GOBIERNO DE CHILE
Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos
IÓN ARTO
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DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL DE VALPARAÍSO
ISSN 0716-0178 VALPARAÍSO . CHILE
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Diseño/ andrea vivar
ISSN 0716-0178/ An. Mus. Hist. Nat. Vol. 26 2010/ Valparaíso/ CHILE
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GOBIERNO DE CHILE
Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos
EDICIÓN BICENTENARIO
DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL DE VALPARAÍSO
ISSN 0716-0178/ An. Mus. Hist. Nat. Vol. 26 2010/ Valparaíso/ CHILE
EDICIONES DE LA DIRECCIÓN
DE BIBLIOTECAS, ARCHIVOS Y MUSEOS
Director de Bibliotecas, Archivos y Museos
Nivia Palma Manríquez
Subdirección de Museos
Alan Trampe Torrejón
Director Museo de Historia Natural de Valparaíso
Patricio Ortega Gómez
ANALES
DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL DE VALPARAÍSO
Editor
Sergio Quiroz Jara
Museo de Historia Natural de Valparaíso
Comité Editorial
Ruth Pérez Gutiérrez
Museo de Historia Natural de Valparaíso
Diseño
Andrea Vivar Morales
Museo de Historia Natural de Valparaíso
Edición 500 ejemplares
Museo de Historia Natural de Valparaiso
Condell 1546 Casilla 3208, correo 3 Valparaiso
Valparaíso — Chile
Revista indexada and Fisheries Abstracts
Bulletin Signalétique
Zoological Record
USD $ 20 / más gastos de envío.
2010
1968
1969
1970
1971
1972
1973
1974
1975
1976
1977
ANALES -
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DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL DE VALPARAÍSO
INDICE
pag.
PRÓLOGO
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PRÓLOGO
EM O a Sa aaa UA id AUS 11
LAS PUBLICACIONES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL DE
VALPARAÍSO Y SU RELEVANCIA EN ESTRATEGIAS DE ADAPTACIÓN
A LOS CAMBIOS.
RUA Ree Ree a ds 13
LOS HELECHOS DEL GENERO POLYSTICHUM ROTH
EN CHILENOTAS PRELIMINARES
ERE A Ara aro: 19
CONTRIBUCIÓN A LA OSTEOLOGIA DE LAS ESPECIES CHILENAS
DEL GENERO GENYPTERUS (OPHIDIIDABE).
Haroldo. Toro € Gabriel Dazarola...........ooocococcccnoncnconnncncnnnnncnacnanas 21
ASPLENIUM OBLIQUUM, HELECHO LITORAL ESCASO DE REGIÓN
DE VALPARAÍSO
GCUalenoa LOIS a 23
FITOPLANCTON DEL LAGO PEÑUELAS
Nelson Navarro Ramas é. Sergio Avaria Placier..........o.oocoococococoror. 27
LIQUENES DE LA REGIÓN DE CACHAGUA Y ZAPALLAR,
PROVINCIA DE ACONCAGUA, CHILE.
Ms A A O 29
COLEOPTEROS DEL BOSQUE DE QUINTERO
SAME SOON e aa NE 31
ANTECEDENTES HISTORICOS DE UN PROYECTO
DE INVESTIGACION
ErARCISCO: IVA a e a A E a Re dende 35
PRESENTACIÓN DE LAS AVES DE LA COLECCIÓN
DEL MUSEO
ARELAVAÍOS Vic A A Ad e EIA E RO to 37
DIVERSIDAD DE LA VEGETACIÓN DE LAS DUNAS DE CONCON
Serey E., C. Sillard, N. Pizarro 8 J. ROUNQUBE:. e acaendoan onde Reino 39
SOBRE LA PARTICIPACION DE RECURSOS POR LAS
STRIGIFORMES DE CHILE CENTRAL
Fabian Jaksic, Jose Yánez, Rosina Persico y Juan Carlos Torres...... 41
1978
1979
1980
1981
1982
1983-85
1986
1987
1988
1989
1990
1994
1995
ROL ECOLOGICO DE LOS ZORROS (DUSICYON) EN
CHILE CENTRAL
MAT IE A A 43
OBSERVACIONES SOBRE LA BIOLOGIA DE TRYSSOTHELE
PISSII (SIMON, 1888) ARANEAE, DIPLURIDAE, EN EL PARQUE
NACIONAL LA CAMPANA.
R. Calderón, G. Pizarro V., C. Rojas S., J. Salinas y M. Vivanco C...... 45
DOMINIO EN LIOLAEMUS KUHLMANNI (REPTILIA. IGUANIDAE)
Javier Simonetti Z. y Juan Carlos OTtIZ Z....ooooccoccccccconococococonoranononos 47
ESTRUCTURA Y DIVERSIDAD DE LA COMUNIDAD DE AVES
ACUATICAS DE LA LAGUNA EL PERAL, CHILE CENTRAL
Guillermo Rivero G, ltalo Serey E. y Patricio Drouilly l.................o..... 51
ESTIMACION DEL VOLUMEN CEREBRAL EN CONEJOS
SOMO ZU NINO TDÍA > ostia e eme pda Pa oa UA Dane ad 55
EFECTO DE LA TEMPERATURA SOBRE LA GERMINACION
DE SEMILLAS EN DOS ESPECIES DE LAS DUNAS.
DARIO Bal aros 57
PALABRAS DEL SR. FRANCISCO SAIZ G.
PRESIDENTE DEL X CONGRESO LATINOAMERICANO
DEZA o orto a 59
RELACIONES TROFICAS Y CARACTERES MORFOFUNCIONALES
DE OREST/AS LAUCAENSIS ARRATIA 1982
(PISCES, CYPRINODONTIAE).
Manuela Pinto C. £ Irma Vila P......ooooooccoccccccoconccnnnnononcorocanonnonons 63
ORYCTOLAGUS CUNICULUS L. EN JUAN FERNANDEZ.
PROBLEMA Y CONTROL.
Francisco Saiz y Patricio Ojeda.............oocococcocccccconcnonccncoss PO cri 0 65
ESTUDIO SOBRE CAPACIDAD GERMINATIVA Y VIABILIDAD
TEMPORAL DE SEMILLAS DE JUBAEA CHILENSIS.
Francisco Saiz, Leonardo Antivilo 8 Leopoldo Silva.......................... 67
INCENDIOS FORESTALES EN EL PARQUE NACIONAL LA CAMPANA,
SECTOR OCOA, V REGION, CHILE PROBLEMA E INCIDENCIA DE
INCENDIOS FORESTALES EN CHILE.
CASO A A ln acota btt a Udo ne e Se 69
PTEREDOFITOS DEL CERRO LA CAMPANA Y DE LAS QUEBRADAS
DE EL OLIVAR, VALPARAISO, V REGION.
Bernardo Parra €. Viviana Escudero
RESIDENCIA, ABUNDANCIA Y PREFERENCIA DE HABITAT
DEL PATO GARGANTILLO (ANAS BAHAMENSIS) EN EL HUMEDAL
“ESTERO EL YAL!”, CHILE CENTRAL.
TEO A o RL RR E A. 73
1999
1999
2006
2006
AMPLIACIÓN DISTRIBUCIONAL DE LA CARMELITA,
PERCILIA GILLISSI GIRAD, 1854 (PISCES: PERCILIIDAE).
Sergio Zunino, Mariella Baeza, Sergio Quiroz 8. Roxana Rivera
RELACION ENTRE EL TAMAÑO MÍNIMO DE FRAGMENTOS
BOSCOSOS Y SU RIQUESA DE ESPECIES DE AVES EN EL
SUR DE CHILE
Alberto Gantz € Jaime Rau
FLORA VASCULAR EN LA DESEMBOCADURA DEL RÍO
ACONCAGUA V REGIÓN CHILE.
Javier Arancibia Forte
PREFERENCIAS DE HÁBITAT DE Basilichthys microlepidotus
(PEJERREY CHILENO) EN LA CUENCA DEL RÍO LIGUA
(32% 10' Y 32? 40' LATITUD SUR), QUINTA REGIÓN, CHILE
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INSTRUCCIONES PARA AUTORES. ...ooccocccccccccnncncnnnannnno
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PRÓLOGO
“Los países que han estimulado más a los investigadores y ayudado al
desarrollo de centros de investigación, han progresado de manera
evidente”.
Pensamiento de uno de nuestros innumerables investigadores/colaboradores,
que han realizado aportes significativos en aras de la investigación y el
conocimiento científico, a través de las publicaciones de los Anales del Museo de
Historia Natural de Valparaíso.
Revista, cuyo inicio en el año 1968 (N. Ovalle), es continuadora de
publicaciones que lograron insertar a nuestra institución tanto en el contexto
nacional como internacional, en sus inicios, como el Boletín del Museo de
Valparaíso (1897- C . Porter) y luego como la Revista Chilena de Historia Natural
(1897- C. Porter).
En la actualidad, esperamos seguir siendo partícipes y colaboradores en la
divulgación del conocimiento científico a través de nuestra publicación, estando
ciertos que debemos readecuarnos a los tiempos e implicancias tecnológicas
asociadas.
En el año de la conmemoración del Bicentenario, es de sumo significativo para
el Museo de Historia Natural de Valparaíso, el agradecer a todos aquellos quienes
hicieron posible el logro de tan preciado sueño.
Patricio Ortega Gómez
Director (s)
Museo de Historia Natural de Valparaíso
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PRÓLOGO
En conmemoración de nuestro Bicentenario de independencia de Chile, el
Museo de Historia Natural de Valparaíso ha querido compartir con la comunidad el
legado científico que se ha gestado y comunicado desde 1968, a través de una
revista de divulgación científica.
La Revista Anales del Museo de Historia Natural de Valparaíso por más de
42 años ha mostrado las distintas formas de hacer investigación, desde los
Naturalistas a los que conforman la Academia, siendo uno o el otro, todos han
querido mostrar la valoración de la diversidad biológica de nuestra Región de
Valparaiso.
Por lo anterior es importante que existan las instancias donde poder
comunicar el progreso de la ciencia, que se realizan al interior de cada centro de
investigación, universidades o museos, y nuestra revista ha tenido esa importante
misión, permitiendo a los consagrados científicos exponer sus descubrimientos,
como también dar a las nuevas generaciones una plataforma de apoyo a sus
investigaciones.
El reconocimiento que se le ha otorgado a nuestra revista no sólo en Chile,
sino además en el extranjero, nos ilumina para seguir editándola. Que mejor
momento que nuestro bicentenario para elogiar a todos nuestros científicos que
desde 1968 ha contribuido con sus publicaciones, es por esto, que en el presente
volumen 26, mostraremos una selección de artículos vinculados con la zona
Central de Chile, con el objetivo que nuestros lectores tengan la oportunidad de
analizar todo el desarrollo científico que ha fortalecido a nuestro país.
Editor
11
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Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
LAS PUBLICACIONES DEL MUSEO DE HISTORIA
NATURAL DE VALPARAISO Y SU RELEVANCIA EN
ESTRATEGIAS DE ADAPTACION A LOS CAMBIOS.
Ruth Pérez G.'
RESUMEN
Para un museo es de vital importancia poseer un medio que haga la
labor de difusión, mediante el cual se den a conocer los trabajos que se
realizan, los estudios que desarrollan sus funcionarios y los resultados que
se alcanzan. Esa función se cumple generalmente a través de la biblioteca,
de ciertas actividades programadas con este fin, de una publicación impresa
y/o de un sitio web.
ANTECEDENTES
El Museo de Historia Natural de Valparaíso ha creado y publicado
tres revistas en el transcurso de sus 131 años de existencia. A través de los
trabajos publicados en sus páginas y desde la perspectiva que nos dan los
años transcurridos, hoy podemos apreciar como estas publicaciones han
incidido en la formación y gestión de las colecciones que constituyen
nuestro patrimonio, en las estrategias de adaptación del Museo a los
cambios y la reacción de los investigadores en las distintas etapas vividas.
En resumen, podemos advertir la íntima relación existente entre estas
publicaciones y los distintos procesos históricos y administrativos por los
que ha pasado la institución a lo largo de los años.
El Museo de Historia Natural de Valparaíso fue creado en el año
1878 por don Eduardo de la Barra, Director del Liceo de Valparaíso, quien
dispuso que dos salas del Liceo que dirigía y que aún no estaban
terminadas, se destinaran para que se estableciera un museo, entidad que
él consideraba indispensable para sus alumnos y para la comunidad. Una
donación anónima financió los arreglos de instalación, la compra de
especies raras y costosas y la contratación de un “disector” que se ocupara
de la preparación de los animales para su exhibición. Los primeros objetos
que iniciaron su patrimonio se recibieron en donación y procedían de
colecciones privadas de fauna regional, de minerales y de plantas
nacionales.
l Biblioteca. Museo de Historia Natural de Valparaíso.
13
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
Desde el momento de su creación y con el esfuerzo de sus
sucesivos Directores, el pequeño museo lentamente se fue consolidando
hasta que, en vista de la importancia adquirida ante la Comunidad, esta
Unidad se independizó del establecimiento educacional que lo cobijaba
adquiriendo carácter estatal. Esta nueva etapa se inició bajo la dirección de
don Carlos Porter Mozzo, quien trabajó con entusiasmo para lograr una
muestra más didáctica, moderna y atractiva de acuerdo a los tiempos.
ROL DE LAS REVISTAS EN LA HISTORIA DEL MUSEO
Para facilitar la consecución del desarrollo deseado, don Carlos
creó un boletín y una revista, publicaciones que usó exitosamente como
herramientas para establecer redes de contacto, de apoyo y de intercambio
con científicos y museos de todo el mundo.
El Boletín del Museo del Museo de Valparaíso empezó a publicarse en el
año 1897 cuando el señor Porter asumió la Dirección del Museo. Se trataba
de una pequeña publicación mensual a través de la cual se informaba de las
actividades de la institución, las últimas adquisiciones realizadas, los
obsequios recibidos, las novedades en el libro de registro de colecciones, el
incremento a de la biblioteca y de otras colecciones a través del canje, las
visitas recibidas, las salidas a terreno, la correspondencia intercambiada y
las circulares pidiendo colaboración. Estos boletines se encuadernaban
junto a la revista oficial del Museo y se publicaron hasta el año 1910.
La Revista Chilena de Historia Natural fue el órgano oficial del MHNV
desde su génesis en octubre de 1897, por lo que recibía subvención estatal
para su publicación. Fue creada por el señor Porter con el fin de contar con
un medio donde publicar sus trabajos sobre fauna, flora, geología y
mineralogía y los trabajos de otros investigadores chilenos que necesitaran
esta herramienta para dar a conocer los resultados de sus estudios; y como
un instrumento para insertar el Museo en el mundo de las ciencias a nivel
nacional e internacional. Los naturalistas más destacados de la primera
mitad del siglo XX tanto de Chile, como de América y Europa enviaron
algún artículo para su publicación contribuyendo al prestigio de la misma
con sus aportes.
El terremoto que afectó a Valparaíso el año 1906 marca el fin de
esta segunda etapa de pujante progreso puesto que todo quedó destruido
por el fuego del incendio que devoró el edificio del Liceo y las instalaciones
que rodeaban el Museo.
14
Anales Museo de Historia Natural de Valparaíso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
En el informe anual correspondiente al año 1906 don Carlos
expresa que “toda la magnífica biblioteca de ciencias naturales desapareció
con el incendio y solo se salvaron algunos volúmenes que estaban en
encuadernación, tres que tenía en casa para tomar notas y algunas obras
de botánica que se había llevado el Jefe de la Sección Botánica a casa para
su consulta”; * también se destruyeron obras inéditas tales como un álbum
de fotografías con los ceramios de la colección y un catálogo con todos los
objetos existentes en el Museo, fruto de un año y medio de trabajo del señor
Santiago Figueroa que cumplía labores de “oficial de pluma”, bibliotecario y
fotógrafo, el catálogo preparado por el Jefe de la Sección de Geología y
Mineralogía y otros escritos originales listos para prensa; El incendio acabó
también con el herbario y con todas las colecciones del museo.
En otro párrafo del mismo informe dice que “las relaciones de
amistad que me esmeré en crearle al Museo tan pronto me hice cargo,
alcanzan las 2000 direcciones en nuestras listas de canje con
especialistas, museos, universidades, bibliotecas y revistas. No necesito
recordar a usted que es a la Revista Chilena de Historia Natural a la que se
debe en gran parte, la formidable biblioteca y las colecciones especiales
que tuvo nuestro Museo” ?.
Ante el siniestro, y por decisión del Supremo Gobierno, lo poco
que se logró rescatar del desastre se trasladó a Santiago, a una sala
desocupada del Liceo Miguel Luís Amunátegui que se ofreció para tal fin.
Desde esa sede temporal se echaron las bases del nuevo Museo de
Valparaíso, apelando a las redes de apoyo que se habían cultivado.
Con tal fin, el Director envió una circular a investigadores, museos,
universidades, bibliotecas y editoriales de todo Chile y del mundo narrando
la tragedia y pidiendo ayuda. Los resultados no se hicieron esperar, gracias
a la respuesta que “muchos Museos y amantes de la ciencia dieron a mi
circular del 9 de octubre recién pasado, ya tenemos más de 1400 muestras
de la flora chilena, de Bélgica y del Congo Francés. Para formar la base de
la nueva biblioteca especializada en ciencias naturales, nuestro esfuerzo
está orientado a acumular libros y revistas de buena calidad más que la
cantidad, aunque creo que muchas de las obras perdidas no volveremos a
recuperarlas jamás” % Así, con el auxilio y el entusiasmo de gran número
de personas e instituciones el museo literalmente renació de las cenizas.
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2 Porter (1907)
2 Porter (1907)
*% Porter (1907)
15
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
El Profesor Porter, además de creador, fue el director, editor y
redactor de la Revista Chilena de Historia Natural desde su primer número
en 1897 hasta el año 1941 (números 1 a 44) cuando falleció. A partir del
número 45 y hasta el 55 en 1981, la revista fue publicada por la Sociedad
Chilena de Historia Natural. En 1981 se traspasó a la Sociedad de Biología
de Chile conservando siempre su nombre y numeración correlativa de
publicación. En 1983 dicha Sociedad la inscribe en el Departamento de
Propiedad Industrial por lo que a partir de ese momento es la propietaria de
la revista. Esta publicación está plenamente vigente y goza de gran
prestigio.
Los Anales del Museo de Historia Natural de Valparaíso son una
respuesta a una necesidad, tras muchos años de luchas y desesperanzas.
En mayo de 1910 el señor Porter dejó temporalmente su cargo de Director
del Museo en otras manos debido a que fue comisionado por el Supremo
Gobierno para trasladarse a Europa a estudiar los últimos adelantos en
ciencias biológicas y zoología marina, allá siguió publicando su revista pero
ésta ya dejó de ser la voz oficial del Museo de Valparaíso. De regreso en
Chile se integró a la planta de funcionarios del Museo Nacional de Historia
Natural en Santiago.
El nuevo Director debió hacerse cargo de organizar y concretar el
regreso del Museo a Valparaiso y su posterior puesta en marcha, un
proceso que resultó tan largo y engorroso que la publicación de una nueva
revista se tuvo que postergar para un mejor momento.
Los siguientes cincuenta y seis años fueron de esfuerzo constante
por mantener el museo abierto y funcionando. Durante ese largo período
se enriquecieron las colecciones con nuevas adquisiciones, se crearon
nuevas secciones, se recibieron importantes donaciones, pero pese a todos
los esfuerzos desplegados no se pudo concretar el anhelo de tener una
publicación periódica propia.
Finalmente, recién en el año 1968 se logró publicar el primer
número de una nueva revista que se llamó “Anales del Museo de Historia
Natural de Valparaíso”, gracias a los esfuerzos de la Directora, doña Nina
Ovalle y de los señores Roberto Fajardo y Álvaro Valenzuela, más el apoyo
prestado por la Sociedad Científica de Valparaíso y por la Dirección de
Bibliotecas Archivos y Museos. La portada fue diseñada por Lukas
incluyendo una ilustración que representa la salida del Eindracht y del
Hoorn desde Holanda en 1615 según un grabado del diario de navegación
de estas naves, expedición descubridora del Cabo de Hornos.
16
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
Esta nueva publicación se constituyó inmediatamente en el órgano
oficial del Museo, herramienta indispensable para divulgar los trabajos de
investigación científica regional, nacional y de países limítrofes, en el área
de las ciencias naturales y la antropología. Además, el canje de los Anales
con publicaciones similares de instituciones científicas nacionales y
extranjeras, ha sido, y es, el recurso que permite mantener relativamente
actualizada la importante colección de publicaciones periódicas que la
biblioteca ha forjado en el tiempo.
CONCLUSIÓN
La trascendencia que nuestras tres publicaciones periódicas y la
Biblioteca han tenido y tienen, como fuentes de información científica e
histórica para innumerables investigaciones y actividades docentes, es
innegable. Los trabajos desarrollados en el Museo por nuestros antiguos
investigadores (varios de ellos integrantes de una Sociedad Científica de
Valparaíso que ilustró décadas en la ciudad) junto al trabajo de ilustres
naturalistas chilenos y extranjeros, hoy constituyen la base sobre la que se
sustentan innumerables líneas de investigación.
La difusión de estos proyectos mediante una revista impresa
usando el canje y el préstamo en sala aún está vigente, pero los problemas
asociados a esta modalidad son cada vez más difíciles de superar. Salvar
este problema es uno de los nuevos desafíos para el Museo y una
preocupación para la Biblioteca dado que si no tenemos nuestra propia
revista no contamos con una valiosa herramienta para actualizar la
colección. Es preciso encontrar alternativas que sean flexibles y
reversibles.
El ciclo de renovación total en el guión museográfico y en el uso de
los espacios que hoy bulle en el Museo puede ser el momento propicio
para introducir cambios que signifiquen, como dicen nuestros usuarios,
“facilitar la exploración de lo que hay pero a su vez preservar su riqueza”.
Crear una estrategia acorde a los tiempos para aumentar la visibilidad de la
institución es todavía un asunto por resolver.
17
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
FUENTES CONSULTADAS
Archivo. Biblioteca del Museo de Historia Natural de Valparaíso.
Fajardo, R. (1969). Don Carlos E Porter y el Museo de Historia Natural de
Valparaiso. En: Anales del Museo de Historia Natural de Valparaíso, (2):9-26.
Ovalle, N. (1968). Homenaje a John Jugar Silver 1884 - 1967. Anales del Museo
de Historia Natural de Valparaiso. (1):17-25.
Porter, C (1907). El Museo de Historia Natural de Valparaíso durante el año 1906:
memoria presentada al Señor Ministro de Instrucción Pública. En: Revista Chilena
de Historia Natural, (11):29-44,
Rodófilo (1912). Reseña histórica del Liceo de Valparaíso desde 1862 hasta 1912.
Valparaíso, Litografía e Imprenta Moderna de Scherrer y Herrmann.
18
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
LOS HELECHOS DEL GENERO POLYSTICHUM ROTH EN
CHILE NOTAS PRELIMINARES
Gualterio Looser
Anales del Museo de Historia Natural / Extracto / Vol. 1, 1968
Este género en el sentido tradicional que le daban Diels y
Christensen, cuenta con unas 225 especies repartidas más o menos por el
mundo entero, pero de preferencia en las regiones templadas.
Autores más recientes han hecho O revivido repetidas
segregaciones siendo de interés para Chile el grupo que incluye a nuestro
Polystichum adiantiforme y a otra especie afín, que no pocos ponen ahora
bajo el género Rumohra.
Las especies chilenas son unas 10 ó un poco menos; pero se notan
entre varias de ellas profundas divergencias, pudiéndoselas agrupar en 3 ó
4 grupos, algunos muy divergentes.
Una descripción breve del género sería la siguiente:
Helechos con indusios circulares peltados, frondas a menudo
coriáceas, con sus divisiones aristadas hasta punzantes, aunque este
carácter bastante generalizado, no se observa en varios de nuestros
representantes. Frondas en las especies chilenas, pinadas a
cuadripinatifidas. Nuestros Polystichum son plantas pequeñas a medianas,
de 0,10 a 1 m de altura.
Separamos a nuestros Polystichum en los grupos siguientes:
1.- Grupo Adiantiforme: Largo rizoma escamoso rastrero, epigeo. Frondas
distanciadas, coriáceas. Divisiones obtusas, no aristadas.
2.- Grupo Mohrioides: Rizoma brevemente rastrero a erecto, estípites
fuertemente aglomerados, frondas algo carnosas, divisiones no aristadas.
3.- Grupo Aculeata: Siguiendo a Christ (1905) hemos adoptado este
nombre, porque agrupa a helechos chilenos que corresponde de bastante
cerca al dificilisimo complejo del P.aculeatum de Europa, norte de África y
otras partes y que algunos botánicos de la actualidad (Tardieu-Blot 1954:94)
llaman P. setiferum.
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Anales Museo de Historia Natural de Valparaíso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
CONTRIBUCIÓN A LA OSTEOLOGIA DE LAS ESPECIES
CHILENAS DEL GENERO GENYPTERUS (OPHIDIIDAE).
Haroldo Toro” 8 Gabriel Dazarolal
Anales del Museo de Historia Natural /Extracto/ Vol. 2, 1969
El género Genypterus, establecido por Gúnther en 1862, está
representado en Chile por cuatro especies, cuyo reconocimiento ha
presentado dificultades por falta de descripciones más completas que
faciliten su ubicación.
G. maculatus, descrito por Tschudi (1846) dentro del género
Ophidium, fue incluido en genypterus por Philippi (1857), considerándolo
como una especie nueva: G. nigricans; algunos años más tarde. Regan
(1903) lo reconoce en su posición sistemática correcta, siendo, sin
embargo, confundido posteriormente por Delfin (1903) con G. chilensis y
Yáñez (1955) con G. blacodes.
Habiendo dispuesto en el Laboratorio de Zoología de la Universidad
Católica de Valparaíso de estas especies de Genypterus, se hace un
estudio osteológico, queriendo contribuir al mejor conocimiento de ellas,
posibilitar una mayor comprensión de las relaciones filogenéticas y
encontrar caracteres más estables que faciliten su ubicación.
CONCLUSIONES
1. La osteología de las especies del Género Genypterus presentes en
la zona Central, permite reconocer caracteres comunes para todas
ellas.
Estos caracteres comunes no han podido considerarse como
genéricos o propios de categorías sistemáticas por no disponer de
mayor material de comparación o de estudios similares hechos en
otras especies en el mundo.
Tampoco ha sido posibles establecer relaciones filogenéticas; pero
hemos contribuido a que si este estudio se realiza con otras
especies afines, ellas pueden ser obtenidas.
” Departamento de Zoología, Universidad Católica de Valparaíso.
6 Escuela de Pesquerías y Alimentos, Universidad Católica de Valparaíso.
21
Anales Museo de Historia Natural de Valparaíso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
2. La ordenación por números de las características externas y
osteológicas, facilita grandemente la comparación, abriendo
posibilidades de cuantificarlas y someterlas a estudios estadísticos,
que objetivarian más cualquier conclusión.
3. Consideramos como diferencias específicas más importantes para
separar G. chilensis de G.maculatus y de G. blacodes: el número de
vértebras precaudaels (incluido el atlas); forma del hio-mandibular
(135); apihyal (145); opercular (156); preopercular (157), cleithrum
(163); escápula (164); atlas (167) y urostilo (170).
4. Aunque los huesos anteriores presentan en algunos casos
diferencias apreciables, consideramos que tienen un valor relativo
ya que pueden ser fácilmente modificados por accidentes, según lo
hemos podido observar en algunos ejemplares examinados.
22
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
ASPLENIUM OBLIQUUM, HELECHO LITORAL ESCASO DE
REGIÓN DE VALPARAÍSO
Gualterio Looser
Anales del Museo de Historia Natural /Extracto / Vol. 3, 1970
1.-Asplennum obliquum forster en las provincias de Aconcagua y
Valparaíso.
Los hallazgos de este helecho en Chile central, son contadísimos.
Sólo conocía (144:248) dos localidades: Cachagua, inmediatamente al sur
de Zapallar (Prov. Aconcagua) y Quintero (Prov. Valparaíso), unos 25 Km
más al sur. Debido a esta escasez, creo que merece vuelva a ocuparme de
una tercera estación. Asplenium obliquum fue encontrado en el balneario
marítimo de Maitencillo, situado más o menos a medio camino entre
Zapallar y Quintero, pero algo más próximo al primero de estos dos lugares.
La primera noticia que tuve, débola a don Agustín Garaventa, que
me hizo llegar (18 Jul. 1958) el extremo superior de una fronda, recogida en
Maitencillo por el artista pintor alemán, Prof. Hans Soyka, catedrático de
pintura en la Escuela de Bellas Artes de Viña de Mar (Quinta Vergara) y a la
vez botanófilo entusiasta. Algún tiempo después (30 Jun. 1959), visité al
señor Soyka en su casa de Viña del Mar y tuve el agrado de examinar en su
jardín, cultivadas en macetas, 3 Ó 4 plantas de helecho, que se
desarrollaban en forma bastante próspera, produciendo abundantes soros.
Traje dos frondas para mi herbario de esta especie, que el señor Soyka
había traído de Maitencillo, en varias excursiones.
Por último, amablemente piloteados por el Prof. Soyka, el 7 de Julio
de 1963, don Agustín Garaventa, don Alvaro Valenzuela, su hijo don Rafael
y yo, nos dirigimos a Maitencillo a buscar nuestro Asplenium.
Está como a un y medio kilómetro al norte del Hotel las Rocas, esto
es, un poco más allá de donde termina la playa arenosa de Maitencillo, en
un lugar muy rocoso, pero poco elevado, en las inmediaciones mismas del
océano.
Vimos dos sitios donde crece nuestro helecho; están separados por
no muchos metros uno del otro. Ambos miran al mar:
23
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
1.-Una gruta de rocas de unos 10 m. de profundidad, más o menos
horizontal, con helechos en la entrada arriba y en los costados. Los
helechos desaparecen rápidamente hacia el interior, debido a la disminución
de la luz.
2.-Unas rocas sobresalientes debajo de las cuales y bajo su protección,
crece en las fisuras un tupido cortinaje de helechos colgantes. Este cortinaje
de numerosas frondas que cuelgan, tienen un ancho de alrededor de un
metro, midiendo las frondas mayores hasta 25 y 30 cm. de largo. Rodeando
los helechos se observan algunas gramíneas.
En ambas estaciones, se notan evidentes filtraciones de agua dulce.
Estos helechos crecen a escasos metros del agua salada y, cuando hay
braveza, deben ser mojados intensamente por el agua marina. Son plantas
estrictamente litorales y crecen únicamente en lugares rocosos. Á pesar de
que son más bien higrófilas, pues dependen de las vertientes litorales de
agua dulce, sus frondas son de estructura coriácea.
Como lo he expresado ya, este helecho es escaso en Chile central.
El señor Walter Hartwing, que pasaba largas temporadas en Zapallar, lo
buscó pacientemente por todos esos contornos, pero sin resultados. Y a mí
me pasó lo mismo en Quintero, que recorrí muchas veces.
La estación más próxima que conozco hacia el Sur, es Constitución
(Prov. Maule), esto es, a cerca de 300 Km. de distancia. Sin embargo, creo
casi seguro que se le encontrará en la zona intermedia, cuando aumenten
las búsquedas.
2.-Nuevas Localidades Chilenas de Asplenium obliquum
Ampliando la lista de ejemplares que publiqué hace ya 26 años
(1944), puedo indicar las siguientes localidades nuevas de este helecho,
para contribuir al mejor conocimiento de su distribución geográfica. Salvo
indicación en contrario, dicho material se encuentra en mi herbario.
Prov. Maule: Constitución, Roca de la Ventana, 10 m.s.m., 30 enero 1946,
G. L. 5092. También observado en la Roca de la iglesia de esa misma
localidad, donde abundaba en algunas grandes cavernas, pero en sitios
inaccesibles para cogerlos. Véase mi artículo de 1946.
24
Anales Museo de Historia Natural de Valparaíso Val. 26, 2010 ed. Bicentenario
Prov. Valdivia: Mahuin, 11 Febrero 1945, Ernesto Barros V. 5136. Península
Chanchán, rocas sobre las rompientes, común, 3 m.s.m., 7 Junio 1958,
Gúnther Kunkel 1009. “Valdivia (40), leg. Dr. Otto Buchtien (U.S. Nat.
Herbarium, 1.095.275)”, ejemplar anómalo. El estípite se divide
dicotómicamente, produciendo dos divisiones con abundantes pinas. Estas
divisiones miden 220 y 250 mm. De largo, respectivamente (US). Playa de
Huecollo (Huecoyo) al S. de Bahía Mansa, “ladera rocosa que cae a la
playa”, 8 m.s.m., 18 Febrero 1960, Wagenknecht 576.
Prov. Llanquihue: Chiquín (cerca de Puerto Montt), Febrero 1952. “Crecían
en las rocas que dan al mar”, Padre Guillermo Ebel.
Prov. Chiloé: “Isla Johnson, 12 Noviembre 47, Hans Behn coll. N*67”, in
herb. Konrad Behn. Melinka, islas Guaitecas, 1-7 Febrero 1962, Luis E.
Peña.
Prov. Aisén: Islas Mogotes, 4554”, estero de los Elefantes, “Sobre los
troncos de los árboles, escaso; sólo en la parte más alta del islote, 5
m.s.m.”, Carlos Muñoz 6339. Isla Garza (Golfo Tres Cruces) en el estero
Elefante, 45%55”, 26 Nov. 1944, Augusto Grosse 106, ejemplar citado en mi
artículo de 1950. Misma localidad y mismo colector (N* 118), 11 Dic. 1955,
ejemplar muy grande, frondas hasta de 44 cm. De largo. El coleccionista
añade: “Hat ein hartes blatt. Nur in wenigen Exemplaren gesehen an der
Nordwand der sturmgepeitschten Insel”.
Los ejemplares de las islas Mogotes y Garza de la provincia de
Aisén, son los más australes que conozco.
Kunkel (1967) ha señalado recientemente este helecho para la ¡isla
Mocha, situada a 38*20" de altitud y a 35 Km. De la costa más próxima,
frente al extremo sur de la provincia de Arauco.
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Anales Museo de Historia Natural de Valparaíso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
FITOPLANCTON DEL LAGO PEÑUELAS
Nelson Navarro Ramas ” 8 Sergio Avaria Placier *
Anales del Museo de Historia Natural /Extracto/ Vol. 4, 1971
El fitoplancton constituye el primer eslabón de la cadena que culmina en
los vertebrados superiores, especialmente en los peces. Las algas, que se
desarrollan en cualquier cuerpo de agua, representan claramente las
condiciones ambientales imperantes e indican la fertilidad de las aguas y
por lo tanto la productividad primaria.
1. Se hicieron análisis cualitativos y cuantitativos del fitoplancton del
Lago Peñuelas colectado durante el período comprendido entre el
30 de Marzo y el 6 de Septiembre de 1968. Las muestras fueron
obtenidas quincenalmente con red de fitoplancton y botellas Nansen
en tres estaciones y a cuatro profundidades.
2. Se identificaron: 5 Divisiones, 6 Clases, 7 Órdenes, 4 Subórdenes,
16 Familias, 32 Géneros y 34 Especies.
3. Se citan por primera vez para el lago peñuelas los siguientes
géneros: Ankistrodesmus, Actinastrum, Dictyosphaerium,
Micractinium, Quadrigula, Selenastrum, Tetraedron, Oocystis,
Chorella, Pleurotaenium, Cosmarium, Euastrum, Gomphosphaeria,
Merismopedia, Rhabdoderma, Cymatopleura, Gomphonema,
Epithemia, Synedra, Cymbella, Eunotia, Peridinium, Euglena y
Botriococcus.
4. Los tres grupos predominantes en el fitoplancton del Lago son:
Clorofíceas, diatomeas y cianofíceas. Las clorofíceas están
representadas por el mayor número de especies, le siguen las
diatomeas y cianoficeas, respectivamente. Las cianoficeas
constituyen el grupo más abundante cuantitativamente
encontrándose de preferencia en las capas superiores.
e a E A A A
7 Departamento de Biología, Universidad de Chile Valparaíso
A Departamento de Oceanología Universidad de Chile, Valparaíso.
Pal
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
5. La cantidad total de fitoplancton del lago es muy alta, observándose
una disminución después de los primeros 45 días para volver a
aumentar en los últimos meses de muestreo.
6. Los géneros dominantes en el fitoplancton del lago son los
siguientes: Pediastrum, Scenedesmus, Staurastrum,
Ankistrodesmus, Closterium, Dictyosphaerium, Actinastrum,
Melosira, Navicula, Anabaena, Microcystis, HRhabdoderma, y
Gomphosphaeria. De ellos sólo seis se mantuvieron en el plancton
durante todo el período de muestreo (Pediastrum, Scenedesmus,
Staurastrum, Melosira, Anabaena y Microcystis).
7. Las temperaturas extremas del agua en superficie oscilaron entre
19C en el mes de Marzo y 11,2*C en Julio; a dos y cinco metros
entre 18”C y 11,1”C y a ocho metros entre 17%C y 11,1*C. Los
valores de oxígeno disuelto variaron entre 8,05 y 3,56 ml. por litro
en superficie; entre 7,30 y 5,46 ml. por litro a dos metros; entre 6,95
y 5,69 ml. por litro a cinco metros y entre 6,76 y 5,52 ml. por litro a
ocho metros. La transparencia del agua medida con el disco de
Sechii varío entre 1,50 y 0,70 metros. El pH del agua experimento
leves variaciones entre 6,2 y 5,8. No se observó una relación directa
entre estos parámetros y el número de células de las poblaciones
de fitoplancton.
28
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
LIQUENES DE LA REGIÓN DE CACHAGUA Y ZAPALLAR,
PROVINCIA DE ACONCAGUA, CHILE.
Jorge Redon F*
Anales del Museo de Historia Natural /Extracto/ Vol. 5, 1972
En el año 1945 apareció en la Revista de Historia Natural el trabajo
póstumo del Dr. Federico Johow (1859-1933), “Flora de Zapallar”. Esta obra
realizada en forma muy completa, representa un gran aporte al
conocimiento de la flora fanerógama de esta región. En él se citan diez
especies de líquenes. Esto constituye el único aporte realizado a favor de la
flora liquénica para esta región. Este hecho movió al autor a efectuar una
revisión sistemática de colecciones liquénicas hechas por él mismo y
colaboradores (Redon 1966, 1967; Redon y Keuck 1969; Keuck 1971,
1972). Estas colecciones pertenecen al Herbario del Departamento de
Biología de la Universidad de Chile, Valparaíso. Se revisaron también
algunos ejemplares de la colección Follmann depositada en el Museo de
Historia Natural de Kassel, Alemania. La zona ubicada entre Zapallar y
Cachagua presenta un particular interés desde el punto de vista botánico y
especialmente liquenológico. Las quebradas húmedas, situadas muy cerca
de la costa (oasis de neblina) albergan una rica flora, en la que es posible
encontrar algunos elementos relictuales. Estas condiciones, por lo tanto,
nos permitirá efectuar comparaciones ecológicas, sociológicas y
sistemáticas con otros relictos de neblina ubicados más al norte.
1. Se analizó la flora liquénica de la región de Cachagua y Zapallar,
Prov. de Aconcagua, Chile Central, tanto en la región de la costa
como en las quebradas húmedas y zona esclerófila intermedia. Se
contabilizaron en total 85 especies pertenecientes a 25 familias y 47
géneros.
2. 43% de las especies se pueden considerar endemicas neotropicales
de la región norte-central de la costa chilena, que se originaron
posteriormente al alzamiento terciario de la Cordillera de los Andes.
[Pg PPP PPP.
d Departamento de Biología, Universidad de Chile, Valparaíso.
29
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
3. La composición actual de la flora liquénica tendría una edad pre-
glacial.
4. Ecológicamente predominan formas corticícolas y saxícolas,
acidófilas hasta neutrófilas, higrófilas, fotófilas hasta xero-
resistentes.
5. En cuanto a la sociología, están representadas las asociaciones
Roccelletum portentosae Follm., Arthonietum austrolitoralis Follm y
Chrysothrychetum noli-tangere Follm.
Z. Naturkundemuseaum der Stadt Kassel, Steinweg 2, Alemania.
30
Anales Museo de Historia Natural de Valparaíso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
COLEOPTEROS DEL BOSQUE DE QUINTERO
Jaime Solervicens A?
Anales del Museo de Historia Natural / Extracto/ Vol. 6, 1973
El bosque de Quintero es una de las numerosas formaciones
forestales húmedas (bosque templado higrófilo) de la Zona Central del País.
Se le atribuye carácter relictual por considerarse remanente de la flora
austral (Levi 1951) que emigrara hacia el norte bajo condiciones de clima
favorable.
En 1967 el Departamento de Biología desarrolla un proyecto de
investigaciones ecológicas en bosques nativos que se aboca, en una
primera etapa, al estudio del bosque de Quintero en un análisis
climatológico y zoobotánico. Resultado de ello, hasta la fecha, es la
descripción del polen actual del Bosque (Villagrán, 1969).
El estudio faunístico, que viene a llenar un vacío en el conocimiento de
esta formación vegetacional de indudable interés biogeográfico, se refiere a
la caracterización de la fauna superficial del suelo (Miriópodos, Arácnidos y
Coleópteros). Se piensa que el conocimiento específico de los animales
pueda a contribuir a esclarecer las interrogantes que se plantean acerca del
origen del bosque y a establecer sus relaciones. En el presente trabajo se
hará referencia exclusivamente a la coleopterofauna.
1. Se diferencian claramente los tres ambientes muestreados. El
interior se caracteriza por contener una fauna poco diversa y poco
abundante en la que algunos elementos alcanzan extraordinario
predominio (sólo dos especies son dominantes: Lathridiidae sp y
Cloeotus posticus que constituyen el 74,42% del total), reflejando
una comunidad simple, alterada, al parecer, por las condiciones de
escasa luminosidad y fundamentalmente por el anegamiento que se
ve sometido, lo que crea condiciones rigurosas de vida.
10 | aboratorio de Entomología, Departamento de Biología de la Universidad de Chile,
Valparaíso.
31
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
El ecotono representa la situación más compleja por su elevada
diversidad y densidad y mayor uniformidad. En esto influyen
probablemente las especiales condiciones microclimatológicas y
vegetacionales que lo caracterizan (aumento de luminosidad,
adecuada humedad, bajo follaje protector, gran desarrollo de
hierbas) y sin duda también, el efecto del borde.
Arboles aislados muestran elevada diversidad y valores medios de
densidad, pero constituye un ambiente de menor uniformidad que el
ecotonal. Se Expresa aquí la acción de condiciones
microclimatologicas propias de espacios abiertos, caracterizados
por menor humedad y las modificaciones antrópicas de los terrenos
circundantes, que se traducen en comunidades menos estables,
bien diferenciadas de las anteriores por la presencia de elementos
xerófilos.
2. A ppesar de las diferencias constatadas entre las tres situaciones se
puede reconocer en todas ellas un patrón común, de fuerte
incidencia en su composición, constituido en gran parte por lo que
se ha llamado “componente esencial del bosque”.
3. La fuerte proporción de elementos comunes presentes en árboles
aislados (47,91%), permite considerar a esta situación como una
modificación de la formación principal.
4. La composición biocenótica, si bien bastante diversa, muestra
escasa densidad específica en la mayor parte de los casos. Sólo
cuatro especies son dominantes y siete relativamente abundantes
representando el 88,55% de la fauna.
5. La preferencia por ambientes de las familias más abundantes y de
las especies “esenciales” del bosque permite formar los siguientes
grupos:
_ Higrófilas: Curculionidae, representado por Acalles sp1 y Acalles
sp2 y Colydiidae, con una especie.
Ecotonales: a) presentes igualmente en ecotono y árboles
aislados: dascillidae, con una especie; Staphylinidae y Carabidae,
que no alcanzan dominancia en ninguna de sus especies;
Cryptophagidae, con la especie sp1 y Corylophidae, con una
especie. b) preferentemente ecotonales: Pselaphidae, Ptillidae y
Cryptophagidae, con una especie.
32
Anales Museo de Historia Natural de Valparaíso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
Xerófilas: con preferencia por ambientes más secos:
Tenebrionidae, sin dominancia específica.
_ De alta valencia ecológica: presentes igualmente en los tres
ambientes: Lathridiidae, con la especie sp4 muy constante,
dominante y homogéneamente distribuida en las tres situaciones y
Scarabaeidae, con Cloeotus posticus que manifiesta una mayor
higrofilia.
6. La fenología de los componentes esenciales del bosque permite
distinguir:
Especies estivales: Lathridiidae sp4, Pselaphidae sp1, Corylophidae
sp1 y Cryptophagidae sp2.
Especies otoñales: Cryptophagidae sp1 y probablemente Colydiidae
sp1.
Especies Invernales: Cloeotus posticus y Ptiliidae sp1.
Especies anuales: Acalles sp1, Acalles sp2 y Dascillidae
7. Las condiciones rigurosas de vida en los suelos de los bosques
relictos de pantano parecen haber modificado fundamentalmente la
fauna original, reemplazándola por la fauna local. Por esto su
análisis parece no ser buen indicador acerca de su origen.
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Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
ANTECEDENTES HISTORICOS DE UN PROYECTO DE
INVESTIGACIÓN
Francisco Silva?'
Anales del Museo de Historia Natural / Extracto/ Vol. 7, 1974
En 1958 la organización del Departamento de Ciencias de la
Universidad de Chile en Valparaíso, obra de los profesores Bruno Gúnther y
Parmenio Yañez, llevó al primero de ellos, en su calidad de Presidente del
Comité Ejecutivo de dicho Departamento, a crear un clima de investigación
que sería el aporte fundamental a los estudios naturalísticos que se iniciaron
posteriormente.
Este Departamento estuvo constituido por un conjunto de Institutos:
en el de Biología se formo, en 1964, grupos de trabajo en Botánica,
Zoología y Paleontología. Su Director en esa fecha, Prof. Parmenio Yañez,
junto a sus colaboradores: Hector Etcheverry, Francisco Silva, Waldo
Aravena, Nelson Hichins, Louis Marnef, Renato Reyes y Pablo Weisser,
organizaron por primera vez un trabajo biológico de campo.
El desarrollo de estas disciplinas estableció relaciones de trabajo
entre biólogos generales, botánicos, zoólogos y paleontólogos, que
cristalizaron en 1967 en la formulación de un programa denominado
“Investigaciones ecológica en bosques nativos de Chile”, cuyo primer
proyecto específico lo constituye “Investigaciones ecológicas en el bosque
relicto de Quintero, provincia de Valparaíso”
Entre 1968 y 1969 el Instituto de Biología, hoy Departamento, apoyó
a sus miembros en la investigación de los recursos naturales renovables y
de las especies paleontológicas del país por medio del financiamiento de
viajes de recolección tanto en la Zona Norte como en la Zona Sur del
territorio. Por su interés científico Llanquihue y Chiloé insular atrajeron a los
investigadores que, en repetidas oportunidades, efectuaron prospecciones
en la región. Es por esto que al recibir la colaboración de las autoridades de
la Intendencia de Llanquihue, se decidieron a realizar estudios destinados a
conocer, proteger y conservar la flora y la fauna del parque Nacional
“Vicente Pérez Rosales”, que más tarde se materializarian en un proyecto
multidisciplinario de trabajo científico.
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1 Laboratorio de Zoología del Suelo, Depto. de Biología, Universidad de Chile,
Valparaíso
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Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
PRESENTACIÓN DE LAS AVES DE LA COLECCIÓN DEL
MUSEO
Ana Avalos V.*?
Anales del Museo de Historia Natural /Extracto/ Vol. 8, 1975
El presente trabajo tiene, como objetivos fundamentales dar a
conocer la colección de pieles de aves y su valor científico para los estudios
actuales de conservación y protección de la fauna ornitológica de la Región.
Este material fue colectado a través de 42 años (1929-1971) como
una necesidad de dar a conocer a la comunidad y estudiosos que visiten
este Museo, las aves de nuestra provincia y aquellas vecinas.
Los 770 ejemplares de la colección de aves conservadas en pieles
se distribuyen en 17 órdenes, 41 familias, 91 géneros y 117 especies y
corresponden a las regiones 3? a 12” y A. M. (área metropolitana y
Santiago). Se determina que el mayor porcentaje de ejemplares (97,2%)
corresponde a individuos a la 5” Región.
La colección contiene 351 machos (45,6%), 340 hembras (44,1%) y
79 juveniles (10,3%).
Las aves de la 5? Región presentan importancia por estar
colectadas desde localidades que van desde el litoral, como Valparaíso y
Viña del Mar, hasta la precordillera andina, como Río Blanco y Putaendo.
Se señala también, de acuerdo a la colección, que el mayor
porcentaje de aves se registra para las localidades de Concón y Peñuelas,
lugares que corresponden a ambientes fluviales y lacustres
respectivamente. Concón a orillas de la desembocadura del río Aconcagua
y Peñuelas a orillas del lago del mismo nombre, lo que permite plantear la
realización de estudios comparativos que puedan hacerse en estos lugares,
ya que actualmente presentan una gran densidad y transformación
antrópica.
La colección presentada está a disposición de los especialistas que
desean realizar investigaciones en el campo de la ornitología.
12 Museo de Historia Natural de Valparaíso, Valparaíso
37
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Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
DIVERSIDAD DE LA VEGETACIÓN DE LAS DUNAS DE
CONCON
Serey E.**, C. Sillard?*?, N. Pizarro!* 8, J. Rodríguez**?
Anales del Museo de Historia Natural /Extracto/ Vol. 9, 1976
Un aspecto de gran interés en ecología es el estudio de la riqueza
en especies de las comunidades naturales, el cual se ha desarrollado
notablemente en los últimos decenios. Las comunidades vegetales de
dunas se caracterizan por presentar una fisionomía y composición florística
distinta de las áreas que la rodean. Sin embargo, poco se conoce acerca de
la organización de estas comunidades.
De acuerdo a los resultados, se puede caracterizar la vegetación de
dunas en tres grandes tipos:
a) Vegetación de las dunas longitudinales de la playa, con dominancia
de Ambrosia chamissonis, Carpobrotus chilensis, Calystegia
soldanela. Comprende sectores con 0,035 y 0,934 bitsim2 de
cobertura. La vegetación es rastrera, pobre en especies y se
desarrolla sobre dunas que varían entre 0,05 y 4,5 m de altura. Las
dunas más internas dejan espacios libres por donde circula la arena
hacia el interior. Las dunas más bajas se encuentran sometidas a la
acción permanente del viento y las mareas. Las más altas sólo
están sometidas a los efectos del viento, zona que presenta un
notable aumento de la diversidad, producto del aumento en el
número de especies y de las coberturas relativas de ellas.
b) Vegetación de áreas llanas, caracterizada por la dominancia de
Scirpus nodosus, Juncus sp., Distichlis hirta y Verbena porrigens. La
primera es la más alta y alcanza hasta 18 cm de altura, las dos
últimas son rastreras y rizomatosas. Este tipo de vegetación se
desarrolla en suelos llanos, bajos, saturados de humedad, y con
una estructuración incipiente. Las plantas se encuentran más
A AAA AA
13 Laboratorio de Ecología Vegetal, Departamento de Biología, Universidad de Chile,
Valparaíso.
39
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
c)
protegidas de la acción del viento que en el resto de las áreas de
estudio. La vegetación alcanza el máximo de cobertura y presenta
los valores más altos de diversidad, a pesar de no presentar el
mayor número de especies, es así los valores son de 1,808 y 2,038
bits/m2 de cobertura.
Vegetación de dunas interiores. En este tipo se encuentran las
siguientes especies dominantes: Baccharis cóncava, Astragalus
valparadisiensis, Distichlis spicata, Carpobrotus chilensis y
Ambrosia chamissonis. Vegetación constituida por arbustos, hierbas
anuales, perennes y rizomatosas. El sustrato es una duna semi-
estabilizada, en las partes más altas las especies se distribuyen de
manera irregular, contrastando con la uniformidad relativa de los
otros dos tipos de vegetación.
Considerando los tres tipos de vegetación dentro del área de
estudio se puede decir que la diversidad aumenta hacia los sectores
que presentan condiciones ambientales favorables: protegidos por
el viento, suelos más húmedos y estructurados. Por otra parte, la
diversidad disminuye hacia sectores de mayor severidad ambiental
como en aquellos más expuestos al viento, con suelos más secos y
menos estructurados y sometidos a la acción de las mareas.
40
Anales Museo de Historia Natural de Valparaíso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
SOBRE LA PARTICIPACION DE RECURSOS POR LAS
STRIGIFORMES DE CHILE CENTRAL
E 14 , , ;
Fabian Jaksic"*, Jose Yánez*”, Rosina Persico y Juan Carlos
Torres**
Anales del Museo de Historia Natural/ Extracto/ Vol. 10, 1977
A lo largo de Chile, diversas rapaces nocturnas coexisten
simpátricamente, estructurando comunidades cuya organización hasta
ahora no ha sido estudiada. Uno de los aspectos más interesantes de esta
organización está en la forma en que estas rapaces se reparten el recurso
presa.
Mediante dos procedimientos independientes (revisión de la
literatura y análisis cuantitativo) hemos estudiando los antecedentes
disponibles sobre dieta de las Strigiformes chilenas. El primero de ellos nos
ha permitido sustentar la premisa que la repaces nocturnas chilenas
realizan una selección de sus propias presas, discriminando
diferencialmente a algunas de ellas. De este primer análisis han surgido dos
resultados importantes:
Cuanto más grande la especie de rapaz (i.e.: S. cunicularia, 7. alba,
B. virginianus, en orden creciente de tamaño), más alto el límite de rechazo
de presas: 26.3 g (A. olivaceus juveniles), 30,5 g (A. olivaceus adultos), y
35,3 g (O. longicaudatus), respectivamente.
Cuanto más grande la especie de rapaz, mayor es el tamaño de la
presa más grande que consume. Para S. cunicularia, la presa más grande
conocida es P. darwini (70.1 g, Péfaur et al., 1977), aunque hay datos no
cuantificados de su consumo de O. degus infantiles (85 g, comunicación
personal de Roberto Schlatter). La mayor presa registrada para 7. alba es
un O. cuniculus juvenil (menos de 600 g), encontrado entre otras 1072
presas examinadas por Capurro et al. (1971). En cuanto a B. virginianus, en
nuestra muestra de San Fernando encontramos restos de cinco 0.
cuniculus, de los cuales al menos dos eran adultos (1200 g). Además, Reise
y Venegas (1974) encontraron restos de Lepus europaeus en tres de las 59
egagrópilas que analizaron, pero no documentan su estado infantil (700 g),
A
14 | aboratorio de ecología, U. católica de Chile
15 Museo Nacional de Historia Natural
16 Facultad de Ciencias, Universidad de Chile
41
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
juvenil (2200 g), o adulto (3800 g). los datos de peso para conejos y liebres
de distintas edades provienen de la Sección Mamiferos del Museo Nacional
de Historia Natural.
Nuestro segundo procedimientos de análisis nos han permitido dar
apoyo a la premisa que la segregación de tamaños en Strigiformes chilenas
resulta en el consumo de diferentes tamaños de presa. En el fondo, esto no
es más que una consecuencia lógica de los antecedentes que hemos
presentado sobre selección de presas por rapaces nocturnas, ya que el
umbral de rechazo de presas chicas o grandes al parecer varía de acuerdo
al tamaño de la rapaz. Por esta razón, es trivialmente esperable que si una
rapaz grande rechaza presas pequeñas y además consume presas muy
grandes, su presa promedio (en tamaño) sea mayor que el de una rapaz
más chica que acepta presas muy pequeñas y no consume las más
grandes.
Según planteamos al principio, el demostrar que ambas premisas se
cumplen, nos permite sustentar razonablemente nuestra hipótesis que la
segregación de tamaño en las Strigiformes chilenas simpátricas es un
mecanismo que permite o facilita la coexistencia de ellas, al resultar en
selección diferencial de distintas porciones del eje de recursos de presa. Al
igual que en el caso de los Carnivoros norteamericanos (Rosenzweig 1966),
aquí también se cumple que las especies de rapaces más grandes tienden
a consumir presas estadísticas mayores que las más pequeñas.
Sin embargo, no debe olvidarse que la reafirmación de esta
hipótesis requiere el análisis de dietas de las restantes Strigiformes
chilenas. Por lo demás, también es posible que la coexistencia de las
rapaces nocturnas chilenas se logre no sólo por un sobre espaciamiento en
el eje “tamaño de presa consumida”, sino por mecanismos de
complementariedad entre las dimensiones “hábitat” y “alimento” del nicho de
estos predadores (como ha mostrado Fuentes 1976 en comunidades de
lagartijas). Esto requiere más estudios.
En conclusión, el tamaño de presa consumido por las Strigiformes
chilenas podría estar limitado inferiormente por problemas de retorno
energético, y superiormente por la capacidad de traslado de los diferentes
ítems alimenticios. De esta manera, la segregación de tamaños en
Strigigormes simpráticas podría determinar tamaños óptimos de presa
consumible, disminuyendo la sobreposición de las dietas.
42
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
ROL ECOLOGICO DE LOS ZORROS (DUSICYON) EN CHILE
CENTRAL
Jose Yañez?” £ Fabian Jaksic*?
Anales del Museo de Historia Natural! Extracto/ Vol. 11, 1978
A pesar que chillas (Dusicyon griseus) y culpeos (Dusicyon
cupaeus) son los carnívoros más típicos de la zona central de Chile, el
conocimiento de sus hábitos alimenticios y roles ecológicos es
esencialmente anecdóticos. Así es que estos zorros han sido reputados
como voraces comedores de corderos, conejos, liebres, aves de corral,
ratones y frutos, sin que hayan presentado datos cuantificados sobre su
dieta.
En base a los antecedentes que tenemos, podemos conjeturar
sobre el rol ecológico de D. griseus y D. culpaeus en Chile central.
En su papel de carnívoro predadores de ratones es probable que los
zorros tengan una gran incidencia sobre la utilización espacial del hábitat de
al menos dos especies: O. degus y A. bennetti (Fulk 1976), aunque en lo
siguientes nos referiremos particularmente a la primera. Según han
señalado Fuentes y Le Boulengé (1977), Yañez y Jaksic (1978) y Jaksic et
al. (1977, 1978 a), la restricción de actividad de los degú a la cercanía de
los arbustos está asociada a la fuerte presión de predación que se ejerce
sobre ellos. En los Dominicos (nuestro sitio estudiado más usado) hay solo
dos predadores importantes, el zorro D. culpaeus y la falconiforme
Parabuteo unicinctus (Peuco). En esta localidad O. degus constituye el
47.5% (n = 40) de los roedores consumidos por el peuco, de manera que el
impacto de predación atribuible al zorro parece no ser despreciable. En
consecuencia, dado que O. degus disminuye la diversidad y altera la
composición de las hierbas en torno a los arbustos donde restringen su
actividad (Fuentes y Le Boulengé 1977), D, culpaeus tendría un efecto
indirecto sobre la vegetación herbácea del matorral y lo mismo podría
ocurrir con D. griseus. De los restantes roedores que los zorros consumen,
no tenemos suficientes antecedentes sobre su historia natural, de manera
que la evaluación del impacto de estos carnívoros sobre estas poblaciones
de ratones requiere mayor estudio.
1 Sección mastozoología, Museo Nacional de Historia Natural
18 | aboratorio de Ecología, Universidad Católica de Chile
43
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
Por otra parte, considerando que los zorros no parecen tener una
incidencia importante sobre la abundancia de conejo en la zona central, es
de esperable que estas poblaciones introducidas continúen aumentando en
densidad con un impacto claramente predecible sobre la vegetación nativa,
ya que impide el brote y la regeneración de los arbustos (Fuentes y Jaksic,
resultados no publicados). Sin embargo, también creemos que se requiere
más investigación para establecer la importancia real de los zorros en el
control de la abundancia de conejos.
Finalmente, de acuerdo a los datos presentados, los zorros podrían
tener un papel relevante como vectores de frutos y semillas de algunos
arbustos del matorral, haciendo más rápida la colonización de los lugares
abiertos disponibles. Para establecer la importancia de los zorros como
agentes dispersantes en la zona central de Chile, sería necesario realizar
experiencias de germinación de los frutos luego de pasar por el tracto
digestivo de estos carnívoros. Actualmente este proyecto está en curso.
En resumen, los zorros como carnívoros parecen tener un
importante impacto directo sobre algunos roedores de la zona central
(produciendo restricción de su utilización espacial hábitat), y, en
consecuencia, un efecto indirecto sobre la estructura de la vegetación
herbácea.
Por otra parte, su relativa inefectividad en la predación de conejos
también podría resultar en una alteración de la estructura original del
matorral por la acción incontrolada de las poblaciones de lagomorfos
introducidos.
En su rol de herbívoros, los zorros podrían incidir directamente
sobre la colonización y regeneración de la vegetación arbustiva en la zona
central de chile.
44
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
OBSERVACIONES SOBRE LA BIOLOGIA DE
TRYSSOTHELE PISSII (SIMON, 1888) ARANEAE,
DIPLURIDAE, EN EL PARQUE NACIONAL LA CAMPANA. *?
R. Calderón, G.% Pizarro V., C. Rojas S., J. Salinas y M.
Vivanco C.
Anales del Museo de Historia Natural / Extracto/ Vol. 12, 1979
Los estudios en torno a 7. pissii, especie común en Chile Central, se
relacionan únicamente con su descripción. Simón (1888) se refiere al
holotipo hembra, Gerschman y Schiapelli (1968) redescriben la especie y
Calderón (1978) da a conocer el alotipo.
El presente trabajo investiga algunos aspectos etológicos y de
desarrollo, los que serán comparados con Ischnothele siemensi (Dipluridae),
Cteniza moggridgei y Nemesia caementaria (Ctenezidae), Acanthoscurria
sternalis, Grammostola vachoni, Grammostola spathulata y Paraphysa
manicata (Therephosidae); para las dos últimas especies se consideran
observaciones personales, para el resto, trabajos realizados por otros
investigadores.
Telas tubulares como las 7. pissií no se han encontrado entre las
Mygalomorphas de V Región de Chile (Calderón, observaciones
personales).
En P. manicata y G. spathulata se ha observado una conducta
copulatoria similar a la de 7. pissii, claro está que en las Theraphosidae
nombradas esa conducta se extiende hasta los 20 ó 30 minutos (Calderón,
Observaciones personales).
Considerando el tiempo que demoran los juveniles en dispersarse
(60 días), que la hembra permanece junto a ellos todos los días y que
encontramos ootecas nuevas sólo entre Septiembre y Diciembre de cada
año, pensamos que cada hembra realizaría una postura al año.
19 Este trabajo forma parte del proyecto de Investigación “Bases Sistemáticas para el
conocimiento de las Biocenosis de la cordillera de la costa de Chile central”,
financiado por el Servicio de desarrollo Científico, Artístico y Cooperación
Internacional de la Universidad de Chile, Santiago.
20 | aboratorio de Zoología del Suelo, Depto. de Biología, Universidad de Chile.
45
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
La hembra de 7. pissi¡ permanece junto a la ooteca hasta que los
juveniles abandonan el túnel de tela; durante este tiempo mueve
periódicamente la ooteca, lo que podría contribuir al mejor airamiento de los
huevos y/o evitar la adherencia entre ellos.
Las Theraphosidae nombradas anteriormente construyen ootecas
de igual forma y más grandes (4 cm diámetro) que las T. pissii; la pared de
la voteca es más grande, contándose hasta 12 capas de tela.
Respecto a los estados de desarrollo postembrionario de 7. pissíi
esta presenta 3: primer estado: eclosión hasta la primera muda; segundo
estado: paso de prelarva (con dientes de eclosión) a preninfa (con tubuli) y
tercer estado: preninfa.
El tiempo y número de ninfas necesarias para llegar a adulto se
inferiría de la información existente para otras Mygalomorphas:
Los machos de N. caementaria necesita 11 estados (3 hasta 4 años
después de la eclosión) para llegar a adulto; las hembras 13 estados (6
años para el desarrollo postembrionarios). Las Theraphosidae necesitarían
4 años para llegar a adulto y 14 estados. Los juveniles de Grammostola
realizarían 5 mudas durante el primer año después de la eclosión, 3 mudas
durante el 2” año, 2 mudas durante el tercero y una muda que transforma al
animal en adulto al final del 4* año. De acuerdo a lo anterior, 7. pissii haría
los estados 4”, 5” y 6” durante el año ll; 7? y 8” en el lll; 9? y paso a adulto
en el IV año de vida.
46
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol, 26, 2010 ed. Bicentenario
DOMINIO EN LIOLAEMUS KUHLMANNI (REPTILIA.
IGUANIDAE)
Javier Simonetti Z. y Juan Carlos Ortiz Z. ?
Anales del Museo de Historia Natural / Extracto/ Vol. 13, 1980
Dominio es el área ocupada por un individuo o grupo de ellos
durante sus actividades de alimentación, refugio y reproducción, en un
período de tiempo determinado (Burt 1943).
El dominio puede ser considerado como un parámetro que reflejaría
muchas de las interacciones de una población animal con el ambiente, y las
variaciones en el tamaño del dominio se corresponderían con distintas
condiciones del hábitat. Es así que se caracteriza el dominio de una
población costera de Liolaemus kuhlmanni, lagarto arenícola de las dunas
de Concón, Chile Central.
Los tamaños promedio del dominio de once adultos de L. kuhlmanni
(382,5 + o — 101,6 m2 Error Standard) y el 23 inmaduros (juveniles más
infantiles; 178,7 + o — 27,3 m2 EE) no difieren significativamente entre sí
(Test de Mann Whitney P> 05; test bilateral). En cambio los dominios de los
machos adultos (775,9 + o -71,1 m2 EE) son significativamente más
grandes (Test de Mann-Whitney P= .006) que los dominios de las hembras
adultas (157,7 + 0 — 49,5 m2 EE).
Las Hembras generalmente tienen dominios más pequeños que los
machos (Saint-Girons y Saint-Girons 1959). En varios lagartos
norteamericanos, el dominio de las hembras es la mitad del espacio
ocupado por los machos (véanse Tinke 1967, Turner et al. 1969, Berry
1974, Ferrer 1974, entre otros). De esta forma, el tamaño del dominio
poblacional (244,7 + o — 40,3 m2 EE, n=34) podría estar subestimado, dado
que este cálculo se basa principalmente en hembras(n=12,75% de la
muestra sexada). Aun cuando se considere solamente la estimación del
dominio promedio basada en adultos, las hembras constituyen un 64% de la
PRE A PI
21 Laboratorio de ecología, instituto de Ciencias Biológicas, Pontificia Universidad
Católica de Chile 0 e !
22 laboratorio de Ecología, departamento de Biología, Universidad de Chile,
Valparaiso
47
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
muestra (Tabla 1). Sin embargo, este hecho reflejaría la situación real de la
población estudiada, ya que la proporción entre sexo favorece a las
hembras: 64,5 + o -3,6% OE del efectivo total a lo largo de un año
(estimaciones tomadas en Fuentes et al. 1976).
El tamaño del dominio de los adultos se encuentra correlacionado
positivamente con el tamaño (r= .65 P< .05; N = 11) y peso corporal de los
lagartos (r = .77 P< .05; n = 11). No obstante la varianza residual es alta
(41% para el peso corporal vs tamaño del dominio; Sokal y Rohlf 1969), lo
cual es evidencia de que además de la dimensión absoluta del animal
(Harestad y Bunnell 1979), otros factores también influyen en la
determinación del tamaño del dominio.
Turner et al. (1969) han propuesto que el tamaño del dominio en lagartos se
correlaciona positivamente con el peso corporal, expresando dicha relación
como: dominio (D ; M2) = 171,4 peso. 95. Si se considera como tamaño
esperado del dominio de L. Kuhlmanni aquel que resulta de resolver esta
ecuación en base a los pesos corporales de los lagartos estudiados (Tabla
I), tales tamaños son significativamente más grandes que el observado (Chi
cuadrado P< .01).
Creemos que este hecho, y la varianza residual, pueden ser explicados por
un conjunto de factores:
1. El estado reproductivo de la población de L. kuhlmanni al momento de
estudio era de reposo sexual (post reproductivo; Ortiz y Zunino 1976).
Al haber una pérdida del atractivo sexual, la actividad de búsqueda de
pareja o lugar de postura ( en las hembra) es muy baja o nula, con lo
cual disminuirían sus desplazamientos, y con ello el tamaño del
dominio;
2. Liolaemus kuhimanni realiza sus actividades bajo o muy cerca de los
arbustos de B. cóncava (Fuentes et al. 1976, Simonetti 1980), los que
se encuentran espacialmente distribuidos en agregados (Il. Serey,
comunicación personal). La restricción en el uso del espacio sería
producto de una fuerte presión ejercida por predadores, la cual
impediría a L. kuhlmanni usar con mayor frecuencia los espacios
abiertos entre los arbustos (Fuentes 1977, Fuentes y Cancino 1979,
Simonetti 1980).
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Anales Museo de Historia Natural de Valparaíso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
De hecho, L. Kuhimanni constituye un 61% de la presa vertebrada y un
28% (por número) del total de presas consumidas por la rapaz
generalista diurna Falco sparverius en el mismo sector de estudio y
época del año (Simonetti, Nuñez y Yañez 1980). Esto confirmaría a la
predación como un factor importante en la determinación del tamaño
del dominio de L. kuhlmanni.
Liolemus Kuhlmanni tiene una dieta insectívora generalista,
complementada con materia vegetal (Ortiz y Riveros 1976); esta
conducta trófica es esperable en lagartos de ambientes poco
productivos como las dunas (Jaksic 1978). Lagartos con dieta similares
a L. kuhlmanni generalmente tienen dominios menores que lagartos
carnívoros de igual peso corporal. Esto se debe a que los omnívoros,
como L. kuhlmanni tienen mayor disponibilidad de alimento por unidad
de espacio recorrido (Schoener 1968, Pianka 1974).
Por otra parte, en las Dunas de Concón, la mayor riqueza de insectos
se encuentra asociada a los arbustos de B. cóncava (Salas 1976). Lo
que refuerza la proposición anterior de una menor necesidad de
desplazamiento (i e dominio), al menos para la búsqueda de alimento.
Los dominios menores de L. Kuhlmanni, comparados con los
esperados de acuerdo a su peso corporal, también podrían ser
producto de una densidad poblacional mayor que aquellas en que
Turner et al. (1969) basan su estimación: el tamaño del dominio
decrece con un aumento de la densidad poblacional (Saint-Girons y
Saint-Girons 1959); no obstante, poblaciones de lagartos con mayor
densidad que L. kuhlmanni poseen dominios comparativamente más
grandes (véase Turner et al. 1969 y citas incluidas). De esta forma, la
densidad poblacional de L. kuhlmanni no es suficiente para explicar los
menores tamaños de dominio comparados con los esperados según
Turner et al. (1969).
Es posible postular entonces que la distribución espacial de los
arbustos seria un factor determinante del tamaño del dominio de L.
kuhimanni en las Dunas de Concón, ya que dicha distribución implica
una disposición espacial agregada tanto en refugio como alimento.
Durante el periodo de estudio (noviembre a febrero) no se encontró
evidencia de territorialidad, lo cual concuerda con la desaparición post
reproductiva del atractivo sexual. Esta atracción es un factor causal de
la territorialidad (Emlen 1973).
49
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
Finalmente, como Terman (1974), y en base a nuestras evidencias,
consideramos que el tamaño, del dominio es una resultante dinámica
entre factores ecológicos (predación, dieta, distribución de refugios) y
fisiológicos (estado reproductivo); pensamos así que son predecibles
las relaciones entre los factores que determinan el tamaño del dominio,
pero que no es generalizable su cuantificación.
50
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
ESTRUCTURA Y DIVERSIDAD DE LA COMUNIDAD DE
AVES ACUATICAS DE LA LAGUNA EL PERAL, CHILE
CENTRAL
Guillermo Riveros G.%, Italo Serey E. ”* y Patricio Drouilly 1.
Anales del Museo de Historia Natural / Extracto Vol. 14, 1981
En la zona costera del centro del país se localizan numerosas
lagunas que mantienen un gran número de aves, tanto acuáticas como
ribereñas o de pajonal.
Estas lagunas se caracterizan por ser altamente productivas y
presentan una escasa profundidad, una vegetación alta que casi siempre
rodea todo su perímetro y abundante vegetación sumergida.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
De las 19 especies censadas durante el período de estudio
solamente 9 se pueden considerar como residentes. Las otras sólo visitaron
la laguna en diferentes períodos del año, utilizándola, como sitio de
alimentación o descanso migratorio. (Tabla1)
La densidad media estimada para los meses muestreados fluctúa
entre 24.3 — 149.26 ind/Há. Entre los meses de enero, febrero y marzo la
densidad aumenta por la presencia de una gran cantidad de Larus pipixcan
que migra hacia el hemisferio norte utilizando la alguna como descanso
migratorio (Tabla 1). La densidad de las aves residentes se mantiene casi
constante durante todo el año (31.6 — 39.07 ind/Há) excepto los meses de
febrero y marzo cuyos valores aumentan a 59.50 y 56.54 ind/Há
respectivamente, por la incorporación de la nueva generación
principalmente de Fulica armillata y Fulica leucoptera (Tabla 2)
Las especies residentes se pueden separar por su régimen
alimentario en dos grandes tipos: herbíivoras y carnívoras (Goodall y al.
1951).
e e ERE
23 Academia Superior de Ciencias Pedagógicas
24 | aboratorio de Ecología, Depto. de Biología, Universidad de Valparaiso
25 Pontificia Universidad Católica de Chile, Sede Regional de Maule
51
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
Dentro de las especies herbivoras tenemos: Fulica armillata, Fúlica
leucoptera, Fúlica rufifrons, Porphyriops melanops, Anas geórgica y Cygnus
melancoryphus y entre los carnívoros reconocemos a: Podiceps mayor,
Podiceps occipitalis y Podilymbus podiceps.
Las curvas de la abundancia de las especies herbívoras Fulica
armillata, Fulica leucoptera y Fulica rufifrons, muestran una concordancia
en la variación de las poblaciones son distintas siendo Fulica armillata
mayor que Fulica leucoptera y ésta mayor que Fulica rufifrons.
Las otras tres especies herbivoras tienen curvas distintas siendo la
de mayor variación Anas geórgica.
Las especies carnívoras presentan efectivos numéricos bastante
inferiores en relación a las herbívoras, excepto Podiceps occipitalis que
posee valores próximos con Anas geórgica.
Los valores de diversidad específica del total de aves observadas
en la laguna oscilan entre 1.36 — 1.90 bit/ind. El primer valor se debe a la
gran abundancia de Larus pipixican en el mes de febrero.
La diversidad específica de las aves residentes fluctúa entre 1.32 —
1.60 bit/ind. siendo el valor más bajo en el mes de febrero, y el valor
máximo en diciembre. El índice más bajo de diversidad para las aves
residentes se debe al aumento de la abundancia de las especies del género
Fulica.
De acuerdo a los valores de densidad y diversidad de la comunidad
de aves residentes se puede decir que la comunidad es estable en
composición de especies y abundancia relativa.
Las observaciones conductuales nos permiten afirmar que las áreas
de actividad están segregadas entre las especies de diferentes familias.
En el caso de la familia Anatidae la especie de mayor talla Cygnus
melancoryphus (122 cm longitud corporal) ocupa el centro de la laguna
salvo en la época de nidificación en que ocupa el totoral, en cambio la
especie Anas geórgica ocupa la periferia siendo de menos talla (51 cm) .
Las otras especies del género Anas son visitantes en ciertas épocas del
año, lo que hace que la competencia sea mínima, ya que ocupan el centro
de la laguna y además los mecanismos de alimentación difieren con la
especie del género Cygnus, lo que les permite ocupar el mismo espacio.
52
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
Para la familia Rallidae cada una de las especies tienen conducta
alimentaria similar, pero se observa que los tamaños corporales de las
especie presentes son distintos (Fulica armillata 55 cm, Fulica rufifrons 48
cm, Fulica leucoptera 44 cm y Porphyriops melanops 30 cm). La especie
más pequeña (P. melanops), tiene su actividad en la periferia de la laguna,
entre el pajonal, en cambio las otras tres especies mayores viven juntas,
fuera del pajonal.
Se ha observado que existe conducta agresiva entre ellas,
distribuyéndose de preferencia F. armillata más hacia el centro de la
laguna, F. rufifrons en la orilla y F. leucoptera en la zona intermedia (Cody
1970).
Dentro de las especies carnívoras existe una segregación espacial,
Podilymbus podiceps, ocupa la periferia de la laguna mientras que Podiceps
occipitalis y Podiceps major el centro de ella. Esta coexistencia se ve
favorecida porque los tamaños de los picos son diferentes, lo que permite
que la especie de pico grande (P. mayor 76 mm) consuma presas mayores
que la de pico chico (P. occipitalis 19 mm). La especie P. podiceps es la
que posee pico de talla intermedia (25 mm) se encuentra separada de las
anteriores porque vive en la orilla de la laguna
Desde el punto de vista reproductivo se aprecia una segregación
estacional entre las especies: Cygnus melancoryphus se reproduce entre
agosto — septiembre y Anas georgica en septiembre — octubre lo cual
permite comprender la coexistencia de estas especies para nidificar en el
mismo sustrato.
La especie P. melanops y las especies del género Fulica nidifican
simultáneamente en noviembre — diciembre. Esto hace suponer que la
vegetación ribereña permite la nidificación de las clases reproductivas de
estas cuatro especies, y además que los recursos son suficientes para
alimentar los nuevos individuos que se incorporan a la población.
Por lo tanto se puede concluir que en esta comunidad de aves
residentes, la estructura y composición de especies es estable; que los
mecanismos de repartición de recursos son: la selección horizontal del
hábitat, la especialización alimentaria, la conducta territorial y parcialmente
por discontinuidad temporal de las épocas reproductivas.
Estos resultados permiten pensar que un análisis detallado de las
conductas y hábitos de alimentación de un único grupo, como las aves
carnívoras o bien de las herbíivoras permitiría comprender las diferencias
más precisas entre las especies y ponderar los mecanismos de coexistencia
propuestos.
53
Anales Museo de Historia Natural de Valparaíso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
Los mecanismos indicados pueden considerarse como ejes de
diferenciación del nicho-espacio de la comunidad. Las diferenciaciones
fundamentales estarían dadas por la oposición herbívoro-carnivoro, la
segregación espacial y la conducta de las especies.
Estos son mecanismos que permiten comprender la riqueza en
especies y la abundancia de ellas en la comunidad y deben constituir ejes
de diferenciación importantes en las comunidades acuáticas de las lagunas
en Chile Central.
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Anales Museo de Historia Natural de Valparaíso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
ESTIMACION DEL VOLUMEN CEREBRAL EN CONEJOS
Sergio Zunino Tapia?
Anales del Museo de Historia Natural /Extracto/ Vol. 15, 1982
NOTA CIENTÍFICA
Durante largo tiempo ha existido preocupación por la
determinación de la capacidad craneana en conejos (Oryctolagus
cuniculus), así como en otros mamiferos. Darwin (1868), ya había hecho
resaltar la existencia de diferencias volumétricas entre conejos
domésticos y silvestres. Posteriormente Pearson y Davin (1924),
Huckinghaus (1965), Schauenberg (1969), Heran (1973), Mougin (1975),
Derenne y Mougin (1976), Zunino (1984), han utilizado el volumen cerebral
como un parámetro más en la búsqueda de soluciones a problemas de
variación y diferenciación morfológica, evolución y otros.
La técnica para el cálculo de la capacidad craneana se ha mantenido
con pocas modificaciones:
e. Obturación de los orificios del cráneo, para evitar pérdidas del
elemento de relleno, foramen óptico, foramen lacerum-anterior,
foramen hipofisiario y coanas internas.
e Relleno de la cavidad hasta el agujero occipital con un producto de
grano homogéneo: arena, pequeñas semillas secas, granalla
metálica u otro elemento. Durante este proceso se agita
cuidadosamente el cráneo a fin de repartir uniformemente el
relleno.
e Vertido el contenido, ya sea un medio líquido apropiado para
medir el volumen por desplazamiento o directamente en un tubo
graduado en cm”.
Este procedimiento es recomendable cuando es posible alterar los
cráneos con la obturación de los orificios y cuando el número de cráneos
es reducido, pues es una técnica larga de efectuar.
A A e
26 Museo de Historia Natural de Valparaíso
55
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
Ante la necesidad de estudiar una larga serie de material (más de
600 cráneos pertenecientes a: Academia de Ciencias de California, Museo
de Historia natural de París, Universidad Complutense de Madrid, Museo
de Lund de Suecia e Instituto de Investigaciones Keith Thurnbull de
Australia). Y, considerando la imposibilidad de dañar muestras, se
desarrolló una expresión matemática que permitiera estimar el volumen
cerebral de los conejos.
Para calcular el volumen teórico (Vt) del cráneo se observó,
mediante vaciados de yeso, que la forma del cerebro de conejo se puede
asimilar a una esfera. El radio al cubo fue descompuesto en: el cuadrado
de la mitad del ancho de la caja craneana (AC) medido inmediatamente
detrás de las apófisis zigomáticas, por la sumatoria de los largos de las
suturas frontal (LSF) y parietal (LSP). Por tanto el volumen teórico (Vt) fue
estimado por:
Vt=4/3pi(AC/2) - (LSF + LSP)
Entre los volúmenes teóricos y reales existe una diferencia
numérica, la que es salvada con un coeficiente de corrección (K), igual a
0.779. La expresión final para estimar el volumen es:
V = Vt- (Vt- K)
El volumen real medio para los noventa cráneos empleados fue
de: 8.92 + 1.047 cc (6.11 — 10.37), y el volumen calculado de estos
mismos, mediante la fórmula propuesta fue de: 8.97 + 0.796 cc (5.66 —
11.06): no se encontró diferencias significativas entre estos.
El regular valor de la correlación, r = 0.781, entre el volumen real
y el calculado es debido a que son las longitudes de las suturas frontales y
parietales, las que introdujeron la mayor variabilidad con un coeficiente de
variación de 6.5 y 6.17% respectivamente.
56
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
EFECTO DE LA TEMPERATURA SOBRE LA GERMINACION
DE SEMILLAS EN DOS ESPECIES DE LAS DUNAS.
Orlando Balboa ?”
Anales del Museo de Historia Natural /Extracto/ Vol. 16, 1983-1985
Plantago hispidula R. et Pav. (Plantaginaceae) y Clarkia tenella var.
Tenuifolia (Cav.). Son especies terófitas de las dunas que florecen en
primavera y verano, respectivamente. Plantago hispidula es la especie
dominante en el sitio donde se colectaron las semillas. La geminación in situ
se inicia para esta especie tan pronto comienza la estación lluviosa de otoño
o invierno, crece rápidamente y su ciclo de vida termina a mediados de
noviembre. Por otra parte, C. tenella var. Tenuifolia, especie menos
abundante, produce semillas que germinan a mediados de invierno y su
ciclo de vida termina en diciembre (Walkowiak, 1980). Ambas especies se
localizan a lo largo de la región costera de Valparaíso (Quintero 32” 48'S).
De acuerdo de Sery (1978) las dos crecen en lo que se llama dunas fijas.
La precipitación en esta región asciende a 300mm. por año y
mayoritariamente ocurre en invierno (Sery, 1978). Varios estudios existen
que se refieren al clima imperante en las dunas de la región de Valparaíso,
situación hídrica, radiación solar, fotoperiíodo y humedad y la vegetación.
Sin embargo, no existe información referente a la capacidad de germinación
de muchas de las especies que crecen en las dunas. En este estudio se
informa de las respuestas de germinación.
Las dos especies de las dunas estudiadas tienen un
comportamiento germinativo acorde al medio en que viven. Sin embargo
difieren en cuanto a la temperatura ambiental fluctuante se refiere. Las
semillas de P. hispidula están mejor adaptadas a su habitat, germinando en
alto porcentaje a temperaturas fluctuantes (0.5 — 21 *C) y reteniendo
humedad por un tiempo prolongado. Las semillas mixtas en que se
incluyen ambas especies no muestran ningún efecto alelopático.
E
27 Laboratorio de Botánica, Facultad de Ciencias Biológicas, Pontificia Universidad
Católica
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Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Val. 26, 2010 ed. Bicentenario
PALABRAS DEL SR. FRANCISCO SAIZ G.
PRESIDENTE DEL X CONGRESO LATINOAMERICANO DE
ZOOLOGIA.
Anales del Museo de Historia Natural/Extracto/ Vol. 17, 1986
Durante la realización del IX Congreso Latinoamericano de
Zoología, en Arequipa, Perú, al adquirir el compromiso de presidir la
organización de la décima versión de dicho evento científico, consideré
como objetivos básicos de mi futura gestión los que expondré a
continuación y cuyo logro hoy cabe empezar a analizar y evaluar.
En primer lugar, estaba la intención de comprometer en esta labor
a toda la comunidad de científicos chilenos relacionados con el área de la
zoología considerada en su más amplia expresión, propósito cumplido en
su mayor parte.
El segundo objetivo pensado en aquel momento, fue lograr
mantener la continuidad y regularidad de estos congresos tan especiales
como son los nuestros, los que no requieren de rígidas instituciones para
su subsistencia, sino que son el producto del verdadero deseo de reunirse
y de comunicarse de los investigadores latinoamericanos, deseo inculcado
por sus fundadores allá por 1959.
Me complace decir: “objetivo en vías de ser satisfecho a partir de
esta ceremonia”, la cual también da inicio a la fase de relevo de mando
para la organización de la undécima versión, cuya sede aquí será
decidida.
El tercer propósito, en el cual nos detendremos un momento, pasó
a ser la esencia misma del congreso, cual es ofrecer una verdadera
instancia de discusión y de intercambio de información y de ideas a los
científicos latinoamericanos. Componentes básicos de este objetivo son:
espacio, tiempo, participantes y nivel científico.
Para su logro, hemos hecho todos los esfuerzos posibles por
ofrecer una amplia gama de conferencias y de simposios a cargo de
connotados especialistas, a la vez que hemos tratado de fomentar al
máximo la presentación de comunicaciones libres y de organizar las
sesiones de trabajo en forma tal que se pueda obtener el máximo de
provecho por la mayor parte de los participantes.
59
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
Este objetivo está cumplido en cuanto a gestar una adecuada
instancia espacial y temporal de acción, la cual les estamos ofreciendo. El
resto es tarea a ser materializada durante la realización del congreso y los
actores responsables de esta etapa son ustedes, colegas
latinoamericanos.
Permitidme que me detenga un poco en los actores, en los
participantes latinoamericanos, los cuales no solo deben existir y tener
nivel suficiente, sino también deber disponer de los recursos adecuados y
de la libertad de investigación para que su producción sea la que
corresponde. Además, deben tener la posibilidad concreta de asistir a
este tipo de reuniones, si es su interés contrastar su labor con la de sus
colegas.
Desgraciadamente parecen existir serias limitantes a las
condiciones y facilidades de trabajo de nuestros científicos, así como a sus
posibilidades de participación en estos eventos.
Nuestra posición de organizador de un congreso de la naturaleza y
amplitud del que estamos inaugurando, es ideal para captar el drama
económico personal y de recursos de trabajo en que se debate la mayoría
de los investigadores. Ello redunda, además de limitar las posibilidades de
investigación y de su consecuente freno al nivel de excelencia, en la no
participación de un considerable número de interesados y en la
disminución de la importancia relativa de estos encuentros en su función
de integradores y difusores de los avances logrados en los años
transcurridos entre sus periódicas realizaciones.
Es penoso para un Comité Organizador ver cómo van quedando
en el camino una gran cantidad de preinscritos, en la medida que se
acerca la fecha de la inauguración del congreso, ante la imposibilidad de
obtener recursos para viajar y ante la impotencia nuestra para ayudarlos a
todos, a pesar de haber otorgado un considerable número de becas a
científicos jóvenes.
Este problema está relacionado fundamentalmente con el ser y
quehacer de las Universidades, pues es en estas instituciones donde está
centrada la investigación científica en Latinoamérica. Es de sus políticas y
de las políticas que a ellas se les aplique que depende nuestro futuro. Y el
futuro no es para jugar con él.
60
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
Felizmente, aún hay organismos e instituciones que actúan como
mecenas, permitiendo disminuir los factores negativos que se ciernen
sobre nuestras acciones científicas y sobre nuestras reuniones. A ellos
me referiré in extenso cuando estemos dando por terminado este
congreso.
También, dentro de este tercer objetivo, y en relación con el
intercambio de ideas y de conocimientos y lo que ello significa como
progreso, es probable que el X Congreso Latinoamericano de Zoología se
identifique como una condición de relevo dentro del proceso sucesional de
la investigación científica en nuestra área en Latinoamérica. De relevo,
pues aparentemente estamos frente a una nueva generación de científicos
cuya producción no puede estar ajena al desarrollo de los programas de
postgrado iniciados hace algunos años.
El desarrollo de tales programas ha permitido ir pasando del
especialista - especialista, formado en el extranjero y trabajando en una
isla, a los grupos de trabajo con un alto grado de integración y a una
cobertura más completa de los diferentes aspectos de nuestro sustrato de
investigación.
Ello llevará a futuro, si pueden continuar, a una mayor
homogeneidad de los niveles científicos intra e interpaíses y a una menor
dependencia de esquemas y recursos foráneos, los que generalmente son
demasiado absorbentes.
Por último, dentro de este mismo objetivo, no puedo abstraerme
del hecho que estamos insertos en un momento de alta sensibilidad
conservacionista y de protección de algunas especies.
No tengo claro si se le dará la debida importancia a aquella que
está sometida a mayor riesgo, el Homo sapiens, así sesudamente
denominada por un Homo sapiens, y cuyo holotipo aparentemente está
perdido.
El estudio de esta especie me parece primordial dentro del
contexto conservacionista porque, tanto biológica como culturalmente, es
el regulador energético del mundo, y las acciones sobre flora y fauna
estarán siempre condicionadas por la direccionalidad de la acción del
hombre.
Esta especie, con sus ya 5 mil millones de individuos y su
potencialidad de modificación de categoría geológica, es una máquina
energética que utiliza como ingresos una parte muy reducida de la
naturaleza viva y que masifica la producción de esa mínima parte en
desmedro lógico y natural del resto. Sus egresos también llevan el sello
61
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
de su individualidad y de su pasividad y, por ende, sus efectos tienden a
ser unidireccionales.
Me pregunto: ¿podemos preservar sin tocar a la especie humana,
o, dicho de otra manera, podemos preservar haciendo abstracción de la
direccionalidad del impacto del hombre en la evolución de la naturaleza?
¿No es hora de definir que humanidad queremos para saber que
naturaleza deberíamos tener y actuar en consecuencia? ¿Nuestra ciencia
no debería estar impregnada de estas interrogantes?
Finalmente, como cuarto objetivo planteado a mi quehacer de
organizador de este congreso, estaba fomentar el estrechamiento de lazos
de amistad y de hermandad latinoamericana, íntimamente entrelazados
con las colaboraciones e integraciones científicas que espero fructifiquen
generosamente durante este evento y sean de tal calidad que no solo
perduren mucho tiempo, sino también sean gestoras de su propio
incremento.
El cumplimiento de este objetivo requiere de la buena disposición
de todos ustedes, requiere de la sencillez del sabio y de la paciencia y
tolerancia del maestro, requiere de la generosidad del hombre — hombre
que, más que en su realización concreta y particular, se realiza en su
proyección en otros seres humanos, en la capacidad de hacer que los
otros hagan, más que en hacerlo todo él y para él. Se requiere dejar de
lado el dogmatismo en nuestras relaciones, aceptando que no sabemos
todo, que no poseemos la verdad, que máximo sabemos algo que los
otros no saben, pero que desconocemos mucho de lo que los otros
conocen.
También es preciso reconocer que la investigación en un proceso
de micrologros secuenciales que, a la vez que solucionan algunos
problemas, crea nuevas y más importantes interrogantes. Que es un
proceso en que estamos participando todos y al que todos deben concurrir
con humildad, en su campo y a su nivel. La integración de pequeños y
buenos aportes configura los grandes logros.
Colegas latinoamericanos, os ruego nos ayudéis a cumplir
cabalmente las partes de los objetivos aún en suspenso para que las
proyecciones científicas y humanas sean de real valor.
Es con placer que declaro inaugurado el X Congreso
Latinoamericano de Zoología. El Congreso es vuestro. GRACIAS
62
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
RELACIONES TROFICAS Y CARACTERES
MORFOFUNCIONALES DE ORESTIAS LAUCAENSIS
ARRATIA 1982 (PISCES, CYPRINODONTIAEB).
Manuela Pinto CY. 2. Irma Vila P??.
Anales del Museo de Historia Natural /Extracto/ Vol. 18, 1987
Los lagos alto andinos de la región altiplánica boliviana, peruana y
chilena presentan una importante biota acuática la que posee especiales
características adaptativas a la alta radiación solar y alto contenido iónico de
estas aguas, además de interesantes relaciones biogeográficas.
Las especies del género Orestias han sido estudiadas hasta ahora
principalmente con un enfoque sistemático. La gran diversificación de este
género observada en lago Titicaca, ha sido aunada con la especialización
trófica y conjuntamente con el desarrollo de estructuras relacionadas con la
ingestión de alimento. Como el comportamiento alimentario es característico
para cada especie y comienza a evidenciarse temprano en la evolución de
ellas, nos ha parecido de especial interés conocer las adaptaciones
alimentarias de Orestias laucaensis en el sistema hidrográfico del río Lauca,
Chile.
DISCUSIÓN
Es interesante destacar que en esta especie, el número de machos
fue siempre mayor que el de las hembras, a diferencia de lo encontrado en
otras especies del Lago Titicaca. Tal es el caso de Orestias minimus
Tchernavin y Orestias tchernavini Lauzanne, en las cuales solo se conocen
ejemplares hembras. Esto llevó a Parenti (1984a) a plantearse si esto
estaría relacionado con la reproducción. En este estudio se encontró que
Orestias laucaensis posee diformismo sexual en longitud total y altura y en
hábitos alimentarios.
o ff PP.
2 Departamento de Biología y Salud, Universidad de Tarapacá
29 Departamento de Ciencias Ecológicas, Facultad de Ciencias, Universidad de Chile
63
Anales Museo de Historia Natural de Valparaíso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
Los resultados encontrados permiten concluir que Orestias
laucaencis es un pez depredador carnívoro que captura activamente su
presa. Las hembras obtienen su alimento entre la fauna que vive sobre las
macrófitas tales como larvas de insectos y caracoles, o entre esta
vegetación como es el caso de Hyalella y Alonella. Los machos en cambio,
se alimentan preferentemente de los microcrustáceos que nadan entre las
macrófitas como cladóceros, copépodos y ostrácodos. Esto ocurre en los
machos de menor talla, ya que a longitudes mayores el pequeño tamaño de
estos microvertebrados (0.3 mm) les permitiría escapar por entre las
branquioespinas del aparato branquial.
Como las capturas de Oretias se realizaron al mediodía, es posible
deducir que estos peces se alimentaban durante la mañana porque en la
totalidad de los ejemplares los estómagos contenían abundante comida y
los ítems estaban en su mayoría sin digerir.
El análisis de los contenidos estomacales permite concluir que la
divergencia en la frecuencia de los items consumidos se produce no
solamente entre peces de distinta longitud sino ésta es además diferente
entre machos y hembras, hecho que podría influir en la distribución de
Orestias en el ecosistema.
Los recursos alimenticios fueron abundantes durante ambos
períodos de estudio ya que los copépodos alcanzaron hasta 1.500
individuos 1-* e Hyalella a 310 individuos 1- *. A pesar de la abundancia
de organismos planctónicos, O. laucaencis consume preferentemente la
fauna asociada a la vegetación de macrófitas. Las estructuras involucradas
en la ubicación, obtención de la presa son interesantes de relacionar con la
ubicación y movilidad de los ítems alimenticios. En este caso el tamaño
grande y posición laterosuperior de los ojos, la posesión superior y
movilidad de la boca conjuntamente con la posesión de un sistema
bucofaríngeo con abundantes dientes incisiviformes y branquioespinas
cortas y espaciadas.
64
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
ORYCTOLAGUS CUNICULUS L. EN JUAN FERNANDEZ.
PROBLEMA Y CONTROL.
Francisco Saiz% y Patricio Ojeda?'
Anales del Museo de Historia Natural /Extracto/ Vol. 19, 1988
La Isla Robinson Crusoe de Archipiélago Juan Fernández ha sido
campo de las más inverosímiles introducciones de especies, muchas de las
cuales se han convertido en graves plagas, transformando profundamente
el ambiente de la isla, entre ellas destaca el conejo, el cual fue introducido
hace aproximadamente unos cincuenta años.
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
El análisis de la aplicación de un plan de caza permanente,
mediante lazos, de los conejos de la isla Robinson Crusoe, que si bien se
hizo en forma parcial e irregular respecto de la proposición de Sáiz et al
(1982), permite sacar algunas conclusiones interesantes.
Es evidente que la mayor intensidad de caza provoca disminución
en la densidad de conejos, así como que la baja intensidad favorece el
incremento poblacional. Este efecto es mucho más evidente si la acción de
caza se concentra en el periodo reproductivo (Mayo — Junio — Julio —
Agosto).
Si bien el efecto de disminución de densidades no es visible para la
isla considerada como un todo, es patente en los sectores que han sufrido
un mayor esfuerzo de caza, compensándose estas bajas con los
incrementos en sectores con mínima o nula intensidad de caza.
A A A A
30 Ecología, Universidad Católica de Valparaiso
31 Protección Fitosanitaria Forestal, CONAF- V Región
65
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
Sin embargo, y a pesar de la no disminución global de la densidad
de conejos en la isla se observa, para toda ella, una significativa
disminución de tallas y de pesos, desapareciendo los individuos de mayor
peso y talla (mayor edad), los que tienen mayor tasa reproductora. En
consecuencia, la población de conejos ha sido efectivamente impactada por
la caza a que ha sido sometida. También es detectable un menor número
de tallas menores, índice de menor reclutamiento.
Lo expuesto avala la efectividad de la modalidad de control, sin
introducción de mixomatosis, propuesta por Sáiz et al (1982) si se aplica el
método en forma rigurosa e intensa en toda la isla por un lapso adecuado.
Inciden en la apreciación anterior los valores de recuperación
herbácea de las praderas de los sectores que muestran clara disminución
de la densidad de conejos (Villagra, Tres Puntas y plan del Yunque), así
como de las exclusiones de ganado y conejos. Al respecto, hay que
reconocer que la disminución del ganado doméstico y un mejor manejo del
mismo han cooperado a esta recuperación.
66
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
ESTUDIO SOBRE CAPACIDAD GERMINATIVA Y
VIABILIDAD
TEMPORAL DE SEMILLAS DE JUBAEA CHILENSIS.
Francisco Saiz”, Leonardo Antivilo 8. Leopoldo Silva?**
Anales del Museo de Historia Natural /Extracto/ Vol. 20, 1989
Jubae chilensis, la palmera más austral del mundo, es endémica de
Chile. Su límite natural se habría extendido desde la IV a VIIl Región del
país, con mayor densidad en valles costeros de Chile Central. Actualmente
los principales palmares se ubican en el valle de Ocoa y en la Cuenca de
Cocalán. Esta especie crece tanto en lugares secos, asociada a vegetales
xerófilos, como en fondo de quebradas bajo condiciones de mayor humedad
y en laderas hasta 1.400 m de altitud.
Observaciones de los autores y trabajos de MICHEA (1988)
constatan un aceptable porcentaje de germinación en terreno, evaluable por
la presencia de numerosas plántulas. Nuestras observaciones indican que
éstas están sometidas a fuerte depredación por ganado doméstico y a
destrucción durante el proceso de extracción de cocos, así como por la
acción de visitantes. Todo ello afecta la renovabilidad del palmar al disminuir
la magnitud de banco de semillas y densidad de plántulas.
CONCLUSIONES
Del estudio realizado se concluye que para lograr una buena
germinación de las semillas de Jubaea chilensis hay que considerar a las
semillas de la cosecha del año por su alta viabilidad, el sembrado en
profundidad (15 cm. en este ensayo), el sustrato Tierra / Aserrín o Tierra, no
siendo necesario ningún tratamiento particular de escarificación.
Al respecto, los valores de capacidad germinativa para las
combinaciones mencionadas son 100 % y 85 % respectivamente,
descontándose las pérdidas.
Los sustratos Arena y su combinación con Tierra son los menos apropiados.
A A A
32 Laboratorio de Ecología, Universidad Católica de Valparaiso.
33 | aboratorio de Botánica, Universidad Católica de Valparaiso
67
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Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
INCENDIOS FORESTALES EN EL PARQUE NACIONAL LA
CAMPANA,
SECTOR OCOA, V REGION, CHILE.
l. PROBLEMA E INCIDENCIA DE INCENDIOS
FORESTALES EN CHILE.
Francisco Saiz **
Anales del Museo de Historia Natural /Extracto/ Vol. 21, 1990
La gran diversidad e intensidad de los efectos que producen los
incendios forestales en los ecosistemas no pirófilos, con lo que ello significa
en cuanto a destrucción y alteración de sus componentes en el corto tiempo
y de su evolución futura en el largo plazo y la altísima incidencia en Chile, y
en particular en la V Región, de los incendios forestales; así como de su
reiteración, con sus drásticas consecuencias de deterioro del medio
ambiente y de pérdida de los recursos naturales del país, han motivado la
presente investigación del tipo de seguimiento temporal, ella intenta llenar
en parte el vacío de información sobre los efectos del fuego en los
ecosistemas de chile de clima mediterráneo, así como de los patrones de
recuperación de flora y fauna en el largo plazo y del tiempo necesario para
recuperar las biomasas y estructuras perdidas.
En esta investigación concreta se intenta evaluar el impacto directo
del incendio en la vegetación y en la artropofauna epigea e hipogea de
algunas formaciones vegetales de Chile de clima mediterráneo y, evaluar, a
igual nivel taxonómico, la recuperación durante al menos un año después
del incendio.
Para su ejecución se aprovechó un gran incendio ocurrido en el
Parque Nacional La Campana, entre el 19 y el 25 de febrero de 1984,
comprometiendo bosques esclerófilos (310 ha), matorrales esclerófilos y
formaciones xéricas (580 ha) y pastizales (60 ha), los que en conjunto
representan el 17 % del área del Sector Ocoa del Parque. El interés por el
estudio de los incendios forestales en esta zona se acentúa por la
presencia, entre las formaciones vegetacionales, de palmares de Jubaea
chilensis única especie de palmera en Chile y cuyas poblaciones están en
franco retroceso. En este estudio el interés se centró en la vegetación
A EE A A
% Ecología Universidad Católica de Valparaíso
69
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
herbácea, arbustiva y arbórea, en la fauna hipógea (especialmente Acarina
y Collembola) y en la fauna epigea (Blattaria, Coleoptera, Formicidae,
Mutillidae y otros artrópodos de la hojarasca).
Para la consecución de los objetivos específicos se seleccionó una
ladera de exposición Norte, de 15” de inclinación. En ella se establecieron
dos parcelas de 30 x 70 m subdivididas en 21 unidades de 10 x 10 m y
dispuestas en forma paralela y adyacentes entre sí. Una de ellas dentro del
área no quemada, la que sirve de control, y la otra en el área quemada, de
manera tal que quede una secuencia altitudinal de seis cuadrantes entre
quemados y no quemados. El siguiente esquema aclara la disposición:
Sector Quemado Sector no quemado
PAM
En cada parcela se midió:
1.Densidad y cobertura de vegetación herbácea, arbustiva y arbórea.
2.Fauna epigea mediante trampas de intercepción.
3.Fauna hipogea mediante muestras de 150 cc a los siguientes niveles:
0-3 y 3-6cm.
4.Contenido de agua y pH a iguales profundidades que en punto 3.
La periodicidad de recolección fue aproximadamente de 35 días,
durante dos años seguidos.
Los detalles de las metodologías particulares y los resultados de los
diferentes aspectos se presentarán como trabajos independientes en revista
Anales del Museo de Historia Natural, N” 21, 1990: Villaseñor y Sáiz (II
vegetación arbustiva y arbórea, Ill vegetación herbácea), Sáiz y Bascuñán
(IV fauna del suelo, VII otros artrópodos de la hojarasca), Sáiz y Carvajal (V
Blottodia, Formicidae y Mutillidae) y Sáiz, Solervicens y Vivar (VI
Coleoptera).
70
Anales Museo de Historia Natural de Valparaíso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
PTEREDOFITOS DEL CERRO LA CAMPANA Y DE LAS
QUEBRADAS DE EL OLIVAR, VALPARAISO, V REGION.
Bernardo Parra 8 Viviana Escudero
Anales del Museo de Historia Natural / Extracto/Vol. 22, 1994
El cerro La Campana (32*57"S, 71%07"W; 1900 m.s.n.m) al interior
del Parque Nacional La Campana, es un lugar de alto interés botánico. Por
sus características biogeográficas están representadas la mayor parte de
las comunidades que caracterizan a la zona central de nuestro país.
Las quebradas de El Olivar (33%02'S, 71*30"W; 100 m.s.n.m) entre
1983 y 1990 constituyeron el parque de flora y fauna del mismo nombre.
Representan un lugar de interés botánico, no solo por incluir al jardín
Botánico, sino también por sus características biogeográficas, por haber
sido excluidas de la acción antrópica y por no haber sido estudiada su flora
pteridológica.
A pesar de existir numerosas referencias a especies de helechos
presentes, especialmente en el cerro la Campana (Looser 1930), a la fecha
no se ha publicado un catastro exhaustivo de los Pteridófitos presentes en
ambos lugares de trabajo, aspecto que constituye el objetivo principal de
este artículo.
CONCLUSIONES
El análisis y la comparación de la flora pteridológica del Cerro La
Campana con las de otros lugares de la V Región, demuestran que se trata
de una de las localidades de la Zona Central con mayor riqueza y
abundancias relativas de especies de pteridófitos. En el se encuentran
helechos hidrófilos como Azolla filiculoides, Thelypteris argentina y
Dennstaedtia glauca, junto a otros bastante xerófilos como Cheilanthes
glauca, Notholaena tomentosa, Pleurosorus papaverifolius y Polystichum
plicatum.
71
Anales Museo de Historia Natural de Valparaíso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
Lo anterior tendría su explicación en la heterogeneidad ambiental,
altura, inclinación y humedad de este hábitat, que conforma un microclima
especial, favorable a la diversidad de pteridófitos.
En las quebradas de El Olivar, la riqueza de especies y las
abundancias relativas estimadas son menores, en razón de que la altura,
humedad y heterogeneidad ambiental son menos significativas que en el
cerro La Campana. No obstante lo anterior, la flora pteridológica de este
lugar es bastante representativa de la Zona Central.
72
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
RESIDENCIA, ABUNDANCIA Y PREFERENCIA DE HABITAT
DEL PATO GARGANTILLO (ANAS BAHAMENSIS) EN EL
HUMEDAL
“ESTERO EL YALI”, CHILE CENTRAL. *
Yerko Vilina?*?
Anales del Museo de Historia Natural /Extracto/ Vol. 23, 1995
A partir de la información recopilada durante los censos
neotropicales de aves acuáticas (Carp 1991, Blanco y Canevari 1992 y
1993), se puede postular que en América del Sur, Anas bahamensis tiene
probablemente su centro de distribución por el Este, principalmente en
Argentina.
Los resultados confirman las observaciones de Barros (1919)
respecto a que el pato gargantillo se reproduce en Chile. Lo cual ocurriría
durante la primavera — verano, siendo además una especie residente en el
país. Por lo tanto debería modificarse lo afirmado recientemente por Araya
y Millie (1986), Madge y Burne (1988) y Fjeldsa y Krabbe (1990) respecto
que esta especie es solo un visitante ocasional.
No puede descartarse que la presencia del pato gargantillo se haya
acrecentado en los últimos años, ya que recientemente se han descrito
desplazamientos de aves de orilla y de aves acuáticas desde Argentina
hacia Chile (Vilna y Drouilly 1990, Schlatter et al 1991). Lo que estaría de
acuerdo con lo propuesto por Goodall et al (1946), respecto a los posibles
desplazamientos de esta especie desde el Este hacia Chile, en
correspondencia con períodos de sequía.
El número de patos gargantillo en este humedal ha sido la mayor
concentración observada durante los censos de aves acuáticas realizados
en algunos humedales de Chile. Durante el censo de 1990 se censaron en
total 18 individuos (Carp 1991), ocho de los cuales fueron observados en el
área de estudio. En Julio de 1991, se contabilizaron 24 individuos (Blanco y
35 Financiado parcialmente por Humedales para las Américas (WA) y por Manomet
Birder's Exchange del Manomet Bird Observatory (MBO)
3 Dpto. de Biología Celular y Genética, Facultad de Medicina, Universidad de Chile,
Santiago, Chile.
73
Anales Museo de Historia Natural de Valparaíso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
Canevari 1992), ninguno de ellos en El Yali, ya que esta zona no fue
censada con ese propósito. En ese mes, en el área de estudio hubo 14
individuos.
En Julio de 1992 se contabilizaron 57 individuos (Blanco y Canevari,
1993), 50 de los cuales fueron observados en El Yali. Lo anterior permite
concluir que este humedal es un importante sitio de concentración para esta
especie, además de ser el único lugar en el país en que actualmente se ha
registrado su reproducción. Estos resultados reafirman la importancia del
humedal “Estero El Yali” para la observación de las ánidas, ya que en él se
concentran y reproducen varias otras especies de este Orden, como es el
caso del cisne de cuello negro Cygnus melancorhypha y el cisne coscoroba
Coscoroba coscoroba (Vilna 1994).
Los resultados muestran que en Chile el pato gargantillo habita
ambientes salobres tanto de altura como costeros, tales como los salares
de Coposa y Michincha, la desembocadura del Río Copiapó y los ambientes
salobres del humedal “Estero El Yali”. No obstante, también ha sido
regularmente observado en ambientes dulceacuícolas como el Tranque San
Rafael. Estos resultados son coincidentes con lo postulado por otros
autores respecto a sus hábitats, quienes han descrito a la especie asociada
principalmente a ambientes salobres (Meyer de Schauensee 1982, Gómez-
Dallmeier y Cringan 1989, Fjeldsa y Krabbe 1990). Sin embargo también
hay quienes la describen asociada a ambientes dulceacuícolas (Barattini y
Escalante 1971, Clarke 1986).
74
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
AMPLIACIÓN DISTRIBUCIONAL DE LA CARMELITA,
PERCILIA GILLISSI GIRAD, 1854 (PISCES: PERCILIIDAE).
Sergio Zunino,”” Mariella Baeza, Sergio Quiroz 8 Roxana
Rivera?
Anales del Museo de Historia Natural /Extracto/ Vol. 24, 1999
La riqueza de la ictiofauna continental nacional es bastante pobre
pues solo posee 66 especies, de las cuales 44 (66%) corresponden a
nativas (Glade, 1993). A pesar de ello, nuestra fauna resulta de gran interés
a causa de su alto endemismo, en particular los representantes de la familia
Siluridae (Pequeño, 1995); también por la antigiedad del género
Diplomystes (Eigenmann, 1927); por poseer una distribución restringida, no
sobrepasando los 2.000 m. de altitud (Contreras et al., 1996) o estar
circunscrita a hoyas muy particulares.
La situación de los peces dulceacuícolas se complica al considerar
que gran parte de los cuerpos de agua dulce de Chile sufren de una fuerte
contaminación por la recepción de descargas de aguas servidas de origen
doméstico, industrial y/o agrícola y, de manera muy especial los de la zona
central del país, los cuales además están afectados por notables e
importantes reducciones de sus caudales a causa de prolongadas sequías y
extracción de sus aguas con fines de riego.
En consideración a lo anterior el Laboratorio de Ecología y
Contaminación de Aguas Continentales, dependiente de la Universidad de
Playa Ancha, está desarrollando un programa científico que tiene por
objetivo principal estudiar las comunidades de peces de agua dulce de la V
Región y , de manera muy especial de aquellos cuerpos de aguas más
afectados o susceptibles de contaminación por proximidad a los centros
urbanos. Uno de estos esteros es el de Limache, cercano a la ciudad de
igual nombre, con cerca de 35 mil habitantes con una fuerte dedicación a
las actividades agrícolas.
37 Museo de Historia Natural de Valparaiso. Condell 1546, Casilla 3208, Correo 3, Valparaíso.
Chile
38 laboratorio de Ecología y Contaminación de Aguas Continentales. Facultad de Ciencias
Naturales y Exactas, universidad de Playa Ancha.
75
Anales Museo de Historia Natural de Valparaíso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
El estero de Limache, un afluente del río Aconcagua, tiene
cabeceras en la vertiente poniente de los cerros La Campana y el Roble y
del cordón de La Dormida, donde se juntan los esteros Las Palmas,
Quebrada Alvarado y Cajón de la Dormida con el nombre de estero
Pelumpén. Más abajo bisecta a la ciudad de Limache y sigue al Oeste casi
paralelo al curso del río Aconcagua. Conforma una típica hoya de régimen
pluvial.
Posee dos obras de regulación, la primera está emplazada en uno
de sus principales afluentes, el estero Lliu-lliu, y la segunda, corresponde al
embalse Los Aromos en el mismo estero de Limache. El desarrollo total del
estero es de 50 Km., y la superficie de la hoya drenada asciende a 573 Km?.
En ocasión de un estudio en el estero y más precisamente en la
localidad de Los Chaparros (33% 00' Sy 71* 16' W) al Este de la ciudad de
Limache, el 22 de Mayo de 1998, se capturó un ejemplar de Percilla gillissi,
correspondiente a un espécimen de 59,3 mm de largo total y 3,1 g de peso
corporal. El agua en este sector es bastante clara con sectores de escasa
pendiente; en los remansos el agua llega tener 1,20 m de profundidad,
aunque lo más común es que ésta no sobrepase los 50 cm. La vegetación
acuática es bastante abundante y está constituida, especialmente, por
Linmobium stoloniferum (Hierba guatona), Hidrocotyle ranunculides
(Sombrerito de agua), Azola filiculoides (Flor del pato), Helodea canadensis
(Elodea) y Nasturtium officinale (Berro).
Junto con la Percilia gillissi (Carmelita) se encontraron otras siete
especies de peces cuatro de ellas introducidas: Cnesterodon
decenmaculatus (Gambusia manchada) Gambusia affinis (Gambusia
común) Cichlasoma facetum (Chanchito) y Cyprinus carpio (Carpa); tres
nativas: Basilichthys microlepidotus (Pejerrey de escama chica), Cheirodon
pisciculus (Pocha) y Trichomycterus aerolatum (Bagre).
De acuerdo con los aporte de Eigenmann (1927), Mann (1954),
Arratia et al. (1981) Percilia gillissi se distribuye entre Santiago (río Maipo) y
Puerto Montt y de preferencia en los cuerpos de aguas de la zona centro sur
de Chile, lo cual es corroborado además por los registros de los
especímenes depositados en las colecciones de la Academia de Ciencias
Naturales de Filadelfia (ANSP), de la Academia de Ciencias de California
(Cas), del Field Museo de Historia Natural (FMNH) y del Museo de Zoología
de la Universidad de Michigan (UMMZ2).
76
Anales Museo de Historia Natural de Valparaíso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
La importancia de la captura de Percilia gillissi en la localidad de Los
Chaparros, Limache, radica en primer lugar en ampliar su distribución a 80
Km., al norte de la localidad de colecta más septentrional y que corresponde
al estero de Peñaflor (CAS 38661) perteneciente a la hoya hidrográfica del
río Maipo. Con ello, también se amplió su presencia a una nueva hoya del
río Aconcagua. Y finalmente, al encontrarla en un nuevo curso aumentan las
posibilidades de sobrevivencia de esta especie, ya que está considerada en
situación vulnerable (Glade, 1993).
77
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Anales Museo de Historia Natural de Valparaíso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
RELACION ENTRE EL TAMAÑO MÍNIMO DE FRAGMENTOS
BOSCOSOS Y SU RIQUESA DE ESPECIES DE AVES EN EL
SUR DE CHILE ?
Alberto Gantz 8. Jaime Rau Y
Anales del Museo de Historia Natural /Extracto/ Vol. 24, 1999
La tala o destrucción de los bosques nativos templados-húmedos
del sur de Chile, con fines dendroenergeticos, forestales y agrícolas,
provocó la fragmentación e insularización de los ecosistemas boscosos
originariamente continuos. Este proceso destructivo no es reciente. Ya en
1952 la extensión de los bosques primarios se había reducido un 16%. Así,
se estructuró un paisaje de tipo mosaico, con fragmentos aislados de
bosque nativos secundarios de diferentes formas y tamaños que fluctúan
entre 2-10 ha.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En nuestra área de estudio se observaron 32 especies de aves
monogenéricas incluidas en 32 géneros y 16 familias. Las aves dominantes
en la mayoría de los fragmentos fueron: rayadito (Aphrastura spinicauda,
Gmelin 1789), zorzal (Turdus falcklandii, Quoy Gaimard 1824) y cachudito
(anairetes purulus, Kittlitz 1830) todas presentes en el 94 % de los rodales;
le siguen en importancia: cometocino patagónico (Phrygilus patagonicus,
Lowe 1923) con una frecuencia del 67% y chucao (Scelerchius rubecula,
Kittilitz 1830) con menor dominancia pero presente en el 83% de los
fragmentos boscosos. Cachudito y cometocino pataónico son especies
ecotonales, sin embargo, fueron observadas en el interior y el borde
respectivamente, de los fragmentos. Las familias más representadas fueron
Falconidae con 5 especies y Emberizidae, Rhinocryptidae y Tyranidae con 4
especies. Las menos representadas fueron Trochilidae, Troglodytidae y
Psittacidae con 1 especie.
An Proyecto 3150/96 financiado por la Dirección de Investigación y Post-Grado,
Universidad de los lagos. Osorno, Chile. ye |
40 | aboratorio de Ecología, Departamento de Ciencias Básicas, Universidad de Los
Lagos.
79
Anales Museo de Historia Natural de Valparaiso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
Se puede observar que los fragmentos de mayor tamaño soportaron
una mayor riqueza de especies (19 y 16 especies en 298 y 344 ha,
respectivamente) que en rodales pequeños (8 y 10 especies en 3 y 6 ha,
respectivamente).
De los cuatro modelos de regresión aplicados para determinar la
relación entre S y A, se encontró que la ecuación de potencia presentó el
mejor ajuste a los datos empíricos obtenidos, con un coeficiente de
determinación de 48,0% y una pendiente z= 0,148, significativa (p= 0,001).
De esta variable se pudo determinar el poder estadístico de la ecuación de
potencia y el cálculo del tamaño mínimo de muestra requerido para
minimizar la probabilidad de cometer error de Tipo 2 (Dupont y Plummer
1990). Para a= 0,05, un poder estadístico de 95% una pendiente z= 0,148 y
una desviación estándar de los residuos del modelo lineal iguala 0,085, el
tamaño de muestra requerido es justo de n=18. Estos resultados nos
permiten afirmar que una reducción en el tamaño de los remanentes
boscosos nativos estudiados, provocó una pérdida significativa de la riqueza
de especies de aves asociadas a dichos rodales. Estos resultados
concuerdan con los obtenidos por Willson et al (1994) y Rozzi et al (1995)
para islas virtuales y reales del archipiélago de Chiloé, respectivamente.
De acuerdo a los valores empíricos del exponente z entregados por
la literatura, el valor de z 0,148 sugiere que los fragmentos boscosos
evaluados se comportaron como islas virtuales.
El valor del exponente z, nos permitió evaluar el tamaño mínimo del
fragmento boscoso que soporta la mayor riqueza de especies de aves. Se
derivó gráficamente a partir de la curva especies área (Brower et al. 1990).
Y se aplicó una regla empírica, la cual señala que a un aumento del 90% de
un área, el número máximo de incremento de especies nuevas sería del
10% (Guiller 1984, Caughley y Sinclair 1994). Aplicada a los fragmentos
boscosos evaluados, de esta regla se deriva que la mayor riqueza de
especies corresponde a 50 ha, mostrando correspondencia con la curva
especies-área.
Sin embargo, si bien 50 ha soportan la mayor riqueza de especies
de aves, tal superficie presenta algunas limitaciones. Probablemente un
área de 50 ha sea insuficiente para albergar poblaciones genéticamente
viables de especies de aves con mayores requerimientos de hábitat y
amplios ámbitos de hogar. Por ejemplo, especies como concón (Strix
rufipes, King 1828), carpintero negro (Campephilus magellanicus, King
1828) (no registrado en los censos) y peuquito (Accipiter bicolor, Vieillot
1817), fueron observados sólo en fragmentos de gran tamaño (350, 350 y
188 ha respectivamente). Esto indicaría la inviabilidad de fragmentos
boscosos de 50 ha para la conservación de estas especies.
80
Anales Museo de Historia Natural de Valparaíso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
Por otra parte, considerar sólo el área mínimo de un fragmento de
hábitat carece de sentido si se mantiene el aislamiento entre ellos. El grado
de aislamiento entre las islas también afecta negativamente la riqueza de
especies, principalmente aquellas con capacidades de dispersión reducidas
(Beier 1993). Para evitar ello, los fragmentos boscosos deben estar
conectados por corredores biológicos. Estos reducirían los efectos
negativos del aislamiento, al permitir la dispersión de las especies entre las
islas, incrementar la disponibilidad de hábitat y favorecer el intercambio
genético entre los individuos de las poblaciones de aves aisladas (Wilcox
1980, Noss 1987, Harris 1984, Inglis y Underwood 1992).
Otro factor importante referente al tamaño de los fragmentos es que,
de acuerdo a la teoría de diseño de reservas, diversos autores plantean que
es preferible una gran reserva, que varias aisladas de tamaño equivalente
(Diamond 1986, Woolhouse 1987; Wilson y Willis 1975, Terborgh 1975). Sin
embargo, la aplicación empírica de estos planteamientos, para preservar la
riqueza de especies de aves presentes en los fragmentos boscosos
estudiados, posee serias limitaciones y, al parecer, se adecúa más al
segundo planteamiento. Esto, dado el alto grado de perturbación antrópica
(actividad forestal y ganadera) a que están sometidos, que reducen
progresivamente su superficie y, además, a la escasa disponibilidad de
fragmentos boscosos grandes. La mayoría de los fragmentos boscosos en
el área de estudio, son de tamaños inferiores a 50 ha y poseen una
superficie promedio de 39,4 ha, lo cual imposibilita la aplicación de reservas
de gran tamaño para preservar y conservar la riqueza de especies de aves
que albergan.
En síntesis, para preservar y conservar la riqueza de especies de
aves y evitar posteriores extinciones en los fragmentos boscosos
actualmente existentes en los predios agrícolas en el área de estudio, los
fragmentos debieran tener superficies mayores a 50ha., estar ubicados lo
más cercano posible (Wilson y Willis 1975) y estar unidos por corredores
biológicos. Además, se hace necesario esclarecer si las especies con
mayores requerimientos de hábitat y ámbitos de hogar son capaces de
establecer poblaciones viables en el tiempo en estos hábitat.
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Anales Museo de Historia Natural de Valparaíso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
FLORA VASCULAR EN LA DESEMBOCADURA DEL RÍO
ACONCAGUA V REGIÓN CHILE.
Javier Arancibia Forte”
Anales del Museo de Historia Natural /Extracto/ Vol. 25, 2006
La desembocadura del Río Aconcagua se encuentra situada en el
paralelo 32*55" de S y el meridiano 71?31'0, en la comuna de Concón, al
sur de la bahía de Quintero que pasa al pie de las lomas del fundo Las
Gaviotas. Se realizaron prospecciones botánicas durante el año 2007.
La riqueza florística total para la desembocadura fue de 101
especies, las cuales pertenecen a tres clases Filicopsida, Magnoliopsida y
Liliopsida con un 3,0%, 81,2% y 15,8% respectivamente.
Se presentan problemas de conservación las comunidades
palustres de Typha angustifolia (Totora) y Scirpus californicus (Trome) que
conforman un ambiente de humedal que alberga una gran variedad de
avifauna.
Las plantas acuáticas han sido escasamente estudiadas en nuestro
país y en particular en la zona central; se caracterizan por formar
ensambles pobres en especies pero con alta densidad de individuos. Dada
su particular forma de vida una gran variabilidad morfológica y pueden
crecer y multiplicarse en forma vegetativa por lo que sirven como
bioindicadores de ambientes acuáticos contaminados (Hauenstein, 1998).
Se evidencian al menos 4 comunidades de plantas: Comunidades
Hidrófilas que viven en el agua representadas por los géneros
Equisetum,Azolla, Nasturtium, Ludwigia, Poligonum, Ranumculus, Mimulus,
Scirpus, Cyperus, Juncus, Lemna, Phragmites, Potamogeton, Typha,
Hidrocotile; comunidades de Higrófilas que viven a orillas del agua
represetados por los géneros Apium, Plunchea, Cotula, Baccharis, Rumez,
Mentha, Opilobium, Galeta, Rubus, Podanthus, Baccharis, Shinus,
Maytenus, Acacia y una comunidad de Dunas representadas por los
géneros Carpobrotus, Ambrosia, Distichlis y Sarcornia.
4 Facultad de Ciencias Naturales y Exactas, universidad de Playa Ancha, Casilla 34-
V Valparaiso, Chile.
83
Anales Museo de Historia Natural de Valparaíso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
Es importante notar también la gran cantidad de malezas advenas,
principalmente Terófitos, plantas semilleras cuyos propángulos han viajado
por el río desde zonas agrícolas del interior o de potreros cercanos. Se hace
imprescindible un estudio fitosociológico del sector y un análisis de la
abundancia de las especies y distribución de las comunidades presentes,
así como también un estudio del grado de alteración de estos ecosistemas.
Los resultados señalados permiten aumentar la riqueza señalada
por Leyton (2002) en más de un 210%, aunque la pobreza puede haberse
debido a la contaminación del área y a la época de trabajo (invierno).
El estado de conservación de las especies, si bien es cierto no
presenta problemas, si presentan problemas de conservación las
comunidades palustres de Totora y Vatro que conforman un ambiente de
humedal que alberga una gran variedad de avifauna, sirven de recreación y
turismo, sirven como retención de nutrientes y sedimentos, controlan
erosión, estabilizan el clima, controlan inundaciones y sirven de
amortiguamiento (Muñoz, 2003).
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Anales Museo de Historia Natural de Valparaíso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
PREFERENCIAS DE HÁBITAT DE Basilichthys
microlepidotus (PEJERREY CHILENO) EN LA CUENCA DEL
RÍO LIGUA (32? 10' Y 32? 40' LATITUD SUR), QUINTA
REGIÓN, CHILE
Sergio Quiroz J.**
Anales del Museo de Historia Natural/ Extracto/ Vol 25, 2006
Bajo este contexto trabajos referidos a la preferencia de hábitats a
escala local (microhábitat) a nivel nacional son escasos, centrándose en el
análisis de la aplicabilidad teórica en Chile, de la metodología Physical
Habitat Simulation (PHABSIM), este es el caso de la Dirección de Aguas
(Espinoza, et al., 1998) quienes presentan antecedentes para la
Oncorhynchus mykiss (trucha arcoíris) en aguas del río Liucura en la IX
Región, bajo el propósito de evaluar alternativas de asignación de derechos
de caudales ecológicos o mínimos aconsejables. Los resultados muestran
que a una mayor disponibilidad de agua en el período junio a septiembre
permite extraer un mayor caudal, sin provocar una reducción importante en
la disponibilidad del hábitat, al contrario, se observa que el período
comprendido entre enero y mayo es crítico, en el sentido que un hábitat
menor al de otros meses se ve reducido más aún debido a la extracción de
agua (17.3 m3/s) para uso fuera del cauce. Situación que se contrapone a la
metodología, ya que no se puede dar una aproximación de la preferencia de
hábitat de la especie en forma teórica y/o con un solo antecedente como lo
es el caudal, sin que se conozcan en situ las posibles variaciones hídricas
de profundidad, velocidad de la corriente y anchura asociadas a la ubicación
espacial de la especie en estudio.
Un aporte más certero, debido a la utilización práctica de una
especie de interés, es el que realiza Valdovinos (2000) en el Río Biobio, el
cual determina las preferencias y las áreas de utilidad ponderada de
individuos adultos de Trichomycterus areolatus (bagre chico) con respecto a
os cambios de caudales a lo largo del río, permitiendo predecir áreas
utilizables ponderadas a diferentes caudales, generando curvas de
importancia para la administración del recurso fluvial, para el balance de
esta ictiofauna con las necesidades de otros usuarios del agua. Los
resultados muestran que la máxima disponibilidad de hábitat se presenta
22 Museo de Historia Natural de Valparaíso, Sección de Ciencias Naturales
Proyecto FIP N*25-33-192040.
85
Anales Museo de Historia Natural de Valparaíso Vol. 26, 2010 ed. Bicentenario
para caudales entre 3 y 5 m3/s, a caudales superiores el hábitat disponible
decrece, hasta valores críticos de 50 m3/s.
Al respecto el modelo también es aplicable para cuerpos de aguas
ubicados en la zona central, como lo es el río la Ligua, siempre y cuando se
conozcan las curvas de preferencias para la especie. Es por ello que al
tratarse de distintas especies no vemos coincidencias con lo que plantea
Valdovinos (2000), ya que para caudales bajos entre 3.4E 10% y 19.7 m' /s
registrados en invierno, a través de los colores (tonos azules) observamos
la existencia de fragmentación de hábitat, lo cual ha originado parches en
las transceta 1 a la 5, con un 36, 16% de área ponderable útil. Sin embargo
aunque existe una relación caudal- área ponderable útil, al momento de
ubicar a la especie, vemos que la mayor abundancia individuos maduros
prefieren caudales bajos y los juveniles y alevines uno mayor (Figura 4? y b).
CONCLUSIÓN
1. La biometría establece que las tallas de longitud total y peso se
encuentran acordes al ciclo de desarrollo para la especie (Comte £Vila,
1987), con un ciclo anual en aumento de la población desde agosto a
marzo, es así que para invierno, B. microlepidotus agrupó individuos (n=22)
juveniles en un estado de madures gonodonal (sobre 4cm), mientras que en
primavera ocurrió una situación de solapamiento generacional, encontrando
un pequeño grupo (n=8) que manifestó estado de desove (parentales) y otro
grupo mayor (n=27) de alevines inmaduros.
2. Se establece a través de las curvas de preferencias que los
maduros en invierno optan por sectores de profundidades someras de entre
0,45 a 0,21 metros, con aguas del tipo potamon, con velocidades de 0,01 a
012 m/s con sustrato de arena fina. En tanto en primavera el grupo parental
(sobre los 9 cm de longitud total) optan por preferir sectores más profundos,
con velocidades de 1,39 a 4,51 m/s, mientras que los alevines inmaduros
ocupan las zonas ribereñas del río.
3. Se observa un área ponderable útil para invierno de 11,24% con un
caudal entre 3.4E 10* y 19.7 m/s y para primavera de 36.16% del total de
la estación en estudio con un caudal entre 0.26 — 100.8m* /s. Sin embargo
aunque existe una relación caudal-área ponderable útil, al momento de
ubicar la especie, está no ocupa la totalidad del área de utilidad, sino que se
ubica en las celdas que aportan una mayor preferencia a su estado de
desarrollo (celdas azules, figura 4 a y b) no tan sólo en el aspecto hídrico,
sino que además lo que respecta a su alimentación y refugio.
86
INSTRUCCIONES PARA LOS AUTORES
Anales del Museo de Historia Natural de Valparaíso fue fundado en 1968, es
una publicación periódica editada con fondos de la Dirección de Bibliotecas,
Archivo y Museos, publica artículos originales de Zoología, Botánica, Ecología,
Ciencias ambientales y Arqueología.
La recepción de trabajos es continua, publicándose en el orden de aceptación.
Los manuscritos son sometidos a dos especialistas en la temática del artículo
quienes evalúan su importancia y rigor científico. El autor principal será notificado
de la aceptación, rechazo o modificación dentro del menor plazo posible. La
decisión de los editores es definitiva.
El editor deberá enviar en manuscrito en triplicado y un disco compacto CD en
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resolución) a espacio sencillo con líneas de 15 cm y letra 10 puntos. El idioma de
publicación, esencialmente, es el español. Se debe evitar el uso de neologismos
técnicos y sólo se permiten las abreviaciones aceptadas internacionalmente.
Reglamento de Formato
e Letras, cualquier letra tamaño 10.
e Espacios, colocar un único espacio después de cualquier signo ortográfico
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tamaño 10) (5 a 6 palabras). Introducción, Materiales y Métodos,
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menciona en el texto.
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colocará el apellido del primer autor seguido del et al. y el año.
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apellidos deben ir en mayúscula. Luego del último autor, ira el año de
publicación, el título del artículo, revista, volumen, número y páginas.
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