento de 24 árboles se-
leccionados al azar, en los que se estudiaron las
siguientes fenofases: botones, flores, hojas y fru-
tos. Su intensidad fue estimada como porcen-
taje del volumen de la copa, de acuerdo a las
siguientes categorías:
O = Ausente
A= 01- 1.0%0
B= 1.1 - 10.00/0
Sl => 250
D= 231 > SO00
E = 50.1 - 75.000
F = 75.1 - 100.000
Para cada fenofase se cuantificó la proporción
de las subfenofases, usando las mismas categorías
anteriores, y considerando las siguientes condi-
ciones de estado:
Vol. 18, 1987
Botones = sensu stricto y abriendo
Flores = desarrolladas y secas
Frutos = verdes, en transición y maduros
Hojas = emergentes, desarrolladas y secas
Esta metodología se aplicó a partir del segundo
año, ya que la metodología inicial debió ser ajus-
tada para obtener una eficiencia discriminatoria
adecuada.
Para la evaluación de la emergencia de adul-
tos de P. spinipes se seleccionaron anualmente
600 frutos al azar, los que fueron distribuidos
en forma equitativa en 30 bolsas de muselina.
Todas las bolsas se dispusieron en el mismo te-
rreno en las ramas de un solo espino.
Periódicamente se contabilizó la emergencia
de brúquidos en la siguiente forma:
a. Los frutos que presentaban perforaciones
eran partidos y sus semillas, perforadas y no per-
foradas, eran contabilizadas, eliminándose las
primeras.
b. Las semillas restantes se guardaban en la mis-
ma bolsa, contabilizándose las nuevas emergen-
cias en revisiones periódicas posteriores.
La nomenclatura fenológica usada se basa en
French et al (1972) y Bradshaw (1974).
Con el fin de evaluar posibles desplazamien-
tos temporales de las fenofases de A. caven se
definió la variable discreta tiempo (en días) asig-
nando O al primero de agosto de cada año estu-
diado. Luego se calculó, para cada árbol en que
se presentó la fenofase, la mediana (en días) del
período de expresión de ella (Y):
IM — IA
IS
Y = TEE A
donde:
IM = valor de la mitad del período de expresión
de la fenofase considerando las intensida-
des a lo largo de él.
T = valor inferior del intervalo de tiempo, en
el período de expresión, en que se ubica
IM.
Á = amplitud del intervalo de tiempo que se
inicia con T.
A = suma de intensidades hasta punto IM del
período de expresión de la fenofase.
IS
"
valor de intensidad del intervalo de tiempo
que se inicia con T; el siguiente al último
incorporado a lA.
Sáiz, Daza, Casanova
Obtenido el promedio y la desviación estándar de
las medianas Y calculadas para los árboles en que
se expresó la fenofase, en cada año de estudio,
se estableció la significación de la diferencia entre
los promedios de Y mediante el test t de Student
para grupos independientes, usandg un nivel de
significación del 50/0.
RESULTADOS Y DISCUSION
A. Fenología de Acacia caven
La secuencia de diagramas ombrotérmicos (Fig.
2) permite visualizar la variabilidad climática de
la zona en estudio, valorando las variaciones de
la temperatura y de las precipitaciones, tanto en
su intensidad como en su distribución temporal.
Las precipitaciones anuales constatadas son:
CV (mensual) Meses con
lluvia
1982 1 221.5 0.67 7
1983 658.5 0.65 8
1984 1 338.0 0.49 8
1985 395.4 0.57 6
1986 801.4 0.77 7
1987 790.0 hasta julio incluido
Del análisis de las feno y subfenofases de Acacia
caven (Figs. 3, 4 y 5) se desprende que en tem-
poradas secas (1985/6):
a. Son menores las intensidades de las fases repro-
ductivas (botones, flores y frutos), hecho reforza-
Ú
$5
0
| .r
Relaciones fenológicas entre .
do por los siguientes promedios anuales, calculados
con las intensidades máximas alcanzadas por cada
árbol, usando los valores centrales de las catego-
rías de porcentajes:
Botones
Frutos Hojas
1984/5 46.6 47.0 13,2 80.7
1985/6 17.3 26.0 2.6 88.0
1986/7 66.3 62.0 32.3 78.6
Además, todos difieren significativamente entre
sí (p < 0.05), a excepción de 1984/5 - 1986/7 pa-
ra flores, destacando aún más el efecto de año
seco. La aparente contradicción que se observa
para flores en la temporada 1985/6 (Fig. 3), se
debe a que el valor graficado como D corresponde
al valor mínimo de dicha categoría, no difiriendo
casi de la categoría C.
En el caso de hojas se da la situación inversa
(mayor intensidad en año seco), difiriendo signifi-
cativamente con los otros años.
b. Las feno y subfenofases analizadas se inician
con anterioridad en el tiempo, a excepción de
frutos maduros cuyo aparecimiento casi no di-
fiere de año en año. Además, el desarrollo de
la cobertura foliar es más gradual en años lluvio-
sos que en años secos (pendientes más suaves).
c. Los años secos y lluviosos no muestran varia-
ciones claras en la amplitud de las subfenofases
de las cuales se cuenta con información comple-
ta en cuanto a inicio y fin (Tabla 1), según se
desprende de la aplicación del test para la di-
PENUELAS
Fig. 2. Secuencia de diagramas ombrotérmicos de Reserva Forestal Peñuelas, 1982 a 1987. (Datos de EMOS).
Anales Museo de Historia Natural Vol. 18, 1987
BOTONES
Y
FLORES
[09]
<
e
o
o tl
2 F A TA
s .
E es p
> . . ” 4
A ..t
4 N
< D E AR
. 4 . e
. y .
ou € A e:
a eE . a
B z sy E
Ñ
4
A .
.
RUSO IN TO E IMA MS A ALS ONO E E Ma A IAS O NO E EM AM
Fig. 3. Fenofases de Acacia caven. Botones y flores. l. Intensidad temporal promedio. Línea continua = botones, línea de
estrellas = flores IL. Intensidad relativa de las subfenofases. Línea continua'= botones sensu stricto; línea de puntos = boto-
nes abriendo; línea de trazos = flores. Significado de categorías en texto.
HOJAS
D
(7) 10]
a B
+ A
E
o tl
[6]
mm] F
Cora sao . ene... nn... oo nono...
el
PP 00 o0m
Fig. 4. Fenofase hojas de Acacia caven. l. Intensidad temporal promedio. 11. Intensidad relativa de las subfenofases. Línea
continua = hojas emergentes; línea de puntos = hojas desarrolladas; línea de trazos = hojas secas. Significado de categorías
en texto,
58
Sáiz, Daza, Casanova
Relaciones fenológicas entre .
FRUTOS l
Ss
a £ QA
c
> 0.0.0 m
Fig. 5. Fenofase frutos de Acacia caven. 1. Intensidad temporal promedio. II. Intensidad relativa de las subfenofases. Línea
continua = frutos verdes; línea de puntos = frutos en transición; línea de trazos = frutos maduros. Significado de categorías
en texto.
TABLA 1
DURACION TOTAL Y DURACION PROMEDIO (DIAS) DE LAS SUBFENOFASES DE ACACIA CAVEN
SEGUN AÑO DE ESTUDIO, SOBRE UN TOTAL DE 24 ARBOLES
1984/5 1985/6 1986/7
Rango Duración Rango Duración Rango Duración
Subfenofase total xX DS NO total x DS NO total XxX DS NO
Botones abriendo 87.5 67.6 20.2 24 114.5
Flores desarrolladas 82.0 56.5 12.7 24 91.5
Frutos verdes 151.0 116.7 31.9 15 106.0
Frutos transición 120.0 60.5 25.4 15 67.5
Frutos maduros 89.0 46.9 22.9 15 98.5
132.5
Hojas emergentes 135.5 98.8 29.1 24
NO = número de árboles en que se manifestó la subfenofase.
TABLA 2
COMPARACION DE AMPLITUDES DE SUBFENOFASES
DE ACACIA CAVEN.
TEST T PARA DIFERENCIAS DE
MEDIAS (p <0.05)
Subfenofases 1984/5 - 1984/5 - 1985/6 -
Acacia caven 85/6 86/7 86/7
Botones abriendo S S NS
Flores desarrolladas NS Ss S
Frutos verdes 5 S S
Frutos transición S S S
Frutos maduros S S S
Hojas emergentes NS S S
ferencia de medias (p < 0.05) (Tabla 2). Tam-
poco se insinúa una tendencia consistente en
esas variaciones, pues cambian de dirección de
manera más o menos errática. Para el cálculo de
amplitudes se consideraron las fechas de reco-
lecciones a la primera y última observación de
la subfenofase, a las que se agregó la mitad de
los períodos anterior y posterior.
Es probable que en estos resultados influya el
número de árboles que realmente participaron
anualmente en la expresión fenológica de A.
caven, aspecto en que claramente se diferencia
el año seco por comprometer un número muy
inferior de árboles, especialmente en lo que
hace relación al desarrollo de frutos (Tabla 1).
59
Anales Museo de Historia Natural
Cualitativamente, la duración de las subfenofa-
ses, considerado todo el período de estudio,
incluye las siguientes épocas del año:
Subfenofase
Epoca del año
Inicios de agosto a fines de no-
viembre
Botones sensu stricto*
Botones abriendo * Fin de agosto a mediados de
diciembre
Flores abiertas* Fin de agosto a inicios de enero
Flores secas** Fin de octubre a inicios de encro
Inicios de agosto a inicios de
encro
Hojas emergentes*
Inicios de agosto a inicios de
entro
Hojas desarrolladas**
Hojas secas Inicios de encro...
Fin de noviembre a inicios de
mayo
Frutos verdes*
Frutos transición * Inicios de encro a inicios de mayo
Fin de febrero a mediados de
junio
Frutos maduros**
* Considera la presencia de la condición,
** Considerada desde aparecimiento de la condición has-
ta ausencia de la condición previa.
En cuanto a los desplazamientos temporales de
las fenofases de 4. caren, se obtuvieron las si-
guientes medianas (en días) de los períodos de
expresión de las fenofases estudiadas. Debe re-
cordarse que el día O corresponde al primero de
agosto.
Promedios de medianas Y
Frutos verdes
Botones Flores
totales desarrolladas y transición
1984/5 51.5 103.7 230.0
1985/6 69.1 96.0 219.2
1986/7 53.6 86.0 198.9
La comparación de medias entrega las siguientes
significaciones (p < 0.05):
Botones llores Frutos verdes
totales desarrolladas y transición
1984/5 - 85/6 S
S NS
1984/5 - 86/7 NS S S
S NS
1985/6 - 86/7 S
3,4 y 5, permiten establecer que la mediana del
tiempo de duración de la fenofase botones se atra-
sa en año seco, atraso que se va recuperando en las
fases siguientes, anulándose el efecto a nivel de
frutos. Esto último es debido fundamentalmente
60
Vol. 18, 1987
al acontecimiento de las fenofases correspondien-
tes a frutos verdes y frutos en transición (1985/6 =
120; 1984/5 = 151 y 1986/7 = 178, días), el que
compensaría la mayor duración de la fenofase
“botones” (1985/6 = 124, 1984/5 = 98 y 1986/7
= 59, días). En este fenómeno es muy importante
la reducción del período de frutos en transición,
el que puede estar afectado por el menor número
de árboles participantes (Tabla 1).
En este contexto, las flores presentan un esque-
ma intermedio, siendo la fenofase en que se inicia-
ría el ajuste que se completaría con los frutos.
B. Emergencia de Pseudopachymerina spinipes.
Las figuras 6, 7, 8 y 9 informan sobre la emer-
gencia de brúquidos desde frutos y semillas de
Acacia caven.
Los niveles de infestación alcanzados durante
los años de estudio son:
FRUTOS SEMILLAS
Indice de Indice de
Porcentaje fluctuación | Porcentaje fluctuación
1983/4
95.8 100.0 39.0 100.0
1984/5 90.4 94.4 37.6 96.4
1985/6 80.2 83.7 23.0 59.0
95.3 99.5 35.3 90.5
1986/7
Dichos porcentajes difieren significativamente en-
tre los cuatro períodos (p = 0.05) a excepción del
caso de frutos entre los años 1983/4 - 1986/7.
Destaca la menor infestación correspondiente a
año seco (1985/6).
La evolución de la curva acumulada de infesta-
ción, medida por frutos y semillas sanas, sigue un
modelo de regresión lineal (p < 0.001) (Fig. 7).
El análisis de Covarianza (ANCOVA) para estos
modelos lineales (Fig. 7) destaca la temporada
1985/6 como la más diferente, debido, aparen-
temente a la condición de año seco. En efecto,
tanto para frutos como para semillas, sus pendien-
tes difieren significativamente (p = 0,05) de las de
los otros años, con valores menores y una tasa fi-
nal de infestación también menor. Sólo las pen-
dientes entre 1983/4 y 1984/5, para semillas,
presentan también una diferencia significativa,
aunque bastante menor.
El ANCOVA es respaldado por la homogenei-
dad de varianzas para frutos y semillas (a excep-
ción de semillas 1985/6 con 1983/4 y 1986/7),
destacando la misma temporada (1985/6) como
la de menor variación.
Sáiz, Daza, Casanova Relaciones fenológicas entre...
FRUTOS
0
[e]
ho]
[e]
o SEMILLAS
e
"se E
[e] e
2 E ay
7
A SO N
O ON
Fig. 6. Evolución de la emergencia de adultos de Pseudopachymerina spinipes (Er.) desde frutos y desde semillas de Acacia
caven entre 1983 y 1987, expresado como porcentaje de frutos y de semillas que aún no han entregado brúquidos.
SEMILLAS
100
9/0
50
FRUTOS A A e
a IN EA 8S/6
la OS ads úl
, a
A S O N D E F M A M J J A
Fig. 7. Rectas de regresión correspondientes a la evolución de la emergencia de adultos de P. spinipes, tanto desde frutos
como desde semillas.
61
Anales Museo de Historia Natural Vol. 18, 1987
Emergencia Diaria
Fig. 8. Porcentaje de emergencia diaria de Pseudopachymerina spinipes (Er.) desde frutos de Acacia caven, temporadas 1983
a 1987,
0.5 SEMILLAS
Diaria
Emergencia
B5 86 87
Fig. 9. Porcentaje de emergencia diaria de Pseudopachymerina spinipes (Er.) desde semillas de Acacia caven, temporadas
1983 a 1987.
Sáiz, Daza, Casanova
De las figuras 8 y 9 destaca el hecho de una
emergencia bimodal de los brúquidos, tanto desde
los frutos como desde las semillas. Las proporcio-
nes de amplitudes de dichos períodos (días) no
difieren entre los diferentes años de estudio. Sin
embargo, las proporciones de infestación son sig-
nificativamente diferente entre años, tanto para
semillas como para frutos, según se expresa en el
siguiente cuadro (p = 0.05).
FRUTOS
SEMILLAS
Si bien hay diferencias significativas entre las
intensidades de infest>:ión entre años, no son
detectables diferencias significativas entre las me-
dias de los períodos de cada año en cuarto a sus
tasas diarias de emergencia (p = 0.01).
Finalmente, dado el escaso tiempo entre los
dos pics de salida de brúquidos no es dable pen-
sar en bivoltinismo de la especie.
C. Encaje de fenología de frutos y de emergencia
de brúquidos.
Sobrepuestas las curvas de expresión temporal
de la presencia y características de madurez de
los frutos de Acacia caven con el histograma co-
rrespondiente de las emergencias diarias de Pseudo-
pachymerina spinipes (Fig. 10) se constata la
DIARIA
PERFORACION
Relaciones fenológicas entre ...
coincidencia de la segunda moda con la presencia
de frutos en transición y frutos maduros, sustrato
adecuado para la postura del brúquido (Avendaño
y Sáiz 1978, Sáiz et al. 1980).
En consecuencia, el patrón de emergencia de
brúquidos permite asegurar la presencia de sustra-
to adecuado a la oviposición a pesar de la variabi-
lidad fenológica del espino. Los brúquidos emer-
gidos en el primer pic pueden ovopositar en fru-
tos persistentes de la temporada anterior (escasos)
o desplazarse a zonas con A. caven más adelantada
en su desarrollo fenológico.
CONCLUSIONES
:
Las variaciones climáticas afectan la fenología de
A. caven disminuyendo las intensidades de las fe-
nofases reproductivas (botones, flores y frutos)
en añc- secos (incluyendo la reducción del número
de árboles comprometidos) y favoreciendo, com-
parativamente, el desarrollo foliar. Sin embargo,
las amplitudes de las fenofases no muestran ten-
dencias definidas, concluyéndose que los patrones
fenológicos no son afectados radicalmente, sino
"ue se mantiene un esquema básico común, aun-
que existe un atraso temporal de la mediana de
botones y una duración mayor de dicha fase en
años secos, siendo comparativamente menores las
fases de frutos verdes y en transición.
Desde el punto de vista de la emergencia de
adultos de P. spinipes, cabe destacar que a pesar
n»>-- 700 mA>0
Fig. 10. Sobreposición entre los porcentajes de emergencia diaria de Pseudopachymerina spinipes (Er) desde semillas y la
expresión de las subfenofases de los frutos de Acacia caven. Histograma = porcentaje diario de emergencia de P. spinipes;
línea de trazos = frutos verdes; línea de puntos = frutos en transición; línea hachurada = frutos maduros. Significado de
categorías en texto.
63
Anales Museo de Historia Natural Vol. 18, 1987
de las variaciones en los porcentajes de emergencia menos con la presencia de sustrato adecuado. La
entre años (especialmente entre años secos y llu- persistencia de un esquema básico sin variaciones
viosos) y entre las dos modas de un mismo año, el extremas en la fenología de A. caven concurre a
patrón bimodal aparece como regular. asegurar la coincidencia de adultos del brúquido
Del análisis conjunto de las variables anteriores en condición de poner huevos y sustrato adecuado
se concluye que el patrón bimodal de emergencia para ello.
de adultos de P. spinipes cautela los posibles ade- Dado el escaso tiempo entre los dos pics de
lantos o atrasos en la producción de frutos (sustra- emergencia de brúquidos no es dable pensar en
to para la ovoposición), coincidiendo un pic al bivoltinismo de la especie.
REFERENCIAS
AVENDAÑO, V. y F. SAIZ, 1978. Estudios ecológicos sobre artrópodos concomitantes a Acacia caven. TV. Aspectos bio-
lógicos de Pseudopachymerina spinipes (Er.). An. Mus. Hist. Nat., Valpo. (Chile), 11: 81-88.
BRADSHAW, W., 1974, Phenology and seasonal modeling in insects. In Phenology and seasonality modeling. Springer-
Verlag: 25-44,
FRENCH, N., C. LAMOUREUX, H. LIETH, J. MACMAHON, W. MCKEE, D. PARSON, F. STEARNS, P. WEBER y D.
ZOBEL, 1972. Report of US/IBP phenology commitee, 54 pp.
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Acacia caven, 11. Evaluación de la infestación por Pseudopachymerina spinipes (Er.). An. Mus. Hist. Nat., Valpo.
(Chile), 10: 153-160.
SAIZ, F., V. AVENDAÑO y W, SIELFELD, 1980. Antecedentes preliminares para la comprensión de la relación brúquido
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SAIZ, F. y J. SOTO, 1982, Relación entre la forma del fruto de Acacia caven y las características de las semillas y de los
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en prensa).
64
An, Mus, Hist. Nat, Valparaíso, 18: 65-72, 1987
MEDON VITTATIPENNIS F. Y G. (COL. STAPHYLINIDAE).
ASPECTOS MORFOMETRICOS Y DISTRIBUCION
FRANCISCO SAIZ y VERONICA SAEZ
ABSTRACT
Through the morphometric analysis of four geographical groups, the morphological variability of Medon vittatipennis E.
y G. (Col. Staphylinidae) is studied.
Latitudinal and gradual morphological changes are detected. This chan
separated by the 360 S parallel.
ges are overlaped on two geographical areas
The specific unity of Medon vittatipennis F. y G. is not affected.
La naturaleza de la expresión de la relación geno-
tipo-medio ambiente, está en íntima relación con
la amplitud y heterogeneidad ecológica del área de
distribución de las especies.
Dicha expresión puede variar entre el mono y
polimorfismo y entre la secuencia clinal y la con-
formación de ecotipos o subespecies (Margalef
1974, Whittaker 1970, Mayr 1968, Daly 1985).
En Chile, Medon vittatipennis F. y G. (Coleop-
tera, Staphylinidae) es una especie de amplia dis-
tribución latitudinal (300 30” a 420 30” S),
extensión que encierra una variada gama de con-
diciones climáticas y de formaciones vegetacio-
nales.
Sus características morfológicas y su distri-
bución han merecido los siguientes comentarios:
**merece un análisis más profundo ya que la es-
pecie muestra, aparentemente, cierto grado de
polimorfismo” y “se debería intentar establecer
la existencia o no de relaciones entre posibles
tipos morfológicos con su distribución geográ-
fica. No sería extraño encontrar una separación
entre las poblaciones del Centro y Sur del país,
con límites similares a los establecidos para Lon-
covilius”, es decir, discontinuidad hacia los pa-
ralelos 360 - 370 S. (Coiffait y Sáiz 1968, Sáiz
1971).
De los antecendentes expuestos surge el ob-
jetivo del trabajo el que, en primer lugar, pretende
establecer la existencia o no de distintos tipos
morfológicos en el área de distribución de la
especie y, en segundo lugar, si las eventuales va-
riaciones morfológicas siguen un patrón acorde
con la concepción de su área de distribución como
un gradiente latitudinal.
ANTECEDENTES SOBRE Medon (s. str.)
vittatipennis F. y G.
1. Historia taxonómica.
Medon vittatipennis (Fig. 1) fue descrita por
Fairmaire y Germain en 1861 como Lithocharis
Boisd. y Lac. Fauvel (1868) mantiene dicha de-
nominación y Bernahuer y Schubert (1912) la
incluyen en Medon, pues consideran a Lithocha-
ris como uno de sus subgéneros. Bernhauer y
Scheerpeltz (1926) establecen la sinonimia entre
los géneros mencionados. En 1968, Coiffait y
Sáiz confirman su pertenencia al género Medon
y establecen la sinonimia de Medon ruseoanum
Bernhauer (1921) con M. vitratipennis.
2. Características ecológicas generales de M.
vittatipennis F. y G.
La descripción original expresa que es común en
detritus vegetales. Coiffait y Sáiz (1968) indican
que es abundante en restos vegetales de lugares
húmedos de bosques esclerófilos y ombrófilos,
pudiendo considerarse una especie de hojarasca.
Estudios ecológicos puntuales (Sáiz 1971)
establecen que la especie presenta requerimientos
hídricos medianos a altos, centrando su presen-
cia y actividad en las formaciones boscosas, no
viviendo en matorrales xerófilos y biomas más
Sección Ecología, Universidad Católica de Valparaíso, Casilla 4059, Valparaíso, Chile,
Anales Museo de Historia Natural
1mm
Fig. 1. Habitus de Medon vittatipennis F. y G.
áridos. Esta tendencia es confirmada por el aná-
lisis que hace el autor sobre la preferencia de la
especie por suelos cubiertos de musgos sobre sue-
los cubiertos de hojarasca, para el caso de un
bosque higrófilo relicto (Sáiz 1971, 1975).
La especie es predadora, siendo sus principa-
les ítemes alimentarios los colémbolos, ácaros
y larvas de insectos, en particular de dípteros.
3. Antecedentes ecológicos del área de distri-
bución.
Si bien el habitat general es la hojarasca, su am-
plia distribución latitudinal (Fig. 2) implica que
esa hojarasca corresponda a diferentes tipos
vegetacionales, abarcando las siguientes regiones
ecológicas según di Castri (1968): mediterránea
árida, semiárida, subhúmeda, húmeda y perhú-
66
Vol. 18, 1987
Coquimbo
Valparaiso
Sántiago
Conce ytion
valdivia
Fig. 2. Ubicación de los grupos geográficos estudiados den
tro del área de distribución de Medon vittatipennis F. y G.
meda y oceánica con influencia mediterránea.
Latitudinalmente corresponden a un ordena-
miento de decremento térmico e incremento
de las precipitaciones en sentido norte-sur.
El extremo norte del área de distribución se
caracteriza por la insuficiencia e irregularidad
de las precipitaciones, determinando climas se-
miáridos y biomas de tipo estepario y semide-
sértico (Fig. 3a).
La presencia de M. vittatipennis está relacio-
nada aquí con la existencia de bosques relictos
(Fray Jorge) y con restos de bosques esclerófilos
en fondos de quebradas. En los primeros pre-
dominan árboles como Aextoxicum punctatum
(olivillo) y Drymis winteri (canelo), especies
también distribuidas en el sur del país. En las
quebradas se encuentran los mismos árboles de
los bosques esclerófilos de Chile Central.
A partir del paralelo 320 S, aproximadamen-
te, y alcanzando hasta el 360 S, se extiende la
zona eumediterránea (semiárida y subhúmeda).
En ella, asociados al incremento y regularidad de
las precipitaciones (Fig. 3b), se desarrollan ma-
torrales y bosques esclerófilos junto a estepas
Sáiz, Sáez
mm
100
JASONDEFMAMI
LA SERENA
Medon vittatipensis F.y G. ...
QUILLOTA
CONCEPCION
VALDIVIA
Fig. 3. Diagramas ombrotérmicos representativos del clima correspondiente a los grupos geográficos de Medon vittatipennis
F. y G. (Tomado de Hajek y di Castri 1975).
y semidesiertos, según la constitución geográ-
fica de las regiones. En los bosques destacan los
árboles: Lithraea caustica (litre), Peumus boldus
(boldo), Cryptocarya alba (peumo), Maytenus
boaria (maitén), Quillaja saponaria (quillay),
Schinus latifolius (molle), etc., configurando
asociaciones diferentes según el grado de hume-
dad de la localidad.
La hojarasca de estos bosques sufre fuerte
proceso de desecamiento en verano.
Más al sur, persiste una estación seca estival
(Fig. 3c) pero de menor duración. A la vez se
dispone de una mayor cantidad de lluvia que per-
mite la existencia de formaciones boscosas más
higrófilas.
En éstas se encuentran elementos de la zona
anterior como litre, peumo, boldo y quillay,
mezclados con elementos más higrófilos (Notho-
fagus obliqua, roble; N. dombeyi, coigúe; Aexto-
xicum punctatum, olivillo; Drymis winterí, canelo;
Laurelia sempervirens, laurel; etc.). La proporción
de uno y otro componente va variando en sentido
latitudinal. En el sotobosque empieza a ser im-
portante la presencia de C/usquea.
67
Estas formaciones mantienen una alta hume-
dad interior, la que limita el desecamiento de la
hojarasca en verano.
La última zona se inicia hacia el paralelo 380
S y se caracteriza por la regularidad y abundancia
de las lluvias (Fig. 3d). En ella destacan árboles
de los géneros Aextoxicum, Drymis, Nothofagus,
Laurelia, Emothrium, Weinmannia, Gevuinia, Po-
docarpus, etc. Más al sur se inicia la selva de Chi-
loé con el surgimiento de Nothofagus nítida y
N. betuloides.
MATERIAL Y METODO
El material estudiado se obtuvo de la Colección
Sáiz, la que se considera una muestra al azar del
universo de poblaciones de Medon vittatipennis
establecidas en el área de distribución de la espe-
cie,
De la Colección se seleccionaron ejemplares
correspondientes a cuatro amplias zonas geográ-
ficas (Fig. 2) representativas de las principales
condiciones ecológicas imperantes en el área de
distribución (Tabla 1).
Anales Museo de Historia Natural
Vol. 18, 1987
TABLA 1 .
CARACTERISTICAS DE LOS GRUPOS GEOGRAFICOS DE MEDON VITTATIPENNIS F. Y G.
E AAA AA A
j > ¡ latitud Clima
Localidades Especimencs Rango de '
oia principales analizados aproximado representativo
A A A
> 300 30'S
id IE 50 31014'S La Serena
Qda. Las Palmas
Po PA On 50 320508 Quillota
Maipú 330 40' S
Santiago
III Centro Sur Chillán 29 30 30" S Concepción
Concepción 370 40'5
Valdivi La
e sit! 31 390 49 S Valdivia
Llanquihue 420 30'S
Chiloé
A A a —_———=——=—— +
TABLA 2
VARIABLES CONSIDERADAS EN LA MORFOMETRIA DE MEDON VITTATIPENNIS F. Y G.
Cabeza: Protórax: Elitros:
1. Largo Central (LCC) 4. Largo Central (LCP) 7. Largo Central Elitros (LCE)
2. Ancho nivel Ojos (ANO) 5. Ancho Apical (AA) 8. Ancho nivel Escapular (ANE)
3. Ancho nivel Basal (ANB) 6. Ancho Basal (AB) 13. ANE/LCE
9. ANO/ANB 11. AA/AB
10. ANB/LCC 12. AB/LCP
La selección se hizo al azar, considerando el
350/o para el grupo Il, el 400/0 para el grupo Il
y la totalidad de los especímenes para los gru-
pos III y IV.
Las medidas morfológicas (Tabla 2) fueron
realizadas en microscopio estereoscópico WILD
M5A, bajo 50 aumentos, y expresadas en unida-
des de medida equivalentes a 25 micras. Con
ellas se intenta valorar la forma de la cabeza, pro-
tórax y élitros.
Los datos fueron procesados en microcom-
putador RADIO SHACK TRS 80, especialmente
para obtener las correlaciones múltiples de me-
didas y relaciones. El nivel de significación entre
medias grupales (p < 0.01) se obtuvo mediante
el test “t” de Student.
RESULTADOS Y DISCUSION
Al análisis de los datos obtenidos (Tabla 3) des-
taca el incremento corporal de M. vittatipennis
desde el complejo Centro-Sur/Sur' hacia latitudes
menores de mayor nivel térmico. Este hecho es-
tá en discordancia con la ley de Bergman, situa-
ción no infrecuente en insectos (Mayr 1968,
Daly 1985). La expresión gráfica de lo expuesto
se da en la Fig. 4.
Dicho incremento es significativo como puede
deducirse de la Tabla 4, al comparar las secuen-
cias de duplas de grupos geográficos.
Por otra parte, a medida que se comparan
poblaciones geográficamente extremas con las
gradualmente más distantes, aumenta el número
de ftemes significativamente diferentes, mos-
trando tendencia a un gran patrón de cambios
graduales (Tabla 5). Por ejemplo, si se compara
la secuencia 1-11, 1-1 y AV ó IV-I, 1V-U y
IV-1.
Sin embargo, y sobre ese patrón general (Ta-
blas 4 y 5), se evidencia una mayor semejanza
entre los grupos del norte (1 y 11) y los grupos del
Sáiz, Sáez
NAME
JUE
pat
| 11
Medon vittatipensis F.y G. ...
Hi IV
Fig. 4. Esquemas de los tipos morfológicos promedio de cabeza, protórax y élitros de los grupos geográficos de Medon
vittatipennis F. y G. 1= Norte, II = Centro-Norte, III = Centro-Sur y IV = Sur.
sur (HI y IV), indicando la presencia de una po-
sible fractura ambiental entre los grupos Il y III
(a la altura del paralelo 36% S aproximadamente),
coincidente con el planteamiento de Sáiz (1971)
respecto al género Loncovilius, para quien es
causante de límites de distribuciones específicas.
Puede considerarse coincidente con el cambio
de condiciones mesófilas a higrófilas.
Consecuentemente, la alta semejanza entre
los grupos III y IV, tanto para medidas como
para relaciones morfométricas, parece estar en
relación con la mayor homogeneidad ecológica
del área involucrada por ambos grupos (Figs. 3c
y d).
Por otra parte, en la asociación de los grupos l
y II, más baja que la del grupo austral, estaría in-
fluyendo la mayor heterogeneidad ecológica del
área considerada (condiciones xéricas a mésicas)
y en que el aislamiento ecológico (grupo 1) jugaría
un fuerte papel. Esta acción estaría afectando
tanto a medidas como a sus relaciones.
La idea de cambio gradual se reafirma con el
análisis de las relaciones morfométricas, las cuales
apoyan la gradualidad de cambios frente a las
medidas que proyectan el esquema de dos gran-
des bloques.
Finalmente, analizadas las medidas mediante
69
el coeficiente de correlación múltiple para cada
grupo geográfico (Tabla 6), con el fin de obtener
una visión integrada de la condición morfológica,
se obtiene que en los grupos Il y 11l las medidas
presentan la máxima “armonía” (correlación cer-
cana a 1), la que se va reduciendo hacia los extre-
mos del área de distribución, habiendo una reduc-
ción máxima (““desarmonía”) en el grupo IV, del
extremo sur.
Considerando que la correlación múltiple de
las medidas informa sobre la armonía global de
ellas, enmascarando a las relaciones de cada uno
de los segmentos corporales estudiados (cabeza,
tórax y élitros), se procedió al análisis de las re-
laciones entre medidas mediante el mismo ins-
trumento estadístico anterior. Los bajos valores
encontrados (Tabla 6), junto a la no significación
de los mismos, indican que se disgregan entre sí
pasando a ser independientes, y que la armonía
general de las medidas no corresponde a la suma-
toria de armonía de segmentos corporales, confir-
mando las variaciones morfológicas de la especie.
Del análisis de las medidas corporales se dedu-
cen como características base de la especie: cabe-
za más larga que ancha; protórax trapezoidal, más
ancho anteriormente y más largo que ancho:
élitros más largos que anchos, variando el tamaño
según distribución latitudinal.
Anales Museo de Historia Natural
Vol. 18, 1987
TABLA 3
VALORES PROMEDIO Y COEFICIENTE DE VARIACION PARA LAS MEDIDAS Y RELACIONES
CORPORALES DE M. VITTATIPENNIS SEGUN GRUPO GEOGRAFICO
ITEM PROMEDIO
A. Medidas corporales
1) LCC 3.11 2.94 2.67
2) ANO 2.92 2.85 2.69
3) ANB 2.92 2.73 2.61
4) LCP 2.93 2.79 2.53
5) AA 2.86 2.75 2.53
6) AB 2.60 2.49 2.21
7) LCE 3.20 3.33 2.88
8) ANE 3.01 3.09 2.67
B. Relaciones morfométricas
9) ANO/ANB 1.00 1.04 1.03
10) ANB/LCC 0.94 0.92 0.97
11) AA/AB 1.10 1.10 1.14
12) AB/LCP 0.88 0.88 0.87
13) ANE/LCE 0.94 0.92 0.92
Solamente la cabeza presenta dos formas bási-
cas: la trapezoidal más ancha a nivel ocular, carac-
terística de los grupos II, III y IV y la cuadrada,
propia del grupo más septentrional (Fig. 4). En
esta forma particular estaría influyendo el cuasi
aislamiento geográfico de las formaciones fores-
tales de la zona (Fray Jorge). Es en este grupo
geográfico donde su continuidad con el grupo
más cercano se ve afectada por una amplia zona
de estepas (Fig. 2), impidiendo en alta medida el
intercambio genético con otras poblaciones.
Con los antecedentes expuestos, se postula que
Medon vittatipennis F. y G. es una especie carac-
terística de Chile mediterráneo (bosques y mato-
rrales esclerófilos) cuya distribución, en áreas
70
COEFICIENTE DE VARIACIÓN
(100)
n 100!
2.73 3.1 5.4 4.8 3.8
2.77 3.8 5.4 5.1 3.4
2.64 3.6 6.3 6.0 3.7
2.55 3.6 5.5 5.6 3.2
2.55 3.8 5.9 6.4 3.6
2.24 3.6 6.4 7.8 4.5
2.91 4.2 1.0 8.4 5.6
2.64 3.5 10.4 7.2 4.6
1.05 2.5 3.0 245 2.6
0.96 2.8 3.7 3.3 3.6
1.14 2.7 2.4 3.1 4.2
0.85 3.1 4.3 4.2 4.7
0.90 2.7 4.1 4.5 4.2
ecológicamente diferentes, la ha sometido a presio-
nes ambientales diferenciales que han introducido
modificaciones en sus características morfométri-
cas, sin comprometer su unidad específica.
Esta situación correspondería, dentro de un
gradiente de carácter, a un caso de efecto de
periferia y/o de partes aisladas de una distribu-
ción continua, teniendo como resultado una
variación morfológica más acentuada, tal como
parece ocurrir en el grupo norte (I) (Mayr 1968).
En la gradualidad de los cambios debe jugar
un rol importante la gran vagilidad de la especie,
ya que es un estafilínido alado y de buena capa-
cidad de vuelo,
Sáiz, Sáez
VALORES DEL CUOCIENTE “t¿/t,”
MORFOMETRICAS DE M. VITTATIPENNIS POR PARES DE GRUPOS GEOGRAFICOS (p = 0.01).
A. Medidas corporales
1)
PORCENTAJES DE ITEMES SIGNIFICATIVAMENTE
Grupos Relaciones Medidas +
corporales morfométricas Relaciones
I- 11 62,5 20,0 46.1
I- 10 100,0 60.0 84.6
I- IV 100.0 100,0 100.0
1-11 100.0 60.0 76.9
II -IV 75.0 60.0 69.2
II - TV 12.5 0.0 HA
LOC
ANO
ANB
LCP
AA
AB
LCE
ANE
Medon vittatipensis F.y G. ...
TABLA 4
DEL TEST T PARA MEDIDAS CORPORALES Y RELACIONES
VALORES MAYORES QUE 1 SON SIGNIFICATIVOS.
1.97
1.50
1.54
0.95
0.69
Relaciones morfométricas
ANO/ANB
ANB/LCC
AA/AB
AB/LCP
ANE/LCE
2.95
0.61
0.43
0.13
0.72
TABLA 5
PARES DE GRUPOS GEOGRAFICOS
I-1V 1-11
DIFERENTES SEGUN TEST t (p = 0.01) PARA
MEDIDAS CORPORALES Y PARA
RELACIONES MORFOMETRICAS
Medidas
6.19 2.87
2.24 1.73
4.44 1.19
5.37 2.83
4,92 2.15
6.08 2.75
3,23 2.33
S.27 2.67
3.17 0.64
1.56 2.20
1.69 1.99
1.40 0.66
1.63 0.01
TABLA 6
I1-TIV
1n-IV
VALORES DEL COEFICIENTE DE CORRELACION
MULTIPLE PARA LAS MEDIDAS CORPORALES Y
LAS RELACIONES MORFOMETRICAS DE
M. VITTATIPENNIS, SEGUN GRUPO GEOGRAFICO
(p = 0.01)
Grupo r múltiple
A. Medidas corporales
I 0,859
Ñ 0.954
In 0,925
IV 0.791
B. Relaciones morfométricas
I 0.290
tl 0.503
11 0,213
IV 0.281
un un Un Un
NS
NS
NS
NS
Significación
Anales Museo de Historia Natural Vol. 18, 1987
neidad ecológica. Sin embargo, sobre esos bloques
CONCLUSIONES se detecta, especialmente a nivel de relaciones de
0 : medidas, una secuencia de cambio gradual, siendo
1. Disminución de la talla de Medon vittatipennis losextramos totalmente difarentesentre sí.
del norte al complejo sureño.
3. Se considera a Medon vittatipennis como una
2. El análisis morfométrico permite distinguir, especie que presenta cierto polimorfismo en su
de
en forma relativamente clara, dos grandes bloques amplia área de distribución, con mayor individua-
geográficos separados por el paralelo 360 $ apro- lización como grupo geográfico en relación al ais-
ximadamente, siendo más homogéneo el grupo lamiento de las formaciones vegetales en que vive
al sur de dicho paralelo debido a mayor homoge- (extremo norte de su área de distribución).
REFERENCIAS
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An. Mus. Hist. Nat. Valparaiso, 18: 73-76, 1987
DETERMINACION DEL TAMAÑO Y NUMERO DE ESTADIOS
DE MYTHIMNA | (= PSEUDALETIA) ADULTERA
(SCH) (LEP.: NOCTUIDAE) A PARTIR DE MUESTRAS DE CAMPO
ANA LIA TERRA2 y CARLOS S. MOREY3
RESUMEN
En el marco conceptual sobre manejo de plagas en el cultivo de trigo, parte del análisis cuali-cuantitativo necesario para
tomar una decisión racional de control, debiera ser la determinación de la estructura por edad de la población de la plaga,
en este caso M. adultera. El estudio se llevó a cabo a partir de muestras de una población de larvas extraídas entre los
meses de octubre y noviembre de 1984, en San José, mientras el cultivo de trigo se desarrollaba entre los estadios 6 y 11.2
(E.F.). Se detectó 6 estadios claramente definidos; se discute la ocurrencia de estadios adicionales. La longitud total del
cuerpo evolucionó de 2 a 25 mm (X de estadios 1 y VD), en tanto que el ancho máximo de las cápsulas cefálicas pasó de
0,3 a 3,2 mm respectivamente. El crecimiento de la misma concuerda con la información obtenida en laboratorio. Dado
que dentro de una población la estructura por tamaño es necesaria para permitir una estimación del potencial de defolia-
ción de la misma, se presenta una escala para la determinación de los estadios a nivel de campo.
El análisis cuali-cuantitativo de la población de
una plaga es un aspecto de la dinámica poblacio-
nal que contribuye a la objetividad en la toma de
decisiones. Aspectos tales como la defoliación
dependen entre otros factores de la estructura
por edad de los individuos que componen dicha
población. Si tenemos en cuenta la capacidad de
consumo estimada mediante trabajos de labora-
torio, es posible predecir los daños que poten-
cialmente podrían producir los individuos compo-
nentes de una población cuya estructura por edad
es conocida, particularmente si se excluye la
incidencia de otros factores.
Para estimar densidades poblacionales y su es-
tructura se pueden utilizar una serie de métodos.
Cuando el objetivo es fundamentalmente numé-
rico, resulta útil la combinación de métodos ab-
solutos y relativos. Sin embargo en este caso par-
ticular se optó por el uso de la red ya que de
acuerdo a experiencias anteriores muestra una
precisión aceptable en relación al esfuerzo invo-
lucrado, detectando rápidamente las tendencias
poblacionales sin mostrar sesgo de las estructuras
por edades (Hammond y Pedigo 1976).
El presente estudio tuvo como objetivos:
l Se utiliza el géne
1. Corroborar la validez de los datos obtenidos
en laboratorio como base de interpretación de las
estructuras poblacionales en condiciones de campo.
2. Determinar el número de estadios bajo las mis-
mas condiciones, a través del ancho de la cápsula
cefálica y longitud total del cuerpo.
3. Construir una ayuda de trabajo a los efectos
de facilitar la medición de los estadios larvales en
condiciones de campo, lo que contribuiría a la
estimación de la defoliación potencial de una de-
terminada población de “lagartas”” en un cultivo.
MATERIALES Y METODOS
Se colectó larvas de M. adultera durante el desa-
rrollo de un cultivo de trigo (6 a 11.2 E. Feekes),
en San José, las cuales corresponden a las fichas
NO 1873, 1886 y 1889 del Laboratorio de Ento-
mología de la Dirección de Sanidad Vegetal. Se
tomó muestras en diferentes momentos del desa-
rrollo de la población para una evaluación más
precisa del tamaño de las cápsulas cefálicas de
los primeros y últimos estadios. Las muestras se
ro Mythimna de acuerdo a la nomenclatura usada por el Review of Applied Entomology. No obstante,
se deja constancia que no se encontró fundamentación taxonómica para incluir las especies sudamericanas del género Pset-
daletía bajo dicha denominación.
2 Departamento de Entomología, DSVIMGAP. Millán 4703, Montevideo, Uruguay.
3 División Zoología Agrícola, DSVIMGAP. Millán 4703, Montevideo, Uruguay.
Anales Museo de Historia Natural
colectaron con red entomológica, que facilita la
obtención de los primeros estadios. Una vez en el
laboratorio, las larvas de M. adultera fueron sepa-
radas de las de otras especies y luego se clasificaron
por tamaño. Se midió en forma individual la longi-
tud total del cuerpo (LTC) y el ancho de la cápsula
cefálica (ACC), mediante el uso de regla milimetra-
da y microscopio estereoscópico Olympus (Ox y
70x) con reglilla ocular.
En el análisis estadístico se tomó en cuenta la
moda en cada estadio del ancho de la cápsula cefá-
lica en su diámetro mayor, el promedio de la lon-
gitud total del cuerpo para dichos valores y la
desviación típica.
RESULTADOS Y DISCUSION
Número de estadios
De las 829 larvas analizadas se detectaron 6 es-
tadios en base a la distribución multimodal de la
población, obtenida a partir de la medición del
ancho de las cápsulas cefálicas. Los resultados se
presentan en la Fig. 1, de acuerdo al método grá-
fico propuesto por Taylor (1931), el cual permite
visualizar claramente los diferentes estadios en la
población larval.
Al analizar aisladamente la distribución de la
población en el muestreo realizado en el estado
fenológico 11.2 (E.F.) del cultivo (Terra y Morey
1986), se observa una tendencia a la aparición de
un estadio adicional. Esto concordaría con lo
observado por Terra y Zerbino (1985) en condi-
ciones de laboratorio, quienes obtuvieron estadios
adicionales cuando larvas de M. adultera se alimen-
taron con hojas de trigo en estados fenológicos
avanzados del cultivo (11.1 E.F.).
No obstante, el número de observaciones en el
último muestreo no es suficientemente represen-
tativo para la detección de los tamaños de las
cápsulas cefálicas que corresponderían a dichos
estadios adicionales, los cuales probablemente
ocurran en un porcentaje bajo de la población.
Ancho de la cápsula cefálica
Los valores de ACC más frecuentes en cada estadio
se presentan en la Tabla 1. Dicha información no
muestra diferencias significativas con los resulta-
dos obtenidos para M. adultera en condiciones de
laboratorio (Terra y Zerbino 1985) cuando se le
suministró alimento proveniente de estados tem-
pranos de desarrollo del cultivo,
74
Vol. 18, 1987
Número de
Indlvlduos
100
vi
ACC
(ma)
0 1 2 3
Fig. 1. Distribución de 829 larvas de M. adultera en base
al tamaño de la cápsula cefálica,
TABLA 1
ANCHO DE LA CAPSULA CEFALICA (mm) EN CADA
ESTADIO DE M. ADULTERA EN
CONDICIONES DE CAMPO
ACC (mm)
Media + desv.
Estadio nl. Moda n Rango ?2 típica
l 19 0,3 31 10,3-0,4 0,3*0,0
ql 48 0,5 92 0,5-0,7 0,6x0,1
00 24 0,9 51 0,8-1,1 0,9%+0,1
IV 80 1,4 207) 12-17 114x0,1
V 127 2,2 379 1,8-2,8 2,2:0,2
VI 16 3,2 71 29-35 3,210,2
2 En casos extremos donde la medida de la cápsula cefá-
lica no permitía conocer el estadio al cual pertenecía, fue
posible decidir en base a la ayuda de otros caracteres,
tales como el tamaño general del cuerpo, el color de la
cabeza que es clara inmediatamente luego de la muda, y
cualquier aparente anormalidad en la forma de la cabeza.
La información originada a partir de muestras
colectadas en su medio natural (Tabla 1) estaría
Terra, Morey
sugiriendo la existencia de un estadio adicional a
los resultados obtenidos por Terra y Zerbino
(1985).
Por otra parte el rango y la desviación típica
muestran una mayor dispersión de los valores de
ACC provenientes de material de campo, que de
los obtenidos en laboratorio. Esto probablemente
sea consecuencia, entre otros factores, de la ines-
tabilidad de las condiciones ambientales a nivel
del cultivo.
La mayor variabilidad observada en los últimos
estadios podría estar mostrando un polimorfismo
en el desarrollo larval en base a lo expresado por
Schmidt y Lauer (1977), lo cual le daría a la espe-
cie mayores posibilidades de adaptación a condi-
ciones ambientales fluctuantes.
Longitud total del cuerpo
El análisis de la LTC realizado en base al cálculo de
la media y desviación típica de las longitudes ob-
tenidas para la moda del ACC en cada estadio, se
observa en la Tabla 2. Estos resultados sólo preten-
den dar una medida de centralización, dado que la
longitud total del cuerpo es muy variable dentro
de cada estadio, no sólo por el desarrollo propio
del insecto sino por factores internos y externos
que lo afectan. Es así que para una determinada
condición ambiental llegan a superponerse los ta-
maños de diferentes estadios de acuerdo a obser-
vaciones en laboratorio.
TABLA 2
LONGITUD TOTAL MEDIA (mm) DEL CUERPO DE
INDIVIDUOS CON ACC CORRESPONDIENTE
A LA MODA EN CADA ESTADIO
LTC (mm)
Estadio n Media + D. Típica
l 19 2,20,4
Il 48 5,0t0,9
mI 24 791,2
IV 80 12,2+1,8
V 127 18,412,7
VI 16 25,4 + 4,8
Escala de determinación del estadio
Este tipo de escala es ampliamente utilizada para
otras especies de Noctuidae a nivel de investigado-
res y extensionistas (Archer y Musick 1977). La
misma fue diseñada como guía para una evaluación
rápida y precisa de la estructura por tamaño de
75
Determinación del tamaño y ...
una población de larvas de M. adultera. Los pri-
meros dos estadios están incluidos pero su tama-
ño los hace difíciles de visualizar e identificar a
nivel de campo. La Tabla 1 muestra los ACC y la
Fig. 2 representa la escala aumentada (6x) y de
tamaño real (Zona central sombreada).
Estadio ACC LTC
vi
l
Ú
D
HN
a
EN A
lx
lx 0
6x n
Escala:
Fig. 2. Escala de medición de ACC (1x y 6x) y LTC (1x)
para cada estadio larval de M. adultera.
La línea superior horizontal en cada estadio es
el tamaño mínimo (en mm) de la cápsula cefálica
y la inferior, el máximo. Para su uso en el campo
se plastifica, con el fin de mantenerla protegida.
Se procede a adormecer o matar las larvas previo
a la comparación en la escala. Posteriormente, la
larva es tomada con una pinza entomológica tipo
brucelas, a nivel del primer segmento toráxico y
luego (con lupa si es necesario), se compara la
cabeza a lo largo de los sucesivos estadios en la
escala, hasta que uno de los tamaños (ACC) se
ajuste con la de la misma. El estadio es identifi-
cado con el número romano a la izquierda, indi-
cándose a la derecha la longitud total promedio
del cuerpo por estadio.
Anales Museo de Historia Natural Vol. 18, 1987
AGRADECIMIENTOS
A los técnicos del Departamento de Servicios del Interior, Ings. Agrs. Ma. Inés Ares y Beatriz Melchó, que colaboraron en
la colecta de muestras,
REFERENCIAS
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76
An. Mus. Hist. Nat, Valparaíso, 18: 77-84, 1987
RELACIONES TROFICAS Y CARACTERES MORFOFUNCIONALES
DE ORESTIAS LAUCAENSIS ARRATIA 1982 (PISCES, CYPRINODONTIDAE)
MANUELA PINTO C.* e IRMA VILA P.**
ABSTRACT
Orestias laucaensis Arratia is distributed at Cotacotani lake and Lauca river. It is captured among the littoral aquatic macro-
phytes vegetation. 266 specimens were obtained and studicd to analize the principal meristic and morphometric charac-
teristics together with food items with the purpose to understand the species fecding adaptations. At the same time food
offer of the water column at the Orestias sampling site was studied.
O. laucaensis is a carnivorous predator which actively captures its prey. Significative morphological and feeding dif-
ferences between males and females werc found.
Females get their food from the fauna associated to the aquatic macrophytes and consists principally of Hyallela, Alo-
nella y Chironomidae. Males feed preferently on microcrustaceans such as Alonella, Boeckella and Eucypris. The size and
position of the eyes, the location and buccopharyngeal structures fit with the feeding described.
Los lagos altoandinos de la región altiplánica boli-
viana, peruana y chilena presentan una importante
biota acuática la que posee especiales caracte-
rísticas adaptativas a la alta irradiación solar y
alto contenido iónico de estas aguas, además
de interesantes relaciones biogeográficas. En
especial, la fauna íctica tiene enorme importancia
paleoecológica por su antigiiedad, endemismo y
diversidad de formas. Tchernavin 1944; Loffler
1966; Lauzanne 1981; Parenti 1984b.
El estudio geomorfológico de Ochsenius (1974)
destaca la presencia de fósiles de peces del género
Orestias en el Terciario de la zona andina de Ta-
rapacá y Antofagasta, en la reconstrucción geoló-
gica de estos sistemas lacustres. Desde el Mioceno,
probable fecha de origen de los lagos altoandinos,
el género Orestias Valenciennes (1839) (Cyprino-
dontiformes, Cyprinodontidae) ha tenido alta
especiación formando un grupo endémico en esta
región. El rango de distribución de Orestias se
extiende latitudinalmente desde el sur de Ecuador
hasta Antofagasta (Chile) y altitudinalmente des-
de los 2.800 m hasta 4.600 m de altura (Parenti
19844).
Las especies del género Orestías han sido estu-
diadas hasta ahora principalmente con un enfoque
sistemático. Parenti (1984b) en una exhaustiva
revisión reconoce 40 especies para el altiplano
boliviano y peruano. En Chile, Eigenmann (1927),
clasifica como Orestias agassii a los ejemplares
presentes en el salar de Ascotán y río Salado,Mann
(1954) cita esta especie para todo el altiplano
chileno., Arratia (1982) describe dos nuevas espe-
cies para la zona: Orestías laucaensis en el río
Lauca y Orestias parinacotensis en los arroyos de
las vegas de Parinacota. Para el salar de Ascotán se
ha descrito Orestias ascotanensis (Parenti 1984b).
*De acuerdo con la última revisión de Parenti
(op. cit.) se reconocerían 43 especies del género
Orestias para toda la zona altiplánica. A estas se
agrega Orestias chungarensis descrita en el lago
Chungará por Vila y Pinto (1987).
La gran diversificación de este género observada
en el lago Titicaca (Vilwock 1984), ha ido aunada
con la especialización trófica (Lauzanne 1982) y
conjuntamente con el desarrollo de estructuras re-
lacionadas con la captura e ingestión del alimento.
Como el comportamiento alimentario es caracte-
rístico para cada especie y comienza a evidenciarse
temprano en la evolución de ellas (Greenwood
1974), nos ha parecido de especial interés conocer
las adaptaciones alimentarias de Orestias laucaensis
en el sistema hidrográfico del río Lauca, Chile.
El conocimiento de algunos aspectos del ciclo
de vida de estas especies tales como los mecanis-
mos de alimentación, la reproducción, nicho y la
velocidad de crecimiento, respaldaría las rela-
ciones interespecificas en Orestias.
* Departamento de Biología y Salud, Universidad de Tarapacá, Arica.
** Departamento de Ciencias Ecológicas, acultad de Ciencias, Universidad de Chile, Casilla 653, Santiago.
Anales Museo de Historia Natural
MATERIALES Y METODOS
Zona de colecta
1) Se colectó en la Laguna Cotacotani, la que es-
tá situada a 180 12” S. 690 14” O, y a una altitud
de 4.500 m.s.n.m. Ocupa un campo de lava y por
la topografía de la zona queda delimitada una la-
guna principal y numerosos islotes con un total
de 6.500.000 m2, y un volumen máximo de
19.364.000 m3. La profundidad máxima de la
laguna es de 20 m y la profundidad media de 10
m (Klóhn 1972). *
La vegetación que cubre el litoral es abundante
y está formada por macrófitas de los géneros Azo-
lla, Lemna y Potamogeton. Además de abundantes
colonias de cianobacterias del género Nostoc.
2) Conjuntamente se colectó en el río Lauca Su-
perior o río Desaguadero, ubicado entre la laguna
Cotacotani y el bofedal de Parinacota. Es el ori-
gen del río Lauca y recorre aproximadamente 5
km; la pesca se realizó en un remanso cuya comu-
nidad vegetacional estaba formada principalmente
de Spirogyra y Briófitas.
La captura de peces se efectuó con un equipo
de pesca eléctrica, Modelo Coffelt en la zona li-
toral de la laguna Cotacotani y río Lauca conjun-
tamente con la fauna bentónica en los lugares que
se señalan en la Fig. 1.
MUESTREO
ZONA DE
esas
r B Morales
Fig, 1. Lago Cotacotani y río Desaguadero, (e) Lugar de
colecta, Mapa Instituto Geográfico Militar.
78
Vol. 18, 1987
Especímenes examinados
Se estudiaron 266 ejemplares capturados en los
meses de enero y mayo de 1986. Los especímenes
se preservaron en formalina tamponada al 1000.
Además, se inyectó formalina en la cavidad abdo-
minal. Las principales variables merísticas y mor-
fométricas siguiendo a Lauzanne (1982) fueron
obtenidas en todos los especímenes, cuidando de
realizar las mediciones siempre en el lado izquier-
do del pez debido a la asimetría que presentan
(Arratia 1982); con el objeto de conocer cuales
estructuras estarían más directamente relacionadas
con el mecanismo alimentario en esta especie, se
comparó algunos aspectos morfológicos de 178
ejemplares de O. laucaensis de diferentes tallas
con un test de correlación con un t; 0.001 -
Se observó forma, tamaño y ubicación de la
boca y dientes en especímenes fijados. Se registró
número y tamaño de las branquioespinas del pri-
mer arco branquial y se determinó longitud de
cada una y la distancia entre ellas. Se usó pie de
metro de 0.1 mm de precisión y microscopio
estereoscópico con ocular micrometrado para
efectuar las mediciones. La simbología usada para
las diferentes mediciones se detallan en la Fig. 2.
¡Ak l
Fig. 2.Mediciones realizadas en ejemplares examinados.
a = longitud total; d = diámetro del ojo; e= altura máxima;
j=ancho abertura bucal; k = distancia interorbital;
l= ancho máximo; m = alto abertura bucal;
n= longitud cabeza.
Contenido estomacal y oferta ambiental
Se analizó el contenido estomacal, cuantificándose
y midiendo el tamaño de las presas bajo microsco-
pio estereoscópico con ocular micrometrado.
Para conocer la oferta ambiental, se filtraron
volúmenes conocidos de agua, de una columna
de 0.5 m, mediante mallas de trama de 74 um, se
concentró estas muestras y se realizó un estudio
Pinto, Vila
cuali y cuantitativo de los grupos presentes y aso-
ciados con la vegetación. Se tomaron muestras
de macrófitas de los lugares de pesca, a las que se
les registró biomasa y se cuantificó la fauna epi-
fítica.
RESULTADOS
El género Orestias se caracteriza por el alto dimor-
fismo sexual que presenta, especialmente en lo
relacionado al tamaño de los machos y las hembras
(Arratia 1982). Por esta razón las características
morfológicas de O. laucaensis se presentan en la
Tabla 1 separando a los individuos por sexo.
Las hembras de O. laucaensis tienen una lon-
gitud total, máxima y promedio, altura máxima
del cuerpo y ancho máximo del cuerpo signifi-
cativamente mayor que los machos de la misma
especie (Tabla 1).
La boca de esta especie es pequeña de posición
superior terminal con inclinación posteroventral
y con la mandíbula inferior formando un ángulo
recto con respecto al cuadrado y al simpléctico.
El premaxilar posee una doble fila de dientes in-
cisiviformes.
Relaciones tróficas y caracteres...
Los ojos son grandes y se ubican en la región
laterosuperior de la cabeza. Al comparar su tama-
ño con el de la cabeza, ellos representan un por-
centaje promedio de 270/o de la longitud de la
cabeza. Tabla 3.
Las branquioespinas tanto internas como ex-
ternas son poco numerosas fluctuando el número
entre 12 y 15 con promedio de 13. Ellas son
cortas; las del primer arco branquial tienen una
longitud promedio de 0.20 mm. Se distribuyen
en forma espaciada, la distancia promedio entre
ellas es de 0,31 mm (Tabla 2).
La Tabla 4 detalla las relaciones de la longitud
total de los especímenes con el diámetro del ojo,
la distancia interorbital, la abertura bucal, la lon-
gitud de las branquioespinas externas, la distancia
entre las branquioespinas externas y la longitud del
intestino. Estas relaciones son significativas al uti-
lizar el ts 0.001 para correlación.
Al analizar los contenidos estomacales se cons-
tató la presencia en la totalidad de ellos, de los seis
items siguientes: Crustacea Amphipoda Hyalella,
Crustacea Cladocera Alonella, Crustacea Copepoda
Boeckella, Crustacea Ostracoda Eucypris, Mollusca
Gastropoda Taphius y larvas de Diptera Chirono-
midae. No se encontró vegetales formando parte
de la dieta.
TABLA 1
MEDIDAS DE ORESTIAS LAUCAENSIS ARRATIA, 1982 DEL SISTEMA HIDROGRAFICO LAUCA
COLECTADOS EN ENERO Y MAYO DE 1986
(H = hembras; n = número individuos estudiados; M = machos; X = promedio).
Población Cotacotani Lauca
H M H M
n 41 110 36 79
> X 4.0 1.1 5.2 1.2
A Desv. Est. 8.2 3.0 4.8 0.7
máx 6.9 2,5 17.9 3.4
min 0.8 0.1 0.4 0.2
e dd AO EN are "A 4, LA E 5 E
Altura máxima (mm) x 12,5 7.9 e de
Desv. Est. 2.1 0.9 Ñ 3
máx 15.0 9.0 17.0 10.0
mín 8.0 7.0 12.0 S.0
en a 7 Zo «$: 14: e 2 17.3 9.0
Ancho máximo (mm) X 14.7 8.2 a de
Desv. Est 2.0 1.1 z .
máx. 17.0 12.0 20.0 13.0
mín 12.0 7.0 16.0 7.0
AAA Na > E , 61.9 42.9
Largo total (mm) X 54.4 38.4 a es
Desv. Est. 10,4 6.8 20. ¿
máx 76.0 56.0 99.0 68.0
Ír 39.0 16.0 31.0 25.0
Anales Museo de Historia Natural Vol. 18, 1987
TABLA 2 TABLA 3
CARACTERISTICAS MERISTICAS DE ORESTIAS CARACTERISTICAS MORFOLOGICAS
LAUCAENSIS ARRATIA, 1982 COLECTADAS EN EL RELACIONADAS CON UBICACION Y CAPTURA DEL
SISTEMA HIDROGRAFICO DEL RIO LAUCA EN 1986, ALIMENTO DE ORESTIAS LAUCAENSIS
(n: 266 individuos) ARRATIA 1982, DEL SISTEMA HIDROGRAFICO
LAUCA COLECTADOS EN 1986
NO escamas línea media 31-40
n 266
Rayos dorsales 14-15 of
Diámetro ojo (mm) X 2.60
Rayos pectorales 16 - 20
Desv, Est. 0.95
Rayos anales 14-15 e
Ancho boca (mm) X 2.57
Rayos caudales 35 - 39
Desv, Est, 0.53
Branquioespinas del primer arco ; E
Diámetro ojo/ XxX 26.7
número 12-15
long. cabeza (0/0) Desv, Est, 0.58
longitud (mm) 0.14 - 0.33 Ml
Ancho boca/ X 27.10
distancia (mm) 0.25 - 0,35
long. cabeza (9/0) Desv. Est, 0.63
TABLA 4
COEFICIENTES DE CORRELACION (r) DE PARES DE VARIABLES, DE ESTRUCTURA RELACIONADAS
CON LA ALIMENTACION EN ORESTIAS LAUCAENSIS (n 188)
a (L; = longitud total; DO= diámetro ojo; DI] = distancia interorbital; Lj = abertura bucal;
Lbe = longitud de branquiocspinas; dy. = distancia entre branquioespinas externas; L¡,y¡; = longitud del intestino)
Variables L¿,DO L¡,DI Li, Eh Li, Lbe Li .dbe Li Lint
Especie n
O. laucaensis
Pb. Cotacotani 110 0.92* 0.86* 0.93* 0.66* 0.83* 0.81*
Pb. Lauca 78 0.83* 0.64* 0.83* 0.65* 0.78* 0,49*
a
T
tso.o1(so) 4 todos los valores de
Las Figuras 3 y 4 señalan comparativamente los sólo en un bajo porcentaje en la dieta de los ma-
organismos consumidos y la composición de la chos en el río Lauca.
comunidad de microinvertebrados especialmente La Fig. 4 detalla la oferta ambiental y los items
asociados con la vegetación en el lugar de captura, consumidos por machos y hembras en ambos lu-
expresados porcentualmente como oferta ambien- gares de muestreo. La tendencia tanto en riqueza
tal. En la Fig. 3 se detalla la oferta ambiental de como en la abundancia de especies presentes en el
la laguna Cotacotani y río Lauca conjuntamente medio es similar. El consumo de los machos en
con los items consumidos por machos y hembras ambos períodos es también el mismo, con un leve
durante el mes de enero. Las hembras presentan incremento en el consumo de £ucypris, En el caso
predominancia de Hyalella en los contenidos es- de las hembras, a pesar de que los items son los
tomacales, lo cual es más evidente en el río Lauca mismos, éstos se incrementan proporcionalmente
(900/0). Los machos en cambio consumen un alto en detrimento de la cantidad de Hvalella que del
porcentaje de Alonella. A pesar de que Eucypris 50%/0 baja al 2000 en la laguna Cotacotani. En el
representa un alto porcentaje de la oferta ambien- río Lauca, sube el consumo de Alonella y además
tal, no es consumido por las hembras y contribuye se encontraron Chironomidae y Glossiphonidae.
80
a 1: . a
Pinto, Vila Relaciones tróficas y caracteres...
COTACOTANI
%
x f
100 Oferta
50
50
0)
== Alonella DEDO Glossiphoniidae
dd Boeckella E Hyalella
] Chironomidae Y Taphius
Eucypris
A
Pisidium
E
Fig. 3. Composición de la dieta de Orestias laucaensis del sistema hidrográfico Lauca (Enero 1986).
81
Anales Museo de Historia Natural Vol. 18, 1987
COTACOTANI
¡00 o Oferta e
=>
===
DH
POBONOOsOS
0 90000 00 e0
50 Edo: CE H
29050
O AROS:
%
100
50
daa
O
Ey Alonella Glossiphoniidae _— Eucypris
Boeckella Hyalella
Chironomidae ÍA Taphius == Pisidium
Fig. 4. Composición de la dieta de Orestias laucaensis del sistema hidrográfico Lauca (mayo 1986)
82
Pinto, Vila
Al realizar el análisis de los contenidos estoma-
cales, en ambas poblaciones, los machos presen-
taban diferencias en los items consumidos en rela-
ción a las hembras. Como por otro lado, el tamaño
de los machos es menor que el de las hembras
surgió la duda si la diferencia en el tipo y/o por-
centaje del recurso ingerido, se debía a tamaño y/o
sexo. Para ello se analizó los datos de alimento
consumido, separando las poblaciones por clases
de talla y por sexo (Tabla 5).
La captura de las presas no está siempre direc-
tamente relacionada con la abundancia de los or-
ganismos en la oferta, por ejemplo, los ejemplares
del género Boeckella (Crustacea, Copepoda) cons-
tituyen más que el 1090 del total de los micro-
invertebrados presentes en la laguna Cotacotani,
se encontraron sólo en machos de la segunda clase
de talla. Por otro lado únicamente las hembras de
las clases tres y cuatro consumen larvas de Chiro-
nomidae (Insecta); al mismo tiempo las hembras
de la clase cuatro, son las únicas que consumen
Taphius. (Mollusca).
Hyalella (Crustacea, Amphipoda) es consumida
por todos los peces, aumentando la representabili-
dad de este item con el tamaño del organismo,
siendo siempre más abundante en los estómagos de
las hembras que de los machos.
Relaciones tróficas y caracteres...
Por otro lado al correlacionar el porcentaje de
cada grupo de organismos ingeridos con el largo
total de los individuos, se encontró una correlación
positiva para Hyalella sp. y negativa para Alonella
en todas las tallas analizadas.
DISCUSION
Es interesante destacar que en esta especie, el nú-
mero de machos fue siempre mayor que el de las
hembras, a diferencia de lo encontrado en otras
especies del lago Titicaca. Tal es el caso de Orestias
minimus Tchernavin y Orestias tchernavini Lau-
zanne, en las cuales sólo se conocen ejemplares
hembras. Esto llevó a Parenti (1984a) a plantearse
si esto estaría relacionado con la reproducción.
En este estudio se encontró que Orestias laucaen-
sis posee dimorfismo sexual en longitud total y
altura y en hábitos alimentarios.
Los resultados encontrados permiten concluir
que Orestias laucaensis es un pez depredador car-
nívoro que captura activamente su presa. Las hem-
bras obtienen su alimento entre la fauna que vive
sobre las macrófitas tales como larvas de insectos
y caracoles o entre esta vegetación como es el caso
de Hyalella y Alonella. Los machos en cambio, se
TABLA 5
COMPARACION DE CONTENIDOS ESTOMACALES, SEPARADOS POR SEXO Y CLASES DE TALLA.
ORESTIAS LAUCAENSIS ARRATIA, 1982, POBLACION COTACOTANI. MAYO, 1986.
(H = Hyalella; A= Alonella; E= Eucypris; L¿y = Larva de choronomidae; B¿ = Boeckella; Y = Taphius)
H
25
Clase Talla (mm) Sexo N
1 35 H 0
M 12 1.7
2 35-49 H 14 16.7
M 21 7.8
3 50-64 H 28 21.9
M 17 17.2
+ 65 H 11 42.8
Items consumidos (9/0)
Oferta ambiental (9/0)
A E Len Bo T Otros
10 16 12 15 17 5
98.3
4.6
73.7 5
58.6 21.3 12,3
9.1 35,3 0837
82.8
19.5 24,5 13.0
Anales Museo de Historia Natural Vol. 18, 1987
alimentan preferentemente de los microcrustáceos podría influir en la distribución de Orestias en el
que nadan entre las macrófitas como cladóceros, ecosistema.
copépodos y ostrácodos. Esto ocurre en los ma- Los recursos alimenticios fueron abundantes du-
chos de menor talla, ya que a longitudes mayores rante ambos períodos de estudio ya que los copé-
el pequeño tamaño de estos microinvertebrados podos alcanzaron hasta 1.500 individuos 1-1 e
(0.3 mm) les permitiría escapar por entre las bran- Hyalella a 310 individuos 1-1. A pesar de la abun-
quioespinas del aparato branquial. dancia de organismos planctónicos, O. laucaensis
consume preferentemente la fauna asociada a la
vegetación de macrófitas. Las estructuras involu-
cradas en la ubicación, obtención de la presa son
interesantes de relacionar con la ubicación y movi-
lidad de los items alimenticios. En este caso el
tamaño grande y posición laterosuperior de los
ojos, la posición superior y movilidad de la boca
conjuntamente con la posesión de un sistema bu-
cofaríngeo con abundantes dientes incisiviformes
Como las capturas de Orestias se realizaron al
mediodía, es posible deducir que estos peces se
alimentaban durante la mañana porque en la to-
talidad de los ejemplares los estómagos contenían
abundante comida y los items estaban en su ma-
yoría sin digerir.
El análisis de los contenidos estomacales per-
mite concluir que la divergencia en la frecuencia
de los items consumidos se produce no solamente
entre peces de distinta longitud sino ésta es además y branquioespinas cortas y espaciadas.
diferente entre machos y hembras, hecho que
AGRADECIMIENTOS
A la Srta. Vilma Barrera por su trabajo como Técnico de Laboratorio. A los Srs. Hernán Thielemann y Manuel Contreras
y a la Sra. Sheila Comte por la colaboración en el trabajo de terreno. Agradecemos también a la Srta. Ana Valdés por me-
canografiar este manuscrito.
Este trabajo se llevó a efecto con el auspicio de Unesco Programa MAB-5 y la colaboración de la Corporación Nacional
Forestal y Proyecto DIB, NO 2450-8613,
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SHEILA COMTE S. e IRMA VILA P.
ABSTRACT
Basilichthys microlepidotus (Jenys) is found in rivers between La Serena and Santiago, (30% to 340 $), The rivers of the
north region of Chile are localized in a arid mediterranean climatic area with reduced rainfall, they present a low flow
and nival regime. Among them, Choapa river has abundant populations of B. microlepidorus. 2000 specimens from 9 to
170 mim of length were obtained during bimonthly samples to study reproductive adaptations to this fluctuating environ-
ment. Reproduction extends from august to march and the oocyte number varies from 2000 to 9000 for females from
49 to 170 mm of total length. During this period, the mature female ovaries have a high oocyte percentage in process
of vitelogenesis (100 to 1300 um) and a low percentage of oocytes ready to spawn (1700 to 2000 um) to a soft pression.
Females with ovaries that have large oocytes becing reabsorbed and oocytes in advanced vitelogenesis process can be
found during all the reproductive period. These females would have spawned recently and would be preparing a new
spawning. These results and the gradual increment of fry during most of the year would suggest a partial spawning.
Diversos factores del ambiente influyen sobre los
ciclos reproductivos de los peces. Entre ellos la
temperatura y el fotoperíodo, que tienen un rol
importante en el inicio de la maduración gonádica.
Por otra parte, factores físicos, químicos e hidro-
lógicos del ambiente en que viven los peces y estí-
mulos conductuales relacionados con el aparea-
miento influyen sobre el desove (Moyle y Cech
1982).
Hay dos modalidades principales de desove.
Una es el desove total: todos los huevos son pues-
tos en un período muy corto del año (Welcomme
1985). Las especies con este tipo de desove, tienen
en general huevos pequeños y alta fecundidad, es
el caso de Eutropius niloticus, que puede desovar
2950 huevos por gramo de peso del ovario (Willou-
ghby y Tweddle 1977). La otra modalidad es el
desove parcial: los huevos son puestos fracciona-
damente durante el período reproductivo anual
(Welcomme, op. cit.) Las especies con desove
parcial tienen huevos de mayor tamaño y menor
fecundidad que aquellas con desove total. Un caso
es el de Oreochromis sp. que puede desovar alre-
dedor de 135 huevos por gramo de peso del ovario
(Willoughby y Tweddle, op. cit.).
El desove parcial es frecuente en especies que
viven en ambientes con niveles de agua muy varia-
bles, como sucede en zonas cercanas a los trópicos,
donde hay una relativa constancia térmica y una
pluviosidad estacional fluctuante. En este caso, el
factor más directamente relacionado con el desove
es el régimen de flujo de los ambientes acuáticos
(Welcomme, op. cit, ).
Los valores de fecundidad también suelen
variar de un año a otro, entre individuos, y entre
poblaciones de una misma especie. Ellos reflejan
variaciones de la inversión de energía en la repro-
ducción, que en gran parte es resultado de la dispo-
nibilidad de alimentos en el ambiente (Wootton
1979). Por estas razones, es de gran importancia
conocer los índices gonadosomáticos y los índices
de condición, pues estos permiten conocer indirec-
tamente tanto el esfuerzo reproductivo como
el estado de bienestar del animal.
Los peces autóctonos de ríos y lagos de Chile
continental pertenecen a pocas familias, entre la
que destaca Atherinidae (Campos 1973; Arratia
1981; Campos 1984). Las especies de esta familia,
designadas comunmente como “pejerreyes”, se
distribuyen entre Arica y Puerto Montt, desde
3.000 metros de altitud hasta el nivel del mar
(Eigenmann 1927; Arratia, Op. cit.). Atherinidac
está representada en Chile por dos géneros: Odon-
testhes y Basilichthys. En Chile continental hay
3 especies de Basilichthys: B. australis, B. micro-
lepidotus y B. archaeus (Eigenmann 1927; Fowler
1951; Gajardo 1985; Campos 1986).
Departamento de Ciencias Ecológicas, Macultad de Ciencias, Universidad de Chile, Casilla 653, Santiago, Chile,
85
Anales Museo de Historia Natural
Antecedentes sobre reproducción de las espe-
cies de Basilichthys, se conocen sólo para B.
australis (Moreno et al. 1977; Vila y Soto 1981).
Poco se sabe sobre estos aspectos en B, microle-
pidotus, distribuido principalmente entre La
Serena y Santiago (300 a 340 S,), en ríos que
tienen régimen nivoso con escurrimiento torren-
cial (Fuenzalida 1965). El río Choapa es uno de
ellos, tiene un caudal mensual promedio bajo y
mantiene abundantes ejemplares de B. microlepi-
dotus durante el año, lo cual es especialmente
evidente en la zona vecina a Salamanca (310 a
45” S.; 710 a 15” W.). La presencia de numerosos
ejemplares de “pejerreyes” de diferentes tallas,
incluso alevines, en un río como éste, que presenta
condiciones hidrológicas muy variables, ofrece una
buena oportunidad para estudiar un aspecto tan
importante del ciclo de vida como es la reproduc-
ción.
MATERIALES Y METODOS
Se capturaron 1989 ejemplares de B. microlepido-
PA EFEC
TERRITORIO
CHILENO
ANTARTICO
Rio 07
Vol. 18, 1987
tus utilizando un equipo de pesca eléctrica, en
muestreos bimestrales entre agosto de 1982 y
abril de 1984 en el río Choapa (Fig. 1) a la altura
de Salamaca. El río Choapa, está en una zona con
clima mediterráneo árido caracterizado por sequías
prolongadas durante la primavera, verano y otoño
y con precipitaciones concentradas durante el
invierno (di Castri y Hajek 1976).
Las características hidrológicas del río Choapa
y las climáticas de la localidad de Salamanca que
aquí figuran fueron obtenidas en la Dirección
General de Aguas y en la Dirección Meteorológica
de Chile respectivamente. El lugar de muestreo, es
un brazo lateral del cauce central del río que se
caracteriza por tener flujo lento de agua y abun-
dante vegetación acuática de macrófitas, En con-
diciones de caudal alto, se observaron inundacio-
nes en los brazos laterales del río. A pesar de las
inundaciones que se producen, la altura de la co-
lumna de agua en la zona de muestreo nunca supe-
ró los 150 cm. Además, se colectó en zonas más
profundas, correspondientes a la conexión de
éste brazo lateral con el cauce principal del río.
En el sitio de recolección de los peces, se midió
COMBARBALA
e
a
LARES OM
Ad Ñ
SALAMANCA —N
ri
o
yumori
LA LIGUA
33* -
VALPARAISO
Fig. 1. Hoya hidrográfica del río Choapa (Carta del Instituto Geográfico Militar).
86
Comte, Vila
temperatura superficial del agua, pH, conductivi-
dad eléctrica y contenido de oxígeno del agua.
Se calcularon los índices de condición (K
Pe Lt3 102) e índices gonadosomáticos (IGS
Pg Pe: 102) (Weatherly 1972) de los peces sobre
la base de las siguientes determinaciones: longitud
total (Lt) usando un ictiómetro graduado en mm,
peso eviscerado (Pe) utilizando balanzas Pesola con
precisión entre 0.1 y 0.5 g. Los ovarios fueron pe-
sados y conservados en formaldehído al 100/o. El
sexo se determinó por inspección interna de los
animales, y se analizó la proporción de machos
y hembras mediante un test de x2. Para determi-
nar el estado de maduración de las gónadas y cono-
cer el período reproductivo se utilizó la escala
de maduración propuesta por Laevastu (1971),
con algunas modificaciones que se detallan en
los resultados, determinándose la frecuencia en
la población de ejemplares en cada uno de los
estados de maduración.
Para determinar la fecundidad absoluta (F) se
contó el total de oocitos de 62 hembras.
Para determinar las distribuciones de frecuen-
cias de diámetro de oocitos en ovarios de diferen-
tes estados de maduración, se obtuvo una suspen-
sión de oocitos previamente despojados de la mem-
brana ovárica y el tejido conectivo. Esta suspen-
sión se colocó sobre una placa de acrílico con cua-
tro cámaras iguales. Después de rotar la placa y
esperar que decanten durante algunos minutos,
se extrajo y midió la submuestra de oocitos.
RESULTADOS
La información disponible sobre caudales mensua-
les promedios registrados en la estación Salamanca
en un lapso de 10 años, demuestra (Fig. 2a) cauda-
les muy bajos (1.5 a 3.0 m3 s"1) entre enero y
marzo, un leve aumento entre junio y julio el cual
puede ser atribuído a las lluvias. Debe destacarse
el incremento de caudal entre agosto y noviembre,
alcanzándose caudales máximos promedios de
34.0 m3 sl, La precipitación es escasa durante el
año, el promedio mensual máximo de agua caída
de (210.5 mm) se observó en julio (Fig. 2b). La
cantidad de agua caída en los otros meses es menor
(0.3 a 75 mm). La temperatura ambiente es poco
variable en gran parte del año, las más bajas (9.930
C) se registran en julio, mientras las más altas
(21.430 C) ocurren en enero (Fig. 2c).
Los registros de temperatura, pH y conductivi-
dad del agua se detallan en la Tabla 1. Los valores
87
Modalidad reproductiva de ...
CAUDAL
m3/seg
PRECIPITACION
TEMPERATURA AMBIENTE
E FMAMXQJJ Aa so0mN D (Meses)
Fig. 2. Datos mensuales promedio en la Estación Salaman-
ca de:
a) caudal (1959 a 1982); b) precipitación (1982 a 1984);
c) temperatura ambiente (1982 a 1984).
Información obtenida en la Dirección General de Aguas y
en la Dirección Meteorológica de Chile.
de pH fueron casi iguales a lo largo de todo el pe-
ríodo, con valores fluctuantes entre 7.1 y 7.3.La
conductividad, no presentó variaciones significa-
tivas ya que los valores fluctuaron entre 315-
345 umhos cm"l. Los valores máximos de tempe-
ratura del agua (Tabla 1) se registraron entre no-
viembre y enero (20,50 y 21,50 C) y los mínimos
en junio (70C), la tendencia de los valores de tem-
peratura del agua es semejante a la observada
para la temperatura ambiente (Fig. 2c). El conte-
nido de oxígeno, fluctuó entre 9 y 11 mg Fl,
Durante el período de muestreo se capturaron
peces entre 9 y 170 mm de longitud total. Los de
Anales Museo de Historia Natural
Vol. 18, 1987
TABLA 1
VALORES DE pH, CONDUCTIVIDAD Y TEMPERATURA DEL AGUA,
CONTROLADOS ENTRE AGOSTO DE 1982 Y ABRIL DE 1984 EN EL RIO CHOAPA (SALAMANCA)
Octubre Diciembre Abril
Agosto Noviembre Enero Marzo Junio Septiembre ei
1982 1983
pH 7.1 TZ 13 Hips ez 7.2 7.2 7.3 AZ,
Conductividad 345 340 340 325 315 345 340 320 330
(umhos em1)
Temperatura 12.1 20.5 21.5 17.0 7.0 11.5 12.7 22.0 19.1
del agua (0C)
TABLA 2
NUMERO Y PORCENTAJE DE HEMBRAS, MACHOS Y JUVENILES DE B. MICROLEPIDOTUS (CIENYNS)
RECOLECTADOS EN EL RIO CHOAPA EN SALAMANCA, DURANTE EL PERIODO COMPRENDIDO ENTRE
AGOSTO DE 1982 Y ABRIL DE 1984.
Meses Hembras Machos
n 9/0 n 9/0
Agosto 221 58.6 156* 41,4
Noviembre 136 60.7 88* 39.3
Enero 55 64.7 30* 35.3
Marzo 90 45.5 108 54.5
Junio 70 37.8 115% 62.2
Septiembre 62 55.9 49 44.1
Octubre 36 54.5 30 45.5
Diciembre 33 56.9 25 43.1
Abril 34 47.2 38 52.8
Total 737 639*
* significativamente diferentes (p < 0,05) test de x2,
150 mm o más de longitud total sólo se encontra-
ron en las zonas más profundas del cauce principal.
El número total de peces capturados en cada
muestreo, la proporción de machos y hembras y
el número de juveniles se indican en la Tabla 2.
En agosto y noviembre de 1982 y enero de 1983,
es mayor la proporción de hembras que de machos
(p < 0.05). Sin embargo, en junio se observó
una mayor proporción de machos (p < 0.05).
Durante los meses siguientes, la proporción de ma-
chos y hembras fue 1:1 (p < 0.05). Si se con-
sidera el número total de peces adultos recolec-
tados, las hembras están en mayor proporción
(p < 0.05). Además, se observa un incremento
en el número de juveniles desde agosto de 1982
(8.30/0) hasta alcanzar un máximo en junio de
1983 (58.60/0) para descender desde junio a sep-
tiembre (17.80/0), llegando a un nuevo máximo
Total Juveniles Total
y ñ 9/0
377 33 8.1 410
224 21 8.6 245
85 37 30.3 122
198 172 46.5 370
185 262 58.6 447
111 24 17.8 135
66 18 21.4 84
58 13 18.3 71
TE 33 31.4 105
1376 613 1989
en abril de 1984 (31.40/0).
La maduración gonádica se inicia en individuos
cuya longitud total oscila entre 40 y 49 mm.
Los testículos en los ejemplares maduros ocu-
pan más de la mitad de la cavidad pleuroperitoneal
son de color blanquizco triangulariformes en un
corte transversal, una leve presión abdominal es
suficiente para liberar el semen. Los ovarios de
hembras maduras son voluminosos, su envoltura
transparente permite ver los ovocitos en su interior.
Se visualizan oocitos de diferentes tamaños, los
más voluminosos alcanzan de 1.7 x 103221 x
103 um de diámetro. Estos últimos también
pueden liberarse mediante una ligera presión ab-
dominal.
El aspecto y tamaño de las gónadas, junto
con la distribución de frecuencia por diámetros
de los oocitos permitió caracterizar mejor estados
Comte, Vila
de maduración sexual para B. microlepidotus,
utilizando como base la escala de Laevastu (1971).
Las modificaciones a que se sometió esta escala
corresponden esencialmente a una reducción del
número de estados de 8 a S. La nueva escala
además incluye un estado de remaduración y datos
sobre los rangos de diámetro de los oocitos que
caracterizan a cada estado (Tabla 3).
En los muestreos realizados entre agosto de
1982 y marzo de 1983, alrededor del 600/0 de
las hembras capturadas estaban en estados avanza-
dos en maduración (Fig. 3).
Un porcentaje semejante se vuelve a observar
entre septiembre y diciembre de 1983. En abril de
1984, al igual que en junio de 1983, no hay hem-
bras maduras, la mayoría se hallaba en estado 2.
Los porcentajes más altos de machos en avanzada
madurez, alrededor de un 800/o, se observaron
entre agosto de 1982 y enero de 1983, disminu-
yendo hacia junio de 1983, A diferencia de las
hembras, en junio de 1983 se observó un 600/0
de machos maduros. Entre septiembre y diciembre
de 1983 los porcentajes de machos maduros son
asimismo altos, alrededor de un 800/0.
Las fluctuaciones del índice gonadosomático,
en conjunto con los porcentajes de hembras y
machos maduros indican, que el período reproduc-
Modalidad reproductiva de...
00 (n-639)
80
60
40
60 E
40
20
0
ASONDEFMAMIJJASONDEFMA
1982 1983 1984
Meses
Fig. 3. Porcentajes mensuales de machos y hembras de
B. microlepidotus (Jenyns) en las capturas desde agosto
de 1982 a abril de 1984, en el río Choapa en Salamanca
(estados 2 a 5).
TABLA 3
ESCALA DE MADURACION SEXUAL PARA BASILICHTHYS MICROLEPIDOTUS (TENYNS).
Estado 1: Inmaduros
Ovarios y testículos pequeños, filiformes y translúcidos.
Estado 2: Reposo
Ovarios con ovocitos blanquizcos que alcanzan un diámetro máximo de 500 um y sus filamentos coriónidos
. . , La
aparecen adheridos a la superficie del oocito. Testiculos levemente más desarrollados.
Estado 3a: Maduración
Las gónadas han crecido y ocupan aproximadamente la mitad de la cavidad pleuroperitoneal. Los oocitos
alcanzan diámetros máximos de 1300 ¡um y por tanto se pueden distinguir a simple vista. Los de diámetros
superiores a 1000 ¡um son translúcidos y de color ámbar, con gotas de aceite presentes en el endoplasma. Tes-
tículos de color rosado pálido.
Estado 3b: Remaduración ) , , Í
Las gónadas presentan aspecto similar al del Estado 3a pero en los ovarios se encuentran algunos de los oocitos
más voluminosos (1700 - 2000 um) que han iniciado el proceso de reabsorción.
Estado 4: Predesove E y ] de
Gametos maduros pero no se liberan como resultado de la aplicación de presión abdominal. Filamentos corióni-
cos debilmente adheridos a la superficie del oocito. Se observan dos grupos de oocitos: a) con diámetros
menores de 1000 um y b) con diámetros entre 1200 - 1600 tm. Testículos voluminosos y de color blanco,
Estado 5: Desove
Gametos maduros que se liberan al aplicar ligera presión abdominal. Dos grupos de oocitos: a) con diámetros
menores de 1100 im y b) con diámetros entre 1700 - 2000 nm.
89
Anales Museo de Historia Natural
tivo para esta especie en la localidad de Salamanca
se extendería desde agosto a marzo. Durante este
período los índices gonadosomáticos de las hem-
bras fluctuaron entre 9.0 y 19.40/0. Los valores
más bajos se observaron en junio de 1983 (0.90/0)
y abril de 1984 (1.50/0), como se aprecia en la
Fig. 4. Los índices gonadosomáticos de los machos
fluctuaron entre 4.2 y 9.50/0, durante el mismo
período. Los valores más bajos se observaron en
abril de 1984 (0.80/0). En junio de 1983 los valo-
res de índices gonadosomáticos de los machos
fueron superiores a los de las hembras (Fig. 4).
El rango de índices de condición de las hembras
y machos osciló entre 0,655 y 0,804. Los máximos
se observaron en marzo de 1983 y abril de 1984.
No hay cambios notables en los índices de condi-
ción durante el período reproductivo (Tabla 4).
20
E
129)
E 10
5
10) A E E SL E ds
ASONDEFMAMJIJJASONDEF MA Meses
1982 1983 1984
Fig. 4. Indices gonadosomáticos promedio + error estandar,
para hembras (6) y machos (O) de B, microlepido tus
(Jenyns) en el río Choapa en Salamanca. Se indica al lado
de cada valor el número de datos considerados,
Vol. 18, 1987
La fecundidad absoluta se relacionó exponen-
cialmente con la longitud total (Fig. 5) y lineal-
mente con el peso F = 2108.9962 P¿ + 184.9786
(r = 0.860, p <0.05, n= 62).
El rango de fecundidad absoluta corresponde a
alrededor de 2,000 y 9.000 oocitos para hembras
entre 49 y 170 mm de longitud total respectiva-
mente. El recuento de oocitos en ovarios de
hembras listas para desovar indica que hay un bajo
porcentaje de oocitos considerados maduros y que
miden de 1.7 x 103 a 2 x 103um de diámetro
(4-150/0). Esta afirmación se apoya en observacio-
nes nuestras aún no publicadas que demuestran
que oocitos de tamaños similares pueden ser exito-
samente fecundados artificialmente. El número
de estos oocitos osciló entre 70 y 1.100 para
hembras entre 70 y 162 mm.
Del recuento y medición de oocitos de ovarios
en diferentes estados de maduración se obtuvo
la distribución de frecuencias que se muestra
en la Fig. 6. Estas caracterizan a cada uno de los
estados de maduración descritos en la Tabla 3.
Se destaca la presencia de un amplio rango (100-
800 um) de diámetro de oocitos en vitelogénesis
cuyos tamaños presentan una distribución polimo-
dal. Por su aspecto microscópico y coloración
se determinó que los oocitos de talla mayor, o
igual a 300 um, han iniciado la vitelogénesis. En
la Fig. 6 se puede apreciar también que los ovarios
del estado 3b incluyen un número de oocitos de
alrededor de 1.7 x 10322 x 103 um de diáme-
tro que han iniciado el proceso de reabsorción.
TABLA 4
VALORES DE INDICE DE CONDICION PROMEDIO
(+ DESVIACION ESTANDAR) DE MACHOS Y HEMBRAS DE BASILICHTHYS MICROLEPIDOTUS (JENYNS),
DURANTE EL PERIODO COMPRENDIDO ENTRE AGOSTO DE 1982 Y ABRIL DE 1984,
(RIO CHOAPA EN SALAMANCA)
Machos
Agosto 0.765 + 0,312 (80)
Noviembre 0.752 + 0.079 (59)
Enero 0.735 + 0.086 (31)
Marzo 0,804 E 0.078 (75)
Junio 0.752 + 0,125 (40)
Septiembre 0.678 E 0.064 (48)
Octubre 0.694 + 0.101 (29)
Diciembre 0.659 + 0.065 (19)
0.746 *
Abril
0.076 (26)
9 0)
Hembras
0.689 1 0.082 (83)
0.724 + 0.077 (50)
0.743 As 0.063 (55)
0.786 + 0.056 (70)
0.710 + 0.072 (30)
0.695 + 0.058 (60)
0.655 Es 0.074 (25)
0.691 + 0.051 (27)
0.756 +
Comte, Vila
Fox 10?
Foo 75. E09t
1 + 0820 (p005)
n= 62
120
Lt (mm)
160
Fig. 5, Relación entre fecundidad absoluta (F) y longitud
total (Lt) de B, microlepidotus (Jenyns) en el río Choapa
en Salamanca (se consideraron 62 hembras).
Estado 2
10
je]
Estado 3a
10
at
”n O
2
3 Estado 3b
o. 10
1
|]
S ]
Bo
u
Estado 4
Estado 5
10 [
o [ [ LN l Ph
200 600 1000 1400 1800
Diámetro oocitos (um)
Fig. 6. Distribuciones de frecuencia de diámetros de
oocitos en ovarios de diferentes estados de maduración
(estados 2 a 5). 0
La flecha indica oocitos en incipiente reabsorción.
Se considera que estos oocitos permanecieron
después del desove y se encuentran en proceso de
atresia.
91
Modalidad reproductiva de...
DISCUSION Y CONCLUSIONES
El período reproductivo de Basilichthys microle-
pidotus en el río Choapa en Salamanca se inicia en
agosto, coincidiendo con otros Aterínidos de la
zona central de Chile, sin embargo, se diferencia
de ellos, en cuanto a longitud del período repro-
ductivo. Este se extiende por aproximadamente
cuatro meses en el caso de B. australis y Odontes-
thes bonariensis (Moreno et al. 1977; Vila y
Soto 1981) mientras que en B. microlepidotus es
de ocho meses (agosto a marzo).
El examen de los ovarios de B. microlepidotus
revela una distribución polimodal de diámetros de
oocitos, indicando que su maduración es asincró-
nica. Esto, conjuntamente con la presencia de
hembras con ovarios en remaduración y el incre-
mento paulatino de juveniles durante el período
reproductivo apoyan la afirmación que B. micro-
lepidotus tendría desove fraccionado. Por otra
parte, es notable el alto porcentaje de machos
maduros durante todo el año, aún en períodos en
que no hay hembras maduras (abril a junio), lo
que muestra la capacidad de los machos para man-
tener una maduración gonadal continua. Esto,
aseguraría la fecundación de las hembras durante
períodos prolongados.
Las características climáticas observadas en la
región del río Choapa y en particular en Salamanca
muestran una estacionalidad térmica mucho
menos marcada (Fig. 2c) que en la zona central
de Chile (di Castri y Hajek, op. cit.). Por otra
parte, las características hidrológicas del río Choa-
pa, contemplan cambios bruscos de caudal durante
el año (Fig. 2a) producto de los deshielos cordille-
ranos durante el período de agosto a noviembre
aproximadamente. Dadas estas condiciones, la mo-
dalidad de desovar fraccionadamente los huevos,
contribuiría a mantener poblaciones viables per-
manentes en ambientes como el río Choapa.
La observación que el ciclo reproductivo se
inicie y se extienda durante un período de fluctua-
ciones hidrológicas como es este caso, es un hecho
común a especies reófilas tropicales donde, al
igual que lo observado en el río Choapa, las fluc-
tuaciones de temperatura ambiente son poco
marcadas durante el año y las fluctuaciones en
el nivel de agua son los cambios que más afectan
las poblaciones ícticas. Al parecer, bajo estas con-
diciones los factores que influirían en la madura-
ción gonádica podrían ser, así, gatillados por el
inicio del aumento de caudal (Welcomme, op.
cit.).
Anales Museo de Historia Natural
Sólo recientemente se ha ido complementando
la información sobre aspectos reproductivos en
Aterínidos, tanto del cono sur de América, como
de Australia y de Africa y es posible establecer
algunas coincidencias. Varios trabajos tienden
a concluir que diversas especies de Aterínidos
tienen una reproducción prolongada y en algunos
casos se ha constatado la existencia de desoves
fraccionados sugiriéndose que este tipo de desove
aumentaría la fecundidad, lo cual podría conside-
Vol. 18, 1987
expuestas a alta depredación (Prince y Potter
1983: Hubbs 1976; Middaugh et al. 1984). Otros
investigadores sugieren que esta característica
sería ventajosa para atenuar el efecto de marca-
dos cambios ambientales como sucede en el caso
de Craterocephalus marjorie y C. stercusmusca-
rum, Aterínidos australianos reófilos, que viven
en un medio sometido a cambios en el flujo de
agua como consecuencia de intensas lluvias en
verano (Milton y Arthington 1983).
rarse como una ventaja selectiva para especies
AGRADECIMIENTOS
Este trabajo se realizó gracias al financiamiento parcial de los proyectos: DIB No 2450-8613 Universidad de Chile y UNES-
CO, Programa MaB $.
Deseamos agradecer al Profesor Nibaldo Bahamonde y al Doctor Juan Fernández, por sus valiosos comentarios sobre el
manuscrito. Además, agradecemos a Hernán Thielemann y Vilma Barrera por su importante colaboración en el trabajo
de campo. A Marta Cariceo por la mecanografía y a Cecilia Fernández por los dibujos de esta publicación.
REFERENCIAS
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Chile (34): 3 - 108.
CAMPOS, H. 1973, Lista de peces de aguas continentales de Chile. Not. Mens. Mus, Nac, Hist. Nat., Santiago, Chile, Año
XVI — NO 198-199: 3 — 14,
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Nat. Bernardino Rivadavia. Tomo XIII, 6: 71-84,
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An. Mus. Hist. Nat, Valparaiso, 18: 95-100, 1987
REGENERACION DE LA ESPINA PECTORAL EN CORYDORAS PALEATUS
(SILURIFORMES CALLICHTHYIDAE).
SERGIO E. GOMEZ * y GUSTAVO A. BISBAL**
ABSTRACT
Regenerative phaenomena have been observed every time a fin-clipping method has been performed as a mean to identify
fish, Among Siluroid fish, the pectoral spine clipping could be an acceptable marking method but, as under certain condi-
tions the clipped spine regenerates its missing portion (C) almost reaching the same length and appearance of a non-clipped
one thus being very difficult to recognize the mark, this should not be the chosen method in long term experiences. In
order to evaluate the regenerative behavior of the pectoral spine according to the clip level and the exposure temperature,
three groups of Corydoras paleatus held at laboratory, 26 individuals each, were given one of three treatments: 1) Distal
clip; 2) Medial clip, both at 18,7 “C and; 3)Medial clip at 27,2 9C, One of both pectoral spines was kept untouched to
serve as control One specimen (alternatively left or right clipped) from each treatment was killed every four days regis-
tering the untreated spine total length (LE) and the clipped spine total length (LO). The regenerated portion (R) could be
estimated by the following expression: R = C - LE + LO. From this, a regeneration index Y = R *100/C (ranging between
O and 1009/0 or regeneration) was established in order to measure the regrowth process, The delay between clipping and
begining of regeneration (TR), and from this to complete regeneration (TF) was determined analyzing the variation of Y
with time as Y =a *1n t + b (where t = time from clipping to sacrifice). The results, expressed in days, were as follows:
Group 1: TR= 21,6 and TF = 104,4; Group 2: 18,0 and 133,4 and; Group 3: 10,8 and 116,2.
Expresiones variables de los fenómenos de regene-
ración han sido siempre observadas toda vez que la
amputación de alguna fracción de la aleta o toda
ella ha sido eliminada como método de identifi-
cación y reconocimiento en programas donde es
necesaria la marcación e individualización de cier-
tos peces (Stuart 1958; Le Cren y Kipling 1963;
Phinney y Mathews 1969; Rinne 1976).
Los aspectos moleculares de la regeneración
de las aletas y su dependencia de una adecuada
inervación fueron tratados por Goss (1954) y
Géraudie y Singer (1979) entre otros. Sin embar-
go, la tendencia de numerosos autores (Le Cren
y Kipling 1963; Coble 1967) no es detenerse a
detallar las componentes fisiológicas y morfológi-
cas de la regeneración o a cuantificar su manifes-
tación a lo largo del tiempo, sino que prefieren
analizar los efectos a corto y largo plazo (Parker
et al. 1963) que se desencadenan con la maniobra
de marcado por amputación y discuten sobre la
existencia de selección diferencial, positiva o nega-
tiva, sobre los ejemplares así marcados.
Las conclusiones alcanzadas en dichas investi-
gaciones permiten reconocer al estadio larval de
los peces como el más afectado por el tratamien-
to, pero sostienen que la sumatoria de consecuen-
cias adversas en individuos de mayor talla no supe-
ra a las originadas por otros métodos tradicionales
siendo, en algunos casos, aún menor (Coble 1967).
Stuart (1958) demuestra que cuanto más cerca
del cuerpo se practica un corte, o cuantas más
veces se lo repita sobre la misma aleta, mayor es
la posibilidad de lograr distorsiones o incluso
inhibición de los patrones de regeneración. Esta
observación resulta importante en experiencias
de largo alcance, ya que luego de cierto tiempo
y ante determinadas combinaciones de múltiples
factores ambientales y específicos, la espina ope-
rada puede regenerar su fracción faltante y recom-
poner su apariencia original hasta hacerse difícil
mente distinguible de la espina entera. Por otra
parte, al igual que muchas funciones del organis-
mo, la magnitud de los eventos regenerativos
difieren según tengan lugar en laboratorio o en
medios naturales (Rinne 1976). Teniendo en
cuenta estas apreciaciones y otros recaudos opera-
* Becario del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas. Instituto de Limnología “Dr. Raul A. Ringuelet”.
Casilla de correo 55 (1923) Berisso, Buenos Aires, Argentina,
** Becario de la Universidad de Buenos Aires, Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero, Casilla de correo
175 (7600) Mar del Plata, Buenos Aires, Argentina.
95
Anales Museo de Historia Natural
tivos (Coble 1967) y dada la presencia dominan-
te de Siluriformes en algunos sistemas acuáticos
neotropicales, parece justificado considerar la im-
plementación de la amputación del primer radio
de las aletas (por lo general fuertemente osificado)
como método práctico de marcado de peces en
dicha región.
Considerando esta posibilidad se ha planteado
el objetivo de obtener un estimador del proceso
regenerativo que permita describir el comporta-
miento de la espina amputada, su reacción a di-
ferentes niveles de corte y a distintas temperatu-
ras de exposición, y con el cual se logre anticipar
el tiempo que tardará en iniciar y terminar su rege-
neración completa optimizando, así, el diseño y
resultado del plan de marcación.
MATERIALES Y METODOS
El diseño experimental consiste en tomar un grupo
de animales y a todos ellos amputarles simultánea-
mente una porción distal de una de sus espinas
pectorales, manteniendo la espina opuesta intacta
a fin de utilizarla como testigo. De allí en más se
sacrifican los individuos a intervalos de tiempo
regulares, el exámen de los pares de espinas co-
rrespondientes permite un estudio a lo largo del
tiempo del proceso de regeneración. Esta meto-
dología se aplicó en tres grupos de 26 animales
empleando en cada caso distintos niveles de corte
o diferente temperatura de mantenimiento.
Se utilizaron 78 ejemplares de Corydoras pa-
leatus capturados el 26/04/85 en Laguna Chasco-
mús (Pcia. de Buenos Aires, Argentina), y que
fueron seleccionados dentro de un estrecho
rango de tallas (10,4 mm). La longitud standard
media inicial fue de 32,6 mm. Desde la captura
y hasta el final de la experiencia los animales fue-
ron mantenidos en acuarios de cien litros con agua
termostatizada a la temperatura deseada, aireada
y filtrada; diariamente se le suministró alimento
balanceado para peces marca “Tetra” y carne
vacuna picada,
Para cortar las espinas se utilizó una pequeña
guillotina, diseñada para tal fin, que cercena la
porción distal de manera que el tamaño del trozo
cortado (C) es independiente de la longitud de la
espina en cuestión. Este instrumento proporciona
cortes constantes del tamaño deseado con una
desviación standard pequeña que se puede consi-
derar despreciable (Tabla 1).
96
Vol. 18, 1987
TABLA 1
C= valor medio del extremo amputado; DS= desviación
standard de C expresada como porcentaje de C;
X = valor de C expresada como porcentaje de la longitud
media estimada de las espinas; T= temperatura
de mantenimiento del grupo.
GRUPO C(mm) DS(%/0) X(P/0) T (0C)
A PEA Y E PAIS AN A
1 2,9 3,60 31,9 18,7
2 4,6 2,09 51,0 18,7
3 4,5 3,06 50,1 27,2
A A AAA A
No obstante del estrecho rango de tallas emplea-
do la longitud de la espina muestra una variación
individual considerable. A partir de la ecuación
que vincula la longitud standard con la longitud de
la espina pectoral (Bisbal y Gómez 1986) y de la
longitud standard media de los animales aquí
utilizados se puede estimar la longitud de sus
espinas, y expresar el valor del extremo cortado
como porcentaje de esa longitud estimada. Los
distintos valores de corte utilizados, las tempe-
raturas de mantenimiento y otros parámetros ya
comentados se resúmen en la Tabla 1.
Luego de la amputación (día 0) se sacrificó cada
cuatro días un animal de cada grupo. En cada
caso se extrajeron y limpiaron ambas espinas
registrando la longitud total de la espina entera
(LE) y de la operada (LO), número de dientes y,
diversas anomalías. La experiencia se prolongo
104 días.
Suponiendo que ambas espinas de un par son
inicialmente iguales en longitud y que la espina
entera no crece durante el breve período de
experimentación, la longitud de la espina operada
en un momento dado equivale a:
LO =LE-C+R Es. 1
donde R es la longitud del trozo regenerado du-
rante el tiempo transcurrido desde la operación
(Fig. 1). Para comparar los distintos grupos resulta
conveniente expresar a R como un porcentaje
de la sección amputada, independizándose del
valor de éste, entonces
Y = R. 100/C
La variación de Y a lo largo del tiempo se estudia
mediante la relación
Y
Ec, 2
m.Int+b Ec. 3
donde t es el momento del sacrificio. Se utiliza la
Gómez, Bisbal
Regeneración de la espina pectoral...
Fig. 1. Esquema de un par de espinas pectorales detallando LE: longitud espina entera, LO: longitud espina operada, C:
fracción amputada. R: trozo regenerado; y cálculo del índice Y. La flecha indica el punto de corte.
presencia-ausencia de dientes regenerados para
discriminar cuáles individuos presentan regenera-
ción y en base a éstos estimar los parámetros
(m y b) de la relación mencionada.
RESULTADOS
El exámen de los pares de espinas de un grupo
muestra que la espina operada crece a una velo-
cidad mayor que la entera hasta alcanzar la longi-
tud de ésta (Fig. 2 y 3), además se regeneran los
dientes y dentículos de la espina al punto que, en
muchos casos, la operada es indistinguible de la
entera.
En la Fig. 4A puede verse la variación del índice
Y a lo largo del tiempo en uno de los grupos. En
todos los casos estudiados se observa que a partir
de la amputación hay un tiempo de retardo en
el cual no aparecen dientes regenerados y el in-
cremento de Y es escaso o nulo, luego se produ-
ce un crecimiento curvilineal hasta alcanzar el
1009/0 de regeneración. A partir de las regresiones
presentadas para cada grupo (Fig. 4 B-D) se cal-
cularon los “tiempos de retardo” (TR, Y = 00/0)
y los “tiempos requeridos para regeneración total”
(TF, Y = 1000/0). Distintos niveles de corte pro-
ducen TR similares (ver Tabla 11), pero la regene-
97
ración total se produce más rápido en el corte de
menor magnitud. El aumento de la temperatura
disminuye el TR y el TF.
El número de dientes es un carácter que presen-
ta una gran variación natural, las espinas enteras
tenían una longitud media de 9,49 mm, con un
promedio de 20,4 dientes (máximo 27, mínimo
15). Las espinas operadas que alcanzaron regene-
ración total o valores muy próximos (Y > 900/0)
tenían una longitud media de 9,42 mm, con un
promedio de 20,2 dientes (máximo 23, mínimo
12).
Del total de espinas regeneradas (63 ejemplares)
el 17,50/0 presentaban anomalías, la porción
regenerada crece ligeramente torcida hacia arriba
formando un ángulo obtuso con el resto de la
espina.
TABLA Il
T = temperatura de mantenimiento del grupo;
TR = tiempo de retardo; TF = tiempo requerido para
regeneración total,
GRUPO T(C) TR (días) TE-(dian
1 18,7 21,6 104,4
> 18,7 18,0 133,4
3 27.2 10,8 116,2
86
Fig. 2. Pares de espinas de Corydoras paleatus mostrando la secuen-
cia de regeneración de un corte medio a temperatura ambiente
(grupo 2). Los días acumulados a partir del momento del corte
son: a=4b=24;c= 44;d= 64;c= 84;f= 104, La flecha indica
el punto de corte. Escala = 5 mm.
Fig. 3 Secuencias de regeneración en Corydoras paleatus de: 1)
Corte distal (grupo 1); II) corte medio a temperatura ambiente
(grupo 2); III corte medio a alta temperatura (grupo 3). En los
tres casos los días acumulados a partir del momento del corte
son: a=4;b=52; c= 104, La fecha indica el punto de corte.
Escala = 5 mm.
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100 Intidias)
100 B
(Ye)
Y =49,96 .Int - 144,46
n=20
r =0,930
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20 40 60 BO 100 Intídias)
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Y(%) .
Y= 642,17 .lnt - 100,54
n=23
r=0,752
50
E E
0 E
o o A O e e
20 40 60 80 100 Intidias)
Fig. 4. Variación de Y a lo largo del tiempo (Gráficos B, C y D en escala semilogarítmica). A y B: Grupo 2; C: Grupo 1;
D: Grupo 3. Los puntos indicados con un círculo corresponden a los pares de espinas fotografiados en las Fig. 2 y 3. La
flecha indica el primer individuo que presenta en la espina dientes regenerados. N: número de individuos empleados
en el cálculo de la regresión. r: coeficiente de correlación.
Anales Museo de Historia Natural Vol. 18, 1987
CONCLUSIONES Y DISCUSION duos a los efectos de evaluar la variación específica
de este carácter.
Ambas espinas de un individuo inicialmente no Las anomalías observadas ya fueron señaladas
tienen la misma longitud, debido a ésto en los por Stuart (1958) en aletas pectorales regeneradas
casos en que la espina operada es de menor longi- de salmónidos, la torsión hacia arriba se debería
tud que la espina entera el índice Y toma inicial- a las fuerzas que actúan sobre la aleta cuando el
mente valores negativos tal cual se observa en las animal se apoya sobre el fondo. La amputación
Figuras 4B y 4C. Con el objeto de evaluar qué de espinas debe ser ensayada en Corydoras palea-
diferencias de longitud existen entre ambas espi- fus como marca de campo, ya que Rinne (1976)
nas de un par dado, se examinó una muestra adi- encontró en algunos casos que los patrones de
cional de 14 ejemplares de 24,6 a 37,5 mm de lon- regeneración en condiciones de laboratorio son
gitud standard (Lst = 30,8 mm). Para cada par de distintos que en el campo.
espinas examinado se calculó su diferencia en El índice Y utilizado es independiente del ta-
longitud y se expresó esa diferencia como por- maño del animal y de la longitud de las espinas,
centaje de la espina de mayor longitud del par. los resultados aquí presentados son válidos para
Se encontró una diferencia promedio de 1,560/0 el estrecho rango de tallas estudiado, quedando
(máxima 8,60/0, mínima 00/0). Las estructuras pendiente la cuestión de cómo influyen la edad,
pares de un organismo nunca son idénticas. En el el tamaño corporal y otros factores en el proceso
caso de pares de espinas esa diferencia natural de regeneración. Por otra parte sería de interés
podría deberse en parte a que ambas se encuentran un estudio histológico del proceso de regenera-
en distintos estadíos de regeneración. Sería de ción y determinaciones de edad en base a espinas
utilidad criar en cautividad una cohorte de indivi- regeneradas.
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ALIMENTACION DE BRYCONAMERICUS IHERINGI y
JENYNSIA LINEATA LINEATA (OSTEICHTHYES)
EN SIERRA DE LA VENTANA (ARGENTINA)
ALICIA H. ESCALANTE
ABSTRACT
Digestive contents of 40 specimens of B. ¡heringí and 40 of Jenynsia l. lineata were examined. They were collected from
four streams of Sierra de la Ventana environs. Diatoms, Chironomidae larvae and plant remains are the most frequently
occurring groups in the digestive tract of these two species. These midge larvae form also bulk of the gut content, Other
forage components are: Chlorophyta algae, Coleoptera and Trichoptera larvae and fragments of insects nearly always
unidentifiable. Amphipoda, Copepoda, Ostracoda and Cyanophyta algae constitute occasional items in Jenynsia l. lineata
diet. Both species ingest a great deal of allochthonous material. Differences in feeding habits of B. ¡heringi and Jenynsia
l. lineata between lotic and lentic environments are discussed.
La alimentación constituye uno de los aspectos
más importantes de la biología de los peces. Su
estudio, basado en el análisis del contenido del
tracto digestivo, resulta fundamental no sólo
para conocer las relaciones tróficas existentes
entre las distintas especies, sino que también
proporciona información acerca del impacto
que producen los peces sobre las comunidades
del cuerpo de agua (Hynes 1970).
En nuestro país, las investigaciones sobre ali-
mentación de peces incluyen especies de ambien-
tes lénticos y lóticos. Dentro de estos últimos, los
principales trabajos se refieren a especies de peces
del Río Paraná y Río de la Plata (ver Escalante
1982). Poco es lo que se conoce hasta el presente
acerca de la alimentación de peces provenientes
de otros ríos y arroyos de la Argentina.
El objetivo del presente trabajo es dar a cono-
cer la dieta alimentaria de Bryconamericus ¡heringl
(Characidae) y de Jenynsia lineata lineata (Jenyn-
siidae) en cuatro arroyos de la zona de Sierra de
la Ventana, provincia de Buenos Aires; y compa-
rarlas con las descriptas para ejemplares de ambas
especies provenientes de la laguna Chascomús
(Escalante 1983a, b).
MATERIAL Y METODOS
Los ambientes muestreados en la zona de Sierra de
la Ventana están comprendidos entre los 619 y
620 longitud oeste de G.; y 380 y 390 S, Se cap-
Carrera Investigador (CONIC
turaron los peces con las técnicas señaladas en
Menni et al. (1984).
La localidad, fecha y número de ejemplares
(con datos referenciales) de cada muestreo son
las siguientes:
- Bryconamericus ¡heringi: Arroyo Las Tunas,
8/11/79, 40 ejs. Longitud estándar promedio:
50 mm (rango: 34-66) y peso promedio: 3,847 g
(rango: 0,8867-6,8084).
Jenynsia l. lineata: Arroyo Pelicurá (a 3 km de
la localidad de Pelicurá), 12/4/83, 15 ejs. Longi-
tud estándar promedio: 38,8 mm (rango: 29-65)
y peso promedio: 1,722 g (rango: 0,572-5,925).
Jenynsia l. lineata: Arroyo Chasicó (3 km arriba
del Vivero), 12/4/83, 20 ejs. Longitud estándar
promedio: 49 mm (rango: 33-65) y peso prome-
dio: 3,521 g (rango: 1,040-6,002).
- Jenynsia l lineata: Arroyo Vivero Provincial,
12/4/83, 5 ejs. Longitud estándar promedio:
42,5 mm (rango: 36-49) y peso promedio: 2,025 g
(rango: 1,155-2,896).
La metodología empleada para la extracción
y conservación del tracto digestivo, su posterior
examen macroscópico y microscópico y evalua-
ción del alimento es la descripta en Escalante
(1982).
RESULTADOS
Bryconamericus ¡heringi.
La composición específica del alimento de B.
iheringí incluye los grupos indicados en la Ta-
bla 1.
ET). Fac. Cs. Nat. y Museo de La Plata. Paseo del Bosque s/n. La Plata 1900. Argentina.
Anales Museo de Historia Natural Vol. 18, 1987
TABLA 1
ABUNDANCIA, FRECUENCIA ABSOLUTA Y
RELATIVA DE LOS ITEMS ALIMENTARIOS DE
BRYCONAMERICUS IHERINGI EN EL
ARROYO LAS TUNAS
Item Alim. Abund. NO Apar. Frec.
relativa (Frec. relativa
absoluta)
CHRYSOPHYTA FRAG. AMPHIPODA E 1 (2,5)
Achnanthes sp. E 4 (1000) 2%
Amphora sp. E 3 (7,5) 1,5 C. ARACHNIDA
Biddulphia laevis E 1 (2,5) 0,5 Sub. Acari 56 11 (27,5)
Cocconeis sp. E 25 (62,5) 12,2
Cymatopleura sp. E 11(27,5) 3,4 LARVAS CHIRON.
Cymbella sp. E 23 (57,5) 11,3 Corynoneura sp. 1 1 (2,590) 0,60/o
Epithemia sp. E 5(125) 24 Cricotopus sp. 37 19 (47,5) 12,1
Eunotía sp. E 3 (7,5) 1,5 Paratrichocladius sp. 378 38 (95) 24,2
bi sp. E AS an Ss ” (inmaduras) 321 31 (17,3) 19,7
YyFOSIEMA SP. > , Thienemanniella sp. 11 6 (15) 3,8
ies granulata a a cel 10d Otros Orthocladiinae 6 5 (12,5) 3,2
a a , Micropsectra sp. 2 (5) 1,3
Nitzschia sigma E 4 (10) 2 Paratanytarsus sp. 2 1 (2,5) 0,6
Nitzschia sp. , E 8 (20) 3,9 Otros Tanytarsini 5 $ (12,5) 3,2
Opephora mariyl E 6 (15) 2,9 Cryptochironomus sp. 1 1 (2,5) 0,6
o od sp. z : e 74 Dicrotendipes sp. 144 38 (95) 24,2
urtrella sp. E , e Parachironomus sp. 2 2 (5) 1,3
Synedra sp. E-F 35 (87,5) 17,1 Tanypus sp. 1 1 (2,5) 0,6
ñ sE Otros Tanypodinae 1 1 (2,5) 0,6
TOTAL= 18 spp. 204 apariciones Otras larvas s/d 8 6 (15) 3,8
CHLOROPHYTA = ni
ulbochaete5o. a 1 (2,50/0) 2,700 TOTAL = 921 157 apariciones
Closterium sp. E 1 (2,5) 2,1
. z LARVAS
ed Pp. A peri a HYDROPHILIDAE si 21025)
Scenedesmus arcuatus E 2 (5) 5.4
S. nanus E 2 (5) 5,4 AS
5. quadricauda E 1 (2,5) 2,7 TRICHOPTERA 38 12 (30)
Spirogyra sp. F-A 4 (10) 10,8 NINFA ODONATA 1 1(2,5)
TOTAL = 8 spp. 37 apariciones ADULTO
PYRROPHYTA PSYCHODIDAE 1 1 (2,5)
idiní llei E 1 (2,59
Peridinium willei (2,59/0) FRAG, INSECTA E 18 (45)
A.ABS.
CUPBRODA: CT RESTOS PL. VASC. E 13625)
” 4 1 (2,50
Eucyclops serrulatus (2,50/0) GRANOS DE POLEN E 105)
q á ___ D_ A A A A O
En el Arroyo Las Tunas, el alimento más fre-
cuente de esta “mojarra” está constituido por
las larvas de dípteros Chironomidae, que apare-
cen en la dieta de los 40 ejemplares estudiados,
ocupando además la mayor parte de la masa alimen-
taria. Dentro de ellas, se identificaron 15 taxa,
de los cuales Paratrichocladius sp. y Dicrotendi-
pes sp. son los más frecuentes y abundantes.
Siguen en orden de frecuencia de aparición
las larvas de coleópteros Hydrophilidae presentes
en la mitad de los especímenes, los fragmentos
de insectos aunque “escasos”, restos de plantas
vasculares, larvas de tricópteros y ácaros. Muy
ocasionalmente se observaron unos pocos copé-
podos, anfípodos, nematodes y granos de polen.
En una oportunidad se encontraron una ninfa
de Odonata Zygoptera y un adulto de díptero
Psychodidae.
Las algas Chrysophyta y Chlorophyta represen-
tan un alimento menos frecuente. Se reconocieron
Alicia H. Escalante
18 especies de Chrysophyta, cuya presencia, de
acuerdo a la escala relativa de abundancia emplea-
da, es “escasa”, excepto Melosira granulata que se
encuentra en gran número en todos los digestivos
examinados. Synedra sp. también es bastante
frecuente.
Se identificaron 8 especies de Chlorophyta
también con “escasa” presencia, siendo Oedogo-
nium sp. la más frecuentemente hallada en el
tracto digestivo. Además, en una oportunidad se
registraron escasos ejemplares de Peridinium
willeí.
Saul (1975) menciona la presencia de larvas
de Chironomidae, himenópteros Formicidae y
fragmentos de insectos en el contenido alimentario
de siete especies de Bryconamericus del Amazo-
nas Superior (Ecuador).
Destéfanis y Freyre (1972), al tratar las relacio-
nes tróficas de los peces de la laguna Chascomús,
Alimentación de Bryconamericus...
ubican a B. ¡heringí entre los consumidores de
plancton, relacionada secundariamente con el
bentos. Ringuelet (1975) incluye a esta especie
del mismo ambiente lagunar, en el grupo de peces
de aguas vegetadas, con régimen alimentario mi-
cro y mesoanimalívoro.
En la laguna Chascomús, el alimento básico
o principal de B. ¡heringi está constituido por
algas y microcrustáceos (Escalante 1983a). Las
algas están representadas por las Chrysophyta y
Chlorophyta y los microcrustáceos por los Cla-
docera y Copepoda, siendo más frecuentes los
primeros. Los Cladocera constituyen además el
alimento más abundante, ocupando casi el 800/0
del volumen total del alimento.
Jenynsia lineata lineata.
La composición específica del alimento de Jenyn-
sia 1. lineata comprende los items señalados en
las Tablas II, II y IV.
TABLA Il
ABUNDANCIA, FRECUENCIA ABSOLUTA
Y RELATIVA DE LOS ITEMS ALIMENTARIOS DE
JENYNSIA LINEATA LINEATA EN EL
ARROYO PELICURA
Item Alim. Abund. N% Apar. Frec,
relativa (Frec. — relativa
absoluta)
CHRYSOPHYTA
Amphora sp. E 1 (6,790) 0,99/0
Anomoeoneís serians E 4 (26,7) 3,4
Biddulphia laevis F 15 (100) 12,9
Campylodiscus sp. E 3 (20) 2,6
Cocconels sp. E 12 (80) 10,3
Cymatopleura sp. E 1 (6,7) 0,9
Cymbella sp. E 6 (40) 5,2
Entomonels sp. E 3 (20) 2,6
Gomphonema sp. E 10 (66,7) 8,6
Gyrosigma sp. E 3 (20) 2,6
Melosira granulata F 11 (133) 9,5
Navicula sp. E 14 (93,3) 12,1
Nitzschia sigma E 2 (13,3) 1,7
Nitzschia sp. E 2 (13,3) 1
Rhopalodia sp. E 3 (20) 2,6
Surirella sp. E 11 (73,3) 9,5
Synedra sp. E-F 15 (100) 12,9
TOTAL = 17 spp. 116 apariciones
CHLOROPHYTA
Closterium sp. E 3 (200/0) 600/0
Oedogonium sp. E 2 (13,3) 40
TOTAL = 2 spp. 5 apariciones
CLADOCERA
Leydigia australis 5 2 (13,30/0)
COPEPODA
Acanthocyclops sp. 1 1 (6,7)
Paracyclops fimbriatus 20 4 (26,7)
Harpacticoida s/d 119 5 (33,3)
OSTRACODA 51 4 (26,7)
AMPHIPODA 4 1 (6,7)
LARVAS CHIRON.
Paratrichocladius sp. 4 4 (26,70/0) 12,90/0
Thienemanniella sp. 96 12 (80) 38,7
Paratanytarsus sp. 856 13(86,7) 41,9
Tanypodinae 1 1 (6,7) 3,2
Otras larvas s/d 1 1 (6,7) 3,2
TOTAL = 958 31 apariciones
LARVAS
HYDROPHILIDAE 3 1 (6,70/0)
LARVAS ELMIDAE 28 8 (53,3)
NINFAS ODONATA 9 3 (20)
NINFAS
EPHEMEROPTERA 3 1 (6,7)
FRAG. INSECTA E 2 (13,3)
RESTOS PL. VASC. A 14 (93,3)
E APIS A A o o
Anales Museo de Historia Natural
Vol. 18, 1987
TABLA Ill
ABUNDANCIA, FRECUENCIA ABSOLUTA Y
RELATIVA DE LOS ITEMS ALIMENTARIOS DE
JENYNSIA LINEATA LINEATA EN EL
ARROYO CHASICO
Item Alim. Abund. NO Apar. Frec.
relativa (Frec. relativa
absoluta)
CHRYSOPHYTA
Achnanthes sp. F 6 (3000) 2,7% o
Amphora sp. E-F 10 (50) 4,5
Anomoeoneis serians F 11 (55) 4,9
Biddulphia laevis F 18 (90) 8
Campylodiscus sp. F 15 (75) 6,7
Cocconeis sp. F 14 (70) 6,2
Cymatopleura sp. F-A 10 (50) 4,5
Cymbella sp. E 1 (5) 0,4
Diploneis sp. E-A 2 (10) 0,9
Entomoneis sp. MA 16 (80) 7,1
Epithemia sp. E 1 (5) 0,4
Eunotia sp. E 7 (35) 3,11
Gomphonema sp. E-F 15 (75) 6,7
Gyrosigma sp. E 10 (50) 4,5
Melosira granulata E 6 (30) 2,7
Navicula sp. A 18 (90) 8
Nitzschia sigma E-F 11 (55) 4,9
Opephora martyi E 1 (5) 0,4
Pinnularia sp. E 9 (45) 4
Rhopalodia sp. E 11 (55) 4,9
Surirella sp. MA 16 (80) 7,1
A 16 (80) 7,1
Synedra sp.
TOTAL = 22 spp.
CHLOROPHYTA
Chaetophorales
Cladophora sp.
Closterium sp.
Oedogonium sp.
Scenedesmus queadricauda
Scenedesmus sp.
TOTAL = 6 spp.
224 apariciones
8 (409/0) 21,6%/o
2 (10)
15 (75)
8 (40)
2 (10)
2 (10)
5,4
40,5
21,6
5,4
5,4
37 apariciones
104
A A A A A A
CY ANOPHYTA
Oscillatoria sp. MA 16 (800/0)
ABUND.
ABS.
y/o RELAT.
OSTRACODA 41 6 (300/0)
AMPHIPODA 43 9 (45)
FRAG. AMPHIPODA F 1 (5)
LARVAS CHIRON.
Cricotopus sp. 3 2 (100/0) 100/o
Paratrichocladius sp. 220 10 (50) 50
” (inmaduras) 35 4 (20) 20
Thienemanniella sp. 11 2 (10) 10
Paratanytarsus sp. 3 1 (5) 5
Otras larvas s/d 1 1 (5) 5
TOTAL = 273 20 apariciones
LARVAS ELMIDAE 125 9 (459/0)
FRAG. INSECTA E 3 (15)
RESTOS PL. VASC. MA 17 (85)
SEMILLAS 26 2 (10)
DETRITO MA 1 (5)
Alicia H. Escalante
Alimentación de Bryconamericus ...
TABLA IV
ABUNDANCIA, FRECUENCIA ABSOLUTA Y
RELATIVA DE LOS ITEMS ALIMENTARIOS DE
JENYNSIA LINEATA LINEATA EN EL
ARROYO VIVERO PROVINCIAL
Items Alim. Abund. NO Apar. Frec.
relativa (Frec. — relativa
absoluta)
CHRYSOPHITA
Achnanthes sp. E 3 (600/0) 6,40/0
Amphora sp. E-F 2 (40) 4,2
Cocconeis sp. A 5 (100) 10,6
Cy matopleura sp. E 4 (80) 8,5
Cymbella sp. A 5(100) 10,6
Epithemia sp. E 1(0) 2,1
Eunotia sp. E 2 (40) 4,2
Gomphonema sp. F 5(100) 10,6
Gyrosigma sp. E 2 (40) 4,2
Melosira granulata F 5 (100) 10,6
Navicula sp. F 5 (100) 10,6
Opephora martyi E 3 (60) 6,4
Synedra sp. A 5(100) 10,6
TOTAL =13 spp. 47 apariciones
CHLOROPHYTA
Chaetophora sp. A 1 (200/0) 7,700
Cosmarium sp. E 1 (20) 1,1
Oedogonium sp. A 3 (60) 23,1
Scenedesmus bijuga F 1 (20) 1,7
5. falcatus E-F 2 (40) 15,4
Scenedesmus sp. E-F 2 (40) 15,4
Spirogyra sp. F-A 2 (40) 15,4
Tetraedron sp. E 1 (20) 11
TOTAL = 8 spp. 13 apariciones
COPEPODA
Eucyclops serrulatus 43 5 (1000/0) 71,49/0
Macrocyclops albidus 2 1(Q0) 14,3
Paracyclops fimbriatus 3 1 (20) 14,3
TOTAL = 3 spp. 48 7 apariciones
LARVAS CHIRON
Cricotopus sp. 1 1 (209/0) 7,1%
Paratrichocladius sp. 9 4 (80) 28,6
Thienemanniella sp. 3 1 (20) 7,1
Micropsectra sp. 8 2 (40) 14,3
Dicrotendipes sp. 71 4 (80) 28,6
Tanypodinae 2 1 (20) 7,1
Otras larvas s/d 1 1 (20) 7,1
TOTAL = 101 14 apariciones
LARVAS TRICHOPTERA 21 3 (600/0)
FRAG. INSECTA E 1 (20)
RESTOS PL. VASC, E 3 (60)
En el Arroyo Pelicurá el alimento más frecuente
está constituido por las larvas de Chironomidae y
restos de plantas vasculares. Ambos items son
además los más abundantes, ocupando la mayor
parte del volumen alimentario. Entre los Chiro-
nomidae, Paratanytarsus sp. y Thienemanniella
sp. son las larvas ingeridas en mayor número y
con mayor frecuencia.
Otro alimento menos frecuente, aunque obser-
vado en el contenido del tracto digestivo de más
del 500/0 de los ejemplares, está formado por
larvas de coleópteros Elmidae. En un poco menos
de la mitad de los digestivos examinados se halla-
ron algas Chrysophyta, identificándose 17 espe-
cies, casi todas de presencia “escasa”. Biddulphia
laevis, Synedra sp. y Navicula sp. son las diato-
meas más frecuentes.
Ostrácodos, en su mayoría pertenecientes a la
familia Cytheridae, subfamilia Cytherideinae y
unos pocos a la familia Cypridae (£ucypris sp.
105
y Cypridopsis sp.), copépodos y ninfas de odona-
tos son aún menos frecuentes. Ocasionalmente se
identificaron 2 especies de algas Chlorophyta de
““escasa” presencia, 1 especie de Cladocera, anfí-
podos, larvas de coleópteros Hydrophilidae, ninfas
de efemerópteros y fragmentos de insectos. El
espectro trófico de la ““madrecita de agua” en este
arroyo comprende 13 items alimentarios.
En el Arroyo Chasicó, los restos de plantas
vasculares y las algas Cyanophyta constituyen
el alimento más frecuente y más abundante.
Las Cyanophyta están representadas por una
sola especie, Oscillatoria sp. que forma una ver-
dadera masa densa de alimento verde-azulado.
Las larvas de Chironomidae están presentes en
alrededor de la mitad de los ejemplares al igual
que las algas Chrysophyta y los anfípodos. Paratri-
chocladius sp. es la larva de Chironomidae más
abundante y frecuente en el alimento, encontrán-
dose mayor número de ejemplares correspondien-
Anales Museo de Historia Natural
tes a los últimos estadíos larvales que a los prime-
ros.
Se identificaron 22 especies de algas Chryso-
phyta, siendo Biddulphia laevis, Navicula sp.,
Entomoneis sp., Surirella sp. y Synedra sp. las
algas más frecuentes. Entomoneis sp. y Surirella
sp, son, además, las diatomeas cuya presencia es
considerada “muy abundante”.
Las larvas de coleópteros Elmidae aparecen en
el 450/0 de los digestivos analizados. Si bien su
abundancia (número de larvas ingeridas por pez)
es menor que la de las larvas de Chironomidae,
representan, por su tamaño considerablemente
mayor, una parte importante de la masa alimenta-
ria.
Los ostrácodos correspondientes todos a la
familia Cytheridae (Subfamilia Cytherideinae)
y las algas Chlorophyta constituyen items secun-
darios presentes en el 300/0 del total de los
especímenes.
Se reconocieron 6 especies de Chlorophyta,
de las cuales Closterium sp. es la más frecuente,
aunque de presencia “escasa”. Menos frecuentes
aunque “abundantes” y ““muy abundantes” son:
una Chlorophyta Chaetophoral y Cladophora
sp., respectivamente. Otro componente menos
frecuente está constituido por los fragmentos de
insectos de presencia “escasa”. Ocasionalmente
se observaron semilla y detrito muy abundante.
B. iheringi
AS LAS TUNAS
N Jenynsia l lineata
o [A? PELICURA
50% 1007, 50% 100%
Vol. 18, 1987
En una oportunidad se identificó un ejemplar
adulto de Hemiptera Corixidae.
El espectro trófico de Jenynsia l. lineata en este
arroyo incluye 11 ¡items alimentarios.
En el arroyo Vivero Provincial, el alimento
más frecuente está dado por las larvas de Chiro-
nomidae, halladas en el digestivo de los 5 ejempla-
res estudiados, principalmente Dicrotendipes sp. y
las algas Chrysophyta con 13 especies. De ellas,
Cocconeis sp., Cymbelia sp., Gomphonema sp.,
Melosira granulata, Navicula sp. y Synedra sp.
son las más frecuentes. Cocconeis sp., Cymbella
sp. y Synedra sp. son además las más abundantes.
Bastante frecuentes son las larvas de tricópteros
y los restos de plantas vasculares de presencia
“escasa”. Se reconocieron 3 especies de copépo-
dos, de las cuales Eucyclops serrulatus es la especie
más abundante, apareciendo en los 5 ejemplares
examinados. Se observaron menos frecuentemente
en el alimento algas Chlorophyta, identificándose
8 especies de las cuales Chaetophora sp., Oedo-
gonium sp. y Spirogyra sp. son las más abundan-
tes. Sólo en una oportunidad se hallaron escasos
fragmentos de insectos. En este arroyo el espectro
trófico de Jenynsia l lineata está restringido
a 7 items alimentarios.
Seis ejemplares provenientes del Arroyo Chasi-
có y 6 del Arroyo Pelicurá estaban parasitados
por trematodes.
Jenynsia |. lineata
50%, 100% 507% 1007.
Fig. 1. Frecuencia absoluta de aparición de los items alimentarios en la dieta de Bryconamericus iheringi y de Jenynsia
lineata lineata. A = Chrysophyta; B= Chlorophyta; C= Cyanophyta; D= Pyrrophyta; E= Cladocera; F= Copepoda;
G = Ostracoda; H = Amphipoda; | = Acari; J= Larvas Chironomidae; K = Larvas Hydrophilidae; L = Larvas Elmidae;
M = Larvas Trichoptera; N= Ninfas Odonota; O = Ninfas Ephemeroptera; P = Frag. Insecta; Q = Restos plantas vasculares;
R = Semillas; S= Detrito; T = granos de polen.
106
Alicia H, Escalante
CONCLUSIONES
- El alimento más frecuente en la dieta de ejem-
plares de Bryconamericus iheringi procedentes del
Arroyo Las Tunas está constituido por larvas de
dípteros Chironomidae y de coleópteros Hydro-
philidae.
- Las larvas de Chironomidae constituyen además
el alimento más abundante, representando la ma-
yor parte del volumen alimentario.
- Por el contrario, en la laguna Chascomús, el
alimento de esta “mojarra” está formado princi-
palmente por algas Chrysophyta y Chlorophyta
y microcrustáceos Cladocera y Copepoda (Escalan-
te 1983a).
- Los fragmentos de insectos, restos de plantas
vasculares y larvas de Trichoptera son items secun-
darios en la dieta de los especímenes del cuerpo
lótico mencionado.
- En el caso de Jenynsia 1. lineata del AO Peli-
curá, AO Chasicó y AO Vivero Provincial, el ali-
mento básico está representado por las larvas
de Chironomidae y restos de plantas vasculares.
- En cambio, en especímenes colectados en la
Alimentación de Bryconamericus....
laguna Chascomús, el alimento principal está
constituido por algas Chrysophyta y Chlorophy-
ta junto con el anfípodo Hyalella curvispina
(Escalante 1983b).
Los microcrustáceos Cladocera y Copepoda
son muy poco frecuentes y abundantes en la dieta
de ejemplares de los arroyos mientras que, en los
lagunares, son bastante frecuentes.
- En estos ambientes lóticos, la “madrecita de
agua” completa su dieta con fragmentos de insec-
tos, algas Chrysophyta y Chlorophyta, ostrácodos,
anfípodos, larvas de coleópteros Hydrophilidae
y Elmidae, larvas de tricópteros, ninfas de Odo-
nata y de Ephemeroptera, etc.
- Como se señalara para Cheirodon interruptus
interruptus (Escalante 1987), se comprueba en
B. ¡heringi y Jenynsia l. lineata lo dicho por
Lowe-McConnell (1975) en cuanto a la euritro-
fía de las especies de ambientes lóticos. En gene-
ral, el espectro trófico de estas especies de arroyos
es más amplio que el observado en los especí-
menes lagunares.
- En la dieta de los ejemplares de cuerpos lóti-
cos cobra importancia el material orgánico alóc-
tono.
AGRADECIMIENTOS
A la Lic. Raquel Sampóns por la determinación de los ostrácodos y muy especialmente a la Dra. Analía C. Paggi por la
determinación de más de 2000 larvas de dípteros Chironomidae. Al Laboratorio de Ictiología de la Fac. de Cs. Naturales
y Museo de La Plata por facilitarme el material examinado en este trabajo.
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108
An. Mus, Hist, Nat. Valparaíso, 18: 109 - 114, 1987
ANALISIS ACUSTICO DEL CANTO NUPCIAL DE HYLA PULCHELLA PULCHELLA
DUMERIL 4 BIBRON, 1841 (ANURA: HYLIDAE)!
NESTOR G. BASSO* y GUSTAVO BASSO **
ABSTRACT
Acoustical analysis of the advertisement call of Hyla pulchella pulchella Dumeril £ Bibron, 1841 (Anura: Hylidae). The
advertisement call is regarded, in the anurans, an important mechanism of reproductive isolation. That's why it is accepted
as a fundamental character in biospecies delimitation. In this paper a functional analysis is made refered to populations
of Hyla pulchella pulchella from the northeast of Buenos Aires Province (Argentine) in order to determine the efficacy
of the advertisement call in high sonorous contaminated environment and as well to identify the different mechanisms
which would act as a precygotic reproductive isolation system. The call is divided into two groups, each one with different
acoustic characteristics and complementary functions,
El canto nupcial es considerado, en los anfibios
anuros, un importante método de aislamiento
reproductivo, por lo cual se lo ha aceptado como
un carácter fundamental en la delimitación de
bioespecies (Blair 1958; 1964; Schitz 1973).
En el presente trabajo se hace un análisis fun-
cional del mismo tomando en consideración a
Hyla pulchella pulchella del noreste de la Provin-
cia de Buenos Aires (Argentina), procurándose
determinar la eficacia de la llamada nupcial en
ambientes de alta contaminación sonora e identi-
ficar los diferentes mecanismos que permiten su
función como un sistema de aislamiento repro-
ductivo precigótico.
Barrio (1962) estudió por primera vez el canto
de esta especie, en donde presenta un somero
análisis morfológico del mismo.
Esta contribución, junto con otra ya publicada
(Basso et al., 1985), es parte de una investigación
mayor, cuyo objetivo es un análisis completo de
los medios de aislamiento reproductivo de la co-
munidad de anfibios presente en la selva marginal
subclimáxica de la Localidad de Punta Lara
(Provincia de Buenos Aires).
METODOS
Los registros acústicos fueron realizados utilizando
un grabador UHER 4000 Report-L y micrófono
direccional Akai ACM-100 electret, a una veloci-
dad de cinta de 19 cm/s y a 180C de temperatura
del aire.
El análisis espectral se efectuó empleando el
programa FFT (Fast Fourier Transform) de 1QS
en un computador Apple II Plus.
RESULTADOS
El canto nupcial de H.p. pulchella está formado
por cuatro notas agrupadas de a dos. Cada grupo
de dos notas tiene sus propias características acús-
ticas y están separadas, para el oído humano,
por un intervalo de algo menos de un tono (Fig. 1)
Contribución científica NO 315 del Instituto de Limnología “Dr. Raúl A. Ringuelet” (ILPLA). Trabajo parcialmente
financiado por subsidio correspondiente al PID 3-074200/85 del CONICET (Argentina).
* Becario CONICET. Instituto de Limnología “Dr. Raúl A. Ringuelet”. Casilla de Correo 55. (1923) Berisso, Buenos
Aires. Argentina.
** Cátedra de Acústica, Fac. de Bellas Artes (UNLP). Diag. 78 NO 680 (1900) La Plata. Argentina.
Anales Museo de Historia Natural
/ = 192
uo E |
GRUPO I
Vol, 18, 1987
it a |
GRUPO HU
Fig. 1: Canto de Hyla pulchella pulchella en notación musical. El Do es en realidad una coma más alto.
(La notación musical, si bien no pretende
representar lo verdaderamente oído por la rana,
es el mejor método de describir auditivamente
lo percibido por el ser humano sin recurrir a un
sistema electroacústico).
En los gráficos temporales —plano dinámico—
(Figs. 2 y 3) se aprecia la modulación activa de
la amplitud, producida por variación de la pre-
sión pulmonar que, al no tener rastros de modula-
ción pasiva (aritenoides), permite clasificar el can-
to de H. p. pulchella dentro de la modulación
tipo Illa según el esquema realizado para el género
Bufo por Martin (1972).
mn "Mí Ñ ib A
o RA re
A A A
.
b
ms
Fig. 2: Gráfico temporal (dinámico) de las notas del grupo 1.
(a) nota 1 y (b) comienzo de la nota 2.
110
Cada grupo de cuatro notas se da, para una
temperatura de 180C, a un ritmo de 45 unidades
por minuto, siendo raro escuchar el canto de un
individuo aislado debido a las características
corales de la especie.
Fig. 3. Gráfico temporal (dinámico) de las notas del grupo
II. (a) comienzo de la nota 3 y (b) comienzo de la nota 4.
Notas del Grupo 1
Si se analizan por separado cada una de las notas
del canto, se observan interesantes diferencias
entre el grupo formado por las notas 1 y 2yel
N, Basso, G. Basso
formado por las 3 y 4. Las notas 1 y 2 presentan
una suave modulación de amplitud, con flancos
de crecimiento y decrecimiento progresivos
(pequeño dI/dt) (Fig. 2).
Cada nota consta de dos pulsos claramente
definidos, el primero de 3 a 4 ms de duración y
el segundo de más de 6 ms. Se puede considerar
este patrón temporal como un código caracterís-
tico de la especie.
Analizando la evolución espectral de las notas
del grupo I (Figs. 4a y 53) se observa una formante
cuyo pico de intensidad se halla en los 2200 Hz.
Esta formante se presenta como la fundamental de
una serie armónica que incluye las componentes
centradas en 4400 Hz y 6600 Hz. (esta frecuencia
de 2200 Hz y sus armónicos es identificada por el
oído humano como un Do alto).
Análisis acústico del canto ....
La periodicidad general del canto se ubica,
según el momento considerado, en 100 a 200 Hz.
La máxima intensidad (+28 dB en el gráfico)
se encuentra en la formante centrada en 7100 Hz,
producida problablemente por una fuerte resonan-
cia postlaringea.
Se destaca en la evolución temporal del espec-
tro (Fig. 5a.), la gran estabilidad en frecuencia
de sus formantes, así como el pequeño ancho de
banda de cada una de ellas. Esto es especialmente
notorio para las frecuencias de 2200 y 7100 Hz.
Tanto las características temporales como
espectrales de las notas del grupo I las hacen
especialmente adecuadas para transmitir infor-
mación propia de la especie, pues el pequeño
ancho de banda de las mismas evita el solapa-
miento con los espectros de cantos de otras es-
A AS
al Ly ll MA
3
kHz
1
7
=—
024 puntos,
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kHz
111
36 ¿8
Mb 0 e
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Gráficos espectrales. (a) nota 2 — grupo 1 y (b) nota 4 —grupo Il. Ventana temporal de T= 44.04 ms fm= 23 kHz
Anales Museo de Historia Natural
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Vol. 18, 1987
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Fig. 5: Evolución temporal del espectro. (a) nota 2 — grupo 1 y (b) nota 3 — grupo Il.
pecies. Si se suponen los máximos de sensibilidad
auditiva de la hembra sintonizados en las frecuen-
cias de las formantes vistas, se tiene un muy buen
sistema de identificación específica.
Sin embargo, un canto de este tipo presenta
ciertos inconvenientes:
a— la intensidad no puede exceder cierto lí-
mite pues se producirían distorsiones del meca-
nismo fonoproductor, incrementándose los anchos
de banda de cada una de las formantes.
b—-Los espectros de ancho de banda angosto
resultan fácilmente enmascarados por la contami-
nación sonora del ecosistema.
c— Este tipo de canto, de intensidad media y
ancho de banda angosto, no presenta una gran
efectividad relacionada con la localización espacial
de la fuente,
Notas del Grupo 1
Las notas 3 y 4 presentan un flanco de crecimien-
to abrupto (elevado dl/dt) (Fig. 3) y carecen de
un claro patrón de modulación tras la cresta ini-
cial. La intensidad de las notas del grupo Il es ma-
yor que la del grupo 1.
Si se analiza la evolución espectral (Figs. 4b
y 5b), se observa que la formante principal se ha
N. Basso, G. Basso
desplazado a los 2.400 Hz (casi un tono sobre
la anterior). No es esta formante, en apariencia,
fundamental de una serie armónica.
Las notas de éste grupo no son estrictamente
periódicas, debido a la inarmonicidad de sus for-
mantes y a su gran ancho de banda.
Se conserva la formante centrada en 7100 Hz,
lo cual indica que el resonador antes citado ha
permanecido sin cambios entre ambos grupos.
La evolución temporal del espectro (Fig. 5b)
presenta poca estabilidad y un gran ancho de ban-
da que llega a ocupar, por momentos, la totalidad
del espectro, que va de 100 Hz a 9 KHz.
Se ha perdido la clara codificación específica
presente en las notas del grupo I, obteniéndose
a cambio las siguientes ventajas sobre el mismo:
a— Mayor intensidad, que disminuye el riesgo
de enmascaramiento y aumenta el radio efectivo
y la posibilidad de localización de la fuente.
b— Mayor ancho de banda, que reduce el
riesgo de enmascaramiento y aumenta también
la efectividad del mecanismo de localización espa-
cial, como veremos más adelante.
—La distribución espectral que se observa en
los gráficos no debe ser confundida con lo que
realmente recibe el cerebro del animal, pues de-
bido a la distorsión alineal que se produce en el
sistema auditivo, se generan gran cantidad de com-
ponentes adicionales en la zona de altas frecuen-
cias.
Análisis acústico del canto ...
Localización Espacial
Debido a que el éxito del canto nupcial se basa
en gran medida en la efectividad con que la hem-
bra logra ubicar al macho que lo produce, los
distintos mecanismos involucrados en la locali-
zación espacial cobran especial relevancia. Los más
importantes de éstos mecanismos son:
1. Relación bineural de intensidades.
El ancho promedio de la cabeza de H. p. pulchella
es de 14 mm. Esta medida indica que se produce
una nítida sombra acústica recién a partir de los
20 kHz. Las ondas presentes en el canto nupcial,
cuyas componentes están por debajo de los 9 kHz,
difractan alrededor de la cabeza, razón por la cual
no se producen grandes diferencias de intensidad
entre los timpanos. Chung et al (1978) y Pettigrew
et al (1978) han estudiado la influencia de la inten-
sidad en la ubicación espacial; sin embargo, ésta no
parece ser suficiente para explicar la habilidad de
localización sonora de los anfibios.
2. Diferencia interaural de tiempo.
Tomando 14 mm como distancia entre tímpanos,
se puede obtener la siguiente relación entre la dife-
rencia interaural de tiempo y la dirección horizon-
tal de la fuente (Fig. 6).
At = 20 (0.017 a + sen a) us
a [+]
Fig. 6: Diferencia interaural de tiempo en función de la dirección del ángulo de incidencia de las ondas.
113
Anales Museo de Historia Natural
Se observa que para una desviación de 100 el fren-
te de onda llega 7us antes a un tímpano que al
otro. Esta diferencia está por encima del umbral
diferencial de tiempos, contribuyendo en gran
medida a la determinación de la dirección de la
fuente.
Si se acepta como hipótesis el efecto Hass o de
precedencia en los anfibios, cobra especial impor-
tancia el primer flanco de cada nota, siendo
más facilmente localizable aquel que posea una
pendiente abrupta, como ocurre en las notas del
grupo Il.
DISCUSION Y CONCLUSIONES
El canto nupcial debe poseer: clara información
específica; datos acerca del individuo; capacidad
para destacarse por sobre la contaminación sonora
e información sobre la ubicación espacial de la
fuente.
Una única nota no puede cumplir todos estos
requisitos simultáneamente pues, por ejemplo,
una señal de ancho de banda angosto es óptima
Vol, 18, 1987
como medio de identificación específica pero
tiene escaso poder para atravesar la contami-
nación sonora. Por otra parte se sabe, en teoría
de la información, que la capacidad de un sistema
es proporcional al producto At Af; sin embargo
una señal de gran Af no puede ser sintonizada
tal como lo requieren los mecanismos de aisla-
miento interespecífico, tan importantes en el
canto de los anuros.
En el caso de H. p. pulchella, este problema ha
sido resuelto dividiéndolo en dos partes: las pri-
meras dos notas del canto contienen gran infor-
mación específica, tanto en el plano dinámico
como espectral, aunque carecen de las otras
características señaladas anteriormente.
Como contrapartida, las notas 3 y 4, si bien
poseen escasa información especifica, son
altamente eficaces para superar el ruido ambiente
e indicar dónde se encuentra el emisor.
Al dividir el problema en dos partes, el canto
de H.p. pulchella logra optimizar los resultados,
obteniendo un mecanismo de aislamiento repro-
ductivo de gran efectividad.
AGRADECIMIENTOS:
Los autores agradecen al Ingeniero Antonio A. Quijano, director del Centro de Técnicas Analógico-Digitales
(UNLP/
CONICET) y al Ingeniero Roberto Constantini, por la colaboración prestada para el procesamiento de las señales acústi-
Cas.
REFERENCIAS
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ESTUDIOS MORFOLOGICOS Y CROMOSOMICOS EN EL GENERO TROPIDURUS
(IGUANIDAE) DEL NORTE DE CHILE
IRMA NORTHLAND*, JUANA CAPETILLO*,
PATRICIA ITURRA** y ALBERTO VELOSO***
ABSTRACT
Lizards of genus Tropidurus were captured along the coast from Iquique to Cobija and from the desert: La Tirana, La
Huayca, Pica and Mamiña localities. External morphology and chromosomes were studied, Furthermore, nucleolus organi-
zer region (NOR) was stained with silver nitrate in coastal specimens of Antofagasta.
External morphology and color pattern show that both, coastal and inner desert population are different.
In all specimens was found a karyotype 2n = 38 chromosomes with 14 macrochromosomes and 24 microchromosomes:
the animals of Mamiña show different morphology in the chromosomes l and 6.
NOR is telomeric in two pairs of macrochromosomes and is centromeric in one pair of microchromosomes.
We propose that 7. peruvianus occurs as a polytipic species of wide distribution and T.p. mamiñensis occurs as subs-
pecies due to the chromosomic differences. Studicd populations are different to 7. torquatus of Brasil in diploid number,
and number and NOR localization.
La familia Iguanidae presenta una gran diversidad Ortiz y Serey (1979) al aplicar análisis factorial
cromosómica que es interpretada como resultado de correspondencia a las formas reconocidas
de mutaciones Robertsonianas (fusiones y fisiones por Donoso-Barros (1966), considerando caracte-
céntricas). El cariotipo ancestral de esta Familia rísticas morfológicas, métricas y ecológicas, di-
(Qn = 36 cromosomas) con 12 macrocromosomas ferenciaron dos grupos, uno formado por especies
(M) y 24 microcromosomas (m) fue postulado por costeras y otro por especies del desierto interior.
Gorman (1973). En el género Tropidurus (Iguani- Posteriormente Ortiz (1980 a) al estudiar las
dae), de acuerdo a la distribución geográfica de poblaciones nominadas por Donoso-Barros (1966),
sus especies, se distinguen tres grupos: grupo como atacamensis, araucanus y marianus llegó a la
occidental de la costa del Pacífico (desde Ataca- conclusión que éstas no presentan diferencias
ma a Ecuador), grupo Oriental (Norte Argenti- significativas y que forman una entidad aparte:
no, Venezuela y Brasil) y grupo restringido a las T. atacamensis.
Islas Galápagos con poblaciones posiblemente Basados en estudios de carácter merísticos,
derivadas del Grupo del Pacífico (Donoso-Barros escutelación, morfología y habitat, Ortiz (1980b)
1966). considera a 7. peruvianus mamiñensis de Donoso-
Se conoce el cariotipo de tres especies de las Barros como sinónimo de 7. fheresioides, y, eleva
Islas Galápagos: T. albermarlensis, T. delanoides a nivel especifico heterolepis y quadrivittatus, la
y T. duncanensis las cuales presentan 2n = 36 forma tigris, la limita al Perú y describe una nueva
cromosomas (12 M y 24 m) (Paull et al. 1976). especie: T. yanezí, para las formas del valle de
Becak et al (1972) reportaron para T. torquatus Lluta, Arica.
de Brasil un 2n = 36 (12 M y 24 m). Estudios cromosómicos preliminares en pobla-
En Chile, las especies del género Tropidurus ciones de lagartos de Arica y Antofagasta del
se encuentran distribuidas en el norte grande género Tropidurus que corresponderían a T.hete-
y son las siguientes: 7. theresioides, T. tarapa- rolepis y T. atacamensis respectivamente, revelan
censis y T. peruvianus, esta última con siete un número diploide de 2n = 38 cromosomas
subespecies : araucanus, atacamensis, marianus, (14 M y 24 m) (Navarro et al. 1981).
quadrivittatus, tigris, heterolepis y mamiñensis Ningún estudio citotaxonómico se ha realizado
(Donoso-Barros 1966). en forma sistemática hasta el momento en lagartos
* Universidad de Antofagasta. Facultad de Ciencias de la Salud. Departamento de Ciencias Biológicas. Casilla 1240.
Antofagasta. Chile.
»* Universidad de Chile. Departamento de Biología Celular y Genética. Casilla 6556. Santiago. Chile.
*** Universidad de Chile. Facultad de Ciencias. Departamento de Ciencias Ecológicas. Santiago. Chile.
115
Anales Museo de Historia Natural
de las especies del género Tropidurus distribuidas
en Chile.
El propósito de este trabajo es aportar algunos
antecedentes citogenéticos obtenidos al analizar
diferentes poblaciones de lagartos que correspon-
den a localidades tipos y a otras no consideradas
a la fecha.
MATERIAL Y METODO
Se colectaron 164 ejemplares machos y hembras
provenientes de las siguientes localidades: Iquique,
Farellones de Chomache, Desembocadura del río
Loa, Cobija, Mamiña, Pica, La Tirana y la Huayca
(Fig. 1). Un resumen de los ejemplares utilizados,
su origen y sexo se muestran en la Tabla 1.
Las placas metafásicas se obtuvieron mediante
técnicas de suspensión celular (testículo y médula)
(Moorhead et. al. 1960), modificada y/o aplastado
de estómago, intestino y bazo (Bogart 1973). La
técnica de suspensión celular consiste en: a)
homogeneizado de testículo o bazo en una solu-
ción isotónica, b) centrifugación 8 minutos a
800 r.p.m.; c) hipotonía en KCI 0,075 M; d)
centrifugado; e) fijación en metanol acético
3:1 frío (tres lavados); f) goteo y secado al aire.
La técnica de aplastado consiste en a) lavado de
intestino o estómago en agua destilada fría; b)
fijación en ácido acético 500/0; c) raspado de
Vol. 18, 1987
A / BOLIVIA
Mi Orts s
FARCLLONOS
DC CHOMACHE
Fig. 1. Mapa que muestra las localidades de captura de
ejemplares de Tropidurus.
epitelio en un portaobjeto; d) aplastado con
un cubreobjeto; e) levantamiento del cubreobje-
to con CO7. Los ejemplares se inyectaron previa-
mente con colchicina 10/0 durante 17 horas.
Se tiñó con Giemsa pH = 7.2,
Las placas metafásicas se fotografiaron al mi-
TABLA 1
LOCALIDADES DE CAPTURA, NUMERO DE MUESTRAS! Y NUMERO DE INDIVIDUOS
ANALIZADOS CROMOSOMICAMENTE
NO de Individuos
NO de Individuos
Localidad Morfología externa Cariotipos
Hembras Machos Hembras Machos
Iquique 18 20 3 4
Farellones de Chomache 10 13 4 2
Desembocadura río Loa 6 5 3 3
Cobija 20 15 4 5
La Tirana 4 5 2 2
La Huayca 9 11 3 4
Pica 6 5 4 3
Mamiña 8 9 4 4
1 Los ejemplares se encuentran depositados en la colección del Laboratorio de Citogenética de la Universidad de Antofagasta
116
Northland, Capetillo, Iturra, Veloso
croscopio, se realizaron ampliaciones fotográficas,
los cromosomas se contaron y se midieron con un
pie de metro (precisión 0.1mm). Para establecer la
morfología cromosómica se determinó la posición
del centrómero midiendo los brazos cromosómicos
y estableciendo el índice centromérico
aa
Para referirnos a la morfología cromosómica
utilizamos la nomenclatura propuesta por Levan
y col. (1964).
En preparaciones obtenidas de ejemplares
provenientes de Antofagasta (costa) se realizó
el bandeo Ag As NOR que consiste fundamental-
mente en la utilización de sales de plata que pone
en evidencia aquellos cromosomas portadores de
la región organizadora del nucleolo (NOR) (Rufas
et al. 1982).
100 q
p+q
RESULTADOS
De acuerdo a la literatura, los ejemplares prove-
nientes de las localidades de Iquique y Farellones
de Chomache corresponderían a 7. quadrivitta-
tus y los ejemplares provenientes de la desemboca-
dura del río Loa (ribera sur) y Cobija correspon-
derían a T. atacamensis. El carácter diagnóstico
descrito para 7. quadrivittatus y que lo diferencia
de 7. atacamensis, es la presencia de cuatro franjas
negras longitudinales en el dorso; sin embargo, las
observaciones de la morfología externa y el patrón
de coloración de los ejemplares provenientes de
las cuatro localidades señaladas no permiten re-
conocer estas dos especies, ya que presentan una
intergradación en este carácter. El análisis de los
cariotipos de ejemplares machos y hembras de cua-
tro poblaciones provenientes de la costa (Iquique,
Farellones de Chomache, Desembocadura del
río Loa y Cobija) revelan un 2n = 38 cromosomas
(14 M y 24 m), con los pares 1, 2, 3 y 7 del tipo
metacéntrico (m), el par 4 submetacéntrico (sm) y
los pares 5 y 6 subtelocéntricos (st). Se observa
una disminución gradual del tamaño de los micro-
cromosomas (Fig. 2 y Tabla Il, a).
Al analizar los caracteres de la morfología
externa y el patrón de coloración de los indivi-
duos provenientes de las cuatro localidades del
desierto interior (La Tirana, la Huayca, Pica y
Mamiña) no fue posible diferenciar a T. theresio-
117
Estudios morfológicos y ....
des de T. tarapacensis, que de acuerdo a Ortiz
(1980b), serían simpátridas en las tres primeras
localidades señaladas anteriormente. Todos los
ejemplares estudiados presentan un color café
canela con un enrejado fino más oscuro que co-
rrespondería a la diagnosis dada por Donoso-Ba-
rros (1966) para T. theresiodes.
Los estudios cariotípicos revelan que los ejem-
plares provenientes de las localidades de Pica,
La Huayca y La Tirana presentan un 2n = 38
(14 M y 24 m) y con la misma morfología cromo-
sómica encontrada para los individuos de la costa;
en cambio los ejemplares provenientes de Mamiña
presentan un 2n = 38 cromosomas (14 M y 24 m),
pero con los pares 2, 3 y 7m, los pares 1 y 4 sm,
el par $ st y el par 6 t, no se observan diferencias
cromosómicas entre macho y hembra. Los micro-
cromosomas presentan una variación gradual del
tamaño en todas las poblaciones (Fig. 2 y Tabla
II, b).
El análisis de los cariotipos con bandeo Ag As
NOR de ejemplares de Antofagasta muestran en
la región telomérica de los pares cromosómicos
1 y 3 y en la región pericentromérica de un micro-
cromosoma, una región NOR positiva (Fig. 3a y
b).En la figura 3c y d se observan también nú-
cleos interfásicos con dos, tres y cuatro nucleó-
los.
DISCUSION
La intergradación observada en los caracteres
de la morfología externa y la estabilidad cromo-
sómica encontrada en todos los ejemplares pro-
venientes de la Costa: Iquique, Farellones de
Chomache, Desembocadura del río Loa y Cobija,
no nos permiten reconocer la existencia de T.
quadrivittatus y T. atacamensis, especies que de
acuerdo a lo planteado por Ortiz (1980 b) debe-
rían estar distribuidas en las localidades de Iquique
y Farellones de Chomache y en las localidades
de desembocadura del río Loa y Cobija respecti-
vamente.
Estos resultados nos permiten sugerir la exis-
tencia de una sola especie politípica de amplia
distribución geográfica a lo largo de la costa
desde Arica a Huasco. Esta hipótesis estaría re-
forzada por los estudios de carácter reproductivo
que realizaron Olivares (comunicación personal
1982 y 1983) y Goldberg y Rodríguez (1986)
donde comunican que las hembras de 7. quadri-
Anales Museo de Historia Natural Vol. 18, 1987
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Fig. 2: Cariotipos de Tropidurus de:
a) Farellones de Chomache
b) Cobija
c) Mamiña
118
61!
TABLA Il
MEDIDAS DEL COMPLEMENTO CROMOSOMICO HAPLOIDE DE EJEMPLARES DEL GENERO TROPIDURUS
PROVENIENTES DE LAS LOCALIDADES a) COSTERA b) DESIERTO (Ver Fig. 1)
MACROCROMOSOMAS
A AAA A AA A A AA o II IA TN
a) COSTA
1 2 3 4 5 6 7
Iquique ¡+ ES 39.7 + 1.624 44,5 £ 0.513 42.9 + 1,339 35.8 + 0.740 20.3 + 1.276 20.6 + 1.701 44.5 + 0.886
Tipo m m m sm st st m
Farellones de
Chomache itES 37.6 1 0.372 42.7 E 0.756 45.3 + 0.960 32.5 * 0.955 21.3 £ 1.137 19.4 + 0.795 45.3 + 0.975
Tipo m m m sm st st m
Desembocadura
Río Loa ¡ES 37.6 + 0.785 42,4 + 0.690 46.4 + 1.136 32.1 + 0.996 19.5 + 1.193 19.3 + 1.190 433 + 1.444
Tipo m m m sm st st m
Cobija ¡3 ES 40.2 + 1.182 43.7 E 0.912 44.9 + 1.383 34.8 + 1.338 21.6 + 1.139 21.0 + 0.819 44,3 + 0.716
Tipo m m m sm st st m
b) DESIERTO
La Tirana ¡+ ES 38.0 + 0.356 45.2 + 1.085 43.3 + 0.721 34.6 + 1.437 23.4 + 1.667 19.8 + 1.239 45.5 + 0.864
Tipo m m m sm st st m
La Huayca ¡tES 37.6 E 0.674 43.1 + 0.530 46.9 1 0.664 34.1 + 1.104 19.8 + 1,433 15.9 + 0.410 45.9 + 1.349
Tipo m m m sm st st m
Pica iiES 38.1 + 0.800 43.2 E 0.765 46.1 + 0.261 33.3 + 0.807 19.5 + 1.157 14,1 + 0.952 44.6 it 1.198
Tipo m m m sm st st m
Mamiña ¡ES 35.6 1 1,137 44.4 + 0.663 45.6 + 0.854 36.9 + 1.424 20.1 + 1.433 8.74 + 0.687 43.6 + 1.314
Tipo sm m m sm st t m
osoJa3A 'e11m3] *o[pi9odeo *putyion
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Anales Museo de Historia Natural
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Vol. 18, 1987
Fig. 3: Identificación de la zona NOR por Ag-As en cromosomas de lagartos Tropidurus de Antofagasta.
a) Metafase mitótica con zona NOR en un par de macrocromosomas y microcromosomas (flechas).
b) Metafase mitótica con zona NOR en 3 macrocromosomas (flechas).
c) Núcleos interfásicos con 1, 2, 3 y 4 nucleólos (flechas).
vittatus y T. atacamensis presentan su actividad
gamética entre los meses de agosto a noviembre
y que la espermatogénesis en ambas especies
es máxima en los meses de junio, julio y agosto y
mínima en diciembre y enero. Esto nos estaría
indicando que no existe un aislamiento repro-
ductivo a este nivel, pudiendo tratarse de diferen-
tes poblaciones de una misma especie.
Las diferencias cromósomicas de las poblacio-
nes del interior permitirían el reconocimiento
de T. p. mamiñensis; las especies restantes no
fueron posible de reconocer desde el punto de
vista cromosómico, aunque 7. theresioides y T.
tarapacensis son simpátridas en la localidad de
Pica.
En resumen, las poblaciones analizadas, mues-
tran una reducida variabilidad cromosómica, lo
que posiblemente es indicativo de que la dife-
renciación de este grupo es un proceso relati-
vamente reciente, producto del aislamiento geográ-
fico determinado por las condiciones de extrema
aridez imperantes en la actualidad.
0
Los estudios cromosómicos nos permiten,
además, extender las observaciones a los tres
grupos señalados por Donoso-Barros (1966)
y que componen el género. Las diferencias del
número y morfología de los cromosomas indica-
rían la participación de mecanismos Robertsonia-
nos del tipo de las fisiones céntricas para el paso
de un 2n = 36, presente en las poblaciones de las
Islas Galápagos y Brasil, que representarían la con-
dición ancestral de la familia, a un 2n = 38 encon-
trado en las poblaciones de Tropidurus de la
Costa y del Desierto de Chile.
La hipótesis planteada por Navarro et al (1981)
respecto a la derivación de un 2n = 36 de las Islas
Galápagos a partir de una 2n = 38 mediante fusión
céntrica de cromosomas resulta discutible. Suge-
rimos que los Tropidurus de las Islas Galápagos
habrían conservado el 2n = 36 ancestral también
presente en T. torquatus del grupo oriental.
Estos antecedentes sugieren que la distribución
disyunta que presenta el género, producto de las
modificaciones de su área de distribución como
Northland, Capetillo, Iturra, Veloso
consecuencua del levantamiento de la Cordillera
de los Andes y la separación de las Islas Galápagos
del Continente, se habría producido previamente
a la mutación Robertsoniana (Fisión de macro-
cromosomas) que posteriormente se extendería
por las poblaciones chilenas de T. peruvianus,
tanto de la costa como del interior.
Se hace necesario utilizar técnicas de bandeo
C y/o Ag As NOR, las cuales han sido utilizadas
con gran éxito en estudios citogenéticos compara-
tivos de diversos grupos. En este trabajo damos a
conocer la distribución de bandas NOR en lagartos
Tropidurus de Antofagasta, los cuales presentan
bandas NOR positivas en los pares 1 y 3 (M) y
en un par de microcromosomas. La variabilidad
Estudios morfológicos y ...
lares, se organizan uno o varios nucleólos en el
núcleo interfásico dependiendo si los organiza-
dores nucleolares respectivos se acercan o perma-
necen separados (Fernández - Donoso y Berrios
1985). Existe también la posibilidad que más de
algunos de los NOR no transcriba durante la in-
terfase como parece estar sugiriendo la diferente
intensidad de Ag As NOR observada en los miem-
bros de un mismo par cromosómico-nucleolar
(Miller et al. 1977).
En 7. torquatus de Brasil la zona NOR se lo-
caliza en un par de microcromosomas (Kasahara
et al. 1983), Las diferencias encontradas
tanto en el número de cromosomas como en el
patrón de bandeo NOR entre los lagartos Tropidu-
rus de Antofagasta y f. torquatus de Brasil, nos
podría estar indicando que estas variaciones
jugarían un papel importante en la diferenciación
de los Tropidurus del Norte de Chile.
observada en el número de nucleólos (1 a 4) se
explicaría por el hecho de que en cariotipos en
los que hay más de un par de cromosomas nucleo-
AGRADECIMIENTOS
Este trabajo fue financiado parcialmente por el Proyecto S-08 de DIEXAT de la Universidad de Antofagasta.
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ASPECTOS MORFOLOGICOS DE PHILODRYAS PSAMMOPHIDEUS
(SERPENTES, COLUBRIDAE)
DE LA PROV, DE CORDOBA, REP. ARGENTINA
NEVER ANTONIO BONINO
RESUMEN
El presente trabajo tiene por objeto brindar un estudio morfológico como aporte para una diferenciación fiel de Philodryas
psammophideus (Serpentes, Colubridae).
El examen se hizo sobre 60 ejemplares provenientes de la prov. de Córdoba, en la región central de la Rep. Argentina.
Se realiza una descripción exacta sobre la foliación, diseño y color de las escamas dorsales, así como de sus variaciones,
brindándose además las dimensiones corporales y un detalle de la morfología craneana y dental.
Las características morfológicas coinciden, en general, con la descripción realizada por distintos autores en el país,
destacándose la importancia de realizar estudios comparativos entre ejemplares de distintos estados y áreas geográficas,
principalmente en lo que respecta a las variaciones en el diseño de los dibujos del cuerpo.
El género Philodryas Wagler 1830 con distribución
en Sudamérica, consta de quince especies, tres
subespecies y una variedad:
aestivus aestivus (Duméril, Bribon and Duméril,
1854)
aestivus manegarzoni Orejas - Miranda, 1959.
amaldo¡ (Amaral, 1932)
baroni Berg, 1895
baroni Berg var. flavescens Serié, 1914
burmeisteri Jan, 1863
carbonelli Roze, 1957
elegans elegans (Tschudi, 1854)
elegans rufidorsatus (Gunther, 1858)
mattogrossensis Koslowsky, 1898
nattereri (Steindachner, 1870)
olfersii (Lichtenstein, 1823)
oligolepis Gomes, 1921
patagoniensis (Girard, 1857)
pseudoserra Amaral, 1938
serra (Schlegel, 1837)
viridissimus (Linnaeus, 1758)
psammophideus Gunther, 1872
Para la República Argentina se citan siete espe-
cies y una variedad: aestivus aestivus, baroni,
baroni var. fusco-flavescens, burmeisteri, olfersii,
patagoniensis, viridissimus y psammophideus, con
una distribución general en el norte y centro ar-
gentinos (Peters y Orejas Miranda 1970; Abalos
y Mischis 1975).
Philodryas psammophideus fue descrita por
Gunther sobre material encontrado en la provin-
cia de Tucumán. Posteriormente fue estudiada
por otros autores.
Abalos, Baez y Nader (1965) señalan a Ph.
psammophideus para todo el norte argentino lle-
gando en el sur hasta Neuquén y La Pampa.
La llegada frecuente de ejemplares de esta
especie al Centro de Zoología Aplicada de la
Univ. Nac. de Córdoba, sugirió la realización de
un trabajo descriptivo como un aporte para su
diferenciación, trabajo efectuado sobre sesenta
ejemplares, veintinueve machos y treinta y una
hembras, todos procedentes de la provincia de
Córdoba.
Phylodryas psammophideus Gunther, 1872
1872 Phylodryas psammophideus Gunther, Ann.
Mag. Nat. Hist. (4) 9:23.
1896 Philodryas psammophideus, Boulenger, Cat.
Snakes 3:130.
1897 Philodryas borelli Peracca, Bol. Mus. Zool.
Anat. Comp. Torino 12 (274): 14.
* El presente trabajo fue realizado bajo la dirección del Biól. 1. di Tada y la supervisión del Dr. J.W. Abalos y presentado
por el autor en la Fac. de Cs. Ex., Fís, y Naturales de la Univ. Nac. de Córdoba para optar al título de Biólogo.
Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria —EEA Bariloche Casilla de Correo 277- 8400 Bariloche (Río Negro)—
Argentina.
123
Anales Museo de Historia Natural
1898 Philodryas psammophideus, Berg, An. Mus.
Bs. As. 6:25,
1898 Philodryas psammophideus,
Rev. Mus. Bs. As. 8:36.
1909 Philodryas lineatus Werner, Mitt. Zool.
Naturhist, Mus. Hamburg 26:233.
1925 Philodrvas werneri Muller, Mitt.
Mus. Berlín 12:103.
1936 Chlorosoma psammophideum, Serié, Inst.
Mus. Univ. La Plata, Obra Cincuentenario.
1970 Philodryas psammophideus, Peters y Orejas
Miranda, Smiths. Inst. Press Unit. Stat.
Nat. Mus. Bull. 297:244.
Norte y centro del país hasta Neuquén.
Koslowsky,
Zool.
Descripción
Culebra de tamaño mediano. Cuerpo cilíndrico
que se prolonga posteriormente en una cola larga
que se afina progresivamente (Fig. 1). Cabeza
angosta y alargada, escasamente distinta del
cuello; ojos medianos de pupila circular (Figs.
2 y 3).
Fig.1 Vista general de Philodryas psammophideus.
Placas cefálicas (Figs. 2 y 3): rostral más ancha
que alta, visible desde arriba; nariz entre dos
nasales de tamaño similar; loreal más larga que
ancha; una preocular corta y ancha que alcanza
el plano dorsal de la cabeza; dos postoculares de
las cuales la superior es de mayor tamaño; pre-
frontales más largas que anchas; supraocular
casi dos veces más angosta que larga, pero más
corta que la frontal que es casi dos veces tan
larga como ancha; parietales más largas que an-
Vol. 18, 1987
Fig. 3 Vista lateral de placas cefálicas de Ph. psammophideus.
chas limitadas lateralmente por las temporales.
Ocho supralabiales en contacto: la primera con las
nasales, la segunda con las nasales y la loreal,
la tercera con la loreal, la cuarta con la preocular
y el ojo, la quinta con el ojo y la postocular,
la sexta con la postocular y la temporal, la sépti-
ma y octava con las temporales; nueve a doce
infralabiales de las cuales las cinco primeras
están en contacto con las gulares, que son más
largas que anchas; la mental de forma triangular
encaja a manera de cuña entre la primera infra-
labial derecha e izquierda.
N. Antonio Bonino
Escamas dorsales: lisas, raramente con foseta
apical; las de la región media dorsal son más lar-
gas que anchas, aumentando el ancho en las hile-
ras de los flancos, para ser casi tan anchas como
largas en la hilera en contacto con las placas ven-
trales; en la región caudal todas las escamas tien-
den a tener casi igual ancho que largo; dispuestas
en 19-19-15 hileras contadas a nivel anterior, me-
dio y posterior del cuerpo, respectivamente.
Placas ventrales: de 176 a 212.
En las hembras de 189 a 212, con una media
de 201,5. Abalos y col. (1965) da una media de
194,7 para diez ejemplares de Santiago del Estero.
En los machos de 176 a 200, con una media
de191,5. Abalos y col. (1965) obtiene una media
de 203,6 sobre nueve ejemplares de Santiago del
Estero.
Placa anal dividida.
Placas caudales pares: de 56 a 116.
En las hembras de 56 a 110, con una media
de 88,2. No se consideran dos ejemplares por
presentar zonas descamadas que impiden el conteo.
En los machos de 60 a 116, con una media de
93,6. Abalos y col. (1965) obtiene una media
de 94,5 para las hembras y de 104,9 para los ma-
chos.
Longitud total promedio: en las hembras 1002,
9mm con un máximo de 1250 mm y en los ma-
chos 845 mm con un máximo de 1050 mm.
Longitud caudal promedio: 230,4 + 31,3 mm
en las hembras y 236,6 + 28,2 mm en los machos.
Longitud promedio de la cabeza: 15,73
5.60 mm en los machos y 20,30 + 8,23 mm en
las hembras.
Ancho promedio de la cabeza: en los machos
11,20 + 3,11 mm y en las hembras 12,69 + 4,71
mm.
Color del ejemplar vivo: coloración general
castaña clara a olivácea. La cabeza en dorsal
presenta el color general del cuerpo y, en algunos
ejemplares, se observan manchas irregulares Cas-
taño obscuro. En ventral presenta un color blan-
quecino observándose en algunos casos, un puntea-
do irregular castaño obscuro. En algunos ejempla-
res las escamas supralabiales presentan en la parte
media una mancha obscura que, unida a la de las
supralabiales siguientes, suelen determinar una
línea que se prolonga desde la primera a la última
+
placa.
Lateralmente, a partir del hocico, se extiende
una faja castaño obscuro que atravesando la región
125
Aspectos morfológicos de ...
ocular suele extenderse hasta más allá de la nuca
(Fig. 3).
Sobre la línea media dorsal, y a partir de las
placas parietales, se extiende una franja castaño
obscuro que abarcando de tres hileras de esca-
mas en el tramo anterior a cinco hileras en la
parte media, se reduce finalmente a dos a la
altura de la abertura cloacal (Figs. 4a, b, c);
generalmente en el tercio anterior de su reco-
rrido, y en algunos casos más allá, esta franja
suele mostrarse entrecortada, ya que las esca-
mas presentan una mancha blanca en el extremo
basal o apical, de manera que la franja semeja
una sucesión de letras V con el vértice dirigido
a posterior (Figs. Sa, b).
Las escamas en contacto, a ambos lados, con
esta franja suelen presentar una mancha obscura
en el borde lateral interno, que unidas unas con
otras determinan una línea ininterrumpida que
limita lateralmente a la mencionada franja dor-
sal.
En los flancos, y dos hileras de por medio
con la franja dorsal, se extiende desde la nuca
al extremo de la cola una banda castaño-obscuro
que abarca la parte media de las escamas de una
hilera (Fig. 4a y 5a). Los laterales de estas esca-
mas pueden presentar el color general del cuerpo,
o bien ser blancos de manera que la banda corre
entre dos líneas blancas.
En algunos ejemplares se observa lateralmente
una línea blanca que abarca el borde superior de
las escamas de la hilera que limita con las placas
ventrales y el borde inferior de las de la hilera
interna siguiente. Otra franja de color blanco que
toma la mitad de las escamas de la hilera en con-
tacto con las placas ventrales y el extremo de
estas últimas, corre por los lados del cuerpo; a
continuación las placas ventrales presentan una
mancha negra, que unida a la de las placas si-
guientes forma una línea ininterrumpida, en la
mayoría de los casos, que se prolonga de la pri-
mera a la última placa; a continuación de esta línea
se observa, en algunos ejemplares, puntos finos e
irregulares de color obscuro. Vientre rosado o
blanquecino.
Descripción del cráneo
La cabeza de Ph. psammophideus comprende una
porción firme superior, el cráneo, y una porción
móvil inferior, la mandíbula. Ambas están relacio-
nadas por dos huesos intermedios: cuadrado y
escamoso.
Anales Museo de Historia Natural
b)
Vol 18, 1987
Pu .— =
== == AAA AS pda
Fig. 4 (a, b, c). Diseño de las escamas dorsales de Ph.
psammophideus.
Parte dorsal (Fig. 6)
En la extremidad anterior del hocico se encuen-
tra el intermaxilar (im), hueso impar. La porción
anterior, más ancha, presenta una elevación en
forma de cresta transversal; en la parte posterior
encajan los nasales (n). Estos presentan la forma
de triángulos escalenos unidos entre sí por su lado
mayor.
Los prefrontales (prf) de escaso desarrollo con
respecto a los frontales, presentan una prolonga-
ción lateral que se apoya sobre el borde superior
del maxilar y delimita la parte anterior de la ór-
bita.
126
Fig. 5 (a, b). Variaciones en el diseño de las escamas dor-
sales de Ph. psammophideus.
El supraaorbital (sor), pequeño y poco eviden-
te, se encuentra entre el prefrontal hacia adelante,
postfrontal hacia atrás y unido hacia adentro con
el frontal medio. El límite posterior de la órbita
está dado por un hueso reducido, el postfrontal
(pft).
Los frontales (f) medios son rectanguloides,
sus lados menores se unen hacia anterior con
los nasales y a posterior con el parietal (p). Este
último, hueso impar, cilindroide, abierto en la
parte ventral donde los bordes no llegan a unir-
se.
Detrás del parietal se encuentran, en un plano
N. Antonio Bonino
Aspectos morfológicos de ...
Fig. 6 Vista dorsal del cráneo de Ph. psammophideus.
ar: articular
ca: cuadrado
d : dental
eo: laterooccipital
f : frontal
im: intermaxilar
m: maxilar
n : nasal
p : parietal
Pg: pterygoide
pl: palatino
prf: prefrontal
pft: postfrontal
so: supraoccipital
sor: supraorbital
st: escamoso
tr: transverso
tu: turbinal
Fig. 7 Vista ventral del cráneo de Ph. psammophideus.
ar: articular
bo: basioccipital
bs: basiesfenoides
ca: cuadrado
d: dental
eo: laterooccipital
f: frontal
im: intermaxilar
m: maxilar
p: parietal
pg: pterygoide
pl: palatino
pro: proótico
st: escamoso
tu: turbinal
v: vómer
127
Anales Museo de Historia Natural
inclinado hacia el agujero occipital, el supraocci-
pital (so) y los laterooccipitales (eo).
A posterior del parietal, y lateralmente, se
encuentra el proótico (pro) sobre el que se apoya
el escamoso (st). Este es un hueso alargado de as-
pecto laminar que se apoya por su porción ante-
rior con el parietal y por su porción posterior
se articula con el cuadrado (ca), cuya cabeza
lo cubre en parte. El cuadrado es un hueso de
posición oblícua transversal, delgado y con ambos
extremos ensanchados. Se articula por su extre-
mo superior con el escamoso e inferiormente
con la mandíbula. Al tener sus dos extremos
móviles permite una gran distensión de la boca.
Parte ventral (Fig. 7)
Sobre la parte media ventral se observa, de
adelante hacia atrás, el intermaxilar desdentado.
Le siguen los vómeres (y) de forma rectangular
en contacto con el turbinal (tu) y a posterior
con el basiesfenoide (bs). Este es un hueso de
forma proboscídea que se halla en contacto
anteriormente con los vómeres, lateralmente con
el parietal y proóticos, y a posterior con el ba-
sioccipital (bo), hueso impar que constituye la
base del cráneo.
Sobre esta porción craneana inmóvil se obser-
van, lateralmente, los maxilares y los palatino-
pterygoides.
El palatino (pl) es un hueso más corto que el
pterygoide y ubicado con respecto a éste en po-
sición anterior. Sobre su lado externo se apoya
un proceso del maxilar que evita que ambos
huesos se junten; en la parte anterior e interna,
el palatino posee una apófisis proyectada hacia
el basiesfenoides. En su borde inferior se implanta
una hilera de dientes y su extremidad posterior
se une al pterygoide que conserva la dirección
del palatino.
El prerygoide (pg) tiene forma de S alargada,
con un diámetro semejante al del palatino en la
porción anterior, ensanchándose en posterior
para constituir una lámina curva con un surco
dorsal que la divide en dos mitades de superficie
cóncava. El extremo posterior se une a la articu-
lación cuadrado-mandibular. El borde inferior
interno lleva dientes en su porción anterior,
menores que los del palatino, pero con igual
orientación. En anterior el pterygoide se articula
en bisel con el transverso (tr): hueso alargado
de atrás hacia adelante y de adentro hacia afuera.
Carece de dientes y se articula en anterior con el
maxilar (m) que, en forma de arco, presenta en
8
Vol. 18, 1987
su borde inferior una hilera de dientes seguidos
de una diastema, para culminar en posterior
con los colmillos acanalado. Quedan así consti-
tuídos dos arcos, uno externo formado por el
intermaxilar y maxilar y otro, interno y paralelo
al anterior, formado por el tramo anterior palati-
no-pterygoide.
El piso de la boca está sostenido por dos arcos
mandibulares simétricos o hemimand íbulas, unidos
hacia adelante por tejido fibroso y articulados
hacia atrás con el cuadrado. Cada hemimandi-
bula está constituida por cuatro huesos sólida-
mente unidos. La mitad anterior formada por el
dental (d): hueso alargado con una curvatura
hacia el extremo anterior, el cual se une por
un ligamento al dental opuesto. El extremo
posterior es bifurcado y se articula con el arti-
cular (ar), que constituye la mitad posterior
de la mandíbula. Este hueso se ensancha hacia
atrás donde presenta la cavidad glenoidea en
la cual se adapta la porción inferior del cuadra-
do.
Los dos huesos mandibulares restantes son:
el angular, en forma de huso y dispuesto en la
cara interna entre el articular y dental, y el esple-
nial, hueso laminar ubicado en el borde antero-
posterio del articular.
De los huesos que constituyen la mandíbula
solamente el dental lleva dientes en su borde
superior.
La falta de soldadura en la región mentoniana,
unida a la articulación con el cuadrado, dan a
las hemimandíbulas una gran independencia en
sus: movimientos tanto verticales como horizon-
tales.
Dentadura
Ph. psammophideus posee en la extremidad
posterior del maxilar, dos dientes de mayor lon-
gitud que los demas, los que presentan en su cara
anterior un canal abierto por el que fluye un ve-
neno, producido por glándulas especiales. Este
rasgo ubica a esta culebra dentro del grupo de
las opistoglifas.
El aparato mordedor constituido por
huesos sobre los que adquieren buen desarrollo
los dientes (excepto el intermaxilar, cuadrado
y escamoso). Consideraremos cada uno de ellos
separadamente.
esti
Maxilar (fig. 8)
Tiene forma de arco convexo hacia afuera y
cóncavo hacia adentro de la cavidad bucal. Pre-
N, Antonio Bonino
ONIS
Pig. 8 Cara interna del maxilar derecho de Ph, psemmo-
phideus mostrando en el extremo posterior el diente ino-
culador de veneno,
senta un borde superior liso y curvado y un bor-
de inferior en el que se insertan diez dientes
cónicos, seguidos de una diastema, para culminar
posteriormente en dos grandes dientes acanalados
en su cara anterior. Al igual que los demás están
dirigidos hacia atrás y están conectados con la
glándula de veneno.
Dental (Fig. 9)
Constituye la porción anterior de la mandí-
Aspectos morfológicosde ...
bula. Presenta una curvatura hacia adentro que se
acentúa en la parte anterior determinando su co-
nexión con el opuesto y dándole forma a la man-
díbula. El extremo posterior es bifurcado sirvien-
do para el encaje con la porción anterior del
En su borde superior se implantan
dieciseis dientes que disminuyen de tamaño hacia
posterior,
La forma cónica de los dientes, con extremo
posterior punteagudo, y su posición inclinada
hacen que su función sea solamente para la reten-
ción de la presa. Los grandes dientes acanalados
sirven para la inyección del veneno.
Palatino y pterygoide.
Ambos huesos, cuya descripción ya realiza-
mos, llevan en conjunto veinticuatro dientes
que disminuyen de tamaño a la altura del ptery-
goide, el cual no presenta dientes en su porción
posterior.
articular.
Fig. 9 Cara externa de la mand íbula de Ph. psemmophideus mostrando sobre el dental una hilera de dientes.
CONCLUSIONES
Se considera que las características morfológicas
permiten una fiel diferenciación de la especie,
por cuanto se trabajó con un número representa-
tivo de ejemplares.
La descripción aquí dada ha sido hecha exclusi-
vamente sobre material de la provincia de Córdoba,
de manera que las variaciones que sobre foliación,
diseño y color se consigna, se refiere solamente a
129
lo que se da en esta área situada en la región cen-
tral de la Argentina.
Dadas las variaciones en el diseño observadas
en el material estudiado, es de suponer que las
mismas pueden ser aún mayores en comparación
con otras áreas geográficas, por lo que séría
importante-realizar estudios comparativos.
Anales Museo de Historia Natural Vol. 18, 1987
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ABSTRACT
Stomach content of specimens collected in the Valdivia province (X Region) are studied and analyzed, apply ing numerical
and gravimetric analy sis plus frequency of occurrence. Results indicate that M. chimango is omnivorous and very plastic.
The trophic diversity and equitability were calculated with the Shannon-Weaver index and Pielou's formula; both coeffi-
cients support the previous statement,
Fecding behaviour of seeking, capture and ingestion of food is studied through direct obervation and video tape analy-
sy S.
Entre los Falconiformes de Chile destaca Milvago
chimango por su abundancia, tendencias gregarias
y permanencia prolongada en el suelo, buscando
alimento en un amplio espectro ambiental sujeto
a influencias antrópicas. Lo anterior no concuerda
con las características conductuales descritas para
falcónidos, que en general son: de hábitos solita-
rios, relativamente especializados en la captura
de presas y aperchan en altura (Berlioz 1950).
Tradicionalmente el “tiuque” ha sido consi-
derado como ave “carroñera” (Friedmann 1950)
aunque su alimentación ha sido estudiada sólo en
forma parcial por Housse (1934;1945), Barros
(1944; 1948; 1960), Goodall er al (1951), Johnson
y Goodall (1965). Por su parte, Yáñez y Núñez
(1980), Núñez y Yáñez (1981) y Yáñez et al
(1982) describen la dieta de M. chimango basán-
dose en estudios del contenido estomacal y ega-
grópilas de ejemplares colectados en la zona cen-
tral de Chile (Región Metropolitana) empleando
el método de frecuencia de ocurrencia. Nuñez
et al (1982) estudian la variación estacional de
la dieta de M. chimango en la zona anteriormente
indicada.
Los antecedentes expuestos, permiten postular
que M. chimango ha experimentado cambios en
sus hábitos y comportamiento alimentario, com-
parado con otros miembros de la familia Falco-
nidae. Esto en relación a modificaciones ambien-
tales provocadas por el hombre, como la apertura
de grandes áreas de cultivo dentro de zonas origi-
nalmente boscosas, la expansión de áreas urbanas y
el establecimiento de basurales.
Con el presente trabajo se pretende: a) estable-
cer pautas de comportamiento alimentario en
M. chimango, mediante la observación directa de
ejemplares en zonas donde habitualmente busca
su alimento y b) determinar el espectro trófico,
por medio del análisis comparativo de diversos
métodos de estudio del contenido gástrico y las
fluctuaciones de la dieta durante un ciclo anual.
MATERIAL Y METODOS
Se estudia una muestra poblacional de 67 ejempla-
res de M. chimango, cazados entre los meses de
febrero 1983 y junio 1984 en diferentes lugares
de la provincia de Valdivia, Décima Región (Tabla
D.
Mediante disección se procedió a extraer el
estómago (y el buche en los casos en que estaba
diferenciado) para el estudio de su contenido.
Este se depositó en cápsulas de papel aluminio,
previamente taradas en balanza SARTORIUS de
0,1 g de precisión, para determinar su peso húme-
do. Finalmente el contenido se analizó bajo mi-
croscopio estereoscópico.
* Departamento de Zoología, Universidad Católica de Valparaíso, casilla 4059, Valparaíso, Chile.
** Instituto de Zoología, Universidad Austral de Chile, casilla 567, Valdivia, Chile.
l- Trabajo financiado en parte por la Dirección General de Investigaciones, Universidad Católica de Valparaíso, mediante
proyecto 122.704/85,
131
Anales Museo de Historia Natural
TABLA I
SITIOS DE CAPTURA DE LOS 67 EJEMPLARES DE
M. CHIMANGO EN LA PROVINCIA DE
VALDIVIA, X REGION.
LOS EJEMPLARES SE AGRUPAN POR SEXOS; EN
INDIVIDUOS JUVENILES NO SE DETERMINO
SEXO POR FALTA DE DESARROLLO GONADAL
Lugar Machos Hembras Juveniles Total
Angachilla 5 2 1 8
Cuesta Soto 1 > - 1
Fundo San Martín - - 1 1
Isla Teja - 1 - 1
Mafil 4 1 - 5
Mehuín - 1 - 1
Mulpún 5 7 2 14
Santa Rosa 16 15 :S 36
Totales 31 21 9 67
En estómago y buche, se separó primariamente
el material en:
a) materias inorgánicas, agrupándolas bajo la
denominación de “grit”, determinándose en él:
peso húmedo, porcentaje respecto de los otros
items, número de piezas y diámetro máximo
encontrado; este último fue determinado sobre
una hoja de papel milimetrado con la ayuda de
microscopio estereoscópico y
b) componentes biológicos, agrupándolos en vege-
tales y animales. Los items del grupo vegetal
fueron identificados sólo por su nombre vulgar;
en tanto que, el grupo animal fue determinado
en diversas categorías taxonómicas. En algunos
casos fue posible identificarlos a nivel de espe-
cies, pero en otros sólo en categorías superiores
de acuerdo al grado de digestión que presenta-
ban. Cuando este último era muy alto y no per-
mitía una identificación se trató como material no
identificable.
El contenido estomacal y del buche fue analiza-
do considerando: análisis numérico, gravimétrico
y frecuencia de ocurrencia (Ashmole y Ashmole
1967; Hyslop 1980).
La diversidad trófica se calculó utilizando el
índice de Shannon-Weaver (Peet 1975; Brower
y Zar 1977). La equidad se calculó mediante la
fórmula de Pielou (1969).
Vol. 18, 1987
El estudio de patrones de comportamiento
alimentario se centró fundamentalmente en:
búsqueda, captura e ingestión del alimento, me-
diante la observación directa de un número varia-
ble de ejemplares y grupos focales elegidos al azar
(Altmann 1974). Se complementa la observación
con filmación y análisis de video en sistema
U-Matic, usando cámara color Hitachi FP10,
grabadora Sony VO 4800 y monitor IRT WV
14,
RESULTADOS
El detalle del contenido de los 67 estómagos
analizados se presenta en Tabla II, indicándose
el número de piezas por item, la frecuencia de
ocurrencia, el peso en gramos y los porcentajes
correspondientes.
El análisis numérico (Fig. 1), indica que en
la zona de Valdivia, los artrópodos constituyen
la base de la dieta de M. chimango; sigue en
importancia el único item vegetal encontrado:
granos de cebada. Los otros componentes anima-
les corresponden a anélidos y moluscos. El mate-
rial no identificable por su grado de digestión fue
escaso (0.250/0). El “grit”” tiene baja incidencia.
El desglose de los items de origen animal
muestra que los insectos, tanto en su estado
adulto como en sus fases inmaduras tienen una
alta representatividad (83.660/0), mientras que
otros artrópodos representan solo un 0.260/0.
La frecuencia de ocurrencia en los 67 estóma-
gos muestra a los insectos, tanto adultos como
inmaduros, con una alta incidencia en la compo-
sición de los contenidos estudiados (Tabla II y
Fig. 2).
El análisis gravimétrico indica que Dichro-
plus sp. constituye el item principal (40,250/0)
en el peso total de la muestra, seguido de Lum-
bricus terrestris. En orden de importancia conti-
núa Hylamorpha elegans, larvas de Sarcophagi-
dae y granos de cebada.
Del resto de los items, incluido el “grit”” (16.
370/0), cada uno de ellos presenta una incidencia
baja en el peso del material consumido (Fig. 3).
La variación numérica mensual, en porcentaje,
correspondiente a los diversos items constituyen-
tes de la dieta se presenta en Fig. 4. Allí se gra-
fica el valor porcentual correspondiente a los
items más abundantes encontrados en cada mes,
incluyéndose bajo la denominación de “otros”
todos los valores inferiores al 30/0.
Cabezas, Schlatter
TABLA Il
Hábitos y comportamiento ...
ITEMS ALIMENTICIOS CONTENIDOS EN 67 ESTOMAGOS DE M. CHIMANGO, COLECTADOS EN LA
PROVINCIA DE VALDIVIA, ENTRE FEBRERO 1983 Y JUNIO 1984.
SE INDICA EL NUMERO DE PIEZAS POR ITEM, FRECUENCIA DE OCURRENCIA, PESO EN GRAMOS Y
Item
PORCENTAJES CORRESPONDIENTES
Número
ARTHROPODA
Clase Insecta
Orthoptera
Dichroplus sp.
Cratomelus armatus
Coleoptera adultos
Feroniomorpha sp.
Ceroglossus chilensis
Hvlamorpha elegans
Aegorhinus sp.
Coleoptera larvas
Scarabacidae
Curculionidae
Lepidoptera larvas
Noctuidae
Hepialidae
Saturnidae
Diptera larvas
Sarcophagidae
Asilidae
Diptera pupas
Sarcophagid ae
Odonata
Aeshna sp.
Clase Crustacea
Aeglidae
Clase Arachnida
Araneae
ANNELIDA
Clase Oligochaeta
Lumbricus terrestris
Eisenia foetida
MOLLUSCA
Helix sp.
Mesodesma donacium
VEGETALES
Cebada
GRIT
NO IDENTIFICADO
135
183
2.749
9/0 Frecuencia 0/o Gramos O/o
40,81 35 52,24 230,5 40,25
0,07 l 1,50 2,8 0,49
4,22 12 17,91 16,4 2,86
0,22 4 5,97 Ea] 0,54
6,66 11 16,42 48,7 8,51
0,29 4 5,97 1,5 0,26
13] 12 17,91 48,4 8,45
0,51 2 2,99 2,9 0,51
2,47 $ 7,46 14,8 2,59
1,13 l 1,50 3,3 0,58
0,04 1 1,50 0,1 0,02
13,49 18 26,86 25,30 4,42
0,04 1 1,50 0,1 0,02
6,47 5 7,46 10,40 1,82
0,07 1 1,50 1,10 0,19
0,04 1 1,50 0,80 0,14
0,22 3 4,47 1,40 0,24
4,91 16 23,88 103,7 18,11
0,65 2 2,98 7,3 1,27
0,04 1 1,50 0,7 0,12
0,04 1 1,50 0,3 0,05
6,66 9 13,43 22,30 3,89
3,53 14 20,89 16,30 2,85
0,25 7 10,44 10,40 1,82
100. 572,60 100.
133
Vol. 18, 1987
¡ Anales Museo de Historia Natural
ARTHROPODA 83,92 */o
E*] ANNELIDA 5,56%»
== CEBADA 6,66 “lo
ES GRIT 3,53 Co
E voutusca y 0,33%.
MATERIAL NO
IDENTIFICADO
Fig. 1. Diagrama de análisis numérico (9/0) para grupos de items del contenido estomacal de 67 estómagos de M. chimango
colectados entre febrero de 1983 y junio de 1984 en la provincia de Valdivia.
El cículo completo indica 1000/0.
ARTHROPODA 925% ANNELIDA 26.9 “o MOLLUSCA 3%
CEBADA 13.4% GRIT 20.89 % NO IDENTIFICADO 13.43 %o
Fig. 2. Diagrama de frecuencia de ocurrencia (9/0) para grupos de items encontrados en 67 estómagos de M. chimango
colectados entre febrero de 1983 y junio de 1984 en la provincia de Valdivia.
AR muestra los porcentajes de muestras en que se encontró cada clase de alimento. Círculo completo indica
O.
134
Cabezas, Schlatter Hábitos y comportamiento ...
ARTHROPODA 72,12 “lo
[£] ANNELIDA 19,38 “la
ES CEBADA 3,80 %o
ES GRIT 2,80 %o
E vouiusca y 1,90 %
MATERIAL NO
IDENTIFICADO
Fig. 3. Diagrama de análisis gravimétrico (9/0) para el peso de items agrupados. Basado en el contenido de 67 estómagos de
M. chimango, colectados entre febrero de 1983 y junio de 1984 en la provincia de Valdivia.
El círculo completo indica 1009/o.
“lo
100 Y 7 Dichroplus sp.
90 ¿8 Y 00 e Hylamorpha elegans
80 Il ers | eS E ES] Sarcophagidae (larvas )
70 eS S E eS = E Feroniomorpha sp.
Eb $ S ES = SS = E: ES Lumbricus terrestris
S S IW= = = S Cebada
50 JS Y Il E E = S (1
JN ISE == |
S S = = NS [] Sarcophagidae (pupas)
40 SS = == O
SI Y lll = = S
SY Y pu = = S MW nNoctuidae
30 S S == = = S
| S S = = = S EM Arana
al S N E = = S |
S S a — = S ÉS Scarabaeidae (larvas)
10 SN NN E = E AS
S S = — ce, = Eesa S Y Otros
e M J S O N
u
J
|
X
A
Fig. 4. Variación numérica mensual (9/0) correspondiente a items encontrados en el análisis de 67 estómagos de M. chiman-
go, colectados entre febrero y junio de 1984 en la provincia de Valdivia.
135
Anales Museo de Historia Natural
El mayor número de items se encontró en el
mes de febrero, apreciándose que diciembre y
abril también muestran una dieta con un alto nú-
mero de componentes. En cambio, los meses de
agosto y noviembre presentan los valores más
bajos en cuanto a número de items.
La variación mensual de la diversidad y equi-
dad, se anota en fig. 5. En general, se aprecia que
entre enero y agosto los valores de la diversidad
y equidad tienden a mantenerse por sobre 0.5;
en cambio, de septiembre a diciembre se observan
valores inferiores a 0.5.
Búsqueda de alimento
La captura e ingestión de alimento se realiza en
jornada exclusivamente diurna, iniciándose en las
primeras horas de la mañana, apreciándose la
mayor actividad hacia las 10 AM. En las tardes
la alimentación es más intensa alrededor de las
17 horas (horario de invierno).
En la localización de alimento, por lo general,
participan varios ejemplares y se realiza desde el
aire, pero también hay una búsqueda muy activa
en tierra.
Desde el aire, el ““tiuque” ubica su alimento en
áreas despejadas mediante vuelo planeado, relati-
vamente lento, durante el cual va cambiando
constantemente de dirección, observándose aleteos
suaves, espaciados y movimientos de la cabeza
hacia ambos lados del cuerpo con una leve incli-
nación lateral de ella.
En tierra, la búsqueda se prolonga por períodos
superiores a los treinta minutos interrumpidos por
intervalos cortos. Camina en forma enérgica,
con pasos largos. En terrenos blandos y fecas de
vacuno escarba con una pata (Fig. 6), ejecutando
un movimiento estereotipado que puede descri-
birse como sigue:
a) recoge la pata, manteniendo el tarsometatarso
en posición oblicua hacia adelante y los dedos
recogidos.
b) dirige la pata hacia adelante, llevando el tarso-
metatarso en posición horizontal, manteniendo
los dedos recogidos.
c) baja rápidamente la pata con el tarsometatarso
oblicuo hacia abajo, al tiempo que extiende los
dedos.
d) apoya la pata en el suelo con los dedos ligera-
mente incurvados y arrastra hacia atrás con un
movimiento rápido y enérgico.
En terrenos destinados a la ganadería, es posi-
ble encontrarlo caminando muy próximo al gana-
do para ubicar los insectos que vuelan o saltan
136
Vol. 18, 1987
al paso de éste. Además, es posible encontrar ejem-
plares examinando fecas, las que remueve con el
pico al tiempo que pisotea sobre ellas.
Captura e ingestión del alimento
Lo toma con el pico y la modalidad puede variar
de acuerdo al tipo de alimento a ingerir. En perío-
dos en que abundan los insectos adultos, los cap-
tura caminando, llegando incluso al trote corto, al
tiempo que va picoteando hacia la parte media de
la hierba sin tocar el suelo. Cuando la oferta de
presas es muy alta el ““tiuque”” permanece detenido
por períodos de tiempo que puede sobrepasar los
cinco minutos, capturando sólo las presas que al-
canza desde su ubicación.
Las presas blandas, larvas y lombrices, las toma
mediante un picotazo enérgico; luego levanta la
cabeza hasta una posición horizontal, aprecián-
dose en algunos ejemplares que retroceden tirando
la presa hasta arrancarla del suelo; la parte de la
presa que sobresale del pico, la toma con la pata
tirándola con fuerza hacia abajo para desgarrar,
luego, baja la cabeza y extrae los restos de entre
los dedos. Esta “manipulación” del alimento tiene
una duración aproximada de cinco segundos.
La ingestión del alimento, en general, la realiza
con el cuerpo en posición horizontal o levemente
oblicuo hacia arriba y a veces con la cabeza ergui-
da. Se observa además un estiramiento del cuello
con una serie de movimientos verticales, cortos,
de la cabeza.
La ingestión de agua en M. chimango (Fig. 7)
comprende una serie de movimientos que pueden
resumirse como sigue:
a) baja la cabeza hasta tocar el agua con el pico,
manteniendo el cuerpo en posición oblicua hacia
abajo en un ángulo aproximado de cuarenta gra-
dos.
b) toma una cantidad de agua en el pico y levanta
el cuerpo hasta la linea horizontal, para luego to-
mar una postura oblicua hacia arriba con un ligero
levantamiento de la cabeza.
c) mueve repetidas veces el mentón, manteniendo
el pico cerrado.
La secuencia descrita, se repite con intervalos
de cinco segundos y tiene una duración aproxima-
da de tres segundos. Permanece bebiendo por un
tiempo aproximado de tres minutos.
DISCUSION
Los Falconiformes se caracterizan por sus hábitos
Cabezas, Schlatter Hábitos y comportamiento ..
BITS Hp Max.
A AI A A y A A A
Diversidad ----- Equidad
Fig. 5. Diversidad y equidad promedio mensual de la dieta de M, chimango. Análisis de 67 estómagos colectados entre
febrero de 1983 y junio de 1984 en la provincia de Valdivia.
z
Fig. 6. La habilidad para escarbar en terrenos blandos, le permite a M. chimango alcanzar presas que normalmente se el
cuentran bajo la superficie, aumentando sus posibilidades de obtener alimento a) reposo; b-4) secuencia de movimient
de la pata al escarbar; e-f) movimientos para tomar e ingerir la presa.
137
Anales Museo de Historia Natural
Vol. 18, 1987
Fig. 7. Para beber, M. chimango toma agua en el pico y la hace pasar a la garganta mediante acción de la fuerza de gravedad,
levantando el cuerpo en un ángulo aproximado de 200 respecto de la horizontal.
solitarios y solo en casos excepcionales, algunas
especies forman agrupaciones por razones trófica,
como sucede en vultúridos (Berlioz 1950; Schla-
tter et al 1978; Brown 1979). Entre los miembros
de la familia Falconidae se conocen tendencias
gregaria en el “milano europeo” Milvus migrans
Bodd. 1783.
En Sudamérica, se tienen antecedentes preli-
minares de falcónidos gregarios, como es el caso
de Milvago chimango (Housse 1945; Barros 1960).
Estas agrupaciones pueden obedecer principal-
mente a razones de comportamiento alimentario,
coincidiendo por ejemplo, con el desarrollo de
faenas agrícolas, tales como: aradura y barbecho
de terrenos, ocasión en que se forman grupos
muy numerosos, sobrepasando los cien ejempla-
res. Estas faenas motivan la concentración de
M. chimango, junto a otras especies como Vanellus
chilensis y Larus maculipennis, debido a un
aumento en la disponibilidad de recursos alimenti-
cios, especialmente larvas de insectos que quedan
al alcance como consecuencia de los movimientos
de tierra.
En basurales periféricos a ciudades, también se
aprecia una alta concentración de ejemplares, la
que debe estar motivada por la disponibilidad de
alimento. Además, es posible encontrar numerosos
138
ejemplares en la playa especialmente en la zona
sur de Chile, donde se realizan faenas pesqueras,
disputando el alimento con Larus dominicanus.
En las ciudades, se encuentran grupos más reduci-
dos que llegan a los jardines y depósitos de basura
en busca de alimento.
Sin embargo, cualquiera sea la zona en que
busca su alimento, siempre lo hace en áreas abier-
tas o relativamente despejadas y a cierta distancia
del ecotono, mostrando predilección por aquellos
lugares en que hay una clara intervención antró-
pica.
Durante la época reproductiva, las primeras
horas de la mañana, están dedicadas fundamen-
talmente a defensa territorial, reduciendo el
tiempo de forrajeo, pero como este período
coincide con una mayor disponibilidad de re-
cursos alimenticios, especialmente insectos adul-
tos, se presume que en ese menor tiempo logra
ingerir una gran cantidad de alimento que compen-
saría el mayor desgaste energético que demanda
el proceso reproductivo.
El análisis del contenido estomacal demuestra
una gran variedad en la dicta, con predominio
de algunos items en determinados períodos del
año (Fig. 4) que probablemente está coincidiendo
con la mayor abundancia de éstos. En los meses
Cabezas, Schlatter
de verano M. chimango tiene una dieta principal-
mente insectívora, coincidente con el período
en que los insectos estan en mayor abundancia.
En invierno se observa un mayor consumo
de Lumbricus terrestris, las que quedan al descu-
bierto por efectos de la lluvia o salen a la super-
ficie a consecuencia del exceso de agua en el te-
rreno. Durante la primavera y coincidiendo con la
preparación de terrenos agrícolas, come prefe-
rentemente larvas de Scarabaeidae (gusanos
blancos) y diversas larvas de lepidopteros (comple-
jo cuncunilla negra); significando un gran beneficio
para la agricultura por el control que ejerce sobre
estos estados inmaduros altamente perjudiciales.
Los resultados de los diversos métodos de aná-
lisis del contenido de los estómagos estudiados,
muestran diferencias en cuanto a la distribución
de presas consumidas, situación que no concuerda
con lo planteado por Núñez et al (1982). Sin em-
bargo, la misma comparación muestra que en el
área estudiada, Arthropoda constituye la base de
la dieta de M. chimango y Annelida (Oligochaeta)
constituiría el segundo item básico.
La variación estacional observada, unida al he-
cho de que hay consumo de granos en cantidades
importantes en distintos períodos del año, hacen
pensar que M. chimango es un ave omnívora fa-
cultativa, que explota los recursos alimenticios
en forma de grano fino (Pianka 1978) aprovechan-
do la abundancia estacional de los recursos.
Este atributo, le ha permitido asegurar su ali-
mento con relativa facilidad, siendo éste uno de
los factores que explicarían su abundancia. Sin
embargo, la presencia en la dieta de larvas y pupas
de Sarcophagidae, permiten suponer que no aban-
dona el consumo de carroña que tradicionalmente
se le atribuye (Housse 1945; Friedmann 1950;
Goodal et al 1951; Barros 1960), o bien, que es-
tos estados inmaduros, constituyen presas que el
“tiuque” busca en la revisión de material en des-
composición, o las consigue al escarbar las fecas
del ganado.
La alta incidencia de Dichroplus sp. en la dieta
durante la temporada de verano, demuestran
que M. chimango es un depredador eficaz sobre
este saltamontes que provoca daños en la agricul-
tura, especialmente en los pastizales (Liebermann
1945), reafirmando su condición de ave beneficio-
sa para la actividad agrícola.
Llama la atención la ausencia de vertebrados
en los contenidos gástricos estudiados. Esta
situación, podría indicar que, cuando menos en
139
Hábitos v comportamiento ...
el área estudiada, no es un depredador activo so-
bre ellos, o bien la oferta de este tipo de presas
es muy baja y su captura demandaría mucho
tiempo. La búsqueda y captura de estas presas
parece ser de alto costo energético para M. chiman-
go, ya que en la zona central del país, donde la
oferta de estas presas se supone que es mayor,
también se aprecia una muy baja incidencia en
la dieta (Yáñez y Núñez 1980; Núñez ct al 1982).
El alto número de componentes de la dieta,
la variación estacional observada y el análisis
de diversidad y equidad, indican que existe un
cambio en las preferencias alimenticias que es-
taría en relación con la disponibilidad de recur-
sos, lo que unido al tamaño relativamente pequeño
de las presas contribuyen a una optimización
en la explotación de los recursos alimentarios
(Krebs 1978). Además, la presencia de items oca-
sionales y “grit”” sólo en ejemplares juveniles,
sugieren la existencia de un aprendizaje en la
búsqueda, selección e ingestión de presas con el
consiguiente aumento en la eficiencia.
El aprendizaje llevaría a M. chimango a obtener
la formación acabada de la imagen de las especies
presas, logrando capturar con relativa facilidad
ejemplares crípticos (Morse 1980) como sería
Dichroplus sp, o bien, podría existir un reconoci-
miento indirecto de las presas, en que mediante
otra característica que éstas presenten, sean
detectadas por el “tiuque”, como por ejemplo
el salto en Dichroplus sp. Además, su habilidad
para escarbar le permite remover la superficie
del terreno o material en descomposición, lo-
grando así, alcanzar otras presas, aumentando
su disponibilidad potencial de alimentos, situa-
ción que probablemente significa una ventaja
frente a otras especies que comparten su área
de alimentación (Vanellus chilensis y Theristicus
caudatus).
Estos atributos conductuales, tendrían un alto
valor adaptativo debido a que estarían disminu-
yendo el tiempo de búsqueda y reconocimiento
de presas, con un aumento en la capacidad de
aprovechamiento, especialmente cuando éstas se
encuentran agrupadas (Krebs 1978).
CONCLUSIONES
El estudio de los hábitos y comportamiento
alimentarios de M. chimango revelan de que se
trata de un ave generalista, de gran plasticidad;
Anales Museo de Historia Natural
atributos que le permiten consumir una gran
variedad de alimentos y tener una gran capaci-
dad para explotar un rango amplio de recursos,
llegando a cambiar su régimen de alimentación
en el transcurso del año. Con todo, su dieta es
difícil de generalizar, debido principalmente a
que su misma plasticidad le permite cambiar su
dieta de acuerdo a los distintos ambientes en
que habita.
La presencia de items ocasionales, sólo en
juveniles, indicaría la existencia de una etapa de
aprendizaje en la selección y captura de presas.
Aparentemente Ceroglossus chilensis y Eisenia
foetida, resultan no palatables para los adultos
y sólo la falta de experiencia de los juveniles
los llevaría a consumir estas presas.
La plasticidad de M. chimango, unida al modelo
de explotación de recursos alimenticios que pre-
senta, puede ser entendido como un atributo
conductual, que le ha permitido tener un gran
éxito en la colonización de nuevas zonas, ocupan-
do extensas áreas sin ser perjudicado por la presen-
cia de competidores. Además, su habilidad para
escarbar, comportamiento hasta ahora no descri-
to para otros miembros de la familia Falconidae,
Vol. 18, 1987
le permiten explotar una serie de recursos alimen-
ticios que no pueden ser alcanzados por otras
especies presentes en la misma área de alimenta-
ción.
Los resultados de los distintos métodos emplea-
dos en el análisis de los contenidos estomacales,
llevan a considerar el “tiuque” como un ave
omnívora, situación que constituiría un cambio
conductual respecto de otros falcónidos. Al
mismo tiempo, permiten afirmar que no es un
depredador activo sobre vertebrados. En conse-
cuencia, no debería ser considerado un carroñe-
ro, casi exclusivo, como lo ha sido hasta ahora.
Es posible suponer cambios, comparado con
otros falcónidos, en algunos patrones de compor-
tamiento tales como: captura de presas; gregaris-
mo con fines tróficos y posiblemente sociales;
gran capacidad de marcha con permanencia pro-
longada en el suelo; habilidad de escarbar y otros.
Estos atributos conductuales, aparentemente, le
han permitido penetrar en áreas donde habitual-
mente no llegan otros falcónidos, apareciendo
como un ave que se adecúa con facilidad a los cam-
bios ambientales, especialmente aquellos de origen
antrópico, como así mismo a la disponibilidad
de recursos.
AGRADECIMIENTOS
Los autores agradecen al profesor Haroldo Toro G. sus sugerencias y críticas al presente trabajo. Al Dr. Eduardo de la Hoz
U. la revisión del manuscrito, sus críticas y ayuda en las filmaciones y composición de los videos que permitieron la deter-
minación de algunos patrones conductuales,
A la Dirección General de Investigaciones de la Universidad Católica de Valparaíso, por haber financiado en parte
este trabajo mediante el proyecto 122.704/85.
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141
al y ul e A e
Enri TEA
UL
y LA
Pe
An. Mus, Hist. Nat. Valparaíso, 18: 143-151, 1987
CICLO REPRODUCTOR DE LOS CONEJOS EN CHILE CENTRAL.
[ETAPAS Y DURACION
SERGIO ZUNINO
ABSTRACT
Analizing the differentes cellular parameter, ponderals and cellular tissue of adult rabbits, it can be recognized that the
reproductive cycle of the population in Peñuelas Lake Forest Reserve comprises three stages of the varying extention
and with distinctive caracteristics, After determing the reproductive period of these animals, began by the male and fini-
shed by the female. There exist a six months period of strong sexual activity, which is extended from April to September
by the males species and from June to November the females. Contrary there is a four months rest period, in wich the
here of the parameters tend to be at their lowest. Between the above mentioned stages, there is a short transcitional
phase.
The achieved results are analized and discussed as a contribution to ehe world's rabbit population, from which we
can conclude that the cycle of the studied population is enclosed in the universal context; and the extention of the periods
have a local variation, depending on the food availability and the climate.
Abundante información existe sobre aspectos
reproductivos de Oryctolagus cuniculus L. 1758,
en especial en aquellas regiones en donde estos
animales han sido introducidos y se ha hecho
necesario implementar programas para contro-
larlos: Gran Bretaña (Brambell 1944; Llody
1970), Australia (Myers y Poole 1962; Parer
1977; Daly 1980), Nueva Zelandia (Watson
1957; Bell 1977), o, para incrementar las poblacio-
nes fuertemente disminuidas por efectos de la
myxomatosis, como en Francia (Joubert y Brum
1980).
En Chile, los conejos introducidos por los espa-
ñoles a mediados del s. XVIII, se distribuyen casi
en forma continua entre los 290 y 4105 reapare-
ciendo en Tierra del Fuego y en el archipiélago
de Juan Fernández. Aunque Castillo (1912)
los reconoció como notables alteradores ambien-
tales solo en las últimas décadas han sido consi-
derados como competidores con el hombre a
causa de los importantes daños que ocasionan
a la agro-silvicultura.
Los numerosos intentos que se han desarro-
lado para eliminar a los conejos han fracasado.
Dada la imposibilidad de erradicarlos es funda-
mental cambiar a estrategias que tiendan a con-
trolarlos y lograr mantener las densidades po-
blacionales dentro de límites aceptables y redu-
ciendo de esta manera su acción sobre el medio.
Por eso interesa caracterizar el ciclo reproductor
de los conejos en Chile Central y establecer si
existen o no diferencias respecto a lo descrito
con otras poblaciones mundiales.
MATERIAL Y METODO
Para el estudio se muestreó por cinco días conse-
cutivos mensualmente, por un lapso de 13 meses
en la Reserva Forestal del Lago Peñuelas (330
11"S., 710 25'W) ubicada a 30 km. al S.O. de
la ciudad de Valparaíso.
Se trabajó con animales adultos (Zunino y
Vivar 1983). Cada uno de los 314 machos fue
pesado al igual que sus testículos, los que fueron
fijados en Bouin acuoso, cortados a 7u de grosor
y teñidos con la tinción tricrómica de Masson.
En cada mes se seleccionaron animales de dife-
rente peso y se les midió el diámetro de los tú-
bulos seminíferos (100 por animal) y se conta-
ron los espermatogonios, las espermátidas y
los espermatocitos. Estos no fueron diferenciados
en espermatocitos 1 y II, dada su corta existencia
y la dificultad de reconocimiento. Además se
midió el grosor de los epitelios seminíferos y epi-
didimarios.
A cada una de las 258 hembras se les tomó
el peso corporal y de sus ovarios, Fueron revisadas
Museo de Historia Natural de Valparaiso, Casilla 925 Viña del Mar. Chile.
143
Anales Museo de Historia Natural
para conocer su situación reproductiva anotando:
presencia y número de embriones, lactando o en
reposo sexual.
Los valores medios mensuales para los pará-
metros considerados para cada sexo, fueron com:-
parados con el test “t” y con el análisis de compo-
nentes principales (ACP) realizado en la U. Católi-
ca de Valparaíso (IBM - 4361).
RESULTADOS
De las hembras:
Estas son las que muestran con mayor claridad las
etapas de actividad y reposo sexual. En tal sentido
al considerar el conjunto de parámetros (Tabla 1),
el período de inactividad se extendería entre
Noviembre y Abril y de reproducción entre Mayo
a Diciembre.
El ACP sobre los parámetros permite reconocer
que los dos primeros ejes tienen 93.60/0 de valor
explicativo del fenómeno reproductor en la pobla-
ción de conejos. En el eje 1 (88,50/0) todos los
parámetros participan positivamente, con casi
igual intensidad, siendo muy ligera la diferencia
entre ellos ya que solo alcanza a 50/0 de varia-
ción entre los valores extremos. Todas las caracte-
rísticas tiene aportes por encima de 0.900 (con
un máximo de + 1). En el eje 2 (5.10/0), el peso
del ovario y 9/0 de hembras con embriones se
oponen al número medio de embriones, todos
con valores muy semejantes. Tanto el O0/o de
hembras en actividad como el peso corporal,
no participan en la determinación de este eje,
pues su carga es prácticamente nula (Fig. 1A).
La distribución de los meses sobre el plano
formado por los ejes 1 y 2 (Fig. 1A) permite
reconocer que la época reproductiva de las hem-
bras se extiende de junio a noviembre, confor-
mando una nube de meses algo extendida sobre
el eje 1 en donde los cinco parámetros considera-
dos presentan los valores más altos del año, y con
una fuerte variación entre ellos. En esta etapa
se encuentra al menos el 500/0 de la población
de hembras adultas comprometidas en la repro-
ducción, sea preñadas o lactando o ambos hechos
en conjunto.
En el otro extremo del plano se encuentra
una apretada nube compuesta por cuatro meses,
enero a abril, correspondientes a la fase de reposo
sexual, cuyos parámetros tienen valores muy
144
Vol, 18, 1987
bajos o prácticamente nulos (0/o de actividad,
O/o embriones y NO medio de embriones). A
pesar de ello es posible encontrar en la población
unas pocas hembras en actividad reproductiva, pro-
ducido por la prolongación de la lactancia más
que por el hallazgo de un número importante de
hembras preñadas (Tabla 1).
Entre el período de actividad y de reposo se
interpone una etapa de dos meses, Mayo y Diciem-
bre, en la cual aún se pueden encontrar algunas
pocas hembras preñadas y amamantando y que
he denominado período de transición.
De los machos:
Todos los paramétros muestran al menos durante
un instante del año diferencias significativas,
pudiendo manifestarse por un lapso algo prolon-
gado como es el caso del peso del testículo, el
cual aumenta constantemente desde febrero
a junio, para descender paulatinamente hasta
noviembre, mes en que alcanza uno de los valo-
res más bajos del ciclo anual o puede circunscri-
birse a un par de meses como en las diferentes
tipos de células gonadales, gonios de los epitelios
y diámetros de los túbulos seminíferos (Tabla
1). Estos altibajos delinean la existencia de dos
etapas en el ciclo anual, que corresponden a la
época de reposo y de actividad sexual.
Discernir el límite entre estas fases, es difícil,
dado que los momentos en que aumenta o dismi-
nuyen sustancialmente los valores, o no se expre-
san con claridad, como en el caso de las diferentes
células gonadales, o se encuentran desfazadas en
el tiempo, como entre el peso de la gónada y el
diámetro de los tubulos seminíferos. Esto hace
que el ciclo de los machos sea confuso, al no
existir un límite preciso entre los períodos de
actividad y reposo. Además, aparentemente, el
número de gonios, grosor del epitelio seminifero
y el peso corporal, muestran una tendencia a man-
tener cierta estabilidad, ya que sus variaciones
mensuales no son significativas durante gran parte
del año, lo que contribuye a aumentar la dificul-
tad en sus delimitaciones.
El ACP realizado sobre los parámetros permite
definir tres nubes que corresponden respectiva-
mente a las fases de: reproducción, reposo y de
conexión.
Para los machos (Fig. 1B), los caracteres <con-
siderados explican el 92.40/0 del fenómeno re-
productivo. En el eje 1 (82,40/0) todos los carac-
Sergio Zunino T.
Feb.'82
Marzo
Abril
Mayo
Junio
Julio
Agost.
Octub.
Nov.
Dic.
Ene'83
TABLA 1.
Ciclo reproductor de los...
VALORES MENSUALES DE HEMBRAS Y MACHOS. PARA CADA MES SE INDICA
LA MEDIA, DESVIACION ESTANDAR Y EL TAMAÑO DE LA MUESTRA*
43,5
o/o
c/emb.
Peso Corp.
3 (a)?
1303-1215
137- 123
50- 45
1308-1199
187- 122
36-17
*
1386-1351
191- 151
36-26
1440-1395
145- 138
17-23
*
1289-1415
125-137
23-13
1331-1480
191- 150
15-19
xk
1511-1680
56- 151
6-6
1540-1530
116- 120
10-8
*
1384-1621
120- 298
7-13
1301-1666
225- 355
10-5
*
1308-1366
171- 243
23-23
1340-1361
206- 199
37-22
me
1253-1099
207-— 208
44-38
Pes. Gonada
3 (8) ?
0.68—0.051
0.27-0.022
50-45
*
1.180.049
0.87-0.016
36-17
* *
2.210.076
0.85—0.026
36-26
*
3.23-0.076
0.61—0.025
17-23
* *
4.54-0.247
0.650.109
23-13
4.03-0,323
0.70—0.100
15-19
e
3.92-0.695
0.40-0.183
6-6
*
3.770.470
0.78-0.083
10-8
2.61-0.355
1.24-0.196
7-12
2.09—0.497
1.71-0.187
10-5
* *
0.74—0.138
0.56-0.162
23-23
0.68-0.077
0.52-0.046
37-22
0.650.057
0.470.024
44-38
N
gonios
ESTADISTICAMENTE SIGNIFICATIVA (P > 0.01)
N N
citos esper
mati
das
a *
43.1 104.3
18.9 57.1
16 16
43.4 129.8
21.0 48.2
8 8
44.2 160.9
24.8 58.4
15 15
47.8 209.9
18.7 64,5
10 10
36.4 166.4
20.3 52.9
6 6
39.2 159.8
19.8 51.6
9 9
24.0 100.2
19.8 83,4
> 5
16.9 60.9
20.6 61.6
9 9
20.4 38.6
18.5 44,6
14 14
A ES
134 34.9
18 18
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15
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145
Anales Museo de Historia Natural Vol. 18, 1987
Fig. 1. Distribución de parámetros y de meses para hembras (a) y machos (b) sobre los ejes 1 y 2
146
Sergio Zunino T.
teres son positivos; la carga que aportan el grosor
del epitelio seminífero es despreciable, pues
varía poco en el año. Algo más importante es el
aporte del peso corporal (0.524), reflejo de su
comportamiento anual, en cambio, los otros
parámetros están muy comprometidos en la deter-
minación de este eje, que se manifiesta en las
notables variaciones (tabla 1), teniendo valores
de carga mayores a 0.820. El eje 2 (11.80/0),
está constituido esencialmente por el peso cor-
poral al que se le opone el número de gonios
(Fig. 1 B), los otros parámetros ejercen una fuerza
bastante semejante, siendo el grosor del epitelio
epididimario y número de citos los más destaca-
dos, pero en conjunto su aporte es menor.
Los machos presentan las mismas agrupaciones
de meses que las hembras (Fig. 1B), es decir, hay
una etapa reproductiva de seis meses, abril a sep-
tiembre, donde los parámetros presentan los
máximos valores salvo el peso corporal que se
mantiene con pocas variaciones durante el año
(Tabla 1). La nube de meses está ampliamente
distribuida en el polo positivo del eje 1 y cubre
una importante extensión del eje 2, tanto en el
campo positivo como negativo. Este hecho permite
reconocer subagrupaciones, una nube de dos
meses, agosto y septiembre, caracterizada porque
el peso corporal y el grosor del epitelio epididi-
mario alcanza los valores máximos en el año
y una nube más amplia de cuatro meses, abril
a julio, con un desarrollo máximo en el número
de citos, de gonios y espesor del epitelio seminí-
fero (tabla 1).
La etapa de reposo sexual, noviembre a febrero,
está formada por una nube de meses cuyos valores
medios son los más bajos, y la fase de transición
igualmente comprende dos meses, marzo y octu-
bre.
DISCUSION Y CONCLUSION
A nivel celular, los machos son los primeros en
mostrar signos de actividad sexual. La multipli-
cación de las diferentes categorías celulares logra
sus niveles de desarrollo necesario en abril. En
julio el crecimiento €s máximo en conjunto con
los túbulos seminíferos, (Tabla 1). La aparición
de las hembras preñadas se observó en mayo,
aunque representa solo el 4.40/0 de hembras
en actividad reproductiva; pero a medida que
avance el período también aumenta el porcenta-
147
Ciclo reproductor de los...
je de preñez en la población. Si bien son los
machos los iniciadores del ciclo, son las hembras
quienes lo finalizan en diciembre (Tabla 1). Este
desfazamiento en los períodos de actividad de cada
uno de los sexos ha sido especialmente documen-
tado para poblaciones australianas (Poole 1960;
Myers y Poole 1962; Parer 1977; Wheeler y King
1985), fenómeno que se explica por ser los machos
los que incitan la ovulación con el coito y las
hembras lo prolongan al amamantar durante
treinta días a los gazapos.
EL hecho de encontrarse durante el verano de
1983 en la Reserva Forestal del Lago Peñuelas, un
bajo porcentaje de hembras en actividad (Tabla 1),
corrobora la proposición que señala a los conejos
como reproductores oportunistas pero condiciona-
dos a la existencia de una importante cantidad de
pasto verde (Wood 1980). Esto se explica por las
notables lluvias del invierno anterior, que permi-
tieron la persistencia de la vegetación por un perío-
do más largo que lo normal. Semejantes observa-
ciones han sido realizadas en poblaciones de
conejos para diferentes latitudes y sometidos
a regímenes climáticos tan diversos como de re-
giones subantárticas (Skira 1978), mediterráneas
(Wheeler y King 1985), áridas (Wood 1980) e inclu-
so bajo condiciones controladas; ya sea en labora-
torio (Sawyer 1959) o en poblaciones confinadas
(Myers y Poole 1962).
Del conjunto de parámetros considerados, el
peso corporal de los machos es el descriptor me-
nos recomendable para estimar la condición re-
productiva, por su escasa relevancia en el año
(Tabla 1), ya que está influenciado por la dispo-
nibilidad de alimento y por enfermedades produ-
cidas por frío y humedad, lo que determina una
importante causa de mortalidad. Sawin y Curran
(1952) trabajando con animales de laboratorio
estimaron que un 380/0 de la mortalidad era
ocasionado por problemas respiratorios, que para
el caso de las poblaciones de conejos silvestres
de Chile debe tener bastante influencia, pues
sus predadores naturales son muy poco eficien-
tes.
A medida que avanza la estación reproductiva
en las hembras, de junio a noviembre, aumenta la
camada media (Tabla 1), hecho que concuerda
con información para poblaciones de Gran Breta-
ña (Southern 1940); (Stephens 1952) y de Austra-
lia (Myers y Poole 1962) al señalar esto como un
seguro reproductivo de la población y conjunta-
mente con una mayor edad media de la pobla-
ción.
Anales Museo de Historia Natural
La extensión del período reproductivo para la
población estudiada, concuerda con el criterio
establecido por Lloyd (1963) y seguido por otros
autores, al definir como duración de la estación,
el hecho de encontrar al menos 500/o de las hem-
bras adultas preñadas; aunque para Arthur (1980)
el nivel exigido es 300/0, Este período de seis
meses, junio a noviembre, se ajusta al esquema
establecido para otras poblaciones mundiales
de conejos y en especial a las del hemisferio
sur.
Al comparar la duración de la reproducción
entre ambos hemisferios (Fig. 2), destaca la homo-
Vol 18, 1987
geneidad que se observa en el del norte, cuyo
ciclo medio de 5.37 meses (D.S. = 0,834, lími-
tes = 3,5 a 6 meses, n = 15), se inicia entre enero-
febrero para finalizar en junio-julio. En septiem-
bre y octubre ninguna población muestra signos
de actividad, en cambio el comportamiento
reproductivo para las poblaciones australes es
algo muy irregular y extenso, hecho que se refleja
en una media hemisférica de 6.13 meses (D.S. =
1.39, límites = 2 a 8 meses, n = 15), que se inicia
en junio-julio y finaliza en noviembre-diciembre.
Durante todo el año es posible encontrar alguna
población en actividad. Esta mayor variabilidad,
SUECIA
,
3
FRANCIA
4
5 >
ESPAÑA
6
7
G.BRETAÑA
E
11 12
149
15
N. ZELANDIA
16
17
18
AUSTRALIA
19
20
al 2
y E A
23 ————_—_—_—_—_—_—_—_—_—_—_—_-
A A —_ —————
HAAAAÁÁ_A_A A
A
ISLAS SUBANTARTICAS
27
e EA
CHILE
ndefmamJ]
TT a
asondefom
Fig. 2. Duración del ciclo reproductor para diferentes poblaciones mundiales de conejos.
1 Andersson y Muerling 1977; 2 Andersson et al. 1979: 3 Dahlback y Andersson 1981;
6 Délibes y Calderón 1979; 7 Soriguer 1981; 8 Brambell 1944; 9 Phillips et al. 1952:
y Worden 1956; 12 Llody y McCowan 1968; 13 Lloyd 1970; 14 Mcad-Briges y Vaughan 1975: 15 Hende
4 Rogers 1979; 5 Arthur 1980;
; 10 Stephens 1952: 11 Thompson
rson 1979;
16 Watson 1957; 17 Mellwaine 1962; 18 Bell 1977; 19 Poole 1960; 20 Myers y Poole 1961; 21 Hughes y Rowley 1966;
22 Dunsmore 1974; 23 Parer 1977; 24 Edmonds et al. 1976: 25 Kin , ci
; :24 E setal, qe g y Wheeler 1979; 26 Ki
al. 1963; 28 Derenne y Mougin 1976; 29 Skira 1978: 30 Zunino.
ng ct al. 1983; 27 Shipp et
Sergio Zunino T.
está dada por poblaciones que muestran activi-
dad en el verano, como es el caso de las que habi-
tan en islas subantárticas (Fig. 2), pues solo en
ese período se dan las condiciones necesarias
para la reproducción, en especial: alimentación
y Clima más benigno. Algo semejante ocurre
en la población analizada por Dunsmore (1974)
que vive en una región subalpina. En el caso de
la población de Nueva Zelandia (Bell 1977), la
prolongación del período reproductivo estuvo en
intíma relación con una abundante provisión de
alimento durante un largo tiempo, igual hecho
explicaría lo observado por Edmonds et al. (1976).
Las duraciones medias hemisféricas muestran
Ciclo reproductor de los...
una diferencia significativa (P=0.05, gl = 28),
probablemente ocasionada por la mayor variación
que manifiestan las poblaciones australes, lo
que cs reflejo de la amplia gama de ambientes y
de condiciones climáticas que disponen los co-
nejos.
Finalmente, al enmarcarse el comportamiento
reproductivo de la población de la Reserva Fores-
tal del Lago Peñuelas dentro del contexto hemisfé -
rico, se puede extra-polar estos resultados a todo
el territorio continental de Chile y sobretodo
a Chile Central, si bien la duración del período
puede variar localmente, en función a la mayor
o menos disponibilidad de alimento y condiciones
microclimá ticas.
AGRADECIMIENTOS
Al Dr. J. Bons y a todo su equipo, por haberme otorgado toda la ayuda necesaria y por las valiosas sugerencias.
A los profesores C. Vivar y F. Figueroa que cooperaron en la ardua labor de terreno.
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An. Mus, Hist, Nat. Valparaíso, 18: 153-156, 1987
EFECTO DE LA APLICACION DE UN ANTICOAGULANTE SOBRE LA COMUNIDAD
DE ROEDORES EN CAMPOS DE CULTIVO
FERNANDO KRAVETZ; MARIA INES BELLOCQ; MARIA BUSCH; S. M. BONAVENTURA y
A. MONJEAU
RESUMEN
En este trabajo se evaluó el efecto de un rodenticida anticoagulante, la brodifacouma, sobre una comunidad de roedores
en un campo de maiz.
Se realizó una experiencia en la cual se aplicó el anticoagulante en cebaderos distribuidos en forma de grilla. Se comparó
el número de roedores antes y después del tratamiento en una parcela experimental y en un control mediante un trampeo
de captura-recaptura.
El tratamiento con rodenticida produjo un descenso significativo en la densidad de Mus musculus, mientras que no se
registraron cambios en la de Calomys laucha, que sufrió variaciones en la estructura poblacional. Hubo un leve aumento
de las capturas de Akodon azarae y Oligoryzomys flavescens después del tratamiento.
Se atribuyen estos resultados a la existencia de relaciones jerárquicas intra e interespecíficas que generan la competencia
por los cebaderos, provocando la eliminación en primer lugar de los animales dominantes (M. musculus y adultos de C.
laucha).
Se concluye que la forma de aplicación del rodenticida en cebaderos es eficaz para controlar M, musculus, pero no
para €. laucha.
El intento de controlar las poblaciones de roedores
silvestres por medio de biocidas, ha dado lugar a
numerosas experiencias de campo en las que los
resultados muestran un éxito variable (Bentley
1966, Gratz 1966). La aparición de rodenticidas
anticoagulantes monodosis, de mayor efectividad
a campo que los pluridosis ya que producen efecto
letal en un sola ingesta, abrió nuevas perspectivas
en este tema (Redfern et al. 1976; Rennison 1977;
Khoo y Dubock 1981; Buckle et al. 1984; Ri-
chards y Huson 1985).
El primer antecedente en el estudio del efecto
de rodenticidas para el control de especies de roe-
dores, involucradas en la Fiebre Hemorrágica
Argentina (FHA), lo constituye el trabajo realiza-
do por Polop et al. (1983). Estos autores estudia-
ron el efecto de la warfarina en laboratorio sobre
Akodon azarae y Calomys musculinus, no detec-
tándose un efecto diferencial sobre dichas especies.
Más recientemente Busch et al. (datos no publica-
dos) determinaron la LD 50 de la brodifacouma en
Calomys laucha, C. musculinus y A. azarae, la
cual resultó ser más alta para la última especie.
No pareció útil explorar el efecto del biocida
a campo, dado que las especies consideradas de
mayor interés epidemiológico por sus caracterís-
ticas ecológicas y sus posibilidades de contacto
con el hombre son las del género Calomys. Esta
utilidad se refuerza si consideramos que Á. azarae
posee mayor habilidad competitiva que los Calo-
mys a la vez que presenta una LD 50 mayor.
A fin de evaluar el efecto del rodenticida a
campo, se diseñó una experiencia cuyos objetivos
especificos fueron:
1) Determinar el efecto de la aplicación de la
brodifacouma sobre la abundancia total de roedo-
res y la abundancia relativa de las distintas espe-
cies.
2) Evaluar el efecto del rodenticida sobre la
organización social y las relaciones jerárquicas
intra e interespecíficas.
3) Conocer cuáles son las especies más afectadas,
y en qué forma.
Para realizar esta experiencia se seleccionaron
campos sembrados con maíz, por ser este el culti-
vo tradicional del área endémica de la FHA y don-
de las poblaciones del génro Calomys alcanzan
altas densidades, aumentando la probabilidad de
contacto con el hombre.
Además del interés sanitario subyacente, la
CONICET - Cátedra de Microbiología Facultad de Medicina. Paraguay 2155, Piso 11.
Anales Museo de Historia Natural
experiencia permitirá constrastar la hipótesis
de que un factor de mortalidad (rodenticida
ofrecido en cebaderos) podría modificar las
relaciones jerárquicas dentro y entre las poblacio-
nes de roedores.
MATERIALES Y METODOS
El trabajo se llevo a cabo en dos campos de maíz
próximos a la cosecha situados en la localidad de
Diego Gaynor, provincia de Buenos Aires, Argen-
tina.
El diseño experimental constó de dos grilla
de trampas para roedores, las cuales funcionaron
simultáneamente antes y después de la aplicación
de rodenticida en el campo experimental. El
otro campo funcionó como testigo.
Cada grilla constó de 64 trampas de captura vi-
va tipo Sherman distantes 10 metros una de otra.
Las grillas funcionaron durante 4 noches consecu-
tivas. En un borde aledaño a los campos seleccio-
nados se instalaron líneas de captura de 20 estacio-
nes de 2 trampas cada una. La distancia entre
estaciones fue de 10 metros. La técnica utilizada
fue de captura-marcado-recaptura.
Los roedores capturados fueron determinados
especificamente, registrándose el sexo, peso y
estado reproductivo. La madurez sexual se deter-
minó en base a la posición de los testículos (ab-
dominales o escrotales) y el estado de vagina
(abierta o cerrada). La población de C. laucha fue
estructurada en cinco clases de peso (Clase 1: <=
6 gr, Clase II: 6.1 - 9, Clase III: 9.1 - 14, Clase
IV: 14.1 - 18 y Clase V: > de 18).
Una vez finalizado el primer muestreo de roe-
dores se instaló en el campo experimental una
grilla de 320 cebaderos conteniendo aproximada-
mente $5 gramos de brodifacouma cada uno. El
área ocupada por los cebaderos fue de 40.000
m2, incluyendo el área ocupada por el aparato
de trampeo. Se dejó actuar el rodenticida durante
7 días y luego se evaluó, por el mismo sistema
de trampeo, la composición de la comunidad
de roedores así como la abundancia relativa de
las distintas especies tanto en el campo testigo
como en el tratado y en sus respectivos bordes.
En cada estación de muestreo de roedores
se realizó un censo de vegetación de 4m2 de super-
ficie en el cual se consignó la lista de especies
vegetales presentes acompañada por una estima-
ción de los valores de abundancia-cobertura,
154
Vol. 18, 1987
según la escala combinada de Braun-Blanquet
(1950).
RESULTADOS Y DISCUSION
Durante la experiencia se capturaron 5 especies
de roedores: Calomys laucha, C. musculinus,
Akodon azarae, Oligoryzomys flavescens y Mus
musculus,
No fueron registradas diferencias significativas
en cuanto a la captura total en el campo testigo
y el experimental, en el muestreo previo a la
aplicación del rodenticida (Tabla 1). En los bordes
vecinos no existían diferencias en cuanto a la cap-
tura total y composición específica antes del
tratamiento.
TABLA 1.
RELACION ENTRE EL NUMERO DE EJEMPLARES
CAPTURADOS ANTES Y DESPUES
DEL TRATAMIENTO CON RODENTICIDAS
EN LOS CAMPOS DE MAIZ.
Cl=C. Laucha; Cm = C. musculinus;
Aa = A. azarae; Of = O. flavescens: Mm = M, musculus.
Cl Cm Aa Of Mm Total
Campo testigo 20/22 8/5 0/1 0/4 0/0 28/32
Campo tratado 21/22 2/5 217 3/3 7/1 35/38
Borde testigo 1/4 8/20 6/5 5/14 4/6 24/49
Borde tratado 7/11 2/18 2/3 8/17 9/0 28/49
Efecto de la aplicación del rodenticida sobre
la captura total y la abundancia de cada especie,
en el campo tratado y su borde.
La captura total de roedores no mostró dife-
rencias significativas entre los campos testigo y
experimental (X2 = 0.27 y X2 = 0,12, respecti-
vamente) mientras que se registró un pequeño
aumento de O. flavescens, un aumento de 25
veces en A. azarae y una disminución de 8,6
vecesen M. musculus (tabla 1).
La no variación en la captura total puede de-
berse tanto a una falta de efecto del rodenticida
sobre la abundancia, como a la incapacidad del
sistema de trampeo de detectar dichos cambios,
atribuible principalmente a las características
sociales de los roedores. Los individuos domi-
nantes jerárquicamente serían los primeros en ocu-
par las estaciones de trampeo, manteniendo su
ocupación durante los sucesivos días de captura,
Kravetz, Bellocq, Busch, Bonaventura, Monjeau
por lo que no es detectada la presencia de los
subordinados. Estos serían capturados al extraer-
se los dominantes, efecto que se logra al aplicar
el rodenticida en cebaderos, sobre los cuales tam-
bién se ejerce la dominancia. En síntesis, la exis-
tencia de relaciones jerárquicas entre los roedo-
res puede conducir a una subestimación inicial
de la abundancia total, capturándose inicialmente
sólo los dominantes, y recién al ser removidos
estos, los subordinados.
Otra alternativa es que el mantenimiento del
número de capturas totales se deba a la migración
de roedores del borde hacia el campo, lo que expli-
caría el aumento de O. flavescens y A. azarae
(especies características del borde), que compen-
sarían el descenso de los M. musculus.
Se detectó diferencias estadísticamente signi-
ficativas entre el borde vecino al campo tratado
y el del control, (X2 = 9,56; P < 0,001; gl = 1
y X2= 5,73; P < 0,001; gl = 1, respectivamente),
siendo M. musculus la única especie que presenta
diferencias estadísticamente significativas (X2 =
1,38: P < 0.001;gl= 1):
Los resultados expuestos muestran un mayor
efecto del rodenticida sobre M. musculus que
sobre las restantes especies, pudiendo deberse
esta diferencia tanto a los hábitos granívoros
de esta especie, como a su mayor habilidad compe-
titiva respecto a C. laucha y C. musculinus (de
Villafañe et al. 1973; Kravetz et al. 1975). Esto
puede dar lugar a los fenómenos de dominancia
descriptos anteriormente, donde M. musculus
sería el primero en utilizar los cebaderos.
Efecto del rodenticida sobre la estructura pobla-
cional de C. laucha.
El análisis de las variaciones en la estructura
poblacional se llevó a cabo para C. laucha por ser
la especie mejor representada en los ambientes
estudiados.
Se observó una mayor proporción de individuos
pertenecientes a las clases inferiores de peso (1 y 11),
respecto a la V, en el campo experimental que
en el testigo luego de la aplicación del rodenti-
cida (Tabla 2) (X2 = 8,55; P <0.001; gl = 1). No
fueron detectadas dichas diferencias en el mues-
treo previo. Estos resultados pueden ser atribuidos
nuevamente a la existencia de relaciones jerárqui-
cas, esta vez intraespecíficas, donde los individuos
de mayor tamaño (clase V de Peso) serían elimina-
dos en primer lugar.
Efecto de la...
TABLA 2
RELACION ENTRE EL NUMERO DE EJEMPLARES
CAPTURADOS DE CLASES V Y 1 + UH
ANTES Y DESPUES DEL TRATAMIENTO EN LOS
CAMPOS TESTIGO Y TRATADO
TESTIGO TRATADO
ANTES 6/2 7/0
DESPUES 7/5 0/10
Efecto del rodenticida sobre la microdisposición
espacial de C. laucha.
De acuerdo a los valores de abundancia-cobertura
de Digitaria sanguinalis se diferenciaron en ambos
campos dos tipos de microhabitat. El microhabi-
tat l se caracterizó por un valor de cobertura de
dicha especie de entre el 50 y 1000/0, mientras
que en el 2 fue entre 25 y 500/0.
No se registró un uso diferencial de los micro-
habitats por las distintas clases de peso en ambos
campos en el muestreo previo, ni en el testigo
en el trampeo posterior a la aplicación del roden-
ticida, mientras que en este caso en el campo ex-
perimental las clases de peso inferiores (1, II y III)
fueron capturadas más frecuentemente en el mi-
crohabitat 1, y las IV y V fueron más frecuentes
en el 2. Las diferencias son significativas (X2 =
5,77, P < 0.001, gl = 1), y reflejan nuevamente
un cambio en las relaciones jerárquicas (los indi-
viduos dominantes ocuparían el microhabitat 1,
de mayor cobertura).
CONCLUSIONES
a) El uso del rodenticida es eficaz para controlar
las poblaciones de M. musculus.
b) El efecto del rodenticida estaría influenciado
por la existencia de relaciones jerárquicas intra e
interespecíficas por lo que éstas deben tenerse
en cuenta al decidir la forma de aplicación del
biocida (cebaderos o disperso).
c) El control de C. laucha mediante el método
aquí utilizado es incompleto, pese a que se logra
mortalidad de los sectores de mayor talla, y posi-
blemente dominantes de la población.
d) La aplicación de rodenticida a campo agrupado
en cebaderos no es eficiente para el control de C.
laucha debido a su organización social, que obli-
garía al uso de dosis más altas y a su aplicación
por pulsos.
e) El uso del rodenticida en condiciones adecuadas
puede contribuir al estudio de las relaciones inter
e intraespecíficas.
Anales Museo de Historia Natural Vol. 18, 1987
AGRADECIMIENTOS
A los pobladores de Diego Gaynor por facilitar sus campos para este estudio y por su hospitalidad. Al Lic. Gustavo Zuleta
por su colaboración en las tareas de campo. y mn y
Este estudio fue subsidiado por la Fundación A. J. Roemmers y la Fundación Emilio Ocampo.
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EXPANSION DEL CONEJO SILVESTRE EUROPEO (ORYCTOLAGUS CUNICULUS L.)
EN LA REPUBLICA ARGENTINA Y PERSPECTIVAS FUTURAS
NEVER A. BONINO* y REINALDO GADER
RESUMEN
El conejo silvestre Orycrolagus cuniculus L., especie introducida en la Argentina, se encuentra en permanente expansión
del área ocupada en el sector continental,
La tasa de expansión alcanza los 10 km por año en el límite Este y Sudeste del área de distribución.
Se pone de manifiesto la importancia de los ríos como vías de propagación.
Ñ Extensas zonas de la región patagónica, y especialmente en la pre-cordillera, son aptas para la invasión de esta especie,
asi como el sistema de valles fluviales con cuenca en dicha región y desagiies en el Atlántico.
El área actualmente ocupada por el conejo silvestre en las provincias de Mendoza y Neuquén es de aproximadamente
50.000 Km? .
El conejo silvestre europeo Oryctolagus cunicults
L., especie nativa de la región Mediterránea y más
precisamente de la península ibérica (Layne
1967), se encuentra actualmente distribuido en
gran parte de Europa y ha sido introducido en
diferentes partes de Asia, Sud Africa, Australia,
Nueva Zelandia y Norte y Sud America (De Vos
et al 1956; Myers 1970; Bull 1956). En éste
último continente los conejos fueron introduci-
dos por primera vez en dos regiones: Tierra del
Fuego y el área central de Chile (Jaksié y Yáñez
1983).
En el sector argentino de Tierra del Fuego los
conejos están limitados a la zona central y sur,
después de ser erradicados de la parte norte me-
diante campañas de control.
En la parte continental argentina, los pri-
meros conejos fueron vistos en la provincia de
Neuquén, y más precisamente en la localidad
de Andacollo (Depto. Minas), entre 1945 y 1950
(Howard y Amaya 1975). Estos provinieron
casi con seguridad de Chile, ya que en el sector
chileno a igual latitud, se encontraban estableci-
das poblaciones de ésta especie, y en ésta zona
existen numerosos pasos que cruzan la cordillera
andina con una altitud que de ninguna manera
constituye un impedimento para el avance del
conejo. Desde la aparición de las primeras co-
lonias la especeie se ha ido expandiendo, con
cierta regularidad y a diferentes velocidades,
hacia el este, norte y sur de la región. En la ac-
tualidad el área de distribución abarca el SO de
Mendoza y el centro y NO del Neuquén.
Recientemente ha sido detectado un foco de
conejos silvestres en la zona fronteriza de El
Turbio, en el extremo sudoeste de Santa Cruz,
provenientes de la región chilena de Puerto Nata-
les (Amaya, com. pers.).
El conejo silvestre constituye uno de los ejem-
plos más interesantes de las consecuencias desas-
trozas que puede acarrear la introducción, inten-
cional o no, de animales ajenos a medios natura-
les, donde antes no existían. Aunque las compara-
ciones puedan no ser enteramente válidas, la expe-
riencia de países como Australia y Nueva Zelandia,
con condiciones ambientales similares a las que
presentan extensas zonas de la Patagonia, indican
que se trata de una especie que puede llegar a
ser sumamente perjudicial en áreas de producción
agrícolaganaderas (Howard 1958; Fennessy 1966).
además de producir cambios en el ecosistema en
perjuicio de especies autóctonas. Por esta razón
el IN.T.A. Bariloche y la Dirección de Ecología
del Neuquén, ya sea en forma aislada o conjunta
han venido siguiendo la expansión de esta especie
en las provincias de Neuquén y Mendoza desde
1969.
El objetivo del presente trabajo es actualizar
el área de distribución geográfica del conejo sil-
vestre, a través del relevamiento de los principa-
* Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria -EEA Bariloche Casilla de Correo 277— 8400 Bariloche — Argentina.
** Dirección de Ecología — 8371 Junin de los Andes — Argentina.
Anales Museo de Historia Natural
les frentes de expansión. Además se intenta esta-
blecer, en base a características ambientales, las
áreas potencialmente más aptas para la invasión
de esta especie, particularmente en la región pata-
gónica.
MATERIALES Y METODOS
Se tomaron como puntos de referencias los lími-
tes de distribución establecidos ultimamente en
la prov. de Mendoza por el I.N.T.A Bariloche en
1972, en la provincia del Neuquén, por la Direc-
ción de Ecología de dicha provincia en 1982.
Con dicho material y con la ayuda de cartogra-
fía del área en cuestión escala 1:500.000, se pro-
Vol. 18, 1987
cedió al relevamiento requiriendo de los poblado-
res información sobre la presencia de conejos y re-
visando los lugares en busca de huellas o rastros
de dicha especie (rascaderos, bosteadores, cuevas).
Con la información obtenida se procedió a
mapear el avance del conejo en los distintos
frentes (Figs. 2 y 3), y el área de distribución
actual (Fig. 1).
RESULTADOS
l. Límite Sur.
En este frente la expansión varía según consi-
deremos el sector sudoeste o el sudeste.
En el primero prácticamente no se han produ-
Fig.1. Expansión del área de distribución del conejo silvestre europeo en las provincias de Mendoza y Neuquén
158
Bonino, Gader
Expansión del conejo silvestre ..
Reterencios
O Presencia actual
O Ausencia
(S Presencio en relevomientos
anteriores
géordos
6 7) Bloncas
a
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MO
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es Slenca
Picón =
Leufá ,
y
Reterencios
O Presencia ocluol
O Ausencia
(8 Presencia en relevamientos
anteriores
Fig. 3. Detalles del avance del conejo silvestre en los frentes S y SE del área de expansión.
159
Anales Museo de Historia Natural
cido modificaciones con respecto a la situación
en 1982, ya que los conejos en esa época se en-
contraban en la zona de las cuencas de los ríos
Aluminé y Catan Lil (Fig. 2), y no se observan
movimientos apreciables hacia el sur. En cambio
en el sector sudeste existe un pronunciado avance
de esta especie. En 1982 los conejos, que avanza-
ban a lo largo del río Picún Leufú, se encontraban
a la altura del paraje denominado Paso Apguerre,
y en 1986 la especie fue detectada a escasos kms.
de la localidad de Picún Leufú (Fig. 2).
Esto implica un avance, en dicho período, de
unos 40 km.o sea una tasa de expansión de 10km
por año, ésta diferencia en la velocidad de avance,
entre los dos sectores, se debe a las distintas con-
diciones ambientales reinantes en los mismos y, en
consecuencia, distinta aptitud para el estableci-
miento de la especie.
El sector sudoeste abarca la provincia fito-
geográfica Patagónica y la zona de ecotono (pre-
cordillera) entre dicha provincia y la de los Bos-
ques Subantárticos.
La provincia Patagónica se caracteriza por
estepas de arbustos bajos y pastos duros (coiro-
nes); en lugares húmedos de valles y canadones
se encuentran comunidades herbáceas (mallines).
La zona pre-cordillerana, de fisiografía variada,
presenta estepas graminosas en las zonas altas
y arbusto-graminosas en las zonas bajas, así como
amplios mallines en fondos de valles, los que le
otorgan alto valor forrajero a los campos de ésta
zona. Ambas zonas son, en general, homogenea-
mente aptas para el establecimiento del conejo
ya que utilizan las comunidades arbustivas como
refugio, alimentándose preferentemente en los
mallines. En este frente el área a invadir es grande
y, en consecuencia, el avance es relativamente
lento.
El sector sudoeste, en cambio, comprendido
en la denominada provincia del Monte, consiste
en una estepa predominantemente arbustiva,
árida y en general degradada, donde las principa-
les actividades agrícola-ganaderas se desarrollan
en áreas de valles. Precisamente las zonas aptas
para el conejo, se limitan a los valles de ríos y arro-
yos en donde crece abundante vegetación herbá-
cea, de modo que el frente de expansión es reduci-
do y el avance es rápido a lo largo de los cursos
de agua.
2. Límite Este
Actualmente éste límite está totalmente incluido
160
Vol. 18, 1987
en la provincia fitogeográfica del Monte y, al
igual que en el sector sudeste del límite Sur, los
cursos de agua constituyen las vías principa-
les por las cuales se desplazan los conejos.
Por tal motivo,en este límite se destacan neta-
mente dos frentes de avance, constituido por los
ríos Neuquén (Figs. 1 y 2) y Colorado (Fig. 1
y 3), que corren en sentido O-E.
Sobre el río Neuquén el conejo, cuyo avance
había sobrepasado Paso de los Indios en 1982,
actualmente se encuentra en el paraje Sauzal
Bonito (Fig. 2), en la margen derecha del citado
río y a escasos kilómetros del embalse Cerro
Colorado y de la zona del alto Valle del Río
Negro, importante centro de producción fruti-
hortícola. El avance fue de aproximadamente
40 km, es decir, que en este caso la tasa de ex-
pansión también es de 10 km por año.
Con respecto al Río Colorado, en 1982 se
detectó la presencia de conejos en la proximidades
de Rincón de los Sauces, en la margen derecha
del río (Fig. 3). En este trabajo revisamos dicha
margen hacia el Este, a partir de Rincón de los
Sauces, detectando rastros de conejos hasta una
distancia de alrededor de 20 km. En adelante la
falta de caminos y lo escarpado del terreno impi-
dió proseguir el relevamiento, aunque pudimos
confirmar la ausencia de ésta especie en Rincón
Colorado (Fig. 3). Es decir, podemos asegurar que
avanzó como mínimo 20 km, pero no más de 50
km.
Aparentemente en la margen izquierda del río
Colorado no hay conejos ya que un afluente,
el río Grande, habría actuado como barrera natu-
ral. Esta presunción se basa en el hecho de que en
la margen izquierda de este último río no hay
conejos.
3. Límite Norte
La última información disponible sobre este frente
de avance data de 1972, en que ubica a Bardas
Blancas, sobre el río Grande, como límite norte
de distribución del conejo (Fig. 3). En esa época
no se observaron conejos al oeste de dicha locali-
dad remontando el río Grande. En esta oportuni-
dad relevamos dicha área detectando la presencia
de conejos a lo largo del río hasta el punto en que
recibe como afluente al río Chico (Fig. 3). De allí
en adelante fue imposible proseguir el relevamiento
por falta de caminos, pero todo parece indicar que
los conejos han avanzado hacia las nacientes de
dicho río.
Bonino, Gader
Entre Bardas Blancas y Malargúe no se detec-
tó la presencia de conejos, pero sí, se pudieron
observar en campos ubicados en el valle del río
Malargúe a la altura de la localidad homónima,
como así también a 20 km al oeste de la misma
(Fig. 3). Según información de pobladores del
lugar, hay conejos en las nacientes de éste río,
que corre de Oeste a Este, las cuales se hallan
cerca del río Grande, por lo cual suponemos
que los conejos remontaron este río e invadieron
el río Malargúe a través de sus nacientes (Fig. 3).
Al norte del río Malargúe se encuentran los
ríos Salado y Atuel, que corren en el mismo
sentido que el primero. En ambos casos el rele-
vamiento arrojó resultados negativos en cuanto
a la presencia de conejos, de manera que el lí-
mite norte de distribución de la especie lo consti-
tuye el valle del mencionado río (Fig. 1 y 3).
CONCLUSIONES
El conejo silvestre es una especie con una gran
capacidad de adaptación que le permite invadir
los ambientes más disímiles, tal cual ocurrió
p.ej. en Australia.
En las provincias de Mendoza y Neuquén
esta especie se encuentra en una fase activa de
expansión e invasión de nuevas áreas, como lo
demuestran los sucesivos relevamientos llevados
a cabo.
La tasa de expansión de una especie está
influenciada por diversos factores tales como
barreras naturales, ambientes apropiados, dispo-
nibilidad de alimentos, etc., y en el caso del conejo
la velocidad de avance, en condiciones favorables,
puede ser espectacular. En Australia fue introduci-
do en 1859 y en 1910 ocupaba las 2/3 partes del
continente australiano: la tasa de expansión fue de
alrededor de 70 km/año (Ratcliffe 1959; Myers
1970; Long 1972).
En nuestro país la velocidad de expansión ha
variado en los distintos frentes conforme las
características del medio, entre otras cosas (Boni-
161
Expansión del conejo silvestre ...
no y Amaya 1985), Actualmente la tasa de expan-
sión más alta (10km/año) se presenta en el límite
Este, donde los conejos están restringidos a los
ríos Neuquén y Colorado. Aquí se pone de mani-
fiesto la importancia de los ríos como vías de
propagación dentro de un área en general inapta
para la especie.
En el límite norte, de verificarse la presunción
de que los conejos remontaron el Río Grande para
después invadir el valle del río Malargiie, el avance
habría sido de unos 100 km en 14 años, a un
promedio de 7 km/año.
Con respecto al límite sur, y especialmente
el sector sudoeste o precordillerano, si bien ac-
tualmente no se registra un avance significativo
del conejo, el área presenta condiciones muy
favorables para su establecimiento, como lo
demuestran las altas densidades alcanzadas por sus
poblaciones.
Dado que las características de esta zona se
repiten, con pequeñas variantes, a lo largo de la
Patagonia, toda la región en potencialmente
apta para la invasión, si bien puede existir algún
factor relacionado con el medio o intrínseco
a la población que pudiera frenar la expansión.
En esta región precordillerana se encuentran cam-
pos con alto valor forrajero, por lo que la presencia
del conejo puede acarrear consecuencias no prede-
cibles teniendo en cuenta los antecedentes de esta
especie. Además si consideramos que en esta re-
gión se encuentran las cuencas que drenan la ver-
tiente atlántica, como ser la del río Chubut. Desea-
do, Chico, Santa Cruz y Gallegos, tampoco debe-
mos descartar, llegado el caso, la posible invasión
de dichos valles fluviales, tal cual ocurre con los
ríos Neuquén y Colorado.
Por otro lado, el reciente foco de propagación
descubierto en El Turbio, en el Sudoeste de Santa
Cruz, puede constituir un factor de aceleración
de dicha invasión.
En la actualidad el área ocupada por el conejo
silvestre en el sector continental argentino es de
50.000 km2.
Anales Museo de Historia Natural Vol. 18, 1987
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ESTUDIO COMPARADO DE LA DIETA DE LOS ZORROS MEDITERRANEOS
(CARNIVORA, CANIDAE)
JAIME R. RAU*, MIGUEL DELIBES** y JUAN F. BELTRAN**
ABSTRACT
Food habits of four species of foxes (Vulpes vulpes, Canis culpaeus, Canis griseus and Urocyon cinereoargenteus) in medi-
terranean areas of Spain, France, Italy, Australia, Chile and United States of America were compared. The Iberian and
Australian foxes appear as insectivores, while the Italian foxes eat fruit and insects and the French ones eat lagomorphs,
insects and fruit. Both Chilean species mainly capture rodents and the North American Urocyon consumes fruit and insects.
Results can be interpreted in three ways: a) rejecting the hypothesis of convergence among mediterranean ecosystems,
b) considering that the well known foxes' opportunism maximizes small differences in prey availability, and/or c) con-
sidering that assemblages do not yield a good description of the convergence between communities.
El clima mediterráneo, caracterizado por invier-
nos templados y lluviosos y veranos secos y ca-
lurosos, determina la formación de biomas de
matorral esclerófilo entre los 320 y 400 de latitud
en ambos hemisferios (Aschmann 1973). En au-
sencia de un origen histórico común, se ha pos-
tulado que los ecosistemas de las áreas disyuntas
de Chile Central, California, Australia, Sudáfrica
y la Cuenca Mediterránea habrían desarrollado
convergencia en su estructura y funcionamiento
(Johnson 1973).
En efecto, cuando se han realizado compara-
ciones de carácter intracontinental (Chile central
versus California), basadas en ensambles de espe-
cies pertenecientes a un mismo taxón (Jaksic
1981), se han encontrado correspondencias apo-
yando la idea de convergencia (Sage 1973, Cody
1974). Sin embargo, cuando las comparaciones
se han hecho a nivel intercontinental (Chile cen-
tral versus California versus España) se ha visto
que las concordancias a nivel de gremios de espe-
cies pertenecientes a diferentes taxones (Jaksic
1981) han sido menos claras.
En el presente trabajo se realiza una compa-
ración estandarizada de la dieta de zorros de
cuatro especies que viven en ambientes medite-
rráneos de Europa, América del Norte, América
del Sur y Australia. Nuestra hipótesis general es
que dado el considerable oportunismo trófico
habitualmente atribuido a los zorros (Fox 1975),
sus dietas deberían ser similares, en el caso de
* Departamento de Ciencias Exactas
que las áreas mediterráneas comparadas les ofrez-
can las mismas “oportunidades ambientales”,
esto es, una disponibilidad de presas semejante.
MATERIAL Y METODOS
La información utilizada para este trabajo apa-
rece en la Tabla 1. Como puede observarse, gran
parte de los datos empleados han sido previa-
mente publicados, proceden de análisis de heces
y contenidos estomacales, y han sido colectados
en distintos períodos del año. Las comparaciones
incluyen diferentes especies en simpatría (los dos
zorros de Chile Central) y la misma especie vi-
viendo en distintos continentes (Vulpes vulpes
en Europa y Australia) además de una especie
alopátrida con todas las restantes (Urocyon ci-
nereoargenteus en Estados Unidos).
Siguiendo a Amores (1975) hemos diferencia-
do seis categorías tróficas: Lagomorfos, Roedo-
res, Aves, Insectos, Herpetozoos y Frutos. Para
cada categoría se obtuvo la media aritmética de
las frecuencias de aparición previa transforma-
ción angular (Zar 1984). Para cada fila de esta
matriz se computó un índice de diversidad D de
Herrera (1976) y un índice de dominancia d de
Berger y Parker (1970).
El grado de acuerdo entre las columnas (catego-
rías tróficas) y las filas (especies y/o localidades) se
evaluó con el coeficiente de concordancia de
y Naturales. Instituto Profesional de Osorno, Casilla 933, Osorno, Chile.
** Estación Biológica de Doñana, C.S.I.C., Apartado 1056, 41080 Sevilla, España.
163
Anales Museo de Historia Natural
TABLA 1
Vol. 18, 1987
INFORMACION UTILIZADA PARA EL ANALISIS DE LAS DIETAS DE LOS ZORROS MEDITERRANEOS
TA ARA q a
AREA MATERIAL
Camarga 99 heces
(Francia) 8 estómagos
Menindee 95 estómagos
(Australia)
Chile central 318 heces
(C. culpaeus)
Chile central 278 heces
(C. griseus)
S. O. España 487 heces
Grosetto 208 heces
(Italia)
Utah 240 heces
(U.S. A.)
PERIODO AUTOR
Semestral Reynolds
(1976) (1979)
Anual Ryan y Croft
(1970 - 1973)
(1974)
Estacional Jaksic et al.
(1976) (1980)*
Estacional Jaksic et al.
(1976) (1980)*
Anual
(1982) Datos inéditos de los autores
Ciampalini y Lovari
Anual (1985)
(1982 - 1983)
Anual
(1967 - 1968)
Trapp y Hallberg
(1975)**
* Datos originales, a excepción de los frutos, transformados a frecuencia de ocurrencia por la división del número de indi-
viduos —presa por el cociente NO total de individuos— presa/N% de muestras con presas.
** De acuerdo con la información entregada por los autores en su revisión, se asumió que la categoría trófica “mamiferos”
comprendió lagomorfos y roedores en la misma proporción
Kendall con corrección de empates W (Siegel
1985).
Hemos relacionado la dieta de cada par de
poblaciones de zorros mediante dos índices de
similitud trófica: el índice de similitud propor-
cional PS, definido primeramente por Renkonen
(1938) y al que hemos estandarizado siguiendo
a Whittaker (1975), y el coeficiente de correla-
ción de Spearman rs con corrección de empates,
directamente relacionado con tW (Siegel 1985).
Teniendo en cuenta esta relación, PS y rs se han
comparado mediante un análisis de regresión
lineal.
Como último paso, las dos matrices de simi-
litud trófica se sometieron a un análisis de agrupa-
mientos (“cluster analysis”) basado en el método
de la fusión promediada (“average linkage””)
mediante el programa BMD P1M (Dixon 1975),
lo que nos ha permitido obtener los respectivos
dendrogramas.
RESULTADOS Y DISCUSION
Los resultados del análisis de las dietas aparecen
presentados en la Tabla 2, donde se indica para
164
cada especie y/o localidad la frecuencia de ocu-
rrencia de cada categoría de alimento. Se mues-
tran también los rangos de ordenamiento y los
índices de dominancia y diversidad trófica.
De acuerdo con la similitud existente entre
las sumas de rangos para cada columna (2 Ri),
no se encontró concordancia entre las especies
y/o localidades versus las categorías de alimento
elegidas (W. = 0.301; P > 0.05). Tampoco se
encontró concordancia alguna cuando se com-
pararon las cuatro diferentes especies de zorros
entre sí, habiéndose promediado los datos co-
rrespondientes a las cuatro poblaciones de V.
vulpes (W¿ = 0.460; P > 0.05). La única con-
cordancia que se encontró fue cuando se com-
pararon entre sí las cuatro poblaciones de Y.
vulpes (W¿ = 0.525; P < 0.05). Esto último sugiere
que las principales diferencias entre las dietas
estarían más bien motivadas por las propias es-
pecies de zorros que por las localidades consi-
deradas.
En lo que se refiere a la dominancia de una
determinada categoría trófica, se encontró que
l. vulpes es insectívoro en España y en Australia,
irugívoro e insectívoro en Italia, y consumidor
de lagomorfos, insectos y frutos en Francia.
Rau, Delibes, Beltrán
Estudio comparado de la dieta ...
TABLA 2
COMPARACION DE LA DIETA DE LOS ZORROS MEDITERRANEOS (SE INDICA LA FRECUENCIA
DE OCURRENCIA DE CADA TIPO DE PRESAS Y BAJO ESTA SU RESPECTIVO RANGO DE ORDENACION,
Ri; d, ES UN INDICE DE DOMINANCIA Y D ES UN INDICE DE DIVERSIDAD TROFICA;
BAJO d SE INDICA EN CADA LOCALIDAD EL TIPO DE ALIMENTO DOMINANTE)
A A A AA A A A AA A E E A
E R A
España 35.3 2.4 3
(V. vulpes) (2) (6) (4)
Italia 0.0 39.0 13.6
(V. vulpes) (5.5) (3) (4)
Australia 50.1 0.0 23.2
(V. vulpes) (2) (5.5) (3)
Francia 75.3 36.2 25.6
(V. vulpes) (1) (4) (5)
Chile 16.2 63.0 4.5
(C. culpaeus) (2) (D (4)
Chile 2.3 60.4 2.0
(C. griseus) (3) (1) (4)
U.S.A. 22.5 22.5 5.0
(U. cinereo- (3.5) (3.5) (6)
argenteus
TRi= (19) (24) (30)
I H F d D
86.5 2.5 20.6 0.6 15.7
(1) (5) (3) (1)
83.1 0.0 84.4 0.4 6.5
Q) (5.5) (1) (F,D
63.7 11.9 0.0 0.4 6.3
(1) (4) (5.5) (1)
70.4 2.5 64.3 0.3 13,2
(2) (6) 3) (L,D
0.0 2.9 12.1 0.6 11.0
(6) (3) 6) (R)
0.0 0.0 34,4 0.6 9.2
(5.5) (5.5) (2) (R)
57.0 8.0 67.0 0.4 13.1
(2) (5) (1 (F)
(19.5) (36) (18.5)
L= Lagomorfos; R = Roedores; A= Aves; 1= Insectos; H = Herpetozoos; F = Frutos
Urocyon cinereoargenteus es principalmente fru-
gívoro e insectívoro, mientras que Canis culpaeus
y C. griseus son consumidores de roedores. En
relación con esto último, Fuentes y Jaksic (1979)
han señalado que la alta similitud en la dieta de
estas dos especies podría explicarse por su com-
pleta alopatía en Chile Central.
En la Fig. 1 se presentan los dendrogramas
obtenidos. Como puede observarse, se segregan
los siguientes grupos (considerando sólo a PS):
a) zorros predominantemente frugívoros (V.
vulpes en Italia y Francia y U. cinereoargenteus
en U.S.A.), b) zorros predominantemente insec-
tívoros (V. vulpes en España y Australia), y c)
zorros consumidores de roedores (ambos Canis
en Chile). Se observa también que el dendrogra-
ma basado en r, es muy parecido al anterior (la
única excepción es que los zorros de Francia se
incluyen aquí entre los insectívoros). La simili-
tud entre ambos dendrogramas era de esperar,
ya que los dos índices de similitud empleados
se encuentran fuertemente correlacionados, por
lo que estimamos que la ecuación de regresión
derivada presenta un buen valor predictivo (Fig.
2). En cualquier caso, el análisis de los dendro-
gramas muestra que en este caso la proximidad
165
geográfica (ambos Canis en Chile) es más res-
ponsable de la similitud entre las dietas que el
carácter mediterráneo que comparten las siete
muestras.
El índice de diversidad trófica varió amplia-
mente entre 6.3 (V. vulpes en Australia) y 15.7
(V. vulpes en España), confirmándose así las
diferencias anteriores y contradiciendo el ca-
rácter general de nuestra hipótesis de trabajo.
Puesto que todos los índices coinciden en
la escasa similitud entre las dietas de los zorros
mediterráneos, a excepción de las cuatro pobla-
ciones de V. vulpes, por un lado, y las dos po-
blaciones chilenas por otro, la conclusión más
inmediata sería el rechazo de la hipótesis de
convergencia. Sin embargo deben considerarse
asimismo dos hipótesis alternativas, complemen-
tarias entre sí:
1. Puede ocurrir que el propio carácter oportu-
nista de las diferentes especies de zorros maxi-
mice las diferencias locales o coyunturales en
la oferta de presas.
2. También es probable que las comparaciones
a nivel de un solo ensamble (en este caso zorros)
no sean descriptores fiables de las similitudes en
estructura y funcionamiento de diferentes ecosis-
Anales Museo de Historia Natural Vol. 18, 1987
roedores insectos frutos roedores insectos frutos
CcHIL — CHIL CHIL— CHIL
CULP GRIS AUS ESP FRA USA ITA CULP GRIS AUS ESP FRA USA ITA 10
09 0.9
08 0.8
0.7 0.7
06 06
05 05
04t 04
03 03
02 02
0.1 0.1
0 o
Fig. 1. Dendrogramas resultantes de las matrices estandarizadas de similitud trófica basadas en el coeficiente de correla-
ción de rangos de Spearman con corrección de empates, rg (izquierda) y el índice de similitud proporcional de Renkonen,
PS (derecha). Se indican asimismo las categorías tróficas que dominan las dietas de los miembros de cada gremio y con
línea punteada el límite arbitrario mínimo para adscribir pertenencia a un gremio. Obsérvese la similitud entre ambos
dendrogramas, aun a pesar del cambio de V. vulpes de Francia que pasa de frugivoro (PS) a insectívoro (rs). CHIL = Chile;
AUS = Australia; ESP = España; FRA = Francia; USA = Estados Unidos de América; ITA = Italia; CULP = Canis culpaeus;
GRIS = Canis griseus.
05
PS
-05 %¿="07+18PS
("20904)
10
e elos el coeficiente de correlación de rangos de Spearman con corrección de empates (4g) y el índice de
similitu proporcional de Renkonen (25). En la misma figura se muestra la ecuación de regresión obtenida y el coeficiente
de determinación (+2). said cid
166
Rau, Delibes, Beltrán Estudio comparado de la dieta ...
temas, como recientemente ha indicado Jaksic De cualquier manera, este estudio queda abier-
(ms, enviado para publicación) al referirse a la to a la inclusión en la comparación de otros zo-
conveniencia de utilizar ensambles múltiples que rros mediterráneos y eventualmente de otros
no corresponderían a un solo taxón. Este mismo predadores, así como a un análisis comparativo
caso han encontrado Jaksic y Delibes (ms, envia- de la disponibilidad de presas en los distintos
do para publicación) al estudiar “comunidades ecosistemas mediterráneos.
de predadores” en España y Chile Central.
AGRADECIMIENTOS
A los Sres: F.M. Jaksic (Santiago); J. du P. Bothma (Pretoria); J.A.J. Nel (Stellenbosch); D. King (Perth); B.J. Coman y
H. Brunner (Victoria); M. Artois (Francia); S. Lovari (Parma); F. Petrucci-Fonseca (Lisboa); A. Brosset (Brunoy); A.I.
Rocst, J. Malcolm y W.E. Howard (California); K.B. Aubry (Washington); B.J. Verts (Oregon); M. Pandolfi (Urbino) y
T.K. Fuller (Minnesota), por la información proporcionada.
' A C.M. Herrera por una discusión sobre su índice D, a F.M. Jaksié por la facilitación de sus manuscritos y a Angé-
lica Catalán por su constante apoyo.
J,R. Rau contó con una beca otorgada por el IC] y J.F. Beltrán una del CSIC. E. Collado, nos asistió con el manejo
del computador. Agradecemos a M. Carmen Quintero y Nachy Bustamente por haber “escrito” el manuscrito en su micro-
ordenador y a la Dra. Sacramento Moreno por haber expuesto nuestro trabajo. Proyecto 944 financiado por CAICYT-CSIC.
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OBSERVACIONES SOBRE PSEUDORCA CRASSIDENS (OWEN 1846)
(ODONTOCETI: DELPHINIDAE) VARADAS EN LOS CHOROS,
COQUIMBO, IV REGION, CHILE
HECTOR R. FUENTES
ABSTRACT
At Los Choros locality situated to the North of Coquimbo, IV Región, Chile, more than 100 specimens of Pseudorca
crassidens stranded in July 17 of 1983. This is the second documented record of this species in Chile. Seventy-three com-
plete specimens were counted on the beach and additional 30 were estimated incomplete or disarticuled on the beach or
floating near the shore. Only 37 specimens, 14 males, 21 females, and 2 unsexed were measured and analysed. In this
paper information on size composition, dentition, measures of the body and the skull of the stranded animals are reported.
La varazón masiva de mamíferos marinos parece
ser un fenómeno que ocurre con cierta frecuencia
en diferentes costas del mundo. Sin que ninguno
entregue una explicación del por qué ocurren estos
fenómenos, hay numerosos reportes en la prensa
escrita que dan cuenta de sucesos que resultan
espectaculares, insólitos y hasta dramáticos por la
cantidad y tamaño de los ejemplares a los cuales
afecta. Varazones masivas de P. crassidens han sido
reportadas y documentadas para distintas partes
del mundo, como la ocurrida en Tasmania (Scotty
y Green 1975), en Estados Unidos (Mitchell
1975) y Argentina (Langguth 1977). Sin embargo
en Chile no existen antecedentes previos de vara-
zones, siendo la única referencia documentada
y primera cita para Chile, la proporcionada por
Oliver (1946) quien da cuenta de un cráneo que
fue encontrado en la playa de la Isla Rocuant en
la Bahía de Concepción. Posteriormente Donoso
(1975), Tamayo y Fracinetti (1983) y Sielfeld
(1983), hacen referencia a la especie pero basados
en la información contenida en Oliver (op. cit.).
En este trabajo se da cuenta de una varazón
masiva de más de 100 ejemplares de P. crassidens
ocurrida en una localidad situada al norte de
Coquimbo, el día 17 de julio de 1983, se entregan
antecedentes somatométricos de los ejemplares
y se correlacionan en una matriz los parámetros
corporales.
MATERIALES Y METODOS
La varazón se produjo a partir de las 19,00 horas
del 17 de julio de 1983 en la localidad denominada
Los Choros (Lat. 290 16' S), situada al norte de
la ciudad de Coquimbo (Fig. 1) en la Iv Región.
El lugar es un sector rocoso situado a 500 m de
la caleta de pescadores, fue visitado por el autor
sólo 23 días después, se contaron 73 ejemplares
completos a lo largo de la playa en una extensión
de 6.0 kilómetros y restos correspondientes a
más de 30 ejemplares fueron estimados de los
arrastrados mar adentro o destruidos por la des-
composición. De los 73 ejemplares contados en
la playa se analizaron solamente 37: 14 machos,
21 hembras y 2 no fueron sexados, que fueron
elegidos por estar completos, en menor grado de
descomposición o en posición de ser medidos.
A cada ejemplar se le consignaron los siguien-
tes antecedentes: largo total (LT), ancho de la
aleta caudal (AAC), largo de la aleta dorsal (LAD),
largo de la aleta pectoral (LAP), ancho de la base
de la aleta pectoral (ABP), longitud predorsal
(LPD), longitud prepectoral (LPP) y longitud
preorbital (LPO) (Fig. 2). Todas estas medidas
fueron hechas con 1.0 cm de precisión. Se contó
a cada ejemplar medido el número de dientes en
cada rama maxilar y mandibular o solamente en
el lado izquierdo o derecho de acuerdo a la po-
sición del animal.
En una segunda visita efectuada al lugar en
enero de 1984 fueron recolectados tres cráneos,
sin sus mandíbulas, a los cuales se tomaron las
medidas contenidas en Tabla 3 basada en Langguth
(1977). Los cráneos fueron catalogados como
LCH-01, LCH-02 y LCH-03, y se encuentran
depositados en la colección de la Facultad de
Universidad de La Serena, Facultad de Ciencias, Departamento de Biología, La Serena, Chile.
169
Vol. 18, 1987
Anales Museo de Historia Natural
Il. Damas a
1. Choros )
.
LOS CHOROS
Pta. Chungungo A
Pta. Totoralillos._
Pta. Porotos ——
Pta. Teatinos —_——
o LA SERENA
COQUIMBO
Fig. 1. Ubicación de la localidad Los Choros en la IV Región, Chile. El áre
| a sombreada corresponde al lugar de
la varazón,
170
Héctor R. Fuentes
LAD
LPD
ABP
PO
LPP EN
LAP
LT
Observaciones sobre Pseudorca crassidens ...
AAC
Fig. 2. Medidas corporales de P. crassidens. LT = largo total, AAC = ancho aleta caudal, LAD = largo aleta dorsal, LAP =
largo aleta pectoral, ABP = ancho de base de la pectoral, LPD = longitud predorsal, LPP = longitud prepectoral, LPO =
longitud preocular.
Ciencias del Mar, Universidad del Norte, Sede
Coquimbo.
RESULTADOS Y DISCUSION
Los resultados contenidos en Tabla 1 muestran
la talla mínima y máxima de los ejemplares, que
fluctúa entre 390 cm y 550 cm respectivamente,
están ordenados por sexos en intervalos de 20.0
cm de tamaño. El 78.40/0 de los animales tiene
tamaños menores de 470 cm (Fig. 3), siendo la
mayoría bajo esa talla, hembras. Por el contrario,
con excepción de un ejemplar, todos los ejem-
plares con tallas mayores que 490 cm son machos.
Esto estaría sustentando el criterio de Comrie
y Adams (1938) quienes sostienen que las hem-
bras de esta especie son proporcionalmente de
mayor tamaño que los machos, esto podría indicar
también que la mayoría de las hembras varadas
en Los Choros eran adultas.
Nishiwaki (1963) describe una fórmula den-
taria de 8 a 10 en la maxila y de 8 a 11 en la
mandíbula mientras que Donoso (1975) sólo
describe de 8 a 9 por lado, en la maxila y en la
mandíbula. En la Tabla 2 están contenidos los
resultados del recuento de la dentición en cada
uno de los ejemplares analizados; el rango del
171
número de dientes por rama maxilar y mandibular
varía de 7 a 11 dientes. Se observa que 8 a 9
dientes por rama es el número más frecuentemente
encontrado, sin que este hecho tenga relación con
la talla del animal y probablemente tampoco con
la edad. Un número considerable de individuos
tenía 7 dientes en alguna de sus ramas lo que
coincide con Langguth (1977) quien también
describe un cráneo con 7 dientes en la arcada
superior. La probabilidad de un error al contar
los dientes es reducida ya que en la mayoría de
los casos el recuento fue acompañado de una
disección a la piel.
De las mediciones efectuadas a tres cráneos
(Tabla 3), sólo dos fueron completas (LCH-01
y LCH-02) y fueron las mismas de Langguth
(1977), quien utiliza el criterio de Lahille (1908)
(fide Langguth, op. cit.). Al tercer cráneo (LCH-
03) sólo se tomaron algunas medidas ya que fue
encontrado parcialmente destruido. La longitud
cóndilo-basal del cráneo LCH-01 de 71.0 cm es
mayor que todas las reportadas para los ejempla-
res provenientes del Atlántico. Asimismo, al
analizar el ancho relativo del rostro mediante
la relación: ancho del rostro*100/largo del rostro,
se observa que éste es más cercano (LCH-01 =
63.8 y LCH-2 = 69.7) a los dados para los ejem-
plares provenientes del Pacífico, es decir, son
Anales Museo de Historia Natural
d
10
5)
Z 8
MW
e
[8]
Ww
Lc ?
u
2
. LJ
Vol. 18, 1987
MM) MACHOS
390 - 410 411 - 430 431 - 450 451 - 470 471-490 491-510 511-530 531-550
T A L
L
A lcm)
Fig. 3. Frecuencia de tallas de machos y hembras de P. crassidens varadas en Los Choros, Coquimbo, Chile. (n= 37)
TABLA 1
FRECUENCIA DE TAMAÑOS DE P. CRASSIDENS VARADA EN LOS CHOROS, COQUIMBO, CHILE
(n= 37)
Límites de tamaño (cm) Machos Hembras Indeterminados Total Porcentaje
390 - 410 l 4 1 6 16.21
411 - 430 4 6 10 27.02
431 - 450 1 7 1 9 24,32
451 - 470 1 3 4 10.81
471 - 490 0
491 - 510 2 1 3 8.11
Ss1l - 530 1 1 2.70
531 - 550 4 4 10.81
Total AA 21 2 37
más largos que anchos que los reportados para
el Atlántico los cuales son más anchos que lar-
gos (Langguth, op. cit.). Sin embargo, esto no
significa que puedan ser consideradas como
formas diferentes las poblaciones del Pacífico
de las del Atlántico. La simetría del cráneo que
es característica de los animales de esta especie
también fue observada en los tres cráneos, la
172
cual se acentúa hacia el lado izquierdo alrededor
del orificio nasal.
Las medidas corporales tomadas a los 37
ejemplares contenidas en la Tabla 4, expresan
los rangos de los valores medios de los parámetros
corporales de machos y hembras separadamente
y considerados como una muestra total. No es
posible hacer un estudio comparativo de medidas
Héctor R. Fuentes
Observaciones sobre Pseudorca crassidens ...
TABLA 2
DENTICION EN CADA RAMA MAXILAR Y MANDIBULAR DE ?P. CRASSIDENS VARADA EN LOS CHOROS,
COQUIMBO, CHILE, DE ACUERDO A LA TALLA CORPORAL.
MI = RAMA MAXILAR IZQUIERDA, MD = RAMA MAXILAR DERECHA,
RI= RAMA MANDIBULAR IZQUIERDA, RD = RAMA MANDIBULAR DERECHA
Número de dientes
9
Tamaño corporal (cm) 7 8 10
MI MD RI RD MI MD RI RD MI MD RI RD MI MD RI RD
390 - 410 1 2 2 1 1 3 a
411 - 430 3 1 1 1 1 2 1 1 2 1 1 1
431 - 450 2 2 1 3 1 5 1 1
451 - 470 1 2 1 2 A 2 1 1 1
471 - 490
491 - 510 2 2
511 - 530 1 1 1 1
531 - 550 1 2 1 2)
TABLA 3
MEDIDAS DEL CRANEO DE P. CRASSIDENS VARADAS EN LOS CHOROS, COQUIMBO, CHILE.
MEDIDAS EN CM
MEDIDA LCH-01 LCH-02 LCH-03
Longitud cóndilo-basal 71.0 66.0
Largo palatilar 37.0 35.0
Largo del rostro 36.0 33.0
Largo del paladar 42.0 37.0
Longitud prenasal 44.5 40.0
Largo maxilar dorsal 54.0 59.5
Largo serie dentaria superior 27.5 24.5
Ancho mitad del rostro 21.5 18.5 18.0
Ancho máximo del cráneo 41.5 39.0 39.0
Ancho del rostro 23.0 23.0 21.0
Ancho interorbitario 36.5 34.5
Ancho en mitad de los intermaxilares 17.5 14,5 13.0
Ancho máximo orificio nasal 8.5 8.5 1.5
Ancho de los intermaxilares 15.5 14.5 13,5
Altura de fosa temporal (9) 14.5 14.0 12.0
Largo de fosa temporal (0) 15.0 15.5 13,5
Altura máxima del cráneo 28.0 26.0 26.0
Ancho del foramen magnum 5.5 6.0 5.5
5.8 5.5 5.0
Alto del foramen magnum
(9) Probablemente no correspondan al mismo criterio de medida de Langguth (1977)
A A A AA A A ——— — — —__ _- _--__ === ===
y proporciones corporales con ejemplares pro-
venientes de otras latitudes y poder visualizar
diferencias y variaciones intraespecíficas, ya que
no hemos encontrado en la literatura disponible
tales antecedentes. Por consiguiente, los ante-
cedentes recopilados de P. crassidens se entregan
como un aporte al conocimiento de esta especie
poco conocida en Chile. Dentro de este mismo
criterio, los parámetros corporales contenidos
en la Tabla 4, tomados de acuerdo a la Fig. 2,
fueron introducidos en una matriz de correlación
173
múltiple, cuyos resultados en Tabla 5, indican
que los más altos valores de correlación (P < 0.05)
se establecen entre el largo total de los animales
y el largo de la aleta pectoral y la más baja corre-
lación observada se establece entre el ancho de
la aleta caudal y el largo de la aleta dorsal.
Sobre la distribución geográfica de la especie,
Mitchell (1945) la define como un habitante
característico de aguas tropicales templadas y
excepcionalmente de aguas frías, que en el Pací-
fico se distribuiría entre los 300 N (Leatherwood
Anales Museo de Historia Natural Vol. 18, 1987
TABLA 4
RANGO DE MEDIDAS Y VALORES MEDIOS (X) DE 37 EJEMPLARES DE ?. CRASSIDENS
VARADOS EN LA LOCALIDAD LOS CHOROS, IV REGION, CHILE
MEDIDAS EN CM
a A AA A AAA AAA NI, EOS A A
Machos (n = 14) Hembras (n= 21) Machos y Hembras
(n=37*)
Rango X Rango X Rango X
A A a a E SAA AE TEA ATTE A E ARS A AS
Longitud total 391 - 545 473.4 400 - 510 434.7 391 - 545 448.8
Ancho aleta caudal 63-95 79.8 62 - 95 78.8 62-95 78.8
Largo aleta dorsal 41-67 53.2 41-55 48.5 41-67 50.2
Largo aleta pectoral 44 - 67 55.5 43-57 48.5 43-67 51.1
Ancho de Base de la aleta pectoral 17 - 29 20.4 15-21 18.7 15-29 19.2
Longitud predorsal 170 - 208 182.6 161 - 200 180.0 170 - 208 178.4
Longitud prepectoral 64 - 90 75.9 59-17 69.5 59-90 71.9
Longitud preorbital 39-51 44.1 36 - 49 41.1 36-51 42.3
* Incluye dos ejemplares no sexados
TABLA 5
MATRIZ DE CORRELACION MULTIPLE DE PARAMETROS CORPORALES DE P. CRASSIDENS
VARADAS EN LOS CHOROS, COQUIMBO, CHILE.
n= 37, P <0.05
LT AAC LAD LAP ABP LPD LPP LPO
LT 1.000
AAC 0.700 1.000
LAD 0.394 0.238 1.000
LAP 0.886 0.676 0,425 1.000
ABP 0.597 0.584 0.417 0.777 1.000
LPD 0.783 0.631 0.288 0.706 0.372 1.000
LPP 0.743 0.470 0.316 0.744 0.376 0.719 1.000
LPO 0.736 0.548 0.299 0.778 0.543 0.646 0.797 1.000
et al. 1982) y los 370 S (Oliver 1946) y en el
Atlántico hasta los 420 S (Langguth 1977). La
distribución en Chile está reportada únicamente
basada en varamientos de animales encontrados
en la Isla Rocuant, Bahía Concepción (Oliver, op.
cit.), los reportados en este trabajo y el registro de
los ejemplares encontrados en las cercanías de
Iquique en mayo de 1985 (Sielfeld, com. pers.).
Finalmente con los antecedentes disponibles no
es posible ofrecer una explicación a la varazón
masiva ocurrida en la localidad de Los Choros
que parece afectar con frecuencia a P. crassidens
también en otras latitudes. Resulta particular-
mente importante evaluar el efecto de estas
varazones sobre las poblaciones de estas y otras
especies de mamíferos marinos, las que proba-
blemente se vean significativamente alteradas.
AGRADECIMIENTOS
A L. Núñez y a M. Rivera por su colaboración en las medidas en terreno, a W. Sielfeld por sus valiosas opiniones y por los
antecedentes bibliográficos aportados al manuscrito y a la Universidad del Norte, Sede Coquimbo, por facilitar el vehículo
apropiado para llegar al lugar de estudio.
Héctor R. Fuentes Observaciones sobre Pseudorca crassidens ...
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TASA DE NATALIDAD DE UNA POBLACION DE VICUÑAS
(VICUGNA VICUGNA MILLER, 1931) EN ESTADO DE SEMICAUTIVIDAD
SERGIO GUSTAVO MOSA
La conservación de la vicuña es una tarea que se
está ejecutando sistemáticamente en Argentina.
Con ese propósito, se han creado varias reservas
que garantizan la supervivencia de las poblacio-
nes de vicuñas en estado silvestre. La primera
experiencia registrada con tal fin fue realizada
en el año 1926 al crearse la Estación Zootécnica
de Abra Pampa en la Provincia de Jujuy y que
actualmente pertenece al Instituto Nacional de
Tecnología Agropecuaria (INTA) como SubEs-
tación Experimental Agropecuaria. Allí en el
año 1933 se introdujeron varios lotes de vicuñas
que fueron capturados en estado salvaje y se
las ambientó en un estado de semicautividad al
encerrarlas en corrales de grandes dimensiones
cercados con alambrados.
En estos corrales las vicuñas pudieron desa-
rrollar sus hábitos de territorialidad como en el
estado salvaje y su grado de adaptación se debe
apreciar en la formación de grupos familiares
y en el éxito reproductivo (Ratner y Boice 1975).
En el estado salvaje, como también se da en
esta experiencia de semicautividad, la vicuña
vive asociada en dos clases de grupos; los grupos
familiares constituidos por un macho con una
hasta trece hembras y las respectivas crías (Koford
1957). El tamaño del grupo está relacionado con
la superficie del territorio de alimentación y se
supone que también con la capacidad de agrega-
ción del macho jefe de familia (Franklin 1976).
El segundo grupo lo constituye el de las tropillas
de machos que está formado por machos jóvenes
expulsados del grupo familiar. Estos grupos pue-
den estar constituidos hasta de cuarenta y Cinco
miembros (Franklin 1976).
Ante la falta de experiencias en los países
andinos en los cuales este camélido es nativo, el
presente trabajo pretende informar sobre el grado
de adaptación de las vicuñas al estado de semi-
cautividad, medido en la conformación de los
Facultad de Ciencias Naturales. Universidad Nacional de Salta.
177
grupos y en su éxito reproductivo representado
por la Tasa de Natalidad Anual.
MATERIAL Y METODOS
El estudio fue realizado en la SubEstación Expe-
rimental Agropecuaria del INTA en Abra Pampa,
situada en la región de la Puna a 3484 m en la
Provincia argentina de Jujuy (220 50” S y 650
51” W).
El clima en esta zona es del tipo continental
frío, seco, luminoso y ventoso en otoño, invierno
y primavera, con grandes amplitudes térmicas
diarias. Las precipitaciones son generalmente
estivales y variables de acuerdo a los años, entre
los 150 y 280 mm. y de estas características de-
pende el recurso forrajero natural (Cabrera 1958).
Primeramente se seleccionaron para el estudic
cuatro corrales, los cuales poseían el mayor nú-
mero de vicuñas. En ellos se realizaron dos censos
por conteo directo, recorriendo a pie los distintos
corrales con el fin de conocer el número y la
composición poblacional de los distintos grupos.
El primer censo se realizó en el mes de octubre
de 1982, y el segundo en el mes de abril de 1983,
a fines de la época de parición que se produce
entre los meses de enero a marzo.
Paralelamente se midió la superficie de cada
uno de los corrales, con el propósito de conocer
la densidad o carga animal por hectárea.
A fines del mes de marzo, o sea a finales de
la época de crecimiento del pastizal que está
conformado monoespecificamente por “chillagua”
(Festuca scirpifolia) se midió la productividad
del mismo, mediante cortes, que se realizaron
en áreas no sometidas a pastoreo. Estos cortes
del pastizal se realizaron al ras del suelo, en uni-
dad de superficie (m2) y se los secó en estufa
Anales Museo de Historia Natural
a 1050 C, con el fin de estimar la productividad
en materia seca/ hectárea /año.
RESULTADOS Y DISCUSION
En la Tabla 1 se puede apreciar la composición
poblacional de los distintos grupos censados en
los cuatro corrales y la superficie de cada uno
de ellos.
En la Tabla 2, se puede observar el incremento
que se produjo en dichas poblaciones por el apor-
te de las crías nacidas durante los meses de enero
a marzo.
Un análisis de la composición promedio de
los grupos muestra que las familias se componen
de 3.16 a 3.33 madres y de 2.40 a 1.40 crías
(Tabla 3). Esta composición ha sido también
observada por Koford (1957) en el Perú y por
Cardozo y Nogales (1979) en Bolivia en pobla-
ciones salvajes. Sin embargo el número relativo
de machos en tropillas es muy superior en Abra
Pampa a lo observado en poblaciones salvajes,
que es del orden de 6.10 machos (Cardozo y
Nogales 1979).
La relación entre el número de crías produ-
cidas en el año 1983, con respecto a la población
Vol. 18, 1987
total, nos da la Tasa de Natalidad Anual y que
es del orden del 16 por ciento. Esta Tasa varía
según el corral, así se puede apreciar en la Tabla
4 y que va desde un 9 al 27 por ciento. Estas
Tasas son bajas si se compara con las observadas
en poblaciones silvestres y que varían entre un
28 al 59 por ciento. Esto se debería, al igual que
las variaciones que tiene, a las fuertes influencias
de los machos en tropillas en el comportamiento
sexual de los machos familiares y en la disminu-
ción de los recursos forrajeros que afecta a toda
la población (Cardozo y Nogales 1979).
La densidad o carga animal por hectárea se
puede observar también en la Tabla 4. Tomando
la suma de las superficies de los corrales sobre
el número de animales totales, nos da una den-
sidad de 1.72 animal/hectárea. Estas densidades
no son altas en comparación a las observadas
en poblaciones salvajes en el Perú y que es del
orden del 1.14 (Brack Egg 1979).
El éxito de este tipo de crianza en semicautivi-
dad, como se demuestra en el presente trabajo,
abre una nueva alternativa para un aprovechamiento
racional de la vicuña, ya que sumado al incremento
poblacional, podrían ensayarse técnicas de captura
para esquilarlas, mediante redes-embudos u otros
medios apropiados.
TABLA 1
CENSO REALIZADO EN EL MES DE OCTUBRE DE 1982
Superficies Grupos Familiares Tropillas de No diferenciados y/o
Corral (Has.) Machos Hembras Crías Machos Solitarios Total
NO 1 16 e 15 13 7 4 44
NO 2 42 9 29 18 19 2 ee
NO 3 98 10 32 20 39 49 150
NO 4 76 6 17 10 27 13 73
Total 232 30 93 61 92 68 344
TABLA 2
CENSO REALIZADO EN EL MES DE ABRIL DE 1983
Superficies Grupos Familiares Tropillas de No diferenciados y /o
Corral (Has.) Machos Hembras Crías Machos Solitarios Total
NO 1] 16 $ 16 12 14 $ $)
NO 2 42 9 30 16 34 25 114
N0 3 98 10 32 14 38 46 140
NO 4 76 6 19 13 44 11 93
Total 232 30 97 55 130 87 399
¿í( A q _Q_E_ AAA A A ESA E a A — TS
178
Sergio G. Mosa
TABLA 3
COMPOSICIÓN PROMEDIO DE LOS
GRUPOS FAMILIARES Y NO FAMILIARES
A A A A e MINI O O SA
Tasa de Natalidad de una población ...
TABLA 4
DENSIDADES Y TASAS DE NATALIDAD ANUAL
DE LAS POBLACIONES DE VICUNAS
Grupos Familiares Grupos no Tasa de
Corral. Machos Hembras Crías Familiares Superficie Natalidad
Corral Población (Hás.) Densidad Anual
NO 1 1 3.20 2.40 3.80
N9 2 1 3.33 1.77 6.33 N9 1 52 16 3.25 270fo
N0 3 1 3.20 1.40 8.40 NO 2 114 42 2.71 21%
NO 4 1 3.16 2.17 9.17 NO 3 140 98 1.43 99/0
AR A A A NO 4 93 76 1.22 18%/0
Total 1 3,23 1.83 7.23 A ES AA PAI
Total 399 232 TERA 1690
AGRADECIMIENTOS
Al Sr. Director de la SubEstación Experimental del INTA en Abra Pampa, Ing. Agr. Jorge Bertoni por sus valiosas suge-
rencias.
REFERENCIAS
BRACK EGG, A. 1979. La situación actual de la vicuña en el Perú y alternativas para su manejo. Proyecto Especial Utili-
zación Racional de la Vicuña. Mecanog. Lima.
CABRERA, A. L. 1958. La vegetación de la Puna Argentina, Rev, Inv. Agr. 11 (4): 317-412, Buenos Aires,
CARDOZO, A. y J. NOGALES O. 1979. Evolución de la Población de Vicuñas en Ulla-Ulla (Bolivia). Serie Estudios Espe-
cializados EE 2. Instituto Nacional de Fomento Lanero. Mecanog. La Paz.
FRANKLIN, W. L. 1976, Socioecology of the vicuña. Thesis. Utah State University.
KOFORD, C. B. 1957. The vicuña and the puna. Ecol. Monogr. 27: 153-219,
RATNER, S. C. y R. BOICE, 1975. Effects of domestication on behaviour, In Hafez, E.S, E. Ed. The behaviour or do-
mestic animals. 3erd. Ed. London and Bailliere Tindall: 3-19. London,
179
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