ISSN 0716-0178
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ISSN 0716-0178
An.Mus.Hist.Nat. Vol. 25 2006 Valparaíso, Chile.
INSTRUCCIONES PARA LOS AUTORES
Anales del Museo de Historia Natural de Valparaíso fue fundado
en 1968, es una publicación periódica. La revista publica
artículos originales de Zoología, Botánica, Ecología, Ciencias
Ambientales y Arqueología.
La recepción de trabajos es continua, publicándose en el orden
de aceptación. Los Manuscritos son sometidos a especialistas
en la temática del artículo quienes evalúan su importancia y
rigor científico. El autor principal será notificado de la
aceptación, rechazo o modificación dentro del menor plazo
posible. La decisión de los editores es definitiva.
Al editor deberán enviarse el manuscrito en triplicado y un
Disco Compacto CD, con el artículo en un procesador de texto
de amplio uso (incluir fotocopia de figuras y fotos originales) a
doble espacio con líneas de 15 cm de longitud y letra no menor
de 12 puntos (excepto letras de la familia Times). El idioma de
publicación, esencialmente, es el español. Se debe evitar el
uso de neologismos técnicos y sólo se permiten las
abreviaciones aceptadas internacionalmente.
REGLAMENTO DE FORMATO
Letras, cualquier letra tamaño 12 o superior, excepto Times.
Espacios. Colocar un único espacio después de cualquier
signo ortográfico (punto, coma, comillas, dos puntos, punto
coma) y nunca antes del signo ortográfico. La única excepción
a esta regla se aplica en las iniciales del autor en la bibliografía
y en las citas en el trabajo.
Párrafos deben ir sin sangrías, justificados y sin espacio entre
un párrafo y otro. En lo posible evite las palabras subrayadas,
si desea destacar algo utiliza la negrita. Destine los caracteres
cursiva para los nombres científicos o palabras latinas, incluso
si se escriben en mayúsculas. Cuando encabezan un párrafo
deben ir en negrita cursiva.
Comillas. Sólo usar doble comillas("") no usar otro signo
similar o equivalente. Letras griegas. No incluir letras
griegas en el texto, ni provenientes del teclado no
manuscritas. En su lugar escribir el nombre de la letra (ej:
alfa), en laimpresión definitiva aparecerá el carácter griego.
Macho y Hembra. Para indicar, en Material Examinado los
símbolos macho y hembra, estos deben escribirse (macho,
hembra), en la impresión definitiva aparecerá el símbolo
correspondiente.
Bibliografía. Los nombres de los autores deben ir en altas y
bajas. Coloque un número antes y después del año de
publicación (ej: Smith, J.J.G.8: A.Q.Collins. 1983.) no use
sangrías. Para las referencias que son volúmenes no use
espacio después de dos puntos (ej.: Rev. Biol. Mar. 4(1):284-
295).
Tablas: Reducir al mínimo el uso de tablas o cuadros
complicados o difíciles de componer. No usar espaciador para
separar una columna de otra en las tablas, para ello usar
exclusivamente tabuladores. No se aceptarán trabajos que
contengan tablas confeccionadas con espaciador. Los
manuscritos que no cumplan con esta reglamentación serán
devueltos a los autores para su corrección antes de
incorporarlos al proceso de revisión.
TEXTO:
El título principal debe irtodo escrito en mayúsculas y expresar
el contenido real del trabajo. Si incluye un nombre genérico o
específico, se indicará el rango sistemático inmediatamente
superior (ej: ORDEN, FAMILIA). El texto deberá contener:
Título en Inglés (o español si el trabajo esta en inglés), nombre
de los autores, dirección de los autores, resumen, abstract,
palabras claves y keywords (máximo 12 palabras o nombres
compuestos separados por comas), INTRODUCCION,
MATERIALES Y MÉTODOS, RESULTADOS, DISCUSION Y
CONCLUSIONES, AGRADECIMIENTOS Y BIBLIOGRAFIA, Estos
títulos deberán ir en mayúsculas sin negritas, los nombres de
los autores, dirección de los autores, palabras claves y
keywords deben ir en altas y bajas (normal) al igual que el
resto de los títulos indicados arriba. Sin por alguna
circunstancia especial el trabajo debe ser publicado en forma
diferente a las disposiciones anteriores, el autor deberá
exponer su petición al director. La primera prueba de imprenta
será enviada al autor principal para su corrección antes de la
impresión definitiva. Si ello fuera imposible o dificultoso, la
corrección será realizada por un Comité de Publicación, ad hoc,
dicha comisión no se hará responsable de lo mencionado en el
texto, por lo cual se solicita que los manuscritos vengan en su
forma definitiva para ser publicados (jerarquizar títulos,
subtítulos, ortografía, redacción, láminas, etc).
Los nombres científicos y las locuciones latinas serán las
únicas palabras que irán en cursiva en el texto. La primera vez
que se cita una taxonómica deberá hacerse con su nombre
científico completo, (género, especie y autor). Las medidas
deberán ser expresadas en unidades del sistema métricos
separando los decimales (0.5). Si fuera necesario agregar
medidas en otros sistemas, las abreviaturas correspondientes
deben ser definidas en el texto.
Las citas en el texto deberán incluirán nombre del autor y año
(ejemplo: Smith, 1952). Si hay dos autores se citarán
separados por 8, y seguidos del año previa coma (ejemplo:
Gómez 8: Sandoval, 1985). Si hay más de dos autores, sólo se
citará el primero seguidode coma y la expresión et al.
(ejemplo: Stuessy et al. 1991). Si hay varios trabajos de un
autor(es) en un mismo año, se citará con una letra en
secuencia adosada al año con una letra en secuencia adosada
al año (ejemplo: 1952a.).
La bibliografía incluirá sólo las referencias citadas en el texto,
dispuestas en orden alfabético por el apellido del primer autor,
sin número que lo anteceda. La cita deberá seguir las normas
de Style Manual of Biological Journal para citar correctamente,
fechas, publicaciones, abreviaturas, etc. La nomenclatura se
regirá por el Código Internacional de Nomesclatura Zoológica.
FIGURAS
Las figuras se numerarán en orden correlativo con números
arabídos. Las tablas de igual modo con números romanos.
Cada tabla debe llevar un título descriptivo en la parte superior.
Los dibujos deben ser de alto contraste y debe llevar una
escala para facilitar la determinación del aumento. Las
fotografías se considerarán figuras para su numeración; serán
en blanco y negro o en color, brillantes, de grano fino y buen
contraste y deben ser acompañadas de una escala para la
comparación del aumento.
La inclusión de fotografías y dibujos en color se consultará
previamente al Director de la Revista.
No se aceptarán fotografías y dibujos agrupados en la misma
lámina. Las fotografías deben ser recortadas para mostrar
solamente los caracteres esenciales y montados en cartulina
blanca, sin dejar espacio entre ellas cuando se disponen en
grupos. En la copia impresa del trabajo se deberá indicar en
forma clara y manuscrita la ubicación relativa de tablas y
figuras, si procede. Las ilustraciones deberán tener un tamaño
proporcional al espacio en que el autor desea ubicarla; ancho
de una columna 70 mm; ancho de página 148 mm; alto de
página 220 mm incluido el texto explicativo. Las láminas
originales no deberán tener más del doble del tamaño de
impresión ni ser inferior a ésta. Se recomienda considerar las
reducciones para los efectos de obtener los números de las
figuras de similar tamaño dentro del trabajo luego que éstas se
sometan a reducciones diferentes. En el reverso de las láminas
originales se deberá indicar el nombre del autor, título del
trabajo y número de figuras. Al término del trabajo se
agregará en forma secuencial las explicaciones de cada una de
las figuras.
Ediciones de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos
Ministro de Educación Yasna Provoste Campillay
Subsecretario de Educación Pilar Romaguera Garcia
Directora de Bibliotecas, Archivos y Museos Nivia Palma Manríquez
Subdirección de Museos Alan Trampe Torrejón
Conservador del Museo de Historia Natural de Valparaíso Ana Avalos Valenzuela
ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL DE VALPARAÍSO
Editor
Sergio Quiroz Jara Museo de Historia Natural de Valparaíso
Comité Editorial
Cristian Becker Museo de Historia Natural de Valparaíso
Jorge Redón Universidad de Viña del Mar
Rodrigo Villaseñor Universidad de Playa Ancha
Francisco Saiz Pontificia Universidad Católica de Valparaíso
Roberto Meléndez Museo Nacional de Historia Natural.
Maria Eliana Portal Universidad de Valparaíso
Edición 600 ejemplares.
Museo de Historia Natural de Valparaíso
Condell 1546 Casilla 3208 Correo 3 fono 32-257441
mhnv(Gentelchile.net
Valparaíso- Chile
Revista indexada en
Aquatic Sciencies and Fisheries Abstracts
Bulletin Signalétique
Zoological Record
ANALES
DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL DE VALPARAÍSO
Chile
INDICE
Homenaje, Dr. Parmenio Yánez Andrade.
EIA... oo A A a E
Estudio con apoyo de teledetección, de daños debidos al fuego en ecosistemas forestales
del Norte de la Isla Grande de Chiloé.
Victor QuintanlaP A A O E a
Estudio fitosociológico de los bosques de Nothofagus pumilio (P. Et E.) Krasser del Centro
Sur de Chile.
Lorena Flores T. 8 Renate Hildebrand-Vogel............o.oonoconcnnnnnncninniccccocnccccncnonnnos
Flora vascular en la Desembocadura del Río Aconcagua, V Región Chile.
Jivier ArTancibIW E. o RI A AI AN
Preferencias de hábitat de Basilichthys microlepidotus (Pejerrey Chileno) en la Cuenca
del Río Ligua ( 32*10” Y 32? 40” Latitud Sur), Quinta Región, Chile.
A A
Comunidad invernal de aves en la Desembocadura del Río Aconcagua.
Arno Rasek «£ Guillermo RIVerOoS. <> c0iconrmosomorooecrores parao poesia roto ente en gentoo nsess
Perros vagos en Valparaíso.
Sergio Zunino Dl. corsa esoo sore ed caelo ran dee TEO
Hallazgos de mastodonte (Mammalia, Proboscidea) y un camélido extinto (Mammalia,
Artiodactyla) en la Comuna de Marchihue.
Patricio López M. e Isabel Cartagena...........ooooooroooconorororocronenoncnanenononanenenos
Recursos vegetales de un asentamiento Inka en territorio Diaguita. Sitio Loma los Brujos,
Valle Mlapel, IV Región.
Carolina Belmar P. €: Luciana Quiroz L..............ooooo.oocccccccnnnnncccnnnoncccrncn arcos
Nueva posición sistemática de Grammephorus Niger (Solier) (Coleoptera, Elateridae,
Conoderini).
Jorge E. Valencia J..........ooooooocconocconocccnncrnnnoncnnncanonoconnnonnnnonannnrrnnnnrnernnness
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 7-9, 2006
PARMENIO YÁNEZ ANDRADE
1902 - 1977
Homenaje
Desde 1968 el Museo publica la revista “Anales del Museo de Historia Natural
de Valparaíso” que ha dado a conocer el quehacer científico, con énfasis en las ciencias
naturales y arqueología del Cono Sur. A la fecha dicha publicación ha generado un total de
25 volúmenes en los cuales han quedado, impregnada la historia del fabuloso progreso de las
ciencias venidas desde las prestigiosas casas de estudios de la nación.
En lo regional unas de la casas de estudios que ha estado en continua contribución
científica ha sido la antigua Universidad de Chile sede Valparaíso, hoy universidad de
Valparaíso y Playa Ancha, que vieron surgir durante los años 60 y 70 renombrados científicos
y estudiosos de las ciencias básicas, entre los que se destaca el Dr. Parmenio Yánez Andrade,
maestro y científico cuyo esfuerzo en la creación de los centros de investigación, ha permitido
preparar a los que hoy tutelan a las nuevas generaciones de estudiantes.
Han pasado 29 años desde que el 10 de abril de 1977 ocurrió el deceso del profesor
y maestro Parmenio Yánez, sin embargo el tiempo no ha podido olvidar su fecunda labor,
ya que sus discípulos, los cuales hoy continúan su senda se han encargado de transmitir la
importancia de las ciencias naturales.
De esta forma haremos homenaje al distinguido Dr. Yañez, a través del nuevo número
25 de la revista “Anales del Museo de Historia Natural de Valparaíso”.
“Los recursos vendrán de donde corresponda y por las vías adecuadas, siempre que nuestros
biólogos naturalistas sepan exponer, con claridad y objetividad las necesidades que el país o
la región tengan en lo que respecta a investigación biológica, y siempre que sus ideas sobre
que hay que hacer, y sobre cómo hacerlo, sean sólidas y definidas.
Homenaje Dr. Parmenio Yáñez Andrade
Los recursos no faltarán, si hay en los biólogos ideas claras, laboriosidad persistente y
capacidad organizadora. Lo digo, porque la práctica me ha enseñado que es asi
(Parmenio Yañez)
Quienes lo conocieron, jamás han olvidado sus sabias enseñanzas, sus consejos atinados, la
claridad y riqueza de sus pensamientos, la extraordinaria y profunda versación de su formación
universitaria. Su oratoria brillante y sobresalientes condiciones de maestro, hicieron de sus
clases las delicias de quienes tuvieron la oportunidad de escucharle por su bien documentada
información y dominio de las materias.
Según los escritos de los Doctores Francisco Silva y Héctor Etcheverry, siempre se le
escuchaba decir: “Debemos resolver nuestros problemas con nuestros propios medios, con
nuestra propia capacidad y ver de manera clara e inteligente lo que nos pueda servir para
ayudar al progreso de Chile y al desarrollo de una cultura autóctona, libre de influencias
extrañas que confunden y desorientan a la juventud”
Estos pensamientos se han reflejado en lo que fue su quehacer científico, al luchar por
la cristalización de ellos, obra suya son la creación de la estación de Biología Marina
de Montemar, del Instituto de Biología, de la desaparecida Universidad de Chile, sede
Valparaíso.
Consciente que su obra es un patrimonio para la juventud, crea la carrera de Biólogo Marino
con el objeto de formar futuros investigadores de nuestras riquezas marinas. Recibiendo
así, el amplio apoyo de la Facultad de Filosofía y Educación de la Universidad de Chile de
Santiago para titular jóvenes con vocación, en esta disciplina.
En el campo de la investigación publica numerosos artículos entre los que se encuentran
escritos sobre protozoos litorales, plancton, vertebrados marinos, peces chilenos de
importancia económica y desarrollo de Oceanología en los países latinoamericanos.
En 1960, deja la Estación de Biología Marina y continúa como profesor de biología de la
escuela de Odontología de la Universidad de Chile en Valparaíso y posteriormente como
profesor de Biología del Instituto pedagógico de Valparaíso de la misma Universidad.
Contribuye a planificar la creación del departamento de Ciencias de la Universidad de Chile,
llegando a ser Director del Instituto de Biología de este departamento, y en 1968, presidente
del Comité Ejecutivo. Le sorprende en este cargo la reforme universitaria y participa en
al estructuración definitiva de la universidad de Chile en Valparaíso. El Departamento de
Ciencias se transforma en el Área de Matemáticas y Ciencias Naturales y posteriormente en
Facultad incorporando a sugerencia suya, al Departamento de Geografía.
Su paso por el aquel entonces Departamento de Ciencias, fue fructífero; apoyando en el
“clima” de investigación desarrollado por el Prof. Giinther y colaboradores, supo organizar
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 7-9, 2006
el Instituto de Biología, impulsando la creación de los laboratorios de botánica, zoología,
paleontología, evolución y ecología, que juntos a la biología celular y genética, dieron un gran
impulso al nacimiento de la Historia Natural con el apoyo de la joven carrera de Pedagogía
en Biología y Ciencias, creada también por él.
En 1970, continúa desempañándose en la docencia de la ecología, evolución, filosofía de la
biología y anatomía comparada. Este mismo año viaja a Europa con el objeto de tomar contacto
con profesores de universidades francesas y alemanas en lo concerniente a la enseñanza
teórico-práctica de la ecología y anatomía comparada. En 1972 contribuye a la creación
de la carrera de Licenciatura en biología y apoya firmemente las actividades del programa
de investigación de los Dr. Silva y Etcheverry referidas a “Investigaciones ecológicas en
bosques nativos de Chile”, colaborando con los proyectos en el “Parque Nacional Vicente
Pérez Rosales” con una serie de publicaciones y trabajos aparecidas en los Anales del Museo
de Historia Natural de Valparaíso de 1974.
Durante 1976 y 1977 realiza varias sesiones de trabajo en torno a la publicación de una
obra didáctica dirigida a los profesores, alumnos de la enseñanza media, autodidactas y
público que gusta de la flora, fauna y bellezas naturales. Su retiro de la Universidad fue con
el propósito de dedicarse por entero a esta obra que consideraba una necesidad escribir en
beneficio de las generaciones jóvenes que deberá valorar las riquezas naturales.
Su deceso ocurre el 10 de abril de 1977 quedando inconclusa su obra. Sus discípulos y los
discípulos de ellos estamos seguros que su obra y enseñanza han perdurado en el tiempo
influyendo en lo que hoy son nuestras universidades.
Editorial
Estudio con apoyo de teledetección...
Víctor Quintanilla P,
ESTUDIO CON APOYO DE TELEDETECCIÓN, DE DAÑOS DEBIDOS AL
FUEGO EN ECOSISTEMAS FORESTALES DEL NORTE DE LA ISLA GRANDE
DE CHILOÉ.
STUDY SUPPORTED BY TELEDETECTION OF FIRE DAMAGE IN FORESTRY
ECOSYSTEMS IN THE NORTHERN AREA GREAT CHILOE ISLAND
Víctor Quintanilla P.
Departamento Ingeniería Geográfica. Universidad de Santiago de Chile.
Proyecto FONDECYT n* 1020024
ABSTRACT
This study presents the vegetal fire effects produced in several times in the northeastern part
of the Great Chiloé island and in the basin of Chepu and Butalcura rivers. The current exis-
tent vegetation is characterized wich is basically compose of renewal of pluvial chiloteforest
and they are represented by profiles.
A spatial and temporal analysis of the fires produced during different summer periods were
performed using Landsat satellite images. There is a discussion of the characteristics of the
degradation and recuperation of the forestry ecosystems as consequence of the historical
occurrence of fire, and the utility of using spectral indexes as the Normalized Difference Ve-
getation Index (NDVI) and the normalization of the NDVI index change for three different
periods. (NDVIc).
Key words: fire forest, effects, valdivian chilote forest, satellite images, vegetation index.
|
INTRODUCCIÓN
Se está trabajando en el análisis del dete-
rioro de los bosques pluviales de Chiloé
insular, ubicados aproximadamente en-
“tre los 41* y 43* sur. Un sector de estudio
corresponde a un área del norweste de la
Isla Grande, en un espacio que aproxi-
madamente se extiende entre los ríos
Chepú y Metalquí, ambos desaguando
en el Océano Pacífico (Figura 1).
S
a
Ss
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u
a
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"
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S
Una de las causas de la degradación de | - - —
estos bosques han sido y son los incen- Fig. 1. Área de estudio
dios vegetales en la isla. Como en el área
mencionada han ocurrido fuegos forestales antiguos y extensos, se discuten sus efectos en la
vegetación nativa y el paisaje.
Recibido, en julio de 2004
Aceptado, en abril de 2005
> TO E APA
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 10-19, 2006
La Isla Grande de Chiloé está ubicada aproximadamente a 1.000 kms al sur de Santiago,
entre los paralelos 41%50 y 43%20 Sur y los meridianos 7325 y 7420 longitud oeste. La
superficie total de la isla es de 818.450 hás., con una forma ligeramente rectangular de unos
250 kms. de longitud norte sur y un ancho medio de 35 kms.
El clima es templado frío, con una temperatura media anual de 11,3% C y valores extremos
medios de 17,8*C y 4,5%C y una humedad relativa del aire de 85%. La precipitación media
anual de la isla varía entre los 2.000 a 2.600mms.
La topografía de la parte occidental de la isla es la más accidentada, con caídas abruptas
al océano Pacífico y alturas que se elevan hasta los 800 mts. La parte central está formada
por terrazas fluviales que se extienden entre los 200 y 260 m. s.n m. La zona oriental está
constituida por terrazas marinas con substratos generalmente arenosos.(Andrade,1985)) Los
suelos derivan en gran parte de cenizas volcánicas y evolucionados bajo condiciones de
excesiva humedad y de tipos riolítico y andesítico. (Grenier, 1984). La parte norte de la isla
Grande fue cubierta al menos por tres episodios glaciales durante el Pleistoceno los cuales
llegaron hasta el Pacífico modelando el paisaje. (Villagrán, 1985). En general los suelos de
la isla presentan una capa de pómez a 110,70 y 45 cms. según se trate de suelos profundos,
moderadamente profundos o delgados. (Rovira, 1984 ). El contenido de materia orgánica es
muy alto, 30 a 35% en la superficie con una distribución en el perfil similar a los suelos de
praderas. La permeabilidad es alta.
La hidrografía de la isla se caracteriza por la presencia de numerosos ríos de corto recorrido
y ellos tanto en número como en importancia, en términos de caudal, trayecto y superficie
de las cuencas que drenan desembocan mayoritariamente en el Océano Pacífico por la costa
occidental. Los lagos y lagunas son numerosas distribuyéndose principalmente en los secto-
res centro y sur de la isla.
La vegetación arbórea en los sectores de lomajes suaves y alturas inferiores a 240 ms. está
constituida principalmente por ulmo (Eucryphia cordifolia Cav.) tineo (Weinmania, tri-
chosperma Cay. )coigie (Nothofagus dombeyi (Mirbel)Oersted) tepa (Laureliopsis phili-
ppiana (Looser)Schodde) . En las riberas de los ríos la formación forestal predominante es
ulmo, tepa, canelo (Drimys winteri J.R.et G. Forster) notro (Embotrium coccineum J.R.et
G. Forster) y mañío hembra (Podocarpus nubigena Lindl). En la cordillera de la costa y
hasta alrededor de los 240 m.s.n.m. las especies forestales predo- minantes son ulmo, tepa,
coigúe de Chiloé (Nothofagus nítida (Phil.) Krasser) asociado con mañío hembra. En la
parte sur de la isla predomina el ciprés de las Guaitecas (Pilgerodendron uviferum (D.Don)
) y en el sector oriental particularmente en la codillera de Piuché se encuentran comunidades
de alerce (Fitzroya cupressoides (MOL) Johnst (Quintanilla, 1995).
El catastro nacional de la vegetación de CONAF-CONAMA, BIRF (1997), de gran uso
Víctor Quintanilla P. Estudio con apoyo de teledetección...
nacional hoy día, identifica la vegetación de Chiloé a través de una clasificación de tipos
forestales como se observa en la Figura 2, referida a nuestra área de estudio.
Área de estudio.
El río Chepu es la primera cuenca hidrográfica importante que desagua hacia el Océano Pa-
cífico en el norte de la Isla Grande de Chiloé, constituido por numerosos afluentes (Puntra,
Butalcura, Metalqui,etc.) disecta los relieves de baja montaña situados al poniente de la Ruta
5 donde predomina el bosque
pluvial siempre verde (Figu-
"ReuEVE E morocraFÍa] | 123). Precisamente es en esta
f diversificada red de drenaje
donde se construyó el primer
camino costero que llega al
borde del océano en la isla. A
su vez esta ruta y sus ramifi-
' caciones favorecieron los im-
¡ pactos antrópicos sostenidos
al tipo forestal siempre ver-
de, los cuales se mantienen
hasta la actualidad.
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En este sector, durante co-
mienzos del siglo pasado, el
ecosistema forestal estuvo
constituido por el denomina-
do tipo de bosque valdiviano
pluvial, según los ecólogos-
botánicos y forestales (Ar-
mesto et al., 1996; Donoso
C., 1993).
Sin embargo en los últi-
mos 30 años la estructura y
composición del bosque en
la hoya hidrográfica del río
Chepu, ha cambiado de ma-
[Y BosQuE NAT ACHAPARRADO DENSO == LAGOS-LAGUNAS-EMBALSES-TRAMQUE +; |. PRADERAS PERENNES nera sustantiva. Por ejem-
MI dosoue mar anurto-rEnovaL semnenso BIE MATORRAL ARBORESCENTE E) RENOVAL ABIERTO a >
E TELS MEA plo la vegetación de litoral
IM eosoue ranvo acu To Des =333 TERRENOS MUMEDOS = % VEGETACION HERBACEA ENORIA | Próxima a la desembocadura
del curso fluvial, ha tenido
modificaciones importantes
1 0 1Km
Fuecta: Catastro y Exaluación de Ricuros Vegutacionates Matos de Chin [CONAF-COMAMA-BIRF, 1000) Escala 1:100.000 mm
Fig. 2 y 3. Catastro de recursos vegetacionales nativos
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 10-19, 2006
emergiendo inclusive hoy día comunidades de vegetación ruderal. Los bosques del interior
con agrupaciones de olivillo o de tepa y mirtáceas, han dado paso a sectores de praderas
o de matorrales abiertos, o a comunidades de renovales abiertos o semidensos (con fuerte
presencia de canelo y ulmo) y a remanentes de bosque nativo adulto semidenso. El uso del
fuego a fin de habilitar espacios para hábitat y ganado, y la búsqueda de leña; han sido los
principales responsables de estas transformaciones a estos bosques. Es sabido que el de-
sarrollo de Chiloé se ha basado hasta fines de la década de los 80, fundamentalmente en la
explotación de sus ecosistemas forestales. Se calcula que hasta comienzos de la década de
los 90 se habrían destruido o alterado significativamente más de 200 mil hectáreas de bosque
nativo mediante el uso del fuego (Otero L. Et al., 1996). En los últimos 25-30 años la com-
posición del bosque de Chiloé insular ha cambiado considerablemente debido a la extensión
de las superficies afectadas por incendios vegetales, desde el sector sur de la Isla hacia el eje
carretero Ancud-Quellón (Figura 4).
Esto ha transformado a gran parte de los tipos vegetales valdiviano y chilote y se constate,
Fig. 4 |
Ocurrencia y daño de incendios forestales en la Provincia de Chiloé
(1978- 2002. Fuente CONAF Región de Los Lagos- UGMF)
Ocurrencia Daño
; o a A $ >» e >
ECLPELIPES ACERA
el y y
Fig. 4. Ocurrencia y daños de incendios forestales en la provincia de Chiloé
en el norte de la isla, que mayormente estén dominados por ulmo y sobre todo por canelo,
especie que coloniza rápidamente las áreas alteradas, de gran vigor y no palatable para el
ganado (Hoffman, 1999).
También hacia la parte oriental del norte de la isla grande se han producido varios incendios
en los últimos 30 años, los cuales hán afectado a los ecosistemas de la cuenca hidrográfica
en los relieves del curso inferior de los ríos Puntra-Butalcura y Chepu. Algunos son fuegos
ocurridos en el curso de la década de los 70, de superficies inferiores a 5 hás., pero otros de
mayor superficie en la década de los 80 y el último entre los años 1997-1998, que habrían
quemado un área ya siniestrada en 1976 y ubicada al norte del río Huentru. Nuevos fuegos
as . 13
Víctor Quintanilla P. Estudio con apoyo de teledetección...
no muy bien datados, se desarrollaron en otra área cercana en la cuenca inferior del río Gran-
de. En estos sectores, casi sin acceso por vía terrestre, la superficie incendiada habría deteni-
do su expansión gracias a los numerosos humedales existentes entre la red de drenaje.
MATERIALES Y METODOS
Para trabajar en las superficies de la cuenca inferior de los ríos Chepu-Puntra, identificamos las
formas de relieve y la hidrografía a partir de las cartas topográficas del IGM a escala 1:50.000
y denominadas ríos Chepu y Puntra. También se utilizó una ortofoto del IGM (Chepu) a escala
1:20.000 del año 1991 y que corresponde a la confluencia de los ríos Chepu y Puntra.
Para la localización espacial y análisis temporal de los siniestros vegetales en el área, se
trabajaron en gabinete tres imágenes satelitales Landsat MSS y TM de diferentes fechas.
Apoyados en la bibliografía pertinente identificamos la denominada vegetación potencial del
área, para luego ir al terreno. El trabajo de campo se desarrolló en Enero 2003 en los espacios
comprendidos entre las riberas de los cursos inferiores de los ríos Chepu y Huentru. En estos
sectores se llevaron a cabo 13 muestreos vegetales de especies según la denominada línea de
Canfield (1941), en lugares donde existían testimonios de vegetación que fue afectada por
los últimos fuegos y en otros sectores donde estos incendios son más antiguos. Se presentan
dos transectas vegetales de estos lugares.
La teledetección o percepción remota se define como la tecnología para medir las caracte-
rísticas de un objeto en su superficie desde cierta distancia. Una de sus ventajas importantes
en este trabajo, es la posibilidad de realizar estudios con datos de períodos pasados. De este
modo se establecen las variaciones espaciales de la cubierta vegetal entre 1976 y 2000 utili-
zando tres imágenes del satélite Landsat (de 1976, 1987 y 2000), considerando el vigor o es-
tado de salud de la cubierta vegetal y de la localización de los incendios, mediante el cálculo
y obtención del índice de vegetación NDVI (Normalized Difference Vegetation Index).
Primeramente se debe efectuar la corrección de las imágenes utilizadas, las cuales provienen
- de la serie de satélites Landsat, tanto del sensor Themathic Mapper (TM) que se caracteriza
por un barrido miltiespectral con resolución espacial de 30 x 30 metros, como del Multies-
pectral Scanner (MSS) que posee una resolución de 79 x 79 metros. Las fechas de los datos
captados por estos satélites, fueron:
SENSOR PATH ROW FECHA
MSS 250 089 9 Feb 1976
TM 233 089 15 Ene 1987
20 Feb 2000
En el procesamiento y tratamiento digital de la información satelital se utilizó el Software
ENVI 3.4 a través de una función cuadrática, desde cartografía IGM escala 1:50.000 (Pro-
A E 0 > EzE_E_5EErmmoo A
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 10-19, 2006
yección UTM, Zona 18S. PSAD56) y con píxel de 30 x 30 metros para las TM y MSS.
Para disminuir la dispersión provocada por los componentes atmosféricos en la radiación
electromagnética percibida por los sensores, se aplica el método de corrección Planteado por
Chávez (Chuvieco, 1990), denominado Corrección del Histograma por sus Valores Mínimos
(Histogram Minimum Method, HMM) que consiste básicamente en restar a todos los pixels
de cada banda, el mínimo valor que cada una de ellas presenta.
Posteriormente se pasa a tratar el NDVI. El índice NVDI, basado en la diferencia entre la
banda roja e infrarroja del espectro electromagnético (EE), es aplicado a la información
del satélite para enfatizar la respuesta radiométrica debida a la vegetación. Las diferencias
entre estas porciones del EE está estrechamente correlacionada con valores relativos a la
superficie foliar, biomasa verde y productividad neta (Hayes, 1985), o más precisamente a
la cobertura densidad-hoja de la vegetación y al contenido-actividad de la clorofila (de la
Vigne et al., 1992).
El NDVI se calcula a partir de una combinación aritmética entre los canales espectrales rojo
e infrarrojo cercano (IR cercana) y su expresión es la siguiente:
NDVI = (IR cercano - ROJO)
(IR cercano + ROJO)
Los valores que entrega el NDVI se sitian entre —1 y + 1, correspondiendo el extremo negati-
vo a carencia absoluta de actividad vegetativa, y el extremo positivo a la actividad máxima.
Para nuestra área de estudio en términos generales, la vegetación sana se caracteriza por
una reducida reflectividad en el visible y una elevada reflectividad en el infrarrojo cercano.
Bajo condiciones de estrés como las que provoca un incendio, la vegetación experimenta
alteraciones en su estructura y composición, provocando una modificación en la respuesta
espectral. La hoja quemada pierde buena parte de sus pigmentos, con lo que la reflectividad
en el visible tiende a ser mayor. Por el contrario, el deterioro de la estructura celular causa
una reducción de la señal en el IR cercano (Chuvieco, 2002).
De esta manera, las escenas del NDVI entregarán la localización de los sectores con mayor
o menor vigor de la vegetación en cada fecha, y en consecuencia el efecto del fuego quedará
patente con este índice (Figura 5).
Considerando lo señalado anteriormente, se tendrá que un decremento brusco en el valor del
NDVI entre distintas fechas, indicará una notable pérdida en la cobertura vegetal. Así para
obtener una aproximación de los cambios de la cubierta vegetal entre una fecha y otra, Se cal-
culó el NDVI (Índice de Cambio Vegetacional Normalizado), que corresponde al análisis del
cambio vegetacional medido entre dos fechas a través de los respectivos índices NDVI (Castro
A A
Estudio con apoyo de teledetección...
Víctor Quintanilla P.
1998, Chuvieco, 2002) Sus valores fluctúan entre 1 y +1 y su expresión es como sigue:
(NVDI Año 2 — NVDI Año 1)
NVDI = (NVDI Año 2 + NVDI Año 1)
Los valores resultantes de estas diferencias (1987-1976 y 2000-1987) fueron posteriormente
escalados linealmente entre 0 y 200 para facilitar su manipulación, y finalmente establecer
cinco categorías de igual tamaño (Figura, 6).
Categorías de clasificación de NDVIc
N2 Rango Descripción
1 0-40 Disminución fuerte de la vegetación
2 40-80 Disminución de la vegetación
3 80-120 Sin cambios
4 120-160 Aumento de la vegetación
Apoyados en los resultados del trabajo en gabinete y sobre todo con la información obtenida a
partir del tratamiento de las imágenes satelitales, fuimos al campo en el verano del 2003 para
aproximarnos lo más posible a las áreas quemadas situadas en sectores casi sin acceso y sobre
terrenos a menudo pantanosos. En base a censos lineales elaboramos dos transectos altitudi-
nales; uno próximo al curso inferior del río Chepu y otro hacia el interior y en un relieve de
lomajes situados entre los ríos Chepu y Heuntru.
Por las restricciones de impresión de esta pu- Ps 2 HET AMPOCA
blicación, hemos tenido que presentar los re- MET EA
sultados del tratamiento de las imágenes sate-
litales sólo en colores blanco y negro.
Océano Pacifico
DISCUSIÓN.
La destrucción del bosque nativo de Chiloé a ra 17, eii |
(incluido a veces hasta el bosque secundario) - Td Ar
para la obtención de leña con fines energéti-
cos, es uno de los problemas ambientales dra- |
máticos de la Isla. En nuestra área de estudio
esto es muy evidente.
Octano Pacífico
Ubicamos especies taladas como ulmo, tineo y
arrayán rojo (Luma apiculata (DC), dispues-
tos para ser sacados como leña desde el bosque
y posteriormente venderla en Ancud. Algunos e
troncos medio quemados también son comer- a
"cala 1:100.000
Océano Pacífico
' e
. a
cializados y encontramos senderos para ir a Fig.5. NDVI (Normalized Difference Vegetation Index)
——_... -U[[á**>*++++———_——_——__—_—————__——_———
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 10-19, 2006
buscar leña y para extraer madera de tepa
y úulmo. Conocido es que la leña en Chiloé,
| por lo demás es parte del sustento básico y
| diario en el funcionamiento doméstico en
áreas rurales e incluso urbanas de la isla
' Grande.
S
AS
>
u
=
5
2
E
a
u
cr
o
¡| Respecto a los incendios aquí fueron hechos
con el fin de abrir espacios primero, para la
ganadería y en segundo término a objeto de
disponer lugares de cultivos. Levantamos
dos transectas vegetales a una distancia de
más o menos 4 kms. entre ellas. Una fue en
una extensión de alrededor de 3kms. Loca-
lizándola al sur de la desembocadura del río
Chepu. (Figura 7). La segunda un poco más
hacia el sector sureste, se levantó próxima
a la ribera sur del río
“OT m TT mass. _ He
Categorias de Diferencias de MDVI |
MN Oemmucón Fuerte Osrmnución Lee MB Sn camtos E Aumento Leve Aumento Fuerte
Fig.6. Diferencias de NDVI (Normalized Difference
Escala 1:104.004
Vegetation Index) N Simbologia
Huentru subiendo por Perder Ft
un moderado relieve de lomajes hasta los 90 mts. y comprendiendo una eN bic
extensión de 2 kms. (Figura 8). as
En la síntesis vegetal de estos perfiles se observa la presencia importante , LENA
de Ulex europaeus (espinillo) y de Gunnera tinctoria (nalca o pangue) od qe
en los bordes de riberas y senderos, como también una cierta similitud de o e 2309
especies hasta alrededor de los 30-35 mts. A mayor altitud fuimos obser- eee equ
vando que no todas las especies, de ambas transectas, se repiten o se dis- A a
tribuyen a un mismo nivel. Así por ejemplo Pilgerodendron uviferum y al ai dl,
Amomyrtus meli no los encontramos en el perfil de la cuenca inferior del US. ES.
río Chepu y a su vez en éste último es más abundante la Chusquea spp. so- gd ron toc
bre todo en los te- E Uds
rrenos bajos, y 1
a > producto de la ma- ' PREDAOS
+ de yor alteración de lr or
Ñ os las agrupaciones E RA
. LD vegetales. Por otra caos
parte Rhaphitha-
1 20 Tf Rubussp.
mmnus spinosus
(arrayán macho,
repu) tampoco está
*r — Ulex curopacus
EN Cyperus sp.
Rio Chepa
a Juncus sp.
Fig. 7. Transecta al sur del cursor inferior del río Chepu
a e O A O A
presente en el per-
fil del río Chepu
Holcus lanatus
Nothofagus nitida
Víctor Quintanilla P. Estudio con apoyo de teledetección...
como igual cosa ocurre con Nothofa-
gus nítida (Phil.) (roble de Chiloé) al
cual no encontramos en el transecto
de la cuenca inferior de la confluencia
de los ríos Huentru y Chepu.
También se constató la predominan-
cia de manchones de quila que sur-
gen entre árboles quemados que aún
están en pie bloqueando su probable
regeneración, y la penetración de
gran cantidad de renuevos de cane-
los en espacios siniestrados. En otros lugares, particularmente en margen de pequeñas pra-
deras, hay numerosas matas de espinillo.
Río Huentru
Fig. 8. Transecta hacia el sur de la confluencia de
los ríos Huestru y Chepu
En cuanto a la fisonomía y estructura de las agrupaciones vegetales, se denotan también al-
gunas diferencias interesantes en los dos perfiles. En la transecta de los ríos Huentru y Chepu
es notoria la mayor presencia de un matorral arborescente semidenso con especies de Drimys
winteri, Luma apiculata, Tepualia stipularis y Baccharis magellanica como individuos más
constantes, lo cual en el perfil graficado es poco notorio debido a la escala. Igualmente pode-
mos hablar de un pequeño bosque nativo adulto denso con especies maduras de Aextoxicon
punctatum, Eucryphia cordifolia, Rhaphithamnus spinosus y Tepualia stipularis (H. Et.
al.) Griseb (tepú) que no está presente en el corte más próximo a la costa. Por otra parte en
ambos perfiles hemos encontrado agrupaciones comunes como son las praderas perennes (por
supuesto de origen antrópico) con plantas como Holcus lanatus, Taraxacum officinale , entre
otros y espacios con renoval abierto y renoval semidenso donde son más o menos constan-
tes: Drimys winteri, Laureliopsis philippiana, Aextoxicon punctatum, Tepualia stipularis,
Weinmania trichosperma, Amomyrtus luma y Ovidia pillo pillo.
CONCLUSIONES.
Los incendios en los valles de las cuencas tratadas han dañado fuertemente al bosque nati-
vo primitivo. A su vez el bosque adulto afectado por incendios ha sido alterado en distinta
intensidad por el floreo. Ello deja como resultado un recurso de escaso valor con problemas
sanitarios y empobrecidos desde el punto de vista ecológico y del paisaje.
También constatamos que el bosque aquí presenta diferencias en su composición relativa, aún
en un mismo nivel altitudinal. Las especies más abundantes en un sitio, no lo son al cambiar
la exposición y pareciera que hubiera una mayor diversidad en altitudes intermedias (30 a 70
mts.) probablemente debido a la alteración permanente que deben tolerar las comunidades y
a los numerosos microhabitats que poseen las laderas, rasgo por lo demás muy común en los
relieves de la isla Grande de Chiloé.
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 10-19, 2006
Por otra parte los resultados obtenidos a partir de los índices espectrales de las imágenes
satelitales correspondientes al NVDI entregan como resultado la expansión geográfica de los
fuegos en tres períodos, y la ubicación de las áreas con mayor vigor vegetacional en cada año
analizado, así como los sectores desprovistos de vegetación.
Es evidente que mientras hoy día continúe el bosque chilote estando sometido a importan-
tes presiones y modificaciones antrópicas, el tapiz forestal insular irá conformándose por
poblaciones de renovales con la penetración de fuertes especies colonizadoras y yendo pau-
latinamente a su reemplazo, por forestaciones exóticas que poco a poco están expandiéndose
en la isla.
AGRADECIMIENTOS
Se agradece al geógrafo Darío Toro B., por su apoyo en la parte de teledetección
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A O O
Lorena Flores T. % Renate Hildebrand-Vogel Estudio fitosociológico de los bosques...
ESTUDIO FITOSOCIOLÓGICO DE LOS BOSQUES DE Nothofagus pumilio
(P. et E.) Krasser DEL CENTRO SUR DE CHILE
Lorena Flores Toro* € Renate Hildebrand-Vogel**
*Instituto de Biología, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Casilla 4059,
Valparaíso, Chile. E-mail: lorena.flores(dchile.com
** Westfálische Wilhelms-Universitát, Institute for Landscape Ecology, Robert-Koch-Str.
26, D-48149
Muenster, Alemania. E-mail: hildebrandrenate(Ycompuserve.de
ABSTRACT
Synecology and synsystematic classification of deciduous Nothofagus pumilio
(lenga) forests is studied on the chilean slope of the Andean Mountain Range, between 40”
and 43 S (X th Region of Chile ) with the aim to differentiate the communities according
to the climatic west to east gradient of decreasing maritime character.
We describe three associations with altogether 10 subunits reflecting the gradient
from the warmest and driest to the wettest and coolest sites of beech forests within the
Valdivian rainforest region.
Even though soil humidity interferes with climatic driven water balance regime we
are able to identify two communities exclusively to be found on extremely “oceanic” sites,
one restricted to the more “continental” parts of the study area and further 6 communities
with less specific distribution pattern.
Key Words: fitosociología, asociación vegetal, bosques de Nothofagus pumilio, región del
bosque pluvial Valdiviano, sintaxonomía.
INTRODUCCIÓN
El género Nothofagus es de gran relevancia para Chile, debido a su importante
participación en la constitución de los bosques nativos del país. El género reúne a 10 especies
y un híbrido, de los cuales, la especie caducifolia Nothofagus pumilio (P. et E.) Krasser,
presenta la más amplia distribución latitudinal, formando a lo largo de su recorrido una serie
de bosques puros y mixtos (Donoso, 1993).
Recibido, en julio de 2004
Aceptado, en mayo de 2005
SS — _ __———_———_____—__—__ _—_ _—_ __——————_____ _ __ _—_—___——
20
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 20-33, 2006
Los bosques puros de N. pumilio se extienden a lo largo de la Cordillera de Los Andes
desde los 35%35"S hasta el extremo austral del continente, en los 56” S (Ormazabal % Benoit,
1987). Su distribución latitudinal se extiende por más de dos mil kilómetros, abarcando desde
un clima mediterráneo, pasando por uno templado lluvioso hasta un clima subantártico. A lo
largo de todo este recorrido presenta una composición florística muy variada y numerosas
asociaciones vegetales de contacto (Hildebrand-Vogel et al.,1990; 1991, Hildebrand-Vogel
2002).
En el norte de su distribución, en el límite altitudinal inferior se traslapa con bosques
puros de Nothofagus dombeyi (Mirb.) Oerst., Nothofagus obliqua y Nothofagus alpina (P.
et E.) Oerst. (San Martin et al., 1991., Veblen et al., 1996., Amigo, 2000., Pollmamn, 2001).
En el centro de su distribución, entre los paralelos 40? y 43%, limita con el bosque pluvial
valdiviano (Veblen et al., 1996) y más al sur con bosques siempreverdes de Nothofagus
betuloides (Mirb.) Oerst. (Hildebrand-Vogel £ Vogel, 1995., Roig et al., 1985). Como una
particularidad, en el área centro sur de su distribución, se presentan bosques mixtos con
Araucaria araucana (Mol.)K. Koch y asociaciones de contacto con Fitzroya cupressoides
(Mol.) Johnston (Hildebrand-Vogel et al., 1995; Finckh, 1996).
Los límites altitudinales de estos bosques también presentan una gran variación, es así
como en el sector norte de su distribución, los límites inferior y superior se encuentran a 1.300
y 2.000 msnm, respectivamente. Ambos límites van descendiendo en altitud gradualmente
a medida que se acercan al extremo más austral, de modo que en Magallanes se encuentran
entre 0 y 500 msnm, respectivamente (Donoso, 1981.). Además en los límites altitudinales
superiores, la especie presenta dos formas de crecimiento; como un arbusto, formando el
krummholz o matorral achaparrado de altura, que constituye el ecotono entre la vegetación
boscosa y la estepa andina (Freiberg, 1985., Donoso, 1993) y como árbol, formando bosques
puros que constituyen el límite altitudinal superior de la vegetación arbórea (Hildebrand-
Vogel et al., 1990; Finckh,1996).
N. pumilio también se encuentra en la Cordillera de la Costa(37*40"S), particularmente
en la Cordillera de Nahuelbuta (1.400 msnm), sin embargo, en estos lugares no forma bosques
puros, como en la Cordillera de Los Andes (Schmaltz, 1991).
En la actualidad se cuenta con un gran número de investigaciones sobre los bosques
de N. pumilio, especialmente aquellas que apuntan a la explotación forestal de los bosques
que prosperan en las Décimo Primera y Décimo Segunda regiones del país. Sin embargo,
existe una carencia real de investigaciones sobre estos frágiles ecosistemas en aquellos
sitios en que los bosques no presentan valor comercial por encontrarse situados en sectores
demasiado inaccesibles para las labores forestales. Este es el caso de los bosques de N.
pumilio que se encuentran creciendo en la zona centro-sur de su distribución natural, en la
Cordillera de Los Andes de la Décima Región, donde se traslapan con la zona del bosque
pluvial valdiviano.
A A ———_ ——= A A
Estudio fitosociológico de los bosques...
Lorena Flores T. € Renate Hildebrand-Vogel
Fitosociológicamente, el bosque puro de Nothofagus pumilio pertenece a la Clase
Nothofagetea pumilionis, descrita por Oberdorfer en 1960, que para la zona centro sur,
se ha subdividido en las siguientes asociaciones: Anemone-Nothofagetum pumilionis
(Oberdorfer, 1960), Senecio-Nothofagetum pumilionis (nom. prov. Villagrán, 1980) y
Carici minutissimae-Nothofagetum pumilionis ( ass.prov. Freiberg, 1985). Sin embargo
estas dos últimas asociaciones no son válidas de acuerdo al Código Internacional de
Nomenclatura Fitosociológica (Weber et al. 2000). Así quedan invalidadas las asociaciones
Senecio-Nothofagetum pumilionis por incumplimiento de los Artículos 3b, 3g y $ y la
Carici minutissimae-Nothofagetum, por los Artículos 3b y $.
El objetivo de este trabajo es realizar una clasificación sintaxonómica detallada
de los bosques puros de Nothofagus pumilio que prosperan en la zona centro-sur de su
distribución natural, sobre la base de 83 censos fitosociológicos levantados en distintas áreas
de la Cordillera de Los Andes de la Décima Región.
MATERIALES Y METODOS
Área de estudio
El área de estudio se
ubica en la ladera occidental
de la Cordillera de Los Andes,
entre las latitudes 40% y 43"
S, Provincia de Valdivia,
X Región de Chile. En ésta
área se seleccionó diez sitios
de muestreo, tratando con
ello de cubrir toda la gama
de variaciones probables
de los bosques de lenga de
estos sectores. Para cada
latitud se procuró tener por lo
menos dos sitios de muestreo Sitios de muestreo = ()
contrastantes, es decir, uno de
ubicación más continental y
otro más oceánico (Figura 1).
E
¿
5
3
Lago / Laguna = y
Límite de Chile = 4“
Fig. 1. Ubicación geográfica de los sitios de muestreo en la Cordillera de
Los Andes de la Décima Región de Chile: (1) Chihuio [40%09' - 7149"],
EA (2) Pampa Frutilla [40%44' - 72%01'], (3) Cerro Riggi [41%05' - 71%50'],
Geológicamente, la (4) Cochamó [41%27' - 72202"), (5) Lago Triángulo [41"33,5' - 7293221],
zona está constituida por (6) Sierra Escondida [41%45' - 71*52', (7) Cerro Yate [41%48'-72"24', (8)
rocas volcánicas de carácter Volcán Hornopirén [41"53'-72*26"], (9) Futaleufú [43*12'-71950"], (10)
Cerro Moraga [43"21,5'-72%25"].
22
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 20-33, 2006
andesítico-basáltico, originadas en el lapso de tiempo comprendido entre finales del
Pleistoceno y el Reciente, incluyendo en muchos casos eventos históricos (Subiabre $ Rojas,
1994). Los suelos corresponden al tipo trumao de Cordillera, originados por depositación
directa de arenas volcánicas recientes de naturaleza basáltico andesítico, mezcladas con
cenizas y pómez, derivadas de la actividad volcánica cuaternaria (Besoaín, 1985). La
profundidad de estos suelos es variable, encontrándose suelos profundos, medianamente
delgados y delgados, dependiendo de la topografía, cubierta vegetal e historial de eventos
volcánicos recientes (Peralta, 1980; Schlatter, 1994).
Estos bosques se encuentran dentro de la región bioclimática Temperada de Chile,
ocupando el piso supratemperado descritos por Amigo $: Ramírez (1998). De acuerdo a la
clasificación climática de Kóeppen, citada por IREN (1974), el régimen climático bajo el
cual prosperan estos bosques corresponde al tipo G, clima de Montaña, caracterizado por
una alta precipitación media anual, que fluctúa entre 2.500 y 4.000 mm. Gran parte de estas
precipitaciones (a lo menos un tercio), caen en forma de nieve, la que permanece desde mayo
hasta mediados de enero en estos sitios, por efecto de la altitud (Montaldo, 1966; Freiberg,
1985; Veblen et al., 1978). La temperatura media anual está comprendida entre los 9%C y
los 6%C. La oscilación media anual es de aproximadamente 10%C, teniendo en invierno una
temperatura mínima muy cercana a los 0%C. La temperatura mínima promedio mensual,
registrada en la estación meteorológica "Aguas Calientes", que caracteriza a este clima, es
de 3,9 “C y la máxima promedio mensual es de 14,2*C. El número de días con heladas, en
promedio, fluctúa entre 50 y 150 al año, ocurriendo éstas incluso durante el verano (Subiabre
$ Rojas, 1994).
Los bosques caducifolios de Nothofagus pumilio, de los cuales trata este estudio,
se ubican entre los 920 y 1480 m.s.n.m. De acuerdo a la tipología forestal propuesta por
Donoso (1981), estos bosques pertenecen al tipo forestal Lenga. Por otra parte, Gajardo
(1994), ubica a estos bosques en la Región del Bosque Andino Patagónico, Sub-Región de
las Cordilleras Patagónicas, caracterizados por una estrata arbórea monoespecífica de lenga,
con un sotobosque ralo y una estrata herbácea muy pobre en especies.
Métodos
Se levantaron 72 censos de vegetación en rodales puros de Nothofagus pumilio,
siguiendo la metodología fitosociológica propuesta por Braun - Blanquet (1964), actualizada
por Múieller-Dombois y Ellenberg (1974). Con objeto de cubrir toda el área de estudio y
complementar la información, se tomó once censos de otros autores. Con estos datos se
construyó una tabla fitosociológica con 83 censos de vegetación y 97 especies de plantas
vasculares. La nomenclatura de las especies sigue a Marticorena 8 Quezada (1985), Landrum
(1999) y Marticorena Rodríguez (1995,2001).
Los censos N? 7, 32, 38, 39, 55, 61 (N” Orden, Tabla 1) del Cerro Riggi, corresponden
a los censos N* 28, 27, 45, 46, 57 y 47 respectivamente, tomados de Villagrán (1980). El
O A
Estudio fitosociológico de los bos
Lorena Flores T. € Renate Hildebrand-Vogel
censo N* 27 (N* orden, Tabla 1), de Lago Triangulo y los censos N* 47, 48, 49 y 54 (N”
orden, Tabla 1) del Volcán Hornopiren, fueron facilitados por los Doctores Andreas Vogel y
Roberto Godoy, de un relevamiento realizado por ellos el año 1993.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Aun cuando la tabla fitosociológica final y ordenada (Tabla 1, pag 26 y 27), representa
una comunidad vegetal definida, puesto que es un bosque puro de Nothofagus pumilio, en
ella se observan variaciones por desaparición y recambio de algunas especies, situación que
permitió separar claramente los censos en dos grandes grupos: aquellos con la participación
de Drimys andina (Reiche) R. A. Rodr. et Quezada y Berberis serrato-dentata Lechler en el
sotobosque y aquellos a los que les falta una de estas especies o ambas a la vez (Tabla 2).
Tabla 2. Distribución de las especies más importantes de los bosques de N. pumilio en las tres
asociaciones vegetales descritas para la Cordillera de Los Andes de la X Región.
Drimydos Valeriano lapathifoliae-Nothofagetum Senecioni acanthifolii-Nothofagetum
pes ilioni
Andinae-Nothofagetum pumilionis Ponts PE
Nothofagus pumilio, Maytenus disticha, Berberis montana, Adenocaulon chilense, Codonorchis lessonii, Viola reichei, Rubus
geoides, Gavilea lutea
Berberis AAA E Drimys andina
Empetrum Nothofagus E aiiojazia
rubrum dombeyi betuloides
Blechnum magellanicum
Valeriana lapathifolia
Desfontainia spinosa
Azara lanceolata
Greigia landbeckii
Philesia magellánica
Pseudopanax laetevirens
Chusquea coleou
Chusauea montana
RN ENCUIS chilensis
Lagenifera hirsuta
Senecio acanthifolius
Gunnera magellánica
Perezia pedicularifolia
Pernettya myrtiloides
Escallonia alpina
Macrachaenium gracile
Ortachne rariflora
Ourisia breviflora
Oxalis magellánica
Marsippospermum phillipii
Poa rigidifolia
Senecio chionophilus
IA
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 20-33, 2006
La primera comunidad se encuentra a lo largo de todo el gradiente climático,
océano-montaña estudiado, prosperando desde los 920 hasta los 1415 m.s.n.m.. Las especies
características son Drimys andina y Berberis serrato-dentata. En esta comunidad, el estrato
arbóreo superior alcanza una altura promedio de 20 m., pudiendo llegar hasta los 33 m. en
sitios planos y de baja altitud (990 msnm). El estrato arbóreo 2, no siempre presente, alcanza
alturas mínimas y máximas de 2 y 24 m. y coberturas desde un 5 % a un 70%, respectivamente.
En forma excepcional se distingue un tercer estrato arbóreo, de baja cobertura y altura media
de hasta 8 m., cuando está presente.
El estrato arbustivo en esta comunidad es abundante y denso, con coberturas que
oscilan entre un 5% y 100%, dominado por Drimys andina, Maytenus disticha, Escallonia
alpina y Berberis serrato-dentata. Con una altura promedio de 1,3 m., llegando en algunas
ocasiones a los 3 m de alto, situación en la que se presenta un segundo estrato arbustivo,
de baja cobertura y que no sobrepasa el metro y medio de alto. El estrato herbáceo es de
cobertura muy variable, fluctuando sus valores entre 1% y 100%, con Adenocaulon chilense,
Rubus geoides, Codonorchis lessonii y Blechnum penna-marina.
Dentro de esta comunidad, las especies se distribuyen en dos asociaciones
relativamente bien diferenciadas, para las que se propone la siguiente nomenclatura:
L- Drimydos andinae-Nothofagetum pumilionis: comunidades con sotobosque de
Maytenus disticha, Drimys andina y Berberis serrato-dentata. En el estrato herbáceo falta
Valeriana lapathifolia.
Tipo nomenclatural de la asociación: inventario N? 2 en tabla 1 de Hildebrand-Vogel et al.
1990 p. 60
Esta asociación se subdivide dentro del área de estudio en tres unidades:
1.- Typicum: conformado por los censos 3,4,5,6 y 7 (Tabla 1). El tipo nomenclatural de la
subasociación es el censo 2 en tabla 1 de Hildebrand-Vogel et al. 1990 p. 60
2.- Tipo con Empetrum: censos 1 y 2 (Tabla 1). En esta comunidad se reemplaza Berberis
serrato-dentata por Empetrum rubrum, especie proveniente de las comunidades altoandinas
que limitan superiormente con el bosque de Nothofagus pumilio.
3.- Tipo con Blechnum magellanicum y Nothofagus betuloides: censos 8, 9, 10, 11, 12 y
13 (Tabla 1) En esta comunidad además de la participación de Drimys andina y Berberis
serrato-dentata en el estrato arbustivo, se agrega Blechnum magellanicum, y en el estrato
arbóreo se agrega Nothofagus betuloides. Esta es una comunidad ecotonal, de baja altitud,
con intrusión del bosque siempreverde con el cual limita el bosque de N. pumilio en estas
latitudes.
Estudio fitosociológico de los bosques...
Lorena Flores T. £ Renate Hildebrand-Vogel
Tabla 1: Unidades vegetacionales de los bosques de Nothofagus pumillo (P. et E.) Krasser de la Cordillera de Los Andes de la X Región, Chile.
idos andinae-Nothofagetum pumilionis Valeriano lapathifolise-Nothotagetum purmilioniy _
pote AT a] aa | '
En Le c da y ben betulcides Typ domb Tipo ey0
10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 3]
Le E e Es e En és ar a FRU FRU FRU FRU FUT FUT RIG FUT CMI CHI SE SE RIG FUT FUT CO CO TRI CO CO CO MOR RIG Ex,
1150 1180 1070 1300 1100 1100 1220 920 1120 1100 1110 1030 1050 1040 998 1250 960 1415 1320 1200 1120 1205 690 095 1315 1240 1250 1150 1200 1230 445 1120 120, *
OO ON E N NM
Unidades Vegetacionales
Número de orden
Sitlo muestreo
Altitud (m.s.n.m.)
NE ESE N SO NO N NO NE ENE NO mM ¡1
Exposición
Inclinación (grados)
Añura estrato arbóreo 1 (m)
Cobertura estrato arbóreo 1 (%)
Alura estrato arbóreo 2 (m)
Cobertura estrato arbóreo 2 (%)
Altura estralo arbóreo 3 (m)
Cobertura estrato arbóreo 3 (%)
Altura estrato arbustivo 1 (m)
Cobertura estrato arbustivo 1 (%)
Altura estrato arbustivo 2 (m)
Cobertura estrato arbustivo 2 (%)
Cobertura estrato herbáceo (%)
Número de especies
Especies caracteristicas y diferenciales
Nothofagus pumilio
Maytenus disticha
Ribes magellanicum
Dysopsis glechomoides
Osmorhiza chilensis
Perezia prenanthoides
Pemettya Myrtilloldes
Lycopodium magellanicum
Berberis montana
Lagenifera hariotil
Myoschilos oblonga
Gavilea lutea
Acaena ovalifolia
Senecio prenanthifolius
Especies regionales caracteristicas
Drimys andina
Berberis serrato-dentata
Especies características de humedad
Valeriana lapathifolia
Senecio acanthifolius
Gunnera magellanica
Lagenifera hirsuta
Schizeilema ranunculus
Ranunculus chilensis
OONON
31025
B 12
80 60
3
30
20
12
24
18
65
12
40
15
s
5
15
O NOENE O O O O O6ESE E
5 30 22 20 20
12 15 20 18 20
70 90 75 BO 60 20
14
1
4
1
? 05
7
10
10 10
3
5
1
3
1
1
20 60 70 25 100 80
5 40 + 20
18 18 12 13
505
13
ma
E
+
+++.
y.
Especies caracteristicas de niveles altítudinales supóriores del ol osque
Perezia pedicularifolia
Ourisia breviflora
Caltha appendiculata
Pernettya pumila
Ortachne rariflora
Oxalis magellanica
Marsippospermum philippii
Geum involucratum
Pos rigidifolia
Senecio chionopilus
Especies caracteristicas de niveles altitudinales inferiores del bosque :
Blechnurn magellanicum
Nothofagus betuloides
Nothofagus dombeyi
Desfontainia spinosa
Azara lanceolata
Greigia landbecki
Philesia magellanica
Pseudopanax laetevirens
Tipo con Chusquea
Chusquea coleou
Chusquea montana
Tipo con empetrum
Empetrum rubrum
Especies acompañantes
Acaena antarctica
Trisetum cernuum
Anemone antucensis
Cardamine sp.
Asteranthera ovata
Acaena magollanica
Uncinia brevicaulis
Uncinia lechleriana
Sisyringium patagonicurn
Gaultheria phillyreifolia
Juncaceso
Carex trichodas
Berberis buxifolla
Ribes cucullatum
Gamochaela spiciformis
Poaceao
Hymenophyllum peltatum
Poa alopecurus
Scirpus ceomuus
Deschampsia atropurpurea
Cyperacese
Pernettya minima
Polyaticchum plicatumn
Ranunculus peduncularis
Cortaderia pllosa
Festuca monticola
Rumex sp.
10 25 5
23
30
60
16
20
15
25
85
21
FUN
“=¿ NNN 4 <a. +,
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27
30
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20
20
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15
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24
25
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75
17
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15
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33
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24
15
1,4
7O
15
30
85
+.
+.
15 É
25
BO,
Especies ocasionales, censos N” 5: Berberis ilicifolia (+), Elymus sp. (+), Hymenophyllum secundum (+). Uncinia sp. (+). N* 8:
N* 62: Poa sp. (1), N* 79: Poa sp. (r ), Cardamine sp. (r) dilo e ). N* 9: Ovidia andina (+); N* 30: Fué"
A A za A o
Senecion! acanthifolll-Nothofagetum pumilionia z
Tipo con Perezia pedicularifolia
Pat 42 43 44 45|46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71 72 73 74 75 76 77 78 79 80 81 82 83
AT YAT FUT CHI CO |MOR MOR HOR HOR YAT MOR YAT YAT HOR RIG_CO MORMORMOR CO RIG SE SE SE. CHI CHI FUT FUT CHI SE. RIG SE. RIG FUT FUT FUT FUT FUT FUT FUT FUT RIG RIG
An. Mus. Hist, Nat. Valparaíso, 25: 20-33, 2006
ENE SO S _ NO E NNE NE NNE N O NE OS Ss5050 _ SOSSO NN O O
20 10 18 10 0/34 2 35 30 28 25 35 50 28 31 30 40 30 40 20 2333 _ 32 31 12 37 15
12 10 28 25 12 10 18 20 18 15 15 12 9 25 15 7 15 14 17 22 22 20 17 26 19 14
75 50 65 60 95 60 75 80 75 75 75 BO 75 50 40 60 50 70 80 680 80 70 70 70
6-20 14 4 10 10 9 ZO 7 2 5 13
10 10 10 5 5 40 60 40 5 55
4 03 2.1 o. 51 Ad
45 3 50 5 9 60
1
85 30 50 10 40 60 5 35 15
13 12 22 15 15 20 17 13 13
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| Poalystichurmn mohricides (+). N* 47. Nothofagus antarctica (+). N* 49 Luzuriaga marginata
(+); N* 50: Poa borchesil (+); N? 54: Senecio trifurcalus (+); N* 56: Senecio inodon (+)
A a A A
Lorena Flores T. € Renate Hildebrand-Vogel Estudio fitosociológico de los bosques...
I1.- Valeriano lapathifoliae-Nothofagetum pumilionis: En estas comunidades, al igual que
las descritas anteriormente, en el sotobosque se encuentran Maytenus disticha, Drimys
andina y Berberis serrato-dentata, pero a diferencia de las anteriores, en el estrato herbáceo
prospera abundantemente Valeriana lapathifolia, especie indicadora de humedad.
Tipo nomenclatural de Valeriano lapathifoliae-Nothofagetum pumilionis es el inventario
26 (numero de orden) de tabla 1[Cochamó, 1240 msnm]. En el área de estudio se diferencian
cuatro unidades inferiores:
1.- Valeriano lapathifoliae-Nothofagetum pumilionis typicum: representada por los censos
14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25 y 26. Tipo nomenclatural de esta subasociación
es el mismo de la asociación: inventario N*26 de la tabla 1.
2.- Valeriano lapathifoliae-Nothofagetum pumilionis dombeyetosum: censos 27, 28, 29,
30 y 31. Es una comunidad que prospera exclusivamente en los sectores más oceánicos de
la Cordillera de Los Andes, cercana al bosque siempreverde. En su estrato arbóreo aparecen
ejemplares aislados de Nothofagus betuloides o Nothofagus dombeyi. En su estrato arbustivo
prosperan Blechnum magellanicum, especie típica de los bosques de N. pumilio húmedo.
Además están presentes Desfontainia spinosa, Azara lanceolata, Greigia landbeckii,
Philesia magellanica y Pseudopanax laetevirens, todos, elementos florísticos provenientes
del bosque siempreverde. Tipo nomenclatural de Valeriano lapathifoliae-Nothofagetum
pumilionis dombeyetosum: inventario N*31 de tabla 1[Moraga, 995 msnm]
3.- Tipo con Chusquea: Representado por los censos 32, 33, 34, 35, 36 y 37, con alta
participación de coligues como Chusquea coleou o Chusquea montana en el estrato
arbustivo.
4.- Valeriano lapathifoliae-Nothofagetum pumilionis gunneretosum magellanicae: Censos
38, 39, 40, 41, 42, 43, 44 y 45. Esta comunidad prospera entre los 1.050 hasta los 1.370 msnm.,
cubriendo prácticamente toda la distribución altitudinal de los bosques de N. pumilio de
estos sectores. Se encuentra en sitios de mayor humedad. Su especie característica es Senecio
acanthifolius, acompañado de otros elementos que indican ciertos niveles de humedad, tales
como Valeriana lapathifolia, ocasionalmente Gunnera magellanica, Lagenifera hirsuta y
Ranunculus chilensis.
Tipo nomenclatural de esta subasociación es el inventario 41 de la tabla 1 [Yate, 1180
msnm]
La otra mitad de la tabla fitosociológica final (Tabla 1), representa una comunidad
prácticamente sin participación de Drimys andina y/o Berberis serrato-dentata. También se
la encuentra a lo largo todo del gradiente climático estudiado, prosperando entre los 1080 y
1420 msnm. La especie característica es Senecio acanthifolius.
28
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 20-33, 2006
En esta comunidad vegetal, el estrato arbóreo superior alcanza alturas que oscilan
entre los 7 y 31 m. El segundo estrato arbóreo, se presenta en raras ocasiones, con una altura
promedio de 8 m. Ocasionalmente presenta un estrato arbustivo que oscila entre los 40 cm y
los 2,5 m de altura constituido principalmente por Maytenus disticha, Pernettya myrtilloides
y Escallonia alpina. El estrato herbáceo tiene coberturas que van desde el 1% hasta el
80%, constituido principalmente por Senecio acanthifolius, Gunnera magellanica, Perezia
pedicularifolia, Valeriana lapathifolia, Macrachaenium gracile y Adenocaulon chilense.
Esta Asociación vegetal la hemos nombrado como Senecioni acanthifolii-Nothofagetum
pumilionis.
MI.- Senecioni acanthifolii-Nothofagetum pumilionis
Tipo nomenclatural de Senecioni acanthifolii-Nothofagetum pumilionis es el censo N* 68
de la tabla 1 [Futaleufú, 1260 msnm).
En este trabajo, hemos subdividido la asociación en tres unidades de menor
jerarquía:
1.- Typicum: Conformada por los censos 60, 61, 62, 63, 64, 65, 66, 67 y 68. Aquí es
evidente que Drimys andina y Berberis serrato-dentata decrecen notablemente en el estrato
arbustivo, al mismo tiempo que en el estrato herbáceo aumenta Senecio acanthifolius. En
general, la dominancia de los arbustos decrece para dar paso a una comunidad dominada por
las grandes hierbas hemicriptófitas, de hoja ancha. Es una comunidad típica de lugares con
mayor humedad.
Tipo nomenclatural de Senecioni acanthifolii-Nothofagetum pumilionis typicum es el
censo N*68 de la tabla 1[Futaleufú, 1260 msnm].
2.- Senecioni acanthifolii-Nothofagetum pumilionis gunneretosum magellanicae: Esta
comunidad prospera exclusivamente en los sectores más oceánicos de la Cordillera de los
Andes. Al factor humedad se le suma el nivel altitudinal, ya que sus especies características
son Senecio acanthifolius, Gunnera magellanica y Perezia pedicularifolia. Las dos primeras
especies son indicadoras de humedad y la tercera es típicamente de altura. Tipo nomenclatural
de Senecioni acanthifolii-Nothofagetum pumilionis gunneretosum magellanicae es el
inventario N? 58 de la tabla 1 [Moraga, 1150 msnm].
En esta comunidad se pueden distinguir dos subtipos:
a.- Subtipo typicum: representada por los censos 35, 56, 57, 58 y 59. Prospera en sitios
húmedos. La especie característica es Gunnera magellanica. A mayores alturas aparecen
Perezia pedicularifolia, Ourisia breviflora, Ortachne rariflora y Oxalis magellanica, todas
e KK KK AAA
Lorena Flores T. 8 Renate Hildebrand-Vogel Estudio fitosociológico de los bosques...
provenientes de las comunidades altoandinas.
b.- Subtipo con Drimys andina: Constituida por los censos 46, 47, 48, 49, 50, 51, 52, 53, y
54. Esta comunidad prospera entre los 1.170 y 1.210 msnm. En su estrato arbustivo participa
escasamente Drimys andina, con porcentajes de cobertura muy bajos en comparación a
las herbáceas Senecio acanthifolius y Gunnera magellánica que presentan los más altos
porcentajes, razón por la cual esta comunidad pertenece al Senecioni-Nothofagetum
pumilionis y no al Valeriano-Nothofagetum pumilionis definido anteriormente en el punto
IL
3.- Tipo con Perezia pedicularifolia: Censos 69, 70, 71, 72, 73, 74, 75, 76, 77, 78, 79, 80,
81, 82, y 83. Esta comunidad se caracteriza por la presencia de Perezia pedicularifolia en
el estrato herbáceo. En estos bosques no se encuentra Gunnera magellanica ni Drimys
andina. Prospera exclusivamente en los sectores más continentales de la Cordillera de Los
Andes, a gran altura, llegando a los 1.420 msnm. En su estrato herbáceo se encuentran
Marsippospermum phillipii, Poa rigidifolia y Senecio chionophilus, todas especies
provenientes de las comunidades altoandinas con las cuales limitan estos bosques. En los
sitios de mayor humedad aparece la herbácea Schizeilema ranunculus.
De acuerdo a este trabajo, las especies que caracterizan la clase Nothofagetea
pumilionis Oberdorfer 60 Em. Finckh 96, en la zona de estudio son: Nothofagus pumilio,
Maytenus disticha, Berberis montana, Adenocaulon chilense, Codonorchis lessonii, Viola
reichei, Rubus geoides y Gavilea lutea. Las especies acompañantes típicas de la clase son:
Osmorhiza chilensis, Ribes magellanicum y Acaena ovalifolia. Las especies diferenciales:
Blechnum penna-marina y Escallonia alpina.
La tabla 2 entrega un resumen basándose en la tabla fitosociológica final, de
la distribución de las especies más importantes de los bosques de N. pumilio en las tres
asociaciones vegetales y subtipos, descritos para la Cordillera de Los Andes de la X
Región.
Al analizar la composición florística de la tabla fitosociológica (Tabla 1), se puede
deducir que esta representa verdaderamente un gradiente vegetacional, en el que se encuentran
y superponen elementos de los bosques de N. pumilio típicos de la zona austral, descritos por
Roig et al. (1985) y los bosques del Parque Nacional Villarrica, al norte del área de estudio,
descritos por Finckh (1996), lo que nos hace suponer que la zona de los bosques de N,.
pumilio distribuidos entre las latitudes 40” y 43" S., representa verdaderamente un ecotono
o transición entre las comunidades del bosque magallanico caducifolio del norte y sur del
área de estudio.
No obstante lo anterior, la tabla se puede dividir claramente en dos partes: censos con
participación de Drimys andina y censos con ausencia de la especie. Así, todos los censos de
30
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 20-33, 2006
Tabla 3. Posición sintaxonómica de los sintaxa descritos en este trabajo
CLASE: Nothofagetea-pumilionis Oberd. 1960 em. Freiberg 1985
ORDEN: Adenocaulo-Nothofagetalia pumilionis Oberdorfer 1960
em. Hildebrand-Vogel et al.1990
ASOCIACIONES Y SUBTIPOS:
L- Drimydos andinae-Nothofagetum pumilionis ass.nov.
1.- Typicum subass.nov.
2.- Tipo con Empetrum
3.-Tipo con Blechnum magellanicum y Nothofagus
betuloides
I.- Valeriano lapathifoliae-Nothofagetum pumilionis
4.- Typicum subass.nov.
5.- dombeyetosum subass.nov.
6.- Tipo con Chusquea
7.-gunneretosum magellanicae subass.nov.
HI.- Senecioni acanthifolii-Nothofagetum pumilionis ass.nov.
8.- Typicum subass.nov.
9.-gunneretosum magellanicae subass.nov.
a.- Subtipo typicum
b.- Subtipo con Drimys andina
10.- Tipo con Perezia pedicularifolia
sectores más oceánicos tienen D. andina, a diferencia de los censos provenientes de sectores
más continentales, en los que falta la especie o su representación es escasa. Si a esto se
suma el hecho que en los límites altitudinales inferiores del bosque de N. pumilio participan
taxa provenientes del bosque siempreverde con el que limitan, tales como: N. betuloides,
N. dombeyi, A. lanceolata, D. spinosa, P. magellanica. P laetevirens, entre otras, y que en
los límites altitudinales superiores, se entremezclan elementos fundamentalmente herbáceos
A A A A A ——_—_- »De2É€eÉe e A
31
Estudio fitosociológico de los bosques...
Lorena Flores T. £ Renate Hildebrand-Vogel
provenientes de las praderas altoandinas, como: P pedicularifolia, Caltha appendiculata,
M. phillipii, P. rigidifolia y S. chionophilus, se puede diferenciar algunos sintaxa de menor
jerarquía que prosperan exclusivamente en uno u otro sector. Así el Valeriano lapathifoliae-
Nothofagetum pumilionis dombeyetosum el Tipo con Gunnera magellanica y Perezia
pedicularifolia, son dos sintaxa que se encuentran solo en los sectores más oceánicos de
la Cordillera Andina. Por otra parte, el tipo con Perezia pedicularifolia es exclusivo de los
sectores más continentales (Ver mapa, Fig. 1).
Finalmente, el análisis de la tabla de vegetación (Tabla 1), considerando los esquemas
fitosociológicos propuestos para la zona por Oberdorfer (1960), Eskuche (1975), Villagrán
(1980), Freiberg (1985) y Finckh (1996), permite proponer, una clasificación sinsistemática
para estos bosques, constituida por tres asociaciones y 10 sintaxa de menor jerarquía, nuevas
para la ciencia. La tabla 3 muestra la posición sintaxonómica de los sintaxa descritos en el
presente trabajo.
AGRADECIMIENTOS
A los Doctores Andreas Vogel y Roberto Godoy por su desinteresada colaboración; a Evaristo
Araneda de CONAF (Futaleufú), Hernán Fernández de Río Puelo, Marcelo Monje y Ronny
Ulloa de Valdivia por su valiosa cooperación en terreno. Este trabajo fue financiado por la
Sociedad Científica Alemana, a través del Proyecto DFG Hi 535/2-1.
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Javier Arancibia F.
FLORA VASCULAR EN LA DESEMBOCADURA DEL RÍO ACONCAGUA.
V REGION CHILE
Vascular flora of the mouth of the Aconcagua river V Region, Chile.
Javier Arancibia Fortes
Facultad de Ciencia Naturales y Exactas, Universidad de Playa Ancha,
Casilla 34 —V Valparaíso, Chile
ABSTRACT
With the purpose of determining the vascular flora of the mouth of the Aconcagua river
and establishing their state of present conservation, in autumn and spring a botanical prospections
were conducted. According to the method of transectas, a selective colleltion were conducted which
showed the wealth of species and the florística composition of the place; For each species its was
determined its fitogeográfico origin and its form of life. 101 taxa, 3 Filicopsidas, 82 Magnoliopsidas
and 16 Liliopsidas were identified . The biological phantom indicates that the more important forms
of life are the hemicryptophyte (18 sp), helophytes (7 sp), hydrophytes (13 sp), and phanerophytes
(26 sp). Besides, the fitogeográfico origin indicates a high percentage of alóctonas or introduced
species (64,4%) which corroborates the high level of antrópica disturbance of the place. Special
importance receives in the study the presence of communities of high grass palustres that conforms
totorales and pajonales that lodge an important number of species of birds which are vulnerable to
the human intervention
Key Words: Aconcagua river, florística composition, vascular flora.
INTRODUCCIÓN
Dada la importancia que la cuenca del río Aconcagua tiene para la población que se
beneficia directamente de sus aguas ya sea para fines de regadío, recreativos y de consumo
humano, además de toda la presión a la que se halla expuesta por los residuos industriales
que son vertidos en su caudal se hace necesario conocer la situación biológica en que se
encuentra.
Desde el punto de vista botánico no es mucha la información que se dispone de su
cuenca y más aun la totalidad de información botánica que se tiene para toda la región es aún
insuficiente.
El presente estudio basado en prospecciones botánicas de la desembocadura del río
Aconcagua tiene como fin establecer la riqueza de especie que en esta zona se encuentra, así
como su estado de conservación y origen de las especies
Recibido, en marzo de 2006
Aceptado, en mayo de 2006
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34
Flora vascular en la desembocadura...
Flora vascular en la UESCMPALIA AA
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 34-46, 2006
Actualmente se define para la zona central del país una formación vegetacional de
matorral esclerófilo la cual seria producto de la degradación del bosque esclerófilo primitivo
que según Gajardo (1994) ha estado sometido en los últimos 400 años a una fuerte presión
antropogénica.
Las diversas injurias a que ha estado sometido el bosque y matorral esclerófilo se
deben principalmente a acciones humanas, ya sean por pastoreo, tala, incendios forestales,
carboneo y al aumento de la transitabilidad humana y han estado debidamente documentadas
por Balduzzi et al, 1982; Villaseñor £ Sáiz, 1990; Donoso, 1994 y Quintanilla, 2000.
Vegetacionalmente la cuenca del río Aconcagua posee zonas características bien
delimitadas. En la parte más alta de la cuenca, el río cruza la formación vegetacional
denominada Matorral Andino Esclerófilo, donde se desarrolla la comunidad de Quillay-
Colliguay (Quillaja saponaria-Colliguaya odorifera), estas especies están acompañadas
por el Guayacán (Porliera chilensis), y el palhuén (Adesmia arborea).
Más abajo entre Los Andes y Calera aproximadamente, el río cruza la formación
denominada Matorral Espinoso de las Serranías, que ha sido escasamente estudiada y que en
las cercanías de cursos de agua presenta las comunidades de Sauce Amargo-Maitén (Salix
chilensis-Maytenus boaria) y la comunidad de Brea-Chilquilla (Pluchea absinthioides-
Baccharis pingraea). La primera comunidad está reducida a solo algunos lugares, pues se
presenta en cursos de agua poco alterados por el hombre, la segunda comunidad en cambio,
tiene un carácter marcadamente ruderal y está ampliamente distribuida.
Además de las comunidades mas representativas, es decir aquellas de mas amplia
distribución, se presentan también comunidades formadas por la Grama salada (Distichlis
spicata), el Culén (Psoralea glandulosa), el Sauce Amargo (Salix chilensis) y la Zarzamora
(Rubus ulmifolius). Esta comunidad se prolonga hasta la costa, donde forma parte de la
formación Bosque Esclerófio Costero. Debido a lo alterado de la zona no se encuentran cerca
del río otras comunidades de esta formación (Gajardo, 1994).
La vegetación en el sector plano de la desembocadura del río Aconcagua, se
caracteriza por presentar una cobertura herbácea de manzanilla (Helenium), suspiro de mar
(Nolana petiolata), diente de león (Taraxacum officinale), hierba del chancho (Hypochoeris
radicata), acompañada de matorral de Chocho (Lupinus arboreus) y Chilca (Baccharis
racemosa).
El sector pantanoso está conformado principalmente de junquillo (Juncus procerus) y
botón de oro (Cotula coronopifolia). El sector de lomajes se encuentra cubierto por matorral
mixto de cachicabra (Haploppapus foliosus) y vautro (Baccharis concava), acompañados de
pasto olivillo (Dyctilis glomerata) y cardo blanco (Sylibum marianum) (Gajardo, 1994).
Las plantas acuáticas han sido escasamente estudiadas en nuestro país y en particular en la
Javier Arancibia F. Flora vascular en la desembocadura...
zona central; se caracterizan por formar ensambles pobres en especies pero con alta densidad
de individuos. Dada su particular forma de vida tienen una gran variabilidad morfológica y
pueden crecer y multiplicarse en forma vegetativa, permaneciendo sin florecer por años, lo
que dificulta su determinación y estudio. En el río Aconcagua se determino la presencia de
10 taxa de hidrófitas y helófitas, es muy probable que existan más especies presentes pero
no pudieron determinarse, de hecho en el género Potamogeton es posible que existan varias
especies involucradas (Kristal-Homsi, 1996).
La zona de la desembocadura del río Aconcagua en períodos de invernales y con
derrame de petróleo muestra un protocolo florístico de 48 especies, de las cuales 54.2%
son plantas americanas y chilenas y un 45.8 % son plantas introducidas desde Europa
principalmente. Las formas de vida mas representativas son hemicriptófitos, nanofanerófitos
y terófitos conformando comunidades pratenses y palustres con matorral hidrófilo de ribera
(Leyton, 2002). Los ambientes o habitats de la desembocadura del río Aconcagua, y su buen
grado de conservación en islas interiores, no tiene gran representatividad en otras localidades
de la zona central de Chile (Andalué consultores ambientales, 2000).
Las plantas acuáticas que comprende a las hidrófitas y a las helófitas han sido
escasamente estudiadas en nuestro país y en particular en la zona central; se caracterizan por
formar ensambles pobres en especies pero con alta densidad de individuos. Dada su particular
forma de vida tienen una gran variabilidad morfológica y pueden crecer y multiplicarse en
forma vegetativa, permaneciendo sin florecer por años, lo que dificulta su determinación y
estudio. En el río Aconcagua se determino la presencia de 10 taxa de hidrófitas y helófitas,
es muy probable que haya más especies presentes pero debido a las dificultades mencionadas
no pudieron determinarse; de hecho en el género Potamogeton es posible que haya varias
especies involucradas ( Kristal-Homsi, 1996).
MATERIALES Y METODOS
La desembocadura del Río Aconcagua se encuentra situada en el paralelo 32% 55"
de S y el meridiano 71” 31"O, en la comuna de Concón, al sur de la bahía de Quintero y al
norte de Reñaca, se tomaron como límite norte la línea férrea a Quintero que pasa al pie de
las lomas del fundo Las Gaviotas y limite sur el camino internacional que une la costa con
el interior.
En el sector se realizaron prospecciones botánicas durante un año con el fin de
desarrollar el Catastro Florístico (listado de todas las especies encontradas) considerando
información taxonómica, su estado de conservación (según IUCN, 1994), formas de vida
(modificado de Raunkiaer, 1956) y origen de cada una de las especies encontradas. Para el
reconocimiento de especies se contó con bibliografía especializada y colecta de material
para herborización y clasificación.
36
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 34-46, 2006
Para determinar la forma de vida de las plantas se utilizó la propuesta modificada de
Raunkiaer (1956).
A.- Fanerófitos: Plantas que tienen sus yemas de renuevo a más de 30 cm del suelo (árboles
y arbustos).
-Mesofanerófitos (Me): Árboles de entre 8 y 30 m de altura.
-Microfanerófitos (Mi): Árboles de menos de 8 m de altura.
-Nanofanerófitos (Na): Arbustos. De crecimiento simpodial.
-Fanerófitos Suculentos (Fs): Plantas suculentas, especialmente cactáceas.
B.- Caméfitos (Ca): Plantas con yemas perdurantes ubicadas entre el suelo y menos de 30 cm
de altura. Corresponden a los subarbustos.
C.- Hemicriptófitos (He): Plantas con yemas perdurantes a ras del suelo. Corresponden a
Hierbas perennes.
D.- Geófitos (Ge): Plantas cuyas yemas de renuevo están en tallos bajo tierra en bulbos,
tubérculos o rizomas.
E.- Helófitos (Hel): Hierbas perennes, cuyas yemas de renuevo se hallan bajo el fango y las
partes aéreas sobre el agua.
F- Terófitos (Te): Hierbas anuales en las que no hay yemas perdurantes que corresponderían
al embrión de la semilla.
G.- Hidrófitos (Hi): Hierbas cuyas yemas de renuevo se encuentran bajo agua
H.- Parásitos (Pa): Arbustos o hierbas que enraízan sobre fanerófitos, poseen haustorios que
se introducen hasta los tejidos vasculares del huésped.
Para el reconocimiento de las categorías de conservación se utilizó la clasificación,
consideradas por CONAMA de la IUCN, 1994.
A.- Extinta (EX): Se considerará extinta, cuando no se han encontrado individuos mediante
búsqueda con métodos y en tiempo adecuados.
B.- En Peligro (EP): Cuando presenta una probabilidad de extinción en el estado silvestre en
un futuro inmediato o cercano.
C.- Vulnerable(VU): Cuando manifiesta un retroceso numérico quepuedaconducirloal peligro
de extinción en el estado silvestre al mediano plazo.
D.- Fuera de Peligro (FP): Cuando existe evidencia de que la especie no experimentará
riesgo de extinción en un futuro cercano.
E.- Insuficientemente Conocida (IC): Cuando no existe información suficiente que permita
categorizarla. - :
F.- No Evaluada (NE): Cuando no ha sido sometida a la evaluación. Plantas introducidas.
Para determinar el origen de las especies vegetales se usó la siguiente terminología
(según Squeo et al, 2002). |
A.- Endémico (E): Se dice de la planta que se considera oriunda en el país en que vive. Se
dice de la especie que tiene su distribución restringida a una región geográfica limitada,
B.- Nativa (N): Se dice a la planta que pertenece al país donde ha nacido y se distribuye en
una zona mas o menos extensa. Así una planta puede ser nativa, pero no endémica.
O
Javier Arancibia F.
C.- Adventicia (A): Planta introducida en una región que tiene su centro de origen en otro
lugar distante.
RESULTADOS
La riqueza florística total para la desembocadura fue de 101 especies, las cuales
pertenecen a tres clases Filicopsida, Magnoliopsida y Liliopsida con un 3.0 %, 81.2 % y
15.8 % respectivamente (Tablas1 y 2). La clase mejor representada es la Magnoliopsida
con 37 familias. Entre ellas, las Asteraceae es la más diversa con 17 especies; luego
están las Solanaceae con seis especies seguidas de las familias Apiaceae, Brassicaceae,
Chenopodiaceae, Papilonaceae y Salicaceae con sólo 4 especies cada una. Dentro de la
clase Liliopsidas con seis familias, la más representada es la familia Poaceae con 10 especies
(Tabla 1).
Tabla 1: Información taxonómica de las especies vegetales
E
ate vera ]
Se cuantificaron 10 formas de vida con un predominio importante de las hierbas anuales
(Terófitos) con un 28.7 %, las hierbas perennes (Hemicriptófitos) con un 17.8 %, los arbustos
(Nanofanerófitos) llegan al 15.8%
y las hierbas acuáticas (hidrófitos) Tabla 2: Formas de vida de las especies
0
con un 12.9%. Las restantes formas a SPA OVA
de vida no superan el 10 por ciento
Mesofanerófitos (Me
cada una (Tabla 2, Figura. 1).
Microfanerófitos (Mi
Conrespecto al origen de las especies
vegetales las Adventicias suman 65
con un 64.4 % de representatividad,
mientras que entre nativas y
endémicas sólo llegan al 35.6 %
de estas las endémicas son las con
menor presencia (Tabla 4 y Figura.
2).
SR
E AC
38
Flora vascular en la desembocadura...
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 34-46, 2006
Fig. 1. Espectro Biológico. Porcentajes de formas de vida.
Tabla 4: Origen de las especies vegetales.
Nativos ones srl 2600 3 25
Nativo
Adventicio 25.7%
64.4% 5
Fig. 2. Gráfico de origen de las especies vegetales.
De acuerdo al Estado de Conservación de las 101 especies reconocidas el 36.6% de ellas
se encuentran en la categoría de fuera de peligro (FP) y 63.4 % en la consideración de no
evaluadas (NE) que corresponden al total de las especies adventicias (Tabla 5 y 6).
Javier Arancibia F.
Tabla 5: Estados de conservación de las especies vegetales.
Estados de Conservación
E.C.
DISCUSIONES Y CONCLUSIONES
El estado de conservación de las especies no presenta problemas, sin embargo sí presentan
problemas de conservación las comunidades palustres de Typha angustifolia (Totora) y
Scirpus californicus (Trome) que conforman un ambiente de humedal que alberga una gran
variedad de avifauna.
Las plantas acuáticas han sido escasamente estudiadas en nuestro país y en particular en la
zona central; se caracterizan por formar ensambles pobres en especies pero con alta densidad
de individuos. Dada su particular forma de vida tienen una gran variabilidad morfológica y
pueden crecer y multiplicarse en forma vegetativa por lo que sirven como bioindicadores de
ambientes acuáticos contaminados (Hauenstein, 1998).
Se evidencian al menos 4 comunidades de plantas: Comunidades Hidrófilas que viven en
el agua representadas por los géneros Equisetum, Azolla, Nasturtium, Ludwigia, Poligonum,
Ranumculus, Mimulus, Scirpus, Cyperus, Juncus, Lemna, PhragmitesPotamogeton, Typha,
Hidrocotile ; Comunidades de Higrófilas que viven a orillas del agua representados por los
géneros Apium. Pluchea, Cotula, Baccharis, Rumex, Mentha, Opilobium, Galega, Rubus,
Salix, Verbena; Comunidades de plantas terrestres que viven alejadas del agua representadas por
Podanthus, Baccharis, Schinus, Maytenus, Acacia y una Comunidad de Dunas representadas
por los géneros Carpobrotus, Ambrosia, Distichlis y Sarcocornia.
Es importante notar también la gran cantidad de malezas advenas, principalmente Terófitos,
plantas semilleras cuyos propágulos han viajado por el río desde zonas agrícolas del interior o
de potreros cercanos. Se hace imprescindible un estudio fitosociológico del sector y un análisis
de la abundancia de las especies y distribución de las comunidades presentes, así como también
un estudio del grado de alteración de estos ecosistemas.
Los resultados señalados permiten aumentar la riqueza señalada por Leyton (2002) en más de
un 210%, aunque la pobreza puede haberse debido a la contaminación del área y a la época de
trabajo (invierno).
El estado de conservación de las especies, si bien es cierto no presenta problemas, sí presentan
problema de conservación las comunidades palustres de Totora y Vatro que conforman un
ambiente de humedal que alberga una gran variedad de avifauna, sirven de recreación y turismo,
sirven como de retención de nutrientes y sedimentos, controlan la erosión, estabilizan el clima,
controlan inundaciones y sirven de amortiguamiento (Muñoz, 2003).
40
Flora vascular en la desembocadura...
Flora vascular enla USA
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 34-46, 2006
AGRADECIMIENTOS
El autor desea expresar su agradecimiento a los Profesores Sergio Zunino T. y Rodrigo
Villaseñor C. Por su valiosa y oportuna colaboración.
Tabla 6: Especies vegetales registradas en la desembocadura del río Aconcagua.
CLASE FILICOPSIDA
Familia Nombre científico Nombre vernáculo
Equisetaceae Equisetum Cola de caballo
bogotense
Equisetaceae Equisetum Cola de caballo
giganteum
Azolla filiculoides | Flor del pato
CLASE MAGNOLIOPSIDA
Aizoaceae Carpobrotus Doca He
equilaterus
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ranunculoides 5
Conium maculatum
Asteraceae A , E Chicorea silvestre |A
Cichorium intybus
Asteraceae Cynara Cardo penquero A
cardunculus
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tiene - Cardo blanco
) Silibum marianum
Cerrajilla
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Tessaria
absinthioides
Asteraceae
41
Javier Arancibia F. Flora vascular en la desembocadura...
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Nombre científico | Nombre vernáculo | Origen
Cotula Botón de Oro A
coronopifolia
Madia sativa Melosa A Te
Hi
Centaurea Cizaña A Te
melitensis |
Cardus Cardo negro A Te
pycnocephalus -
Gnaphalium sp Hierba de la Viuda | A Te
Asteraceae Ambrosia Ambrosia A Ca
chamissonis
ASIEracene Baccharis Chilca E ¡Na
marginalis
Asteraceae Ageratina Barbón E Na
glechonophylla
Brasicaceae Brasica campestris
'|Brasicaceae li Berro
officinale | ,
Brasicaceae . ad M 1
Brasicaceae Hirschfeldia incana WOSeoila
Brasicaceae . ;
Brasicaceae | mappanus sais | RÉbI0O Sist
| Budlejaceae :
Budlejacese | mudieja globosa [Mco
Caesalpiniaceae
Senna candoleana | Quebracho
Celastraceae na 79
a E Maytenus boaria — |Maitén |
Chenopodiaceae Chenopodium Ja
Quinguilla
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Chenopodiaceae Ro |
Rumex crispus | LGA ]
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An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 34-46, 2006 :
Chenopodiaceae Chenopodium
ambrossioides
Nombre vernáculo F. V.
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Paico
Sosa
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Chenopodiaceae :
Sarcocornia
fruticosa
Cuscutaceae Cuscuta chilensis
Euphorbiaceae
Ricinus comunis
Fumariaceae
Fumaria agraria
Geraniaceae Erodium
moschatum
Labiata Pol
Mentha pulegium id
Marrubium vulgare | Toronjil cuyano
Loasa triloba Ortiga
Loranthaceae Tristerix
verticillatus
Malvaceae Lavatera Malvaloca
assurgentiflora
Malva nicaensis Malvilla
Mimosaceae
Albizzia lophanta
Mimosaceae
¡Acacia dealbata
- Acacia
Mimosaceae
melanoxvlon
Mirtaceae
Eucaliptus globulus
Myoporaceae
Myoporum laetum _
Nolanaceae Nolana Sosa brava
crassulifolia
Ludwigia peplioides | Pepinillo de agua
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43
Flora vascular en la desembocadura...
Nombre científico E. Y:
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Trifolium pratense | Trébol blanco He
Melilotus indica Trébol amarillo A Te
Otholobium Culén Mi
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Plantago lanceolata | Llantén
Polygonum Duraznillo de agua
persicaria
Muehlenbeckia N ELN
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Anagallis arvensis PEPLIciRaa a
Panancalas Ranúnculo E Hi
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Salix viminalis Mimbre Na
Álamo negro Mi
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Populus nigra
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 34-46, 2006
Scrophulariaceae
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Solanaceae
Cestrum palqui Palqui | N
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Verbenaceae Phyla canescens Hierba de lajA He
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Cyperaceae | Scirpus Trome - Totora Hel
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Cyperaceae Cyperus Cortadera
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Javier Arancibia F Flora vascular en la desembocadura...
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Paspalum
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Poaceae | ES A Ge NE
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berteroanus
Typha
angustifolia
A AARÓN
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 47-56, 2006
PREFERENCIAS DE HÁBITAT DE Basilichthys microlepidotus (PEJERREY
CHILENO) EN LA CUENCA DEL RÍO LIGUA (32*10” Y 32” 40? LATITUD SUR),
QUINTA REGION, CHILE.
Sergio Quiroz Jara
Museo de Historia Natural de Valparaíso, Sección de Ciencias Naturales
Proyecto FIP N* 25-33-192040. email: museo_historia_naturalYhotmail.com
ABSTRACT
This paper describes an application of the physical habitat simulation (PHABSIM) method
to determinate the ecologic flow, using a Basilichthys microlepidotus as an indicator.
An ecological flow regime should satisfy the demands from all the river ecosystem depending
or inhabiting organisms. PHABSIM was selected for being one of the most complete and
multi-disciplinary methods available for this determination. It relates flows to selected
specie”s potential habitat, through the WUA (Weighted Usable Area). A very useful tool for
the hidric resource”s global management is derived through a correlation between flows and
the selected species population.
Key words: physical habitat simulation, hidric resource”s, ecologic flow.
INTRODUCCIÓN
En Chile muchos de los estudios de la ictiofauna dulceacuícola (Dazarola, 1972; Campos,
1982; Arratia ef al., 1981; Ruiz 8 Berra, 1994; Zunino etal., 1999) se agrupan bajo el concepto
de macrohábitat considerando los atributos biológicos, referidos principalmente al estudio
de comunidades ícticas en la longitud del río, pensándolo como un sistema unidimensional.
Por otro lado Valdovinos (2000), reconoce esta situación, al mencionar que no se consideran
variables claves como: la velocidad media, profundidad, sustrato y cobertura vegetal a escala
local en un determinado tramo de un río (microhábitat), antecedentes que permitirían definir
hábitats potenciales para las diferentes especies.
Es así que el conocimiento de los distintos aspectos ecológicos (macrohábitat) tiene un fuerte
incremento durante la década del 90, con los aportes de Ruiz £ Berra (1994) quien estudia
la ictiofauna de la hoya hidrográfica del Bío Bío y de algunos de sus afluentes, tales como
el río Andalién y del río Laja (Ruiz, 1993, 1996). Por su parte Habit (1994a, 1994b, 2002),
ha efectuado el estudio de los parámetros estructurales de las comunidades del río Itata y
Laja, en sus aspectos bióticos y en términos de abundancia, distribución y diversidad de la
ictiofauna presente en estos cuerpos de agua, también pertenecientes a la hoya del río Bío
Bío.
Recibido, en diciembre de 2005
Aceptado, en marzo de 2006
Preferencias de hábitat de Basilichthys microlepidotus
Sergio Quiroz J.
Estudios sobre fauna de peces de agua dulce de la V Región son escasos. Uno de los
primeros aportes lo realizó Eigenmann (1927) quien desarrolló un extenso estudio a nivel
nacional y de manera tangencial cito algunas especies, Más centrado en la región señalada,
se encuentra el aporte de Dazarola (1972), el cual se refiere particularmente a la distribución
de la ictiofauna del río Aconcagua, como también para el estero Marga — Marga. Barría y
Boré (1978) y Baeza (1998) al estudiar la calidad del agua del estero Limache, afluente
del río Aconcagua, establecen que la ictiofauna en el estero Limache ha disminuido tanto
en su distribución como en su diversidad, entre la zona de descarga (Puente de Colmo) y
Queronque (Limache). En el estudio de línea de base en el río Aconcagua realizado por la
Consultora Kristal- Homsi et al.,(1996), se cita la presencia de cinco especies de peces, para
el tramo comprendido entre San F elipe y Puente de Colmo.
Por otro lado Quiroz (1999) y Quiroz $ Brignardello (1999) establece un total de ocho
especies presentes en el Estero de Viña del Mar, entre el Puente las Cucharas, en el sector
alto de la ciudad homónima y su desembocadura.
De lo anterior se hace necesario conocer las preferencias a nivel de microhábitat
considerando la totalidad de elementos hídricos, para evaluar el estado de conservación
referido a su distribución, condiciones poblacionales y de hábitat de los peces nativos de
aguas continentales, y poder clasificarlos en una categoría de conservación más certera a
una escala de cuenca (Campos H, et al., 1998). Al respecto y según los antecedentes para la
V Región (Glade, 1993, Campos H, et al., 1998) Basilichthys microlepidotus (pejerrey de
escamas chicas), se encuentra en un estado de peligro, no conociéndose su situación local
con respecto a sus preferencias de espacios, en especial en cuencas de alta modificación
ambiental, como lo es la del río la Ligua.
MATERIALES Y METODOS
Área de estudio
A lo largo del río la Ligua se seleccionaron tres zonas de estudios de 100 metros de
longitud, Alicahue, Cabildo y La Ligua emplazadas en las áreas alta media y cercana a vías
de accesos, coordenadas UTM (03 19091-6430143) norte y (031915-6430094) sur.
Análisis del hábitat
Para caracterizar el hábitat del río La Ligua, en las áreas estudios antes mencionadas, se
subdividieron en segmentos transversales emplazados cada 10 metros. Cada segmento
fue remarcado a través de una cinta plástica entre la ribera sur y norte (puntos de eje),
en las cuales cada un metro se midieron las variables de profundidad, velocidad media
de la corriente y granulometría del sustrato de fondo, lo cual permitió generar una serie
de celdas de 10 m”.
Modelación de preferencia de hábitat
Para conocer la preferencia de hábitat de Basilichthys microlepidotus en las zonas de
estudio emplazadas en el río La Ligua, se trataron los antecedentes registrados en terreno
bajo dos actividades, la primera confeccionando las curvas de preferencia y la segunda
determinando el área ponderada útil (APU).
Curvas de Preferencia:
Para la confección de las curvas de preferencia de las variables, profundidad, velocidad
media de la corriente y granulometría del sustrato de fondo se utilizó de manera conjunta
las categorías II y III expuestos por Bovee et al. (1998) para la metodología physical
habitat simulation (Phabsim), la cual considera de importancia el índice de aptitud, el que
nos muestra valores de preferencia del pez en el hábitat, es así que un valor de 0,8 a 1
(Colores azules) es considerado de alta preferencia, mientras que valores bajo 0,8 (Colores
rojos) nos muestra la no preferencia de la especie.
Área Ponderada Útil
Para la determinación del área ponderada útil (APU) se trató los valores registrados en
terreno en un computador portátil a través del modelo Phabsim bajo ambiente excell,
en el cual se esbozó los cálculos básicos que conducen a la obtención del Área Ponderable
Útil:
49
Preferencias de hábitat de Basilichthys microlepidotus
Sergio Quiroz J.
RESULTADOS
De las campañas realizadas en Julio y Septiembre de 2004 en las localidades ya mencionadas,
sólo en la estación de Cabildo, se obtuvo un total de 58 individuos de Basilichthys
microlepidotus, 23 en invierno y 35 en primavera.
Tabla 1. Abundancia y estados de desarrollo de Basilichthys microlepidotus.
Alevines | 0 |
Primavera
(Septiembre
Invierno
(Julio 2004)
Total
La profundidad de la columna de agua para la estación fluctuó entre los 0,01 - 0,47 metros
en invierno, mientras que primavera esta alcanzó valores entre 0,79 - 0,02 metros. El lecho
del río se encuentra representado en un 37,5% por sustrato compuesto de ripio-limo-fango,
25,6% ripio de bolones y con un 1,5% de grava. En tanto las condiciones de sustrato en
primavera fueron de un 50% de arena fina, seguido de un 37,7% de grava y ripio, y el
porcentaje restante correspondió a ripio de bolones.
Tabla 2. Valores promedio de parámetros físicos y químicos en los segmentos
transversales de la estación de Cabildo.
(Julio 2004) (Septiembre 2004)
5
lProfundidad (m) 0.02 - 0.79
Caudal (m'/s 0.26 -— 100.8
B. microlepidotus se ubicó espacialmente en invierno en los segmentos transversales 3, 4,
9 y 10, mientras que en primavera ocupó la 1 y 5. Con respecto a las tallas en invierno la
biometría nos indicó que B. microlepidotus, presentó, un longitud total de 3,5 a 10,5 cm con
un peso de 0,3 a 7,3 grs., mientras que en primavera se presentó tallas entre 1,8 y 12,5 cm y
con un peso de 0,08 a 28,7 grs. (Figura 2 a y b).
50
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 47-56, 2006
(A) Longitud Total
:—r— Invierno
a Primavera |
a A A e TE = A — NS
13 A 13 15 171921 23 2527 29 31 33735
N
13 507' 9 1 8.6 e 41212 25 27 2 91.33.35
N
Fig. 2. Gráficas de valores de biometría de B. microlepidotus para su (A) longitud total (cm) y (B) pero (gr) en
temporada de invierno y primavera, en la estación de cabildo. N= número de individuos.
Referido a la curva de preferencia B. micorolepidotus, en invierno prefirió profundidades
de 0,21 a 0,47, con una amplitud de 0,26 metros, mientras que en primavera prefirió mayores
profundidades entre 0,62 y 0,79, disminuyendo su amplitud a 0,17 metros.
Con respecto a velocidad del agua la especie en invierno prefirió valores de 0,01 a 0,12
m/s, con una amplitud de 0,11 m/s, en primavera los valores aumentaron considerablemente
de 1,39 a 4,51, con una amplitud de preferencia de 3,12 m/s. Por último, para el sustrato
A
51
s de hábitat de Basilichthys microlepidotus
Preferencia
] Sergio Quiroz ).
(A) INVIERNO (B) PRIMAVERA
Curva de preferencia habitat
Curva de Preferencia Habitat
0,01-0,12 m/s
1,39-4,51m/s
Indice de aptitud
Indice de Aptitud
o
m
KA
+
+
%
+
+
' 10 100 0,00 2,00 4,00 6,00 8.00 10,00
o Velocidad
Curva de Preferencia de habitat Curva de Preferencia Habitat
0,21- 0,47m | : 1.00
Indice de Aptitud
Indice de aptitud
0.00 - - -
1 10 100 0.00 0.20 0.40 0.60 0.80 1.00
profundidad Profundidad
Curva de Preferencia de habitat | Curva de Preferencia Habitat
Ripio-arena
Indice de aptituc
Indice de aptitud
Sustrato
Sustrato
Fig. 3. Gráficas sobre la curva de preferencia para (A) invierno y (B) primavera en la estación de Cabildo,
río La Ligua. En círculos se muestran los valores de las variables profundidad, velocidad y sustrato que son
de preferencia por B. microlepidotus.
52
E A E II
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 47-56, 2006
prefirió en invierno ripio y arena fina, mientras que en primavera se agruparon sobre el ripio
y ripios de bolones (Figura 3 a y b).
DISCUSIÓN
Bajo este contexto trabajos referidos a la preferencia de hábitats a escala local (microhábitat)
a nivel nacional son escasos, centrándose en el análisis de la aplicabilidad teórica en
Chile, de la metodología Physical Habitat Simulation (PHABSIM), este es el caso de la
Dirección General de Aguas (Espinoza, et al., 1998) quienes presentan antecedentes para
la Oncorhynchus mykiss (trucha arcoiris) en aguas del río Liucura en la IX Región, bajo el
propósito de evaluar alternativas de asignación de derechos de caudales ecológicos o mínimos
aconsejables. Los resultados muestran que a una mayor disponibilidad de agua en el período
junio a septiembre permite extraer un mayor caudal, sin provocar una reducción importante
en la disponibilidad del hábitat, al contrario, se observa que el período comprendido entre
enero y mayo es crítico, en el sentido que un hábitat menor al de los otros meses se ve reducido
más aún debido a la extracción de agua (17.3 m3/s) para uso fuera del cauce. Situación que
se contrapone a la metodología, ya que no se puede dar una aproximación de la preferencia
de hábitat de la especie en forma teórica y/o con un sólo antecedente como lo es el caudal,
sin que se conozcan en situ las posibles variaciones hídricas de profundidad, velocidad de la
corriente y anchura asociadas a la ubicación espacial de la especie en estudio.
Un aporte más certero, debido a la utilización práctica de una especie de interés, es el que
realiza Valdovinos (2000) en el Río Biobio, el cual determina las preferencias y las áreas
de utilidad ponderada de individuos adultos de Trichomycterus areolatus (Bagre chico) con
respecto a los cambios de caudales a los largo del río, permitiendo predecir áreas utilizables
ponderadas a diferentes caudales, generando curvas de importancia para la administración
del recurso fluvial, para el balance de esta ictiofauna con las necesidades de otros usuarios
del agua. Los resultados muestran que la máxima disponibilidad de hábitat se presenta para
caudales entre 3 y 15 m3/s, a caudales superiores el hábitat disponible decrece, hasta valores
críticos de 50 m3/s.
Al respecto el modelo también es aplicable para cuerpos de aguas ubicados en la zona central,
como lo es el río la Ligua, siempre y cuando se conozcan las curvas de preferencias para la
especie. Es por ello que al tratarse de distintas especies no vemos coincidencia con lo que
plantea Valdovinos (2000), ya que para caudales bajos entre 3.4E 10% y 19.7 m//s registrados
en invierno, a través de los colores (tonos azules) observamos la existencia de fragmentación
de hábitat, lo cual ha originado parches en las transectas 3, 4, 9 y 10, con un 11,24% de área
ponderable útil para B. microlepidotus, en tanto para primavera con caudales sobre los 20
m?/s se observa una continuidad del hábitat desde la transecta 1 a la 5, con un 36,16% de
área ponderable útil. Sin embargo aunque existe una relación caudal-área ponderable útil,
al momento de ubicar a la especie, vemos que la mayor abundancia individuos maduros
prefieren caudales bajos y los juveniles y alevines uno mayor (Figuras 4 a y b).
A A A A A A _ _— »>o»>-_ BI
53
Sergio Quiroz J.
Preferencias de hábitat de Basilichthys microle vidots
(A) INVIERNO (B) PRIMAVERA
pario Pato
rios [eses
e
Alta preferencia de hábitat
o
ajo
Mediana preferencia de hábitat
Verde amarillo
41-05
o.
o 21 - 0.3 ==
|]
Do-01 |Roje_ |
o
Nula preferencia de hábitat
Fig. 4. Modelo Phabsim para la estación de Cabildo río La Ligua, en (A) Invierno y (B) Primavera. Los
colores muestran las preferencias del B. microlepidotus, sobre las variables de profundidad, velocidad del
agua y sustrato.
CONCLUSIÓN
1. La biometría establece que las tallas de longitud total y peso se encuentran acordes al
ciclo de desarrollo para la especie (Comte 4 Vila, 1987), con un ciclo anual en aumento
de la población desde agosto a marzo, es así que para invierno, B. microlepidotus agrupó
54
An. Mus, Hist. Nat. Valparaíso, 25: 47-56, 2006
individuos (n=22) juveniles en un estado de madures gonodal (sobre 4 cm), mientras que
en primavera ocurrió una situación de solapamiento generacional, encontrando un pequeño
grupo (n=8) que manifestó estado de desove (parentales) y otro grupo mayor (n=27) de
alevines inmaduros.
2. Se establece a través de las curvas de preferencias que los maduros en invierno optan por
sectores de profundidades someras de entre 0,47 a 0,21 metros, con aguas del tipo potamon,
con velocidades de 0,01 a 0,12 m/s con sustrato de arena fina. En tanto en primavera el
grupo parental (sobre los 9 cm de longitud total) optan por preferir sectores más profundos,
con velocidades de 1,39 a 4,51 m/s, mientras que los alevines inmaduros ocupan las zonas
ribereñas del río.
3. Se observa un área ponderable útil para invierno de 11,24 % con un caudal entre 3.4E 10:
* y 19.7 m/s y para primavera de 36,16% del total de la estación en estudio con un caudal
entre 0.26 — 100.8 m”/s. Sin embargo aunque existe una relación caudal-área ponderable útil,
al momento de ubicar a la especie, está no ocupa la totalidad del área de utilidad, sino que
se ubica en las celdas que aportan una mayor preferencia a su estado de desarrollo (celdas
azules, figura 4 a y b) no tan sólo en el aspecto hídrico, si no que además lo que respecta a
su alimentación y refugio.
AGRADECIMIENTOS
Se agradece la colaboración en terreno de los señores Daniel Martínez y Daniel Zunino del
Departamento de Ciencias Ambientales de la UVM y al Fondo de Investigación Patrimonial
de la Dirección de Bibliotecas Archivos y Museos.
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COMUNIDAD INVERNAL DE AVES EN LA DESEMBOCADURA DEL RÍO
ACONCAGUA (V REGIÓN, CHILE).
Arno Rasek * €: Guillermo Riveros**
* Universitát Bayreuth, Alemania
** Universidad de Playa Ancha Casilla 34 —V Valparaíso, Chile
ABSTRACT
The communities of birds in the mouth of the Aconcagua river and in a section of the northern
adjacent beach were investigated during one month. 74 species representing 28 families are recorder
in 28 census. The ecology of the two communities is being evaluated and information about the daily
and seasonal dynamics is given.
Key words: Birds, mouth, Aconcagua river, ecology, dynamics
INTRODUCCIÓN
La desembocadura del río Aconcagua representa un hábitat extremadamente rico en cuanto a
la avifauna presente pero al igual que en el resto de Chile los estudios son escasos. De hecho
en los últimos 20 años se realizaron solamente dos estudios intensos. Montenegro, E. ef al
(1979) estudiaron las aves en un sector ribereño encontrando diez especies pertenecientes
a cinco familias, esto muestra una disminución de un 60% de las especies en relación a la
situación pre-industrial; según los autores, esta situación se debe a la contaminación de las
aguas residuales. Erazo, S. (1986) encontró en un sector terrestre de la desembocadura un
total de 15 familias con 38 especies de las cuales un 74% presenta sedentarismo y un 90%
de ellas ocuparían el área en funciones reproductivas. Actualmente Mariano Bernal censa
dos veces al año el brazo sur de la desembocadura (comunicación personal) centrándose
principalmente en las aves marinas. Durante los últimos cinco años ha encontrado 71 especies
contando en promedio 45 especies cada año.
Fonfach, A. et al (1990) estudiaron las aves litorales en un sector de playa en el norte de la
desembocadura encontrando 42 especies que representan 17 familias, observaron además una
mayor abundancia en el invierno y concluyeron de esta manera una dinámica estacional.
A diferencia de los trabajos anteriores, en este estudio se abarcó todos los ambientes de la
desembocadura y un sector de playa adyacente hacia el norte considerando de esta manera
aves ribereñas, litorales y terrestres.
Los objetivos del estudio consisten en identificar las especies presentes en la desembocadura
del río Aconcagua y determinar sus abundancias; esto permitirá evaluar la comunidad de
aves en relación a parámetros ecológicos y su dinámica diaria.
Recibido, en marzo de 2006
Aceptado, en mayo de 2006
A A A A
Arno Rasek £ Guillermo Riveros Comunidad invernal de aves en la desembocadura...
MATERIALES Y METODOS
a.- Descripción física del sitio de estudio
La desembocadura se encuentra en los 32255S y 7131” W y el sector playa adyacente alcanza
hasta los 32%53"S . Tiene un clima mediterráneo de tipo húmedo (Fonfach et al, 1990) con
una precipitación media de 380 mm al año, presenta temperaturas entre 8%C y 26*C y vientos
moderados (Erazo, S. 1986).
La desembocadura se extiende en un área de aprox. 0,5 km? y consta de dos brazos principales
los cuales se unen para desembocar al mar. La relación de la superficie de agua a tierra es
aprox. 1:7,. El área acuícola se define como ambiente estuarino proporcionando un nivel
muy alto de alimentos para las aves y el sector de tierras consiste en playa, dunas, matorrales,
pantanos, praderas y pajonales. El sector playa también representa un área de aprox. 0,5 km?
, pero la diversidad de ambientes es mucho menor encontrándose solamente playa y dunas.
b.- Método
Se censó en forma directa y/o con binoculares 10x40 con apoyo de la Guía de campo de aves
de Chile. Anteriormente se consultaron las colecciones de pieles del Museo de Historia Natural
de Valparaíso y del Instituto de Oceanología de la Universidad de Valparaíso con el fin de
facilitar el reconocimiento.
Por la gran extensión del área se dividió en tres partes a censar, dos partes en la desembocadura
y una parte de la playa. En la desembocadura se caminó por la orilla y la ribera, en la playa se
siguió al límite playa-dunas hacia el norte, volviendo por las dunas hacia el sur. Los censos
se realizaron en tres horarios distintos: mañana, mediodía y tarde, alcanzando un total de 28
conteos entre el 21.08.95 y el 23.09.95.
Los parámetros ecológicos utilizados para la evaluación de la comunidad son: Índice de riqueza
S, Índice de abundancia, Índice de diversidad H”=2p.Inp, (con p, siendo el porcentaje relativo
de cada especie) e Indice de equitabilidad. J”=H”/InS (Brower, J. y Zar, J. 1984). En el área de
estudio se encuentran zonas con y sin vegetación; la zona con vegetación presenta matorrales,
pajonales, pantanos y praderas, y la zona sin vegetación incluye playa, duna y superficie del
agua. Según su dependencia con respecto a la vegetación se consideran cuatro categorías; alta,
media, baja e incierta; se considera alta cuando más del 80% de los individuos están presentes
en la vegetación, media cuando un 20% a un 80% de los individuos están presentes en la
vegetación, baja cuando menos del 20% de los individuos están presentes en la vegetación e
incierta cuando se encontraron menos de cinco individuos durante todos los censos.
Una especie se consideró abundante si se encontró en más del 50% de los censos, abundante
ocasional entre menos de 50% y 25%, escasa entre menos de 25% y 10% y rara menos del 10%.
58
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 57-64, 2006
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En la tabla 1 se ve la composición de la comunidad de aves. En la desembocadura se contaron
28 familias con un total de 74 especies de las cuales 42 son abundantes esto demuestra la gran
importancia que tiene como hábitat para la avifauna. Por lo menos 38 especies dependen poco
o medianamente de la vegetación presente, por lo tanto son propios del ambiente estuarino,
mientras que 18 especies (por lo menos) dependen mucho de la vegetación.
Tabla 1. Listado de familias y especies, su densidad (A=abundante, AO=abundante ocasional,
E=escaso, R=raro, -=ausente) y su dependencia de la vegetación (A=alta, M=mediana, B=baja, -
=menos de 5 individuos en total)
A E
Podicipedidae vegetación
Rollandia [5]
Podimbis
Podiceps
Pelecanidas |
Phalacrocoracidas |
Phalacrocoras
Phalacrocoras
prdeidae |]
alba |Garzagrande | AO
Bubuleas [bis [Gareatoyea JA
Egreña
Myeñiocoras
Desembo-
cadura
Playa
Familia
A
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A
A
A
A
A E
A
10)
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Familia
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59
Arno Rasek Guillermo Riveros
60
(continuación)
fala [rafa se
Familia ii
¡ Quelthehue
Chorlo de collar
Vanellus
Charadrius
Charadrius
Charadrius
Charadrius
mata
alexandrinus
modestas
Haematopodidae DARIA 1 Po
paliat
Familia
Haematopus ilpi
Familia Recurvirostridae Enya dde
Himantopus |melanurus
Scolopacidae e
imerpres
phacopus
Thinocoridae [E A
rumicivorus
Familia
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al>|5 7
a] o. [1%
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a o
> |
Tringa
Arenaria
Numenius
Calidris
Calidris
Familia
A
A
A
AO
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A
Á
A
AO
AO
A
AO
| A
Thinocorus
Laridae
modesta
dominicanus Gavoita dominicana
pipixcan Gaviota de Franklin
maculipennis Gaviota cahuil
hirundinacea Gaviotín sudamericano
Gaviotín piquerito
Gaviotín elegante
Familia
Larus
Larus
Larus i
Larus
Sterna
Sterna
Sterna
Gaviotín monja
niger
Trochilidae Parla c
alerta
Furnariidae ¡(FAA
patagonicus
melanops Trabajador A
Tyrannidae
Larosterna A
E
Rynchops
Familia
Sephanoides
E]
a
mn
E
A
Familia
Cinclodes
Cinclodes
Phleocryptes
eptasthenura
Familia
Xolmis A
Muscisaxicola |macloviana Dormilona tontita AO
Lessiona Colegial
Hymenops
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E
>
a
a
x
3
Elaenia
rubrigastra
Hirundinidae Uca. rada
mejeni
cyanoleuca Golondrina de dorso
negro
Muscicapidae
Anairetes
Familia
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Tachycineta AO
Familia
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A
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Troglodytes
Familia
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Comunidad invernal de aves en la desembocadura...
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 57-64, 2006
(continuación)
Famiñia—[Mimidae PO
A
7
Emberizidas |
A
A
Familia Fringillidae
Diuca diuca Diuca A
Familia Passeridae
Passer domesticus - [Gorrión A
2]
A
A
A
. 1
Las especies encontradas coinciden, en su mayoría, con los trabajos anteriores. De las 38
especies vistas por Erazo, S. (1986) no se han vuelto a encontrar seis especies, esta baja resulta
comprensible por el período más largo en que se abarcó el estudio suyo. Las cinco familias
encontradas por Montenegro, E. (1979) se volvieron a observar, sin embargo, el reportó diez
especies y en este trabajo se reportan 21 especies. Entonces su hipótesis sobre la relación
entre la contaminación de las aguas residuales y la disminución de las especies en la zona
podría cuestionarse. Sin duda, la diversidad potencial de avifauna es mayor que la presente,
pero las interferencias humanas han hecho disminuir la vegetación en un 80% aprox. y los
disturbios permanentes por caminantes, pescadores y perros silvestres no permiten que haya
una mayor cantidad de aves. De las 71 especies identificadas por Bernal, M. (1991-1995) se
han vuelto a encontrar 58 especies, esta diferencia al trabajo presente se explica como una
variación estadística en el conteo de las especies raras y escasas.
Tomando en cuenta las especies encontradas por Erazo, S. (1986) y Bernal, M. (1991-1995)
y las de este trabajo se puede concluir que la comunidad de aves de la desembocadura del río
Aconcagua presenta en los últimos diez años por lo menos 94 especies.
En el sector playa se encontraron 21 especies que representan 15 familias, un resultado
que no difiere mucho del trabajo de Fonfach, A. et al (1990) en cuanto al número de las
familias (17) pero sí en cuanto al número de especies ya que ellos encontraron 42, esto
resulta comprensible por el mayor tamaño del área de su estudio y por el período más largo
en que ellos censaron.
Arno Rasek £ Guillermo Riveros Comunidad invernal de aves en la desembocadura...
Tabla 2. Indices promedio (por cada censo) de las comunidades,
H”= Y p¡Inp, (con p, siendo el porcentaje relativo de cada especie),
J”=H?"/ilS
A Pesebacadara | Plaga]
[Abundancia |
Diversidad A
En la Tabla 2 se comparan los índices comunitarios de la desembocadura y la playa. La
abundancia absoluta por cada censo realizado en la desembocadura es 14 veces mayor que
en la playa aun cuando las dos áreas son del mismo tamaño. Esto se explica por la gran
cantidad de alimentos existente en la desembocadura. La riqueza promedio es cuatro veces
mayor en el caso de la desembocadura lo que se debe a la mayor diversidad de ambientes que
ella contiene; sin embargo, los índices de diversidad se muestran muy parejos, ya que hay
especies muy dominantes en la desembocadura, lo que también se manifiesta en el índice de
equitabilidad cual es mayor en el caso de la playa.
Tabla 3 Presencia promedio (por cada censo) de las familias Rallidae y Charadriidae y sus
especies en las dos áreas juntas en función de los distintos horarios
Charadriidae | 48,50
gn
Algunos factores influyen en la dinámica de una comunidad, en este caso se consideraron
el horario, la estación, el tiempo y la marea encontrándose una dinámica diaria y estacional.
Para el análisis de la dinámica se seleccionaron las familias con mayor importancia tanto
en la abundancia como en el número de especies, cuales son las familias Emberizidae,
Tyrannidae, Scolopacidae, Charadriidae, Rallidae y Laridae, siendo la última la familia
dominante por la gran abundancia de Larus dominicanus.
a _—__———_- 2
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 57-64, 2006
Tabla 4 Presencia promedio (por cada censo) de las familias Laridae, Tyrannidae y Emberizidae y
sus especies en las dos áreas juntas en función de los distintos horarios
to -
>
E
[>] (47
[23
—]
Un
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(59)
[a
[en]
Laris ——— [dominicanas [150833[1675:35| 210.
Lars ———|pipixcan | 000] 081 >
¡
Serna |riundinaces | 051] 000
Serna ——[irudeaad | 025[ —000| 000
Serna [elegans ——[000| 000] 033
Eynchaps —Juiger | 000] 08 190
—3| tu
| O
| 0
Dtuscisaricola [macioñara | 1%] 03] 000
Hmeneps — [pericia | 167] 000] 097
Elaenia —|abicegs | 025 —000| 000
Hachuris —|rubrgasia | TB] 600] 300
Anais — [pardos | 278200] 100
Famiia — |Emberiidas [ 108,1] 6200] 6500
N
9
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S
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3
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bonariensis | 2,00| 0,00]
] thilius 23,3
S
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m|s [ve]
[e
—]
E]
Z
Sl
x
3
=
S
,
Las familias Rallidae y Charadriidae no se ven afectados por los diferentes horarios (Tabla
3). Al contrario, las familias Laridae, Tyrannidae y Emberizidae muestran una mayor
dinámica diaria (Tabla 4). La familia Laridae tiene su mayor presencia en la tarde (se van
a alimentar al mar y a la costa en la mañana y vuelven para reposarse en la tarde), mientras
las familias Tyrannidae y Emberizidae son más abundantes en la mañana por que a este
horario hay más insectos de las cuales se
21.08. - 10.09.[11.09. - 23.09.
alimentan.
Fama [Scolopacióne [5423] 182800
cañas aña] 581
Tabla 5 Presencia promedio (por cada
censo) de la familia Scolopacidae y
sus especies en las dos áreas juntas en
función de la fecha
Arno Rasek $ Guillermo Riveros Comunidad invernal de aves en la desembocadura...
La presencia de la familia Scolopacidae se incrementó después del 1] .09.95 (Tabla 5) debido
a la llegada de estas aves migratorias.
AGRADECIMIENTOS
Se agradece por la ayuda en la realización de este trabajo a Javier Arata, Mariano Bernal y
Carlos Farías.
BIBLIOGRAFÍA
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An. Mus. Hist, Nat. Valparaíso, 25: 65-71, 2006
PERROS VAGOS EN VALPARAÍSO
Sergio Zunino T.
Laboratorio de Ecología, Facultad de Ciencias. Universidad de Valparaíso. Av. Gran
Bretaña 1111. Playa Ancha. Valparaíso. Casilla 5030. e-mail sergio zunino(Quv.cl
ABSTRACT
Street homeless dogs are a vast reservoir of endogen and escogen parasites, and also, stronggly
responsable of many cases of attacks on people. For this reason a density ratio and other specters
have been established; regarding street dog's population, in and around all 130 ha. In Valparaíso. In
Valparaíso. In order to achieve this, there was, in two occasions (April and October), an on foot route,
in which all homeless dogs were accounted for.
The results show that the population ratio is within 1.4 and 2.49 ind/ha. The healthy animal data
oscillates between 65 and 89%. And that the gender”s inclination demarks a favorable male population
of 4.3 to 7. The amount of bitten persons per day stands in an 8.21 to 2.65 ratio. Conclusions and
causes, of this study are being discussed.
Key words: Homeless dogs, sex ratio, population, Valparaiso.
INTRODUCCIÓN
Sin lugar a dudas, los perros vagos son un problema para nuestra sociedad, y nadie
debiera permanecer indiferente al tema, porque nos afecta a todos por igual. El aporte negativo
a la sociedad se debe a que poseen una carga parasitaria de importancia tanto numérica como
zoonótica y por ser responsables de muchos casos de mordeduras.
En el caso de los perros vagos hay un fuerte incremento de las parasitosis, tanto
aquellas provocadas por agentes externos como por internos. Dentro de las primeras, se
encuentran pulgas y garrapatas que, además de las irritaciones que provocan, son vectores
de otras enfermedades. Entre los parásitos, la mayoría de ellos viven en sus intestinos,
donde se alimentan y reproducen. Algunos parásitos como anquilostoma y ascáride pueden
transmitirse de la madre al cachorro antes del nacimiento o durante el período de lactancia.
La filariasis se encuentra entre la enfermedad más peligrosa para la salud, y afecta a los
perros de todas las edades.
La teniiasis, en especial la ocasionada por Diphylidium caninum, puede transmitirse
por pulgas, roedores o conejos. La leptospirosis es una enfermedad infecciosa aguda
que se extiende por contacto con la saliva O secreciones urinarias o nasales de animales
infectados.
Recibido, en marzo de 2006
Aceptado, en mayo de 2006
65
Perros vagos en Valparaiso
_ Sergio Zunino T.
La Pasteurella multocida, un cocobacilo Gram negativo, que es parte de la flora
normal de muchos animales, incluidos los perros y gatos, es un patógeno importante en
infecciones por mordeduras de animales, y puede causar diferentes cuadros clínicos, entre
los que se destacan celulitis, abscesos, osteomielitis y artritis séptica. Hay reportes de
meningitis, bacteriemias, neumonías, peritonitis y endocarditis (Braun et al, 2002). Jiménez
(1989) describe una serie con 12 pacientes hospitalizados por mordedura de perro, en las
que predominan las cocáceas Gram positivas (Staphylococcus ssp y Streptococcus ssp) en
los cultivos.
La rabia es una enfermedad de origen viral, que se transmite generalmente a través
de la mordida de otro animal con el virus, el que viaja por el sistema nervioso periférico para
llegar al sistema nervioso central. Todos los animales de sangre caliente son susceptibles
de contraer rabia, y algunos pueden servir como reservorios naturales del virus. Entre estos
encontramos el zorro y el murciélago.
Otros virus patógenos son los parvovirus y los coronavirus, que afectan a los perros de
todas las edades. Los primeros generan una infección viral común y mortal; los coronavirus
producen una infección viral del tracto intestinal, altamente contagiosa (Revista Vida de
perros, 2002).
Pero, sin lugar a dudas, el mayor problema de los perros, sean vagos o no, son
las numerosas mordeduras que ocasionan, las que incluso puede provocar la muerte de
seres humanos. Según datos del Instituto de Información de Seguros de Estados Unidos,
las mordidas de perros provocan una tercera parte de todas las demandas que reciben las
aseguradoras. Los reclamos tienen un costo anual de 310 millones de dólares. Además, entre
1979 y 1998, los ataques de perros causaron la muerte a más de 300 personas. En Madrid, de
los 400.000 perros censados, 8.200 son agresivos (sudinero(Welmundo, 1999).
De acuerdo a los antecedentes anteriores, se entiende con facilidad por qué las
autoridades comunales son tan
proclives a desarrollar campañas
de eutanasia canina, a las que se les
oponen muy férreamente diversas
organizaciones protectoras de animales
e incluso público no comprometido,
a causa de la manera tosca y casi
asesina de llevarlas a cabo. Por otra
parte, se reconoce que el problema de
los perros vagos no se soluciona sólo
eliminándolos, sino que debe haber un
componente educacional importante.
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 65-71, 2006
A causa de estas situaciones, se
establecerá la densidad de la población
de perros vagos del llamado plan de la
ciudad de Valparaíso, conjuntamente se
podrá conocer la estructura poblacional
básica que permita posteriormente
desarrollar campañas de educación
ambiental.
MATERIALES Y MÉTODOS
El llamado plan de Valparaíso
está comprendido entre las avenidas
Errázuriz, Argentina, Colón y las calles Condell, Esmeralda, Serrano y Bustamante hasta
la Plaza Wheelwhrigt (Aduana). Cubre una superficie cercana a las 130 ha. Esta área fue
recorrida totalmente a pie, en dos oportunidades al año (abril y octubre): a partir de abril
del 2000 hasta igual mes del 2004. La única excepción fue en el 2002 en que sólo se realizó
el muestreo de abril. Esta área es una de las pocas zonas planas de la ciudad de Valparaíso,
en donde reside gran parte del comercio y que es atrayente para los perros vagos, pues hay
numerosos locales de expendio de productos alimenticios que les dan de comer.
En cada oportunidad en esta zona se contabilizó la presencia de perros vagos, y se
determinó su sexo y condición sanitaria externa. Fue considerado perro enfermo aquel perro
que presentara deformaciones esqueléticas evidentes (quebraduras mal soldadas, falta de
un miembro o partes de él) o que manifestara infecciones dérmicas visibles, generalmente
ocasionadas por sarna. Estas actividades fueron realizadas por alumnos de las carreras de
Ingeniería Ambiental de las Universidades de Valparaíso (abril) y de Playa Ancha (octubre),
como parte de la asignatura de Ecología. En los recorridos se contó con la participación de
al menos 45 alumnos que inspeccionaron toda la zona de estudio.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
La densidad de perros (ind/ha) en el área de estudio muestra un comportamiento
bastante heterogéneo: mostró un aumento significativo entre abril del 2000 y octubre del 2001;
luego, un descenso brusco se mantuvo hasta octubre del 2003; finalmente, la población canina
fluctuó entre el ascenso y la baja, en los muestreos sucesivos (Tabla 1). Estas variaciones
pueden tener diversas explicaciones. La más probable puede deberse a situaciones puntuales
de eliminación de animales, realizadas por la Municipalidad de Valparaíso. Estas provocaron
respuestas extremas, incluso delictuales, como el atentado con explosivos contra el Servicio
de Salud Valparaíso-San Antonio, en represalia por la “matanza de perros sanos ocurrida
después del 21 de mayo” (El Mercurio de Valparaíso, 2001). No obstante esto no se vio
A o AL ER
Sergio Zunino T.
Tabla 1. Valores poblacionales de perros vagos
DENSIDAD
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cos ]207/150 Ju] 72] 5825] 003
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Elo
Perros vagos en Valparaíso |
reflejado en el muestreo de octubre
del 2001.
El descenso de la densidad
poblacional, registrado entre abril
del 2002 y abril del 2003, no tiene
una explicación clara, excepto por
las eliminaciones, y si realmente
las hubo, estas fueron realizadas
con gran sigilo. También, es posible
que, a causa de las anteriores
reducciones, la comunidad
protegiera los animales (Tabla y
Figura 1) colocándoles collares
- como si fuesen perros fugados de
sus dueños.
Al considerar abril del 2000 como el
punto de comparación, se reconoce
que la población de perros vagos, a
pesar de haber sufrido importantes variaciones, siempre ha manifestado un crecimiento,
con un aumento máximo del
63% registrado en abril
del 2001. Entre abril del
2002 y abril del 2003 se
evidencia una importante
reducción (Figura 1),
atribuible a situaciones
externas a la población
canina. En octubre del
2003 se registra un
considerable aumento
que no se mantiene para
el siguiente muestreo, el
que evidencia un nuevo
descenso.
% Variación
Abr-00 - Oct-00 _Abr-01
tor Abr- 02 Abr- 03 Oct 03 ADr-04
Fig. 1. % de variación abril 2000 = 0%
Con respecto a la constitución de los sexos de la población canina, está liderada
fuertemente por la presencia de machos, cuyos valores son muy poco oscilantes, en ninguno
de los casos fue < 81% ni >88% (Tabla 1). Valores bastante diferentes al 65% señalado
por el Programa Control de Zoonosis del Departamento Programas sobre el Ambiente de
Valdivia. Y también con los señalados para la población canina de Santa Julia de Viña del
|
'
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 65-71, 2006
Mar, que señala la existencia de 29.6% de perras (Cabrera et al, 1993). Esta desproporción,
evidentemente se manifiesta en la razón entre sexos de los perros de Valparaíso, que demuestra
una gran preponderancia de los machos por sobre las hembras (Tabla 1 y Figura 2), la que
oscila entre 4.4 y 7.1. Valores que contrastan con los 1.9 y 2.4 registrados en la ciudad de
Valdivia y la población Santa Julia, respectivamente.
Llama la atención que la razón más baja se observe en los meses de octubre. Una
causa probable es que las hembras en estas fechas se encuentren amamantando, y, por esto,
se alejen poco de sus camadas, por lo que se registraría una reducida vagilidad. Por otra
parte, a pesar de ser animales vagos, la población siempre protege a las hembras paridas.
La condición sanitaria
de la población de perros vagos
(Tabla 1 y Figura 3) indica una
fuerte variación en los valores
observados. En abril del 2003,
una proporción importante de
animales parecían visiblemente
enfermos: el 35% de la muestra
presentaba signo de enfermedad
o era estéticamente repulsivo. Es decir, aquellos animales con todo el cuerpo llagado y
absolutamente lampiño, por el ataque de la sarna y/o la tiña. Esto último podría ser considerado
un foco de problemas para la autoridad sanitaria de la ciudad.
Fig. 2. Razón entre sexos
El caso de las mordeduras es una situación preocupante para las autoridades sanitarias,
ya que según http://www.granvalparíso.cl/servicios/Legall.htm, en Valparaíso hubo 3.000
casos de mordeduras el año 2000 (3.000/365 = 8,21 mordidos/día) (Tabla 2).
De acuerdo con El Mercurio de Antofagasta (28 de nov. del 2001), en el año 2000, la
razón de personas mordidas por día
fl Sanos _DiEnfermos alcanzó un valor de 2,85. El Servicio
de Urgencia del Hospital Regional
de Antofagasta, sólo en el primer
semestre del 2001, había registrado
293 atenciones por mordeduras,
lo que promedia 1,24 casos diarios
(Tabla 2).
40%
Gea! Según el Programa Control
de Zoonosis del Departamento
A er-00 OCt00 ADI-01 OctO! Abr-02 Oct02 Abr-03 Oct03 Abr-04 Programas sobre el Ambiente,
basados en el último censo realizado
AAA
AAA E
CO: :00000000000000:00000 0000000 00 E
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PARAR RARA A A AA AAA XA XXXIX
CERCO OA
Fig. 3. Perros sanos y enfermos en Valparaíso
A A
69
Sergio Zunino T. Perros vagos en Valparaíso |
P
por la Universidad Austral de Chile, sólo en la ciudad de Valdivia existen 15 mil perros, de los
cuales 6 mil vagan libremente por las calles de la ciudad; un 35%, es decir, 2.100 ejemplares
son hembras. En el año 2000 se registraron 769 denuncias por mordeduras de perros; en el
2001, hubo 702; en el 2002, la cifra bajó a 641 casos; mientras que, hasta mediados del 2003,
se habían registrado 550 personas mordidas.
Tabla 2. Personas mordidas en tres ciudades de Chile
Personas mordida por día
Antofagasta
[e
un
e pu
2
da
n=
dd
>
Las cifras anteriores muestran una reducción de casos de mordeduras, situación que
también se observa en la ciudad de Valparaíso, según los datos facilitados por el Servicio de
Salud Valparaíso-San Antonio. Sin embargo, la relación de personas mordidas por día resulta
ser proporcionalmente muy alta, en comparación con las otras dos ciudades en comento
(Tabla 2).
Finalmente, y a modo de conclusión:
1) llama la atención la baja población de perros vagos en el plan Valparaíso. Sin embargo,
es muy preocupante la cantidad de personas mordidas, sobre todo porque esta ciudad ha
sido declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad, por la UNESCO;
2) el control de perros vagos será exitoso al considerar la variable educativa, ya que ellos
son la consecuencia de una tenencia de mascotas descuidada y marcada por el maltrato,
pues las personas no asumen su responsabilidad con sus animales;
3) se requiere instaurar un control de perros vagos, que además considere a los de casa
(aunque optativo), en cuyo caso considere la responsabilidad compartida de los gastos.
AGRADECIMIENTOS
A cada uno de los alumnos y alumnas de las carreras de Ingeniería Ambiental de
las Universidades de Valparaíso y de Playa Ancha, que, en el transcurso de la asignatura de
Ecología, permitieron la obtención de datos confiables, para llevar a cabo esta contribución.
70
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 65-71, 2006
A la enfermera, Sra. Pamela Vivanco, del Servicio de Salud Valparaíso-San Antonio, por
su inestimable ayuda. A la Profesora Helia Murillo Toro, quien puso el texto en el correcto
español.
BIBLIOGRAFÍA
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HALLAZGOS DE MASTODONTE (MAMMALIA, PROBOSCIDEA) Y UN
CAMÉLIDO EXTINTO (MAMMALIA, ARTIODACTYLA) EN LA COMUNA DE
MARCHIHUE (VI REGIÓN)
Patricio López M.* e Isabel Cartajena
*Facultad de Estudios del Patrimonio Cultural, Área Arqueología
Universidad Internacional SEK-Chile
E-mail: hippidionsp(Vhotmail.com
ABSTRACT
- Fossil remains of mastodon (Proboscidea) and extinct camelid (Artiodactyla) from the Marchihue
locality (VI Region), are described. The stratigraphic location of them indicates the presence of
pumicitic ingnimbritics ashes above the paleontological layer, connected witht volcanics events
dated for the Rancagua and Santiago basin”s up to 450.000+60.000 years B.P. This record suggest a
chronology of middle Pleistocene or erlier for the fossil remains.
Key words: Proboscidea, Camelidae, extinct fauna, Rancagua basin.
INTRODUCCIÓN
El registro de mamíferos extintos del Pleistoceno en Chile Central, corresponde en
su gran mayoría a hallazgos fortuitos (Casamiquela 1967, 1968, 1969, Frassinetti y Azcárate
1974, Frassinetti 1985). La escasa información contextual, estratigráfica y cronológica,
proviene principalmente de trabajos arqueológicos orientados a la búsqueda de asociaciones
culturales y fauna extinta hacia el Pleistoceno final (Núñez ef al. 1994a, 1994b; Jackson y
López 2004).
La presente nota da a conocer nuevos hallazgos de mastodonte y un camélido extinto
registrado en la Comuna de Marchihue (VI Región). Se aborda brevemente la descripción
del material paleontológico y sus posibles relaciones taxonómicas y geográficas con otros
restos identificados en la región.
DESCRIPCIÓN DEL YACIMIENTO
La Comuna de Marchihue se localiza en la Provincia Cardenal Caro, VI Región,
a unos 31 km de la costa (34%15”-34%30” latitud sur-71%30”-71%45” longitud oeste). La
exhumación del material paleontológico se efectuó durante las faenas de excavación de un
pozo, a una profundidad cercana a los 7 m. El relieve zonal se caracteriza por el desarrollo de
lomajes graníticos rellenos con depósitos de origen volcánico, situados en el margen oriental
Recibido, en julio de 2005
Aceptado, en marzo de 2006
A KI EO____>RE _ _ o _»__———_—_— - __—— A A A o NIE
72
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 72-78, 2006
de la Cordillera de la Costa a unos 180 m.s.n.m., dentro de una formación vegetacional de
matorrales arborescentes (Fuenzalida 1965). Los cursos de aguas estables corresponden a
una serie de esteros que bordean las diversas lomas: Estero San Miguel, Estero de Mallemo,
Estero la Rosa, Estero Yerbas Buenas, Estero Chequén, Estero Grande de Piuchén, Estero
del Monte, y Estero del Carrizal.
Lamentablemente se desconoce la disposición estratigráfica de los hallazgos. No
obstante, de acuerdo a antecedentes recogidos, los restos subyacen a una capa de cenizas
ignimbríticas pumicíticas de por lo menos dos metros de espesor. El estrato que contenía
los restos, de acuerdo al sedimento incrustado en el tejido óseo trabecular, corresponde a
una arena gris de granulometría media a fina, con una escasa incorporación superficial de
cenizas gravosas, las cuales probablemente son intrusivas desde el depósito superior debido
a las actividades propias de una excavación no controlada. Si bien se desconoce la naturaleza
de los sedimentos más profundos, no se habría advertido la presencia de estratos arcillosos
(J. Rodríguez, comunicación
personal).
MATERIAL Y MÉTODOS
El material presenta un
buen estado de conservación,
con leves precipitaciones de
manganeso en la superficie. Para
la identificación taxonómica
preliminar del material
paleontológico se consultaron
las colecciones de referencia de
las secciones de Paleontología
y Zoología del Museo Nacional
de Historia Natural de Santiago
y del Museo Arqueológico de La
Serena (Colección Quereo). Se
obtuvieron únicamente medidas
de un fragmento de mandíbula
de camélido (ver Tabla 1). Éstas
fueron tomadas de acuerdo a los
estándares de von den Driesh
(1999) y comparadas con restos
de Palaeolama Gervais, 1867, — Figura 1-1: (a): Mapa que muestra los hallazgos de camélidos extintos
: d | localidad en territorio chileno (las figuras indican los yacimientos que también
provenientes E e poseen restos de mastodonte): 1. Los Vilos, 2. Chacabuco, 3. Marchihue,
de Los Vilos (López ef al. 4, Malleco, 5. Monteverde, 6. Cueva del Medio, y 7. Tres Arroyos. (b)
2004MS). Mapa con la ubicación de la localidad de Marchihue y otros yacimientos
con restos de mastodontes de la VI Región.
73
Patricio López M. e Isabel Cartajena Hallazgos de Mastodonte... |
SISTEMÁTICA
Orden ARTIODACTYLA Owen, 1848
Suborden TYLOPODA Illiger, 1811
Familia Camelidae Gray, 1821
Subfamilia Camelinae Zittel, 1893
Gen. et sp. indet.
Descripción del material
Se recuperó un fragmento de cuerpo mandibular izquierdo con el P,, M,, M, y M,. La
serie premolar y molar presenta fracturas en la superficie oclusal y raíz, con gran parte de las
bandas de esmalte desprendidas. Los fragmentos de M, y M, presentan un escaso desgaste,
con las crestas selenoides bien marcadas, mientras que los lóbulos son levemente angulosos,
divididos por una escotadura estrecha y marcada. El M, presenta el metalófido con un ancho
que alcanza prácticamente la mitad del mismo diente. Sólo fue posible obtener medidas en
la base de los dientes, las cuales son dadas a continuación:
Tabla 1: Medidas de molares izquierdos de camélido indeterminado proveniente de la localidad de
Marchihue (VI Región) comparadas con el registro de Palaeolama sp. proveniente de Los Vilos (1V
Región).
Abreviaturas: Ls: longitud mesio-distal en superficie; As: ancho buco-lingual en superficie; Lb: longitud
mesio-distal en la base; Ab: ancho buco-lingual en la base; H: altura del diente (mm).
* Datos tomados de López et al. 2004Ms
Procedencia Sigla Material Lb- Ab Observaciones
Marchihue MA-] Mbi 22 13,5 Crestas fragmentadas
Marchihue MA-2 Myl 32 - Crestas fragmentadas
Vide LC. * EV 100-39 Myd 36 15,5 Crestas fragmentadas
Vie 0 LV 100-39 Md 23 16 Crestas fragmentadas
Tabla 2: Medidas de mandíbula izquierda de camélido indeterminado proveniente de la localidad de
Marchihue (VI Región).
Procedencia Sigla Longitud enla base de M¡-M, Alto de la mandívula bajo el M3 Observaciones
MArchihue MA-1 83,7 42 Fragmentada
Orden PROBOSCIDEA llliger, 1811
Suborden ELEPHANTOIDEA Osborn, 1912
Familia Gomphoteriidae Cabrera, 1929
Subfamilia Anancinae Hay, 1922
Gen. et sp. indet.
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An. Mus. Hist. Nat. Val araíso, 25: 72-78, 2006
Los restos de mastodonte corresponden a fragmentos de fémur: fragmento de cabeza,
diáfisis y epífisis distal, y un proceso transverso de vértebra lumbar. Se registraron otros restos
que por su tamaño pueden pertenecer al mismo individuo. No obstante, no se obtuvieron
muestras con rasgos diagnósticos que permitieran una identificación más precisa.
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Aspectos taxonómicos
Los restos de camélidos extintos son escasos en nuestro país, y han sido estudiados
de manera marginal y poco sistemática (López ef al. 2004Ms). Al respecto no existe
consenso respecto a las asignaciones taxonómicas de las formas hasta ahora registradas,
situación generalizada dentro de las clasificaciones de los camélidos extintos de Sudamérica
(Cabrera 1932, Guérin y Faure 1999. Menegaz ef al. 1989, Tamayo y Frassinetti 1980). En
Chile, se han registrado restos del género extinto Palaeolama Gervais, 1867 en el sector
de Los Vilos (IV Región), Chacabuco (Región Metropolitana), Los Sauces (IX Región)
y Monteverde (X Región), así como formas extintas del género Lama Cuvier, 1800, en
la regiones de Patagonia y Tierra del Fuego (Casamiquela 1999). El género Palaeolama
presenta como caracteres diagnósticos la presencia de endostilos (columnas interlobulares)
en la cara lingual del M' y M?, un tamaño mayor a las especies actuales de camélidos,
con un esqueleto axial en extremo longilíneo y robusto, y con un cráneo de tendencia
dolicognata (Cabrera 1932, Guérin y Faure 1999). Tan sólo en el material recuperado en el
sector de Los Vilos (IV región) se han registrado primeros y segundos molares superiores
con endostilos, en asociación a restos esqueletales de un tamaño considerablemente mayor
a las formas actuales (Núñez ef al. 1983, López et al. 2004MS). En este sentido, el criterio
utilizado para el resto del material de Palaeolama existente, se basa exclusivamente en el
tamaño de las piezas, debido a la ausencia de series molares superiores. Esta situación, no
obstante, debe ser tomada con cautela, ya que si bien el rango de tamaño de Palaeolama
es mayor a la de los representantes actuales de camélidos sudamericanos, no es distinto
a los rangos de especies extintas del género Lama, tales como Lama owenii Gervais y
Ameghino, 1880 y Lama angustimaxila Ameghino, 1889, registrados en el Pleistoceno
tardío de la Patagonia austral, y que han sido agrupados bajo una misma entidad Lama
morfotipo L. owenii (Nami y Menegaz 1991). La ausencia de la serie molar superior, y
de restos óseos más íntegros en el Marchihue impide una clasificación más específica.
Sin embargo, el fragmento de mandíbula recuperado excede los rangos de tamaño de
Lama guanicoe, siendo más próximo a Palaeolama. Asimismo, la procedencia de este
material en depósitos del Pleistoceno, sugiere la presencia de una taxa extinta de la Familia
Camelidae.
La sistemática taxonómica de los Gomphoteriidae en Chile ha estado sujeta a continua
discusión (ver Casamiquela 1972, Frassinetti y Alberdi 2000, Fuenzalida 1936, Marshall y
Hallazgos de Mastodonte...
Patricio López M. e Isabel Cartajena
Salinas 1991, Oliver Schneider 1930, Tamayo y Frassinetti 1980, entre otros). Frassinetti y
Alberdi (2000), a partir de una revisión de gran parte del material fósil recuperado en territorio
chileno, señalan la presencia de un único género monoespecífico, Cuvieronius hyodon Fisher,
1814. Siguiendo esta clasificación, el material registrado en la localidad de Marchihue debería
ser asignado a esta especie. No obstante, la ausencia de elementos diagnósticos, tales como
cráneo, mandíbula, molares y defensas, impiden generar un panorama más concluyente con
los fragmentos disponibles. De acuerdo a esto, la clasificación taxonómica de los restos aquí
descritos dependerá de futuros hallazgos.
Cronología
La situación estratigráfica
de los hallazgos está pobremente
definida. No obstante, la
presencia de una capa de cenizas
ignimbríticas pumicíticas
sobre el estrato paleontológico
atestigua eventos volcánicos ya
observados y descritos para las
cuencas de Rancagua y Santiago
(Casamiquela 1969). De acuerdo
a la información obtenida de los
depósitos que afloran en la Región
Metropolitana y VI Región, se
advierte la presencia de flujos
piroclásticos incandescentes
formado durante la explosión de
Laguna del Diamante - volcán
Maipo, los que sepultaron gran
parte de los valles del río Maipo, b
como del Cachapoal-Tinguiririca
(Casamiquela 1967, Núñez et al.
1994b). Stern y colaboradores
(1984) a través de dataciones
por trazas de fisión estimaron
este evento geológico en
450.000+60.000 años A.P. Estos
antecedentes, de coincidir con el
depósito de carácter ignimbrítico,
apuntan a una edad Pleistoceno
medio o anterior ;
RÁ para los restos Figura 2-2: a) Mandíbula de camélido extinto, y b) restos de fémur y
de camélido y mastodonte del vértebra lumbar de Gomphoteriidae indeterminado.
: cm
JUpUa pon p ao pro pao pao pu punpns]
0 Liz 31.4 15
Escala: crm
PUrprn pan poopon pengrnpuspasposp
La e dd GE OS
A A ——————_— e
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 72-78, 2006
sitio Marchihue. Por el momento, tanto la asignación temporal y taxonómica del material
fósil aquí descrito es provisoria, y su mejor conocimiento dependerá de futuros hallazgos.
AGRADECIMIENTOS
Agradecemos la colaboración de don J. Rodríguez quién nos facilitó los hallazgos
paleontológicos.
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Hallazgos de Mastodonte...
Patricio López M. e Isabel Cartajena
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An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 79-97, 2006
RECURSOS VEGETALES DE UN ASENTAMIENTO INKA EN TERRITORIO
DIAGUITA . SITIO LOMA LOS BRUJOS, VALLE ILLAPEL, IV REGIÓN.
Carolina Belmar P.* $ Luciana Quiroz L.**
* Universidad Internacional Sek, Jorge Matte G. 2462 Depto. 302, Stgo. Chile.
carolina.belmar(Ysekmail.com
** Universidad de Chile, Av. Lota 2538, Depto 22, Stgo, Chile.
lucianaquiroz(Yhotmail.com Proyecto FONDECYT N* 1040154
ABSTRACT
The Project “Loma Los Brujos, the inka structures in Illapel” has designed the investigation of this
archaeological site as to define the Inka occupation detected there based on a multidisciplinary study.
It shall emphasize zooarchaeological, design structured in ceramics and archaeobotany research. The
contributions of the archaeobotanical analysis are, in first place, almed to refer to questions linked to
obtaining and exploiting plant resources and its association with the function of this site. In second
place, it is interesting to discuss the implications of the presence of certain plants in the site.
Key Words: Archaeobotany, Carpology, Inka, Illapel Valley, Cultigens Inka Intallatio.
INTRODUCCIÓN
La presencia inka en el valle de Illapel está plasmada a través de varios tipos de
asentamientos, que atestiguan la complejidad de su administración gubernamental. Asimismo,
estos sitios dan cuenta de los distintos grados de penetración cultural por parte de los inkas
sobre las poblaciones locales.
A raíz de esta problemática se diseñó el estudio del sitio incaico Loma Los Brujos,
caracterizando su ergología, lo cual incluye el material cerámico y de sus diseños decorativos,
el material lítico y las evidencias de explotación de los recursos de flora y fauna. Loma
los Brujos es un espacio amurallado o recinto. El emplazamiento del sitio sugiere que éste
correspondería quizás a un centro administrativo y estratégico-militar, lo cual se pretende
corroborar con datos etnohistóricos.
Dentro del enfoque arqueobotánico, nuestro objetivo se refiere específicamente a la
recuperación y determinación de los carporrestos* con el fin de generar una discusión sobre
el uso y explotación de las plantas, y su relación con las implicancias de esta instalación
incaica en el valle de Illapel. La evidencia vegetal puede constituir un aporte para precisar la
funcionalidad de este sitio.
Durante la campaña de excavación realizada en el invierno 2003, se extrajo casi la
totalidad de un gran rasgo fogón asociado a la estructura ] y también se recuperó un fogón
Recibido, en agosto de 2005
Aceptado, en abril de 2006
79
Recursos vegetales de un asentamiento Inka
Carolina Belmar € Luciana Quiroz L.
pequeño de la unidad Q16. A continuación, se exponen los resultados obtenidos a partir del
análisis carpológico efectuado sobre las muestras recuperadas de estos rasgos, seguido por
su discusión y las conclusiones.
ANTECEDENTES DEL SITIO
El sitio Loma Los Brujos se ubicá cercano a la confluencia del estero Auco con el río
Illapel. Se asienta sobre una loma desde la cual se tiene una visión privilegiada del sector
bajo de la Colonia (Plano 1). Se ha propuesto el paso de un ramal del camino del Inka que
bajaría por el río Illapel (Stehberg 1995), coincidiendo a su vez con el emplazamiento del
sitio (Becker ef al. 2004).
Con el fin de conocer a cabalidad el sitio, hasta el momento, se ha logrado delimitar
los siguientes rasgos arquitectónicos: un muro perimetral; una estructura en forma de L
denominado Estructura 1, donde se recuperó un rasgo basural-fogón; y un muro aislado
(Plano 1). Adicionalmente, se ha obtenido las fechas para el sitio: 1415+/-55 d.C., 1430+/-55
d.C., 1410+/-60 d.C., 1415+/- d.C., 1450+/-50 d.C..
A partir de los análisis cerámicos los investigadores concluyen que “el conjunto
cerámico viene a caracterizar el nivel de integración más alto con el incario” (Becker ef
al. 2004). Además este material evidencia el desarrollo de actividades de procesamiento,
consumo y almacenamiento de alimentos (Becker et al 2004). Se recuperaron fragmentos de
aríbalo, de platos ornitomorfos, de vasos campanuliformes, de un jarro pato y siendo sus los
patrones decorativos netamente incaicos. Se concluye de estos primeros estudios del sitio
Loma Los Brujos demuestran que el área fue de gran importancia para el Inka como paso
hacia la zona transcordillerana como también al formar parte de una red de aprovisionamiento
de recursos (Becker ef al, 2004).
MATERIALES Y METODOS
Con el fin de recuperar los carporrestos, se recurrió a la técnica de flotación de los
sedimentos ya que reduce el grado de maltrato de los materiales frágiles que pueden ser
destruidos a través de los métodos más convencionales de obtención de restos arqueológicos,
como el harneo en seco (Watson 1976). Los pasos seguidos para obtener y procesar los datos
se expondrán a continuación:
1) Obtención de las muestras de sedimento. La estrategia de recolección de muestras
tenía como objetivo la recuperación de todos los rasgos (fogones-basurales) significativos
que se encontraran en las áreas de excavación. Se detectaron dos rasgos que fueron: un
fogón-basural recuperado de la estructura 1 y un fogón registrado en la Unidad Q 16. (Plano
1)
Se flotó un total de 254,7 litros., que se desglosan en 246,4 litros. del rasgo fogón de
la estructura 1 y 8,3 litros. del fogón recuperado de la unidad Q16 (Tabla 1).
2) Flotación o procesamiento de las muestras sedimento. La flotación consiste en
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 79-97, 2006
Plano 1. Plano del sitio Loma de Los Brujos, Illapel, Provincia de Choapa. (Becker et el 2003)
A Sitio Loma Los Bruj
N Proyecto FIP-DIBAM 047
O Unidades excavadas
ESCALA
10 20 mía
Dibujo: Cnstian Becker 200)
Tabla 1. Procedencia y volumen (litro) de las muestras de flotación recuperadas del sitio Loma,
Los Brujos, Illapel, Cuarta Región.
| Unidad | Nivel |Rasgo| Litros |
Fogó
[EUA (5254788
Foto 1. Rasgo fogón, Unidad Q 16. (Becker et al 2003)
someter una muestra de sedimento
a un flujo constante de agua dentro
de un recipiente, esta técnica de
recuperación aprovecha el principio
de diferencias de densidad y porosidad
de los materiales en el agua para
separarlos. Esto permite segregar una
Fracción Liviana (material que flota
como restos vegetales), que cae a una
malla de tul, y una Fracción Pesada
(cerámica, lítico, óseo, malacológico,
etc.), que se deposita en una malla de
3mm de calibre. El sedimento restante
decanta en el fondo del recipiente
(Greig 1989, Renfrew et al 1976,
81
Carolina Belmar % Luciana Quiroz L. Recursos vegetales de un asentamiento Inka
Watson 1976).
3) Análisis de la Fracción Liviana. Se separaron los restos vegetales recuperados
desde la Fracción Liviana utilizando una lupa binocular (aumento 20x). Posteriormente, se
determinó y especificó el estado de conservación de los restos vegetales, según los criterios
de carbonización (carbonizado y no carbonizado) y de integridad (fragmentado o entero).
Es importante de considerar el estado de conservación de los carporrestos, ya que es
sabido que las condiciones y agentes de conservación como la humedad, acidez de los suelos,
actividades de remoción de las tierras en sitios del Norte Chico, no permiten la preservación
de los restos vegetales arqueológicos “crudos” o no carbonizados. En consecuencia, la
evidencia vegetal arqueológica carbonizada tiene mayores probabilidades de perdurar en
estas condiciones y conservarse en el sitio.
La fase de la determinación de los carporrestos fue apoyada con la revisión de
colecciones de referencia (semillas y frutos actuales y arqueológicos), y con la consulta de
bibliografía especializada (Martin y Barkley 1973, Matthei 1995, Mósbach 1999, Muñoz
1966). Finalmente, los taxa determinados se clasificaron según tres tipos de orígenes: endémico
(exclusivo al territorio chileno y países contiguos), nativo no endémico? (introducidos
desde territorios cercanos en el territorio chileno antes de conquista hispánica) y adventicio
(foráneos, alóctonos, introducidos posteriormente a la conquista hispánica).
La nomenclatura usada para la denominación de los especímenes recuperados es
la convencional. Los carporrestos determinados hasta la especie, se escriben con género
y especie (ejemplo: Zea Mays). Los carporrestos con fuerte probabilidad de corresponder
a una especie, se antepone la sigla cf. a la denominación (ejemplo: cf. Chenopodium
quinoa). Los carporrestos cuya determinación no alcanzó al nivel de especie se clasifican
en Familia o Género (ejemplo: Chenopodiaceae sp.). Los restos vegetales que no han sido
determinados aún, se denominan “indeterminado”. Finalmente los restos vegetales con
estado de conservación deficiente por su estado de erosión, fragmentación y/o carbonización
son anotados como “indeterminable”.
RESULTADOS
Se recuperó un total de 1835 carporrestos en ambos rasgos del sitio Loma Los Brujos.
En este conjunto, se determinó un 54,60% (n=1002) de los restos, el 19,23% (n=353) no se
logró determinar y el 26,15% (n=480)fue indeterminable. De los restos determinados se
constató que 94,71% (n=949) estaba carbonizado, y 5,28% (n=53) no lo estaba. Los restos
indeterminados y indeterminables estaban todos carbonizados (Gráfico 1).
Los taxa no carbonizados más frecuentes fueron Erodium sp. (alfilerillo, n=20),
Euphorbiaceae sp. (Familia del ricino o higuerilla, n=9), Trichocereus sp. (tunilla o quisco,
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 79-97, 2006
n=5) y Poaceae sp. (Familia de gramíneas, n=4). Estos corresponden a ejemplares de plantas
herbáceas y malezas comunes excepto Trichocereus sp. que es una planta herbácea suculenta
y posee frutos comestibles.
Los taxa carbonizados más numerosos fueron: Trichocereus sp. (n=433),
Muehlenbeckia hastulata (quilo, voqui, negro, n=135), Poaceae sp. (n=109) Chenopodium
sp. 1 (familia de quínoa y paico, n=79) y Solanaceae sp. (Familia de ají y tomatillo n=66).
También, se destacaron los ejemplares de Chenopodium quinoa (quinoa, n=12) y Zea mays
(maíz, n=21).
Las semillas 1 (n=25), 3 (n=13), y 4 (n=15) fueron los restos indeterminados más
notables por su frecuencia.
En el conjunto de
h Gráfico 1 : Frecuencia de carporrestos determinados, indeterminados
rasgos analizados en Loma e indeterminables respecto de estado de conservación
Los Brujos se identificó taxa (Carbonizado/No Carbonzado) recuperados en el sitio Loma los
Ñ , E brujos, lllapel, Cuarta Región.
de origen endémico, con un
61,27% (n=614). Después
los taxa de origen nativo no
endémico fueron la segunda
mayoría con 34,73% (n=348),
mientras que los taxa de
origen adventicio fueron
minoritarios con 3,99% (n=40)
de representación.
Frecuencia
Carbonizado No Carbonizado Total
Estado de conservación
Fogón-basural, Estructura 1, a Determinado WE Indeterminado [E Indeterminable
Loma Los Brujos.
Gráfico 2 : Frecuencia y número de carporrestos determinados,
A l 7 90 indeterminados e indeterminables respecto a estado de conservación
Se Iceup ano (Carbonizado/No Carbonizado), recuperados en el fogón de la
carporrestos y la densidad mon estructura 1, sitio Loma Los Brujos, llapel, Cuarta Región.
de material por litro alcanzó so A 0 o.
7,26 carporrestos por litro. so Pda A obs
De éstos, un 54,58% (n=970) 70% [e
fueron adscritos a un taxón, un
18,71% (n=342) permanecieron
indeterminados y un 24,46%
(n=478) fue indeterminables.
A e
20%
Se distinguió entre los restos A
determinados carbonizados que o E E
arboniza No Carbonizado Total
representaron 96,49% (n=936) Cope o en
y los restos determinados no p Determinado indeterminado DIndeterminable
A AA
Recursos vegetales de un asentamiento Inka
Carolina Belmar 6: Luciana Quiroz L.
carbonizados que alcanzaron 3,50% (n=34).Tanto los restos indeterminados como los restos
indeterminables correspondieron todos a ejemplares carbonizados (Gráfico 2).
Se destacó Euphorbiaceae sp. (n=9), Erodium sp. (alfilerillo o relojito, n=8), Poaceae
sp. (n=4) y Chenopodium sp. (Familia de quínoa y paico, n=3) entre los carporrestos no
carbonizados. Estos taxa corresponden a malezas y plantas herbáceas comunes.
Los carporrestos carbonizados que obtuvieron mayor representación fueron
Trichocereus sp. (tunilla, n=433), Muehlenbeckia hastulata (quilo o voqui negro, n=128),
Poaceae sp. (gramíneas, n=109), Chenopodium sp. 1 (familia de quínoa, n=79) y Solanaceae
sp. (Familia del ají, papa y tomate, n=66). En general, estos taxa son plantas herbáceas
(Trichocereussp.,Poaceae
sp., Chenopodium
sp.) o arbustivas (M.
Gráfico 3 : Frecuencia y número de carporrestos recolectables,
cultivados y recolectables/cultivables respecto de su estado de
conservación, recuperados en el fogón de la estructura 1, sitio Loma hastulata y Solanaceae
Los Brujos, Illapel, Cuarta Región.
sp.) silvestres. Pero
también se determinó
especies cultivadas tales
como Chenopodium
quinoa (quínoa, n=12)
y Zea mays (maíz,
n=21) (Tabla 2, Grafico
3). A pesar de no haber
sido determinadas, las
denominadas Semilla 1?
(n=85), 3* (n=13) y 4%
EEE
Frecuencia
2
ES
ES
Carbonizado No Carbonizado Total (n= l 5) fueron recurrentes
Estado de conservación en el conjunto de
E Carporrestos Cultivados 1 Carporrestos recolectables/cultivables E Carporrestos Recolectables carporrestos recuperados
(Tabla 2).
Los taxa endémicos se inscribieron como el grupo más numeroso entre los
determinados con un 61,95% (Anacardiaceae sp., Chenopodium quinoa, Cuscuta suavolens,
Muehlenbeckia hastulata, Rubus sp., Trichocereus sp., y Zea mays, n=601), mientras que los
taxa de origen nativo no endémico fueron la segunda mayoría con 34,94% (Amaranthus sp.,
Brassicaceae sp., Chenopodium sp., Cyperaceae sp., Fabaceae sp., Poaceae sp., Solanaceae
sp., n=339). Finalmente, la incidencia de carporrestos de origen adventicio fue menor con un
2,37% (Chenopodium album, Convolvulaceae sp., Erodium sp., Euphorbiaceae sp., Oxalis
stricta, Polygonum sp., Portulaca sp. y Verbena sp., n=30) (Tabla 2);
Rasgo-fogón, Cuadrícula Q 16, bajo 40 cm.
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 79-97, 2006
Tabla 2: Número de restos vegetales determinados, indeterminados y indeterminables, respecto de su
estado de conservación (Carbonizado Entero/ Carbonizado Fragmentado, No Carbonizado Entero/ No
Carbonizado fragmentado), recuperados en el fogón-basural de la estructura 1, sitio Loma Los Brujos,
Illapel, Cuarta Región.
Taxón
Amaranthus sp.
dnacardiaceae sp.
Brassicaceae sp.
henopodium album
henopodium quinoa
Chenopodium sp.
Chenopodium sp.l
Chenopodium sp.2
Convolvulaceae sp.
(9)
LE [55] pu | |U
*
Cuscuta suavolens
peraceae sp.
rodium Sp. A
uphorbiaceae sp.
abaceae sp.
Muehlenbeckia hastulata
Oxalis corniculata
Poaceae sp.
Polygonum Sp.
ortulaca Sp.
ubus Sp.
olanaceae sp.
richocereus sp.
Verbena sp.
ea mays
emilla 1
emilla 3
emilla 4
ruto Indeterminado
ruto Indeterminable
ndeterminado
ndeterminable
Total
*C/E: carbonizado Entero *C/F: Carbonizado fragmentado
*NC/E: No carbonizado Entero *NC/F: No Carbonizado fragmentado
(9)
00
—]
[an] |
|
]
3
o uu ww | | 00 Uli tu Uy QS
Si po NS 56? S| | NÓ) ho =
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|
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l
Carolina Belmar € Luciana Quiroz L. Recursos vegetales de un asentamiento Inka
Carolina Belmar « Luctana Quiroz L._
Se recuperó un total de 45 carporrestos y la densidad de material fue de 5,42 carporrestos
por litro. El 71,11% (n=32) se determinó, el 24,44% (n=11) no se determinó y sólo el 4,44%
(n=2) fue indeterminable. El 40,62% (n=13) de los carporrestos determinados estaban en
estado crudo y el 59,37% (n=19) estaba carbonizado. Tanto los restos sin indeterminados
como los indeterminables estaban en su totalidad carbonizados. (Gráfico 4)
Gráfico 4: Frecuencia y número de carporrestos determinados, L
indeterminados e indeterminables con respecto a estado de Lostaxa nocarbonizados
conservación (Carbonizado/No Carbonizado), recuperados en el fogón
de la Unidad Q16, sitio Loma Los Brujos, Illapel, Cuarta Región. fueron los menos
numerosos, representados
principalmente por
Erodium sp. (n=12) y
Trichocereus sp. (n=5).
Ambos corresponden a
plantas herbáceas, aunque
Erodium sp. es una maleza
común y Trichocereus sp.
una cactácea (Tabla 3).
Frecuencia
Entre los carporrestos
Carbonizado No Carbonizado Total
Estado de conservación carbonizados se destacó
a Determinado n Indeterminado E Indeterminable | Muehlenbeckia hastulata
Tabla 3: Número de restos vegetales Determinados, no Determinados y no Determinables, respecto de
su estado de conservación (Carbonizado Entero/ Carbonizado Fragmentado, No Carbonizado Entero/
No Carbonizado fragmentado), recuperados en el rasgo-fogón de la Unidad Q16, sitio Loma Los Brujos,
Illapel, Cuarta Región.
*C/E: carbonizado Entero *C/F: Carbonizado fragmentado
*NC/E: No carbonizado Entero *NC/F: No Carbonizado fragmentado
86
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 79-97, 2006
(n=7) Chenopodiaceae sp. (n=2), Chenopodium sp. (n=1) y Poaceae sp. (n=1). Todos estos
taxa son plantas herbáceas, menos M. hastulata que es arbustiva (Tabla 3).
Lostaxa de origen adventicio concentraron el mayor número de ejemplares, alcanzando
un 43,75% (Erodium sp., Euphorbiaceae sp., Polygonum sp., n=14), les siguieron los de
origen endémico con un 40,62% (M. hastulata, Trichocereus sp., n=14). Los taxa de origen
nativo no endémico fueron minoritarios, 15,62% (Chenopodiaceae sp., Chenopodium sp.,
Fabaceae sp., Poaceae sp., n=5).
DISCUSIÓN.
Antes de pasar a discutir los resultados alcanzados con este análisis, en primer lugar
hemos de tomar en consideración la dinámica del ingreso de la evidencia vegetal en el
registro arqueológico. Si bien el uso de los recursos vegetales es un tema importante de
investigar, su representación en el registro arqueológico no necesariamente lo refleja. La
incorporación de restos vegetales es accidental ya que su fin último es ser consumido, por
ello las muestras idóneas provienen de los sectores relacionados con el procesamiento de
estos recursos (rasgos como fogones y basurales). En segundo lugar, las condiciones de
conservación de esta frágil evidencia dependen tanto de la matriz como de las propiedades
de la semilla (Ford 1979). Como resultado de lo anterior, los restos carbonizados son los
que se conservan con mejor resultado en el suelo y contextos que estudiamos, aminorando
la representatividad de aquellos restos vegetales que no han sido sometidos ni expuestos al
fuego.
Es importante entender los contextos desde donde proceden las muestras para
llegar a interpretaciones sobre los restos vegetales recuperados, y las implicaciones de su
presencia. En este caso específico los rasgos estudiados fueron un fogón y fogón-basural.
Estos son depósitos concentrados de carbones que corresponden a uno o varios eventos de
quema (Solari 2000) y, por lo tanto, las evidencias que arrojan, pueden atribuirse a diferentes
momentos de una misma ocupación Inka.
En los dos rasgos analizados en Loma Los Brujos, en general se constató un
número superior de carporrestos carbonizados con respecto a los no carbonizados. Esta
característica del contexto arqueobotánico permite considerar que estos rasgos tienen un
buen grado de conservación y estuvieron poco sujetos a contaminación debido a procesos
post depositacionales (p.e. remoción por el arado).
Según el cálculo de densidad se constata una importante diferencia en cuanto al número de
carporrestos recuperados entre ambos rasgos. No sólo se recuperó más material en el fogón-
basural Estructura 1, sino que existe mayor cantidad de carporrestos en relación al volumen
de sedimento procesado.
Otra diferencia notoria entre un rasgo y otro, se debe a la presencia de taxa cultivables
como C. quinoa y Z. mays en el rasgo fogón Estructura 1. En el rasgo-fogón de la cuadrícula
t
Recursos vegetales de un asentamiento Inka
Carolina Belmar € Luciana Quiroz L.
Q 16 sólo se detectan taxa silvestres recolectables (Trichocereus sp. y M- hastulata). A pesar
de no poder determinar una funcionalidad precisa para este rasgo, es posible advertir que la
asociación de taxa -M. hastulata y Trichocereus sp.- es la más recurrente en los contextos
analizados en el valle de Illapel. Si bien estas son plantas propias del paisaje de la zona, su
presencia también puede remitir a actividades de recolección simple en que se aprovecharon
los recursos más cercanos (Quiroz 6: Belmar 2003).
Es probable que las trazas efímeras del rasgo-fogón de la cuadrícula Q16 testimonien
un evento puntual, en cambio la abundancia y diversidad de carporrestos presentes en el
fogón-basural Estructura 1 refleja un uso del espacio y de recursos distinto, tal vez más
intenso y reiterativo, lo cual se constata con las dimensiones y volumen procesado de cada
unidad de recuperación. Esta diferencia puede estar vinculada con el origen funcional o
temporal de estos rasgos.
Al respecto, si consideramos que los estudios realizados anteriormente en la zona
han revelado una recurrente asociación entre la presencia inka y el cultivo del maíz (Z.
Mays) (Quiroz € Belmar 2003), ciertamente este elemento aleja el contexto de ambos
rasgos en cuanto a su origen y/o funcionalidad. El fogón-basural estructura 1 demostró
mayor complejidad en su contenido que el rasgo-fogón de Q16. En el primero se observó un
número de taxa elevado y tanto presencia de carporrestos cultivados como recolectados. La
densidad del depósito en este rasgo evoca un basural relacionado a actividades domésticas, y
tal vez refleja alguna asociación al almacenamiento de las especies C. quinoa y Z. mays. La
presencia de este rasgo, el contexto que define, su tamaño y composición (restos cerámicos,
líticos, óseos y vegetales) indican de cierta manera que debieron existir estructuras de
depósito o de descarte de basura asociadas posiblemente a la ocupación incaica.
Almacenaje
En relación a la posibilidad de prácticas de almacenaje en el sitio, se recuperaron otras
evidencias que apoyarían esta hipótesis. A través de los análisis cerámicos se ha identificado
la presencia de fragmentos de vasijas utilizadas con este fin, lo que se complementa con el
estudio de huellas de uso que aseveran el desarrollo de actividades vinculadas al procesamiento,
consumo y almacenamiento de alimentos sólidos y líquidos (Becker ef al. 2004). Aún no se
ha delimitado el sector destinado al almacenamiento en el sitio, pero para futuros estudio en
Loma Los Brujos existen probabilidades que se detecten, ya que hay rasgos característicos
como el uso de pequeñas estructuras circulares o rectangulares, y sistemas de aireación con
el fin de mantener un ambiente apropiado para guardar alimentos (p.e. canales con flujo de
agua a través las estructuras, ventanas).
Además de las evidencias arqueológicas hay registros etnohistóricos del almacenaje
de los alimentos como parte del sistema de tributo durante el incanato. En su relación, en la
“Historia Del Nuevo Mundo”, el Padre Bernabé Cobo hace referencia a estas prácticas:
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 79-97, 2006
“En estas tierras de la religión y de la Corona Real tenía el Inca puestos mayordomos
y administradores, que, con gran cuidado, las hacían cultivar y coger frutos y ponerlos en
los depósitos; y el trabajo de sembrar y beneficiar estas tierras y recoger sus frutos, era gran
parte del tributo que los pecheros daban al rey.” (Cobo 1964:1 20).
Se almacenaban tanto las especies cultivables como también las silvestres. Es
importante destacar este punto ya que en el sitio se identificó un fruto silvestre -el quilo- que
al igual que otras semillas presentes en el sitio, maíz y quínoa, habría sido utilizado en la
elaboración de chicha fermentada (Mósbach 1999:75, Muñoz et al 1980), brebaje fermentado
utilizado en variadas ceremonias y rituales, que era guardado en vasijas cerámicas (Cutler y
Cárdenas 1990).
Plantas Identificadas
Las actividades institucionales practicadas en un centro administrativo inka debían
respaldarse por otras cotidianas y complementarias, como la obtención de recursos y la
producción de tecnología. Algunas de ellas pueden identificarse a través de la presencia
de distintos taxa, en el sitio, como por ejemplo: M. hastulata o Trichocereus sp., que
presumiblemente pudieron ser usados como leña para hacer fuego; sus frutos son altamente
comestibles y pudieron formar parte de la alimentación de las poblaciones que ocupaban
los sitios; o el caso de M. hastulata “quilo”, que como ya dijimos pudo ser usado en la
preparación de bebidas o también para hacer cestería.
Si bien la presencia de los taxa Trichocereus sp. y M. hastulata en el contexto .
pueden ser indicadores de estacionalidad y de una ocupación primavera-estival, ya que sus
semillas y frutos fructifican desde primavera hasta el verano, la presencia de cultivos (C.
quinoa y Zea mays) marca la posibilidad de una estadía más permanente en el sitio debido
al tiempo y los cuidados que éstos requieren. Es necesario profundizar en este tema a través
del afinamiento de la determinación de los otros taxa al nivel de especie (p.e. Brassicaceae
sp., Chenopodiaceae sp., Fabaceae sp.* ), y por medio de otros indicadores de permanencia
y estacionalidad.
Entre las semillas indeterminadas se observó la alta frecuencia de una de ellas (Semilla
1), que si bien no fue adscrita con total certeza a ningún taxón definido, puede corresponder
a Drimys winteri (canelo), el que ha aparecido en otros registros arqueológicos (Com. pers.
Maria Teresa Planella). Experimentado con la carbonización de semillas de canelo, Planella
consiguió ver como los efectos de la combustión altera el aspecto de la semilla, resultando
algo muy similar a lo que se recuperó en Loma Los Brujos como Semilla 1.
A A a E ES
89
Carolina Belmar € Luciana Quiroz L. Recursos vegetales de un asentamiento Inka
Lo interesante de esta observación es que en la localidad donde se ubica Loma los
Brujos actualmente hay un bosque relictual de canelo muy denso y difícil de penetrar. Se
encuentra a una distancia accesible desde el sitio y no sería inusual que este bosque fuese
explotado en momentos de su ocupación, ya que no solo proporciona una buena materia
prima para hacer fuego sino que también tiene otras propiedades atractivas para su utilización
(p.e. propiedades medicinales).
Los taxa afines a la familia Chenopodiaceae y C. quinoa exhortan a debatir la
posibilidad del cultivo local de C. quinoa. Wilson (1990) concuerda en el hecho que ciertas
especies silvestres de Chenopodiaceae, tenderían a competir y emular las formas cultivadas
y domesticadas a modo de sobrevivencia. De esta manera, sería posible inferir el cultivo de
C. quinoa a través de la presencia de estos taxa Chenopodiaceae, que formarían una suerte
de complejo Chenopodium silvestre-domesticado.
En el territorio abarcado por el área Surandina se registra la presencia del complejo-
Chenopodiaceae desde fechas tan tempranas como el 4000 y 5000 a.C. en la región de
Ayacucho (Núñez 1989). Aunque este
antecedente pertenece a Perú, se postula más
ampliamente un foco de origen en la región de
Los Andes centro-sur.
La lejanía temporal de las fechas no
siempre es correlativa a la cercanía geográfica
de este foco de origen. Por ejemplo, el sitio Las
Morrenas Í, en Chile, tiene una fecha de 2990
+ 40 A.P., para la presencia de quínoa (Tagle $
Planella 2002), lo cual revierte la tendencia que
vincula las fechas tempranas a la cercanía con
el foco mayor de origen ubicado en los Andes
centrales.
Foto 3: Banda perimetral de Chenopodium quinoa ' 1
(quínoa), rasgo basural-fogón, Estructura 1 El segundo foco de origen reconocido,
aunque sea depositario y heredero de los Andes,
está en Chile. Presenta una variedad única de
quínoa costera, diferenciado por tener un perisperma característicamente traslúcido (Wilson
1988, Tagle y Planella 2002). Ciertamente, la evidencia de la presencia de esta especie de
Chenopodiaceae de la zona Central, específicamente en la Cuarta Región de Chile, se alinea
temporalmente entre los antecedentes de origen autóctonos antes mencionados.
A pesar de todos estos antecedentes, la presencia inka en la región de Illapel, y en
particular en el sitio de Loma Los Brujos, sin duda constituye un factor determinante en
explicar el origen de la presencia de quínoa en ese sitio. En la economía inka, la quínoa
A ga
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 79-97, 2006
alcanzaba la segunda importancia después del maíz, y su cultivo involucraba rituales y
un despliegue de recursos administrativos y de fiscalización que permitirían controlar su
producción.
Por esta razón, hasta momentos recientes, debido ala escasez e imprecisión de los antecedentes
aportados por la investigación arqueológica, se había preferido considerar el cultivo de la
quínoa como un préstamo cultural traído por las poblaciones incaicas llegadas a Chile. En este
marco de interpretación, la presencia de esta especie y otras afines en Loma los Brujos aluden
marcadamente a actividades asociadas a la oficialidad económica y estratégica de explotación
de recursos de qué hacer inka, que como mencionamos previamente, en el contexto de este
sitio puede estar relacionado a la evidencia de vasijas destinadas al almacenamiento de los
alimentos sólidos y líquidos.
En el marco de estudio previos,
en el valle de Illapel, hemos
recopilado información sobre
el registro arqueobotánico de
varios sitios diaguitas, diaguita-
inka e inka, y de diversos
contextos. Hasta el momento
entonces se han estudiado sitios
habitacionales diaguitas con
evidencia de influencia incaica
(Césped 3, Ranqui 5 y Loma El
Arenal), sitios administrativos con
arquitectura (Loma Los Brujos) y
sitios habitacionales de las diferentes fases Diaguita (Césped 1, Alejandro Mánquez, Las
Burras 2 y 5).
Foto 4: Zea mays (maiz), rasgo basural-fogón, Estructura 1.
Análisis Arqueobotánicos en sitios Diaguitas con influencia Inka en el valle de Illapel
En los sitios Césped 3, Ranqui 5 y Loma El Arenal, el registro arqueobotánico se
complementa con otros taxa vegetales cultivados y silvestres. En Césped 3 entre las muestras
analizadas se recuperaron cultígenos como la quínoa y el maíz, plantas silvestres tales como
quilo, maqui, gramíneas, ciperáceas, y totora, así como frutos no identificados.
En Loma El Arenal se identificaron tres tipos de cultígenos: Chenopodium quinoa,
Madia sativa y cf. Zea mays. La discusión de este sitio plantea las implicancias de la
presencia de maíz en el registro arqueobotánico, lo cual podría explicarse por la influencia
incaica en la zona (Belmar y Quiroz 2000, Quiroz y Belmar 2003a). En cuanto a los taxa
silvestres se recuperaron semillas o frutos de Cactaceae sp., Muehlenbeckia hastulata,
Lotus corniculatus y Poaceae sp.
91
Carolina Belmar €: Luciana Quiroz L. Recursos vegetales de un asentamiento Inka
A )
El sitio habitacional Ranqui 5 la presencia de Chenopodium quinoa y Madia sativa
indican el uso de plantas domesticadas. A su vez, el hallazgo de Muehlenbeckia hastulata,
Cactaceae sp. y Lotus corniculatus reflejarían actividades de recolección por parte de estos
grupos (Belmar y Quiroz 2000, Quiroz y Belmar 2003)...
Análisis Arqueobotánicos en sitios Diaguitas en el valle de Illapel
Entre los sitios correspondientes a las diferentes fases diaguitas, para la Fase 1 se
estudiaron los sitios Alejandro Mánquez y Las Burras 2; y para la Fase Il, los sitios Césped
1, Las Burras 2, Las Burras 5 y Alejandro Mánquez (Quiroz $: Belmar 2003). Para tener una
mejor comprensión de los resultados logrados, en la Tabla 4 se resumió la presencia de taxa
encontrados en los diferentes sitios (Quiroz 8 Belmar 2003).
Observamos que las especies comunes y más numerosas en todos los sitios son
aquellas más frecuentes en estas zonas, el quilo y especies del género Poácea (Maldonado
y Villa en Rodríguez et al. 2000). En todas las fases están presentes especies silvestres,
recolectables y comunes a estos paisajes. En la Fase 1 aparece una especie cultivada, la
quínoa que después reaparece durante la Fase III, momento en el cual se suma el maíz. A
pesar de que la ausencia de cultígenos en los sitios trabajados para la Fase II puede llevarnos
a pensar en interpretaciones de carácter cultural, es posible que las diferencias observadas en
las distintas fases se deban a problemas de muestreo.
Correlacionar esta información con la funcionalidad de los sitios permite revelar
asociaciones recurrentes. Por una parte, se esperaría encontrar en los sitios habitacionales
emplazados sobre terrazas fluviales, una mayor diversidad de taxa vegetales, tanto
silvestres como cultivados, como ocurre en Césped 3 y Alejandro Mánquez (Diaguita
ID). Sin embargo, este patrón no se repite para las muestras estudiadas en el sitio
Tabla 4: Cuadro comparativo de Las Burras 2, Las Burras 5 y Césped 1 según la presencia
de restos vegetales económicamente relevantes y la funcionalidad de los sitios. (Quiroz y
Belmar 2003)
TIPO DE
q do SITIO
Alejandro Yo,
Diaguita I Mánquez Habitacional
Habitacional
Alejandro C
Diaguita II Mánquez ampamento
RESTOS
VEGETALES
RELEVANTES
Cf. Quinoa,
Ciperáceas, Frutos,
Maqui, Quilo, Poáceas
No Hay
Quilo, Frutos, Poáceas
Quilo, Ciperáceas,
Poáceas
uilo, Frutos, Poáceas
uilo, Frutos, Poáceas
Campamento
Campamento
92
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 79-97, 2006
habitacional Césped 1, lo que podrían deberse a que el muestreo realizado en este sitio, no
incluyó áreas de actividad relacionadas con el uso y procesamiento de los recursos vegetales,
o bien a que hay diferencias en la aproximación a cierto tipo de recursos a partir de los
distintos sitios, que aún no han podido definirse ampliamente por la baja cantidad de sitios
estudiados hasta el momento.
Por otra parte, en los campamentos se esperaría una menor diversidad de taxa,
correspondientes sólo a la flora silvestre circundante, dado la especificidad funcional de
estos sitios. Adicionalmente, hay que tomar en cuenta el hecho que en estos sitios no se
dan mayores instancias de procesamiento de vegetales, y por lo tanto de su carbonización.
Esto último repercutiría en la baja representación y número de la evidencia vegetal en estos
contextos, situación que efectivamente fue observada en los sitios Las Burras 2, Las Burras
5 y Alejandro Mánquez (Diaguita II).
Desde el punto de vista de la evolución de la relación hombre-planta, la aparición
de especies domesticadas durante las fases Diaguita 1 y III, y posiblemente en la Fase II,
indicaría el desarrollo de procesos culturales asociados a la explotación de la flora, que
culmina con la domesticación de especies vegetales.
La presencia de cultígenos refiere un manejo y producción de recursos vegetales, que
en sí implica el rompimiento del suelo y el uso de prácticas que incentiva el crecimiento de la
cosecha (Gremillon 1997). Además, el manejo de especies domesticadas no sólo conlleva un
cambio en las estrategias y costumbres de explotación de recursos, sino también en la dieta
y estructura social (Falabella y Planella 1988-89)
Por último, la aparición cultígenos en los sitios no necesariamente implica que allí
se inició un proceso de domesticación, también está la posibilidad de su intercambio con
otros grupos humanos o la adopción de estas prácticas por la influencia incaica en la Zona.
Sin embargo existen antecedentes en los sitios que apoyan la idea de prácticas agrícolas,
como por ejemplo la presencia de palas líticas, el emplazamiento de los sitios sobre terrazas
fluviales y la cercanía de cursos de agua, que crean condiciones óptimas para el cultivo.
Se agrega a lo anterior, el hecho que a través de las distintas fases diaguitas es posible
observar continuidad en cuanto a la explotación de los mismos recursos recolectables, así
como también la presencia de taxa posiblemente cultivables (Familia Fabaceae, Poaceae,
p.e.), autorizando percibir un proceso en el acercamiento y apropiación del medio y la flora.
Esto es, referir tal vez el proceso de domesticación necesario para plantear el uso y autoría
de ciertos cultígenos.
La presencia de quínoa hace surgir preguntas concernientes al origen de estas semillas, ya
que hay antecedentes de dos posibles focos y la pregunta se dirigiría en definir sí la quínoa
presente en esta área proviene de la zona andina o de la costa de la zona central. Por otra
parte, queda por determinar si fruto de la influencia incaica en la zona se incorporó el maíz
AA AAA A A A
Carolina Belmar £ Luciana Quiroz L. Recursos vegetales de un asentamiento Inka
en los sistemas de subsistencia diaguita y adquirió más importancia en los emplazamientos
netamente incaicos.
Por último es interesante relacionar Loma Los Brujos con dos sitios de la región Central de
Chile, considerados enclaves incaicos, como son Cerro Mercachas, en el valle Aconcagua
y Cerro La Compañía en el valle del Cachapoal. Ambos comparten el hecho de contener
estructuras que configuran un ordenamiento complejo del espacio. En cuanto a los restos
botánicos recuperados, al igual que en Loma Los Brujos, los sitios Cerro Mercachas (Belmar
y Quiroz 2003b) y Cerro Grande de La Compañía (Rossen 1993) reflejan un uso más intenso
de cultígenos debido a la presencia de quínoa y maíz. Incluso en el último sitio se agregan
otras plantas domesticadas que son madi, girasol, calabaza y dos tipos de leguminosas.
CONCLUSIONES
Los rasgos analizados del contexto Tardío de Loma Los Brujos, se han mantenidos
relativamente intactos y su contenido habría sufrido un mínimo grado de perturbación post
depositacional. En cuanto a su contenido, claramente es posible distinguir un rasgo de otro.
La ausencia de taxa cultivado es definitoria en el rasgo-fogón Q 16, mientras que el fogón-
basural de la Estructura 1 exhibe una mayor variedad de carporrestos recolectados además
de cultivados.
Las actividades que darían origen a estos rasgos difieren en cuanto a su magnitud,
es decir, en el número de personas involucradas y en el tiempo necesario para lograr un
determinado cúmulo de material. Además entra en juego la funcionalidad de cada rasgo
ya que el primero es definido como fogón y el segundo como fogón basural. Además, es
posible que el rasgo del la estructura 1 corresponda al uso reiterado de un mismo basural.
Algunos de los restos vegetales recuperados entregan antecedentes de una ocupación
estacional durante la primavera-verano, pero esto se contrapone con la evidencia de una
estadía más prolongada por las tareas que conlleva el cultivar maíz y quínoa.
El rasgo de la estructura 1 muestra características coherentes -especies cultivadas,
aparentemente asociadas a actividades de almacenamiento- con actividades que se darían
en el interior de un centro administrativo inka. Finalmente, a través de la quínoa es posible
apreciar la presencia del pseudo cereal en el contínuo de la red de actividades económicas y
sociales incaicas.
Contextualizando estos resultados en el marco de estudio previos, en el valle de Illapel,
hemos reconocido la presencia de C. quinoa en sitios incaicos, de diversa funcionalidad.
Este antecedente y el estudio del sitio Loma los Brujos, permite concluir la presencia de
quínoa asociada a dos tipos contextos: habitacionales Diaguitas con evidencia de influencia
incaica (Césped 3, Ranqui 5 y Loma del Arenal) y administrativos con arquitectura (Loma
94
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 79-97, 2006
Los Brujos). De este modo, la incorporación de estas actividades al cultivo y uso de la
quínoa, nos permite visualizar en perspectiva la articulación y ordenamiento de los sitios de
ocupaciones propiamente inka y con respecto a aquellos con influencia incaica.
(Endnotes)
a Se entiende por carporrestos las semillas y frutos de las plantas.
b Descrita como “disco abultado y apiculado”.
c Descrita como “esférica con orificio”.
d Descrita como “tetraédrico con base bilobular”
' Algunos de las especies que forman parte de estas familias pudieron ser cultivadas.
También, la presencia de cierta especies es indicadora indirecto del cultivo de otras
AGRADECIMIENTOS
Expresamos nuestros agradecimientos al equipo del proyecto Cristian Becker, Andrés
Troncoso, Jorge Rodríguez, Daniel Pavlovic, por su colaboración y paciencia. Además
valoramos la cooperación de Maria Teresa Planella para identificar algunas semillas y
Gabriela Urízar por su ayuda y aportes en la revisión del artículo.
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An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 79-97, 2006
ANEXO.
Lista de taxa determinados y su correspondiente Familia, nombre común, y autoría de su
definición.
Género o Especie Nombre común Definido por
Amaranthaceae|_Amaranthus sp
Anacardiaceae Anacardiaceae sy Familia de Maqui
[Chenopodiaceae] Chenopodium album | Quinguilla | )
Chenopodiaceae] Chenopodium quinoa | Quínoa | Willd
Chenopodiaceae| Chenopodiumsp. | Familiadequínoa | ______ |
Chenopodiaceae| Chenopodiaceae sp. | Familiadequínoa | ___
¡Convolvulaceae| Convolvulaceae sp. | Familia delos suspiros |
| Cuscutaceae | Cuscuta suavolens | Cabellodeángel | Ser
| Cyperaceae | Cpperaceaesp. | Familiadelastotoras | _________
Brassicaceae Familia de raps NA dad
Familia de higuerilla, ricino.
El
Fabaceae | Fabaceaesp. | Familia de las Leguminosas
PRA
| ERES TEA
AENA
Oxalidaceae | Oxalscormiculata | Vinagrillo | L |
| Poaceae | Poaceaesp. | Familiadegramíneas | __|
Maíz Mall
| Polygonaceae | Polygomumsp. | Familiadeduraznillo | _____ |
_ (J.E. Sm.) Johnst. —
rd mr
Extrae E
| TREPA NIE 2
NEPESA
Alfilerillo, rojito
| Polygonaceae [Muehlenbeckia hastulata|Quilo | (-E.Sm,)Johnst
Familia de ají, tomate, papa.
|
L
Ser.
ÍE;
ls,
J.R. et G. Forster
Drimys winteri
Winteraceae
Nueva Posición Sistemática de ...
Jorge E. Valencia J. A A ri
NUEVA POSICIÓN SISTEMATICA DE GRAMMEPHORUS NIGER (SOLIER)
(COLEOPTERA, ELATERIDAE, CONODERINI)
Jorge E. Valencia J.
Laboratorio Servicio Agrícola Ganadero, Varas 120, Valparaíso, Chile.
ABSTRACT
The actually systematic position of Grammephorus niger (Solier) is changed to Bedresia
nigra (Solier) Comb. nov. In addition a background is presented of Bedresia impressicollis Solier,
including sinonimy, habitat and geographic distribution in Chile.
Key words: sinonimy, systematic, distribution in Chile.
INTRODUCCION
El presente trabajo constituye un aporte a la actualización taxonómica de la familia
Elateridae en Chile, esta vez considerando especies puestas dentro del género Grammephorus
Solier (1851:20), el cual ha sido clasificado como miembro de la tribu Elaterini y Ampedini
por varios autores, como también se presenta la validez del género Bedresia Solier (1851:24)
y se demuestra concluyentemente que ambos géneros pertenecen a la tribu Conoderini,
sobre la base de las genitalias de macho y hembra de ambos géneros, y la presencia de setas
básales en las uñas.
Solier (1851: 24) describe la especie Diacantha nigra, en base a un solo ejemplar
macho de Concepción (34” 08“S; 73* 110), VII Región.(rotulado “Museum Paris Chili CL
Gay “1845”; “G45”; “AZ”; “Conception Araucania”; “type Diacantha nigra Sol.Araucania”).
Como el género Diacantha estaba preocupado por la familia Chrysomelidae (Chevrolat,
1834; Hyslop, 1921) es Candéze (1859: 420) quien le transfiere a Grammephorus Solier
(como Grammophorus Candéze, 1859: 417, non Solier 1851:20),bajo la denominación de
Grammephorus niger (Solier).
Schwarz(1904:72)describeparaChile Grammephorusminor(como Grammophorus,
error) basándose en un ejemplar macho, sin precisar localidad (rotulado “Chili”, “coll.
Schwarz”, (Tarjeta Blanca); “Typus” (Tarjeta Roja); “G. minor Schw”. (Tarjeta Celeste).El
ejemplar tipo de dicha especie corresponde exactamente a la misma especie de Solier.
Posteriormente, Fleutiaux (1907: 182) describe la hembra de la especie de Solier
como Grammephorus candezei (como Grammophorus, error), sin indicar localidad precisa.
Blackwelder (1944: 296) cita a ambas especies y ubica el género Grammephorus Solier en
la subfamilia Elaterinae Leach, 1815, bajo la tribu Elaterini, con la mención de Bedresia.
impressicollis Solier (1851: 25) como sinónimo de Grammephorus niger (Solier).
Recibido, en septiembre de 2005
Aceptado, en enero de 2006
.. —_—___————__—_—_—_—_—_—_—__— A
98
RESULTADOS
Por la presencia de setas
en la base de las uñas (Crowson,
1961; Arnett, 1969), alas con dos
esclerotizaciones subapicales
(Figs.4, 6, 8) y las hembras con el
ovipositor sin estilos articulados,
caracteres presentes en las especies
de Solier, por lo cual se transfiere el
género Bedresia y Grammephorus
Solier, 1851 a la subfamilia
Agrypninae Candeze, 1857, bajo la
tribu Conoderini Fleutiaux, 1919.
El nombre genérico correcto
establecido por Solier, 1851:20, es
Grammephorus (Grammophorus
auct.), Hyslop, 1921:647, el
cual queda con una sola especie
Grammephorus rufipennis
Solier. Todos los ejemplares de
Grammephorus y Bedresia Solier,
1851, que hemos logrado revisar
presentan setas básales en las uñas
y sus respectivas larvas de ambos
géneros son bien diferentes, lo que
An. Mus. Hist. Nat. Valparaíso, 25: 98-102, 2006
Lámina 1. Grammphorus rufipennis Solier. Fig. 1 Genitalia,
Fig. 4 Ala, Fig. 5 Antena; Bedresia impressicollis Solier, Fig. 2
Genitalia, Fig. 6 Ala, Fig. 7 Antena; Bedresia nigra (Solier), Fig.
3 Genitalia, Fig. 8 Ala, Fig. 9 Antena.
justifica más aún su separación genérica, además de presentar los caracteres del grupo
Agrypninae, situación que daremos a conocer en un futuro trabajo.
Bedresia nigra (Solier) nov. comb. y Bedresia impressicollis Solier son especies
válidas. Se retiran de Grammephorus Solier por la gran diferencia de sus genitales (Figs. 1,
2 y 3) y los caracteres morfológicos de mayor relevancia observados según clave. Ambos
géneros son endémicos de Chile, pudiéndose distinguir por la siguiente clave:
Tribu Conoderini
1.- Cabeza convexa, carina frontal completa, mandíbulas robustas con diente subapical,
suturas prosternales simples rectilíneas. Cuarto tarsito lobulado, uñas con setas basales
PIeSentES ...oororinonconononreriónsananncnonecanianos
en anorarorrrrrsorrrrrrrsrn rr sarro
Conoderini 2
99
Nueva Posición Sistemática de ...
Jorge E. Valencia J.
2.a- Pronoto subcuadrado, surcado en el centro sólo hacia la base posterior, con los
ángulos posteriores rectos. Genitalia del macho con los parámeros angostos hacia el ápice y
levemente arqueados hacia el interior con un pequeño grupo de setas subapicales ( no más de
5 visibles), cuarto tarsito simple con pilosidad esponjosa por debajo,uñas con setas básales
A e Grammephorus
2b.- Pronoto subrectangular, surcado en el centro a todo su largo, ángulos posteriores
divergentes. Genitalia del macho con los parámeros anchos, con el ápice grueso, subrecto
interiormente hacia fuera, con abundantes setas finas y espiníferas subapicales. Tarsos
simples con pilosidad esponjosa uñas con setas básales................ Bedresia
El aparato genital masculino de Bedresia y Grammephorus Solier, ofrecen puntos
de referencia específicos, para separar ambos géneros en especial por la forma de sus
parámeros.
El género Bedresia está compuesto actualmente por dos especies, distribuidas desde
la IV a la X Regiones.
Género Bedresia Solier, 1851
Bedresia Solier, 1851: 24. Especie tipo: Bedresia impressicollis Solier, 1851, por designación
subsiguiente (Hyslop, 1921:630).
Bedresia nigra (Solier) nov. Comb.
Diacantha nigra Solier, 1851:24 (S') non Chevrolat, 1834, Chrysomelidae)
Grammephorus niger (Solier), Candéeze, 1859 : 420 (como Grammophorus, error)
Grammephorus minor Schwarz , 1904 :72 (Í) (como Grammophorus, error) N. Sin.
Grammephorus candezei Fleutiaux, 1907: 182 (9) (como Grammophorus, error). N. Sin.
Tipo: MHNP, Francia ($)
Distribución: Ñuble, Concepción, Bio-Bio, Arauco, Malleco, Cautín, Valdivia, Chiloé.
Bedresía impressicollis Solier
Bedresia impressicollis Solier, 1851:25 (P), Hyslop, 1921:630.
Dysmorphognathus fuscus Solier, 1851:37 (3)
Grammephorus impressicollis (Solier) Candéze, 1859:420 (como Grammophorus error)
Grammephorus niger (Solier) Fleutiaux, 1907:181 (como Grammophorus error)
Grammephorus niger (Solier) Blackwelder, 1944:296
Tipo: MHNP, Francia (9)
Distribución: Choapa, Aconcagua, Valparaíso, Santiago, O”Higgins. Talca, Ñuble,
Concepción.
MI A AAA A AA A AAA 2
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COMENTARIOS
En el Atlas Zoológica de C. Gay (1854) hay un error en la numeración de las láminas,
correspondiendo a Diacantha nigra la figura 4, lámina 13, y no la figura 1 de la lámina
14, cambio que también afecta a Nemasoma sulcatum Solier, 1851. Sólo las descripciones
(1851) son correctas.
Fleutiaux (1903) determina a la especie en estudio con dos nombres en la misma
tarjeta “Grammophorus níger Sol impressicollis Sol. 1903 Fleutiaux Det,” corregido como
Type de Diacantha nigra Solier, Girard vid, 1972”
Schwarz (1904:71) describe Grammephorus bruchi (como Grammophorus, error)
de Argentina, Neuquén, el tipo hembra de esta especie no presenta setas basales en las uñas
y los caracteres del género Grammephorus Solier (rotulado, “Rep. Argentina Gob. Neuquén
12.1.1898 C.Bruch” (tarjeta blanca); Coll Schwarz” (tarjeta blanca); “Typus” (tarjeta roja);
“bruchi Schw” (tarjeta celeste). Por lo cual esta especie se retira del género Grammephorus
Solier. Como también en un trabajo de Golbach (1994:40) este autor menciona las especies
del género Medonia Candéze, 1860:17, en el género Bedresía Solier. Todas las especies
conocidas del género Medonia no presentan setas basales en las uñas, las Medonia tienen el
cuarto társito lobulado y se ubican en la tribu Pomachiliini, Candeze, 1859.
AGRADECIMIENTOS
Nos es grato agradecer la colaboración a las siguientes personas: Dr. Claude Girard,
Museum D Histoire Naturelle de Paris, Francia, por el envío de los tipos de Solier; Dr.
Reinhard Gaedike, Deutsches Entomologisches Institut Berlin, Alemania, por la comparación
de algunas especies y el envío de los tipos de O. Schwarz; Dr Edward C. Becker, Biosystematic
Research Institute, Agriculture Ottawa, Canadá, por su valiosa ayuda en material y literatura,
como también por sus acertados consejos; al Sr. Francisco Saiz G. Universidad Catolica de
Valparaíso, por la revisión y sugerencias valiosas del manuscrito; al personal de la Sección
Entomología del Museo Nacional de Historia Natural, Santiago, Chile , por permitirme en
revisar dicha colección.
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