119169
EA y
ANALES
DEL
| MUSEO DE HISTORIA NATURAL
DE
VALPARAISO
1969
OCIARATIAN
MUSEO DE HISTORIA NATURAL DE VALPARAISO
Conservador del Museo:
Nina Ovalle Escobar
Comisión de Publicaciones:
Dr. Roberto Gajardo-Tobar,
Agustín Garaventa H.,
Álvaro Valenzuela González.
Haroldo Toro
Director de Anales:
Dr. Roberto Gajardo-Tobar.
De Elcucosn:
Casilla 5055 - Valparaíso - Chile
ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL
DE VALPARAISO
—Publicación anual del Museo de Historia Natural de Val-
paraíso con la colaboración de la Sociedad Científica, bajo
los auspicios de la Dirección General de Bibliotecas, Archivos
y Museos.
—De ordinario editará un número anual. Por excepción publi-
cará fascículos extraordinarios.
—La Dirección de Anales someterá los trabajos que se presenten
al juicio de la Comisión de Publicaciones. Los que no encua-
dren con el espiritu de la publicación serán devueltos a sus
autores.
—Los originales deberán venir en la forma más condensada
posible, escritos a máquina, en espacio medio, cuidadosamente
corregidos y siempre traer una copia. La bibliografía, de
acuerdo con el sistema internacional.
—Los autores son absolutamente responsables de sus opiniones.
ANALES
DEL
MUSEO DE HISTORIA NATURAL
VALPARAISO - CHILE
N 2 ===> 1969
INDICE
páginas
DON CARLOS E. PORTER Y EL MUSEO DE HISTORIA NATURAL
DE VALPARAISO
Dr. Roberto” Gajardo Tobar o ET 9
EL GENERO CALCEOLARIA EN LA FLORA CHILENA
Alvaro Malena VELAR ACES MEN 27
CONTRIBUCION AL CONOCIMIENTO DEL GENERO DIADASIA
(HYMENOPTERA-ANTHOPHORIDAE) EN CHILE
HILO ARA a ROS Edo [Sato 117
CONTRIBUCION AL ESTUDIO DE LOS CERCERINI (HYM. SPHE-
CIDAE) NEOTROPICALES
Mantredo Britz oy, Hatoldo” Loto da e e al AO 139
CONTRIBUCION A LA BIOLOGIA DE LOS APOIDEA CHILENOS.
Parte I—Subfamilia Ericrocinae. — Parte I1.—Subfamilia Exoma-
lopsinae.
Redolto Wasenknechato ds a A A 171
CONTRIBUCION A LA OSTEOLOGIA DE LAS ESPECIES CHILENAS
DEL GENERO GENYPTERUS (OPHIDIIDAE)
Hatoldo ¡Foto y Gabriel Dararola e ROA 183
UN PETROGLIFO DE HIERRO VIEJO (Petorca)
Nana AU A lO 225
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DON CARLOS E. PORTER Y EL MUSEO
DE HISTORIA NATURAL
VALPARAISO
Dr. ROBERTO GAJARDO-TOBAR
Corría el invierno de 1867 cuando, en una noche brumosa y
fría de Agosto, justamente el 20, nació en Valparaíso aquel hom-
bre extraordinario que fuera Dn. Carlos E. Porter, aquel que no
conociera el reposo y que durante más de medio siglo trabajase
incansablemente por mantener unidos a los hombres de ciencia
chilenos y americanos; aquel que laborando sin desaliento, en
todas las ramas de las ciencias, supiese estimular a los jóvenes
que sentían inquietudes por el estudio, y luchase por continuar
la obra de los que le precedieran en tan maravillosas disciplinas.
Hijo de un distinguido marino de la Armada Nacional,
descendiente de marinos también, Dn. Carlos Porter Wilkinson
y de una encantadora porteña, doña Emilia Mossó Luna, formó
parte de una familia con cinco hermanos.
Niñez, adolescencia y juventud transcurrieron entre las
arenas de los desientos de la provincia de Atacama y las breñas
de las quebradas del Norte Chico.
Bajo el sol nortino, junto a la naturaleza salvaje de allí,
remecido por el viento de los valles, sintiendo muy cerca la vida,
en todas sus formas, nació en él, espontáneamente, su amor pot
cuanto le rodeaba.
Fue un muchachito extraño, tan pronto jugueteaba y hacía
locuras, como se olvidaba de sus pasatiempos y se dedicaba a
realizar experimentos raros con escarabajos, sabandijas, culebras
y gusanos. Examinaba atentamente todo lo que veía. Quería saber
qué seres poblaban la tierra y cuáles eran sus costumbres.
Por las actividades de su señor padre debió vivir en Valpa-
raíso otra vez, después de haber residido en Copiapó. Estudió en
varios colegios pero, fundamentalmente, en el Liceo de Valpa-
raíso.
10 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N* 2, 1969
Tuvo que sostener continuas luchas con su familia para que
le dejaran dedicarse, a sus anchas, a escudriñar la naturaleza y
no le inclinaran a seguir la noble carrera de sus antepasados y a
vivir sobre el puente de un navío.
Vagaba por los bosques y los campos, y se asombraba con
las mil cosas que la vida de los seres libres le enseñaban. Por las
noches reflexionaba y leía cuanto podía.
Poco a poco formó una personalidad extraña. Llegó a ser
distraído y olvidadizo para las cosas vulgares, y organizado y
tenaz para los estudios de su predilección. En medio de un mundo
donde siempre han dominado el sentido práctico, la pseudo-
ciencia o la ignorancia, concibió la idea de continuar la obra de
los estudiosos en ciencias naturales anteriores a él. Chile era un
campo maravilloso para deleitarse en la exploración de su fauna
y flora. ¡Cuántos insectos, arañas y plantas para clasificar!
¡Cuántas cosas raras por estudiar! La tierra aparecía inmensa.
Había que caminar por ella, siempre adelante, sin cansarse, sin
detenerse jamás.
En Valparaíso estudió y emprendió el más brillante y extra-
ordinario autodidactismo de su tiempo, devorando textos, libros,
revistas y cuanto elemento le era dable conseguir en las biblio-
tecas, adquiriendo una fantástica cantidad de conocimientos.
Se estaba convirtiendo en hombre de ciencia, pero, de mo-
desta condición económica y, era necesario vivir y enfrentarse a
las diarias necesidades. Los recursos de su familia no fueron
muchos. Debió hacerse profesor. Hubiese querido estudiar medi-
cina. ¡Qué notable médico habría sido! Pero, la muerte prema-
tura de su señor padre le obligó a responsabilizarse por su fami-
lía, ocupando, a los 17 años, un puesto de dibujante y archivero
en la Oficina de Cartas Náuticas de la Marina.
Pese a todas estas contrariedades continuó con sus estudios.
Los libros y su contacto con la naturaleza le daban una parte y
las consultas epistolares, que comenzó a sostener, con especialis-
tas chilenos y extranjeros, le proporcionaban el resto.
Haciéndole frente a la vida trabajó incansablemente en su
modesto cargo, pero como había nacido naturalista, enamorado
de las ciencias naturales, seguía observando y estudiando a todos
los seres que en la tierra viven y tras ellos recorriendo, por las
tardes y en los días festivos, los cerros y las quebradas de Valpa-
raíso y sus aledaños. No quedaba ya matorral, bosque o roquerío
Gajardo-Tobar, R. DON CARLOS E. PORTER 11
que no hubiesen hollado sus pics. Sus libretas de notas, las eti-
quetas y los cuadernos, que siempre llevaba consigo, aumenta-
ban, semana a semana en sus archivos, e
Investigador incansable, pertinaz buscador de material de
estudio, excepcional observador, ponderado y juicioso en sus
Don Carlos C. Porter
análisis, los campos le veían deambular días enteros tras sus
pesquizas, en tanto que el laboratorio le acaparaba el resto de las
horas en que no estaba en la Oficina de Cartas Náuticas.
La búsqueda de insectos, arañas, reptiles y cuanto animácu-
lo hay, le hacían olvidarse de su persona, de las horas de las
comidas, de su familia y de cuantos le esperaban.
12 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
Arreglada un poco su situación económica, contrajo matri-
monio con doña Otilia de la Barrera Carmona, en 1893. Del
matrimonio hubo cinco hijos. Era una familia sencilla, bien ave-
nida, en la que doña Otilia comprendía bien las distracciones de
Dn. Carlos, y todo marchaba adecuadamente, a pesar de la rela-
tiva estrechez económica del hogar y de la pena porque uno de
los hijos hubiese nacido enfermo.
El destino había trazado un camino que había que recorrer.
Dn. Carlos sentía especial cariño por el Liceo de Valparaíso,
donde estudiase de niño y paulatinamente se había ido acercando
a él. Fundado el 22 de Marzo de 1862, tuvo como profesor de
Historia Natural, desde 1868, a Dn. Gabriel Izquierdo, que se
guiaba en sus clases por los Elementos de Historia Natural de
Dn. Rodulfo Armando Philippi. En 1877, al asumir la Rectoría
Dn. Eduardo de la Barra, el Liceo no poseía casi nada para la
enseñanza de las Ciencias Naturales. Existían sólo tres muestras
de aves y otras tres de mamíferos. Pero, muy luego, con el im-
pulso que el nuevo Rector le dio, llegó a contar con un buen
museo.
Dn. Eduardo de la Barra supo atraer a distinguidos hom-
bres de ciencia a su establecimiento y es así como llegaron a ser
profesores y directores del naciente Museo el Dr. Edwyn C. Reed,
el Dr. Federico Puga Borne y el Dr. Julio Pérez Canto, quienes
consiguieron la estimulante, patriótica y generosa ayuda de emi-
nencias porteñas, en diferentes actividades, como ser los señores
Agustín Edwards, Francisco Echaurren y Federico Varela.
Estando cerca del Liceo, conocidas sus aficiones y su gran
capacidad, estando vacante el cargo, mada de extraño tuvo que
Dn. Carlos Porter fuese llamado a dirigir el Museo y a hacer las
clases de Ciencias Naturales. Corría el año 1897. Recién el Su-
premo Gobierno le había dado vida independiente al Museo.
Vinieron años de progreso, de superación y de gran actividad.
En el Museo entregóse, con todas sus energías, a crear, a
modernizar y a forjar algo, para esa época, mejor que todo lo
existente. Instaló secciones muy didácticas y ricas en material, en
especial acerca de morfología humana, antropología, zoología y
botánica. Tenía talento para organizar. Luchó por cambiar los
museos y llevarles de la condición de almacenes de objetos, como
eran entonces, a algo más vivo y didáctico, que diese con fuerza
sobre el espíritu del visitante, haciéndole sentir lo que aquellos
Gajardo-Tobar, R, DON CARLOS E. PORTER 13
objetos o cosas representaban en el concierto de la vida, en la
lucha y el equilibrio de las especies.
Estando en el Museo, fundó la Revista Chilena de Historia
Natural, que habría de llegar a ser su obra maestra. Con grandes
sacrificios y con la colaboración de unos pocos estudiosos chile-
nos y extranjeros, emprendió la labor. Comenzó su publicación,
que no cesó sino en contadas circunstancias, a pesar de las crisis
económicas y de mil contrariedades, durante casi medio siglo,
contribuyendo al adelanto de las ciencias naturales chilenas y
extranjeras y a desarrollar en forma creciente el gusto por ellas
en la juventud chilena.
Centenares de trabajos científicos originales sobre fauna,
flora, geología y mineralogía chilenas y miles de análisis de
trabajos extranjeros han sido publicados en la Revista, que llegó,
difundiéndose por el mundo, a adquirir un sólido prestigio, extra-
ordinaria importancia y a ser considerada como indispensable en
todas las bibliotecas de Ciencias Naturales.
Por otra parte, enviando la revista en canje a instituciones
nacionales y extranjeras dedicadas a las mismas disciplinas, logró
reunir una biblioteca voluminosísima y a poseer la bibliografía
más completa de su época. Esto le indujo a concebir la publica-
ción de tres obras de gran trascendencia para los estudiosos de
ciencias naturales y ciencias afines, la Bibliografía Chilena de
Historia Natural, la Bibliografía Sudamericana de Ciencias Na-
turales y la Bibliografía de Parasitología Sudamericana. El mate-
rial que llegó a reunir dio para 16, 18 y 20 tomos, respectiva-
mente, elementos que quedaron empastados, integrados por sepa-
ratas y resúmenes, pero que sólo pudieron ser publicados en
parte.
El cargo de Director del Museo de Historia Natural de Val.
paraíso que sirviera desde 1897 hasta 1911, aún cuando llenaba
su amor por las ciencias naturales, no le daba sino una escasísima
renta, por lo que debió ejercer docencia en diversos estableci-
mientos de educación, como ser Fisiología e Higiene en la Escue-
la de Ingenieros de la Armada (1900-1905); Historia Natural,
Fisiología e Higiene en la Escuela Naval (1900-1906); Micros-
copía en el Instituto Técnico Comercial de Valparaíso (1903),
cátedra de la que fue promotor y fundador en Chile.
14 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
Como profesor era claro, preciso y muy ameno. Los que
fueron sus alumnos le recuerdan con mucho cariño y repiten
cientos de graciosas anécdotas de su original existencia.
Sus lecciones eran sencillas y atrayentes, metódicas, muy
ordenadas, objetivadas con adecuados enunciados, valiosa docu-
mentación y hermosos dibujos, que trazaba en la pizarra con faci-
lidad y fidelidad. Su convicción y entusiasmo contagiaba a sus
alumnos, logrando formar así varias generaciones de científicos.
No sólo la enseñanza le atraía. Las colecciones que reunía
para el Museo y las investigaciones microscópicas completaban
sus desvelos. Su espíritu inquieto lo mantenía siempre recorrien-
do campos y serranías y buscando el material para sus estudios
y la riqueza del Museo. Reunía libros y urgaba en las bibliotecas.
Quería juntar todo lo existente en Ciencias Naturales chilenas.
Quería que nada faltara en la biblioteca, y con un tesón inconce-
bible seleccionaba, ordenada y clasificaba las publicaciones. Que-
ría ofrecer una rica fuente de información a cualquier trabajador
científico en el país y dar a los investigadores facilidades que
en aquel tiempo eran difíciles de conseguir. Como ya se ha
dicho, con los años y con su constancia, el material bibliográfico
que reunió llegó a ser admirable.
En el laboratorio, que se había preparado, entre microsco-
plios, libros de consuita, cajas de insectos, estudiaba días enteros,
sin descanso. Allí descubrió los pelos de la tráquea de los longi-
cornios, investigó la hemolinfa de los insectos e hizo centenares
de importantes estudios. El micromundo vivo le seducía con entu-
siasmo juvenil. Gozaba tras la búsqueda y los hallazgos casi lo
enloquecían. Investigaba, leía y anotaba, a veces con tremendos
sacrificios, en los momentos que la docencia, o el trabajo admi-
nistrativo del museo le dejaban algunas horas que podía haber
dedicado al descanso, porque él amaba con inmenso cariño las
ciencias naturales.
La Dirección del Museo y la preparación de las clases le lle-
vaban mucho tiempo. Sus informes al Ministerio de Educación
eran completísimos. La correspondencia, desde el principio de
su Dirección fue copiosa .Siempre contestaba, y esto lo hizo hasta
el fin de sus días, a renglón seguido, lo que le solicitaran. Mu-
chas veces respondía, desde el correo, en el respaldo del mismo
sobre en que venía la consulta. Todavía más, cuando ya se dio
de lleno a publicar la Revista Chilena de Historia Natural, a los
Gajardo-Tobar, R. DON CARLOS E. PORTER 15
autores, a quienes había pedido colaboraciones o a quienes había
aceptado publicar contribuciones, les escribía una, dos y tres
veces al día, para apurarles. Esto le llevó a cargar, en los bolsi-
llos, con papel y sobres, cual un escritorio ambulante.
Se daba, por fin, tiempo para atender las consultas que
muchas personas le iban a hacer a la Dirección del Museo, y años
después a su laboratorio particular. Su voluntad y paciencia fue-
ron siempre notables. Busacaba entre sus papeles y libros y con
precisión absoluta respondía sin titubear. ¡Ah, el libro tal, en el
estante aquel, creo que en la página número ...!
Al comienzo, el Museo contaba con un minúsculo personal
oficial, compuesta por un Director, que era Dn. Carlos Porter;
un taxidermista, Dn. Juan Meldahm; un jefe de la Sección de
Geología y Mineralogía, Dn. Gustavo Weidmann; un oficial de
pluma y un portero. Pero, el activo Director se había ingeniado
para conseguir la colaboración de distinguidos vecinos del puet-
to, para que trabajando ad honorem le ayudaran en la organiza-
ción y funcionamiento del Museo. Es así como hacía de Archi-
vero Dn. César E. Zilleruelo; de Bibliotecario, Dn. Santiago Ei-
gueroa; de Naturalista adjunto al Director, Dn. Federico Delfin
(Peces y Coleópteros); y en sus correspondientes aficiones los
señores Alberto Edwards (Ortópteros, Arácnidos y Fanegóga-
mas); Dn. César Zilleruelo (Dípteros-Lepidópteros); Dn. Ro-
gelio Oyarzún (Himenópteros); Dn. Santiago Fuigeroa (Mirtá-
podos, Neurópteros); Dn. Guillermo Holger (Semillas y Fru-
tas).
Cuando le fue entregado el Museo, en Octubre de 1897,
ocupaba una superficie de 734 metros cuadrados. Creció año a
año, adquirió prestancia y prestigio, en Chile y en el extranjero,
y llegó a ocupar 1.372 metros cuadrados en 1906, espacio que
escasamente podía contener y más estrechamente exhibir sus
riquezas.
Se hizo muy conocido en el mundo científico. El Boletín que
publicara mensualmente, desde 1897, informaba de la vida del
Museo, dando cuenta del personal que trabajaba en él, la corres-
pondencia cambiada, las adquisiciones y obsequios, el canje y el
enriquecimiento de la Biblioteca, las visitas que mostraban, ya
desde el comienzo, cifras muy altas, poniendo de manifiesto que
había interés en él; las excursiones; los catálogos de las existen-
cias y circulares pidiendo colaboración. Esta publicación, cubría
16 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
en parte su costo con algunos avisos de negocios locales y de
casas comerciales del Puerto.
El destino alteró la ruta. Cuando todo marchaba bien, el
Museo había adquirido prestigio y la consideración de las institu-
ciones similares de casi todo el mundo, cuando enriqueciéndose
crecía a pasos de gigante, sobrevino el terremoto del 16 de Agos-
to de 1906 y el incendio del Laboratorio Químico Municipal y
del Liceo, que rodeaban al Museo, dejó reducido a casi nada el
valioso material reunido con tantos esfuerzos, tremendos sacrifi-
cios del personal y generosa bondad de los porteños.
¡Qué penoso resultaba enfrentarse a tan trágica realidad!
¡Cenizas, puras cenizas!
Lo poco que logró salvarse fue llevado a Santiago, a una
sala de los altos del Liceo Miguel Luis Amunátegui,, que fuese
entregada a Dn. Carlos Porter, por el ilustrado y comprensivo
Rector de aquel Liceo, Sr. Alvarado, gracias a cuya generosidad
fue posible hacer renacer el Museo, con el ánimo de devolverle a
Valparaíso cuando se repusiera de la tremenda destrucción que
dejase el terremoto. Habría que conseguir los medios, la casa y el
apoyo del Estado y de los porteños.
Dn. Carlos Porter, a renglón seguido de la catástrofe, co-
menzó a enviar circulares a museos, universidades, bibliotecas,
prensa científica y especialistas de todo el mundo, narrándoles la
tragedia y pidiéndoles ayuda. En Chile se dirigió, en demanda
de auxilio, a los Directores de Museos, de Bibliotecas, Goberna-
dores, Subdelegados, Comandantes de buques de la Armada,
guardianes de faros y amigos personales. Les decía: “La destruc-
ción ha sido total, pero tengo la firme resolución de hacer rena-
cer el Museo de las cenizas, con la ayuda del Supremo Gobierno
y de ustedes”.
Los resultados no se hicieron esperar y comenzaron a llegar
notas de adhesión, objetos, colecciones y ayuda de toda suerte.
La destrucción del Museo no significó su muerte. Muchas cosas
valiosísimas se perdieron, pero los amigos del Museo, las simpa-
tías que los porteños le profesaban, la voluntad de gran número
de personas y el entusiasmo del Director contribuyeron al rena-
cimiento.
El primitivo Museo, desaparecido en el incendio, durante
los nueve años que existió, fue visitado por 81.324 personas y
usaron la biblioteca 1.082 estudiosos.
Gajardo-Tobar, R, DON CARLOS E. PORTER 17
El traslado a Valparaíso sólo pudo hacerse años más tarde,
en 1912. El Dr. Porter fue su Director hasta 1911, época en que,
como se verá más adelante, estudiaba en Europa, organización de
museos.
En el Laboratorio,
La Revista Chilena de Historia Natural fue, como ya se ha
dicho, la llave mágica que le abrió las puertas a todos los hom-
bres amantes de las ciencias naturales de Chile y el exterior
para publicar sus trabajos y difundirlos, y a su vez dio la posi-
bilidad al Museo, a través del canje, de reunir una riquísima
biblioteca especializada.
18 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
El primer número de la revista apareció en Octubre de
1897, editado por la Litografía e Imprenta Industrial de F. Pe-
ters, de la calle San Agustín N* 16 de Valparaíso. La idea era
publicar fascículos mensuales que integrarían un tomo anual, En
1897 salió sólo un fascículo (Tomo 1). En 1898 se editaron 12
fascículos (T. II) de los cuales 10 y 11 iban juntos. En 1899,
12 fascículos (T. HIM) de los que aparecieron juntos 1-2, 3-4,
10-11. En 1900, 12 fascículos (T. IV). En 1901, 12 fascículos,
con 5-6, 11-12 juntos (T. V). En 1902, 6 fascículos, con 5-6
juntos (T. VI). En 1903, 6 fascículos, 5-6 juntos (T. VII). En
1904, 6 fascículos con 1-2, 4-5 juntos (T. VIII). En 1905, 6 fas-
cículos con 2-3 juntos (T. IX). En 1906, sólo 2 fascículos (T.
X). En 1907, 4 fascículos, en que 3-4 van juntos (T. XI). En
1908, 6 fascículos, con 1-2, 5-6 juntos (T. XI). En 1909, 5 fas-
cículos (el número 5 no se publicó) (T. XII). En 1910, 6 fas-
cículos, 1-2, 4-5-6 juntos (T. XIV). En 1911, 3 fascículos (T.
XV). En 1912 no se publicó (T. XVI). En 1913, 6 fascículos,
1-2, 4-5-6 (T. XV). En 1912 no se publicó (T. XVI). En 1913,
6 fascículos, 1-2, 4-5-6 juntos (T. XVI). En 1914 no se pu-
blicó (T. XVIM). En 1915, 6 fascículos, 1-2, 3-4-5-6 juntos (T.
XIX). En 1916, 6 fascículos (T. XX). En 1917, 1918, 1919 y
1920, 6 fascículos cada año (T. XXI, XXI, XXIIST, XXIV).
Desde 1921 un volumen anual con número variable de páginas
(en 1921 fue de 727). En 1922 no se publicó*. Desde 1923 siguió
con un volumen anual hasta 1941. (T. XLV). A la muerte de
Dn. Carlos Porter se hizo cargo de la revista el Prof. Francisco
Riveros Zúñiga editando un volumen por año en forma regular,
aunque salieron con algún atraso, hasta 1949. Posteriormente
han salido números irregularmente. En 1960 con dos trabajos y
en 1961 con uno.
Entre los muchos colaboradores de la revista se contaron
eminencias como Ramón y Cajal, Dablene, Goestch, Wender-
mann, Skottesberg, Cabrera, Trériot, Sodiro, von Ihering, Metch-
nikoff, Rathbun, Horn, Hicken, Spegazzini, Ambrosetti, Gallar-
do, Debenedetti, Scala, Brethes, De Buen, Ranvier, Blanchard,
Simon y muchísimos más.
Entre los chilenos, no pudiendo dar la larga lista de todos,
basta con recordar a algunos de los ya fallecidos y de ellos a los
* Sólo hubo una entrega de 30 páginas.
Gajardo-Tobar, R, DON CARLOS E. PORTER 19
Sres. R. A. Philippi, E. Philippi, F. Puga Borne, V. Izquierdo,
F. Lataste, A.Murillo, F. Johow, Reiche, Pérez Canto, Delfin;
Gervais, Reed, Gigoux, Albert, Edwards, Rivera, Vergara Flores,
Vidal Gormaz, Cañas Pinochet, Fraga, Jaffuel, Neger, Silvestri
y Latcham.
Los temas predilectos del Dr. Porter fueron: Entomología
Chilena pura o aplicada, insectos y crustáceos, longicornios, cóc-
cidos, cerambícidos, meloides, coccinélidos, esfígidos, crisoméli-
dos, tisanópteros, ácaros, rotíferos, miriápodos, pentatómidos, po-
dostalmos, coreidos, curculiónidos, bracónidos, ortópteros, hemíp-
teros y muchos más.
Entre el número incontable de publicaciones que hiciera,
cientos de monografías y miles de notas breves, cabe recordar:
Atlas Elemental de Anatomía y Fisiología del Hombre; Leccio-
nes Elementales de Morfología y Fisiología Humanas; Biblio-
grafía Chilena de Antropología y Etnografía; Introducción al
Estudio de los Miriápodos; Instrucciones para la Recolección y
Conservación de Ejemplares de Historia Natural; Memorándum
de Zoología; Estudios sobre Antropología, Fauna y Flora Chile-
nas; Materiales para la Fauna Carcinológica de Chile; Memorán-
dum de Microscopía General; Anatomía Comparada de los In-
vertebrados; Compendio de Zoología Médica; Los Protozoarios;
Catálogo de los Crustáceos Malacostráceos de Chile; Indice de la
Anatomía de Sappey; Guía del Museo de Historia Natural de
Valparaíso; Memorias Anuales del Museo de Valparaíso; Biblio-
grafía Ornitológica de Chile; Bibliografía Chilena de Historia
Natural; Bibliografía Chilena de Herpetología y Batracología;
Adiciones al Catálogo de Peces de F. Delfin; Vocabulario Orni-
tológico de Chile; Carcinología Chilena; Memorándum de Botá-
nica; Vocabulario de Historia Natural; Catálogo del Museo de
Valparaíso; Los Tisanópteros; Organización y Arreglo de los
Museos; Catálogo de los Coccidos de Chile; Catálogo de los
Crustáceos Podoftalmos de Chile; Los Pentatómidos de Chile;
Catálogo de los Longicornios de Chile; Sinopsis de los Sírfidos
de Chile; Los Coreidos de Chile; Entomología Agrícola, etc.
Dentro de sus múltiples publicaciones hay que destacar su
Galería de Naturalistas, en que haciendo justicia a la labor de
20 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
los estudiosos chilenos, destacaba sus trabajos, hacía sus retratos y
publicaba una lista de sus obras *. hs,
Además de la Revista Chilena de Historia Natural publicó
Anales de Zoología Aplicada (1914 - 1922) que después fu-
sionó a la Revista.
Los trabajos del Dr. Porter aparecieron en ambas publica-
ciones, en el Boletín del Museo Nacional de Historia Natural,
en la Revista Universitaria y en muchos otros periódicos y revis-
tas chilenas y extranjeras **.
Contribuyó a la descripción de más de 300 especies del
Reino Animal, en su gran mayoría insectos, moluscos, musgos y
hongos. Muchos géneros y especies llevan su nombre. Baste citar
los géneros para comprender la importancia de sus hallazgos:
Portería Simon; Porterula Spegazini; Porteriola Hustache; Por-
ter Navas; Bryoporteria Thériot; Neoporteria Brinton y Rose, etc.
Esto sólo para citar géneros, que las especies que lo recuerdan
son incontables.
En 1907, fue designado, en Santiago, profesor interino de
Entomología en la Universidad de Chile.
En 1910, por decreto del Ministerio de Educación se le fa-
cultó para realizar un viaje a Europa, visitar museos y estudiar
los adelantos de las ciencias naturales en institutos y laboratorios
de investigación, todo lo cual realizó con el más grande interés
y entusiasmo, en Londres, París, Marsella, Berlín, Viena, Buda-
pest, Bruselas ,Amberes, Roma, Turín, Florencia, Barcelona y
Madrid. Más tarde en Buenos Aires y La Plata. Siguió los cur-
sos de Anatomía Comparada y de Zoología en la Sorbone que
dictaban Wintreberg y Robert, y en la Facultad de Medicina de
París, los de Histología de Trevinant, y de Parasitología de
Blanchard. Hizo un curso de Entomología con el Prof. Bouvier,
en el Museo de París, y del mismo tema con el Prof. Marchal,
en el Instituto Agronómico de París.
De regreso, en Santiago, debió hacerse cargo de la Cátedra
* Existe al respecto un interesante trabajo de Dn. Gualterio Looser, publicado en
la Revista Chilena de Historia y Geografía (113 - 1949) “Biografías y Biblio-
grafías de Naturalistas y Antropólogos, principalmente de Chile, por Dn. Car-
los E. Porter”.
** Actas de la Societé Scientifique du Chili, Revista Chilena de Historia y Geo-
grafía, publicaciones del Museo de Etnología y Antropología de Chile.
Gajardo-Tobar, R, DON CARLOS E. PORTER ! 21
de Zoología General, Entomología y Microscopía del Instituto
Agronómico de Chile y de la Dirección del Museo y Laboratorio
de Zoología Aplicada. Al mismo tiempo le fue entregada la Sec-
ción de Invertebrados del Museo Nacional y más tarde la Sec-
ción de Entomología.
Dn. Carlos Porter ya no volvió a Valparaíso y el Museo
porteño, trasladado a su ciudad de origen, pasó a ser dirigido
por Dn. John Juger.
Entre 1924 y 1927 el Dr. Porter desempeñó la Cátedra de
Histología Normal de la Escuela de Medicina Veterinaria, la
En su biblioteca.
de Parasitología Animal en la Facultad de Agronomía y Vetert-
naría, la de Historia Natural en la Fscuela Militar, la de Zuolo-
gía de Invertebrados y de Histología Normal en la Escuela de
Altos Estúdios del Museo Nacional (ad honorem). Posterior-
mente, la de Parasitología de la Escuela de Veterinaria y Agro-
nomía de la We vesidad Católica, Cátedra en la que lo sorpren-
dió la muerte. |
Jubilado de sus otras clases, con una escasa remuneración,
22 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
que apenas le permitía atender las exigencias de su hogar, fundó
el Instituto de Zoología General y Sistemática, dedicado en espe-
cial al estudio de los artrópodos chilenos y a los parásitos ani-
males.
Pequeño de estatura, la tez blanca, las mejillas rosadas, los
ojos azules, vivaces, un tanto estrábico el derecho, los labios grue-
sos, la sonrisa fácil, los movimientos rápidos, el paso corto, sen-
cillo en sus maneras, casi infantil en sus expresiones, olvidadizo
y distraído hasta extremos increíbles en lo que no era ciencia,
tenía un alma de niño y un corazón muy bondadoso. Á veces
no disponía de dinero ni para él porque generosamente ya había
distribuido lo que le quedaba. Hablaba diferente lenguaje según
con quien se las había. En la cátedra era mesurado, con sus ami-
gos dicharachero y con quienes le salían con un ex abrupto podía
también emplear las expresiones vigorosas y llenas de colorido
de la jerga mapochina.
Con sus escasas rentas atendía las necesidades familiares y
sobre todo contribuía a la publicación de la Revista, que con la
dispareja ayuda del Gobierno o de la Universidad, debido a las
alternativas políticas y a los cambios ministeriales nunca estaba
seguro del aporte que le harían. Tenía luego que sobrellevar el
tremendo trabajo de reunir los artículos que había que publicar,
corregir las pruebas, apurar a la imprenta en las entregas y, por
último gastar tiempo y dinero en la distribución. ¡Era un valiente!
¡Cargaba con todo y salía adelante! Muchas veces debió vender
objetos preciados para salir de apuros.
Tenía un trabajo abrumador. Nunca se ayudó con una me-
canógrafa. Como se ha dicho, mantenía una profunda correspon-
dencia. Escribía con pulso firme, letra menuda y pareja, aprove-
chando el papel hasta en sus últimos bordes. Recibía, natural-
mente, muchísima correspondencia, del mundo entero. Para que
su casilla no se llenara en exceso iba al correo dos veces al día.
En ocasiones, el mismo lo decía, “tenía que llevar un saco y que
acarrear las revistas y cartas en carretela”.
Sólo frecuentaba los círculos científicos. Recorría las calles
de Valparaíso o de Santiago a su albedrío. No asistía a activi-
dades sociales, ni banquetes, matrimonios ni fiestas mundanas.
Como era muy distraído y de casa le hacían comprar algunas co-
sas, para no olvidarse de los paquetitos, los ataba a los botones
de su chaqueta.
Gajardo-Tobar, R, DON CARLOS E. PORTER 23
Cuéntanse de él, muchas anécdotas, algunas inolvidables:
Como sabio era muy distraído. Sus alumnos, en un aocasión, en
el Instituto Agronómico, le colocaron un sombrero calañés en el
punto donde había dejado su sombrero hongo. Terminada la
clase, muy tranquilamente salió con el nuevo sombrero. Tuvieron
que seguirle para hacerle ver el error.
Cuando era Director del Museo de Valparaíso, llegó un
día, de visita, un respetable caballero que le preguntó:
—¿Qué diría Ud. si viniera al Museo el Presidente de la
República ?
—Lo atendería como a los demás, y le haría presente que
el Presidente debe preocuparse más de las necesidades públicas
y no llevarse calentando el asiento. Por ejemplo, aquí hay defi-
ciencias que son una vergúenza.
—Pues bien, yo soy el Presidente y voy a darle lo que pide.
Don Carlos se echó a reír y dándole unos golpecitos en la
espalda al señor, le dijo:
—Bueno que es Ud. bromista.
Pero, en cuanto el caballero se retiró, se acercó un amigo y
le dijo muy afligido:
Pero, hombre, ¡si ese señor era Dn. Federico Errázuriz!
En Valparaíso andaba continuamente absorto en la lectura
de algún libro o revista, de tal manera que un buen día, al pasar
por la Plaza Sotomayor, se cruzó con un hermoso perro de Terra-
nova y le sacó el sombrero para saludarle, creyendo que era el
Intendente.
Estuvo viviendo, un tiempo, en una casa vecina a la de Dn.
Egidio Poblete, el famoso escritor Ronquillo de “La Unión”.
Ocurría que sus niños eran no solamente de la misma estatura
que los de su vecino, sino que se parecían un tanto. Había pro-
hibido a sus hijos que salieran a la calle, y una tarde, a la
vuelta del Museo, vio niños jugando frente a su casa e inmedia-
tamente, muy irritado, enarboló su bastón y les dio una paliza.
Pero, los niños eran los del Sr. Poblete, y la esposa de éste salió
indignadísima a la puerta de su casa y amenazó con la cárcel al
atribulado sabio. Venía llegando en ese momento Ronquillo muy
preocupado.
—¡Ah!, —dijo la señora—, observa la atrocidad que ha
hecho este infame de Porter.
24 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL —N” 2, 1969
Refiriéndole lo ocurrido, Dn. Egidio se echó a reír, y luego
dio un abrazo a Porter:
—Gracias, Dn. Carlos. Venía sin tema para mi artículo de
mañana y Ud. me ha dado uno. ;
Al día siguiente apareció en “La Unión” uno de los más
celebrados artículos de Ronquillo: “Creyó eran sus hijos”.
También, en Valparaíso, vivió en la mitad de una gran casa
que había sido dividida en dos iguales. Su vecino era un Corre-
dor de Comercio que siempre llegaba tarde. Una noche, en que
Dn. Carlos había dado una conferencia en “El Mercurio”, al
llegar a su casa se equivocó y penetró en la del vecino, a quien
le habían dejado la puerta junta. Le creyeron un ladrón y le
echaron con gritos y un tremendo escándalo.
Otra vez, de regreso de Santiago, bajó a comer un empare-
dado en Llaillay, terminado lo cual subió al tren que tenía al
lado. Grande fue su sorpresa cuando llegó otra vez a la capital.
¡Había tomado tren equivocado!
Desde otro punto de vista, su obra cumbre fue la Revista
Chilena de Historia Natural. Por ella, los cientos de conferen-
cias que diera, sus múltiples memorias, sus trabajos publicados
en la Revista, sus obras de recopilación, los extractos de revistas,
sus informaciones bibliográficas, sus notas y observaciones, su
concurrencia a congresos, etc., adquirió el enorme prestigio que
realmente se merecía.
Su obra fue reconocida en vida. Se le confirieron distincio-
nes en los más importantes centros científicos del mundo entero:
Doctor Honoris Causa de once universidades europeas y ameri-
canas; Miembro Honorario; Profesor Honorario; Académico y
Consejero de quince universidades; Académico de veinticuatro
instituciones científicas y de más de cien sociedades de ciencias
naturales, etc. Obtuvo un sinnúmero de premios, medallas, di-
plomas, condecoraciones, en el país y fuera de él. Fue Miembro
Honorario y Vicepresidente Vitalicio de la International Faculty
of Sciences de Londres. Recibió allí medalla de oro por sus tra-
bajos, en 1935. La Sociedad de Zoología Aplicada de Burdeos
estableció un premio anual “Prix Porter Chile” para ser conce-
dido el 18 de Septiembre de cada año al mejor estudio de zoolo-
gía agrícola publicado en Francia. Premios con el mismo nombre
fueron creados por la Sociedad Entomológica de París y la So-
Gajardo-Tobar, R. DON CARLOS E. PORTER 25
ciedad Científica del Havre. La Revista consiguió el Prix Gay
de la Academia de Ciencias de París.
El Dr. Porter intervino en la fundación y en la organización
de casi todas las instituciones creadas para el fomento de los
estudios de la historia natural chilenas, debiendo ser su primer
Presidente, v. gr. la Sociedad Chilena de Historia Natural
(1926), la Sociedad Chilena de Entomología, la Academia de
Historia Natural, etc.
Falleció el 13 de Diciembre de 1942, en el Hospital San
Vicente, de Santiago, pocos días después de haber soportado una
intervención quirúrgica. En sus últimos momentos le acompaña-
ba Monseñor Casanova, Rector de la Universidad Católica.
Hasta el final pensaba en el tomo 44 de su Revista, que se
había atrasado, y que por mucho que se apresuraran sus amigos
en traérselo, llegaron con él cuando ya había muerto.
Cuando su corazón dejó de latir, murió con él una época
grandiosa de los estudios de las Ciencias Naturales en Chile. La
pérdida ha sido irreparable. El Prof. Belou dijo de él: “Fue un
producto excepcional en este ambiente en formación de nuestra
América Latina”. “Porter fue figura cúspide entre los actuales
naturalistas contemporáneos. En la historia de las ciencias ocu-
pará un lugar prominente, al lado de Molina, Gay, Ameghino,
Gallardo y Holmberg”.
Don Gualterio Looser, refiriéndose a la Revista Chilena de
Historia Natural, decía: “Si para cualquier institución, sociedad
científica o académica, sería el mayor orgullo haber mantenido
una revista de esa índole durante media centuria, en el caso de
Porter, la hazaña, por él realizada, merece el calificativo de he-
roica”.
Hace poco, para honrar la memoria de Dn. Carlos Porter, el
primer barco oceanográfico, construido por los astilleros Martec,
de Coquimbo y echado al mar, durante una solemne ceremonia,
fue bautizado con el nombre de él.
Dn. Carlos E. Porter, al morir, legó como herencia al país,
a más de sus muchos trabajos, dos cosas trascendentales: Prime-
ro, una demostración ejemplar de como el secreto del éxito en la
vida estriba en la laboriosidad y el tesón, y, segundo, un monu-
mento, la Revista Chilena de Historia Natural (0).
(1) La bibliografía completa de las obras del Dr. Porter no ha sido publicada.
26 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N? 2, 1969
FUENTES DE INFORMACION
1.—Revista Chilena de Historia Natural.
2.—Anales de Zoología Aplicada.
3.—Boletín del Musco Nacional de Historia Natural.
4 —Revista Universitaria.
5.—AÁctes de la Societé Scientifique du Chili.
6.—Revista Chilena de Historia y Geografía.
7.—Publicaciones del Museo de Etnología y Antropología de Chile.
8.—Artículos y Comunicaciones Personales de D. Gualterio Looser.
9.—Publicaciones de Periódicos.
10.—Comunicaciones de la Srta. Berta Porter.
11.—Conversaciones y correspondencia con D. Carlos Porter.
27
EL GENERO CALCEOLARIA
EN LA FLORA CHILENA
(Elementos para una revisión)
ALVARO VALENZUELA GONZALEZ
Pertenece este género a la familia de las Escrofulariaceas (Scro-
phulariaceae), subfamilia Antirrinoideas.
El estudio más completo de este género es del Dr. Carlos
Reiche, publicado en 1911, con el título de “Estudios Críticos sobre
la Flora de Chile”, tomo VI. Para evitar extender demasiado este
trabajo nos referiremos permanentemente a esa obra y empezamos
por omitir la descripción de esta familia que está en la página 1,
tomo VI.
El Dr. Reiche refunde en sus estudios todos los trabajos de sus
antecesores, especialmente Cavanilles, Ruiz y Pavón, Claudio Gay y
Fr. Kranzlin. Menciona 72 especies, muchas variedades y siete especies
problemáticas.
Con posterioridad a Reiche, han sido descritas otras 16 especies,
por Kranzlin, Gandoger y Skottsberg.
Siguiendo la opinión del notable botánico Profesor Carlos Skotts-
berg, hemos eliminado una, la Calceolaria skottsbergii Gandoger, de-
iándola como un simple sinónimo de C. tenella, Poepp. et. Endl. En
cambio, hemos agregado la Calceolaria bipinnatifida, Phil., con el
número 87, que el profesor Iván Johnston considera como buena
especie y que Reiche colocó como sinónimo de C. pinnata, L.
Hemos conservado la numeración de las 72 especies menciona-
das por Reiche, agregando como 73 la C. flabellifolía Krazl. y si-
guiendo con la numeración hasta el número 88.
No incluimos en este trabajo las Tribus y subsecciones señaladas
por Reiche, que hemos considerado de poca utilidad y que en todo
caso pueden consultarse en la obra mencionada.
Para facilitar el estudio hemos hecho una lista de toda la sino-
nimia, por orden alfabético, mencionando el número de la especie
según el plan señalado.
28 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
Así, por ejemplo, C. bigemina (54) debe buscarse en la especie
54 que es C. volckimannil.
Hemos agregado también, siguiendo la opinión de don Carlos
Muñoz Pizarro, que le dio validez en el estudio sobre la Vegetación
del Bosque de Fray Jorge, la Calceolaria viscosissima Lindl. y por
último, hemos agregado la Calceolaria kingi Ph., siguiendo la opinión
del notable botánico Iván Johnston, quien, con la autoridad del
profesor F. W. Pennell, la considera como especie válida en su
estudio sobre la Flora del Norte de Chile.
El nombre válido de esta especie sería Calceolaria kingí R. A.
Phil., del año 1895, que figuraba hasta ahora como sinónima de
C. glutinosa Meigen, de 1893, pero, aunque más antigua que la espe-
cie de Philippi, no es posible darle la preferencia al nombre de
Meigen, pues tiene un homónimo anterior que la anula. Según las
reglas de Nomenclatura no deben subsistir homónimos posteriores.
El nombre más antiguo es C. glutinosa Heer et Regel, del año 1845
y según el Index Kewensis proviene de Guatemala.
Nada aconseja crear un nombre nuevo para C. glutinosa Meigen,
pues siendo sinónimo de C. kingi (según Johnston y Pennell), dar
nuevo nombre al taxon de Meigen, sería inventar un nombre inútil
y las Reglas, como es lógico, recomiendan no crear nombres inútiles,
que pasarían de inmediato a la sinonimia.
Hemos incluido como variedad de C. uniflora la var. silvestris
descrita por Carl Skottsberg, en la Botánica de Patagonia y Tierra
del Fuego, 1916, pág. 301.
En la obra que don Carlos Muñoz Pizarro publicó en 1960,
con el título de “Las especies de plantas descritas por R. A. Philippi
en el Siglo XIX”, aparece una enumeración muy exacta de las espe-
cies de calceolarias descritas por Philippi, que es fácil consultar y
que omitimos para no alargar este trabajo. En esa lista está indicado
el número que corresponde al Museo Nacional de Historia Natu-
ral (SGO).
En la Revista Chilena de Historia Natural (1933) se menciona
la C. reicheana, Espinosa, que debe considerarse como nomen nudum,
pues no hemos tenido conocimiento de su publicación.
En el Herbario del Kew Garden, con el número 6250 (ex Her-
bario Gray) figura una planta con el nombre de Calceolaria jobnsto-
nit, Pennell, nov. sp., cuya descripción no hemos encontrado en nin-
guna publicación y, como tampoco figura en el Index Kewensis, la
Valenzuela G., A. GENERO CALCEOLARIA 29
LAMINA 1]
CALCEOLARIA VIOLACEA. LL ys.
Ed Aa rudlo LA - : Y Zyer Las “ía
l, Calceolaria violácea Cav.
Icon. tab. 452
30 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
consideramos como momen nudum. Incluimos una lámina con el nú-
mero XXXVI.
En el herbario de la Universidad de Concepción hay material
de C. pennellii, Descole Borsini (números 8147 y 26054) el primer
ejemplar hallado en la provincia de Malleco, Paso Pino Hachado,
Lonquimay, en 1948, a 1.900 m.s.m., Leg. A. Pfister y el segundo
ejemplar hallado en el mismo lugar, en territorio chileno, más o me-
nos a 200 metros del límite con Argentina, lado norte del camino
a 1.840 m.s.m. en 1960, Leg. Ricardi y Marticorena.
Se trata de una especie descrita sobre material coleccionado en
Argentina y que ahora también se ha encontrado en territorio chi-
leno, por lo cual la hemos incluido con el número 88.
No pretendemos haber hecho una revisión del género y sola-
mente presentamos elementos que pueden servir a un científico para
hacer esa revisión. Al terminar este trabajo agradecemos la coope-
ración de infinidad de amigos y distinguidos botánicos, especialmente
a Agustín Garaventa, Gualterio Looser, Carlos Muñoz Pizarro, Mé-
lica Muñoz, Clodomiro Marticorena, Mario Ricardi, Silvia Tardel de
Valenzuela, Rev. Adolfo Echegaray SS. CC. Agradecemos tam-
bién a don Rodolfo Wagenknecht por el diapositivo de la Calceo-
laria picta y al Padre Edmundo Stockins SS. CC. por los diaposi-
tivos de C. uniflora y C. crenatiflora que nos han permitido hacer
las láminas en colores.
GENERO: CALCEOLARIA
Flores hermafroditas, cigomorfas. Cáliz de cuatro divisiones de
estivación valvada. Corola con el tubo cortísimo y el limbo marca-
damente bilabiado; los labios huecos, principalmente el inferior en
forma de zapato inflado, su borde superior está generalmente do-
blado y lleva el nectario. Estambres 2, de colocación lateral. Las
anteras forman ángulo recto con el filamento. Ovario súpero, bicar-
pelar, bilocular, con muchos óvulos de placentación angular. Cáp-
sula bivalva polisperma. Semillas pequeñas ásperas. Hierbas peren-
nes, rara vez anuales, o arbustitos con las hojas opuestas, enteras
o partidas. Las flores solitarias o más frecuentemente en inflores-
cencias cimosas. Corolas vistosas, amarillas, más rara vez blancas o
purpúreas.
Su nombre vulgar es generalmente arguenita, capachito, topa-
topa.
NOTA: Las abreviaturas que se ocupan en el texto CONC. y SGO., significan
Universidad de Concepción y Museo Nacional de Historia Natural, San-
tiago, respectivamente.
Valenzuela G., A.
GENERO CALCEOLARIA
LAMINA II
2. Calceolaria punctata Vahl.
Botanical Magazine tab. 5392
31
32 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL — N” 2, 1969
1.—C. violacea, Cav. Cavanilles, Iconnes, V. Tab 452, pág. 31; Gay '
V. pág. 158; Kranzlin 1, pág. 20.
Arbusto de muchas ramas delgadas, rojizas; las nuevas cubiertas de pelos
largos y otros cortos. Hojas mumerosas con las láminas delgadas, elípticas, irre-
gularmente aserradas, sembradas de algunos pelos, con 3-6 dientes a cada
lado; hasta 3 cm. de largo sobre 1,5 cm. de ancho; pecíolo de 1 cm. Inflores-
cencias terminales en las ramitas. Pedúnculos peludos, delgados. Divisiones
calicinales anchamente elípticas, acuminadas. Corola acampanado-bilabiada, de
un morado pálido, marcada de pintas más obscuras y de un lunar amarillo en
la garganta. Labio superior abovedado, el inferior más angosto, en forma de
bote. Garganta peluda. Filamentos de 1,5 mm. Ovario glanduloso. Estilo de 4
mm. Cápsula del largo del cáliz, de 2 valvas bidentadas. Semillas rojizas, arru-
gadas. Tallos 0,80 a 2 m. Abundante en la zona de Concepción, Arauco y
Valdivia. CONC. 10829 - Leg. M. Ricardi - 19163 Leg. Koeppen S. G. O. -
042961 Col. Philippi - 1861.
Sinonimia: Baea violacea Pers; Jovellana violacea (Cav.) Don.
2.—C. punctata, Vabl. Enum. 1 (1805). Pág. 177. Gay V, pág. 158.
Kranzlin 1, pág. 18.
Arbusto con las ramas largas, rojizas, finamente peludas, por fin casi
peladas. Hojas opuestas, aovadas, con la base atenuada hacia el pecíolo con
las márgenes groseramente duplicado-aserradas. Láminas, principalmente por
debajo, sembradas de glándulas negruzcas (lente!); de 8-10 cm. de largo sobre
4-5 cm. de ancho; pecíolos de 1,5-2 cm. Inflorescencias terminales, multifloras.
Divisiones calicinales lanceoladas, agudas, glanduloso-pubérulas. Corola del tri-
ple largo del cáliz, de 10-12 mm. violácea, con el interior marcado de puntos
de un violáceo más obscuro, y con un lunar amarillo en el labio inferior; el
labio superior derecho obtuso; el inferior, en forma de bote, con el extremo
anterior cortamente tridentado. El tubo corolar interiormente con pelos largos.
Los filamentos cortos. Ovario glanduloso peludo. Estilo derecho con el estigma
en cabezuela. Tallos 0,8-1,2 m. En la zona litoral desde la provincia de Arauco
hasta Chiloé, de Enero a Marzo.
Sinonimia: Jovellana punctata R. et Pav. Baea punctata Pers.
S. G. O. 56002 - R. A. Philippi - 1882 - Valdivia.
S. G. O. - 61535 - Col. Reiche - Nahuelbuta - S. G. O. -
56005 - Lebu. CONC. - 2534 Valdivia - Leg. Yunge. CONC. -
18011 Nueva Imperial.
Variedad: puncticulata (Phil.); (C. puncticulata Phil. Linneae
XXIX pág. 36; Wit. Oesterr. Bot. Zeitschr. 1905 pág. 451; Krzl.
como sinónimo de C. punctata). Difiere del tipo en ser más rami-
ficada, las hojas menores, los puntos glandulosos más numerosos, el
labio superior escotado, el labio inferior no tridentado.
Zona litoral de la provincia de Concepción (Tomé).
Valenzuela G., A.
GENERO CALCEOLARIA
LAMINA IM
3. Calceolaria tenella Poepp.
Botanical Magazine, lámina 6231
33
34 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
3.—C. tenella, Poepp. in Poeep. et Endl. Nov gen. et Spec. HI pág.
76 tab. 287. Gay V, pág. 163; Krzl. 1 c. pág. 49; Wit. Oesterr
Bot. Zeitsch. 1907, pág. 220.
Tallos numerosos, rastreros, débilmente leñosos, entrelazados y dispuestos
a manera de céspedes. Los tallos fértiles con la base hojosa y con el ápice
ligeramente granduloso-peludo. Hojas cortamente pecioladas, aovadas, con el
ápice agudo y las márgenes finamente aserradas, de 7 - 10 mm. de largo sobre
6 mm. de ancho; en los tallos estériles de dimensiones algo menores. Inflo-
rescencias paucifloras. Sépalos anchamente aovados. Corola de un amarillo in-
tenso, marcada de puntos anaranjados; el labio superior derecho, lateralmente
bien unido con el labio inferior inflado y cuyo borde no está doblado hacia
dentro, ni tampoco densamente glanduloso; la gargana vestida de pelos largos
ramosos. Filamentos cortísimos. Tallos fértiles de 0,08 - 0,1 m. de alto.
En la Cordillera, desde Chillán hasta Magallanes. Enero y Fe-
brero. CONC. 4451, Chillán; CONC. 10370, Llanquihue; SGO
42984 Palena; SGO 55948 Araucanía; CONC. 12068 Magallanes,
Cerros de la Cueva del Milodón Leg. Pfister, Ricardi.
Sinonimia: C. nummularifolia, Poepp.; C. skottsbergz, Gan-
doger.
4.—C. fotbergilli, Sol. in Ait Hort. Kew. 1 (1689) pág. 30; Gay V,
pág. 185; Hook. Flora Antarct. tab. 117; Krzl. 1. c. pág. 36.
Planta herbácea con el rizoma ramoso. Hojas en roseta radical, espatu-
ladas, largamente atenuadas en el pecíolo, con el ápice obtuso; las márgenes
enteras o indistintamente aserradas y provistas de pelos largos; con el pecíolo
hasta 4 cm. de largo y de 1,5 cm. de ancho. Del centro de cada roseta se
levanta un escapo casi pelado, terminado en una sola flor grande. Sépalos aova-
do-orbiculares, tomentosos. Corola amarilla salpicada de rojo hacia adelante.
Labio superior más corto que el cáliz, horizontalmente extendido. Labio infe-
rior colgado, trasaovado, largamente atenuado hacia la base, muy abierto; su
borde lateral arqueado a fuera; de 1,5 cm. Cápsula rodeada por el cáliz aumen-
tado, prolongada en pico. Tallos floridos de 0,1 - 0,15 m.
Planta abundante de Las Malvinas, se señala también del Es-
trecho de Magallanes (Puerto del Hambre, de San Gregorio)
SGO, 58730.
A Sinonimia: C. neeana Spr., C. bellidifolia Salisb., C. Cavanillesii
ers.
Valenzuela G., A. GENERO CALCEOLARIA 35
LAMINA IV
1 CALCEOLARIA TOTHERGILLIT. 2. CALC. PINIPOLIA lab 442.
4, Calceolaria fothergilli Sol. Cavanilles - Icon. Tab. 442
11, Calceolaria pinifolia Cav. Icon. Tab. 442.
36 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL MILITO
|
5. —C. uniflora, Lam. Encycl, meth. 1 (1783) pág. 556. Gay V,
pág. 186; Krzl. 1. c. pág. 37.
Del rizoma ramoso se desprenden rosetas de hojas espatuladas, más 0
menos obtusas, atenuadas en el pecíolo, muy ligeramente glanduloso-peludas;
las márgenes enteras o denticuladas; de dimensiones muy variables (de 2-8
cm. incluyendo el pecíolo). De las rosetas se levantan 1-2 escapos cortamente
glanduloso-peludos, unifloros. Flores grandes. Sépalos aovados, obtusos, glan-
duloso-peludos. HCorola amarilla, el labio inferior con el centro engrosado,
blanco y, hasta el ápice, salpicado de colorado. Labio superior más corto qué
el cáliz, el inferior de 2 cm. de largo, colgado, muy abierto, trasaovado-cuneado,
con las márgenes afuera. Filamentos de 4 mm. AÁnteras gruesas. Escapos 0,04-
0,08 m,
En la Patagonia austral; región del Estrecho y Tierra del Fue-
go; desde la zona litoral hasta más arriba de la región de los ñirres
enanos. Desde latitud 5050 según Ibar, Anales 1878 (53)
pág. 611.
Sinonimia: C. nana Sm.
Variedad Darwinii (Benth). Wit. mscr.; (C. darwinit Benth
in D. C. Prodr. X pág. 207. Gay V, pág. 186; Krzl. 1. c. pág. 37).
Difiere del tipo en ser más lampiña, la corola algo más gran-
de con el labio inferior inversamente triangular. En la Flora
antártica, pág. 333, se admite la posibilidad de reunir esta espe-
cie a la C. uniflora.
Variedad mínima (Wit.) R.; (C. mínima Wit. Oesterr. Bot.
Zeitschr. 1906, pág. 14. Difiere del tipo por las hojas de dimen-
siones más pequeñas y vestidas de pelos largos, blandos.
Ambas variedades se crían en la misma región del tipo.
Variedad silvestris, Skottsberg, Botánica de Patagonia y
Tierra del Fuego 1916, pág. 301.
Luxurians, minus dense rosulata, subglabra. Folia cum pe-
tiolo usque ad 12 cm. longa, lamina rhomboidea, ad 6 - 4 cm.,
margine superne crenato-dentata, Pars superior scapi cum sepalis
glanduloso-viscosa. Sepala nec non corolla ut in typo, sed majora;
labium inferius ad 35 mm. longum, antice 25 mm. latum, saepe
irregulariter sublobulatum, luteum, intus rubromaculatum et
extus sub margine aperturae pulchre purpureum; margo carnosus,
albus, 6-7 mm. latus.
Punta Arenas. SGO. 058631. Col. Skottsberg. Río de las
Minas, Patagonia Austral. |
37
GENERO CALCEOLARIA
Valenzuela G., A.
LAMINA V
5. Calceolaria uniflora, Lam. variedad Darwinii (Benth), With.
38 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N? 2, 1969
6.—C. lanceolata Cav. Icon. V pág. 27 tab. 444, fig. 2; Krzl. 1. c.,
pág. 37.
Planta polimorfa, herbácea, con el rizoma delgado, leñoso, oblicuo, ramoso.
Hojas más o menos amontonadas hacia la base del tallo, casi peladas, lanceola-
das y agudas o espatulado-oblongas, atenuadas en el pecíolo largo, 3-8 cm. de
largo. Escapos 2-4 en la misma roseta, granduloso-pubérulos hacia el extremo,
unifloros. Sépalos aovados, agudos. Corola amarilla. Labio superior más corto
que el cáliz; el inferioh de 1,5 cm. de largo, más o menos arqueado hacia arriba,
marcadamente angostado hacia la base, abierto en la tercera parte o en la mitad
de su extensión. Filamentos cortos. Cápsula prolongada en pico. Tallos 0,05 -
0,15 m.
SGO. 536043. CONC. Biobío. Aisén, Magallanes.
El tipo de esta especie fue hallado cerca de Puerto Deseado
(Costa Atlántica de la Patagonia, bajo 482).
Sinonimia: C, palenae Phil.
Variedad acutifolia (Wit.) R.; (C. acutifolia Wit. mscr.; según
Krzl. sinónimo con C. lanceolata Cav.).
Los estrenudos en la base del tallo más alargados. Hojas lanceo-
ladas, acuminadas.
En las cordilleras de Chillán y en la Patagonia.
CONC. 8231, Aisén; CONC. 21912 Aisén.
Variedad pusilla (Wit.) R.; (C. pusilla Wit. Oesterr. Bot. Zei-
tschr. 1906, pág. 14).
SGO. 56040, Baños Chillán. SGO. 56041.
Entrenudos cortos. Hojas marcadamente amontonadas, aovado-
elípticas, más pequeñas que en el tipo.
Cordilleras de Linares y Chillán.
7.—€. mendocina Phil., Anal. Univ., vol. 22 (1862), pág. 404; Lin-
naea XXXIII, pág. 217; Krzl., pág. 35.
Planta herbácea, baja, cortamente peluda, hojas en roseta, aovadas (lan-
cealadas según Krzl.); espatuladas, según Wit.” algo carnosas, de 3 cm. de largo
sobre, 1,8 cm. de ancho. Escapos (1-2), unifloros, peludos principalmente hacia
el ápice. Las divisiones calicinales algo desiguales, siendo (según Krzl.) las
laterales más anchas que las medianas. Cotola amarilla, subglobosa. El labio
superior del largo del cáliz, el inferior mucho más grande, más ancho que largo,
poco angostado en la base, poco abierto; el borde anterior doblado adentro y muv
glauduloso (Oesterr. Bot. Zeitschr. 1907, pág. 223, figs. 5, a y b). Filamentos
cortísimos. Escapos de 0,05 - 0,07 m. o, NS
Valenzuela G., A.
GENERO CALCEOLARIA
LAMINA VI
8. Calceolaria filicaulis Clos
British Museum (Natural History)
39
40 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL —N” 2, 1969
Parecía que se trataba de una especie argentina, de las cordilleras
argentinas, pero Kranzlin cita un ejemplar en Chile, en Nitrilo en la
Araucanía.
En el Diccionario Geográfico de Riso Patrón no existe mencio-
nado este lugar, pero sí “Nitrito”, en la margen oriente del curso
superior del río Biobío, a corta distancia de la desembocadura del
río Lomin. Con este nombre de “Nitrito” reproduce Reiche la cita.
8.—C. filicaulis Clos, Gay V, pág. 181; Krzl. c. c., pág. 43 y pág. 44,
figuras 8 a-d.
Planta herbácea, delgada. Todas las hojas dispuestas en roseta radical, del-
gadas, sembradas de pelitos blancos principalmente sobre los nervios de la cara
inferior, aovadas, con las márgenes finamente aserradas ,atenuadas en el pecíolo
corto, láminas de 3-6 cm. de lareo sobre 1,5-5 cm. de ancho. Escapos 2-4 rojizos,
hacia el ápice partidos en una cima pauciflora, glanduloso-pubérula. Pedúnculos
de 1-2 cm. Sépalos aovados, agudos. Corola amarilla, pubérula, labio superior
más corto que el cáliz; poco arqueado ,el inferior mucho más grande, globoso
de 8-9 mm. de diámetro, papiloso, poco abierto, el borde anterior largamente
doblado adentro y densamente papiloso. Filamentos cortos. Ovario cónico, glan-
duloso. Escapos de 0,15 - 0,4 m.
En las cordilleras desde Santiago hasta la Patagonia.
9.—C. biflora, Lam. Encycl. 1 (1783), pág. 536.
Planta herbácea. Todas las hojas ¡dispuestas en roseta radical, delgadas,
aovado-lanceoladas, espatuladas o aovado-orbiculares, con el ápice obtuso y la
base atenuada a manera de pecíolo; los nervios palmatipinados, algo peludos
por debajo; la cara superior peluda,: last: mátgénes desigualmente denticuladas,
pestañosas, de 3-6 cm. de largo. Escapos varios; rojizo-amarillentos, glanduloso-
pubérulos en la región floral. Inflorescencia cimosa, pauciflora, cul de
2-5 cm. Sépalos aovados, agudos. Gorola amarilla, labio superior más corto que
el cáliz, subgloboso; el infor mucho: más grande; subgloboso, de casi 12 mm.
de diámetro, poco abierto, papiloso, el borde anterior largamente doblado aden-
tro y densamente glanduloso. Filamentos cortos. “Ovario cónico. Cápsula del
largo del cáliz. Tallos 0,1-0,3 m.
En los lugares húmedos de las ls: desde la provincia de
Coquimbo hasta las regiones magallánicas.
Sinonimia: C. plantaginea Sm., Gay V, pág. 184, incluyendo la
var. magallánica Clos: Baea plantaginea Pers; C. nudicaulis Meyen
mscr.; C. palenae Phil, Anal. Univ., 1895, pág. 154; C. hopeana,
Mortison ex Loud.; C. morrisoni Don
Variedad: DrasifoMa Knze et Walp.) Clos. Gay V, pág. 184;
Linnaea XXXIII, pág. 218.
Valenzuela G., A.
GENERO CALCEOLARIA
LAMINA VII
9. Calceolaria biflora Lam.
Botanical Magazine, lámina 2805.
41
42 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N?* 2, 1969
Sinonimia: C. obtusifolia Knze et Walp.; C. plantaginea Sm. var.
andícola Wedd.; C. luxurians Wit.
Difiere del tipo por ser más robusta con los escapos bífidos y
ramosos. Las hojas anchamente aovadas, groseramente recortado-den-
tadas. Las flores más pequeñas.
En las mismas localidades.
10.—C. williamsi Pbil. Anales de la Universidad, vol. 91 (1895),
pág. 158.
Planta herbácea. Hojas amontonadas en roseta radical, oblongas, atenuadas
a manera de pecíolo, bastante agudas, con las márgenes finamente aserradas, en
ambas caras cortamente felpudo-tomentosas, hasta 7 cm. de largo sobre 2 cm. de
ancho. Tallo amarillento, peludo en la base, bipartido en el medio y aquí con
dos hojitas de 6-10 mm. Pedúnculos largos, delgados, glanduloso-peludos. Sé-
palos anchamente aovados. Corola amarilla, glandulosa. Labio superior corto,
poco arqueado; el inferior más grande, globoso con la boca estrecha y la margen
anterior cortamente doblada adentro. Anteras casi sésiles.
Cordilleras de Talca.
Sinonimia: C. pratensis Phil. var. Williamsi (Phil.) Krzl., pág. 42.
CONC. 17794, SGO. Pérez Caldera 3.000 m.s.m. Leg. Sparre
1954.
11.—C. valdiviana Phil. Linneae XXIX, pág. 35.
Difiere de la especie anterior por las hojas casi lampiñas (no
tomentoso-peludas) y los filamentos marcadamente más largos 2,5
mom.
CONC. 7831 - 7848 - 1927 en Malleco; Leg. Pfister.
SGO. 56091 - 42979 - 42978, Nahuelbuta.
Desde las cordilleras de Chillán hasta la provincia de Llanqui-
hue, no en la zona litoral.
Sinonimia: C. pratensis Phil.; C. tenerifolia Phil.; C. bipartita
Phil.
12.—C. spathulata Witasek, Oesterr. Bot. Zeitschr. 1906, pág. 14;
1907, pág. 262; Kranzl. 1. c., pág. 120, Annal. K. K. Hofmus.
Wien, col, 22 (1907), pág. 196.
Planta herbácea. Hojas radicales en roseta, aovadas, cortamente angostadas
en la base, almenadas, ligeramente pubérulas, de 4 cm. de largo sobre 2 cm.
de ancho. Tallo hasta la bifurcación desprovisto de hojas o en la región infe-
Valenzuela G., A. GENERO CALCEOLARIA 43
LAMINA VIII
Calceolaria plantaginea Sm.
Herbario del British Museum (Natural History)
44 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
rior con un par de hojas sésiles, espatuladas, obtusas. En las axilas de las
hojas radicales y las tallinas inferiores hay yemas que renuevan la planta al
otro año.
Las inflorescencia es de dos ramitas cortas, contraídas. Divisiones calici-
nales oblongas. Labio superior subgloboso, más corto que el cáliz; el inferior
semigloboso, muy cortamente abierto. Estilo cortísimo con el estigma globoso,
tallos 0,25 - 0,3 m.
Cordilleras de las provincias de Biobío (Sierra Velluda).
SGO. 56055. CONC. 26543. Refugio Volcán Llaima. Leg. M.
Ricardi y O. Matthei.
13.—C. nudicaulis Benth. D. C .Prodr. X, pág. 208. Gay V, pág.
180; Krzl. 1. c., pág. 43 (exl. fig. 8, A-D).
Planta herbácea. Hojas amontonadas en roseta radical, aovadas o rómbicas,
agudas, cortamente pecioladas, groseramente duplicado-aserradas, principalmente
en la cara inferior cortamente peludas, de 8-20 cm. de largo. Tallo rojizo, rígido,
en el extremo superior tricótomo, con hojitas pequeñas en los puntos de rami-
ficación; la inflorescencia cimoso-ramosa, de 4-6 ramitas principales dispuestas
en un corimbo de flores muy numerosas. Pedúnculos filiformes de 1-1,5 cm.
Divisiones calicinales lanceoladas, agudas. Corola de un amarillo pálido, la
cara inferior del labio inferior es blanquecina; por la desecación resulta un
amarillo casi dorado. (La corola de ningún modo marcada de puntos negros
como dice Krzl.). El labio superior hinchado, poco más largo que el cáliz; el
inferior de contornos orbicular, achatado, con las márgenes bastante agudas,
poco abierto hacia arriba; la margen anterior cortamente inflexa; ambos labios
papilosos hacia la grganta. Filamentos muy cortos. Ovario subgloboso. Estilo
corto con el estigma grueso. Fruto subgloboso, con el vértice estirado en
pico. Tallo 0,2 - 0,6 m.
Planta muy frecuente en las provincias centrales (Aconcagua,
Santiago, O'Higgins).
14, —C. corymbosa R. et Pav. Flor. per. etchil. 1 pág. 14, tab. 20,
fig. b. Gay V, pág. 179; Krazl., pág. 50.
Planta herbácea. Hojas radicales en roseta grande, horizontalmente exten-
didas, aovadas, a veces algo acorazonadas, obtusas, groseramente duplicado-
aserradas O almenadas; largamento pecioladas; ambas caras y las márgenes
peludas; de dimensiones variables, hasta 7 cm. de largo sobre 6,5 cm. de
ancho. Tallos varios, peludos, provistos de 1-2 pares de hojas pequeñas, sésiles,
Inflorescencia cimosa, multiflora. Pedúnculos largos y delgados. Divisiones cali-
cinales oblongas, peludas, de 4 mm. Corola amarilla. Labio superior más corto
que el cáliz jel inferior angostado hacia la base, marcadamente abierto, con
tres almenas en la doblez de la margen inferior. Filamentos de 2,5 mm. Estilo
Valenzuela G., A.
GENERO CALCEOLARIA
LAMINA IX
13. Calceolaria nudicaulis Benth. Figura A.
25. Calceolaria campanae Phil. Figura E.
Kranzlin - Das Pflazenreich, lámina 8.
45
46 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
de 3 mm., arqueado. Cápsula prolongada en pico. Planta bastante polimorfa
con el tallo de 3 - 0,6 m.
Desde la provincia de Aconcagua hasta Valdivia, también en
las cordilleras bajas.
Sinonimia: C. paralia Hook.; C. tetraphylla Phil.; C. cordata
Phil.; C. hians, Penny; C. hopeana, Morrison ex Don; C. wheeleri,
Swett.
15.—C. germainii Witasek, Oesterr. Bot. Zeitschr. (1906), pág. 15;
1907;, pág. 262.
Planta herbácea. Hojas ínfimas flojamente dispuestas en roseta, aovadas,
cortamente atenuadas en el pecíolo, obtusas, enteras, glandulosas en ambas
caras, pero principalmente en la inferior y en las márgenes; los nervios pro-
minentes en la inferior, de 6 - 7 cm. de largo. Tallos ascendentes, glandulosos,
con 2 - 3 pares distantes de hojitas pequeñas, casi sésiles. Inflorescencia dicó-
toma, con las flores casi amontonadas en el extremo de las ramitas. Corola
glandulosa, amarilla. Labio superior más corto que el cáliz; el inferior inflado,
marcadamente angostado hacia la base, abierto hasta la mitad del labio superior.
Filamentos cortísimos. Tallos 0,3 - 0,4 m.
Cordilleras de la provincia de Maule.
16.—C. crenatiflora Cav. Icon. V. (1799), pág. 28, tab. 446, Gay
V, pág. 179; Bot. Mag., tab. 3255; Krzl. 1. c., pág. 51.
Planta herbácea con el rizoma oblicuo. Hojas radicales en roseta, atenuadas
en pecíolo, con el ápice obtuso o acuminado; las márgenes más o menos den-
tadas; ambas caras peludas; de 10 - 12 cm. de largo. Tallos 1 - 2, a veces
robustos, peludos. Hojas tallinas aovadas, sésiles, enteras o denticuladas;
el ínfimo de los 2 - 3 pares a veces de tamaño considerable. Inflorescencia cimosa,
las ramas con las flores unilaterales. Pedúnculos de 2-4 cm. Divisiones calici-
nales de 5 - 8 mm. de tamaño algo desigual. Corola amarilla, con puntos rojos.
Labio superior pequeño, el inferior almenado hasta 2,5 cm. de largo, trasaovado,
poco abierto. Cápsula apenas estirada en pico, más corta que el cáliz. Tallo
0,4 - 08 m.
En las provincias de Valdivia, Llanquihue y Chiloé.
Sinonimia: C. pendula Sweet; C. mirabilis Know.; C. anómala
Pers.; C. cuninghamii Vatke; C. knypersliensis, Hort ex Stend.
17.—C. picta Phil. Linneae XXIX, pág. 34; Krzl. 1. c., pág. 53.
Planta herbácea. Hojas inferiores en roseta, aovadas o trasaovadas, muy
cortamente pecioladas, atenuadas hacia la base, groseramente duplicado-aserra-
das, ambas caras peludas, principalmente los nervios del lado inferior, hasta
47
OLARIA
15
GENERO CALC
Valenzuela G., A.
Xx
LAMINA
a
A gon
14. Calceolaria corymbosa, Ruiz et Pavon.
Botanical Register, tab. 723.
48 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N?” 2, 1969
18 cm. de largo. Tallo peludo, purpúreo, hojas tallinas a veces en un solo
par y pequeñas, otras veces más numerosas y más grandes. Inflorescencía
cimosa con las últimas ramificaciones contraídas. Divisione calicinales de 4 mm.
Corola violácea, el labio inferior arriba amarillo, marcado de puntos obscuros.
Labio superior más corto que el cáliz, el inferior subgloboso, poco abierto, de
1,5 cm. de largo. Filamentos y estilo cortísimos. Fruto desconocido. Tallos
0,3 - 0,6 m.
En la provincia de Coquimbo (La Serena) y en las cordilleras
de Hurtado.
Carlos Muñoz Pizarro, Sinopsis de la Flora Chilena. Lámina
CLXXXIX.
CONC. 21957, Punta Teatinos, Leg. G. Looser; 30946, Cuesta
Buenos Aires; 31386, Ovalle, Tongoicillo, Leg. C. Jiles.
18.—C. montana, Cav. Icon V. (1799), pág. 27, tab. 444, fig. 1;
Gay V, pág. 184; Weed. Chloris Andina II pág. 142; Kranzl,
pág. 51.
Planta herbácea con el rizoma rastrero. Hojas inferiores amontonadas en
roseta, espatuladas, almenadas o aserradas, obtusas o acuminadas, largamente
atenuadas en el pecíolo, en ambas caras densamente peludas hasta tomentosas
o aterciopeladas, de 2,5 - 4 cm. de largo. Tallos varios ascendentes, delgados,
algo glandulosos y peludos hacia el ápice. Hojas tallinas dispuestas en 1 - 2
pares, sésiles, con la base acorazonada. Divisiones calicinales aovadas. Corola
amarilla. Labio superior más corto que el cáliz; el inferior inflado de 1 cm.
de largo, abierto casi hasta la mitad y con el borde anterior marcadamente
inflexo. Filamentos muy cortos. Ovario cónico, glanduloso. Tallos 0,3 m.
En las cordilleras de las provincias centrales, desde la provincia
de Aconcagua hacia el Sur.
Sinonimia: C. villosa Phi.; C. floccosa Wit.
SGO. 55888; CONC. 12781. Fray Jorge Leg.: M. Ricardi.
19.—C. racemosa Cav. Icon. V., pág. 29, tab. 448. Gay V, pág. 177.
Krzl. pág. 54.
Planta herbácea con el tallo tomentoso. Hojas inferiores en roseta radical,
aovadas, tomentosas, arrugadas, dentadas, atenuadas hacia la base, de 5 cm.
de largo. Hojas tallinas pocas, sésiles. Inflorescencia dicótoma con las flores en
racimo. Pedúnculos 1,5 cm. Divisiones calicinales aovadas, peludas. Corola
amarilla; el labio superior más corto, el inferior ovoide, inflado, angostado hacia
la base, muy abierto, de 12 mm de largo. Filamentos cortos poco más largo
que las anteras. Estilo poco más largo que los estambres. Tallo 0,3 - 04 m.
En Talcahuano y Corral.
Sinonimia: C. herbertiana Lindl.
Valenzuela G., A. GENERO CALCEOLARIA 49
LAMINA XI
16. Calceolaria crenatiflora Cav.
50 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N?* 2, 1969
SGO. 55881, Colchagua. Leg. Dr. Simons; SGO 43031, Col-
chagua, Col. Landbeck.
20.—C. paralia Cav. Icon V, pág. 29, tab. 447, Gay V, pág. 178.
Krzl., pág. 53.
Planta herbácea. Hojas inferiores amontonadas en roseta, aovado-oblon-
gas, glaucas, con el nervio mediano grueso, violáceo; atenuadas en un pecíolo
ancho; las márgenes irregularmente dentadas; ambas caras tomentosas; hasta
12 cm. de largo. Tallo derecho, tomentoso. Las hojas tallinas sésiles con las
bases de la misma pareja unidas. Región floral dicótoma. Flores numerosas. Los
pedúnculos delgados, de 2 cm. de largo. Divisiones calicinales aovadas. Corola
amarilla. Labio superior muy corto; el inferior cuneado, muy abierto, de 1,5
cm. de largo. Cápsula tomentosa, más corta que el cáliz. Tallo 0,6 m.
Provincias de Linares, Colchagua, Parral, Santiago.
SGO. 43034, Cerro San Cristóbal, 1860, Col. Philippi.
CONC. 18904, Vegas del Flaco, Colchagua, Leg. M. Ricardi.
CONC. 1071, Tiltil, Leg. C. Grandjot.
Sinonimia: C. paralensis Spr.
21.—C. mimuloides Clos, Gay V, pág. 174.
Planta herbácea. Hojas inferiores en roseta, aovado-espatuladas, atenuadas
en el pecíolo corto, algo pubérulas principalmente por debajo, indistintamente
almenadas, hasta enteras, de 3 - 4 cm. de largo. Tallos ascendentes o derechos,
poco peludos, glandulosos hacia el extremo. Las hojas tallinas sésiles, ancha-
mente aovadas, acorazonadas. Inflorescencia cimosa, de 4 - 8 flores en cada
una de las dos ramitas. Pedúnculos delgados, de 1 - 2 cm. Divisiones calici-
nales anchamente aovadas. Corola amarilla, el labio superior más corto que el
cáliz; el inferior grande, muy angostado hacia la base y abierto hasta la mitad
de su extensión; de 1,7 cm. de largo. Filamentos muy cortos. Cápsula más larga
que el cáliz, velloso-viscosa. Tallo 0,2 m.
Cordilleras de las provincias centrales.
SGO. 056064, Río Colorado, 1888, Col. Philippi.
CONC. 14775, Laguna del Inca, Leg. M. Ricardi.
CONC. 14796, Portillo, Leg. M. Ricardi.
22.—C. oligantha Phil. Linnaea XXXIII, pág. 216.
Planta herbácea, glanduloso-peluda. Las hojas inferiores en roseta radical,
oblongo-espatuladas, largamente angostadas en pecíolo, groseramente aserrado-
dentadas, hasta 10 cm. de largo. Tallo único, sencillo, con dos pares de hojas
sésiles, aovado-oblongas, las supremas enteras. Inflorescencia cimosa, de 3-7
Valenzuela G., A.
GENERO CALCEOLARIA
LAMINA XII
16. Calceolaria crenatiflora Cav.
Botanical Register, lámina 1609.
31
32 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 190)
flores. Pedúnculos largos hasta 2 cm. Divisiones calicinales aovadas, muy obtu-
sas, de 5 mm. Corola de color desconocido. Labio superior poco más corto
que el cáliz; el inferior muy angostado hacia la base, anchamente abierto, de
12 - 15 mm. de largo. Filamentos cortísimos. Estilo de 2 mm. Ovario recorrido
por dos surcos longitudinales. Tallos 0,2 m.
Cordillera de Santiago.
SGO. 60962, Santiago, Col. Reiche.
23.—C. arachnoidea Grab. Edimb. Journ. 1828, pág. 371, Botani-
cal Magazine, tab. 2874. Gay V, pág. 182. Krazl., pág. 48.
Nombre vulgar “Relbun”. Los rizomas sirven para teñir de
colorado.
Planta herbácea, con el rizoma horizontal, densamente blanco-lanudas. Ho-
jas atenuadas hacia la base, obtusas, con las márgenes finamente almenadas,
de 6 - 9 cm. de largo. Tallos ascendentes amarillentos. Hojas tallinas dispuestas
en 2 - 4 parejas distantes, las inferiores atenuadas en el pecíolo, las superiores
sésiles. Inflorescencia dicótoma ,con las flores en cimas cortas, contraídas. Pe-
dúnculos muy cortos. Divisiones calicinales triangular-aovadas, agudas. Corola
purpúreo-violácea. Labio superior más corto que el cáliz, el inferior subgloboso
ligeramente (3) almenado, poco abierto, de 1 cm. de largo. Filamentos cortos.
Ovario cónico, densamente glanduloso. Tallos 0,3 - 0,6 m. Planta variable.
Sinonimia: C. tinctoria Gill y C. nubigena Poepp.
Las variedades “lanata” Walp. Nov. Act. XIX Suppl. I. pág.
397, y variedad “viridis” Benth D. C. Prodr. X, pág. 209, difieren
por las hojas más pequeñas, más densamente lanudas, y respecti-
vamente menos lanudas, verdes. Variedad “refulgens” Sweet. Brt.
flow. garden III tab. 2327, nomen nudum.
En las Cordilleras desde Coquimbo a Concepción, en sitios algo
húmedos de 2.000 a 3.000 metros de altura.
24,—C. lanigera Phil. Anales Universidad, vol. 65 (1884), pág. 63.
Planta herbácea, robusta. Casi todas las hojas dispuestas en roseta radical,
suborbiculares con la base cuneada, almenadas, verdes, glanduloso-peludas y con
los nervios muy prominentes por debajo, densamente lanudas por encima, de
10 cm. (y más), de largo. El tallo glanduloso, solamente con dos pares de
hojas. Inflorescencia multiflora, paniculado-dicótoma. Divisiones calicinales obtu-
sas, de 4 mm. Corola rosada, de dos labios casi iguales, semiglobosos y poco
abiertos. Filamentos cortos. Tallo rígido de 0,9 m. ¿Acaso un híbrido?
Cordilleras de San Fernando.
Valenzuela G., A.
GENERO CALCEOLARIA
LAMINA XII-B
17. Calceolaria picta, Phil.
53
”S
54 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N" 2, 196)
25.—C. campanae Phil. Anal. Universidad 91 (1895), pág. 152. E.
Krzl., pág. 47.
Planta herbácea. Hojas inferiores amontonadas en rosetas, espatuladas,
blanco-tomentosas, con las márgenes oscuramente almenadas, rara vez marcadas
de 1-2 dientes más gruesos; de 2 - 2,5 cm. de largo.
Tallo rojizo, apenas peludo, con 1 - 2 pares de hojas pequeñas, verdes,
peludas hacia el ápice. Inflorescencia pauciflora, dicótomo-umbelada. Bracteas
aovado-lanceoladas, de 7,5 mm. de largo. Pedúnculos de 3-4 cm. Corola pequeña
amarilla, el labio inferior marcado de puntos rojos. Divisiones calicinales obtusas
de 2-3 mm. Labio superior de 2-4 mm., el inferior subgloboso poco abierto, de
1 cm. Filamentos cortos. Ovario cónico, densamente glanduloso, con el estilo
cortisimo.
Cerro de la Campana, cerca de Quillota.
SGO. 56151, Cerro de la Campana, Col, C. Grandjot.
CONC. 21960, Cerro de la Campana, Leg. Gandjot. 1.200
m.s.m.. Lámina IX.
26.—C. crassifolia Phil. Anal. Universidad 43 (1873), pág. 532.
Krzl., pág. 118.
Planta herbácea, peluda. Las hojas casi todas reunidas en roseta radical,
anchamente aovadas, obtusas O acuminadas, atenuadas en el pecíolo corto,
indistintamente almenadas, felpudo-tomentosas, de 3 - 4 cm. de largo. Las
hojas tallinas solamente en 1 - 2 pares, muy pequeñas, sésiles. Tallos solitarios,
indivisos, rígidos, Inflorescencia dicótoma, con las ramitas verticales, de aspecto
corimboso, con 10-15 flores. Pedúnculos 10-20 mm. Divisiones calicinales lanu-
das por fuera, peladas adentro, de 5 mm. Corola amarilla. Labio superior del
largo del cáliz, el inferior subgloboso, poco abierto de 10-12 mm. Filamentos
cortos.
Cordillera de Nahuelbuta. Enero.
CONC. 21948, Arauco, Contulmo, Leg. Dr. K. Behn.
27.—C. cana Cav. Icon. V pág. 27. Tab. 443, figura 2. Gay V, págs.
182, Krazl., pág. 48.
Planta herbácea. Hojas inferiores amontonadas en roseta, espatuladas,
obtusas, indistintamente almenadas, densamente blanco-felpudas, casi sésiles, de
2,> cm. de largo. Tallos varios, ascendentes, amarillos, ligeramente felpudos en
la base, casi pelados y glandulosos hacia el extremo; hojas tallinas dispuestas
en 1 - 2 pares distantes, muy pequeñas en las ínfimas ramificaciones de la
inflorescencia paniculado-dicótoma; las ramitas fructíferas alargadas. Divisiones
calicinales obtusas de 2 - 3 mm. de largo. Corola pequeña, amarilla. Labio
superior más corto que el cáliz; el inferior de 1 cm. de largo, marcadamente
Valenzuela G., A. GENERO CALCEOLARIA 55
LAMINA XII
1. CALCEOLARIA MONTANZ. 2 CALC. LANCEOLATA. Tab 434
18. Calceolaria montana Cav. Icon. tab. 444, Figura 1.
6. Calceolaria lanceolata Cav. Icon. tab. 444. Figura 2.
56 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL IN” 2, 1969
angostado hacia la base, trasaovado-oblongo, abierto en la cuarta parte de su
extensión. Filamentos de 2 mm. Tallo 0,4 - 0,6 m.
En las cordilleras desde la provincia de Coquimbo a Concep-
ción. Enero y Febrero.
Variedad pannosa (Pbil.) R. (C .pannosa Phil. Linaea XXXIII
pág. 219). Hojas menos felpudas con las márgenes aserradas. Las
flores de la única muestra están carcomidas por los insectos.
Cordillera de Colchagua 2100 - 2500 m.
28.—C. foliosa Phil. Anal. Univ. 43 (1873), pág. 531.
Planta herbácea, con las hojas distribuidas sobre el tallo sin roseta basal.
Tallos ascendentes, pelados. Hojas peladas, aovado-lanceoladas, largamente ate-
nuadas en punta, con la base troncada o algo acorazonada, las márgenes enteras
o denticuladas a distancia, pestañosas; las inferiores cortamente pecioladas, hasta
6 cm. de largo; las superiores sésiles y más cortas.
En la inserción de las hojas sobre el tallo hay un grupo de pelos. El
extremo del tallo lleva una inflorescencia de cuatro ramitas dicótomo-panicula-
das. Pedúnculos filiformes de 1,5” cm. Cáliz pequeño de 4 divisiones de 2-3
mm. Corola amarilla. Labio superior muy pequeño, el inferior subgloboso,
muy poco abierto en el lado superior, de 1 cm. de largo. Filamentos cortísimos.
Estigma globoso. Fruto desconocido. Tallos 0,6 m.
Cordillera de Chillán y de Antuco. Enero y Febrero.
Sinonimia: C. silenoides Poepp.; C. atrovirens Krzl. SGO 56057,
Longaví, Col. Schoenemann; CONC, 3722, Termas de Chillán, Leg.
A. Pfister.
29.—C. rupicola Meigen, Engl. Jahrb. XVII (1893), pág. 290.
Subarbustito bajo de varias ramitas delgadas; glandulosas. Hojas distribui-
das sobre las ramas, elípticas, atenuadas en ambos extremos, sésiles o muy cor-
tmente pecioladas, enteras o denticuladas sobre las ambas caras, pequeñas (de
1,5 - 2,5 cm.) de largo. Inflorescencia pauciflora, dicótoma. Pedúnculos de
1 cm. Divisiones calicinales glandulosas, largas (6-7 mm.). Corola amarilla.
Labio superior semigloboso, más corto que el cáliz, el inferior hasta 1,5 cm.
atenuado hacia la base, abierto más o menos hasta la mitad en el lado superior.
Filamentos y estilo cortos, el estigma apenas engrosado. Tallos 0,1 - 0,2 m.
Plantita escasa de la Cordillera de San Ramón, Santiago, 2.100
m. Enero.
SGO. 56066, San Ramón, Dr. Meigen, 1898.
Valenzuela G., A. GENERO CALCEOLARIA
LAMINA XIV
CALCEOLARIA RACEMOSA.
19. Calceolaria racemosa Cav.
Icon. tab. 448.
57
WZyo: Frmued” 5
58 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N?* 2, 1969
30.—C. stellariifolia Phil. Viaje a la prov. de Tarapacá, pág. 71,
N? 315; Krzl., pág. 68.
Arbustito bajo de muchos tallos delgados, glandulosos, hasta la región
floral vestidos de hojas lanceoladas, enteras o muy finamente aserradas, sésiles '
o muy cortamente pecioladas; ganduloso-pubérulas, de 2 - 2,5 cm. de largo.
Inflorescencia pauciflora, dicótoma. Pedúnculos de 1 cm. Divisiones calicinales
elandulosas, de 3-4 mm. Corola amarilla. Labio superior más corto que el
cáliz, semigloboso, el inferior de 1 cm. de largo, arqueado, marcadamente
angostado hacia la base, abierto apenas hasta el medio. Filamentos de 1 mm.
Ovario algo glanduloso. Estilo de 1 mm. con el estigma apenas engrosado.
Frutos desconocidos. Tallos de 0,1 - 0,15 m.
En las cordilleras de la provincia de Tarapacá. Enero.
31.—C. wetstteiniana Witasek, Oesterr. Bot. Zeitschr. 1906, pág. 15,
1907, pág. 262; Krazl., pág. 120 y Annal Hofmus. Wien. vol.
22. (1907), pág. 195.
Arbustito con las ramas mimbreadas, de corteza rojiza, ligeramente peluda.
Hojas distribuidas sobre las ramas, aovado-oblongas, araneoso-peludas por en-
cima, escasamente felpudas por debajo, fina e irregularmente almenadas, obtu-
ss; de 2 cm. de largo sobre 8 - 10 mm. de ancho. Ramitas cortas, hojas en
las axilas. Inflorescencia dicótoma con las flores contraídas, casi umbeladas.
Pedúnculos algo lanudos. Divisiones calicinales aovadas, de 4 mm. Corola glan-
dulosa, probablemente amarilla. Labio superior del largo del cáliz, semigloboso.
Labio inferior de 12-14 mm. de largo, cortamente atenuado hacia la base, abierto
apenas hasta la mitad. Filamentos de 2 mm. Estilo de 3 mm.
Consideramos que esta especie debe eliminarse como especie
chilena, pues, según la opinión de Reiche, es una especie peruana.
32.—C. paposana Phil. Flora atac. N? 320; Anal Univ. vol. 43 (1873)
pág. 533. Phil. Viaje Desierto Atacama, pág. 26 y 220 (1860).
Arbustito con las ramas glanduloso-pubérulas. Hojas gruesas marcadamente
arrugadas, anchamente elípticas, sésiles, más o menos groseramente dentadas,
las superiores con la base acorazonada; la cara superior finamente áspera, la
inferior glandulosa-pubérula hasta tomentosa; de 4 - 6 cm. de largo. Inflores-
cencia dicótoma pluriflora. Bracteas grandes, aovadas. Pedúnculos vueltos del
mismo lado, de 1 cm. Cáliz de cuatro divisiones obtusas. Corola de un amarillo
claro, glandulosa. Labio superior más corto que el cáliz; el inferior de 7-8
mm. de largo, angostado hacia la base, abierto hasta casi la mitad. Filamentos
cortísimos. Estilo delgado, arqueado. Cápsula glandulosa, más o menos de las
dimensiones del cáliz largo agrandado. Tallos 0,3 - 0,6 m.
En la zona litoral de las provincias del Norte: Tocopilla, Paposo,
Chañaral, Carrizal Bajo, Huasco. Noviembre a Enero.
Valenzuela G., A. GENERO CALCEOLARIA 59
LAMINA XV
CALCEOLARIA PARALIA. MO
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20. Calceolaria paralia Cav.
Icon. tab. 447.
60 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
CONC. 24069, Huasco Leg. M. Ricardi, C. Marticorena.
SGO. 43035, Carrizal Bajo, Col. King.
33.—C. abscondita Witasele, Oesterr. Bot. Zeitschr. 1906, pág. 16;
1907, pág. 263; Krazl., pág. 120.
Arbustito de ramas amarillentas; glandulosas hacia el ápice. Hojas algo
amontonadas hacia la base de las ramas, más ralas hacia arriba; las bases de las
parejas son unidas; aovadas en la base, obtusas, recortado-aserradas con los
dientes dirigidos hacia arriba, algo arrugadas y glandulosas; de 4 cm. de largo.
La región floral provista de bracteas enteras. Inflorescencia contraída en forma
de umbela. Divisiones calicinales anchamente oblongas, de 6 mm. Corola ama-
rilla. Labio superior muy pequeño; el inferior de 1 - 5 cm. de largo, abierto
hasta el medio, muy arqueado hasta ocultar el labio superior. Filamento de
1,5 mm.
Provincia de Coquimbo (Paihuano).
CONC. 21909, Ovalle, Cerro Tulahuén, Leg. E. Barros.
CONC. 25715, El Tofo, Leg. M. Ricardi, C. Marticorena.
Respecto de la C. abscondita Witasek, reproducimos las siguien-
tes observaciones de C. Reiche: “Muy afines a esta especie serán
las dos siguientes: C. conferta Witasek, Oesterr Bot. Zeitsch. 1906,
pág. 16, 1907, pág. 260; Krazl. pág. 120, la cual difiere de la anterior
por la inflorescencia menos glandulosa; y C. fulva Wit. misma obra,
que difiere por las corolas más grandes, de color más intenso. Am-
bas de la provincia de Coquimbo”.
34.—C. quadriradiata Phil. Linnaea XXIX, pág. 31; Krazl. pág. 118.
Existe una sola muestra incompleta. Planta leñosa, las ramas adultas cu-
biertas de una cáscara delgada, blanquecina y que fácilmente se separa; las
nuevas glanduloso-pubérulas. Hojas inferiores desconocidas; las de arriba amon-
tonadas en la base de las ramas, oblongas, arrugadas, atenuadas en ambos
extremos, glanduloso-pubérulas, marcadas de dientes agudos y algo arqueados.
El extremo de la rama casi desprovisto de hojas.
Inflorescencia de cuatro rayos apoyados por un par de brácteas oblon-
gas; estos rayos de 3 - 4 cm. de largo terminan en cimas apretadas de flores.
Divisiones calicinales oblongo-lanceoladas, agudas, glandulosas, de 5 mm. Co-
rola amarilla. Labio superior muy pequeño; el inferior arqueado hacia arriba
y abierto en las dos terceras partes, atenuado hacia la base. Filamentos cortí-
simos. Estilo corto. Frutos desconocidos. Anteras largas y delgadas.
Cordillera de Coquimbo (Arqueros).
CONC. 21908, 10 Kms. a norte de Combarbalá, Leg. R.
Wagenknecht. 900 m.s.m.
Valenzuela G., A.
y
GENERO CALCEOLARIA
LAMINA XVI
21, Calceolaria mimuloides Clos.
Herbario de París (Tipo)
61
62 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N?” 2, 1969
35.—C. collina Phil. Linnaea XXIX, pág. 30.
Planta leñosa com las ramas largas rojas, escasamente lanudas, por fin
lampiñas. Hojas peludas, aovado-lanceoladas, sésiles, cortamente unidas en la
base, las márgenes con dientes agudos y desiguales de 2-4 cm. de largo. Las
parejas de las hojas superiores más remotas. Inflorescencia dicótoma, de pocas
flores cortamente pedunculadas. Divisiones calicinales oblongas, obtusas. Corola
amarilla. Labio superior muy corto, el inferior muy arqueado hacia arriba,
abierto más allá del medio. Filamentos muy cortos. Ánteras de 3,5 mm. de
largo.
Cordillera de Coquimbo (Arqueros). Octubre.
Sinonimia: C. dentata R. et P., según Kranzlin, pág. 81.
36.—C. pulchella, Phi. Viaje a la provincia de Tarapacá, pág. 70,
N? 314.
Dice Philippiz Conócese solamente una ramita floral de 6 cm. de largo,
glanduloso-pubérula. Hojas sésiles, aovadas, de 6 mm. de largo sobre 4 mm. de
ancho, con las márgenes dobladas, almenadas; la cara superior glanduloso-
pubérula; la: inferior más pálida, glandulosa. En el extremo de la ramita hay
dos flores largamente (1 cm.) pedunculadas. Cáliz de cuatro divisiones aova-
das, acuminadas, 4 mm. Corola amarilla; labio superior más corto que el
cáliz, el inferior muy inflado, subgloboso, poco abierto de 12 mm. Filamentos
cortísimos. E ¡
Provincia de Tarapacá (Sotoca). Hay dos localidades con el
nombre de Sotoca, La Quebrada de Sotoca y el Cerro Sotoca, ambas
a la altura de Pisagua.
SGO. 66223, Arica, Putre, Leg. G. Kuschell, 3.500 m.s.m.
CONC. 25586, Tarapacá ,Caritaya, Leg. Ricardi, Marticorena,
3.450 m.s.m.
37.—C. miserrima Krzl. Obra citada, pág. 119.
Arbustituto bajo, muy ramoso, con las ramas nuevas glanduloso-pubérulas.
Hojas muy tupidas, aovado-lanceoladas, marcadamente pecioladas, indistinta-
mente almenadas, arrugadas; la cara inferior blanquecina, marcada de puntos
negros; hasta 2 cm. de largo del cual el pecíolo ocupa 6-7 mm. Inflorescencia
pauciflora. Divisiones calicinales aovadas, agudas, de 4 mm., peludas. Corola
amarilla, Labio superior muy corto; el inferior muy arqueado hacia arriba,
abierto hasta el medio, de 1 cm. de largo. Filamentos muy cortos. Ánteras
de 3,5 mm.
Probablemente las Cordilleras de Linares.
Sinonimia: C. parvifolia Phil .Anales Univ. 1895, pág. 136.
Valenzuela G., A.
GENERO CALCEOLARIA
LAMINA XVI
23. Calceolaria arachnoidea Grah.
Botanical Register, lámina 1454.
63
64 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL — N? 2, 1969
38.—C. exigua Witasek. Oesterr Bot. Zeischr, 1906, pág. 18; 1907,
pág. 260; Krazl. pág. 121.
Arbustito de muchas ramitas delgadas, rojizas, glanduloso-peludas hacia
el extremo, densamente cubiertas de hojas angostamente lanceoladas, agudas,
pecioladas, finamente dentadas, las supremas enteras; incluyendo el pecíolo
de 1-5 cm. de largo sobre 4-5 mm. de ancho; ambas caras finamente pubes-
centes, la inferior marcada de puntos negros. Ramitas cortas, hojosas en las
axilas de las hojas. Inflorescencia corta, de pocas flores casi umbeladas. Forma
de la corola como la 39 C. glandulífera, que de ella se distingue por la
inflorescencia pauciflora, por el borde de la lámina mucho menos denticulada.
De la 40 C. rugosa se distingue por el integumento.
Provincia de Aconcagua (Catemu).
SGO. 73336, Col. Schlegel.
Sinonimia: C. adscendens var. parvifolia Phil.; C. coquimben-
sis (Benth) Kranzl.
39.—C. glandulifera Witasek, Oesterr Bot. Zeitschr. 1906, pág. 17
y 1907, pág. 260; Krazl. pág. 120.
Tallo leñoso, prismático, de varias ramas amarillentas o rojizas, glanduloso-
peludo, en parte también felpudo. Hojas mumerosas aovado-lanceoladas, ate-
nuadas en el pecíolo, las bases de los pecíolos transversalmente unidas, ra-
mitas hojosas en las axilas; el borde dentado; ambas caras poco peludas o casi
lampiñas, la cara inferior marcada de puntos negros; hasta 4-5 cm. de largo
sobre 1,5 cm. de ancho. Inflorescencia casi umbelada. Divisiones calicinales
de 5 mm. de largo, como los pedúnculos, granduloso-peludas. Corola amarilla
con el labio superior muy pequeño; el inferior angostado hacia la base, abierto
hasta más allá de la mitad, arqueada hacia arriba; de 14 mm. de largo. Fila-
mentos cortísimos. Ánteras largas y angostas.
Cordillera de las provincias de Aconcagua y Santiago.
Sinonimia: C. andina Phil.; C. crenata Lindl.
40.—C. rugosa Hook. Exot. Flor. 1825, tab. 99. Bot. Reg. 1829,
tab. 1215; Gay V, pág. 168; Krzl. pág. 80.
Tallo leñoso, ascendente, de muchas ramas rojas, más o menos peludas,
densamente vestidas de hojas aovado-lanceoladas hasta lanceoladas, arrugadas,
atenuadas en el pecíolo, lampiñas por encima, más o menos peludas por
abajo, con las márgenes grosera e irregularmente aserradas; con el pecíolo
hasta 4,5 cm. de largo. Ramitas de la inflorescencia horizontalmente extendida.
Sépalos aovado-lanceulados, peludos. Corola de un amarillo intenso. Labio
Valenzuela G., A. GENERO CALCEOLARIA 65
LAMINA XVII
1. CALCEOLARIS LOBATA.. 22 CALC. CANA.
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V Lg Ergued” A
27. Calceolaria cana Cav.
Icon. tab. 443.
66 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
superior de 2 mm., el inferior de 2 cm. de largo, fuertemente arqueado hasta
más allá del superior almenado abierto hasta casi dos tercios de su lado
superior. Filamentos de 1 cm., anteras de 3,5 mm. de largo. Ovario glanduloso;
el estilo corto, arqueado. Tallos de 0,6 - 0,8 m.
En los matorrales de las provincias centrales. Septiembre y
Octubre.
Sinonimia: C. rigida Colla; C. nivalis Bert. ex Sched.; Fagelía
adscendens OK; C. nitida Colla. La C. rugosa R. et P. publicada
en 1789 es, según Reiche, problemática.
Variedad: chiloensis (Lindl.), Krazl., pág. 80; (C. chiloensis
Lindl; C. dentata R. et Pav. variedad chiloensis Benth; C. spectabi-
lis Knze et Poepp.).
Tallo tendido. Las bases de los pecíolos unidas. Flores grandes,
difusamente paniculadas. Chiloé.
Variedad: pristiphylla (Phil.) Krazl. pág. 81 (C. pristiphylla
Phi.). En cuanto se pueda juzgar por una muestra incompleta, difiere
del tipo por sus hojas más delgadas y sus corolas más grandes.
Provincia de Coquimbo (Ovalle, valle del río Torca).
41.—C. pinifolia Cav. Icon. V., pág. 26, tab. 442. Gay V, pág. 160.
Krzl. pág. 98.
Tallos cortos, dispuestos en céspedes densos y duros, leñosos en la base.
Hojas densamente amontonadas, cilíndrico-claviformes, en estado seco linear-
espatuladas, obtusas; con los bordes enroscados, arqueados, glanduloso-pega-
josas, de 4-6 cm. de largo. Tallo floral bífido con un par de hojas en el punto
de ramificación; cada ramita termina en una cima de flores sobre pedúnculos
cortos y glandulosos. Divisiones calicinales obtusas. Corola amarilla. Labio
superior más corto que el cáliz; el inferior de 1,5 cm. angostado hacia la base,
abierto hasta más allá del medio. Filamento cortísimos. Anteras largas y
angostas. Ovario glanduloso. Cápsula cónica más larga que el cáliz. Tallos
florales 0,1 - 0,15 m.
En las Cordilleras altas de la provincia de Coquimbo (Baños
del Toro), en Aconcagua y Santiago.
SGO. 61035, Santiago, Salto San Ramón, Col. Reiche.
SGO. 55939, Baños del Inca, Col. Borchers.
CONC. 27948, Atacama, Salar de Maricunza, 3.900 m.s.m.
Leg. M. Ricardi, C. Marticorena y Matthei.
Lámina IV.
Valenzuela G., A. GENERO CALCEOLARIA
LAMINA XIX
28. Calceolaria foliosa Phil.
Kranzlin - Das Pflazenreich - 1959. Lámina 11.
67
68 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
42.—C. segethi Pbil. Linnaea XXIX, pág. 29; Krzl. pág. 95.
Arbustito bajo de muchas ramas verticales, ligeramente peludas hacía el
extremo. Hojas muy tupidas, subcilíndricas, con las márgenes enroscadas, ob-
tusas, glandulosas por encima, blanco-tomentosas, por debajo, de 1 cm. de
largo. Ramitas hojosas en las axilas. El extremo de las ramas flojamente hojoso.
Inflorescencia 2 - 3 fida, glandulosa, de pocas flores cortamente pedunculadas.
Divisiones calicinales de 2 mm. de largo. Corola amarilla. Labio superior más
o menos del largo del cáliz, el inferior angostado hacia la base, abierto hasta
la mitad, de 1 cm. de largo. Filamento y estilo cortos. Ramas de 0,15 - 0,2 m.
Cordillera de Santiago, 2.200 m. Octubre a Enero.
SGO. 61031, Cordillera de Santiago, Col. Reiche.
CONC. 21905, Stgo., Potrero Grande, 2.100 m. Leg. Grandjot.
43.—C. bypericina Peopp. ex DC Prodr. X pág. 222. Gay V, pág.
161; Krazl., pág. 96.
Arbustito de muchas ramas ascendentes en la base, después verticales,
glanduloso-pegajosas hacia el extremo. Hojas tupidas, con ramitas cortas en las
axilas, angostamente lineares, con las márgenes enroscadas, enteras; glandu-
loso-pegajosas por encima, glanduloso-peludas por debajo, de 8 - 15 mm. de
largo; su ancho de 1 - 2 mm.
El extremo de las ramas dicótomo con las ramitas verticales, paucifloras
hasta multifloras. Inflorescencia angosta. Pedúnculos delgados de 1 - 2 cm.
Divisiones calicinales glandulosas, de 3 mm. Corola amarilla. Labio superior
más corto que el cáliz; el inferior angostado hacia la base, abierto más allá de
la mitad, de 1 cm. de largo. Filamentos de 1 mm. Ovario subgloboso. Cápsula
cónica, más larga que el cáliz. Ramas de 0,15 - 0,3 m.
En las Cordilleras bajas de la provincia de Coquimbo a Colcha-
gua, Concepción, Arauco y Biobío. Enero y Febrero.
44.—C. alba, R. et Pav. Flor. per. et. chil. I pág. 19, tab. 27, fig. a.
Gay V, pág. 161; Krazl. pág. 78.
Arbusto de muchas ramas delgadas, verticales, amarillas, densamente hojo-
sas hasta la región floral. Hojas angostamente lineares, agudas, con los bordes
marcados de algunos dientes; sembradas de glándulas sésiles que contienen
una sustancia fétida; de 3 - 6 cm. de largo sobre 1 mm. de ancho. Ramitas
hojosas en las axilas. Inflorescencia larga y angosta, de varias parejas sobre-
puestas de ramitas floríferas. Pedúnculos de 8-10 mm. Divisiones calicinales
aovado-lanceoladas, agudas, de 3 mm. Corola blanca. Labio superior del largo
del cáliz; el inferior subgloboso, apretado contra el superior, poco angostado
hacia la base y abierto más o menos hasta la mitad. Filamentos muy cortos.
Ovario cónico. Tallos 0,8 - 1,00 m.
Valenzuela G., A.
GENERO CALCEOLARIA
LAMINA XX
32. Calceolaria paposana Phil.
Herbario de Kew Garden.
69
70 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N?” 2, 1969
Chillán y Biobío. En las etiquetas de SGO. y CONC. aparece,
además, citada para Cupulhue, San Rosendo, Angol, Coihueco, An-
tuco y Malleco.
45.—C. polifolia Hook. Bot. Mag. tab. 2897. Gay V, pág. 163. Krzl.
pág. 49.
Arbustito de muchas ramitas verticales, leñosas en la base, herbácea y
lanudas hacia el extremo. Hojas numerosas con ramitas cortas en las axilas,
aovado-orbiculares hasta aovado lanceoladas, obtusas o acuminadas, enteras O
denticuladas, densamente blanco-tomentosas, con la edad más peladas, corta-
mente pecioladas; de 1 - 1,5 cm. de largo sobre 3 - 3,5 mm. de ancho. La
región floral poco hojosa; el tallo se abre en dos ramitas floríferas con las
flores en el principio casi umbeladas, después más o menos paniculadas. Pe-
dúnculos cortos. Divisiones calicinales, blanco-tomentosas, glandulosas. Corola
amarilla. Labio superior inflado, de 5 mm. de largo; el inferior subgloboso de
6 - 7 mm. de largo, poco abierto. Filamentos de 4 mm. Ovario cónico, glandu-
loso-peludo.
Provincias centrales desde el litoral a la cordillera.
Sinonimia: C. origanifolia Peopp.; C. algarrobensis Phil. Anal.
Univ. 1895, pág. 36.
46.—C. latifolia Bentb. DC Podr. X pág. 212. Gay V, pág. 173;
Krzl., pág. 76.
Planta herbácea, robusta, con el tallo peludo, hueco, hojoso hasta la
región floral. Hojas oblongas o aovadas, con la base troncada o acorazonada, las
márgenes desigualmente duplicado-aserradas, peludas, principalmente en la cara
inferior, más o menos negro-punteadas. Largo de las láminas casi de 10 cm.
sobre pecíolos de 7,5 cm. Inflorescencia peluda, corimbosa. Divisiones calici-
nales aovadas hasta aovado-lanceoladas, de 4 mm. Corola amarilla, los dos
labios iguales, peludos. Labio superior de 7 mm. anchamente abierto. Labio
inferior de 8-9 mm. de largo, abierto en la cuarta parte de su extensión. Fila-
mentos largos (4,5 - 5 mm). El ovario peludo, sin glándulas.
Provincia de Coquimbo, Aconcagua y Valparaíso (Curauma).
Sinonimia: C. stachydifolia Phil. Anal. Univ. 1895, pág. 143.
Variedad: longepetiolata (Phil.) R. (C. longepetiolata Phil.
Anal. Univ., vol. 91 (1895), pág. 144; Krzl., pág. 52).
Difiere del tipo por los pecíolos más largos y el labio inferior
algo más abierto.
Provincia de Aconcagua (Cuncumén).
Valenzuela G., A. GENERO CALCEOLARIA
LAMINA XXI
40. Calceolaria rugosa Hook. variedad chiloensis.
Botanical Register, lámina 1476.
71
72 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N* 2, 1969
47.—C. undulata Benth. en DC Prodr. X pág. 212; Kranzl, pág. 64.
Planta perenne, peluda o algo pubérula con varios tallos derechos, hojo-
sos. Hojas aovadas, acuminadas, con las márgenes ondeado-encrespadas, den-
tadas, con la base troncado-acorazonada o cuncada; las hojas superiores más
pequeñas, sésiles, lanceoladas. Corimbo de muchas flores sobre pedúnculos lar-
gos. Divisiones calicinales obtusas. Labio superior de la corola cortísimo, el infe-
rior mucho más grande, arqueado, orbicular, muy cortamente abierto, de 1,5 -
1,8 cm .de largo. Cápsula del doble largo del cáliz.
Cordillera de la provincia de Curicó (volcán Peteroa).
48.—C. atrovirens Witasele, Oesterr. Bot. Zeitschr. 1906, pág. 18;
1907, pág. 259.
Planta perenne con el tallo robusto, hueco, rojizo-amarillento glanduloso.
Hojas inferiores desconocidas, las tallinas elípticas, con la base cuneada, bastante
gruesas, del mismo color verde-oscuro en ambas caras, multiflora, provista de
bracteas aovadas, agudas. Corola amarilla, como la de C. glandulosa, pero de
dimensiones mayores. Divisiones calicinales de 5 mm. Labio superior de 9 mm.,
el inferior de 14 mm.
En las cordilleras de Linares.
49.—C. glandulosa Poepp. in Benth., DC. Prodr. X pág. 210; Gay
V, pág. 170; Kranzl., pág. 54.
Planta herbácea, perenne de varios tallos ascendentes, glanduloso-peludos,
sencillos o ramosos, hojosos. Las hojas inferiores algo amontonadas, agudas,
elípticas, grosera y desigualmente aserradas, atenuadas en el pecíolo, de 6 cm.
de largo de 2,5 cm. de ancho; las superiores distanciadas, sésiles, aovadas oO
aovado-lanceoladas, finamente aserradas, hasta enteras; todas ellas sembradas
de pelos sencillos y glandulosos. Inflorescencia corimbosa, multiflora, con brac-
teas aovadas, agudas. Pedúnculos de 8-10 mm. Divisiones calicinales oblongas,
glanduloso-peludas. Corola grande, amarilla. Labio superior inflado, de 5-6 mm.,
más largo que el cáliz, el inferior poco abierto, de 9-10 mm. Filamentos de 3
mm. Las dos bolsitas de la antera confluyen entre sí. Ovario glanduloso-peludo;
estilo de 3,5 mm. Tallos 0,4 - 0,8 m.
En las provincias centrales, desde el litoral a la Cordillera. Sep-
tiembre y Noviembre.
Sinonimia: C. dumetorum Phil. Anal. Univ. 1895, pág. 144;
C. bicolor Phil. ex sched.
Variedad: thyrsiformis Clos, Gay V, pág. 170.
Difiere del tipo por inflorescencia de ramitas largas más o me-
nos ondeadas, de pedúnculos largos dirigidos hacia el lado interno.
Hojas generalmente acorazonadas.
Valenzuela G., A.
GENERO CALCEOLARIA
LAMINA XXII
42. Calceolaria segethi Phil.
British Museum (Natural History)
73
74 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
50.—C. elutinosa Meigen, Eng. Jahrb. XVII (1893) pág. 289;
Kranzl., pág. 62.
Planta perenne con el tallo robusto, hueco, amarillo, glanduloso. Hojas
inferiores dispuestas en roseta, oblongas, atenuadas en el pecíolo, irregular-
mente dentadas hasta casi enteras, ya secas al florecer hasta 12 cm. de largo.
Las hojas tallinas sésiles, casi enteras; todas ellas delgadas y fuertemente glan-
dulosas. El tallo se abre en dos inflorescencias otra vez bipartidas, por fin
alargadas, ondeadas, provistas de bracteas aovadas. Pedúnculos de 10-12 mm.,
por fin vueltos del mismo lado. Divisiones calicinales obtusas. Corola fétida,
de un amarillo intenso, de la misma forma de la C. glandulosa. Labio superior
de 6-8 mm., el inferior de 9-12 mm. Filamentos y anteras como C. glandulosa.
Cápsula gruesa y corta. Tallos 0,5 - 0,6 m.
Desde la provincia de Atacama (Cajón de los Pedernales, Carri-
zal Bajo) hasta Aconcagua (Jahuel), Valparaíso y Santiago; en el
litoral y en la Cordillera.
Esta especie se elimina y pasa a ser sinónima de 86-C. kingi Ph.
51.—C. petioalaris Cav. Icon. V. (1799), pág. 30, tab. 451. Gay V,
pág. 171; Kranzl., pág. 61.
Planta muy variable, perenne, con el tallo robusto, hueco, rojizo-amari-
llento, glanduloso. Las ramas ínfimas desconocidas, las tallinas mumerosas, del-
gadas, pálidas por debajo, sembradas de pelos sencillos y glandulosos; con las
márgenes gruesas e irregularmente aserradas, las inferiores aovadas, súbita-
mente angostadas en un pecíolo ancho, alado; las bases de los pecíolos de
una pareja de hojas unidas entre sí; las hojas superiores sésiles, abrazadoras,
con la base acorazonada; las supremas en calidad de brácteas. Las hojas infe-
riores miden 10 - 15 cm. de largo. Inflorescencias axilares y terminales, difusa-
mente dicótomas, multifloras, glanduloso-peludas. Pedúnculos 10-12 mm. Divi-
siones calicinales aovadas, agudas, de 5,5 mm. Corola amarilla. Labio superior
de 7-8 mm., el inferior de 10-12 mm., las márgenes infladas, el centro hundido,
poco abierto. Filamentos de 4-4,5 mm. de largo. Ovario glanduloso. Estilo de
5-6 mm. Tallos 0,5 - 0,8 m.
Desde Coquimbo a Santiago, en zona litoral y cordilleras bajas.
Octubre a Diciembre.
Sinonimia: C. floribunda Lindl.; C. connata Grah.; C. rivularis
Poepp.; C. paniculata Herb.; C. effusa Phil.; C. oreas Phil.; C.
borchesi Phil.; Baea alata Pers.
Variedad :latifolia Clos con hojas tallinas aovadas con la base
ancha, inflorescencia difusa; flores pequeñas.
Oblongifolia Clos: con las hojas tallinas oblongo-lanceoladas, an-
gostadas hacia la base; flores menos numerosas, más grandes.
Valenzuela G., A.
GENERO CALCEOLARIA
LAMINA XXHI
44. Calceolaria alba R. et. Pav.
Botanical Magazine, lámina 4157.
75
76 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
Cuspidata (Pbil.) R.: Difiere por las hojas tallinas anchamente
aovadas, sésiles, con la base acorazonada; las márgenes agudamente
aserradas. Inflorescencia con las ramitas más cortas.
Observción de Reiche: la lámina citada de Cavanilles da una
figura probablemente equivocada de la flor, atribuyéndole dos labios
casi iguales y en forma de bote.
Sinonimia de esta variedad: C. cuspidata Phil.
52,.—C. purpurea Grab. in Bot. Mag. (1827) tab. 2775. Gay V,
pág. 172; Kranzl., pág. 54.
Planta perenne, pegajoso-glandulosa, herbácea o algo leñosa en la base.
Tallo elevado, robusto, ramoso. Las hojas ínfimas en roseta, aovadas, angos-
tadas en el pecíolo; hasta 12 cm. de largo; las tallinas en parejas distanciadas,
aovadas, sésiles, semi-abrazadoras; todas ellas irregularmente aserradas, arru-
gadas. Inflorescencia repetidas veces dicótoma, multiflora, con las flores por
fin vueltas del mismo lado. Pedúnculo de 1 - 1,5 cm. de largo. Divisiones
calicinales aovadas ,de 3 mm. Corola purpúrea. Labio superior inflado, de 3,5 -
4 mm. Labio inferior subgloboso, poco abierto, de 8 mm. Filamentos de 2,5
mm. Cápsula gruesa, más corta que el cáliz. Tallos 0,6 - 0,8 m.
Desde la provincia de Aconcagua hasta la de O”Higgins desde
el litoral a la Cordillera.
53.—C. asperula Phil. Anal. Univ. vol. 91 (1895), pág. 153; Kranzl.,
pág. 76.
Planta perenne, herbácea, áspera, densamente negro-glandulosa. Hojas re-
ticulado-arrugadas, irregularmente dentadas; las inferiores aovadas, pecioladas;
las tallinas sésiles, acorazonadas, de 5-6 cm. de largo, las florales en calidad
de brácteas. Inflorescencia repetidas veces dicótoma, las flores por fin vueltas
del mismo lado. Pedúnculos de 1 cm. Divisiones calicinales aovadas de 3 mm.
Corola pequeña amarilla, no glandulosa; el labio superior de 4 mm., el infe-
rior de 6 mm., orbicular, poco abierto. Filamentos de 2,5 mm. Estilo de 4 mm.
Tallos 0,3 m.
Provincia de O'Higgins (Cajón de los Cipreses en la Cordillera
de Cauquenes). Marzo.
SGO. 59288. Francis Whither Pennell.
54.—C. volckmannii Phil. Linnaca XXXIII, pág. 218; Kranzl. pág.
41.
Planta herbácea, perenne, con el rizoma oblicuo. Tallos 1-2, bajos, delga-
dos, amarillentos. Casi todas las hojas amontonadas en base del tallo, delgadas,
Valenzuela G,, A.
GENERO CALCEOLARIA
LAMINA XXIV
45. Calceolaria polifolia Hook.
Botanical Register, lámina 1711.
77
78 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N' 2, 1969
trasaovado-cuneadas, angostadas en el pecíolo, pelada o con las márgenes fina-
mente glanduloso-pestañosas, marcadas de puntos glandulosos; los nervios me-
dianos y los laterales que alcanzan casi al ápice, son muy prominentes; hasta
12 cm. de largo. Las hojas tallinas escasas, de 1 (-2) pares, elípticas, atenua-
das hacia la base. De las axilas de las hojas superiores nacen ramitas que como
el extremo del tallo terminan en inflorescencias cimosas, paucifloras. Pedúncu-
los delgados, glandulosos, de 1 - 1,5 cm. Divisiones calicinales aovadas, obtu-
sas, glandulosas. Corola amarilla. Labio superior de 4-5 mm. de largo; el infe-
rior de 10-12 mm. inflado solamente hacia las márgenes, hundido en el centro
y poco abierto hacia la base. Filamentos y estilos largos. Tallos 0,2 m.
En las cordilleras de San Fernando (Las Damas) de Talca y
Arauco. Enero.
Sinonimia: C. benthami Phil.; C. bigemina Phil.; C. poeppi-
giana Phil.
SGO. 42994, Baños Chillán, Borchers.
CONC. 6639, Baños Chillán, Hempel.
55.—C. tenera Phil. Linnaea XXIX, pág. 34; Kranzl., pág. 42.
Planta herbácea con el tallo derecho, amarillo algo pelado. Las hojas
ínfimas poco numerosas, amontonadas en roseta floja; aovadas, obtusas, ate-
nuadas en el pecíolo, enteras o almenadas, sembradas de pelitos cortos; de 8
cm. de largo. Hojas tallinas escasas, de 2 pares de los que el ínfimo se halla casi
en la base del tallo; las inferiores pecioladas, las superiores sésiles. 1nflores-
cencia dicótoma con las ramitas principales largas, las secundarias cortas. Pe-
dúnculos con pelos horizontales. Divisiones calicinales oblongas, obtusas, pelu-
das, de 4 mm. Corola amarilla. Labio superior semigloboso, glanduloso-peludo,
de 4,5 mm.; el inferior subgloboso, inflado en las márgenes, hundido en el
centro, poco abierto, de 8 - 10 mm. Filamentos de 3 mm. Estilo de 4,5 mm.
Tallo 0,5 m.
Cordilleras de Linares, Chillán y Malleco.
CONC. 7813, Curacautín, Leg. Pfister.
56.—C. recta Wit, Oesterr. Bot. Zeitschr. 1906, pág. 18; 1907, pág.
264; Kranzl., pág. 121, equivocadamente “secta”.
Planta perenne con el tallo grueso, hueco, amarillo, glanduloso-peludo.
Hojas amontonadas en la región inferior del tallo, fuertemente dentadas, agu-
das, glandulosas, lanceolado-oblongas, atenuadas en el pecíolo, hasta 6 cm. de
largo. Las hojas tallinas escasas, sésiles. Inflorescencia paniculado-dicótoma, den-
samente glandulosa, las últimas ramificaciones con las flores cortamente pedun-
culadas. Divisiones calicinales aovadas obtusas, de 3-4 mm. Corola amarilla,
glanduloso-papilosa. Labio superior de 6,5 mm. muy abierto; el inferior de 7
mm. poco hundido en el medio, poco abierto. Filamentos de 3 mm. Estilo de
4 mm. Ovario glanduloso.
Valenzuela G., A.
GENERO CALCEOLARIA
LAMINA XXV
46. Calceolaria latifolia Benth.
Kew Garden Herbarium.
79
80 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
Cordillera de Talca.
CONC. 21870, Talca, Cordillera El Picazo, Leg. E. Barros.
CONC. 21871, Linares, Cordillera Los Huallis, Leg. E. Barros.
57.—C. densifolia Phil. Linnaea XXXIII, pág. 216; Kanzl., pág. 78.
Arbustito muy ramoso, con las ramas tupidas, verticales, amarillentas,
glanduloso-pubérulas. Hojas amontonadas en el tercio inferior de las ramas,
muy acercadas, casi sésiles, linear-lanceoladas, rígidas, con las márgenes de 2 - 4
dientes pequeños, densamente glanduloso-pubérulas, de 8 - 11 mm. de largo
sobre 2 - 3 mm. de ancho. En las axilas hay ramitas cortas, hojosas.
Los dos tercios superiores de los tallos con 1 - 2 pares de hojitas pequeñí-
simas; el extremo se abre en dos ramitas terminadas en inflorescencias cortas.
Pedúnculos de 3 - 4 mm. Divisiones calicinales muy glandulosas, agudas. Corola
amarilla. Labio superior muy abierto, más largo que el cáliz, más ancho que
largo; el labio inferior subgloboso, cerrado hasta muy arriba, de 6 - 7 mm.
Filamentos largos, de 3,5 mm. Ovario glanduloso-peludo. Tallos 0,3 m.
Provincia de Aconcagua (Concumén). Enero.
SGO. 43024, Cuncumén, Col. Philippi, Provincia 42 Coquimbo.
Es lo mismo Concumén o Cuncumén. Está en las márgenes del
río Choapa, que separa las provincias de Coquimbo y Aconcagua.
58.—C. thyrsiflora Grab. Edinb. N. Phil. Journ. 1828, pág. 373.
Gay V, pág. 162; Kranzl., pág. 78.
Arbustito muy ramoso con las ramas verticales, rojizas, glandulosas. Hojas
desde la base hasta la mitad de los tallos, tupidas, lineares, o linear-lanceoladas,
glanduloso-pegajosas, con algunos dientes cortos y agudos en cada lado, las
adultas de 18 - 22 mm. de Jargo, con ramitas hojosas en las axilas. Inflores-
cencia larga y cilíndrica, compuesta de ramitas cortas, laterales. Pedúnculos
delgados, de 8-10 mm. Divisiones calicinales angostamente lanceloadas, de 3,5
mm. de largo. Corola intensamente amarilla, globosa, bastante pequeña, glan-
duloso-papilosa. Labio superior inflado, más ancho (5 - 6 mm.) que largo (3 -
5 mm). Labio inferior de 6 mm. de largo, arqueado hacia arriba hasta tapar
casi el superior. Filamentos de 2 mm. Estilo del mismo largo. Cápsula obtusa-
mente cónica, dos surcos longitudinales. Tallos 0,6 - 0,8 m. Las hojas tienen
un gusto dulce.
Desde la provincia de Coquimbo a la de Curicó en el litoral, y
en el interior hasta 2.000 m. Octubre y Noviembre.
Sinonimia: C. palpe Steud; C. bridgesii Knze; Fagelia Thyr
siflora O. K.
Variedad: alliacea Phil. Anal. Univ. vol. 43 (1873), pág. 530;
vol. 91 (1895), pág. 129. Las hojas tienen un gusto desagradable
a ajo. Las corolas de un amarillo más claro.
Valenzuela G., A.
GENERO CALCEOLARIA
LAMINA XXVI
á7. Calceolaria undulata Benth.
Kew Garden Herbarium.
81
82 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
En los valles de las cordilleras bajas de Sañtiago.
CONC. 14741 y 14782, Aconcagua, Juncal, Leg. M. Ricardi.
2.500 m.s.m.
59, —C. ambigua Phil. Linnaea XXIX, pág. 32.
Arbustito con las ramas verticales, glanduloso-pegajosas. Hojas numerosas,
oblongo-lanceoladas, sésiles con la base angostada, las márgenes marcadas con
dientes numerosos, pequeños y agudos; algo pegajosos en ambas caras y hasta
4 cm. de largo. La región superior de los tallos menos hojosa. Inflorescencia
dicótoma con hojitas bastante grandes en los puntos de ramificación.
Las ramitas laterales con las flores numerosas, cortamente pedunculadas.
Divisiones calicinales aovado-lanceoladas, de 4,5 - 5 mm. Corola amarilla algo
glandulosa. Labio superior de 5 mm.; el inferior de 12 mm., hundido en el
medio, poco abierto. Filamentos de 4 mm. Ovario muy pequeño. Estilo 4 - 5
mm. El original es la provincia de Concepción (Tomé).
CONC. 21864, Santiago, El Volcán, Leg. G. Looser. 1.500
m.s.m.
CONC. 26657, Coquimbo, Paihuano, Leg. E. Barros.
CONC. 28520, Termas de Chillán, Leg. A. Pfister.
60.—C. lepida, Phil. Anal. Univ. vol. 91 (1895), pág. 140 (C. an-
dina Benth).
Arbustito con las ramas glandulosas, amarillas. Hojas principalmente hacia
la base de las ramas, aovado-oblongas, pecioladas, obtusas, atenuadas en el
pecíolo, arrugadas, cortamente glanduloso-pubérulas, con las márgenes fina e
irregularmente almenadas; hasta 5,5 cm. de largo. La región superior de las
ramas casi desnuda. Inflorescencia paniculado-cimosa. Pedúnculos de 6-8 mm.
Divisiones calicinales oblongas, obtusas, densamente peludas de pelos sencillos y
glandulosos; de 4 mm.
Corola amarilla, glandulosa; ambos labios de la misma extensión, de 6
mm. de diámetro; el superior anchamente abierto, el inferior con el lado
superior hundido, muy poco abierto. Filamentos cortísimos (1 mm.). Estilo
glanduloso.
Cordillera de Coquimbo (Tulahuén).
61.—C. sessili R. et Pav. Flor. Per. et. Chil. 1 pág. 18; Gay V, pág.
167; Krazl., pág. 79.
Arbustito muy ramoso con las ramas blanco-lanudas y densamente hojosas
hasta el extremo. Hojas lanceoladas u oblongo-lanceoladas, atenuadas hacia la
base sésil, abrazadora; las márgenes finamente denticulado-almenadas; verdes
por encima, blanco-lanudas por debajo, hasta 6 cm. de largo. Ramitas hojosas
Valenzuela G., A. GENERO CALCEOLARIA 83
LAMINA XXVI
CALCEOLARIA PETIOALARIS. labo 34
PiLeoroa EZ, Le
51. Calceolaria petroalaris, Cav. j
Icon. tab. 451.
8í ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
en las axilas. Las hojas inmediatas a la región floral son las más grandes.
Inflorescencia bracteosa, densa, cimoso-paniculada. Pedúnculos cortos. Divisiones
calicinales aovadas, glanduloso-peludas, de 5 mm. Corolas de un amarillo pálido;
el labio superior muy abierto, de 7 - 8 mm., el inferior poco abierto de 8 - 2
mm. Filamentos de 5 mm. Ovario glanduloso-velloso. Estilo de 6 mm.
Desde Valparaíso a Concepción.
Sinonimia: C. salicifolia Colla; C. salicariifolia Phil.; C. morisil
Walp.; C. rupícola Meigen.
62.—C. integrifolia Murr. in L. Syst. Veg. ed. 13, pág. 61; Gay V,
pág. 165; Krzl., pág. 82.
Arbustito con las ramas nuevas peludas, a veces glanduloso-peludas. Hojas
linear-lanceoladas hasta aovado-lanceoladas muy cortamente pecioladas, arruga-
das, irregularmente denticuladas, verdes por encima, de un verde ceniciento O
rojizo por debajo; amontonadas principalmente en la región inferior de las
ramas; unidas a veces casi auriculadas, en la base de los pecíolos; hasta 3 cm.
de largo. El extremo de las ramas apenas hojoso. Inflorescencia cimoso-panicu-
lada, extendida, bracteosa ,las ramitas floríferas por fin unilaterales. Pedúnculos
cortos. Divisiones calicinales aovadas, agudas, de 3 - 4 mm. Corola amarilla;
el labio superior más largo que el cáliz; el inferioh no mucho más grande
que aquél, hundido y poco abierto en el lado superior. Filamentos de 2,5 - 3
mm. Estilo de 3-4 mm. Cápsula algo más larga que el cáliz, prolongada en
pico. Troncos 0,6 - 1,2 m.
En los matorrales desde la provincia de Aconcagua hasta
Chiloé. Octubre a Febrero.
Sinonimia: C. rugosa var. augustifolia Walp.; C. mollissima
Walp; C. ferrugínea Colla; C. berterii Colla; C. augustifolia Sweet;
C. georgiana F. Phil. Anal. Univ. 1895, 133; C. rugosa ,var. macro-
phyla Host; C. ginelini Phil. Anal .Univ. 1895, 132; C. auriculata
Phil. Anal. Univ. 1895 ,151; C. scabrosifolia Née.; C. salviaefolia
Pers; C .rugosa R .et Pav.; C. robusta Dietr.; C. verbascifolia Bert
ex Phil.; C. secunda Wit.; Fagelia integrifolia OK; C. ferrugínea
Kunze.
63.—C. pubescens Phil. Anal. Univ., vol. 91 (1895), pág. 139.
Planta algo leñosa, pubescente. Tallos amarillentos. Hojas sésiles, aovado-
oblongas, acuminadas, almenado-aserradas, de 6 cm. de largo sobre 3 cm. de
ancho. Inflorescencia trifurcada, con hojas resp. brácteas en el desprendimiento
de las ramitas, paniculado-corimbosa. Pedúnculos delgados de 1 cm. Divisiones
calicinales de 3 mm. Corola amarilla, pequeña. Labio superior de 5 mm., el infe-
rior poco abierto, de 10 mm. Filamentos de 3 mm.
Valenzuela G., A.
GENERO CALCEOLARIA
LAMINA XXVII
Calceolaria connata Hook. ex Grah.
Botanical Magazine tab. 2876.
85
16) ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N* 2, 1969
Provincia de Valparaíso (Curauma).
CONC. 21850, Coquimbo, Bosque de Talinay. 600 m.s.m., KR.
Wagenknecht.
64.—C. andina Benth. in. DC. Prodr. X, pág. 219. Gay V, pág. 164;
Krzl., pág. 82.
Arbustito con las ramas nuevas algo peludas y glandulosas. Hojas amonto-
nadas principalmente hacia la base de las ramas, aovadas de la base obtusa
angostadas en el pecíolo, unidas en la inserción, obtusas, con las márgenes
dentadas o almenado-dentadas, arrugadas en ambas caras con pelos glandulosos
y otros no glandulosos; hasta 7,5 cm., las superiores más pequeñas, aovado-
lanceoladas. Inflorescencia bracteosa paniculado-cimosa, de ramitas largas. Pe-
dúnculos cortos. Divisiones calicinales oblongas, obtusas, peludas, de 3 - 3,5
mm. Corola amarilla. Labio superior de 5 mm., glanduloso; el inferior de 7 - 8
mm., hundido en el labio superior, poco abierto. Filamentos largos, hasta 4,5
mm. Estilo del mismo largo.
En las cordilleras de las provincias centrales.
Sinonimia: C. herbertiana Lindl. var. pallidiflora Lindl.; C. cro-
cea Phil.; C. poeppigiana Phil.
Variedad: andícola, Wit. Mencionada como especie en Oesterr.
Bot. Zeitschr. 1906; pág. 19; 1907, pág. 265. Difiere del tipo por
sus tallos cortos y sus hojas más pequeñas (4 cm.).
Cordilleras altas de Aconcagua (Los Andes).
65.—C. pseudo-glandulosa Clos., Gay V, pág. 169.
Planta leñosa con las ramas nuevas glanduloso-pegajosas. Hojas amontona-
das principalmente en la región inferior de las ramas, oblongo-lanceoladas, agudas,
abrazadoras con las márgenes agudamente dadas sembradas de glándulas
finas, hasta 6 cm. de largo sobre 2 cm. de ancho. Las hojas más distanciadas
hacia el extremo de las ramas. Inflorescencia bracteosa, paniculado-dicótoma.
Pedúnculos de 10 - 15 mm., peludo-glandulosos. DviSIDASS calicinales obtusas,
de 3 mm. Corola blanca. Labio superior subgloboso, anchamente abierto, del
largo del cáliz; el inferior poco abierto en el lado superior, de 8 - 9 mm. Fila-
mentos de 3,5 mm. Estilo de 5 mm. Ovario glanduloso.
Planta escasa de las provincias de Santiago, O'Higgins. Octubre.
Sinonimia: C. glandulosa, Benth.
Valenzuela G., A.
GENERO CALCEOLARIA
LAMINA XXIX
52. Calceolaria purpurea Grah.
Botanical Magazine, lámina 2775.
87
88 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL —N'
66.—C. dentata R. et Pav. Flor Per. et. Chil. L, pág. 18, tab. 29.
Gay V, pág. 168; Krazl., pág. 81.
Arbustito muy ramoso con las ramas nuevas rojizas y como toda la región
floral glanduloso-peludas. Hojas principalmente amontonadas en la mitad infe-
rior de las ramas, aovado-lanceoladas, agudas, atenuadas en el pecíolo corto y
ancho; coherentes los pecíolos de la misma pareja; las márgenes agudamente
duplicado-aserradas, ambas caras sembradas de glándulas sésiles, hasta 8 cm.
de largo, las hojas superiores casi sésiles, y menos aserradas. Inflorescencia panicu-
lado-cimosa, las ramitas con las flores vueltas del mismo lado. Pedúnculos de 8 - 10
mm. Divisiones calicinales aovadas, de 4 mm. Corola amarilla. Labio superior
inflado, marcadamente abierto, de 5 - 6 mm., algo glanduloso, el inferior abierto
solamente en la base de 10 mm. Filamentos de 3,5 mm. Estilo de 5 mm.
En las provincias centrales y australes de Chile.
Sinonimia: C. chiloensis Lindl.; C. spectabilis Knze; C. arau-
cana Phil.; C. collina Phil.; C. meyeniana Phil.; C. ambigua Phil.;
C. compacta Phil.; C. nahuelbutae Phil.; C. glandulifera Wit.
Variedad: subincisa Benth. DC. Prodr. X, pág. 219.
Apenas diferente del tipo por las hojas más cortas, grosera-
mente duplicado-hasta recortado-dentadas.
Cumingiana (W:it.) R. (C. cumingiana Wit.).
Difiere del tipo por la mayor tupición de las hojas que alcanzan
a la región floral y por los dos labios de la corola casi de ¡igual
largo.
Provincia de Colchagua.
Compacta (Phil.) (C. compacta Phil. Anales 1895, 139).
Difiere del tipo por las hojas y las corolas más pequeñas y la
inflorescencia más contraída.
Cordilleras de la provincia de Curicó.
67.—C. cavanillesii Phil. Anal. Univ., vol. 43 (1873), pág. 532.
Krazl., pág. 52.
Planta herbácea con el tallo sencillo, amarillento, casi lampiño. Hojas
radicales dispuestas en roseta, verticales, trasaovada-cuneadas, largamente angos-
tadas en el pecíolo, los bordes irregulares y groseramente recortado-dentados,
ambas caras del mismo color, imperceptiblemente glanduloso-pubérulas, hasta 8 cm.
de largo. Hojas tallinas ningunas o reducidas a un solo par. El extremo del tallo
se abre en una inflorescencia paniculado-dicótoma, en su base un par de hojitas
de 13 mm. Pedúnculos de 8-10 mm. Divisiones calicinales aovadas, pubérulas.
Corola amarilla, pequeña. Labio superior de 5 mm.; el inferior de 9 mm..
abierto solamente en su tercera parte, el centro hundido. Filamentos largos y
delgados, 4 mm. Ovario globoso con el estilo de 4 mm.
Valenzuela G., A.
GENERO CALCEOLARIA
LAMINA XXX
58. Calceolaria thyrsiflora Grah.
Botanical Magazine, lámina 2915.
89
90 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
En las cordilleras del Sur (Cupulhue, cerca del volcán Antuco).
CONC. 7235, Provincia de Malleco, Lonquimay, 1.600 m. Leg.
Pfister.
CONC. 26125, Laguna del Laja, Sierra Velluda, Leg. Ricardi
y Marticorena.
68.—C. cheirantboides Wit. Oesterr. Bot. Zeitschr. 1906, pág. 20,
1907, pág. 260.
Arbustito con las ramas nuevas densamente glanduloso-peludas. Hojas
dispuestas a lo largo de las ramas hasta la región floral tupidas, unidas en las
bases, con las márgenes irregularmente almenado-dentadas, ambas caras glandu-
losas, la inferior más pálida y reticulada, oblongas, atenuadas hacia la base;
de 3,5 mm. Corola intensamente amarilla, de la misma configuración de 70 C.
Pedúnculos cortos. Divisiones calicinales oblongas, obtusas, glanduloso-peludas,
de 3,5 cm. Corola intensamente amarilla, de la misma configuración de 70 C.
glabrata. Cápsula gruesa, prolongada en pico, más larga que el cáliz. Tallos
0,8 - 1 m.
Provincia de Maule (Cerro de Name cerca de Empedrado).
Octubre.
SGO. 36085.
69.—C. pallida Phil. Anal. Univ., vol. 91 (1895), pág. 141. Krazl.,
pág. 79.
Arbustito con los tallos cortos, ascendentes, glandulosos hacia el extremo.
Hojas amontonadas en la región inferior de las ramas, oblongo-lanceoladas,
atenuadas en un pecíolo ancho, agudas, con las márgenes irregularmente den-
tado-aserradas, la cara inferior pálida, reticulada; ambas caras glandulosas, de
2 - 3 cm. de largo. Las hojas tallinas se hallan en la base de las ramitas de la
inflorescencia paniculado-cimosa. Pedúnculos de 3 - 4 mm. Flores pequeñas.
Diviisones calicinales lanceoladas, agudas, glandulosas, de 5 mm. Corola de
un amarillo pálido. Labio superior inflado, subgloboso, de 6 mm. de diámetro;
labio inferior de 8 - 9 mm., poco abierto, su borde lateral bruscamente hundido
con una arista almenada. Filamentos delgados, de 5 mm. Ovario glanduloso-
peludo, estilo de 4 mm. Tallos aéreos de 0,1 - 0,15 m.
Cordilleras de Talca hasta Arauco y Biobío.
SGO. 55911.
70.—C. glabrata Phil. Linnaca XXIX, pág. 31. Krazl., pág. 79.
Planta algo leñosa, con las ramas amarillentas. Hojas principalmente en la
región inferior de las ramas, aovado-lanceoladas, agudas, almenado-dentadas, las
Valenzuela G., A.
GENERO CALCEOLARIA
LAMINA XXXI
61. Calceolaria sessilis R. et. Pav.
Botanical Register, lámina 1628.
91
92 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
inferiores angostadas en el pecíolo, sembradas de glándulas, sésiles; la cara
inferior más pálida y reticulada; hasta 7 cm. de largo. Hojas tallinas escasas
sésiles. Inflorescencia paniculado-cimosa, con un par de hojitas en la base de
las ramitas principales. Pedúnculos finamente glandulosos, de 8 mm. Divisiones
calicinales aovadas, agudas, de 4 mm. Corola amarilla. Labio superior inflado,
hasta 8 mm., el inferior de 10-12 mm. con los bordes levantados y en seguida
hundido con una arista almenada. Filamento de 4 mm. Ovario lampiño. Estilo
de 5 mm. Cápsula poco más larga que el cáliz.
Desde la provincia de O'Higgins hasta Concepción, principal.
mente en las cordilleras. (Baños de Cauquenes). Septiembre. Octu-
bre.
Variedad: meyeniana Phil. Linnaea XXIX, pág. 33 (C. land-
becki Phil. Linnaea 33, pág. 215).
La región floral glanduloso-peluda con los pelos horizontales.
En las mismas provincias (Áculeo).
71.—C. scabiosifolia Sims, Bot. Mag. 1822, tab. 2405; Gay V, pág.
1787. Revista Chilena de Historia Natural 1929, pág. 133.
Krazl., pág. 23.
Planta anual herbácea, jugosa, con el tallo ascendente, más o menos glan-
duloso-peludo. Hojas distribuidas sobre el tallo, pinatisectas con 1 - 3 pares
de divisiones que alcanzan casi el nervio central; la división terminal es la ma-
yor; todas ellas irregularmente aserradas, cara superior finamente glandulosa, la
inferior blanquecina; las hojas de más o menos 10 cm. de largo, del cual el
pecíolo ocupa la mitad.
Las hojas superiores más pequeñas y más sencillas. Inflorescencia pani-
culado-dicótoma. Pedúnculos de 1 - 2 cm. Divisiones calicinales aovadas, larga-
mente glanduloso-peludas, de 4,5 mm. Corola de un amarillo pálido. Labio
superior pequeño, el inferior de 1,5 cm., atenuado hacia la base, poco abierto,
arqueado hacia arriba. Filamentos cortísimos. La bolsita estéril de la antera
en el extremo de una prolongación lateral del conectivo. Tallos 0,4 - 0,8 m.
Las formas y dimensiones de las hojas son muy variables.
Provincia de Valparaíso; en las localidades pantanosas de la quebrada de
San Francisco, Curauma, Quillota. Octubre y Noviembre. También en el Ecua-
dor y Perú.
Sinonimia: C. pinnata R. et Pav.; C. heterophylla Wild.; C. foliis Scabiosae
vulgaris Feuill).
Creemos de interés reproducir algunas indicaciones del recordado profesor,
don Marcial R. Espinosa, contenidas en el estudio que hizo de esta especie
en la Revista Chilena de Historia Natural, del año 1929, página 133:
“Esta calceolaría es palustre y puede alcanzar hasta más de un metro de
“la altura; su tallo es algo prismático cuadrangular de 1,5 cm. de diámetro......
““* Se parece en su modo de crecer a las especies del género Mimulus. El Dr.
* Reiche la considera dudosamente anual, yo me inclino a que es perenne.
Valenzuela G., A. GENERO CALCEOLARIA
LAMINA XXXII
62. Calceolaria integrifolia Murr variedad angustifolia.
Botanical Register, lámina 1083.
93
94 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL —N” 2, 1969
« .Observé esta planta en densa agrupación en una vertiente de Lilen,
““ cerca de la orilla del mar, en Papudo...... la observé con flores en Enero y
« Febrero. Esta topa-topa fue dibujada por Feuillée en el Journal des Obser-
“ vations, 1725, tomo III, Lámina 12, figura 1”.
72.—C. pinnata L. Mant. 11 (1771), pág. 171; Krazl., pág. 28.
Planta anual, herbácea, con el tallo ascendente, delgado, pubérulo Hojas
delgadas, con 4 - 5 pares de pínulas dentadas hasta pinatisectas, poco peludas
por encima, pálidas por debajo, hasta 8 cm. de largo, del cual el pecíolo ocupa
una tercera parte. Las hojas supremas más cortas y más sencillas. Las flores
solitarias en las dicotomias del extremo del tallo. Pedúnculos peludos, de 2 - 3
cm. Divisiones calicinales anchamente aovadas, agudas, de 6 - 7 mm. Corola
de un marillo pálido; el labio superior más corto que el cáliz, trasovoide, angos-
tado hacia la base y poco abierto. Filamentos cortísimos. De las dos bolsitas
de la antera una es más pequeña que la otra. Ovario ancho y corto. Tallo
20,8 - 1 m.
Provincia de Tarapacá (Miguel Díaz).
El Dr. Reiche coloca como sinónima de esta especie a la C. bi-
pinnatifida Phil. descrita por Philippi en el Viaje al Desierto de
Atacama, 1860, página 220, pero, siguiendo la opinión de Johnston,
en Flora of Northern Chile, página 116, que opina con la autoridad
del Dr. F. W. Pennell, hemos colocado aparte y como especie
válida la C. bipinnatifida Phil.
73.—C. flabellifolia Kranzl. Fedde Repertorium (1929-30).
Numerosas raíces, tallos levemente doblados hacia abajo, las hojas en roseta,
extendidas sobre la tierra, alrededor de ocho, densamente apretadas, desde la
base hasta el pecíolo bastante ancho. Lámina cuneada en la base, ligeramente
ensanchadas, flabeliforme, profundamente partida en el ápice, recorridas por
gruesos y brillantes nervios, dentadas en el borde, las más grandes con un
pecíolo de hasta 10 cm. de largo hasta 7 cm. de ancho; lampiñas en ambas
caras, tanto tallos como hojas, hasta diez, doblados (acaso por casualidad)
hasta de 30 cm. de largo, completamente desnudos, con un corimbo paucifloro
en el ápice, ninguna bráctea, los pedicelos y también los cálices densamente
cubiertos por pelos papilosos, de 3 a 4 centímetros de largo, los segmentos
del cáliz aovados, obtusos, de 6 a 7 mm. de largo, con base de 4 mm. de
ancho, un poco aumentados después de la floración. Corola subglobosa, alre-
dedor de 1 cm. de largo y de diámetro. Cápsulas aovadas, agudas, ya dehiscen-
tes, densamente glutinoso-pilosas, de 10 mm. de largo, con base de 5 mm.
de diámetro.
Chile. Provincia de Curicó, Volcán Peteroa, a una altura cercana
a 2.500 metros. 25-X-1925, A orillas del Río Ventisquero, en peque-
95
GENERO CALCEOLARIA
Valenzuela G., A,
LAMINA XXXIII
ERICA AA dos E
A
64. Calceolaria andina Benth.
Botanical Magazine, tab. 7326.
96 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL — N? 2, 1969
ños lugares, hoy en día cercados. Roseta de hojas apegadas al suelo
(Dr. E. Werdermann 587).
Agrega Kranzlin:
“Las hojas de la planta no tienen demasiada similitud con las
“ calceolarias, están dispuestas en forma de abanico, partiendo de
““ una base caliciforme y los pecíolos con una profunda ranura lon-
“ gitudinal, con hojas dentadas. La posición algo forzada de la corta
“ base y la curvatura de la rama que contiene las flores es posible-
“ mente casual y, a lo mejor, se debe a que el ejemplar tenía sólo dos
“ flores, ambas pegadas una al lado de la otra y algo deterioradas.
“ Tanto como pude apreciar, el labio o capsulita superior es algo
“ pequeño y el labio o la cápsula inferior es un tanto más grande,
“ siendo esta la parte más amplia de la flor, cuyo color parecía ser
amarillo anaranjado.
“Un gran parecido con C. biflora, Lám. se puede apreciar, pero
“ hay diferencias suficientes como para considerarla nov. sp. Entre
los numerosos ejemplares y especies que se me presentaron nunca
vi hojas de este tipo ni flores tan grandes”.
74.——C. llaimae, Kranzl. Fedde Repertorium (1929).
Rizoma rastrero, leñoso, de muchas raíces, tallo muy breve o casi nulo,
pocos pares de hojas (2 a 4) rosuladas, pecíolos muy cortos (5 a 8 mm), lámi-
nas gradualmente dilatadas a partir de los pecíolos, trasaovado-oblongas, leve-
mente dentadas, obtusas, en ambas caras, especialmente en las venas, con pelos
esparcidos, fimbriados en el borde, por debajo bastante pálidas, hasta 7 cm.
de largo, hasta 3,5 cm. de ancho, pelos muy dispersos, hasta 45 cm. de alto,
casi siempre provistos de un par de brácteas pilosas (o a veces ninguna) folío-
los ¿hasta 2 cm. de largo, de 5 a 6 de ancho, con otro folíolo cerca de la
base de las ramas de la inflorescencia, flores dispuestas en un corimbo de pocas
flores, con dos flores en la bifurcación. Los pedicelos de las flores siempre
apretados, erguidos, de 1 a 2 cm. de largo, un poco más densamente glanduloso-
pilosos. Los segmentos del cáliz no divididos, hasta la base, oblongos, breve-
agudos, verdes con numerosas ampollas negras y en las ampollas pelos, con el
borde ciliado, antes de la floración 3 mm. de largo, 2 mm. de ancho, después
de la floración muy aumentados y ennegrecidos. El labio superior de la corola
oblongo en sentido transversal, encorvado, sobrepasando el segmento dorsal del
cáliz, de 4 mm. de largo y ancho, el labio inferior extensamente oblongo, am-
pliamente dilatado, de 1,3 cm. de largo, de 8 mm. de diámetro, orificio muv
ancho de 7 mm. de largo, 4 mm. de ancho, no engrosado en el margen, los
estambres pequeños, no sobrepasando el labio superior, cápsulas glabras, grosera-
mente aovadas, brevemente aguzadas, con estilos de 2,5 mm. de largo, estambres
de 6,5 mm. de largo con base de 4,5 mm. de diámetro. Flores pequeñas y
glanduloso-pilosas, intensamente amarillas (azafrán). Florece en Febrero.
Valenzuela G., A.
GENERO CALCEOLARIA
LAMINA XXXIV
A! y
Ve
71. Calceolaria scabiosifolia Sims.
Botanical Register, lámina 2405.
mn
97
98 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
Provincia de Cautín, Volcán Llaima, altura cercana a los 1.000
metros. En pendientes sombrías, entre bosques de Nothofagus. No
es escasa.
75.—C. werdermanni, Krazl. Fedde Repertorium (1929-30).
El tallo nace oblicuamente de un rizoma leñoso con muchas raíces, muy
pequeño; alrededor de 6 a 8 hojas, rosuladas, densamente apretadas, breve-
mente pecioladas o sésiles, anchamente aovadas u oblongo-aovadas, obtusas,
con el borde crenado, con los dientes obtusos; la más grande de 8-9 cm. de largo
y 6-7 cm. de ancho, densamente pilosas en ambas caras, especialmente en las
venas, además del mismo color, con el borde densamente fimbriado, el tallo
con corimbo de treinta a más de cincuenta centímetros de alto, con un solo
par o desnudo y con otro par de folíolos hacia la base de los pedicelos, desde
la base cubierto por pelos blancos y esparcidos. Ramos inflorescentes inusitada-
mente largas (hasta 12 - 15 cm.) con una sola flor en la fiburcación, divididas
en el ápice solamente en dos, ninguna bráctea floral; los pedicelos de las flores
hasta 1 cm. de largo, densamente cubiertos por pelos de ápice ensanchado. Los
segmentos del cáliz anchamente aovados, obtusos, densamente pilosos, de 4 mm.
de largo, con base de 3 mm. de ancho. El labio superior de la corola un poco
más largo que el segmento dorsal del cáliz, de 4-5 mm., de ancho, el labio
inferior extensamente aovado en todo el contorno, no muy inflado, orificio
pequeño en la cuarta parte superior del saco, oblongo en sentido transversal,
incrasado en el borde, menudamente tuberculado, todo el pequeño labio de
7 u 8 mm. de largo por 3 mm. de ancho, orificio de 3 mm. de ancho; toda la
corola de color amarillo pálido. Los estambres alargados, los filamentos de 3
mm. de largo, anteras pequeñas, el pistilo con un ovario globoso casi del mismo
largo. Cápsulas aovadas ,aguzadas, pilosas, de 5 a 6 mm. de largo con base de
4 mm. de diámetro.
En la provincia de Curicó, Hacienda Monte Grande, a 1.500 m.
sobre el nivel del mar, en suelos rocosos, con bosques de Notho-
fagus en lugares claros. Muy escasa, Diciembre de 1924 (Dr. E.
Werdermann).
76.—C. gnapbalifolia, Kranzlin. Fedde Repertorium 1929-30.
Raíces alargadas, policéfalas. Tallos muy pequeños o casi inexistentes,
hojas muy densamente apretadas, espatuladas, oblongas, obtusas, lisas en el
borde o apenas dentadas, cubiertas por un tomento blanco hasta tal punto que
el color verde apenas llamará la atención, la más grande apenas de 2 cm. de
largo y 7 mm. de ancho. Los tallos (del racimo) alrededor de 20 cm. de largo,
rojizos, cubiertos por pelos glandulíferos negros, esparcidos, como también los
pedúnculos, los pedicelos y los cálices de las flores; hojas caulinares práctica-
mente ausentes, las que hay deben ser estimadas más bien como brácteas de
los pedúnculos, menudas, oblongas, obtusas. Pedúnculos delgados, de 5 - 6 cm.
Valenzuela G., A.
GENERO CALCEOLARIA
LAMINA XXXV
e,
S
Fi
ed
de
A
72. Calceolaria pinnata L.
Botanical Magazine, lámina 41.
99
100 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
de largo. Flores pequeñas dispuestas en corimbos multi y densi-floros. Los seg-
mentos del cáliz aovado-oblongos, obtusos, densamente glanduloso-pilosos, ape-
nas de 3 mm. de largo y 2 mm. de ancho, abiertos. El labio superior de la
corola pequeño, el segmento posterior del cáliz apenas igualando la mitad; el
labio inferior muy extensamente triangular, en la parte anterior muy dilatado,
levemente inflado, en el borde anterior provisto de una dureza poco elevada en
forma de triángulo transversal; toda la corola amarilla; desde el labio posterior
hasta el borde del labio anterior alrededor de 7 mm. de largo, en la parte poste-
rior 8-9 mm. de ancho. Los estambres muy pequeños, los lóculos de las anteras
orbiculares, el estilo apenas de 1 mm. de largo; el ovario globoso, piloso. Florece
en Noviembre.
Limache, Cerro de la Campana, a 1.500 m. sobre el nivel del
mar.
77.—C. juncalensis, Kranzl. Fedde Repertorium 1929-30.
Raíz leñosa, presentando algunas veces un buen número de tallos, gene-
ralmente cuatro hojas radicales, largamente pecioladas, dilatándose poco a poco
hacia la lámina, lanceolado-oblongas, levemente dentadas, puntiagudas, herbácea,
esparcidamente negro-glandulosas, con un pecíolo hasta de 14 cm. de largo
hasta 3 cm. de ancho, hojas caulinares sésiles o apenas pecioladas, muy alejadas
de las radicales, 1 ó 2 pares, mucho más pequeñas, aovadas, borde liso o leve-
mente dentadas, muy rara vez algo semejante a las radicales, con frecuencia las
inflorescencia braquiadas, corimbosas, pedicelos de 6 a 10 mm. de largo, muy
a menudo ligeramente cursos. Los segmentos del cáliz anchamente aovados,
obtusos, densamente nigro-glandulosos, y con el borde fimbriado, de 4 mm. de
largo, con base de 2,5 mm. de ancho, después de la floración doblados. El labio
superior de la corola profundamente cuculado, de 5 mm. de largo, de 6 mm.
de ancho, sobrepasando el segmento posterior del cáliz, el labio inferior amplio,
inflado de 8-9 mm. de largo, 6 mm. de ancho, orificio abierto casi hasta la
mitad, no incrasado en el borde, toda la corola muy esparcidamente pilosa,
amarilla, del mismo color. Los estambres grandes delante de la flor, los fila-
mentos de 3,5 mm. de largo, muy delgados, las anteras pequeñas, el ovario
globoso-cónico, con estilo de 4 mm. de largo, ambos glanduloso-pilosos. Florece
en Octubre.
Entre Río Blanco y Juncal, cerca del paso de Uspallata, a 1.600
metros sobre el nivel del mar.
78.—C. spatellifolia, Kranzl. Fedde Repertorium 1929-30.
Arbusto rastrero, ramoso, corteza rojiza, glabra, la de las ramitas arachnoi-
deo-pilosa; hojas bastante densas y espesamente amontonadas en las ramitas de
la última fila, espatuladas, anchamente oblongas, algunas veces casi orbiculares,
con el borde liso o ligeramente denticulado, con pecíolos hasta 1,7 cm. de largo,
láminas de 1 cm. de largo, blancas, con un relleno aracnoideo en ambas caras,
Valenzuela G., A. GENERO CALCEOLARIA 101
internodios inferiores de 2 - 2,5 cm. de largo y 6,7 mm. de ancho. Inflores-
cencias prominentes, los tallos de 15 - 20 cm. distantes de las hojas más altas,
poco foliadas, los internodios de 3 a 5 u 8 cm. de largo; flores corimbosas;
pedúnculos, pedicelos y cáliz flocoso-pilosos, brácteas pequeñas, densamente
glanduloso-pilosas. Los segmentos del cáliz aovados, obtusos, de 4,5 mm. de
largo, 2 mm. de ancho, densamente glandulosos. El labio superior de la corola
oblongo en todo el contorno, redondeado, cuculado en el borde, ligeramente
arqueado, de 5 mm. de largo, de 3,5 - 4 mm. de ancho (más largo que el
segmento posterior del cáliz), el labio inferior suborbicular, de 5 mm. de largo
y ancho, inflado, orificio más angosto que ancho, con el borde triangular, algo
más grueso.
Toda la corola pálidamente amarilla. Los estambres alargados partiendo
desde el labio superior, de alrededor de 4 mm. de largo; estilo con ovario
pequeño globoso de 5 mm. de largo. Florece en Noviembre.
Entre Río Blanco y Juncal, cerca del Paso de Uspallata, a 2.000
metros de altura.
719.—C. quinamadivensis, Kranzl. Fedde Repertorium 1929.
¿Híbrido natural? Raíz leñosa, tallo corto, todas las hojas radicales, hay
tres pares, Oblongas, brevemente pecioladas u aovado-oblongas, en la base
retusas O breve y repentinamente contraídas hacia el pecíolo, todas con el
borde obtuso, dentada o crenuladas, obtusas en el ápice, densamente vellosas en
ambas caras, de un solo color, la más grande alrededor de 6 cm. de largo con
un pecíolo de 12 mm. de largo, con base de 3 cm. de ancho, las más pequeñas
hasta 3 cm. de largo con un pecíolo de 4 mm. de largo, con base de 2 cm. de
ancho; las inflorescencias con un tallo de 17 cm. de largo; el tallo provisto de
un solo par de folíolos, inflorescencia dibraquiada, sin flores en la bifurcación,
y, por último, corimbosa, de pocas flores, pedicelos estrechos, de 1,5 cm. de
largo, cubiertos de pelos sencillos y grandulíferos.
Los segmentos del cáliz aovados, obtusos, de 3 mm. de largo con base de
2 mm. de ancho, densamente glandulíferos. El labio superior de la corola
levemente bilocular, más breve que el segmento posterior del cáliz, el labio
inferior alargado, cuneado, descendente, dilatado, abierto hasta la mitad, el
borde del orificio no doblado, toda la corola intensamente dorada, de 1,2 cm.
de largo, en la parte anterior de 8 mm. de ancho. Estambres muy breves, estilo
de 5 - 6 mm. de largo. Florece en Diciembre.
Provincia de Linares, Quinamávida. Por la localidad el nombre
debería ser quinamavidensis y no quinamadivensis, como aparece en
el Fedde Repertorium.
102 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N? 2, 1969
80.—C. bhollermayeri, Kranzl. Fedde Repertorium 1929.
Herbácea, anual. Tallos hasta de 25 cm. de alto, delgados, con dos pares
de hojas en la misma base, amontonadas, breve-pecioladas, aovadas u oblongas,
levemente cordadas en la base, obtusas, crenadas muy ocultamente en el borde,
densamente pilosas en ambas caras especialmente bajo las venas, de 3 - 3 cm.
de largo, de 2 - 2,5 cm. de ancho, suaves, poco separadas entre sí, hojas cauli-
nares iguales a las basales en la forma, sin embargo, muy diferentes por su
gran tamaño, en cada par una es el doble de la otra, internodios del tallo
de 5 - 8 cm. de largo; inflorescencias de pocas flores, pedicelos de 2,5 cm. de
largo, esparcidamente glandulosos-pilosos. Los segmentos del cáliz aovados o
aovado-oblongos, densamente pilosos, de 9 - 10 mm. de largo y de 4 - 5 mm.
de ancho. El labio superior de la corola más grande, profundamente cuculado,
retuso en la parte anterior, de 5 - 6 mm. de largo y ancho; el labio inferior
partiendo en una base breve, angosta, ampliamente ventricoso, oblongo en todo
el contorno, de 2,5 cm. de largo, de 2 - 2,2 cm. de ancho, orificio pequeño en
la misma base de la corola, toda hermosamente dorada con manchas o líneas
purpúreas muy pequeñas hacia el orificio del labio pequeño. Los estambres
breves, apenas más largos que el labio superior; ovario globoso, glabro, estilo
breve, de 3,5 mm. de largo. Florece en Diciembre.
Pilmaiquén, a orillas de un río cordillerano cerca del Volcán
Choshuenco, entre el roquerío a 700 metros sobre el nivel del mar.
Kranzlin hace notar dos particularidades de esta especie: su anisofi-
lia, pues la planta tiene poquísimas hojas, dos pares radicales y la
misma cantidad a lo largo del tallo; y las grandes y desproporciona-
das flores con relación al tamaño de la planta.
81.—C. laete virens Kranzl. Fedde Repertorium 1929.
Partes subterráneas de los tallos leñosas, ramosas; tallos anuales simples,
erguidos hasta 40 cm. de alto, gráciles, simples, rojizos, esparcidamente albedo-
setosos, los internodios en la tercera parte de la base de 3 - 4 cm. de largo,
todo el contorno de las hojas en forma de rombo o, las más altas, casi lanceo-
ladas, con borde ligeramente serrado-dentado, angostándose hasta un pecíolo
breve, glabras en ambas caras, brillantemente verdes, agudas, hasta 5 cm. de:
largo y 2 cm. de ancho, el tallo hasta 30 cm. de alto sobre las hojas, con dos
o tres pares de folíolos y flores en corimbos breves dispuestos en dicasios,
subumbelados; el pedúnculo y los pecíolos densamente albedo-setosos, apenas
de 1 cm. de largo, muy delgados. Los segmentos del cáliz lanceolados, agudos,
hasta de 6 mm. de largo y 2 mm. de ancho, densamente pilosos, brillantemente
verdes. El labio superior de la corola de contorno orbicular, redondeado, cur-
vado antes de la maduración de los estambres, de 5 mm. de ancho y largo,
con el borde apenas doblado; el labio inferior oblongo, redondeado, un poco
dilatado, orificio proporcionalmente pequeño, ocupando alrededor de un cuarto
de todo el labio, con el borde anterior en forma de triángulo doblado, leve-
mente calloso, todo el labio inferior de 1,2 cm. de largo hasta 7 mm. de ancho.
Valenzuela G., A. GENERO CALCEOLARIA 103
Toda la corola hermosamente dorada. Los estambres tendidos hacia adelante;
filamentos de 3,5 mm. de largo; las anteras proporcionalmente pequeñas. Estilo
igualando a los estambres. Florece en Enero.
En Pucón, cerca del lago Villarrica y del perímetro de los
bosques.
82.—C. uspallatensis Kranzl. Fedde Repertorium 1929.
Arbusto erecto o más o menos postrado, corteza de un color pardo-rojiza;
exceptuando los nudos, completamente glabra; los internodios largos de 5 - 3
cm. (de la parte de arriba). Hojas brevemente pecioladas, las superiores sésiles,
todas aovadas, agudas, con el borde irregular o doblemente dentado, las supe-
riores glabras, con venas poco marcadas, pálidamente verdes por debajo, veno-
sas, las venas más o menos densamente aracnoideo-pilosas, muchas veces las
más nuevas completamente blancas, las más grandes de ella con pecíolo de
hasta 3 cm. de largo por 1 cm. de ancho. Inflorescencias dibraquiadas (sin
flores entre los pedúnculos). Pedúnculos de 5 cm. de largo, flores dispuestas
en dicasios o en un corimbo pausifloro; pedicelos de 1 - 1,2 cm. de largo,
estos mismos y también los cálices aracnoideo-pilosos por encima, las brácteas
de las ramas de 1,5 cm. las de las flores apenas de 1 cm. de largo. Los seg-
mentos del cáliz extensamente aovados, obtusos, de 2,5 mm. de largo y de
base ancha. El labio superior de la corola un poco más largo, más allá de 3
mm. de largo y ancho; el labio inferior ascendente, ampliamente dilatado,
orificio grande, amplio, con el borde incrasado, papiloso. Toda la corola inten-
samente dorada, subglobosa, de 1,2 cm. de diámetro. Estambres breves, estilo
bastante largo, doblado. Florece en Octubre.
En Río Blanco, cerca del paso de Uspallata, a 1.400 metros
sobre el nivel del mar.
83.—C. aberrans Kranzl. Fedde Repertorium 1929.
Arbusto poco elevado, alrededor de 253 cm. de alto, muy ramoso con
ramas erguidas y apretadas, corteza frágil en las partes inferiores en todas partes,
especialmente la de arriba, glanduloso-pilosa, violácea, cubierta por pelos blan-
cos, más largos en las articulaciones, no glandulosas, internodios de 4 a 10 mm.,
en las últimas ramitas apenas de 2 mm. de largo, hojas muy numerosas, sésiles,
aovadas o aovado-oblongas, crenadas, a veces muy enrolladas en el borde, con
el nervio mediano muy destacado en la cara inferior, encima verdes, debajo
pálidas, en ambas caras glanduloso-pilosas, pocas flores, sólo en los ápices de
algunas ramas. Los segmentos del cáliz extensamente aovados, obtusos, casi orbi-
culares, de 2 mm. de largo, alrededor de 1,5 mm. de ancho, densamente glandu-
loso-pilosos. El labio superior de la corola reduciéndose hacia un limbo angosto
con una lámina cuneada bastante larga, en la parte anterior retuso-triangular
entre los estambres, el labio inferior aovado, dilatado en la parte anterior, de
6 - 7 mm. de largo. Filamentos destacados, de 1 mm. de lareo atenuados hacia
104 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
una base más o menos ancha. Ovario densamente piloso. Flores amarillas.
Florece en Julio.
En la pendiente occidental de Los Andes, al Este de Arica entre
3.000 y 3.500 metros sobre el mar.
CONC. 25534 y 30199, camino de Azapa a Chapiquiña, Leg.
Ricardi y Marticorena.
84.—C. polypbilla Kranz. Fedde Repertorium 1929.
Frutex basi lignescens, certe altus, ramosus v. limo squarrosus, cortex
rubellus, a basi apicem versus densius albido-pilosus, rami vetustiores lignosi,
ascendentes, quam maxime filiosi, cum ramulis brevibus dense filiosis tot
quot folia, folia (etiam exsiccata) longe persistentia, brevi-petiolata v. sessilia,
ovata, acuminata, supra viridia, impresso-venosa, sparsim pilosa, subtus pallida,
densius albida-pilosa, margine integra v. vix denticulata, maxima 3 cm. longa,
basi 1 cm lata, illa ramorum et ramulorum multo minora, suprema inflorescen-
tiam attingentia, flores in paniculam densi et multifloram, racemis 6 v. 8
compositam dispositi (tota panicula interdum 12 cm. longa et 7 cm. diametro),
rachis, pedunculi, pedicelli dense albido-pilosi, pedicelli circ. 1 cm. longí. Calycis
segmenta oblonga, obtusa, pulchre reticulata, brevi-pilosa et fimbriata, 3,5 mm.
longa, 2 mm. lata. Corollae labium superius latius quam longum profunde
cucullatum, labium inferius circuitu orbiculare, orifícium rotundum, margine
incrassato, calloso instructum, quam superius vix majus, tota corolla pulchre
aurea, 1 cm. diametro. Stamina pro genere longa, 4,5 mm longa, antherae pro
genere parvae. Ovarium globosum, dense pilosum stylo tenui 5 mm longo
coronatum.
Florece en Noviembre y Diciembre.
Agrega Kranzlin: “Valparaíso, El Salto, una especie extraor-
dinariamente hermosa y muy florífera. Al estar sin flores forma una
hirsuta inflorescencia o casi un racimo, ya que las hojas secas no se
desprenden, quedando adheridas al tallo. Los tallos principales están
muy poblados de hojas, saliendo de todas las axilas un pequeño
brote lateral con tupidas y apretadas hojitas, lo que seguramente ha
motivado el nombre de la especie. En la flor se notan las bonitas
y nervadas partes del cáliz, lo que no es usualmente una caracterís-
tica de las calceolarias. En la corola el labio superior y el inferior
son casi iguales o como ambos son abovedados, la flor parece una
bola plenamente achatada. Las relativamente pequeñas anteras
están ubicadas cerca de largos y notorios filamentos entre ellas
aparece el estigma con un largo y delgado estilo”.
Valenzuela G., A. GENERO CALCEOLARIA 105
85.—C. viscosissima, Lindl. Botanical Register by S. S. Edwards,
continued by J. Lindley, London, 1815-1847. Lámina 1611.
Clammy Calceolaria.
C. viscosissima: sufruticosa, viscido-glandulosa, foliis caulinis
oblongis rugosis sessilibus, cordatis v. amplexicaulibus v. connatis
crenatis v. irregulariter denticulatis, paniculis confertir corymbosis,
corola labiis subaequalibus.
C. integrifolia var. viscosissima. Hooker in Bot. Mag. 3214.
C. rugosa macrophylla Hort.
C. rugosa latifolia Herbert in litteris.
Caulis sublignosus, 2 - 3 pedalis, viridissimus, pilis viscidis
dense obtectus. Folia viridissima, valde-rugosa, viscida, obtusa, nunc
subcordata, nunc amplexicaulia, nunc omnino connata, ambitu cre-
nato v. inaequaliter denticulato. Paniculae terminales et axillares,
confertae, viscidisimae, multiflorae. Corola aureae v. flavae. Stamina
styli fere longitudine.
A beautiful shrubby species, with the habit of C. integrifolia,
except that it has a far more herbaceous character.
It is covered all over with viscid hairs, so densely, that it is
difficult to separate it from any thing that is pressed upon it.
It grows about 3 feet high and produces ample crops of flowers
all the summer long. We first received it from the Honourable and
Rev. William Herbert in the autumm of 1832; and it is from speci-
mens subsequently communicated by that gentleman that our draw-
ing was taken.
Sinonimia: C. integrifolia variedad viscosissima Hook.
86.—C. kingi, Ph. Anales de la Universidad, tomo 91, 1895, pág. 150.
Herbácea, elata, glabriuscula, glutinosa; caule fistuloso, trium internadoi-
rum; foliis radicalibus petiolatis, caulinis sesilibus, cuneatis; oblongis, supremis
ovatis, basi vix angustioribus omnibus grosse dentato serratis; inflorescen-
tiae ramis demum racemosis, pedicellis geminis; corollae lobis inaequalibus,
superiore calycem bis aequante, inferiore duplo saltem majore, semi-globoso,
modice aperto.
Habitat: Valle del Carrizal; odorem ingratum spirat.
El tallo llega a tener 60 centímetros de altura, y tiene, sin embargo, sólo
tres pares de hojas, las radicales están marchitas al tiempo de florecer, las
tallinas inferiores tienen 9 cm. de largo, 3,6 cm. de ancho, y unos diez dientes
de cada lado. Los pedúnculos son dos veces ahorquillados, del ángulo de la
segunda división nacen dos pedicelos unifloros. Los pedicelos miden de 10 a
106 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
12 mm. y son densamente cubiertos de pelitos glandulosos; hay a su origen
una bráctea aovada, el labio superior de la corola mide 8 mm. el inferior
11 mm.
Sinonimia: C. glutinosa Meigen, Englers Botanische Jahrbiicher
17: 289, 1893. Localidad del tipo :inm einer Hoehe von 1.400 m.
oestlich von den Baños de Jahuel, Prov. Aconcagua, Non C. gluti-
nosa Heer et Regel del año 1845, originaria de Guatemala según el
Ind. Kew. y con amplia prioridad sobre la especie de Meigen.
C. racemosa sensu R. A. Philippi, Florula Atacamensis 46 y
Viaje al Desierto de Atacama 26, 220, 1860. Non C. racemosa Ca-
vanilles, año 1799. El nombre puesto por Ph. a la planta chilena no
es una verdadera sinonimia, sino una determinación errónea.
87.—C. bipinnatifida Phil. Viaje al Desierto de Atacama 1860, pág.
220.
Herbácea, erecta, debilis, pilosa, ramosa, foliosa; Foliis petiolatis, pinnatis,
pinis oblogo-lanceolatis, pinnatifidis, pedunculis unifloris, elongatis, apices ramo-
rum terminantibus corollae luteae labio superiore brevi, calycem haud asquante,
inferiore subgloboso, calycem bis asquante.
Agrega el profesor Iván Johnston (En la Flora del Norte de
Chile, página 116): “que llega a tener seis a doce decímetros de
“ altura y que es abundante en las pequeñas corrientes de Agua
“* Panul, (Taltal), cubiendo junto con Parietaria, completamente al
“* agua. Las flores son de un amarillo sulfúreo (sulphur yellow)”.
Agrega que con la autoridad del Dr. F. W. Pennell, reconoce
que esta especie es distinta de C. pinnata L.
88.—C. pennelii, Descole et Borsini.
Descrita por Horacio R. Descole y Olga E. Borsini, en Lilloa,
Tucumán (República Argentina) 27 - (91-93) 1953, dedicada a
Francis Pennell, botánico americano.
Está considerada como una especie argentina y la hemos incor-
porado ahora a la flora chilena en razón de haber sido hallada en
territorio chileno, en el paso de Pino Hachado a doscientos metros
de la frontera, por Mario Ricardi y Clodomiro Marticorena, núme-
ros 8147 y 26054 del herbario del Instituto de Ciencias de la Uni-
versidad de Concepción.
El tipo corresponde a Argentina, Gobernación de Neuquén,
Valenzuela G., A. GENERO CALCEOLARIA 107
LAMINA XXXVI
Corresponde esta lámina a una especie incorporada al Herbario del Kew Garden
(Londres) con el número 6250, con el nombre de Calceolaria Johnstonii Pennell,
nov. sp. Estero de Guanta a 1.900 metros de altura, provincia de Coquimbo,
Departamento de Elqui, ex Herb. Gray. Corola amarilla sulfúrea. Hemos creído
de interés colocarla aún cuando no hemos hallado su descripción en parte alguna
y por el momento debe considerarse como nomen nudum.
108 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
Paso de Pino Hachado (hito) Leg. Pérez Moreau 11-11-1941 (B. A.
45466).
Es una planta pequeña, glanduloso, pubescente, de hasta 9 cm. de alto,
con raíces cilíndricas de más o menos un mm. de diámetro, numerosas. Tallo
rizomatoso, muy acortado en la base de 2-3 cm. de largo, densamente folioso,
hacia el ápice desnudo formando escapo unifloro de 5-7 cm. de largo, cilíndrico
de 0,5 - 1 mm. de diámetro, glanduloso. Hojas formando en la base pequeñas
y densas rosetas, decusadas, elípticas o aovadas, atenuadas en un pecíolo an-
gosto y connatas en la base; bordes enteros o muy raramente hacia el ápice
con pequeños dientes. Flores solitarias. Cáliz con lacinias anchamente aovadas
de 2,5 - 4 mm. de largo por 3 - 4 mm. de ancho, cóncavas, con ápices incur-
vos, densamente glanduloso-pubescente, interiormente con pocos pelos; el cáliz
fructífero de 7 mm. de largo por 4 - 5 mm. de ancho, marcadamente nervado.
Corola amarilla de 2 a 2,5 cm. de largo; labio superior pubescente en los
bordes y con una escotadura en la parte media del borde anterior; labio infe-
rior globoso con la base incurva. Orificio pequeño. Apéndice del labio infe-
rior de 5 mm. de largo por 8 mm. de ancho, con ápice anchamente glanduloso.
Estambres con filamentos de 1,5 - 1,8 mm. por 0,6 mm. de ancho en la base.
Anteras de 2,5 mm. de largo, ditécicas. Pistillo de 3 - 3,5 mm. de largo. Ovario
glanduloso, 1,6 mm. de largo por 2 mm. de ancho. Cápsula piriforme de 0,9 -
1 cm. de largo por 6 mm. de ancho, glanduloso-pubescente. Semillas numerosas
de 1 mm. de largo por 0,5 mm. de ancho.
Especie afín a C. mendocina Ph. de la cual se diferencia por la
pubescencia y forma de la corola. En Lilloa XXVII (1953) hay una
lámina.
INDEX KEWENSIS
En el Indice de Kew, de 1893 y sus suplementos hasta fecha
reciente, aparecen todas las especies mencionadas en este estudio y,
además, otras que no se han considerado por ser extranjeras, híbri-
das, nomen nudum u otros motivos.
Son las siguientes:
C. bellidifolia Gill: Según Reiche, página 56, es una especie
argentina. Está descrita por Fr. Kranzlin, en pág. 49, N? 50.
C. ferruginea Cav. En Kranzlin, pág. 100 N? 152, aparece como
sinónima de C. rosmarinifolia, especie del Perú. Así lo dice también
Reiche en la página 56.
C. gellandana Lind. ex Steud: Es nomen nudum.
C. gellaniana Penny: figura en Kranzlin, pág. 54 N9 64, como
sinónima de 52. C. purpurea. Es un híbrido (Kranzlin, pág. 122).
C. hypoleuca Meyen: Según Reiche, pág. 56, es nomen nudum.
Valenzuela G., A. GENERO CALCEOLARIA 109
C. nivalis Steud: No figura en Reiche ni en Kranzlin. La cal-
ceolaria nivalis H. B. K., figura en Kranzlin, pág. 111 N? 178, como
especie peruana.
C. parviflora Gill, ex Benth: Es, según Reiche, una especie ar-
gentina.
C. polyantba Penny: Es, según Kranzlin, un híbrido entre C.
corymbosa y C. petioalaris.
C. tenuis Benth: Es, según Kranzlin, una especie peruana.
C. scapiflora R. et P.: Es, según Kranzlin, una especie peruana.
Jovellana triandra Cav: Es, según Kranzlin, una especie peruana.
C. aconcagiina Phil.: Reiche, en pág. 56, la describe y la coloca
como especie problemática.
C. brunellifolia Phil.: Descrita por Kranzlin en pág. 80
N* 113, es, según Philippi (Anales 1895, pág. 115) una especie
argentina, de Los Andes de Mendoza.
C. cheiranthoides Pbil.: Es nomen nudum. La especie del mis-
mo nombre está descrita por Witasek, N? 68.
C. prichardii Kranzl.: Mencionada para la Patagonia austral, no
es considerada chilena.
C. andicola Gillies ex Hook: Botanical Magazine 2805. Sólo
tenemos referencia de este nombre como variedad de 64 C. andina.
C. patagonica Kranzl.: In Scott, Rep. Princeton Univ. Exped.
Patagonia VIII Suppl. 236 (1914). No tenemos antecedentes.
C. prichardi, Rowlee: In Bull Tor. Bot. Cl. 1916 XLIT, 318.
Fagelia prichardi. No tenemos antecedentes.
C. psammopbila Skottsberg: In Svensk. Vet. Akad. Handl. n.s.
LVI N? 5, 300 (1916) patg., es una especie argentina, del Chubut.
Jovellana guentheri Kranzl.: No es especie chilena.
Hemos tenido a la vista todo el Herbario del Museo Nacional
de Historia Natural, especialmente en cuanto a los tipos; como
asimismo el Herbario del Instituto de Ciencias de la Universidad
de Concepción que tiene ejemplares de casi todas las especies descri-
tas. Tenemos también en nuestro poder fotografías de los ejemplares
de Calceolarias de los Museos de Madrid, París, Museo Británico,
Kew Garden, que visitamos y pudimos estudiar personalmente.
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Valenzuela G., A. GENERO CALCEOLARIA 111
INDICE DE LA SINONIMIA
En las obras de Botánica, especialmente los libros clásicos anti-
guos, están citadas las Calceolarias en número superior a 180 y
resulta a veces difícil saber cuál es el nombre actual de la especie
de las cuales son sinónimas.
Para facilitar esa labor presentamos un Indice de buenas espe-
cies y de Sinonimia, por orden alfabético, en el cual indicamos el
nombre de la especie y el número que corresponde a la especie de
la cual es sinónima. Hemos subrayado las 88 especies válidas.
Así, por ejemplo, la especie Calceolaria anómala 16, es sinóni-
ma de C. crenatiflora Cav. que tiene el número 16 en la obra de
Reiche, que hemos conservado en este trabajo:
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ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURTL N” 2, 1969
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CONTRIBUCION AL CONOCIMIENTO DEL GENERO
DIADASIA (HYMENOPTERA-ANTHOPHORIDAE)
EN CHILE
H-TORO” == "LE, RUZ
Departamento de Zoología, Universidad Católica de Valparaíso
ABSTRACT.— The authors study the chilean species of the Genus
Diadasia. Redescriptions for D. chilensis (Spin. 1851) and D. distin-
guenda (Spin. 1851) are given; two new species D. nemaglossa Mn. sp.
and D. wagenknechti n. sp. are described and figured. In all the des-
criptions the same characters have been considered, to make com-
parations easier. A key for the involved species is provided.
Según los datos bibliográficos que hemos podido revisar, el
Género Diadasia, está representado en Chile por dos especies des-
critas por Spinola en 1851 en el Género Anthophora: A. chilen-
sis y A. distinguenda.
La ubicación genérica de D. chilensis ha sido muy discutida
por los antiguos autores, según lo expresa Ruiz en 1940, termi-
nando el mismo por considerarla en el Género Melitonza, sin
referirse a D. distinguenda.
En el presente trabajo se hace una redescripción de las espe-
cies de Spinola y se agregan dos más que consideramos nuevas;
es posible la existencia de otras especies en el Norte
de Chile, introduciéndose, con toda seguridad, desde el Pe-
rú. Pero no hemos dispuesto de material para incluirlas en este
estudio, ni se han encontrado en las colecciones nacionales que
hemos revisado. Tanto en las descripciones como en las redes-
cripciones se sigue un mismo modelo para facilitar compara-
ciones.
Agradecemos al señor R. Wagenknecht por cedernos ama-
blemente ejemplares para estudio y al Dr. C. D. Michener por
las observaciones y comentarios hechos al material que le hemos
enviado.
118 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL — N” 2, 1969
Las especies consideradas se pueden diferenciar mediante
la siguiente clave:
MACHOS:
1.—Glosa más de tres veces el largo del flagelo; impresiones ten-
toriales en el clípeo, grandes, rebordeadas; patas medias y
posteriores con garras agudas ........ D. nemaglossa n. Sp.
Glosa aproximadamente dos o generalmente mucho menos
de dos veces el largo del flagelo, impresiones tentoriales en
el clípeo normales; patas medias y posteriores con garras
CMA EA ANS EA AA eZ
2.—Clípeo con mancha amarilla, tarsos amarillos ......... 3
Clípeo sin mancha amarilla, tarsos negros. D. distinguenda
(Spin.).
3.—Triángulo propodeal liso en su mayor parte; labro po
nal; Célula discoidal semejante o mayor que la marginal. .
A ARO IÓ NA D. wagenknechti n. sp.
Triángulo propodeal microareolado; ap cuadrangular; cé-
lula discoidal menor que la marginal . D. chilensis (Spin.).
HEMBRAS:
1.—Glosa más de tres veces el largo del flagelo; impresiones
tentoriales en el clípeo, grandes, rebordeadas; patas medias
y posteriores con garras agudas .... D. nemaglossa n. sp.
Glosa aproximadamente dos o generalmente mucho menos
de dos veces el largo del flagelo; impresiones tentoriales en
el clípeo normales; patas medias y posteriores con garra in-
A A o ST AO MA 2
2.—Tibias medias con proceso distal espiniforme; célula discoi-
dal mayor que la marginal ........oo.cconno....... D. wagenknechti n. sp.
Tibias medias sin proceso distal espiniforme; célula discoi-
daltmenorique aaron a O MN
3.—Tarsos negros ¡línea frontal en un e ADO MO as
A A A pl, distinguenda (Spin. Ye
Tarsos MARIS: [(néa frontal cariniforme
a D. Di a (Spin. .
Toro, H. - Ruz, L. GENERO DIADASIA 119
DIADASIA CHILENSIS (Spinola 1851)
Macho: Longitud total aproximada: 8 mm. Alas anteriores 6,3
mm. Ancho de la cabeza 2,7 mm. Ancho del tórax 3 mm.
Coloración: Cabeza, cuerpo y patas, negros; excepto: una
gran mancha amarilla en el clípeo (de tamaño variable en otros
ejemplares), flagelo pardo obscuro salvo el primer segmento,
espolones tibiales y últimos cuatro tarsitos café claro. Tégulas
café casi negras. Alas hialinas con venas café claro.
Pilosidad: Cuerpo con pelos ocre pálido, medianamente den-
sos dejando, en parte, ver el tegumento, con ramificaciones muy
cortas, más desarrolladas hacia la base. Pelos verticales algo más
cortos que el escapo (1,4:1,7). Area ventral ligeramente más
pálida que la dorsal; sexto esterno con pelos cortos, escasos ha-
cia la parte media y más densos hacia el extremo distal.
Puntuación: Clípeo con puntos finos con intervalos micro-
areolados semejantes a sus diámetros. Area supraclipeal y para-
oculares inferiores semejantes al clípeo, pero el areolado mucho
más marcado a nivel de los alvéolos. Frente por abajo del ocelo
medio, paraoculares medias, superiores y áreas ocelorbitales con
puntos espaciados e intervalos lisos. Area oceloccipital como en
el clípeo. Escudo con puntos más gruesos e intervalos lisos irre-
gulares. Escutelo como el escudo. Espaciada en el postecutelo
con tegumento microteselado. Mesepisternos con puntos media-
nos e intervalos lisos irregulares. Area hipoepimeral lisa y bri-
llante sobre la escroba. Metepisternos con puntos escasos y tegu-
mento ligeramente microteselado. Triángulo propodeal sin pun-
tos, microareolado; áreas dorsolaterales del propodeo microte-
seladas, casi escamiformes, con puntos pequeños e intervalos ma-
yores que ellos. Tergos metasómicos con puntos bien marcados
e intervalos semejantes a sus diámetros. Esternos como los ter-
gos, pero con puntos más espaciados; sexto esterno con el área
media proximal lisa y brillante, puntos muy finos y densos en
el resto.
Estructuras: Orbitas internas rectas, divergentes hacia arri-
ba. Interorbital superior mayor que la inferior (4,5:3,8). Ojos
más de dos veces más largos que anchos y algo más anchos que
120 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N?” 2, 1969
las genas (4,2:1,9:1,6). Tangente orbital dorsal ligeramente por
abajo del ocelo medio. Línea frontal cariniforme en el tercio
distal. Distancia interalveolar aproximadamente dos veces la al-
veolorbital, cuatro veces el diámetro del alvéolo y menos de tres
veces el lareo de las suturas subantenales (1,7:0,8:0,4:0,6). Es-
capo corto, menor que la distancia alveolocelar lateral y aproxi-
madamente cuatro veces el largo del pedicelo (1,7:2,0:0,4); pri-
mer segmento del flagelo tan largo como el 2* y 3* (0,5:0,4:0,5).
Cuarto segmento del flagelo un poco más largo que ancho (0,6:
0,5). Clípeo convexo, por encima de la tangente orbital ante-
rior, por aproximadamente la mitad del ancho del ojo y más de
dos veces más ancho que largo (3,6:1,6). Impresiones tentoria-
les sin modificaciones. Labro cuadrangular, menos de dos veces
más ancho que largo (2:1,3), borde distal levemente convexo
al medio y cóncavo hacia los lados, superficie anterior con tres
protuberancias premarginales. Primer segmento de los palpos
maxilares menor que el 2*, 3? y 4%, semejante al 5”, mayor que el
62 (0,5:0,9:0,7:0,7:0,5:0,4). Primer segmento de los palpos
labiales mayor que el 2%, más de ocho veces el largo del 3* y 4?
(3,6:2,1:0,4:0,3). Glosa no alcanza la base del abdomen por
abajo, menos de dos veces más larga que el prementón y algo
más de dos veces el largo de las paraglosas (7,4:3,8:3,5). Pri-
mera submarginal menos de dos veces la 2* y menor que la 3*
(medidas sobre la Md.) (1,7:0,9:1,9). Célula marginal más lar-
ga que la discoidal (longitudes máximas) (4,4:4,1). Alas pos-
teriores con 8 a 10 hamuli. Lóbulo jugal menos de dos tercios
del largo de la célula cubital y menos de la mitad del largo del
lóbulo vanal (2,6:4,1:6,2). Vena cu-v mayor que la mitad del
lareo de la segunda abscisa de M-Cu (0,6:1). Postescutelo con
una suave cresta transversal. Triángulo propodeal con una línea
media longitudinal apenas marcada. Tibias medias, aproximada-
mente dos tercios más largas que anchas y más largas que el basi-
tarso (3,7:1,4:3,3); garras tarsales de ápice redondeado. Tibias
posteriores aproximadamente dos tercios más largas que anchas
y un quinto más largas que el basitarso (5,1:1,9:4); garras tar-
sales como las mesotorácicas. Cápsula genital y estructuras aso-
ciadas como en figura 3 a, b, c.
Hembra: Longitud aproximada: 9 mm. Alas anteriores 6,5 mm.
Ancho de la cabeza 2,8 mm. Ancho del tórax 3,1 mm.
Toro, H. - Ruz, L. GENERO DIADASIA 121
Coloración: Semejante al macho salvo el clípeo que es ne-
gro.
Pilosidad: Cabeza y tórax como el macho. Escopa tibial den-
sa con ramificaciones más largas que en el resto del cuerpo. Ter-
gos metasómicos con escasos pelos simples ocres, abundantes en
el 1% 1% a 5% con una ancha banda distal de pelos cortos, ocres,
apegados al tegumento, más ancho en los posteriores; pelos dis-
tales del 5% y 6* más largos y gruesos; resto del tergo con pelos
muy cortos, densos, negros. Esternos con pelos más largos y rí-
gidos hacia la parte media distal, amarillos en el 1% y café en
los siguientes, dejando el área marginal lisa; con pelos claros
hacia los extremos laterales que continúan las bandas dorsales y
que se prolongan mesalmente en los segmentos metasómicos 4*
y
Puntuación: Clípeo con puntos gruesos e intervalos carini-
formes. Area supraclipeal, paraoculares y frente, por abajo del
ocelo medio, con puntos finos, muy densos sobre el clípeo y con
intervalos lisos, mucho mayores que los puntos en el resto. Area
ocelorbital y preoccipital como en la frente. Con puntos muy
densos entre los ocelos. Escudo como en el macho. Escutelo con
puntos más escasos y dos grandes áreas discoidales (variables
en otros ejemplares) lisas a cada lado de la línea media. Postes-
cutelo con tegumento fuertemente areolado y escasos puntos ais-
lados. Mesepisternos como en los machos. Area hipoepimeral co-
mo en los machos. Metepisternos con puntos poco marcados den-
sos e intervalos menores que sus diámetros. Triángulo propodeal
microareolado, sin puntos, resto del propodeo microareolado con
puntos densos e intervalos semejantes a ellos. Tergos metasómi-
cos con puntos pequeños, más finos en el área premarginal y
con intervalos mayores a sus diámetros; más gruesos y densos
en los últimos Esternos con puntos finos y densos, con otros grue-
sos entremezclados más densos y abundantes en los últimos seg-
mentos.
Estructuras: Orbitas internas como en el macho. Interorbi-
tal superior mayor que la inferior (4.9:4.3). Ojos más de dos
veces más largos que anchos y más anchos que las genas (4.2:
1.9:1.5). Tangente orbital dorsal ligeramente por abajo del
ocelo medio. Línea frontal como en el macho. Distancia inter-
122 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
alveolar casi dos veces la alveolorbital, cinco veces el diámetro
del alvéolo y cuatro veces el largo de las suturas subantenales
(2.0:0.9:0.4:0.5). Escapo corto, menor que la distancia alveolo-
celar lateral y aproximadamente seis veces el largo del pedicelo
(1.9:2.3:0.3); primer segmento del flagelo mayor que el 2* y 3*
(0.6:0.3:0.4); 4% segmento del flagelo algo más ancho que
largo (0.5:0.4). Clípeo convexo, por encima de la tangente ot-
bital anterior en menos de la mitad del ancho del ojo y más de
dos veces más ancho que largo (3.9:1.6). Impresiones tentoria-
les sin modificaciones. Labro cuadrangular, más ancho que largo
(2.2:1.7), con borde distal convexo al centro y cóncavo lateral-
mente; superficie anterior con tres pequeñas protuberancias agu-
das premarginales. Primer segmento de los palpos maxilares
menor que el 2”, 3* y 4* y mayor que el 5* y 6? (0.6:1.0:0.9:0.8:
0.4:0.4). Primer segmento de los palpos labiales mayor que el
22 y aproximadamente doce veces el 32 y 4? (3.7:2.2:0.3:0.3).
Glosa no alcanza la base del abdomen por abajo, más de dos
veces más larga que el prementón y que las paraglosas (9.6:4.1:
4.1). Primera submarginal casí dos veces el largo de la 2* y
menor que la 3* (medidas sobre Md.) (1.8:1.0:2.1). Célula
marginal poco más larga que la discoidal (longitudes máximas)
(4.6:4.4). Alas posteriores con 9-10 hámuli. Lóbulo jugal apro-
ximadamente 3/4 del largo de la célula cubital y poco más de la
mitad del lóbulo vanal (3.5:4.7:6.6). Vena cu-v mayor que la
mitad del largo de la segunda abscisa de M-Cu (0.7:1.0). Pos-
tescutelo con una suave cresta transversal. Triángulo propodeal
con una línea media longitudinal en un surco bien marcado en
el ápice. Tibias medias aproximadamente 2/3 más largas que an-
chas y apenas mayores que los basitarsos (3.4:1.3:3.3); garra
tarsal interna redondeada y externa aguda. Tibias posteriores
más de 2/3 más largas que anchas y 1/5 más largas que el basi-
tarso (5.3:1.6:4.2); garras tarsales como las mesotorácicas. Placa
basitibial de ápice redondeado. Placa pigidial suavemente con-
vexa y de ápice redondeado, casi angulado. Octavo hemitergito
como en fig. 5.
DIADASIA DISTINGUENDA (Spinola 1851)
Macho: Longitud total aproximada: 8 mm. Alas anteriores
6,2 mm. Ancho de la cabeza 2,6 mm. Ancho del tórax 2,8 mm.
Toro, H. - Ruz, L. GENERO DIADASIA 123
| Coloración: Negra, salvo tarsos café casi negro y espolones
tibiales pardo claro. Tégulas pardas translúcidas. Alas ligera-
mente pardas con pterostigma café y venas casi negras.
Pilosidad: Cuerpo con pelos ceniza pálido, largos, mediana-
mente densos, dejando ver el tegumento (más densos en otros
ejemplares) con ramificaciones muy cortas, más desarrolladas
hacia la base. Pelos verticales más largos que el escapo (1,8:1,5).
Superficie ventral del cuerpo como la dorsal. Sexto esterno con
pelos cortos densos.
Puntuación: Clípeo con puntos medianos, densos e interva-
los lisos casí cariniformes; resto de la cabeza con puntos más
finos, muy densos a nivel de los avéolos y espaciados en el resto.
Area ocelorbital casi lisa. Area ocelocipital como en el clípeo.
Escudo con puntos más gruesos e intervalos semejantes a sus
diámetros. Escutelo como el escudo. Poco densa en el postescu-
telo con intervalos microareolados dos veces el diámetro de los
puntos. Mesepisternos con puntos medianos, con intervalos lisos
semejantes a ellos. Area hipoepimeral lisa por sobre la escroba.
Metepisternos con puntos densos en los dos tercios dorsales y
tegumento liso .Triángulo propodeal microareolado sin puntos.
Resto del propodeo con tegumento microareolado y puntos poco
profundos con intervalos semejantes a sus diámetros. Bien mar-
cada en los tergos metasómicos con intervalos algo mayores que
los puntos, más densos hacia el área premarginal. En los ester-
nos menos marcada que en los tergos y con intervalos más irre-
gulares.
Estructuras: Orbitas internas rectas y divergentes hacia arri-
ba. Interorbital superior mayor que la inferior (4.3:3.7). Ojos
más de dos veces más largos que anchos y casi tan anchos como
las genas (4.1:1.6:1.7). Tangente orbital dorsal es tangente ven-
tral del ocelo medio. Línea frontal con tercio distal en un surco
y con un tubérculo en el ápice. Distancia interalveolar cast dos
veces la alveolorbital, más de dos veces el diámetro del alvéolo
y cinco veces el largo de las suturas subantenales (1.5:0.8:0.6:
0.3). Escapo menor que la distancia alveolocelar lateral y casi
cuatro veces el largo del pedicelo (1.5:1.8:0.4); primer segmen-
to del flagelo mayor que el 2% y 3” (0.6:0.4:0.5); 4” segmento
del flagelo tan ancho como largo (0.5:0.5). Clípeo suavemente
124 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
convexo, por encima de la tangente orbital anterior en menos de
la mitad del ancho del ojo, y más de dos veces más ancho que
largo (3.7:1.6). Impresiones tentoriales sin modificaciones. La-
bro cuadrangular, más ancho que largo (2.0:1.4); borde distal
casi recto al centro, con dos suaves concavidades laterales; super-
ficie anterior con tres protuberancias agudas premarginales. Pri-
mer segmento de los palpos maxilares menor que el 2%, 3% y 42,
semejante al 5% y mayor que el 6% (0.5:0.7:0.6:0.7:0.5:0.3).
Primer segmento de los palpos labiales casi dos veces el 2”,
aproximadamente seis veces el 3” y 8 veces el 4* (2.5:1.3:0.4:
0.3). Glosa no alcanza la base del abdomen por abajo, menos
de dos veces más larga que el prementón y algo más de dos
veces el largo de las paraglosas (5.0:3.0:2.4). Primera submar-
ginal menos de dos veces la 2* y menor que la 3* (1.5:0.9:1.9).
Célula marginal mayor que la discoidal (4.3:4.0). Alas posterio-
res con 9-11 hamuli. Lóbulo jugal poco menos de la mitad del
largo de la célula cubital y aproximadamente un tercio del ló-
bulo vanal (1.9:4.3:6.3). Vena cu-v aproximadamente un medio
de la segunda abscisa de M-Cu (0.5:1.1). Postescutelo con una
suave cresta transversal. Triángulo propodeal con una línea me-
día longitudinal poco marcada. Tibias medias dos tercios más
largas que anchas y menos de dos veces el largo del basitarso
(4.6:1.5:2.7) garras tarsales de ápice redondeado. Tibias poste-
riores aproximadamente dos tercios más largas que anchas y un
tercio mayor que el basitarso (6.4:2.0:4.0); garras tarsales como
las mesotorácicas. Cápsula genital y estructuras asociadas como
comio ae:
Hembra: Longitud aproximada 9 mm. Alas anteriores 5.7
mm. Ancho de la cabeza 2.7 mm. Ancho del tórax 2.9 mm.
Coloración: Como en el macho, pero con una mancha ante-
apical amarilla en las mandíbulas.
Pilosidad: Cabeza y tórax con pelos medianos, blanco ama-
rillentos, salvo superficie interna de los tarsos, cara externa de
las tibias medias, una banda en las tibias posteriores y escasos en
el área ocelorbital, pardos; menos densos y más cortos que en el
macho, dejando ver el tegumento; con ramificaciones muy cor-
tas más desarrolladas hacia la base. Pelos verticales algo más
cortos que el escapo (1.4:1.7). Escopa tibial con pelos más cor-
Toro, H. - Ruz, L. GENERO DIADASIA 125
tos que en el macho, pero más densa y de ramificaciones más
largas. Tergos metasómicos con escasos pelos largos, simples,
blanco sucio; 1% a 5% con una ancha banda distal de pelos cortos,
blanco sucio, apegados al tegumento, ensanchándose hacia la lí-
nea media en los posteriores; pelos distales del 5* y 6” más grue-
sos, largos y café obscuros; resto de la superficie de los tergos
con pelos muy cortos, densos, negros. Esternos con pelos obscu-
ros, salvo los extremos laterales del 2” al 4”, más largos y rígidos
hacia la zona media distal y en todo el borde de los últimos.
Puntuación: Clípeo con puntos gruesos e intervalos carini-
formes. Area supraclipeal, paraoculares y frente por abajo del
ocelo medio, con puntos finos, muy densos sobre el clípeo y con
intervalos lisos mayores que los puntos en el resto. Area ocelor-
bital cast lisa; preoocipital como en la frente; puntos densos en-
tre los ocelos. Escudo como en el macho. Escutelo con puntos
escasos y tegumento microteselado. Postescutelo con puntos den-
sos y tegumento como el escutelo. Mesepisternos como en el
macho, pero los intervalos levemente teselados. Área hipoepime-
ral lisa sobre la escroba. Metepisternos como los mesepisternos,
con tercio ventral liso. Triángulo propodeal y resto del propodeo
como en el macho. Bien marcada en los tergos metasómicos con
intervalos algo mayores que los puntos, dejando el área marginal
lisa. Esternos semejantes a los tergos aunque más marcada.
Estructuras: Orbitas internas algo divergentes por arriba, le-
vemente cóncavas dorsalmente. Interorbital superior mayor que
la inferior (4.5:4.0). Ojos más de dos veces más largos que an-
chos y tan anchos como las genas (3.9:1.7:1.7). Tangente orbi-
tal dorsal por debajo del ocelo medio. Línea frontal con la mitad
distal en un surco. Distancia interalveolar dos veces la alveolor-
bital, más de tres veces el diámetro del alvéolo y seis veces el
largo de las suturas subantenales (1.8:0.9:0.5:0.3). Escapo me-
nor que la distancia alveolocelar lateral y aproximadamente cua-
tro veces el largo del pedicelo (1.7:1.9:0.4). Primer segmento
del flagelo el doble del 2* y 3% (0.6:0.3:0.3) 4* segmento algo
más ancho que largo (0.4:0.3). Clípeo convexo, por encima de
la tangente orbital anterior en menos de la mitad del ancho del
ojo y más de dos veces más ancho que largo (3.8:1.7). Impre-
siones tentoriales sin modificaciones. Labro cuadrangular, más
ancho que largo (AS borde distal convexo al centro, cón-
126 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
cavo lateralmente; superficie anterior con tres pequeñas protu-
berancias agudas premarginales. Primer segmento de los palpos
maxilares mayor que el 2?, 3% y 4? y menor que 5? y 6% (0.5:0.8:
0.8;0.7:0.4:0.4). Primer segmento de los palpos labiales menos
de dos veces el 2? y casi nueve veces el 32 y 4? (2.6:1.5:0.3:0.3).
Glosa no alcanza la base del abdomen por abajo, menos de dos
veces el prementón y más de dos veces las paraglosas (5.4:3.0:
2.5) .'Primera submarginal dos veces la 2* y menor que la 3*
(1.6:0.8:1.8). Célula marginal poco mayor que la discoidal (4.0:
3.8). Alas posteriores con 10-12 hamuli. Lóbulo jugal casi tres
cuartos de la célula cubital y aproximadamente la mitad del ló-
bulo vanal (2.0:4.1:5.7). Vena cu-v apenas mayor que la segun-
da abscisa de M-Cu. (0.5:0.8). Postescutelo con suave cresta
transversal. Triángulo propodeal con línea media longitudinal
apenas marcada. Tibias medias tres veces más largas que anchas
y mayores que el basitarso (3.6:1.2:2.9); garra tarsal interna re-
dondeada, externa aguda. Tibias posteriores menos de cuatro ve-
ces más largas que anchas y menos de dos veces el largo del basi-
tarso (5.4:1.5:3.2); garras tarsales como las mesotorácicas. Pla-
ca basitibial de ápice redondeado. Placa pigidial ligeramente con-
vexa de ápice casi angulado. Octavo hemitergito como en figura 8.
DIADASIA NEMAGLOSSA n. sp.
Macho: Longitud aproximada 8 mm. Alas anteriores 4.7
mm. Ancho de la cabeza 2.3 mm. Ancho del tórax 2.4 mm.
Coloración: Cabeza, cuerpo y patas, negros; excepto: una
gran mancha amarilla en el clípeo, faz ventral del flagelo salvo
los dos primeros segmentos, espolones tibiales y últimos cuatro
tarsitos, café claro. Tégulas café, transparentes. Alas hialinas con
venas café claro.
Pilosidad: Cuerpo con pelos ocre pálido, medianamente den-
sos dejando ver el tegumento, con ramificaciones muy cortas, más
desarrolladas hacia la base. Tergos y esternos con pelos densos
distalmente y muy espaciados en el resto. Pelos verticales apenas
más largos que el escapo (1.2:1.0). Area ventral ligeramente
más pálida que la dorsal, 6? esterno con pelos cortos, más densos
hacia el extremo distal.
MOTO ROS UL: GENERO DIADASIA 127
Puntuación: Clípeo con puntos finos e intervalos irregula-
res lisos mayores hacia los lados. Area supraclipeal con puntos
como en el clípeo con intervalos algo menores que sus diáme-
tros, más espaciados en paraoculares inferiores, haciéndose más
densos y finos hacia el alvéolo. Frente por debajo del ocelo me-
dio, paraoculares medias ,superiores y área ocelorbital, con pun-
tos muy finos, débiles, espaciados y tegumento liso. Area oceloc-
cipital semejante a la supraclipeal. Escudo con puntos semejan-
tes a los clipeales, espaciados hacia el área discal, más densos
en el resto, tegumento liso. Escutelo con puntos bien marcados
e intervalos semejantes a sus diámetros; tegumento liso. Más
finos en el postecutelo, espaciados en el margen anterior. Mese-
pisternos con puntos finos e intervalos lisos irregulares semejan-
tes a sus diámetros. Area hipoepimeral de tegumento liso, bri-
llante y con escasos puntos. Metepisternos con puntos poco mar-
cados, más finos y espaciados que en mesepisternos, tegumento
liso. Triángulo propodeal liso, sin puntos, levemente microtese-
lado en la base; liso con puntos poco marcados e intervalos ma-
yores a sus diámetros en áreas laterodorsales. Tergos metasómi-
cos con intervalos lisos y puntos fimos, medianamente densos,
muy espaciados hacia el centro de la mitad proximal del 2* y 3*.
Esternos con puntos bien marcados e intervalos lisos mayores a
sus diámetros, más densos en el área premarginal.
Estructuras: Orbitas internas rectas subparalelas. Interorbi-
tal superior apenas mayor que la inferior (3.9:3.7). Ojos más
de dos veces más largos que anchos y más anchos que las genas
(3.4:1.8:1.3). Tangente orbital dorsal es tangente ventral del
ocelo medio. Línea frontal con un tubérculo preapical seguido de
otro apical más notorio. Distancia interalveolar más tres veces
la alveolorbital, aproximadamente cinco veces el diámetro del al-
véolo y el largo de las suturas subantenales (2.1:0.6:0.4:0.4).
Escapo corto, aproximadamente la mitad de la distancia alveo-
locelar lateral y más de dos veces el largo del pedicelo (1.0:1.9:
0.4); primer segmento del flagelo algo mayor que LA
(0.4:0.3:0.3). Clípeo convexo, por encima de la tangente orbital
anterior tanto como la mitad del ancho del ojo y más de dos
veces más ancho que largo (61514). Impresiones tentoriales co-
mo fosetas grandes, ovaladas, con borde cariniforme. Labro cua-
drangular, más ancho que largo (1:8:1.2), con borde distal cón-
128 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N?” 2, 1969
cavo y superficie anterior con tres pequeños procesos agudos pre-
marginales. Primer segmento de los palpos maxilares menor que
el 2%, 3* y 4% y mayor que 5* y 6” (0.4:0.6:0.5:0.5:0.2:0.1). Pri-
mer segmento de los palpos labiales semejante al 2% y veíntiuna
veces más largo que el 3” y 4% (4.2:4.1:0.2:0.2). Glosa muy lar-
ga, sobrepasa la base del abdomen por abajo, más de tres veces
el largo del prementón y menos de cinco veces el largo de las
paraglosas (13.3:3.6:2.8). Primera submarginal el doble de la
2* y tan larga como la 3* (1.4:0.7:1.4). Célula marginal mayor
que la discoidal (3.6:2.9). Alas posteriores con 7 a 9 hamuli.
Lóbulo jugal casi tres cuartos de la célula cubital y más de la
mitad del lóbulo vanal (2.8:3.4:4.7). Vena cu-v casi tan larga
como la segunda abscisa de M-Cu (0.6:0.7). Postescutelo con
suave protuberancia transversal. Triángulo propodeal con una
línea media longitudinal en un suave surco. Tibias medias tres
veces más largas que anchas y aproximadamente un tercio ma-
yores que el basitarso (3.0:1.0:2.2); garras tarsales agudas. Ti-
bias posteriores algo más de tres veces más largas que anchas y
aproximadamente un tercio mayores que el basitarso (3.8:1.2:
2.7); garras tarsales como las mesotorácicas. Cápsula genital y
estructuras asociadas como en figura 4 a, b, c.
Hembra: Longitud aproximada 8 mm. Alas anteriores 5,3
mm. Ancho de la cabeza 2,6 mm. Ancho del tórax 2,8 mm.
Coloración: Semejante al macho, pero la mancha amarilla
del clípeo más pequeña.
Pilosidad: Cabeza y tórax como en el macho. Escopa tibial
poco densa con escasos pelos ramificados. Tergos metasómicos
con pelos cortos de ramificaciones largas, densos, entremezclados
con algunos mayores y simples en los distales; espaciados en el
tercio medio del 1* y 2* ¡más densos en el área premarginal. Es-
ternos metasómicos, en gran parte de su superficie con pelos muy
cortos, simples y área marginal glabra; con una fila de pelos
ralos, de mayor longitud en el área premarginal de 2 *y 3, algo
más densos y mezclados con otros ramificados en los esternos
distales, salvo el 6* con pelos más cortos.
Puntuación: Irregular, con tegumento liso en el clípeo, es-
paciada en el disco y área distal. Area supraclipeal, paraoculares
Toro, H. - Ruz, L. GENERO DIADASIA 129
inferiores y frente con puntos finos, densos, espaciada por abajo
de los ocelos y en el resto de las paraoculares, tegumento liso.
Area ocelorbital casi lisa; preoccipital como la supraclipeal. Es-
cudo con tegumento liso, puntos espaciados en el disco y densos
en el área anterior. Escutelo como en el macho. Postescutelo
con puntuación fina, poco marcada, más denso hacia los lados y
ausente en la línea madia. Mesepisternos como en los machos,
pero más espaciada. Area hipoepimeral como en los machos. Me-
tepisternos con puntos finos y escasos en el tercio dorsal, parte
ventral lisa. Triángulo propodeal y propodeo como en el macho.
Tergos metasómicos con puntos escasos, más densos en el área
premarginal y segmentos posteriores. Esternos con puntos bien
marcados e intervalos lisos, escasos a ambos lados de la línea
media distal en el 2* y 32.
Estructuras: Orbitas internas subparalelas, levemente cónca-
vas en el cuarto dorsal. Interorbital superior semejante a la infe-
rior (4.2:4.1). Ojos dos veces más largos que anchos y más
anchos que las genas (3.6:1.8:1). Tangente orbital dorsal por
debajo del ocelo medio. Línea frontal como en el macho. Dis-
tancia interalveolar aproximadamente tres veces la alveolorbital,
más de cinco veces el diámetro del alvéolo y más de tres veces
el largo de las suturas subantenales (2.2:0.7:0.4:0.6). Escapo más
de la mitad de la distancia alveolocelar lateral y tres veces el
pedicelo (1.2:1.9:0.4); primer segmento del flagelo mayor que
el 22 y el 32 (0.4:0.2:0.3); cuarto segmento del flagelo casi dos
veces más ancho que largo (0.4:0.2). Clípeo convexo, ligera-
mente hendido en la línea media distal, por encima de la tan-
gente orbital anterior por casi la mitad del ancho del ojo y apro-
ximadameite tres veces más ancho que largo (4.0:1.4). Impre-
siones tentoriales semejantes a las del macho, pero más alarga-
das. Labro cuadrangular, con margen distal suave y ampliamente
convexo al centro, cóncavo lateralmente, con suave cresta pre-
marginal. Primer segmento de los palpos maxilares menor que el
22 32 y 4? y semejante a los distales (0.4:0.7:0.6:0,5:0.4:0.4).
Primer segmento de los palpos labiales menor que el 2? y más
de catorce veces el 3% y 4” (4.8:5.6:0.3:0.2). Glosa sobrepasa la
base del abdomen por abajo, más de tres veces más larga que el
prementón y aproximadamente cuatro veces el largo de las pa-
raglosas (15.5:4.5:3.9). Primera submarginal poco más de dos
130 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
veces el largo de la 2* y apenas mayor que la 3* (1.8:0.8:1.7).
Célula marginal mayor que la discoidal (4.0:3.4). Alas poste-
riores con 8 a 9 hamulí. Lóbulo jugal aproximadamente tres
cuartos de la célula cubital y más de la mitad del lóbulo vanal
(3.1:3.6:5.5). Vena cu-v algo más de la mitad del largo de la
segunda abscisa de M-Cu (0.5:0.9). Postescutelo convexo sin ser
protuberante. Triángulo propodeal con un surco longitudinal
bien marcado. Tibias medias más de dos veces más largas que
anchas y casi tan largas como el basitarso (3.1:1.3:3.2). Garras
tarsales agudas. Tibias posteriores casi cuatro veces más lar-
gas que anchas y menos de dos veces el basitarso (4.7:1.2:2.8).
Placa basitibial de ápice redondeado. Placa pigidial de superficie
convexa y ápice agudo. Octavo hemitergito como en fig. 7.
Holotipo macho. Atacama (Cachiyuyo) 19-X-1956. (R.
Wagenknecht col.). Alotipo hembra, 25-X1-1965, la misma loca-
lidad y colector en Colección Toro. Paratipos: Un macho Ata-
cama (Puquios), 16-X-1969 (J. Rozen - L. Peña col.); dos ma-
chos y dos hembras 26 millas al sur de Copiapó (Atacama).
19-X-1969 (J. Rozen - L. Peña col.) en American Museum; 5
machos 25-X1-1965 y 19-X-1966 y siete hembras de las mismas
fechas, Cachiyuyo (Atacama) (R. Wagenknecht col.), deposi-
tados en las siguientes colecciones: U. de Dansas, Museo Nacio-
nal de Hia. Nat. Universidad Católica de Valparaíso y colección
Toro.
El nombre específico alude a la extrema longitud de la glo-
sa de esta especie.
La presencia de manchas amarillas en el clípeo, garras agu-
das y el extraordinario desarrollo de la glosa, hacen difícil ubicar
a esta especie en los subgéneros establecidos.
DIADASIA WAGENKNECHTI n. sp.
Macho: Longitud aproximada 11 mm. Alas anteriores 7.4
mm. Ancho de la cabeza 3.2 mm. Ancho del tórax 3.6 mm.
Coloración: Cabeza, cuerpo y patas negras, excepto: una
mancha amarilla en la línea media del clípeo, faz ventral del
flagelo café obscuro, espolones tibiales y tarsos café claro. Tégu-
las café translúcidas. Alas ligeramente pardas con venas café
claro.
Toro, H. - Ruz, L. GENERO DIADASIA 131
Pilosidad: Cuerpo con pelos amarillo miel, densos, más
blanquecinos ventralmente, de ramificaciones muy cortas. Parda
en la cara interna de los tarsos. Esternos metasómicos con área
marginal glabra.
Puntuación: Clípeo con puntos medianos, densos, con inter-
valos cariniformes, algo alargados hacia el tercio distal. Area su-
praclipeal paraocuiares inferiores y medias semejantes al clípeo,
salvo una banda lisa próxima al ojo. Frente por abajo del ocelo,
paraoculares superiores y área ocelorbital con puntos finos y
escasos. Área preoccipital como en el clípeo, aunque los puntos
menos marcados. Escudo con puntos m;s finos e intervalos lisos
de casi dos veces sus diámetros. Escutelo como en el clípeo. Pos-
tescutelo con puntos más espaciados y tegumento casi liso. Mese-
pisternos con puntos gruesos, muy marcados e intervalos carini-
formes. Area hipoepimeral lisa y brillante por sobre la escroba.
Metepisternos con puntos escasos en el tercio dorsal, los dos ter-
cios ventrales lisos. Triángulo propodeal débilmente lineolado
hacia la base, el resto liso. Areas dorsolaterales con puntos den-
sos e intervalos lisos semejantes a sus diámetros. Fina en los ter-
gos metasómicos con intervalos dos veces sus diámetros. Área
postgradular de los esternos con puntos más gruesos y bien mar-
cados; premarginal con puntos muy finos y espaciados, el 6% con
puntos finos y densos hacia el borde distal.
Estructuras: Orbitas internas levemente cóncavas en el ter-
cio dorsal divergentes hacia arriba. Interorbital superior mayor
que la inferior (5:3,9). Ojos más de dos veces más largos que
anchos y menos de dos veces más anchos que las genas (4.8:2.4:
1.3). Tangente dorsal a las órbitas es tangente al ocelo medio.
Línea frontal en un pequeño surco entre dos suaves prominen-
cias en el tercio distal. Distancia interalveolar más de dos veces
la alveolorbital, tres veces el diámetro del alvéolo y más de tres
veces el largo de las suturas subantenales (1.8:0.8:0.6:0,5). Es-
capo corto, menor que la distancia alveolocelar lateral y más de
tres veces el largo del pedicelo (1.8:2.1:0.5). Primer segmento
del flagelo más largo que el 2% y semejante al 32 (0.7:0.6:0.7);
cuarto segmento un poco más largo que ancho (0.7:0.6). Clípeo
convexo, por encima de la tangente orbital anterior por menos
de un tercio del ancho del ojo y aproximadamente un tercio más
ancho que largo (3,8:2,3). Impresiones tentoriales sin modifica-
132 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL —N* 2, 1969
ciones. Labro un tercio más ancho que largo (2.2:1.5); borde
distal convexo ,con un tubérculo medio premarginal. Primer seg-
mento de los palpos maxilares menor que el 2%, 3” y 4” y mayor
que el 5% y 6? (0.6: 1:1:0,8:0.4:0.3). Primer segmento de los
palpos EAS casi dos veces el largo del 2* y “diez veces los
últimos (3.5:1.8:0.3:0.3). Glosa no “alcanza la base del abdo-
men por abajo, más de dos veces el largo del prementón y de las
paraglosas (8.9:4.2:3.8). Primera submarginal mayor que la 2*
y menor que la 3*. (medidas sobre la Md.) (1.5:1.2:2). Célula
discoidal tan largo como la marginal (Longitud máxima) (4.5:
4.5). Alas posteriores con 11 a 14 hamul:. Lóbulo jugal menor
que la célula cubital y dos tercios del vanal (4.2:5.3:7.3). Vena
cu-v algo más larga que la segunda abscisa de M-Cu (0.9:0.7).
Postescutelo suavemente convexo, sin modificaciones. Triángulo
propodeal con un surco medio levemente marcado. Tibias medias
menos de tres veces más largas que anchas y tan largas como el
basitarso (4.1:1.6:4.1). Garras tarsales de ápice redondeado. Ti-
bias posteriores más de tres veces más largas que anchas y más
largas que el basitarso (6.5:2.1:5.4); garras como las mesotorá-
cicas. Cápsula genital y estructuras asociadas como en fig. 2 a
DE
Hembra: Longitud aproximada 12 mm. Alas anteriores 8,8
mm. Ancho de la cabeza 3,7 mm. Ancho del tórax 4,5 mm.
Coloración: Semejante al macho, pero el clípeo negro.
Pilosidad: Semejante al macho. Escopa tibial muy densa con
ramificaciones más largas. Esternos metasómicos con pelos muy
cortos en gran parte de la superficie, una fila de pelos amarillos
blanquecinos densos premarginales más densa en los posteriores.
Pelos algo más obscuros, más largos y simples, hacia la línea me-
dia por delante de la fila distal.
Puntuación: Clípeo con puntos gruesos, con intervalos li-
neolados casi cariniformes. Area epistomal y perialveolar con
puntos de fondo lineolado e intervalos lisos menores que ellos.
Paraoculares, frente por abajo de los ocelos y área ocelorbital con
puntos pequeños, poco marcados y espaciados. Pequeña en el
área preoccipital, con intervalos lisos dos veces el diámetro de
los puntos. Escudo con puntos medianos e intervalos lisos me-
Toro, H. - Ruz, L. GENERO DIADASIA 153
nores que ellos, más espaciados en el disco. Escutelo con tegu-
mento lineolado y puntos muy densos con intervalos carinifor-
mes aunque más espaciados hacia el centro. Postescutelo como el
escutelo, pero los puntos poco marcados. Mesepisternos con pun-
tos gruesos de fondo lineolado, con intervalos cariniformes. Area
hipoepimeral punteada. Metepisternos como en los machos.
Triángulo propodeal como en los machos, aunque el lineolado
más marcado; resto del propodeo con puntos densos por delante
del estigma y espaciados por atrás. Tergos metasómicos y ester-
nos como en los machos, salvo el 6? semejante a los anteriores.
Estructuras: Orbitas internas casi rectas, divergentes por
arriba. Interorbital superior mayor que la inferior (6.1:5.0).
Ojos más de dos veces más largos que anchos y más anchos
que las genas (5.5:2.6:2.0). Tangente orbital dorsal casi toca
el ocelo medio por abajo. Línea frontal en un angosto surco en
el tercio distal. Distancia interalveolar más de dos veces la alveol-
orbital, cuatro veces el diámetro del alvéolo y más de cuatro ve-
ces el largo de las suturas subantenales (2.4:1.1:0.6:0.5). Esca-
po ligeramente menor que la distancia alveolocelar lateral y más
de cuatro veces mayor que el pedicelo (2.3:2.4:0.5); primer
segmento del flagelo casi dos veces el largo del 2* y 3? (0.9:0.5:
0.5); cuarto segmento del flagelo más ancho que largo (0.6:0.5).
Clípeo convexo, por encima de la tangente orbital anterior apro-
ximadamente por la mitad del ancho del ojo y menos de dos
veces más ancho que largo (4.8: 2.5). Impresiones tentoriales
sin modificaciones. Labro pentagonal un poco más ancho que
largo (2.8:2.1), borde distal casi angulado al centro, con un pe-
queño tubérculo en el medio, ler. segmento de los palpos maxi-
lares menor que el 2” ,3” y 4* y mayor que el resto (0.6:1.1:1.0:
0.7:0.5:0.3). Primer segmento de los palpos labiales dos veces
más largo que el 2?, casi diez veces el largo del 3? y trece veces
el largo del 4* (3.9:1.9:0.4:0.3). Glosa no alcanza la base del
abdomen por abajo ,más de dos veces el largo del prementón y
de las paraglosas (8.8:4.1:4.0). Primera submarginal menos de
dos veces la 2* y menor que la 3* (2.1:1.4:2.4). Célula marginal
menor que la discoidal (5.5:5.8). Alas posteriores con 15 a 16
hamuli. Lóbulo jugal menor que la célula cubital y mayor que
la mitad del lóbulo vanal (5.6:6.7:9.8). Vena cu-v poco menor
que la segunda abscisa de M-Cu (1.0:1.1). Postescutelo muy le-
134 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N* 2, 1969
vemente protuberante el centro. Triángulo propodeal como en el
macho. Tibias medias más de dos veces más largas que anchas
y mayores que el basitarso (5.5:2.0:4.9); garra tarsal interna re-
dondeada y externa aguda. Placa basitibial de ápice redondeado.
Placa pigidial aplanada con bordes laterales levantados y con ápl-
ce redondedo. Octavo hemitergito como en fig. 6.
Holotipo macho y alotipo hembra. Peñuelas (Coquimbo),
9-XI1-1956 (R. Wagenknecht col.) en Colección Toro. 17 para-
tipos machos, la misma localidad y colector, 9-X1-1958; un pa-
ratipo macho, la misma localidad, 9-X1-1958 (Campos col.); dos
paratipos machos y 4 paratipos hembras de la misma localidad y
colector, 9-X1-1958. Los paratipos serán depositados en las si-
guientes colecciones: Universidad de Kansas, Museo Nacional
de H. Natural, Universidad Católica de Valparaíso y Colección Toro.
Toro.
La especie ha sido denominada en honor a don Rodolfo
Wagenknecht.
Fig. 1. Diadasia distinguenda (Spin. 1951). la. Cápsula genital; 1b. Otavo es-
terno; 1c. Noveno esterno.— Fig. 2. Diadasia wagenknechti n. sp. 2a. Noveno
esterno; 2b. Octavo esterno; 2c. Cápsula genital. — Fig. 3. Diadasia chilensis
(Spinola 1851). 3a. Cápsula genital; 3b. Octavo esterno; 3c. Noveno esterno.
Fig. 4. Diadasia nemaglossa n. sp.; 4a. Noveno esterno; 4b. Octavo esterno;
4c. Cásula genital.
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Octavo hemitergito de hembras de Fig. 5. Diadasia chilensis (Spin. 1851);
Fig. 6. Diadasia wagenknechti n. sp.; Fig. 7. Diadasia nemaglossa n. sp.
Fig. 8. Diadasia distinguenda (Spin. 1851).
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139
CONTRIBUCION AL ESTUDIO DE LOS CERCERINI
(HYM. SPHECIDAE) NEOTROPICALES
MANFREDO A. FRITZ y HAROLDO TORO G.
Depto. Zoología, Universidad Católica Valparaíso, Chile
ABSTRACT.— The authors study the chilean and patagonian species of
the genus Cerceris Latreille. Eight new species are described: C. bobartiana
sp. n., C. menkei sp. m., C. andalgalensis sp. n., C. vianai sp. n., C. nortinus
sp. n., C. penai sp. n., C. lamarquensis sp. n. and C. sanluis sp. n. Redescriptions
are given for C. gayi Spinola, C. chilensis Spinola, C. proboscidea Holmberg, C.
mendozana Brethes and C. expleta Brethes. All mentioned species are figured.
La casi totalidad de las especies neotrópicas de Cercerini se hallan
incluidas en el género de distribución mundial Cerceris Latreille. A
fin de proceder a estudiarlas, se hace indispensable un agrupamiento
de las mismas, en consideración a la gran cantidad de especies des-
critas, que supera fácilmente el centenar.
La fauna himenopterológica chilena y patagónica presenta en
muchos casos, y esto se hace extensivo también a otros órdenes de
insectos, características cromáticas que le son muy propias; este hecho
ya ha sido destacado por diversos investigadores, entre otros Bequaert
y Ruiz, Willink y Pate. Se caracterizan por su color negro azabache
con bandas blanco cremosas o amarillentas en el abdomen, patas
ferruginosas casi totalmente y alas infumadas con nervaduras exten-
samente ferrugíneas.
Como paso preliminar a un estudio de más largo aliento de esta
tribu tan interesante de himenópteros, nos ocupamos precisamente de
las especies de Cercerini que reúnen estas características, presentando
adicionalmente el hipopigio cuadridentado en las hembras, y que se
limitan exclusivamente a la fauna chilena y argentina, formando
además un conjunto de especies muy fácilmente diferenciable.
En el presente trabajo se hace una redescripción de las cinco
especies conocidas, describiéndose además ocho que nos parecen
nuevas para la ciencia, todas dentro de un mismo esquema para
facilitar comparaciones y un mejor análisis del material.
Los machos de muchas especies son difícilmente separables entre
sí, por lo que hemos optado por describir únicamente aquellos en
140 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
que tenemos absoluta seguridad que la asociación de los sexos es
correcta.
Un mayor conocimiento de la biología de estas especies se hace
muy necesario, principalmente para tener una correcta asociación de
sexos en los casos dudosos y una mejor comprensión del rol ecológico
que ellas desempeñan.
En relación a la biología de este grupo, se agregan para cada
especie por separado los datos fragmentarios de que se dispuso.
El presente trabajo ha sido preparado gracias a la cooperación
del R. P. Gregorio J. Williner S. J. y Manuel J. Viana, al facilitarnos
materiales de las colecciones del Instituto Máximo, San Miguel, Prov.
de Buenos Aires, y del Museo Argentino de Ciencias Naturales Ber-
nardino Rivadavia. Se han estudiado también los materiales de la
colección del Departamento de Zoología de la Universidad Católica
de Valparaíso y de la colección Fritz. Agradecemos sinceramente a las
personas antes mencionadas el libre acceso que nos dieran a sus
colecciones, así como a los diversos colectores que contribuyeron con
sus materiales a hacer posible este estudio.
Al citar el material estudiado se ha colocado la sigla de la
institución o colección a que pertenecen los ejemplares vistos. Estas
son: Museo Nacional de Historia Natural, Santiago (MNHN); Museo
Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia”, Buenos
Aires (MACN); Colegio Máximo, San Miguel, Prov. de Buenos Aires
(CM); U. S. National Museum, Washington (USNM); Universidad
Católica, Valparaíso (UCV); Colección M. A. Fritz (MAF).
Estando casi concluido este trabajo, recibimos por intermedio del
Sr. Vicente Pérez una especie nueva, del Museo de Historia Natural
de Santiago.
CLAVE DE ESPECIES
HEMBRAS
0, A Dd A CN A A TE 2,
Con proceso clipeal, aunque sea pequeño emciconnioninnonncnnnnncnconrcnnananns 3.
2.—Tringulo propodeal liso; mesopleuras con intervalos no cariniformes
A OSOS a e LAMARQUENSIS sp. n.
Triángulo propodeal con estrías laterales; mesopleuras con intervalos
carititormes sentre losa DUnIOS o ua PEÑAI sp. n.
3.—Proceso clipeal truncado .omoncnncinnninnmm”o. AO a 4,
Proceso clipeal nO truncado, nasutiforme 7
Fritz, M. y Toro, H. LOS CERCERINI NEOTROPICALES 141
Proceso clipeal no próximo al borde, sin dentículos apicales ................ 6
5.—Escapo DEBIO aoncnnnonnoconanaosronenrnsennnrrnronorenenoornernnonnrrnic ciernes GAYTI Spinola.
ESCAPO MOJO tte NORTINUS sp. n.
6.—Borde del clípeo ondulado en el medio; con manchas claras en el
pronoto; áreas laterales del propodeo con intervalos lisos entre los
PUDO rat in Te A EXPLETA Brethes.
Borde del clípeo liso .al medio; sin manchas claras en el pronoto; áreas
laterales del propodeo con intervalos cariniformes ...... SANLUIS sp. n.
7.—Proceso clipeal reducido, a lo más tan alto como el ancho del es-
AS A RR al RCA o CHILENSIS Spinola.
Proceso clipeal desarrollado, mucho más alto que el ancho del escapo .... 8.
8.—Proceso clipeal, por encima, forma ángulo no superior a 30%; primer
segmento del flagelo Megro ....moccnnonnnnimn... PROBOSCIDEA Holmberg.
Proceso clipeal por encima, forma ángulo superior a 50?; primer seg-
mento del tlagelo rojizo al menos en patte e 9.
9.—Triángulo propodeal fuertemente estriado en toda su superficie ............
A A e ete roda cid, MANE ea ANDALGALENSIS sp. n.
Triángulo propodeal liso en SU Mayor parte ..ccccccoconnonnnonocconcnrconacozonarcnncnodonass 10.
10.—Escapo y pedicelo rojos; sin bandas en tercero y Cuarto tergosS e...
A A E e MENDOZANA Brethes.
Escapo y pedicelo negros; con bandas claras en tercer y cuarto tergos .... 11.
11.—Clípeo amarillo, proceso clipeal proyectado ventralmente .mmcnnoci.... 12.
Clípeo negro; proceso clipeal no proyectado ventralmente .. MENKET sp. n.
12.—Areas laterales del triángulo propodeal sin estrías tranversales; área oce-
lorbital, genas, pronoto y escutelo con manchas claras VIANA!T.... sp. n.
Areas laterales del triángulo propodeal con estrías; área ocelorbital, ge-
nas, pronoto y escutelo sin manchas claras ........ BOHARTIANA sp. n.
MACHOS
1.—Pincel del clípeo no sobrepasa la mitad de la distancia entre el punto
mediordel"clipco yin et GAYT Spinola.
Pincel del clípeo sobrepasa la mitad de la distancia entre su punto me-
OS: 2
2.—Segunda abscisa de M-Cu menor que dos veces Cu-v; Ss áEo E con
triángulo estriado transversalmente ..........-. CHILENSIS Spinola,
Segunda abscisa de M-Cu mayor que dos veces el largo de Cu-v. Trián-
ES 3.
3.—Pincel del clípeo cubre los tres cuartos de la distancia entre el ojo y su
parte media; escutelo con manchas blancas ...... PROBOSCIDEA Holmberg.
Pincel del clípeo cubre dos tercios de la distancia entre el ojo y su
parte media; escutelo sin manchas blancas ...... EXPLETA Brethes.
142 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
CERCERIS LAMARQUENSIS sp. n.
(Figs. la, b, c)
Próxima a C. expleta Brethes, de la que se diferencia funda-
mentalmente por no presentar proceso clipeal.
Hembra.— Longitud total aproximada: 12 mm; largo del ala
anterior: 8,1 mm; ancho cabeza: 3,3 mm; ancho tórax: 3,4 mm;
ancho abdomen: 3 mm.
Coloración: negra. Las siguientes partes blanco lechosas: una
pequeña mancha en la base de las mandíbulas, una banda amplia en
el borde superior del pronoto levemente interrumpida al medio,
pequeña mancha en las tégulas, banda ancha en el escutelo, breve-
mente interrumpida al medio; tergos metasómicos primero a quinto
con bandas más angostas al medio, la del segundo más ancha. Patas
totalmente ferruginosas, salvo coxas y tarsitos posteriores café. An-
tenas con flagelo ferruginoso.
Pilosidad: Dos mechones de pelos largos leonados entre los
dientes del borde clipeal y pilosidad más corta y abundante entre
los dientes y el ojo. Frente con escasos pelos largos, vértex y genas
con pilosidad escasa, leonada oscura, más larga en las genas. Tórax
con pilosidad negra, corta, escasa en el dorso, muy larga en las
mesopleuras y propodeo. Tergos metasómicos con pilosidad cerdosa
negra, principalmente a los costados; esternos con la misma pilo-
sidad.
Puntuación: Gruesa y espaciada en el clípeo, más fina a los
costados del mismo; paraoculares, frente y genas con intervalos lisos,
a modo de estrías, más amplios en las genas, más desordenada y
espaciada en el vértex. Protórax con puntos finos, poco profundos,
irregulares. Densa anteriormente en el escudo y ordenada en hileras,
más espaciada posteriormente. Mesopleuras con puntos más gruesos,
profundos e irregulares que el escudo, e intervalos no cariniformes.
Triángulo propodeal liso, pulido y brillante, con un surco longitu-
dinal medio bien marcado. Propodeo rugoso punteado. Tergos abdo-
minales con puntos gruesos e irregulares, más densos anteriormente.
Pigidio coriáceo, con escasos puntos en la base, más punteado a los
lados.
Estructuras: Mandíbulas con dos dientes internos poco matrca-
dos, extensos, y un proceso laminar posterior. Borde del clípeo con
dos dientes bien desarrollados, equidistantes al borde de las mandí-
bulas que entre sí; margen entre ellos casi recto. Faz anterior del
Fritz, M. y Toro, H. LOS CERCERINI NEOTROPICALES 143
clípeo fuertemente convexa, biselada inferiormente, deprimida hacia
los costados «Area pigidial ancha, con bordes curvos, superiormente
coriácea.
Macho: Desconocido.
Tipos: Holotypus hembra. Argentina, Río Negro, Depto. Ave-
llaneda, Lamarque, 11-58, U. £ M. A. Fritz col., en colección Fritz,
una hembra Paratypus, de la localidad citada, M. A. Fritz col.,
X11-59, en la colección del Museo Argentino de Ciencias Natura-
les Bernardino Rivadavia, Buenos Aires.
CERCERIS PENAI sp. n.
(EresZ ae)
Especie muy próxima a C. lamarquensis sp. m., de la que se
separa por presentar las tibias posteriores con cinco dientes en vez
de siete; el triángulo propodeal con estrías laterales y las mesopleu-
ras con puntuación con intervalos cariniformes.
Hembra.— Longitud total aproximada: 11 mm; largo del ala
anterior: 7,2 mm; ancho cabeza: 3 mm; ancho tórax: 3 mm; ancho
abdomen: 2,6 mm.
Coloración: negra. Las siguientes partes blancas: banda ancha
en la faz superior del pronoto, sin alcanzar los lóbulos humerales,
brevemente interrumpida al medio; mancha en la mitad de las tégu-
las; banda ancha en el escutelo; tergos abdominales uno a cinco con
bandas anchas, estrechadas al medio. Ferruginoso: antenas total-
mente, salvo escapo; patas totalmente, excluidas las coxas y trocán-
teres en parte. Pilosidad en general muy oscura, casi negra.
Pilosidad: Larga y cerdosa entre los dientecillos clipeales, a los
costados del clípeo corta y fina; cabeza cubierta con pilosidad muy
larga, especialmente vértex y genas; tórax totalmente piloso, inclu-
yendo el dorso con pelos muy largos; abdomen con pilosidad mucho
más escasa que el cuerpo, aunque más abundante en los dos primeros
segmentos y el quinto; esternos con pilosidad cerdosa.
Puntuación: Gruesa e irregular en el clípeo, más escasa a los
lados y en la parte inferior de éste; más densa en las paraoculares,
frente y genas, con intervalos lisos, a modo de estrías, más amplios
en las genas. Más desordenada en el vértex. Protórax con puntos
finos, poco nítidos, más gruesa y espaciada en la banda amarilla.
Gruesa en el escudo y ordenada en hileras; mesopleuras con puntos
gruesos y densos, dejando entre sí intervalos cariniformes; triángulo
144 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL — N” 2, 1969
propodeal dividido longitudinalmente por un surco, lateralmente con
estrías y puntos poco profundos; faces laterales del propodeo con
puntuación muy fuerte que en parte forma rugosidades; tergos abdo-
minales con puntos profundos e irregulares, más abundante en los
primeros; pigidio coriáceo, lateralmente con algunos puntos.
Estructuras: Mandíbulas con dos dientes internos muy poco des-
arrollados, el distal apenas insinuado, y un dentículo laminar poste-
rior. Borde del clípeo con dos dientes bien desarrollados, más próxi-
mos a las mandíbulas que entre sí; borde entre los dientes no
arqueado y serrulado; faz anterior del clípeo fuertemente convexa,
biselada inferiormente, suavemente deprimida hacia los costados;
tibias posteriores con cinco dientes.
Macho: desconocido.
Tipos: Holotypus hembra. Chile, Aisén, Chile Chico, 12.60,
Luis E. Peña col., en colección M. A. Fritz.
Nos alegramos de dedicar esta especie como un modesto home-
naje a nuestro amigo Luis E. Peña, quien la colectó.
CERCERIS EXPLETA Brethes
(Figs. 3-4 a, b, c)
1910, Cerceris expleta Brethes, An. Mus. Nac. B. A., T. XX: 272-3.
1968, Cerceris expleta Fritz, Ann. Mus. Valpso. (N* 1 pp. 161-
171).
Redescripción.— Hembra: Longitud total aproximada: 12 mm;
largo del ala anterior: 8 mm; ancho cabeza: 2,9 mm; ancho tórax:
2,9 mm; ancho abdomen: 2,6 mm.
Coloración: negra brillante. Las siguientes partes blanco lecho-
so: mácula en la base de las mandíbulas, otras en la frente, entre
ojos un poco más arriba de las inserciones antenales (pueden no
estar), banda muy extensamente interrumpida en la faz superior
del pronoto, bandas premarginales en los tergos segundo a cuarto,
estrechadas al medio. Mandíbulas con escaso ferruginoso muy oscuro;
primeros segmentos del flagelo de color rojizo, resto del mismo color
sólo inferiormente; fémures, tibias y tarsos totalmente ferrugíneos,
salvo tarsos posteriores negruzcos; espolones y espinas de las patas
ferrugíneos.
Pilosidad: Borde medio del clípeo con pilosidad larga rojiza,
más oscura, corta y abundante hacia los costados; cabeza en general
poco pilosa, siendo un poco más abundante en la frente, vértex y
genas. Tórax con pilosidad rojiza corta y rala, algo más abundante
Fritz, M. y Toro, H. LOS CERCERINI NEOTROPICALES 145
en las mesopleuras; metasoma con poca pilosidad, sólo abundante y
cerdosa en el quinto tergo y costados del pigidio.
Puntuación: Lados del clípeo, próximos a las mandíbulas con
puntuación muy fina y muy densa, casi imperceptible; clípeo con
puntos más gruesos, elípticos y espaciados, poco más profundos so-
bre el proceso aunque sin llegar a su borde anterior, más densa,
alargada y profunda en la frente, dejando en dirección al vértex
espacios lisos, a modo de finas estrías; a los lados de los ocelos poste-
riores presenta dos espacios libres de puntos hacia los que converge
la mayor parte de la puntuación; vértex especialmente zona post-
ocelar con puntos redondos, no muy densos, que dejan espacios entre
sí; genas con la misma puntuación de la frente, pero más escasa. Faz
anterior del pronoto levemente estriada longitudinalmente; escudo
con puntos ovales, bien marcados, en parte formando hileras, dejando
entre sí espacios libres por varias veces su diámetro; mesopleuras
inferiormente lisas, con escasos puntos poco nítidos, lateralmente
más densos y gruesos, formando pequeñas rugosidades superiormente;
escutelo con puntos más espaciados y menos profundos que el escudo;
postescutelo con puntos más finos; triángulo propodeal con un surco
suave longitudinal que lo divide; metapleuras y faz ínfero lateral
del propodeo estriados; propodeo con puntos confluentes, más grue-
sos y espaciados a los lados del triángulo; primer segmento meta-
sómico menos punteado que los restantes, éstos con puntos mucho
más gruesos y densos que el escudo; pigidio lateralmente con escasos
puntos gruesos y espaciados, faz superior coriácea, con pocos puntos
bien marcados anteriormente; esternos muy poco punteados, salvo
el quinto.
Estructuras: Mandíbulas curvas, no acodadas, con dos dientes
en su faz interna, romos y obtusos, el basal poco más pequeño. Borde
del clípeo con cinco dientes, los del medio más próximos a los late-
rales que al central; espacio interdental foveolado; lados del borde
hacia las mandíbulas levemente arqueados; faz anterior del clípeo
con una lámina elevada, truncada, de borde muy arqueado, no total-
mente libre a los costados.
Macho.— Longitud total aproximada: 10 mm; largo del ala
anterior: 7,5 mm; ancho cabeza: 2,8 mm; ancho tórax: 2,7 mm;
ancho abdomen: 2,3 mm.
Coloración: negra. Las siguientes partes blanco amarillentas:
clípeo salvo borde medio inferior, dos tercios inferiores de las para-
oculares y área supraclipeal hasta casi los alvéolos antenales; mancha
146 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
grande anterior en el escapo antenal; banda ampliamente interrum-
pida al medio en la faz superior del pronoto, sin llegar a los lados;
mitad anterior de las tégulas; tergos metasómicos segundo a quinto
con bandas que se angostan hacia el centro, siendo la del segundo
la más ancha y la del quinto muy fina; trocánteres y base de los
fémures posteriores. Ferruginoso: patas, salvo coxas y trocánteres;
segmentos distales del flagelo inferior, al igual que los primeros seg-
mentos.
Pilosidad: Pincel del clípeo bien desarrollado, ampliamente inte-
rrumpido al medio, dorado. Cabeza con abundante pilosidad ama-
rillenta, más notable en la parte superior de la frente, vértex y genas,
y escasa en el clípeo y paraoculares. Tórax con pilosidad similar, salvo
triángulo 'propodeal. Primer tergo metasómico con abundante pilo-
sidad similar; segundo tergo con pilosidad sólo cefálicamente, restan-
tes tergos excepto quinto escasamente pilosos, salvo pelos cerdosos
negros a los lados. Esternos con hileras de pelos, y algunos pelos ais-
lados en su superficie.
Puntuación: Clípeo con puntuación gruesa; frente inferiormente
con puntos similares más gruesos; sobre los alvéolos antenales y hasta
los ocelos, los puntos son muy gruesos y densos, dejando entre sí
sólo espacios que forman hileras; vértex con puntos más irregulares
y espaciados; genas con puntos similares. Protórax con puntos grue-
sos poco profundos. Más profunda en el escudo, dejando espacios
libres entre sí, pulidos y brillantes. Mesopleuras con puntuación simi-
lar, pero más gruesa y más profunda. Escutelo y postescutelo con
muy pocos puntos gruesos. Triángulo propodeal liso, pulido y bri-
llante, dividido longitudinalmente por un surco tenue. Tergos meta-
sómicos con puntuación más gruesa, profunda e irregular que el resto
del cuerpo, principalmente los dos primeros, micropunteados late-
ralmente. Pigidio coriáceo, con abundantes puntos gruesos, tanto
superior como lateralmente.
Estructras: Mandíbulas suavemente curvadas, filosas interior-
mente, con un dentículo laminar posterior. Clípeo con borde medio
trilobulado, lóbulo mediano más prominente.
Tipos: Lectotypus hembra, de la Argentina, La Pampa, N? 6648,
E. Caride leg., 25-1-1904 (MACN). Cuatro hembras y dos machos
Cotypi, en la misma colección y con los mismos datos del lectotypus.
Material estudiado: 12 hembras, 17 machos, Argentina, Río
Negro, Depto. Avellaneda, Lamarque, U. 8 M. A. Fritz col., 11-58,
XII-59 (MAF).
Fritz, M. y Toro, H. LOS CERCERINI NEOTROPICALES 147
Biología: Aprovisiona sus nidos con Curculionidae (Col.); una
hembra capturada en la Argentina, Río Negro, Depto. Avellaneda,
Lamarque, XII-59, llevando su presa consistente en Adioristes pata-
gonicus Kuschel, ejemplar que nos fuera determinado gentilmente
por Guillermo Kuschel.
CERCERIS SANLUIS sp. n.
(Efes a bic)
Próxima a C. expleta Brethes, de la que se diferencia por pre-
sentar el borde del clípeo liso en el medio y las áreas laterales del
propodeo dejando entre sí espacios cariniformes.
Longitud total aproximada: 10 mm; largo del ala anterior: 7
mm; ancho cabeza: 2,4 mm; ancho tórax: 2,6; ancho abdomen: 2,1
mm.
Hembra.— Coloración: negra. Las siguientes partes amarillo
limón: pequeña mancha en la base externa de las mandíbulas y
mancha amplia en las paraoculares medias; manchita en las tégulas;
banda muy angosta en el primer tergo metasómico; segundo a quinto
con bandas más anchas, estrechadas al medio. Flagelo ferruginoso con
zonas ennegrecidas superiormente, hacia los últimos segmentos. Fé-
mures, tibias y tarsos café ferruginoso, salvo tarsitos posteriores en-
negrecidos.
Pilosidad: Escasos pelos largos en el medio del borde del clípeo
y pubescencia finísima hacia la base de las mandíbulas; frente, vértex
y genas con pilosidad blanca, más larga y escasa en las últimas; tórax
con pilosidad blanca y larga, especialmente en las mesopleuras y
faces póstero laterales del propodeo, siendo rala y escasa en el
escudo del mesonoto; primer tergo metasómico con pelos largos y
blancos, restantes tergos con escasos pelos cerdosos; esternos meta-
sómicos con pelos blancos más abundantes.
Puntuación: Puntos gruesos que en parte forman estrías en la
faz anterior del clípeo, más finos y escasos hacia los costados; para-
oculares, frente y genas con intervalos lisos a modo de estrías, más
estrechas en las genas; protórax con abundante puntuación gruesa y
densa, poco profunda; gruesa y densa en el escudo del mesonoto;
mesopleuras con puntuación con intervalos cariniformes; triángulo
propodeal con un surco poco marcado que lo divide longitudinal-
mente, sin puntos; tergos metasómicos con puntuación gruesa, densa
e irregular, principalmente en los primeros segmentos; pigidio con
148 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
superficie coriácea, con escasos puntos bien marcados a los lados;
puntuación en los tergos metasómicos gruesa.
Estructuras: Mandíbulas suavemente curvadas, interiormente con
dos dientes, el proximal fuerte y bien desarrollado, distal pequeño.
Faz media anterior del clípeo con un proceso poco elevado, oblícua-
mente truncado hacia el borde anterior del mismo. Borde clipeal
con dos dientes bien marcados, más próximos a la base de las man-
díbulas que entre sí; espacio entre ambos dientes liso, tenuemente
arqueado.
Tipos: Holotypus hembra. Argentina, San Luis, Carolina, Bel.
trán S. J. col., en la colección del Colegio Máximo, San Miguel,
Prov. Buenos Aires.
Macho: desconocido.
CERCERIS PROBOSCIDEA Holmberg
(Figs. 6, 7a, b, c)
1903, Cerceris proboscidea Holmberg, An. Mus| Nac. B. A., T. IX:
479.
1911, Cerceris proboscidea Joergensen, An. Mus. Nac. B. A., T.
XXIT: 288.
1968, Cerceris proboscidea Fritz, Ann. Mus. Valpso. (N* 1 pp. 161-171).
Longitud total aproximada: 11 mm; largo ala anterior: 8 mm;
ancho cabeza :3 mm; ancho tórax: 3 mm; ancho abdomen: 2,7 mm.
Hembra.— Coloración: negra. Las siguientes partes de color
blanquecino: base mandibular exteriormente con pequeña mancha,
mancha grande en las para oculares medias, casi tocando el borde
del ojo; pequeña mancha superiormente en las genas y sobre el
proceso clipeal; banda ampliamente interrumpida al medio sobre el
pronoto; mitad exterior de las tégulas; banda en el escutelo inte-
rrumpida al medio y en los tergos metasómicos uno a cinco, muy
estrechadas al medio del segundo a quinto. Fémures, tibias y tarsos
ferruginosos, salvo tarsos de las patas posteriores. Antenas inferior-
mente con tonalidades ferrugíneas irregulares y muy oscuras.
Pilosidad: Algunos pelos largos y blancos en el borde medio
del clípeo, muy fina y plateada hacia las mandíbulas; tubérculo cli-
peal, frente, vértex y genas cubiertos por pilosidad blanca, especial-
mente larga en las genas; tórax totalmente cubierto por pilosidad
medianamente larga, incluyendo escudo del mesonoto y escutelo;
tergos metasómicos con poca pilosidad muy corta, más abundante y
Fritz, M. y Toro, H.. LOS CERCERINI NEOTROPICALES 149
larga en los esternos; superficie del pigidio con bastante pilosidad,
excluyendo un tercio caudal.
Puntuación: Gruesa y escasa sobre el proceso clipeal, menos
densa hacia los costados del clípeo, acompañada hacia la base de las
mandíbulas por puntuación finísima; paraoculares, frente y genas con
intervalos lisos muy finos, a modo de estrías ,más amplios en las
genas; vértex con puntuación más desordenada. Protórax con puntos
gruesos e irregulares, más densos hacia los costados y puntuación
finísima entremezclada. Escudo del mesonoto con puntos gruesos
y ovalados, ordenada en hileras, cubriendo también la parte posterior
del mismo; escutelo con puntos gruesos bien separados entre sí;
mesopleuras con puntos redondos gruesos y más densos que el
escudo. Triángulo propodeal dividido nítidamente por un surco lon-
gitudimal, con algunas estrías muy temues en los vértices. Tergos
abdominales con abundante puntuación gruesa e irregular; esternos
con puntuación más fina y poco abundante.
Estructuras: Mandíbulas fuertemente curvadas, robustas y agu-
das, con dos dientes internos bien desarrollados y un dentículo lami-
na posterior. Borde del clípeo con dos dientes más próximos a la
base de las mandíbulas que entre sí; espacio interdental casi liso;
faz anterior del clípeo con un proceso nasutiforme fuertemente ele-
vado y fino ,en ángulo de 30? visto desde arriba, de vétice redon-
deado, muy cóncavo inferiormente.
Macho.— Longitud total aproximada: 11 mm; largo del ala
anterior: 7,3 mm; ancho cabeza: 2,7 mm; ancho tórax: 2,8 mm;
ancho abdomen: 2,4 mm.
Coloración: negra. Las siguientes partes de color blanquecino:
base externa de las mandíbulas; clípeo totalmente; dos tercios infe-
riores de las paraoculares y área supraclipeal hasta la carina frontal;
escapo antenal inferiormente; banda ampliamente interrumpida al
medio en la faz superior del pronoto; tégulas casi totalmente; banda
central en el escutelo, ampliamente interrumpida al centro; tergos
metasómicos primero a sexto con bandas premarginales, más anchas
hacia los costados; las dos últimas más angostas. Fémures de color
café rojizo, salvo las siguientes partes amarillas: banda distal en
primer y segundo par; tercero con mancha proximal, incluyendo
al trocánter; primer y segundo par de tibias con banda anterior.
Pedicelo negro con tonalidades ferrugíneas en toda su extensión
inferior.
150 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
Pilosidad: Pincel del clípeo muy desarrollado y denso, con pelos
café amarillento, muy poco interrumpido en su parte central. Clípeo
y frente con pilosidad blanca e hirsuta, que se hace más abundante
y larga en el vértex, y particularmente entre los ocelos, en que los
pelos son más largos que el escapo, muy abundante y larga también
en las genas. Tórax totalmente cubierto de pilosidad blanca y larga,
incluyendo el dorso, excepto el triángulo propodeal; primer y segun-
do tergos metasómicos con pilosidad larga y blanca, en este último
sólo anteriormente a los costados; restantes tergos con escasa pilosi-
dad cerdosa, incluyendo placa pigidial. Esternos metasómicos con
pilosidad blanca y larga.
Puntuación: Gruesa en el clípeo y mitad inferior de la frente;
más gruesa y densa en el resto de la frente, dejando escasos espa-
cios libres a modo de estrías a los costados del ocelo anterior. Genas
con puntuación ovalada densa. Protórax con puntos gruesos, irre-
gulares e imprecisos que le dan un aspecto levemente rugoso. Escudo
del mesonoto con puntos gruesos y densos, ordenados en hileras;
mesopleuras con puntuación muy gruesa, con intervalos cariniformes;
escutelo con puntuación mucho más aislada que el escudo; postescu-
telo con puntos gruesos aislados. Triángulo propodeal dividido por
un surco longitudinal, liso y brillante, con algunos puntos gruesos
a los costados. Tergos abdominales con puntos gruesos, profundos
e irregulares, más densos hacia la mitad cefálica; primero al sexto
con micropuntuación muy densa a los costados. Pigidio superior-
mente brillante, con algunos puntos muy grandes, poco profundos.
Estructuras: Mandíbulas suavemente curvadas, agudas y con
dos dentículos interiores rudimentarios. Borde del clípeo con tres
pequeños lóbulos, el mediano levemente saliente.
Tipos: Cotypii, dos hembras. MACN.
Material estudiado: 3 hembras, 16 machos. Argentina, Prov.
Buenos Aires, Depto. Puan, Est. F. Sola, A. Martínez col., (MAF);
1 sembra, Bahía Blanca, Casal col., 1.54, (MAF); 1 hembra, Cata-
marca, (MACN); 2 machos, Prov. Buenos Aires, Depto. Conhelo,
Conhelo, 1-2-1943, Hepper, col., (MACN).
Biología: Según Joergensen, visita flores de Baccharis cordifolia,
B. axillaris y Vernonia flexuosa.
Eritz, M. y Toro, H. LOS CERCERINI NEOTROPICALES 151
CERCERIS MENKEI sp. n.
(Figs. 8a, b, c)
Próxima a C. expleta Brethes, de la que se diferencia por pre-
sentar un proceso clipeal cónico poco elevado, no truncado ante-
riormente.
Hembra.— Longitud total aproximada: 11 mm; largo ala ante-
rior: 6,9 mm; ancho cabeza: 2,8 mm; ancho tórax: 2,7 mm; ancho
abdomen: 2,4 mm.
Coloración: negra. Las siguientes partes blanco amarillentas:
manchas grandes en medio de la frente, pegadas al borde del ojo y
manchita superiormente en las genas; banda ancha en el borde supe-
rior del pronoto, interrumpida al medio; mancha en las tégulas;
escudete con dos manchas pequeñas; tergos metasómicos primero a
quinto con bandas, angostándose hacia el centro, la del segundo más
amplia que las demás. Flagelo totalmente ferruginoso, salvo zonas
negruzcas hacia el ápice; patas ferruginosas salvo coxas, trocánteres
y tarsitos posteriores.
Pilosidad: escasos pelos largos y cerdosos al borde medio del
clípeo, a los lados más fina y abundante; cabeza en general con poca
pilosidad blanca y corta, algo más abundante en las genas; seme-
jante en el tórax, más larga y abundante en las mesopleuras; tergos
metasómicos con poca pilosidad cerdosa; algo más abundante en los
esternos.
Puntuación: Puntos elípticos y espaciados sobre el proceso cli-
peal, más aislados e imprecisos hacia las mandíbulas; más gruesa,
densa y alargada en la frente, convergiendo hacia el vértex; similar
en las genas, pero dejando amplios espacios lisos libres de puntos;
protórax con puntos finos, poco nítidos, irregulares. Profunda y muy
espaciada en el escudo del mesonoto, más densa cefálicamente,
dejando amplios espacios libres caudalmente. Mesopleuras con puntos
más gruesos, profundos e irregulares que el escudo; escutelo con
pocos puntos aislados; postescutelo semejante al escutelo; triángulo
propodeal dividido por un surco muy poco nítido, pulido y brillante.
Tergos metasómicos con puntuación gruesa € irregular, espaciada;
pigidio coriáceo, sin puntos superiomente, pero algunos a los cos-
tados.
Estructras: Mandíbulas suavemente curvadas, con dos dientes
interiores, el basal fuerte y bien desarrollado en tanto que el otro
P
es totalmente romo; posteriormente con un dentículo laminar. Borde
152 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
del clípeo con dos dientes poco desarrollados, más próximos a la
base de las mandíbulas que entre sí y margen entre ellos recto; faz
anterior con un proceso clipeal poco elevado, cónico, con vértice
redondeado, inferiormente cóncavo.
Macho: Desconocido.
Tipos: 1 hembra Holotypus y dos hembras Paratypi, de la
Argentina, Río Negro, Depto. Avellaneda, Lamarque, Fritz Hnos.
col., en las colecciones M. A. Fritz, Museo Argentino de Ciencias
Naturales Bernardino Rivadabia y U. S. National Museum.
Esta especie es dedicada a A. S. Menke, del U. S. National
Museum, quien mucho ha contribuido al mejor conocimiento de los
Sphecoidea.
CERCERIS BOHARTIANA sp. n.
(Figs. 10a, b, c)
Especie próxima a C. expleta Brethes, de la cual se diferencia
por presentar ésta el proceso clipeal fuertemente truncado, siendo
en bobartiana mucho más prominente y redondeado hacia el extremo.
Hembra.— Longitud total aproximada: 13 mm, largo del ala
anterior: 11 mm; ancho de la cabeza: 3,5 mm; ancho del tórax: 3,5
mm; ancho abdomen: 3 mm.
Coloración: negra. Las siguientes partes blanco amarillento:
mancha en la base externa de las mandíbulas; clípeo casi totalmente
salvo banda a lo largo del ápice del proceso clipeal y faz inferior
del mismo hasta el borde; paraoculares en sus dos tercios inferiores;
tergos metasómicos primero a quinto con bandas, más angostas al
medio desde el segundo a quinto. Ferruginoso: fémures, tibias y tar-
sos totalmente, salvo último par de tarsos cafés; faz inferior del
flagelo y primeros tres segmentos del mismo.
Pilosidad: Pelos rubios largos y cerdosos aislados en el borde
medio del clípeo, entre los dientecillos, siendo más cortos bajo y
sobre el ápice del proceso clipeal; resto de la cabeza cubierto de
pilosidad plateada, especialmente larga en vértex y genas, llegando a
ser más larga que el escapo antenal en la parte póstero inferior de
las genas. Tórax totalmente cubierto de pilosidad, más escasa en la
parte media del escudo del mesonoto y escutelo; primero y segundo
tergos metasómicos con pilosidad más larga y densa que en los res-
tantes; esternos con pilosidad blanca y corta.
Fritz, M. y Toro, H. LOS CERCERINI NEOTROPICALES 155
Puntuación: Gruesa y muy espaciada sobre el proceso clipeal;
menos gruesa en las áreas laterales del clípeo; paraoculares, frente,
genas con puntuación mucho más densa, con intervalos lisos a modo
de estrías, más amplios en las genas, más irregulares en el vértex;
protórax con puntuación fina poco nítida, irregular, muy escasa ante-
riormente; densa en el escudo y ordenada en hileras, muy escasa en
zona próxima a los notauliz mesopleuras con puntos más gruesos,
profundos e irregulares que el escudo; triángulo propodeal con un
surco longitudinal medio bien marcado, y estrías transversales late-
ralmente; tergos abdominales con puntuación gruesa e irregular, más
densa en los dos primeros; pigidio coriáceo, sin puntos superior-
mente.
Estructras: Mandíbulas fuertes, largas y curvas, con dos dientes
subiguales internos, bien desarrollados, y un dentículo laminar poste-
rior; borde del clípeo con dos dientes más próximos a la base de
las mandíbulas que entre sí, siendo el espacio entre ellos arqueado.
Faz anterior clipeal con un proceso nasutiforme elevado; en ángulo
superior a 50? visto desde arriba, con vértice redondeado e inferior-
mente cóncavo.
Macho: Desconocido.
Tipos: Holotypus hembra y dos Paraytpi hembras, de la Ar-
gentina, La Rioja, Tliar, en la colección Nacional Argentina, Museo
Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia y colección
M. A. Fritz, respectivamente.
Nos es particularmente grato dedicar esta especie al Dr. R. M.
Bohart de la Universidad de California, como un modesto homenaje
de admiración por su brillante labor en la investigación entomo-
lógica.
CERCERIS VIANAI sp. n.
(Figs. 13a, b, c)
Especie próxima a C. bohartiana sp. N., de la cual se diferencia
fundamentalmente por presentar el triángulo propodeal liso, pulido y
brillante, con puntuación espaciada finísima en los vértices, llevando
además manchas blanco lechosas en cabeza y tórax.
Hembra.— Longitud total aproximada: 15 mm); largo del ala
anterior: 9,3 mm; ancho de la cabeza: 3,4 mm; ancho del tórax: 3,8
mm: ancho del abdomen: 3,3 mm.
154 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
Coloración: negra. Las siguientes partes blanco lechosas: base
de las mandíbulas exteriormente, clípeo casi totalmente, salvo banda
a lo largo del ápice del proceso clipeal y faz inferior del mismo hasta el
borde y mácula supraclipeal; paraoculares en sus dos tercios infe-
riores; mácula en el vértex próxima a los ojos, otra superiormente
en las genas, dos manchas en los ángulos del pronoto, dos en el
escutelo; tergos metasómicos primero a quinto con bandas, más an-
gostas al medio; en el primero, segundo y quinto más anchas que
en los demás. Tégulas ferrugíneas. Patas totalmente ferruginosas,
salvo coxas y últimos tarsitos posteriores. Ántenas inferiormente de
un ferruginoso amarillento, primero a tercer segmentos del flagelo
ferrugíneos.
Pilosidad: Larga y rubia entre los dientecillos clipeales, a los
lados fina y plateada. Proceso clipeal, frente, vértex y genas con
pilosidad blanca y larga, hirsuta. Tórax cubierto totalmente por pilo-
sidad blanca y larga, en especial las mesopleuras, más oscura y corta
en el escudo del mesonoto. Primero y segundo tergos metasómicos
pilosos.
Puntuación: Gruesa y espaciada sobre el proceso clipeal. Grue-
sa y confluente en la frente y genas, dejando entre sí espacios lisos
a modo de estrías, más amplios en las genas. Vértex con puntua-
ción dispuesta más desordenadamente. Protórax con puntos finos,
poco nítidos, irregulares. Escudo del mesonoto con puntuación re-
gular, ordenada en hileras, bastante densa. Mesopleuras con puntos
mucho más gruesos, profundos e irregulares que el escudo del meso-
noto. Triángulo propodeal con un surco bien marcado que lo divide
longitudinalmente, con puntuación muy fina, poco impresa, brillante.
Propodeo reguloso transversalmente con puntuación más fina y abun-
dante cerca del triángulo, gruesa e irregular entre los surcos. Puntos
de los dos primeros tergos más densos que los posteriores. En estos,
son gruesos e irregulares en cuanto a dispersión y tamaño. Pigidio
punteado lateramente, superiormente coriáceo.
Estructuras: Mandíbulas fuertes, muy curvas, con dos dientes
internos bien desarrollados y un dentículo laminar posterior. Clípeo
con dos dientes bien desarrollados en su borde, más próximos a la
base de las mandíbulas que entre sí. Borde interdental ondulado.
En su faz anterior con un proceso nasutiforme elevado, bien desarro-
llado, visto de arriba triangular, de vértice redondeado, inferiormente
cóÓncavo.
Macho: Desconocido.
Fritz, M. y Toro, H. LOS CERCERINI NEOTROPICALES 155
Tipos: Holotypus hembra y un Paratypus hembra de la Argen-
tina, Río Negro, Depto. Avellaneda, Lamarque, XIT-59, M. A. Fritz
col., en colección Fritz; 3 paratypi hembras, de la Argentina, Prov.
Buenos Aires, Patagonia, Viana col., N? 42755 del Catálogo de la
Sección Entomología, en el Museo Argentino de Ciencias Naturales
Bernardino Rivadavia.
Lleva el nombre de Manuel J. Viana, extraordinario colector de
insectos y gran investigador de la entomología argentina.
CERCERIS CHILENSIS Spinola
(Figs. 11 y 12a, b, c)
1851, Cerceris chilensis Spinola, en Gay, Hist. Fis. Pol. Chile. Vol.
VI, pp. 344-6.
1867, Cerceris chilensis Saussure, Exp. Novara, Zool. II, Hym, p. 93.
1894, Cerceris chilensis Reed, Ann. Univ. de Ch., Vol. LXXXV, pp.
47-8.
1921, Cerceris chilensis Herbst, Cat. Spheg., Chilensium, p. 20.
1923, Cerceris chilensis Ruiz, Rev. Chil., Hist. Nat., Vol. XXVII,
p. 102.
1925, Cerceris chilensis Brethes, Rev. Chil. Hist. Nat., V. XXIX,
pp. 345.
1926, Cerceris chilensis Jaffuel y Pirion, Rev. Chil. Hist. Nat. T.
XXX, p. 378.
1928, Cerceris chilensis Gazulla y Ruiz, Rev. Chil. Hist. Nat., V.
XA: 2290
Hembra.— Longitud total aproximada: 12 mm; largo del ala
anterior: 8 mm ¡ancho de la cabeza: 3,2 mm; ancho del tórax: 3
mm; ancho del abdomen: 2,7 mm.
Coloración: negra. Las siguientes partes blanco amarillentas:
Clípeo con mancha media superior; dos manchas grandes en la frente
tocando el borde del ojo y del clípeo hasta más arriba de las inser-
ciones antenales; mancha pequeña en la base de las mandíbulas;
banda en la faz superior del pronoto, interrumpida al medio; man-
cha en las tégulas; banda media en el escutelo, fuertemente inte-
rrumpida y sin llegar a los lados; tergos metasómicos primero a quin-
to con bandas premarginales, más estrechas al centro, sin llegar a
los costados. Ferruginoso: flagelo antenal casi totalmente, salvo
tonalidades negruzcas superiormente a partir del quinto antenito;
156 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
fémures, tibias y tarsos, salvo últimos tarsitos de las patas poste-
riores.
Pilosidad: Escasos pelos cerdosos largos en el borde medio
del clípeo, muy escasa hacia las mandíbulas; cabeza en general muy
escasamente pilosa, presentando sólo pelos largos en su parte poste-
rior; faz dorsal del tórax con pilosidad corta y escasa; mesopleuras
con pilosidad larga y abundante, al igual que las faces látero poste-
riores del propodeo; primer y segundo tergos metasómicos con
escasa pilosidad látero anterior, más abundante en el primero; res-
tantes tergos con poca pilosidad cerdosa, más abundante en el quinto;
esternos metasómicos con escasa pilosidad cerdosa, más abundante
en el quinto.
Puntuación: Puntos espaciados e imprecisos en el clípeo; para-
oculares y frente formando estriaciones; genas con puntuación más
densa que el clípeo, alargada, aislada inferiormente, con puntos
redondos superiormente; vértex con puntuación aislada e irregular;
escudo del mesonoto pulido brillante, discalmente con puntuación
bien definida, muy aislada, más densa y con puntuación finísima
hacia los lados anteriores; escutelo con puntuación similar al escudo;
postescutelo con escasos puntos; mesopleuras con puntos gruesos,
densos y profundos que dejan entre sí espacios que forman estrías
irregulares; triángulo propodeal dividido por un surco longitudinal
irregular, totalmente cubierto por estrías transversales. Tergos meta-
sómicos con puntuación gruesa e irregular, escasa; pigidio superior-
mente coriáceo, con algunos puntos basales.
Estructuras: Clípeo con una elevación cónica en su parte media,
con parte inferior cóncava y costados suavemente deprimidos, poco
elevada; borde con cinco dientes poco desarrollados, los laterales más
próximos a la base de las mandíbulas que entre sí; espacios inter-
dentales fuertemente excavados. Mandíbulas suavemente curvadas,
con un diente interior romo poco marcado y una lámina denticular
posterior.
Macho.— Longitud total aproximada: 10 mm; largo ala ante-
rior: 7 mm; ancho cabeza: 2,8 mm; ancho tórax: 2,8 mm; ancho
abdomen: 2,2 mm.
Coloración: negra. Las siguientes partes blanco amarillentas:
mancha en la base de las mandíbulas; clípeo totalmente salvo banda
en el borde inferior; dos tercios inferiores de las paraoculares y área
supraclipeal jincluyendo la carina frontal; escapo antenal inferior-
mente; banda interrumpida al medio en la faz superior del pronoto;
Eritz, M. y Toro, H. LOS CERCERINI NEOTROPICALES 157
tégulas con banda exterior amplia; escutelo con dos manchitas late-
rales; tergos metasómicos primero a sexto con bandas amarillas cua-
dales, mucho más angostas al centro. Escapo con mancha amarilla.
Flagelo antenal ferruginoso, salvo base del primer segmento y dorso
de los últimos, negruzco. Patas ferruginosas, salvo coxas y trocánte-
res negros, menos último trocánter amarillo y banda anterior com-
peta en las tibias anteriores; banda proximal en las intermedias
amarilla.
Pilosidad: Pincel del clípeo bien desarrollado, ampliamente inte-
rrumpido al medio. Cabeza en general con pilosidad larga y fina,
blanca, especialmente en vértex y genas. Tórax con pilosidad larga,
blanca, principalmente en las mesopleuras y propodeo, más corta y
rala en el escudo. Primer tergo metasómico y mitad anterior del
segundo con pelos largos, restantes con escasa pilosidad corta. Ester-
nos con pilosidad larga y abundante blanco amarillenta. Placa pigi-
dial pilosa.
Puntuación: Clípeo con puntuación gruesa y espaciada. Para-
oculares y frente con puntuación mucho más gruesa y densa, con
intervalos lisos a modo de estrías, más gruesa en el vértex y genas.
Protórax con puntos poco nítidos, irregulares. Gruesa y espaciada
en el escudo del mesonoto; mesopleuras con puntos gruesos y den-
sos que dejan entre sí pocos espacios libres. Triángulo propodeal
surcado transversalmente por rugosidades en toda su superficie, cor
un surco longitudinal poco profundo, bien marcado. Tergos meta-
sómicos con puntuación gruesa, profunda y densa, principalmente los
dos primeros, además de micropuntuación lateral, Esternos metasó-
micos con escasos puntos gtuesos, poco profundos.
Estructuras: Clípeo proyectado hacia adelante en su borde me-
dio, con tres dentículos; espacio interdental suavemente arqueado.
Mandíbulas suavemente curvadas con un pequeño dentículo interno
y un diente laminar posterior.
Material estudiado.— Chile: Valparaíso, Olmué, 15-1-67, H.
Toro col., 5 machos (UCV); Belloto, 5-11-67, H. Toro col., 1 ma-
cho, 1 hembra, (UCV); Quintero, 6-11-68, H. Toro col., 3 machos
(UCV); Horcón, 1 macho, L. Ruz col., (UCV); Marga-Marga,
28-XI1-65, De la Hoz col., 1 macho, (UCV); Salinas, 1-68, H. To-
ro col., 1 macho, (UCV); Mantagua, 11-67, H. Toro col., 3 hembras,
(UCV); Lilenes, 7-11-65, De la Hoz col., 1 hembra, (UCV); Lon-
cura, XII-66, L. Ruz col., 2 hembras (UCV); Quintero, 11-68, Fl.
Toro col., 1 hembra, 1-67, Ruz col., 1 hembra (UCV); Quillota,
158 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N* 2, 1969
11-62, 1 macho, Valencia col., (MAF); Aconcagua, San Felipe, 1-68,
E. Montenegro col., 2 hembras, (UCV); Santiago, Cajón del Maipo,
21-X-65, Toro-Ruz-Rojas col., 3 machos, 1 hembra, (UCV); 12-XII-
66, H. Toro col., 1 macho (UCV); Arauco, A. Baier col., 8 hembras,
1 macho, (MAF); Biobío: Los Angeles, 1-55, Baier-Fritz col., 1
macho, (MAF); Cautín: Pucón, 20-1-58, H. Toro col., 1 macho,
(UCV); Loncoche, 20-1-60, H. Toro col., 8 hembras, UCV).
Biología: Según Jaffuel y Pirion aprovisiona sus nidos con
Curculionidae.
Esta es, juntamente con C. gayí Spinola, una especie sumamente
variable tanto en lo referente a caracteres cromáticos como morfo-
lógicos. V. Pérez, Jefe del Depto. de Entomología del Museo de Hist.
Natural de Santiago, tiene en avanzado estado de preparación un
trabajo sobre la variación de ambas especies, por lo que no tratare-
mos este punto en este trabajo.
CERCERIS ANDALGALENSIS sp. n.
(Figs. 14a, b, c)
Próxima a C. bobartiana sp. n., de la que se diferencia por el
triángulo propodeal estriado transversalmente en toda su superficie,
además de presentar puntuación mucho más gruesa, especialmente
en el tercer tergo metasómico, en que los puntos se superponen,
dejando muy poco espacio entre sí.
Hembra.— Longitud total aproximada: 13 mm; largo ala an-
terior: 9,6 mm; ancho cabeza: 3,3 mm; ancho tórax: 3,2 mm; ancho
abdomen: 2,9 mm.
Coloración: negra. Las siguientes partes amarillas: clípeo, salvo
ápice y faz inferior del tubérculo nasutiforme. Base de las mandíbulas
exteriormente. Dos tercios inferiores de las paraoculares. Primeros
cinco tergos abdominales con bandas estrechadas al medio, la segunda
más ancha que las demás, la primera poco insinuada. Ferruginoso:
faz inferior del flagelo y primeros tres segmentos del mismo; patas
(posteriores faltan) y tégulas.
Pilosidad: Borde medio del clípeo con mechones de pelos cerdo-
sos rubios; proceso clipeal, frente, vértex y genas con pilosidad blan-
ca y larga, especialmente parte posterior de la cabeza; tórax total-
mente cubierto con pilosidad blanca y larga, en especial mesopleuras
y propodeo lateralmente; primero y segundo tergos también con la
misma pilosidad larga.
Eritz, M. y Toro, H. LOS CERCERINI NEOTROPICALES 159
Puntuación: Puntos gruesos en frente y genas; frente entre los
alvéolos antenales y ocelo anterior estriado punteada; a los lados
de los ocelos posteriores un espacio liso, pulido y brillante. Cuerpo
con puntuación gruesa y bien marcada, profunda; triángulo del pro-
podeo bien dividido longitudinalmente, con estrías irregulares trans-
versales bien marcadas; faces laterales del propodeo fuertemente
rugoso punteadas. Tergos con puntuación gruesa e irregular, a ve-
ces superpuesta, especialmente en el segundo. Esternos con escasos
puntos poco marcados.
Estructuras: Mandíbulas curvas, con dos dientes internos sub-
iguales, bien desarrollados. Borde clipeal con dos dientes, más pró-
ximos a la base de las mandíbulas que entre sí, con margen inter-
dental arqueado; con un proceso clipeal nasutiforme prominente en
su faz anterior, de ápice redondeado e inferiormente cóncavo. Pigidio
coriáceo superiormente, con escasos puntos a los lados.
Macho: Desconocido.
Tipos: Holotypus hembra, de la Argentina, Catamarca, An-
dalgalá, J. Lieberman leg., 1-1950, en colección Fritz.
CERCERIS MENDOZANA Brethes
(Figs. 9a, b, c)
1911, Cerceris mendozana Joergensen, Án. Mus. Nac. B. A., T.
XXII, p. 288. (nom. nud.).
1913, Cerceris mendozana Brethes, An. Mus. Nac. B. A., T. XXIV,
p. 123
1968, Cerceris mendozana Fritz, Ann. Mus. Valpso. (N* 1, pp. 161-171).
Hembra.— Longitud total aproximada: 12 mm; largo del ala
anterior: 7,9 mm; ancho cabeza: 3 mm; ancho tórax: 2,8 mm; ancho
abdomen: 2,5 mm.
Coloración: negra. Las siguientes partes amarillentas: mancha
en la base de las mandíbulas y otra en el medio del clípeo; dos man-
chas grandes en las paraoculares medias; banda ampliamente inte-
rrumpida al medio en la faz superior del pronoto; mancha en las
tégulas; dos manchitas en el escutelo; bandas en el primero, segundo
y quinto tergos metasómicos, sólo en el segundo angostada al medio.
Mandíbulas, salvo ápice, ferruginosas, además del escapo, pedicelo y
hasta el cuarto segmento del flagelo; patas, excluyendo coxas ante-
riores e intermedias y tarsitos posteriores ferruginosos.
160 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
Pilosidad: Pelos cerdosos largos en el borde medio del clípeo, a
los lados y cerca de las mandíbulas más fina y abundante; cabeza
en general poco pilosa; pilosidad más fina en el vértex y más larga
en las genas; tórax poco piloso, más abundante en las mesopleuras;
tergos metasómicos con escasa pilosidad cerdosa muy corta, más
abundante y fina en los esternos.
Puntuación: Puntos espaciados bajo el proceso clipeal; sobre el
mismo puntos gruesos, irregularmente elípticos, no abundante, más
densos a los costados; paraoculares, frente, genas con puntuación
muy gruesa, que deja intervalos muy pequeños a modo de estrías,
más amplios en las genas; más desordenada en el vértex; protórax
con micropuntuación débil superpuesta por puntos abundantes y
gruesos; densa y gruesa en el escudo del mesonoto, incluyendo su
parte posterior; escutelo con puntos gruesos no tan abundantes;
mesopleuras con puntos más gruesos y espaciados que el escudo;
triángulo propodeal dividido longitudinalmente por un surco bien
marcado, su superficie cubierta por puntuación finísima. Tergos
metasómicos con puntuación gruesa e irregular, más densa en los
posteriores; pigidio coriáceo, con pocos puntos a los lados.
Estructuras: Mandíbulas con un diente interno obtuso y una
lámina denticular posterior; borde del clípeo con dos dientes bien
desarrollados, más próximos a la base de las mandíbulas que entre
sí; borde entre estos dientes tenuemente arqueado, liso. Faz anterior
del clípeo con un proceso nasutiforme elevado, de vértice redon-
dado, inferiormente cóncavo.
Tipos: Lectotypus y un cotypus hembras en MACN.
Material estudiado: 1 hembra de la Argentina, Prov. Buenos
Aires, Sierra de la Ventana, M. A. Fritz col., (MAFE).
Biología: Según Joergensen, esta especie visita flores de: Grin-
delia pulchella, Baccharis salicifolia, Baccharis serrulata y Baccharis
pingraea.
CERCERIS MENDOZANA MELANOPUS Brethes
1913, Cerceris mendozana melanopus Brethes, An. Mus. Nac. B. A.,
REA UZ AS
No hemos tenido oportunidad de examinar ejemplares de esta
variedad, brevemente descrita por Brethes en la siguiente forma:
“Var. hembra melanopus. A. typo differt: pedibus nigris. Men-
doza. (P. Joergensen leg)”, de modo que no podemos emitir ninguna
opinión con respecto a ella,
Fritz, M. y Toro, H. LOS CERCERINI NEOTROPICALES 161
CERCERIS GAYI Spinola
(Figs. 16 y 17a, b, c)
1851, Cerceris gayi Spinola, en Gay, Hist. Fís. y Pol. de Chile, Vol.
VI, p. 346.
1867, Cerceris gayi Saussure, Exp. Novara, Zool. 11, Hym., p. 96.
1894, Cerceris gayi Reed, Ann. Univ. de Chile, Vol. LXXXV, p. 47-8.
1895, Cerceris gay! Gribodo, Actes. Soc. Chili. Vol. IV, p. 210.
1921, Cerceris gayi Herbst, Cat. Spheg. Chilensium, p. 20.
1923, Cerceris gayi Ruiz, Rev. Chil. Hist. Nat. Vol. XXVII, p. 102.
1926, Cerceris gayi Jaffuel y Pirion, Rev. Chil. Hist. Nat. Vol. XXX,
PST:
1928, Cerceris gayi Gazulla y Ruiz, Rev. Chil. Hist. Nat. Vol.
XXXII, p. 299.
Hembra.— Longitud total aproximada: 10 mm; largo del ala
anterior: 7,2 mm; ancho de la cabeza: 2,8 mm; ancho del tórax: 2,6
mm; ancho del abdomen: 2,3 mm.
Coloración: negra. Las siguientes partes amarillentas: clípeo
totalmente, salvo borde inferior y ápice del proceso; mancha peque-
ña bajo la quilla interantenal, tocando el clípeo; dos manchas grandes
en las paraoculares, tocando el borde del ojo y las inserciones ante-
nales a los lados, llegando un poco más arriba de las inserciones
superiormente; mancha pequeña en la faz súpero externa de las man-
díbulas y otra pequeñísima en las genas superiomente; banda amplia
en la faz superior del pronoto, angostada al medio; gran parte de
las tégulas; segundo cuarto y quinto tergos metasómicos con bandas,
más ancha en el primero, en todos muy angostadas al medio. Fe-
rruginoso: flagelo antenal y patas, excluidas las coxas, trocánteres y
tarsitos posteriores.
Pilosidad: Borde del clípeo con pelos no muy largos, más abun-
dantes al centro y especialmente a los lados hacia las mandíbulas;
pelos largos en la frente, más abundantes sobre los alvéolos ante-
nales y zonas próximas; vértex y genas pilosos; tórax con pilosidad
larga, principalmente en las mesopleuras y propodeo; primer tergo
metasómico con pilosidad semejante a las mesopleuras, siendo más
escasa y solo anterior en el segundo; esternos metasómicos con escasa
pilosidad cerdosa, más abundante y larga en el quinto.
Puntuación: Bien marcada y muy espaciada en el clípeo; para-
oculares y genas formando estriaciones; vértex mictopunteado y pun-
162 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
tos gruesos irregulares; genas semejantes, pero formando estrías muy
finas. Escudo y escutelo micropunteados y puntos gruesos desparra-
mados; muy gruesa, densa y profunda en las mesopleuras, dejando
espacios cariniformes; triángulo propodeal dividido por un surco
bien marcado, irregular, totalmente cubierto por estrías casi perpen-
diculares a sus lados. Primer tergo similar al escudo, pero más
gruesa y abundante; restantes tergos micropunteados y puntos grue-
sos muy aislados; pigidio coriáceo.
Estructuras: Mandíbulas fuertes y robustas, con dos dientes ro-
mos en su cara interna y una lámina filosa posterior. Borde del
clípeo con cinco dientes, los laterales más desarrollados y más pró-
ximos a las mandíbulas que entre sí; los intermedios de ápice redon-
deado, de modo que podrían tomarse como ondulaciones del mismo.
Clípeo de superficie casi plana, solamente elevado en su parte media
inferior por un proceso laminar, que forma dos dientes. Espacio en-
tre el borde del clípeo y el borde del proceso fuertemente cóncavo.
Macho.— Longitud total aproximada: 10 mm; largo del ala
anterior: 6,7 mm; ancho cabeza: 2,7 mm; ancho tórax: 2,5 mm;
ancho abdomen: 2 mm.
Coloración: negro mate. Las siguientes partes amarillo: clípeo
totalmente, salvo lóbulos del borde inferior; banda amplia en las
paraoculares desde el clípeo hasta más arriba de las inserciones ante-
nales, pegada al borde del ojo; pequeña mancha bajo la carina frontal,
pegada al clípeo; banda ampliamente interrumpida al medio en la
faz superior del pronoto; gran parte de las tégulas; banda ancha en
el segundo tergo metasómico, más angosta al medio y una delgada banda
en los tergos cuarto y quinto (variables o ausentes en algunos ejem-
plares); mancha látero caudal en segundo esterno metasómico y a
veces muy pequeña en el cuarto. Trocánter medio con una mancha
(ausente en algunos ejemplares) y posterior amarillo. Banda anterior
en las tibias anteriores e intermedias, que se extiende hasta el pri-
mer tarsito.
Pilosidad: Pincel del clípeo no sobrepasa la mitad de la distan-
cia entre el punto medio del clípeo y el ojo, bien desarrollado;
cabeza en general con abundante pilosidad larga, especialmente en
las genas, en que es más larga que los escapos antenales; tórax
con pilosidad similar, especialmente las mesopleuras, y todo el dorso,
salvo triángulo propodeal; primero y segundo tergos con abundante
pilosidad larga; restantes tergos con pilosidad cerdosa más corta y
Fritz, M. y Toro, H. LOS CERCERINI NEOTROPICALES 1653
rala, más larga hacia los lados; esternos con hileras de pelos cerdo-
sos premarginales. Placa pigidial pilosa.
Puntuación: Clípeo con puntuación gruesa y espaciada, más
fina y densa hacia los lados; frente inferiormente semejante, pero
más densa; sobre los alvéolos antenales con tegumento micropun-
teado y puntuación muy fina y muy densa, poco profunda, dejando
entre sí espacios que forman estrías finísimas; genas similares, con
zonas sin puntos y en otras puntos más gruesos. Tórax micropun-
teado. Protórax superiormente con puntos gruesos poco profundos;
gruesa en el escudo y poco profunda, irregularmente dispersa; pto-
funda, gruesa y densa, con intervalos cariniformes en las mesopleu-
ras; escutelo y postescutelo con pocos puntos gruesos. Triángulo
propodeal dividido nítidamente por un surco longitudinal, totalmente
cubierto por estrías. Primer tergo metasómico cubierto por puntos
gruesos; segundo tergo con puntuación gruesa escasa e intervalos
micropunteados; restantes tergos semejantes, pero los puntos más ais-
lados, salvo el sexto. Pigidio areolado, además de puntos gruesos,
tanto superior como lateralmente.
Estructuras: Mandíbulas suavemente curvadas, filosas interior-
mente, con un dentículo laminar posterior. Clípeo con borde medio
trilobulado, siendo el lóbulo mediano más prominente.
Material estudiado: Argentina: Neuquén; San Martítn de los
Andes, 1-41, Bridarolli S. J. leg., 3 hembras, 2 machos, (SM);
Huechu Lufquen, 15-1-41, Bridarolli S. J. leg., 1 macho, (SM);
Meli Quina, 4-11-41, Bridarolli S. J. leg., 1 macho, (SM); Neuquén:
Pucará, Schajovskoy leg., 2 hembras (MAF); Ibarra Grasso leg.,
1-58, 1 macho, 1 hembra, (MAF); San Martín de los Andes, Walz
leg., 1 macho, (MAF); Río Negro, Bariloche, N* 36321, 1 hembra,
(MACN).
Chile: Malleco, Lago Galletué, 1-62, Valencia col., 2 hembras,
1 macho, (MAF); Lago Icalma, Valencia col., 2 hembras, (MAP);
Pailahueque, 11-55, M. Fritz col., 1 hembra, (MAF); Cautín: Lon-
coche, J. Chow, H. Toro, J. Saldes col., 2 hembras, 3 machos,
(UCV); Pucón, 1-58, H. Toro col., 1 macho, (UCV); Aconcagua:
Río Blanco, 11-64, Valencia col., 3 machos, (MAF); 31-1-68, Mon-
tenegro col., 1 hembra, (UCV); Cauquenes 12-53, Schuster col.,
1 macho (MAF); Santiago: El Manzano, 1.58, Monsalve col., 1
hembra, (MAF); Vertientes, XIL-55, H. Toro col., 2 hembras,
(UCV); Cajón del Maipo, 21-XII-65, Ruz, Chiappa y Rojas col.,
3 hembras, (UCV); Canelo, X11-63, Fritz col., 2 hembras, (MAFE);
164 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL — N” 2, 1969
16-1-53, H. Toro col., 1 hembra, (UCV); Valencia col., XI1-60, 1
hembra, (MAF); Valparaíso: Colliguay, 18-X-64, Cabezas col., 1
hembra, (UCV); El Salto, 27-X-65, H. Toro col., 1 macho, (UCV);
9-11-65, Trujillo col., 1 macho, (UCV ); 1-59, H. Toro col., 1 macho,
(UCV); 29-11-59, H. Toro col., 1 macho, (UCV); El Belloto,
28-1-68, H. Toro col., 1 macho, (UCV); Horcón, 15-1-67, Ruz col.,
1 hembra, (UCV); Mantahua, 9-11-61, H. Toro col., 1 hembra,
(UCV); Quintero, 10-11-67, H. Toro sob 1 hembra, (UCV); Sa-
linas, 1-68, Montenegro col., 1 macho, (UCV); Granizo, 11-64, De
La Hoz col., 2 machos, (UCV); Colliguay, 18-X-64, Chiappa- daa
zas col., 3 machos, (UCV); San Pedro, 1-63, N. Hichins col.,
cabras! 2 años (UCV); Limache, A. Faz leg., 1 o
(MAF); La Campana, XI1-67, Toro col., 2 hembras (UCV); Qui-
llota, 16-X-62, N. Hichins col., 4 machos, (UCV); XI-60, Va Le
col., 1 macho (MAF).
Observaciones: Es la pirmera vez que se cita esta especie de la
Argentina.
Biología: Según Jaffuel y Pirion aprovisiona sus nidos con
Coccinellidae. En relación a su variabilidad, cabe manifestar lo mis-
mo que con respecto a Cerceris chilemsis Spinola.
CERCERIS NORTINUS sp. n.
(Figs. 15a, b, c)
Próxima a C. gayií Spinola, de la que se diferencia por tener el
escapo y pedicelo completamente ferruginosos, el proceso clipeal que
alcanza casi al borde del clípeo y tergos metasómicos punteados.
Hembra.— Longitud total aproximada: 13 mm; largo del ala
anterior: 8,6 mm; ancho de la cabeza: 3,4 mm; ancho del tórax:
3,1 mm; ancho del abdomen: 2,7 mm.
Coloración: negra. Las siguientes partes amarillas: clípeo salvo
el borde del proceso y el margen distal; paraoculares inferiores y
medias; ancha banda en el pronoto y en los tergos metasómicos se-
gundo, cuarto y quinto, estrechadas al medio. Ferruginoso: Antenas,
tégulas y patas, excepto coxas y trocánteres.
Pilosidad: En general de color negro y ferrugínea en las partes
amarillas de la cara y patas. Borde del clípeo con una fila de pelos
cortos y rígidos entre los dientes, más largos y finos hacia la base
de las mandíbulas, larga y densa en el resto de la cabeza, principal-
mente en las genas. Densa y larga en el tórax, aunque escasa y corta
Fritz, M. y Toro, H. LOS CERCERINI NEOTROPICALES 165
en la parte tergal. Tergos metasómicos con pelos escasos, salvo un
denso cepillo en cada lado de la placa pigidial; más abundante y
larga en los esternos.
Puntuación: Espaciada en el clípeo y área supraclipeal: más
gruesa y densa en las paraoculares y frente, alargada, formando es-
trías muy finas, más marcadas dorsalmente; vértex, área occipital,
ocelorbital y genas con puntos alargados, bien marcados, e intervalos
micropunteados. Pro y mesonoto, escutelo, postescutelo y áreas late-
rales del propodeo como en el vértex; mesopleuras densamente pun-
teadas con intervalos cariniformes. Triángulo propodeal totalmente
estriado, con estrías casi perpendiculares a sus lados. Tergos meta-
sómicos con puntuación regular e intervalos semejantes al diámetro
de los puntos, más marcada en el primero. Placa pigidial coriácea.
Esternos semejantes a los tergos, aunque más gruesa.
Estructuras: Proceso clipeal poco desarrollado, dirigido hacia
abajo, con ápice ampliamente truncado que casi toca el borde del
clípeo; borde distal del clípeo con dos dientes, más cercanos a las
bases de las mandíbulas que entre sí; espacio entre ellos fuertemente
lobulado. Mandíbulas con dos dientes internos poco desarrollados, el
basal menor que el distal; dentículo laminar posterior, modificado
en cresta longitudnal.
Macho: Desconocido.
Tipos: Holotypus hembra, Chile, Atacama, Río Manflas, 1.500
metros, 8-XI1-67, L. Peña col., en la colección del Museo Nacional
de Historia Natural, Santiago. Paratypus hembra, Chile, Copiapó,
Sielfeld col., (MAF). El nombre específico alude a la distribución
seográfica de la especie. Agradecemos al señor Vicente Pérez, del
Museo Nacional de Historia Natural de Santiago, por habernos ce-
dido gentilmente este material para estudio.
BIBLIOGRAFIA CONSULTADA
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FIGURAS: a) CABEZA DE FRENTE; b) CABEZA VISTA LATERAL; C) PLACA PIGIDIAL.
l. Cerceris lamarquensis nm. sp. Hembra.— 2. Cerceris penal m. sp. Hembra.— 3. Cerceris expleta
Brethes. Hembra.— 4. Cerceris expleta Brethes. Macho.— 5. Cerceris sanlnmis n. sp. Hembra.—
6. Cercerís proboscidea Holmberg. Hembra— 7. Cerceris proboscidea Holmberg. Macho.—
8. Cerceris menkei n. sp. Hembra.— 9. Cerceris mendozana Brethes. Hembra.
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FIGURAS: a) CABEZA DE FRENTE; b) CABEZA DE PERFIL; c) PLACA PIGIDIAL.
9. Cerceris mendozana Brethes. Hembra.— 10. Cerceris bobartiana n. sp. Hembra.— 11. Cerceris
chilensis Spinola. Hembra.— 12. Cerceris chilensis Spinola. Macho.— 13. Cerceris vianai n. Sp.
Hembra.— 14. Cerceris andalgalensis n. sp. Hembra.— 15. Cerceris nortinus m. sp. Hembra.—
16. Cerceris gayí Spinola. Macho.— 17. Cerceris gayi Spinola. Hembra.
171
CONTRIBUCION A LA BIOLOGIA DE LOS APOIDEA
CHILENOS
RODOLFO WAGENKNECHT HUSS
La serie de trabajos que iniciamos con este título corresponden a
datos biológicos y de distribución geográfica de las especies de Apoídea
Chilenos.
Estas anotaciones incluyen observaciones hechas por el autor, prin-
cipalmente en la provincia de Coquimbo, en un período de treinta y cinco
años de trabajo.
Se citan las colectas más importantes registradas y las asociaciones
establecidas entre ápidos y plantas que nos ha sido posible observar,
asimismo se menciona también la opinión de varios autores nacionales
y extranjeros que se han ocupado de ellas en el presente siglo.
Esperamos que este trabajo ayude a una mejor comprensión de la
fauna apidológica chilena.
FAMILIA: ANTHOPHORIDAE
Parte 1
SUBFAMILIA ERIÍCROCINAE
1.—MESONYCHIUM FRISEANUM (Herbst, 1920) (=MELISSA
FREISEI, Herbst = MESONYCHIUM LENDLIANUM, Friese)
Los tipos de esta especie proceden de la localidad de Olmué,
provincia de Valparaíso, según deja constancia Herbst (1).
El R. P. Jesús S. Moure, en carta fechada 14-V1-1955, ex-
presa:
“* Después de revisar la coll. de los SS. CC. en Santiago,
“ por las determinaciones de Herbst, Mesonychium frisea-
“* num es la misma que Mesonychium lendlianum!”
Distribución Geográfica: Provincias de Valparaíso y San-
tiago, aprox. al grado 33* 26' hasta la provincia de Coquimbo,
lat. 29% en el límite con Atacama.
(1) Herbst, 1929, Rev. Ch. H. N., Vol. 33: 633.
172 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
Por tratarse de una especie escasa, tanto en el norte como
en la Zona Central, damos acá una lista de las colectas reali-
zadas por nosotros en la provincia de Coquimbo.
Una hembra, Embalse La Laguna a 3.360 m altitud, 10-1-40;
un macho, 18-1X-48, Baños del Pangue, a 1.350 m; una hem-
bra, 16-X-49 en Condoriaco a 1.400 m; una hembra, 23-X-49,
Mina Guanaco, 400 m; seis hembras, 7-1-50 y 4-6-51, en Termas
del Toro a 3.380 m altitud; dos hembras, 28-X y 6-XI-54 en el
Mineral Las Breas a 1.920 m; 6 hembras, 19-VIll y 1-X-55,
Cuesta de Pajonales a 1.000 m; una hembra, 6-X-64 en El Tra-
piche, Río Choros, a 350 m.
Biología: Frecuenta, en la zona costera y precordillera, las
flores de Geoffroea decorticans, Medicago sativa, Oxalis peraltae
y Pelargonium radula, mientras en la alta cordillera se ha co-
lectado exclusivamente sobre Adesmia hystrix, una Papilionaceae
de mata baja, con espinas duras.
En la provincia de Valparaíso se ha colectado sobre Robs-
nia pseudo-acacia donde vuela junto a su especie hospedante.
Es interesante constatar que esta abeja vuela en simbiosis
casi exclusiva con las especies de Centris correspondientes al sub-
género Wagenknechtia, faltando comprobar sí parasita también
a las otras Centris del subgénero Paracentris (nigerrima y chilen-
sís en sus áreas respectivas).
Hemos observado en Coquimbo, en costa y precordillera,
grado 29* lat., que visita los nidos de Centris (Wagenknechtia)
rhodophthalma hasta altitudes de 2.000 m; lo hace en cambio en
la alta cordillera, grado 30-31*, entre 2.500 y 3.600 m exclusi-
vamente en nidos de Centris (W.) orellanae que es acá la espe-
cie de Centris que vuela en grandes altitudes.
En provincias centrales es huésped de Centris (W.) cine-
raria con la cual existe un mimetismo extraordinario; sus colores
son idénticos y su tamaño es también similar.
MESONYCHIUM GAYI (Spinola, 1851) (=Epiclopus gayi, Spin.)
Distribución Geográfica: Especie muy común de vastísima
distribución en el país; desde la provincia de Atacama hasta la
de Cautín. Vuela desde la orilla del mar hasta altitudes de 2.500
m en precordillera, tanto en el norte como en la Zona Central.
Wagenknecht H., R. APOIDEA CHILENOS 173
En el sur, donde la cordillera disminuye en altitud, se le encuen-
tra hasta los 1.200 m aproximadamente.
Hay citas de colectores de prov. de Santiago en Qda. Ma-
cul, La Obra y Pudahuel; Cerro Caleu en Tiltil; Petorca y Río
Blanco, en Aconcagua; Casablanca y Marga-Marga, en Valpa-
raíso; Peumo, en prov. de O'Higgins; Las Mercedes, en Talca;
Termas de Río Blanco, en Malleco, y ciudad de Temuco, en
Cautín.
Biología: Vuela desde el mes de septiembre hasta febrero,
apareciendo más tarde en el sur.
En provincias de Atacama y Coquimbo frecuenta las flores
de las siguientes plantas: Medicago sativa, Encelia oblongifolia
y E. tomentosa, Lobelia polyphylla y L. tupa, Goeffroea decorti-
cans, Malesherbia linearifolia, Chuquiraga oppositifolia, Chae-
tanthera elegans, Argylia radiata, Alona rostrata, Armeria chi-
lensis, Pleurophora pungens, Centaurea chilensis, Alstroemeria
peregrina, Madia sativa, Perezia linearis, Prosopis chilensis, Par-
kimsonia aculeata y Scabiosa atropurpurca.
Para Marga-Marga se ha colectado sobre Satureja gilliesis.
En prov. de Coquimbo parasita a Centris (Wagenknechtia) rho-
dophthalma, Centris (Paracentris) chilensis y migerrima. Según
Herbst, en la región de Valparaíso parasita a tres especies de
Centris. Debe tratarse de las dos Paracentris arriba citadas, ade-
más de Centris (W.) cineraria por cuanto son las únicas especies
de este género que vuelan en esa provincia.
Se ha comprobado que esta abeja acostumbra a pernoctar
en grupos, sobre todo cuando hay noches frías o aparecen nebli-
nas intempestivas. Herbst cita en 1917 (2), haber encontrado 72
ejemplares en grupos alineados sobre dos tallos de gramíneas,
de cuyo número 2/3 eran machos y 1/3 eran hembras. Este he-
cho ocurrió a las 11 horas motivado por la aparición repentina
de In adensa neblina desde el mar.
Hemos comprobado en Coquimbo varios casos similares.
En un viaje a la cordillera en fecha 16-XI1-1940, durante una
noche bastante helada, llegamos al lugar denominado El Calva-
rio, en el Río Turbio, Depto. de Elqui, a 2.200 m altitud. Estaba
amaneciendo cuando hallamos un enjambre de esta especie de
(2) Herbst, 1917, Deutsche Entom. Zeitschr., p. 268-69.
174 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
abejas, ateridas aún por la baja temperatura (4? sobre cero). Gran
parte de ellas estaban amontonadas sobre las hojas de un mata
de Encelia oblongifolia y entre grietas de las rocas, pero una
fracción importante se hallaban cojidas exclusivamente por sus
mandíbulas en posición perpendicular a 45* en los tallos secos y
erectos de la planta. No apoyaban ni el cuerpo ni las patas sobre
los tallos y presentaban un aspecto muy curioso de racimos oO
cuentecitas.
Costó algún esfuerzo para desprenderlas por la resistencia
de sus mandíbulas cerradas.
Se trataba de 260 ejemplares, machos y hembras de esta
especie, siendo el mayor porcentaje machos, y junto a ellos, en
medio del enjambre, sacamos dos hembras de Centris chilensis,
que se habían allegado al grupo.
Otro hallazgo ocurrió en El Huanaco, localidad cercana al
Mineral de El Tofo en zona costeña. Acá el 6-X1-1952 encontra-
mos a 18 machos y 21 hembras cogidas sobre los tallos secos de
Encelía oblongifolia.
En fecha 20-X1-61, en un lugar cercano al anterior, halla-
mos nuevamente 10 machos y 5 hembras, durmiendo sobre una
mata de Ádesmia cinerea y poco después, 8 machos y una hem-
bra, sujetos con sus mandíbulas sobre una raicilla aérea de Pro-
sopis apaltaco.
MESONYCHIUM PORTERI (Herbst ,1917) (=MELISSA
PORTERI, Herbst)
Especie descubierta en Tacna en el mes de junio de 1912,
ciudad que entonces era territorio chileno y fue cedida más tarde
por un tratado al Perú.
El Prof. Dr. Carlos E. Porter, quien obtuvo un macho y una
hembra de la procedencia indicada, informó que fueron colec-
tados sobre flores de una labiada blanca. Esta pareja representa
los tipos que tuvo en vista Herbst para describir la especie Me-
lissa porteri,
Distribución Geográfica: En Chile, en las provincias de Ta-
rapacá y Antofagasta; en el Perú en la vecina localidad de Tacna.
Vuela desde la costa hasta altitudes de 3.500 m en la cordillera.
Hemos registrado las siguientes colectas cuyos ejemplares se
encuentran en su mayoría en nuestra colección.
Wagenknecht H., R. APOIDEA CHILENOS 175
Tres machos, 16-X-1938, Taltal, (R. Wagenknecht col.);
una hembra, 27-X1-46, Valle de Lluta, Arica, (G. Kuschel col.);
una hembra, 17-1-49, Termas de Mamiña, a 2.730 m altitud,
(O. Barros col.); dos machos y 1 hembra, 12-1X-51, en las mis-
mas termas, (L. Peña col.); 8 machos, 7-1 y 1-52, en Parca, a
3.200 m (O. Barros col.); un macho, 17-27-X-52 en Belén, inte-
rior Árica, a 3.240 m altitud, (L. Peña col.); 4 machos y 4 hem-
bras, 20-1V-55, en Mocha, (Chusmisa), a 2.760 m altitud (R.
Wagenknecht col.).
Biología: Hemos comprobado su frecuencia sobre Males-
herbia humilis en cercanías de Taltal mientras en Mocha todos los
ejemplares fueron colectados sobre Medicago sativa. En esta úl-
tima localidad volaban junto a Centris (Paracentris) autrani
(Vach). La presencia de ambas especies en un mismo sector
y en las mismas plantas, indica que esta Mesonychium es huésped
de aquella como asimismo la consideramos como parásita de
Centris (P.) buchholzi y Centris (P.) mixta ya que conviven en
las mismas áreas de distribución.
MESONYCHIUM WAGENKNECHTI, Ruiz, 1938.
Fue descubierta el 23-X1-1936 en la localidad de Los Chi-
ches, cercana a la ciudad de Vicuña, Depto. de Elqui, provincia
de Coquimbo.
Descrita por Ruiz en 1938 (3), quedó depositado el Tipo
en la colección del Colegio “San Pedro Nolasco” en Santiago,
donde en 1955 el R. P. J. S. Moure constató su presencia, ade-
más de un Metatipo en colección del Museo Nacional de Histo-
ria Natural.
La hembra, ubicada con posterioridad, no ha sido descrita
hasta la fecha.
Distribución Geográfica: Especie que vuela en provincias
de Atacama y Coquimbo, más abundante en esta última, situan-
do su habitat principalmente entre los grados 28 y 30 latitud.
Colectada por nosotros en provincia de Coquimbo en las
siguientes localidades: Vicuña (Los Chiches), Condoriaco, Mi-
(3) F. Ruiz, 1938, Rev. Ch. H. N., Vol. 42: 148.
176 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N?* 2, 1969
neral Las Breas (Río Choros), Los Fierros, El Tofo, Qda. Hon-
da (El Maray) y Los Cristales; en Atacama por nosotros en
Cachiyuyo y Domeyko y en El Algarrobal, al norte de Vallenar
por el Dr. Jerome G. Rozen, (14-20-X-1969).
Se halla en altitudes desde 200 m en la costa hasta elevarse
a 2.500 m en precordillera.
Biología: Empieza a volar desde Octubre hasta el mes de
Diciembre. Visita las flores de las siguientes plantas: Neochile-
nia andicola, Medicago sativa, Monnina linearifolia, Madia sati-
va, Senecio murorum, Encelia oblongifolia, Perezia linearis, Pleu-
rophora pungens, Caesalpinia angulicaulis, Armeria chilensis y
Alstroemeria niellzz.
En la zona costeña y llanuras se ha comprobado que parasita
a dos especies de ápidos: Centris (Wagenknechtia) rhodophthal-
ma y Centris (Paracentris) chilensis; en región precordillerana
sobre los 1.700 m de altitud frecuenta las flores de Monnina
junto a la Andrenidae Exberbstia exellems en forma que hace
sospechar que acá sea su huésped.
En general no es abundante, en 33 años hemos colectado
20 machos y 30 hembras.
TUI RASTREO TA CIDCA
FRAGA, A., 1937: Insectos colectados en la Hacienda Mauro, Rev. Ch. H. N,,
N* 41: 196-200.
GAZULLA P., y F. RUIZ, 1928: Insectos de la Hacienda "Las Mercedes”, Rev.
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Univ., (Stgo.), 48: 71.
Wagenknecht H., R. APOIDEA CHILENOS 177
Prastataengld
SUBFAMILIA EXOMALOPSINAE
La biología y distribución geográfica de cuatro especies de Exoma-
lopsinmae, correspondientes a los géneros Exomalopsis y Tapinotaspis es
relatada en el presente trabajo.
EXOMALOPSIS (EXOMALOPSIS) BRUESI, Cockerell, 1914
(EXOMALOPSIS SILVAI, Ruiz, 1938)
Distribución Geográfica: En Chile, en la provincia de Tara-
pacá, con las siguientes colectas registradas: una hembra, 1938,
Valle de Azapa, 2 machos y hembra, 10-11-1948, Lluta (Rosario),
(J. Herrera col.); 2 machos y hembra, 111-1939, Azapa (Dr.
Ureta col.); 32 machos y hembras, 15-17-IV-1955, Valle Azapa
y Plaza Arica, además 5 machos y 20 hembras, 11-111-1956, Pla-
za de Arica, (R. Wagenknecht col.).
Sin duda alguna, esta especie vuela también en la vecina
República del Perú, en la localidad de Tacna.
Biología: Vuela desde noviembre hasta abril, de preferencia
sobre las flores de Bidens pilosa, maleza muy difundida en jar-
dines y chacras de Arica y valle de Azapa, como asimismo, sobre
Verbena litoralis, otra maleza de vasta distribución geográfica a
lo largo del país.
En los jardines de la Plaza de Arica visita las flores de la
enredadera, Clematis flammula y otras sobre un arbustito de flo-
res moradas denominadas “Rubí”.
Es una especie que vuela de preferencia en la costa, donde
es relativamente abundante.
GENERO: TAPINOTASPIS, Holmberg, 1903.
TAPINOTASPIS (TAPINORHINA) CAERULEA, Friese ,1906.
(=EXOMALOPSIS CAERULEA Friese, 1906).
Distribución Geográfica: en Chile, desde provincia de Val-
paraíso hasta Chiloé insular (Aulén). En la República Argentina
se cita del Territorio de Neuquén y Chubut.
178 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
Se han registrado las siguientes localidades y colectas: Lon-
quimay, 2 machos y 6 hembras, 8-1-1925, (F. Ruiz col.), Termas
de Río Blanco (Malleco), 2 macho y hembra, 25-X11-1948;
mismo lugar, 3 machos, 22-11-1958 y dos hembras, 17-11-1947;
una hembra, Niebla (Valdivia), 1-X11-1959, (Arturo Wagenk-
necht col.); una hembra, 4-11-1952, en Aulén (Chiloé), (Luis
E. Peña col.). Janvier, la cita de Concepción y más al sur, en
las dunas del Pacífico y del Lago Budi (Cautín). Jaffuel y
Pirion, la mencionan de Marga-Marga (Valparaíso), donde es
escasa.
Biología: Vuela desde Diciembre a Febrero. Visita en Lon-
quimay las flores del diente de león, Taraxacum officinale y so-
bre las diferentes Myrtáceas; en Termas de Río Blanco, sobre
Alstroemeria aurea, en Niebla sobre Calceolaria sp., Lago Budi,
sobre Calceolaria integrifolia y ascendens, como asimismo, sobre
Eryngium paniculatum; para Marga-Marga figura sobre Stachys
MACTOC!.
En consecuencia, vuela desde la orilla del mar e islas adya-
centes hasta la precordillera, en altitudes cercanas a los 1.500 m.
Sobre su nidificación existen interesantes y extensas publi-
caciones, tanto por Janvier como las de Ruiz, (1941, 44: 321-33).
Como parásito de esta especie, se cita a la Mutilla.
TAPINOTASPIS (TAPINORHINA) HERBSTI (Friese, 1906)
(=EXOMALOPSIS HERBSTI Friese, 1906)
Distribución Geográfica: Especie de vastísima distribución en
el país, desde la provincia de Coquimbo por el norte, hasta Valdi-
vía por el sur.
En la provincia de Coquimbo se halla entre los 300 y 2.500
mts. de altitud en precordillera, al parecer, prefiere más la zona
seca y calurosa. En Valparaíso se ha colectado en Marga-Marga
y Cuesta de Pucalán; en Aconcagua en Petorca y Río Blanco;
en Concepción en San Pedro.
Biología: Ruiz dice:
* Vuela desde Noviembre a Enero, tiene especial preferen-
“ cía por las flores de Calceolarias. La hemos encontrado
- en las siguientes: Calceolaria corymbosa, C. integrifolia y
Wagenknecht H., R. APOIDEA CHILENOS 179
" C. mudicaulis. En las provincias centrales es común y vue-
la hasta Febrero. En mi colección hay 70 hembras y 36
“ machos”,
Por otra parte, Jaffuel y Pirion, en 1926, indican:
“ Marga-Marga, Diciembre, Enero y Febrero, frecuenta ca-
" sí exclusivamente a Calceolaria integrifolia, abundante”.
En provincia de Coquimbo vuela desde Octubre a Diciem-
bre. Se halla sobre las flores de Robinia pseudo-acacia, Marru-
bium vulgare, Viola asterias, Alstroemeria niellii, Verbena lito-
ralis, Calceolaria quadriradiata, Oxalis gigantea y Loasa tricolor.
Sobre su nidificación no conocemos observaciones.
TAPINOTASPIS (TAPINORHINA) NITIDULA (Sichel-Dours, 1869)
(=ANTHOPHORA NITIDULA Sichel-Dours, 1869)
(=EXOMALOPSIS NITIDULA Herbst, 1917)
Con relación a esta especie, Ruiz, en 1941, se expresa en la
siguiente forma:
“ Distribución Geográfica: Chile. Abeja de la alta cordi-
“* llera, donde es abundante pasados los dos mil metros; en
el valle es muy rara. En los años 1934 y 1935, tuve la
oportunidad de realizar un viaje a las Termas de Chi-
llán, en compañía de nuestro estimado amigo señor Car-
los Stuardo O., con el fin de recolectar algún material
entomológico que sabíamos se encontraba ahí. Principia-
das muestras excursiones en las “Termas, encontré que
volaba esta abejita sobre la flor de Senecio subumbellatas,
más o menos en relativa abundancia”.
Otro autor, Herbst, que se ha ocupado de esta abejita, en
1917 se refiere a una publicación de Dours en 1868, dice textual-
mente:
“ Dahingegen beschrieb Dours, neu, von Chile, p. 135,
“ N? 67, Amhophora nitidula, Dours, h. m.”.
A A A E A O A
... . . . . ....s
“Ich halte diese Art fúr abgeflogene Exemplare von Exo-
" malopss caerulea, Friese, also=Exomalopsis nitidula!!”.
180 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
Ruiz, a través de su publicación, nos da en forma clara y
definida a Exomalopsis caerulea, Friese, y Exomalopsis nitidula,
(Sich. Dours) como dos diferentes especies. |
Herbst, en cambio, expresa sus dudas estimando a nitidula
como ejemplares volados de caermlea, o sea, que considera am-
bas especies como una sola.
A juicio nuestro, los únicos ejemplares conocidos de 2:tidula
fueron colectados por F. Ruiz, por lo menos en lo que respecta
al presente siglo. El anota: 2 machos y 5 hembras, en 11-1934, y
2 machos y 7 hembras, en 11-1935, en Termas de Chillán. El
mismo manifiesta, que estos ejemplares están depositados en su
colección, vale decir, en el Colegio de San Pedro Nolasco en
Santiago.
En todo caso, debemos aceptar la opinión de Ruiz, quien
además de dar una descripción de ambas especies en cuestión,
deja constancia, que E. nitidula “es abeja de alta cordillera, don-
de es abundante pasados los dos mil metros”.
El mismo ha colectado también a E. caerulea en Lonquimay,
cuya altitud máxima es de 1.500 mts. Figuran también algunas
colectadas por Arturo Wagenknecht en Termas de Río Blanco,
región vecina de Lonquimay en la precordillera, en altitud de
1.050 mts. Todos los demás ejemplares reconocidos como E. cae-
rulea son del litoral (Valparaíso, Lago Budi, Niebla e isla de
Chiloé), por lo tanto una especie que vuela de preferencia en la
costa. (Grados 33* y 43* lat. sur).
La dispersión geográfica de esta especie, la consideramos,
por ahora, para la zona cordillerana de las provincias de Linares,
Ñuble y Biobío. (Grados 35? a 38* lat. sur).
Nada sabemos de su biología.
No nos ha sido posible visitar la colección del Colegio San
Pedro Nolasco en Santiago para reconocer los ejemplares citados
por Ruíz.
Michener y Moure, en su publicación en 1957, al describir
el subgénero TAPINORHINA, citan diversas especies que se
agrupan aquí, entre ellas: caerulea y herbsti, expresándose a con-
tinuación:
an additional Chilean species which may be new, and a
“ species which we have not seen but which probably
* belongs here, perimelaena (Cockerell) (Exomalopsis)”.
Wagenknecht H., R. APOIDEA CHILENOS 181
BACBALTICO GRASA
DOURS, 1868:Monographie iconograpbique du genre Antbophora, Soc. Linn.
Nord France, 2: 135, N* 67.
GAZULLA y RUIZ, 1928: Los insectos de Las Mercedes, R. Ch. H. N., 32: 301.
GUTIERREZ, RAMON, 1939: Insectos capturados en Río Blanco, Rev. Ch. H. N.,
43: 33,
HERBST, PAUL, 1917: Durchsicht der von Spinola beschriebenen Apidae,
Deutsch. Entom. Zeitschr., pgs. 266 y 294.
JANVIER, H., 1926: Recherches Biologiques sur les Hymenopteres, (Melliferes)
Ann. Sc. Nat. (Zool.) París.
MICHENER y MOURE, 1957: A Study of the Classification of the more primi-
tive non-parasitic Anthophorine Bees. Amer. Mus. Nat. Hist., N.
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RUIZ, FLAMINIO, 1938: Nuevas especies de abejas chilenas, Rev. Ch. H. N.,
42: 148-53.
— 1941: Apidología Chilena, R. Cb. H. N., 44: 321-26.
— 1941: Insectos del Valle de Azapa, Bol. Mus. Nac., Stgo., 19: 133.
RUIZ y STUARDO, 1935:Imsectos colectados en Termas de Chillán, Rev. Ch.
ERIN 1S-22,
183
CONTRIBUCION A LA OSTEOLOGIA DE LAS
ESPECIES CHILENAS DEL GENERO
GENYPTERUS (OPHIDIIDAE)
H. TORO G. DAZAROLA
Departamento de Zoolgía, Univ. Escuela de Pesquerías y Alimentos,
Católica de Valparaíso Univ. Católica de Valparaíso
ABSTRACT.— A comparative osteological study of three chilean species
of the Genus Genypterus: G. chilensis, G. maculatus and G. blacodes is given.
The authors provide measurements of the external morphology of each
species and descriptions, measurements, and figures of the bones.
A full description of the skeleton is only given for G. chilensis; the other
two species are compared with G. chilensis and not fully described.
ANTI AO CICHAOEN
El género Genypterus, establecido por Ginther en 1862, está
representado en Chile por cuatro especies, cuyo reconocimiento ha
presentado dificultades por falta de descripciones más completas
que faciliten su ubicación.
G. maculatus, descrito por Tschudi (1846) dentro del género
Opbidium, fue incluido en Genypterus por Philippi (1857), consi-
derándolo como una especie nueva: G. nigricans; algunos años más
tarde, Regan (1903) lo reconoce en su posición sistemática correcta,
siendo, sin embargo, confundido posteriormente por Delfin (1903)
con G. chilensis y Yáñez (1955) con G. blacodes.
Publicaciones posteriores de Fowler (1941), De Buen (1953),
Mann (1954) y Yáñez (1955), mantienen el criterio de Regan y
las referencias que hacen consideran características morfológicas
externas y distribución geográficas.
G. chilensis, descrito como Conmger por Guichenot (1848) en
base a un dibujo, corresponde al Genetipo de Ginther y es bien
identificado por Vaillant (1888), Abbott (1899), Delfin (1899),
Presentado al Tercer Congreso Latinoamericano de Zoología
Santiago 1965
184 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
Regan (1903), Gotschlich (1913), Norman (1937), Fowler (1941),
Mann (1954), y De Buen (1959), sin embargo, el mismo Gúnther
en Vol. II del Catálogo del Museo Británico, lo reconoce como
G. blacodes, provocando confusión en los trabajos de Delfin (1903)
y Thompson (1916).
G. blacodes es descrito por Schneider (1801) como Opbidiun
siendo colocado en su posición sistemática actual por Schmeltz (1866).
Trabajos posteriores de Delfin (1899), Porter (1909), Fowler
(1941) aceptan la posición de Schmeltz. Sin embargo Reed (1961)
lo denomina como G. reedí n. sp. aunque no lo describe.
Publicaciones más recientes de Rose (1961), Robins (1962),
Cohen (1964), Svetovidov (1964), se refieren a la familia Ophidii-
dae sin tratar particularmente al género Genypterus.
Habiendo dispuesto en el Laboratorio de Zoología de la Uni-
versidad Católica de Valparaíso de estas especies de Genypterus, se
hace un estudio osteológico, queriendo contribuir al mejor conoci-
miento de ellas, posibilitar una mayor comprensión de las relaciones
filogenéticas y encontrar caracteres más estables que faciliten su
ubicación.
Agradecemos al señor S. Navarrete, Director del Instituto de
Investigaciones de la Universidad Católica de Valparaíso y a todas
aquellas personas que de alguna forma colaboraron en este trabajo.
MATERIALES Y METODOS
1.—Materiales:
Se dispuso de cinco ejemplares de G. chilensis colectados en
Quintay, Los Farellones, Valparaíso (2) y San Antonio; cinco ejem-
plares de G. rmaculatus de San Antonio; y cuatro ejemplares de
G. blacodes de San Antonio, los cuales fueron considerados en las
descripciones.
11.—Métodos:
Se tomaron las medidas de un ejemplar respecto a: longitud
total (LT), standard (LST), cabeza (LC), occipital (OC), hocico
(LH), mandíbula superior (LM), interorbital (IO), ancho del ojo
(AO), postorbital (PO), predorsal (LPD), aleta dorsal (LAD), ale-
ta pectoral (LAP), base de la pectoral (AAP), y los datos merísticos
siguientes: rayos dorsal (D), rayos anal (A), rayos caudal (C), y
Toro, H. y Dazarola, G. OSTEOLOGIA GENERO GENYPTERUS 185
branquespinas (R), (según Lagler, 1947). Estos datos se anotan al
comienzo de cada descripción conservando los números o letras seña-
lados entre paréntesis.
Para la obtención de los huesos, los ejemplares se sometieron
a cocción dutante 10 minutos. En la extracción de la musculatura
fueron lavados y frotados con un cepillo; para blanquearlos se colo-
caron en agua oxigenada de 10 volúmenes por 20 minutos. La colum-
na vertebral se conservó en formalina al 7%.
Se procedió a medir los huesos con un vernier de exactitud
hasta 0,1 mm. Se enumeraron de 101 adelante, dejando la numera-
ción de 1 a 100 para las características externas.
Se adoptó esta numeración considerando que así una compa-
ración con otras especies u otros grupos se facilita enormemente.
> En la numeración de los huesos de igual nombre se agregó un
número romano que indica su secuencia.
En el estudio de la columna vertebral se indica el número de
vértebras y se numera:
a) la primera, considerada como Atlas (Clothier, 1950); b) las
precaudales; c) las caudales, y d) el urostilo.
La descripción de costillas incluye las correspondientes a las
vértebras precaudales numeradas; en pterigioforos y actinostos se
hace sólo con un elemento.
Sólo en el estudio de G. chilensis se hace la descripción general
de los huesos; los caracteres específicos diferenciales más conspicuos
se señalan a continuación, identificados con letras y sólo éstos son
anotados en el estudio de las otras especies.
GENYPTERUS CHILENSIS, GUICHENOT, 1848
iS 7 SE = 0 MS == AE. E. == Je:
LE == 05 EME SO IO == 27 AOL) MOS
LPD = 242; LAD = 598; LAP = 100; AAP = 47.
(DIM A OZ O O
OSTEOLOGIA. —
101 Supraetbimoides: osificación media impar, dorsal, angular con
rama horizontal larga, de superficie plana y ancha, rama verti-
cal corta y angosta, y una lámina lateral triangular a cada lado
en el vértice uniendo las dos ramas.
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ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL NY” 2, 1969
a) Borde anterior de la rama horizontal recto.
Hypethmoides: no observado.
Vomer: hueso impar, claviforme, extremo anterior ensanchado
provisto de dientes en la cara ventral, cara externa con fosas
cónicas, cara dorsal excavada en surco, limitada anteriormente
por una lámina corta. Extremo posterior en espina plana.
a) Fosa cónica sin tabique. b) Borde ventral de extremo ante-
rior profundamente escotado.
Prefrontal: par endocondral, claviforme, en vista interna con
una expansión dorsal asimétrica prolongada hacia atrás en espi-
na y hacia afuera por una gruesa lámina dorsal, con un foramen
para el nervio olfatorio y la arteria órbitonasal, precedido de una
cresta longitudinal.
a) Lámina dorsal de superficie plana. b) Borde lateral de la
lámina recto. c) Cresta longitudinal aguda.
Frontal: hueso par, dérmico, laminar triangular muy alargado
de bordes irregulares. Cara superior con surco longitudinal. In-
timamente unido con el Pterosphenoides.
Prterosphenoides: hueso endocondral, par, triangular, lado ante-
rior oblicuo, lado posterior en ángulo recto con el Frontal.
a) Borde anterior recto.
Orbitosphenoides: no observado.
Parasphenoides: hueso membranoso, aquillado, largo y angosto.
Extremo posterior agudo de contornos no bien definidos. Ex-
tremo anterior laminar. Región media dorsal con expansiones
aliformes que determinan amplia escotadura.
a) Larga más o menos cinco veces el ancho (110:20).
Basisphenoides: osificación media, laminar en forma de “U”,
íntimamente unida al parasphenoides.
a) Borde anterior marcadamente escotado.
Nasal: laminar, casi triangular, alargado en sentido ánteropos-
terior, superficie dorsal con un surco longitudinal limitado por
dos crestas.
a) Surco longitudinal recto. b) Cresta interna larga, mayor que
la mitad de la longitud total.
Sphenotico: hueso par, irregular, con superficie dorsal aplanada,
fosa articular posterior externa profunda para el hiomandibular,
con expansión dorsal corta y ancha. Carilla articular bajo la
fosa para el proótico. Expansión ventral laminar por detrás de
la carilla, recurvada hacia atrás en el extremo.
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Proótico: hueso endocondral, laminar, elipsoide, de bordes irre-
gulares. Perforado por dos forámenes separados por una barra.
Cara interna con dos crestas en forma de “X”, que determinan
tres fosas: dorsal, inferior y posterior.
a) Foramen anterior parcialmente dividido en dos por espina
fina.
Opistótico: laminar, elipsoide, de concavidad externa.
a) Con una cresta longitudinal en la cara externa.
Epiótico: piramidal, de bordes basales irregulares. Apice recur-
vado.
Pterótico: hueso angular en vista dorsal con vértice interno
redondeado. Superficie dorsal con un surco longitudinal. Rama
transversal corta terminada en punta. Superficie ventral pro-
longada a nivel del vértice en una lámina vertical que sigue el
eje longitudinal.
Parietal: hueso plano, triangular, de vértice anterior truncado.
a) Tres veces más largo que su anchura máxima (33:11).
Supraoccipital: hueso impar, cruciforme en vista dorsal, con
rama anterior ancha de superficie casi plana, posterior angosta,
prolongada hacia abajo, a cada lado, por una lámina delgada;
ramas laterales cortas, divergentes hacia atrás unidas a la ante-
rior por una láámina horizontal y a las láminas posteriores por
otras verticales.
a) Rama posterior con una cresta longitudinal. b) Apice de las
ramas laterales con una cresta aguda.
Exoccipital: laminar, de aspecto triangular en vista lateral, en
el vértice posterior una fosa articular para el atlas, borde infe-
rior recurvado hacia afuera en ángulo recto y reflejado sobre
sí mismo, sobrepasando la lámina vertical.
a) Sin surco en la cara externa vecino al reborde. b) Margen
externo de la fosa articular con reborde romo. c) Forámenes
de la lámina reflejada no abiertos en una fosa.
Basioccipital: hueso espatulado de bordes irregulares, con fuerte
concavidad dorsal anterior. Extremo posterior subcilíndrico con
fosa articular para el atlas. Línea media dorsal elevada en cresta
con proceso espiniforme en el tercio posterior. Superficie ventral
con un surco longitudinal medio.
a) Fosa articular en forma de “8”. b) Surco longitudinal me-
dio ventral angosto. c) Area lateral del extremo posterior con
depresión ovalada, sin protuberancia media.
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ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N' 2, 1969
Lagrimal: laminar, de aspecto rectangular alargado. Agudo en
la región anterior. Mitad anterior del borde dorsal replegado
sobre la cara externa con una fosa articular pequeña para el
prefrontal.
Suborbital: no observado.
Supraorbital: mo observado.
Dermosphenótico: no observado.
Postfrontal: hueso laminar rectangular, más largo que ancho,
con borde interno y anterior replegado sobre la cara externa.
Mitad externa levantada oblicuamente determinando un surco
en forma de “Y”, con ramas anteriores separadas por el replie-
gue del borde anterior. Cara ventral convexa.
a) Extremo posterior agudo.
b) Rama posterior del surco angosta.
c) Repliegue anterior con un surco dorsal.
d) Borde anterior con dos protuberancias redondeadas.
Infraorbital: laminar, delgado, rectangular, extremo anterior
oblicuo, posterior redondeado, borde dorsal con reborde reple-
gado sobre la cara externa.
a) Ancho aproximadamente Y4 del largo (5,7:24,4).
b) Ancho del reborde menor que la mitad del ancho del hueso.
c) Extremos no agudos.
I Postorbital I: laminar, delgado, de forma rectangular ligera-
mente recurvado, borde anterior se repliega sobre la cara ex-
terna.
a) Ancho del reborde más de la mitad del ancho del hueso
(5,4:4,0).
IT Postorbital: hueso laminar, delgado, rectangular con una
proyección anterior ancha, borde anterior doblado sobre la cara
externa, borde posterior con una expansión laminar posterior.
a) Largo aproximadamente dos veces el ancho (29,0:13,3).
b) Borde posterior recto con una profunda escotadura.
c) Borde inferior se prolonga posteriormente en una lámina
tan larga como el borde superior.
Maxila: hueso algo aplanado, curvo, con media torsión en torno
al eje longitudinal. Tercio anterior ensanchado formando articu-
lación doble. Tercio posterior aplanado. Borde ventral en la
región anterior con un surco longitudinal. Cara externa con un
surco en el tercio anterior. Cara interna con una fosa.
a) Fosa de la cara interna en forma de “V” angosta.
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b) Surco longitudinal anterior ventral marcado.
c) Borde dorsal antes de la articulación de la supramaxila, liso.
Premaxila: hueso par, largo y curvado, de sección triangular.
Región ántero-dorsal con una cresta triangular seguida hacia
atrás por una protuberancia. Borde ventral provisto de dientes
cónicos. Borde dorsal en el tercio posterior con una expansión
laminar triangular.
a) Distancia del borde posterior de la expansión triangular has-
ta el extremo posterior menos de la quinta parte del largo
(55,0:12,0).
b) Ancho de la lámina triangular anterior menos de una vez y
media en la altura (10,8:15,4).
c) Altura del proceso dorsal aproximadamente 1/5 del largo
total (10:55).
d) Cara externa del proceso dorsal sin foramen en la base.
Supramaxila: hueso plano, semicircular, borde superior con ex-
pansión corta, redondeada. Borde inferior recto.
a) Largo casi tres veces el ancho (24,9:8,6).
b) Borde ventral con ondulaciones poco marcadas.
c) Extremo anterior agudo y alargado.
d) Cara interna sin excavación ancha.
Dentario: hueso par, en forma de “V”, los vértices forman sín-
fisis anterior. Región posterior hueca para inserción del angular.
Borde superior con dientes cónicos, grandes y otros finos y
cortos.
a) Angulo ventral distal de la rama mandibular recto.
b) Borde ventral en el tercio anterior con reborde laminar.
c) Distancia desde la sínfisis hasta el foramen de la cara exter-
na más de 1/6 en el largo total (74,5:12,5).
Angular: Segundo hueso de la mandíbula inferior, no dentado,
extremo anterior en forma de cuña. Extremo posterior ensan-
chado con cara articular para el cuadrado. Cara interna con
surco longitudinal hacia el lado ventral y con una fosa en la
región media; cara externa con una fosa a la altura de la super-
ficie articular.
a) Ancho del hueso más de 1/3 del largo (67,4:23,5).
b) Depresión transversa semicircular.
c) Distancia de la fosa externa hasta el extremo anterior me-
nos de la mitad del ancho máximo (50,5:23,5).
d) Fosa interna sin reborde laminar.
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ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N? 2, 1969
Retroarticular: no observado.
Cartílago de Meckel: no observado.
Coromeckelio: hueso plano triangular, con vértice anterior, cara
interna con un engrosamiento cónico.
a) Largo más de dos veces el ancho (21,0:9,0).
b) Borde posterior rectangular.
c) Cara externa hacia el margen ventral con reborde que
determina surco longitudinal.
Hiomandibular: endocondral, laminar, triangular, de vértice an-
terior, bordes casi rectos. Con un espesamiento posterior en
forma de “Y”, con extremos que sobresalen de la lámina como
superficies articulares. En el borde medio de la osificación un
foramen para la rama del facial. Borde posterior escotado deter-
minando una apófisis dorsal y otra posterior unidas por una
lámina.
a) Foramen de la cara externa parcialmente cubierto por una
lámina.
b) Lámina entre las apófisis dorsal y posterior casi tan larga
como ancha (13,0:14,0).
c) Distancia entre el borde de la lámina del foramen externo
hasta la escotadura posterior igual a 1/6 del largo (67,7:
IN
Metepterigoídeo: endocondral, laminar, triangular, vértice ante-
rior, bordes irregulares.
a) Angulo anterior agudo.
+ 138 Mesepterigoideo + Ectepterigoideo: hueso de forma
triangular, borde posterior irregular, inferior engrosado en for-
ma de “S” y dorsal laminar, casi recto.
Cuadrado: endocondral, triangular, vértice articular para el an-
gular, borde dorsal recto, borde posterior ancho, engrosado y
prolongado dorsalmente en una espina gruesa.
a) Ancho de la articulación del vértice igual a menos de la
mitad del borde dorsal (20,4:9,0).
b) Parte interna de la articulación del vértice no prolongada
lateralmente.
c) Cara externa al nivel de la articulación del vértice con un
solevantamiento poco notable.
Palatocuadrado: no observado.
Simplético: endocondral, agudo, mitad dorsal del borde anterior
con ensanchamiento laminar.
Toro,
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H. y Dazarola, G. OSTEOLOGIA GENERO GENYPTERUS 191
a) Ancho de la articulación dorsal menos de 1/4 del largo
(34,2:7,5).
b) Cara interna con surco no bien delimitado.
c) Borde posterior convexo.
Palatino: hueso en forma de cuña, borde inferior con doble
corrida de dientes, la externa fuertes y cónicos, cortos y finos
los otros. Borde anterior, en región superior, con surco trans-
versal articular, región media con apófisis gruesa.
a) Ancho menos de la mitad del largo (41,2:15,8).
b) Longitud de la apófisis anterior más de una vez y media la
altura del proceso dorsal de la premaxila.
c) Apófisis anterior recorrida totalmente por surco longitu-
dinal.
Interhyal: hueso corto, rectangular, borde anterior con expan-
sión laminar, extremos con fosas articulares.
Ceratohyal: endocondral, plano, grueso, rectangular con una
prolongación ancha y con una excavación dorsal longitudinal.
Cara externa excavada.
a) Borde dorsal liso.
b) Excavación externa no determina fosa.
c) Borde ventral posterior en ángulo casi recto.
d) Borde ventral en la mitad anterior con dos láminas redon-
deadas que determinan una escotadura media,
Epibyal: endocondral, triangular, plano y grueso. Borde ante-
terior ancho, extremo posterior angular con fosa articular.
a) Borde dorsal con ondulaciones suaves.
b) Cara externa en región de la articulación sin excavación.
c) Extremo posterior se angosta gradualmente.
Hipobyal: par de huesos endocondrales cónicos, unidos por la
base.
El superior con un proceso espinoso en la región dorsal ante-
rior. El inferior con cara interna biselada, borde ventral con una
espina corta en dirección posterior.
a) Proceso dorsal con inclinación posterior.
b) Espina ventral casi totalmente libre del cuerpo del hueso.
c) Cara biselada sin solevantamiento.
Basihyal: osificación media, rectangular, cara superior convexa.
a) Bordes cóncavos.
b) Extremo anterior redondeado.
c) Cara ventral excavada, sin fosa.
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ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
Urohyal: hueso impar, membranoso, formado por dos láminas
unidas en ángulo por la región dorsal, extremo anterior engro-
sado.
a) Región dorsal, en su tercio anterior, lisa.
b) Bordes posteriores de las láminas, irregulares.
c) Bordes ventrales angulares.
d) Extremo anterior engrosado y liso.
I Branquiostegal: hueso laminar, largo, con un ensanchamiento
lateral medio, extremo distal agudo, proximal redondeado.
a) Ancho de la zona media 1/8 del largo (69,9:8,6).
II Plano, recurvado, extremo distal agudo.
a) Ancho del extremo proximal menos de 1/6 del largo (65,0:
914).
b) Cara externa del tercio proximal con un surco longitudinal.
111 Hueso plano, recurvado, extremo distal agudo.
a) Ancho de la zona media más o menos 1/21 del largo (62,5:
2,8).
IV Hueso plano, recurvado, extremo distal agudo, proximal
con expansión laminar.
a) Ancho de la zona media aproximadamente 1/23 del largo
largo (56,4:2,4).
b) Lámina proximal triangular.
V Hueso plano, recurvado, extremo distal agudo, proximal re-
dondeado, tercio ventral proximal con expansión laminar.
a) Ancho de la zona media 1/20 del largo (53,0:2,5).
b) Expansión laminar poco desarrollada.
VI Plano, recurvado y largo, extremo distal agudo, proximal
redondeado, tercio anterior ventral con expansión laminar.
a) Ancho región media 1/20 del largo (51,8:2,4).
b) Expansión laminar triangular, menor que el ancho del hueso.
VII Plano, largo y recurvado, extremo distal agudo, proximal
incurvado hacia arriba, tercio anterior ventral con expansión
laminar.
a) Expansión laminar triangular de altura igual a dos veces el
veces el ancho de la zona media.
TERCER ARCO BRANQUIAL:
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I Hipobranquial: hueso rectangular con sección triangular, ca-
Toro,
¡yl
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H. y Dazarola, G. OSTEOLOGIA GENERO GENYPTERUS 193
ra lateral externa con una expansión laminar, extremo inferior
ensanchado.
a) Ancho de la lámina menos de 1/8 del largo (31,8:3,7).
1 Ceratobranquial: hueso largo, recurvado, de sección triangu-
lar, con un surco profundo en la cara posterior.
a) Ancho de la zona media aproximadamente 1/16 del largo
(48,7:3,7).
I Epibranquial: hueso rectangular, grueso, borde posterior con
una expansión laminar.
a) Cara externa con un surco profundo.
I Faringobranquial: laminar, pequeño, de forma trapezoidal.
CUARTO ARCO BRANQUIAL:
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154
II Hueso corto, de sección triangular, extremo inferior ensan-
chado, borde posterior prolongado en lámina.
TIT Largo, recurvado, con sección triangular, cara posterior con
un surco profundo.
II Hueso triangular, grueso, de borde posterior con un pro-
ceso triangular. Con una placa faríngea en el borde anterior.
a) Placa faríngea no llega a extremo ventral. b) Proceso poste-
terior no llega al extremo dorsal. c) Bordes del proceso trian-
gular rectos.
111 Reemplazado por 154-1.
1 Placa faríngea: placa angular dentada en cara superior.
QUINTO ARCO BRANQUIAL:
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¡Ej
154
111 Hueso corto, en forma de “P”, cara posterior con un re-
borde laminar que determina un surco.
a) Reborde triangular bien desarrollado. b) Borde interno de
la cara posterior casi recto.
III Largo, recurvado, sección triangular, con un surco en la
cara posterior.
I11 Corto, casi plano, en forma de “S” alargada, extremo infe-
rior ensanchado, borde anterior con una placa faríngea.
a) Placa no alcanza al extremo ventral. b) Largo de la placa
aproximadamente cinco veces el ancho (10,7:2,3).
TII No presente.
II Laminar, triangular, superficie superior con dos placas den-
tadas desiguales.
194
ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
a) Ancho del hueso más de la mitad del largo (19,8:10,5).
b) Ancho de la placa mayor menos de la mitad del largo
(10,3:4,3).
SEXTO ARCO BRANQUIAL:
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153
IV No presente.
IV Hueso largo, recurvado, de sección triangular, cara poste-
rior con un surco longitudinal, tercio inferior con expansión
laminar, tercio medio con estrangulación.
a) Ancho de la zona media menos de 1/5 de la distancia desde
la estrangulación hasta el extremo más próximo (19,8:3,6).
b) Borde posterior en la región de la estrangulación, liso.
c) Ancho máximo del hueso menos de 1/7 del largo (51,4:
6,7).
IV Corto, semiaplanado, en forma de “L”.
IV _No presente.
SEPTIMO ARCO BRANQUIAL:
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V No presente.
V Hueso plano, recurvado, borde anterior con placa faríngea.
a) Borde posterior liso. b) Distancia de la placa hasta el ex-
tremo superior menor que el ancho del hueso en la zona
media (4,4:3,5).
V No presente.
V No presente.
TIT No presente.
Basibranquial: hueso impar, de forma rectangular irregular.
Extremo anterior dorsal engrosado, tercio anterior y medio con
fosas articulares para los hipobranquial=s, tercio posterior liso.
Cara dorsal con placa dentada.
a) Distancia de la placa hasta el extremo posterior igual a
2/3 del largo de la placa. b) Extremo anterior dorsal protu-
berante. c) Altura del hueso en la zona media más de 1/5 en
la distancia placa-extremo posterior (15,0:3,3).
Opercular: hueso dérmico, triangular, con borde posterior esco-
tado, superior engrosado y prolongado en una espina, inferior
recto engrosado. Vértice con fosa articular para el hiomandi-
bular en la cara interna, por encima de la fosa una expansión
Toro,
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H. y Dazarola, G. OSTEOLOGIA GENERO GENYPTERUS 195
delgada prolongada hacia atrás por una lámina hacia el extremo
adelgazada.
a) Fosa articular no ensanchada con reborde laminar. b) Ex-
pansión sobre la fosa semicircular con ancho igual a más de la
mitad del largo (16,4:0,9). c) Borde inferior engrosado. d) Bor-
de posterior escotado.
Preopercular: hueso aplanado en forma de “L”, más ensanchado
un poco por abajo del ángulo. Brazo vertical más largo que el
oblicuo. Cara externa con un reborde medio que forma un canal
posterior. Cara interna, en región angular, con fosa articular.
a) Reborde de la cara externa, angosto, no recurvado hacia
adelante. b) Borde anterior a la altura del ángulo, redondeado.
Intero percular: hueso dérmico, laminar, en forma de “L”. Ra-
ma horizontal se prolonga en una lámina casi membranosa.
a) Extremo superior redondeado. b) Ancho de la región an-
gular igual a 2/3 del largo del brazo vertical (20,2:30,8).
c) Angulo interno con vértice agudo. d) Angulo anterior agudo
y corto.
Subopercular: dérmico, laminar, trapezoidal, con un proceso
articular bien marcado en el ángulo dorsal anterior interno.
Borde posterior cóncavo, ángulo posterior escotado. Borde an-
terior casí recto.
a) Ancho menos de la mitad del largo (38,0:18,6). b) Borde
anterior sin surco. c) Angulo posterior con una escotadura en
“VW” fuertemente marcada. d) Borde dorsal casi recto, eleván-
dose en la región posterior.
Postemporal: hueso en forma de “V”, con rama posterior más
larga; las dos incurvadas hacia adelante. Con una cresta media
en la base. Cara interna de la base, biselada y articular para
el supracleithrum. Rama posterior con cresta corta en la mitad
inferior.
a) Cresta de la rama posterior se continúa en la superficie de
la rama. b) Cresta de la base determina un surco profundo y
oblicuo. c) Borde posterior de la cresta posterior, convexo, sin
escotadura. d) Cara posterior a nivel del ángulo interno, con
fosa.
Supracleithrum: hueso fusiforme, con expansión laminar de
grosor decreciente en el borde posterior. Tercio superior del
borde posterior con proceso laminar divergente. Extremo poste-
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ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
rior biselado con cara articular; cara interna con surco longítu-
dinal. Borde inferior de la zona biselada, con una fosa.
a) Longitud casi seis veces el ancho máximo (43,8:7,5).
b) Con fosa profunda en la región biselada.
Postcleithrum: No presente.
Cleitbrusm: hueso membranoso, plano y ancho, en forma de “L”
horizontal. La rama más larga se ensancha en una lámina de
borde liso, con una depresión en la cara externa, limitada en
su borde dorsal y posterior por un engrosamiento elevado brus-
camente sobre ella, en el ángulo posterior excavado en fosa.
Anteriormente se prolonga en un proceso fino y aplanado casi
de igual largo que el brazo. La rama perpendicular más gruesa,
aguda en el ápice, prolongada hacia atrás en una lámina trian-
gular en su cara interna. Cara externa prolongada por un rebor-
de delgado. Entre el reborde y la lámina una cresta longitudinal
que se continúa hasta el ángulo, engrosándolo.
a) Engrosamiento dorsal de la cara interna de la rama más
larga, aproximadamente 1/7 del ancho máximo de la rama
(19,5:2,8). b) Fosa del ángulo posterior, ancha y limitada por
rebordes engrosados. c) Largo de la rama vertical igual a casi
siete veces el ancho (59,5:8,6). d) Reborde de la cara externa
mediano. e) Cresta longitudinal aguda. £) Borde ventral de la
lámina triangular suavemente escotada.
Escápula: hueso plano, rectangular, borde posterior escotado,
inferior recto, anterior con una escotadura superior profunda.
Foramen cerca del borde anterior, borde superior redondeado.
a) Ancho de la escotadura superior del borde anterior, menos
de 1/3 del largo (18,4:5,4). b) Escotadura posterior en forma
de “V” profunda. c) Largo del foramen menos de 1/6 del
ancho del hueso (17,4%2,8).
Mesocoracoides: No presente.
Coracoides: laminar, trapezoidal, región ventral triangular. Bor-
de anterior en su tercio superior, con escotadura profunda.
Tercio medio con proceso articular ancho.
a) Una vez y media más largo que ancho (33,3:21,2). b) Es-
cotadura anterior de profundidad menor a 1/5 del ancho del
hueso (21,2:4,1). c) Borde anterior sin surco. d) Borde infe-
rior triangular, agudo.
Toro,
167
H. y Dazarola, G. OSTEOLOGIA GENERO GENYPTERUS 197
Atlas: vértebra de forma trapezoidal, con superficie anterior y
dorsal con caras articulares. Árco neural separado, con espina
corta.
a) Cara articular anterior en forma de “8”. b) Cara articular
dorsal con estrangulación media. c) Cara dorsal con dos fosas
articulares par el arco neural, no bien marcadas. d) Extremo
distal del arco neural agudo.
VERTEBRAS PRECAUDALES: 18.
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169
I Vértebra con cuerpo bien desarrollado, sin arco hemal, arco
neural inclinado posteriormente.
a) Cuerpo ovalado. b) Paredes internas del arco neural cón-
cavas. Cc) Caras laterales del arco neural con foramen pequeño.
d) Borde lateral del arco neural sin surco. e) Longitud de la
vértebra más de tres veces y media en el ancho (23,5:6,3).
11 Con cuerpo bien desarrollado, sin surco hemal, arco neural
inclinado posteriormente.
a) Longitud menor a la mitad de su anchura (16,8:7,6). b) Fo-
sa lateral del cuerpo se prolonga en una lámina angosta. c) Cuer-
po de sección ovalada.
III Cuerpo bien desarrollado, sin arco hemal, neural con incli-
nación posterior, cara dorsal con una fosa.
a) Espina neural sin reborde. b) Fosa dorsal longitudinal.
IV Cuerpo bien desarrollado, sin arco hemal, neural con incli-
nación posterior.
a) Alto interno del arco neural menos de 1/3 del alto total
del arco (32,7:9,4).
V Cuerpo bien desarrollado con pleuroapófisis formadas por
láminas de distinto ancho.
a) Lámina inferior de la pleuroapófisis más de dos veces más
ancha que la lámina superior (11,2:4,2). b) Extremo de la
pleuroapófisis no engrosado. c) Borde anterior del arco neural
en región proximal, sin lámina.
Primera vértebra caudal: cuerpo bien desarrollado, con arcos
neural y hemal reclinados, región dorsal con fosa, cara lateral
con fosa amplia, prezigapófisis desarrolladas.
a) Fosa dorsal no dividida. b) Fosa lateral dividida en celdillas.
c) Prezigapófisis ensanchada. d) Borde anterior del arco hemal
con un surco fino.
ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
198
170 Urostilo: extremo de la columna vertebral, formada por dos
vértebras unidas y aplanadas formando dos paletas (hipurales).
a) Hipurales unidos. b) Hipural superior más o menos tres
veces más ancho que el inferior.
171 1 Costilla: hueso plano, de convexidad dorsal. Extremo proxi-
mal agudo y distal ensanchado.
a) Extremo distal con un reborde. b) Extremo distal oblicuo.
c) Superficie posterior lisa.
171 11 Hueso semicilíndrico, de convexidad dorsal, extremos pro-
ximal y distal agudos.
a) Semicilíndrico a todo el largo.
171 111 Hueso plano de convexidad dorsal, extremo proximal có-
nico y. distal agudo. Tercio anterior del hueso con expansión
posterior de convexidad dorsal, que disminuye gradualmente
de ancho.
a) Lámina no se prolonga hasta el tercio distal.
171 IV Largo, fino, de convexidad dorsal, extremos agudos.
a) Sección cilíndrica o subcilíndrica.
171 V Largo, plano, de convexidad dorsal, extremos agudos.
ACTINOSTOS:
172 1 Huesos laminares planos, de forma de triángulo truncado,
con una leve estrangulación en la zona media. Bordes anterior
redondado y posterior recto.
172 II Semejante a 172-1.
172 III Semejante a 172-1.
172 IV Laminar plano, de forma de triángulo truncado, borde infe-
rior con expansión laminar triangular.
173 Pterigioforo pectoral: hueso largo y fino, subcilíndrico, con una
expansión dorsal triangular en extremo proximal.
174 Basipterigio: hueso par, laminar, de forma triangular, con ex-
tremo superior delgado, región inferior con un foramen. Borde
posterior con una expansión laminar.
a) Expansión laminar triangular de base angosta y extremo
agudo. b) Foramen abierto en región inferior.
175 Pterigioforo pélvico: hueso largo, fino, subcilíndrico, con una
expansión laminar pequeña en forma de “V” en extremo pro-
ximal.
176 1 Pterigioforo dorsal: hueso pequeño de forma triangular.
Toro,
H. y Dazarola, G. OSTEOLOGIA GENERO GENYPTERUS 199
176 11 Hueso largo, fino, cilíndrico, ensanchado distalmente.
177 Pterigioforo anal: igual que los dorsales.
GENYPTERUS MACULATUS, TSCHUDI, 1846
LT
LH
LEDS DISALAD= MIS LAR = OS ANA PIEZA 0)
(D) 118; (A) 98; (€) 9; (B) 7; (R) 4+10.
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a) Borde anterior de la rama horizontal con una escotadura
pequeña.
No observado.
a) Fosa cónica sin tabique. b) Borde ventral del extremo an-
terior suavemente escotado.
a) Lámina dorsal de superficie plana. b) Borde lateral de la
lámina ligeramente cóncavo. c) Cresta longitudinal redondeada.
Semejante a G. chilensis.
a) Borde anterior recto.
No observado.
a) Longitud más de seis veces el ancho (14,5:99).
a) Borde anterior ligeramente escotado.
a) Surco longitudinal recto. b) Cresta interna aproximadamente
la mitad de la longitud total.
Semejante a G. chilensis.
Foramen anterior no dividido.
Sin cresta longitudinal en la cara externa.
Semejante a G. chilensis.
Semejante a G. chilensis.
a) Menos de tres veces más largo que su anchura máxima
(28:11).
a) Rama posterior con un surco longitudinal, b) Apices de las
ramas laterales sin cresta aguda.
a) Con una cresta laminar en la cara externa vecina al borde.
b) Margen externo de la fosa articular sin reborde. c) Foráme-
nes de la lámina reflejada no abierto en una fosa.
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ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
a) Fosa articular casi cuadrada. b) Surco longitudinal medio
ventral ancho. c) Area lateral del extremo posterior con depre-
sión ovalada con una lámina transversal media.
Semejante a G. chilensis.
No observado.
No observado.
No observado.
a) Extremo posterior redondeado. b) Rama posterior del surco
medianamente angosta. c) Repliegue anterior sin surco dorsal.
d) Borde anterior con tres protuberancias agudas.
a) Ancho aproximadamente 1/6 del largo (3,3:22,3). b) An-
cho del reborde menor que la mitad del ancho del hueso.
c) Extremos agudos.
I Menos de la mitad (6,5:3,2).
II a) Largo aproximadamente dos veces el ancho (22,4:10,5).
b) Borde posterior casi recto sin escotadura.
c) Borde inferior se prolonga posteriormente en una lámina
más corta que el borde superior.
a) Fosa de la cara interna en forma de “V” angosta. b) Surco
longitudinal anterior ventral, marcado. c) Borde dorsal antes
de la articulación de la supramaxila, liso.
a) Distancia del borde posterior de la expansión triangular
más o menos 1/8 de su altura (6,3:52,8). b) Más de una vez
y media (12,9:7,8). c) Altura del proceso dorsal menos de un
tercio del largo total (18,4:52,8). d) Cara externa del proceso
dorsal sin foramen en la base.
a) Largo aproximadamente una vez y media la anchura (12,3:
7,5). b) Borde ventral convexo. c) Extremo anterior ensan-
chado y corto. d) Cara interna con excavación ancha.
a) Angulo ventral distal de la rama mandibular agudo. b) Bor-
de ventral en el tercio anterior con reborde muy angosto.
c) Más de 1/4.
a) Mitad del largo (57,0:28,5). b) Depresión transversa semi-
circular. c) Aproximadamente 1/3 (43,0:28,5). d) Con rebor-
de poco marcado.
No observado.
No observado.
a) Largo más de dos veces el ancho (18,5:7,0). b) Redondea-
do. c) Sin reborde ni surco.
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H. y Dazarola, G. OSTEOLOGIA GENERO GENYPTERUS 201
a) Parcialmente cubierto. b) Más o menos dos veces más
larga que ancha (6,5:3,3). c) Menos de 1/4 del largo.
a) Menos de la mitad del borde dorsal (18,8:8,6). b) Parte
interna de la articulación del vértice no prolongada lateralmente.
c) Cara externa a nivel de la articulación del vértice con un
solevantamiento poco notable.
+ 138 Semejante a G. chilensis.
a) Igual a 2/3 de borde dorsal (22:142). b) No prolongada.
c) Notable.
No observado.
a) Más de 1/4 (33,0:9,6). b) Bien delimitado. c) Casi recto.
a) Ancho menos de la mitad del largo (36,0:14,9). b) Más o
menos 3/4. c) Sólo en mitad anterior.
Semejante a G. chilensis.
a) Borde dorsal liso. b) Excavación externa no determina fosa.
c) Redondeado. d) Láminas rectas sin dejar escotadura.
a) Recto. b) Cara externa en región de la articulación sin
excavación. c) Se angosta bruscamente.
a) Vertical. b) Casi totalmente unido. c) Con solevantamiento.
a) Región dorsal en tercio anterior, lisa. b) Regulares. c) Bor-
des ventrales angulares. d) Con espina en dirección posterior.
a) Rectos. b) Agudo. c) No excavada.
a 1/15 (75:24:60) )
TI a) 1/8 (75,0:8,9). b) Sin surco.
III a) 1/37 (78,0:2,1).
IV a) 1/48 (72,9:1,5). b) Redondeada.
V a) 1/35 (72,0:1,9). b) No desarrollada.
VI a) 1/40 (65,9:1,5). b) Sin expansión.
VI a) Menos alta que el ancho.
I a) Más de 1/8 (32,0:4,3).
I a) 1/10 (49,0:5,0).
I a) Poco profundo.
I Semejante a G. chilensis.
II Semejante a G. chilensis.
II Semejante a G. chilensis.
II a) Llega al extremo ventral. b) Proceso posterior llega al
extremo dorsal. c) Bordes del proceso triangular cóncavos.
II Semejante a G. chilensis.
I Semejante a G. chilensis.
111 a) Poco desarrollado. b) Convexo.
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ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N?* 2, 1969
111 Semejante a G. chilensis.
III a) Alcanza la placa al extremo. b) Tres veces y media
(1160:3,07):
III No presente.
II a) Menos de la mitad (19,3:8,0). b) Más de la mitad
(9,4:5,4).
IV No presente.
IV a) Menos de 1/3 (18,5:4,8). b) Con proceso laminar fino.
c) Menos de 1/6 (47,5:7,5).
IV Semejante a G. chilensis.
IV No presente.
V No presente.
V a)Con reborde laminar. b) Igual a la mitad (4,8:2,4).
V No presente.
V No presente.
IIT No presente.
a) Casi igual al largo de la placa. b) No protuberante. c) Apro-
ximadamente 1/3 (11,5:3,8).
a) Fosa articular no ensanchada, con reborde laminar. b) Se-
mielíptica, largo 2,5 veces el ancho (22,8:8,6). c) Borde infe-
rior engrosado. d) Medianamente escotado.
a) No bien delimitado. b) Recto.
a) Agudo. b) 3/4 (2,4:3,2). c) Redondeado. d) Redondeado
y alargado.
a) A más de la mitad (37,4:20,4). b) Con surco poco mar-
cado. c) Levemente marcada. d) Ligeramente convexo.
a) Cresta de la rama posterior se continúa en la superficie de
la rama. b) Cresta de la base determina un surco profundo y
oblicuo. c) Convexo con escotadura media. d) Cara posterior,
al nivel del ángulo interno, con concavidad larga.
a) Más o menos cuatro veces y media (41,4:9,1). b) Sin fosa.
No presente.
a) Menos de 1/6 (19,0:3,5). Angosta y limitada por rebordes
engrosados. c) Casi siete veces. d) Corto. e) Roma y engro-
sada. f) Profundamente escotada.
a) Aproximadamente 1/3 del largo. b) Poco profunda y abier-
ta. c) 1/13 del ancho (16,4:1,5).
165 No presente.
166
a) Una vez y media más largo que ancho (34,1:20,5). b) Me-
Toro, H..y Dazarola, G.. - OSTEOLOGIA ¡GENERO GENYPTERUS :203
167
nos de 1/6 (20,5:3,5). c) 2/3 inferiores con surco longitudi-
nal. d) Borde inferior triangular agudo.
a) Casi cuadrada. b) Sin estrangulación. c) Cara dorsal con
dos fosas articulares para el arco neural, no bien pesao d) No
afilado.
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I a) Circular. b) Paredes internas del arco neural arqueadas.
c) Caras laterales del arco neural con foramen pequeño. d) Bor-
de lateral del arco neural sin surco. e) Menos de tres veces
(20,5:7,2).
IT a) A más de la mitad (14,4:8,4). b) Fosa lateral del cuerpo
se prolonga en una lámina angosta. c) Circular.
III a) Espina neural sin reborde. b) Sin división longitudinal.
IV a) Más de 1/3 (33,0:11,3).
V a) Casi del mismo ancho (7,9:7,2). b) Extremos de la pleu-
roapófisis no engrosados. c) Borde anterior del arco neural en
región proximal, sin lámina.
a) Fosa dorsal no dividida. b) Fosa lateral dividida en celdi-
llas. c) Aguzadas. d) Borde anterior del arco hemal con surco
fino.
a) Hipurales unidos. b) Casi de igual ancho.
I a) Extremo distal sin reborde y con expansión laminar tan
ancha como 1/14 del largo (43,3). b) Extremo distal redon-
deado. c) Superficie posterior con surco longitudinal bien mar-
cado que determina una fosa en el tercio proximal.
II a) Aplanado en los dos tercios distales.
III a) No se prolonga hasta el tercio distal.
IV a) Sección cilíndrica o subcilíndrica.
V Semejante a G. chilensis.
I Semejante a G. chilensis.
11 Semejante a G. chilensis.
111 Semejante a G. chilensis.
IV Semejante a G. chilensis.
Semejante a G. chilensis.
a) Expansión laminar triangular de base ancha. b) Cerrado.
Semejante a G. chilensis.
I Semejante a G. chilensis.
II Semejante a G. chilensis.
Semejante a G. chilensis.
204
ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N?” 2, 1969
GENYPTERUS BLACODES
IO = 39 OC = 210; LC = 244; LT = 1045;
AO = 26; PO = 165; LAP = 95; AAP = 3);
EM*="100/C6.= 9; D:= 143; A-=-108; K-=14+43:
OSTEOLOGIA.—
101 Borde anterior de la rama horizontal convexa.
102 No observado.
103 a) Con tabique. b) Borde ventral del ext. art. suavemente
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escotado.
a) Lámina dorsal cóncava. b) Borde lateral de la lámina con-
vexo. c) Cresta longitudinal redondeada.
Semejante G. chilensis.
a) Borde anterior ondulado.
No observado.
a) Longitud más o menos 10 veces el ancho (14:142).
a) Borde anterior ligeramente escotado.
a) Surco longitudinal recto. b) Cresta interna menos de 1/4
de la longitud total.
Semejante a G. chilensis.
Foramen anterior parcialmente dividido en dos por una espina.
Sin cresta longitudinal en la cara externa.
Semejante a G. chilensis.
Semejante a G. chilensis.
Aproximadamente 4 veces más largo que su anchura máxima
(41:10,5).
a) Rama posterior de superficie lisa. b) Apice de las ramas
laterales sin una cresta aguda.
a) Con un surco ancho en la cara externa, vecino al reborde.
b) Margen externo de la fosa articular sin reborde. c) Forá-
menes de la lámina reflejada se abren en una fosa.
a) Fosa articular triangular truncada. b) Surco longitudinal
medio ventral angosto. c) Area lateral del extremo posterior
con una depresión ovalada con protuberancia media.
Semejante a G. chilensis.
121 No observado.
122 No observado.
123 No observado.
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H. y Dazarola, G. OSTEOLOGIA GENERO GENYPTERUS 205
a) Extremo posterior casi recto. b) Rama posterior del surco,
ancha. c) Repliegue anterior con un surco dorsal marcado.
d) Borde anterior con dos protuberancias agudas.
a) Ancho aproximadamente 1/6 del largo (5,0:31,5). b) An-
cho del reborde mayor que la mitad del ancho del hueso. c) Ex-
tremos agudos.
I a) Ancho del reborde más de la mitad del ancho del hueso
(4,0:6,9).
II a) Largo menor que dos veces el ancho (30,0:15,9). b) Bor-
de posterior ondulado ¿sin escotadura?. c) Borde inferior se
prolonga en una lámina más corta que el borde superior.
a) Fosa de la cara interna en forma de “V” de ángulo abierto.
b) Surco longitudinal anterior ventral no marcado. c) Borde
dorsal de la articulación antes de la supramaxila con elevación
triangular.
a) Más de 1/5 (67,0:13,6). b) Más de una vez y media
(15,3:12,2). c) Altura del proceso dorsal más de un sexto del
largo total (10,5:67). d) Cara externa del proceso dorsal con
foramen en la base.
a) Longitud casi dos veces y media la anchura (23,4:9,5).
b) Borde ventral convexo en mitad anterior y cóncavo en la
posterior. c) Extremo anterior ensanchado y corto. d) Cara
interna con excavación ancha.
a) Angulo ventral distal de la rama mandibular redondeado.
b) Borde ventral en el tercio anterior sin reborde. c) Menor
de 1/6.
a) Menos de 1/3 (80,4:26,0). b) Elíptica. c) Menos de la
mitad del ancho máximo (59,3:26,0). d) Con reborde mar-
cado.
No observado.
No observado.
a) Más de tres veces (28,5:9,0). b) Angular. c) Sin reborde
ni surco.
a) Totalmente cubierto. b) Más de dos veces y media (5,7:
14,5). c) Menos de 1/4 del largo.
a) Redondeado.
+ 138 Semejante a G. chilensis.
a) Más de la mitad (22,9:12,5). b) Prolongado. c) Notable.
No observado.
a) Menos de 1/6 (42,0:6,7). b) Sin surco. c) Casi recto.
206
142
143
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151
152
153
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150
151
152
ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N?” 2, 1969
a) Menos de 1/3 (55,0:17,6). b) Longitud de la apófisis an-
terior más de una vez y media la altura del proceso dorsal de
la premaxila. c) Sólo en mitad anterior.
Semejante a G. chilensis.
a) Con un surco longitudinal. b) Determina fosa. c) Redon-
deado. d) Lámina anterior triangular, posterior elíptica deter-
minando escotadura profunda.
a) Borde dorsal con ondulaciones suaves. b) Con excavación.
c) Extremo posterior se angosta gradualmente.
a) Inclinación anterior. b) Casi totalmente unido. c) Cara
biselada sin solevantamiento.
a) Con lámina delgada. b) Bordes posteriores de las láminas
irregulares. c) Redondeado. d) Extremo anterior engrosado
y liso.
a) Convexos. b) Extremo anterior redondeado. c) Excavada
con fosa.
I a) 1/10 (81,6:7,5).
Il a) 1/5 (79,8:5,0). b) Sin surco.
IIT a) Ancho de la zona media más o menos 1/21 del largo
WITEZE SIA
IV a) 1/20 (71,4:3,4). b) Lámina proximal triangular.
V a) Ancho de la zona media 1/20 de largo (67,5:2,9).
b) Expansión triangular bien desarrollada.
VI a) 1/30 (62,8:2,3). b) Más alta que el ancho del hueso.
VII a) Expansión laminar triangular de altura igual a dos
veces el ancho de la zona media.
I a) Menos de 1/11 (38,2:3,4).
I a) 1/13 (54,6:4,3).
I a) Poco profundo.
I Semejante a G. chilensis.
IT Semejante a G. chilensis.
II Semejante a G. chilensis.
II a) Placa faríngea no llega al extremo. b) Proceso posterior
llega al extremo. c) Convexos.
II Semejante a G. chilensis.
I Semejante a G. chilensis.
III a) Elíptico y desarrollado. b) Borde interno de la cara
posterior casi recto.
III Semejante a G. chilensis.
IIT a) Placa alcanza el extremo. b) Más de cuatro veces.
Toro, H. y Dazarola, G. OSTEOLOGIA GENERO GENYPTERUS 207
153
154
150
151
152
153
150
III No presente.
11 a) Ancho de la lámina más de la mitad del largo (20,5:
11,0). b) Más de la mitad (10,1:6,8).
IV No presente.
IV a) Ancho de la zona media menos de 1/5 de la distancia
desde la estrangulación hasta el extremo más próximo (23,0:
4,3). b) Borde posterior en la región de la estrangulación, liso.
c) Menos de 1/8 (61,097,3).
IV Semejante a G. chilensis.
IV No presente.
V No presente.
151V a) Borde posterior liso. b) Mayor que el ancho (6,6:5,0).
152
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V No presente.
V No presente.
TIT No presente.
a) Distancia de la placa hasta extremo posterior igual a 2/3
del largo de la placa. b) Extremo anterior dorsal protuberante.
c) Aproximadamente 1/3 (13,0:4,7).
a) Ensanchada y con reborde laminar. b) Igual a 3/4 del largo
(15,0:11,3). c) No engrosado. d) Recto.
a) Ancho y recurvado hacia adelante. b) Escotado.
a) Dentado. b) Ancho de la región angular igual a 2/3 del
largo del brazo vertical (22,5:35,2). c) Redondeado. d) Re-
dondeado.
a) Ancho menos de la mitad del largo (46,4:22,8). b) Con
surco profundo. c) Angulo posterior con escotadura en “V”
fuertemente marcada. d) Casi recto, más elevado en región
anterior.
a) No se continúa. b) Surco poco profundo y casi longitudinal.
c) Borde irregular. d) Cara posterior al nivel del ángulo in-
terno, sin fosa.
a) Aproximadamente cinco veces (48,4:9,4). b) Con fosa pro-
funda en región biselada.
No presente.
a) 1/8 (24,0:3,0). b) Ancha y limitada en el lado dorsal por
reborde ancho. c) Aproximadamente 4 veces y media. d) An-
cho. e) Cresta longitudinal aguda. f) Borde ventral de la lámina
triangular suavemente escotada.
208
164
ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N?” 2, 1969
a) Poco menos de 1/2 (20,5:8,8). b) Escotadura posterior en
forma de “V” profunda. c) Menos de 1/3 (18,8:6,2).
165 No presente.
166 a) Largo menos de vez y media el ancho (31,5:23,4). b) 1/13
167
del ancho. c) Borde anterior sin surco. d) Ensanchado.
a) Triangular truncado. b) Sin estrangulación. c) Bien marca-
da. d) No afilado.
VERTEBRAS PRECAUDALES: 20
168
168
168
168
168
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170
171
171
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171
117/22
172
172
172
173
174
175
176
176
177
I a) Cuerpo ovalado. b) Rectas. c) Amplios. d) Con surco lon-
gitudinal ancho. e) Más de tres veces y media (26,0:7,0).
Il a) A más de la mitad (19,3:10,2). b) Lámina ancha.
c) Cuerpo de sección ovalada.
III a) Con reborde redondeado. b) Sin división longitudinal.
IV a) Más de 1/3 (43,5:14,4).
V a) Cuatro veces más ancho (11,3:2,5). b) Engrosados.
c) Con lámina redondeada.
a) Dividida por lámina transversa. b) No dividida en celdillas.
c) Aguda. d) Con surco ancho.
a) Separadas por escotadura en forma de “V”. b) Más o me-
nos dos veces más ancho.
I a) Extremo distal sin reborde y con expansión laminar tan
ancha como 1/6 del largo del hueso (42:7). b) Extremo dis-
tal redondeado. c) Superficie posterior con surco longitudinal
bien marcado, no determina una fosa.
II a) Semicilíndrico a todo el largo.
III a) Se prolonga hasta el tercio distal.
IV a) Hueso plano.
V Semejante a G. chilensis.
I Semejante a G. chilensis.
II Semejante a G. chilensis.
III Semejante a G. chilensis.
IV Semejante a G. chilensis.
Semejante a G. chilensis.
a) Expansión laminar triangular de base angosta y extremo
romo. b) Cerrado.
Semejante a G. chilensis.
I Semejante a G. chilensis.
II Semejante a G. chilensis.
Semejante a G. chilensis.
Toro, H. y Dazarola, G.. OSTEOLOGIA GENERO GENYPTERUS 209
CONCLUSIONES
1.—La osteología de las especies del Género Genypterus presentes
en la Zona Central, permite reconocer caracteres comunes para
todas ellas,
Estos caracteres comunes no han podido considerarse como gené-
ticos O propios de categorías sistemáticas por no disponer de
mayor material de comparación o de estudios similares hechos
en otras especies en el mundo.
Tampoco ha sido posible establecer relaciones filogenéticas; pe-
ro hemos contribuido a que si este estudio se realiza con otras
especies afines, ellas puedan ser obtenidas.
2.—La ordenación por números de las características externas y
osteológicas, facilita grandemente la comparación, abriendo posi-
bilidades de cuantificarlas y someterlas a estudios estadísticos,
que objetivarían más cualquier conclusión.
3. —Consideramos como diferencias específicas más importantes para
separar G. chilensis de G. maculatus y de G. blacodes: el núme-
ro de vértebras precaudales (incluido el atlas); forma del hio-
mandibular (135); epihyal (145); opercular (156); preopercu-
lar (157); cleithrum (163); escápula (164); atlas (167) y
urostilo (170).
4 —Aunque los huesos anteriores presentan en algunos casos dife-
rencias apreciables, consideramos que tienen un valor relativo,
ya que pueden ser fácilmente modificados por accidentes, según
lo hemos podido observar en algunos ejemplares examinados.
BALBOA
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hiomandibular
opercular
oc roda: supra-occipital
postorbital-l e
metepterigoideo E posttemporal
post-orkital-1] : -—3Q Pe
lagrimal E z exoccipital
AZ TA es
actinostos
premendla - :
[A E y == Y SA pr | . y) - LE =
SRA A Y e ==
pterigoideo Pp, SN > Y S E ¡72 E
dentario ES coracoides
basihyal NED cleithrum
maxila == 5H
angular ==
supramaxia A =
colonia branquiostegales
cuadrado
subopercular
interopercular
LAMINA 1.— Vista general del cráneo.
c
b
lacodes
Pteros-
Vómer. 104: Prefrontal. 106:
Pupraethmoides. 103
LAMINA 2.— 101
$
pr .
oa
A 8
= 4
16S|
8 0
“d+
E
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E
A
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1
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O —
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3.3
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-Q
.. Qs
[2]
so E
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==
177)
=—
=
38
E
S.
NES
Q
ioccipital.
: Bas
119
Toro, H. y Dazarola, G. OSTEOLOGIA GENERO GENYPTERUS 215
61 =
-SISUANYIG.
S
s9po7b|q “9
LAMINA 3.— 103: Vómer. 104: Prefrontales, 105: Frontales. 108: Parasphe-
noides. 111: Sphenótico. 115: Pterótico. 119: Exoccipital.
216 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
2G maculalus,
G.chilensis
e
=
9
y
mo]
po]
LAMINA. 4.— 101: Supraethmoides. 104: Prefrontales. 105: Frontales. 110:
Nasal. 111: Sphenótico. 114: Epiotico. 115: Pterótico. 116: Parietales.
117: Supraoccipital. 118: Exoccipital.
Toro, H. y Dazarola, G. OSTEOLOGIA GENERO GENYPTERUS 217
WR Es eN
ns o >
G.blacodes
LAMINA 1 120: Lagrimal .125:" “Infraorbital. 126: Postorbital.
:148: Urohyal. 149: Branquiostegales.
218 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
G.maculatua
Y |
o
Gu
3
xQ
o
LAMINA 6.— 127: Maxila. 128:. Premaxila. 129: Supramaxila. 130:; Dentario.
131: Angular, 134: Coromeckelio.
Toro, H. y Dazarola, G. (OSTEOLOGIA GENERO GENYPTERUS 219
137+138
de ,
2 a
1
G.chilensis
137+138
137+138
crio
ae, le
eS ES
LAMINA 7.— 135: Hiomandibular. 136: Metepterigoideo. 137+138: Pteri-
goideo. 139: Cuadrado. 141: Simplético. 142: Palatino.
220 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N?” 2, 1969
5d)
o-
Y
Mn
La]
a
mo
Ln
LAMINA 8.— 143: Interhyal. 144: Ceratohyal. 145: Epihyal. 146: Hipohyal.
147: Basihyal.
221
de
OSTEOLOGIA GENERO GENYPTERUS
Toro, H., y Dazarola, G.
dl o
' a > mu
152: Epibranquial.
LAMINA”9:— 150: Hipobtanquial; 151: Ceratobránquial,
153: Faringobranquial. 154*Placa faríngea. 155: Basibranquial.
222 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N” 2, 1969
59po>b]q “0
(3)
.
o
po yl
=
La
1)
3
m
enye¡n>to*9
LAMINA 10.— 156: Opercular. 157: Preoperculo. 158: Interopercular,
159: Subopercular.
Toro, H. y Dazarola, G. OSTEOLOGIA GENERO GENYPTERUS - 223
LAMINA 11.— 160: Postemporal. 161: Supracleithrum. 163: Cleithrum.
164: Escápula. 166: Coracoides. 172: Actinostos. 173: Pterigioforo pectoral.
174: Basipterigio.
224 _ ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL .N” 2, 1969
0 ] o
Ye ; » ! la
BÍO. blacotos IN De $
pela iva 12 10/: Auas. 168: Vértebras precaudales, 169: Vértebras
e “caudales. 170: Urostilo. 171: Costillas.
225
UN PETROGLIFO DE HIERRO VIEJO
(Provincia de Aconcagua, Depto. de Petorca)
NORMA SANGUINETTI DE C.
Dispersos a lo largo de la cordillera y precordillera, existen
en nuestro país gran número de petroglifos desconocidos en su
gran mayoría por los estudiosos de la prehistoria.
Sobre esta materia son pocos los trabajos publicados, en
relación con la cantidad de rocas grabadas que existen.
Creemos que es de gran importancia, dentro del campo de
la investigación arqueológica, realizar detenidos estudios de tales
manifestaciones del arte rupestre en Chile. El primer paso para
ello, sería confeccionar un completo registro de los petroglifos
que se localicen a objeto de proceder a un análisis cuidadoso y
exacto.
Nos hemos empeñado en la tarea de ubicar algunos de la
provincia de Aconcagua, donde hemos obtenido noticias de nume-
rosos sitios con grabados rupestres, los que procederemos a
estudiar y describir más adelante.
En este informe daremos a conocer un bloque que muestra
gran cantidad -de dibujos, y cuya particularidad es la preponde-
rancia de un signo cruciforme.
UBICACION GEOGRAFICA
La pequeña localidad de Hierro Viejo está a 33* 21” de lati-
tud y 71? 04', de longitud. La altura es de 225 m.s.n.m. y se sitúa
a 8 kilómetros al Oeste de la ciudad de Petorca. Rodeada de
cerros, se extiende en la margen sur del río Petorca, pero donde
el valle comienza a ensancharse.
Es uno de los lugares privilegiados de la zona. El viento
templado que sopla al atardecer hacia el Poniente evita los cam-
bios bruscos de temperatura e impide las heladas que afectan a
otros lugares vecinos. El clima es suave y posee agua suficiente
para el consumo de la población y la agricultura.
226 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N? 2, 1969
La superficie del departamento de Petorca, la forman en su
totalidad montañas y serranías que se cruzan en todas direcciones
formando un sólo nudo metalífero. No existen grandes valles
propiamente dichos y las laderas de los cerros, por lo general,
carecen de vegetación. En otros tiempos, Sin embargo, los bos-
ques debieron de abundar a juzgar por los vestigios que quedan
de ellos, como son los enormes algarrobos de Chincolco y las
altas palmeras de los cerros orientales. La mano del hombre
terminó con toda aquella riqueza forestal usándola en los hornos
de fundición. e Ss |
La región posee ticos yacimientos minerales de oro, plata,
cinabrio, fierro, níquel, zinc, plomo y tierras de colores. Algunas
de estas minas se explotaban desde el año 1555. En Hierro
Viejo existieron dos ingenios de oro. ' |
Al llegara las últimas' casas de este pueblito, en la orilla
Sur del camino que va a Petorca, éxiste una piscina pública. Casi
frente a élla ja escasos 100 metros asncendiendo la ladera del
cerro 'Encontramós un bloque con petrografías. |
DESCRIPCION -
Se trata de una roca de andesita'de cerca de 3.80 de alto
por 5.00 metros de ancho mayor. En sus caras que, siguiendo la
curvatura de la piédra van de Este a Oeste, se han grabado nume-
rosos dibujos, casi todos abstractos. ;
La superficie oxidada de la roca está bastante quebrada y
faltan algunos trozos que seguramente ostentaban más graba-
ciones. ¡Y
Cara Este: :es:la de mayor superficie, y muestra en su parte
superior derecha una figura antropomorfa seguida de varios
dibujos formados por un círculo con punto y líneas sinuosas y
que por lo confusas escapan a una descripción prolija. Todos
estos diseños se entremezclan con cruces simples, o sea, dos
rectas cruzadas, por lo general de brazos iguales, y otras como
éstas, pero enmarcadas por una línea cruciforme. Más abajo, se
ven unas grabaciones que parecen haber sido rayadas y otras
complicadas y poco claras. Siguen otras cruces análogas a las an-
teriores.
CARA ESTE
228 “ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL —N” 2, 1969
A la izquierda encontramos un dibujo formado por líneas
perpendiculares cortadas por transversales; más a la izquierda
vemos de nuevo cruces, algunas de ellas encerradas en círculos
y otras, en dos líneas curvas; una de ellas tiene una pequeña
cruz simple tangente.
Más abajo, los signos guardan una cierta alineación repitién-
dose los dos tipos de cruces junto a figurillas humanas simplifi-
cadas al máximo.
En la parte inferior llaman la atención tres círculos con-
céntricos. el mayor de 0,22 mts. de diámetro y en relieve. Á su
alrededor hay varias cruces de diversos tamaños.
Hacia el Noreste las grabaciones se ven muy desgastadas
y mo nos ha sido posible establecer sus formas.
Cara Norte: en esta cara de forma piramidal, la pátina
rojiza de la roca permite apreciar mejor la mayor variedad de
los signos que se han labrado en ella. El más notable por su
claridad es una cruz doble, como muchas otras del bloque, pero
visiblemente marcada y cuyo trazo de dos centímetros de ancho
la hacen destacarse del resto de las figuras. A su alrededor se
repiten las cruces.
En la parte media hay un abigarramiento de signos borrosos.
Les siguen líneas serpentiformes, seguramente ofidios; sobre
ellas hay pequeñas cruces; más abajo vemos una bien delineada
figura, que parece una greca y uno de cuyos extremos se prolonga
hacia abajo. Cerca, observamos una grabación cruciforme llena
que tiene a un costado una especie de brazo. A la izquierda hay
superposiciones de líneas horizontales rayadas. En la parte infe-
rior vemos un ofidio claramente representado y debajo de él tres
pequeños círculos (¿huevos?). Encima lleva la misma crucecilla
que lucen otras líneas serpentiformes.
En el Noroeste las grabaciones son menos perceptibles, pero
se pueden notar cruces al lado de pequeños conjuntos de figuras
y tres círculos concéntricos con un apéndice.
Cara Oeste: aquí las grabaciones son escasas en comparación
con las otras caras y difícilmente visibles. Notamos los mismos
elementos anteriormente descritos más una forma estrellada de
cinco puntas y de cuerpo lleno.
CARA NORTE
230 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N* 2, 1969
RESUMEN Y COMENTARIOS
El -petroglifo que aquí describimos tiene sus caras Éste,
Norte y Oeste grabadas con técnica de percusión superficial. En
muy contados casos se ha usado el rayado, y sólo una vez encon-
tramos una figura en relieve. Algunos dibujos están notoriamente
marcados y otros, tan borrosos que a simple vista, no se perciben
sus formas. Nos inclinamos a pensar que los primeros han sido
remarcados.
Sin lugar a dudas lo que llama la atención en estas petro-
grafías es la repetición constante de la cruz. Insistentemente se
han colocado cruces simples y encerradas en una, y a veces dos
líneas cruciformes, de todos los tamaños, en diferentes posicio-
nes y entremezcladas con los demás signos. Hemos contabilizado
alrededor de sesenta cruces simples y veintitrés enmarcadas.
La cruz aparece con cierta frecuencia en los petroglifos de
Chile, pero no reiteradamente. La encontramos en la provincia
de Tarapacá (1), Coquimbo (2) y Aconcagua (3); pero hasta aho-
ra no tenemos noticias de que una sola roca presente tal profu-
sión de cruces como este petroglifo de Hierro Viejo.
Este signo aparece en algunas rocas como una simple com-
binación de dos líneas que se cruzan y sin el carácter simbólico
que indudablemente tiene aquí.
Aún estamos lejos de poder dilucidar el significado y esta-
blecer la función que cumplían estos signos grabados en la roca;
por tal motivo los estudios sobre petroglifos, por ahora, sólo
eben de tener una finalidad descriptiva y no interpretativa. Tal
es el objeto de nuestra comunicación; pero nos permitiremos una
licencia recordando muy brevemente, una opinión sobre el signi-
ficado de la cruz.
Este signo lo encontramos comúnmente en el Noroeste de
Argentina. En un estudio hecho sobre la difusión y el significado
de la cruz en la América precolombina, se interpreta ésta como
el símbolo del agua y las rocas con grabados, como piedras sagra-
das para implorar lluvias (4),
Creemos, sín embargo, que con los nuevos métodos que
están siendo actualmente usados en las investigaciones de arte
rupestre, podremos abandonar el terreno de las conjeturas y
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232 ANALES DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL N?” 2, 1969
llegar finalmente a la verdadera interpretación de estas manifes-
taciones culturales.
En el pueblito de Hierro Viejo, específicamente, no hemos
encontrado aún otros restos arqueológicos, pero hemos sido infor-
mados de la existencia de varias rocas con grabados en lugares
relativamente cercanos.
En otros lugares del departamento de Petorca se han hecho
investigaciones de petroglifos (3), pero los signos que podríamos
vincular con los de Hierro Viejo son comunes a la mayoría de
de las petrografías y son: círculos concéntricos, círculos con pun-
to, líneas sinuosas y serpentiformes. La cruz, tal como la consig-
namos nosotros, no aparece.
En la quebrada de Frutillar hay piedras tacitas que han sido
descritas (6),
En el lecho del río Petorca se encontró una clava de pie-
dra (7),
Existen descripciones de cerámica antropomorfa de esta
zona (8), y seguramente varios elementos más que se nos esca-
an.
Estos hallazgos aislados no mos permiten establecer relacio-
nes culturales con nuestro petroglifo, pero nos demuestran que
esta zona es rica en vestigios prehistóricos y que merece ser
explorada y estudiada acuciosamente.
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