A a
e O_O O
ISSN 0716-0178
MINISTERIO DE EDUCACION PUBLICA
DIRECCION DE BIBLIOTECAS, ARCHIVOS Y MUSEOS
,
Ñ
A
X
a NV: SUN )
ANALES
de VALPARAISO
CHILE
O
ISSN 0716-0178 An. Mus. His, Nat. Vol.21 1990 Valparaiso Chile
ISSN 0716-0178
MINISTERIO DE EDUCACION PUBLICA
DIRECCION DE BIBLIOTECAS, ARCHIVOS Y MUSEOS
ANALES
MUSEO de HISTORIA NATURAL
de VALPARAISO
CHILE
ISSN 0716-0718 An. Mus. Hist, Nat. Vol.21 1990 Valparaiso Chile
EDICIONES DE LA DIRECCION DE BIBLIOTECAS ARCHIVOS Y MUSEOS
Ministro de Educación Pública JORGE ARRATE MAC-NIVEN
Subsecretario de Educación JULIO BALLADARES MUÑOZ
Director de Bibliotecas Archivos y Museos SERGIO VILLALOBOS RIVERA
Jefe Departamento de Museos DANIEL QUIROZ LARREA
Conservador del Museo de
Historia Natural de Valparaíso ANA AVALOS VALENZUELA
ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL DE VALPARAISO
EDITORES
SERGIO ZUNINO T. Museo de Historia Natural de Valparaíso,
FRANCISCO SAIZ G. Universidad Católica de Valparaíso
CONSULTORES
Camousseigth M., Ariel Museo Nacional de Historia Natural Santiago
Riveros G., Guillermo Universidad de Playa Ancha de
Ciencias de la Educación
Solervicens, Jaime Universidad Metropolitana de
Ciencias de la Educación
Edición de 600 ejemplares
Museo de Historia Natural de Valparaíso
Condell 1546 Casilla 3208 Correo 3 Teléfono 25 74 41
Valparaíso - Chile
1993
Revista indexada en
Aquatic Sciences and Fisheries Abstracts
Bulletin Signalétique
Zoological Record
A €. OA IA
ANALES
DEL
MUSEO DE HISTORIA NATURAL
VALPARAISO - CHILE
Vol.21 1990
A A A A A A O
INDICE
Pág.
Incendios Forestales en el Parque Nacional La Campana, Sector Ocoa, V Región, Chile.
I. Problema e Incidencia de Incendios Forestales en Chile
FRANCESCO: SALI Eo ET A oca Ea 5
Incendios Forestales en el Parque Nacional La Campana, Sector Ocoa, V Región , Chile.
IT Efecto sobre el Estrato Arbustivo-Arbóreo
RODRIGO"VIELASENÑNOR y ERANCGISCO SAIZ canoa Ta AA ARA NET 15
Incendios Forestales en el Parque Nacional La Campana, Sector Ocoa, V Región, Chile.
III Efecto sobre el Estrato Herbáceo
RODRIGO"NIELASEÑOR YIBRANCISCOESATZ erica did ali diia z7
Incendios Forestales en el Parque Nacional La Campana, Sector Ocoa, V Región, Chile.
IV Fauna del Suelo
ERANCISCOSSAIZ Y JESSICA? BASCUNAN conan de T 33
Incendios Forestales en el Parque Nacional La Campana, Sector Ocoa, V Región, Chile.
V Blattodea, Formicidae y Mutillidae. Impacto y Recuperación
FRANCISCO SATZ:Y CARLOS CARVATAR Ci occnirinnatnan sarita 51
Incendios Forestales en el Parque Nacional La Campana, Sector Ocoa, V Región, Chile.
VI Coleópteros Epigeos. Impacto y Recuperación
FRANCISCO SAIZ, JAIME SOLERVICENS y CARLOS VIVAR ooccinnninininionnnomnorronencarrarnrnnos 63
Incendios Forestales en el Parque Nacional La Campana, Sector Ocoa, V Región, Chile.
VII Artrópodos Asociados a Hojarasca, excepto Coleóptera, Blattodea, Formicidae y Mutillidae.
FRANCISCO SAIZ y JESSICA BASCUNAN ocrcncinnccoconconconconancanaoncnnannnanco ran concn ron nan nen rrneanan nan canna ren naneass 77
Cartografía de los Incendios Forestales en la 5* Región
SERGIO ZUNINO y GUILLERMO RIVEROS ooccicioncinnionencnnconoraconnnanoonnanenronnanon cnn rannrn nan cenrn rene rones 85
¿Le +
dl mc $
a". «E La
A
Jl sol a 2 id aja sale milimon
] OS A raso TY
ET 7 ADAN? HAL NAL VOTAR
d ¡ 147
dt ¡o vcd sa) al lazaro au ya elivcnA sobar |
q bno? Abordd ata dea are ra A
A 2. a LANDA A MF2HL it SIAZ OIETIHAAR
E E ere
a O AT acid eel le gor
e Pia BAATOTTA OMBLLDO q OUIMÍS OM |
| Francisco Sáiz
Incendios forestales en el parque...
INCENDIOS FORESTALES EN EL PARQUE NACIONAL LA CAMPANA,
SECTOR OCOA, V REGION, CHILE.
I. PROBLEMA E INCIDENCIA DE INCENDIOS
FORESTALES EN CHILE. +
FRANCISCO SÁIZ
ABSTRACT
A general synthesis of the characteristics of forestry wildfiresandofitseffects, bothin vegetal and soil arthropods communitiesissubmited.
Anexhaustive documentation over the incidence and the types of vegetal combustiblescompromised by forestry wildfiresinChilein general
andofthe V Region(in mediterranean climate zone) in particular, is given.
Finaly, the general design of the investigation held in National Park La Campana, Ocoa Sector, V Region, compromizingthe vegetation
(herbaceous, shrubby and arboreal) and the arthropod communities associated to soil (hipogeous mesofaunaand litter fauna) is described.
Key Words: Forestry Wildfires, Description Research, Fire Incidence, National Park, La Campana, Chile.
INTRODUCCION
El presente artículo tiene el carácter de
introductorio a una serie de trabajos deriva-
dos de dos años de investigación sobre la
evolución de los efectos de un gran incendio
forestal ocurrido en el Parque Nacional La
Campana, V Región, Chile. Los aspectos con-
siderados en ella se refieren a vegetación
herbácea, vegetación arbustiva y arbórea,
fauna del suelo, coleópteros epígeos,
Blattodea, Formicidae y Mutillidae y al resto
de la fauna de artrópodos epígeos, los que
serán presentados en trabajos independien-
tes.
Por lo tanto, aquí se presenta solamente
una introducción general al tema de los incen-
dios forestales, ya que los aspectos particu-
lares serán tratados en los respectivos traba-
jos. Igualmente, se documentará detallada-
mente la magnitud actual del problema de los
incendios forestales en Chile, haciendo espe-
cial énfasis en aquéllos que afectan a la V
Región del país. Finalmente, se comentan las
características generales de la situación es-
tudiada y se explica el diseño general de la
investigación, el que involucra a la totalidad
de los trabajos particulares.
INTRODUCCION AL TEMA DE LOS
INCENDIOS FORESTALES
El fuego ha sido un componente habitual
del devenir del planeta prácticamente desde
el inicio del desarrollo de los ecosistemas.
Los rayos y las erupciones volcánicas han
sido siempre causa de igniciones naturales,
siendo su acción particularmente relevante
en algunas zonas climáticas particulares. Con
el tiempo se agregan las autocombustiones
como causales naturales de incendios (Wright
y Bailey 1982, Trabaud 1981, Naveh 1975).
En general, el fuego es un factor de modifica-
ción de la diversidad y de la estabilidad de los
ecosistemas, tranformándose en una fuerza
evolutiva de gran importancia. El hombre,
junto al desarrollo de sus civilizaciones, ha
ampliado el espectro de ecosistemas bajo su
influencia, llevando el fuego a zonas que na-
turalmente no estaban afectas a él y, a la vez,
ha intensificado su frecuencia de ocurrencia
general. También ha incorporado este ele-
mento como un instrumento más de acción
sobre el medio, al incorporarlo a sus técnicas
de labranza y de control de plagas (Barret
1980, Trabaud 1981, Warren et al 1987,
Edwards 1984).
Ecología, U.Católicade Valparaíso. Casilla 4059, Valparaíso, Chile. Fax (032)212746.
ft Proyecto Fondecyt 1066/84,
Recibido: 11 Octubre 1992. Aceptado: 12 Enero 1993.
Anales Museo de Historia Natural
En consecuencia, se distinguen dos grandes
tipos de ecosistemas desde este punto de vista:
pirófilos y no pirófilos. En éstos últimos el
fuego no está naturalmente integrado a la
funcionalidad del ecosistema y su presencia
conlleva, por lo general, efectos drásticos, ya
que la regeneración es deficiente a causa de
la inadaptación histórica de sus componentes
al fuego y a que su lenta recuperación facilita
la instalación de elementos colonizadores no
propios del sistema afectado (Trabaud 1981).
En los ecosistemas pirófilos el fuego es
componente de igual jerarquía que el clima,
pudiendo distinguirse entre pirófilos pasivos
y activos. Los primeros resisten el paso del
fuego por adaptaciones defensivas como el
espesor de la corteza, la baja inflamabilidad
del follaje, etc., no siendo estimulados por el
fuego. Los activos, en cambio, arden fácil-
mente pero regeneran muy rápidamente, en
ellos la regeneración o la germinación es es-
timulada y tanto plantas como animales están
adaptados a su presencia más o menos regu-
lar. Dos tipos generales de respuestas de los
vegetales corresponden a estas adaptacio-
nes: estímulo del crecimiento vegetativo y
estímulo de la diseminación de semillas. Los
bosques secos de Eucalyptus del sur y oeste
de Australia son buenos ejemplos (Le
Houérou 1981, Trabaud 1981).
Los efectos del fuego en los ecosistemas
son tanto directos o inmediatos como indirec-
tos .o mediatos. Los primeros derivan de la
propia combustión e implican disipación total
o parcial de la biomasa vegetal y la muerte o
lesión seria de animales. Los indirectos deri-
van tanto de la alteración química, térmica e
hídrica del suelo como de otras modificacio-
nes del hábitat. Ambos tipos de efectos de-
penden de las características del sustrato
(tipo de suelo, calidad y cantidad de materia
orgánica, humedad del suelo, calor específi-
co y conductividad térmica del suelo, etc.),
de la naturaleza y condición de los combusti-
bles involucrados (herbáceos, leñosos,
resinosos, humedad y compacticidad del com-
bustible, etc.), del tipo de incendio en
consideración (subterráneos, superficiales de
cabeza (Headfires) o de cola (Backfires), de
corona o copa, de alta intensidad con distribu-
ción en manchas), de la intensidad y duración
del fuego, de su reiteración, de la intensidad
y distribución de las precipitaciones post in-
cendio, las que son causantes de erosión y de
sus consecuencias como embancamientos de
puertos, ríos y alcantarillados, etc. (Wright y
Vol,21, 1990
Bailey 1982, Chandler et al 1983, Van Wagner
1983).
En la literatura se mencionan variados
roles del fuego, entre los que se destaca su
participación en la dinámica vegetacional
(Tomaselli 1976, Booysen y Tainton 1984) al
favorecer la supervivencia y crecimiento de
algunas especies en particular y de limitar el
de otras. Mutch (1970) estima que el fuego
reemplaza, en climas secos, a la descomposi-
ción bacterial y fungal como agente
degradador de hojarasca, permitiendo el reci-
claje de su contenido mineral. Odum (1972)
sostiene que se alterna con antibióticos para
mantener cambios rítmicos en la vegetación,
ya que el fuego es eficaz como alterador de
toxinas que estarían limitando el desarrollo de
determinadas plantas. Otro rol sería la
mantención de los ecosistemas en situacio-
nes sucesionales, incrementando la diversi-
dad específica (Rowe y Scotter 1973, Strang
1973, Taylor 1972).
Respecto a la acción sobre el suelo y sus
nutrientes hay acuerdo casi generalizado de
que el fuego provoca: a) disminución de la
capacidad de retención de agua en el suelo, b)
incremento de la erodabilidad, c) aumento de
la concentración de nutrientes como ¡ones
básicos (Ca,K, Mg), los que tienden a elevar
el pH de suelos ácidos y d) concentración de
fósforo en las capas superiores del mismo. En
cuanto al nitrógeno, hay versiones contrarias
en cuanto a su paso al suelo. Ello dependería
del nivel de la combustión : si ella es completa
el N se perdería en la atmósfera, si no, parte
de él queda en el suelo. Posteriormente, las
tasas de pérdida de N estarían compensadas
por el incremento de las tasas de fijación,
acción que se vería favorecida por el incre-
mento del pH (Chandler et al 1983, Stone
1971, Wagle y Kitchen 1971, Wells 1971).
El efecto sobre los vertebrados, y la
macrofauna en general, es dependiente de la
vagilidad de las especies, de la intensidad y
duración del incendio y de las probabilidades
de refugios como madrigueras, grietas, etc.
que estén disponibles (Wright y Bailey 1982,
Kozlowski y Ahlgren 1974, Booysen y Tain-
ton 1984, Chandler et al 1983).
En el plano de los artrópodos, las conclu-
siones de los estudios no son tan
concordantes. Gillon y Pernes (1968), Gillon
(1970), Athias et al (1975), encuentran que el
fuego en pastizales de la sabana africana
tiene un impacto limitado sobre los
poblamientos epigeos e hipogeos, ya que la
| Francisco Sáiz
| elevación térmica sería insignificante a 5 cm
¡de profundidad. Las vagilidad juega aquí un
rol importante, ya sea por escape o migración ver-
¡| tical. En lo inmediato, el fuego favorecería a los
| grupos heliófilos y móviles, disminuyendo tempo-
'ralmente los saprófagos de superficie, los
depredadores y los ombrófilos.
Dindal y Metz (1977), Metz y Farrier (1973),
¡ Hutha et al (1969), etc., sostienen que por acción del
¡fuego ocurre una considerable disminución de la
mesofauna, a diferencia de Izarra (1977) quien, en
incendios prescritos, habla de no modificación de
las comunidades del suelo.
Es indudable que en las observaciones ante-
riores juega un rol fundamental la naturaleza del
incendio y de los combustibles (cantidad, tamaño,
contenido de agua, composición química, topogra-
fía, condiciones atmosféricas) así como la etología
y fenología de las especies involucradas, por lo que
las comparaciones deberían hacerse explicitando
siempre el tipo de bioma y de incendio en conside-
ración. Otro elemento importante a considerar en el
análisis de los efectos del fuego postincendio, es la
precisión del tiempo transcurrido entre el incendio
y la información que está comentando cada autor.
En general, al mencionarse postincendio cuesta
saber si los autores se estan refiriendo a los efectos
inmediatos, dentro del primer mes después del in-
¡cendio o varios meses o años después.
En consecuencia, no es posible generalizar
los conocimientos de casos particulares como mo-
delo explicatorio para los efectos de los incendios en
general. Los incendios que ocurren en distintos
biomas, así como los de las distintas formaciones
dentro de ellos, tienen características diferentes
(Wright y Bailey 1982, Kozlowski y Ahlgren 1974,
Booysen y Tainton 1984).
El conocimiento de la situación chilena en
relación a los incendios forestales y sus efectos, se
reduce a algunos estudios en la zona mediterránea
del país (Armesto y Gutiérrez 1978, Guerra et al
1979, Araya y Avila 1981, Avila et al 1981, Avila et
al 1990, Villaseñor et al 1986, Sáiz 1991). A ellos
deben agregarse las estadísticas de la Corporación
Nacional Forestal y las del Instituto Nacional de
Estadísticas. Por lo tanto, el conocimiento de los
aspectos anteriormente señalados es de gran im-
portancia no solo por su valor científico intrínseco
sino también por sus proyecciones en la prevención
de incendios y en el manejo posterior, una vez
producidos. Es nuestra intención concurrir a ello, en
alguna medida, al abordar una investigación que
integra elementos vegetales y animales.
Incendios forestales en el parque...
MAGNITUD DEL PROBLEMA DE LOS
INCENDIOS FORESTALES EN CHILE
A.- NIVEL NACIONAL.
De la bibliografía consultada se deduce
que en Chile no existen ecosistemas pirófilos,
pudiéndose pensar, en el mejor de los casos,
en la existencia de alguna categoría muy poco
representada de pirófilo pasivo. Igualmente,
de ella se desprende que la casi totalidad de
los incendios producidos en el país corres-
ponden al tipo superficial y derivados de ac-
tividades humanas como se detallará más
adelante.
Cartwright (en Donoso 1981) estima que
en los 50 años anteriores a 1968 se habrían
quemado en Chile alrededor de 1 200 000 Hás
de bosques, equivalentes a 4 mil millones de
pulgadas de madera.
La incidencia e importancia actual de
los incendios forestales en Chile puede dedu-
cirse de los datos expuestos a continuación.
Fig. 1.- Evolución del N*deincendios portemporada
entre 73/4 y 89/90 enel país.
PAIS. N*DE INCENDIOS
7000
£000
N* de incendios
3000
2000
1000 =
TL 75 76 77 78 79 80 81 82 63 6L 85 86 87 88 B9 5%
Temporadas
Las Figuras 1 y 2 informan de la evolución del
número de incendios y de la cantidad de hectáreas
quemadas para todo el país en el período 1973/4 a
1989/90, mostrando una definida tendencia de
incremento de ambas variables con los siguientes
valores de regresión lineal para incendios: a= -
16812.7, b= 254.2 y r = 0.82 y de: a = -212049.1, b=
3142.9 y r= 0.61 para hectáreas quemadas. Igual-
Anales Museo de Historia Natural
mente, se evidencia que es la vegetación nativa la
predominantemente afectada (CONAF e INE
1991).
Fig.2.- Evolución del N* de hectáreas quemadas y relación entre
vegetación nativa y plantaciones, en el país.
Temporadas 73/4 189/90.
PAIS. HECTAREAS QUEMADAS
N* de hectáreas (miles)
12)
o
0
Y 75 76 77 78 79 80 B1 82 83 84 85 B6 87 88 89 90
Temporadas
=0— Total —— Plantaciones
Analizada la incidencia de incendios y la
magnitud del área quemada por regiones del
país (Fig.3), según las temporadas 1978/9 a
1989/90, resulta una distribución irregular,
con concentración en las regiones V y VIII, y
con un segundo nivel de incidencia que afecta
a las regiones VII, Metropolitana, IX y X. No
es difícil asociar esta distribución con las
variables “ densidad poblacional” y “presen-
cia de vegetación nativa y plantaciones” (Cua-
dro 1).
Fig.3.- Distribución porregiones del N” deincendios y hectáreas
quemadas, temporadas 78/9 89/90.
PAIS. PROMEDIO TEMPORADAS 786/79 A 89/90
10000 1 600
8000
1200
6000
800
4 000
400
2000
o 0
Hectareas
Incendios
MI IV OY AMO VI VIV XX
Regiones
Vol,21,1990
Los mismos datos de la Figura 3 permi-
ten calcular la relación Hectáreas Quema-
das/ N* de Incendios para tener una idea
aproximada de la magnitud media de cada
incendio por regiones. Los valores se expo-
nen en Cuadro 1.
CUADRO 1.-
PROMEDIO DE HECTAREAS QUEMADAS POR INCEN-
DIO, DENSIDAD POBLACIONAL, BOSQUE NATIVO Y
PLANTACIONES POR REGIONES DEL PAIS.
Regio — Hás/Inc- Habitan Bosque Plantaciones
nes cendios tes/Km? Nativo Pino Eucalyptus
(a) (b) (c) (d) (e)
1001 14 3.1 - - 323
IV 31.1 124 - - 1244
v 99 838 - 23025 24036
RM 92 336.9 27 96 3972
vI 139 42.1 412 57617 6920
VII 132 zZ15 1964 280467 8751
VII 54 46.8 401.7 S70735 41716
IX 10.1 243 6329 220731 7020
Xx 158 142 35926 89752 7679
XI 54,1 08 16860 - -
XII 92.1 1.1 1059.0 - -
a) Temporadas 1973/74 489/90
b)Censo 1992. INE 1992
c) Bosque Nativo potencialmente productivo (milesha)en 1981. Datos
CONAF
d)ye)Plantacionesexistentesadiciembrede 1990 (ha). Datos CONAF.
Fig.4.- Relación entre los uposdecombusubles vegetales
quemados enel país, temporadas 83/4 186/7.
OTROS
EUCALIPTUS
PINO
HECTAREAS QUEMADAS - PAIS
TEMPORADAS 83/84 A 86/87 (X)
RELACION NATIVO - PLANTACION
Al analizar la Fig.2 hemos mencionado
que predominantemente es la vegetación
Francisco Sáiz
nativa la afectada a nivel nacional. Mediante
¡ la Fig. 4, construída con los datos de las tem-
' poradas 83/4 a 86/7, podemos ver que un 90%
de las hectáreas quemadas corresponden a
| vegetación nativa y que del 10% de las
plantaciones, el 80% corresponde a pino.
Debe recordarse que, a diciembre de 1991,
las plantaciones de pino en el país eran de 1
243 293 has, es decir 12.2 veces las de Euca-
lipto y el 85.1% del total de plantaciones. La
proporción conjunta de pastizales y de
matorrales quemados es muy superior a la de
bosques, a excepción de la IX región. La
región con el mayor porcentaje de hectáreas
de plantaciones quemadas es la VIII con
38.5% del total, seguida por la IX Región con
el 24.3% (Cuadro 2), para las temporadas 83/
4 a 89/90, Fig.(Sy6).
Fig.S.- Distribución porregionesdeloscombustibles vegctales
nativos quemados en las temporadas 83/3486/7.
HECTAREAS QUEMADAS PAIS POR REGIONES
ms PROMF O) TEMPORADAS 83/84 A 86/87
WEGETACION NATIVA
osQut
! MATO a
S rastizas
PEGADAS > Cra
CUADRO2.-
PORCENTAJE DE PLANTACIONES QUEMADAS
RESPECTO ALTOTALQUEMADOPOR REGIONES.
TEMPORADAS 83/4 A 89/90
Regiones Porcentaje Desviación
Medio Estandar
MI 10,45 13,87 *
IV 3.47 6.83
V 7.64 3.75
RM 1.67 08
vI 8.84 7.63
vIl 10.6 2.73
vr 38.54 10.57
IX 24.31 6.4
Xx SH 3.80
XI 032 0.70
XI 0.00 0.00
* Promedio solamente para 3 años
Incendios forestalesen el parque...
Fig.6.- Distribución porregionesdeloscombustibles vegetales
correspondientes a plantaciones
quemados en lastemporadas 83/4486/7.
PROMEDIO TEMPORADAS 8)/0L A 86/87
TOTAL
7700: ero
EJTALIPTO
E vALDOES mf a gas
1400: e 44,085 [TOTS 05H
m100
“409.
100.
1299
mo
600.
1
o: ALL mes Ún | [L L
" we y ms " e yu
Otro aspecto de interés a considerar es el de
la causalidad de los incendios forestales. Estudia-
dos 4 053 incendios ocurridos en el país durante las
temporadas 85/6 a 89/90 (INE 1991) se encuen-
tran los siguientes valores y porcentajes de
causalidad:
Faenas Forestales
(quema de desechos de explotación,
explotación maderera, manejo, carboneo,etc.) 440 incendios 10,8%
Faenas Agropecuarias
(quema de desechos, cosechas, pastoreo,
limpia de caminos y canales,etc.). 365 incendios 9.0%
hecicación y Deportes
( pasco, campamento, pesca, caza, etc.) 322 incendios 7.9%
Juegos
(niños jugando con fuego, fuegos artificiales) 473 incendios 11.7%
Tránsito y Transporte
(FF CC, vehículos, tránsito de personas) 1 206 incendios 29.7%
Otras Acciones
(quema desperdicios, actividades domésticas
e industriales, extracción productos naturales,
maniobras militares) 491 incendios 121%
Intencionales
(incendiarios, fraude, carboneo,etc.) 319 incendios 7.9%
Otras Causas
(rebrotes de incendios, otros incendios,
accidentales, etc.) 230 incendios 5.7%
Desconocidas 209 incendios 5.1%
De la información precedente se desprende
la inexistencia en Chile de incendios forestales
naturales o de generación expontánea. Transito y
transporte en general, junto a faenas agropecuarias
y forestales, dan cuenta del 50 % de los incendios,
no siendo despreciable el porcentaje de incendios
intencionales.
Anales Museo de Historia Natural
B.- A NIVEL DE LA QUINTA REGION.
La V Región del país está ubicada en plena zona
de clima mediterráneo, presenta una densidad
poblacional general de 83.8 habitantes/ Km? en 1992
y un porcentaje de población urbana de 90.3% en 1982,
el que ha pasado por 82.6% en 1960 y por 86.0% en
1970,indicando una tendencia de urbanización cre-
ciente. Para esta Región, la evolución de los incendios
y de las hectáreas quemadas para las temporadas 78/
9 a 89/90, se expone en las Figs. 7 y 8 respectivamente.
En ellas se caracteriza un incremento de incendios
menos acentuado que a nivel nacional (CV de 0.20
contra 0.38 y valores de regresión lineal de: a = -333.8,
b= 15.97 y r = 0.27) y una mayor variabilidad temporal
de las hectáreas quemadas respecto al total del país
(CV de 0.88 contra 0.57 y valores de regresión lineal
de :a=-71 192,3, b= 969.4 y r = 0.37). Respecto de esta
variabilidad hay que hacer notar que los máximos de
hectáreas quemadas no corresponden a los máximos
de los incendios y que ellos afectan básicamente a la
vegetación nativa. Lo anterior hace pensar que co-
rresponden a incendios de vegetación nativa en luga-
res alejados, poco accesibles y de interés económico
no inmediato de sus propietarios.
Fig.7.- V Región. EvolucióndelN?deincendios, temporadas78/9487/8.
Fig.8.- V Región. Evolución del N” de hectáreas quemadas y relación
entre vegetación nativa y plantaciones, temporadas78/9a 87/8.
FS% HECTAREAS QUEMADAS Y REGION
INCENDIOS - Y REGION
AS AAA A
TEMPORADA $
Analizado el total de las hectáreas quemadas
desde la perspectiva del tipo de combustible compro-
metido (Fig.9) se constata que el 94% corres
ponde a vegetación nativa, con distribución casi
equivalente entre bosques, matorrales y pastizales.
Para la V Región, la distribución espacial de las
variables mencionadas es irregular (Fig.10), concen-
trando en las provincias de Quillota, San Antonio y,
especialmente, de Valparaíso el 99.5% de los incen-
dios (84.1% para Valparaíso) y el 93.3% de la superfi-
cie quemada (59,3% para Valparaíso). Por otra parte,
las mayores magnitudes medias de los incendios
Hectareas
Vol,21,1990
corresponden a las otras provincias, como se despren-
de de los siguientes datos promedios de la Cuadro 3.
Fig.9.- V Región. Distribuición de lostipos de combustible
quemados, temporadas 78/9 489/90.
V REGION PROMEDIO TEMPORADAS 78/79 A 89/90
TIPO COMBUSTIBLE FORESTAL
Eucalyptus Ae r Pino (10%)
Matorral (30.9% )—— —— Pastizal (339%)
Bosque (232% )-—/
Fig.10.- V Región. Distribución porprovincias del N*deincendios
y de hectáreas quemadas, temporadas 78/9 489/00.
VREGION, PROMEDIO INCENDIOS Y HECTAREAS QUEMADAS
POR PROVINCIAS TEMPORADAS 78/79 A 89/90
"Incendios.
7000 300
7
5000
500
3000
3
1000
1
0 , 0
Pelarca en llos Quilla ta Volporato anterio tela Loy Andas
CUADRO3.-
V REGION. MAGNITUD MEDIA DE LOS INCENDIOS Y
DENSIDAD POBLACIONAL POR PROVINCIAS.
Provincias Hás/Incendio Habitantes /Km1 Plantaciones
(*) (0 (ha) (+**)
Petorca 124.7 16 4897
San Felipe 329.7 45.8 29
Los Andes 00 253 163
Quillota 55.6 1233 571
Valparaíso 74 289.5 13208
San Antonio 139 739 12467
l.de Pascua 157.4 16.9 89
* Temporadas 1978/9189/00.
** Censo 1992, INE 1992.
*** Datos CONAF 1991
Francisco Sáiz
En ello puede verse una clara relación con el
nivel de urbanización de cada provincia, estimado
a través de la densidad poblacional, y con el grado
de desarrollo de las plantaciones y cultivos. Al
respecto debe señalarse que el 60.9% de las plan-
taciones actuales corresponden a Eucalipto y el
25.1% a pino. A mayor urbanización mayor es el
número de incendios y menor es el área media
comprometida por cada uno de ellos (Cuadro 3).
Concretamente, en el caso de Valparaíso, gran
número de incendios de poca superficie corres-
ponden a acciones de las poblaciones de
marginalidad periurbana, en directa relación con el
uso energético del medio circundante.
La evolución del número de incendios en las
provincias más afectadas (Fig.11) muestra un
modelo concordante para las tres provincias con-
sideradas.
Fig.11.- Y Región. Evolución del N*deincendiosenlas
provincias más afectadas, temporadas 78/9 188/9,
WREGION EVOLUCION DE INCFMDIOS EM PROVINCIAS MAS AFECTADAS
(CEA
vas Paño
sa oo
AOS.
'
En cuanto a la causalidad de los incendios en
la V Región, de un total de 1 413 casos investigados,
correspondientes a las temporadas 81/2 a 84/5, se
obtienen los siguientes porcentajes de causales
(INE 1986):
Automovilistas 260 %
Peatones 3786 %
Colillas 346 %
Cables Alta Tensión y FFCC 155 %
Fuegos Anificiales y Explosivos 290 %
Carboneo 170 %
Faenas forestales y agrícolas S.16 %
Quemasilegales 346 %
Fogatas mal apagadas 1155 %
Quemade basuras 1203 %
Maniobras militares 2.05 %
Rebrote deincendios 24 %
Intencionales 813 %
Nodeterminados 500 %
Incendios forestalesen el parque...
Peatones, colillas, fogatas mal apaga-
das y quema de basuras dan cuenta del 64.9
% de los incendios, lo que junto al bajo por-
centaje de causales derivadas de faenas fo-
restales y agrícolas incide en el efecto de la
urbanización. Es interesante el porcentaje de
incendios intencionales (8.1%).
Fig. 12.- V Región. Relación entre tiposdecombustibles forestales
quemados enlas provincias más afectadas,
temporadas 78/9 489/90.
W REGION. HECTAREAS QUEMADAS POR PROVINCIAS
PROMEDIO TEMPORADAS 79/79 A 89/90
Pra (18%)
Prosa (NS
ral (11) —
Saro (1941
QUILLOTA
El tipo de combustible consumido (Fig.12), al
igual que para el país y la Región, es
mayoritariamente nativo, siéndolo en forma casi
exclusiva para Quillota. Igualmente, matorral y
pastizal predominan sobre bosque, situación
comprensible por corresponder a provincias de
una región con alto nivel de artificialización por
urbanismo y cultivos.
Fig.13.- V Región. Relación entre Precipitaciones trimestrales (mm),
Temperaturas medias máximas y medias mínimas del período seco
(*C), N* de Incendios y N* de Hectáreas quemadas.
PROVIMCIA DE VALPARAISO
Anales Museo de Historia Natural
Finalmente, presentamos la Fig.13, en que
se asocia la evolución del número de incendios y de
las ha quemadas con las precipitaciones trimestra-
les y las temperaturas medias, máximas y mínimas
del período cálido y seco de cada año, con el fin de
evidenciar que no hay relaciones claras entre con-
diciones climáticas e incidencia de incendios, sien-
do el factor humano determinante.
SOBRE EL DISEÑO GENERAL DE LA
INVESTIGACION
La gran diversidad e intensidad de los efec-
tos que producen los incendios forestales en los
ecosistemas no pirófilos, con lo que ello significa en
cuanto a destrucción y alteración de sus compo-
nentes en el corto tiempo y de su evolución futura
en el largo plazo y la altísima incidencia en Chile, y
en particular en la V Región, de los incendios
forestales; así como de su reiteración, con
sus drásticas consecuencias de deterioro del
medio ambiente y de pérdida de los recursos
naturales del país, han motivado la presente
investigación del tipo de seguimiento tempo-
ral, ella intenta llenar en parte el vacío de
información sobre los efectos del fuego en los
ecosistemas de Chile de clima mediterráneo,
así como de los patrones de recuperación de
flora y fauna en el largo plazo y del tiempo
necesario para recuperar las biomasas y es-.
tructuras perdidas.
En esta investigación concreta se inten-
ta evaluar el impacto directo del incendio en
la vegetación y en la artropodofauna epigea e
hipogea de algunas formaciones vegetales de
Chile de clima mediterráneo y, evaluar, a
igual nivel taxonómico, la recuperación du-
rante al menos un año después del incendio.
Para su ejecución se aprovechó un gran
incendio ocurrido en el Parque Nacional La
Campana, entre el 19 y 25 de febrero de 1984,
comprometiendo bosques esclerófilos (310
ha), matorrales esclerófilos y formaciones
xéricas (580 ha) y pastizales (60 ha), los que
en conjunto respresentan el 17% del área del
Sector Ocoa del Parque. El interés por el
estudio de los incendios forestales en esta
zona se acentúa por la presencia, entre las
formaciones vegetacionales, de palmares de
Jubaea chilensis, única especie de palmera
en Chile y cuyas poblaciones están en franco
retroceso. En este estudio el interés se centró
en la vegetación herbácea, arbustiva y
arbórea, en la fauna hipógea (especialmente
Acarina y Collembola) y en la fauna epigea
Vol,21,1990
(Blattaria, Coleoptera, Formicidae,
Mutillidae y otros artrópodos de la hojaras-
ca).
Para la consecución de los objetivos es-
pecíficos se seleccionó una ladera de exposi-
ción Norte, de 15? de inclinación. En ella se
establecieron dos parcelas de 30 x 70 m,
subdivididas en 21 unidades de 10 x 10 m, y
dispuestas en forma paralela y adyacentes
entre sí. Una de ellas dentro del área No
Quemada, la que sirve de control, y la otra en
el área Quemada, de manera tal que quede
una secuencia de altitudinal de seis cuadran-
tes entre quemados y no quemados. El si-
guiente esquema aclara la disposición:
SECTOR NO QUEMADO
SECTOR QUEMADO
En cada parcela se midió:
l. densidad y cobertura de vegetación herbá-
cea, arbustiva y arbórea.
2. fauna epigea mediante trampas de
intercepción.
3. fauna hipogea mediante muestras de 150
cc a los siguientes niveles: 0-3 y 3-6 cm.
4. contenido de agua y pH a iguales profun-
didades que en punto 3.
La periodicidad de recolección fué aproxi-
madamente de 35 días, durante dos años seguidos.
Los detalles de las metodologías particulares
y los resultados de los diferentes aspectos se pre-
sentarán como trabajos independientes: Villaseñor
y Sáiz (II vegetación arbustiva y arbórea, III vege-
tación herbácea), Sáiz y Bascuñán (IV fauna del
suelo , VIH otros artrópodos de la hojarasca), Sáiz
y Carvajal (V Blottodia, Formicidae y Mutillidae)
y Sáiz, Solervicens y Vivar (VI Coleoptera).
AGRADECIMIENTOS
A la Corporación Nacional Forestal, V Región, por
la autorización para trabajar en el Parque Nacional
La Campana y por la valiosa cooperación prestada
a la investigación.
¡Francisco Sáiz
REFERENCIAS
ARAYA,S.£ G. AVILA. 1981. Rebrote de arbustos afectados por
el fucgocnel matorral chileno. An.Mus.Hist.Nat., Valparaíso, 14:
107-113,
ARMESTO, J. 8 J. GUTIERREZ. 1978. El efecto del fuegoen la
estructura de la vegetación de Chile central. An.Mus.Hist.Nat.,
Valparaíso, 11:43-48.
ATHIAS, F.,G.JOSENS £ P.LAVELLE. 1975. Influence du feu
de brousse annuel sur le peuplementendogé de la savanne
de Lampto (Cóte d'Ivoire). Progressin SoilZoology, Academia
Prague: 389-407.
AVILA, G., M. ALJARO 4 B.SILVA. 1981. Observaciones cnel
estrato herbáceo del matorral después del fuego.
An.Mus.Hist.Nat., Valparaíso, 14: 99-105.
AVILA,G.,G. MONTENEGRO M. ALJARO. 1990. Incendios
enla vegetación mediterránea.In: Fuentes, E. y S. Prenafreta
(eds.) Ecologíadel paisajeen Chile Central : 81-86.
Ed.Univ.Católicade Chile.
BARRET.S. 1980. Indians and Fire.Western Wildlands, 6(3): 17-21.
BOOYSEN, P.de V. 8 N. TAINTON (eds.). 1984. Ecological effects
of fire inSouth African Ecosystems. Ecological Studies 48.
Spnringer-Verlag, 426 pp.
CHANDLER, C., Ph. CHENEY, Ph. THOMAS, L.TRABAUD 4:
D. WILLIAMS. 1983.Fire in Forestry, Vol. I, John Wiley 4
Sons, Inc., 450pp.
DINDAL, D. 8 L. METZ, 1977. Community structure of Collembola
affected by fire frequency. In:The role of arthropods in forest
Ecosystems: 88-95. Springer-Verlag.
DONOSO, C.1981.Ecología Forestal. Univ. Austral deChilc, 369 pp.
EDWARDS, P. 1984. The use of fire asa management tool. In:
Ecological effects of fire in South African ecosystems,
Booysen y Tainton (eds.): 349-362. Springer-Verlag,
Ecological Studies48,
GILLON, D. 1970.Recherchesécologiquesdanslasavannede Lamto
(Cóted'Ivoire): Les effects du feu sur les arthropodes de la
savanne. La Terreetla Vie, 1: 80-93.
GILLON, D. 823. PERNES. 1968. Etude del effectdufeu de brousse
sur certains groupes d'arthropodes dans una savanne
préforestitre de Cóte D'Ivoire. Ann. Univ. Abidjan,sér.E:
Ecologie, 1(2): 113-197.
GUERRA, G., A. HEPP 4: F. BASCUR. 1979. Mapadecombustibles
dela V Región. Ciencias Forestales 1(3): 39-46. | mapa.
HUTHA, V., M. NURMINEN 4: A. VALPAS. 1969. Furthernotes
ontheeffectofsilvicultural practices upon the faunaof coniferous
forest soil. Ann.Zool.Fennica, 6:327.334.
INE. 1986. Estadísticas del Medio Ambiente. Inst. Nac. de Estadísti-
ca,222 pp.
INE. 1991. Estadísticas del Medio Ambiente. Inst. Nac. de Estadísti-
ca, 169 pp.
INE.1992.XVI Censo Nacional de Población y V de Vivienda.
Resultados preliminares, Regiones, Provincias y Comunas. 30pp.
13
Incendios forestales en el parque...
IZARRA, D. 1977. Les effects de l'emploi du feu sur les
microarthropodes du sol dans larégion semi-aride pampeennc.
Soil Organisms ascomponents of Ecosystems, Ecol, Bull.25:
357-365.
KOZLOWSKI, T. 8: C. AHLGREN. 1974. Fireand Ecosystems
(eds). Academic Press, 542 pp.
Le HOUEROU, H. 1981. Impactof man and his animals on mediterra
nean vegetation. In:Mediterranean- type shrublands (Ecosystems
of the world 11).F. di Castrietal (eds), Elsevier: 479-521.
METZ, L. 8: M. FARRIER. 1973. Prescribed buming and populations
of soil mesofauna. Environmental Entomology, 2(3): 433-440.
MUTCH,R.1970.Wildland firesandecosystems hypothesis. Ecology,
51: 1046-1051.
NAVEH,Z.1975. The evolutionary significance of fire in the
mediterrancan region. Vegetation, 29(3): 199-208.
ODUM, E. 1972. Ecología. Ed.Continental.
ROWE, J. £ G. SCOTTER. 1973.Firein the boreal forest. Quater-
nary Research, 3: 444-464.
SAIZ, F. 1991. Losincendios forestales como factorde deterioro del
medio ambiente. Simiente, 61(1):61-64.
STONE, E. 1971.Effectofprescribod bumingon long-term productivity
of coastal plain soil. Proc. Symp. Prescribed Buming, U.S. For.
Serv.,SEFor. Exp. Stn: 115-129.
STRANG,R. 1972. Successioninunbumed subartic woodland.Can.J.
Forest. Research, 3: 140-143.
TAYLOR,D. 1972. Someecologicalimplications of forestfire control
in Yellowstone Park. Ecology, 54(6): 1394-1397.
TOMASELLI,R. 1976. Ladégradation du maquis méditerranéen.
Not.Techn.du MAB 2.UNESCO: 35-76.
TRABAUD,L. 1981.Manand Fireimpactson mediterranean vegeta
tion. In Mediterrancan-type shrublands (Ecosystems of the
world 11).F. di Castni et al (eds),Elsevier: 523-537.
VAN WAGNER, C. 1983. Firebehaviourin Northem Conifer Forest
and Shrublands. In: The role of fire in Northern circumpolar
ecosystems, Wein y Mac Lean (eds): 65-80. John Wiley 8: Sons
Lid.
VILLASEÑOR, R., F. SAIZ 8 R. BUSTAMANTE. 1986. Impacto
delosincendios forestales en el medio ambiente dela V Región.
Proc. Enc. Cient. Medio Ambiente, CIPMA, 1:371-376.
WAGLE, R. y e. KITCHEN. 1972. Influence of fireon soil nutrients
ina ponderosa pine type. Ecology, 53(1): 118-125.
WARREN, S.,C.SCIFRES 4:P.TEEL. 1987. Responseof grassland
arthropodstobuming; areview. Agric. Ecosystems Environm.,
19: 105-130,
WELLS, C. 1971. Effects of prescribed buming on soil chemical
properties and nutrientavailability.In:Prescribed Burning Sympo
sium Proceedings USDA For. Serv. Southeast Forestry Station,
Asheville, N. Carolina: 86-99,
WRIGHT, H. £ A.BAILEY. 1982. Fireecology.J. Wiley, N. York,
501 pp.
Anales Museo de Historia Natural Vol,21,1990
14
|
|
|
Rodrigo Villaseñor y Francisco Sáiz
Incendios forestales en el parque...
INCENDIOS FORESTALES EN EL PARQUE NACIONAL LA CAMPANA
SECTOR OCOA, V REGION, CHILE.
II. EFECTO SOBRE EL ESTRATO ARBUSTIVO-ARBOREO +
RODRIGO VILLASEÑOR * Y FRANCISCO SÁIZ **
ABSTRACT
Theeffect of forestry wildfires on scrubs and sclerophyllous forestsin the mediterranean climate zone of Chileis studied, evaluatingboththe
impact andthe recovering capacity.
The study was carried outin the National Park La Campana, Ocoa Sector, aftera great forestry wildfire. Two adjacent plots of 30x70meach,
one in burned area and the other, as control, in unburned arca, wercestablished.
Inthe control areaa floristic study with the intercepted line method was used and, inthe bumt area, the sequency of recovery by size, covering
(canopy) and volume of the principal species during two consecutive years was studied. After four yearsthe sprouting, dead and new individuals were
controled.
The main conclusions are: three communities with different strategies of resistence to fire are detected: Lithrea-Cryptocarya, with
vegetative sprout and long youthful phase, previous to ripening; Adesmia-Colliguaya, with fast sprouting and ripening; and community of
Puya, not affected by the fire.
Lithrea caustica is the arboreous species that recuperates best after the fire. Cryptocarya alba, Azara celastrina y Quillaja
saponaria, shows less recuperation owing to the effects of herbivory uppon its renewals.
According to the mode of persistence of plants in the context of fire the species are classified in= Invaders : Baccharis paniculata,
Baccharis linearis, Podanthus mitique; Invaders-Evaders: Trevoa trinervis y Muelhenbeckia hastulata; Resisters: Adesmia arborea,
Colliguaja odorifera y Ephedra andina; Endurers: Lithrea caustica, Quillaja saponaria, Azara celastrina, Cryptocarya alba, Schinus
polygamus y Adesmia phylloidea; Non affected by fire: Puya coerulca y Jubaca chilensis.
Key Words: Forestry Wildfires, Recovery, National Park, La Campana, Chile, Scrubs and Sclerophyllous Forests, Strategies of Resistance.
INTRODUCCION
La magnitud y complejidad del problema
¡constituido por los incendios forestales en Chi-
le ha sido ampliamente documentado por Sáiz
(1990), trabajo en que también se plantea la
imposibilidad de hacer generalizaciones sobre
las conductas y los efectos del fuego, en razón
de la variada naturaleza y condición de los
combustibles forestales, los que corresponden
fundamentalmente al componente vegetal de
los ecosistemas.
Muy amplia es la literatura mundial sobre
la relación fuego-vegetación, considerando as-
pectos tales como adaptaciones, capacidad de
recuperación, química y física de la combus-
tión, etc (Kozlowski y Ahlgren 1974, Wright y
Bailey 1982, Chandler et al 1983, Wein y
Maclean 1983).
Por el contrario, la literatura chi-
lena al respecto es reducida, concretándose a
algunos estudios en la zona mediterránea del
país (Altieri y Rodríguez 1975, Armesto y
Gutiérrez 1978, Guerra et al 1979, Trabaud
1981, Araya y Avila 1981, Avila et al 1981,
Avila et al 1990, Villaseñor et al 1986, Sáiz
1991).
La alta incidencia y reiteración de incen-
dios forestales en el país (Sáiz 1990), junto al
poco conocimiento de los efectos a corto y largo
plazo en la vegetación nativa, motivaron el
presente estudio, cuyo objetivo es evaluar el
impacto del incendio en la vegetación arbustiva
y arbórea, así como analizar los cambios
florísticos de las comunidades con posteriori-
dad al incendio.
I.- La vegetación como combustible.
El concepto de combustible forestal inclu-
* Facultad de Ciencias.U. de Playa Ancha. Casilla 34-V, Valparaíso, Chile. Fax (032) 286713.
=* Ecología. U. Católica de Valparaíso. Casilla 4059, Valparaíso, Chile. Fax (032) 212746.
4 Proyecto Fondecyt 1066/84,
Recibido: 23 Octubre 1992. Aceptado:13 Enero 1993,
Anales Museo de Historia Natural
ye desde todo individuo vegetal susceptible de
combustionar hasta las formaciones vegetales
como tales, incorporando o no elementos
artificiales como cercos y construcciones.
Desde el punto de vista químico, celulosa,
hemicelulosa, lignina, terpenos y resinas son
importantes en la caracterización de los com-
bustibles. Los dos primeros son los más comu-
nes en los tejidos vegetales y la lignina es el
principal componente de la leña (15 a 35% de
peso seco en plantas vivas). Los terpenos, con-
tenidos en tallos herbáceos y hojas, tienen bajo
punto de ebullición y pueden formar mezclas
inflamables. Las resinas, no volátiles, se
gasifican y combustionan fácilmente. Sus pre-
sencias varían entre 0.2 y 15%, según las espe-
cies y época de crecimiento del vegetal. Los
diferentes puntos de ignición de los combusti-
bles se deben en gran parte a ellos (Cuadro 1).
Así es comprensible la mayor inflamabilidad de
los combustibles con alto contenido de terpenos
y resinas y el menor efecto térmico de combus-
tibles con bajo contenido de lignina y alta pro-
porción de celulosa y hemicelulosa, etc (Wright
y Bailey 1982, Chandler et al 1983).
CUADRO 1.-
CALOR Y TIPO PRINCIPAL DE COMBUSTION DE
COMPUESTOS QUÍMICOS DE LAS PLANTAS
(ROTHERMEL 1976).*
Combustión
Compuesto Calor de Tipo principal
calgr
Celulosa y Hemicelulosa 3850 llama
Lignina 5 860 incandescencia
Terpenos y Resinas 7720 llama
* En Chandler et al 1983
Desde el punto de vista físico, el conteni-
do de agua del combustible es fundamental. Por
ejemplo, las comunidades arbustivas medite-
rráneas arden intensamente cuando el conteni-
do de agua del follaje cae por debajo del 75%
(Chandler et al 1983).
Si bien las propiedades de un combustible
particular tienen directa influencia sobre la ¡g-
nición y la combustión, el comportamiento y
establecimiento del incendio dependen princi-
palmente de las características de la cama de
combustible, esto es, de la asociación de mate-
riales de plantas vivas y muertas que se extien-
den desde el suelo mineral hasta la parte más
alta de las copas vegetales.
Vol, 21, 1990
Propiedades importantes de dichas camas
son: carga potencial, carga disponible, distribu-
ción de tallas o grosor de la materia viva y
materia muerta, compacticidad y continuidad
vertical y horizontal. Estas características son
usadas para la clasificación de los incendios a
través de los combustibles.
Por ejemplo, respecto a la continuidad
vertical, se reconocen los siguientes tipos de
combustibles (modificado de Correa y Guerra
1974):
1) De suelo, compuestos de humus y raí-
ces bajo el material acumulado del año reciente;
son de alta compacticidad y parcialmente des-
compuestos, la expansión del fuego es lenta y
con combustión incandescente, persistente y
dificil de extinguir.
2) De superficie, formados por hojas muer-
tas, hojarasca, ramas finas y otros componentes
de la cama que han caído recientemente o no
están descompuestos ni compactados.
3) Herbáceo, compuestos por pastos y
helechos; a veces son clasificados como de su-
perficie, pero se diferencian en que están for-
mados por plantas vivas y su compacticidad
está determinada biológica y no mecánicamen-
te. El fuego se dispersa más rápidamente que en
cualquier otro combustible natural.
4) De media altura, compuesto por arbus-
tos y árboles de no más de 2 m y herbáceas altas
con ramas y follaje dentro del metro de altura.
Son importantes en la transmisión del fuego
hacia las copas de los árboles.
5) De altura o de copa, compuesto por el
follaje, ramas finas y gruesas de la cubierta
vegetal, la mayoría de este material es vivo.
Las temperaturas alcanzadas en los incen-
dios, y por lo tanto sus efectos, difieren según la
naturaleza de los combustibles y de las condi-
ciones ambientales. Para combustibles finos su-
perficiales (pastizales o praderas) y cargas en-
tre 1685 y 7865 Kg/há, se han controlado tem-
peraturas promedio de 102 a 388 *C, con extre-
mas de 83 y 682 *C. Para el último caso, la
temperatura de la superficie del suelo por sobre
los 66 *C, se mantiene sólo entre 0.9 y 5.4
minutos, lo que permite que la mayoría de las
semillas pueda sobrevivir a un fuego de
pastizales. A su vez, en matorrales abiertos, las
|
Rodrigo Villaseñor y Francisco Sáiz
temperaturas que sobrepasan los 66 *C duran de
1.4a6 minutos en la superficie del suelo (Stinson
¡y Wright 1969, en Wright y Bailey 1982). Hobbs
Ñ Gimingham (1984) refutan el planteamiento
de Whittaker de que un incremento de viento de
¡leve a moderado, hace que la temperatura del
¡incendio se eleve a nivel del suelo
| Bajo la superficie del suelo la temperatura
idecrece notablemente, con poco efecto, en
bastizales, sobre la materia orgánica, la pobla-
¡ción microbiana y las semillas enterradas (Bea-
dle 1940, Packhan 1970 y Trabaud 1979, en Wright y
¡Bailey 1982) (Más antecedentes en Sáiz y Bascuñán
1990). En cambio la temperatura aumenta rápida-
mente sobre la superficie: para 3933 Kg/há, se ano-
¡taron temperaturas de 90, 310 y 135*C para alturas de
10,5 y 30 cm respectivamente, así como para 2310 Kg/
¡há de combustible fino en matorrales abiertos se
registró 266, 401, 203 y 121 *C para 0, 5, 10 y 20 cm
Irespectivamente (Ito e lizumi 1960 y Smith y Sperling
11966, en Wright y Bailey 1982)
|
| En el chaparral californiano, para fuegos inten-
[sos, moderados y leves, se encontraron temperaturas
| máximas en la superficie del suelo de 685, 430, y 260
ge respectivamente; a los 2.5 cm bajo el suelo las
temperaturas fueron de 195, 175 y 90 *C respectiva-
' mente y a los 5 cm todos registran una máxima de 50
'*C (DeBano et al 1977, en Wright y Bailey 1982). En
¡fynbos, Ashton et al (1980, en Trollope 1984) detec-
| tan las siguientes temperaturas y secuencias de ellas:
|
¡ Superficie: alcanza 400 *C en 45 seg, permanece
| durante 45 seg y luego desciende a 145 *C a
| los 180 segundos.
10.6 m : alcanza 770 "Cen 56 seg y desciende a 110 *C
a los 180 segundos.
¡1.2 m: alcanza 770 *C y permanece alta durante 70
seg.
1.8 m: alcanza 500 *C y desciende a 50 *C a los180
' sep.
Las temperaturas registradas en algunos incen-
1 dios de bosques, fluctúan entre 340? y 380*C a sota-
E vento y entre 700? y 790?C a barlovento, para cargas
| decombustible de 16 a 31 Ton/há (Fahnestock y Hare
1964, en Wright y Bailey 1982).
Para Chile no conocemos antecedentes de tem-
- | peraturas alcanzadas ni de capacidad de carga de
: | combustible.
4
Incendios forestales en el parque...
I.- Vegetación de la Quinta Región de Chile como
combustible forestal
La zona presenta clima mediterráneo, con pe-
ríodo seco prolongado, época en que aumentan los
vientos del tipo SW. Los árboles son esclerófilos, los
arbustos en general son deciduos de verano y las
hierbas son terófitos o geófitos con descanso estival
(Montenegro et al 1981).
Los bosques esclerófilos son característicos del
área, predominando los de Cryptocarya (Peumo-
Cryptocaryetum, Quillajo-Cryptocaryetum), en
fondos de quebradas y en laderas de exposición sur y
los de Quillaja (Quillajo-Lithraetum),
preferentemente en llanos y laderas de exposición
norte de poca pendiente. Estos bosques, especialmen-
te por su estructura muy continua, han sido los más
afectados por los incendios.
Bosques de tipo higrófilo se desarrollan a ori-
llas del agua (Crinodendronetum pataguae) y en
lugares de alta humedad. Han sido afectados por el
fuego, fundamentalmente por la vecindad con los
anteriores.
Entre la vegetación no boscosa destacan los
matorrales xéricos de las laderas secas, preferente-
mente de exposición norte (Colliguayo - Trevoetum,
de Flourensia thurifera) y los de Puya (Puyo-
Trichoceretum). Estas comunidades son altamente
suceptibles a los incendios por su calidad de deciduos
de verano las primeras y por su estrato herbáceo las
otras.
Además, existen comunidades secundarias, pro-
ducto de la intervención humana sobre los bosques
esclerófilos, como los matorrales esclerófilos. Otras,
se consideran el producto final de una serie sucesiva
de degradación de otros matorrales (espinal de Acacia
caven, matorral de Baccharis linearis) (Balduzzi et
al 1982). Todas ellas, al ser abiertas, mantienen un
estrato herbáceo muy abundante el que en su gran
mayoría se secaen verano. Estas comunidades son las
que mayor área cubren en la V Región, lo que expli-
caríaen gran medida la alta incidencia de incendios en
esta zona (Sáiz 1990 y 1991).
I11.- Adaptación delas plantas vasculares al fuego.
Evolutivamente, el fuego ha operado como un
mecanismo de presión de selección sobre las plantas.
Entre las propiedades adaptativas al fuego destacan :
a) Protección de yemas. El rebrote puede ocu-
rrir desde yemas protegidas por la corteza
(Eucalyptus), desde yemas en la base del tallo o
enterradas en el suelo y por rizomas (Gill 1981). Las
Anales Museo de Historia Natural
yemas en la base del tallo pueden ser numerosas y
formar un abultamiento leñoso llamado lignotuber.
Este es muy común en las plantas de tipo mediterrá-
neo (Montenegro et al 1983, James 1984). En
California y Chile se ha observado este tipo de rebrote
en más del 50% de las especies arbustivas (Araya y
Avila 1981) y en Sud Africa alcanzan un 65%
(Kruger 1977, en Chandler et al 1983). En Israel
(Naveh 1974, 1975) y en el sur de Francia (Trabaud
1980) también ha sido observado este fenómeno.
b) Estimulación de la floración . Entre las
plantas fuego-resistentes, es común el incremento de
la floración. Muchos geófitos, especialmente
monocotiledóneas como Amarilidáceas, Liliáceas y
Orchidiáceas, lo presentan. Gill (1977) cita numero-
sas especies para Sud Africa, Australia, California e
Israel. El mismo autor cita especies de dicotiledóneas
(Proteaceas, Loranthaceas y Droseraceas) con igual
comportamiento.
c) Retención de semillas y dehiscencia fuego-
estimulada. Muchos arbustos y árboles retienen se-
millas en la planta en espera de condiciones favora-
bles a la germinación. Es así que especies con frutos
leñosos dehiscentes liberan sus semillas inmediata-
mente después del fuego (Van Wagner 1983).
d) Favorecimiento de germinación de semi-
llas. El alto desarrollo herbáceo en las comunidades
vegetales recién quemadas, es atribuible tanto a la
liberación de semillas retenidas por las plantas como
a la germinación de las semillas transportadas desde
fuentes vecinas o bien que permanecían en reposo en
el suelo. En este último caso, gracias ala estimulación
de la cubierta de la semilla y/o a la eliminación de
factores alelopáticos (Christensen y Muller 1975, en
Chandler et al 1983). Pierce y Cowling (1991) sostie-
nen que, en fynbos, la recuperación de arbustos que no
rebrotan depende tanto de los bancos de semillas del
suelo como de las copas.
Los tipos de respuesta al fuego por parte de las
plantas se refieren fundamentalmente a los siguientes
atributos vitales : reproducción, competencia y ciclo
de vida, (Lyon y Stichney 1976, Noble y Slatyer 1977,
1980, Catellino et al 1979, Noble 1981, en Rowe
1983).
Basándose en ellos, Noble y Slatyer (1977, en
Chandler et al 1983), crean una clasificación de “re-
generación de nichos” de las plantas, la que
con ligeras modificaciones se expone a continua-
ción:
Í.- Modo de regeneración y de reproducción. Primer
proceso vital.
Vol, 21, 1990
Basada en la reproducción vegetativa.
- V : capaz de rebrotar si es quemada pero deben
pasar por estado juvenil antes de madurar.
-W: capaz de resistir el fuego sólo en estado
adulto y continuar su crecimiento des-
pués de él.
-U: noafectada por el fuego.
Basado en la diseminación.
-D: con propágulos altamente dispersantes. No
persisten in situ.
-S: con propágulos de larga vida almacenados
en el suelo.
-C: con propágulos almacenados en la copa.
II.- Relaciones comunitarias. Segundo proceso vital.
- T: tolerante, que puede establecerse inmediatamen-
te después del fuego y puede persistirindefinidamen-
te después de ello, sin ulteriores perturbaciones.
- R : tolerantes, que no pueden establecerse inme-
diatamente después del fuego sino que deben espe-
rar ciertas condiciones , como por ejemplo sombra.
- 1: intolerante, que sólo pueden establecerse inme-
diatamente después del fuego. Pioneros de rápido
crecimiento, tienden a morir si no hay disturbios
recurrentes.
Rowe (1983), en base alos atributos menciona-
dos y, utilizando la nomenclatura de la clasificación
precedente, presenta el siguiente esquema clasificato-
rio del modo de persistencia de las plantas:
I.- Basado en la propagación primaria de diásporas.
a) Invasores (Invaders). Altamente dispersivos, pio-
neros con diásporas de corta vida (especies DI).
b) Evasores (Evaders). Especies con propágulo de
relativa larga vida que son almacenados en el suelo o
en las copas (especies CI, SI, ST).
c) Evitadores (Avoiders). Especies de sombra que
lentamente reinvaden las áreas quemadas, tar-
de en la sucesión, a menudo con requerimien-
tos simbiónticos (especies DT, DR).
I1.- Basado en la reproducción vegetativa, propaga-
ción primaria por extención horizontal y vertical.
d) Resistentes (Resisters). Especies de sol cuyos
Rodrigo Villaseñor y Francisco Sáiz
estados adultos pueden sobrevivir a fuegos poco severos
¡(especies WI).
1
e) Soportadores (Endurers). Especies querebrotan, de sol
lo de sombra, con yemas enterradas superficial o profunda-
"mente (especies VI, VT).
EnChilenosehaintentadosistematizarlas respuestas
¿delas plantas a los incendios, lo cual creemos es útil intentar
'en la zona chilena de clima mediterráneo.
MATERIAL Y METODO
Entre el 19 y 25 de Febrero de 1984, se produjo un
incendio en el Parque Nacional La Campana, sector Palmas
¡de Ocoa, que afectó a 950 há, equivalentes al 17% del área
de este sector. En él se quemaron 310 há de Bosque, 580 há
¿de matorral y 60 há de pastizal; vegetación que quedó en un
90% destruida(Fuente: AreasSilvestresProtegidas, CONAF
V Región).
Enel lugar, además de la caracterización general del
¡área en que se produjo el incendio, se seleccionaron dos
¡parcelas de 70 x 30 m, adyacentes entre sí, una en el sector
Quemado y otra en el No Quemado (control). En este
último se hizo un estudio fitosociológico de árboles y
¡arbustos, aplicandoel métodode punto interceptado (Miiller-
'Dombois y Ellenberg 1974), para tener una referencia
¡cuantitativa de la vegetación previa al incendio.
En el sector Quemado, y con el fin de estudiar la
¡secuencia de recuperación de lasespecies se seleccionaron,
'al azar, y de acuerdo asu abundancia, 1 1 individuos de litre
¡(Lithrea caustica), 3 de peumo (Cryptocarya alba), 1 de
:quillay (Quillajasaponaria), 1 delilén (Azara celastrina),
4deespinillo (Adesmia arborea), 1 de adesmia (Adesmia
¡phylloidea), 2 de colliguay (Colliguaya odorifera) y 1 de
"huingán (Schinus polygamus). En cada individuo se fue
midiendo el largo de las ramas desarrolladas por rebrotes
¡desde el lignotuber. Estas mediciones se hicieron aproxi-
¡madamente cada 35 días por espacio de dos años. Para el
¡Cálculo dela altura y volumen iniciales (los que virtualmen-
te tendrían antes de ser quemados) se midió la altura de los
¡palos quemados y dos diámetros, perpendiculares entre sí,
¿de la que pudiera haber sido la copa. A las tres medidas se
¡agregó un 5% de su valor, en compensación por las ramas
¡finas quemadas. Además, en este sector, se estudió la
. secuencia de la relación de ocupación de los espacios libres
- entre especies preexistentes y nuevas, mediante el cálculo
de la cobertura relativa de los arbustos (Villagrán et al
1980).
Después de cuatro años de producidoel incendio, en
lazona quemada se anotaron los individuos rebrotados, no
]
' rebrotados (muertos) y nuevos de cada especie encontrada.
' Con ello se calculó el porcentaje de rebrote , mortalidad y
¡capacidad de colonización.
Incendios forestales en el parque...
RESULTADOS Y DISCUSION
I.- Caracterización de la vegetación previa al
incendio
[.1.- Del área en general.
La vegetación del área en que se produjo el
incendio es la de laderas de exposición norte en Ocoa,
y está constituida por tres comunidades diferentes :
En el pied-mont se presenta una comunidad
mésica de Lithrea y Cryptocarya (matorral
esclerófilo), cuyas especies dominantes son Lithrea
caustica y Cryptocarya alba, acompañados por
Azara celastrina y Quillaja saponaria, más algunos
arbustos como Eupatorium salvia (salvia macho),
Podanthus mitique (mitique), Teucrium bicolor
(oreganillo) y Adesmia phylloidea.
Másen altura existen dos comunidades xéricas,
a saber:
- Comunidad de Colliguaya y Adesmia (mato-
rral xérico) teniendo como especies dominantes a
Adesmia arborea y Colliguaya odorifera, acompa-
ñadas de arbustos de Schinus polygamus y Ephedra
andina (pingo-pingo) más un rico estrato herbáceo.
- Comunidad de Puya violacea (puyal), junto a
algunas cactáceas como Echinopsis chilensis (quisco)
y Neoporteria curvispina.
Jubaea chilensis, palma chilena, aparece como
una especie importante y presente en las tres comuni-
dades.
1.2.- Del sector control (No Quemado).
En el Cuadro 2 se presenta la caracteriza-
ción fitosociológica del sector No Quemado,
control en nuestro estudio, constatándose la
presencia en este sector de parte de estas tres
comunidades, las dos primeras perfectamente
diferenciadas y elementos de la última incluídos
en las otras.
De acuerdo a la clasificación de riesgo de
incendio de Fahmestock (1970, en Chandler et
al 1983), basada principalmente en la carga y
continuidad del combustible y cuyo rango de
valor es de O a 10, los bosques y matorrales
esclerófilos de la V región tienen grado 7 y los
matorrales xéricos presentan, en verano, grado
9 y 7 en invierno.
Anales Museo de Historia Natural Vol, 21, 1990
CUADRO 2. 1.- Impacto del incendio
El incendio, motivo de nuestro estudio, fué de tipo
superficial, afectando combustibles herbáceos, de superfi-
cie, de media altura y dealtura(Correa y Guerra 1974), cuyo
efecto inmediato fue la combustión total de los estratos
herbáceo, arbustivo y arbóreo. Todala masafotosintetizante
y las ramas finas quedaron reducidas a cenizas, las ramas
gruesas y troncos quedaron en su mayoría en pié, totalmen-
te quemados. En los límites del incendio quedaron algunas
ramas con hojas quemadas debido a que la intensidad del
fuego fue menor allí. |
Laprincipal consecuenciainmediatadel incendios
la disminución casi a cero de la cobertura y prácticamente
toda la superficie quemada queda expuesta a mayor radia-
ción y a la acción del viento y de la lluvia.
IL- Características de la recuperación post incendio
Para la evaluación del proceso de recuperación
vegetal se han considerado especies leñosas de dos formas
de vida, microfanerófitos (árboles bajos) y nanofanerófitos
(arbustos).
En el cuadro 3 se exponen los datos de altura,
cobertura y volumen de los individuos estudiados antes y
dos años después del incendio y sus porcentajes de recupe-
ración. Enlitre, peumo, espinillo y colliguay, losindividuos
se agruparon por clases de altura.
Al poco tiempo de producido el incendio (un mes
aproximadamente), y sin que medien lluvias, comienza el
rebrotedesdeel lignotuber(Arayay Avila 1981, Montenegro
etal 1983). Este crecimiento se traduce en la producción de
ramas nuevas que nacen prácticamente desde un solo
punto, las que al crecer cubren una superficie comparable
a un semicírculo y ocupan un volumen asimilable a una
semiesfera, criterios que hemos usado en la evaluación de
A == : : == estos parámetros.
CUADRO 3.-
COMPARACION DE ALTURA, COBERTURA Y VOLUMEN DE LAS ESPECIES ESTUDIADAS
ANTES Y DOS AÑOS DESPUES DEL INCENDIO
CE
| >
ANTES DEL. INCENDIO (estimación) DOS AÑOS DESPUES DEL INCENDIO
PORCENTAJE DE
HECUPERACION
Cobertura Volumen
Pr. m2 Tr de | rm
Pr. m= promedio en metros; d.s.= desviación estandur
Rodrigo Villaseñor y Francisco Sáiz
El rebrote a partir del lignotuber es muy notable en
litre (medidas de cobertura), especialmente en los ejempla-
res de tallas intermedias (Fig.1), crecimiento que se inten-
sifica a partir de la primavera después del incendio y, que
afecta fundamentalmente al volumen y a la cobertura y no
a la altura, la cual no difiere entre las categorías de tallas.
Esta situación podría ser debida a la calidad del lignotuber,
poco desarrollado en juveniles y reducido en los adultos
mayores. El crecimiento disminuye a partir de la segunda
primavera, e incluso baja, producto posiblemente del cam-
bio de arquitectura hacia formas más arbóreas.
Fig. 1.- Evolución de la recuperación de altura, cobertura y volu-
men de diferentes categorías de litre (Lithrea caustica. Tallas prome-
dios de las categorías: A= 1.7 m, B=2.5 m, C=4.7 m y D=6.4m.
LITRE
A Altura [m)
x Volumen [ m3)
e Cobertura | m1)
0
s
6
4
1
0
AMJJASONDJEFMAMJJAS ON DJEF MA
B4 LE 86
En peumo (Fig. 2) el rebrote no es tan apare *e,
en gran medida debido a la fuerte herbivoría de los
renuevos por parte de roedores y ganado vacuno
(observaciones de terreno). Solamente después de la pri-
mera primavera el crecimiento se acelera, pero en forma
irregular, en las tres variables medidas. Según nuestro
criteriolaherbivoríaexplicaría, al menosenparte sustantiva,
dichas irregularidades de crecimiento.
Incendios forestales en el parque...
Fig. 2.- Evolución de la recuperación de altura, cobertura y
volumen de diferentes categorías de peumo (Cryptocarya alba.
Tallas promedios de las categorías: A= 5.9 m, B=3.7 m.
A Áltura (mi)
PEUMO
x Velumen (m3)
o Cobertura (m?)
AMJJASONDJEFMAMJ]JASOND]EFMA
84 85 86
Lilén y huingán presentan un esquema parecido
a peumo, mientras que quillay, también afecto a
herbivoría, muestra un modelo irregular. El desarro-
llo de adesmia se asemeja a las situaciones extremas
de litre (Figs. 3 y 4).
Fig. 3.- Evolución de la recuperación de altura, cobertura y volu-
men de lilén (Azara celatrina y quillay (Quillaja saponaria).
Tallas promedios de las categorías: lilén= 3.9 y quillay= 3.8.
26
A Altura [m)
24 LILEN x Volumen (m?)
n o Cobertura (m2?)
QUILLAY
AMJJASONDJEFMAMJJASONDIEF MA
85 86
2
Anales Museo de Historia Natural
Fig. 4.- Evolución de la recuperación de altura, cobertura y volumen de
Adesmia (Adesmia filoldes) y huingán (Schinus polygamus). Tallas
promedios de las categorías: Adesmia= 4.1 m y huingán=2.1 m.
ADESMIA A Altura (m)
x Volumen [m3]
e Cobartura (mi)
357 HUINGAN
AMJJASONDJEFMAMJJASONDEFMA
84 85 86
El nivel de crecimiento en altura no supera
los dos metros en todas las especies arbóreas
estudiadas, por lo que la recuperación de las
tallas originales está directamente relacionada
con la magnitud de éstas.
Las tendencias de recuperación en volu-
men y en cobertura siguen, en general, patrones
de crecimiento acelerado entre las dos primeras
primaveras después del incendio para decaer
posteriormente, destacándose, entre ellas,
huingán y lilén por su crecimiento más progre-
sivo.
En cuanto a los arbustos estudiados (Fig.
5), espinillo y colliguay, su comportamiento es
parecido al lilén y huingán. A diferencias de la
recuperación en árboles, al cabo de dos años
estos arbustos han desarrollado nuevamente la
capacidad de florecer y producir frutos.
IV.- Evaluación del efecto del incendio cua-
tro años después.
Después de cuatro años de ocurrido el
incendio se midió la presencia y condición de
estado de las fanerófitas, caméfitas y suculen-
tas del área quemada (Cuadro 4), evaluándose
los porcentajes de rebrote y de aparecimiento de
nuevos ejemplares.
22
Vol, 21, 1990
Fig. 5.- Evolución de la recuperación de altura, cobertura y volumen de
diferentes categorías de colliguay (Colliguaya odorifera y espinillo
(Adesmia arborea. Tallas promedios de las categorías: colliguay= 1 .6
m, espinillos A= 0.8 m y B= 1.3 m.
A Allura [m)
COLLIGUAY x Volumen (rm?)
e Cobertura [m?!|
s. ESPINILLO
A
-
AMJJASOND[EFMAMJJASOND|E F MA
84 es 86
Destacan Baccharis paniculata y Trevoa
trinervis, por no presentar rebrotes, pero sí una alta
capacidad de colonizar por la vía de germinación de
diásporas.
Un patrón opuesto muestran las
microfanerófitas, de las cuales no se detectaron indi-
viduos nuevos. Á ellas deben agregarse las suculen-
tas, caméfitas y Adesmia phylloidea. En este mismo
grupo consideramos a Adesmia arborea y Colliguaya
odorifera entre las nanofanerófitas, a pesar de pre-
sentar un escaso porcentaje de individuos nuevos.
Las especies con mayor capacidad de recupera-
ción y de colonización son Podanthus mitique,
Muehlenbeckia hastulata y Baccharis linearis, ya
que rebrotan y/o germinan en alta proporcion.
Finalmente, es destacable el aparecimiento del
parásito Tristerix tetrandus sobre colliguay, lo que
sería índice de incremento de la susceptibilidad de las
plantas postincendio.
Una globalización de la información por for-
mas de vida se entrega en el Cuadro 5.
' Rodrigo Villaseñor y Francisco Sáiz
CUADRO 4.-
EVALUACION DE LA SITUACION DE LA VEGETACION
ARBUSTIVA Y ARBOREA DESPUES DE CUATRO AÑOS
Porcentaje
Especie n rcbrotados(1) nuevos (2)
Microfanerófitos
Lithrea caustica 39 97.4 0.0
¡— Quillaja saponaria 3 100.0 0.0
Azara celastrina 6 100.0 0.0
Schinus polygamus 2 100.0 0.0
Cryptocarya alba 5 80.0 0.0
¡ — Jubaea chilensis 3 100.0 0.0
| Nanofanerófitos
y Adesmia arborca 139 88.3 1.6
F.—— Adesmia phylloidea 4 100.0 0.0
F— Colliguaya odorifera 123 95.7 5.1
Podanthus mitique 30 52.6 52.4
' Muehlenbeckia hastulata 81 100.0 87.6
£— Baccharis linearis 19 100.0 89.5
— Baccharis paniculata 9 0.0 100.0
¡ Trevoa trinervis 13 0.0 100.0
¡ Ephedra andina 3 100.0 00.0
Suculentas
l Echinopsis chilensis 11 54,5 0.0
F Neoporteria curvispina 1 100.0 0.0
¡ Parásitos Ús
Tristerix tetrandus 1 0.0 100.0
Caméfitas
Puya coerulea 16 75.0 0.0
11 = (rebrotadas / rebrotadas + muertas) x 100
P
f n=individuos
| 2 =( nuevas / rebrotadas + nuevas) x 100
( CUADRO $5.-
"INDICE DEREBROTE Y DE NUEVOS INDIVIDUOS
' SEGUN FORMA DE VIDA (% PROMEDIO)
Nuevos
Microfanerófitos
Nanofanerófitos
Suculentas
Parásitos
Caméfitas
Al respecto, Frost (1984), con datos de
- Merwe y Kruger provenientes de dos estudios
en fynbos, mencionan recuperaciones por
* rebrote del orden de 55.6% y 28.1% para
fanerófitas en general y de 54.7% y 39.8% para
caméfitas. Para la costa de California se reporta
¿ un 100% de rebrote de fanerófitas (Malanson y
O'Leary 1982).
De acuerdo a los resultados del cuadro 4,
¿ y de la aplicación de la categorización de Rowe
(1983) según el modo de persistencia de las
- plantas, podemos clasificar a las especies estu-
. diadas de la siguiente forma :
23
Incendios forestales en el parque...
Soportadores :
Lithrea caustica
Quillaja saponaria
Azara celastrina
Cryptocarya alba
Schinus polygamus
Adesmia phylloidea
Invasores :
Baccharis paniculata
Baccharis linearis
Podanthus mitique
Tristerix tetrandus
Invasores-Evasores :
Trevoa trinervis
Muelhenbeckia hastulata
Resistentes: No afectados por el fuego
Adesmia arborea Puya coerulea
Colliguaja odorifera Jubaea chilensis
Ephedra andina
Las plantas clasificadas como Invasoras tienen
diásporas altamente dispersantes, además de tener dos de
ellasaltacapacidad derebrote. Para Trevoa y Muelhenbeckia
hemos creado una categoría mixta en atención a que ambas
tienen frutos dispersados por aves, hay antecedentes de que
las semillas de 'Trevoa son capaces de soportar incendios
como el de nuestro estudio (57% de viabilidad de semillas
quemadas, datos no publicados, Villaseñor) y a que
Muelhenbeckia tiene además alta capacidad de rebrote.
Las especies clasificadas como Soportadoras per-
tenecen al matorral esclerófilo y tienen la capacidad de
rebrotar desde yemas de la base de sus tallos, debiendo pasar
por estados juveniles antes de madurar. En cambio, las
Resistentes corresponden al matorral xérico, rebrotan desde
la base alcanzando en corto tiempo sus tamaños originales y
son capaces de florecer y fructificar en la misma temporada
en que se produce el incendio.
Finalmente, las clasificadas como No afectadas por
el fuego, son plantas que a pesar de ser quemadas siguen su
crecimiento vegetativo después del incendio y florecen en
esa temporada.
Al cabo de cuatro años de ocurrido el incendio se
comprueba un cambio en la estructura fisionómica del
bosque, ya que sus especies, al rebrotar, lo hacenen forma de
arbustos, lo que lo transforma en matorral (fase juvenil de la
sucesión según Kruger y Bigalke 1984).
V.- Evolución de la ocupación de espacios libres por
especies nuevas y preexistentes .
A partir de la segunda primavera después de ocurrido
el incendio se midió, en una parcela de 100 m , la superficie
de cobertura de los arbustos, ya sea producto del rebrote de
los preexistentes o del desarrollo de individuos a partir de
semillas.
EnlaFigura y cuadro 6, se puede apreciarque durante
los dos años que siguen al incendio la cobertura general no
varía significativamente. Sin embargo, la proporcionalidad
de los componentes de esa cobertura lo hace. En efecto, a
enero de 1986, ella está conformada en un 40 % por T.
Anales Museo de Historia Natural
trinervis y M. hastulata, proceso que ha sido creciente
desde la época del incendio y que, a partir de esa fecha, cede
su importancia relativa al desarrollo de L. caustica, especie
rebrotada. Esta situación confirma la calidad de Invasoras-
Evasoras que le hemos asignado a ambas especies. El
aumento real de cobertura ocurre durante el tercer año,
estableciéndose el dominio de especiesrebrotadas, especial-
mente litre, y disminución porcentual de especies invasoras
como tebo y quilo.
Fig. 6.- Evolución de las coberturas, absoluta y relativa, de los espacios
libres por los vegetales estudiados.
Cobertura (m?) Total -
au)
l=]
T. trinervis
M. hastulata
P. mitique
Q, saponaria
C. odorifera
C. alba
L. caustica
Cobertura % relativos
23
87
3n 14/3 TVb
86
249 Bm
85
Vol, 21, 1990
El pocodesarrollodelasotrasespeciesrebrotadas, Quillaja
saponaria, Cryptocarya alba y Colliguaya odorifera,
puede tener su explicación, especialmente para las dos
primeras, en la fuerte herbivoría que las afectan, acción que
no compromete a Lithrea caustica.
Semidieroncuatroespeciesdearbustosdesarrollados
desde semillas (medidas a partir de plántulas): Podanthus
mitique, Trevoa trinervis, Muelhenbeckia hastulata y
Baccharis linearis. El primero tiene un comportamiento
parecido al de quillay, peumo y colliguay; en cambio, T.
trinervis y especialmente M.hastulata presentan un fuerte
desarrolloinicial, elqueempiezaadeclinarhaciael terceraño
después del incedio, siendo favorecidas desde ese momento
las especies rebrotadas.
En cuanto a B. linearis, el que por sus bajos valores
de cobertura (cuadro 6) no aparece en la figura 6, es
interesante hacernotarque presentaun aumentosostenidoen
su cobertura relativa que la justifica en la categoría de
invasora en la que la hemos propuesto, y que hace pensar en
una importancia relativa creciente en los años siguientes al
incendio (Balduzzi et al 1982).
Enconsecuencia, enla recuperación de la vegetación
post:incendio aquí estudiada, se produciría el siguiente
esquema sucesional: invasión inicial de los espacios vacíos
portebo y quilo, junto alos primeros rebrotes delas especies
preexistentes; más tardíamente se incorpora romerillo y
acrecienta la importancia de las rebrotadas. Estas observa-
ciones aparecen contrarias a lo que sucedería por tala de la
vegetación del matorral (Armesto y Pickett, 1985).
CONCLUSIONES
La vegetación en la zona estudiada presenta
comunidades resistentes al fuego: la de Lithrea-
Cryptocarya, cuyas especies tienen recuperación
vegetativasolamente (Soportadores); lade Adesmia-
Colliguaya, cuyas especies rebrotan rápidamente y
en el mismo año están floreciendo, y que los
CUADRO 6.-
EVOLUCION DE LA COBERTURA DE ESPACIOS LIBRES POR ESPECIES
REBROTADAS Y DESARROLLADAS A PARTIR DE SEMILLAS.
14.22
4293
YA
0,43 0,65 5
- Rodrigo Villaseñor y Francisco Sáiz
nanofanerófitos que la constituyen se comportan frente
al fuego como hemicriptófitos o geófitos (Resisten-
- tes) y la comunidad de Puya, cuyas especies domi-
nantes no son afectadas por el fuego (observaciones
no medidas), aunque se presente mortalidad de algu-
nos individuos a largo plazo, en quisco especialmente
Incendios forestales en el parque...
colliguay macho (Adenopeltis serrata), parrilla
(Proustia pyrifolia), salvia macho (Eupatoriumsal-
via), barbón (Eupatorium glechonophyllum) y
(Teucrium bicolor). Ello hace suponer que estas
especies son tardías en la sucesión.
En el plano específico, el litre es la especie
' (Cuadro 4). Hanes (1971) reporta para el sur de
| California un fenómeno parecido, en que la sucesión
- postfuego es diferente en las diversas comunidades de
arbórea que mejorresponde alos incendios, junto con
los arbustos xéricos, lo que avalaría la hipótesis que la
estructura vegetal actual de la zona mediterránea
acuerdo a sus condiciones ecológicas.
| La mortalidad también se da entre los
- nanofanerófitos que no tienen capacidad de rebrote
- (Cuadro 4). En esos casos pudo ser que el lignotuber
fuese dañado o que no estuviese desarrollado y, por
ello, no fueran seleccionados por el fuego.
Al recuperarse las plantas arbóreas y arbustivas
- después del incendio, lo hacen con un crecimiento
simpodial lo que les da el aspecto de arbustos y, al
conjunto, el de matorral. No sabemos en cuanto
tiempo este matorral puede recuperar su aspecto de
bosque, aunque por la relación entre el tiempo (2
' años) y la altura alcanzada no puede ser inferior a 10-
15 años.
En estudios sucesionales en fynbos del sur de
. Africa (Kruger y Bigalke 1984) se reconocen las
siguientes etapas de desarrollo de las comunidades:
' inmediata, juvenil (hasta 4-5 años), transicional (has-
ta 10 años), adulta o madura (hasta 30 años) y
| senescente. Si usamos este esquema para la vegeta-
| ción de Chile central, en nuestro estudio el combusti-
¡ ble forestal quemado se encontraba en la fase madu-
¡ ra, y el presente estudio se ha hecho en la fase
¡inmediata postincendio y primera parte de la fase
' juvenil.
De la comparación de los Cuadros 2 y 4, se
. desprende que una serie de especies de la zona control
: no aparecen después de cuatro años en la zonaquema-
da. Son fanerófitos importantes en esta condición :
REFERENCIAS
ALTIERI, M. A. 43. A. RODRIGUEZ 1975. Acción ecológica del
fuego en el matorral mediterráneo de Chile,en Rinconada de
Maipú. Tesis Fac. Agronomía. U. Chile.
ARAYA,S.£e G. AVILA. 1981. Rebrote de arbustos afectados por
el fuego en el matorral chileno. An. Mus.Hist.Nat. Valparaíso, 14:
107-113.
ARMESTO, J. £: J. GUTIERREZ. 1978. El efecto del fuego en la
estructura de la vegetación de Chile central. An. Mus. Hist.
Nat.Valparaíso, 11 :43-48,
ARMESTO, J. 8: S. PICKETT. 1985. A mechanistic approach to
the study of succession in the Chilean matorral. Rev. Chil.
Hist, Nat. 58:9-17.
23
(Donoso 1990) estaría modelada por larecurrencia de
los incendios forestales (Sáiz 1990).
La recuperación de peumo, quillay y otras espe-
cies se ve afectada por la fuerte herbivoría a que son
sometidos sus rebrotes por parte del ganado vacuno
que generalmente se asocia a estas formaciones.
De acuerdo al modo de persistencia las especies
estudiadas se clasifican en, Invasores : Baccharis
paniculata,Baccharislinearis, Podanthus mitique,
Tristerix tetrandus; Invasores-Evasores: Trevoa
trinervis y Muelhenbeckia hastulata; Resistentes:
Adesmía arborea, Colliguaja odorifera y Ephedra
andina, Soportadores: Lithrea caustica, Quillaja
saponaria, Azara celastrina, Cryptocarya alba,
Schinus polygamus y Adesmia phylloidea; No afec-
tados por el fuego: Puya coerulea y Jubaea chi-
lensis.
El análisis de la evolución de las coberturas
relativas confirma la calidad de Invasoras-Evasoras
de Trevoa trinervis y Muelhenbeckia hastulata, ya
que sus desarrollos se ven proporcionalmente favore-
cidas durante los dos primeros años post-incendio,
para ceder posteriormente al aumento de la cobertura
de las especies que rebrotan y a la disminución
subsecuente de los espacios libres, especialmente
debida al desarrollo de L. caustica. El aumento lento
pero sostenido de la cobertura relativa de B. linearis
explicaría por qué cubre actualmente grandes espa-
cios en las comunidades degradadas de la zona.
AVILA, G., M. E. ALJARO ¿: B. SILVA. 1981. Observaciones
en el estrato herbáceo del matorral después del fuego. An.
Mus. Hist. Nat., Valparaíso, 14: 99-105.
AVILA, G., G. MONTENEGRO é M. ALJARO. 1990. In-
cendios en la vegetación mediterránea. En: Ecología del paisa-
je en Chile Central, Fuentes y Prenafreta (eds.): 81-86. Ed.
Univ. Católica de Chile.
BALDUZZI, A.,R. TOMASELLI, I. SEREY £R. VILLASEÑOR.
1982. Degradation of themediterranean type of vegetation
in central Chile.Ecologia Mediterranea, 8 (1-2): 223-239
CORREA, J. £ G. GUERRA. 1974. Incendios Forestales.
En: Curso de Conservación de la Naturaleza y sus recursos
renovables. Facultad de Ciencias Forestales U.de Chile,
Anales Museo de Historia Natural
CHANDLER, C., Ph. CHENEY, Ph. THOMAS, L.TRABAUD 8:
D. WILLIAMS. 1983. Fire in Forestry, Vol. I, John Wiley 8:
Sons, Inc., 450 pp.
DONOSO,C. 1990. Ecología Forestal. El Bosque y su Medio
Ambiente. Ed. Universitaria. Universidad Austral de Chile, II
Ed., 370 pp.
FROST, P: 1984. The responses andsurvival oforganisms in
Fire-Prone Environments. In:Ecological effects of fire
in South African Ecosystems, Booysen y Tainton (eds):
273-309.Springer-Verlag, Ecological Studies 48. '
GILL, A. 1977. Plant trait adaptive to fires in Mediterrancan
land ecosystems. Proc. Symp. Environ. Consecuences Fire
Fuel Manage. Medit. Ecosyst., U. U. For. Serv. Gen. Tech,
Report. WO-3 :17-26.
GILL, A. 1981. Adaptive responses of Australian plant species
to fires. In: Fires and Australian biota, Gill, Groves y Robles
(eds). Aust. Acad. Sci. Camberra : 243-272.
GUERRA, G., A. HEPP 8 F. BASCUR , 1979, Mapa de combus-
tibles de la V Región. Ciencias Forestales, 1(3):39-46.
HANES, T. L. 1981. Succession after fire in the Chaparral of
Southern California. Ecological Monographs, 41(1):27-52
HOBBS,R.J. £ C.H.GIMINGHAM. 1984. Studies on Fire
in Scottish Heathland Communities. Fire Characteristics.
Journalof Ecology, 72:223-240
JAMES, S. 1984. Lignotubers and Burl. Their structure, function
andecological significance in Mediterranean Ecosystems. The
Botanical Review, 50(3):225-266.
KOZLOWSKI, T.£ C. AHLGREN, 1974 Fire and Ecosystems
(eds). Academic Press, 542 pp.
KRUGER, F. 8 R,. BIGALKE. 1984. Fire in Fynbos. En Booysen
y Tainton (eds.), Ecological effects of fire in South African
Ecosystems: 67-114. Ecological Studies 48. Springer-Verlag.
MALANSON, G. 4 F. O'LEARY, 1982. Post-Fire
Regeneration Strategies of Californian Coastal Sage
Shrubs.Oecologia (Berl), 53:355-358
MONTENEGRO, G., B. SEGURA, R. SAENGER é M. A.
MUJICA. 1981. Xeromorfismo en especies arbustivas del
matorral chileno. An.Mus.Hist.Nat., Valparaíso, 14:99-105.
MONTENEGRO, G., G. AVILA 4: P. SCHETTE. 1983. Presence
and development of lignotubers in schrubs of the chilean
matorral. Can. J. Bot., 61: 1808-1815.
MÚLLER-DOMBOJIS, D.é£ H. ELLENBERG. 1974. Aims
and methods of Vegetation Ecology . John Willey N. Y.
NAVEH,Z. 1974, Effects of fire in the Mediterranean region.In:Fire
and Ecosystems, Kozlowki y Ahlgren (eds.) Academic N. Y:
401-434
26
Vol, 21, 1990
NAVEH, Z. 1975. The evolutionary significance of fire in
the mediterranean region. Vegetatio, 29(3): 199-208.
PIERCE, S. 8: R. COWLING. 1991. Dynamics of soil-stored seed
banks of six shrubs in fire-prone dune fynbos. Journal
of Ecology, 79 731-747.
ROWE, J. 1983. Concepts of fire effects on plant
individuals and species. En The role of fire in Northern
circumpolar ecosystems, Wein y MacLean (eds), John Wiley
éc Sons: 135-154,
SAIZ, F. 1990. Incendios forestales en el Parque Nacional
La Campana, Sector Ocoa, V Región. I Problema e incidencia de
incendios forestales en Chile. An.Mus.Hist.Nat., Valparaíso, 21:
SAIZ, F. 1991. Los incendios forestales como factor de deterioro
del medio ambiente, Simiente, 61 (1): 61-64.
SAIZ, F. € J. BASCUÑAN. 1990. Incendios forestales en
el Parque Nacional La Campana, Sector Ocoa, V Re-
gión. IV. Fauna del suelo. An.Mus.Hist.Nat., Valparaíso, 21:
TRABAUD, L. 1980. Impac biologique et écologique des
feux de vegetation sur l'organisation, la structure et
l'Evolution des zones de garrigues de Bas-Languedoc.
These Doctoral Etat. Univ. Sci. Thech. Languedoc,
Montpellier, 288pp.
TRABAUD, L. 1981. Man and Fire: Impacts on Mediterranean
Vegetation. IN: Mediterranean types schrublands Ecosystems,
Di Castri, Goodall and Sprecht (eds.),: 523-537 Elsevier
Scientyfic Publ,
TROLLOPE, W. 1984. Fire behaviour. In : Ecological
effects of fire in South African Ecosystems,Booysen y
Tainton (eds.): 149-175. Ecological Studies 48.
Springer-Verlag.
VAN WAGNER, C. 1983. Fire behaviour in Northern
Conifer Forest and Shrublands. In:The role of fire in
Northern circumpolar ecosystems, Wein y Mac Lean (eds):
65-80, John Wiley $: Sons Ltd.
VILLAGRAN, C., M. RIVEROS, R. VILLASEÑOR é: M. MUÑOZ.
1980. Estructura florística y fisionómica de la vegetación
boscosa de laquebrada de Córdoba (El Tabo), Chile central.
An.Mus.Hist.Nat., Valparaíso, 13: 71-91
VILLASEÑOR,R., F.SAIZ € R. BUSTAMANTE. 1986.
Impacto de los Incendios Forestales en el Medio
Ambiente de la Y Región. Proc. 11 Encuentro Cient. Medio
Ambiente, 1: 371-376
WEIN, R. á D. MacLEAN. 1983. The role of fire in Northern
circumpolar ecosystems. John Wiley é Sons Ltd., 322 pp.
WRIGHT, H. £ A. BAILEY. 1982. Fireecology. J.Wiley, N. York,
501 pp.
Pai “Ye
Rodrigo Villaseñor y Francisco Sáiz
Incendios forestales en el parque...
INCENDIOS FORESTALES EN EL PARQUE NACIONAL LA CAMPANA
SECTOR OCOA, V REGION, CHILE.
KI. EFECTO SOBRE EL ESTRATO HERBACEO.H
RODRIGO VILLASEÑOR * Y FRANCISCO SÁIZ **
ABSTRAC
Theeffectof forestry wildfiresinthe herbaceous vegetation of shrubs and sclerophyllous forestin the mediterranean climate zoneof Chileis
studied, evaluating both the impactand the recovering capacity.
The study was carried outin the National Park La Campana, Ocoa Sector, affected by a great forestry wildfire. Forit, two adjacentplots of
30x70m each, one in burned area and the other, as control, inunbumed area, were established.
Thcevaluation of the herbaceous stratum was made by an alleatory sample of60 quadrants of | m?, incontrol area, and byquadrantsof Im?
inthe length ofa 30 m transectin burned area. The samples were taken in August, September, October and November 1984 and September 1985.
The mainconclusions are: to the diminutionof densityand speciesrichness follows anexplosive incrementof the annual speciesinthe bumtarea
andan advancementof the introduced speciesover native. Atlenghtthereisalossofthe less frecuent species tendingto equilibrateitscomposition
with the control area. The effect over the perennial speciesis negative during the first post fire year.
Key Words: Forestry Wildfires, Herbaceous Vegetation,Shrubland, Sclerophyllous Forests, National Park, La Campana, Chile.
INTRODUCCION
Las características generales de la relación
vegetación-incendio han sido ampliamente discu-
tidas por Villaseñor y Sáiz (1990), haciéndose én-
fasis en la condición de combustible forestal de los
vegetales y en las macroestrategias adaptativas al
fuego desarrolladas por aquéllos.
El efecto del fuego sobre la vegetación her-
bácea es dependiente de la combustibilidad, de la
condición de anual o perenne de la especie, de la
intensidad y frecuencia de los incendios y de la
- formación vegetal de la que forma parte: pastizal,
estepa, sabana, matorral o bosque, ya que su
participación porcentual va decreciendo en la se-
cuencia antes mencionada.
Mallik y Gimingham (en Hobbs y Gimingham
1987) sostienen que la mayor determinante de la
respuesta al fuego es la composición prefuego del
stand, es decir, del espectro de historias de vida
presentes en la comunidad.
El efecto inmediato del fuego implica la des-
trucción total o parcial de las especies herbáceas,
dependiendo su intensidad de las características
biológicas de éstas. Especies perennes y especies
anuales de desarrollo epígeo abundante pueden
ser totalmente quemadas. Terófitos y geófitos, por
su parte, tienen una mayor probabilidad de
sobrevida a la acción del fuego y, por ende, una
probabilidad mayor de ser elementos pioneros en
el proceso de recuperación de la vegetación des-
pués del incendio.
Para Tainton y Mentis (1984), en estudio
sobre pastizales, el crecimiento de los geófitos
estaría determinado más por la temperatura del
suelo que por la humedad, por lo que el incremento
térmico que sigue al incendio aceleraría el desarro-
llo, el que se adelantaría al de las otras herbáceas.
Al desarrollarse posteriormente estas últimas, los
geófitos van cediendo importancia.
Por otra parte, el fuego, al eliminar la vege-
tación y el material de restos vegetales que cubre
el suelo, atenúa la competencia y crea condiciones
de temperatura y luz favorables al desarrollo her-
báceo en la siguiente estación de crecimiento, a lo
que también concurre el aporte de agua por las
precipitaciones (Biswell 1974). Además, hay que
considerar que generalmente los incendios ocu-
* Facultad de Ciencias, U.de Playa Ancha, Casilla 34-V, Valparaíso, Chile. Fax(032)286713.
- **Ecología.U.Católicade Valparaíso, Casilla4059, Valparaíso, Chile. Fax(032)212746.
* Proyecto Fondecyt 1066/84.
Recibido: 23 Octubre 1992. Aceptado: 18 Enero 1993,
27
Anales Museode Historia Natural
rren en época no reproductiva o de dormancia de
las herbáceas, lo que aminoraría el efecto
destructivo del fuego.
Naveh (1974) sostiene que la respuesta al
fuego de las herbáceas perennes es muy similar a
la de las plantas leñosas que son rebrotadores
facultativos. Esta respuesta sería regulada por un
doble feedback positivo: a) resistencia al fuego
mediante bulbos, cormos o vástagos basales, por
reactivación de yemas meristemáticas intercalares
o axilares, o bien, b) por incremento de la propaga-
ción por semillas. Al respecto, Daubenmaire (1968)
entrega algunos datos sobre resistencia de semi-
llas de herbáceas al calor, de las que extractamos
las siguientes:
Especie Temperatura Máxima Duración
Sininjuña Consobrevida (minutos)
Bromus hordeaceus 82-93 116-127 5
Avenafatu 93-104 104-116 5
Bromus mollis 104-116 116-127 5
Las herbáceas anuales, gracias a su
rápido crecimiento, tienen ventajas competi-
tivas sobre las perennes en la colonización de
los espacios abiertos y fértiles dejados por el
fuego. Esta situación se expresa claramente
en las dos primeras temporadas después del
fuego (Naveh 1974, Kruger y Bigalke 1984).
La recurrencia de los incendios en los
biomas 'mencionados, generalmente promue-
ve el desarrollo de hierbas en detrimento de
las especies leñosas, aunque un número acep-
table de éstas son tolerantes y algunas hasta
dependientes del fuego (Glover 1971, Hare
1961, Robertson y Cordes 1957, Scott 1971,
citados en Vogl 1974). En general, las espe-
cies leñosas pueden soportar un incendio y
recuperarse después de él, perdiendo esta
capacidad ante fuegos reiterados, especial-
mente si son intensos. Este tipo de incendios
mantendrían vigoroso el crecimiento herbá-
ceo con éxito competitivo por espacio, hume-
dad y luz sobre las especies leñosas (Vogl
1974, Knapp 1986).
En las formaciones boscosas, los incen-
dios generalmente actúan como agentes
retrogresivos, favoreciendo el establecimien-
to de vegetación herbácea, al menos en las
primeras fases postincendio (Vogl 1974,
Tomaselli 1976, Villaseñor et al 1986).
Otro enfoque al efecto del fuego es su
impacto en el tamaño y número de hojas.
Especies de Avena, Bromus, Erodium y de
Festuca serían más pequeñas en la primera
28
Vol,21,1990
temporada después del incendio y se explica-
ría por el cambio de ambiente para las anuales
y por injurias térmicas para las perennes
(Daubenmaire 1968). Knapp (1986) indica
esta situación para Rhus glabra. También se
citan casos en contrario, como el de dos espe-
cies de Andropogonum (Daubenmaire
1968). Levyns (en Kruger y Bigalke 1984)
sostiene que las plantas que rebrotan crecen
más exuberantes. Daubenmaire menciona
florecimientos tanto acentuados como no
modificados por el incendio en la primera
temporada. Wicht (en Kruger y Bigalke 1984),
sugiere que, al menos en geófitos, el
florecimiento es favorecido después del in-
cendio, no así el crecimiento vegetativo.
Avila et al (1981) encuentran altos valo-
res de biomasa en el estrato herbáceo un año
después del incendio, lo que explican por el
aumento de materia orgánica y fósforo que
quedaría en el suelo como consecuencia del
fuego.
En Chile, se ha sostenido que la vegeta-
ción mediterránea no responde
adaptativamente a los incendios recurrentes
(Armesto y Gutiérrez 1978), aunque Avila et
al (1981) comunican que Altieri y Rodríguez |
(1974) postulan lo contrario, lo que también
respaldan Villaseñor y Sáiz (1990).
El objetivo del presente trabajo es eva-
luar tanto el impacto del fuego en el estrato
herbáceo como su capacidad de recupera- ;
ción y de colonización en un matorral ,
esclerófilo de Chile mediterráneo.
MATERIALES Y METODOS 7
La investigación se desarrolló en el sec-
tor Ocoa del P.N. La Campana, V Región,
donde se produjo un gran incendio a fines de 4
febrero de 1984, comprometiendo, entre otros
sectores, una ladera cubierta de matorral
esclerófilo bien desarrollado. l
En esa área se seleccionaron dos secto- :;]
res adyacentes, uno Quemado y el otro Noe
Quemado, utilizando a este último como con- 1]
trol y como representativo de la vegetación '
presente antes del incendio. En cada uno de
ellos se estableció una parcela de 70 x 30 m,
a muy corta distancia entre sí (Sáiz 1990). 11
La evaluación del estrato herbáceo en eln
sector No Quemado, se hizo mediante una:r
muestra aleatoria de 60 cuadrantes de 1 m2n
cuantificándose la frecuencia de especies, ll
datos utilizados para el cálculo de las fre- le
Rodrigo Villaseñor y Francisco Sáiz
- mono
: cuencias absolutas y relativas (Villagrán et al
: 1980). Muestreo realizado en octubre de
1984.
] En el sector Quemado se hizo una
: transecta de 30 m lineales y se sobrepuso a
¿ ella cuadrantes de 1 m?, a intervalos de 1 m,
anotándose la frecuencia de las especies.
Con ella se calcularon las frecuencias abso-
luta y relativa. Muestreo realizado en agosto,
septiembre, octubre y noviembre de 1984 y
| septiembre de 1985.
SD
eS
RESULTADOS Y DISCUSION
Dada la muy lenta recuperación de los
estratos arbóreo y arbustivo, los espacios
+ libres son densamente colonizados en la pri-
i mera primavera por una cincuentena de es-
ipecies herbáceas.
' Este fenómeno ha sido observado en
l varios ecosistemas (Vogl 1974, Naveh 1974,
Trabaud 1987). En Chile, Avila et al (1981)
“informan de él en valores de biomasa. Este
gran desarrollo de plantas herbáceas se pue-
de deber a varios factores, entre ellos a la
¡disponibilidad de espacios a ocupar por las
plántulas, los que han quedado vacíos al que-
¡ marse la cama y el follaje, a una mayor liber-
¡tad para el tránsito de diásporas hacia el lugar
¡quemado y, también, a una mayor fertilidad
l temporal del suelo por la presencia de ceni-
zas. También puede considerarse un mayor
nivel térmico en el suelo por pérdida de la
icubierta vegetal.
. Hay antecedentes de que en algunos
“ecosistemas el fuego puede activar a semillas
dos reposo bajo tierra (Rowe 1983)..
"A.- HERBACEAS ANUALES
Del Cuadro 1 se desprende que en el mes
¿de septiembre del mismo año en que ocurrió
el incendio (6-7 meses de intervalo), se pre-
| senta el mayor número de especies y la más
talta diversidad específica de la primavera de
1984.
E Esta riqueza y diversidad es menor a
“finales de invierno (Agosto), época en que
“aún las condiciones climáticas no son las
| mejores para la estrata herbácea; destacan
en ella Loasa triloba, una especie de fines de
invierno, y Oxalis rosea la que disminuye su
abundancia en los meses siguientes por baja
del contenido hídrico del suelo (Cuadro 1).
Incendios forestales en el parque...
Analizando en perspectiva temporal el
efecto del fuego sobre la vegetación herbá-
cea anual (Cuadro 1), se detecta una fuerte
disminución del número de especies y de la
diversidad específica en el lapso de un año
(septiembres 84 y 85). Este tipo de cambio
está bastante documentado en la literatura
(Vogl 1974, Kruger y Bigalke 1984, Tainton y
Mentis 1984, Naveh 1974).
Si bien la disminución de especies es del
orden del 30% (similitud taxonómica, S.=.59),
para la comparación entre septiembres 84 y
85, se mantiene alta la similitud biocenótica
entre ambos períodos (S = .86), dada funda-
mentalmente por la alta frecuencia de las
especies comunes, lo que indicaría que a lar-
go plazo se produce una pérdida de las espe-
cies menos frecuentes, tendiendo a una esta-
bilidad en riqueza específica, comparable con
los estados no quemados. Dichas especies
serían colonizadoras efímeras, salvo que ocu-
rra reiteración de incendios.
Al año, la mayor pérdida de especies y
la disminución de frecuencias corresponde a
las especies nativas y no a las introducidas
(Cuadro 1 y Fig. 1). Este es un índice de que
los incendios favorecerían el desarrollo de la
vegetación herbácea introducida si aquéllos
son recurrentes.
Fig. 1.- Hierbas anuales. Cambioenlarelación N* de especies!
Frecuenciade especies entre la primera y segunda estación
vegetativadespués del incendio.
OCOA Hierbas anuales
Frecuencia o Introducidas 84
e — Nativas 84
500 A Introducidas 85
A Nativas 85
pan
e
400
300
200
100
0.2.4.6 BsU10 12 14 16 18
Especies
Anales Museo de Historia Natural
CUADRO 1.-
FRECUENCIA DE ESPECIES HERBACEAS ANUALES
ENEL SECTOR QUEMADO, OCOA.
Frecuencia
ntotal=31 1984 1985
Nombre Ago. Sept Oct. Nov. Sept.
Loasatriloba 10 - - - -
Adesmiaangustifolia - I5 15 5 -
Trifoliumchilense 2 SS - -
Clarkiatenella 15 40 50 - 10
Ocnotheradentata *- 40 30 20 0)
Oxalisrosea * 10) 525 5 20
Oxalislaxa 15 10 5 - -
Erodiumcicutarium * 35 1515 5 30
Erodiummoschatum * 29 35 2 5 90
Euphorbiapeplus * 30 50 25 - 70
Torilisnodosa * 10 - - 5 -
Cristariadissecta - 5 390 15 -
Silene gallica * y 0030 050 80
Cerastium vulgatum * - 15 10 - -
Calandriniatrifida 10 5 - - -
Plantagohispidula > 15 - - 10
Lastarriae chilensis - 55 - 5 20
Galium murale * - 20 5 - 40
Cryptantha aprica - 45 40 40 70
Schizanthus pinnatus - 15 SI 10
Facelis retusa - 50 25 20 50
Filago gallica * - Ss 45 10 50
Chaetanthera linearis - - 2D - 390
Trichopetalumplumosum 5 O - -
Pasithea coerulea - DD 2 10 10
Brizaminor* 50 DD 45 2 230
Koeleriaphleoides 5 5 - - -
Avena barbata * 5 35 Oo 2 10
Vulpiamegalura 10 .n 45 TD 100
Centaurea melitensis - - - - 10
Nespecies 18 Z 23 17 19
Divers.específicaH' 364 443 427 361 3.86
UniformidadJ 87 93 94 88 91
* especiesintroducidas
Comparando la vegetación herbácea
entre el área Quemada y No Quemada (Octu-
bre 84) se constata: a) mayor número de
especies y mayor diversidad específica (H”)
en el área Quemada, b) solamente 4 especies
comunes (todas nativas): Oxalis laxa, Face-
lis retusa, Pasithea coerulea y Vulpia
megalura, c) 3 especies propias del área No
Quemada (2 introducidas): Moscharia
pinnatifida, Anthemis cotula y Galium
murale, y d) 19 especies propias del área
Quemada, 10 de las cuales son introducidas
(Cuadro 2).
En consecuencia, el incendio favorece
en el corto piazo el desarrollo de las herbá-
ceas anuales, en particular las introducidas
(Cuadro 2).
30
Vol,21,19
CUADRO2.-
COMPARACION DEL SITIO QUEMADO Y NO
QUEMADO.OCTUBRE 1984. HIERBAS ANUALES.
NO QUEMADO QUEMADO
Especie Frecuencia Frecuencia
Oxalis laxa 20 50
Galium murale * 120 00
Moschariapinnatifida 10.0 0.0
Facelis retusa 60 250
Anthemiscotula * 40 00
Vulpia megalura 20 45.0
Pasithea coerulea 240 250
Adesmiaangustifolia 00 15.0
Trifoliumchilense 00 25.0
Clarkiatenella 00 50.0
Oenothera dentata * 00 30.0
Oxalisrosea * 00 25.0
Erodiumcicutarium * 00 15.0
Erodiummoschatum * 00 20.0
Euphorbiapeplus * 00 25.0
Cnistariadissecta 0.0 30.0
Silene gallica * 00 50.0
Cerastium vulgatum * 00 10.0
Pectocaryalinearis 00 5.0
Cryptantha aprica 00 40.0
Schizanthus pinnatus 00 5.0
Filago gallica * 00 45.0
Chaetanthera linearis 00 20.0
Trichopetalumplumosum 00 10.0
Briza minor * 00 45.0
Avena barbata * 00 10.0
Número de especies 7 23
DiversidadespecíficaH” 234 4.26
Uniformidad)J 0.83 0.94
* especiesintroducidas
B.- HERBACEAS PERENNES
En cuanto a las herbáceas perennes en el
área quemada (Cuadro 3), igualmente se observe:
una disminución del número de especies en el
tiempo, pero la tendencia de los cambios de diver:
sidad (H”) no es muy clara. Ello puede ser productc
del mayor impacto del fuego en este tipo de vege
tales y de una menor capacidad colonizadora en e
corto plazo.
Es destacable el aparecimiento en el áre:
quemada de plántulas de Trevoa trinervis
Muehlenbeckia hastulata, considerados arbus
tos invasores de espacios abiertos y áridos, y li
presencia de dos malezas (Rumex acetosella ;
Marrubium vulgare).
Al segundo año, se mantienen tres especie
herbáceas perennes y plántulas de dos arbusto
(Podanthus — mitiqui y Muehlenbecki:
hastulata), confirmando éstos su calidad de inva
sores. (Villaseñor y Sáiz 1990).
B
1
>
Pr
nm
» Pa
Rodrigo Villaseñor y Francisco Sáiz
CUADRO 3.-
FRECUENCIA DE ESPECIES HERBACEAS PERENNES
EN EL SECTOR QUEMADO, OCOA.
Frecuencia
ntotal=22 1984 1985
Nombre Ago. Sept. Oct. Nov. Sept.
Adiantumthalictroides 15 - 10 2 z
Ephedraandina (pl.) - - = 5 A
Margyricarpus pinnatus I5 20 - 2 :
Geranium bertcrianum 5 20 - A 30
Trevoatrinervis (pl.) 5 - - > a
Muehlenbeckiahastulata(pl.) 35 - - 0 40
Rumex acetosella * ISE ES -
Phacelia brachyantha 5 . - Js -
Stachys grandidentata 5 5 - -
Marrubium vulgare * - - E -
Podanthus mitiqui (pl.) 5 - 10 10 10
Gnaphalium viravira 155 15 101 90 40
Gnaphaliumheterotichum 15 - > 055 10
Triptilion spinosum - 45 - - -
Solidagochilensis - - - 15 -
Sisyrinchiumjunceum 3 5 ES -
Sisyrinchium graminifolium - - 5 - -
Leucocoryneixioides - 5 - - -
Melicalaxiflora - - 5 - -
Dioscorea parviflora 5 45 M0 2 -
Chloraeasp - - ES
Conyzabonariensis - - - - 20
Número de especies E. O 6
Diversidadespecífica H' 34 29 26 364 239
UniformidadJ 90 28 .89 91 93
*=especiesintroducidas pl=plántulas
Comparada la composición entre sectores
Quemado y No Quemado, Octubre 1984 (Cuadro
4), se constata: a) dos especies nativas comunes,
b) 9 propias del No Quemado y c) 6 propias del
Quemado. Estas características, casi opuestas a
lo observado en las herbáceas anuales, indican una
capacidad inferior de recolonización y un efecto
más drástico del fuego en ella. Su rol sucesional
estaría en etapas no inmediatamente posteriores al
incendio.
Al observar el Cuadro 4, vemos que el núme-
ro de especies y la diversidad es un poco mayor en
el sitio No Quemado que en el Quemado. Ello indica
una menor capacidad colonizadora de las herbá-
ceas perennes respecto de las anuales.
31
Incendios forestales en el parque...
CUADROA.-
COMPARACION DEL SITIO QUEMADO Y NO
QUEMADO.OCTUBRE 1984, HIERBAS PERENNES.
NOQUEMADO QUEMADO
A E E ATTE
Especie Frecuencia Frecuencia
Notholaena mollis 18.0 00
Adiantum thalictroides 100 10.0
Adiantum excisum 20 00
Cryptocaryaalba (pl.) 40 00
Geranium berterianum 18.0 0.0
Rumex acetosella * 00 25.0
Phacelia brachyantha 20 0.0
Podanthus mitiqui (pl.) 00 10.0
Gnaphalium viravira 80 10.0
Sisyrinchium graminifolium 00 5.0
Melicalaxiflora 0.0 5.0
Carex setifolia 40 0.0
Jubaeachilensis (pl.) 20 0.0
Dioscoreahumifusa 20 0.0
Gamochaetastachydifolia 20 0.0
Dioscorea parviflora 00 30.0
Chloraeasp 00 5.0
Número deespecies 11 8
Diversidad específica H' 293 2.67
UniformidadJ 85 .89
*=especiesintroducidas pl=plántulas
De acuerdo a las fases sucesionales de
Kruger y Bigalke (1984) la vegetación quemada se
encontraba en la fase madura, en que las especies
adoptan su habito definitivo y alcanzan su madurez
reproductiva. La situación estudiada corresponde
a la fase inmediata postincendio.
CONCLUSIONES
El efecto del fuego en el matorral esclerófilo
de Chile Central, dentro del primer año después del
incendio, se traduce en cambios en la riqueza,
adundancia y diversidad de las especies herbá-
ceas, especialmente de las anuales.
Inmediatamente después del fuego se pro-
duce una gran colonización de lugares abiertos por
parte de las hierbas anuales, con incremento en el
n* de especies del orden del 300% respecto al
sector No Quemado, y casi duplicación de la diver-
sidad específica (H”). A nivel de herbáceas peren-
nes, el efecto es inicialmente negativo al no ser
favorecida la colonización por este tipo de espe-
cies, acción que es de esperar ocurra en la fase
juvenil de la sucesión secundaria, sensu Kruger y
Bigalke (1984).
El siguiente cuadro resume la relación entre
sectores Quemado y No Quemado:
Anales Museo de Historia Natural
SECTORES
NOQUEMADO QUEMADO
N*Sp — Frecuencia % N*? Sp Frecuencia %
Autóctonas 5 88 13 230
Anuales
Introducidas 2 80 0 275
Autóctonas 11 6.5 7 10.7
Perennes
Introducidas 0 00 ] 25.7
REFERENCIAS
ARMESTO,J. 8]. GUTIERREZ. 1978.El efecto del fuego en la
estructura de la vegetación de Chile central. An.Mus.Hist.Nat.,
Valparaíso, 11:43-48.
AVILA, G., M.E. ALJARO é: B.SILVA.1981.Observacionesenel
estrato herbáceo del matorral después del fuego. An.Mus.HistNat,
Valparaíso, 14: 99-105.
BISWELL, H. 1974. Effects of fire on Chaparral. In: Fire and
Ecosystems, Kozlowski y Ahlgren (eds.). Academic Press.
N.Y.:321-365,
DAUBENMAIRE, R. 1968. Ecology of firein Grassland. Adv. Ecol.
Research, 5:209-266,
HOBBS,R.£ C.GIMINGHAM. 1987. Vegetation, Fire and
Herbivory interactions in Heatlands. Adv. Ecol. Research, 16:
87-173.
KNAPP, A. 1986. Postfire waterrelations; production, and biomass
allocation in the shrub Rhus glabra, in tallgrass prairie, Bot. Gaz.
147(1):90-97.
KRUGER, F. 8 R. BIGALKE.- 1984, Firein Fynbos. In:Booysen y
Tainton (eds) Ecological effects of fire in South African Ecosys
tems:67-114.Ecological Studies48. Springer-Verlag.
NAVEH,Z. 1974. Effects of fire in the Mediterranean region. In:
T.T.Kozlowki and Ahlgren, Ed., Fireand Ecosystems, Academic
Press. N.Y.: 401-434.
ROWE, J.1983. Concepts of fire effectson plantindividuals and
species. In: Wein y Mac Lean (eds) The role of fire in
Northern circumpolarecosystems, Wiley 8: Sons: 135-154,
Vol,21,1990
En la perspectiva temporal, los resultados
indican que a largo plazo se produce una pérdida
de las especies menos frecuentes, lo que podría
significar una tendencia a una estabilidad en rique-
za específica como en los estados no quemados.
En la fase inicial del período postincendio
hay también un favorecimiento del desarrollo de
especies introducidas, especialmente anuales, las
que tendrán alta probabilidad de persistir si los
incendios son reiterados.
SAIZ,F.1990. Incendios forestales en el Parque Nacional La
Campana, SectorOcoa, V Región, Chile.1. Problemae inciden-
ciadelosincendios forestalesenChile. An.Mus.Hist.Nat., Valpa
raíso, 21:
TAINTON, N. % M. MENTIS. 1984, Firein grassland. En Booysen
y Tainton(eds) Ecological effects of fire in South African
Ecosystems : 115-147. Ecological Studies48. Springer-Verlag.
TOMASELLI,R. 1976, Ladégradation du maquis méditerranecn.
Not. Techn. du MAB 2 UNESCO: 35-76.
TRABAUDLL. 1987. Dynamics after fire ofschlerophyllous plant
communitiesinthe mediterranean basin. Ecol. Medit.,14(4):25-
37.
VOGL,R. 1974. Effectsoffireon Grasslands. in Fire and Ecosystems,
Kozlowski y Ahglgren (eds.): 139-194. Academic Press.
VILLAGRAN,C., M.RIVEROS,R. VILLASEÑOR 8M. MUÑOZ.
1980. Estructura florística y fisionómica de la vegetación
boscosa de la quebrada de Córdoba(El Tabo), Chile central.
An.Mus.HistNat., Valparaíso, 13:71-91.
VILLASEÑOR, R.,F.SAIZ 8: R. BUSTAMANTE. 1986. Impacto
de losincendios forestales enel medio ambiente de la V Región.
Proc. ITEnc.Cient. Medio Amb. 1: 371-376.
VILLASEÑOR, R. é:F.SAIZ. 1990. Incendios forestales en el
Parque Nacional La Campana, Sector Ocoa, V Región,
Chile. HI. Efecto del fuego sobre el estrato arbustivo-arbórea.
An.Mus.Hist.Nat., Valparaíso, 21: .
o A
—_—
7]
Francisco Sáiz y Jéssica Bascuñán ,
Incendios forestales en el parque...
INCENDIOS FORESTALES EN EL PARQUE NACIONAL LA CAMPANA,
SECTOR OCOA, V REGION, CHILE.
IV. FAUNA DEL SUELO. +
———
FRANCISCO SÁIZ Y JÉSSICA BASCUÑÁN
| ABSTRACT
Theforestry wildfires are an alteration agentof strong incidencein Chile of mediterranean cli hemi
ate. Its
biological characteristicsof the edaphic subsystem. de AD nr Par
Theobjectiveof this study is to evaluate the effects of fire overthe community ofedaphic organisms anditsc
purpose, aslope of 15*, inan area affected by a great forestry wildfire of native vegetation EE O Oda
Init, twoadjacent plots of 70x30 meach, dividedin quadrants of 10x 10m, in bumed and unbumed siterespectively, were delimited. In both, random!
and witha periodicity of aproximately 35 days, soil samples were taken, toevaluate pH, watercontents and soil mesofauna. The design considered o
dephts: 0-3 and 3-6 cms and it was applied during one year starting from the fire.
'
: The information obtained allows to establish the following. The fire promotes alkalinization oftheu pears
pperlayerof soil, effectthat dis in
é months. Otherwise, the differences in the water contents of the soil between the two sectors arenotsignificative. pi
The initial impactof thefireover thesoil's fauna ischaracterized by adiminution of the numberofindividuals and species. Initially, the most
ected groups are Oribatida, Actinedida and Uropodina, in acariens, the three suborders of Collembola; Psocoptera, Diptera larva, Thysanoptera,
omoptera and Pseudoscorpionida, in the other mesofaunistics groups.
Between the few groups apparentl y favoured by the fire is the Acarididae, whose density and diversity shows and increasmentin the firts post
firestage, disappearing thiseffectstartingspring.
In the restof the year, atendency to recovery, thatdoes notreach the control condition, is shown, reflecting the indirecteffectof fire over
fauna.
In general, the effectof fireis biggerin microphytophagous and detritivores animal groups than in heliophilous and predators.
ey Words: Forestry Wildfire, Soil, Arthropoda, Collembola, Acarina, Diversity, Phenology, Recuperation, Chile.
INTRODUCCION
El fuego puede ser un importante factor de
ambio en la condición de estado de un ecosistema.
llo tanto por la reducción violenta de materia
rgánica, principalmente vegetal, como por el
mpacto térmico sobre los componentes no
ombustionados. Ambos factores, según su mag-
La y características, afectan de variadas for-
mas las propiedades del subsistema edáfico.
Los cambios introducidos por el fuego en el
Suelo perduran durante tiempo variable, depen-
iendo de la naturaleza del incendio (tipo, intensi-
ad y duración) y de las características del
osistema incendiado, especialmente de su nivel
e complejidad, de las propiedades del combusti-
ble vegetal, de las condiciones climáticas y de la
pografía. Estos cambios , tanto directos como
indirectos, involucran tres aspectos: estructura
a.
física, composición química y comunidad de orga-
nismos edáficos.
La temperatura generada durante el incen-
dio varía según el tipo y cantidad de combustible y
afecta con distinta magnitud al estrato epígeo e
hipógeo. Wright y Bailey (1982) hacen una revisión
de los niveles térmicos alcanzados a diferentes
profundidades del suelo en incendios que afectan
a distintos tipos de combustible (Cuadro 1), esta-
bleciéndose que las temperaturas aumentan en
relación directa con el incremento de contenido de
lignina, de terpenos y de resinas, compuestos con
altos calores de combustión (Rothermel 1976, en
Chandler et al 1983). Igualmente, las mayores
temperaturas, para todos los casos, se manifiestan
en las capas superficiales, disminuyendo su intensi-
dad en profundidad.
El tipo de ceniza producida es indicador de las
temperaturas alcanzadas durante la combustión.
a,U.Católicade Valparaíso. Casilla4059, Valparaíso, Chile. Fax(032)212746.
Proyecto Fondecyt 1066/84.
bido: 9 Octubre 1992. Aceptado: 22 Enero 1993.
Anales Museo de Historia Natural
En suelos donde la materia orgánica ha sido redu-
cida a ceniza negra, la temperatura máxima de
superficie fluctúa entre 100 y 250 *C, no exce-
diendo los 100 *C a 2 cm de profundidad. En suelos
desnudos, la temperatura superficial varía entre
300 y 400 *C, con valores entre 200 y 300 *C a 2 cm,
no superando los 80 *C a 3 cm de profundidad. Un
incendio severo se caracteriza por la ceniza blan-
ca. En este caso, el nivel térmico en superfice
fluctúa entre 500 y 750 *C, con temperaturas de
350 a 400 *C a 2 cm, no superando los 100 *C a 5
cm de profundidad (Chandler et al 1983).
CUADRO1:
TEMPERATURAS DEL SUELO SEGUN TIPO
DECOMBUSTIBLE FORESTAL: SUPERFICIAL Y EN
PROFUNDIDAD
(WRIGHT Y BAILEY 1982)
Combustible Intensidad Estrato Temperatura Fuente
“oc
Pastizal Sup. 102-388 Stinsom y Wright,1969
06cm 66-79 Heyward, 1983
Chaparral Alta Sup. 685 De Bano, 1957
2-5 cm 195 e y
5<cm 50
Media Sup. 430
2-5 cm 175
5<cm 50
Baja Sup. 260
2-5 cm 90
5<cm 50
Grueso Sup. 620 - 1005 Isaac y Hopkins, 1937
Bentley y Tenner, 1958
Nelson y Sims, 1934
(troncos apilados)
0.6 cm 432 Neal et al, 1965
2.5cm 182 e
7.6 cm 83
12.5 cm 62
EFECTOS FISICOS
El efecto directo del fuego sobre las caracte-
rísticas físicas del suelo se traduce en pérdida de
“humedad, remoción de hojarasca, disminución del
espesor de la capa de humus y descomposición de
arcillas a temperaturas sobre 400 *C. Esto último
produce un aumento en el tamaño de las partículas
del suelo al reducir la fracción arcillosa. Además,
el progresivo calentamiento del suelo destruye
agentes cementantes como materia orgánica y
cementos organo-metálicos. Pese a ello, la esta-
bilidad de los agregados se incrementa debido a
que el fuego promueve la formación de otras sus-
tancias adhesivas (Viro 1974, Wright y Bailey 1982,
Athias-Binche et al 1987, Vega y Díaz-Fierro 1987,
Giovannini 1987).
Vol,21,1990
A causa de la remoción del follaje, el suelo
sufre efectos indirectos al quedar expuesto a ma-
yor radiación y evaporación. En consecuencia, se
registra un aumento térmico y una disminución
hídrica, junto a fluctuaciones bruscas de ambos
parámetros (Athias et al 1975, Viro 1974, Cass et
al 1984, Bigalke y Willan 1984, Wright y Bailey
1982). En algunos casos, la pérdida por evapora-
ción es compensada por la disminución de la trans-
piración vegetal (Vega y Díaz-Fierro 1987, Bosch
et al 1984).
Otra consecuencia de la remoción del follaje
es la disminución de la intercepción de la lluvia.
Vega y Díaz-Fierro (1987) obtienen valores de
intercepción de un 29% en bosque no quemado,
bajando a 21% en bosque sometido a incendio
moderado de superficie y a 14 % en incendio
intenso de copa. Esto aumenta el impacto directo
de la lluvia sobre la superficie del suelo lo cual
puede ocasionar obturación y, por lo tanto, dismi-
nución de la porosidad del suelo. Sin embargo, en
otros casos, el fuego aumenta o no afecta la estruc-
tura de poros del suelo. A ello se suma la reducción
de hojarasca y de materia orgánica, lo que se
traduce en disminución de la tasa de infiltración de
agua, de la capacidad de retención de humedad y
de la conductividad hídrica (Wright y Bailey 1982,
Cass et al 1984, Mallik et al 1984, Vega y Díaz-
Fierro 1987, Giovannini 1987).
Además, el fuego puede crear, a cierta pro-
fundidad, una capa repelente al agua, la cual se
forma a partir de moléculas orgánicas hidrofóbicas
presentes en la hojarasca de ciertas plantas
resinosas. Estas moléculas, mediante fuegos in-
tensos, se liberan, polimerizan, profundizan y con-
densan originando la capa repelente que impide la
infiltración e incrementa el peligro de erosión en
manto. Su acción puede persistir por cuatro o cinco
años después del incendio, según los biomas con-
siderados (Chandler et al 1983, Biswell 1974, Bosch
et al 1984, Vega y Díaz-Fierro 1987, Giovannini
1987).
Todo esto incrementa el flujo superficial,
provocando fuerte arrastre de sedimentos,
embancamientos e inundaciones, fenómenos agra-
vados en áreas con pendiente, con grandes concen-
traciones de lluvia y con suelos de textura gruesa
(Vega y Díaz-Fierro 1987).
En cuanto a los aspectos químicos, el proce-
so de combustión trae consigo la adición de ceniza
sobre la superficie del suelo y la pérdida de elemen-
tos volátiles (Lewis 1974, Viro 1974, Wright y
Bailey 1982). Esto último afecta principalmente a
compuestos de baja temperatura de volatilización
como sulfuros y nitrógeno. El 100% del N de
¡
.
'
Francisco Sá1z y Jéssica Bascuñán
plantas y hojarasca puede perderse a temperatu-
ras sobre 500 *C, en cambio, entre 400 y 500 *C la
pérdida potencial es de 80-75%, mientras que
entre 200 y 300 *C la pérdida está sobre el 50% y
bajo 200 *C no hay pérdida medible de N (Chandler
et al 1983).
Cantidades significativas de P se pierden
durante el fuego, transportadas como finas partí-
culas de ceniza, con valores entre 2 y 46% en
diferentes sistemas (Chandler et al 1983).
Por otra parte, el fuego induce cambios en las
propiedades de la materia orgánica. Se ha demos-
trado que el humus piromórfico es más estable
debido a un aumento de la aromaticidad y del grado
de condensación de los ácidos húmicos (Athias-
Binche et al 1987).
A este efecto directo se suma el incremento
de nutrientes minerales, fundamentalmente por
adición de cenizas, las que al solubilizarse quedan
a disposición de los vegetales y de las poblaciones
bacterianas. Alrededor del 60% de K del standing
crop vegetal puede retornar al suelo como ceniza.
En cuanto a Ca y Mg, se ha registrado un incremen-
to en sus concentraciones en el suelo después del
incendio (Chandler et al 1983). El incremento de
cationes básicos se traduce en aumento del pH del
suelo superficial. Este cambio es generalmente
temporal y tiende a desaparecer con las lluvias
(Viro 1974, Ahlgren 1974, Wright y Bailey 1982,
Cass et al 1984).
Posteriormente, los elementos solubles de
superficie son lixiviados por la lluvia, modificando
la distribución de nutrientes en el perfil edáfico
(Lewis 1974). Después de un incendio prescrito,
cationes como Ca y Mg, presentes como óxidos y
carbonatos, fueron lixiviados muy lentamente a
partir del primer año postfuego, alcanzando el nivel
control en aproximadamente 20 años. El K, por su
solubilidad, lixivia rápidamente al igual que el P.
(Cass et al 1984, Viro 1974).
En el caso del N se registra un incremento en
la concentración de nitrato del suelo, el que es
atribuído por Christensen (1973) a la adición de
amonio y nitrógeno orgánico en la ceniza. Ade-
más, se registra un aumento de la nitrificación en
el período posterior al incendio, lo cual en algunos
casos se atribuye a un incremento de la actividad
de Nitrosomas y Nitrobacter y, en otros, funda-
mentalmente a nitrificación heterotrófica
(Chandler et al 1983, Athias-Binche et al 1987).
En la mayoría de los incendios las oxidacio-
nes son incompletas y originan una amplia varie-
dad de productos, la mayoría de los cuales son
reciclados en la biósfera (Chandler et al 1983).
35
Incendios forestales en el parque...
Un gran porcentaje de nutrientes se pierde a
través de procesos erosivos eólicos o hídricos,
acción que se ve favorecida por la eliminación de
cobertura vegetal (Cass et al 1984).
EFECTOS SOBRE LA FAUNA
Los efectos del fuego tambien involucran a
los organismos del suelo. A nivel de
microorganismos, es posible esperar una esterili-
zación parcial o total inmediatamente después del
incendio y un incremento bacteriano significativo
en el corto plazo, ya que las bacterias son favore-
cidas en suelos alcalinos por sobre la mayoría de los
hongos que prosperan en pH ácido (Ahlgren 1974).
No parece haber concenso entre los autores
sobre el efecto del fuego en la mesofauna edáfica.
Algunos (Metz y Farrier 1973, Greenslade y Mott
1983) informan de pérdida importante en el núme-
ro de organismos. Otros, trabajando con incendios
prescritos (Izarra 1977) y de pradera (Lussenhop
1976), no detectan cambios significativos.
Metz y Farrier (1973) reportan una súbita
reducción de ácaros dentro de las primeras 24
horas postfuego, este efecto es mayor en los pri-
meros centímetros de suelo mineral que en el piso
del bosque. Athias-Binche et al (1987) evalúan el
impacto de un incendio natural, que incluye bos-
que, matorral y pastizal, sobre algunas poblacio-
nes de artrópodos. Dc acuerdo a sus resultados, se
registran pérdidas por sobre el 80% para los prin-
cipales grupos mesofaunísticos, a excepción de
Collembola, que no presenta diferencias significa-
tivas en densidad y diversidad entre el sector que-
mado y el no quemado. Estos datos ilustran el
efecto directo de la temperatura sobre la mesofauna
edáfica, sin embargo, el efecto más importante
sobre ella parece ser causado por cambios
postfuego como condiciones xéricas, escasez de
recursos tróficos y mayor ¡inestabilidad
microclimática (Ahlgren 1974).
La recuperación de la fauna es en gran me-
dida dependiente de la recuperación de la cubierta
vegetal, la cual ocurre, ya sea por estímulo directo
del fuego sobre la germinación de las semillas o por
otros mecanismos de recuperación de que dispo-
nen las especies vegetales (Naveh 1974, Araya y
Avila 1981, Specht 1981). Paralelamente a ella, se
va reconstruyendo la capa de hojarasca, proceso
que en el estudio de Athias-Binche et al (1987)
comienza al segundo invierno postfuego, sin recu-
perar a los 4 años su condición original, para lo cual
se requeriría un período de 10 a 12 años .
Anales Museo de Historia Natural
En cuanto a la fauna edáfica, su
recolonización se produce principalmente por parte
de aquellos grupos mejor adaptados a las condicio-
nes de stress generadas (Athias et al 1975). Esto
origina alteraciones en su diversidad y dominancia,
registrándose un incremento en diversidad para
algunos grupos y un aumento de elementos
redundantes en otros.
En incendios de praderas, Lussenhop (1976)
detecta en el largo plazo un incremento en densi-
dad y en diversidad de
descomponedores, sin detectar diferencias en
especies predadoras.
Nueve meses después de un incendio natu-
ral, Guillon et al (1987) detectan que las poblacio-
nes de artrópodos del suelo son 20 veces menores
que en un bosque no quemado, pese a que las tasas
de incremento, un mes después del incendio, co-
rresponden a: 30% para Cryptostigmata, 50% para
Endeostigmata (Actinedida) y 150-200% para
Prostigmata.
La recolonización por Collembola se ve faci-
litada por el ciclo de vida muy corto de sus especies,
siendo mayormente favorecidas aquéllas resis-
tentes a las condiciones de verano, en detrimento
de los grupos de invierno (Athias-Binche et al
1987).
Paralelamente habría migración hacia capas
más profundas, cambios en el régimen alimentario
y una disminución de grupos especialistas, cam-
bios en presencia y magnitud de relaciones
interespecíficas, produciéndose disminución de
relaciones negativas en la comunidad (Metz y
Dindal 1975, Springett 1971, Bigalke y Willan 1984,
Dindal y Metz 1977).
Según Athias-Binche et al (1987) se requiere de
más de 20 años para que Uropodina y Lithobiidae
alcancen su máxima densidad. La recuperación es
ligeramente más rápida para organismos que se ali-
mentan directamente de hojarasca (lulidae y Pentcilla-
ta) y requiere menos de 10 años para Pauropoda,
Geophilidae y Symphila. En resumen, la sensibilidad al
fuego depende del nivel trófico, la demografía y la
actividad estacional (migración vertical), siendo los
organismos biolíticos más afectados y de más lenta
recuperación que los organismos descomponedores y
humícolas. De acuerdo a los autores citados, la recu-
peración es rápida y sin efectos significativos en las
redes energéticas de ecosistemas abiertos, en cambio
en ecosistemas tipo bosque se producen alteraciones
de lenta recuperación.
Sin embargo, es difícil hacer generalizaciones
ya que la mayor parte de la información corresponde
a zonas limitadas y a condiciones y grupos particulares,
siendo estos factores determinantes en el efecto sobre
herbívoros: -
Ls
Vol,21,1990 |
la fauna.
sus particulares condiciones climáticas,
En Chile de clima mediterráneo (V Región), con
vegetacionales y faunísticas, los incendios se han
convertido en una situación de alteración bastante
frecuente (Sáiz 1990 y 1991). Esto hace necesario un
estudio serio del problema que permita evaluar sus
efectos de modo de promover un adecuado manejo de
sistemas incendiados, ya que de ello depende la posi-
bilidad de recuperación.
Conocer el impacto del fuego sobre la fauna del |
suelo y las características de su recuperación es fun- |
damental para una comprensión integral del problema |
y constituye el objetivo del presente estudio.
METODOLOGIA
Para el desarrollo del trabajo se eligió una ladera
de exposición Norte, de 15? de inclinación, inserta en
un área afectada por un gran incendio accidental que
comprometió diversas formaciones vegetales del P.N
La Campana, sector Palmas de Ocoa (V región), a
fines de febrero de 1984 (Villaseñor y Sáiz 1990).
Se seleccionaron dos parcelas de 70 x 30 m, una
en el área quemada y otra en el sector no quemado
adyacente (Sáiz 1990). Cada parcela se subdividió en
21 cuadrantes de 10 x 10 m, de los cuales se seleccio-
naron 5 al azar en cada recolección de información. En
cada uno de estos cuadrantes se tomaron muestras de
150 ml de suelo a dos niveles de profundidad (0-3 y 3-
6 cm), para la extracción de fauna mediante el sistema
de Berlese. Además, en cada cuadrante selecciona-
do, se tomaron sendas muestras complementarias, a
iguales profundidades, para determinación de pH y
contenido hídrico del suelo.
Este diseño se repite 11 veces a intervalos de 35
días aproximadamente, abarcando el primer año post
incendio.
El material se cuantificó en morfoespecies.
RESULTADOS Y DISCUSION
A. EFECTOS QUIMICOS Y FISICOS.
El efecto inmediato del fuego en el plano químico
(medido 45 días después del incendio) se traduce en un
incremento de pH, el que afecta fundamentalmente al
estrato superficial (0-3 cm) y cuya magnitud corres-
ponde a 1.3 unidades (Cuadro 2). Este cambio es
visible aún hasta el octavo mes post-fuego, recu-
perando luego su condición original (Fig. 1).
Francisco Sáiz y Jéssica Bascuñán Incendios forestales en el parque...
Fig. 1.-Evolución del pH del sucloduranteel primerañopostincendio,
Situaciones extremas corresponden a suelos
tantoen área quemadacomo no quemada y en superficie y profundidad. P
podsólicos (Viro 1974) en que se detectó disminución
de la acidez en 2-3 unidades, condición que se revierte
pH *—--—= Quemado en un período de aproximadamente 50 años. Fitzpatrick
o——o No quemado (1980, en Cass et al 1984) registró, en plantaciones de
pinos, valores de incremento de pH fluctuantes entre
3.5 y 5 unidades. Las menores fluctuaciones se regis-
tran en incendios de pastizales (Vogl 1974).
Un caso especial son los resultados de Phillips
(1931, en Cass et al 1984), quien detectó disminución
de pH superficial después de un incendio en Fynbos.
En cuanto al contenido de agua (Fig. 2), a los 45
días después del incendio detectamos diferencias entre
los suelos quemado y no quemado, tanto en el estrato
superficial (0-3 cm) como en profundidad (3-6 cm). Sin
embargo, estas diferencias no son estadísticamente
significativas (p=0.05). Es posible que hayan sido
pH Profundidad mayores en el período inmediatamente posterior al
incendio.
80 Superficie
bo A
: 7.0 sa ¿Ar A ta
MoA
Fig.2.- Evolución del contenido de aguadel suelo durante el primer
año postincendio, tanto en área quemadacomo no
quemada y en superficie y profundidad.
HO *—----= Quemado
o——— No quemado
Superficie
AMO IIA SEO INIA LEER PA
1984 1985
Estos resultados coinciden con trabajos 2r-
teriores que detectan alcalinización del suelo su-
perficial a consecuencia de incendios (Viro 1974,
* Wright y Bailey 1982, Cass et al 1984).
CUADRO?2:
VALORES DE PH SEGUN CONDICIÓN
Y PROFUNDIDAD, 45 DIAS DESPUES
DEL INCENDIO (xy DS).
PH 200 Profundidad
Condición Profundidad x DS
¿ NoQuemado 0-3cm 6.14 25
3-6cm 623 31
Quemado 0-3cm. 7.40 31
3-6cm. 6.30 .07
En general, el efecto del fuego sobre el pH del
suelo depende de la cantidad y composición química de
la ceniza producida, del pH y textura del suelo afectado
y del promedio anual de lluvias. La magnitud de cambio
encontrada en la literatura fluctúa entre 0.5 y 5 unida-
des de pH (Cass et al 1984).
37
Anales Museo de Historia Natural
Durante el año de estudio, el contenido
hídrico promedio del suelo superficial perma-
nece siempre superior en el sector no quema-
do, diferencia que se acentúa en los períodos
secos, época en que la relación entre cober-
tura vegetal y evaporación adquiere más
relevancia (Fig. 2). A pesar de ésto, las dife-
rencias tampoco son estadísticamente signi-
ficativas (p=0.05).
Levyns (1929) y Wicht (1948) (en Kruger
y Bigalke 1984) registraron, en suelo
granítico, el contenido hídrico de los primeros
15 cm, encontrando diferencias
estadísticamente no significativas entre el
sector quemado y no quemado a lo largo de un
año (Levyns) y 44 días después del incendio
en época de verano (Wicht).
Phillips (1919), Daubenmire (1968) y
Wells et al (1979), en Cass et al (1984), detec-
tan un incremento significativo del contenido
hídrico. En otros casos, se registra una dismi-
nución temporal de él (Beadle 1940, Sampson
1944 en Cass et al 1984).
Estas discrepancias pueden ser expli-
cadas por diferencias en el tiempo transcurri-
do entre el incendio y el registro de la informa-
ción de los distintos autores, además de con-
diciones particulares de los sistemas estudia-
dos como régimen pluvial, características del
proceso de recuperación y balance entre eva-
poración y transpiración en el período poste-
rior al incendio (Cass et al 1984, Vega y Díaz-
Fierro 1987).
En general, fuegos intensos diminuyen
la humedad del suelo, en cambio fuegos mode-
rados tienen poco o ningún efecto.
B. EFECTO SOBRE LA MESOFAUNA
EDAFICA.
I Impacto inicial (Medido 45 días después del
incendio).
El impacto del fuego sobre la fauna edáfica
se manifiesta de distinto modo dependiendo del
grupo involucrado.
En ácaros, es posible observar una fuerte
disminución en el número de individuos, efecto
visible tanto en superficie como en profundidad,
siendo más afectado este último estrato, debido
fundamentalmente a la mayor densidad que pre-
senta durante la estación en que ocurrió el incendio
(Fig. 3). Los subórdenes más afectados son
Oribatida y Actinedida; ambos muestran un patrón
similar al descrito para ácaros total.
mr
Nind/WOce
Vol,21,1990
Fig. 3.- Efectoinmediato del fuego(45 días después del incendio)
sobre Acarina y Collembola. Comparación porórdenesen
superficie y profundidad para áreas quemadas y no quemadas.
ACARI MN Acoridido COLLEMBOLA
Gamasida
MD actinagióo MD posromorpra
MM oribatida O) Entomobryomer pra
MO » MO QUÉWADO
Qu GUEMADO
11
15d
1
7
= .
A 1
A
É MS —8
. E =
mo o
A
co + E
no a ”o a o
—_—__ —_ ——
muperticia protundidad superticia protundidad
[2 |
—
».o |
|
Al efecto sobre la densidad se suman alteracio-
nes en diversidad y dominancia. El número de especies
disminuye drásticamente a un 26% en superficie y a un
10,5% en profundidad a causa del incendio, siendo
Oribatida y Actinedida los grupos mas comprometidos
(Fig. 3). La diversidad específica, medida con el índice
de Shannon (Cuadro 3), muestra caídas a O para |
Oribatida, Actinedida y Gamasida, a excepción de
Actinedida en superficie, reflejando el fuerte impacto
del incendio. El mayor efecto en profundidad es
explicable por ocurrir el incendio en verano, época en
que la fauna edáfica tiende a profundizar a consecuen-
cia del desecamiento superficial del suelo.
Uropodina, simplemente no aparece en el sec-
tor quemado.
CUADRO 3:
N” DE ESPECIES Y DIVERSIDAD ESPECIFICA
(SHANNON)DE LOS PRINCIPALES GRUPOS DEL SUELO
NO QUEMADO QUEMADO
GRUPO
Superficie Profundidad Superficie Profundidad
ANIMAL
Sp W Sp HP Sp FP Sp H
ORIBATIDA 8 141 20 3.72 t 0.00 1 0,00
ACTINEDIDA 8 2.52 16 3.40 3 1.50 1 0.00
GAMASINA 2 0.91 0,00 tl 0,00 1 0.00
ACARIDIDA 1 0.00 1 0.00 0 0.00 lt 0.00
UROPODINA 0 0.00 0.0.00 Ú 0.00 0 0.00
ENTOMOBRYOMORPHA 0 0.00 1 0.60 0 0.00 0 0.00
PODUROMORPHA 2 0.40 10.20 2 0.60 oO 0.00
SYMPHYPLEONA 0 0.00 0 0.00 0 0.00 0 0.00
En Collembola, los valores de densidad y
diversidad son muy bajos en todos los sectores y
estratos, correspondiendo a un estado fenológico
normal en verano, lo que dificulta determinar el impac-
to del fuego sobre este grupo (Cuadro 3). El
Francisco Sáiz y Jéssica Bascuñán Incendios forestales en el parque...
desecamiento del suelo ha sido considerado como
causal de disminución de colémbolos (Amburg et al
1981, en Anderson et al 1989).
La información bibliográfica sobre impacto in-
mediato del incendio en la fauna edáfica es escasa y la Il.
mayor parte corresponde a incendios bajo condicio- dh
nes controladas. En incendios accidentales, los proce- IL. 1.- Análisis de la información total del período -
sos de combustión y de recuperación presentan mag- de estudio
nitud y características diferentes a los provocados por
un fuego prescrito, por lo cual no es posible aplicar 11.1.1.- Acarina
indistintamente los resultados obtenidos en uno y otro
caso.
ocurrido el incendio, son Psocoptera, larvas de Diptera
y Thysanoptera en el estrato superficial y
Pseudoescorpionida y Homoptera en profundidad.
Período de recuperación.
El análisis, en proyección temporal, de la infor-
Lussenhop (1976) no detecta efecto sobre la mación sobre densidad y riqueza y diversidad especí-
fauna edáfica un mes después de un incendio prescri- fica permite definir cuatro tendencias generales de
to. Los valores de densidad, diversidad y dominancia evolución de la acarofauna en el sector quemado en
no difieren significativamente del control y no se obser- comparación con el control (no quemado), para el
van cambios en el patrón de distribución vertical de primer año postincendio.
ninguna especie. Estos resultados pueden deberse, en 1) Una primera tendencia, válida para Acaridida
gran parte, a las favorables condiciones de humedad (Figs. 4a y 5c), se caracteriza por el favorecimiento
posteriores al incendio. más o menos explícito de la densidad, riqueza y diver-
En un incendio prescrito y anual de verano, Metz sidad específica en el sector quemado durante la
y Farrier (1973) detectan una súbita disminución de primera fase del año de estudio. Este efecto desapa-
ácaros dentro de las primeras 24 horas postfuego. El rece a partir de la primavera, época en que la situación
mismo efecto ha sido descrito por otros autores en el se invierte hasta el desaparecimiento del grupo en el
caso de Collembola (Ahlgren 1974). sector quemado.
CUADRO 4.- Fig.4.-Evolucióntemporal de ladiversidadespecífica(H”) por grupode
OTROS GRUPOS DE FAUNA EDAFICA. PROMEDIO DE ácaros, profundidad y sector. NQS y NQP= ri y
INDIVIDUOS/150CC POR SECTOR Y ESTRATO profundidad; QS yQP= Quemado superficie y pro
ACARIDIDA
Superficie Profundidad
Grupos NQ Q NQ Q
Coleoptera Larva 04 00 E de
Diptera Larva 08 02 .
dira Larva 04 0.0 0.0 00 E ACTINENIDA á
REA A IA e
rados por el fuego (Cuadro 4), a pesar de que éste
Ocurre en un perfodo en que la mayor parte de ellos se o
encuentra ausente en superficie o en muy baja densi- 2 Es
dad. Los grupos más afectados, 45 días después de
3
Los otros grupos edáficos tambien se ven alte-
39
Anales Museo de Historia Natural Vol,21,1990
2) La segunda tendencia, válida para Oribatida ambas profundidades y grupos, es explicable por la
y Actinedida (Figs. 4c, 4d, 6a, 6b), se caracteriza por explosión demográfica de sendas especies, temporal-
una menor diversidad específica en el sector quemado mente favorecidas en el sector quemado, y no por un
durante todo el año de estudio en el estrato superficial, incremento importante del número de ellas.
presentándose en forma atenuada y algo distorsionada
en profundidad. La riqueza de especies se comporta 3) Gamasina (Fig. 4b, S5b) presenta una tenden-
igual que la diversidad específica en ambos estratos. cia híbrida de los dos esquemas anteriores, con un
Analizada la densidad se observa que la distorsión cierto favorecimiento inicial en el sector quemado.
invernal detectada para los otros parámetros, en
Fig.5.- Evolución temporal del número deespecies y de individuosdeácaros por profundidad y sector.
N=individuos, Sp=especies, Q=quemado y NQ=no quemado.
ACTINEDIDA
Prof.
ORIBATIDA
4) Uropodina es un caso particular (Fig.
5a), en que la representación es mínima y no rían 20 años para que se recupera la condición
E presente en el sector quemado. Athias- preincendio en ambientes similares al estu-
inche et al (1987) sustentan que se requeri- diado por nosotros
AN
Francisco Sáiz y Jéssica Bascuñán
Fig.6.- Evolución temporal del número dees;
N=individuos, Sp=especi
Sup.
Incendios forestales en el parque...
pecieseindividuos de ácaros por profundidad y sector.
es, Q=quemado y NQ=no quemado.
UROPODINA
Prof. Sp ”
a
a GAMASINA
25 E
b 10
20
B
15
6
10
4
5
2
0
0
N
60 A
0
n ACARIDIDA
50 p - n/NQ ve
E n c 20
¡ -=--- n/Q
' 1
40 ' ' SD INO 16
h =—"1Sp:29
HU)
30 ; ' 12
AA
! ¡
I K
20 : | ;
; h
re
K
10 l i
.. al
. 0)
1.1.2.- Collembola
En superficie, Poduromorpha se ve favoreci-
do inicialmente en el área quemada en cuanto a
densidad, la que posteriormente se hace inferior a
la del sector control. El número de especies es
siempre superior en área no quemada. En
Entomobryomorpha, en cambio, siempre la densi-
dad es mayor en área no quemada, mientras el
número de especies es favorecida por el incendio
sólo inicialmente (Figs. 7 y 8).
En profundidad, la densidad es poco afecta-
da em ambos grupos, mientras que el número de
especies, en general, es mayor en sector no que-
mado, también para ambos grupos (Figs. 7 y 8).
Symphypleona no aparece en el área quema-
da durante el año de estudio, Índice de acción
drástica sobre él.
41
Fig.7.- Evolución temporal deladiversidad específica(H')porgrupode
colembolos, profundidad y sector. NQS y NQP=No Quemado superficie
y profundidad; QS y QP= Quemado superficie y profundidad.
PODUROMORPHA
Anales Museo de Historia Natural
Vol,21,1990
Fig.8.- Evolución temporal del número de especieseindividuos decolémbolos por profundidad y sector.
N=individuos, Sp=especies, Q=quemado y NQ=noquemado.
PODUROMORPHA
Sup.
Prof.
11.2.- ANALISIS DE LA INFORMACION
AGRUPADA.
Con el fin de detectar más claramente
los cambios temporales de la mesofauna
postincendio y basándose en la información
precedente, se dividió el tiempo de estudio en
cinco períodos, cuyas fechas de muestreo
son:
Período I ImpactodelFuego 13-04-34.
Período II. Otoño-Invierno. 25-05-84/22-06-84/20-07-84
Período IM. Inviemo-Primavera. 31-08-84/29-09-84 / 26-10-84.
Período IV. Primavera-Verano. 30-11-84/21-12-84/29-1-85.
Período V. Verano-Otoño. 14-03-85 /12-04-85.
112.1. Acarina
La distribución de Actinedida y
Oribatida en estos períodos se caracteriza,
en general, por una menor diversidad en el
sector quemado a través de todo el año de
estudio, así como por una menor densidad y
riqueza de especies. Ello es índice del efecto
negativo del fuego sobre ambos grupos (Cua-
dro 5), confirmando lo analizado anterior-
mente.
Oribatida y Actinedida, en el sector con-
trol, presentan mayor diversidad en profundi-
dad, a excepción del período otoño-invierno
en que se invierte la relación por modificación
de la riqueza de especies. En el sector quema-
do, en cambio, la tendencia es a menor diver-
sidad en profundidad, invirtiéndose la rela-
ción, especialmente para Actinedida, en el
período otoño-invierno, debido fundamental-
mente al aumento explosivo de sendas espe-
cies en superficie (Cuadro 5).
Acaridida presenta muy atenuado el
mismo esquema que Oribatida y Actinedida,
con diferencias no significativas en la diver-
sidad de ambos sectores durante los dos pri-
meros períodos.
El fuerte incremento de la densidad su-
perficial en el sector quemado es producido |
por una sola especie (Cuadro 5), redundancia
que explica las diferencias con el modelo
obtenido al trabajar la información
globalizada. En cuanto a especies es notorio
un incremento en las
postincendio (período II).
primeras fases
Francisco Sáiz y Jéssica Bascuñán
Incendios forestales en el parque...
CUADRO 5.-
DIVERSIDAD ESPECIFICA, ESPECIES Y DENSIDAD
(IND/150 cc) POR GRUPOS DEACAROS Y PERIODOS
Superficie No Quemado
Profundidad
Quemado
Superficie - Profundidad
ORIBATIDA
1.0 0.4
0.6 3.2 78 5.0 1.2| 04 32 34 8.2
0.0 0.6 08 0.0 0.0| 0.0 0.0
En Gamasina, la diversidad es mayor en
el sector no quemado, siendo menor la dife-
rencia en los primeros períodos postincendio.
Posteriormente, en el estrato superficial del sec-
tor quemado, el grupo desaparece desde el período
primavera-verano (Cuadro 5). La misma tenden-
cia se presenta atenuada en profundidad.
También, dentro de Gamasina, Uropodina
se presenta en baja densidad durante el período
invernal en el sector control y no fue detectado enel
sector quemado a lo largo del año de estudio (Cua-
dro 5).
1.61 0.2 54 02 0.0 0.0] 0.4
A?
1.0 06 2.6| 0.0 70.2 2.0 0.0 0.0| 0,2 11.6 6.0 pia Bio
16 42 06 0.2
1.0 08 0.0| 00 00 0.0 0.0 0.0| 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
El hecho de que las diferencias en el número
de especies sean más intensas a partir de la prima-
vera después del incendio, respalda la idea que el
efecto en la fauna edáfica es doble, primero por
acción directa del fuego y luego por alteración del
habitat.
La información analizada es, en general,
coincidente con los datos de gran parte de la litera-
tura (Springet 1971, Metz y Farrier 1973, Metz y
Dindal 1975, Athias et al 1975, Dindal y Metz 1977,
Bigalke y Willan 1984, Athias-Binche et al 1987,
Guillon et al 1987)
Anales Museo de Historia Natural
Al analizar temporalmente las similitudes
taxonómicas y biocenóticas (Sáiz 1980) (Cuadro
6) es posible distinguir 2 condiciones en el corto
plazo (45 días después del incendio) para los gru-
pos considerados entre ambos sectores: alta simi-
litud (Gamasina profundidad) y baja similitud
( resto de situaciones). La segunda condición está
indicando un efecto de modificación a consecuen-
cia del fuego, en cambio, la primera condición,
indica ausencia o muy bajo nivel de alteración en
los parámetros considerados en los índices.
CUADRO 6.-
ACARI: SIMILITUDES TEMPORALES
TAXONOMICAS (Sj) Y BIOCENOTICAS (Sw)ENTRE
En los períodos siguientes, es posible obser-
var distintas tendencias de cambio en los grupos
estudiados:
Oribalida profundidad Sw
Aumento gradual Poca
Oribatida superficie Sw
Oribatida profundidad Sj
Oribalida superficie Si
Actinedida superficie 5)
Actinedida profundidad Si
BAJA Actinedida superficie Sw
SIMILITUD
INICIAL Aumento/Disminución — Acaridida superficie Sw
Acaridida profundidad Sw
Acaridida superficie S]
Acaridida profundidad |
Gamasina superficie Sw
Gamasina superficie sj
Irregular Actincdida profundidad Sw
Disminución gradual Gamasina profundidad sj
ALTA
SIMILITUD
INICIAL
Disminución! Gamasi '
Aumento Pro Apo0Na Sw
Vol,21,1990
Aparentemente, sólo Gamasina en profundi-
dad (Cuadro 6) no es directamente afectado por el
incendio. Sin embargo, en los períodos siguientes
surgen importantes diferencias en cuanto a la compo-
sición específica y a su proporcionalidad numérica.
Hacia la época árida las semejanzas tienden a aumen-
tar, principalmente en cuanto al esquema de propor-
cionalidad específica.
Los demás grupos son directa e indirectamente
afectados en la composición taxonómica y organiza-
ción taxocenótica.
En superficie, se nota un claro incremento de la
similitud biocenótica de la acarofauna edáfica en el
período de fines de invierno-primavera, con un segun-
do acercamiento en verano-otoño, ambas épocas de
mayor favorabilidad ambiental en climas mediterrá-
neos. En períodos áridos se acentúan las diferencias al
desaparecer el efecto uniformizador de los períodos
favorables antes mencionados. Actinedida es quien,
aparentemente,presenta mayor capacidad de recu-
peración según se desprende de los altos valores de
similitud en los períodos II, IV y V.
En profundidad, el esquema anterior no es tan
claro posiblemente debido a la mayor estabilidad de
este estrato y al mayor retardo en la llegada de la fauna
colonizadora de vida más profunda.
Uropodina, es drásticamente afectado, no exis-
tiendo especies en el área quemada.
CUADRO 7.-
RAZONES ORIBATIDA/ACTINEDIDA Y ORIBATIDA/
ACARIDIDA POR PERÍODOS
5
>
f
suseacia de empecios de
|
AAA A
5 la A
Francisco Sáiz y Jéssica Bascuñán
La relación Oribatida/Actinedida ha sido se-
ñalada como indicadora de higrofilia o de conteni-
do de materia orgánica en el suelo (Loots y Ryke
1967 en Bachelier 1978, Sáiz 1973, 1975) y la
relación Oribatida/Acaridida como indicadora de
antropización o deterioro (Sáiz y di Castri 1971,
Sáiz 1973).
Revisados los datos de la presente investiga-
ción desde esta perspectiva (Cuadro 7), queda en
evidencia el efecto alterador del fuego, al disminuir
drásticamente la relación Oribatida/Acaridida du-
rante los primeros meses en el sector quemado,
siendo luego ampliamente favorable a Oribatida,
tanto para especies como para individuos.
Por su parte, la relación Oribatida/Actinedida
refleja un efecto mayor del fuego sobre Oribatida
en superficie, no siendo tan evidente en profundi-
dad.
El impacto del fuego aparece como mayor en
grupos microfitófagos y detritívoros (Uropodina,
Oribatida y parte de Actinedida) que en
depredadores (Gamasina y parte de Actinedida).
Los Acarididae, aparentemente más adaptados a
ambientes secos y a situaciones alteradas estarían
inicialmente favorecidos (Dindal 1990, Slansky y
Rodríguez 1987, Sáiz 1973, 1975, Sáiz y di Castri
1971).
11.2.2. Collembola
Respecto de Collembola, en general se ob-
serva menor densidad, riqueza y diversidad espe-
cífica en el sector quemado en relación al control,
lo cual es signo de un efecto negativo del fuego
sobre el grupo (Figs. 7 y 8).
Incendios forestales en el parque...
Entomobryomorpha, tanto en superficie
como en profundidad, presenta menores valores
de riqueza de especies y de diversidad específica,
Junto a una drástica reducción de la densidad en el
sector Quemado respecto al No Quemado (Figs. 7
y 8).
Symphypleona no se encuentra en el sector
quemado.
En el período árido la diversidad específica
en el área control muestra disminución en superfi-
cie y aumento en profundidad, migración vertical
también detectada en área quemada, pero con
valores muy inferiores (Cuadro 8).
Poduromorpha, en el estrato superficial, res-
ponde en igual forma que Entomobryomorpha,
aunque la migración vertical no es tan visible, dado
el carácter más edáfico de los poduros. Ello mismo
explica las menores diferencias de los parámetros
estudiados en profundidad. La alta densidad en el
período II, en el sector quemado, se produce fun-
damentalmente por el incremento explosivo de
una especie (Cuadro 8).
Escasamente representado en el sector con-
trol a lo largo de todo el año, Symphypleona es
fuertemente afectado por el fuego, no habiéndose
detectado ejemplares del grupo en el sector que-
mado (Cuadro 8).
Respecto de este orden, la baja similitud
entre sectores en el período de estudio, indica un
drástico efecto sobre la composición específica de
Entomobryomorpha y Poduromorpha, en ambos
estratos (Cuadro 9, Sj). Este efecto es mayor en
Symphypleona, grupo que no aparece en el sector
quemado durante todo el año de estudio, razón por
la cual no se le incluye en el Cuadro.
CUADRO 8.-
DIVERSIDAD ESPECIFICA, ESPECIES Y DENSIDAD (IND/150 cc) POR GRUPOS DE
COLLLEMBOLA Y PERIODOS
Profundidad
ENTOMOBRYOMORPHA
092 000 000 0.00
125 000 0.00
Anales Museo de Historia Natural
Desde el punto de vista biocenótico (Cua-
dro 9, Sw), ocasionalmente hay altos valores.
Este predominio de valores bajos es índice de
baja concordancia de especies abundantes
en ambos sectores y de fuerte efecto del
fuego.
El mayor impacto en Symphypleona y
Entomobryomorpha puede deberse, de acuer-
do a Athias-Binche et al (1987), a que estos
grupos forman parte sustancial del compo-
nente de invierno de la colembolofauna en
biomas de clima mediterráneo, siendo los
menos adaptados a condiciones de aridez.
Estos mismos autores entregan información
en que Poduromorpha aparece con mayor
densidad en área quemada, información re-
ferida a incendio de tres años antes y con
metodología de colecta (trampas de inter-
cepción) poco apropiada al grupo en cues-
tión.
CUADRO 9.-
COLLEMBOLA : SIMILITUDES TEMPORALES
TAXONOMICAS (Sj) Y BIOCENOTICAS (Sw) ENTRE
SECTORES QUEMADO Y NO QUEMADO.
Grupo Superficie
taxonómico 11M 1 IV V [I
SIMILITUD TAXONOMICA (Sj)
Profundidad
n tn IV
Entomobryomorpha 00 20 22 00 0 00 50.14 .13
33 .11 00 00 00.00 00 25 00 0
Poduromorpha
SIMILITUD BIOCENOTICA (Sw)
Entomobryomorpha 00 .13 06 00 00 00 71 20 33
Poduromorpha .63 £5 00 00 00 00 00 83 0 0
11.2.3. Otros grupos del suelo.
Si bien la metodología de colecta no es totalmente
válida para todos los otros grupos animales edáficos, se
entrega un breve análisis de la información obtenida.
Durante el período de recuperación el comporta-
miento de estos grupos no es homogéneo, por lo cual es
posible establecer las siguientes categorías de respuesta
al fuego, de acuerdo a su patrón de distribución
en los sectores estudiados:
A 7
Vol,21,1990 |
'
CUADRO 10.-
DENSIDAD (IND/150CC)POR SECTOR,
ESTRATO Y PERIODO.
Profundidad
Superficie
n miv y nm Iv y
Pseudoscorp. .0 24 10 0.0 1, : .2 0.2 0,
Opilionida 0.0 0.0 0,2 0.0 0.0 [0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
Araneae 0.0 0.2 0.0 0.8 0.6 |0.0 0.2 0.0 0.0 0.0 |
Protura 0.0 0.6 0.0 0.0 0.0 |0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 |
Diplura 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 | 0.0 0.0 0.2 0.0 0.0 |
Archeognatha 0.0 0.2 0.0 0.0 0.0 |0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
Orthoptera 0.0 0.0 0.2 0.0 0.0 0.0 0.0 0.2 0.0 0.0
Psocoptera 152 08 08 34 52 [02 00 02 06 00
Homoptera 10 00 00 08 02 J06 06 06 34 02
Thysanopt. 04 06 06 00 06 |00 00 00 00 06
Formicidae 00 62 34 00 04 ¡00 12612 06 00
Coleoptera 00 04 00 08 02 |00 04 02 08 02
Coleopteral. 04 04 02 38 16 |02 02 02 20 08
DipteraL. 038 14 52 08 40 [04 14 00 46 30 |
LepidopteraL
QUEMADO |
Isopoda 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 [0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 |
Pauropoda 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 |0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 |
Diplopoda 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 [0.0 0.4 0.0 0.0 0.0
Chilopoda 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 [0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
Symphyla 0.0 0.0 0.0 0.0 00 ¡0.0 0.2 0.2 0.0 0.0
Pseudoscorp. 0.0 0.0 0.0 0.0 00 ¡0.0 00 0.0 0.0 0.0 |
Opilionida 0.0 0.0 0.0 0.0 00 |0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 |
Araneae 0.0 0.0 0.0 0.2 0.0 |0.0 0.2 0.0 0.0 0.0
Protura 0.0 1.0 0.0 0.0 0.0 [0.0 0.4 0.0 0.0 0.0
Diplura 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 [0.0 0.0 0.2 0.0 0.0
Archeognatha 0.0 00 0.00 0.0 0.0 |0.00 0.0 0.0 0.0 0.0
Orthoptera 0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 ¡0.0 0.0 0.0 0.0 0.0
Psocoptera 0.2 0.0 0.6 1.0 0.4 |0.2 0.6 1.2 0.4 0,0
Homoptera 0.0 0.2 0.2 0.0 0.0 |0.0 0.0 0.8 0.0 0.0
Thysanopt. 0.0 0.2 0.2 0.0 0.0 |0.0 0.0 0.2 0.0 0.0
Formicidae 0.0 2.2 1.4 0.0 0.4 ¡0.0 5.2 12.0 0.2 0.0
Colcoptera 0.2 0.0 0.0 0.2 00 |0.2 0.0 0.0 0.0 0.0
ColeopteraL. 0.0 0.4 0.0 1.0 0.0 /0.0 0.0 0.2 0.0 0.0
Diptera L. 0.2 0.2 0.2 0.6 00 |0.0 0.2 00 0.2 0.0
Lepidopteral. 0.0 0,0 0.2 00 00 |0.0 0.0 0.0 0.0 0.0 |
1) Grupos afectados negativamente por el
fuego
a) Grupos presentes exclusivamente en el
sector no quemado: Pauropoda,
Pseudoescorpionida, Orthoptera, Isopoda,
Chilopoda, Opilionida, Archeognata. Esta situa-
ción, que indicaría fuerte efecto del incendio en los
taxa mencionados, debe considerarse cuidado-
Francisco Sáiz y Jéssica Bascuñán
samente, ya que los cinco últimos están escasamente
representados en el área no quemada.
b) Grupos presentes en mayor densidad en el
sector no quemado: Diplopoda, Araneae, Psocoptera,
Thysanoptera, Formicidae, Coleoptera (larvas y adul-
tos), Díptera (larvas) y Lepidoptera (larvas). El efecto
sobre Diplopoda y Araneae se manifiesta exclusiva-
mente en el estrato superficial, en cambio en el resto
de los casos en ambos estratos. La excepción es
Psocoptera, el que se ve disminuído en superficie e
incrementado en profundidad, lo cual podría ser resul-
tado de migraciones inducidas por el fuego.
2) Grupos no afectados aparentemente por el
fuego:
a) Grupos distribuídos en forma equivalente en
ambos sectores: Symphyla y Diplura. En el caso de
Symphyla, aparentemente el fuego no afecta la den-
sidad del grupo en el sector quemado, sin embargo, en
este sector se presenta exclusivamente en el estrato
más profundo, lo cual difiere del patrón de distribución
en el sector control. Athias-Binche et al (1987) también
sostienen que este grupo, fitófago detritívoro, es me-
nos afectado. Diplura, en cambio, es de presencia
ocasional en ambos sectores.
3) Gnupos afectados positivamente por el fue-
go. En esta categoría puede considerarse a Protura, el
cual se encuentra en mayor densidad en el sector
quemado.
Al respectos, Athias et al (1975) establecen un
efecto negativo del fuego sobre saprófagos y
predadores, siendo los grupos más afectados, gusa-
nos de tierra, Diplopoda y Pauropoda, entre los prime-
ros, y Pseudoescorpionida y Chilopoda entre los últi-
mos. Respecto de los consumidores primarios,
Symphyla y termitas se presentan en mayor cantidad
en un sector sometido a incendios periódicos, en tanto
Protura y Formicidae no presentan grandes diferen-
cias en ambos sectores. En nuestro trabajo se confir-
ma el efecto negativo del fuego sobre los grupos
saprófagos y predadores, a excepción de lo descrito
para gusanos de tierra, los cuales no fueron conside-
rados.
CONCLUSIONES
Las modificaciones introducidas por el
fuego en el habitat se traducen, en el plano
químico, en un incremento del pH superficial
del suelo, efecto que aún es visible en el
Incendios forestales en el parque...
octavo mes de estudio. En cuanto al conteni-
do hídrico, no se observan diferencias
estadísticamente significativas entre los dos
sectores estudiados.
En ácaros, el impacto inicial del fuego
significa reducción del número de especies y
de individuos. La disminución de densidad es
a un 26% en superfice y a un 10.5% en profun-
didad. El impacto es más importante en gru-
pos microfitófagos y detritívoros (Uropodina,
Oribatida y parte de Actinedida) que en
depredadores (Gamasina y parte de
Actinedida). Acarididae también se ve afec-
tado inicialmente.
Respecto de Collembola, el fuego ejer-
ce un fuerte efecto modificador caracteriza-
do por la disminución del número de indi-
viduos y de la riqueza y diversidad específica
del grupo.
Dentro del resto de la fauna edáfica los
grupos más afectados directamente por el
incendioson:Psocoptera,larvasde
Diptera, Thysanoptera,Homopteray
Pseudoscorpionida.
En cuanto a la capacidad de recupera-
ción, dentro del año de estudio, se concluye
que Uropodina (Acarina) y Symphypleona
(Collembola) no muestran ninguna capaci-
dad de recuperación pues no estan presentes
en el sector quemado.
En Acarina, Oribatida y Actinedida es-
tán desfavorecidos durante todo el año de
estudio, aunque muestran tendencia a recu-
perarse, especialmente Actinedida. En estos
grupos se produce, en el otoño-invierno inme-
diato un desarrollo explosivo de sendas espe-
cies. Acarididae ve notoriamente favorecida su
densidad y diversidad específica en la primera
fase postincendio, efecto que desaparece a partir
de la primavera. Gamasina, muestra una res-
puesta híbrida con cierto favorecimiento inicial.
Las relaciones Oribatida/Actinedida y
Oribatida/Acaridida muestran un mayor efecto
del incendio sobre Oribatida que sobre Actinedida
y la inversión en la proporcionalidad entre Oribatida
y Acaridida como producto de la alteración del
medio.
En Collembola, en visión temporal, el efecto
es mayor en Entomobryomorpha que en
Poduromorpha, debido seguramente a la vida
más edáfica, en general, del segundo grupo.
En el resto de la fauna edáfica solamente
aparecen como poco o no afectados, a lo largo
del año, los siguientes grupos: Symphyla,
Diplura y Protura.
Anales Museo de Historia Natural
REFERENCIAS
ANDERSON, R., T.LEAHY ¿S. DHILLION. 1989, Numbers and
biomass of selected insect groups on burned and unburned sand
prairie. Am. Midl. Nat, 122: 151-162.
AHLGREN,I. 1974. The effect of fire in soil organisms. In Fire and
Ecosystems, Kozlowski y Ahlgren(eds): 47-72, Academic Press.
ARAYA,S. 8: G. AVILA. 1981.Rebrote de arbustos afectados
por el fuego en el matorral chileno. An.Mus.Hist.Nat.,
Valparaíso, 14: 107-113.
ATHIAS,F.,G.JOSENS 6: P.LAVELLE. 1975. Influence du feu de
brousse annuel surle peuplementendogédelasavanne de Lamto
(Cóted'Ivoire). Progressin SoilZoology, Academia Prague: 389-
407.
ATHIAS-BINCHE, F., J. BRIARD,R. FONS 4£F. SOMMER.
1987. Study ofecologicalinfluenceoffireon faunain mediterranean
ecosystems (soil and above-ground layer). Pattems of post-fire
recovery. Ecologia Mediterranea, 13(4):135-154,
BACHELIER, 6. 1978. Lafaunedes sols. Son écologie et son action.
ORSTOM, Doc. Téchnique,(38),392 pp.
BIGALKE,R. € K.WILLAN. 1984, Effectsof fireregimen on faunal
composition and dynamics. In: Ecological effects of firein South
African Ecosystems, Booysen y Tainton (eds.): 255-271. Springer-
Verlag. Ecological Studies48.
BISWELL,H.1974, Effectsof fire on Chaparral. In: Fire and
Ecosystems, Kozlowski y Ahlgren (eds):321-365.Academic Press.
BOSCH, J.,R. SCHULZE 8:F. KRUGER. 1984. Theeffectof fire on
water yield. In: Ecological effects of fire in South African
Ecosystems, Booysen y Tainton(eds): 328-348. Springer-Verlag,
Studies48,
CASS, A., M.SAVAGE ¿:F. WALLIS. 1984. Theeffectoffireon soil
and microclimate, In: Ecological effects of fire in South African
Ecosystems, Booysen y Tainton(eds):312-325.Springer-Verlag,
Studies48.
CHANDLER, C., Ph. CHENEY éz, Ph. THOMAS, L.TRABAUDé:
D. WILLIAMS. 1983. Firein Forestry, Vol. l, John Wiley 8: Sons,
Inc.,450 pp.
CHRISTENSEN, N. 1973. Fireandthenitrogencycle in Califomia
chaparral. Science, 181: 66-67.
DINDAL, D. 8: L. METZ. 1977, Community stuctureof Collembola
affected by fire frequency. In: The roleof arthropods in forest
Ecosystems, Mattson (ed): 88-95. Springer-Verlag.
DINDAL, D.-1990.- Soil Biology Guide..J. Wiley 8: Sons, 1349 pp.
GUILLON,D., M.BERTRAND, M. ETIENNE, J. LUMARET 42J.
VALLETTE. 1987. Ecologicalimpactof prescribed winterbumning
on fuel breaks in french mediterranean forest. First results.
EcologiaMediterranea, 13(4): 163-176.
GREENSLADE, P.81.MOTT.- 1983. Effectoffireoninvertebrates
inan australian tropical grassland. In New trends in soil biology,
Ph. Lebrunetal (eds):635-636.
GIOVANNINI, G. 1987.Effect of fire and associate heating
Vol,21,1990
wave on the physicochemical parameters related to the
soil potential erodability. EcologiaMediterranca, 13(4):111-
117.
IZARRA, D. 1977. Les effects de l'emploi du feu sur les micro
arthropodes du sol dans larégion semi-aride pampeenne. Soil
Organisms ascomponents ofEcosystems, Ecol. Bull.25: 357-
365.
KRUGER, F.£¿R.BIGALKE. 1984, Fire in Fynbos. In: Ecological
effects of fire in South African Ecosystems, Booysen y
Taiton(eds): 67-114. Springer-Verlag, Ecological Studies48.
LEWIS, W. 1974, Effectsof fireonnutrientmovementinasouth Carolina
pine forest Ecology 55: 1 120-1127.
LUSSENHOP,J. 1976. Soil arthropod response to prairie burning.
Ecology, 57(1):88-98.
MALLIK, A., €. GIMMINGHAM ᣠA. RAHMAN. 1984,
Ecological effects of heather burning. l. Water
infiltration, moisture retention and porosity of surfacesoil.J.
ofEcology,72:767-776,
METZ, L.£D.DINDAL, 1975. Collembola populationsand prescribed
buming. Environmental Entomology,4(4):583-587.
METZ, L., ££ M.FARRIER. 1973. Prescribed bumingand populations
of soil mesofauna. Environmental Entomology, 2(3):433-440.
NAVEH,Z. 1974, Effects of fireinthe Mediterranean region. In: Fire
and Ecosystems, Kozlowski y Ahlgren (eds): 401-434, Academic
Press.
SAIZ, F. 1973. Sobrezoocenosismuscícolas y liquénicasenChile.An.
Mus. Hist. Nat Valparaíso, Chile, 6: 87-118.
SAIZ, F. 1975, Aspectos mesofaunísticos hipogeos en el Parque
Nacional Fray Jorge. 1 Parte: Análisis comunitario.
An.Mus.Hist.Nat., Valparaíso, 8: 29-50.
SAIZ, F. 1980. Experiencias enel uso decriterios de similitud en el
análisis de comunidades. Arch.Biol Med.Exp.,13: 387-402.
SAIZ, F. 1990, Incendios forestales en el Parque Nacional LaCampa
na, Sector Ocoa, V Región, Chile.1. Problema e incidencia de
incendios forestalesenChile. An.Mus.Hist.Nat,, Valparaíso, 21:
SAIZ, F. 1991. Los incendios forestales como factor de deterioro del
medioambiente, Simiente,61(1):61-64
SAIZ, F. 8: F.DICASTRI. 1971. La fauna de terrenos naturalese
intervenidosen laregión valdiviana de Chile.Bol.Mus.Nac.Hist.
Nat.,Chile, 32:5-16.
SLANSKY,F. 83. RODRIGUEZ. 1987. Nutritional ecology of
insects, mites, spiders, and related invertebrates: an
overview. In:Nutritional ecology of insects, mites, spiders, and
mo invertcbrates, Slansky y Rodriguez(eds.): 1-69. -Wilcy de
ns.
SPECHT,R.1981.Primary production in mediterranean-climate
ecosystems regenerating after fire. In: Mediterranean-type
shrublands (Ecosystems of the world 1 1),F. di Castrictal (eds).
Elsevier:257-267.
Francisco Sáiz y Jéssica Bascuñán
SPRINGETT,J. 1971.Theeffects of fireon litterdecompositionand
on the soil faunain a Pinus pinaster plantation. Am.Zool. Ecol.
Animale, (5):529-535.
VEGA,J. £ F. DIAZ-FIERRO. 1987. Wildfire effects on erosion.
Ecologia Mediterranea, 1344): 119-125.
VILLASEÑOR, R. 8: F. SAIZ. 1990. Incendios forestales enel Parque
Nacional La Campana, SectorOcoa, Y Región, Chile. II. Efecto
sobreel estrato arbustivo-arbóreo. An.Mus.HistNat., Valparaíso, 21:
AÑ
Incendios forestales en el parque...
VIRO, P. 1974. Effects of forest fire on soil.In:Fireand Ecosystems,
Kozlowski y Ahlgren (eds): 7-45. Academic Press.
VOGL, R. 1974. Effectsof fireon Grasslands. In: Fire and Ecosystems,
Kozlowski y Ah]gren (eds): 139-194. Academic Press.
WRIGHT, H. « A.BAILEY. 1982. Fireecology.J.Wiley, N.York,
S0l pp.
LAA e
A
Misal ada
DAA ID AE
Francisco Sáiz y Carlos Carvajal Incendios forestales en el parque...
INCENDIOS FORESTALES EN EL PARQUE NACIONAL LA CAMPANA,
SECTOR OCOA, V REGION, CHILE.
V. BLATTODEA, FORMICIDAE Y MUTILLIDAE.
IMPACTO Y RECUPERACION. +
FRANCISCO SÁIZ Y CARLOS CARVAJAL
ABSTRACT
The objective ofthis study isto evaluate both the inmediate effect of fire overthe Formicidae, Blattodea and Mutillidae populations and the
capacity of recuperation of these in atwo year term.
With this purpose, aslope of 15*, in an area affected by a great forestry wildfire of native vegetation in the National Park La Campana, Ocoa
Sector, was selected. In it, two adjacent plots, of 70x70 meach, divided in quadrants of 10x10m, in burned and unbumed site respectively, were
delimited. In both, randomly, 10 pitfall traps of permanentaction and periodic collection (approximately every 35 days) were disposed. The investigation
was heltbetween 13-04-84 and 25-04-86,
The principal conclusions arc: A) Blattodea: the impact of fire is drastic in the two present species, being greater in Phidon reticularis,
the most hygrophilous species. Only in the second year, an effective colonizereffectis shown, specially by Moluchia castanea; B) Formicidae:
the most abundant species are iniatially favoured in the bumed area (Camponotus distinguendus, Tapinoma antarcticum, Solenopsis gayi,
Dorymyrmex sp.), effect that is annuled after one year in the first two and persists after two year in the other species. The most drastic effect
is given in Pseudomyrmex lynceus and Nothidris latastel, C) Mutillidae: the fire favours the species of Lymaitilla and affects negatively
those of Euspinola during the whole study period. Dimorphomutilla formosa shows clear recovery after two years.
Key Words: Forestry Wildfires, National Park, La Campana, Formicidae, Blattodea, Mutillidae, Diversity, Recuperation.
INTRODUCCION
Estudios sobre los efectos de los incen-
dios forestales en Formicidae, Blattodea y
Mutilidae no son abundantes, siendo mayor los
concernientes a hormigas. En general, las infor-
maciones son de tipo complementario a investi-
gaciones sobre las consecuencias del fuego en
la vegetación o, en menor proporción, en la
fauna del suelo.
La magnitud del efecto del fuego sobre
ellos depende tanto de variables propias del
incendio (intensidad, duración, frecuencia, tipo,
estación, etc.) como de las características
ecológicas y biológicas de las especies
involucradas.
Los efectos inmediatos conciernen funda-
mentalmente a la mortalidad o emigración, mien-
tras que los mediatos, quizás de mayor trascen-
dencia, corresponden a modificaciones del
habitat como reducción de la diversidad de ni-
chos (pérdida de estratificación), eliminación
de detritus y otros recursos tróficos, disminución
de los refugios, modificaciones del nivel de
insolación, alteración de los niveles de compe-
tencia y de depredación, etc. (Booysen y Tainton
1984, Bigalke y Willan 1984).
Organismos como hormigas, termites, lom-
brices, arañas (Lycosa), escorpiones, etc., su-
peran el incendio, total o parcialmente, en refu-
gios bajo tierra, siendo activos poco después de
terminado el fuego (Ahlgren 1974, Chandler et
al 1983).
Otra importante vía de escape, correspon-
de a la utilizada por los organismos que poseen
una alta vagilidad (voladores y corredores). El
calor y el humo los alarman provocando su
dispersión, situación descrita en detalle para
Acrídidos por Gillon (1971). Este tipo de
artrópodos generalmente aumenta su densidad
en áreas no quemadas, desde donde recolonizan
rápidamente las quemadas (Gillon 1971). Los
incendios en patches favorecen esta vía de esca-
pe (Tainton y Mentis 1984, Chandler et al 1983),
Gillon y Pernes (1968) y Gillon (1974)
Ecología, U.Católica de Valparaíso. Casilla 4059, Valparaíso, Chile. Fax (032) 212746.
$ Proyecto Fondecyt 1066/84.
Recibido: 26 Octubre 1992. Aceptado: 15 Enero 1993.
Anales Museo de Historia Natural
encontraron que el 80% de los arácnidos y de los
blatarios, en sabana, estaban vivos 1 día después del
incendio. De acuerdo al planteamiento de Y. Gillon
(1971), la mayor parte habría escapado. Un mes
después, más del 50% de las arañas y blatarios habían
desaparecido. Gillon y Pernes (1968), señalan que los
blatarios son poco afectados por el paso del fuego,
predominando inmediatamente después de éste por
disminución de las otras especies de artrópodos; pero,
al mes siguiente, decaen espectacularmente y perma-
necen bajas sus densidades durante los 10 meses
siguientes.
Según Granger (1984), no habría evidencias de
adaptación al fuego de los animales del bosque sien-
do, en estos biomas, muy importante la modificación
del habitat. Los árboles quemados se transforman en
percheros para aves y gestan habitat para Acarina,
Diplopoda, Collembola, Amphipoda, etc. (Chandler
et al 1983). Athias-Binche et al (1987) y French y
Keirle (1969, en Ahlgren 1974) indican mortalidad de
formícidos en sabana cercana al 100%, siendo el
efecto más drástico en especies pequeñas, cuyos ni-
dos en general son superficiales y, en las especies con
baja movilidad. La disminución afecta tanto a la
densidad como a la diversidad. Las especies grandes,
o con nidos construídos en profundidad, son menos
afectadas. En bosques, Sommer (1986) y Pearse
(1943) (ambos en Ahlgren 1974) detectan mortalida-
des inferiores al 33%. Heyward y Tissot (1936 en
Ahlgren 1974), encontraron más hormigas en el suelo
mineral, entre 0 y 2 cm, de un terreno incendiado que
en el no incendiado. Rice (1932, en Chandler et al
1983) cita reducciones de un tercio.
Lasius flavus y Solenopsis molesta se han
registrado en mayor cantidad en terrenos quemados
(Buffington 1967 y Rice 1932 en Ahlgren 1974). Esta
característica es bastante generalizada dentro de los
formícidos y se explicaría por las siguientes razones:
1) los habitats profundos en que viven algunas espe-
cies les permiten sobrevivir al fuego, 2) sus hábitos de
colonización y su estructura social las adaptarían a un
rápido uso del espacio incendiado, 3) sus preferencias
por condiciones xéricas y sus hábitos de acumulación
de semillas. Todo ello los transforma en los primeros
Vol, 21, 190
colonizadores, ya sea por inmigración desde ambien. |
tes noincendiados o porsu alta capacidad reproductiva
asociada a ciclos de desarrollo cortos (Athias-Binche
et al 1987, Ahlgren 1974).
Especies de Camponotus, Irydomyrmex,
Pheidole, Paratrechina y Anoplolepis, pueden ser |
muertas si el incendio las encuentra fuera del nido. |
Después del fuego,generalmente mueven sus huevos |
y larvas para formar nuevas colonias en zonas no |
quemadas (Chandler et al 1983). |
Un caso interesante es el de la hormiga de la
acacia (Pseudomyrmex sp) la que, en áreas de incen-
dios reiterados, limpia de restos vegetales el entorno
de su colonia como medida preventiva (Chandler et al
1983).
Skaife (1953, en Granger 1984), en estudio de
15 especies de Mutillidae en bosques del sur de
Africa, informa sobre preferencias por sectores que-
mados o no quemados de las diferentes especies,
hecho que él explica por la gran movilidad de los
mutílidos, por su habilidad para explotar nuevos am-
bientes y como respuesta a los cambios en la compo-
sición del recurso abeja-avispasobre las que parasitan.
Un factor importante en la capacidad de recupe-
ración de la artropodofauna epigea es la alta fecundi-
dad de las especies (Tainton y Mentis 1984).
Nada conocemos al respecto en relación a los '
incendios forestales nacionales.
Los objetivos del presente trabajo son, en con-
secuencia:
1.- Evaluar el impacto inmmediato del fuego en
las poblaciones de insectos epigeos, Blattodea, |
Formicidae y Mutillidae, que se desplazan en la
superficie del suelo.
2.-Evaluar la capacidad de recuperación de las
respectivas especies y grupos mayores.
METODOLOGIA
La investigación se realizó en una ladera de
exposición Norte, de 15? de inclinación, inserta en un
área afectada por un gran incendio accidental que
comprometió diversas formaciones vegetales del P.N.
Francisco Sáiz y Carlos Carvajal
La Campana, sector Palmas de Ocoa (V región), a
fines de febrero de 1984 (Villaseñor y Sáiz 1990).
En ella se seleccionaron dos parcelas de 70 x
30 m dispuestas con su lado menor en el sentido de
la altura del cerro, una en el área Quemada y otra en
el sector No Quemado adyacente y con escasa dis-
tancia entre ellas. Cada parcela se subdividió en 21
cuadrantes de 10 x 10 m, de los cuales se selecciona-
ron 10 al azar, ubicándose en cada una de ellos una
trampa de intercepción (pit fall), de manera de cu-
brir, al menos con tres trampas, cada secuencia de
altura (Sáiz 1990).
Las trampas son de acción permanente, reti-
rándose su contenido con intervalos aproximados de
35 días. La duración total del muestreo abarcó desde
el 13-04-1984 al 25-04-1986.
RESULTADOS Y DISCUSION
A.- BLATTODEA.
l.- Composición taxonómica.
Durante el estudio se colectaron dos especies
de blatarios, a saber (Blanchard 1951, Princis 1952,
Moroni y Camousseight 1976):
EPILAMPROIDEA, BLATELLIDAE :
Moluchia castanea (Blanchard).
Phidon reticularis (Blanchard).
M. castanca se caracteriza por su mayor tama-
ño (Largo: x= 16.7 mm, DS= 1.46 y Ancho:x=
5.65 mm, DS= 0.49, n=23), su color café oscu-
ro, sus tégmenes cortos y su quitinización acen-
tuada. Especie xero-mesófila.
Ph. reticularis, es más pequeña (Largo: x=
10.4 mm, DS= 1.73 y Ancho: x= 3.53 mm, DS=
0.41, n= 20), de tégmenes completos, amari-
llentos, bastante claros y parcialmente
traslúcidos, permitiendo ver las venas y de
quitinización poco acentuada. Especie meso-
higrófila.
2.- Impacto (45-87 días después del incen-
dio).
Si se consideran los datos del primer pe-
ríodo de muestreo, correspondiente al lapso
entre los días 45 y 87 después del incendio, se
constata una disminución de los blatarios en el
Sector Quemado (Q) respecto al No Quemado
(NQ), del orden de 27.3% para M. castanea y
de 95.2% para Ph. reticularis. (Figs. 1 y 2). La
razones NQ/Q son : 1.4 para M. castanea y de
20.8 para Ph. reticularis.
Incendios forestales en el parque...
Fig. l.- Moluchia castanea. Evolución temporal de la abundancia
(Promedio/Trampa/Día) en los sectores Quemado y No Quemado.
El alto de las columnas representan la suma de Q y NQ.
ind tr/T
ps Moluehra costera; | Blanenarg)
e a
a AA
e
Este comportamiento diferencial entre ambas espe-
cies está acorde con las sendas características de mesófila
e higrófila que les hemos asignado.
Al respecto, Gillon y Pernes (1968) y Gillon (1974)
informan que el 80% de los blatarios de sabana estaban
vivos un día después del incendio, desapareciendo del
medio un mes después. Los mismos autores sostienen que
permanece baja su densidad por los 10 meses siguientes.
Los siguientes datos lo confirman (Gillon 1970):
N? de blatarios: 1 día antes de incendio = 104 100%
por unidad de 1 día después = 86 83%
área 1 mes después = 29 28%
El valor final corresponde aproximadamente al
encontrado por nosotros para M. castanea entre los días 45
y 87 postincendio.
Gillonetal (1987), en bosque mediterráneo europeo
encuentran fuerte efecto negativo sobre el grupo.
Por otra parte, se comprueba que la composición
etaria de M. castanea mantiene prácticamente las mismas
proporciones en ambos sectores (Figs. 3 y 4).
Para Ph. reticularis se detecta la presencia de
adultos en el Sector Quemado (Figs. 5 y 6).
Anales Museo de Historia Natural Vol, 21, 1990
Fig. 2.- Phidon reticularis. Evolución temporal de la abundancia (Promedio/Trampa/DÍa) en los sectores Quemado y
No Quemado. El alto de las columnas representan la suma de Q y NQ.
Ind/Tr/Día Phidon reticularis [ Blanchard )
E) No QUEMADO
MU ovgmaco
13
J 85
Fig. 3.- Moluchia castanea. Distribución etaria temporal en sector No Quemado.
Ind/Tr/Dia Moluchra castanea ( Blenthard |
09] , E o vuimazo
Ñ a | QUEMADO
SA ss 0.97
4
lo... 4
ho Ñ6
Francisco Sáiz y Carlos Carvajal Incendios forestales en el parque
Fig. 4.- Moluchia castanea. Distribución ctaria temporal en sector Quemado.
ind / Tr/Du Moluchia castanea
Sector quemado
GAZA Antantil
E Juvenil
| Adulto
Fig. 5.- Phidon reticularis. Distribución ctaria en sector No Quemado.
Ind/Tr/Día Phidon reticularis ( Blanchard )
Sector no- quemado
LESS infantil
[a] Juvenil
o] Adulto
411190 v
ho e
Vol, 21, 1990
Anales Museo de Historia Natural
Fig. 6.- Phidon reticularis. Distribución etaria en sector Quemado.
Ind/Tr/Dia Phidon reticularis (Blanchard)
Sector quemado
¡EA Infantil
CD Juvenil
3.7 HA Adulto
84 85 86
3.- Recuperación (dos años). CUADRO 1.
ABUNDANCIAS RELATIVAS TOTALES (PROMEDIO
TRAMPA/DIA) YRAZON NQ/Q PARA BLATTARIA,
SEGUN PERIODOS CARACTERISTICOS.
Analizados los períodos de Primavera-Verano
de los dos primeros años después del fuego, esevidea
te una drástica disminución de la densidad de ambas Período Días Abun- Razón
especies en el primer año y un efecto colonizador dancia NQ/Q Descripción
claro en el segundo, el cual es muy marcado en M. IM
castanea, gracias a sus características mesófilas y
poco en Ph. reticularis, especie higrófila que necesi- 13-4-84/25-5-84 43 1.830 1.38 Impacto
ta de mayor recuperación vegetal para repoblar el área 25-5-84/28-9-84 126 .091 448 Iperíodo negativo
qa] o
. : , -3- -8- - E negativo
Este efecto colonizador diferente seratificacon 23-8-85/25-4-86 245 1201 482 M “ positivo
los cambios temporales de la relación entre la abun-
dancia total de cada especie y la razón NQ/Q de sus B.- Phidon reticularis.
densidades (Cuadro 1). Es evidente la tendencia a
igualar densidades de M. castanea y la persistencia A os CAUSA. Impacto ;
de una densidad predominante en el ár d roo roles re
Pp ca £a no quemada 28-9-84/14-3-85 166 .202 eo 1“ positivo
de Ph. reticularis. La definición de los períodos 14-3-85/23-8-85 161 .097 994 Il “ negativo
característicos de la densidad poblacional de los 23-8-85/25-4-86 245 2.703 36.87 Il “ positivo
blatarios establecidos en la Cuadro 1, se hizo basán-
donos en las densidades de M. castanea en el área de Nota.- Negativo y Positivo se refieren a
control (NQ), por ser la especie más abundante. favorabilidad a la densidad poblacional.
Francisco Sáiz y Carlos Carvajal
Con el fin de visualizar más dinámicamente el
efecto colonizador y el proceso de recolonización, se
elaboró la Fig. 7, en que se grafica la continuidad
espacial de los sectores en estudio en el área de
muestreo. Queda en evidencia el paso de las baratas
desde el sector No Quemado y su paulatino
asentamiento en el área quemada, asícomo la respues-
ta diferencial de ambas especies.
Fig. 7.- Distribución espacial y temporal de la abundancia de
Moluchia castanea y Phidon reticularis. . -=..:. -:
Phidon reticularis [ Blanchard ) 0 ES Qe A
ALA ERA A
AL] YAA ELA Y
ALLA VIA | || | Yi
Moluchia castanea ( Blanchard )
AIDA
IATA vee
IAN
ALA IAEA AA Ll A
AA A AY
a
p as YA
Y VA MES ARA Y
AM J JA SONDÍE FMAmMm JJ JA SoQ0ONOoOJE F.MA
1964 19445 nes
El incremento de la proporción de infantiles y el
establecimiento de adultos de M. castanea en el área
| quemada durante el segundo año, hace pensar en un
efectivo asentamiento de la población en dicha área,
en la cual la cubierta vegetal por arbustos es ya
bastante notoria (Fig. 8). Para Ph. reticularis, la baja
densidad en el área quemada indica que el tiempo de
recolonización requerido es bastante mayor dadas sus
características ecológicas, la mínima presencia de
adultos la interpretamos como actividad errática de
éstos (Fig. 8).
Gillon (1970) encuentra una relación entre áreas
No Quemada y Quemada de 3.31 (438/132) a los 10
meses. Para igual período, nuestros valores Son de
13.6 para M. castanea y de infinito para Ph.
reticularis, índice de menor capacidad de recupera-
ción. Al respecto, hay que recordar que los valores de
Gillon son para el grupo y los nuestros SON específi-
cos,
Incendios forestales en el parque...
Fig. 8.- Distribución etaria espacial y temporal de Moluchia
castanea y Phidon reticularis según períodos caracteristísticos.
Escala marca el promedio de individuos/trampa/día de cada período
pit=d
Predon reticutora Í Blanchara 1 NECE dE
B.- FORMICIDAE.
1.- Composición taxonómica.-
En el período y área de estudio se recolectaron
ocho especies de Formicidae (Snelling y Hunt 1975 y
comparación con material del Museo Nacional de
Historia Natural de Chile), cuyas denominaciones y
tamaños (promedios de 15 ejemplares colectados en
este trabajo) son:
Subfamilia Especie Tamaño (mm)
x DS
MYRMICINAE Solenopsis gayi (Spinola) 294 .58
Nothidris latastei (Emery) 338 33
Pogonomyrmex bispinosus (Spinola) 7.88 .60
Pogonomyrmex angustus (Mayr) 533 .05
PSEUDOMYRMICINAE: Pseudomyrmex lynceus (Spinola) 871 .39
DOLICHODERINAE : — Tapinoma antarcticum Forel 2.00 .00
Dorymyrmex sp. 390 .58
FORMICINAE Camponotus distinguendus (Spinola) 675 70
PP e.
Según Snelling y Hunt (1975) las especies
presentan las siguientes características:
Pseudomyrmex lynceus tiene una muy amplia
distribución en el país, desde Atacama hasta Bío-Bío,
y es calificada como especie arbórea.
Tapinoma antarcticum, también es de amplia
distribución, abarcando desde Antofagasta hasta
Linares.
Camponotus distinguendus, distribuída des-
de Coquimbo a Magallanes, está presente también en
Perú y Argentina.
Anales Museo de Historia Natural
Dorymyrmex sp, de acuerdo al trabajo
citado,debería corresponder a agallardoi Snelling,
ya que es la única especie citada de ese género para
Chile, salvo que corresponda a una especie derivada
a Araucomyrmex.
Pogonomyrmex bispinosus se distribuye en
Aconcagua y Santiago y P. angustus de Aconcagua
a Osorno.
Solenopsis gayi, especie muy abundante y muy
ampliamente distribuída desde Tarapacá hasta
Malleco.
Nothidris latastei, muy común y muy amplia-
mente distribuída, desde Santiago hasta Villarrica.
Las especies abundantes (> 6.2 Pro/Tr/Día del
total, Cuadro 2) se ven favorecidas porel área quema-
da. Dentro de las poco abundantes, los Myrmicinae
(Pseudomyrmex lynceus y Nothidris latastei) no
aparecen en el sector quemado durante todo el estu-
dio. De las especies de Pogonomyrmex, una sería
preferente del área no quemada y laotra marcadamente
afín al ambiente quemado.
CUADRO 2.-
ABUNDANCIA RELATIVA DE LAS ESPECIES DE
FORMICIDAE (PROMEDIO/TRAMPA/DIA) Y RELACION
NO QUEMADO/QUEMADO EN EL ENSAYO TOTAL.
No Quemado Quemado Total
Especie N % N % NP?
Camponotus distinguendus 3.34 16.8 3.37 5.3 6.72 8,1 .9
Tapinoma antarcticum 2.70 135 997 15.8 1267 15.2 .27
Dorymyrmex sp 0.95 48 424 67 519 62 .22
Pseudomyrmex lynceus 0.02 .1 0.00 00 .02 to
Solenopsis gayi 12.37 62.0 45.09 71.3 57.46 69.1 .27
Nothidris latastei 0.37 18 000 00 0.37 04 e
Pogonomyrmex bispinosus 0.00 0.0 0.41 0.7 041 0.5 .00
Pogonomyrmex angustus 0.20 1.0 0.11 0.2 0.20
TOTAL 19.95 100 63.19 100 83.14 99.7
* 0.02
2.- Impacto ( 45-87 días después del incendio).
El períodoinmediatamente postincendiosignificaun
incremento del 1510% (15.1 veces) de los formicidae en el
áreaquemada (Fig. 9), conlossiguientes valoresespecíficos:
Camponotus distinguendus 51.92 veces
Tapinoma antarcticum 70.58
Dorymyrmex sp o0
Pseudomyrmex lynceus —
Solenopsis gayi 4.56
Nothidris latastei ———
Pogonomyrmex angustus 00
Pogonomyrmex bispinosus
Vol, 21, 1990
Fig. 9.- Formicidae total. Evolución temporal de la abundancia (Prome-
dio/TrampvDía) en los sectores Quemado y No Quemado. El alto de las
columnas representan la suma de Q- y NQ.
Ind / Tr/Dia
Formicidae total
TN E
Ama SO NOTE FM a mM JJ A Ss TON AC
1995 1986
1984.
C. distinguendus y T. antarcticum no sólo
escaparían al fuego sino, además, son visiblemente
favorecidas por la condición inmediatamente poste-
rior al incendio. Dorymyrmex sp y Pogonomyrmex
angustus no son favorecidas por el fuego.
3.- Recuperación (2 años).
En oposición a Blattodea, los Formicidae, con- ''
siderados in toto, se ven favorecidos por las condicio- '
nes imperantes en el área quemada durante los dos k
primeros años postincendio (Figs. 9 a 13 y Cuadro 3). b
CUADRO 3.- '
FORMICIDAE. ABUNDANCIAS RELATIVAS
(PROMEDIO/TRAMPAJDIA) Y RAZON NQ/Q, TOTALES Y
POR ESPECIES ABUNDANTES, SEGUN PERIODOS 4
CARACTERISTICOS. Ñ
A. Formicidae total.
Período Días Abund- Razón
dancia
IT 13-4-84/25-5-84 43 1.266 0.066 Impacto
Il 25-5-84/28-9-84 126 5.329 0.213 1 período negativo
111 28-9-84/14-3-85 166 37.963 0.309 1 “ positivo
IV 14-3-85/23-8-85 161 12.010 0.322 II * negativo
V 23-8-85/25-4-86 245 24.001 0.398 II “ positivo
Perío- Días Solenopsis Tapinoma Camponotus Dorymyrmex
do gayi antarcticum distinguendus sp
Ab NQ/Q Ab NQ/Q Ab NQ/Q Ab NQ/0
I 43 1.28 0.22 243 0.01 0.27 0.02 0.33 co
1 126 2.10 0.45 1.90 0.12 0.16 0.07 1.05 0.06
ll. 166 28.75 0.31 4,64 0.25 241 0.26 1.34 0.28
IV 161 8.96 0.31 1.52 0.37 0.57 0.15 0,88 0.55
V 245 16.37 0.19 2.24 088 356 340 1,58 0.22
Nota.- Positivo y Negativo se refieren a
favorabilidad a la densidad poblacional.
co
Francisco Sáiz y Carlos Carvajal
Si bien las cuatro especies más abundantes se
ven favorecidas por el área incendiada, su respuesta
temporal no es exactamente igual. En efecto, tanto
para C. distinguendus como para T. antarticum,
hay un claro favorecimiento inmediato después del
incendio, el que persiste durante el primer año,
atenuándose fuertemente en el segundo año. En el
caso de C. distinguendus llega incluso a invertirse la
relación NQ/Q al final del período de estudio, con una
mayor densidad en el área no quemada.
En tanto, para Solenopsis gayi y Dorymyrmex
sp el efecto favorable del área quemada persiste al
cabo de dos años después del incendio. Igual resulta-
do ha sido descrito para Solenopsis molesta
(Buffington 1967, en Chandler et al 1983), explicable
por la preferencia por habitats xéricos y alimentación
en base a semillas secas. Hurst (1971, en Chandler et
al 1983) sostiene que la respuesta de Solenopsis es
debida alarápida colonización y ala sobrevivencia en
las capas superiores del suelo.
Fig. 10.- Camponotus distinguendus (Spinola). Evolución
temporal de la abundancia (Promedio/Trampa/Día) en sectores
Quemado y No Quemado.
¿1e/Dia Camponotus distinguendus (Spinola )
Quemado
No quernu Ju
==
TRATO MN" ' TT TRA TS TON oJE “FM a”
am jj "a 5 0 NN O|JE F UNE 1006
1904
Fig. 11.- Tapinoma antarcticum (Spinola). Evolución temporal
de la abundancia (Promedio/Trampa/Día) en sectores Quemado
y No Quemado.
antarciscam Forel
hd / Tr / Dia Tapanoma
115 5
s om Df FMA
ANDO OCIOCMDOOCO CIO
ra
1985
Incendios forestales en el parque...
Athias-Binche et al (1987), en biomas me-
diterráneos europeos, encuentran que una se-
mana después del incendio las hormigas casi
han desaparecido en pastizal y matorral, dismi-
nuyendo el número de especies y la densidad en
bosque. Un año después del incendio describen
la siguiente situación: en pastizal están presen-
tes todas las especies habitualmente dominan-
tes pero en menor cantidad y con dominio de
especies omnívoras y granívoras con baja di-
versidad; en matorral hay más especies pues se
suman las venidas de espacios abiertos; y, en
bosque, empieza la colonización por especies
también venidas de áreas abiertas.
Fig. 12.- Solenopsis sp. Evolución temporal de la abundancia
(Promedio/Trampa/Día) en sectores Quemado y No Quemado.
Solenopsis sp
0
Iná/ Tr / Dia
s0
B6
60
s7 A
"UNES EUA CI E E
1984 189
r
Fig. 13.- Dorymyrmex sp. Evolución temporal de la abundancia
("rom dio/Trampa/Día) en sectores Quemado y No Quemado.
Dorymyrmex sp
Ind / Tr / Dia
Quemado
o
GATO NOTE Fa
198€
59
No quemado
“a,
14
1
”
Anales Museo de Historia Natural
C.- MUTILLIDAE.
1.- Composición taxonómica.
La representación de Mutillidae en el área y
oca de estudio es bastante baja comparada con la
-. de Formicidae, sin embargo, su análisis aporta algu-
nas ideas interesantes.
Durante los dos primeros años después del
incendio se recolectaron 6 especies, cuya talla prome-
dio y DS son las siguientes:
Promedio (mm) DS
Lymaitilla sp1 55 0.67
Lymaitilla sp 2 7.0 1.00
Lymaitilla sp3 43 0.29
Dimorphomutilla formosa Mickel 5.9 0.99
Euspinola chilensis (Spinola) 20.8 1.17
Euspinola militaris Mickel 156 0.89
La importancia relativa de las especies y su
relación No QUE Quemado se exponen en la
Cuadro 4.
CUADRO 4.-
ABUNDANCIAS RELATIVAS DE LAS ESPECIES DE
MUTILLIDAE (PROMEDIO/TRAMPA/DIA) Y RELACION
NO QUEMADO/QUEMADO EN EL ENSAYO TOTAL.
Especies No Quemado Quemado Total
N % N % N" % NQUQ
Lymaitilla sp.1 .030 18.6 .092 35.5 .122 29.0 0.33
Lymaitilla sp.2 .002 1.4 .005 2.0 .007 1.7 0.45
Lymaitilla sp.3 .000 -.002 0.6 .002 0.5 0.00
Dimorphomutilla formosa .122 75.5 .145 56.1 .267 63.5 0.85
Euspinola chilensis .007 4,4 .005 2.0 .012 28 1.36
Euspinola militaris 000 -.010 3.7 .010 2.4 0.00
Total 161 99.9 259 99.9 .420 99.9
Salvo E. chilensis, todas las especies son favo-
recidas por el área quemada, y en forma muy especial
Lymaitilla sp.1.
2.- Impacto (45-87 días después del incendio).
Los Mutillidae no serían favorecidos en
forma inmediata por el incendio, ello debido en
gran medida a que dicha época corresponde a
baja densidad general del grupo, haciéndose
muy aparente dicha favorabilidad en el primer
período Primavera-Verano después del incen-
dio (Cuadro 5).
Vol, 21, 1990
CUADRO 5.-
MUTILLIDAE. ABUNDANCIAS RELATIVAS (PROMEDIO/
TRAMPA/ DIA) Y RAZON NQ/Q, TOTALES Y POR
ESPECIES ABUNDANTES,SEGUN PERIODOS
CARACTERISTICOS.
A. Mutillidae total.
Días Abund- Razón Descripción
dancia NQ/Q
I 13-4-84/25-5-84 — 43
11 25-5-84/28-9-84 126
111 28-9-84/14-3-85 166
IV 14-3-85/23-8-85 161
eo Impacto
0.0039 eo [| período negativo
0.2897 0,342 1 período positivo
0.0200 1.898 Il período negativo
V 23-8-85/25-4-86 245 0.1039 1.943 Il período positivo
B.- Especies
Pe- | Días Lymaitilla mutilla Euspinola
rio- sp 1 sp2 sp3 formosa chilensis militaris
do Ab NQ/Q Ab NQUQ Ab NQQ Ab NQQ Ab NQOQ Ab NQ0
I | 431.003 es|.000 000 000 .000
11 [126 [.000 -|.000 ; 004 es | .000 .D00
II [166 [.078 0,22/.003 0.00 X .187 0.39 |.013 1.35 |.010 0:00
IV [161 [.013 0.90/.000 =|. .007 es |.000 000
Y [245 [029 0.341.005 (0.88 |. 00 |.069 6.04 | .000 000
La favorabilidad detectada en el primer
período Primavera-Verano después del incen-
dio para el grupo total, desaparece en el año
siguiente (Período 1V), donde la razón NQ/Q es
favorable a su presencia en el área no quemada.
Esta respuesta del grupo total es debida
fundamentalmente a Dimorphomutilla
formosa. Las especies de Lymaitilla permane-
cen favorecidas por el área quemada durante los
dos años postincendio, mientras las de
Euspinola no son favorecidas en ningún mo-
mento.
Tal como plantea Skaife (1953, en Granger
1984) la condición de parásitos de avispas y de
abejas, junto a su gran movilidad y asu capaci-
dad de explotar nuevos ambientes, hace expli-
cable su conducta algo indefinida y dependiente
de la distribución de los himenópteros hospede-
ros. Esta asociación es necesario estudiarla para
mejor explicar el comportamiento de los mutíli-
dos.
Francisco Sáiz y Carlos Carvajal
CONCLUSIONES
El impacto inmediato del incendio, evaluado en
el período comprendido entre los días 45 a 87 después
de ocurrido, implica una disminución de las poblacio-
nes de blatarios en el área quemada (27.3 % para M.
castanea y de 95.% para Ph. reticularis), un incre-
mento del 1510 % delos formícidos (C.distinguendus
51.9 veces, T. antarcticum 70.6 veces), no siendo
favorecidos los mutílidos.
La evolución posterior de las poblaciones de
blatarios se caracteriza por una drástica disminución
durante el primer año, para entrar a franca recupera-
ción durante el segundo año después del incendio. La
recuperación se hace a partir de las poblaciones del
sector No Quemado y acorde a la recuperación de la
cobertura arbustiva del área quemada. Este efecto es
más temprano y marcado en M. castanea, gracias a
sus características más mesófilas.
En oposición a los blatarios, los formícidos,
considerados in toto, se ven favorecidos en el área
quemada durante los dos primeros años después
REFERENCIAS
AHLGREN, I. 1974. The effect of fire in soil organisms. In: Fire
and Ecosystems, Kozlowski y Ahlgren (eds): 47-72, Academic
Press.
ATHIAS-BINCHE, F., J. BRIARD, R. FONS £ F. SOMMER.
1987. Study of ecological influence of fire on fauna in
mediterranean ecosystems (soil and above-ground layer).
Patterns of post-fire recovery. Ecol.Medit., 13 (4):135-154.
BIGALKE, R. 8 K. WILLAN. 1984. Effects of fire regimene on
faunal composition and dynamics.In: Booysen y Tainton(eds.)
Ecological effects of fire in South African Ecosystems: 255-
271. Springer-Verlag.Ecological Studies 48.
BLANCHARD, C.E. 1951. Zoología. En: Gay Historia Física y
Política de Chile, 6: 12-19.
BOOYSEN, P. de V. €: N. TAINTON (eds.). 1984. Ecological
effects of firein South African Ecosystems. Ecological Studies
48. Springer-Verlag, 426 pp.
CHANDLER, C., Ph. CHENEY, Ph. THOMAS, L. TRABAUD E
D. WILLIAMS. 1983. Fire in Forestry, Vol. I, John Wiley 82
Sons, Inc., 450 pp.
GILLON,D. 1970. Recherches écologiques dans la savanne
de Lamto (Cóte d'Ivoire): Les effects du feu sur les arthropodes
de la savanne. La Terre et la Vie, 1: 80-93,
GILLON, D. 1971. The effect ofbush fire onm the principal
pentatomid bugs (Hemiptera) of an Ivory Coast Savanna. Proc.
Ann. Tall Timbers Fire Ecology Conference, 11: 377-417.
GILLON, Y. 1971. The effect of bush fire on the principal Acridid
species on an Ivory Coast Savanna. Proc.Ann.Tall Timbers
Fire Ecology Conference, 11: 419-471.
GILLON, Y. 1974. La vie des savannes. Centre ORSTOM, Dakar,
28 pp.
Incendios forestales en el parque...
del incendio, aunque las respuestas específicas
son diferentes. Entre las especies abundantes,
S. gayi y Dorymyrmex sp mantienen el esque-
ma general, mientras que C. distinguendus y T.
antarcticum,
si bien son favorecidas durante el primer
año,pierden su importancia en el segundo, espe-
cialmente C.distinguendus, para quien se in-
vierte la relación No Quemado/Quemado.
En Mutillidae, las especies de Lymaitilla
se ven favorecidas durante los dos años, mien-
tras que las de Euspinola no lo son en ningún
momento, su presencia es dependiente de sus
hospederos: abejas y avíspas. Dimorphomutilla
formosa es la única especie que muestra evi-
dente recuperación a los dos años de estudio.
AGRADECIMIENTOS: Al Sr. Mario
Elgueta D. por su valiosa ayuda en la determi-
nación del material.
GILLOM, D. é J. PERNES. 1968. Etude de l'efíect du feu de
brousse sur certains groupes d'arthropodes dans une savanne
préforestitre de Cóte D'Ivoire. Ann. Univ. Abidjan, sér. E:
Ecologie, 1(2):113-197.
GILLON, D.,M. BERTRAND, M. ETIENNE, J. LUMARET éz
J.VALETTE.1987. Ecological impact of prescribed winter
burning on fuel breaks in french mediterranean forests. First
results. Ecologia Mediterranea, 13 (4):163-176.
GRANGER, J. 1984. Fire in forest. In: Booyseny Tainton (eds.)
Ecological effects of fire in South African Ecosystems: 177-
197.Ecological Studies 48. Springer-Verlag.
MORONI, J. ££ A. CAMOUSSEIGHT. 1976. Aporte al conoci-
miento de las baratas de Chile. Bol. Soc. Biol. de Concepción,
50: 43-51.
SNELLING, R.£ J. HUNT. 1975. The ants of Chile
(Hym.:Formicidae). Rev. Chilena Ent.,9: 63-120.
PRINCIS, K. 1952. Reports of the Lund University Chile Expedition
1948-49. VIII Blattariac. Lunds Universitets Arsskrift. N.F.
Avd. 2 48(9): 1-11. Analizar tamaño medio del grupo
posincendio.
SAIZ, F. 1990. Incendios forestales en el Parque Nacional La
Campana, Sector Ocoa, V Región, Chile. I. Problema e inci-
dencia de incendios forestales e n Chile, An.Mus.Hist.Nat.,
Valparaíso, 21:
TAINTON, N. 8: M. MENTIS. 1984. Firein grassland.In: Booysen
y Tainton. Ecological effects of fire in South African
Ecosystems: 1 15-147. Ecological Studics 48. Springer-Verlag.
VILLASEÑOR, R. 8 F. SAIZ. 1990. Incendios forestales en el Parque
Nacional La Campana, Sector Ocoa, V Región, Chile. II. Efecto
sobre losestratos arbustivo-arbóreo. An. Mus.Hist.Nal. Valparaíso,21:
¡1 > deb
e
NS
a
mi ñ 6% y
E
ALSO Nav der
ma a edi A
30 obli pers e ¿0060 0 márrstim
“duen erta A
rd
q a
m e 6 ¡Me ur
AO IA AA e A A '
Y Mariana MO A A
mps demegobiols de PAS LANA id rimas orde Mo A A cra
y pl 1009 2 paga e AED id og rra a era
dl ais
ia LS y UA
' ) dad, jaa. A A same Ñ
., PP De Ao redt d
. doit: DEN
j Ñ
Cs añ O o IA MO ni or
¿ REA.
A » AR á
8 Ú A A ” id ds te
hal na E A A
ao A A A A A A
ES > agpu de ra A ma he dt cu?
un! SS faire Al
1 aro E e
"DM 7 Maa + AN E Pp Wi + » AB Mr $ e
] pd la ds ROGAR del p ¿
y ea: AE 4 =P ape k A Pide, E ARALAR
A) d
'
Alien mA tEnA | TA
4 bid + e !
mas ol Ml sal hn il «¡PA TEN FFAA
| dele gir ón ¡7 fp gue E LENE + 7 a , ¡KITA Í ' % . DUI 4 ,
Jan 6 040 FU ds za fo e A JA
¿ , q e 4 7
AA bd, MAT OA ri E E 3
Si 17 1 ei , ee PA AA é
Nr Mi H A y Des rial pl b .
7 APA la e y 8 j ¡ ny ATA Lim
E TA e p E
A Mata teni
. . $ .. a ds rt A] la?
DO GA Ah le
XA pra: ad a 3 Ma
A , ib i .
e E
Francisco Sáiz, Jaime Solervicens y Carlos Vivar Incendios forestales en el parque
INCENDIOS FORESTALES EN EL PARQUE NACIONAL LA CAMPANA
SECTOR OCOA, V REGION, CHILE.
VI. COLEOPTEROS EPIGEOS. IMPACTO Y RECUPERACION. +
FRANCISCO SÁIZ *, JAIME SOLERVICENS ** Y CARLOS VIVAR ***
ABSTRACT
The objective ofthis study isto evaluate both theinmediate effectof fireoverthe Coleopterapopulation andits capacity ofrecuperationina
two yearterm.
With this purpose, aslope of 15?,in an areaaffected by agreat forestry wildfire of native vegetation in the National Park La Campana, Ocoa
Sector, was selected. Init, two adjacent plots, of 70x70 m each, divided in quadrants of 10x 10m, in bumed and unbumed site respectively, were
delimited. In both, randomly, 10pitfalltrapsof permanentactionand periodiccollection (approximately every 35 days) were disposed. Theinvestigation
was helt between 13-04-84 and 25-04-86.
4909 specimens distributedin221 species and40 families arestudied.
Globaly, about 50% of the families of Coleopteraare strongly affected by fire and notmore than 20% show as scanty favoured oras favoured.
A deep changeinthe specific composition and inthe numeric distribution ofthe speciesisoriginated inmediately afterthe fire.
Between the scantily represented families, Buprestidae detaches, whose Mastogenius species are decidely favoured in the but area.
In Lathridiidae, the explosive increment in the burnt area during the first three months after the fire of Coninomus constrictus, an
introduced species, isimpactant.
Other abundants species favoured by the fire are: Paracardiophorus humeralis (Elateridae), Nycterinus rugiceps, Grammicus
chilensis, Nyctopetus maculipennis y Scotobius rugosulus (Tenebrionidae).
Between the abundant species negatively affected by the fire we have: Germarostes posticus (Scarabaeidae), Conosomus solieri y
Loncovilius discoideus (Staphylinidae), Falsodromius erythropus (Carabidae), Archeocrypticus chilensis (Tencbrionidae).
Itisevidentthatitis notfitto qualify theeffectofthe fire forbigtaxonomicunitics, sinceit's very frequent that species of thesame genus show
differentresponses, and even oppossite. Actually, that happens in species of the following genera, between others: Medon (Staphylinidae),
Discopleurus, Praocis (Tenebrionidae), Listroderus y Macrostyphlus (Curculionidac), Mimodromites (Carabidac), Mordella
(Mordellidae), Loberus (Languridae), Trogoderma (Dermestidae).
Species ofambients normaly dryer, heliophilous species, depredators of great vagility, herbivorous that use the herby development thatoccurs -
inthefirstyearafter fire, as well as those that find propitious conditions toovoposition (Buprestidae), are favoured. The ombrophilous species and those
depredators of the faunaassociated to the decomposition of the soil organic matter (like Scydmaenidae, Scaphidiidae and several Staphylinidae, etc)
aredefavoured.
Key Words: Forestry Wildfires,Coleoptera, Families, sp, Diversity, Phenology, Recuperation, National Park, Chile.
INTRODUCCION
Pocos son los trabajos que tratan el efecto de indirectamente afectados por el fuego (Chandler
los incendios forestales sobre las especies del et al 1983). Es lógico pensar que tal efecto es
diferencial en los distintos taxa de acuerdo tanto a
sus habitats, etología y naturaleza de sus ciclos de
desarrollo, como a las características e intensidad
de los incendios.
orden Coleoptera, al igual que para el resto de la
fauna epigea.
La relación de los coleópteros con los incen-
dios va desde aquéllos que con sus actividades
vitales favorecen los incendios al debilitar a los
vegetales (especialmente importante es el rol de
los xilófagos) hasta aquéllos que son directa O
Según Kruger y Bigalke (1984), en bioma de
fynbos, hay poca evidencia de mortalidad directa
por el fuego, pero sí hay un gran cambio en las
j si | ile.Fax:(032)212746
* Ecología, U.Católicade Valparaíso, Casilla4059, Valparaíso, Chile.Fax: (03 /
y os de Entomología, U.MetropolitanadeCs.de la Educación, Casilla 147, Santiago, Chile
*** Museo de Historia Natural de Valparaíso, Casilla 3208, Corrco 3, Valparaíso, Chile.
$ Proyecto Fondecyt 1066/84. Recibido: 10 Septiembre 1992. Aceptado: 26 Enero 1993.
63
Anales Museo de Historia Natural
características del habitat como consecuencia de
él, favoreciendo ciertas estrategias particulares
de forrajeo, el aparecimiento de recursos efíme-
ros como cadáveres, detritus, rebrotes, semillas
en el suelo, etc, factores que afectan dife-
rencialmente a los coleópteros.
Entre las razones de dicha baja mortalidad
hay que considerar la capacidad de escape al
fuego. Se menciona la existencia de especies sen-
sitivas a éste, entre ellas algunas de Carabidae,
quienes han desarrollado capacidades sensoriales
para detectar y responder a un fuego cercano, ya
sea volando o dejándose caer al suelo en busca de
refugio. Aparentemente reaccionan ante sustan-
cias volátiles sólo presentes con altas temperatu-
ras (Gillon y Pernes 1968, Tainton y Mentis 1984).
Existen especies que escapan gracias al
habitat en que ocurre alguno de sus estados de
desarrollo. Por ejemplo, varias especies de
Scarabaeidae que forrajean en inflorescencia de
Protea, pupan bajo los termiteros de Amitermes
hastatus en el período que incluye el fin del verano
y todo el otoño, época en que se producen los
incendios forestales. Además, los adultos no
emergen simultáneamente sino desfasados du-
ránte varias semanas (Kruger 1980, en Kruger y
Bigalke 1984).
- Scarabaeidae de fecas, los que normalmen-
te ponen sus huevos bajo tierra, son capaces de
persistir y recuperarse rápidamente, aún si el fue-
go, directa o indirectamente, ha eliminado a larvas
y adultos (Tainton y Mentis 1984).
Según Gandar (1982, en Trollope 1984), en
estudios en sabana, la población de coleópteros no fué
afectada por el fuego hasta dos meses después de
éste, El autor establece que no hay diferencias signi-
ficativas entre el número de Scarabaeidae y de
Curculionidae de desarrollo larvario edáfico,
emergidos dentro de los dos meses siguientes al incen-
dio, al comparar ambientes quemados y no quemados.
Ello indica que huevos, larvas y pupas, que viven en el
suelo, no fueron afectados directamente por el fuego.
Sin embargo, posteriormente, las poblaciones decre-
cen por desecamiento edáfico (alta insolación) y por
falta de recursos alimentarios. Esto último es explicable
por la disminución de raíces y bulbos y por el decremento
en la cantidad de carbohidratos en las raíces por
derivación de ellos a las necesidades del nuevo creci-
miento o rebrote. El mismo autor sostiene que los
insectos arbóreos no sobreviven bien a los incendios.
Gillon (1970) también en sabana, indica reducciones
de Carabidae a un 43% de los individuos después del
incendio y a 7% después de un mes. Gillon y Pemes
(1968), 10 meses después de incendios de sabana
informan de los siguientes cambios:
ña
« |[Coleoptera
Vol.2],1990
% % %
poda Ant
Carabldae
Resto
En bosques de pino en Estados Unidos se
detecta decremento de las densidades de
coleópteros en un 60 a 75% (según varios autores,
en Alghren 1974). En Australia, también en pinos
radiata, French y Keirle (1969, en Ahlgren 1974)
indican que Carabidae y Scarabaeidae son los
primeros en recolonizar el área quemada después
de ser reducidos drásticamente.
Gillon et al (1987), en estudios en bosques
mediterráneos franceses, entregan la siguiente
información en cuanto a individuos colectadas en
trampas (pit fall) al comparar incendios prescritos
(o programados) versus clareado de bosque €
incendios no prescritos versus control:
Incendios (N” de individuos)
40 120 -
ON
CAE
Eo pe ej]
Estos mismos autores indican que incendios
prescritos de invierno afectan significativamente
a Scarabaeidae, mientras que las familias más
forestales o higrófilas decaen poco, a la vez que las
más xéricas y heliófilas aumentan. Un año después
del incendio las especies heliófilas y fitófagas re-
emplazan a los otros tipos tróficos, como es el caso
de Buprestidae. Igualmente, sostienen que el efec-
to de los incendios prescritos es muy inferior al de
los no prescritos por comprometer solo al
sotobosque y desarrollar temperaturas inferiores
y con menor tiempo de permanencia. Los incen-
dios no prescritos provocan un mayor desbalance
en la estructura comunitaria.
Un factor adicional de muerte es la atracción
que produce el calor, la llama o el olor del humo
sobre algunas especies. Algunos representantes
Familia
Coleoptera
Carabidac
Francisco Sáiz, Jaime Solervicens y Carlos Vivar
de Buprestidae, gracias a sensores infrarojos aso-
ciados con la preparación de la cópula pueden
detectar incendios a grandes distancias (100-160
kms) y son atraídos por el fuego. La hembras dejan
los huevos en madera carbonizada (Komareck
1969 en Chandler ct al 1983). En bosques de
Bielorusia algunas larvas de elatéridos sólo ocu-
rren en terrenos quemados, las de otras especies
en zonas no incendiadas (Rubzova 1967, en
Ahlgren 1974). Por otra parte, la atracción al habitus
y al olor de los árboles quemados puede concurrir
a explicar el incremento de algunas especies
(Chandler et al 1983, Daubenmaire 1968).
Un elemento importante en la capacidad de
recuperación de la artropodofauna epigea es la
alta fecundidad de las especies (Tainton y Mentis
1984).
Nada conocemos al respecto en relación a
los incendios forestales en Chile.
Los objetivos del presente trabajo son, en
consecuencia:
1.- Evaluar el impacto inmediato del fuego en
las poblaciones de coleópteros epigeos.
2.- Evaluar la capacidad de recuperación de
las respectivas especies y grupos mayo-
res de coleópteros.
METODOLOGIA
La investigación se realizó en una ladera de
exposición Norte, de 15? de inclinación, inserta en un
área afectada por un gran incendio accidental que
comprometió diversas formaciones vegetales del P.N.
La Campana, sector Palmas de Ocoa (V región), a
fines de febrero de 1984 (Villaseñor y Sáiz 1990).
En ella se seleccionaron dos parcelas de 70 x 30
m dispuestas con su lado menor en el sentido de la altura
del cerro, una en el área Quemada y otra en el sector
No Quemado adyacente y con escasa distancia entre
ellas. Cada parcela se subdividió en 21 cuadrantes de
10 x 10 m, de los cuales se seleccionaron 10 al azar,
ubicándose en cada una de ellos una trampa de
intercepción (pit fall), de manera de cubrir, al menos
con tres trampas, cada secuencia de altura (Sáiz.
1990).
Las trampas son de acción permanente, retirán-
dose su contenido con intervalos aproximados de 35
días. La duración total del muestreo abarcó desde el
13-04-1984 al 25-04-1986.
fAnthicidue
Incendios forestales en el parque...
RESULTADOS Y DISCUSION
1.- MATERIAL ESTUDIADO Y VISION
GLOBAL.
En total se estudiaron 4 909 ejemplares
distribuídos en 221 especies y 40 familias. El núme-
ro de especies y de individuos y la diversidad
específica por familia (H'), sector afectado y no
afectado por el fuego se presentan en la Cuadro 1.
Además, se incluye una evaluación de la similitud
de las taxocenosis de coleópteros entre área que-
mada y no quemada, tanto a nivel taxonómico (Sj)
como biocenótico (Sw) (Sáiz 1980).
CUADRO 1.-
N” DE INDIVIDUOS Y DE ESPECIES Y DIVERSIDAD
ESPECIFICA (H”) POR FAMILIAS DECOLEOPTERA Y
SECTORES. SIMILITUDTAXONOMICA (SJ) Y
BIOCENOTICA (SW) ENTRESECTORES.
No Quemado Quemado Total | Similitud
Ind. H | Sp
Familia
Cupesidae
Carabidae
Staphylinidae
Pselaphidae
Leiodidae
Scydmaenidae
Scaphidilidae
Histeriade
Meloidae
Nitidulidae
Coccinellidae
Lathridilidae
Colydiidae
Mycetophagidae
Cerambycidae
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
152 245 51 160 245 55 221 490 04 06
Anales Museo de Historia Natural
Las familias específica y numéricamente
más representadas son: Carabidae, Staphylinidae,
Scarabaeidae, Tenebrionidae, Coccinellidae,
Chrysomelidae y Curculionidae. A ellas debe agre-
garse Anobiidae por su elevado número de espe-
cies y Elateridae, Cryptophagidae y Lathridiidae
por su representación numérica, aunque
específicamente redundante. Los valores de di-
versidad específica (H”) por sectores quemado y
no “quemado ratifican esta aseveración.
Del análisis global del Cuadro se concluye
que, evaluado el grado de similitud entre sectores
No Quemado y Quemado en los dos años de estu-
dio, el 55% de las familias presentan baja similitud
taxonómica (Sj < 0.4), 22.5% similitud media (0.4
< Sj > 0.7) y 22.5% alta (0.7 < Sj > 1.0). Desde el
punto de vista biocenótico los valores son: baja
similitud (Sw < 0.4) el 40%, mediana (0.4 < Sw >
0.7) el 20% y alta (0.7 < Sw > 1.0) el 40%.La alta
similitud está parcialmente relacionada con el bajo
número de especies presentes.
Ello significa que, globalmente, alrededor
del 50% de las familias son fuertemente afectadas
y no más del 20% se presentan como poco
desfavorecidas.
2.- ANALISIS DE LA RESPUESTA
GLOBAL DE COLEOPTERA.
Con el fin de hacer resaltar la respuesta
global del orden Coleoptera al incendio forestal, se
procedió a subdividir el tiempo de investigación en
algunos períodos característicos y comparables
(Cuadro 2): I= impacto, ll= invierno, Ml= primave-
ra-verano, 1V= otoño-invierno y V= primavera-
verano.
CUADRO?2.-
COLEOPTERA TOTAL: DENSIDAD, N* DEESPECIES Y
DIVERSIDAD ESPECIFICA Y SIMILITUDES ENTRE
SECTORES.
| Densidad | Especies | Diversidad |
Ea
| mao [| o [o] oa Tx]
[Jose] oa] apo] | 08]
Ear e
ll a o a
uan 09033007
EE,
N.Q.= No Quemado; Q= Quemado.
Sj = Similitud taxonómica, Índice de Jaccard |
Sw = Similitud biocenótica, Índice de Winer
66
Vol.21,1990
2.1.- Impacto (45-87 días después del incen-
dio, I período).
El Cuadro 2 no muestra mayores diferencias
en los valores de densidad, riqueza de especies y
diversidad específica entre área quemada y no
quemada. Sin embargo, los bajos valores de simi-
litud indican claramente que los taxa involucrados
difieren bastante entre ambos sectores, tanto en su
composición específica como en la abundancia de
las poblaciones respectivas.
2.2.- Recuperación (dos años, períodos II a V).
En general, se presenta un incremento de las
variables consideradas a lo largo del tiempo, reflejan-
do a su vez las variaciones estacionales, con máximos
en primavera-verano, y el efecto depresivo de otoño-
invierno. Los valores de diversidad y, particularmente,
los de similitud biocenótica, muestran mayor variabi-
lidad en el sector Quemado, como pudiera esperarse
en una zona cuya comunidad de insectos comienza a
reorganizarse con elementos de diferentes proceden-
cias. La variación de la similitud biocenótica es impu-
table a la desaparición de especies con poca represen-
tación y consecuente mayor abundancia relativa de las
persistentes comunes.
Globalmente, es visible una tendencia de recu-
peración de la coleopterofauna del área quemada, la
cual está dada por las respuestas propias de las familias
y especies de coleópteros involucrados, lo que se
analizará más adelante. Esta recuperación es sola-
mente parcial, como lo expresa la similitud taxonómica
(Sp), índice de un grado importante aún de alteración.
3.- ANALISIS POR FAMILIAS Y ESPECIES.
Para el análisis que sigue debe considerarse
también el Anexo 1 con los nombres específicos y las
cantidades de individuos colectados en área Quemada
y No Quemada, el que se ha incorporado antes de la
Bibliografía.
A.- Familias representadas por pocas especies
e individuos.
Los Cuadros 3 y 4 nos permiten visualizar
comparativamente la evolución de las diversidades
específicas (H”) de varias familias de Coleoptera en
áreas Quemada y No Quemada, el grado de similitud
taxonómica (Sj) y biocenótica (Sw) y la relación de
densidad entre No Quemado y Quemado de sus
respectivas composiciones específicas.
Francisco Sáiz, Jaime Solervicens y Carlos Vivar
Incendios forestales en el parque...
CUADRO3.-
DIVERSIDAD ESPECIFICA Y SIMILITUD POR SECTORES
ENTRE SECTORES PARA FAMILIAS REPRESE
DIVERSIDAD ESPECIFICA (H')
NO QUEMADO QUEMADO
ij ja] vPr[nJm
| Scaphidiidue
2
Meloidae
B- Familias representadas por 2 especies
Byrrhidae
Languriidae
0 0.98 0 0.53 0.92
-: ausencia de especie ; 0: diversidad 0
Si bien las especies de las familias del
subgrupo A (Cuadro 3 y Anexo 1) están poco
representadas, es posible distinguir dos grandes
tendencias, especialmente al analizar la relación
NQ/Q:
- familias desfavorecidas en área quemada:
Scydmaenidae (Fig. 1), la cual sólo está en área
quemada en el segundo otoño-invierno después del
incendio, Karumiidae (Pleolobus fuscescens),
Colydiidae, Scaphidiidae (Fig. 1), especie prefe-
rente del área control, con desfavorabilidad decre-
ciente en el tiempo, y Scraptiidae (Scraptia sp).
-familias favorecidas por el incendio:
Cupedidae (Prolixocupes latreillei), Histeridae
(Xerosaprinus lubricus), Mycetophagidae Sp,
Meloidae (Anthicoxenus sp), Peltidae
(Diontolobus punctipennis), Anthicidae
(Ischyropalpus maculosus), Lampyridae
(Pyractonema sp) y Oedemeridae (Ananca
lineata).
QUEMADO Y NO QUEMADO Y RELACION DE DENSID
AD
NTADAS CON 1,2 Y 3 ESPECIES, POR PERIODOS.
10 05 10 08 1.0 0.99 0| 0.1 0.77 1.33 0.82
C- familias representadas por 3 especies
O 0.54 0.36 O 1.20 8.00
- 0,42 SL - LEO - 0.08
eo - 2.00 - 0,25
0 - 0.25
La escasa representación de las especies de las
familias del subgrupo B (Cuadro 3 y Anexo 1), tampo-
co permite mayores conclusiones. En general, los
adultos son de primavera-verano, por lo que el efecto
inmediato del incendio no es detectable a excepción de
Byrrhidae, una de cuyas especies es exclusiva del área
no quemada y, la otra, es inicialmente favorecida por
el fuego, efecto que se pierde con el tiempo. Languniidae
presenta sendas especies del género Loberus exclu-
sivas de áreas quemada y no quemada. Finalmente,
Buprestidae (Mastogenius parallelus y b sp) es
definitivamente favorecida en las áreas quemadas,
situación bien documentado en la literatura y expuesta
en la introducción de este trabajo.
Entre las familias componentes del subgrupo C
(Cuadro 3 y Anexo 1), Pselaphidae es desfavorecido
en área quemada en dos especies, mientras que una
especie es favorecida parcialmente. La aparente
favorabilidad para Bruchidae ( Acanthoscelides sp,
Lithraeus egenus y L. scutellaris), puede estar
relacionada con la mayor susceptibilidad de las semi-
llas en área quemada.
Anales Museo de Historia Natural
Vol21,1990 |
Fig.1.-Evolución de la densidad (Pr/Tr/Día) por períodos y sectores No Quemados y Quemado de: Paracardiophorus humeralis
(Elateridac), Scaphidiidaesp y Scydmaenidaesp.. .
Paracardiophorus humeralis
48
36
24
Z
5 1,2
2
a
Ñ 0.0
e
y 2.4
a
a
1,2
00
No quemado
Sin embargo, las bajas densidades de las espe-
cies del subgrupo no permiten definiciones más con-
cretas.
De los Cerambycidae (Cuadro 3 y Anexo 1),
todos escasamente representados, Emphitoecia
suturella sólo está en área quemada, mientras que
Callideriphus laetus lo está en área no quemada.
Scaphidiidae sp.
FP
Scydmaenidae sp.
VU ANA ES
BA - 85 86
A ——S—GG5—0+
AMY JA CS ON DJE A J"J"A"S "0 N DJE"F "MUA
8 85 86
Quemado
Microcleptes araneus se muestra indiferente entre
ambos sectores.
En cuanto a Melyridae (Cuadro 3 y Anexo 1), una
especie de Amecocerus es fuertemente desfavorecida
por el incendio, mientras otra prefiere el área quemada
y la tercera está representada por un ejemplar en esta
misma área.
CUADRO4.-
DIVERSIDAD ESPECIFICA Y SIMILITUD POR SECTORES QUEMADO Y NO QUEMADO Y RELACION DE DENSIDAD
ENTRE SECTORES PARA FAMILIAS REPRESENTADAS CON 4,5 Y 6 ESPECIES, POR PERIODOS.
|
l
NL
-: ausencia de especia ; 0; diversidad 0
10 0.70
08 097
AR
Francisco Sáiz, Jaime Solervicens y Carlos Vivar
Las especies de las familias consideradas en la
Cuadro 4 son prioritariamente de privera-verano, a
excepción de Nitidulidae y Elateridae, presentes todo
el año.
Los Leiodidae (Cuadro 4 y Anexo 1) están
escasamente representados, presentando dos espe-
cies desfavorecidas en área quemada (incluído
Hydnobiotus bimaculatus), mientras que Eupela-
tes transverse-strigosus y Colon sp estarían favo-
recidas por el incendio.
Incendios forestales en el parque...
En Cantharidae (Cuadro 4 y Anexo 1), Haplous
variabilis sólo está presente en área no quemada;
mientras Haplous chilensis se muestra indiferente.
Las dos especies restantes, poco representadas, se
distribuyen una en cada área.
Cryptophagidae, familia con 4 especies re-
colectadas, presenta una especie dominante, +
Chiliotis sp (Fig. 2), parcialmente favorecida por
el área quemada. Las restantes especies,todas del
género Stengita, sólo constituyen el 0.53% del
total de ejemplares colectados; dos ocurren en
área no quemada y una en quemada.
Fig.2.- Evolución dela densidad (Pr/Tr/Día) por períodos y sectores No Quemado y Quemado de: Chiliotissp
(Cryptophagidae y Coninomues constrictus(Lathridiidac)
Pr./ Tr. /Día =100
>
Chiliotis sp.
A AAA A
ATA o Je FM TA MIT AUS ON DJE FF MA
84 | 85 ARE
No quemado
Scolytidaec está representada por 4 especies,
tres de las cuales son favorecidas por el área
quemada incluyendo a Pityophthorus corticalis,
la especie con más individuos.
La familia Bostrichidae (Cuadro 4 y Anexo
1) tiene a Dexicrates robustus y Lyctus cinereus
sólo en área quemada, a Prostephanus sulcicollis
sin tendencia entre ambos sectores y a una espe-
cie, representada por un individuo, en área no
quemada.
69
Coninomus constrictus
L]
DAD RSDao POCA RDoDno PRI
B4 85 86
Quemado
De las 5 especies de Nitidulidae (Cuadro 4 y
Anexo 1), tres sólo están en área quemada y con
escaso número de individuos, entre ellas
Carpophilus hemipterus y Cybocephalus sp.
En cambio, Cryptarcha lineola, bien representa-
da, tiene cierta preferencia por el sector incendia-
do, dando las características generales de res-
puesta de la familia al bajar su presencia en este
sector en el último período de la investigación.
Epuraeopsis sp está representada por un indivi-
duo en área no quemada.
Vol.21,1990
Anales Museo de Historia Natural
En Elateridae (Cuadro 4 y Anexo 1), familia representada en área quemada. Mordella vidua
representada por 5 especies y 251 individuos, des- y Mordella sp 1, si bien están en ambos sectores,
taca la alta representación de Paracardiophorus aparecen como favorecidas por el incendio.
humeralis (Fig. 1), el que si bien está presente en Mordella argentipunctata y M. fumosa no mues-
ambos sectores predomina en área quemada du- tran tendencias definidas, aunque tienen mayor
rante los dos años de investigación en primavera- número de individuos en área control.
verano. Deromecus carinatus y Elater ruficollis Los Ptinidae comprenden 6 especies del gé-
son desfavorecidos por el incendio, mientras que nero Ptinus; están presentes prácticamente todo
Nyctophyxis ocellatus solo tiene representan- el año (Cuadro 4 y Anexo 1), situación dada casi
tes en área quemada. Finalmente, Cardiophorus exclusivamente por la especie dominante. En ge-
sp no muestra tendencia definida. neral parecen fuertemente afectadas por el fuego.
Las seis especies de Cleridae (Cuadro 4 y Tres especies, incluída la dominante, no aparecen
Anexo 1) están escasamente representadas, en- en área quemada, una es indiferente y las dos
contrándose sólo en área quemada a restantes ocurren en área quemada y estan repre-
Eurymetopum longulum, Tarsostenus sentadas por un individuo cada una.
univittatus, Natalis laplacei y Gregya sp y, en Dermestidae, familia en general favorecida
área no quemada, a Epiclines basalis y por el área quemada; sus especies , del género
Eurymetopum maculatum, propias de formacio- Trogoderma, son de primavera-verano y presen-
nes esclerófilas y xerófilas. tes en muy baja densidad. Una de ellas presente
Las especies de Mordellidae (Cuadro 4 y sólo en área quemada, 2 en no quemada y dos con
Anexo 1) se encuentran en ambos sectores a preferencias por áreas quemadas y no quemadas
excepción de Mordella luctuosa escasamente respectivamente (Cuadro y Anexo 1).
CUADROS.-
DIVERSIDAD ESPECIFICA Y SIMILITUD POR SECTORES QUEMADO Y NO QUEMADO Y RELACION DE DENSIDAD
ENTRE SECTORES PARA FAMILIAS REPRESENTADAS CON 9 Y 12 ESPECIES, PORPERIODOS.
DIVERSIDAD ESPECIFICA (H') SIMILITUDES | NQR (densidad)
o a
A- Familias representadas por 9 especies
- 0 1.68 - 1.55| 0 - 0.9] - 0 0 0040 - 0 0.000.058 -000| 0 660 - 80
0 1.50 141 1.50 2.13|0.11 0.41 0 19 10/ 00.67 0,33 0.17 0.14] 0 0.48 0.78 0.31 0.64/0.03 0.33 8.00 0.80 6.0
B- Familias representadas por 12 especies
Coccinellidae - 0.163 1.92 1.75/ 0 1.0 1.71 0 15| 0 0.00 0017 0 0.004 0.017
-: ausencia de especie; 0: diversidad O
O 1.00 0.66 5.00 0.8
La familia Anobiidae está representada por 9 especies representadas por un individuo cada una en
especies y, en general, es fuertemente afectada por el área quemada (Melanophthalma sp 1 y Corticaria sp)
fuego, especialmente para Ascutotheca sp y en menor (Cuadro 5 y Anexo 1).
grado para Stichtoptycus spp. Las dos especies En la familia Coccinellidae, de las 12 especies
propias del área incendiada están representadas sólo recolectadas, cinco son favorecidas en área quemada
por 1 individuo cada una (Byrrhodes bimaculatus y entre ellas :Coccinella eryngii, Scymnus bicdlor
Anobiidae sp). Hadrobregmus sp aparece como Eriopis connexa, Hyperaspis sphaeridioides. El
indiferente. (Cuadro 53 y Anexo 1). resto es afectado negativamente por el fuego, especial-
Lathridiidae, familia representada por 9 espe- mente Rhyzobius sp en la primera primavera-verano
cies y 120 ejemplares, inicialmente se ve muy favore- efecto que desaparece en igual período del segundo o
cida por el incendio mediante una especie introducida, Entre este tipo de especies está Pseudadonia chiliana,
la que presenta explosión de densidad en los dos Scymnus vittatus, Adalia deficiens y Curimus ruizi
primeros meses después del incendio (Coninomus (Cuadro 5 y Anexo 1).
Fei Fig. 2). El resto es propio (2 especies de
idius, una de Metophthalmus y Melanophthalma B.- Famili 1 specífi
pilosa) o preferente (2 especies, Metophthalmus sp 1 ca y oa: A
y Lathridiidae sp 1) del área no quemada, excepto 2
AN
Francisco Sáiz, Jaime Solervicens y Carlos Vivar Incendios foresta) 1
ncendios forestales enel parque...
CARABIDAE.- (Cuadro 6 y Anexo 1). Repre-
sentada 346 individuos y 16 especies. Familia, analizada
en conjunto, fuertemente afectada por el fuego y con
clara recuperación en el segundo año de estudio (com-
paración períodos II-IV y IMI-V). La bajas similitudes son
índice de separación de especies entre ambos sectores
considerados. Apterodromites saizi (Fig. 3),
Mimodromites guttula y un Trechisibus sólo están
presentes en sector no quemado. Feronia meticulosa
(Fig. 3 ) y Falsodromius erythropus (Fig. 3) si bien
están en ambos sectores, muestran clara preferencia
por el área no quemada. Cnemalobus cyaneus (Fig. 4)
es abundante en ambos sectores, pero muestra prefe-
rencia por la parte quemada. El resto de las especies es
favorecida en el área incendiada.
Fig.3.- Evolución deladensidad(Pr/T r/Día) por períodos y sectores No Quemado y Quemado de: Protopsilaphanotata(Chrysomelidac),
Aperodromites saizi, Falsodromius erythropus y Feronia meticulosa?.(Carabidac)
Protopsilapha notata
0 A A A APENAS A A EA
Falsodromius erythropus
eg a
Apterodromites saizi
Pr./ Tr./ Día x100
a
57
Feronia meticulosa
, e E Lá ad
o 15) E Fo)
ES il > E O E E | Y E E O ES E E] A A O A |
A UU UNNE
B4 85 86 84 85 86
No quemado Quemado
STAPHYLINIDAE.- Cuadro 7 y Anexo
CUADRO6.- 1.- Familia representada por 624 individuos y
CARABIDAE: DIVERSIDAD ESPECIFICA Y SIMILITUD 24 especies, 14 de las cuales son
POR SECTORES ERE SECTORES POR Aleocharinae. La familia se ve inicialmente
A : favorecida por especies en gran parte dife-
rentes a las del área no quemada (similitudes
muy bajas), manifestándose cierta
recuperabilidad al cabo de dos años, espe-
cialmente en cuanto a similitud taxonómica y
relación NQ/Q. Solamente 4 especies apare-
cen como exclusivas del área quemada:
Bledius ignotus y tres Aleocharinae (Fig.5).
Como especies exclusivas del área no que-
mada aparecen 8 especies escasamente
representadas: Pseudolathra dimidiata y 7
Aleocharinae.
Anales Museo de Historia Natural
Vol.21,1990
Fig.4.- Evolución de la densidad (Pr/Tr/Día) por períodos y sectores No Quemado y Quemado de: Nyctopetus maculipennis,
Aspidolobus sp (Tenebrionidac), Dyctineis sp (Chrysomelidae) y Cnemalobus cyaneus (Carabidac),
Nyctopetus maculipennis
É a ]
0.0
Aspidolobus sp.
> 0 AA A co O E
=
ES Dyctineis sp.
a
BO
E 28
de
a
1.2 |
00 no Tr
Cnemalobus cyaneus
12
00 ME E al IR 2
AM J JAS ON DE F MA MJ] JUAS ON DJEFMA AMIJ JJ ASONDJEFMAMJ JASON DJEFMA
84 | 85 | 86 84 85 86
No quemado Quemado
De las especies presentes en ambos sectores (Fig.6), Conosomus solieri, la más afectada (Fig. 6),
serían favorecidas por el área quemada: Medon vittatipennis en menor proporción (Fig.6),
Homalotrichus substriatus (Fig. 5), Atheta
obscuripennis (Fig.5), dos Aleocharinae y en alguna
medida Medon obscuriventer (Fig.5). Entre las
especies afectadas por el fuego están : Loncovilius
discoideus (Fig.6), Cheilocolpus pyrostoma
Bolitobius seriaticollis y un Aleocharinae. Stenus
gayi aparecería como favorecido por el incendio pero
su baja densidad no permite conclusiones definitivas,
ya que es una especie asociada a la presencia de focos
de agua.
Fig.5.- Evolución de la densidad (Pr/Tr/Día) por períodos y sectores No Quemado y Quemado de: Aleocharini sp, Atheta obscuripennis,
Homalotrichus substriatus y Medon obscuriventer, (Staphylinidae).
1.2
E
Aleocharini sp
E sra IBER] == rica Y
Átheta obscuripennis
Pr./ Tr. / Día =100
qe =>
A >
¡E E Eiili)
nie IMM ARTS ea
B4 85 86
No quemado
aba)
A
Homalotrichus subsiriatus
Medon obscurlventer
ca td ri a EA IT
HEEE
NEO CACAO A
84 Ba5 B6
Quemado
Francisco Sáiz, Jaime Solervicens y Carlos Vivar
Fig.6.- Evolución de la densidad (Pr/Tr/Día)
Medon vittatipennis,
Incendios forestalesenel parque...
por períodos y sectores No Quemado y Quemado de: Conosomus solieri,
Cheilocolpus pyrostoma y Loncovilius discoideus (Staphylinaidac).
Conosomus soller|
PEA
Medon vittatipennis
1.2
Pr./ Tr. /Día x100
al Loa
Chellocolpus pyrostoma
1.2
0.0 CES ARAN
O
a A
2.0 Loncovilius discoideus
1.2
0.0 (A dl (IC E
A'M "3" A "5 0 MN DEF 'M'A DM J JAS O NM DÍIE'F MA A MJ JAS OM DJEF MA DM JJ AS OM DE FMA
85 B6 84 | 85 5
No quemado Quemado
CUADRO7.-
STAPHYLINIDAE: DIVERSIDAD ESPECIFICA Y
SIMILITUD PORSECTORES NO QUEMADO Y QUEMA-
DO Y RELACION DE DENSIDAD ENTRE SECTORES,
POR PERIODOS.
Períodos Diversidad (H”)
SCARABAEIDAE.- Cuadro 8 y Anexo 1.
Familia representada por 753 individuos y 11 espe-
cies. Familia inicialmente afectada por el incendio,
siendo favorecidas en primavera-verano (perío-
dos III y V) las especies del área quemada. Una
especie, dominante y común a ambos sectores,
concentra más del 87% de los individuos colec-
tados y es drásticamente afectada por el fuego
(Germarostes posticus, Fig.7); su actividad se
centra particularmente en otoño-invierno en am-
bos años de observación. Seis especies, escasa-
mente representadas, son exclusivas del área que-
mada: 2 Sericoides, Pacuvia castanca,
Aulacopalpus ciliatus, Pristerophorus
picipennis y Schizochelus pubescens. Sola-
mente Aphodius granarius aparece como exclu-
siva del área no quemada, pero con escasa repre-
sentación. De las especies presentes en ambos
sectores es favorecida por el sector incendiado
Athlia rustica (Fig.7). Polynoncus bullatus y
Oryctomorphus maculicollis se muestran más o
menos indiferentes.
CUADROS8.-
SCARABAEIDAE: DIVERSIDAD ESPECIFICA Y SIMILI-
TUD POR SECTORES NO QUEMADO Y QUEMADO Y
RELACION DE DENSIDAD ENTRE SECTORES, POR
PERIODOS.
Diversidad (H”)
Anales Museode Historia Natural
Vol.21,199)
Fig.7.- Evolución de ladensidad (Pr/Tr/Día) por períodos y sectores No Quemado y Quemado de: Hypselops obloniga (Tenebrionidac),
Athlia rustica y Germarostes posticus (Scarabaeidae),.
Hypselops oblonga
= 100
a
AA AAA 4
*100
2.4
1.2
0.0 A O AA
Pr./ Tr. / Día
A a al
Athlia rustica
10 Germarostes posticus
6.0
4.8
3.6
2.4
1.2 | | f
0.0
ARO DAA o O ndo
No quemado
TENEBRIONIDAE.- Cuadro 9 y Anexo 1l.-
Familia representada por 1131 individuos y 18
especies, inicialmente es impactada muy negati-
vamente por el incendio. Posteriormente, predo-
minan los individuos de las especies que prefieren
el área quemada, incrementándose la similitud
taxonómica en primavera-verano. Tres especies,
OOO O O AO A
Quemado
con escasa representación, aparecen como ex-
clusivas de área quemada: Arthroconus sp,
Entomochilus tomentosus y Discopleurus
quadricollis. Por su parte, —Gyriosomus
laevigatus y Penaus penai, también escasa-
mente representados, se colectaron sólo en área
no quemada.
Fig.8.- Evolución de la densidad (Pr/Tr/Día) por períodos y sectores No Quemado y Quemado de: Apocrypha globosa, Praocis castanea y
Archeocrypticus chilensis, Apocrypha globosa (Tenebrionidae).
Apocrypha globosa
Er
ET APN
Praocis castanea
el
244
HA
. “Za
2 .
a
z ]
E
ES
E
=
ASNO TT TT TOT Ane CU
Bb 85 86
No quemado
E MIOS E PA
Archeocryplicus chilensis
a
E qe NO AD
Quemado
Francisco Sáiz, Jaime Solervicens y Carlos Vivar
Del resto de las especies, son favoreci-
das por área incendiada: Nycterinus
rugiceps (Fig.9), Scotobius rugosulus
(Fig.9), Grammicus chilensis (Fig.9) en alta
proporción, Discopleurus acuminatus,
Nyctopetus maculipennis- (Fig.4) en alta
proporción, Praocis costatula, Aspidolobus
sp (Fig.4), Hypselops oblonga (Fig. 7),
En cambio, son drásticamente afectadas por
el fuego Archeocrypticus chilensis (Fig.8),
Apocrypha globosa (Fig.8) y Praocis
castanea (Fig.8), siendo Apocrypha
elegans una especie indiferente.
Incendios forestales en el parqu-...
CUADRO9.-
TENEBRIONIDAE: DIVERSIDAD ESPECIFICA Y
SIMILITUD POR SECTORES NO QUEMADO Y QUEMA-
DO Y RELACION DE DENSIDADENTRE SECTORES,
POR PERIODOS.
Fig.9.- Evolución de ladensidad (Pr/Tr/Día) por períodos y sectores No Quemado y Quemado de: Scotobiusrugosulus,
Grammicus chilensis y Nycterinus rugiceps, (Tenebrionidae).
Scotobius rugosulus
2.4
1.2 | |
0.0 -
4.8, Grammicus chilensis
S
1
1] 36
l=]
ss
o 2,4
”
e
a 12
A A AAAAAAÁ - _—_ ==
2.4 Nycterinus rugiceps
1.2
0.0 A
Si a
B4 85 86
No quemado
CHRYSOMELIDAE.- Cuadro 10 y
Anexo 1. Familia representada por 148 indi-
viduos y 16 especies, con muy baja similitud
taxonómica entre sectores. Del total de espe-
cies, 5 son propias del área no quemada:
Procalus malaisei, Pachybrachis gayi,
Temnodachrys gayi, Hemiglyptus
annulicornis y Protopsilapha sp 2, todas
muy escasamente representadas. Hay seis
especies propias de no quemado, destacando
Grammicopterus flavescens por su mode-
rada representación; el resto, incluído
AM" JJ J'A CS OM DJEF CMA MJ JA CS ON DJE F MA
84 85 [EE
Quemado
Procalus viridis, está escasamente repre-
sentado.
De las especies presentes en ambos sec-
tores, son afectadas negativamente por el
incendio Protopsilapha notata (Fig.3) y
Psathyrocerus pallipes. Longitarsus
philippi parece estar favorecida por el in-
cendio. Como poco afectada se presenta
Dyctineis sp (Fig.4) y Protopsilapha sp 1.
Anales Musco de Historia Natural
CUADRO 10.-
CHRYSOMELIDAE: DIVERSIDAD ESPECIFICA Y
SIMILITUD POR SECTORES NO QUEMADO Y QUEMA-
DO Y RELACION DE DENSIDAD ENTRE SECTORES,
POR PERIODOS.
CURCULIONIDAE.- Cuadro 1l1l y
Anexo 1. Familia representada por 290 indi-
viduos y 26 especies. Globalmente es favore-
cida inicialmente por el incendio, efecto que
se pierde a partir de la primera primavera-
verano. Del total, nueve especies escasa-
mente representadas son exclusivas del área
incendiada: Cylydrorhinus sp l,
Cyphometopus sp, Listroderus annulipes,
Sibinia albovittata, Chilebaris tenuis,
Minoarthrus sp, Apocnemidophorus
obsoletus, Macrostyphlus sp 3 y una no
determinada.
Solamente tres especies, también esca-
samente representadas, aparecen como ex-
clusivas del área no incendiada: Acalles sp 2,
Vol.21,1990 '
CUADRO 11.-
CURCULIONIDAE: DIVERSIDAD ESPECIFICA Y
SIMILITUD POR SECTORES NO QUEMADO Y QUEMA- '
DO Y RELACION DE DENSIDAD ENTRE SECTORES,
POR PERIODOS.
Ryephenes squamiger y Cylydrorhinus
sp 2.
El resto de las especies muestran prefe-
rencia por uno u otro sector. Son preferentes
del control, es decir, afectadas negativamen-
te por el incendio, las siguientes:
Macrostyphlus sp 2, Listroderus robustus,
Pentarthrum castaneum, Acalles sp 1 y 3,
Cnemecoelus sp 1 y 2 (Fig.10),
Geniocremnus chilense. En cambio, esta-
rían favorecidas en el área quemada:
Macrostyphlus sp 1, Listroderus
cinerarius, L. erinaceus, L. tuberculosus
(Fig.10) y b (Fig.10). Listroderus
plannipennis (Fig.10), en cambio, se mues-
tra indiferente.
Fig.10.-Evoluciónde ladensidad (Pr/Tr/Día) por períodos y sectores No Quemado y Quemado de: Cnemecoelussp,
Porteriella brevis, Listroderus planipennis y L. tuberculosus (Curculionidae).
Cnemecoelus sp.
E e IN
Porteriella brevis
Pr./ Tr. /Día x100
AMIA SO Mole FA IA STO o FA
B4 | 85 ee
No quemado
|
|
Listroderus plannipennis
A A
Listroderus tuberculosus
INTO po pi OO Liso
B4 85 86
Quemado
Francisco Sáiz, Jaime Solervicens y Carlos Vivar
CONCLUSIONES
Globalmente, alrededor del 50% de las
familias de coleópteros son fuertemente afec-
tadas por el incendio y no más del 20% se
presentan como poco desfavorecidas, o como
favorecidas.
Inicialmente después del incendio no hay
diferencias mayores en la cantidad de
coleópteros entre áreas quemada y no que-
mada, pero sí un profundo cambio en la com-
posición específica y en la distribución numé-
rica de las especies.
Después del período inicial o de impacto
del incendio se aprecia un incremento de los
valores de densidad de captura, número de
especies, diversidad y similitud, con oscila-
ciones debidas al efecto estacional del clima.
Al final de 2 años de estudio la similitud
taxonómica llega a 0.37 en la última época de
primavera-verano, en una secuencia prácti-
camente creciente. En ese mismo lapso, la
similitud biocenótica ha aumentado de 0.09 a
0.52, con máximos de otoño-invierno de has-
ta 0.83. En conjunto reflejan bajo nivel, de
recuperación de la coleopterofauna del área
quemada.
Entre las familias representadas por
una, dos o tres especies, destaca Brupestidae,
cuyas especies de Mastogenius son decidi-
damente favorecidas en el área quemada.
En Lathridiidae es impactante el explo-
sivo aumento postincendio de Coninomus
constrictus en área quemada, especie intro-
ducida, la cual casi desaparece después de
tres meses.
Otras especies abundantes y favoreci-
das por el incendio son: Paracardiophorus
humeralis (Elateridae), Nycterinus
rugiceps, Grammicus chilensis,
Nyctopetus maculipennis y Scotobius
rugosulus (Tenebrionidae).
Incendios forestales en el parque...
Entre las especies abundantes y nega-
tivamente afectadas por el fuego se cuenta a
Germarostes posticus (Scarabaeidae),
Conosomus solieri y Loncovilius
discoideus (Staphylinidae), Falsodromius
erythropus (Carabidae), Archeocrypticus
chilensis (Tenebrionidae).
Del análisis de la información preceden-
te queda en evidencia que no es procedente
calificar el efecto del fuego para grandes
unidades taxonómicas como órden, familia e
incluso género, ya que es muy frecuente que
especies de un mismo género: presenten res-
puestas diferentes, y hasta opuestas, ante la
acción alteradora del incendio. En efecto,
eso ocurre en especies de los siguientes gé-
neros, entre otros: Medon (Staphylinidae),
Discopleurus, Praocis (Tenebrionidae),
Listroderus y Macrostyphlus
(Curculionidae), Mimodromites
(Carabidae), Mordella (Mordellidae),
Loberus —(Languriidae), Trogoderma
(Dermestidae).
La favorabilidad o no de las condiciones
imperantes en el área incendiada depende de
las características etológicas de las espe-
cies. Serán favorecidas especies de ambien-
tes normalmente más áridos, especies más
heliófilas y depredadoras de gran vagilidad,
herbívoros que utilicen el gran desarrollo her-
báceo que ocurre en el primer año después
del incendio (Villaseñor y Sáiz 1990), así como
aquéllas que encuentran ambientes propicios
a la postura (caso de Buprestidae). Serán
desfavorecidas las especies ombrófilas y
aquéllas depredadoras de la fauna asociada a
la descomposición de la materia orgánica en
el suelo (como Scydmaenidae, Scaphidiidae
y muchos Staphylinidae, etc).
AGRADECIMIENTOS: A los Sres. Mario
Elgueta y Jorge Valencia por la determina-
ción de Curculionidae y Elateridae respecti-
vamente.
Anales Museo de Historia Natural
ANEXON?1
DISTRIBUCION DE INDIVIDUOS
POR ESPECIE Y FAMILIA
Familía NQ O rotar |
CUPEDIDAE
Prolixocupeslatreillei (Solier)
CARABIDAE
Apterodromites saizi Mateu
Feroniameticulosa?
Cnemalobuscyaneus (Brullé)
Trechisibus sp 1
Notholophascitum Erichson
Mimodromites guttula(Solier)
Trechisibus sp2
Falsodromius erythropus (Solier)
Axinopalpusdelicatulus Germ.
| Mimodromitesnigrotestaceus (Solier)
Anisotarsus sp
Cyanotarus andinus Germ.
HISTERIDAE
Xerosaprinus lubricus(LeC)
LEIODIDAE
Hydnobiotus bimaculatusJeannel
Spl
Eupelates transverse-strigosus (F. y G.)
Colonsp
SCYDMAENIDAE
Spl
STAPHYLINIDAE
Loncovilius discoideusF. yG.
Cheilocolpus pyrostoma Solier
Conosomus solieri Coiff. y Sáiz
MedonobscuriventerF. y G.
Medon vittatipennis F. y G.
Bolitobiusseriaticollis Coiff. y Sáiz
Homalotrichus substriatus Kraatz
Stenus gayi Solier
BlediusignotusSáiz
PseudolathradimidiataSay
Athetaobscuripemnis Solier(Al.5)
Athetasp 1
Aleocharinaesp 1
Aleocharinaesp2
Aleocharinaesp3
Aleocharini sp
Aleocharinaesp4
Aleocharinaesp5
Aleocharasp 1
Aleocharinae sp6
Euthorax sp
Atheta sp 2
Aleocharinaesp7
Atheta sp 3
SCAPHIDIIDAE
Spl
PSELAPHIDAE
Spl
Sp2
Sp3
KARUMIIDAE
Pleolobus fuscescens Phil. y Phil
SCARABAEIDAE
Germarostes posticus (Germar)
Sericoidessp |
PacuviacastaneaCurtis
Sericoides sp 2
¿== 8-5, -385
4
sn HU q Un 00 pá q o mm tm
== — pH 00041
y
2
511
147
— 0
a)
E
Aulacopalpusciliatus(Solier)
Athliarustica Erichson
Pristerophorus picipennis (Solier)
Aphodius granarius (L)
Oryctomorphus maculicollis Guérin
Schizochelus pubescens (Curtis)
Polynoncus bullatus(Curtis)
BYRRHIDAE
Spl
Sp2
BUPRESTIDAE
Mastogeniusparallelus Solier
Mastogeniussp
ELATERIDAE
Cardiophorussp
DeromecuscarinatusCand.
Paracardiophorus humeralis (F. y G.)
Elaterruficollis(Solier)
Nyctophyxis ocellatus(Germ.)
CANTHARIDAE
Haplous variabilis (Solier)
Haplouschilensis (Guérin)
Sp]
Cantharis trisignata Pic
LAMPYRIDAE
Pyractonema?
DERMESTIDAE
Trogoderma sp 1
Trogoderma sp2
Trogoderma sp3
Trogoderma sp4
Trogoderma sp5
ANOBIIDAE
| Ascutothecasp
78
Sp]
Sp2
Stichtoptychussp 1
sp3
Stichtoptychussp2
Hadrobregmus sp
Byrrhodes bimaculatus (Phil.)
Sp4
PTINIDAE
Ptinussp 1
Ptinussp2
Ptinussp3
Ptinussp4
Ptinussp5
Ptinussp6
BOSTRICHIDAE
Prostephanus sulcicollis(F. y G.)
Dexicratesrobustus(Blanch.)
Lyctuscinereus Blanch.
Spl
PELTIDAE
Diontolobuspunctipennis Solier
CLERIDAE
Epiclinesbasalis Blanchard
Eurymetopum longulum(Spin.)
Tarsostenusunivittatus(Rossi)
Eurymetopum maculatum Blanch.
Natalis laplacei Cast.
Cregyasp
MELYRIDAE
Amecocerussp
Sp1
Sp2
COLYDIIDAE
y»
Vol.21,1990
Re» = 2
pS
pr
== hA=DNDAa-=- Do. um —->-_
O AR
Francisco Sáiz, Jaime Solervicens y Carlos Vivar
Spl
MYCETOPHAGIDAE
Sp
¡MORDELLIDAE
'Mordellavidua Solier
Mordella sp 1
¡Mordella luctuosa Soler
'Mordella sp 2
'Mordellaargentipnctata Solier
'MordellafumosaF. y G.
OEDEMERIDAE
¡Anancalineata(Slier)
ANTHICIDAE
| Ischyropalpus maculosus (F. y G.)
[MELOIDAE
'Anthicoxenus sp
SCRAPTIIAE
¡Seraptiasp
| TENEBRIONIDAE
Apocryphaelegans (Solier)
Apocrypha globosa Kaszab
Archeocrypticus chilensis Kaszab
Nycterinus rugiceps Curtis
'Grammicuschilensis Waterhouse
| Discopleurus acuminatus Reitter
| Nyctopetus maculipennis(Lap.)
Praocis costatula Solier
Praocis castanea Germain
Gyriosomus laevigatus Guérin
| Aspidolobussp
¡ Anhroconus sp
| Entomochilustomentosus(Guérin)
'Hypselopsoblonga Solier
| Penaus penai Fr,
| Discopleurus quadricollis(Solier)
¡ Lepidocnemeplatiamurina Kaszab
NITIDULIDAE
Cryptarcha lineola Esch.
Carpophilus hemipterus(L.)
spl
Cybocephalus sp
Epuraeopsis sp
CRYPTOPHAGIDAE
|Cuiiotissp
| Stengitasp 1
| Stengitasp 2
| Stengitasp 3
LANGURIIDAE
Loberus sp 1
Loberus sp 2
| COCCINELLIDAE
Coccinellaeryngii Mulsant
Scymnus bicolor Phil.
Eriopisconnexa Germar
| Hyperaspis sphaeridiodes Mulsant
Rhyzobius sp
Sp1
PseudadoniachilianaTimb.
Scymnus vittatus(Phil.)
Sp2
Adaliadeficiens Mulsant
Sp3
Curinusruizi Brethes
LATHRIDIIDAE
Spl
Coninomus constrictus(Gyllenhal)
Metophthalmus sp 1
Melanophthalma sp 1
== p)MNM 1) NP 0000- pp 5
pue,
NN
18
| Hemiglyptusannulicomis(Phil.)
| Ryephenessquamiger Philippi
| Sp3
Incendios forestales en el parque...
Aridiussp 1 2 SN :
Metophthalmus sp 2 1 | -
Aridiussp2 2 - |
Melanophthalma pilosa Riicker 1
Corticariasp -
CERAMBYCIDAE
Microcleptes araneus Newman
Callideriphus laetus Blanch.
Emphytoecia suturella (Blanch.)
CHRYSOMELIDAE
Nin
h
Rh — a pd bb)
23
Spl
Procalus malaisei Bech.
Sp2
Longitarsus philippi Csiki
Sp3
Psathyrocerus pallipes Blanch.
Pachybrachis gayi Blanchard
Temnodachrys gayi (Lac.)
n
O O
Protopsilaphasp 1
A A TS
Sp4
Grammicopterus flavescens Blanchard
Protopsilapha sp 2
La)
s MD
=-NDUAUN==NDO-=0u-—a
Procalus viridis(Phil. y Phil.)
BRUCHIDAE
Acanthoscelides sp
Lithraeusegenus(Phil. y Phil.)
Lithraeusscutellaris(Phil. y Phil.)
CURCULIONIDAE
|
Dyctineissp 41
Protopsilaphanotata(Phil. y Phil.) 14
- 1
1 5
- 1 1
- 1 l
Macrostyphlus sp 1 12 2 ¡4
Macrostyphlussp2 12 5 17
Listroderus tuberculosus Blanch. 16 29 |45
Cylydrorhinussp 1
Listroderes plannipennis Blanch.
Porteriella brevis (Phil. y Phil.)
Listroderuscinerarius Blanch.
Cyphometopussp
Listroderes robustus Waterhouse
Listroderes erinaceus Germ.
Pentarthrum castaneum (Blanch.)
Acallessp3
Listroderes annulipes Blanch.
Acallessp2
Cnemecoelus sp 1
Sibiniaalbovittata(Blanch.)
Chilebaristenuis(Blanch.)
Geniocremnuschilensis (Boheman)
Cnemecoelus sp2
Minoarthrussp
19
¡ Bud y DOM =— 0, Wr3,
b=, =NU6J3-=04h 30
E
¿PD INa ss,
== y -=-=- ii N=N-
Cylydrorhinussp2
Apocnemidophorusobsoletus (Blanch.)
Macrostyphlussp 3 S
SCOLYTIDAE
Pityophthorus corticalis Eich. 1
Spl E
Sp2 3
co vweonyHa=iuu0- o» y
By Nn—
bunny
Nota:En este trabajo se considera a TRAGIDAE (Polynoncus bulla-
tus) y CERATOCANTHIDAE Germarostes posticus)dentro de
SCARABAEIDAE y a ARCHEOCRYPTICIDAE
(Archeocrypticus chilensis) dentro de TENEBRIONIDAE. Por
su parte, SCOLYTIDAE se presenta como una familia independiente.
Anales Museo de Historia Natural
REFERENCIAS
AMHLGREN,I. 1974. Theeffectof firein soilorganisms. In: Fireand
Ecosystems, Kozlowski y Ahlgren (eds): 47-72, Academic Press.
CHANDLER, C., P.CHENEY, P. THOMAS, L. TRABAUD £ D.
WILLIAMS. 1983. Firein Forestry, Vol. L, John Wiley 8: Sons,
Inc.,450pp.
DAUBENMAIRE, R. 1968. Ecology of firein Grassland. Adv. Ecol.
Research, 5: 209-266.
GILLON,D.- 1970.-Recherchesécologiquesdans lasavannedeLamto
(Cóte d'Ivoire): Leseffectsdu feu surlesarthropodes delasavanne.
La Terre etla Vie, 1: 80-93.
GILLON,D. d: J.PERNES.- 1968. Etude de l'effect dufeu de brousse
sur certains groupes d'arthropodes dans una savanne
préforestiére de Cóte D'Ivoire. Ann.Univ.Abidjan,sér.E: Ecologie,
1(2):113-197.
GILLON, D., M. BERTRAND, M. ETIENNE, J. LUMARET 82).
VALLETTE. 1987. Ecological impact of prescribed winter
bumringon fuel breaks in french mediterranean forest. Firstresults.
EcologiaMediterranea, 13(4): 163-176.
80
* Vol.21,1990
KRUGER, F. % R. BIGALKE.- 1984. Firein Fynbos. In: Booysen y
Taiton(eds.) Ecological effectsof firein South African Ecosystems:
67-114, Ecological Studies48. Springer- Verlag.
SAIZ, F. 1980. Experiencias en el uso decriterios de similitud enel
análisis de comunidades. Arch, Biol. Med. Exp.,13: 387-402.
SAIZ, F. 1990. Incendios Forestales cnel Parque Nacional La Campa-
naSectorOcoa, V Región. 1. Problemacincidenciadeincendios
forestalesen Chile. An.Mus.His.Nat., Valparaíso, 21:
TAINTON, N. 4 M. MENTIS. 1984. Firein grassland. In: Booysen y
Tainton. Ecological effects of firein South African Ecosystems:
115-147. Ecological Studies48. Springer-Verlag.
TROLLOPE, W.- 1984. FireinSavanna. In: Booysen y Tainton (eds.).
Ecological effectsof firein South African Ecosystems: 149-175,
Ecological Studies 48.Springer-Verlag.
VILLASEÑOR, R. 8: F.SAIZ. 1990. Incendios forestales en el Par
que Nacional La Campana, SectorOcoa, V Región, Chile. ]I.
Efecto sobre losestratos arbustivo-arbóreo. An.Mus.Hist.Nat,,
Valparaíso21:
Francisco Sáiz y Jéssica Bascuñán
Incendios forestales en el parque...
INCENDIOS FORESTALES EN EL PARQUE NACIONAL LA CAMPANA,
SECTOR OCOA, V REGION, CHILE.
VII. ARTROPODOS ASOCIADOS A HOJARASCA, EXCEPTO COLEOPTERA,
BLATTODEA, FORMICIDAE Y MUTILLIDAE. +
FRANCISCO SÁIZ Y JÉSSICA BASCUÑÁN
ABSTRACT
The objective ofthis study is to evaluate the inmediate effect of fire overthe mesofauna associated to litter, with exception of Formicidae,
Blottodea, Mutillidae and Coleoptera and to evaluate the capacity of recuperation of these in a two year term.
With this purpose, a slope of 15*, in an area affected by a great forestry wildfire of native vegetation in the National Park La Campana,
Ocoa Sector, was selected. In it, two adjacent plots, of 70x70 m each, divided in quadrants of 10x 10m, in burned and unburned site respectively,
were delimited. In both, randomly, 10 pitfall traps of permanent action and periodic collection (aproximately every 35 days) were disposed.
The investigation was helt betwecn 13-04-84 and 25-04-86.
In general, we can distinguish four categories of arthropod groups accordingto theirresponseto fire: a) favoured during the study period:
Archeognatha and Homoptera; b) disfavoured during equal period: Isopoda, Psocoptera, Hymenoptera, Heteroptera and larvae of Coleoptera,
Lepidoptera and Neuroptera; c) groups initiall y disfavoured but favoured lately: Orthoptera and d) groups of non clearanswer: larvae of Diptera.
The capacity of recuperation in the study periodis null for Isopoda. In Homoptera, Cicadoideait always has more density in burnt area while
Fulgoroidea and Psyllidae recuperate starting fromthe first spring after fire.
The greatest capacities of numeric recuperation is given in Lepidoptera and Coleoptera larvae, though with alterations in the specific
composition. In Orthoptera, the recuperation is almost inmediate to the fire impact.
Between the Arachnida, the following families of Araneac, besides Solifuga and Scorpionida, are favored in bumt area: Ctenidac,
Hahnidae, Linyphidac, Nemesidae and Thomisiidac; disfavoured are Pseudoscorpionida and Opilionida.
Kcy Words:Forestry Wildfires, Mesofauna, Soil Arthropods, Diversity, Phenology, Recuperation, National Park, Chile.
INTRODUCCION
Estudios sobre los efectos de los incendios
forestales en la fauna de artrópodos epigeos no son tan
abundantes como los referidos a la vegetación. Un
buen número de ellos corresponde a artrópodos del
estrato herbáceo tanto de pastizales como de sabanas
y matorrales (Chandler et al 1983, Booysen y Tainton
1984, Warren et al 1987).
La magnitud del efecto del fuego en la fauna
epigea depende tanto de variables propias del incen-
dio (intensidad, duración, frecuencia, tipo, estación,
etc) como de las características ecológicas y biológi-
cas de la fauna involucrada.
Los efectos inmediatos sobre los organismos
conciernen fundamentalmente a la mortalidad o emi-
gración provocada por el fuego, mientras que los
mediatos, quizás de mayor trascendencia, correspon-
den a modificaciones del habitat tales como: reduc-
ción de la diversidad de nichos (pérdida de
estratificación), eliminación de detritus y otros recur-
sos tróficos, disminución de los refugios a las varia-
bles clima y depredadores, modificaciones del nivel
de insolación, alteración de los niveles de competen-
cia y de depredación, etc ( Booysen y Tainton 1984,
Bigalke y Willan 1984).
Tainton y Mentis (1984), en pastizales africa-:
nos, detectan una disminución del tamaño medio de la:
comunidad epigea post incendio, lo que indicaría una'
mayor vulnerabilidad de los tamaños grandes (disper-
sión o mortalidad) que de los pequeños (mayor posi-
bilidad de escape por refugios)
Organismos como hormigas, termites, lombri-
ces, arañas (Lycosa), escorpiones, etc, superan total o
Ecología, U. Católica de Valparaíso. Casilla 4059, Valparaíso, Chile Fax (032) 212746.
$ Proyecto Fondecyt 1066/84.
Recibido: | Octubre 1992. Aceptado: 29 Encro 1993.
Anales Museo de Historia Natural
parcialmente el incendio en refugios bajo tierra,
siendo activos poco después de terminado el fuego
(Ahlgren 1974, Chandler et al 1983, Warren et al
1987).
Igual vía de escape tienen los artrópodos cuyo
ciclo de vida incluye una fase subterránea, ya sea la
de huevo, larva o pupa, recuperándose rápidamente
las poblaciones en el período inmediatamente post
incendio. A ello, se agrega la emergencia fracciona-
da de adultos en el tiempo (semanas), de manera que
algunas fracciones corresponden a períodos entre
incendios. En este grupo se incluyen ortópteros y
algunos coleópteros. Avispas y abejas pueden usar
sus nidos como refugio. Sin embargo, la aridez del
suelo después del incendio puede dificultar la salida
de adultos y la posterior carencia de alimento matar
a los organismos recién eclosionados, como ocurre
con Phasmidae y algunos Orthoptera por ejemplo
(Tainton y Mentis 1984, Trollope 1984, Kruger y
. Bigalke 1984, Bigalke y Willan 1984, Chandler et al
1983).
Otra importante vía de escape corresponde a la
utilizada por los organismos que poseen una alta
vagilidad (voladores y corredores). El calor y el
humo los alarman provocando su dispersión, situa-
ción descrita en detalle para Acrídidos por Gillon
(1971b). Este tipo de artrópodos generalmente au-
menta su densidad en áreas no quemadas, desde
donderecolonizan rápidamente las quemadas (Gillon
1971a). Gandar (1982, en Frost 1984), en sabana,
inmediatamente después del fuego encuentra que en
el área no quemada (23% del área total) hay una
densidad de ortópteros 280% más alta que antes del
incendio; en cambio, en el área quemada declinan en
un 94% por unidad de área. Ahlgren (1974) también
menciona incremento de ortópteros después del fue-
go por efecto de recolonización. Los incendios en
patches favorecen esta vía de escape (Tainton y
Mentis 1984, Chandler et al 1983).
Las diferentes respuestas de los organismos al
fuego se traducen en cambios poblacionales y comu-
nitarios en el período postincendio. Tainton y Mentis
(1984), en sabana africana, indican modificación de
la estructura comunitaria y desaparecimiento de un
60% de la fauna de artrópodos, especialmente aqué-
lla del estrato alto del componente herbáceo. Gillon
(1971b), para ortópteros en hierbas de sabana tropi-
cal, informa la siguiente situación después del
incendio: 4,5% muertos, 7.7% vivos y 87,8% esca-
pados. En cambio, Hunter (1905, en Bigalke y Willan
1984V indica mortalidades del 100%. Gillon y Pernes
(1968) y Gillon (1974) encontraron que el 80% de
los arácnidos, en sabana, estaban vivos 1 día después
del incendio. Encambio, sólo el 40% delos Carabidae,
Lygaeidae, Grillidae, Tetrigidae, Mantida y Myria-
poda fueron encontrados vivos, siendo mayor la pér-
on
Vol, 21, 1990
dida en las partes altas de las hierbas, donde no más
del 10% de los Acrididae, Corridae y Homoptera
estaban vivos. De acuerdo al planteamiento de Gillon
( 1971a), la mayor parte habría escapado. Un mes
después, más del 50% de las arañas, grillos y Tetrigidae
habían desaparecido.
Trollope (1984), también en pastizales de saba-
na, informa de un 30% de disminución de los
ortópteros, aumentando la densidad en las áreas no
quemadas. Sin embargo, al cabo de 4 meses, detecta
un 58% de pérdida de biomasa por muerte de ninfas e
incremento de la depredación por aves.
A largo plazo, las sabanas quemadas tendrían
30% de la fauna de las no quemadas, desarrollando
comunidades de tipo xérico, a diferencia de las no
quemadas en que existen comunidades de artrópodos
de ambientes húmedos (Tainton y Mentis 1984).
En estudios de pastizales, Evans (1984) en-
cuentra, en sectorquemado, más densidad de ortópteros
que comen herbáceas no gramíneas que gramíneas y,
Anderson et al (1989) no encuentran diferencias sig-
nificativas entre quemado y no quemado durante los
tres años de su estudio, pero síencuentran diferencias
significativas en biomasa.
Anderson et al (1989) señalan a Hemiptera,
Diptera, Hymenoptera y Homoptera como grupos
más abundantes en área no quemada de pastizales,
durante la primera estación de crecimiento
postincendio. Respuesta opuesta presentan Formicidae
y Coleoptera, siendo significativas las diferencias
sólo para Formicidae y Homoptera. Warren et al
(1987), por su parte, mencionan la situación inversa
para Homoptera y, Gillon y Pernes (1968) hablan de
mortalidades del 90% , especialmente en la parte alta
del estrato herbáceo de sabana, para este mismo orden
de insectos.
Ahlgren (1974), citando a varios autores, men-
ciona mortalidades de arañas entre 9 y 31% y de
Diplopoda y Chilopoda de hasta 80%, indicando,
también, que el incremento de quilópodos en el área
no quemada sería explicable por la mayor cantidad de
presas allí presentes en ese momento. Resultados
similares para Diplopoda y Chilopoda entregan Athias-
Binche et al (1987) en biomas de clima mediterráneo
europeo. Auclair (1983), de acuerdo a varios autores,
indica que zonas recientemente quemadas de tundras
y bosques circumpolares presentan incremento del
número de insectos.
En bosques mediterráneos, Gillon et al (1987)
encuentran que lulidae (Diplopoda) no son mayor-
mente afectados por incendios prescritos, pero si por
incendios no prescritos (wildfire), mientras que los
Glomeridae (Diplopoda) siempre son drásticamente
disminuídos. Gandar (1982, en Frost 1984) sostiene
que los insectos arbóreos dificilmente sobreviven a
los incendios,
Francisco Sáiz y Jéssica Bascuñán
También en bosques, en Natal, Miller(1979,en
Granger 1984) informa que de 4 especies de Diptera
(Luxanidae), dos prefieren el área quemada, una es
indiferente y una exclusiva del sector no quemado.
Gillon et al (1987) informan de efectos de mediana
intensidad sobre el grupo al estudiarincendios prescri-
tos y no prescritos en bosques mediterráneos france-
ses.
Según Granger (1984) no habría evidencias de
adaptación al fuego de los animales del bosque, sien-
do en estos biomas muy importante la modificación
del habitat. Los árboles quemados se transforman en
percheros para aves y gestan habitat para Acarina,
Diplopoda, Collembola, Amphipoda, etc (Chandler
et al 1983).
Un factor adicional de muerte es la atracción
que produce el calor, la llama o el olor del humo sobre
algunas especies, por ejemplo de Diptera, Odonata,
Coleoptera. Por otra parte, la atracción al habitus y al
olor de los árboles quemados puede concurrir a expli-
car el incremento de algunas especies en áreas que-
madas (Chandler et al 1983, Daubenmaire 1968).
En general, puede decirse que los herbívoros y
heliófilos, como Orthoptera y Diplopoda, son favore-
cidos con posterioridad al incendio por el mayor
desarrollo herbáceo y la mayor insolación, en oposi-
ción a los depredadores y detritívoros.
Finalmente, otro efecto detectado después del
incendio es el desarrollo de melanismo en ortópteros
(Hocking 1964 y Gandar 1982, en Trollope 1984).
Los objetivos del presente trabajo son, en con-
secuencia:
1.- Evaluar el impacto inmmediato del fuego en
las poblaciones de insectos epigeos asociados a la
hojarasca.
2.-Evaluar la capacidad de recuperación de los
respectivos grupos de insectos.
METODOLOGIA
La investigación se realizó en una ladera de
exposición Norte, de 15” de inclinación, inserta en un
área afectada por un gran incendio accidental que
comprometió diversas formaciones vegetales del P.N. .
La Campana, sector Palmas de Ocoa (V región), a
fines de febrero de 1984 (Villaseñor y Sáiz 1990).
En ella se seleccionaron dos parcelas de 70x 30
m dispuestas con su lado menor en el sentido de la
altura del cerro, una en el área Quemada y otra en el
sector No Quemado adyacente y con escasa distancia
entre ellas. Cada parcela se subdividió en 21 cuadran-
tes de 10 x 10 m, de los cuales se seleccionaron 10 al
azar, ubicándose en cada una de ellos una trampa de
INDIV. / TRAMPA / DIA =10
Incendios forestales en el parque...
intercepción (pit fall), de manera de cubrir, al menos
con tres trampas, cada secuencia de altura (Sáiz 1990).
Las trampas son de acción permanente, retirán-
dose su contenido con intervalos aproximados de 35
días. La duración total del muestreo abarcó desde el
13-04-1984 al 25-04-1986.
En la mayor parte de los grupos considerados se
cuantificó el material en morfoespecies.
RESULTADOS Y DISCUSION
La información obtenida en terreno se analiza
tanto en su secuencia temporal de muestreo (Figs. 1,2
y 3) como en unidades temporales mayores (perío-
dos), con la intención de hacer resaltar el comporta-
miento de los diferentes grupos al impacto directo del
fuego y a las condiciones establecidas con posterio-
ridad a éste. En relación al segundo criterio se
definieron los siguientes períodos :
13-04-84 / 25-05-84
25-05-84 / 29-09-84
29-09-84 / 14-03-85
14-03-85 / 23-08-85
23-08-85 / 25-04-86
Impacto
I invierno
I primavera-verano
Il otoño-invierno
Jl primavera-verano
—
=
"nom 4
“2
'
Fig.1.- Variaciones de la densidad de Archeognatha, Psocoptera
y Orthoptera durante los dos años de estudio postincendio en
área Quemada y No Quemada.
“0 So ala nm
——- No quemado | 1
48 ; E
|
46 ARCHEOGNATHA ” ,
| 1
214 1 '
12 ! ;
' '
al E |
00 =
10 PSOCOPTERA A
: ¡
ORTHOPTERA
Anales Museo de Historia Natural
Fig. 2.- Variaciones de la densidad de Homoptera y Heteroptera
durante los dos años de estudio postincendio en área Quemada y
No Quemada.
HOMOPTERA
P-
-
”
INDIV./ TRAMPA /DIA 10
g 8
20
0D
1984 1985
Fig. 3.- Variaciones de la densidad de larvas de Colcoptera y
Lepidoptera durante los dos años de estudio postincendio en área
cerda No Quen cuna
—— No quemado
20
00
INDIY, / TRAMPA /DIA "10
LEPIDOPTERA? LARVA
ya
r
AM)JJASOND|EFMAMJJASOND|EFMA
1984 1985 1986
De acuerdo a las Figuras 1, 2 y 3 y a los
Cuadros 1, 2 y 3, se distinguen tres categorías de.
grupos taxonómicos de acuerdo a su respuesta al
incendio:
A) Grupos favorecidos por el incendio en los
dos años de estudio:
1.- Archeognatha: fuertemente favorecidos
por el incendio. Solamente en períodos invernales
las diferencias son mínimas por casi total
desaparecimiento de la única especie presente en el
área (Fig. 1 y Cuadro 2).
QA
Vol, 21, 1990
2.- Homoptera: considerados los homópteros
totales, siempre se encuentran en mayor número en
el sector Quemado (Fig. 2 y Cuadro 2), aunque las
diferencias taxonómicas entre sectores por períodos
no superan el valor de .50 (Cuadro 3, Sj) presentan-
do, además, especies comunes de alta abundancia
(Cuadro 3, Sw). 14 morfoespecies se detectaron en el
estudio: 9 de Cicadoidea, 4 de Fulgoroidea y 1 de
Psyllidae.
La descripción anterior corresponde básica-
mente a Cicadoidea. Fulgoroidea y Psy!llidae inicial-
mente son fuertemente desfavorecidas, tendiendo a
recuperarse a partir de la primera estación primavera
verano después del incendio.
La respuesta de Homoptera en nuestro trabajo
está más acorde con lo encontrado por Warren et al
(1987) que por Anderson et al (1989), Gillon et al
(1987) también encuentran incremento de
Fulgoroidea en sectores quemados, siendo más acen-
tuado este efecto después de incendios no prescritos.
En sabana, Gillon (1970) encuentra respuesta
opuesta, ya que informa de reducción de la densidad
a 3 y 5% un día y un mes después del incendio,
respectivamente.
Frente a los comentarios anteriores, hay que
hacer notar que los estudios citados, a excepción del
de Gillon et al (1987), se refieren básicamente al
estrato herbáceo y no a la superficie del suelo (hoja-
rasca) como el nuestro.
B) Grupos inicialmente desfavorecidos pero
con gran densidad posterior.
I.- Orthoptera: el impacto negativo ini-
cial es bastante fuerte, disminuyendo con el
tiempo (Fig. 1 y Cuadro 2), en la medida que se
desarrolla el estrato herbáceo hasta ser domi-
nantes en área quemada en el segundo verano
después del incendio. Respuesta similar infor-
man Warren et al (1987) para praderas
norteamericanas citando a varios autores. No
se cuantificaron morfoespecies por no respues-
ta del especialista. El alto valor inicial de la
relación NQ/Q (Cuadro 2) podría reflejarincre-
mento de la densidad en no quemado por escape
desde el sector incendiado como está descrito
en la literatura.Gillon (1970), en sabana, men-
ciona reducción a un 26% un día después del
incendio, porcentaje que sube a 71% después de
un mes. Gillon et al (1987) establecen que las
áreas quemadas favorecen la densidad de
Acrididae y son negativas para Grillidae, efecto
de mayor magnitud en los incendios no prescri-
tos de bosques mediterráneos.
Francisco Sáiz y Jéssica Bascuñán
CUADRO 1.-
NUMERO DE ESPECIES (S) Y DIVERSIDAD ESPECIFICA
POR GRUPOS TAXONOMICOS, PERIODOS Y SECTORES
C) Grupos desfavorecidos porel incendio en los dos
años de análisis.
1.-Isopoda: el efectoes tan drástico que no aparecen
en el sector Quemado durante todo el período de estudio. 2
morfoespecies. Gillon et al (1987) también detectan este
efecto.
2.-Psocoptera: altamenteafectados, mostrandocierta
tendencia a igualar el número de individuos con el tiempo,
especialmente en el período IV (otoño-invierno del segun-
do año) (Fig.1 y Cuadro 2). Podría estar relacionado con el
depósito de materia orgánica seca (hojarasca) producto de
la recuperación vegetacional. Tendencia a aumentar las
especies comunes al final del estudio, pero con especies
dominantes diferentes. Ello indicaría cierto cambio en la
composición específica de la taxocenosis (Cuadro 3). 5
morfoespecies estudiadas.
3.- Hymenoptera (exceptuando Formicidae): apa-
rentemente no muy afectadas. No se separaron
morfoespecies. La presencia del grupo, especialmente de
los microhimenópteros, es altamente dependiente de la
Incendios forestales en el parque...
presencia de otros organismos de los cuales son parásitos o
parasitoides. Gillon et al (1987) dan datos de incremento en
áreas quemadas de bosques mediterráneos pero no indican
si incluyen a Formicidae, familia tratada en otro artículo por
NOSOtTOS.
4.- Heteroptera: el grupo se ve afectado por el fuego
durante todo el período de estudio, aunque el impacto inicial
es menor que para Orthoptera (Fig.2 y Cuadro 2). No se
cuantificaron morfoespecies por no respuesta del especialis-
ta, Gillon et al (1987) informan de incremento de Miridae en
incendios de bosques mediterráneos.
5.- Larvas de Neuroptera: si bien la tendencia es la
indicada en el encabezado, la fenología no es totalmente
clara, posiblemente debida a la metodología de captura
(Cuadro 2). 1 especie.
6.-Larvasde Lepidoptera: grupo inicialmente muy
afectado, tendiendo a equiparar densidades con el tiempo
(Fig.3 y Cuadro 2). Hay especies propias del sector Quema-
do (Sj, Cuadro 3). 20 morfoespecies consideradas. Según
Gillon etal (1987) las larvas de polillas se verían favorecidas
por los incendios de bosques.
7.- Larvas de Coleoptera : numéricamente (Fig. 3 y
Cuadro 2) no hay grandes diferencias entre un sector y otro,
salvo una situación puntual en el segundo invierno.
Específicamente, en cambio, las diferencias son notables
(los más bajos valores de Sj y Sw, Cuadro 3), indicando que
en el sector Quemado se gesta una taxocenosis bastante
característica y diferente a la del sector No Quemado. 30
morfoespecies colectadas en el estudio. Las larvas de
Staphylinidae, Cryptocephalidae y Anisotomidae están
concentradas en sector No Quemado, mientras que las de
Elateridae y Cleridae lo están en el Quemado. En ambos
sectores se encuentran larvas de Lathridiidae, Dermestidae,
Chrysomelidae y Colydiidae, entre otras.
CUADRO 2.-
RELACION NO QUEMADO/QUEMADO
POR GRUPO TAXONOMICO Y PERIODO
Grupo Períodos
Taxonómico 1 Il 1 mv v
Archeognatha - 00 20 1.00 ¿11
Isopoda co co ca co co
Psocoptera co o 7.66 114 5.20
Homoptera 41 56 51 .64 43
Cicadoidea .39 .S3 .67 58 SO
Fulgoroidea cs 2.5 s 83 .10
Psyllidae 00 co .13 -30 03
Hymenoptera 1.10 15 93 147 173
Orthoptera 6.89 .59 1.43 1.27 50
Heteroptera 1.27 3.67 1.54 70 3,54
Neuroptera Larva - .00 1.00 100 2.50
Diptera Larva 00 1.90 ,19 100 .50
Lepidoptera Larva 12.50 1.05 2.13 241 102
Coleoptera Larva 2.27 1.06 31 109 1.16
Anales Museo de Historia Natural
D) Grupos de respuesta no clara.
1.- Larvas de Diptera : después de un fuerte impacto
numérico inicial (Cuadro 2), hay fluctuaciones en la densi-
dad comparada. Solamente en períodos invernales la densi-
dad es mayor en área no quemada. Se detecta tendencia a
disminuir las especies comunes con el tiempo (Sj y Sw,
Cuadro 3). 10 morfoespecies consideradas. Las investiga-
ciones de Gillon et al (1987) muestran una acción negativa
del fuego sobre el grupo.
CUADRO 3.-
SIMILITUDESTAXONOMICA (SJ) Y BIOCENOTICA (SW) POR
GRUPOS TAXONOMICOS Y PERIODOS ENTRE SECTORES
NO QUEMADO Y QUEMADO
; Períodos
Grupo ION EVO E
Taxonómico Si Sw Sj Sw Sj Sw Sj Sw S; Sw
Archeognatha 00 00 .00 .00 100 100 J00 1.00 1.00 1.00
Psocoptera 00 .00 00 .00 33 93.25 .59 ZE
Homoptera 50 86 57 18 21 81 832 97 A
Cicadoidea 60 36 .60 .18 .78 .,89 .87 98 15 95
Fulgorvidea 00 00 100 100 26 50 .71 .50 71.50
Psyllidae 00 1.00 .00 100 1.00 100 100 1.00 1.00 1.00
Neuroptera L. 00 00 .00 .00 100 1.00 100 100 100 1.00
Diptera L. 00 .00 .67 83 25 42 33 36 DO 00
Lepidoptera L. SN 9 30.62 19 2 2.12 69 .63
Coleoptera L. 13 23 15 .14 17 32 21 04 19 ,14
La información referida a Arácnidos, y muy particular-
mente a arañas, no puede ser tratada como era nuestra
Val, 21, 1990
intencióninicial, yaqueelespecialistaqueestudióeste último
orden anuló ladistribución temporal delosejemplares y sólo
podemos referimos a la comparación entre No Quemado y
Quemado para el primer año postincendio (Cuadro 4).
Del análisis del Cuadro 1, en lo referente
a arañas, destacan las familias Ctenidae, Hahnidae,
Linyphidae, Nemesidae y Thomisidae como las únicas
favorecidas por el área quemada (relación NQ/Q). En las
dos primeras, el favorecimiento es solamente numérico,
mientras en Nemesidae y Linyphidae hay, además, cambio
específico y variación de la proporcionalidad de las abun-
dancias relativas (Sj y Sw).
Gillon (1970), en sabana, indica reducción a95% un
día después del incendio y al 39% un mes más tarde. Diez
meses después, si bien hay menos arañas en sector quema-
do, su porcentaje sobre el total de artrópodos estudiados es
de 47.8% versus 36.6 % en área no quemada.
Estudios de Gillon et al (1987), mencionan
globalmente a las arañas y señalan que muestran un efecto
negativo de poca magnitud.
Otros grupos favorecidosson Scorpionida y Solifuga,
en oposición a Pseudoscorpionida y Opilionida, quienes se
concentran en área no quemada (Cuadro 4). Nuestros
resultados son coincidentes con los de Gillon etal (1987)en
cuanto a Pseudoscorpionida, no asíen cuanto a Opilionida
los que serían favorecidos por los incendios de bosques. No
mencionan a Scorpionida ni Solifuga.
CUADRO 4.-
ARACHNIDA. ABUNDANCIAS SEGUN SECTORES RELACION NQ/Q Y SIMILITUDES
Ordones Pamilian
Amaurobicdas
Anapidas
snyphsnonidao
Araneidas
Austrochilidno
Caponlídas
Cliublonidas
Cienidao
Citenizidas
Dictynidas
Pilistatidae
CInaphosidao
lAncdrotorsidas
É EL
Hahnidao
Linyphidas
a
á
e
Motaltollinao 38
Nomesidne o
>
Orsolobidas
Scytodlidne
Sionriltdas
Spurassiduao
Vhericdiidns
A
““homisidao
Trohelinas
SCOMPIORNIDA
OPILIONIDA
SOLAIPUDA,
O EE A
LSRUIDOSCOARPIONIDA
TAXONOMICAS (SJ) Y BIOCENOTICA (S
in
pp
Francisco Sáiz y Jéssica Bascuñán
CONCLUSIONES
La respuesta al fuego de las poblaciones de
insectos epigeos asociados a hojarasca varía según los
grupos taxonómicos involucrados. En general, se
pueden agrupar en cuatro categorías: grupos favore-
cidos por el fuego durante el período de estudio
(Archeognata y Homoptera); grupos desfavorecidos
en igual período (Isopoda, Psocoptera, Hymenoptera,
Heteroptera, Larvas de Neuroptera, Larvas de
Lepidoptera y Larvas de Coleoptera); grupos ini-
cialmente desfavorecidos pero favorecidos posterior-
mente (Orthoptera) y grupos de respuesta no clara
(Larvas de Diptera).
El efecto más drástico del fuego afecta a lsopoda,
grupo cuya capacidad de recuperación es nula para el
período considerado.
Entre los grupos más afectados en la primera
fase postincendio destacan: Larvas de Lepidoptera y
de Coleoptera, Orthoptera y Psocoptera.
La recuperación numérica es rápida en Larvas
de Lepidoptera y de Coleoptera, aunque, en ambos
REFERENCIAS
AHLGREN, 1. 1974. The effect of fire in soil organisms. In: Fire
and Ecosystems, Kozlowski y Ahlgren (eds): 47-72,Academic
Press.
ANDERSON, R., T. LEAHY £ S. DHILLION. 1989. Numbers
and biomass of selected insect groups on burned and unbumed
sand prairie. Am. Midl. Nat. 122: 151-162,
ATHIAS-BINCHE, F., J. BRIARD, R. FONS £ F. SOMMER.
1987. Study of ecological influence of fireon fauna in
mediterranean ecosaystems (soil and above-ground layer).
Patterns of post-fire recovery. Ecol.Medit., 13(4):135-154.
AUCLAIR, A. 1983. The role of fire in Lichen-dominated Tundra
and Forest-Tundra. In-Wein y MacLean (eds) The role of fire
in Northern Circumpolar Ecosystems: 235-256. J. Wiley.
BIGALKE, R. £: K. WILLAN. 1984. Effects of fire regimene on
faunal composition and dynamics. In:Ecological effects of fire
in South African Ecosystems, Booysen y Tainton (eds): 255-
271. Springer-Verlag. Ecological Studies 48.
BOOYSEN, P. de V. £ N. TAINTON (eds.). 1984. Ecological
effects of fire in South African Ecosystems. Ecological
Studies 48. Springer-Verlag, 426 pp.
CHANDLER, C., Ph. CHENEY, Ph. THOMAS, L. TRABAUD €
D. WILLIAMS. 1983. Fire in Forestry, Vol. I, John Wiley de
Sons, Inc., 450 pp.
DAUBENMAIRE, R. 1968. Ecology of fire in Grassland. Adv.
Ecol. Research, 5 : 209-266.
EVANS, E. 1984. Fire as a natural disturbance to grasshopper
assemblages of tallgrass prairie. Oikos, 43: 9-16.
FROST, P. 1984. The responses and survival of organisms in
Fire-Prone Environments. In: Ecological effects of fire
Incendios forestales en el parque...
grupos, se mantienen fuertes alteraciones en
cuanto a la composición específica y a sus im-
portancias relativas, durante la mayor parte del
período de estudio. Orthoptera, por su parte,
presenta una alta recuperación numérica casi
inmediata al impacto del incendio, debido
básicamente a inmigración desde áreas no que-
madas.
En Homoptera, grupo que mantiene ma-
yor densidad en área quemada a través de los
dos años de estudio, son Fulgoroidea y Psyllidae
los principales responsables de la recuperación
a partir de la primera primavera postincendio,
mientras Cicadoidea permanece siempre favo-
recida en área quemada.
Respecto de Arácnidos, durante el primer
año de estudio son favorecidos por el fuego las
siguientes familias: Ctenidae, Hahnidae,
Linyphidae, Nemesidae y Thomisidae, dentro
de Araneae, además de Scorpionida y Solifuga.
En tanto Pseudoscorpionida y Opilionida se ven
afectados en forma negativa.
in South African Ecosystems, Booysen y Tainton
(eds): 273-309. Springer-Verlag, Ecological Studies
48.
GILLON, D. 1970. Recherches écologiques dans la savanne
de Lauto (Cóte d'Ivoire): Les effects du feu sur les
arthropodes de la savannc. La Terre et laVie, 1:80-93.
GILLON, D. 1971la, The effect of bush fire on the
principal pentatomid bugs (Hemiptera) of an lvory
Coast Savanna. Proc. Ann. Tall Timbers FireEcology
Conference, 11: 377-417.
GILLON, Y.1971b. The effect of bush fire on the
principal Acridid species on an Ivory Coast Savanna.
Proc. Ann. Tall Timbers Fire Ecology Conference, 11:
419-471.
GILLON, Y. 1974. La vie des savannes. Centre
ORSTOM, Dakar, 28 pp.
GILLON, D. 4£ J. PERNES. 1968. Etude de l'effect du feu
de brousse sur certains groupes d'arthropodes dans
una savanne préforestiére de Cóte D'Ivoire. Ann. Univ.
Abidjan, sér.E: Ecologie, 1(2):113-197.
GILLON, D., M. BERTRAND, M. ETIENNE, J.
LUMARET £ J. VALLETTE. 1987. Ecological
impact of prescribed winter burning on fuel breaks
in french mediterranean forest. First results. Ecologia
Mediterranea, 13(4):163-176.
GRANGER, J. 1984. Fire in forest. In Ecological effects of
fire in South African Ecosystems,Booysen y Tainton
(eds): 177-197. Ecological Studics 48. Springer-Verlag.
KRUGER, F.£ R,. BIGALKE. 1984. Fire in Fynbos.In:
Ecological effects of fire in SouthAfrican
Anales Museo de Historia Natural
Ecosystems, Booysen y Tainton (eds): 67-114.
Ecological Studies 48. Springer-Verlag.
SAIZ, F. 1990. Incendios forestales en cel Parque Nacional La
Campana, Sector Ocoa, V Región, Chile.I.Problemae in
cidencia de incendios forestales en Chile. An. Mus. Hist. Nat.,
Valparaíso, 21:
TAINTON, N.é M, MENTIS, 1984. Fire in grassland. In:
Ecological effects of fire in South African Ecosystems, Booysen
y Tainton (eds): 115-147, Ecological Studies 48. Springer-
Verlag.
Vol, 21, 1990
VILLASEÑOR, R. £ F. SAIZ, 1990, Incendios forestales en el
Parque Nacional La Campana, Sector Ocoa, V Región, Chile.
1. Efecto sobre los estratos arbustivo - arbóreco.An.Mus.Hist.
Nat., Valparaíso, 21:
TROLLOPE, W. 1984. Fire in Savanna.In: Ecological effects of
fire in South African Ecosystems, Booysen y Tainton (eds):
149-175. Ecological Studies 48. Springer-Verlag.
WARREN, S., C. SCIFRES £ P. TEEL. 1987. Response of
grassland arthropods to buming: areview. Agric. Ecosystems
Environm., 19: 105-130.
RR
Sergio Zunino y Guillermo Riveros
Cartografía de los incendios ...
CARTOGRAFIA DE LOS INCENDIOS FORESTALES EN LA 5" REGION +
SERGIO ZUNINO (*) Y GUILLERMO RIVEROS (0
ABSTRACT
The 5*region administrative is located inthe middle of Chile's mediterranean zone. Inthe period 1980-1991 this region was affected
by 20.3 % of the fires occurs in Chile and thus 20.8 % of the entire surface of the chilean native forests burned.
Most ofthe forest fires affected small surfaces.In fact, those covering a surface less than 5 Ha, represented 94 % of the total.
Cummulative burned surface of grasslands, shrublands and forests were very similar, sothat the forest areahas notably diminished.
Fires were manly produced by traffic, transport, recreational activities and sports.
The northem part of the 5'** region is over grazed and the wood is commonly exploited for fuel. As a consequence, forest and
shrubland fires are rare. No forest fires have occurres to the east of 70 W.
Key Words: Wildfires forestry, Distribution, Cartography, Forests, Shrublunds, grasslands burned, Valparaiso, Chile.
INTRODUCCION
En algunos ecosistemas el fuego es un agente
habitual y natural en la dinámica de estos y ha provocado
el desarrollo de comunidades que requieren de este factor
paracompletar sus ciclos vitales. Ental sentidola supresión
del fuego en algunas regiones de España ha dado origen a
formaciones transitorias de escasa productividad y con
tendencia al predominio de unas pocas especies vegetales
(Granadosetal 1986). Encambio, el Chaparral de California,
que está adaptado al fuego, debe en parte a éste su
diversidad y estabilidad. (Biswell 1974, Keeley et al 1989,
Naveh 1974).
Sin embargo, donde el fuego no es un factor que
regule el ecosistema, puede provocar cambios muy drásti-
cos en la vegetación, y de manera indirecta en el relieve,
como es el caso de los ecosistemas en Chile.
Las regiones de clima mediterráneo: Cuenca medi-
terránea Euro-Africana, California, Sudafrica, Surde Aus-
tralia y Chile poseen el matorral esclerófilo de mayor
cobertura. Está caracterizado por árboles y arbustos de
follaje siempre verde, con hojas esclerosadas y cubiertas de
sustancias cerosas y combustibles y derebrote rápido. Estas
regiones presentan prolongadas sequías estivales, a veces
por más de seis meses al año, baja humedad ambiental y en
ocasiones frecuentes vientos cálidos. Además soportan un
fuerte impacto, tanto por las numerosas actividades
humananas como por las extensas áreas que cubren las
ciudades (Biswell 1974, Kruger y Bigalke 1984, Naveh
1974, Volgl 1974).
En Chile, las formaciones esclerófilas han sufrido la
acción de los incendios forestales debido a las actividades
humanas, lo cual ha permitido al fuego ser un elemento de
cambio de esta formación, favorecida, a su vez, por las
características climáticas y vegetacionales de la región de
Chilecentral (Altieri y Rodríguez 1974, Armesto y Gutiérrez
1978, Avila et al 1981 y 1988).
Los primeros antecedentes de incendios forestales
para Chile se remontan a la época de la Conquista. Ya en
1748 Gómez de Vidaurre denunciaba la mala práctica de
quemar los bosques de los valles mediterráneos del país,
con el objeto de obtener nuevas tierras arables. Hoy en día
el fuego se utiliza como una importante herramienta para
obtener, cada año, más de 400.000 Ha de terrenos para uso
agrícola y forestal (Díaz 1988). Por el uso irracional del
fuego se ha destruido millones de Ha de formaciones
vegetales nativas y plantaciones que han dañado muy
seriamente al ambiente, sobre todo en las regiones de clima
con tendencia mediterránea.
Estimando que el fuego y los incendios forestales
son elementos bastante comunes en laregión mediterránea
de Chile y en especial en la 5* región, es de interés realizar
la cartografía de los incendios forestales que han afectado
a la vegetación nativa de esta región.
* Musco de Historia Natural de Valparaíso. Casilla 3208. Correo 3. Valparaíso. Chile.
** Facultad de Ciencias, U.de Playa Ancha. Casilla 34-V. Valparaíso. Chile. Fax (032) 286713.
$ Financiado por proyecto 259192.DIGI,U. de Playa Ancha.
Recibido:28 Octubre 1992. Aceptado: 22 Noviembre 1992.
Anales Museo de Historia Natural
MATERIALES Y METODOS
Para la realización de este trabajo, se utilizaron
los informes de incendios forestales facilitados por la
Corporación Nacional Forestal, 5* región, conside-
rándose las últimas 11 temporadas, 1980/81 a 1990/
91.Se define una temporada, según lo propuesto porel
Programa de Manejo del Fuego (PMF) de CONAF,
como el período de 7 meses que se extiende entre
noviembre a mayo del siguiente año.
De cada uno de los informes de incendios
forestales se seleccionaron las características relati-
vas a ubicación geográfica y superficie afectada de
vegetación nativa (matorral, bosque y pastizal). La
ubicación geográfica aproximada se efectuó por el
Vol, 21, 1990
sistema GEO-REF escala 1:500.000, basada en cartas
del IGM 1:50.000, identificadas con dos letras, co-
rrespondientes a un cuadrante del GEO-REF. A su
vez, cada uno de estos cuadrantes está determinado
por filas horizontales y de numeración impar, y co-
lumnas verticales y de numeración par; la intersec-
ción de filas y columnas genera celdillas con una
superficie de 400 Ha (Fig.1).
En razón a la precisión se consideraron para
cartografiar sólo los siniestros que han efectado una
superficie > 5 Ha, no se han tomado en cuenta los
incendios ocurridos fuera de temporada, ni aquellos
que ocurrieron al interior de las ciudades a pesar de
haber afectado a vegetación nativa, ni tampoco a los
siniestros que han tenido lugar en Isla de Pascua.
Fig.1 Identificación de sectores geográficos en la V Región
8
BEE
LY
Z
1
90
Sergio Zunino y Guillermo Riveros
RESULTADOS Y DISCUSION
Durante las 11 temporadas estudiadas se regis-
traron en el país 56.633 incendios forestales que
consumieron 514.428 Ha de las cuales 11.470 incen-
dios forestales y 129.712 Ha corresponden a la 5*
región. Es destable el fuerte impacto que soportan las
formaciones vegetacionales nativas (pastizales, ma-
torrales y bosque) y las reducidas superficies de
plantaciones en la 5* región (6 % ), lo cual está en
directa relación con las bajas superficies regionales
destinadas a plantaciones de Pinus radiata y
Eucaliptus globulus. (Fig. 2 y Cuadro 1).
Cartografía de los incendios ...
Fig.2 Superficies quemadas totales en el país y en la V Región
SUPERFICIES TOTALES QUEMADAS
Ha
VEGETACION NATIVA
122.503 467.840
AN
LANTACIONES
V REGION NACIONAL
CUADRO.
DISTRIBUCION DE LOS INCENDIOS FORESTALES OCURRIDOS ENLA 5*REGION.
TEMPORADA
Incendios
Ocurridos
%
Considerado
Si bien la 5* región acumula el 20.3 % de
todos los incendios forestales y el 26.8 % de la
superficie nacional afectada, la distribución por
temporadas es muy variable. En oportunidades
ha alcanzado a ser el 53.5 % del total, como
sucedió en la temporada 83/4; en cambio en la
del 87/8 su representación sólo fue del 3.6 %.
Las variaciones observadas entre las tempo-
radas son un reflejo directo de las condiciones
climáticas imperantes así como de la
pluviosidad, que favorece o reduce la producti-
vidad de combustible, en especial del estrato
herbáceo (pastizal). Además los incendios fo-
restales están influenciados por condiciones
1105
socioeconómicas y culturales, como son la
obtención de leña, cazadores con fines de lucro
(conejeros), tramperos, carboneros, juegos infantiles.
El número de incendios forestales analizados
no coincide exactamente con los antecedentes entre-
gados por el INE (1989 y 1991) o por Bañados (1991).
En todo caso, el porcentaje de incendios forestales
estudiados fue del 90.3 %. Esta diferencia se ocasiona
por no haberse considerado aquellos siniestros fuera
de temporada, o que sucedieron en Isla de Pascua o
que tuvieron lugar al interior de las grandes ciudades,
asi como también por la eliminación de los incendios
sobre los cuales existía una fuerte duda en precisar la
formación vegetal afectada (Cuadro 2).
Anales Museo de Historia Natural Vol, 21, 1990
CUADRO2. una de las tres formaciones vegetacionales muestran
| ENTRA 37.102 Ha (33.4 %) para el pastizal y 33.775 (30.4%)
para el bosque.
Fig.3 Distribución regional de los incendios forestales >5ha,
TEMPORADA NACIONAL REGIONAL ocurridos entre las temporadas 1980/81 a 1990/91.
1980/1
1981/2
1982/3
1983/4
1984/5
1985/6
1986/7
1987/8
1988/9
1989/0
1990/1
TOTAL 457.840 122.503
De acuerdo ala clasificación del tamaño de los De acuerdo a la distribución de los incendios
incendios, propuesta por el PMF, se reconoce la forestales <5 Ha (n= 579) en la 5* región (Fig.3),
altísima prevalencia de los siniestros con una superfi- llama la atención la falta de ellos al Este de los 70-W,
cie < 5 Ha, los cuales representan el 94.4 % del total, situación ocasionada por ser una región altamente
con una media de 888 siniestros por temporada. Le agrícola que ha reducido en forma notable las forma-
siguen en importancia aquellos de superficies entre ciones vegetales nativas de su entorno.
10.1 a 50 Ha que significan sólo el 2,5 % del total, las Al norte de la 5" región, los incendios
categorías restantes acumulan el 3.1 % (Cuadro 1). La forestales de bosques y de matorrales son bas-
distribución de las superficies afectadas se presenta tante escasos, a causa de la inexistencia de los
de manera bastante regular entre una y otra tempora- mismos o desaparición de estas formaciones,
da. asociada a una fuerte reducción de la cubierta
Los grandes incendios forestales (>3.000 Ha) herbácea, producto de condiciones climáticas
en la región son muy escasos, durante las 11 tempo- más áridas, a sobrepastoreo caprino y a la alta
radas consideradas sólo ocurrieron 6, 3 de ellos en la extracción de leña.
temporada 83/4, que en conjunto consumieron 30.264 La generación de incendios forestales ocu-
Ha. Esto representa el 21.4 % de toda la vegetación rre de preferencia en torno a las ciudades y vías
nativa incendiada en dicho período (Cuadro 2). de tránsito, lo cual se manifiesta en la alta
Los incendios forestales más comunes son los incidencia de siniestros por causales humanas.
que afectan a 2 0 más formaciones vegetales al mismo Para el período 1985-1990 de 4082 incendios
tiempo (pastizal, matorral o bosque), con un 53.6 % de investigados, el 29.5% fueron causados por trán-
todos los incendios. En cuanto a formaciones puras, sito y transporte y 19.5% a juegos, recreación y
son los pastizales los más numerosos, 41.3 %, el deportes (INE, 1991).
matorral y el bosque están representados por el 4.6 y A causa del retroceso que está sufriendo el bos-
0.5 %, respectivamente. Á pesar de estas fuertes que, los incendios forestales que los afectan, cada vez
diferencias observadas durante el período de estudio, suceden más lejos de los centros urbanos y son reempla-
al considerar las superficies acumuladas para cada zados por los de matorrales y de pastizales.
Sergio Zunino y Guillermo Riveros
CONCLUSIONES
La 5* región concentra el 20.3 % y el 26.8 % del
total de incendios forestales forestales y de las super-
ficies nacionales respectivamente, aunque presenta
fuertes variaciones de una temporada a otra.
Los incendios forestales de tipo mixtos son los
más numerosos. En el período estudiado alcanzaron
al 53.6 % (5.192); luego están los de pastizal con
41.3% (3.999); los de matorral significaron el 4.6 %
(444) y los de bosque con sólo 0.5%de los siniestros
(51). Ello pone de manifiesto la fuerte degradación
que imponen los incendios forestales sobre las forma-
ciones vegetales que en conjunción a factores huma-
nos, como pastoreo y recolección de leña, han reduci-
do, primeramente el estrato arbóreo y luego el
arbustivo, por formaciones fenológicamente más rá-
pidas como son los pastizales. Consecuentemente, se
reconoce que en torno a las grandes ciudades,
Valparaíso y Viña del Mar, los incendios de bosque
nativo están ausentes
A pesar de lo anterior, las superficies acumula-
das por cada una de las formaciones vegetales recono-
cidas tienden a ser similares, aunque el bosque es el de
REFERENCIAS.
ALTIERI, M.A. 8: J.A. RODRIGUEZ, 1974. Acción ecológica
del fuegoenel matorral natural mediterráneo de Chile,en Rinconada
de Maipú. Tesis Fac.Agronomía. U. de Chile. 144 pág.
ARMESTO)J. £ J GUTIERREZ. 1978. El efecto del fuego en la
estructura de la vegetación en Chile central. An.Mus.Hist.Nat.,
Valparaíso, 11:43-48.
AVILA,G., M.ALJARO dé B. SILVA. 1981. Observaciones en el
estrato herbáceo del matorral después del fuego. An. Mus.
Hist. Nat. Valparaíso, 14: 99-106.
AVILA,G..G.MMONTENEGRO 4 M.E. ALJARO. 1988. Incendios
en la vegetación mediterránea.En: Ecología del paisaje en
Chile central. E. Fuentes é2 S.Prenafeta (eds). U. Católica de
Chilc, Santiago.
BAÑADOS,A.1991.Evaluan temporada 91-92 de incendios fores-
tales. Chile Forestal, 188: 20-22.
BISWELL,H.1974. Effects of fire on chaparral. Kozlowski T.T.,
A. Ahlgren C.E.(eds.) Academic Press. N.Y. 321-364,
DIAZ, M.E. 1988. Fuego: un amigo cuando sele conoce (UN. Chile
Forestal (156): 12-15.
GOMEZ DE VIDAURRE)F. 1743. Historia geográfica y civil del
reino de Chile.Colección Historiadores de Chile.Vol.14, 349 pp.
Cartografía de los incendios ...
menor representación (30.7%), producto de la reduc-
ción continua que sufre en sectores rurales, ya que es
una fuente importante de combustible y para la elabo-
ración de carbón vegetal.
De acuerdo al tamaño de las superficies afecta-
das, los incendios forestales <5 Ha son los más
numerosos, 9.773, y suincidencia va disminuyendo a
medida que las superficies van en aumento.
La mayor concentración de incendios fo-
restales es en torno a las áreas urbanas, zonas de
tránsito o tiene por causales actividades huma-
nas, como son recreación y deportes, las que
tienen una gran influencia en la generación de
los siniestros.
AGRADECIMIENTOS.
A Paola Massa y Celeste Cortez por el
abnegado esfuerzo de la obtención y digitación
de la información. Al personal de CONAF 5*
región y en forma muy especial a los Sres. Raúl
Molina, Juan Atienza y Leonel Zamorano por
las facilidades otorgadas.
GRANADOS, M., A. M. VINCENT 4 F. GARCIA.1986. El
papel del fuego en los ecosistemas de Doñana. Bol. Est. Central
Ecología, 15(29): 17-28.
INSTITUTO NACIONAL DE ESTADISTICAS (INE). 1989.
Informativo estadístico 1988. Y región (10): 1-117.
INSTITUTO NACIONAL DE ESTADISTICAS (INE). 1991.
Estadísticas del medio ambiente 1986-1990. Año2 (1): 169 pp.
KEELEY, J. E., P. H. ZEDLER, C. A. ZAMMIT £ T. J.
STOHLGREM. 1989. Fire anddemography. In: The California
Chaparral Paradigms Reexamined. Science Series, Nat. Hist. Mus.
Los Angeles Co., (34):151-153.
KRUGER,F. £ R.BIGALKE. 1984. Firc.J.Booysen y Taiton,(eds).
Ecological effects of fireinsouth African Ecosystems. Springer
Verlag Biological studies.
NAVEH,Z.1974. Effects of fire on birds and mammals. In:Fire and
ecosystems.Hozlowski.T.T. A Ahlgren C.E.(cds.) Academic
Press. N.Y.401-434.
VOGL,R.1974. Effects of fire on grasslands.In: Kozlowki,T.T, A.
y ronda «palo ii
nda
a e
td el ra A
y" EP caia se E .
de Sa al
e
al AA TE
7
Ml PO AALTIG COR AAA MT
ae A Ú ab
ut o qu y25T (paño alo
' a. Ar ir? de ds vel
decir) PA HE Agron
0 a: A
is ai e Pat
L! o e rap o A D MA
¡rara iómdd ¡AUTOS A TB ARCAS O A 1
| A
! Heel de E a hi 3 de pa - JOTA $ Bl art 0 pl Ta!
Est ii ci iaa A a Al
Eco k A Po A EN A y. Ms | uE A AN VA
pa ha a” => n A » rl E las rr sh pb es
cicle NI AED to Aqua Al
| IT a sel Ar Pa A A AA aqu ¿de
Mi a M
| O da
. E ol dret Y ri nit A A a
's mor ¿UD
E aid , TR ;
A deta A EY sen oli yu.» ¡ lea, 4 A y ME ps | Y LPS
FL EA Po LE ” AAA Y año y 7 Ei él y O E “3 ' A?
"INGA pin on E w MWcnoiós: deibaras AAA
o o
| es das Maricel :
ADO parta, mt 0 qu Ellas «0 po JS Lo
> E PT y e . A,
| ro Era por; ul
MT y e
| Ds Y A
ÚAlsres - za » Ñ
MÁ nr F i a
INSTRUCCIONES PARA LOS AUTORES
ASPECTOS GENERALES
Anales del Museo de Historia Natural de Valparaíso, fundado en 1968, es una publicación periódica anual del
Musco de Historia Natural de Valparaíso, publica manuscritos originales de Zoología, Botánica, Ecología, Arqueología y
áreas conexas.
La recepción de trabajos es continua, publicándose en el orden de aceptación.
Los manuscritos son sometidos a revisores quienes evalúan su importancia y rigor científico. El autor principal
será notificado de la aceptación, rechazo o modificación dentro del menor plazo posible. La decisión de los editores es
definitiva.
Al editor deberán enviarse los manuscritos en triplicado además de una diskette con el artículo. El idioma de
publicación es esencialmente el español, debe evitarse el uso de neologismos técnicos y sólo se permiten las abreviacio-
nes aceptadas internacionalmente.
FIGURAS y TABLAS
Las Figuras deberán ser hechas en papel diamante, con tinta china negra y deberán ser numeradas
correlativamente, y citadas en texto como Fig. Los Cuadros o Tablas se llamarán Tablas, numeradas correlativamente. En
caso de incluir fotografías éstas deben ser en B/N , de óptima calidad y bien contrastadas.
Los manuscritos deberán ceñirse, en lo posible, a la siguiente estructura:
Título (conciso e informativo). Abstract. Key words ( 5 a 6 palabras).Introducción. Materiales y Métodos.
Resultados. Discusión. Conclusiones. Agradecimientos (si los hubiese) y Referencias.
A pie de la primera página indicar dirección postal completa del o de los autores.
Los nombres científicos deberán escribirse completos incluyendo el nombre de su descriptor, por lo menos la
primera vez que se mencionan en el texto.
En caso de citarse un trabajo de tres o más autores, se colocará el apellido del primer autor seguido de el al y el año.
En Referencias anote sólo los trabajos citados en el texto ordenados alfabéticamente de acuerdo al apellido del
primer autor. Iniciales y apellidos deben ir en mayúscula. Luego del último autor,irá el año de publicación , el título del
artículo, revista, volumen, número y páginas.
PERIODICAS
FORSBERG J. ££ C.WIKLUND. 1988.Protandry in the greenveined white butterfly Pieris napi L.Funct. Ecol. 2:81-88.
LIBROS
MAYR. E.1963. Animal species and evolution. Harvard University Press, Cambridge. M.A.
CAPITULOS
BROWN,V.K 4 T.R.E.SOUTHWOOD,.1987.Secondary succession: patterns and strategies. In: Gray,A.J, M.J.Crawley
and P.J.Edwards (eds.), colonization, succession and stability. Blackwell, Oxford,pp 315-337.
Use “En” en vez de “In” para las citas de capítulos si el libro es en español.
Se deben citar sólo trabajos publicados o en prensa. En este último caso indique en Referencias y al final del nombre de
la periódica coloque entre parentesis las palabras “en prensa”.
Hay un cargo por página, el autor principal recibirá 50 separatas.
Dirección General de Extensión
Universidadde Playa Ancha
de Ciencias dela Educación
Diagramación y Montaje:
Departamento de Diseño
Impresión y Encuadernación:
Imprenta Universidad de Playa Ancha