Ministerio de
las Culturas,
las Artes y el
Patrimonio
MUSEO DE HISTORIA
NATURAL DE VALPARAÍSO
Gobierno de Chile
ANALES
del Museo de Historia Natural
de Valparaíso (En línea)
ISSN 0717-537X / An. Mus. Hist. Nat. Valpso. (En Línea) Vol. 34 (2021) / Valparaíso, Chile.
DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL DE VALPARAÍSO
ANALES
MUSEO DE HISTORIA NATURAL
DE VALPARAÍSO
Ministerio de las Culturas,
las Artes y el Patrimonio
Consuelo Valdés Chadwick
Subdirección Nacional de Museos
Alan Trampe Torrejón
Servicio Nacional
del Patrimonio Cultural
Carlos Maillet Aránguiz
Dirección Regional Valparaíso
Sergio Torres Guerrero (S)
Museo de Historia Natural
de Valparaíso
Sergio Quiroz Jara
Ministerio de
las Culturas,
las Artes y el
Patrimonio
>
MUSEO DE HISTORIA
NATURAL DE VALPARAÍSO
COMITÉ EDITORIAL - CONSULTAS
Vivian Cordero Peñafiel
Editora General, Bibliotecóloga
Museo de Historia Natural de Valparaíso
vivian.cordero(Ymuseoschile.gob.cl
Sergio Quiroz
Editor Científico
DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN
Paulina Carrillo, Estudio de Diseño
www.paulinacarrillo.cl
LUGAR DE EDICIÓN
Museo de Historia Natural de Valparaíso
Condell 1546, Valparaíso, Chile.
Anales del Museo de Historia Natural de Valparaíso (En línea) ISSN 0717-537X.
Fundada en 1968, es una revista científica de carácter anual publicada por
el Museo de Historia Natural de Valparaíso y el Servicio Nacional del
Patrimonio Cultural que tiene por objetivo contribuir a la difusión científica
de trabajos originales e inéditos referidos a las temáticas de ciencias naturales,
arqueología y antropología principalmente en la Región de Valparaíso y la
zona central de Chile, dirigida a investigadores especialistas, académicos,
universitarios y público en general.
De igual forma, la revista publica artículos creados por el Museo de Historia
Natural de Valparaíso con el objetivo de aportar a la comunidad al
conocimiento, estudio y puesta en valor de las importantes colecciones
biológicas, arqueológicas, educativas, bibliográficas y documentales que el
Museo de Valparaíso resguarda.
La revista publicada en su formato impreso desde 1968 a 2018 (ISSN 0716-
0178), ahora en su versión digital, recibe contribuciones para conformar
las secciones de zoología, arqueología y antropología, ecología y medioambiente
e investigaciones en historia y patrimonio, acogiéndose a las normas definidas
por el Comité editorial disponibles al final de cada ejemplar.
REVISORAS Y REVISORES LECTURA Y DESCARGA GRATUITA
Sección Revista Anales
https: //www.mhnv.gob.cl
Gabriela Carmona Sciaraffia
Museo de Historia Natural de Valparaiso
Andrea Vivar Morales
Museo de Historia Natural de Valparaíso
Lilian López Labbé
Museo de Historia Natural de Valparaíso
Eduardo Ruiz Tagle
Director Editorial Rapa Nui Press
Jose Mondaca E.
Servicio Agrícola y Ganadero (SAG)
Fotografía de portada: O Museum
national d'Histoire naturelle - Antoine
Mantilleri, 2010. The Coleoptera
Colecction (EC) of the Museum national
d' Histoire naturelle (UNHN-Paris)
www.gbif.org/es/occurrence/583422597
Jose Luis Zapata de la Vega
Especialista Entomología
Mario Elgueta Donoso
Museo Nacional de Historia Natural
ISSN 0717-537X / An. Mus. Hist. Nat. Valpso. (En Línea) Vol. 34 (2021) / Valparaíso, Chile.
Volumen 34, 2021
Índice
DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL DE VALPARAÍSO
ÍNDICE
04.
PRÓLOGO
Sergio Quiroz Jara
Museo de Historia Natural de Valparaíso
06.
ZOOLOGÍA
07.
Nuevo género y especie de Cardiophorinae (Coleopte-
ra: Elateridae) de Chile, con comentarios sobre la posi-
ble sinonimia de Horistonotus convexicollis Candéze,
1860 y Austrocardiophorus elegans (Solier, 1851), y
fijación del holotipo por monotipia de Cardiophorus
humeralis Fairmaire y Germain, 1860.
Cristian Pineda Reyna
25.
ECOLOGÍA Y MEDIOAMBIENTE
26.
Servicios ecosistémicos de regulación, asociado a pisci-
na de infiltración en sector de Nantoco, Tierra amarilla,
Atacama, Chile.
Omar Vicencio Campos, Tamara Soto Honorato y Luis Chi-
rino Gálvez
43.
Distribución espacial de Persea lingue (Lauraceae) en un
parche vegetacional en el sitio prioritario Alto de Canti-
llana, Región Metropolitana, Chile.
Yasna Cortez Rodríguez, Valeria Meneses Señor, Sergio Qui-
roz Jara, Juan Orellana Yevenes, Juan Fernández y Marco
Kramps y Julio Herrera
53.
Ecólogos y Ecología
Recensión bibliográfica: Fabián Jaksic y Pablo Camus
(2018) Ecólogos y Ecología en la Facultad de Ciencias
Biológicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile.
Ediciones Universidad Católica de Chile. Santiago, 112 pp.
Jaime Rau Acuña
56.
INVESTIGACIONES EN HISTORIA Y PATRIMONIO
Volumen 34, 2021
Índice
ANALES]
DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL DE VALPARAÍSO
57.
Museos en la construcción nacional. Un estudio compara-
tivo entre el Museo de Historia Natural de Valparaíso y el
Museo de Vilanova I La Geltrú.
Carolina Valenzuela Matus y Francisco Martínez Hoyos
72.
Reseña e importancia histórica del Museo Seminario
San Rafael - Valparaíso, Chile.
Luis Chirino Gálvez y Omar Vicencio Campos
79.
Territorio y crisis: Patrimonio territorial en el aula revi-
sión desde la educación formal chilena y una propuesta
desde la didáctica no parametral.
Mayra Olate Vega
103.
ARQUEOLOGÍA
104.
Reorganización del sistema de embalajes de textiles
arqueológicos Colección Chile-Momia del Museo de
Historia Natural de Valparaíso: el caso de las Bolsas
de Quebrada Vitor.
Bianca Ojeda Vera, Gabriela Carmona Sciaraffia y Lilian
López Labbé
120.
Monumento Barón de Valparaíso: Una aproximación a
través del estudio de los materiales arqueológicos obteni-
dos desde contextos costeros y subacuáticos. Felipe Rubio
Munita y Elvira Latorre Blanco
141.
NORMAS DE PUBLICACIÓN: INDICACIONES PARA
AUTORES Y AUTORAS
Volumen 34, 2021
Prólogo
> RÓ LOG '0) Con orgullo y alegría presentamos el Volumen N*34 de nuestra pu-
blicación científica, Anales del Museo de Historia Natural de Valparaíso
Edición, Vol. 34 (En línea), perteneciente al Servicio Nacional del Patrimonio Cultural
(SNPC), del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio.
La necesidad absoluta de poder contar con una generación de nuevos
científicos y científicas, depende en gran medida de las motivaciones
tempranas que niñas y niños puedan experimentar con su entorno
natural y social, el salir al campo, observar, plantearse preguntas y
resolver, permite instaurar el método científico. Sin embargo en su
crecimiento y madures, es necesario que puedan conocer la experien-
cia científica, vivenciándola desde la exploración a la experimenta-
ción, teniendo como referentes a profesores(as), académicos(as) y
científicos(as), que trabajan incansablemente en sus objetivos.
A partir de ese trabajo metódico y sensible de querer entender lo que
nos rodea, es que el Museo de Historia Natural de Valparaíso (MHNV),
a través de su revista de divulgación científica Anales, ha contribui-
do permanentemente en sus 53 años de historia como editorial en
conformar una plataforma gratuita, de calidad y equitativa, para que
jóvenes científicos y científicas publiquen sus investigaciones inicia-
les, extendiendo a través de esta editorial la más cálida invitación
a que juntos con el museo podamos seguir sumando y ampliando el
conocimiento científico desde la Región de Valparaíso.
La ciencia es primordial para enfrentar los complejos desafíos de la
humanidad, desde comprender sus orígenes hasta entender como nos
afecta el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y otros sabe-
res. Por tanto, contar con una nueva generación de hombres y
mujeres de ciencias, es contar con un país comprometido y transfor-
mador, que tenga un acercamiento multidisciplinario, que nos
permitirá alcanzar el desarrollo sostenible.
Sergio Quiroz Jara
Director
Museo de Historia Natural de Valparaíso
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Volumen 34, 2021
Zoología
Nuevo género y especie de Cardiophorinae (Coleoptera: Elateridae)
de Chile, con comentarios sobre la posible sinonimia de Horistonotus
convexicollis Candéze, 1860 y Austrocardiophorus elegans (Solier,
1851), y fijación del holotipo por monotipia de Cardiophorus
humeralis Fairmaire y Germain, 1860.
New genus and species of Cardiophorinae (Coleoptera: Elateridae)
of Chile, with comments on the possible synonymy of Horistonotus
convexicollis Candeze, 1860 and Austrocardiophorus elegans (Solier,
1851), and fixation of the holotype by monotypy of Cardiophorus
humeralis Fairmaire and Germain, 1860.
Cristian Pineda Reyna*
RESUMEN
Cardiotalpa psammophila gen. nov. y sp. nov.:un sintipo hembra de Horistonotus convexicollis
nuevo género y especie de Cardiophorinae de Candeze, 1860 y se discute su posible sinonimia
Chile es descrito, ilustrado, y comparado con el con Austrocardiophorus elegans (Solier, 1851).
género estrechamente relacionado Globothorax Adicionalmente, el ejemplar tipo de Cardiophorus
Fleutiaux, 1891 de Brasil y Bolivia. Se ilustra el humeralis Fairmaire y Germain, 1860, actual-
* Ingeniero Comercial, Lic. en Ciencias Económicas y Administrativas (UNAB). Email: cristian.pineda.r(dgmail.com
mente en Austrocardiophorus Douglas, 2017
(Coleoptera: Elateridae ), se establece como ho-
lotipo por monotipia.
Palabras clave: apterismo, organismo fosorial,
sintipo, taxonomía.
ABSTRACT
Cardiotalpa psammophila gen. nov. and sp. nov.:
a new genus and species of Cardiophorinae from
Chile is described, illustrated, and compared
with the closely related genus Globothorax
Fleutiaux, 1891 from Brazil and Bolivia. The fe-
male syntype of Horistonotus convexicollis
Candeze, 1860 is illustrated and its possible sy-
nonymy with Austrocardiophorus elegans (Solier,
1851) is discussed. Additionally, the type speci-
men of Cardiophorus humeralis Fairmaire and
Germain, 1860, which actually belongs to
Austrocardiophorus Douglas, 2017 (Coleoptera:
Elateridae), is established as holotype by mo-
notypy.
Key words: apterism, fossorial organism, synty-
pe, taxonomy.
INTRODUCCIÓN
La familia Elateridae comprende en Chile alre-
dedor de 157 especies y 55 géneros (Arias-Bohart
y Elgueta 2012; Arias-Bohart 2013a-b, 2014;
Douglas 2017; Pineda 2018, 2019a-b, 2020a-b,
2021a-b).
De acuerdo con Arias-Bohart y Elgueta (2012),
la subfamilia Cardiophorinae Candéze, 1859 se
encuentra representada en Chile por cinco es-
pecies: Aphricus chilensis Fleutiaux, 1940,
Cardiophorus delfini Fleutiaux, 1907, C. herbsti
Fleutiaux, 1910, Paracardiophorus humeralis
Fairmaire y Germain, 1860 (= Cardiophorus ele-
gans Solier, 1851) y Horistonotus castaneus
Steinheil, 1874.
Douglas (2017) crea el género Chileaphricus para
la especie Aphricus chilensis y el género
Austrocardiophorus al cual transfiere las espe-
cies Cardiophorus delfini, Paracardiophorus hu-
meralis y Cardiophorus elegans. La especie C. ele-
gans fue revalidada por Douglas (2017: 36) al
citarla como Austrocardiophorus elegans (Solier),
habiendo sido hasta entonces considerada erró-
neamente como sinónimo de P. humeralis si-
guiendo a Candéze (1891). Las especies C. herbs-
ti y H. castaneus no fueron mencionadas por
Douglas (2017).
El objetivo de esta contribución es describir un
nuevo género y especie de Cardiophorinae de
Chile: Cardiotalpa psammophila gen. nov. y sp.
nov. y establecer las reales identidades de las
especies Austrocardiophorus humeralis (Fairmaire
y Germain), A. elegans (Solier) y Horistonotus
convexicollis Candeze a través del estudio de sus
ejemplares tipo.
MATERIALES Y MÉTODOS
Para las descripciones morfológicas se sigue prin-
cipalmente la terminología utilizada por Calder
(1996), Solervicens (2014) y Douglas (2017).
Las fotografías del aspecto general de los adul-
tos fueron tomadas con el espécimen fijado en
una plataforma Nikon PB-6M por medio de un
lente Micro-NIKKOR s5mm f/3.5 acoplado a
un fuelle Nikon PB-6 y este a una cámara Nikon
D7o00o0. Las fotografías de detalles morfológicos
fueron tomadas de la misma manera, pero con
un lente de microscopio Nikon M Plan 10x0.25
210/0. En el caso de las fotografías de los geni-
tales, estos fueron primero ubicados en un
portaobjeto con glicerina líquida para mejorar
su visualización. Las fotografías finales se obtu-
vieron mediante la técnica de apilamiento de
enfoque con el software Zerene Stacker versión
1.04, y se editaron con los softwares Inkscape
Pineda, C.
1.0.2 y Adobe Photoshop CSs para mejorar
aspectos visuales y unirlas.
Las medidas se presentan en milímetros y fue-
ron tomadas con un pie de metro digital Mitutoyo
CD-6” ASX. El largo fue medido en la línea me-
dia entre la frente y el ápice del abdomen, el
ancho fue medido entre los ángulos humerales;
el largo de los antenómeros fue medido miran-
do la antena en vista dorsal; la proporción
largo-ancho de los élitros fue calculada con el
largo total y el ancho humeral; la proporción
largo-ancho del pronoto fue calculada con el
largo y ancho medio de este; las relaciones de
longitud de los antenómeros se establecen res-
pecto a la longitud del antenómero 3.
Los datos de cada etiqueta de los ejemplares tipo
se transcriben textualmente entre comillas
(“> ), indicando la separación entre líneas con
una barra diagonal ( / ), mientras que doble ba-
rra diagonal ( // ) señala cambio de etiqueta. Si
ambos lados de la etiqueta están inscritos, están
separados por este símbolo ( <> ). En parénte-
sis cuadrado se indica la equivalencia de las
abreviaturas utilizadas en las etiquetas asocia-
das a los ejemplares u otros detalles de estas.
Las siglas de las colecciones institucionales
y privadas usadas en el texto son:
MNHN: Museo Nacional de Historia Natural,
Paris, Francia.
NHMUK: Museo de Historia Natural, Londres,
Reino Unido.
RBINS: Museo del Instituto Real de las Ciencias
Naturales, Bruselas, Bélgica.
MNNC: Museo Nacional de Historia Natural,
Santiago, Chile.
CPCP: Colección Cristian Pineda R., Valparaíso,
Chile.
Nuevo género y especie de Cardiophorinae (Coleoptera: Elateridae) de Chile...
CFRF: Colección Francisco Ramírez F., Santiago,
Chile.
CVVM: Colección Vicente Villablanca M., La
Serena, Chile.
RESULTADOS
Cardiotalpa gen. nov.
(Figuras. 1-12, 26-34)
Especie tipo: Cardiotalpa psammophila sp. nov.,
aquí designada.
Descripción: Tamaño pequeño (4,3 mm).
Cabeza: Ojos reducidos; antenas cortas y grue-
sas; mandíbulas prominentes. Palpos maxilares
con el ultimo palpómero fusiforme y truncado
diagonalmente en su extremo apical.
Tórax: Carente de alas metatorácicas. Pronoto
globoso, con bordes laterales fuertemente cur-
vados; margen posterior sin incisiones sublate-
rales.
Escutelo: Con margen anterior con una muesca
medial (cordiforme). Élitros: Globosos, con bor-
des laterales fuertemente curvados. Soldados
entre sí.
Patas: Con fémures y tibias robustas; tarsos más
de dos veces más cortos que las tibias; tibias
aplanadas y ensanchadas hacia el ápice, el que
presenta una serie de setas espiniformes a lo
largo del margen distal (usadas para excavar);
tarsómeros no lobulados; uñas simples.
Órgano genital: Ovipositor con báculos cortos;
coxitos sin estilos (Fig. 10). Bolsa copulatriz sin
escleritos pareados.
Etimología: El nombre genérico deriva del grie-
go “cardio” (corazón) y del latín “talpa” (topo),
en referencia a la subfamilia Cardiophorinae y a
las patas delanteras adaptadas para excavar como
las de los topos y otros organismos fosoriales.
Cardiotalpa psammophila sp. nov.
(Figuras 1-12, 26-34)
Material tipo. Holotipo hembra: “PTO. [= Puerto]
VELERO / TONGOY - IV REG / 20 SEP 1998 /
LEG. F. RAMÍREZ <> bajo un made- / ro ladera
de / cerro arenoso.” [etiqueta blanca manuscri-
ta] // “HOLOTIPO / Cardiotalpa / psammophi-
la / Pineda, 2021” [etiqueta roja impresa]
(MNNO).
Localidad tipo. Puerto Velero (Región de
Coquimbo).
Descripción del holotipo hembra: Largo: 4,3 mm;
ancho: 1,6 mm. Cuerpo 2,3 veces más largo que
ancho. Coloración general ocre claro con una
delgada franja de color marrón oscuro que se
extiende a lo largo del margen posterior del pro-
noto y del margen anterior de los élitros y el
escutelo. Pilosidad compuesta por setas de dos
tipos, unas más numerosas de color amarillo
claro, las que sobresalen notoriamente de la
superficie, y otras cortas y erguidas de color
marrón, dispuestas generalmente en hileras a lo
largo de las interestrías elitrales. Superficie sin
punteado o con puntos superficiales y borrosos.
Cabeza: Ojos reducidos. Antenas cortas y grue-
sas con antenómeros casi tan anchos como lar-
gos; antenómero 3 el más corto; 11 ovalado.
Formula antenal en base al antenómero 3: 1=5;
2=2; 3=1; 4=1,8; 5=1,9; 6=1,6; 7=1,8; 8=1,6; 9=1,6;
10=1,5; 11=2. Palpos maxilares con el ultimo pal-
pómero fusiforme y truncado diagonalmente en
su extremo apical.
Tórax: Pronoto 1,4 veces más ancho que largo;
margen posterior sin incisiones sublaterales.
Sutura pronotosternal no ranurada para la re-
cepción de las antenas. Apófisis mesosternal
débilmente escotada medialmente (Fig. 7).
Abdomen: Con punteado formado por puntos
inconspicuos separados por un espacio de 2-4
veces el ancho de un punto. Ventritos I-IV
subrectangulares; V con el borde posterior re-
dondeado.
Escutelo: Cordiforme y piloso.
Élitros: Soldados entre sí; con estrías débilmen-
te marcadas por hileras de puntos superficiales
y borrosos que solo son visibles en el tercio an-
terior. Ápice elitral redondeado en su conjunto.
Patas: Tibias aplanadas y ensanchadas, con se-
tas apicales espiniformes a lo largo del margen
distal (Fig. 28a). Tarsos con tarsómeros decre-
ciendo en longitud del 1 al 4; 1 subigual al 5; 4
el más corto; 5 más largo que el 4. Uñas simples.
Órgano genital: Ovipositor 2,4 veces más largo
que su ancho a la altura de los coxitos; coxitos
sin estilos (Fig. 10). Bolsa copulatriz sin escle-
ritos pareados.
Macho: Desconocido.
Etimología: El nombre especifico proviene del
griego “psammos” (arena) y “phila” (amor) y
hace referencia al hábitat arenoso en el que se
encontró esta nueva especie.
Comparación: Cardiotalpa gen. nov. se ubica den-
tro de la subfamilia Cardiophorinae siguiendo
los caracteres distintivos propuestos por Douglas
(2017).
Entre los Cardiophorinae presentes en Chile,
Cardiotalpa gen. nov. solo podría confundirse
con Chileaphricus Douglas, ya que ambos gé-
neros son monoespecíficos y sus respectivas
especies se conocen solo a través de la hem-
bra (C. psammophila) y el macho (Ch. chilen-
Pineda, C.
sis). Es posible descartar que la hembra de C.
psammophila corresponda a la hembra desco-
nocida de Ch. chilensis dado que al conocer
ambos sexos del género Globothorax se tiene
una noción general del aspecto probable del
macho de C. psammophila.
Cardiotalpa gen. nov. es cercano a el género
Globothorax Fleutiaux, 1891 principalmente en
Nuevo género y especie de Cardiophorinae (Coleoptera: Elateridae) de Chile...
base a la forma globular del pronoto, tibias apla-
nadas y ensanchadas apicalmente con setas api-
cales espiniformes para excavar, tarsos sin
lóbulos, y antenas cortas y gruesas.
Globothorax fue establecido por Fleutiaux (1891)
para la especie G. chevrolati (especie tipo)
descrita en base a un número no indicado de
ejemplares de “Brésil (ex Mus. Chevrolat)”.
Figuras 1-12: Cardiotalpa psammophila sp. nov. identificadas como N*1 Vista dorsal (luz directa), N*2 Vista dorsal, N%3 Vista
ventral, N%4 Vista lateral, N%5 a N*8 Protórax y cabeza, N*5 Vista dorsal (luz directa), N%6 Vista dorsal, N*7 Vista ventral,
N98 Vista lateral, N“9 Vista ventral, N*10 Ovipositor, N*11 Esternito VIII y N*12 Etiquetas. Fotografía 1 por Andrés Ramírez.
No obstante, probablemente fue descrito en base
a un único ejemplar dada la rareza de esta espe-
cie y a que en su descripción original se entre-
ga una única medida (Long. 15 mm., larg. 4 Ya
mm.) y no un rango de medidas como en otras
especies descritas por el mismo autor. El ejem-
plar tipo de esta especie es un ejemplar hembra
que se encuentra depositado actualmente en la
ex colección de Edmond Fleutiaux, del Museo
de Historia Natural de Paris, Francia (MNHN)
(Figs. 13-25). Douglas (2017: 117) designó este
ejemplar como lectotipo de Globothorax
chevrolati Fleutiaux, 1891.
Actualmente se considera que el género
Globothorax presenta un acentuado dimorfismo
sexual que se manifiesta especialmente en las
hembras con ojos y antenas reducidas. Debido
a lo anterior, originalmente las especies descri-
tas en base a hembras fueron ubicadas en el gé-
nero Globothorax y las especies descritas a par-
tir de ejemplares machos en el género Teslasena
Fleutiaux, 1892, siendo este último sinonimiza-
do con Globothorax por Douglas (2017).
Actualmente, Globothorax contiene tres espe-
cies provenientes de Brasil y Bolivia (Golbach
1979; Rosa 2011, 2014; Douglas 2017).
NE bso Melo,, |
| 14741. f.233. |
¡Collection FLEUTIAUX
MNHN
EC1939
Figuras 13 -16: Lectotipo hembra de Globothorax chevrolati Fleutiaux, 1891 (MNHN). Identificados como N*13 Vista dorsal,
N*14 Vista ventral, N*15 Vista lateral y N“16 Etiquetas. Fotografías por Antoine Mantilleri (UNHN).
Cardiotalpa se distingue de Globothorax por los caracteres consignados en la tabla 1. La compara-
ción se realizó entre el holotipo y el lectotipo hembra de las especies tipo de ambos géneros. Cabe
destacar que algunos de los caracteres genéricos señalados para el género Cardiotalpa podrían
Pineda, C.
Nuevo género y especie de Cardiophorinae (Coleoptera: Elateridae) de Chile...
corresponder a diferencias específicas en lugar de genéricas, lo cual podría ser dilucidado en la me-
dida que se descubran nuevos elementos afines; por tal motivo es que los caracteres presentados
en la tabla 1 se presentan en un orden que parte por los que se consideran más relevantes para
definir, caracterizar y distinguir al nuevo taxón.
Lectotipo hembra de Globothorax Holotipo hembra de Cardiotalpa
Carácter Chevrolati fleutiaux, 1891 (especie tipo Psammophila sp. Nov. (Especie tipo
de Globothorax fleutiaux, 1891). de Cardiotalpa gen. Nov.).
Uñas Cada uña con tres dientes (Fig. 19). Simples (fig. 28b).
Tarsos casi tan largos como las tibias. z z
Tarsos más de dos veces más cortos que las
Tarsos Tarsómeros alargados, sobre todo el 1 y el dra Tasas so.
COR
Superficie Con punteado formado por puntos Sin punteado o con puntos superficiales y
del pronoto redondos y profundos (Fig. 25). borrosos (Fig. 34).
Margen posterior Con dos incisiones sublaterales a cada cOn
del pronoto lado (Fig. 23). guste:
Lóbulo basal del . : : e
DESnOES Cóncavo (Fig. 21). Con un lóbulo medio (Fig. 30).
Con antenómeros tres veces más largos Con antenómeros casi tan anchos como
Antenas É ,
que anchos (Fig. 18). largos (Fig. 27).
Tamaño 15 mm. 4,3 mm.
Élitros No soldados (Fig. 24). Soldados (Fig. 33)
Escutelo Borde anterior recto (Fig. 22). O
(cordiforme) (Fig. 31).
Con setas de dos tipos, unas cortas y
erguidas de color marrón, dispuestas
Con setas de color amarillo claro, cortas y generalmente en hileras a lo largo de las
apegadas a la superficie (Fig. 20). interestrías, y otras más numerosas de color
amarillo claro, las que sobresalen
notoriamente de la superficie (Fig. 29).
Pilosidad elitral
Tabla 1: Comparación de caracteres entre las hembras de Cardiotalpa gen. nov. y Globothorax Fleutiaux, 1891.
13
Figuras 17-34: Caracteres comparativos de especies tipo de Globothorax Fleutiaux, 1891 y Cardiotalpa. Identificados como
N*17 a N*25 Lectotipo hembra de G. chevrolati Fleutiaux, 1891 (UNHN), N*26 a N*34 Holotipo hembra de C. psammophila
(MNNO), N*17 y N*26 Proporciones de la mesopata, N* 18 y N*27 Proporciones de la antena, N*19 Uñas, N*28 Propata
izquierda a) Ápice tibial b) Uñas, N*%20 y N*29 Pubescencia, N*21 y N*30 Lóbulo basal del pronoto, N*%22 y N*31 Margen an-
terior del escutelo, N*23 y N*32 Margen posterior del pronoto, N*%24 y N*33 Ápice elitral, N%25 y N*34 Punteado del pronoto.
Comentario: Diversas adaptaciones morfológi-
cas presentes en C. psammophila, sugieren que
este taxón es estrictamente de hábito fosorial;
dado su pequeño tamaño (4,3 mm), coloración
pálida, microftalmia (ojos reducidos), apteris-
mo, presencia de setas largas, supuestamente
sensoriales, y patas adaptadas para la excava-
ción, modificaciones similares a las observadas
en algunos mamíferos e insectos fosoriales (e.g.
Talpa europaea Linnaeus, 1758, Gryllotalpa
grillotalpa (Linnaeus, 1758)). En el caso de C.
psammophila esta adaptación se manifiesta en
la forma robusta de las patas, con tarsos redu-
cidos, tibias aplanadas y ensanchadas apical-
mente, con setas espiniformes situadas a lo
largo del margen apical.
Pineda, C.
En cuanto al hábitat, el único ejemplar conoci-
do fue recolectado en un suelo arenoso y se en-
contraba cubierto por pruinosidad mezclada con
granos de arena y partículas la cual se eviden-
cia en las fotografías del aspecto dorsal, ventral
y lateral de esta especie. Un segundo ejemplar
que lamentablemente no fue recolectado, y que
podría corresponder a esta especie fue obser-
vado durante el invierno (junio, julio) entre la
arena extraída de las raíces de una planta de
Baccharis sp (Asteraceae) en el sector de
Quebrada de Quereo, Los Vilos (Región de
Coquimbo).
Austrocardiophorus Douglas, 2017
(Figuras 35-54)
Austrocardiophorus Douglas, 2017: 35; Especie
tipo: Cardiophorus humeralis Fairmaire y
Germain, 1860: 5; fijada por designación original.
Especie tipo: Cardiophorus humeralis Fairmaire
y Germain, 1860: 5. Especie tipo fijada por de-
signación original.
Comentario: Douglas (2017) propuso el género
Austrocardiophorus Douglas para acomodar
las especies agrupadas hasta ese momento en
el género Paracardiophorus Schwarz, 1895 de
Australia (55 especies) y Chile (3 especies).
En el caso de Chile las especies transferidas a
Austrocardiophorus fueron Cardiophorus del-
fini Fleutiaux, 1907, Cardiophorus elegans
Solier, 1851 y Paracardiophorus humeralis
(Fairmaire y Germain, 1860), siendo esta últi-
ma designada como la especie tipo del nuevo
género. La especie C. elegans fue revalidada
por Douglas (2017: 36) al mencionarla como
Austrocardiophorus elegans (Solier).
Nuevo género y especie de Cardiophorinae (Coleoptera: Elateridae) de Chile...
Austrocardiophorus humeralis
(Fairmaire y Germain, 1860)
(Figuras 35-51)
Cardiophorus humeralis Fairmaire y Germain,
1860: 5; Fleutiaux, 1907: 206-207.
Horistonotus bitactus Candeze, 1878: CLXVI;
Candéze, 1891: 132 (como sinónimo de
Cardiophorus humeralis); Calvert, 1897: 834-
835 (como especie válida); Arias y Elgueta, 2012:
660 (como sinónimo de Paracardiophorus hu-
meralis).
Cardiophorus elegans Solier, 1851: 16; Candeze,
1891: 132 (como posible sinónimo de
Cardiophorus humeralis).
Horistonotus elegans (Solier, 1851); Candéze,
1860: 248-249 (Horistonotus ); Calvert, 1897:
835 (como especie válida); Arias y Elgueta, 2012:
660 (como sinónimo de Paracardiophorus hu-
meralis).
Paracardiophorus humeralis (Fairmaire y
Germain, 1860); Schwarz, 1895: 40
(Paracardiophorus); Arias y Elgueta, 2012: 660
(distribución).
Austrocardiophorus humeralis (Fairmaire y
Germain, 1860); Douglas, 2017: 35
(Austrocardiophorus).
Austrocardiophorus elegans (Solier, 1851);
Douglas, 2017: 36 (como especie válida).
Combinación original: Cardiophorus humeralis
Fairmaire y Germain, 1860: 5.
Localidad tipo: Chile.
Serie tipo: Holotipo hembra (Figs. 35-36) en
RBINS.
Etiquetado: “? genitalia / humeralis Cand” //
“cardiophorus / humeralis / nobis” // “Collection
/ E. Candeze” // “Cardiophorus humeralis Fairm.
/ dét. E. Candeze” // “Paraplatynychus /
C.M.F. von Hayek / det. 1960” // “Coll. R.I.Sc.N.B
/ Chili Santiago / ex. Coll. Mnizech” // “(Bitactus
cdz.) / Humeralis / Frm. / Chili. C. mn” //
“HOLOTIPO / Cardiophorus humeralis /
Fairmaire € Germain, 1860 / det. Pineda, 2021”
[etiqueta roja, impresa].
Fijación del holotipo: Austrocardiophorus hume-
ralis (Fairmaire y Germain, 1860) fue descrito
originalmente como Cardiophorus humeralis a
partir de un número no especificado de ejem-
plares estudiados. Esta especie fue descrita de
una localidad desconocida, por lo que solo se
sabe que su localidad tipo es “Chile” de acuer-
do con el título de la obra en la cual fue descri-
ta “Coleoptera Chilensia”.
El material tipo de Cardiophorus humeralis con-
siste en un ejemplar tipo que se encuentra de-
positado en la ex colección de Ernest Candeze
del Real Instituto Belga de Ciencias Naturales,
Bruselas, Bélgica (RBINS), el cual se considera
como sintipo porque el holotipo de esta espe-
cie no fue designado originalmente por Fairmaire
y Germain (1860).
Este espécimen se reconoce aquí como el holo-
tipo por monotipia de Cardiophorus humeralis
siguiendo las recomendaciones de los artículos
73.1.2 y 74.6 del ICZN (1999) debido a que en
su descripción original se entrega una sola me-
dida (Long. 4 mill.) y no un rango de medidas
como en otras especies descritas en la misma
obra. Sumado a lo anterior, la coloración de este
ejemplar se ajusta a la descrita originalmente
por Fairmaire y Germain (1860), quienes afir-
man que la especie presenta un color negro-pí-
ceo con una mácula humeral amarillo-testácea
(en cada élitro). Por otra parte, el ejemplar por-
ta una etiqueta escrita a mano por León Fairmaire
que indica el nombre original con el que fue des-
crita esta especie “Cardiophorus humeralis” se-
guido del término latino “nobis” que significa
perteneciente a mí, es decir atribuyéndose la
autoría de la especie.
Localidad tipo: No se indica en la descripción
original, pero es “Chile” de acuerdo con el títu-
lo de la obra en la cual fue descrita “Coleoptera
Chilensia”. El holotipo indica “Santiago” (Región
Metropolitana).
Diagnosis: Hembra (Ejemplar N%1 = Figs. 37-
42): Tamaño pequeño: 4 mm. Tórax con alas
metatorácicas desarrolladas (Fig. 43). Protórax
anaranjado con abundante pilosidad de color
crema. Pronoto con incisiones sublaterales
inconspicuas; disco convexo con punteado com-
puesto por puntos redondos separados entre 1-2
veces el ancho de un punto. Élitros negros con
un par de máculas de color ocre que cubren
completamente la zona humeral; superficie pro-
vista de punteado setígero escaso en los 2/3
anteriores y denso en el tercio apical. Con
estrías fuertemente marcadas por hileras de pun-
tos casi contiguos; interestrías 3-4 veces más an-
chas que una estría. Escutelo pentagonal con
borde anterior recto. Ovipositor 13 veces más
largo que su ancho a la altura de los coxitos;
coxitos sin estilos (Fig. 42). Bolsa copulatriz con
escleritos pareados (Figs. 40-41); cada uno
con dos prominencias aserradas formando una
“C”. Macho (Ejemplar N*2 = Figs. 43-45): tórax
con alas metatorácicas desarrolladas. Edeago
(Fig. 45) con parámeros divergentes entres sí;
lóbulo medio estrechándose gradualmente ha-
Pineda, C.
cia el ápice donde se ensancha abruptamente
formando un lóbulo. Margen posterior del
lóbulo basal escotado medialmente.
Variación intraespecífica: (n=7). 3,95-4,63 mm.
Ambos sexos son alados. Machos y hembras in-
distintamente presentan dos variedades de co-
loración, una con protórax anaranjado y élitros
negros con maculas humerales de color ocre
grandes, y otra con protórax y élitros negros
con máculas ocres pequeñas. Dado que es una
especie de coloración variable se incluyen imá-
genes de una serie de siete ejemplares que fue-
ron hallados adheridos bajo una misma piedra.
El holotipo de A. humeralis (Figs. 35-36) corres-
ponde a la segunda variedad de color (Ejemplares
N*5 y N*7 = Figs. 48 y 50).
E
Poe plolyny chos al
C*Ma F. von Hayek
det. 1965
5 va
Nuevo género y especie de Cardiophorinae (Coleoptera: Elateridae) de Chile...
Distribución: Chile: Provincias de Elqui, Choapa
(Región de Coquimbo); Petorca, Quillota, San
Felipe de Aconcagua, Los Andes (Región de
Valparaíso); Chacabuco, Santiago, Cordillera,
Maipo (Región Metropolitana) (Arias y Elgueta,
2012).
Nota: Ejemplares recolectados recientemente
evidencian que la actividad de los adultos de
esta especie ocurre durante el invierno
(julio-agosto), encontrándose durante el día en
pequeños grupos de individuos de ambos sexos
adheridos bajo piedras (conducta lapidícola).
Material examinado: Chile, Cerro Santa Rosa,
29.7.2018, J. Santibáñez col., bajo piedras
(7 CPCP).
Figuras 35-36: Holotipo de Cardiophorus
humeralis Fairmaire y Germain, 1860
(RBINS). Identificadas como N*35 Vista
dorsal y N*36 Etiquetas. Fotografías por
Jerome Constant (RBINS).
Pineda, C.
Figuras 37-50: Austrocardiophorus humeralis (Fairmaire y Germain, 1860). Identificado como N*37 a N%42 Ejemplar hembra
(N*1), N*37 Vista dorsal, N*38 Vista ventral, N*39 Vista lateral, N%0 y N*41 Escleritos pareados de la bolsa copulatriz,
N*40 Vista dorsal, N“%41 Vista ventral, N%2 Ovipositor, N%43 a N*%45 Ejemplar macho (N*2), N*%43 Vista dorsal (vuelo), N*44
Vista dorsal, N%45 Edeago, vista ventral, N*%46 a N*50 Variación intraespecífica en cinco ejemplares.
a
Nuevo género y especie de Cardiophorinae (Coleoptera: Elateridae) de Chile...
Figura 51: A. humeralis (Fairmaire y Germain, 1860). a) Hábitat en los faldeos del Cerro Santa Rosa, Los Andes (Región de
Valparaíso). b) Ejemplar in situ adherido bajo una piedra. Fotografías por Jorge Santibáñez.
Austrocardiophorus elegans
(Solier, 1851)
(Figuras 52-54)
Cardiophorus elegans Solier, 1851: 16; Solier en
Gay, 1854: Coleópteros, Lamina 13, Fig. 7 (ilus-
tración); Candéeze, 1891: 132 (como posible si-
nónimo de Cardiophorus humeralis ); Fleutiaux,
1907: 206 (como especie válida); Arias y Elgueta,
2012: 660 (como sinónimo de Paracardiophorus
humeralis).
Horistonotus elegans (Solier, 1851); Candéze,
1860: 248-249 (Horistonotus ); Calvert, 1897: 835
(como especie válida); Arias y Elgueta, 2012:
660 (como sinónimo de Paracardiophorus hu-
meralis).
Austrocardiophorus elegans (Solier, 1851);
Douglas, 2017: 36 (como especie válida).
Localidad tipo: Illapel (Región de Coquimbo).
Distribución: Chile: Provincias de Elqui, Limarí,
Choapa, (Región de Coquimbo).
Comentario: La descripción original de
Cardiophorus elegans Solier, 1851 no establece el
número de ejemplares estudiados, pero entrega
una sola medida (Long., s lin.; latit., 1 lin. Y.) y
no un rango de medidas como en otras especies
descritas en la misma obra por lo que probable-
mente fue descrita en base a un único ejemplar.
La descripción original de Solier (1851) además
establece que esta especie se encuentra en Illapel,
etc. (actual Provincia de Choapa). El material
tipo de esta especie aún no es localizado, sin
embargo, debiese estar depositado en la colec-
ción del Museo de Historia Natural de Paris,
Francia (MNHN), debido a que Fleutiaux (1907:
206) señala que ha visto dos ejemplares de esta
especie, el ejemplar tipo de Illapel depositado
en la colección antes mencionada y otro ejem-
plar recolectado en Coquimbo por el Dr. Delfín.
Nota: A pesar de que el material tipo de
Cardiophorus elegans Solier, 1851 aún no ha sido
examinado, la descripción original de Solier
(1851) y la ilustración original de Solier en Gay
(1854) permiten identificar esta especie con
cierta seguridad. A partir de ejemplares afines
a A. elegans (Solier) provenientes de localida-
des cercanas a Illapel (localidad tipo) en la
Región de Coquimbo es posible corroborar que
la localidad tipo mencionada por Solier (1851)
es correcta. Estos ejemplares exhiben un mar-
cado dimorfismo sexual caracterizado por la
forma del cuerpo esbelta en el caso del macho
con antenas que alcanzan el tercio apical de los
élitros (Fig. 54). La hembra se distingue del ma-
cho por las antenas cortas y la forma corporal
notablemente más ancha (Fig. 53).
Material examinado: Guanaqueros, IV Reg. 02
Jun 1994, leg. F. Ramírez <> bajo piedras, 15:55
hrs. (1 hembra, CFRF); Guanaqueros, Tongoy,
IV Reg. 05 junio 1997, leg. F. Ramírez <> zona
con Puya, Trichocereus y Lithraea, atraído a la
luz, 19 a 202:45 hrs. (3 machos, CFRF); Pichasca,
Ovalle, IV Reg. 800 mts. 14 sept 1999, muerto
bajo piedras, leg. F. Ramírez (1 hembra, CFRE);
Canela Baja, IV Región, 260 m. bajo piedras, 23-
V-2015, Leg. A. Ramírez (1 macho, CFRE); Llano
de la Higuera, IV Reg. 500 m. 13-VII-2010, Leg.
F. Ramírez<> muerto bajo piedras (1 hembra,
CFRFE); Santa Gracia, La Serena, 13-VII-2020, V.
Villablanca leg. (1 macho, CVVM).
Figuras 52-54: Austrocardiophorus elegans (Solier, 1851). Identificado como N*52 Ilustración original de Solier en Gay (1854),
N*53 Ejemplar hembra de Pichasca (Región de Coquimbo) y N*54 Ejemplar macho de Canela Baja (Región de Coquimbo).
Fotografías 53-54 por Andrés Ramírez.
Pineda, C.
Horistonotus convexicollis Candeze, 1860
(Figuras 55-56)
Horistonotus convexicollis Candeéze, 1860: 260.
Material tipo: Sintipo hembra (Figs. 55-56): “SYN-
/ TYPE” // “Brasil.” // “Horiston. / convexico-
llis / Bresil” // “Coll. Janson.” // “? SYNTYPE
/ Horistonotus / convexicollis / Cand., 1860:260
/ C.M.F. von Hayek / det. 1985 PTO.” // “claws
simple / l=15mm. cf deses df / convexicollis
Cand., 1860 / dboes claws [dibujo de las garras]
/ C.M.F. von Hayek det. 1985 / 112 mm.” //
“Cardiophorus elegans Sol. / comp. = Fleup spe-
cimen / from Coquimbo / C.M.F. von Hayek
det. / 1963.” // “NHMUK 014011848” (NHMUK).
Localidad tipo: Brasil.
Comentario: Horistonotus convexicollis Candeze,
1860: 260 fue descrito probablemente en base
a un único ejemplar de Brasil (Du Brésil.) de-
bido a que en su descripción original no espe-
cifica el número de ejemplares estudiados, pero
se entrega una sola medida (Long. 12 mill., lat.
fere 3 2/3 mill.) y no un rango de medidas como
en otras especies descritas por el autor en la
misma Obra. El ejemplar tipo de H. convexico-
llis ilustrado en este estudio (Fig. 55-56) se en-
cuentra depositado en la colección del Museo
de Historia Natural de Londres (NHMUK) y se
menciona como sintipo porque el holotipo de
esta especie no fue designado originalmente
por Candeze (1860).
Este ejemplar porta tres etiquetas agregadas por
Christine von Hayek en las que indica que el
ejemplar en realidad corresponde a la especie
Austrocardiophorus elegans (Solier, 1851) de
Chile. En el presente estudio se estima que la
afirmación efectuada por Ch. von Hayek es co-
rrecta basado en las ilustraciones de Solier en
Gay (1854) (Fig. 52) y la información consig-
Nuevo género y especie de Cardiophorinae (Coleoptera: Elateridae) de Chile...
nada en la descripción original de Cardiophorus
elegans Solier, 1851 que permite presumir con
cierta seguridad que el sintipo antes mencio-
nado corresponde efectivamente a la especie
descrita e ilustrada por Solier (1851). Si esto es
así, la especie Cardiophorus elegans Solier, 1851
tendría prioridad y Horistonotus convexicollis
Candeze, 1860 pasaría a ser un sinónimo de
Cardiophorus elegans. En base a lo anterior, y al
estudio del material tipo de Cardiophorus ele-
gans, se podrá establecer con mayor certeza
esta posible sinonimia.
Pineda, C.
ES is
A a
E. ven Hayek
Y
pet.l! rro
EN ls : mE es
Tia, ts a,
e
Figuras 55-56: Ejemplar sintipo hembra de Horistonotus convexicollis Candéze 1860 (NHMUK). Identificado como N*55
Vista dorsal y N* 56 Etiquetas. Fotografías por Hume B. Douglas.
AGRADECIMIENTOS
Agradezco a Jerome Constant (RBINS) por las fotografías del holotipo hembra de Cardiophorus hu-
meralis Fairmaire y Germain, 1860. A Hume B. Douglas por las fotografías del sintipo hembra de
Horistonotus convexicollis Candéze 1860. A Andrés Ramírez Cuadros y Francisco Ramírez Fischer
por dar acceso a sus colecciones y ceder el único ejemplar conocido de Cardiotalpa psammophila.
A Jorge Luis Santibáñez Calderón por facilitarme los ejemplares de A. humeralis y por las fotogra-
fías y observaciones de esta especie en su hábitat natural. Agradezco a los revisores Mario Elgueta
D. (MNNC), José Mondaca E. (SAG) y José Luis Zapata de la Vega por los valiosos comentarios y
sugerencias realizadas.
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Arundo Donax, es una especie de planta her-
bácea perteneciente a la familia Poaceae. O
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Volumen 34, 2021
Ecología
y Medio Ambiente
Servicios ecosistémicos de regulación, asociado a piscina
de infiltración en sector de Nantoco, Tierra amarilla,
Atacama, Chile.
Omar Vicencio Campos*
Tamara Soto Honorato**
Luis Chirino Gálvez***
RESUMEN
El sector de Nantoco es una localidad ubicada
en la comuna de Tierra Amarilla, Región de
Atacama, Chile, siendo declarada como zona de
Escasez Hídrica en los años 2013 y 2021. Por esta
razón, la Junta de vigilancia del Río Copiapó dis-
puso la implementación de dos piscinas de in-
filtración el año 2018. Este sector cuenta con
antecedentes históricos de las llamadas vegas
de Nantoco, que junto con los servicios ecosis-
témicos que entregaban se secaron alrededor de
la década de 1970. La implementación de las pis-
cinas de infiltración generó diversos servicios
ecosistémicos del tipo Provisión, Regulación,
Soporte y Cultural, los que si bien existieron
alguna vez con los anteriores cuerpos de agua,
ahora se valorizan de forma diferente debido no
sólo al pasar de los años sino también, al cam-
bio de pensamiento y cultura de la sociedad;
además cabe señalar que esta nueva visión de
los servicios ecosistémicos pueden ayudar a
mejorar el ámbito social, económico y ambien-
tal no sólo del sector, sino como un modelo
* Ingeniero en Medio Ambiente y Recursos Naturales; Técnico en Geología; Atacama Fósil Research. E-Mail: omar.vicencio(Ygmail.com
** Ingeniera en Medio Ambiente y Recursos Naturales; Técnico en Geomática; E-Mail: tamara.sotohonorato(Vgmail.com
*** M.Sc. Geology, Ph.D. c. Applied Geology; B.Sc. Geociencias; Escuela de Ingeniería y Negocios, Universidad Viña del Mar.
E-Mail: geologia101(dyahoo.com
a estudiar, comparar y emular en esta región y
otras del país.
Palabras clave: Nantoco, Río Copiapó, Servicios
ecosistémicos, Piscinas de infiltración, Humedal.
ABSTRACT
Nantoco is a locality near Tierra Amarilla,
Atacama region, Chile. It has been under offi-
cial water shortage restrictions since 2013.
This area is historically known as Nantoco wet-
lands, also known because their large brea
(Tessaria absinthioides) harvest, which, along
with the associated ecosystemic services given
at that time the wetlands dried up around 1970s.
In 2018, the Copiapó river Overseer Council
built two infiltration pools. The building of the-
se infiltration pools brought several ecosyste-
mic services such as Provisioning, Regulating,
Supporting y Cultural services, which were also
present before in the earlier wetlands, but now
these are different because changing times with
new society, culture and thought, where these
ecosystemic services may help to improve
social, economic and environmental issues in
this area as well as to be a model to study, to
compare and imitate in this and other regions
in the country.
Keywords: Nantoco, Río Copiapó, Ecosystem
services, Infiltration pools, Wetland.
INTRODUCCIÓN
Nantoco es una localidad ubicada en la comuna
de Tierra Amarilla, Región de Atacama, que nace
como un caserío indígena del valle del río
Copiapó que se sustentaba en la cosecha de la
brea (Tessaria absinthioides), planta caracterís-
tica de las vegas de “Nantoco” que, de acuerdo
a las crónicas era la base de la economía de di-
cho poblado en el siglo XVII (Sayago, 1874).
Actualmente, este sector posee una importante
Vicencio, O., Soto, T. y Chirino, L.
actividad agrícola enfocada a la plantación de
uva, principalmente para exportación
(Municipalidad de Tierra Amarilla, 2021). Esto
ha generado un enfoque asociado directamente
al buen manejo del recurso hídrico, más aún
cuando se tiene en consideración que el
Ministerio de Obras Públicas ha declarado las
comunas de Tierra Amarilla y Copiapó como
Zonas de Escasez Hídrica, por medio de un
Decreto N*156 desde 2013. Esta situación de cri-
sis se reitera desde ese entonces producto del
déficit hídrico, declarándose a toda la Provincia
de Copiapó como zona de escasez hídrica
mediante Decreto N*132 del 2021. Es por este
motivo que la junta de vigilancia del Río Copiapó
dispuso la implementación de dos piscinas de
infiltración el año 2018 localizadas a 4.5 km al
SE del poblado de Nantoco (ver Figura 1), cuyo
propósito es ayudar a la recarga del acuífero sub-
terráneo, el cual, según la Junta de vigilancia del
río Copiapó se ha convertido en un humedal
(JVRC, 2018). Al mismo tiempo, esta área
también es afectada por inundaciones y flujo
recurrente de detritos (aluviones), que genera
un riesgo donde SERNAGEOMIN ha indicado
que se deba revisar las obras de mitigación que
se pueden construir o la limpieza de las ya cons-
truidas como estas piscinas de infiltración como
disipadores de energía (Fuentes et al., 2015;
ver Figura 1).
Por otra parte, la instalación de estas piscinas
de infiltración sobre el área donde según Sayago
(1874) se encontraban las vegas de Nantoco,
hace sumamente importante reconocer cuales
serían los principales servicios ecosistémicos
que se podrían recuperar para este sector.
Además de evaluar si es posible el otorgar la ca-
tegoría de humedal artificial a esta área, reco-
nociendo la flora y fauna presente así como
también cuales serían las medidas preventivas
para mitigar o evitar un impacto ambiental
significativo sobre el mismo ecosistema.
sx” ER > :
Y ISA A
SIMBOLOGÍA
Producto del estado de los ecosistemas y la de-
gradación ambiental que existe en la actualidad
se vuelve sumamente necesario comprender el
funcionamiento de los diversos ecosistemas y
sus interacciones (MMA, 2014), de esta mane-
ra la OECD por medio del programa Millenium
Ecosystem Assessment (MEA, 2005- 2012) ha
definido lo que es el concepto de servicios eco-
sistémicos (SS. EE.). De acuerdo a esta breve
definición, los servicios ecosistémicos corres-
ponden a aquellos beneficios que logra obtener
la gente de los diversos ecosistemas (MEA, 2012).
Servicios ecosistémicos de regulación asociado a piscina de infiltración...
Figura 1: Mapa de áreas susceptibles
de aluvión al sur de Tierra Amarilla
(Modificado de Fuentes, et al., 2015)
Estos beneficios obtenidos pueden ser directos,
los cuales dependen directamente de las funcio-
nes del ecosistema o indirectos, que no depen-
den directamente (Díaz, et al., 2007).
Según la clasificación utilizada por MEA (2005)
y Carpenter, et al., (2009) es posible distinguir
cuatro grupos de servicios ecosistémicos (Tabla
1). Estos servicios corresponden a provisión
(madera o agua), regulación (control de inun-
daciones), culturales (recreación) y soporte (ci-
clo de nutrientes).
Vicencio, O., Soto, T. y Chirino, L.
SERVICIOS ECOSISTÉMICOS
Nutrición
Abastecimiento de agua
Provisión
Materiales
Energía
Alimentos
Reserva de Agua
Simbólico
Cultural
Intelectual y vivencial
Salud Mental y Física
Patrimonio natural, Recreación y turismo, Belleza
escénica
Tabla 1: Clasificación de Servicios ecosistémicos. Fuente: Modificado de MEA 2005; MMA 2014; Vásquez, 2016.
Desde el año 2018 la Junta de Vigilancia del Río
Copiapó en conjunto con la Comunidad de Aguas
Subterráneas (CASUB) elaboraron como medi-
da de mitigación a la escasez hídrica, la creación
de dos piscinas infiltradoras en el sector de
Nantoco (CASUB, 2018) en el Cruce rutas C-35
y C-401 (Figura 1, 3 y 4), cuyo fin es recargar
los acuíferos subterráneos existentes en el sec-
tor. De esta manera el objetivo de las piscinas
de infiltración es reducir la cantidad de agua
dulce que se pierde actualmente en el Valle de
Copiapó, la que va dar al mar por falta de in-
fraestructuras existentes (CASUB, 2018). El agua
almacenada es utilizada por diversos rubros:
agrícola con 2.510 hectáreas (con cultivos de
uva, olivos, frutales y hortalizas), minero (Minera
Candelaria, Mantos Copper, Compañía Minera
del Pacífico y Sociedad Punta del Cobre), sani-
tario (Nueva Atacama), de servicios (universi-
dad, hotelería, turismo, frigoríficos y construc-
toras, entre otras) y vivienda (200 parcelas)
(CASUB, 2020). Por último, las piscinas de infil-
tración aledañas al cauce del río, cuentan con un
serpentín decantador el cual permite incremen-
tar el tiempo de residencia del agua que ingresa
ala primera piscina de infiltración (CASUB, 2020).
De acuerdo a lo compilado por Sayago (1874),
hay un registro en crónicas históricas sobre la
existencia desde tiempos coloniales de un hu-
medal permanente en Nantoco, cuando este era
un sector con suelos muy fértiles, adecuados para
sembrar cualquier tipo de hortalizas y conocido
sobre todo por sus abundantes cosechas de brea
(Tessaria absinthioides), que desaparecían des-
pués de grandes eventos de inundación como el
ocurrido en 1655. El registro de 2 siglos de datos
históricos estudiados por CSIRO (2018) sitúan
estos aluviones episódicos con una media de casi
2 eventos irregularmente distribuidos por déca-
da, dando conformación a un ciclo catastrófico
en la sucesión vegetacional en estas llamadas ve-
gas de Nantoco, lo que tuvo vigencia hasta que
desaparecieron en el sector, en la década de 1970
(Niemeyer, 1981). Dicho sector se ha converti-
do en años recientes en un lugar con condicio-
nes óptimas para el cultivo, principalmente de
uva de mesa gracias al mejoramiento de la cana-
lización y otras obras de regadío.
Cretácico (Hauteriviano)
Areniscas
Calcilutitas limosas (mudstones")
Cubiertas por Depósitos fluviales
Vegas de Nantoco
2 ]
ha Piscinas de
Ms infiltración
E 804 m O. Carrizalille
rd
aa des > Mal Paso
a 1 e 2”
a ll
Msi e oy S ¿Mantoco
o a Ha, 1.30
a ha
a, ñ da
Simbología Se = 500 m
La p li 4
Superficie terrano e "ro
| con pendiente aproximada ea a %
a
PA is 8% A
— — Nivel freático generalizado Ls mu
==9 a
ll Lecho rocoso cauce simplificado A
e 7
a E Lecho rocoso segun interprelación e
goomorfológica
Nival freático sondaje napa
Lecho rocoso
Servicios ecosistémicos de regulación asociado a piscina de infiltración...
Varios autores reconocen que los suelos ya no
solamente poseen las mejores condiciones para
el cultivo agrícola, sino que también dadas cier-
tas condiciones de humedad dan paso a espe-
cies típicas de totorales en sectores con cuer-
pos de agua presente. Producto de lo antes
mencionado es posible destacar que las pisci-
nas de infiltración fueron dispuestas sobre uni-
dades fluviales del Pleistoceno-Holoceno
(Arévalo, 2005), que corresponden a antiguos
humedales históricos que fueron estudiados en
detalle en la década de 1960 (Niemeyer, 1981).
Las vegas del curso medio del río Copiapó
entre las cuales se cuentan las de Nantoco,
desaparecieron unos pocos años antes de 1980,
por causa del revestimiento de los canales y por
sobre todo debido a la intensificación de
extracción de aguas por bombeo desde el acuí-
fero. El área donde se construyeron las piscinas
de infiltración coincide con el área donde el río
afloraba todo el año formando las vegas de
Nantoco (ver Figura 2).
800
750
TOD
650
600
550
Aguirre Cerda 500
==
450
400
Figura 2: Perfil longitudinal del
cauce del Río Copiapó en el área
de Nantoco (modificado de Nie-
meyer € Cereceda,1984).
Vicencio, O., Soto, T. y Chirino, L.
En ausencia de extracciones de agua en el pasado, el nivel freático interceptaba la superficie en
las vegas de Nantoco, descendiendo nuevamente aguas abajo debido al mayor ensanchamiento del
valle y a la mayor potencia de los sedimentos no consolidados (Niemeyer 8: Cereceda, 1984). Por
consiguiente, la decisión de localizar estas piscinas de infiltración en este sector se asocia a ello,
y habría un potencial para que su número y extensión se incremente en el área de las vegas de
Nantoco, lugar donde hace pocas décadas aún con la extracción por pozos el nivel freático se en-
contraba a menos de un metro de la superficie (Alamos €: Peralta, 1986).
A juicio de Niemeyer, todas estas vegas se categorizan en tres tipos. Aquellas con espejo evaporan-
te que tienen vegetación densa y húmeda con dominancia de las especies de junquillo y otras
gramíneas (A ); aquellas que poseen vegetación freatófita densa, sin humedad superficial con
dominancia de las especies de brea (Tessaria absinthioides) y grama salada (Distichlis spicata) como
característicos (B); y aquellos que poseen vegetación freatófita rala, sin humedad superficial (C)
donde predominaría la brea y el cachiyuyo (Atriplex sp).
Figura 3: Vista General del cruce C-35 año 2012. Fuente:
Google Earth.
Figura 4: Vista General del cruce C-35 año 2019. Fuente:
Martínez, Alexandro.
MATERIALES Y MÉTODOS
Para la Realización del estudio se tomaron fo-
tografías con cámaras Canon EOS Rebel XS y
Sony Ago en distintos puntos de la Laguna de
Infiltración en el sector de Nantoco, la cual se
Los datos obtenidos mediante el monitoreo vi-
sual y registro fotográfico fueron comparados
con la tabla Clasificación de Servicios ecosisté-
micos MEA (2005), MMA (2014) y Vásquez
ubica en las coordenadas WGS10984, Huso 19;
376341.00E; 6949024.005. En un costado de la
ruta C-35, que se sitúa a 400 metros al Sureste
del cruce con la ruta C-401 (Figura 5a).
(2016), logrando reconocer cuales son los ser-
vicios ecosistémicos entregados posterior a la
implementación de las piscinas de infiltración.
Sumado a esto, se logró reconocer la presencia
de Flora y Fauna la cual se comparó con regis-
tros descritos en la literatura.
En cuanto a la cartografía se utilizó el Software
ArcGis, 10.4.1 para la elaboración del mapa ge-
neral y el Software Google Earth para evaluar
el crecimiento del cuerpo de agua en el sector,
comparando imágenes durante los años 2012,
2015, 2018 y 2021 que corresponden al periodo
de sequía, aluvión, implementación de Piscinas
y al periodo de la toma de datos, respectivamente.
RESULTADOS
Las dos piscinas de infiltración están subdividi-
das por un camellón de tierra (Figura sa y 5b)
y en su conjunto cubren aproximadamente 3
Ha, con una forma sinuosa de flujo que tiene
como objetivo maximizar el contacto con la su-
perficie del humedal (EPA, 2005). Al examinar
su geometría, se logra visualizar un perfil de for-
ma sinuosa que tiene la intención de generar un
mayor nivel de infiltración hacia al acuífero, con
un área central emergida donde se concentra la
mayor cantidad de vegetación (Figura 5b).
Producto de la implementación de las Piscinas
de infiltración en el sector de Nantoco (Comuna
de Tierra Amarilla) durante el año 2018, es po-
sible observar un cambio significativo en el área
de estudio durante los últimos años. Esto se pue-
de corroborar al comparar la primera vista
satelital correspondiente al año 2012, periodo
de una prolongada sequía en la región, donde se
reconoce el área de estudio sin cursos, ni cuer-
pos de agua y rodeada por plantaciones de uva
de mesa (Figura 6a). Posterior al aluvión ocu-
rrido en el año 2015 en las comunas de Copiapó
y Tierra Amarilla, es posible observar en la ima-
gen satelital el flujo de sedimento arrastrado por
la crecida del Río Copiapó ocurrida en marzo
del 2015, como fue identificado según Fuentes
et al., (2015; Figura 6b). Continuando con el re-
Servicios ecosistémicos de regulación asociado a piscina de infiltración...
gistro satelital, en el año 2018 es posible reco-
nocer la implementación de la primera piscina
de infiltración, dando paso a un cambio paisa-
jístico durante el proceso de implementación
(Figura 6c). Por último, en el año 2021 se pro-
cedió a tomar registro fotográfico en el sector,
reconociendo un cambio sustancial en los últi-
mos 3 años desde la implementación de las
piscinas, esto se puede observar en las imáge-
nes satelitales del software Google Earth,
reconociendo en el sector dos cuerpos de
agua con abundante vegetación asociada (Figura
6d). Producto de la implementación de estas
piscinas es posible reconocer la recuperación
de servicios ecosistémicos como los que eran
entregados por las vegas de Nantoco (Niemeyer,
1981), entre los servicios ecosistémicos recupe-
rados destacan los servicios de Provisión
(reserva de agua), Regulación (regulación de
Erosión, Infiltración de Agua, Secuestro de
carbono), Cultural (Patrimonio natural,
Recreación y turismo, Belleza escénica) y Soporte
(Formación de Suelo, Fotosíntesis y Ciclo del
Agua), estos pueden encontrarse entre los
propuestos por MEA (2005), MMA (2014)
y Vásquez (2016).
Vicencio, O., Soto, T. y Chirino, L.
a) 376200 376300 376500
6949200
E
=
-
En
“+
mm
pra]
Figura 5:
6948900
a)Mapa general escala 1:2.500. Se
observa el área de estudio ubicada
aproximadamente 400 metros al
sureste del cruce de la ruta C-35
con ruta C-401.
b) Corte transversal de 320 metros
desde el NE al SW, en este se reco-
noce la elevación geográfica de la
piscina de infiltración, además de
donde se encuentra la mayor dis-
a y tribución de vegetación /Fuente:
7700 Lala Elaboración propia
376200
Escala 1:2.500 A rn lle tros
Leyenda
Corte Transversal
b)
Piscina de infiltración - Río Copiapó
E A
565 580 595 |
Servicios ecosistémicos de regulación asociado a piscina de infiltración...
Figura 6: Cuadro con mapas correspondientes al área de estudio. a) Mapa correspondiente al año 2012. b) Mapa corres-
pondiente al año 2015. c) Mapa correspondiente al año 2016. d) Mapa correspondiente al año 2021. Fuente: Google Earth.
En cuanto a los servicios de Provisión (Reserva
de agua), Regulación (regulación de Erosión,
Infiltración de Agua, Secuestro de carbono)
y Soporte (Formación de Suelo, Fotosíntesis
y Ciclo del Agua; Tabla 2). Se pudo observar la
formación del cuerpo de agua (Figura 7), el
cual aumentó su superficie considerablemen-
te en los últimos años (Tabla 3) y sirve como
un reservorio de hídrico para la región, la cual,
tan solo posee un registro de media anual de
28mm de precipitación (CSIRO, 2018; 2021).
Sumado a lo anterior existe un aumento con-
siderable de cobertura vegetal en el sector de
estas piscinas (Tabla 3), la vegetación que se
logró reconocer en el sector se encuentra aso-
ciada a los ecosistemas del tipo humedal
(vegas del tipo A). De esta manera fue posible
reconocer especies tales como, Typha angusti-
folia (Figura 8) y Arundo donax (Figura 9). Este
tipo de vegetación ayuda a regular la erosión
del suelo o sustrato y ayuda significativamen-
te a la infiltración hídrica. De esta manera la
vegetación incrementa la protección del suelo
(Figura 10), frenando o disminuyendo la esco-
rrentía y facilitando la infiltración, además de
aumentar la resistencia mecánica del suelo y
de generar estabilidad, rugosidad y porosidad
gracias a la presencia de materia orgánica, ge-
nerando un aumento en la capacidad de
infiltración (Porras, 2000; Laporte y Porras,
2002; Bochet y García, 2004; Alvarado, 2016)
y realizando captura de carbono mediante el
proceso de fotosíntesis, el cual es un gas aso-
ciado directamente al cambio climático.
Vicencio, O., Soto, T. y Chirino, L.
Figura 7: Vista general de cuerpo de agua corresponde al servicio de Provisión (Reserva de Agua). Fuente: Martínez, Alexandro.
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Figura 8: Vista General de Typha angustifolia, correspondiente Figura 9: Vista General de Arundo donax, especie presente en
a una vegetación de zonas pantanosas. Fuente: Martínez, zonas de humedal permanente. Fuente: Martínez, Alexandro.
Alexandro.
Servicios ecosistémicos de regulación asociado a piscina de infiltración...
Figura 10: Vista General de estabilización de sedimentos gracias a vegetación y cuerpo de agua permanente. Fuente: Chi-
rino-Gálvez.
Por otra parte, un servicio ecosistémico de gran importancia otorgado por estas piscinas de in-
filtración corresponde al servicio Cultural (Patrimonio natural, Recreación y turismo, Belleza
escénica; Tabla 2), donde el patrimonio natural generado por el cuerpo de agua y la vegetación
asociada proporcionó las condiciones para la llegada de avifauna al sector como la Tagua co-
mún (Fulica armillata; Figura 11a y b) y Churrete (Cinclodes oustaleti oustaleti; Figura 12). Esto
produce en el área de estudio una belleza escénica intrínseca. La cual se podría definir como
un cambio paisajístico desde el registro obtenido el año 2012 gracias a la implementación de es-
tas piscinas de infiltración. Lo anteriormente descrito produciría un nuevo lugar de recreación
para la población de Nantoco y Tierra Amarilla, además de un nuevo foco de turismo regional.
Vicencio, O., Soto, T. y Chirino, L.
Sumado a esto cabe destacar que la Junta de Vigilancia del Río Copiapó actualmente están to-
mando medidas preventivas, para evitar el deterioro de este ecosistema, delimitando el área de
las piscinas de infiltración, mediante la implementación de señalética informativa y cercos de
madera para evitar un impacto significativo sobre este nuevo ecosistema (Figura 13).
Figura 11: a) Vista de grupo de taguas (Fulica armillata) en el sector piscinas de infiltración. b) Vista de Tagua juvenil en el
sector de piscinas. Fuente: Martínez, Alexandro.
Figura 12: Churrete (Cinclodes oustaleti oustaleti) observado en Figura 13: Vista de letrero indicando actividades no autori-
la vegetación asociada a las piscinas de infiltración. Fuente: zadas, como medida preventiva. Fuente: Chirino-Gálvez.
Martínez, Alexandro.
Servicios ecosistémicos de regulación asociado a piscina de infiltración...
SERVICIOS ECOSISTÉMICOS PROPORCIONADOS POR PISCINAS DE INFILTRACIÓN (NANTOCO)
Provisión Abastecimiento de agua Reserva de Agua
Patrimonio natural, Recreación y turismo, Belleza
escénica
Tabla 2: Servicios ecosistémicos entregados por Piscinas de infiltración (Nantoco). Fuente: Modificado de MEA 2005; MMA
2014; Vásquez, 2016.
Cultural Intelectual y vivencial
SUPERFICIE VEGETADA SUPERFICIE ACUÁTICA
2015 O O
2021 1.62 Ha 1.40 Ha
Tabla 3: Superficies de las piscinas durante la última década, se reconoce un incremento paulatino de las superficies hídrica
y de vegetación, está sucesión temporal define que el número de especies de flora y fauna presentes, está condicionado por
el área que tengan estas piscinas y las zonas de suelo saturado adyacente (MacArthur € Wilson, 2001).
DISCUSIONES
Los resultados de este artículo buscan lograr de-
terminar si las lagunas de infiltración en sector
de Nantoco, Tierra amarilla, Atacama proveen
servicios ecosistémicos a la población, y si en
conjunto con esto, dichas piscinas, podrían iden-
tificarse como un nuevo humedal; para esto en
primer lugar se debe tener en cuenta cual es la
definición de este, en donde nos encontraremos
con dos definiciones que se pueden utilizar, la
de (RAMSAR, 1971) la que señala que “los eco-
sistemas de humedales son los pantanos y ma-
rismas, lagos y ríos, pastizales húmedos y tur-
beras, Oasis, estuarios, deltas y bajos de marea,
zONas marinas próximas a las costas, manglares
y arrecifes de coral, así como sitios artificiales
como estanques piscicolas, arrozales, embalses
y salinas” y la definida por el ministerio de re-
laciones exteriores de Chile en el Decreto N*
771 de 1981, que define a los humedales como
“las zonas húmedas que dividen en áreas de cié-
nagas, pantanos, áreas de musgos o agua, sean
estas naturales o artificiales, permanentes o tem-
porales, de aguas estáticas o corrientes, frescas,
con helechos o saladas, incluyendo zonas de
agua de mar cuya profundidad no exceda de seis
metros durante la marea baja”. Bajo estas defi-
niciones se podría decir que el ecosistema que
se creó a partir de la realización de las piscinas
de infiltración si corresponde a un humedal y
que este seria de tipo artificial; de igual manera
al revisar la “Guía práctica para el conocimien-
to de humedales e identificación de conductas
denunciables” del Centro UC, políticas públicas
del año 2020, se puede volver a confirmar lo di-
cho anteriormente ya que esta responde a la pre-
gunta ¿Qué es un humedal? Con la siguiente res-
puesta “Paisaje o territorio, cubierto de agua de
forma permanente o temporal, de origen natu-
ral o artificial, que contiene plantas y animales
que dependen de él, que aporta servicios a la
comunidad, personas y entorno”.
Vicencio, O., Soto, T. y Chirino, L.
Teniendo en cuenta los antecedentes anteriores
y al determinar este ecosistema como humedal
artificial, se deja en claro que este presta servi-
cios ecosistémicos al sector. Sin embargo, tan-
to Mitsch et al., (2015), como Clarkson et al.,
(2004) mencionan que los humedales son eco-
sistemas que brindan una buena cantidad de
servicios ecosistémicos a la sociedad, los cuales
pueden ser evaluados de una manera cualitati-
va ordinal para definir su calidad y valoración
monetaria (De Groot et al., 2006; RAMSAR,
2009), especificando también que los hume-
dales se encuentran entre los ecosistemas más
importantes del planeta, puesto que entre otros
atributos son uno de los entornos más produc-
tivos, poseen una gran biodiversidad, son
fuentes de suministro de agua, lo que los
convierte en ecosistemas indispensables por los
innumerables beneficios o “servicios ecosisté-
micos” que brindan a la humanidad.
Sin embargo, ¿son estos nuevos servicios
ecosistémicos? Según la JVRC al describir la
metodología que derivó en las piscinas de infil-
tración, establecen que se crearon espejos de
agua “los que contribuyen a la recuperación de
los ecosistemas y la salud del acuífero recargan-
do de forma natural los distintos sectores de la
cuenca en el Río”. Sin embargo, según los ante-
cedentes históricos en el sector donde se dispu-
sieron las piscinas existieron grandes extensio-
nes de humedales conocidas como las vegas de
Nantoco, las cuales desaparecieron durante la
década de 1970 (Niemeyer, 1981) y generaban
servicios similares a los descritos anteriormen-
te. De igual forma, la valoración de estos servi-
cios se puede observar en el ámbito otorgado
por la prensa local, lo relata el Diario de Atacama
en el año 2018, que en su página 24 publicó una
noticia la cual se titula como “Las piscinas de
infiltración que hermosean el sector de Nantoco”
que ejemplifica una nota de prensa con esta
rúbrica, lo que puede confirmar nuevamente
que este nuevo ecosistema si está proporcionan-
do servicios ecosistémicos a la comunidad, ya
sean por aspectos de regulación, provisión y
soporte, sosteniendo una vez más lo expuesto
con anterioridad y reafirmando que si bien
anteriormente ya existían cuerpos de agua que
cumplían esta función, al cambiar diversos
factores del lugar como su sociedad también
cambia la forma de percibir dichos servicios.
CONCLUSIONES
El análisis de la información compilada y las
imágenes obtenidas del sector permiten
concluir que estos cuerpos de agua en estudio
llamadas piscinas infiltradoras si se podrían
considerar como un humedal artificial, ya que
todas sus características descritas en este traba-
jo se encuentran dentro de la lista de atributos
que definen lo que vendría siendo un humedal,
dentro de estas características se encuentra el
poseer una gran biodiversidad, ser un suminis-
tro de agua y aporta diversos servicios ecosis-
témicos al lugar.
Además se concluye que bajo las diversas imá-
genes presentadas con anterioridad, ya sea para
ver los cambios en el trascurso del tiempo o para
poder determinar que especies vegetativas
y faunísticas que se encuentran en el área de
estudio, se puede establecer que este sector si
brinda nuevos servicios ecosistémicos, ya que
se crea un nuevo paisaje en el sector que ante-
riormente no existía, se asocia flora y fauna a
dicha área de interés, los que en su conjunto
crean un nuevo ecosistema en la localidad que
otorga servicios de provisión al abastecer el
agua, de regulación en el entorno biofísico,
biótico, físico-químico, también de regulación
de flujos de agua, de soporte al formar por ejem-
plo nuevos suelos y participar en el ciclo del
Servicios ecosistémicos de regulación asociado a piscina de infiltración...
agua y la fotosíntesis y culturales al ser un es-
pacio recreacional.
Para finalizar, dada la ausencia de otros hume-
dales en el área hace que estas piscinas de
Nantoco sean más valiosas. Por ello, estas
debiesen seguirse estudiando y protegiendo, y
junto con ello lograr determinar que otros ser-
vicios ecosistémicos brinda, evaluar su calidad,
valoración monetaria y que otras funciones
abarca, además de las que se pensaron en el mo-
mento de su creación, además, como este hu-
medal puede ayudar a mejorar el ámbito social,
económico y ambiental no sólo del sector, sino
como un modelo a estudiar, comparar y emu-
lar en esta región y en otras del país.
AGRADECIMIENTOS
Agradecemos de forma especial al Sr. Alexandro
Martínez Ramírez (Fotógrafo), quien realizo
capturas fotográficas faltantes, las cuales se vol-
vieron fundamentales para poder realizar el pre-
sente manuscrito.
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Rev.
Volumen 34, 2021
Ecología
y Medio Ambiente
Distribución espacial de Persea lingue (Lauraceae) en un parche
vegetacional en el sitio prioritario Alto de Cantillana,
Región Metropolitana, Chile.
Spatial distribution of Persea lingue (Lauraceae) in a vegetative patch
in the Alto de Cantillana priority site, Metropolitan Region, Chile.
Yasna Cortez Rodríguez *
Valeria Meneses Señor *
Sergio Quiroz Jara ?
Juan Orellana Yevenes $
Juan Fernández ?*
Marco Kramps *
Julio Herrera *
RESUMEN
El propósito del presente trabajo fue registrar como Altos de Cantillana ubicada en los faldeos
la totalidad de individuos de Persea lingue en sur-oeste, en la quebrada del Arroyo en la lo-
un parche vegetacional en el sector conocido calidad de Los Culenes. Para ello se realizó un
l Asesoría Estratégica, Chile.
2 Museo de Historia Natural de Valparaíso
3 Estudios y Restauración Ambiental Sustentable
* Eletrans S.A
censo exhaustivo de cada árbol, registrando su
altura, DAP y eficiencia fotosintética.
Se registraron un total de 28 individuos, los cua-
les presentaron un patrón de distribución espa-
cial uniforme, con ejemplares considerados como
árboles. Los registros de eficiencia fotosintéti-
cas muestran un promedio de 0,81 (Fm/Fv), lo
que define un estado de “Muy Bueno” reflejan-
do un grado de bienestar fisiológico sin mostrar
algún estrés.
Palabras Claves: Persea lingue, eficiencia foto-
sintética, distribución espacial.
ABSTRACT
The purpose of this work was to register all the
Persea lingue individuals in a vegetative patch,
in the sector known as Altos de Cantillana lo-
cated in the south-west foothills, in the Arroyo
ravine in the town of Los Culenes. For this, an
exhaustive census of each tree was carried out,
recording its height, DAP and photosynthetic
efficiency.
A total of 28 individuals were registered, which
presented a uniform spatial distribution pattern,
with specimens considered as trees.
Photosynthetic efficiency records show an ave-
rage of 0.81 (Fm / Fv), which defines a state of
“Very Good” reflecting a degree of physiologi-
cal well-being without showing any stress.
Keywords: Persea lingue, photosynthetic effi-
ciency, spatial distribution.
ANTECEDENTES DE LA ESPECIE
Lingue (Persea lingue) es una especie endémi-
ca de Chile, pertenece a la familia Lauraceae,
que se distribuye naturalmente desde el río
Aconcagua hasta Chiloé (33 a 41% LS), siendo
más común en los bosques de Malleco, Cautín
Cortez, Y., Meneses, V. Quiroz, S., et al.
y Valdivia. En el área norte crece en las que-
bradas, asociadas con peumo (Cryptocaria alba),
canelo (Drimys winteri), arrayan (Lima apicu-
lata) y boldo (Peumus boldo). Se le considera
una especie vulnerable, cuya tipificación con-
signada en el reglamento de clasificación de
especies DS 42 es VU A2cd (Ministerio de Medio
Ambiente, 2011), indica que existe una reduc-
ción en la población observada, estimada, in-
ferida o sospechada de 30% en las últimas tres
generaciones, tanto en el área de ocupación y
el nivel de explotación de su madera. En el área
sur se asocia con el roble (Nothofagus oblicua),
laurel (Laurelia sempervirens) y mañio de ho-
jas largas (Podocarpus saligna) considerada como
una especie de preocupación menor (LC)
(Conaf-Conama, 1999).
Lingue (Persea lingue), es un árbol siemprever-
de de fuste recto que puede alcanzar hasta 30
metros de altura y hasta 80 centímetros de diá-
metro. La corteza es gruesa y rugosa de color
café a ceniciento, con protuberancias distribui-
das uniformemente en su superficie. Su follaje
es denso, pero con escasas ramas. Generalmente
no forma bosques puros, es una especie semi-
tolerante que se asocia en su área de distribu-
ción con los tipos forestales Esclerófilos y Palma
chilena en el área norte y participa en los tipos
forestales Siempreverde y Roble-Rauli-Coihue
hacia el sur. Sus hojas son muy características,
similares a las del palto (Persea americana ), de
igual familia y género, de color verde oscuro y
revés blanquecino.
La copa es compacta y sus hojas son perennes,
de forma elíptica con 6 a 7 centímetros de lar-
go y 3,5 centímetros de ancho, tienen una dis-
posición alterna en las ramillas, con nervios me-
dio prominente. Al secarse toman color
escarlata brillante. Las flores son hermafrodi-
tas, dispuestas en panojas laxas, amarillas. El
fruto es una drupa ovalada, lisa de 12 a 15 milí-
metros de largo, negro-violáceo en la madurez,
ricos en taninos y de gusto amargo.
Se le atribuye a la especie un crecimiento lento,
aun cuando este puede ser muy variable según
la condiciones del sitio. En situaciones favora-
bles su tronco puede alcanzar dimensiones ma-
dereramente utilizables antes de los 100 años
(Cuevas, 1983).
En términos generales, la especie no es muy exi-
gente respecto de suelo y clima, pero en la zona
mediterránea de Chile requiere terrenos con
alta humedad, creciendo en quebradas media-
namente profundas bajo los 700 metros sobre
el nivel del mar.
Patrón Espacial
El análisis de patrones espaciales de árboles en
comunidades boscosas proporciona informacio-
nes útiles que pueden ser empleados en la pla-
nificación de manejo silviculturales y en el de-
sarrollo de planes de restauración.
Los patrones espaciales de los árboles son indi-
cadores de la historia, dinámica y de las interac-
ciones entre especies en el bosque debido a que
responden a diversos factores morfológicos, am-
bientales y fitosociológicos que afectan su
configuración. Estos patrones son utilizados
para inferir sobre los mecanismos y procesos
que afectan a la coexistencia de especies, aso-
ciaciones interespecificas en población, al
establecimiento de plantas de regeneración,
a la dispersión de semillas y sus respuestas
a perturbaciones.
Un análisis de los patrones de árboles puede
proporcionar informaciones sobre los procesos
que afectan a la dinámica poblacional de una es-
pecie con problemas de conservación como
Persea lingue. Específicamente, se puede inferir
sobre factores que afectan a su regeneración,
Distribución espacial de Persea lingue...
coexistencia con otras especies, dispersión y las
relaciones adultos-juveniles. Esta información
se considera prioritarias en el desarrollo de li-
neamientos para la implementación de planes
de restauración que contribuyan a la conserva-
ción de la especie.
Fundamentados en el compromiso voluntario
dispuesto en el Considerando 12.4 de la
Resolución de Calificación Ambiental N* 1542
del año 2018, del Proyecto “Línea de Transmisión
Lo Aguirre —Alto Melipilla y Alto Melipilla —
Rapel”, la empresa Eletrans establece un pro-
grama de investigación cuyo propósito consis-
tió en determinar la distribución espacial de los
árboles de Persea lingue, en un parche en bos-
que ubicado en faldeo de los Altos de Cantillana.
Los objetivos específicos fueron (1) Censar la
totalidad de árboles de Persea lingue; (2)
Identificar espacialmente a cada uno de los in-
dividuos de Persea lingue y (3) Determinar su
estado de eficiencia fotosintética.
MATERIALES Y MÉTODO
Área de Estudio
Cortez, Y., Meneses, V. Quiroz, S., et al.
El estudio fue llevado a cabo en el sector conocido como Altos de Cantillana ubicada en los faldeos
sur-oeste, en específico en la quebrada del Arroyo en la localidad de Los Culenes en las coordena-
das 19H-284712 E / 6245821 N y 19H- 284550 E / 6245914 N, en la Región Metropolitana de Chile
(Figura 1).
Este sector es considerado un sitio prioritario
para la conservación de la biodiversidad en Chile
(Muñoz et al., 2006; CONAMA, 2005). Se sitúa
en un sistema montañoso perteneciente a la cor-
dillera de la Costa que alberga una serie de mi-
crocuencas que drenan sus aguas a la laguna de
Aculeo por los faldeos Nor-este.
Colecta de Datos
La toma de datos fue llevada a cabo en una que-
brada de exposición sur caracterizada por una
formación esclerófila, con asociación Peumo,
Boldo, Arrayan y Lingue. La topografía es hete-
rogénea, con abundante afloramientos rocosos
y hojarasca en el suelo, generando un espacio
Figura 1: Ubicación
espacial de registro
de especímenes de
Persea Lingue en
faldeos sur-oeste
en sitio Prioritario
Altos de Cantillana.
con alta humedad relativa. La cobertura de la
formación es por sobre el 80% generando una
bóveda con escasos claros en bordes de laderas.
La altura del dosel supera los 7 metros.
En el lugar, se realizó un censo completo a lo lar-
go de toda la quebrada, identificando espacial-
mente a cada individuo. A los detectados se les
considero sus coordenadas y medidas de troncos
(fustes) y altura. Los troncos con un diámetro a
la altura del pecho (DAP) igual o mayor a 5 cen-
tímetros fueron definidos como árboles. Las
plantas juveniles fueron definidas con aquellos
individuos con un DAP menor a 5 centímetros y
una altura igual o mayor a 50 centímetros.
Para estimar el tipo de distribución espacial de
la población se utilizó la razón entre la media y
la varianza del número de muestras, a través del
índice de Cox (1971).
Cox= varianza / Media
Si el resultado del índice de Cox es igual a 1, se
establece que la distribución es aleatoria, si es
menor a 1 es uniforme y si es mayor a 1, la dis-
tribución de los individuos es agrupada.
A cada individuo se le realizaron mediciones
de eficiencia fotosintéticas a través de un Equipo
de Fluorímetro Pocket Pea Chlorophyll
Fluorometer de HansaTech Instruments.
Atributo
Óptimo
Muy Bueno
Bueno
Regular
Deficiente
Muerte
Distribución espacial de Persea lingue...
Eficiencia Fotosintética
(Fv/Fm)
0,85
< 0,85 - 0,80 >
< 0,79 — 070 >
< 0,69 — 0,60 >
< 0,60 -— 0,25 >
< 0,25
Figura 2: Escala de Eficiencia Fotosintética. La diferencia entre Fm (Fluorescencia máxima) y Fo (Fluorescencia inicial) se
denomina fluorescencia variable (Fv=Fm-— Fo). Se considera que un valor menor a 0,80 indica algún tipo de estrés del árbol.
Figura 3: Mediciones de DAP y registro de eficiencia fotosintética de cada ejemplar de Persea lingue.
47
Cortez, Y., Meneses, V. Quiroz, S., et al.
RESULTADOS
Se registraron un total de 28 individuos de Persea lingue todos ubicados entre las coordenas UTM
284484 E; 6245923 N en la parte baja de quebrada el arroyo y los 284791 E; 6245782 N en la parte alta
de la misma quebrada. Se registraron dos agrupaciones claramente definidas, a las cuales las hemos
identificado como agrupación A y agrupación B, separadas una de otra, unos 170 metros lineales.
La agrupación A, se encuentra compuesta por un total de 10 individuos todos tipificados como ár-
boles por presentar un DAP mayor a 5 centímetros. Mientras que la agrupación B está compuesta
por 18 individuos de los cuales sólo uno es tipificado como juvenil (individuo 21) y el resto como
arboles (tabla 1). El índice de Cox señala que la agrupación A (0.5 < X) y la agrupación B (0,3 < X)
los individuos de Persea lingue se encuentran en forma uniforme distribuidas espacialmente en
toda la extensión de la parte baja de la quebrada el arroyo.
Google Earth
Figura 4. Distribución espacial de 28 individuos de Persea lingue en quebrada el arroyo, se identifican dos agrupaciones A y B. Imagen
satelital de google earth 2021.
48
Agrupación
Árbol
DAP (cm)
Altura (m)
Eficiencia
fotosintética
Distribución espacial de Persea lingue...
11 51 0,80 284.698 6.245.953
12 100 20 0,79 284.706 6.245.949
13 22 9 0,81 284.714 6.245.828
14 72 12 0,79 284.712 6.245.827
15 77 12 0,81 284.716 6.245.824
16 104 20 0,78 284.722 6.245.831
17 78 21 0,81 284.722 6.245.824
18 92 11 0,83 284.735 6.245.830
19 131 18 0,85 284.741 6.245.818
: 20 TEE 19 0,81 284.746 6.245.818
21 3 2 0,81 284.743 6.245.812
22 65 8 0,80 284.746 6.245.812
3 76 10 0,79 284.735 6.245.812
24 67 16 0,83 284.749 6.245.803
25 74, 17 0,81 284.751 6.245.803
26 9 6 0,82 284.780 6.245.788
27: 82 12 0,79 284.787 6.245.782
28 85 12 0,80 284.791 6.245.782
Tabla 1: Censo de Persea lingue, identificando dos agrupaciones (A y B) de individuos a lo largo de quebrada el Arroyo.
Se presentan las medidas de DAP, altura, eficiencia fotosintética y ubicación espacial de cada
Cortez, Y., Meneses, V. Quiroz, S., et al.
Los resultados muestran para la variable altura un promedio de 11,79 metros para la totalidad de
individuos censados. Vemos que la relación del diámetro del tronco (DAP) y la altura presenta tan-
to en la agrupación A y B, son directamente proporcionales (Figura 5). Al respecto se observó en
la agrupación A, tres individuos que superaron los 16 metros de altura, y en la agrupación B, ocho
individuos superaron la altura de 12 metros.
Relación Altura - DAP de Persea lingue
30 A AAK|— 300
23 A— _Q_aQ 2-2 A AA 22
15 _—_ q A O o Q$pgxo BR 150
8 A INFANTA os —=-— 75
0 0
12345678 91011121314151617 18 1920 21 22 23 24 25 26 27 28
Altura (m) — DAP (cm)
Figura 5: Tendencia directamente proporcional de las medidas de diámetro del tronco que soporta las alturas de los indivi-
duos de Persea lingue.
Podemos apreciar que las mediciones de la eficiencia fotosintética (Fm/FV) presentan un prome-
dio de 0,81, lo que establece un atributo fisiológico de Muy bueno. Esto significa que cada uno de
los individuos que componen esta población de Persea lingue tiene disponible las variables nece-
sarias para llevar adecuadamente sus procesos esenciales fotosintéticos (agua, nutrientes, energía)
(Figura 4).
Los individuos que componen ambas agrupaciones y que presentan menor altura son altamente
productivos, con valores de eficiencia fotosintéticas mayores 0,80.
Distribución espacial de Persea lingue...
Relación Altura - Eficiencia fotosintética de Persea lingue
30
25
20
. IA
Altura (m)
12345678 m91011121314151617 18 1920 21 22 23 24 25 26 27 28
0,86
A 0,84
A y Ñ Ye 0,82
L] V 0,80
2 A A AA 0,76
0,74
— Eficiencia fotosintética (Fm/Fv)
Figura 6: Se observa una tendencia de eficiencia fotosintética indiferente a la altura de los individuos. Los valores responden
a la muy buena productividad de la fotosíntesis, lo que indica la no existencia de estrés fisiológico.
CONCLUSIÓN
Se registra por primera vez las coordenadas geo-
gráficas de 28 individuos de Persea lingue, ubi-
cados en parche vegetacional en la parte baja de
quebrada el arroyo, en localidad de los Culenes,
Sitio Prioritario Altos de Cantillana, en la región
metropolitana. Población que es considerada
con la tipificación de árboles que presenta una
distribución espacial del orden uniforme, con
relaciones de sus alturas y diámetro de tronco
que la hacen directamente proporcional.
La eficiencia fotosintética registrada a cada uno
de los individuos refleja un estado muy bueno,
lo que desecha un estado de estrés fisiológico
en especial hídrico, al contrario, la totalidad pre-
senta una alta productividad en su fotosíntesis
con valores por sobre los 0,81 (Fm/FV). Sin em-
bargo y dado su estado de conservación de vul-
nerabilidad y la sequía permanente para Chile
mediterráneo durante los últimos 10 años, se
sugiere poner atención a este grupo de especi-
menes de Persea lingue, que hoy se encuentran
confinados en la quebrada el arroyo.
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Católica de Chile (PUC) fue la primera unidad
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mente el cultivo de la ecología como actividad
conducente a especialización doctoral y que una
parte del texto se presenta a través de investi-
gación historiográfica y otra a los autores que
más significativamente aportaron al desarrollo
de la disciplina.
Este libro ha sido escrito por un ecólogo de co-
munidades (Fabián M. Jaksic) y un historiador
ambiental (Pablo Camus), ambos profesores
adscritos al Departamento (Depto.) de Ecología
y el Instituto de Historia, respectivamente, de
la PUC. A las y los interesados en el desarrollo
histórico de la Ecología y Ciencias Ambientales
en Chile recomiendo lean también el Capítulo
5: “Origen y Desarrollo de las Ciencias Ecológicas
en Chile” (Jaksic et al. 2011).
* Laboratorio de Ecología, Departamento de Ciencias Biológicas y Biodiversidad, Universidad de Los Lagos, Campus Osorno, Casilla 933,
Osorno, Chile. E-mail: jrauGulagos.cl
Rau, A.
ECÓLOGOS
Y ECOLOGÍA
en la Facultad de Ciencias Biológicas de
la Pontificia Universidad Católica de Chile
A
FABIÁN M. JAKSIC Y PABLO CAMUS - ;
"EDICIONES UC
mo E A
1
Figura 1: Portada de libros Ecólogos y Ecología en la Facultad de Ciencias Biológicas de la Pontificia
Universidad Católica de Chile.
54
El texto se estructura en dos partes. La prime-
ra, más extensa (pp. 11-71), se refiere al
Departamento de Biología Ambiental y de
Poblaciones (1970-1988) y la segunda, más bre-
ve (pp. 77-98), al Departamento de Ecología de
la P. Universidad Católica de Chile (1988-2018),
una línea temporal de casi medio siglo (48 años).
El otrora Depto. de Biología Ambiental y de
Poblaciones integró a destacados botánicos, z0Ó-
logos y ecólogos del país (un premio nacional
en Ciencias Aplicadas y Tecnológicas, Juan Carlos
Castilla; dos premios nacionales en Ciencias
Naturales, Bernabé Santelices y Fabián Jaksic)
y el Laboratorio de Ecología estuvo liderado por
Ernst Hajek, líder de la “escuela abiótica” de
ecología en Chile, pionero de los actuales estu-
dios sobre cambio climático y de las Ciencias
Ambientales en el país, las que en la actualidad
difunde en la útil página web http: //www.ecoly-
ma.cl, siendo el primer editor de la fase moder-
na de la Revista Chilena de Historia Natural
(Factor de impacto 2019-2020 = 2, 471), ahora
editada por Patricio Ojeda.
Nos dicen también los autores de este libro que
ya en 1974 en ese Depto. se desarrollaban 7 lí-
neas de investigación que contribuían con el
10% de la producción del Instituto de Ciencias
Biológicas.
Sin duda, el principal hito del Depto. de Biología
Ambiental y de Poblaciones fue la creación en
1982 del Doctorado en Ciencias Biológicas men-
ción Ecología. Al año 2016 se habían escrito y
defendido ya 91 tesis de doctorado.
Finaliza el libro que comento, y recomiendo en-
fáticamente a los ecólogos y ecólogas interesa-
dos en el desarrollo histórico de la ecología en
Chile, relatando la historia reciente del
Departamento de Ecología (DECOL) de la PUC
el que, como se señala en su portada, se proyec-
Ecólogos y ecología
ta como uno de los referentes de la investiga-
ción científica en Ecología tanto en Chile como
en Latinoamérica y otras regiones del mundo.
En este Depto. se consolidan principalmente la
Estación Costera de Investigaciones Marinas,
ECIM (http: //ecim.bio.puc.cl), actualmente di-
rigida por Sergio Navarrete, y los Centros
de investigación FONDAP: CASEB, Centro de
Cambio Global UC (https: //cambioglobaluc.cl)
y CAPES (http: //www.capes.cl). El primer cen-
tro fue dirigido por Fabián Jaksic y se destacó
por una alta productividad en su última fase de
financiamiento (Rau y Jaksic, 2018). Este mis-
mo investigador dirige en la actualidad el CAPES,
También este nuevo Depto. aportará al país con
un tercer premio nacional en Ciencias Naturales:
Francisco Bozinovic. ¿Cuántos más vendrán?
Dejemos que la historia siga su curso...
BIBLIOGRAFÍA
Jaksic, F., Camus, P. y Castro, S. 2011. Ecología y
Ciencias Naturales: Historia del Conocimiento
del Patrimonio Biológico de Chile. DIBAM/
CASEB/Centro de Investigaciones Diego
Barros Arana. Santiago 228 pp.
Rau, J. y Jaksic, F. 2018. The paradox of enrichment
in Chile”s ecological science funding. Journal
of Scientometric Research 7: 189-193.
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Volumen 34, 2021
Investigaciones
en Historia
y Patrimonio
Museos en la construcción nacional. Un estudio comparativo
entre el Museo de Historia Natural de Valparaiso y el Museo de
Vilanova | La Geltrú
Museums in the national construction. A comparative study
between the Museum Of Natural History Of Valparaiso and the
Museum Of Vilanova | La Geltrú
Dra. Carolina Valenzuela Matus *
Dr. Francisco Martínez Hoyos **
RESUMEN
Este estudio caracteriza y compara el Museo de
Vilanova i la Geltrú, fundado por Víctor Balaguer
(1824-1901), y el Museo de Historia Natural de
Valparaíso, fundado por Eduardo de la Barra
(1839-1900). Estos museos constituyen espacios
locales destinados a la difusión de conocimien-
tos históricos, culturales y científicos con espe-
cial énfasis en las producciones de carácter re-
gional. A través de un análisis documental y
estudios comparativos, es posible identificar, en
* Instituto Iberoamericano de Desarrollo Sostenible, Universidad Autónoma de Chile, carolina.valenzuela01(Vuautonoma.cl
** Revista Historia y Vida, fmartinezh(dhistoriayvida.com
ambas instituciones, importantes similitudes
que dan cuenta de un esfuerzo de formación de
identidades nacionales al servicio del Estado, a
través de la divulgación del conocimiento cien-
tífico y el uso de las antigúedades, en pleno auge
de los nacionalismos de la época, tanto en Chile
como en España.
Palabras claves: Eduardo de la Barra, Museo de
Vilanova i la Geltrú, Museo de Historia Natural
de Valparaíso, Víctor Balaguer
ABSTRACT
This study characterizes and compares the
Museum of Vilanova i la Geltrú, founded by
Víctor Balaguer (1824-1901) and the Museum
of Natural History of Valparaíso, founded by
Eduardo de la Barra (1839-1900). These museu-
ms constitute local spaces destined to the
diffusion of historic, cultural and scientific
knowledge with an emphasis on regional
products. Through a documental analysis and
comparative studies, it is possible to identify, in
both institutions, important similitudes that
evidence the effort on the formation of natio-
nal identities at the service of the State through
the expansion of scientific knowledge and use
of antiquities during the boom of nationalisms,
both in Chile and in Spain.
Key words: Eduardo de la Barra, Museum of
Vilanova i la Geltrú, Museum of Natural History
of Valparaiso, Víctor Balaguer
INTRODUCCIÓN: ESTUDIOS RECIENTES
SOBRE MUSEOS
En los últimos años, el estudio de los museos en
Europa e Hispanoamérica ha experimentado
una profunda renovación con aportaciones pro-
cedentes de distintas disciplinas. Desde el cam-
po de la antropología, se ha insistido en aspec-
Valenzuela, C. y Martínez, F.
to como los objetos, el consumo y, de forma más
general, en las colecciones. Como han señalado
Arjun Appadurai y Carol A. Breckenridge, la
literatura especializada refleja un complejo diá-
logo entre las preocupaciones clasificatorias de
los sabios y las políticas autorreflexivas de las
comunidades. Desde esta óptica, el contenido
de las instituciones museísticas puede ser visto
como una forma de “marketing de la herencia”
(marketing of heritage) (Appadurai y
Breckenridge, 1995). El valor de los objetos se
decide a partir de una negociación entre su
significado cultural a largo plazo e intereses
y objetivos de grupo de naturaleza más volátil
(Boswell y Evans, 1999). Asimismo, los museos
se han asociado a la creación de tradiciones de
representación, donde se construyeron imagi-
narios y arquetipos definiéndose una civiliza-
ción triunfante, un occidente frente a todo lo
demás: “pero también en aquellos antiguos
espacios coloniales, tales objetos vendrían a
materializar los diferentes relatos de nación,
remontados ahora a un glorioso y diferencial
origen indígena” (Burón Díaz, 2019, 15).
La cultura, como pieza inseparable de la políti-
ca y de la identidad, nos permite iluminar el
surgimiento en el mundo decimonónico de im-
portantes instituciones destinadas a la difusión
del conocimiento. En el siglo XIX emergen con
fuerza las corrientes nacionalistas. En este con-
texto, la identidad nacional se construye a
través de los más variados instrumentos y uno
de ellos es la creación de museos, con vistas a
proponer una identificación emocional del
público con el patrimonio colectivo, sea histó-
rico, artístico o científico-natural, constituyen-
do estos una especie de escaparate de este ideal
nacional. Esta manifestación la vemos claramen-
te reflejada en los momentos fundacionales del
Museo de Vilanova i la Geltrú, y el Museo de
Historia Natural de Valparaíso.
Es posible concebir al museo como un lugar de
memoria, en el que se propone una identidad
compartida que sirve al Estado como instrumen-
to de autoafirmación. Sus colecciones, por tal
motivo, se escogen en función de este fin. Los
objetos adquieren así una “carga simbólica” que
refleja una “ideología subyacente” al proceso
de configuración de la institución, que solo ad-
quiere sentido en la medida que trasmite unos
contenidos al público potencial. Como ha
señalado Gabriela Urizar, los objetos “pueden
personalizar una determinada idea y constituir
una representación de un grupo cultural, de un
segmento determinado de la sociedad, o bien,
de una idea/ideal de nación que se expresa en
términos de identificación cultural por parte de
los miembros de la sociedad” (Urizar, 2012, 212).
Este esfuerzo por recolectar objetos de potente
carga simbólica ya lo identificamos durante el si-
glo XVIII. Por ejemplo, en 1791, el Musée des
Monuments Francais, había reunido, por orden
cronológico, estatuas y retratos considerados im-
portantes para la nación. Tras las guerras
napoleónicas, instituciones de toda Europa
siguieron por este camino, como la londinense
National Portrait Gallery. En Alemania, el Museo
Nacional Germánico, creado en 1852 en Nuremberg,
trató de fundamentar su patriotismo exaltado con
un regreso a la Edad Media. En estos y otros ca-
sos, los objetos expuestos, además de ser antiguos,
debían poseer “una relevancia reconocible, que se
transmitiera espontáneamente al espectador”
(Osterhammel, 2015, 34).
Hispanoamérica no fue una excepción a esta
tendencia general, y, en Chile, se caracterizaron
muy bien estas influencias. Tras la consolida-
ción de la independencia en 1818, el país se
aplicó progresivamente a la construcción de una
nación chilena. A través de las instituciones mu-
seísticas, su clase dirigente trató de ofrecer una
imagen halagadora de sí misma, como defenso-
Museos en la construcción nacional. Un estudio comparativo...
ra de los valores de orden y progreso. En este
proceso, el conocimiento científico tuvo una
gran importancia para la configuración de una
identidad nacional. El Estado, con este fin, si-
guió los pasos de las instituciones homólogas
europeas y contrató a especialistas extranjeros.
En 1830, comisionó al naturalista francés Claudio
Gay para realizar exploraciones en el territorio,
de manera que comenzara un proceso de cono-
cimiento de sus fronteras, seguido posterior-
mente por geógrafos físicos y marineros. Gay
escribió, además, una monumental obra: Historia
Física y Política de Chile, publicada en 28 tomos.
Asimismo, el gobierno le comisionó para for-
mar un gabinete de Historia Natural en Santiago
con las principales producciones vegetales y mi-
nerales del país. El regreso de Gay a Francia dejó
estancado el proyecto del gabinete. El natura-
lista alemán Rodulfo Philippi fue el encargado
de retomar la tarea de la formación del gabine-
te para convertirlo finalmente en un Museo
Nacional. Durante más de cuatro décadas,
Philippi, junto a sus colaboradores en la
Institución, promovió expediciones a lo largo
de la geografía chilena para profundizar en el
conocimiento de las riquezas del país, a la vez
que se ocupaba de la gestión del Museo.
El Museo de Historia Natural (originalmente,
Museo Nacional) consolidado en Santiago sería
un ejemplo para una nueva iniciativa que, en
1878, comenzó a desarrollarse en Valparaíso,
donde el poeta, político y diplomático Eduardo
de la Barra (1839-1900) fundó el Museo de
Historia Natural de Valparaíso (originalmente,
Museo de Valparaíso).
METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN
La historiografía sobre los museos ha tendido a
recoger los datos sobre su formación. Sin em-
bargo, resulta esencial dar un paso más allá e
incluir en el análisis el contexto histórico y cul-
tural del momento. En las páginas que siguen
proponemos un estudio comparativo de caso:
el Museo de Historia Natural de Valparaíso, en
Chile, y el Museo Víctor Balaguer de Vilanova
i la Geltrú, en Cataluña, España. Para la reali-
zación de esta investigación, hemos realizado,
en primer lugar, un análisis documental de los
materiales relativos a la formación de ambos
museos tanto en España como en Chile, privi-
legiando las fuentes primarias gracias a un
proceso de revisión de inventarios del Museo
de Historia Natural de Valparaíso. Tras esta
primera fase, hemos procedido a un análisis
comparativo de las instituciones y de sus fun-
dadores indagando sobre las similitudes y dife-
rencias institucionales en consideración a sus
respectivos contextos geopolíticos e históricos.
En el caso de Cataluña, un territorio que en esa
época asistió a un despertar nacionalista propi-
ciado por el movimiento de la “Renaixenca”
(Renacimiento), denominación que evoca
procesos paralelos como el “Risorgimento”
(Resurgimiento) italiano, mientras que en Chile,
el nacionalismo estuvo enmarcado en el proce-
so de la formación de un estado unitario y
homogeneizador desde el punto de vista cultu-
ral, propio de las construcciones nacionales que
se dieron en la América Hispana durante el
siglo XIX (Collier, 2008).
Sin embargo, para esta investigación en concre-
to, la diferencia entre un nacionalismo estatal y
otro subestatal no es la temática central. Lo que
cuenta para nuestra discusión es la común uti-
lización del pasado en la constitución de un “no-
sotros”. En el caso catalán, no se aspirará a la
independencia porque existe el proyecto de con-
figurar España a imagen de Cataluña, en un
Valenzuela, C. y Martínez, F.
estado libre de la pesada herencia del centralis-
mo. Lo decisivo será la construcción de la
catalanidad como una idea de progreso, en una
línea europeísta, opuesta al atraso que se atri-
buye a lo castellano. Por eso mismo, se buscan
las raíces de la nacionalidad en una Edad Media
mitificada, en la que se encuentra una persona-
lidad supuestamente democrática que oponer
al presunto autoritarismo genético de las gentes
de la Meseta ibérica.
MUSEO DE VALPARAÍSO Y MUSEO DE
VILANOVA | LA GELTRÚ, FUNDAMENTOS
PARA UN ANÁLISIS COMPARATIVO
Tanto el museo americano como el europeo
presentan, desde esta perspectiva, una finali-
dad similar. Incluso sus artífices responden a
un perfil parecido: Eduardo de la Barra (1839-
1900) y Víctor Balaguer (1824-1901), fueron
distinguidos políticos y hombres de letras.
Tenían, además, un tercer e importante rasgo
en común: la pertenencia a la masonería y el
interés por la difusión de la cultura y el cono-
cimiento científico desde el contexto local, lo
que los llevó a potenciar estos museos como
importantes centros de conocimiento en sus
respectivas ciudades.
Reconocido escritor en su tiempo, Víctor
Balaguer dedicó amplios esfuerzos a la recupe-
ración de la cultura catalana. Intervino en la res-
tauración de los Juegos Florales (Jocs Florals) de
Barcelona, famoso certamen poético, y escribió
diversos estudios históricos, en especial una mo-
numental Historia de Cataluña y de la Corona de
Aragón. Como historiador, recibió muchas crí-
ticas por subordinar el rigor científico a la bri-
llantez del estilo, pero él no era un erudito sino
un divulgador. Quería, sobre todo, hacer país,
conseguir que el pueblo amara a Cataluña y se
enorgulleciera de sus pasadas glorias (Cuccu,
2003). Su sentimiento nacionalista quedó pa-
tente en estas palabras: “En tot, per tot i abans
de tot, Catalunya” (En todo, por todo y antes
que todo, Cataluña”). Este sentido de las prio-
ridades era compatible con una activa partici-
pación en la política española, como prueba su
presencia en los gabinetes liberales de Madrid
en cuatro ocasiones.
Desde Chile, Eduardo de la Barra se manifiesta
como un intelectual de amplios conocimientos
y de claras tendencias políticas liberales a las
que se suman las influencias del romanticismo
en su literatura. Militante del partido radical y
profesor del Instituto Nacional, entre otras tan-
tas tareas desempeñadas, expresa, como poeta,
un sentimiento patriótico y americanista, una
convicción republicana y democrática, partida-
ria del derecho a la autodeterminación de las
naciones. Sus versos arremeten con dureza
contra la intervención francesa en México, a su
juicio un crimen perpetrado por un aventurero
ambicioso, el emperador de Francia Napoleón
TIT. Frente a su intromisión en los asuntos ame-
ricanos, proclama llegado el tiempo de que
“la raza de los reyes” pase a la historia. Es hora,
por fin, de que el pueblo se gobierne a sí mis-
mo. Todo ello en nombre de una ideología po-
lítica compatible con los principios religiosos.
“La Libertad es Cristo”, proclama. Desde estos
valores, lamenta que Cuba permanezca, aún,
bajo el dominio español y la invita a despertar
y sacudirse sus cadenas (De la Barra, 1866).
Las vidas de nuestros dos prohombres, el chile-
no y el catalán, pese a la distancia geográfica, fue-
ron dos líneas que, de alguna forma, llegaron a
cruzarse. Cuando murió el primero, el Boletín
del Museo Balaguer publicó un generoso obitua-
rio en el que lo retrataba como “amigo muy ca-
riñoso del Fundador de este Instituto y decidido
Museos en la construcción nacional. Un estudio comparativo...
protector nuestro”. La institución vilanovina agra-
decía las numerosas “joyas bibliográficas” con las
que contaba gracias a Eduardo de la Barra, del
que, además, poseía casi todos sus libros (Boletín
de la Biblioteca-Museo Balaguer, 1900). Tanto
por la cercanía intelectual como por las funda-
ciones que presidieron, es posible realizar una
comparación entre el Museo de Valparaíso y el
Museo de Vilanova, i la Geltrú considerando es-
pecialmente las respectivas visiones de los fun-
dadores en torno a las construcciones naciona-
les en cada una de estas instituciones.
A lo largo del siglo XIX, Valparaíso era una urbe
en expansión, dotada de adelantos tecnológicos
como el ferrocarril, el tranvía, el alumbrado
público o el teléfono. Las inversiones extranje-
ras de británicos, alemanes, estadounidenses
o franceses contribuyeron a impulsar el comer-
cio y la minería. En un artículo publicado en
noviembre de 1873, la escritora Rosario Orrego
afirmaba que la ciudad había llegado a ser, por
su progreso, uno de los puertos más ricos del
Pacífico. Por eso mismo, no debía conformarse
con la riqueza material sino aspirar a ser “uno
de los pueblos más cultos e ilustrados”. De
lo contrario, sería como una estatua de gran be-
lleza: exterior perfecto, interior sin vida
(Rodófilo, 1912).
En este contexto nace el Museo de Historia
Natural de Valparaíso en 1878, ubicado inicial-
mente en las dependencias del Liceo de Hombres
de esa ciudad, del cual Eduardo de la Barra era
rector?. Esta iniciativa contó con el apoyo de
destacados personajes públicos de la ciudad
como Federico Varela, Agustín R. Edwards,
Vicente Santa Cruz, Enrique von Dessauer,
Edwyn Reed o Francisco Echaurren, entre otros.
Sus promotores, tal como indica la circular que
distribuyeron, se proponían llenar un vacío: as-
1 Actualmente, el Liceo lleva su nombre: Liceo Eduardo de la Barra.
piraban a que Valparaíso contara con institucio-
nes “comunes en los países civilizados”. Entre
ellas, un Museo de Historia Natural. Su funda-
ción debía satisfacer a diversos públicos: per-
mitiría que los extranjeros conocieran la rique-
za natural chilena, proporcionaría a los
estudiantes una herramienta de conocimiento,
y se convertiría en un instrumento para la edu-
cación popular. Los ciudadanos, ya fuera por
curiosidad o por “miras más elevadas”, se ini-
ciarían en el mundo de la naturaleza. De esta
forma, sería posible seguir los ejemplos de
Europa y Estados Unidos, donde se era cons-
ciente de la importancia de los museos “para el
desarrollo intelectual de un pueblo”, como se
expone en la siguiente circular:
“Valparaiso,.......... de 1878._ Distinguido señor: _
El grado de cultura a que llegado Valparaiso, hace
echar de menos ciertas instituciones, hoi comu-
nes en los países civilizados. Entre éstas, conta-
mos en primera fila el Museo de Historia Natural,
donde el extranjero que visita nuestras playas,
deseoso de conocer las producciones del país,
encuentre acopiadas las muestras de nuestra ri-
queza natural; [...].” (Henríquez et al. 2016, s/p).
Desde el punto de vista de los prohombres de
Valparaíso, la iniciativa se enmarcaba dentro de
un proyecto nacionalizador: hay que educar al
pueblo. A la vez, se trata de una cuestión de pres-
tigio. Existe la firme convicción de que el rango
de una ciudad se mide por la cantidad y la calidad
de sus instituciones científicas (Henríquez et al.
2016, s/p). El primer director de la institución fue
el naturalista inglés Edwyn C. Reed Brokman
(1878-1879), quien organizó las primeras colec-
ciones junto con Eduardo de la Barra (Valenzuela,
2021). Asimismo, el Museo estuvo acompañado
de una “Sociedad de estudios científicos y litera-
rios”, fundada por Eduardo de la Barra. Esta aso-
ciación pretendía tener como punto de referen-
cia “los hechos demostrados de un modo positivo
por la ciencia” (Rodófilo, 1912), a la vez que per-
Valenzuela, C. y Martínez, F.
mitían abrir nuevas instancias de reflexión en tor-
no desarrollo científico en la ciudad.
Mientras tanto, el Museo Balaguer aparece en
1884 en Vilanova i la Geltrú, una ciudad y mu-
nicipio de la provincia de Barcelona, Cataluña,
España, y capital de la comarca del Garraf, si-
tuada a 45 km tanto de Barcelona como de
Tarragona. El Museo Balaguer será el primer
edificio público catalán construido con finali-
dades museísticas, junto con el Museo Martorell
del parque barcelonés de la Ciudadela, en la ac-
tualidad Museo de Geología. En la época, eso
suponía una gran innovación. Hasta entonces,
las piezas artísticas o científicas se albergaban
en edificios construidos para otros usos, con
los consiguientes problemas de adaptación.
Balaguer debió escoger Vilanova i la Geltrú por
un cúmulo de razones. Estaba agradecido a la
ciudad porque había sido diputado por la mis-
ma, pero también se sentía atraído por una urbe
dinámica, en pleno crecimiento gracias a la
industria textil.
No parece aventurado afirmar que los museos
de Valparaíso y de Vilanova i la Geltrú respon-
den a unas circunstancias marcadas por una con-
dición periférica comparable. En el caso de la
ciudad chilena, respecto a Santiago, la capital de
la nación. En el caso de la localidad catalana, tan-
to en relación a Barcelona, la capital catalana,
como respecto a Madrid. Además, es posible
identificar en estas élites regionales el uso de la
ciencia para construir su propio proyecto polí-
tico, pero también para vincularse con un pro-
yecto estatal mayor, tanto en el caso del Valparaíso
chileno como de la Vilanova catalana.
CARACTERIZACIÓN DE LOS INICIOS Y
PRIMERAS COLECCIONES EN LOS MUSEOS
DE VALPARAÍSO Y VILANOVA | LA GELTRÚ
Las colecciones son parte esencial del proceso
de formación de estas instituciones, resultando
relevante una revisión de los objetos que llegan
hasta ellas. En el caso de Valparaíso, gran parte
de las colecciones se obtuvieron mediante do-
naciones. Los primeros objetos en llegar corres-
ponden a: “400 muestras de minerales de Atacama,
muestras geológicas de Europa, plantas, insec-
tos, fósiles, crustáceos, mamíferos, mil aves, vein-
te mil insectos, peces, un puma (león chileno),
varios buitres” (Henríquez et al. 2016, s/p).
Junto a las especies del mundo natural, se regis-
tra la donación de piezas históricas como 10
monedas antiguas, 1 espada, 1 bayoneta de la
batalla de Chacabuco, obsequiada por Antonio
de Almeyda de San Felipe, quien también rega-
ló una estalactita (Guía del Museo de Historia
Natural de Valparaíso, 1899). Este tipo de dona-
tivos históricos también se registra en el Museo
Nacional, en Santiago de Chile, y es la eviden-
cia de la difícil tarea frente a la delimitación de
las colecciones sumado al hecho que los ciuda-
danos esperan que tanto objetos históricos como
reliquias formen parte de estos museos. No obs-
tante, ciertos objetos antiguos provenientes de
culturas pre-colombinas o de lugares exóticos,
parecen haber encontrado cabida entre los
objetos del mundo natural depositados en el
Museo de Historia Natural de Valparaíso. De allí
que los viajeros se convirtieron en importantes
agentes en el acopio y la donación de piezas
significativas y en este contexto, la Armada y
el Ejército realizaron una importante contribu-
ción. El Museo también contaba con una
incipiente biblioteca, que se fue incrementando
gracias a las donaciones y los intercambios con
otras instituciones nacionales y extranjeras
a lo largo del siglo XX.
Museos en la construcción nacional. Un estudio comparativo...
A su vez, el Museo de Vilanova i la Geltrú se
configuró en un principio gracias a la colección
personal de Víctor Balaguer, fruto de una am-
plia gama de intereses: bellas artes, por supues-
to, pero también artes decorativas, numismáti-
ca y arqueología (Guia de les coleccions, 2001).
No obstante, únicamente con su colección,
hubiera sido difícil formar un museo, al menos
en el campo de la pintura, como ha puesto de
manifiesto Mireia Rosich. Hizo falta, por ello,
que el fundador desarrollara una amplia labor
para reunir piezas. Buscó, por ejemplo, que
pintores vivos donaran algunos trabajos. Sin em-
bargo, en aquellos momentos, los lienzos de
Santiago Rusiñol y Ramón Casas, tan valorados
hoy, no figuraban entre lo que se estimaba más
importante. En aquellos años se preferían obras
barrocas como las procedentes del legado del
depósito del Museo del Prado. Fue, sin duda, un
gran logro que la gran institución madrileña
cediera una parte de su patrimonio a un orga-
nismo provincial. No era lo que se estilaba en la
época, mucho antes de que el “Prado disperso”
adquiriera las dimensiones que posee en la
actualidad (Rosich, 2015).
Surgió, de esta forma, un equipamiento cultu-
ral de primera importancia en una Cataluña que
todavía andaba escasa de ellos (Palomas
i Moncholí, 2004). Se trataba, en suma, de crear
un Museo Nacional de Cataluña. No obstante, la
institución, al formarse en Vilanova i la Geltrú,
fuera de la capital barcelonesa y sin la interven-
ción de los prohombres de la misma, acaba por
tener también un contenido de carácter local
(Comas i Guell, 2007).
El Museo de Vilanova i La Geltrú iba unido a
una biblioteca, con un fondo inicial de 22.000
volúmenes procedentes de la colección de
Balaguer, muchos con dedicatorias autógrafas
de sus autores. El hecho de que el donante fue-
ra un prominente liberal despertó las suspica-
cias de los medios tradicionalistas, convencidos
de que la mayor parte de los libros se caracteri-
zarían por principios racionalistas e impíos,
opuestos a los postulados de la Iglesia. No obs-
tante, un sacerdote, el padre Llanas, apoyó a
Balaguer y rechazó este tipo de comentarios in-
sidiosos (Palomas i Moncholí, 2004).
OBJETOS PROVENIENTES DE ULTRAMAR
En lo que respecta al Museo de Historia Natural
de Valparaíso, los miembros de la Armada chi-
lena colaboraron activamente en la recolección
de objetos para este Museo, aunque fuera una
actividad secundaria frente a la de asegurar la
expansión marítima territorial tras la guerra
del Pacífico contra Perú y Bolivia (1879-1884)
(Carmona et. al 2018). Sin embargo, es impor-
tante mencionar que Carlos Porter, director del
Museo de Historia Natural de Valparaíso entre
1898 y 1910, mantuvo una relación de colabo-
ración especialmente estrecha con la Oficina
Hidrográfica, lo que influyó favorablemente en
el incremento de colecciones gracias a las do-
naciones provenientes de las exploraciones
marítimas. En este contexto, Pascal Riviale se-
ñala que marineros de todas las naciones
tuvieron interés coleccionista durante el siglo
XIX, y esto se aplica también para el caso chi-
leno (Riviale, 2011).
Gracias al catálogo del Museo se identifican im-
portantes antiguedades aportadas por la marina
chilena. Desde 1887 hay un ídolo de piedra de
la Isla de Pascua traído por la cañonera Pilcomayo
en viaje de instrucción. Hay también otros ob-
jetos históricos como planchas de escudo de es-
tribor de la corbeta peruana Unión, extraída en
el Callao en enero de 1881, y obsequiada al Museo
por don Vicente Zegers (1862-1926), contraal-
Valenzuela, C. y Martínez, F.
mirante de la Armada de Chile. Las donaciones
provenientes de la Armada se encuentran co-
rrectamente identificadas en los inventarios,
donde se mencionan piezas procedentes de di-
versos rincones del mundo como un sombrero
chino, una cachimba de Corea, un ídolo de Isla
de Pascua, un moai de madera, una momia ex-
traída de las excavaciones hechas en terrenos
adyacentes al morro de Arica o una huaca ex-
traída de una ciudad pre-incaica en Trujillo, Perú
(Boletín del Museo de Valparaíso, 1905 e Índice
de obsequios, Archivo Interno, Museo de Historia
Natural de Valparaíso).
Además de estos objetos provenientes de diver-
sas regiones, también se encuentran otros
originarios de la cultura mapuche en el inventa-
rio de la sección etnológica del Museo de Historia
Natural de Valparaíso, donde se describen algu-
nas piezas llegadas desde la Araucanía como: dos
trarihues (prendendores), una boleadora, un
punzón de plata, aretes de plata, un siquel (pec-
toral) y un trarilonco (cintillo para la frente)
(Inventario de la sección Arqueológica MHNV).
Otras piezas de antiguedades destacadas forman
parte de la colección Lodwig, ingresada al Museo
en 1921. Esta fue recolectada por el empresario
y arqueólogo autodidacta radicado en la región
de Antofagasta, Juan Lodwig, y estaba compues-
ta por cerámica, líticos, huesos, metales y
cráneos. Junto a los objetos, fueron donadas tam-
bién placas fotográficas que datan de 1884, fe-
cha en que Lodwig realizó una exhibición en su
casa en la región de Atacama. De acuerdo a la
información textual que es posible recopilar
acerca de esta donación, se sostiene que los ob-
jetos provienen de excavaciones realizadas du-
rante la segunda mitad del siglo XIX en la zona
noroeste de Caldera, en sitios arqueológicos fú-
nebres que no han vuelto a ser investigados con
posterioridad, al menos no con los métodos
actuales (Colecciones de arqueología, 2020).
En 1915, se incorporaron un grupo de momias
de la cultura Chinchorro, momias que son con-
sideradas actualmente como las más antiguas
del mundo documentadas hasta ahora. Por la fe-
cha, suponemos que se trataba de las que halló
el arqueólogo alemán Max Uhle (1856-1944) en
el norte del país. John Juger, conservador del
Museo en aquel entonces, obtuvo su incautación
del intendente Jorge Montt (Villarroel, 1981).
A ojos de los coleccionistas, estas piezas perte-
necían a sociedades que se habían detenido en
una línea de progreso constante donde solo
cabía avanzar hacia la modernidad de Occidente.
De esta forma se reforzaba la visión de las
comunidades indígenas como estructuras inmó-
viles y temporalmente remotas. En este contex-
to, los restos humanos, lo mismo que las perso-
nas vivas, forman parte de este mundo
natural. De ahí que tanto el Museo y las institu-
ciones patrimoniales “visualizan y someten al
poder los cuerpos indígenas expuestos, ya sea
como instrumentos de barbarie, diversión y/o
ciencia” (Alegría et. al 2009).
Veamos ahora qué sucedió en Vilanova i la
Geltrú. La existencia, por ejemplo, de objetos
procedentes de Filipinas, tiene fácil explicación.
Balaguer fue ministro de Ultramar en una épo-
ca en la que el mencionado archipiélago toda-
vía permanecía bajo dominio hispano. Ocupó
el cargo en tres ocasiones, la última entre 1886
y 1888, dentro del gabinete liberal de Práxedes
Mateo Sagasta. Durante su mandato se celebró
en Madrid la Exposición General de las Islas
Filipinas, que se materializó básicamente gra-
cias a su iniciativa. Fue la única exposición
colonial que tuvo lugar en España a lo largo del
siglo XIX. Como era habitual en eventos
similares, la metrópoli europea exhibió los pro-
ductos de una posesión lejana a la vez que
indígenas de ese territorio, prácticamente
desconocido para el gran público hispano.
Museos en la construcción nacional. Un estudio comparativo...
Precisamente por esta ignorancia, se pretendía dar
a conocer la realidad filipina y a la vez exaltar el
orgullo nacionalista español (Blanco, 2012).
Balaguer aprovechó el gran acontecimiento para
incrementar las colecciones de su Museo. Ya an-
tes de la inauguración de la muestra, dispuso
que muchas piezas se trasladaran directamente
a Vilanova. Eran tan numerosas que había que
pensar en el espacio para acondicionarlas: “Me
parece que recogeremos para llenar un edificio
tan grande como el nuestro. ¿Cómo y dónde va-
mos a colocarlos?” (Comas i Gúell, 2007, 181).
Como resultado de la Exposición, Balaguer
fundó en Madrid el Museo-Biblioteca de
Ultramar. Se pretendía, de esta forma, consti-
tuir un organismo capaz de dinamizar el comer-
cio entre la metrópoli y las colonias. Esto, en la
época, acabó por traducirse en un incremento
del comercio con Filipinas. Sabemos que
muchos industriales catalanes acudieron al
Museo para documentarse sobre qué clase de
productos textiles gustaban en el archipiélago
asiático (Notas manuscritas, Biblioteca Museo
Víctor Balaguer, s/f).
Por otro lado, existía un claro proyecto españo-
lizador. Se buscaba que los distintos territorios
que convivían en la misma monarquía apren-
dieran “a conocerse y a estimarse”. Se partía del
supuesto de que gentes que hablaban un mismo
idioma y tenían la misma bandera debían com-
partir unas mismas aspiraciones (García Llansó,
1897). Como fundador del Museo de Vilanova,
Balaguer es un artífice del nacionalismo catalán.
Como creador del Museo del Ultramar, se cuen-
ta entre los nacionalistas españoles. Parece que
el historiador Joan-Lluís Marfany tiene razón y
los prohombres catalanistas actuaron, contra lo
que pretende una historia mítica, como propul-
sores del nacionalismo español (Marfany, 2017).
Entre los fondos del Museo podían encontrarse
colecciones botánicas, zoológicas, geológicas,
forestales o mineralógicas mezcladas con pie-
zas de valor etnográfico o antropológico. En
aquellos momentos, tanto en Europa como en
Iberoamérica, todo lo referente a los pueblos in-
digenas se subsumía dentro de la Historia Natural.
A todo esto, había que unir libros, folletos,
manuscritos, toda clase de publicaciones anti-
guas y modernas, todo cuanto sirviera para
mantener vivo “el recuerdo histórico de los paí-
ses ultramarinos descubiertos por España, o que
en algún tiempo hayan pertenecido a nuestra
nación” (Marfany, 2017). Para cumplir esta mi-
sión nacionalizadora, el Museo abriría sus
puertas a los colegios, tanto privados como pú-
blicos. Los alumnos más brillantes de estos
centros podrían visitar las colecciones bajo la
supervisión de un profesor (Reglamento Orgánico
del Museo, 1888).
El Museo de Vilanova, aunque a una escala mu-
cho menor, tampoco escapó a la atracción por
los cuerpos embalsamados. Balaguer adquirió,
gracias a la intervención de Eduard Toda, cón-
sul español en El Cairo, la momia de un niño de
cuatro años en perfecto estado. Pertenecía al
periodo ptolemaico. Su traslado a Cataluña no
fue fácil, puesto que había que cumplir, al me-
nos en teoría, con leyes sanitarias por tratarse
de un cadáver humano. En la práctica, para fa-
cilitar las cosas, se buscó una manera de pasar
por alto la normativa. Según una tradición, Toda,
cuando le preguntaron en la aduana por el con-
tenido de aquella caja, respondió: “Bacalao”
(Comas i Gúell, 2007).
La llegada de la momia a Cataluña, junto a otras
piezas egipcias, despertó una gran expectación.
En 1886, Toda había llegado a Madrid proce-
dente del país de los faraones. Le manifestó
entonces a Balaguer que llevaba valiosos obje-
tos artísticos que pensaba destinar a su museo,
Valenzuela, C. y Martínez, F.
entre ellos una momia de época ptolemaica.
Iba a ser la única en su género ubicada en terri-
torio catalán (Boletín de la Biblioteca-Museo
Balaguer, 1886).
Balaguer financió la publicación de un catálogo
con la clasificación de la colección reunida. La
contribución de Toda no quedó aquí, puesto que,
gracias a sus viajes, también aportó objetos y
documentos procedentes de Cerdeña, Gran
Bretaña, Francia y otros países. Como apuntan
Montserrat Comas y Mireia Rosich, su apoyo a
la Biblioteca-Museo de Vilanova fue incondicio-
nal (A.A.V.V. 2007).
Toda, que había sido vicecónsul español en di-
versas ciudades chinas, como Macao y Hong
Kong, también cedió una importante colección
oriental, tanto artística como numismática. Eran
los años en que el japonesismo, como tenden-
cia cultural, había llegado a Cataluña proceden-
te de las más importantes capitales europeas. La
gran burguesía y las clases medias empezaron
a coleccionar piezas exóticas, cada vez más de
moda. La Exposición Universal que se celebró
en Barcelona, en 1888, contribuyó a tal eclosión.
Antes que Toda, el pintor Mariano Fortuny ya
había destacado por su pasión por este tipo de
arte asiático (Bru, 2014), ahora presente entre
los objetos del Museo Víctor Balaguer.
En el Museo de Historia Natural de Valparaíso
se encuentran piezas provenientes de la zona
del Pacífico, aunque el interés por el exotismo
de Asia no se manifiesta de la misma forma como
en el Museo de Víctor Balaguer, en Vilanova i la
Geltrú. En este sentido, la posición geográfica
de uno y otro museo determina el interés en
ciertos objetos materiales por sobre otros,
donde el contexto geopolítico también es rele-
vante: en el caso del Museo de Valparaíso, las
piezas provenientes de las exploraciones por el
Pacífico y los objetos de las culturas indígenas
del Sur de América, reafirman la primacía de
una ciudad floreciente que mira hacia el Pacífico
Sur en el contexto de una república unitaria; en
el caso del Museo de Vilanova i la Geltrú, los
objetos orientales y egipcios junto a diversas
piezas artísticas, denotan un significado simbó-
lico que se relaciona con la primacía de Cataluña
dentro de España como un lugar cosmopolita,
destacado y progresista.
DISCUSIÓN
Si comparamos el Museo de Vilanova i la Geltrú
y el Museo de Historia Natural de Valparaíso
podemos reconocer, en primer lugar, ciertas
similitudes y afinidades entre Víctor Balaguer
y Eduardo de la Barra. Ambos son literatos y
políticos de corte liberal distinguidos en sus res-
pectivos países. Desde un ámbito local, se
preocupan por el progreso científico y cultural
de sus comunidades. Víctor Balaguer es un na-
cionalista catalán, pero que también apuesta por
la construcción de una España unida en torno
al progreso. Eduardo de la Barra es un chileno
comprometido con Valparaíso, quien contribu-
ye, desde la Ciudad Puerto, a establecer un
espacio de conocimientos generador de redes
de intercambio cultural base para desarrollar las
ideas civilizatorias imperantes en la época, pero
dentro de un proyecto de una nación unitaria
producto del proyecto emancipador de la
América Hispana. El Museo se convierte en un
espacio de prestigio que favorece la participa-
ción de la ciudadanía (como donantes y colabo-
radores) en el contexto del nuevo Estado-nación
gestado en el siglo XIX. Asimismo, las coleccio-
nes son, más que un medio para el conocimien-
to, una vía para la construcción de una idea de
nación desde el ámbito de lo local. Esto se
genera a pesar del hecho constatable que la
participación económica del Estado en la for-
mación de las colecciones es bastante reducida
Museos en la construcción nacional. Un estudio comparativo...
en sus inicios y las principales acciones para el
mantenimiento de los museos proviene de la
iniciativa ciudadana y de los colaboradores de
los respectivos museos.
La presencia de antiguedades en los Museos de
Historia Natural, indica que el pasado prehis-
pánico americano sigue siendo visto como par-
te de una historia natural más que de una his-
toria humana, pero constituyen a la vez un
medio para construir el pasado mítico de una
nación. La visualización de su materialidad y
de sus cuerpos fueron sometidos mediante la
exhibición y su acopio en los museos donde
también han sido objetos de interés científico
por parte de los naturalistas de los siglos XIX
y XX. El Museo de Historia Natural de Valparaíso
es representativo de este interés, albergando
piezas que actualmente revisten un gran inte-
rés histórico y arqueológico, como las momias
Chinchorro, los ajuares funerarios incaicos
(huacas) y las momias y cráneos provenientes
de las tumbas de Atacama.
La vinculación de antigúedades prehispánicas a
los Museos de Historia Natural nos habla del pa-
sado común de las disciplinas de la arqueología
y las ciencias naturales. Algunos autores (Kohl,
Podgorny y Gánger, 2014) han destacado la inexis-
tente división de la disciplina arqueológica en
sus orígenes, momento en que participaron re-
colectores, viajeros, naturalistas y académicos
que se movían en diversos espacios geográficos.
Personas de distintas profesiones, como inge-
nieros, médicos y lingúistas, se involucraron
activamente con la arqueología. A esto, como se-
ñala Podgorny, se suman las contribuciones de
las expediciones geográficas y botánicas (Kohl,
Podgorny y Gánger, 2014). Estas antigiedades
prehispánicas se convirtieron además en un re-
flejo de la circulación interoceánica global que
vincula a Chile con Europa, pero también con
los territorios del Perú y del norte de Chile.
Muchas de estas piezas siguen siendo objeto de
interés científico e histórico a nivel global.
En Vilanova i la Geltrú, las colecciones reunidas
por Víctor Balaguer reflejan el interés etnográ-
fico por otras culturas, siempre a partir del pa-
radigma de la superioridad europea. Balaguer,
como nacionalista catalán, podía admitir la au-
todeterminación para naciones del viejo conti-
nente como Polonia, pero no hacía extensivo
este derecho a pueblos ultramarinos tenidos por
inferiores. Respecto a Filipinas, defendió una
política de asimilación con vistas a crear un pue-
blo mestizo y consolidar así el dominio español.
Desde el punto de vista del tipo de colecciones,
encontramos también importantes diferencias:
el Museo creado por Víctor Balaguer albergó
diversas piezas artísticas y lo pictórico ocupó un
espacio importante. El Museo de Historia Natural
de Valparaíso, si bien en sus orígenes hizo aco-
pio de objetos históricos, mantuvo una línea pro-
gresiva de especialización hacia la Historia Natural,
privilegiando, por tanto, la colección de objetos
de naturaleza y de origen prehispánico prove-
nientes del ámbito regional y nacional.
Sin embargo, consideramos que, en el caso de
Valparaíso, el coleccionismo de historia natural
responde a los mismos propósitos colonialistas
que vemos reflejado en la carga simbólica de los
objetos presentes en el Museo creado por Víctor
Balaguer, solo que en este caso se trata de un
colonialismo interno, impuesto a los denomina-
dos pueblos originarios. La concepción indige-
nista que impulsa la recopilación de objetos de
la cultura mapuche, por ejemplo, se basa en una
representación estereotipada del nativo, ideali-
zado como precursor de la nación cuando se ha-
bla de los tiempos precolombinos, denostado si
se trata de los seres de carne y hueso del pre-
sente (Martínez-Hoyos, 2018). En este sentido,
el proceso de construcción del Otro resulta com-
Valenzuela, C. y Martínez, F.
parable al del orientalismo europeo presente en
determinadas piezas del Museo de Vilanova i la
Geltrú. Lo exótico es, por una parte, una mara-
villa digna de admiración, pero también el
espejo que, al mostrar el supuesto atraso de los
pueblos tenidos por inferiores, realza la propia
superioridad dentro de una escala jerárquica del
progreso humano.
CONCLUSIONES
Tanto el Museo de Vilanova i la Geltrú como el
Museo de Valparaíso son la materialización del
esfuerzo intelectual y político de las élites lo-
cales que reflejan una imagen de nación en los
objetos exhibidos en sus respectivas institucio-
nes. A pesar de los diferentes énfasis de cada
uno de estos museos (el Museo de Vilanova, de
mayor carácter artístico-histórico; el Museo
de Valparaíso, dirigido principalmente a la
Historia Natural), estos se convierten en cen-
tros de conocimientos científicos articulados
desde lo local, pero a su vez se configuran como
constructores de importantes proyectos nacio-
nalistas en sus respectivas comunidades. El
impulso nacionalista que motivó a estos dos
fundadores responde a dos contextos históri-
cos, geográficos y políticos distintos: en Chile,
estuvo mucho más enfocado a la creación de
un Estado homogéneo y unitario; en España, a
fortalecer una identidad supra nacional consi-
derando la diversidad cultural y lingúística de
las diversas comunidades que la componen. No
obstante, en ambos procesos observamos a la
cultura y la ciencia como una pieza inseparable
de la política y la identidad que impulsa la crea-
ción de estos importantes museos que se
proyectan en el tiempo, constituyendo actual-
mente dos instituciones prestigiosas consolida-
das dentro de sus comunidades y también a
nivel internacional.
AGRADECIMIENTOS
Esta investigación ha sido posible gracias al fi-
nanciamiento otorgado al proyecto Fondecyt
Iniciación n* 11170033 Antigúedades y naturale-
za. Circulación interoceánica de objetos en los
primeros gabinetes de historia natural como es-
trategia de posicionamiento de la Ciencia en Chile,
ejecutado en la Universidad Autónoma de Chile.
Agradecemos muy especialmente al Museo de
Historia Natural de Valparaíso, por darnos la
oportunidad de consultar los documentos de
su biblioteca y archivo interno durante 2018 y
2019 y al Grupo de Estudios Históricos sobre
Cultura Científica (EHICC) de la Universidad
Autónoma de Chile, por su constante retroali-
mentación intelectual.
Museos en la construcción nacional. Un estudio comparativo...
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Americanista, 65: 211-220.
Valenzuela Matus, C. 2021. Edwyn Reed y su contri-
bución a la formación de colecciones de his-
toria natural en Chile. Revista de Humanidades
(44): 191-216.
Vera Villarroel, J. 1981. Momias Chinchorro de pre-
paración complicada del Museo de Historia
Natural de Valparaíso: 3290 y 3060 a.C. Anales
del Museo de Historia Natural de Valparaíso,
14: 5-17.
Volumen 34, 2021
Notas en Historia
y Patrimonio
ANALESATE
=P e
AL FAO E BETA A FA TU TO VA FARA RO
Reseña e importancia histórica del Museo Seminario
San Rafael - Valparaíso, Chile.
Luis Chirino Gálvez*
Omar Vicencio Campos**
RESUMEN
El colegio Seminario San Rafael es un colegio
episcopal histórico de Valparaíso, fundado en
1870, que posee una propiedad de dos pisos co-
nocida en el colegio como el “Museo”, construi-
da con los materiales de adobe típicos de las
quintas porteñas de la década de 1840. Su due-
ño original fue Juan Bautista Alberdi, abogado
y periodista argentino que residió en Valparaíso
en esta misma casa hasta 1855. En esta casa,
Alberdi inspirado en la constitución norteame-
ricana escribió y publicó en Valparaíso Las Bases
de la Constitución para la República Argentina.
En 1881, el Seminario San Rafael adquiere la
propiedad de Alberdi, la cual fue inaugurada
formalmente como museo en 1886. Actualmente
el Museo cuenta con colecciones de Arqueología,
Mineralogía y Zoología (Vertebrados e
Invertebrados), las cuales proceden de diversos
lugares del mundo. Las colecciones se
mantienen en grandes vitrinas de diseño
*B. Sc., M. Sc. Geology; Escuela de Ingeniería, Universidad Viña del Mar. E-Mail: geologia101(YWyahoo.com
** Ingeniero en Medio Ambiente y Recursos Naturales; Técnico en Geología; Atacama Fósil Research. E-Mail: omar.vicencio(Agmail.com
victoriano del siglo XIX, convirtiendo al Museo
del Seminario San Rafael en un patrimonio cul-
tural material único en Chile.
Palabras claves: Seminario San Rafael, Museo
Valparaíso, Patrimonio Cultural, Arturo Edwards
Ross y J.B. Alberdi.
ABSTRACT
The colegio Seminario San Rafael is a catholic
seminary high school founded in 1870 at
Valparaíso, who owns, a two story building
known as the “Museo”, built with the older typi-
cal adobe style around 1840. It is a large manor
house originally owned by the argentinean law-
yer and journalist Juan Bautista Alberdi who li-
ved in this house up to 1855. Here, Alberdi wro-
te and published Las Bases de la Constitución
para la República Argentina. The Seminario San
Rafael bought this manor house in 1881, and it
was formally inaugurated as a museum in 1886.
Currently, this museum houses a small archaeo-
logical, mineralogical, zoological (Vertebrate
and Invertebrate) and paleontological collection
from all over the world. These collections are
still kept within large XIX century victorian
showcases turning this Museum an unique cul-
tural heritage in Chile.
Palabras claves: Seminario San Rafael, Museo
Valparaíso, Cultural Heritage, Arturo Edwards
Ross € J. B. Alberdi.
INTRODUCCIÓN
El colegio Seminario San Rafael es un colegio
episcopal fundado en Valparaíso en 1870. Buena
parte de la historia del colegio transcurrió en
un gran edificio de dos pisos y dos patios inter-
nos, más una capilla. La construcción original
del edificio del colegio sobrevivió los grandes
terremotos de 1906, 1965 y 1971 subsistiendo así
hasta su demolición en la década de 1980. Salvo
Chirino, L. y Vicencio, O.
la capilla, el otro edificio antiguo que sobrevive
es una casona de dos pisos conocida como el
museo, que pocos saben que fue la casa patro-
nal que le dio origen a la llamada Quinta Las
Delicias que antecede al colegio Seminario por
casi tres décadas (Figura 1).
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Figura 1: Ubicación del Museo del Seminario San Rafael
(flecha indica edificio).
Esta propiedad es una casa de dos pisos
construida en el estilo y con los materiales de
construcción de adobe típicos de las quintas
porteñas de la década de 1840. Su dueño origi-
nal fue don Juan Bautista Alberdi, abogado y
periodista argentino que residió en Valparaíso
en esta misma casa hasta 1855. Es en esta casa,
fue donde Alberdi inspirado en la constitución
federal norteamericana escribió y publicó en
Valparaíso Las Bases de la Constitución para la
República Argentina (Alberdi, 1852), documen-
to que constituye el borrador de la actual cons-
titución argentina. Al dejar la casa en 1855 para
viajar a Francia para servir como embajador ar-
gentino en Paris, Alberdi dejó esta propiedad
arrendándola como vivienda a connotados per-
sonajes de la sociedad porteña de la época,
entre los cuales destaca el reverendo David
Trumbull, primer pastor protestante de
Valparaíso y fundador de la iglesia presbiteria-
na en el país (Alberdi, 1967).
Hay un único incidente serio ocurrido que ha
tenido la casona en su historia. “En 1877, una
inundación entró en la casa. El torrente derrum-
bó la tapia exterior y desgajó el naranjo, la
higuera y otros árboles. En el jardín quedó una
capa de ripio de un metro de alto. El agua tam-
bién entró en la casa, y arruinó los baúles y los
muebles. El busto de Rivadavia y el retrato de
San Martín que Alberdi había tenido a la vista
en su escritorio al escribir las “Bases” quedaron
destruidos” (Rouillon, 1996).
Al adquirir el Seminario San Rafael esta propie-
dad de Alberdi en 1881, no sólo adquirió la casa
quinta adyacente al colegio, sino también un tes-
timonio histórico del Valparaíso de la época. Ese
mismo año, el ex-alumno del colegio, Arturo
Edwards donó un Museo de Historia Natural con
especies de macrofauna del viejo mundo, una
colección de invertebrados, una colección mine-
ralógica y una muestra arqueológica más un
gabinete laboratorio de física que se instalaron
en la antigua casa de Alberdi. De acuerdo a su
biografía “construyó un edificio para los cursos de
enseñanza superior del Seminario de San Rafael
donde se educó” (Zaragoza, 1889). Este edificio
era la más reciente adquisición del Seminario, la
cual fue inaugurada como museo en 1886.
ANTECEDENTES MUSEOGRÁFICOS
Los museos son instituciones al servicio de la
comunidad, en este caso una comunidad edu-
cativa, cuyo objetivo es conservar, investigar y
Reseña e importancia histórica del Museo Seminario San Rafael...
exponer colecciones consideradas valiosas por
su relevancia patrimonial, histórica, artística y
natural, entre otras. Las colecciones varían en
su composición, sin embargo, todas ellas dan
cuenta de distintos ámbitos de la existencia y el
conocimiento humano.
Así, la realidad de los museos de historia natu-
ral fundados durante finales del siglo XIX y prin-
cipios del XX, respondía a una mentalidad en-
ciclopedista que intentó reflejar en sus
colecciones el conocimiento que se tenía de la
naturaleza. Esto dio como resultado coleccio-
nes de diferentes partes del mundo, llamadas
“exóticas” como en el caso del Museo del
Seminario de Valparaíso.
Las colecciones del museo fueron establecidas
por Edwyn C. Reed, destacado entomólogo y pro-
fesor del colegio desde 1878 a 1887 (Reed, 2013).
A partir de 1878, Reed diseñó y definió las co-
lecciones que mantiene el museo, que incluye a
una selección de animales exóticos embalsama-
dos incluyendo Big Game de África y Asia. Las
colecciones entomológicas corresponderían a es-
pecies locales colectadas por Reed y sus
alumnos, más otras especies obtenidas por inter-
cambios, por lo cual se deduciría que habría
especímenes de especies descritas por Reed que
están sujetas a lo establecido por los códigos zoo-
lógicos internacionales (ICZN 1985). Las
colecciones zoológicas se mantienen en grandes
vitrinas de diseño victoriano. El museo también
posee una gran colección mineralógica que man-
tiene muchas de sus fichas originales que tienen
un gran valor sistemático, más gran cantidad de
muestras a granel que están siendo estudiadas.
La propuesta original del Museo tenía como fin
primordial el enseñar las ciencias naturales a
sus estudiantes, en el contexto de los cursos de
historia natural de la época (Philippi, 1877), lo
cual se ha ido diluyendo paulatinamente hasta
que hoy tan sólo sea un lugar de visita ocasio-
nal para los estudiantes del colegio. Hoy, el
edificio que alberga al museo y su archivo es el
patrimonio histórico más valioso del colegio.
Como el museo antecede a la ley 17.288 de
Monumentos Nacionales por casi un siglo (CMN,
1970), junto al colegio se ha planteado evaluar y
dar puesta en valor al patrimonio que atesora el
museo, por lo que se ha propuesto un nuevo ca-
tastro de sus colecciones, generando un trabajo
colaborativo con profesores y alumnos del cole-
gio utilizando el método científico como medio
para reclasificar generando un catálogo sistemá-
tico actualizado de las colecciones del museo.
MATERIALES Y MÉTODOS
El desarrollo del presente trabajo se ha realiza-
do buscando antecedentes que permitan validar
el valor científico, histórico y patrimonial del
museo del Seminario San Rafael. Un nuevo tra-
bajo en ejecución con la descripción y puesta
en valor de las colecciones y archivo se está
realizando con fotografía gran angular y macro
de los especímenes, iniciando así un catastro
preliminar para cada colección que se exhibe
en 2 grandes salas, y su archivo en la planta baja
(Figura 2).
Figura 2: Sala de exhibición
Chirino, L. y Vicencio, O.
RESULTADOS
Descripción Catastro preliminar de
colecciones
Colección etnográfica: Es la colección más pe-
queña del museo con 74 piezas arqueológicas
prehispánicas más otras históricas de la guerra
del Pacífico. Requiere de una investigación his-
tórico-bibliográfica y nueva infografía.
Colección mineralógica: Área del museo poco
conocida, que contiene miles de muestras, al-
gunas etiquetadas desde 1860, una colección ale-
mana de 548 especímenes europeos de 1880,
rocas con elementos nativos, y muchas otras en
estudio. Esta colección requiere de revisión en
infografía, siguiendo el esquema mineralógico
de Dana (1850), más un muestrario litológico
complementario (Figura 3).
A . L 7. >
Figura 3: Vista porción colección mineralógica
Colección zoológica: Esta colección se puede di-
vidir en un área de macro vertebrados y otra de
invertebrados. Ambas colecciones requieren in-
dexación y catalogación de acuerdo a normas
internacionales (ICZN, 1985).
Reseña e importancia histórica del Museo Seminario San Rafael...
Vertebrados: Sección mastozoológica con 64 especímenes de especies mayores en taxidermia en
especial de viejo mundo, más peces y una colección osteológica (Wolffsohn, 1921), que requieren
de nueva infografía (Figura 4).
Figura 4: Vista de vitrina de grandes félidos
Colección ornitológica: Posee 519 especímenes
nativos y extranjeros en taxidermia, estos re-
quieren de conservación y etiquetados nuevos.
Invertebrados
Colección malacológica: Se encuentra entremez-
clada con equinodermos, braquiópodos, crus-
táceos, y una colección paleontológica en 2
grandes vitrinas. Requiere indexación, clasifi-
cación de sus fichas y etiquetado con nueva
infografía (Figura 5).
Colección entomológica: Se encuentra en 15 pa-
neles encuadrados en paredes del edificio que
requieren de conservación, clasificación de sus
fichas y nueva infografía.
¡
Led 113
Figura 5: Porción colección malacológica.
76
DISCUSIÓN
En el área del Gran Valparaíso hay dos museos
públicos de Historia Natural. El Museo de
Valparaíso fundado en 1878, y el Museo Fonck
fundado en 1975 en Viña del Mar. Ambos han
heredado colecciones de gabinetes de historia
natural que hubo en colegios históricos de la
zona como los Sagrados Corazones, S. Pedro
Nolasco y el Liceo Eduardo de la Barra. Con la
posible excepción parcial del Museo salesiano
de Punta Arenas (1893), el museo del Seminario
San Rafael sería el único colegio histórico en
Chile que preserva colecciones “exóticas” y otras
sin mayores modificaciones en su edificación
original desde el siglo XIX, En otros países hay
museos similares, y a la hora de ejemplificar se
podría mencionar algunos casos análogos por
su afiliación e historia como es el Museo geoló-
gico del Seminario de Barcelona.
CONCLUSIONES
Las colecciones presentes en el Museo del
Seminario San Rafael se encuentran divididas
en tres principales áreas que son, Arqueología,
Mineralogía y Zoología, más un archivo biblio-
teca, y un gabinete de física. Estas colecciones
poseen un valor científico y de patrimonio cul-
tural único a nivel nacional. Esto se debe a que
el Museo Seminario San Rafael posee coleccio-
nes conocidas como “Colecciones Exóticas” que
proceden de diversos lugares del mundo. Sumado
a esto se vuelve de gran importancia el valor
histórico cultural del edificio donde se encuen-
tran estas colecciones, de la llamada Quinta Las
Delicias, que fuera casa del abogado y periodis-
ta argentino, Juan Bautista Alberdi quien resi-
dió en esta misma casa hasta 1855, lugar donde
escribió y publicó en Valparaíso Las Bases de la
Constitución para la República Argentina.
Chirino, L. y Vicencio, O.
Los antecedentes confirman que esta colección
de historia natural es la tercera más antigua del
país, y la segunda considerando su historia úni-
ca y continua en un mismo edificio lo que con-
vierte a este Museo en un patrimonio cultural
material único en Chile, el cual debe ser puesto
en valor (Chirino, 2008) para cumplir con su
función de museo, entregando valiosa informa-
ción científica a la comunidad.
BIBLIOGRAFÍA
Alberdi, J.B. 1852. Bases y Puntos de Partida para la
Organización política argentina. Imprenta del
Mercurio, Valparaíso, 189 pp.
Alberdi, J.B. 1855-1881. 1967. Epistolario. Editorial
Andrés Bello.
CMN. 1970. Ley N* 17.288 Diario Oficial de la
República de Chile, Santiago, Chile, 04 de fe-
brero de 1970
Chirino G., L. 2008. Old Museum at the Seminary.
http://festivalpo.blogspot.com/2008/09/
old-museum-at-seminary.html.
Dana, J. 1850. Manual of Mineralogy. J. Wiley.
ICZN (International Commission on Zoological
Nomenclature). 1985. Ride, W.D.L. et al.
(Eds.). International Code for Zoological
Nomenclature. 338 pp. H.Charlesworth € Co.
Huddersfield, England.
Philippi. R.A. 1877. Elementos de historia natural.
Brockhaus. Leipzig. 398 pp.
Reed, W. 2013. Edwyn C. Reed y el archivador Rojo.
Timonegro Ed. Madrid. 188 pp.
Rouillon, J. 1996. Podrían demoler la casa de Alberdi
- http: //www.lanacion.com.ar/66709-po-
drian-demoler-la-casa-de-alberdi
Zaragoza. )J. 1889. A la memoria de Arturo Edwards.
159 Pp.
Woltffsohn, J. 1921. Catálogo de cráneos de mamífe-
ros en Chile colectados entre 1896 y 1918.
Revista chilena de Historia Natural. P. 511-52.
Reseña e importancia histórica del Museo Seminario San Rafael...
Volumen 34, 2021
Investigaciones
en Historia
y Patrimonio
Territorio y crisis:
Patrimonio territorial en el aula revisión desde la educación formal
chilena y una propuesta desde la didáctica no parametral
Mayra Olate Vega*
RESUMEN
El siguiente estudio presenta una revisión ex-
haustiva de las bases curriculares ministeriales
de las asignaturas de Ciencias para la Ciudadanía,
Educación Ciudadana, Lengua y Literatura, Artes,
Educación Física e Historia, Geografía y Cs.
Sociales en los niveles de 3* y 4% Medio, con el
fin de analizar los contenidos planteados en tor-
no al concepto de “patrimonio territorial” o “te-
rritorio y patrimonio”. El objetivo de esta in-
vestigación tiene directa relación con la
creciente crisis territorial y medioambiental que
enfrenta el país y el resto del mundo, poniendo
en el centro de la discusión la educación esco-
lar chilena y su actual metodología en cuanto al
tratamiento del territorio como patrimonio. Para
este estudio cualitativo, también se realizaron
entrevistas estandarizadas a docentes en ejer-
cicio de establecimientos públicos y un análisis
bibliográfico de la metodología de la Didáctica
No Parametral. De acuerdo a los resultados arro-
jados por la investigación, se establece que, es
necesario contar con una metodología de traba-
jo flexible en aula para desarrollar la apropia-
ción patrimonio territorial por parte de los/as
estudiantes, que pueda ser abordada desde las
distintas asignaturas, apuntando al objetivo co-
* Licenciada en Educación, Profesora de Castellano y Comunicación y Magíster en Arte, Mención Patrimonio. Doctoranda en Conocimien-
to y Cultura Latinoamericana. Correo: mayra.4(Agmail.com
mún de reconocer y fortalecer el territorio mis-
mo como un sistema de redes y relaciones in-
ter-personales e inter-organizacionales.
Palabras Clave: Patrimonio Territorial, Educación
Patrimonial, Territorio, Medioambiente,
Educación Escolar, Crisis, Didáctica.
ABSTRACT
The following study presents an exhaustive re-
view of the ministerial's curriculum in the sub-
jects of Sciences for Citizenship, Citizenship
Education, Language and Literature, Arts,
Physical Education and History, Geography and
Cs. Social at the 3rd and 4th Middle levels, in
order to analyze the content around the concept
of “territorial heritage” or “territory and heri-
tage”. The objective of this research is directly
related to the growing territorial and environ-
mental crisis facing the country and the rest of
the world, putting Chilean school education and
its current methodology in terms of the treat-
ment of the territory as heritage at the center
of the discussion. For this qualitative study, pu-
blics school's teachers were interviewed and an
analysis of the Non-Parametral Didactics me-
thodology was made. According to the results
of the research, it is established that, it is neces-
sary to have a flexible work methodology in the
classroom to develop the appropriation of terri-
torial heritage by the students, which can be
approached from the different subjects, alming
at the common objective of recognizing and
strengthening the territory itself as a system of
inter-personal and inter-organizational networ-
ks and relationships.
Key Words: Territorial Heritage, Heritage
Education, Territory, Enviroment, School
Education, Crisis, Didactics.
INTRODUCCIÓN
En el marco de la crisis ambiental, y de las cri-
sis sociales que han surgido a raíz de esta en
nuestro país, este estudio toma el concepto de
“patrimonio territorial”, asumiendo el concep-
to de “patrimonio” por una parte, desde su evo-
lución y la idea de que este no se remite solo al
objeto edificado, sino que también recoge su di-
mensión simbólica; y el concepto de “territo-
rio”, entendido no solo desde una dimensión fí-
sica, medible, sino como el continente en donde
la cultura “construye su espacio”. Considerando
esto como pie inicial, se plantea que el territo-
rio, como continente de la cultura, adquiere un
nuevo valor y sentido para los habitantes, dado
que la pérdida de algunos de los elementos que
lo conforman (recursos, tradiciones, flora y fau-
na, edificaciones, comunidades, entre otros)
puede significar un quiebre en el ciclo de este,
si se piensa en el territorio como un sistema.
Asumiendo la relevancia de esta crisis, que se-
guirá aumentando paulatinamente, parece que
lo más lógico es adquirir conciencia sobre la
importancia de proteger y cuidar nuestros res-
pectivos territorios y, desde ahí surge la noción
de “patrimonio territorial”, un sistema que in-
tegra la dimensión física, simbólica, social y
política como reacción frente a las amenazas
de destrucción que el desarrollo de la sociedad
capitalista ejerce sobre el entorno natural y el
entorno humano, para entenderlo a su vez como
“arquitectura' y producto social, es decir, como
recurso cultural.
Esta idea establece que cada elemento dentro
del territorio no es necesariamente un patrimo-
nio en sí mismo, sino más bien, comprender la
totalidad del territorio, es decir, todos los ele-
mentos sumados en conjunto - en su compo-
Olate, M.
nente histórico, variable temporalmente- como
un producto social y cultural, es decir, un pa-
trimonio; un espacio en constante construc-
ción, que es huella y vestigio contingente de
las comunidades que lo habitan. Por tanto, es
deber de los habitantes -y la comunidad- con-
siderarlo como patrimonio propio, sobre todo
en épocas críticas como la que se atraviesa en
la actualidad, en que la tierra, el agua, la biodi-
versidad y las culturas están siendo los princi-
pales afectados.
Es menester, entonces, formular espacios de re-
flexión sobre estos temas: generar conciencia,
producir conocimiento, modificar esquemas y
destruir parámetros que han conducido a la so-
ciedad a la crisis en la que se encuentra. En ese
sentido, la educación siempre ha sido un cami-
no eficaz y viable en cualquier contexto, y es
por ello que esta investigación tiene por objeti-
vo establecer si la educación escolar formal chi-
lena ha considerado el tema del territorio como
un factor relevante para el estudio y la prepara-
ción de los educandos en el marco de la crisis.
A través del análisis de las bases curriculares y
la recolección de datos por medio de entrevis-
tas a docentes que trabajan actualmente en el
sistema educativo público, se pretende compren-
der qué tan profundos son los planteamientos en
torno al territorio y cómo se abarcan en las asig-
naturas que lo declaran como contenido.
En segundo lugar, se tomará el discurso de la
Didáctica No Parametral para su análisis, con el
objetivo de generar una propuesta alternativa
-y mejorada- de la actual metodología y didác-
tica de aula, que permita trabajar el patrimonio
territorial, no solo desde lo conceptual y lo teó-
rico, sino desde la práctica contextualizada, en
donde el territorio en el que habita el estudian-
te sea también continente para su aprendizaje.
Mediante el cruce de las variables consideradas
para su análisis, se pretende llegar a la propues-
Territorio y crisis: patrimonio territorial en el aula...
ta didáctica que ayude a mejorar la vinculación
de la Escuela con su territorio y transformarla
en un real agente de cambio.
MATERIALES Y MÉTODO
El siguiente estudio es de carácter descripti-
vo-analítico, dado que surge a partir del plan-
teamiento de un problema, enmarcado en el ám-
bito de la educación, específicamente desde la
necesidad de tratar el tema del “patrimonio te-
rritorial' en el sistema escolar, a propósito de la
crisis ambiental, dado que los contenidos y ob-
jetivos de aprendizaje correspondientes a las
asignaturas de Humanidades y Ciencias
Naturales, no abordan el patrimonio territorial
en profundidad y como enfoque, y en el caso
de la asignatura de Historia, Geografía y Cs.
Sociales, se trabaja como un contenido trans-
versal, más que como propuesta metodológica
y procedimental.
Se hace una caracterización y análisis del fenó-
meno, que en este particular caso, corresponde
a la revisión de los contenidos ministeriales y las
entrevistas realizadas a los docentes de asigna-
tura con respecto al concepto de “patrimonio te-
rritorial”, posteriormente, se cruzaron estos dis-
cursos y prácticas con la propuesta de la Didáctica
No Parametral, identificando las posibles rela-
ciones que se pueden establecer entre la meto-
dología de la didáctica y el tratamiento del *pa-
trimonio territorial como enfoque en el aula.
El manejo de las variables de este estudio son
no experimentales, bajo un método hipotético
de razonamiento deductivo. Las consideracio-
nes éticas para la recolección de datos median-
te entrevista estandarizada programada se en-
cuentran en los anexos.
Contenidos
Ministerio de
Educación 3*y4?
Medio
Libro de Estudio Bases
Escolares curriculares
2020
Figura 1: Propuesta para Análisis de Datos
El estudio integró el análisis de datos cualitati-
vos, los cuales fueron recogidos a través de tres
instrumentos:
* Bases Curriculares 2019 y Libros de Estudio
de 3* y 4 Medio del Ministerio de Educación
de Chile, de las Asignaturas: Ciencias para
la Ciudadanía, Educación Ciudadana, Lengua
y Literatura, Artes, Educación Física e
Historia, Geografía y Cs. Sociales.
e Entrevista Estandarizada Programada (5
preguntas) para recoger la percepción de 11
docentes de establecimientos municipales
sobre el trabajo en torno al patrimonio te-
rritorial desde sus asignaturas.
* Bibliografía sobre Didáctica No Parametral
En base a los dos primeros instrumentos, se
identificaron los parámetros conceptuales y pro-
cedimentales del patrimonio territorial para tra-
bajar en el aula, y cómo los docentes permean
Análisis
de Datos
Cualitativos
Bibliografía
Entrevistas Didáctica No
Parametral
Docentes de Aspectos
Asignaturas metodológicos
estos contenidos en sus prácticas cotidianas.
Con respecto al tercer instrumento, por medio
del análisis del discurso de la Didáctica No
Parametral, se identificaron las relaciones y lec-
turas con el territorio y cómo aspectos metodo-
lógicos postulados por esta se pueden incorpo-
rar a una nueva propuesta pedagógica que
fortalezca y potencie el trabajo de aula en las
distintas asignaturas, utilizando el patrimonio
territorial como un enfoque.
ANÁLISIS DE DATOS Y CATEGORÍAS
El análisis de datos, dividido en documentación
oficial de administración pública (Bases
Curriculares del Ministerio de Educación 2020);
Entrevistas a los/as docentes en ejercicio; y
Bibliografía actualizada de la Didáctica No
Parametral, corresponde a “Análisis de Contenido
Temático” (recuento de palabras, identificación
y clasificación temática, y búsqueda de palabras
en contexto), el cual pretende obtener un ma-
yor grado de objetividad con respecto al tema
Olate, M.
del patrimonio territorial y el cómo se hace pre-
sente en los distintos datos recopilados. En pri-
mer lugar, se presenta una transcripción de los
hallazgos en la documentación del Ministerio de
Educación relacionada al tema de la investiga-
ción, y posteriormente se presentan las catego-
rías respectivas de este análisis. En segundo lu-
gar, se procede con el análisis de las entrevistas
y los datos agrupados por cada pregunta realiza-
da. Finalmente, se presenta la selección de datos
significativos, desde la Didáctica No Parametral,
para la realización de la propuesta metodológi-
ca de aula en torno al patrimonio territorial.
Como se mencionó antes, el análisis fue en base
a contenido temático, que en este caso, corres-
ponde al “patrimonio territorial? como tema y
concepto de trabajo y desarrollo en el aula. Sin
embargo, bajo el tema de 'patrimonio territorial”,
se desprenden varios conceptos que, en conjun-
to, generan una atmósfera y contexto específico
en torno al territorio y sus valores. Estos concep-
tos son: territorio, medioambiente, sociedad, co-
munidad, entorno, localidad, ecosistema, recur-
sos naturales, región, organización y planificación
territorial, ejercicio ciudadano, desarrollo,
cambio climático, justicia ambiental, amenazas
socio-naturales, global, local, interdependencia
ambiental y espacio geográfico.
Para el análisis de las bases curriculares, se
toma cada asignatura como fuente proporcio-
nadora de datos, y cada una de estas se dividen
en 2 macrocategorías: contenidos (de la asig-
natura) y enfoque (de la asignatura). Dentro
de estas, se identificaron 2 categorías centra-
les en los contenidos: conceptuales y procedi-
mentales, y en cada uno de estos se identifica-
ron y contabilizaron conceptos repetidos y
relacionados, clasificándolos bajo el tema de
“patrimonio territorial”.
En el caso de las entrevistas, todas las pregun-
tas giraban en torno al concepto de “patrimonio
Territorio y crisis: patrimonio territorial en el aula...
territorial”, pero otorgando libertad a los/as do-
centes y que pudieran entregar sus propias per-
cepciones en cuanto a las preguntas realizadas.
Debido a esto, los conceptos que aparecieron
en las respuestas y que generaron categorías,
surgen desde el foco de la pregunta. En ese sen-
tido, las respuestas más comunes y repetidas,
fueron las que se consideraron para el análisis
posterior de los resultados.
Por último, para el análisis bibliográfico de la
Didáctica No Parametral, se seleccionó y trans-
cribió aquella información relevante, en cuanto
a metodología y forma de trabajo propuesta, que
sustenta el reconocimiento y valorización del pa-
trimonio territorial desde el aula, y se tomaron
aspectos adecuados de la didáctica para incorpo-
rar a la propuesta pedagógica desarrollada a
partir de los hallazgos de esta investigación.
RESULTADOS
A partir del análisis de las Bases Curriculares
2019 del Ministerio de Educación para 3er y 4to
Medio se comprueba que el Ministerio ha modi-
ficado estructuralmente el currículum, dado que
hubo un re-ordenamiento de las asignaturas: se
incorporaron asignaturas nuevas en el plan de
formación general (Educación Ciudadana), y en
el diferenciado científico- humanista (asignatu-
ras de profundización por áreas); se reformula-
ron otras (Ciencias para la Ciudadanía; Lengua
8 Literatura); y se electivizaron los ramos de
Historia, Geografía y Cs. Sociales; Ed. Física y
Artes. Esta modificación es muy importante para
comprender la importancia atribuida al tema del
patrimonio territorial, dado que es un concepto
que usualmente se trabaja en el área de las
Ciencias Sociales, y como la Asignatura de
Historia, Geografía y Cs. Sociales pasó a ser un
electivo, no se puede contar realmente con que
todos los estudiantes adquirirán los conocimien-
tos propios de ese ramo, por lo que, si se consi-
dera la asignatura de Educación Ciudadana para
subsanar temáticas territoriales en lugar de
Historia, se obtendría esto:
* 1 Objetivo de Aprendizaje (OA) para 3ero
Medio en torno a la comprensión de las re-
laciones (políticas, económicas y sociocul-
turales) a nivel territorial.
e 3 0A para 4to Medio en torno a la búsque-
da, análisis y propuestas para mejorar las
problemáticas ambientales, vida cotidiana
y colectiva y la organización comunitaria y
territorial.
De acuerdo a lo anterior, se puede deducir que
los estudiantes en los niveles de 3% y 4% Medio
se encuentran sobre terreno conocido en cuan-
to al tema del territorio, ya que se utilizan ac-
ciones resolutivas, que van desde el análisis, el
diseño y la propuesta, más que del reconoci-
miento y valoración del territorio.
En el caso de Ciencias para la Ciudadanía, que
en este currículum complementa con el de
Educación Ciudadana para abordar el tema de
la crisis, se puede establecer lo siguiente:
e Los OA son 6 en total, divididos en 2
Módulos (Ambiente € Sostenibilidad y
Tecnología 8: Sociedad).
e Los 3 primeros permiten abordar temáti-
cas de ecología (ecosistemas y biodiversi-
dad) desde el contexto local y en función
de la resolución de problemáticas territo-
riales.
* Los 3 segundos pretenden aplicar conte-
nidos en pos de nuevas tecnologías que pro-
picien el mejoramiento de la calidad de vida
de la comunidad, en cuanto a sostenibilidad
y daño medioambiental.
Por lo tanto, Ciencias para la Ciudadanía abor-
da los OA de la misma forma que Educación
Ciudadana, ya que se dan por sentado conteni-
dos de reconocimiento y valoración del territo-
rio y se pasa directamente a que los estudiantes
propongan soluciones a problemáticas locales.
Es interesante que ambas asignaturas, en apa-
riencia, se complementen y pudiesen trabajar
de forma colaborativa. Sin embargo, y como se
revisó en los textos de estudio de las asignatu-
ras, las disciplinas se encuentran aisladas unas
de las otras, aunque la metodología señalada por
el Ministerio es el Aprendizaje Basado en
Proyectos (ABP) considera el trabajo conjunto
entre disciplinas, ningún texto de estudio, sal-
vo el de Ciencias para la Ciudadanía, promueve
el trabajo colaborativo ni sugiere proyectos in-
terdisciplinarios. Tampoco existen Objetivos de
Aprendizaje Interdisciplinarios, es decir, los ejes
siguen girando en torno a una asignatura espe-
cífica, lo que genera segregación a la hora de
aprehender los contenidos, en vez de interco-
nexión e interacción entre estos.
Con respecto a esto, los docentes señalaron que
el currículum no propicia el trabajo interdisci-
plinario y que el trabajo territorial se hace ne-
cesario extenderlo a todas las asignaturas, no
solo a Historia. Otros hicieron la distinción del
rol docente, y que depende de este vincular los
contenidos al territorio. Si se considera lo dicho
por ellos/as, sumado a lo establecido por el
Ministerio, se podría afirmar que depende casi
en un 100% de la proactividad y capacidad de
gestión de los docentes, el trabajar en conjunto
y desarrollar los contenidos interdisciplinaria-
mente para abordar el patrimonio territorial en
sus asignaturas. No obstante, es un poco abso-
lutista dejar toda la responsabilidad al docente,
ya que -y como mencionaron algunos-, los tiem-
pos de planificación y trabajo en aula, la buro-
cracia y administración institucional, y las eva-
Olate, M.
luaciones ministeriales, no dejan mucho espacio
para que los docentes puedan reunirse en con-
junto y planificar actividades que permitan
interactuar interdisciplinariamente. Sumado a
esto, ya es complicado que los docentes reco-
nozcan la problemática de la crisis y los efectos
negativos en el territorio cuando no imparten
la asignatura de Ciencias o Historia. Muchos/as
ni siquiera conocen en profundidad los efectos
de la crisis ambiental y los conflictos locales
existentes como problema, y la revisión de los
textos de estudio y los Objetivos de Aprendizaje
indican que el ministerio no propone el tema
fuera de esos ramos, por lo que el panorama re-
sulta algo desalentador.
Por otro lado, el desglose y electividad de las
asignaturas para el diferenciado científico-hu-
manista, no garantiza que los estudiantes vayan
a adquirir los conocimientos que no pasan en
las asignaturas de Ciencias para la Ciudadanía
y Educación Ciudadana, y esto se contrapone a
la idea planteada por la Ex Ministra Marcela
Cubillos?, quien afirmó que los estudiantes ten-
drían más horas de aquellas asignaturas que les
gustaran, ya que los establecimientos son los
que deciden finalmente cuáles de esas 27 asig-
naturas de profundización van a impartir (6 al
año), así que es muy probable que los estudian-
tes nunca lleguen a tener simultáneamente los
ramos del Área de Historia, Geografía y Cs.
Sociales, que como se indagó anteriormente, en
su conjunto entregan los conocimientos nece-
sarios para lograr una formación básica en cuan-
to al reconocimiento y valoración del patrimo-
nio territorial. Si se considera esto, se podría
deducir que es poco influyente y significativo
el porcentaje de estudiantes que logren apre-
hender estos contenidos, ya que son asignatu-
ras que corresponden, en primer lugar, a los es-
tablecimientos científico-humanistas (no a los
Territorio y crisis: patrimonio territorial en el aula...
técnicos profesionales), y en segundo lugar, son
asignaturas que pasan por dos filtros: de elec-
ción del colegio, y posteriormente, de elección
del estudiante, por lo que las probabilidades de
que un estudiante curse todos los ramos del Área
de Historia, Geografía y Cs. Sociales durante 3er
y 4to Año Medio son mínimas.
Relevando el rol docente, los resultados de las
entrevistas en conclusión plantean lo siguiente:
e El rol de los establecimientos es central y
fundamental a la hora de promover el reco-
nocimiento y valoración del patrimonio te-
rritorial, dado que son espacios de reflexión,
que funcionan como bisagra entre los apren-
dizajes escolarizados y lo que sucede en la
comunidad en la que se encuentra inserto
el establecimiento, por lo que deberían in-
cidir en la conciencia y formación sobre el
contexto local.
* Es complejo abordar el patrimonio terri-
torial desde el currículum porque se deja de
lado lo local, predominando lo nacional.
Además se remite solo a la asignatura de
Historia y es responsabilidad del docente
ejercer ese vínculo entre su asignatura y el
territorio y conectarlo a otras disciplinas.
* Asumen que existen amenazas ambienta-
les y territoriales en la actualidad, siendo
las más reiteradas: la sequía, el crecimiento
vegetativo y sobreconstrucción, y la conta-
minación de los ecosistemas.
e Se alude a que la escuela debe ser una ins-
titución “abierta”, en el sentido que debe
trabajar en conjunto con la comunidad, la
familia y el territorio, no puede segregarse
ni centralizarse el conocimiento, sino que
2 En Youtube: “Nuevo Currículum Escolar 2020” (La Ministra de Educación Marcela Cubillos te explica el nuevo currículum en 240 segundos)
debe interactuar y participar con otros en-
tes extra-escolares, sin embargo se cae en
disposiciones, voluntades, organizaciones
temporales, entre otros, de parte del esta-
blecimiento y la municipalidad, que no
generan la facilidad para potenciar esta
cualidad.
e Para los docentes, algunas formas de sub-
sanar esta falencia y fortalecer el conoci-
miento sobre el territorio son: salidas a te-
rreno, experiencias significativas en torno
al territorio, trabajo interdisciplinario, ins-
tancias de reflexión y discusión sobre pro-
blemáticas ambientales /territoriales y el vín-
culo con organizaciones comunitarias del
sector /barrio /territorio en donde se encuen-
tra inserto el establecimiento educacional.
De acuerdo a las conclusiones establecidas por
los docentes, se puede inferir que las activida-
des como salidas a terreno, trabajo interdisci-
plinario y relaciones con organizaciones
extra-escolares, no se realizan constantemente
en las escuelas, más bien son experiencias ais-
ladas y poco frecuentes, por eso que ellos/as
determinan que son necesarias para vincular a
los estudiantes con el territorio. Si bien los
profesores están muy conscientes de lo que de-
bería hacerse para mejorar el reconocimiento
del patrimonio territorial, se muestran un poco
limitados a lo que el colegio determina, frases
” cc“
como: “el paso es interno”, “existe centralismo
”
y segregación”, “escuela y comunidad deberían
trabajar juntos”, “es una de las labores que me-
nos se potencia”, demuestran que hay poca
libertad y autonomía en el docente para tomar
ciertas decisiones, y aún más, el mismo currí-
culum, en su modalidad de evaluación, refleja
cuáles son los saberes que se priorizan, por ende,
los colegios, para poder salir bien evaluados, le
exigen a los docentes que cumplan con ciertos
estándares en sus asignaturas.
Es interesante destacar que todos los docentes
señalaron problemáticas ambientales /territo-
riales en donde estaban ubicados sus estableci-
mientos, desde la sequía hasta el daño de los
ecosistemas, situación planteada más claramen-
te por los docentes de Ciencias. Por lo que, in-
directamente, se asume la necesidad de tratar
estas temáticas en las escuelas, considerando
incluso sus mismos planteamientos sobre cómo
debería funcionar el colegio: como una institu-
ción abierta a la comunidad, conectada con el
territorio, núcleo de trabajo comunitario y es-
pacio para el reconocimiento de lo local.
Realizando la conexión con las Bases Curriculares,
se podría inferir que el Ministerio se libera de
lo que sucede dentro del establecimiento, es de-
cir, el vínculo que existe entre el Ministerio de
Educación y el establecimiento es el de propor-
cionar el currículum anual y las evaluaciones
estandarizadas, todo lo demás varía según el
colegio, por lo que se pueden encontrar estable-
cimientos muy comprometidos con la labor
social, con la integración familiar, con la inte-
racción comunitaria; y otros que se conforman
con que cierto número de estudiantes encuen-
tre un trabajo o ingrese a la Ed. Superior. Si no
hay un lineamiento y perfil ideal de estableci-
miento que provenga desde el ministerio, difí-
cilmente la escuela va a asumir las problemáti-
cas ambientales y territoriales como prioridad,
ya que esto solo sucede cuando el lugar en don-
de está inserto el colegio tiene a la comunidad
escolar directamente afectada por estas proble-
máticas (como el caso de Petorca, por ejemplo).
Sin embargo, para el ministerio el “perfil de
estudiante de enseñanza media” ideal (el cual
es mencionado al comienzo de las Bases
Olate, M.
Curriculares) pareciera ser mucho más signifi-
cativo que el “perfil institucional” del que
debería egresar dicho estudiante, algo que ge-
nera cierta contradicción desde la percepción
docente, que asume al establecimiento como
una entidad tan importante como los estudian-
tes que se forman en él.
Con respecto a esto, la Didáctica No Parametral
(D.N.P) presenta un nuevo paradigma de pen-
samiento en torno a cuál debería ser la función
de la enseñanza y cómo debería ser esta desde
el contexto latinoamericano; de la escuela,
como institución de “sentido”; y del rol del estu-
diante, como ser pensante que carga con una
historicidad propia.
A diferencia de las didácticas tradicionales y pa-
rametrales (que giran en torno a un eje discipli-
nar y académico) utilizadas comúnmente en las
escuelas municipales de nuestro país, la D.N.P
no posiciona a la asignatura o los contenidos
académicos (Objetivos de Aprendizaje) en el
centro de la clase, sino al estudiante y al con-
junto total de ellos, desde su historicidad y co-
tidianeidad y, a partir de ahí, activa la emocio-
nalidad por medio de las experiencias
significativas conectadas a su vida para reflexio-
nar, cuestionar y promover el pensamiento. A
través del re-conocimiento de sí mismo y de su
relación con otros, el estudiante puede vincu-
lar, no solo los contenidos académicos, sino tam-
bién los conductuales, culturales y subjetivos;
entendiendo al educando como un ser íntegro,
multidimensional y activo, y no como un suje-
to pasivo sobre el cual incorporar información
abstracta y descontextualizada.
Otra propuesta de la D.N.P que relega esta vi-
sión mecánica de la educación, es la tendencia
situacional, en la que no se planifica la clase en
función de OA ni de 'momentos' (inicio, desa-
rrollo, cierre), ya que se comprende al estudian-
Territorio y crisis: patrimonio territorial en el aula...
te como un ser autónomo capaz de resolver pro-
blemáticas de forma individual y colectiva y que
la clase avanza de acuerdo a la reflexión y apren-
dizaje de los educandos y no bajo un parámetro
establecido por el ministerio, porque eso impli-
ca estandarizar al sujeto y su diversidad en el
aprendizaje y esperar a que el conjunto de es-
tudiantes responda al mismo patrón o la misma
meta. El trabajo mediante objetivos proviene de
una metodología científica y, actualmente, se ha
implementado en el sistema laboral y producti-
vo para evaluar avances, impactos y contabili-
zar logros; sin embargo, concebir una clase
escolar -en enseñanza básica o media- de la mis-
ma manera en la que se evalúa un proyecto,
inmediatamente genera una visión calculadora
sobre el proceso enseñanza-aprendizaje. Además,
dentro del currículum 2020, se ha comenzado
a implementar un lenguaje propio del sistema
económico globalizado inserto en el país; tér-
minos como: proyecto, competencia, indicador,
producto y objetivo, son reflejo de una repre-
sentación microsistemática con la que se com-
prende al individuo y su producción. El minis-
terio pretende generar un sujeto funcional para
la sociedad, en un sentido político-productivo,
más que un ser vivo consciente de su conexión
con los ecosistemas (incluido el territorio) que
lo rodean. Es por eso que Estela Quintar (2005)
establece que lo que se busca es construir
conocimiento —como conciencia histórica— de
la realidad social, más que explicarla desde cuer-
pos teóricos determinados o “traficar informa-
ción” a-histórica con estatus de verdad, porque
el aprendizaje es situado y dialogado a partir de
las 'verdades” propias de los sujetos que apren-
den, considerando sus realidades, pasado,
presente y futuro.
Si se compara la metodología propuesta por el
Ministerio de Educación (independiente si se
lleva a cabo realmente en el aula), que es el
Aprendizaje Basado en Proyectos, y la metodo-
logía propuesta por la D.N.P, apuntan a cosas
completamente distintas. La primera pretende
generar un producto final, que puede ser traba-
jado interdisciplinariamente -en lo ideal-,
aplicando los contenidos conceptuales de cada
asignatura en función de un problema determi-
nado, de la misma forma en la que se genera un
proyecto a nivel laboral, con cada sujeto desa-
rrollando una tarea para contribuir al objetivo
final; mientras que la D.N.P, a través del “recor-
te” de realidad cotidiana de los educandos, les
realiza una pregunta reflexiva, de sentido, que
problematiza su existencia desde la destrucción
de un parámetro establecido, dando pie al
diálogo entre compañeros/as y docente, por
medio del círculo de reflexión y activando la
co-emocionalidad, valiéndose de la historia
propia y del contexto en el que están insertos
(didactografía) para construir el conocimiento
(contenidos disciplinarios y contenidos estruc-
turantes). El eje, por tanto, no es disciplinario,
sino integrador.
Al cambiar las nociones estructurales que el es-
tablecimiento, los docentes y los estudiantes
tienen de la clase y la visión del proceso ense-
ñanza-aprendizaje, automáticamente se genera
el cambio en su manera de comprender la edu-
cación. Si el trabajo de aprender y la construc-
ción del conocimiento comienza desde el estu-
diante, en cuanto a realidad e historia, y va
transgrediendo las limitantes que tiene con el
resto de sus compañeros/as, por medio del diá-
logo colectivo, su disposición será distinta al
momento de extrapolar este aprendizaje, por-
que ya no entenderá la escuela como un ente
aislado de su comunidad y territorio, sino más
bien como un espacio de reflexión dentro de
este y que forma parte de esta red que lo sopor-
ta y apoya para construir un bienestar común y
colectivo en armonía con el entorno.
El problema mayor radica en cómo se despren-
de la educación de un sistema de naturaleza neo-
liberal, ya que no se está pensando en la educa-
ción como una resistencia, sino como una
herramienta de adoctrinamiento y preparación
para la sociedad de consumo, en donde el co-
nocimiento viene como “verdad” desde arriba,
y no se construye a la inversa: desde el que está
aprendiendo. Si bien hay temáticas que el
Ministerio ha puesto en la mesa, como el terri-
torio, la sostenibilidad y el cambio climático,
aún no se visualizan como conectadas en un
todo, ni se ha potenciado el rol del estudiante
como transformador de su realidad con el po-
der suficiente para modificar todo aquello que
está dañando su patrimonio territorial. Más bien
apunta a un compromiso “políticamente correc-
to” que proviene de la aldea global, y que tam-
bién ha sido incorporado en los currículums
educativos de otros países, pero que no remece
realmente los cimientos de los estudiantes, ya
que estos siguen pensando en la escuela como
un medio obligatorio por el cual pasar para po-
der estudiar una carrera universitaria.
Olate, M.
DISCUSIÓN
El territorio como sistema
Uno de los grandes problemas detectados en el
currículum, en cuanto al tratamiento del terri-
torio, es que se comprende como algo indepen-
diente del ser humano como especie, en el sen-
tido que no se asume a este como un ser vivo
que es parte y que conforma un ecosistema. Si
se comprende al ser humano y por ende a las
comunidades, como organismos pertenecientes
Territorio y crisis: patrimonio territorial en el aula...
a un ecosistema, se deduce que todo lo que hace
produce impacto y efectos en su entorno y, que
a su vez, esto les afectará más adelante de algu-
na u otra forma. No se trata de estabilidad, sino
de mantener una dinámica armoniosa, dentro
de lo que cabe en sistemas complejos y disipa-
tivos, como son los sistemas naturales, con múl-
tiples interrelaciones internas y externas.
Figura 2: El territorio como sistema
La visión sistémica conecta con el principio de
interdependencia que establece que todos los
miembros de una comunidad ecológica se ha-
llan interconectados en una vasta e intrincada
red de relaciones y se considera que el éxito de
toda comunidad depende no solo de la calidad
de vida de sus individuos, sino que el éxito de
estos depende de la calidad de vida de la comu-
nidad como un todo, más aún, de la calidad de
las relaciones que se establecen entre ellos, en
particular de las conexiones de cooperación.
Asimismo, las relaciones de una comunidad
ecológica son no-lineales, es decir, no son de
causa-efecto e incluyen múltiples bucles de
retroalimentación. Cualquier perturbación no
tendrá un solo efecto, sino que serán múltiples
y en constante expansión (Cruz González, 2018).
Los sistemas humanos son como “comunidades
ecológicas” porque las personas, como seres vi-
vos que son, forman parte de un sistema natu-
ral más grande de organismos y estas relaciones
que se establecen deben ser de retroalimenta-
ción y no lineales como han sido tratadas hasta
ahora, cosa que ha generado grandes pérdidas
de recursos y desequilibrios en el entorno terri-
torial. De esta forma, es pertinente considerar
al territorio y a las comunidades que lo habitan
como un solo sistema, y que necesita y depen-
de de la retroalimentación e intercambio de re-
cursos, tanto dentro del límite territorial como
fuera de este.
EDUCACIÓN Y TERRITORIO
Como se ha demostrado hasta este punto del es-
tudio, son muy pocas las incursiones en educa-
ción patrimonial desde la educación formal en
Chile. Esta ausencia de la transferencia del patri-
monio en la Escuela, se debe, entre otras, a que
el sistema escolarizado es muy cerrado, mantie-
ne una tradición metodológica casi obsoleta, en
donde la clase gira en torno al docente y la asig-
natura con muy pocas oportunidades de conec-
tarse al territorio y explorar la enseñanza fuera
del aula. Asimismo, la promoción del ámbito
humanístico y artístico es muy vaga y, como se
comprobó antes, este año se prescindió de ella
(electividad del ramo de historia y artes). Es por
esto que muchos estudiantes no optan por carre-
ras en esta área, dado que la difusión cultural
carece de apoyo e ingreso económico. Por otra
parte, las medidas que se han implementado en
la actualidad (proyectos, fondos, entre otras co-
sas) son complementarias y cumplen la función
de “parchar” ciertos aspectos, más que de hacer
un cambio estructural y profundo.
Tomando este antecedente como punto de par-
tida, se hace pertinente preguntar cuáles serían
las opciones más viables para remediar este dé-
ficit de conocimiento del patrimonio en la edu-
cación escolar chilena, y en este caso, el déficit
que existe en el reconocimiento y la valoración
del patrimonio territorial por parte de los mis-
mos estudiantes. Para responder a esto, es im-
portante rescatar lo planteado en las propuestas
anteriores y los resultados de la investigación
para obtener un panorama general:
e Es necesario contar con una metodología
de trabajo en aula para desarrollar la apro-
piación patrimonio territorial por parte de
los y las estudiantes.
e Dicha metodología debe adecuarse a to-
dos los niveles de Enseñanza.
e Este diseño debe ser flexible para trabajar
en las distintas asignaturas, considerando
que el trabajo interdisciplinario es dificulto-
so y actualmente no se practica en las aulas.
e El diseño debe potenciar y promover el
trabajo colaborativo para que los estudian-
tes puedan extrapolarlo fuera del aula.
e Más que la creación de una didáctica nue-
va o una asignatura para trabajar el patri-
monio territorial, hay que crear nuevos es-
pacios con lo que ya existe, y que a lo largo
de los años se ha resistido a cambiar, para
obtener logros, aunque sean mínimos, pero
no inexistentes.
e El eje central de la propuesta debe apun-
tar al objetivo común de reconocer y forta-
lecer el territorio mismo como un sistema
de redes y relaciones inter-personales e in-
ter-organizacionales.
Olate, M.
Ha quedado claro que la educación es el princi-
pal impulsador en la formación y modificación
de las sociedad futuras. Lo que se les enseña a
los niños/as, adolescentes y jóvenes en los es-
pacios de educación formales es evidencia de
las prioridades que tiene la sociedad en la
actualidad y que, ellos/as posteriormente, asu-
mirán como necesario para desarrollarse como
personas. No obstante, se concluyó que la edu-
cación escolar en Chile apunta a la formación
funcional, en un sentido globalizado, de los/as
estudiantes: que sean individuos capaces de
laborar y desenvolverse fácilmente con la tec-
nología y las herramientas digitales y así
contribuir al engranaje social que da pie al fun-
cionamiento del país, otorgándole vital impor-
tancia a la estandarización de los conocimien-
tos (de norte a sur) y que sean capaces de
cumplir los mismos objetivos.
Si bien el Ministerio aborda la temática de la
crisis ambiental y la organización territorial en
las asignaturas de Educación Ciudadana y
Ciencias para la Ciudadanía, no se visibiliza una
relevancia en el tratamiento de estas temáticas,
más bien son parte general de los contenidos,
de la misma forma que se enseñan logaritmos
o intertextualidad, el territorio y la crisis se abor-
dan a partir de objetivos de aprendizaje puntua-
lizados. Por otro lado, los Aprendizajes Basados
en Proyectos o en Problemas (nueva sugerencia
metodológica planteada por el Ministerio)
son puestos como una orientación didáctica a
ejecutar de manera opcional en cada asignatu-
ra. Se solicita que los docentes al menos ejecu-
ten un proyecto por asignatura, pero se predis-
pone como un evento extraordinario más que
una instancia común, necesaria y regular.
A raíz de esto, surge la idea de incorporar la me-
todología de la Didáctica No Parametral (D.N.P)
al aula, porque más allá de cuestionar los con-
Territorio y crisis: patrimonio territorial en el aula...
tenidos que se pasan en la escuela, es cuestionar
el cómo se están abordando estos contenidos en
la clase. La D.N.P, entonces, aparece como una
didáctica tentadora, en el sentido que modifica
las estructuras fundamentales de la clase, y tras-
lada el eje de la disciplina (que es uno de los prin-
cipales obstáculos a la hora de desarrollar la te-
mática del patrimonio) a un eje de tipo integrador.
¿Cuáles son los fundamentos centrales que
permiten vincular la D.N.P con el desarro-
llo del Patrimonio Territorial en el aula?
e Rescata la historia de vida de los indivi-
duos (componente historicidad).
+ Releva el pensamiento reflexivo por sobre
los cuerpos teóricos.
* Comprende la enseñanza como un proce-
so de recuperación de la memoria, la histo-
ria, la emocionalidad y el contexto socio-
cultural de los estudiantes.
e Apunta a enraizar nuevamente a los estu-
diantes a sus territorios, es decir, los vuelve
a su lugaridad.
* Nace como posibilidad de lucha y resis-
tencia para ejercer autonomía y escoger
cómo vivir y cómo ser.
* Pone como misión de la enseñanza el po-
der contribuir al cambio y modificar el en-
torno a partir de los mismos individuos.
e Coloca al sujeto en la construcción de la
realidad.
e Promueve la construcción colectiva del
conocimiento.
Sobre esa base, la D.N.P asume el proceso en-
señanza-aprendizaje como una construcción y
diálogo constante, a partir de las realidades y
contextos de los estudiantes y no de los conte-
nidos disciplinarios que vienen desde la estan-
darización nacional. Es por ello, que se ajusta
perfectamente a las temáticas territoriales, por-
que pone al estudiante situado en su territorio
y no aislado de este.
La modificación en cuanto a forma, estructura
y ejecución de la clase es el primer paso para
comenzar a discutir una posible enseñanza en
torno al fortalecimiento del componente terri-
torial en el que se encuentra inserto cada estu-
diante. Pero tal y como se revisó en el cuerpo
de este estudio, los contenidos que propone el
Ministerio en torno al patrimonio territorial se
limitan a las asignaturas de Educación Ciudadana
y Ciencias para la Ciudadanía. Sin embargo, no
quiere decir que en las otras asignaturas no se
pueda trabajar el patrimonio territorial, es más:
el patrimonio territorial se puede abordar des-
de todos los contenidos en las distintas
asignaturas, es solo cuestión de situarlos en el
marco territorial en el que está la escuela. Dicho
esto, otro aspecto de la propuesta es la incorpo-
ración de un enfoque territorial como eje
transversal en todas las asignaturas.
En el marco educativo, cuando se habla de en-
foque territorial, se hace referencia, en primera
instancia, a observar, aprehender y relacionar
los contenidos (tanto disciplinares como estruc-
turantes) a través del prisma del territorio. En
otras palabras, es incorporar la dimensión es-
pacial, geográfica y ambiental en el estudio de
los fenómenos sociales, políticos, económicos
y culturales, porque se comprende a la sociedad
y alas culturas como grupos arraigados a un te-
rritorio específico, es decir, no se pueden
disociar. El enfoque territorial, entonces, con-
sidera a los elementos que conforman y se
ubican en el territorio del educando para gene-
rar vínculos con su aprendizaje y, de forma más
eficaz, situar lo aprendido en la escuela en el
marco territorial en el que se encuentra inserto.
Por último, es fundamental incorporar el tra-
bajo colaborativo en red como eje esencial a la
hora de integrar el patrimonio territorial en los
contenidos y la comunidad escolar, ya que com-
prende, en primera instancia, al mismo esta-
blecimiento como una potencial red de traba-
jo fronteriza que puede conectarse con otras
redes externas a la escuela. Además, promue-
ve la colaboración, confianza y reciprocidad
como características inherentes de las relacio-
nes humanas que se generan dentro de la red,
y comprenden a los individuos como parte de
un cuerpo mayor, que trabajan en conjunto
para lograr una misma meta, siempre en pos
de mejorar el proceso de enseñanza-aprendi-
zaje de sus estudiantes. Las escuelas pueden
aprovechar de buena manera el surgimiento de
los Servicios Locales de Educación Pública y
las herramientas que está entregando la
Educación Pública del país en la actualidad.
Pueden generar espacios de reflexión gradua-
les para ir incorporando estas nuevas prácticas
de trabajo con los docentes y la comunidad es-
colar y potenciar la gestión territorial desde
sus mismos habitantes, dando el primer paso
hacia un desarrollo local más sostenible que
pueda amortiguar los efectos de la crisis.
CONCLUSIONES
El estudio realizado, considerando el análisis de
las bases curriculares 2020 del Ministerio de
Educación de Chile y la recopilación de percep-
ciones de los/as docentes sobre la temática del
patrimonio territorial, confirma la creciente
necesidad de asumir las problemáticas socio-am-
bientales y territoriales como una prioridad en
la educación. En las bases curriculares se obser-
Olate, M.
va la inserción de módulos y temáticas que
abordan la crisis ambiental, la economía soste-
nible y la organización y gestión territorial en
las asignaturas de Educación Ciudadana y
Ciencias para la Ciudadanía. Mientras que los/
as docentes, establecen patrones críticos comu-
nes en las distintas zonas en las que se ubican
los establecimientos, como lo son el crecimien-
to vegetativo, el descontrol en la construcción
inmobiliaria, el mal tratamiento de las tierras
agrícolas, la sequía y las malas gestiones guber-
namentales. Además, convergen en opiniones
que evidencian incongruencias entre lo plantea-
do por el Ministerio y las decisiones que se to-
man al interior de los colegios. Concordaron en
que es una necesidad latente el involucrar a los
estudiantes y la comunidad escolar con su te-
rritorio, no solo desde el área de las Ciencias
Sociales, sino que de manera integral y trans-
disciplinar, situación muy difícil de lograr en
la actual realidad, a pesar de todos los mecanis-
mos que se han instalado para el mejoramiento
de la educación pública.
Queda en evidencia que la preocupación de in-
tegrar las escuelas con su patrimonio territorial
está a merced de los profesionales de la educa-
ción que se desempeñan en el aula y que no tie-
nen mayor injerencia en las decisiones curricu-
lares que se toman en cada establecimiento. Se
incluye también, el factor tiempo (que escasea
en la labor docente), el poco interés directivo de
las escuelas en las problemáticas territoriales, la
falta de trabajo colaborativo e interdisciplinario,
dentro y fuera de la propia escuela, la burocra-
cia y las dificultades infranqueables, en algunos
casos, para implementar experiencias significa-
tivas con los estudiantes, entre otras causas.
Ante este panorama, se define este período como
un período de crisis general que va en aumento
y del cual tenemos evidencia concreta y obser-
vable, a nivel mundial, nacional y local, pero que
Territorio y crisis: patrimonio territorial en el aula...
aún no es visibilizado como un tema urgente,
en el sentido que va a afectar, potencial y gra-
dualmente, a los distintos territorios, culturas y
maneras de habitar como se conocen en la ac-
tualidad. En base a esto, el supuesto teórico y
objetivo general de la investigación, pretendían
revisar nuevas perspectivas educativas, pero en-
marcadas en el propio territorio: América Latina.
Podrían haberse evaluado nuevas metodologías
educacionales desde la Escuela Nueva:
Montessori, Waldorf, Escuelas Libres, etc. pero
esos proyectos educativos alternativos siguen
teniendo su origen en Europa, un territorio com-
pletamente distinto al nuestro y que posee
también una historia distinta. Si la historia,
entonces, es un eje importante dentro de la cons-
trucción del ser humano y la concepción que
tiene este de su territorio, ¿por qué no pensar
en una pedagogía que considere esto como prin-
cipio fundamental? Frente a esa idea, es que nace
la propuesta de la Didáctica No Parametral
(D.N.P) como posibilidad en la enseñanza.
El estudio consideró, como objetivo importan-
te, el estudiar una metodología distinta a la que
existe para poder trabajar el patrimonio terri-
torial en el aula. La crisis, la sociedad del cono-
cimiento y la tecnología, ambas productos de la
globalización, exigen una nueva concepción so-
bre la educación, y la D.N.P se presenta como
un cambio de paradigma: el sujeto debe apren-
der y conocer (acceder al saber) desde su pro-
pia historicidad, desde su propio contexto; y
debe construir el conocimiento a partir del diá-
logo con los/as otros/as que lo rodean, y no ab-
sorber información con apariencia de verdad
que proviene desde afuera. Sin embargo, y a pe-
sar de las alertas constantes, la educación en
Chile mantiene el mismo parámetro ideológico
y metodológico, el cual no calza con las deman-
das sociales actuales, ni mucho menos con los
tipos de aprendizajes diversos de los/as estu-
diantes hijos/as de la globalización, las nuevas
tecnologías digitales y la sociedad del conoci-
miento. En respuesta a este nuevo escenario, y
a propósito de los hallazgos del estudio, es que
una posible solución, desde los cimientos y con
ánimos de perdurar, sería un cambio en la vi-
sión y misión educativa del país, y por ende, un
cambio en la institución de la escuela, en don-
de se comprenda al territorio no solo como es-
pacio habitacional, sino también como conti-
nente del aprendizaje, espacio para el desarrollo
local sostenible, lugar de resistencia estratégico
ante la crisis y patrimonio cultural de las distin-
tas comunidades.
En ese sentido, los aspectos metodológicos que
propone la D.N.P son absolutamente pertinen-
tes si es que el objetivo de la enseñanza es con-
cienciar y generar sujetos conscientes, pensan-
tes y críticos, con la creencia de que pueden
modificar su realidad, a partir del re-conoci-
miento y valoración de sus propios espacios y
lugares: aquellos territorios de los que surgen.
Por eso, la Dra. Estela Quintar, propone instru-
mentos y dispositivos didácticos que estructu-
ran la clase de forma diferente, partiendo por
trasladar el eje sobre el que se sustenta una cla-
se tradicional (la disciplina o asignatura) hacia
un eje más integrador, entendiendo que la clase
no gira en torno a los contenidos académicos de
la asignatura, sino que gira en torno a la reali-
dad situada de los estudiantes que deben apre-
hender estos saberes. Por ende, esta pregunta
también modifica el paradigma antes plateado:
ya no es qué deben aprender los/as estudian-
tes, sino cómo lo deben aprender. Por medio de
elementos como la didactografía, la resonancia
didáctica, los círculos de reflexión y las pregun-
tas reflexivo-problematizadoras, la D.N.P perci-
be el proceso enseñanza-aprendizaje como una
posibilidad de lucha, resistencia y resiliencia,
en que los sujetos sean autónomos, potentes e
imaginativos, con la fuerza y conocimiento su-
ficientes para modificar su entorno, y es preci-
samente esa la pieza faltante para visualizar una
educación que propicie y garantice el cuidado
de nuestro territorio. Se debe dejar de pensar
en este como una porción de tierra que sostie-
ne a las culturas y comunidades, sino que es
todo lo que las personas han construido sobre
este a lo largo de la historia; el territorio cobija
cada patrimonio de las distintas culturas a lo
largo del mundo, y por lo mismo, es la única
evidencia que guarda la historia pasada,
que sustenta el presente y que garantiza la so-
brevivencia futura de los pueblos.
AGRADECIMIENTOS
A mi madre, que siempre me ha inculcado va-
lores, creencias y tradiciones que fortalecen la
cultura y el bien común.
A mi esposo, el pilar de apoyo en el que me sus-
tento diariamente.
Y a mis profesores, María Teresa y Marco, que
han sido fuentes constantes de aprendizaje y
descubrimiento, docentes que inculcan motiva-
ción a sus estudiantes y demuestran pasión por
todo lo que enseñan.
Olate, M.
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Territorio y crisis: patrimonio territorial en el aula...
Anexos
Entrevista Docentes de Asignatura
La siguiente entrevista pretende recoger datos desde la perspectiva docente sobre el tema del “pa-
trimonio territorial” (que es entendido como todo lo que tiene valor, desde el punto de vista natu-
ral, ambiental, cultural, económico, etc. dentro de un territorio. Por ejemplo, en el caso de Valparaíso,
el patrimonio territorial abarcaría: el paisaje cultural, modos de habitar los cerros, el mar y el puer-
to, la pesca, la flora y fauna autóctona de la zona, entre otros), desde su disciplina particular (len-
guaje, ciencias, Ed. Física, etc.). La idea es que Ud. responda las preguntas desde la óptica de su
asignatura, pensando en cómo se debería trabajar en el aula, en qué es lo que se plantea desde el
currículum ministerial y lo que Ud. cree que sería mejor para los estudiantes.
Andrés Tapia Lagos
NTE E EA Profesor de Biología
e ¿Cuál cree Ud. que es el rol (o los roles) que cumple el establecimiento -o que debería cumplir-
en la formación del reconocimiento y valorización del patrimonio territorial en los estudiantes?
R.- Creo que el establecimiento cumple un rol de suma importancia en relación al reconocimiento
y la valoración del patrimonio territorial porque si bien los educandos tienen un primer acerca-
miento con el patrimonio que proviene desde su experiencia, su entorno y de su núcleo familiar,
el lugar donde ese conocimiento alcanza otros niveles, es en el colegio. Aquí es donde, para una
parte importante de ellos, se van a consolidar conocimientos y se descubrirán otros, los que en su
conjunto ayudarán a observar el entorno desde una perspectiva más amplia, conjugando un mayor
número de elementos que le permitan redescubrir su entorno continuamente.
e ¿Cómo vincula Ud. esta necesidad en su asignatura con lo que establecen las bases curriculares
ministeriales?
R.- A nivel de bases curriculares en biología o ciencias naturales, no es mucho el contenido rela-
cionado con el patrimonio que se presenta a lo largo de los 12 años de educación escolar. Los con-
tenidos que tienen mayor proximidad con esta temática se relacionan a la unidad de ecología y sus-
tentabilidad. Por lo general estos temas suelen apuntar hacia la situación nacional pero deja un
tanto de lado lo que sucede a nivel local o regional y depende de cada docente poder dar a cono-
cer la situación que se presenta en cada territorio, en cuanto a flora y fauna, ecosistema, contami-
nación, amenazas, acciones concretas que se estén llevando a cabo para la mitigación de impacto
ambiental, etc. En lo personal intento mantenerme actualizo en relación a estos temas, tanto a ni-
vel regional como a nivel nacional para así poder incluir esa nueva información dentro del
tdesarrollo de mis clases con el fin de poder informar a los estudiantes pero también para invitar-
lo a generar conciencia por medio del debate y que de esta manera invitarlos a que se hagan agen-
tes activos en el cuidado y la conservación de nuestro patrimonio ecológico.
Olate, M.
Territorio y crisis: patrimonio territorial en el aula...
«¿Piensa que el patrimonio territorial (comuna) en donde está ubicado actualmente el estableci-
miento está en riesgo o en amenaza? ¿Cuáles son los peligros que corre el patrimonio territorial?
R.- Los colegios donde me desempeño como docente se ubican en la comuna de Valparaíso espe-
cíficamente en las ciudades de Valparaíso y Quilpué. Pienso que el patrimonio ecológico de la co-
muna se ha visto en constante amenaza de las constructoras que de manera progresiva han inter-
venido diferentes lugares de la comuna ya sea bosques, humedales, dunas, etc. Produciendo
grandes daños a los ecosistemas dada la subvaloración que se les da a estos espacios por conside-
rarse “vacios” o “desaprovechados” y que a pesar de ser lugares que se encuentran con la catego-
ría de “protegidos” en el papel, se dispone libremente de ellos sin mediar las consecuencias que
traerá su alteración. Siguiendo esta misma línea tenemos también la presencia de un número no
menor de microbasurales en diversos sectores de la comuna tanto en sitios eriazos como a orillas
de esteros, los que lamentablemente se ven constantemente afectados por la contaminación debi-
do a la subvaloración de estos cuerpos de agua producto de que se continúa creyendo que su cau-
dal esta constituido por “aguas servidas”.
e ¿Piensa que el colegio debiese trabajar con la comunidad (vecinos, habitantes, etc.) y de forma
interdisciplinaria para subsanar y potenciar esta valorización del patrimonio territorial?
R.- Creo que el trabajo con la comunidad se hace indispensable a la hora de valorar el patrimonio
territorial ya que instancias de este tipo son las que ayudan a informar, generar conciencia y a vi-
sualizar los desafíos que se presentan en relación a tema. Considero fundamental el hecho de que
los habitantes de un territorio se transformen en agentes de cambio capaces de organizarse, accio-
nar y generar instancias en pro de su comunidad.
e ¿Cuál es su postura personal o propuesta para poder trabajar el ámbito del patrimonio territo-
rial en el establecimiento?
R.- Creo que es importante que, como primera instancia, cada una de las áreas presentes en el es-
tablecimiento aporte su visión respecto del patrimonio y así generar una buena propuesta interdis-
ciplinaria. Pienso que trabajar talleres donde se incluyan a los apoderados y a la comunidad cerca-
na al colegio son una buena herramienta formativa, donde poder presentar diversas temáticas y a
su vez propuestas de trabajo en relación al tema, así como también instar a la comunidad a que par-
ticipe y replique este tipo de instancias en su territorio. A nivel de los estudiantes, pienso que es
necesario generar instancias donde se ponga en valor la importancia de cada uno de los elementos
que hacen parte de nuestro patrimonio territorial no solo en lo conceptual, sino que también en lo
práctico, en el terreno propiamente tal, y que sean ellos quienes descubran y propongan nuevas
dimensiones desde donde poder abordar esta temática.
Francisco Javier Solar Acevedo
INTERE DE EA Artes Visuales y tecnología
e ¿Cuál cree Ud. que es el rol (o los roles) que cumple el establecimiento -o que debería cumplir-
en la formación del reconocimiento y valorización del patrimonio territorial en los estudiantes?
R.- Considero que los establecimientos educativos, tienen un rol fundamental para la formación
del reconocimiento del patrimonio territorial, por constituirse como núcleos de desarrollo comu-
nitario, al potenciar la integración de los habitantes de una comuna dentro de un único recinto, de
este modo, podemos considerar al establecimiento educativo como uno de las únicas instancias de
participación ciudadana, por ello considero que el rol que cumple el establecimiento es y será de
una gran importancia. Muchas veces los establecimientos no reconocen esta importancia dentro
de sus planificaciones, pero en algunas ocasiones utilizan las festividades para potenciar el reco-
nocimiento del patrimonio cultural local, reconocerse así entre sus pares y diversificar diferentes
expresiones culturales, así por ejemplo, lo realizamos en la asignatura de Artes Visuales, donde el
estudiante puedo situarse como producto cultural.
e ¿Cómo vincula Ud. esta necesidad en su asignatura con lo que establecen las bases curriculares
ministeriales?
R.- Las bases curriculares ministeriales, buscan potenciar las habilidades en los estudiantes, la asig-
natura de Artes Visuales esta enfocada en potenciar las habilidades cognitivas relacionadas con el
pensamiento critico, y como fin último el pensamiento creativo, por ello la integración del reco-
nocimiento del propio territorio del estudiantes es de gran importancia para integrar las expresio-
nes artísticas con el patrimonio cultural.
A su vez, dentro de la asignatura de artes visuales, se busca la participación activa de la creatividad
y critica por parte del estudiante, el cual lo materializa en un artificio físico o digital.
e ¿Piensa que el patrimonio territorial (comuna) en donde está ubicado actualmente el estableci-
miento está en riesgo o en amenaza? ¿Cuáles son los peligros que corre el patrimonio territorial?
R.- Considero que el patrimonio territorial, está en riesgo, por la función masiva de prosperidad de
culturas extranjeras, y sobre todo por el avance de la tecnología, a través de la “realidad aumenta-
da” y la “realidad virtual”. Aquellas que observan la comunidad en videos juegos y películas.
e ¿Piensa que el colegio debiese trabajar con la comunidad (vecinos, habitantes, etc.) y de forma
interdisciplinaria para subsanar y potenciar esta valorización del patrimonio territorial?
R.- Si, considero los establecimientos educativos como núcleos de trabajo comunitario, donde se
observa cohesión entre los vecinos, instituciones, profesionales y estudiantes, donde cada cual pre-
senta un papel relevante dentro de la construcción de ciudad. Así, se observan las posibilidades de
Olate, M.
Territorio y crisis: patrimonio territorial en el aula...
crecimiento de una comuna a través del trabajo comunitario en búsqueda de valoración del patrimo-
nio territorial y con ello de los elementos representativos y energéticos propios del sector comunal.
e ¿Cuál es su postura personal o propuesta para poder trabajar el ámbito del patrimonio territo-
rial en el establecimiento?
R.- Mi propuesta abarca tres instancias pedagógicas, en primer lugar la “Observación”, donde el es-
tudiante observa a través de diferentes medios de registro el territorio cultural, en segunda ins-
tancia “Análisis”, donde el estudiante reflexiona sobre los diferentes componentes del territorio
cultural, la importancia con la identidad y el progreso comunitario, y por último “la propuesta crea-
tiva”, donde el estudiante basado en un análisis previo construye innovación dentro del territorio
para potenciar los elementos que enriquecen la identidad propia de la comunidad.
Romina Hostolaza
NENE AER Historia y Cs. Sociales
e ¿Cual cree Ud. que es el rol (o los roles) que cumple el establecimiento o que debería cumplir en
la formación del reconocimiento y valorización del patrimonio territorial en los estudiantes?
R.- Cuando se piensa en la institución educativa se tiende a relacionar en un primer momento su rol
academicista, pensando en el estudiante y las distintas asignaturas que cursa durante su vida esco-
lar; sin embargo, al trabajar en la escuela esta relación directa entre la palabra y la imagen varia enor-
memente y uno patenta que la “formación” no es solo académica, y muy por el contrario, quizás lo
académico es lo menos relevante. Ante todo, la escuela es un espacio de reflexión, de conversación
y formación social. Dentro de esta misma argumentación es fundamental e imprescindible que se
de lugar a la valoración territorial, al descubrimiento del espacio local.
Un historiador decía “somos hijos de nuestra época”, al leerlo siempre pensaba que nuestra época
era como un espíritu o sombra que nos determinaba, y me preguntaba ¿qué espera nuestra época
de nosotros? Al reflexionar pensaba que nuestra sociedad exigía para estos tiempos ciudadanos in-
tegrales, tendientes a valorar el medioambiente, su cuidado y preservación, involucrados y partici-
pes en la sociedad; Sin embargo, solo al ejercer mi carrera como docente pensé ¿ y como lograrlo?
Cada vez que pienso esta pregunta creo que es necesario reconocer-nos, identificar-nos, y para esto
es fundamental la Escuela.
En antropología la memoria e identidad son parte del “nosotros”, identificar-nos para diferenciar-nos
y a través de la diferencia entender nuestras potencialidades. Por tanto la memoria, la valoración de
lo propio nos permite involucra-nos y pensar en aquellas grandes preguntas filosóficas ¿Qué so-
mos? ¿Hacía dónde vamos? ¿Qué queremos? la escuela tiene el rol fundamental de educar en el
reconocimiento de lo propio, y la inquietud por conocer-nos permitirá en si mismo el desarrollo lo-
cal, la pertenencia y valoración de nuestra cultura y de las mismas relaciones sociales.
e ¿Como vincula usted esta necesidad en su asignatura con lo que establecen las bases curricula-
res ministeriales?
R.- En historia los contenidos están planteados para que transversalmente se pueda ver el patrimo-
nio territorial. La educación patrimonial se plantea como un contenido pero también como una ha-
bilidad, el estudiante debe ser capaz de reconocer y valorar su patrimonio local. Pensemos por
ejemplo en grandes monumentos como las pirámides mexicanas que son parte de nuestro patri-
monio continental o en los distintos vestigios o restos que dejaron culturas como la diaguita que
habitaron en nuestro territorio mas próximo, así los restos materiales permiten mantener la me-
moria patrimonial.
Otro espacio de reconocimiento es a través del patrimonio vivo que se puede apreciar en artesa-
nos o tejedoras, en las formas de vida mas próximas o por medio de los juegos o el lenguaje, por
ejemplo los chistes son definidos como rupturas de la lógica, pero como entender la lógica que tie-
nen si no es a través de la cultura que lo entiende, es por esto que es tan difícil hacer reír univer-
salmente. Pensemos en Valparaíso, nuestro espacio territorial más próximo, el lenguaje de la re-
gión puede identificarnos, quién mas puede entender que es ir con la salida de cancha o pedir un
batido, o guardar las cosas en el frio. El lenguaje forma identidad y es parte de nuestro patrimonio.
Por todo esto, es importante mantener en el currículum la necesidad del educar patrimonial y ex-
tenderlo no solo a historia, más bien debe existir interdisciplinarmente. Pensemos en el aprendi-
zaje de bailes pertenecientes a los pueblos originarios (cacharpaya o purrun) educación física, mú-
sica e historia podrían trabajar esto mediante los bailes, dejando a un lado las fantasías que se
aprenden y permitiendo hacer una investigación real sobre bailes y la representación simbólica,
ancestral y territorial que conllevaba cada uno de ellos. Así mismo en ética pensar el patrimonio y
las repercusiones al no cuidarlo o sobreexplotar nuestro territorio y las implicancias en la pobla-
ción que lo ocupa, o en el área de ciencias pensar en proyectos que beneficien nuestra localidad,
complementando con la ayuda de matemáticas para desarrollar investigaciones cuantitativas. De
esa forma la educación puede generar más espacios de desarrollo local a través de la valoración del
espacio territorial y sus potencialidades.
e ¿Piensa en el patrimonio territorial (comuna) en donde esta ubicado actualmente el estableci-
miento esta en riesgo o en amenaza? ¿Cuáles son los peligros que corre el patrimonio territorial?
R.- La comuna de Quilpué, que es donde esta ubicado el colegio donde ejerzo, ha tenido durante el
último tiempo un plan de desarrollo patrimonial, nombrare algunas:
a) A través de la conservación de algunos edificios emblemáticos en el centro de la ciudad.
b) Hace un par de años se encontró un sitio arqueológico, lo que permitió entregar al Museo
Fonck los restos de un mamífero ancestral.
c) Cada año se hace la fiesta de la vendimia que otorga espacios de participación en comunidad,
Olate, M.
100
Territorio y crisis: patrimonio territorial en el aula...
siendo una fiesta que congrega a la familia, donde los niños colaboran en la tradicional pisada
de uva y se hace la elección de la reina de la vendimia utilizando la plaza como centro público.
Por otro lado, la estación de tren es un recuerdo de la conexión con el puerto de Valparaíso y es
funcional para los quilpueinos, conectando también con el interior de la región y recordando la im-
portancia del tren no solo para la región sino como un medio de transporte relevante para el país
y que se fue perdiendo en otros lugares de Chile.
El mayor peligro puede ser la construcción descontrolada, cambiando los suelos agrícolas por ur-
banos; el plan regulador actual impide las construcciones en altura, lo que es beneficioso para la
desconcentración de habitantes por metro cuadrado. Pero algo inevitable, es el crecimiento vege-
tativo de las ciudades y debemos hacernos cargos de cómo crece y cómo afecta este crecimiento,
no basta con regular las alturas, también debemos pensar donde va esa gente, pensando además
que la ciudad de Quilpué es ciudad dormitorio, eso genera un peligro para los terrenos adyacentes
agrícolas que pueden finalmente extinguirse en pro de la construcción de viviendas una vez colap-
sados los suelos urbanos, cambiando la dinámica de la ciudad, además de traer problemas como la
contaminación y el abastecimiento; todos estos son desafíos para la comuna.
e ¿Piensa que el colegio debiese trabajar con la comunidad (vecinos, habitantes,etc.) y de forma
interdisciplinaria para subsanar y potenciar esta valorización del patrimonio territorial?
R.- Pienso que es indispensable que la escuela trabaje con la comunidad, personalmente creo que
los tres factores que forman la triada de la educación deben ser FAMILIA-ESTADO-ESCUELA. Por
tanto, la potencia e importancia que debe tener la comunidad en el trabajo patrimonial es suma-
mente significativa. Se debe trabajar para formar puentes con la comunidad, la escuela no puede
ser una institución aislada y replegada a los muros que la construyen, debe ser abierta e integrada,
para esto el rol de las familias debe ser presente cambiando el paradigma de la escuela como la ins-
titución que se encarga de la educación, las familias cooperan en el rol educativo de la mano con
las escuelas, por tanto deben hacerse parte de aquello. Asimismo, el Estado debe considerar esta
situación para dar los espacios para integrarse, desde leyes laborales que integren permisos espe-
ciales para asistir a instancias de participación comunitaria o la forma en que localizamos la escue-
la y la población educativa pensando en espacios de desarrollo local a través de circunscripciones
o espacios que queden cercanos a su localidad para generar vínculos con la comunidad de forma
mas expedita (barrio). Pero no olvidar que para esto hay otras dificultades o desafíos, para no ter-
minar formando guetos institucionales y sociales, por eso el Estado debe estar presente en este
cambio para ver la escuela como una parte más de la triada educativa, entendiendo que los espa-
cios comunitarios permitirán también el desarrollo y las potencialidades del territorio.
e ¿Cuál es su postura personal o propuesta para poder trabajar el ámbito del patrimonio territo-
rial en el establecimiento?
R.- Pienso que lo primero es generar instancias de reflexión, que los alumnos se pregunten como
era su comunidad a través del trabajo de memoria histórica y luego considerar los cambios o alter-
nativas que podemos ver con los desafíos futuros. Por ejemplo, muy interesante seria generar un
101
proyecto de recuperación de la memoria local a través de entrevistas a la comunidad cercana, con-
siderando preguntas como: qué ha cambiado durante estos años en el barrio, cómo ha sido el cam-
bio para ellos, a qué se dedican o dedicaban y si participaban en alguna actividad de la comunidad
quilpueina, podríamos grabar las conversaciones, las canciones que les recuerdan su ciudad, o un
proyecto que considerara que caminaran por los espacios de su recuerdo, además de incluir cómo
se imaginaban que seria la ciudad, qué anhelos tenían sobre su desarrollo.
A partir de esto los alumnos podrían ver las potencialidades que tenía la comuna y cómo se fueron
logrando, podríamos llegar a las mismas preguntas pero con ellos, desarrollando un plan ficticio
sobre el desarrollo de la comuna a 10 años, integrando los desafíos territoriales que conlleva pen-
sar en mi espacio local.
Olate, M.
102
Estudio de textil precolombino Unku cóftés:
pondiente al período Intermedio Tardío én*
tre los años 1300 y 1400 d.C¿perteneciente
a la Cultura Afica. Colección Arqueológica
Chile-Momiasdel Museo de Historia Natural
de Valparaíso. '
de
Volumen 34, 2021
z Arqueología
DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL DE VALPARAÍSO
Reorganización del sistema de embalajes de textiles
arqueológicos Colección Chile-Momia del Museo de Historia
Natural de Valparaíso: el caso de las Bolsas de Quebrada Vitor.
Bianca Ojeda Vera*
Gabriela Carmona Sciaraffia**
Lilian López Labbé***
RESUMEN
El presente artículo da a conocer el trabajo rea-
lizado con 8 textiles arqueológicos de la colec-
ción patrimonial Chile-Momia que alberga el
Museo de Historia Natural de Valparaiso, en el
marco del proyecto de investigación “Reflexiones
para la construcción de una propuesta metodo-
lógica dirigida al estudio de piezas textiles ar-
queológicas desde la perspectiva del Diseño”
llevado a cabo por la Escuela de Diseño de la
Universidad de Valparaíso, donde al investigar
* Diseñadora. Universidad de Valparaíso. biancaojedavera(Vgmail.com
las piezas se extendió su estudio a la implemen-
tación de medidas de conservación preventiva,
especificamente en relación a la confección de
sistemas de embalaje adecuados.
Las piezas textiles revisadas provienen de
Quebrada Vitor (Región de Arica y Parinacota),
las cuales fueron seleccionadas por su variabili-
dad funcional y técnicas textiles, constituyendo
distintas tipologías de bolsas prehispánicas. En
** Arqueóloga. Museo de Historia Natural de Valparaíso. gabriela.carmona(YWmuseoschile.gob.cl
*** Ingeniera Química. Encargada de colecciones patrimoniales y arqueológicas. Museo de Historia Natural de Valparaíso. lilian.lopez(Y
museoschile.gob.cl
este trabajo se reseñan los antecedentes sobre la
procedencia cultural y contexto arqueológico de
las piezas, destacando a su vez, la confección del
tejido, su funcionalidad y usos como contene-
dores de especial relevancia cultural.
Al abordar la investigación del conjunto de tex-
tiles desde un punto de vista interdisciplinario,
obteniendo información en los ámbitos de su
documentación, antecedentes arqueológicos y
aplicación de medidas de conservación, se logró
visibilizar y revalorizar los objetos estudiados.
PALABRAS CLAVES: textiles arqueológicos, con-
servación preventiva, bolsas, Quebrada Vitor.
ABSTRACT
This article presents the work carried out with
8 archaeological textiles from the Chile-Mummy
heritage collection that houses the Museum of
Natural History of Valparaíso, within the fra-
mework of the research project “Reflections for
the construction of a methodological proposal
directed to the study of pieces archaeological
textiles from the perspective of Design” carried
out by the School of Design of the University
of Valparaiso, where when investigating the
pieces, its study was extended to the implemen-
tation of preventive conservation measures,
specifically in relation to the manufacture of
packaging systems suitable.
The revised textile pieces come from Quebrada
Vitor (Arica and Parinacota Region), which were
selected for their functional variability and tex-
tile techniques, constituting different types of
pre-Hispanic bags. In this work, the antecedents
on the cultural origin and archaeological context
of the pieces are reviewed, highlighting in turn,
the making of the fabric, its functionality and
uses as containers of special cultural relevance.
López, L., Carmona, G. y Ojeda, B.
By approaching the investigation of the set of
textiles from an interdisciplinary point of view,
obtaining information in the fields of their do-
cumentation, archaeological antecedents and
application of conservation measures, it was
possible to make visible and revalue the objects
studied
KEY WORDS: archaeological textiles, preventive
conservation, bags, Quebrada Vitor.
INTRODUCCIÓN
Como antecedentes generales sobre la Colección
Patrimonial del Museo de Historia Natural de
Valparaíso, de la cual forma parte el conjunto
de piezas estudiadas, podemos mencionar que
está constituida (a marzo de 2021) por 7. 914
objetos que se clasifican en:
1. Colección etnográfica
2. Colección arqueológica de objetos formati-
zados
3. Colección patrimonio histórico de Valparaíso
4. Colección arte y artesanía
Esta colección patrimonial del MHNV comien-
za a formarse a principios del siglo XX, especí-
ficamente durante el año 1913 con la donación
de algunos cuerpos momificados provenientes
del Norte Grande de nuestro país, posterior-
mente y durante la primera mitad del siglo XX
se integran al museo el 80 % de la de colección
actual la que está constituida por objetos cultu-
rales de diversas materialidades provenientes
tanto de Chile como del mundo.
La colección patrimonial Chile-Momia se
encuentra agrupada bajo la clasificación de co-
lección arqueológica de objetos formatizados y
está constituida por 237 piezas de diversas
materialidades como cerámica, fibra vegetal
105
y animal, madera y metal, ingresadas al museo
en la primera mitad del siglo XX, con muy poca
información de contexto, a excepción de una
nota presente en las primeras fichas y libros de
registro del museo que indicaba “adjunto a mo-
mia”, y con algunas indicaciones del lugar
general de donde fueron extraídas, como es el
caso de 97 objetos provenientes de “Quebrada
Vitor”, de los cuales 48 corresponden a diver-
sos tipos de textiles, dentro de los cuales se
encuentran las 8 piezas, objeto de estudio de
esta investigación.
Las piezas textiles estudiadas provienen del área
arqueológica de Caleta Vitor (región de Arica y
Parinacota), desconociéndose el sitio arqueoló-
gico exacto donde fueron encontradas, por
tanto, guiándonos por sus características tecno-
lógicas, tales como tipología y diseño, podemos
adscribir las piezas al período Intermedio Tardío
o de Desarrollos regionales (900-1450 d.C.),
en que la Cultura Arica dominaba las costas del
extremo norte del actual territorio de Chile.
MATERIALES Y MÉTODOS
Planteamiento del Problema
En el marco de la investigación “Reflexiones
para la construcción de una propuesta metodo-
lógica dirigida al estudio de piezas textiles ar-
queológicas desde la perspectiva del Diseño”,
de las académicas Patricia Gúnther, Marinella
Bustamante, Ana María Iglesias y la estudiante
Bianca Ojeda Vera de la Escuela de Diseño de
la Universidad de Valparaíso durante el año
2018, se estudiaron textiles de la Colección Textil
Arqueológica Chile-Momia, culminando el es-
tudio con un artículo incluido en el volumen 31
de la Revista Anales del Museo de Historia
Natural de Valparaíso.
En la investigación mencionada, se realizó el
análisis de diferentes piezas de la colección ar-
Reorganización del sistema de embalajes de textiles arqueológicos...
queológica Chile-Momia, algunas de las cuales
fueron elegidas para formar parte de la exhibi-
ción del Museo de Historia Natural de Valparaíso,
que llevaba por nombre “Pieza del Mes”. El pri-
mer objeto exhibido fue una camisa (unku)
asociada a una momia de Arica, durante el mes
de mayo de 2018. Luego, como segunda pieza
elegida, se expuso un Porta arpones prehispá-
nico que estuvo en exhibición durante el mes
de mayo de 2019.
Las piezas estudiadas estaban ubicadas en el
depósito del museo, en un mueble tipo plane-
ra, con un embalaje básico, el que consistía en
sobres de tyvek montados unos sobre otros, lo
que los mantenía estables, sin embargo, no eran
las condiciones óptimas de embalaje para estas
piezas desde el punto de vista de la conserva-
ción preventiva. Por cuanto, a raíz de las inves-
tigaciones y exhibiciones de estas piezas
textiles, se inició la exploración y el trabajo
de conservación con los textiles de la colección
Chile-Momia.
En el proceso práctico del trabajo de conserva-
ción preventiva para la confección de embala-
jes adecuados, se pudo conocer gran parte de
los textiles arqueológicos de la Colección Chile-
Momia., escogiendo ocho piezas provenientes
de Quebrada Vitor, bajo el criterio de unicidad
como conjunto dentro de la colección, ya que
todas proceden del mismo contexto y además,
todas son contenedores (bolsas arqueológicas),
las cuales se encuentran identificadas con los
siguientes números de inventario: n*2772,
n*2773, n92774, n92775, n?2776, n92777,
n*2778 y n?2780. Estas piezas destacan por su
variabilidad textil, las ttcnicas empleadas y su
materialidad consistente en fibra vegetal y ani-
mal. Cada pieza cumplió una función, ya sea de
uso cotidiano o ceremonial y alberga una his-
toria, dando cuenta de los modos de vida de la
Cultura Arica.
106
Descripción del proceso de diseño y con-
fección de los sistemas de embalaje
Para la confección del embalaje se utilizaron
principalmente los siguientes materiales: etha-
foam, plancha de polietileno expandido de 25
mm, tyvek, material sintético no tejido de fibra
de polietileno. Cabe destacar que estos materia-
les de polietileno son inertes, especiales para la
preservación y conservación, ya que protegen
de la humedad, del polvo y la abrasión, entre
otros factores del ambiente. También se utilizó
cinta espiga 100% de algodón blanca y diferen-
tes herramientas (cuchillo cartonero, regla para
medir, pistola para adhesivo en barra de silico-
na de 7mm para pegar y salva corte para res-
guardar la superficie de trabajo).
En la nueva propuesta de embalaje y depósito
de estas piezas, se designó un nuevo mueble tipo
gabinete exclusivo para albergar los textiles, con
las condiciones adecuadas para proteger estas
piezas de agentes externos, en especial fluctua-
ciones de humedad relativa.
Para la reorganización de los textiles, primero
se realizó la observación de su estado de conser-
vación actual y lo que se requería para que cada
objeto fuera preservado en un lugar adecuado.
Se constató que las 8 piezas escogidas tenían un
embalaje previo, un sobre de tyvek confeccio-
nado a la medida, cada sobre se encontraba en
buen estado, por lo que se decidió continuar con
el embalaje de material tyvek, pero agrupando
las piezas entre sí, ya que algunas se encontra-
ban en diferentes bandejas de la planera con
otras piezas textiles de mayor tamaño.
Los criterios utilizados para agrupar las piezas
fueron aspectos de funcionalidad; todos son con-
tenedores; de forma, son de similares caracte-
rísticas, lo que ayudó a decidir la confección de
un soporte de ethafoam, tipo cama donde cada
pieza va inserta en la plancha de ethafoam, otor-
López, L., Carmona, G. y Ojeda, B.
gándoles un lugar definitivo y donde permane-
cen juntas, manteniendo su unicidad como con-
junto particular.
En primera instancia, se tomaron las medidas
de cada objeto, luego esta medida se unificó para
que las piezas fueran insertadas en cuadros O
rectángulos que se delimitaron en el etafhoam,
siguiendo la forma del embalaje previo de ty-
vek, el espacio que se consideraba en la plancha
de ethafoam para el objeto se regía por las me-
didas de su embalaje.
Se realizaron varias propuestas de cómo irían
ubicados en la plancha de ethafoam, para que
su disposición fuera ordenada y acorde a sus di-
mensiones para optimizar y hacer buen uso de
los materiales de conservación.
En resumen, la observación de cada una de las
piezas fue fundamental, ya que cada objeto tie-
ne dimensiones y particularidades únicas, los cri-
terios de embalaje fueron siempre pensados en
la optimización del material y acorde al gabinete
donde se trasladaron para su almacenaje defini-
tivo, cuyo objetivo principal es conservar las pie-
zas según su colección, en este caso procurando
la preservación de las características de las ma-
terias primas, colores y diseños de los textiles.
107
RESULTADOS
Para obtener información del contexto arqueo-
lógico de los textiles intervenidos, se realizó una
investigación sobre su procedencia.
Contexto arqueológico
Según los antecedentes de Quebrada Vitor, po-
dría corresponder al área arqueológica denomi-
nada Caleta Vitor, donde se reconocieron siete
sitios o sectores de conchales*, ubicados en la
quebrada de Chaca o Vitor, 29 Km al sur de
Arica, región de Arica y Parinacota, siendo una
de las áreas arqueológicas más antiguas de la
región, con más de 9.400 años de edad, conser-
vando importantes vestigios de la cultura
Chinchorro y desarrollos culturales posteriores.
Si bien el área es conocida desde principios del
siglo XX, el arqueólogo Calogero Santoro seña-
la que los trabajos de investigación arqueológi-
ca sistemática comenzaron hace menos de dos
décadas, particularmente porque anterior a eso,
el sitio estaba bajo el resguardo de la Armada
de Chile. Fue durante el año 2010, que se
comenzó a recuperar y analizar en detalle las
diversas muestras arqueológicas conservadas
en el lugar?.
Dataciones de materiales encontrados, indican
que Caleta Vitor comenzó a ser habitado desde
los últimos 9 mil años y su historia podría ser
más antigua si se considera que hay un desfase
temporal en las dataciones de más de mil años.
El área posee una larga secuencia ocupacional
que da cuenta de su vigencia hasta periodos más
tardíos, llegando hasta la época de influencia in-
caica, con antecedentes en la época colonial y
tiempos modernos.
Reorganización del sistema de embalajes de textiles arqueológicos...
Se reveló además, que las comunidades que allí
habitaron desarrollaron una especializada vida
de pescadores recolectores marítimos, dejando
evidencias de diversos ritos funerarios, donde
los cambios culturales se manifiestan a través
de las variaciones en las prácticas funerarias,
especialmente a través de las tecnologías para
fabricar cerámicas y textiles, contando además
con técnicas avanzadas de agricultura, lo que
derivó en el uso del riego y la introducción de
especies como maíz, porotos y calabazas (Carter
y Santoro, 2016: 14).
Según revelan los textiles estudiados, derivarían
de sectores arqueológicos del período Intermedio
Tardío con 1100 a s00 Antes del Presente (A.P.),
probablemente desde los sectores identificados
como Caleta Vitor 2 (CV2), fechado en 950
a 500 años A.P., con un área doméstica y un
cementerio, o bien, Caleta Vitor 6 (CV6),
Caleta Vitor 4 (CV4) y Caleta Vitor 3 (CV3)
cuyas dataciones dan cuenta de una ocupación
desde los 2.480 a los 470 años A.P. (Carter y
Santoro, 2016: 7).
1 Grandes montículos de basurales de conchas donde se encuentran numerosas evidencias culturales.
2 www.escallonia.cl / La historia de Caleta Vitor podría ser mayor a diez mil años. Consultado el 20 de septiembre de 2020.
108
López, L., Carmona, G. y Ojeda, B.
par Be?
BOLIVIA
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Árica de
— q be
Fa . Azap .
o li l
a Vitor LE S. Surire £
== zan Figura 1: Mapa de las
AZ quebradas del Norte
an Grande, donde se ubi-
ca Vítor. Fuente: Libro
Culturas de Chile. Pre-
historia desde sus Orí-
genes Hasta los Albores
de la Conquista (1993)
pág. 110.
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PROCESO REALIZADO EN EL MARCO DE LA INVESTIGACIÓN
Una vez que los textiles se encuentran en su embalaje adecuado, el análisis y observación de éstos
se realiza minimizando la manipulación de los objetos, lo que favorece su estudio y documentación
para su puesta en valor. De acuerdo con esta metodología se recopiló información acerca del con-
texto de procedencia de las piezas y su asociación cultural.
1 - Identificación de tipologías de bolsas, técnicas y usos
El análisis realizado a las bolsas, permitió observar que durante el período Intermedio Tardío exis-
tía una gran variabilidad, tanto en los tipos de bolsas, características de manufactura y materiales
utilizados, como en los usos a que se destinaban, reconociendo que una de las bolsas sería de uso
doméstico, cuatro estarían asociadas a un uso ceremonial (continentes de colorantes) y tres a usos
como ofrenda ceremonial u otros contextos rituales (bolsas chuspa), reconociéndose cuatro fun-
ciones diferentes; una bolsa malla de uso doméstico (recolección marina); tres saquitos y una bol-
sa pequeña conteniendo tintes para uso ceremonial, una bolsa chuspa en miniatura, conteniendo
hojas de coca, una bolsa chuspa con asa, confeccionada a partir de una talega listada conteniendo
también hojas de coca y una bolsa chuspa decorada con listas, estas tres últimas piezas probable-
mente formaban parte de una ofrenda funeraria.
109
BOLSA N* 2772:
Bolsa chuspa miniatura, confeccionada con lana
de camélido, con técnica de urdimbres comple-
mentarias (doble tela) decorada con listas ver-
ticales, dos listas laterales colores rojo y blanco,
con motivos de línea ajedrezada o “kutu” alter-
nados en rojo y blanco y una banda central más
ancha de color rojo, con motivos de secuencia
de rombos delineados de color marrón oscuro
en cuyo interior se alternan rombos concéntri-
cos (marrón oscuro sobre rojo). En el centro de
esta banda, destaca una lista central en colores
blanco y verde, con motivos de rombos entre-
lazados en sucesión vertical y rombos con cua-
tro ganchos alternando los colores blanco y ver-
de?. La bolsa fue cerrada con una cuerda fina de
hebras de colores rojo, verde y blanco, ciñendo
la boca del contenedor de manera apretada.
Se deduce una funcionalidad ceremonial por su
contenido (hojas de coca) y su tamaño, se reco-
noce la intencionalidad de realizar una repre-
sentación en miniatura de una pieza que común-
mente es de mayor tamaño, estimándose que
fue depositada como ofrenda funeraria.
Recordemos que, según los escasos datos con-
textuales de las piezas, estas se asocian a un in-
dividuo momificado al consignar en el libro de
registro con la frase “adjunto a momia”.
Reorganización del sistema de embalajes de textiles arqueológicos...
1 cm 5 cm
Figura 2: Fotografía de pieza n*%2772, Bolsa chuspa miniatura.
3 Para la identificación de los motivos decorativos en los textiles estudiados, se utilizó el texto de Horta, 2005.
110
BOLSA n? 2773:
Bolsa pequeña tejida en técnica de faz de ur-
dimbre, de color rojo, anudada con un cordón
fino de lana color rojo en su extremo proximal
(boca), contiene en su interior colorante rojo
(óxido de cobre).
Al igual que en el caso anterior, se deduce una
funcionalidad asociada a lo ritual, por su con-
tenido de colorante rojo. Probablemente fue par-
te del ajuar del individuo o fue depositada como
ofrenda funeraria en un enterratorio.
López, L., Carmona, G. y Ojeda, B.
L a
Figura 3: Fotografía de pieza n*2773, Bolsa pequeña tejida
en técnica de faz de urdimbre.
111
SACOS n” 2774, 2775 y 2780:
Estas tres piezas están confeccionadas con frag-
mentos de prendas reutilizadas, se trata de frag-
mentos probablemente de camisas de lana de
camélido, de tejido llano (igual cantidad de pun-
tadas de urdimbres y de tramas), los cuales se
utilizaron para guardar colorantes (rojo: óxido
de hierro y ocre) y luego fueron anudados so-
bre sí mismos, formando unos sacos pequeños.
Las piezas 2774 y 2775 son saquitos dobles, rea-
lizados en una misma pieza que conforman dos
sacos unidos por la tela, siendo cada uno anu-
dado con un fino cordón de algodón, de color
crema. La pieza 2780 presenta un saco, el cual
está anudado con un fino cordón delgado de co-
lor crema. La pieza 2774 se tiñó de color rojo
por su contenido de pigmento rojo. La tela de
uno de sus sacos, cedió formándose un agujero
en ella, por tanto la confección de su bolsa de
tyvek, fue providencial para evitar la pérdida de
material. Para el caso de las piezas 2775 y 2780,
estás se encuentran en buen estado de conser-
vación, ambas son de color café claro verdoso.
Estarían en asociación con un contexto ritual,
siendo parte del ajuar, o como ofrenda funera-
ria. Se debe destacar además que en el área ar-
queológica de Caleta Vitor, hay presencia de arte
rupestre donde se utilizaron pigmentos rojos y
blancos, por tanto los colorantes no sólo fueron
utilizados para teñir fibras textiles, sino también
para realizar pictografías en cuevas y aleros en
los cerros de la Cordillera de la Costa.
Figura 4: Fotografías de saquitos en donde A corresponde al
n*2774, Bal n*2775 y Cal n* 2780.
Reorganización del sistema de embalajes de textiles arqueológicos...
112
BOLSA n? 2776:
Bolsa confeccionada con un fragmento de una
Talega de mayor tamaño con decoración lista-
da, con asa decorada con bandas horizontales,
contiene hojas de coca. La pieza original fue
confeccionada en faz de urdimbre y presentaba
listas verticales de aproximadamente 1 cm de
ancho, las cuales alternan colores café oscuro,
café claro y marrón o café rojizo con una fina
lista central de color rojo. La pieza, al ser reuti-
lizada, se confeccionó en el sentido horizontal,
por cuanto el listado es horizontal. Posee un asa
decorada con listas horizontales, el cual se pre-
sume también fue cortado y cosido, desde la
pieza original.
Esta pieza es de gran interés, por cuanto nos
informa acerca del reciclaje efectuado con los
tejidos, siendo una práctica común el reutili-
zar las prendas, al igual como ocurrió con los
saquitos descritos más arriba. Por el conteni-
do de la pieza, hojas de coca, también es posi-
ble asociar la funcionalidad de esta pieza a un
contexto ritual, a pesar de que la tipología de
talega corresponde a una categoría de textil re-
lacionado con el transporte de elementos en
un ámbito doméstico.
López, L., Carmona, G. y Ojeda, B.
1 cm 10 cm
Figura 5: Fotografía de bolsa n*2776.
113
BOLSA n? 2777:
Bolsa chuspa color café rojizo, decorada con lis-
tas verticales. Esta pieza es de forma rectangu-
lar a lo largo y destaca por ser la de mayor ta-
maño. Está confeccionada en técnica faz de
urdimbre y presenta trece listas equidistantes
que se intercalan entre dos finas listas color rojo
(seis) y una lista con motivo de línea ajedreza-
da simple en colores blanco y negro (seis), al
centro presenta también las dos listas de color
rojo, sin embargo estas destacan por ser más
gruesas y presentan un color rojo más oscuro.
Los diseños fueron realizados con técnica de ur-
dimbres complementarias. En uno de sus extre-
mos presenta un fino cordón de color café roji-
zo como finísima asa, la cual está cortada y
presenta un nudo El estado de conservación del
textil es bueno, sin embargo conserva manchas
oscuras por ambos lados.
Esta pieza también se asociaría a un contexto
ritual funerario, como parte del ajuar del indi-
viduo, o como ofrenda, pese a que no conserva
su contenido.
BOLSA MALLA n? 2778:
Pieza confeccionada en fibra vegetal, en técni-
ca de enlace simple, formando una bolsa cua-
drada, la cual presenta un fino cordón de lana
que ciñe la boca de la pieza.
Representa una tipología de textil distinta a las
descritas hasta ahora, ya que su materia prima
principal es de fibra vegetal, sin identificar aún
la fibra específica utilizada, y, de acuerdo a los
antecedentes de su funcionalidad, este tipo de
textiles se asocian a labores domésticas, espe-
cialmente relacionadas con la recolección de
productos marinos. Sin embargo, su presencia
en contextos funerarios como ofrenda también
está documentada.
Reorganización del sistema de embalajes de textiles arqueológicos...
lem 10 cm
Figura 6: Fotografía de bolsa chuspa n*2777.
1 cm
10 cm
Figura 7: Fotografía de bolsa malla n*2778.
114
López, L., Carmona, G. y Ojeda, B.
2. Proceso de confección de embalaje
A continuación se describe de forma secuencial, las distintas actividades llevadas a cabo como mé-
todo de la confección de los sistemas de embalaje:
2.1. Registro de dimensiones y preparación
Para realizar las labores de diseño y confección de embalajes de las piezas escogidas, en primer lu-
gar se midieron sus dimensiones, siendo un criterio relevante el registro de los diferentes tamaños
de los objetos para ser ubicados y distribuidos en el nuevo soporte de embalaje, para hacer un uso
Óptimo y adecuado de los materiales de conservación.
En segundo lugar, se tomaron las medidas del nuevo espacio donde serían reubicadas las piezas,
para luego cortar la plancha de ethafoam a la medida del gabinete donde se trasladaron los objetos
con su nuevo embalaje. Por último, se registraron las medidas de cada uno de los objetos, para
marcar su contorno en la plancha de ethafoam para luego cortar el espacio y distribuir las piezas.
2.2. Realización de la base de embalaje con ethafoam
Con las medidas de cada pieza y el contorno marcado en la plancha de ethafoam, se extrajo el ma-
terial utilizando el cuchillo cartonero para dejar el espacio para el textil, hasta lograr la profundi-
dad adecuada para introducir la pieza.
2.3. Amarras de algodón y protección de tyvek
En cada espacio preparado, de la plancha de ethafoam, correspondientes a los textiles a guardar, se
ubicó el sobre de tyvek con la pieza adentro, en sus lugares designados y se sacó una medida pre-
cisa para colocar la cinta de algodón que sirvió para sujetar la pieza, se dispuso la cinta de algodón
por compartimiento, la que rodea la pieza para generar una amarra*, Una vez cortada cada cinta de
algodón se pega utilizando la pistola de silicona en el medio de cada espacio, quedando finalmen-
te los extremos de la cinta paralelamente y obteniendo una buena amarra, para finalizar este pro-
ceso se pega al fondo una tela de tyvek unos centímetros más grande que el espacio cortado sobre
el ethafoam, la que cubre las piezas que se ubican en la superficie, para su protección y aislación.
El embalaje queda listo para ser guardado con los textiles incorporados, almacenado en el
gabinete n*4, en las bandejas c y d, esta será su nueva ubicación definitiva en donde se conserva-
rán de una forma óptima y accesible para estudios posteriores, cumpliendo así los parámetros de
conservación preventiva, que busca minimizar su manipulación y deterioros a futuro.
* Luego de obtener el largo adecuado de la cinta se corta de manera diagonal en cada extremo, esta orientación de corte se utiliza para que
este material no deshilache fácilmente.
115
Reorganización del sistema de embalajes de textiles arqueológicos...
Figura 8: Registro de proceso de confección de embalaje: bandeja c.
Figura 9: Embalaje de tyvek en su espacio de la bandeja de ethafoam.
CONCLUSIONES
Dentro del depósito de colecciones del MHNV
existe una gran variedad de objetos culturales
que fueron ingresados al museo mediante do-
naciones en la primera mitad del siglo XX y, en
más casos de los que se desearía, éstos no po-
seen información sobre el contexto de proce-
dencia, excepto alguna información asociada.
La reorganización de los depósitos y su sistema-
tización permite visibilizar este tipo de colec-
ciones y tener la oportunidad de darle valor a
los objetos, este fue el caso de los 8 textiles ana-
lizados y trabajados en el presente artículo, este
es un ejemplo claro de cómo a partir de objetos
que en un principio no parecían tener informa-
ción asociada se pudo derivar un trabajo de in-
vestigación que permitió su embalaje para me-
jorar sus condiciones de conservación y, al
mismo tiempo, realizar el estudio de contexto
que hoy nos permite aumentar el conocimien-
to de nuestras colecciones y por lo tanto poner-
las en valor como piezas textiles pertenecientes
a una de las colecciones más antiguas del Museo
de Historia Natural de Valparaíso.
El trabajo de reordenamiento y puesta en valor
de esta colección permite además tener los an-
tecedentes necesarios para completar el proce-
so de ingreso al sistema unificado de inventario
del Servicio Nacional de Patrimonio en la pla-
taforma SURDOC.
Desde la perspectiva del Diseño, para trabajar
en conservación preventiva, en este caso en la
confección de embalajes de objetos textiles, es
fundamental seguir una metodología de traba-
jo, desde la observación de las piezas a investi-
gar, saber de qué trata el objeto y los recursos
existentes para la elaboración del embalaje, los
materiales con los que se cuenta y la optimiza-
ción de estos. La toma de decisiones con el equi-
López, L., Carmona, G. y Ojeda, B.
po fue siempre en conjunto, el trabajo interdis-
ciplinario fue primordial, ya que desde cada
disciplina y miradas aportó a la investigación.
Con relación a la aplicación de las medidas de
conservación preventiva, el paso a paso para cada
pieza fue de manera particular y después vista
de forma macro, lo que permitió entender cómo
está confeccionado cada objeto y conocer la uti-
lidad que tuvo en su época, comprendiendo las
características tanto técnicas como funcionales
de las piezas de una mejor manera. Con la con-
servación preventiva se minimizan los deterio-
ros al crear un embalaje, y al mismo tiempo
adquirir conocimientos desde el objeto y re-
flexionar acerca de su importancia para la
colección a la cual pertenece.
La investigación no se agota en este artículo, las
acciones tendientes a la preservación de las pie-
zas aseguran que se podrá seguir investigando
sobre su materialidad, función y contexto. Es un
trabajo constante e interminable dado que siem-
pre se puede llegar a nuevos niveles de conoci-
miento en la medida que avanzan las tecnologías
para hacer investigación o se descubren nuevos
antecedentes de las colecciones.
Finalmente, reflexionamos que al utilizar un en-
foque interdisciplinario es posible obtener
mayor información de las piezas estudiadas, en
los ámbitos de la documentación, de los antece-
dentes arqueológicos y con la aplicación de
medidas de conservación, logrando, por una
parte la visibilización de cada uno de los obje-
tos, y por otra, su revalorización como piezas
de gran importancia para reconstruir modos de
vida de una población en particular, en este caso,
los habitantes de Quebrada Vítor durante el
período Intermedio Tardío (900-1450 d.C.),
pertenecientes a la cultura Arica.
117
AGRADECIMIENTOS
Agradecemos especialmente a las académicas de
la Escuela de Diseño de la Universidad de
Valparaíso, Marinella Bustamante M., Ana María
Iglesias D. y Patricia Gúnther B., quienes impul-
saron el estudio y conservación de las piezas tex-
tiles. Así mismo, agradecemos a Francisco Guzmán
L., encargado de confeccionar los embalajes de
las piezas patrimoniales del Museo de Historia
Natural de Valparaíso, y a Ana Betty Haoa R. de
la Biblioteca de la Corporación Museo Fonck, por
la traducción del resumen de este artículo.
Reorganización del sistema de embalajes de textiles arqueológicos...
118
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119
Volumen 34, 2021
Majo Arqueología
: Sa
DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL DE VALFARAÍSO
Monumento Barón de Valparaíso: Una aproximación a través del
estudio de los materiales arqueológicos obtenidos desde contextos
costeros y subacuáticos.
Felipe Rubio Munita*
Elvira Latorre Blanco**
RESUMEN
Se presentan los resultados obtenidos de la re-
cuperación sistemática de materiales arqueoló-
gicos en el borde costero del sector Monumento
Barón, que corresponden a un conjunto artefac-
tual de depósito secundario que representa
principalmente las ocupaciones y transftorma-
ciones que tienen lugar en el puerto de Valparaíso
desde el siglo XIX en adelante, además de even-
tos puntuales relacionados con acciones bélicas.
Palabras clave: Valparaíso, Monumento Barón,
Arqueología histórica.
ABSTRACT
The results obtained from the systematic reco-
very of archaeological materials on the coastal
edge of the Barón Monument sector are presen-
ted, corresponding to an artifactual set of
secondary deposit that mainly represents the
*Arqueólogo, Magister en Arqueología, Universidad de Chile, frubiomunita(Hgmail.com
**Arqueóloga, elviralatorreb(Sgmail.com
occupations and transformations that have taken
place in the port of Valparaíso since the 19th
century. henceforth, in addition to specific events
related to military actions.
Keywords: Valparaíso, Monumento Barón,
Historical Archaeology.
INTRODUCCIÓN
Las obras de mejoramiento del borde costero de
Valparaíso se iniciaron hace ya más de 150 años
con las primeras ampliaciones efectuadas en 1854
(Texido, 2009). Hoy, durante el siglo XXI, los
trabajos de mejoramiento y extensión de la cos-
ta de Valparaíso continúan desarrollándose y ge-
nerando nuevos sistemas de protección. Como
resultado de estos trabajos, se ha logrado recu-
perar conjuntos de materiales arqueológicos que
dan cuenta tanto de la misma historia de iter-
vención del borde costero como del devenir his-
tórico de la cuidad y sus habitantes.
El presente trabajo entrega los resultados de los
trabajos arqueológicos de recuperación sistemá-
tica de materiales de contextos terrestres y su-
bacuáticos, efectuado dentro del proyecto deno-
minado “Mejoramiento Protección Costera Sector
Edwards-Barón, Puerto Valparaíso”, el que con-
sistió en el mejoramiento y reforzamiento de la
escollera de protección del sector comprendido
entre Muelle Barón y Avenida Francia, con el
propósito de preservar y mejorar el borde cos-
tero, así como de proteger a los ciudadanos que
tendrán acceso a este.
Esta recuperación sistemática arqueológica se
llevó a cabo en dos partes, siendo una de ellas la
recolección terrestre y subacuática de artefactos
en el área intermareal y submareal somera del
tramo costero comprendido entre Avenida Colón
y Avenida Francia, mientras que la otra corres-
pondió al harneado metódico de acumulaciones
de sedimentos extraídos desde el borde costero
Rubio, F. y Latorre, E.
y depositados en el área del Monumento Barón.
Ambas actividades permitieron recuperar una
muestra significativa de material cultural, cuyo
estudio generó los resultados entregados en este
artículo.
Breve reseña sobre la historia del borde
costero de Valparaíso
La historia de Valparaíso comienza con la llega-
da de Pedro de Valdivia a Chile, quien escoge su
emplazamiento y le da origen como un puerto
para la ciudad de Santiago. En el siglo XVII, la
ciudad tenía un desarrollo urbano menor, pasan-
do de ser un asentamiento estacionario a uno
permanente, mientras que para el siglo XVIII en
Valparaíso ya se distinguían dos sectores: el ba-
rrio del puerto emplazado en el antiguo valle del
Quintil, y el Almendral, entre el cerro Barón y
cerro Concepción. Para ese entonces, la cuidad
estaba compuesta por pequeñas casas de adobe,
iglesia y fuertes con el fin de protegerse de los
piratas, puesto que ya en 1578, la ciudad fue ata-
cada por el Pirata Francis Drake, comenzando
una serie de asaltos de otros corsarios hacia
Valparaíso, lo que la hizo aparecer en las cartas
geográficas del mundo. El primer fuerte, San
Antonio se construyó en 1594, a los pies del ce-
rro Artillería, en la orilla de la playa; el siguien-
te fue el fuerte de la Concepción, ubicado en el
cerro del mismo nombre (Ossandón, 1991).
Valparaíso se forja desde una identidad y mate-
rialidad cosmopolita generada por la masiva lle-
gada de inmigrantes a partir de la segunda mitad
del siglo XIX. En un primer momento, se pro-
duce la llegada de colonos, especialmente ale-
manes, quienes venían huyendo de los alterca-
dos políticos europeos de fines de la década de
1840. De acuerdo con las cifras oficiales, duran-
te el período 1850-1950, aproximadamente
100.000 personas llegaron a la ciudad dada su
condición de principal puerto de Chile, trans-
formándolo en el centro de la actividad econó-
121
mica nacional especialmente durante la segun-
da mitad del siglo XIX. (George F. W, 1914).
A principios del siglo XX la ciudad-puerto de
Valparaíso era la segunda ciudad en importan-
cia del país. Tenía un carácter internacional muy
evidente que le aportaba una sensación de pro-
greso no visible en el contexto nacional.
Efectivamente la función comercial de lideraz-
go que tenía el puerto dentro del país como tam-
bién en la costa oriental del continente sudame-
ricano testimoniaba este posicionamiento
(Estrada, 2011). En este momento se observa un
cambio de estilo en el comercio y diversas trans-
formaciones que alterarían el rol de la cuidad.
La masificación de la navegación a vapor, la in-
corporación de las provincias de Tarapacá y
Antofagasta al país, así como la apertura del Canal
de Panamá, entre otros, serían factores de dis-
tinta índole que incidieron en las funciones que
desempeñaba el Puerto en el comercio nacional
e internacional (Estrada, 2011).
Cabe destacar que el crecimiento de Valparaíso
se vio reflejado en el aumento progresivo del
movimiento marítimo y el tonelaje de carga que
ingresaba al puerto. Con anterioridad a 1832 los
llegados a Valparaíso no superaban los 394 bar-
cos, en 1849 habían alcanzado ya los 959, pero
con el descubrimiento de oro en California en
1849 y la apertura del mercado del trigo, en 1850
ingresaron al puerto de Valparaíso 1.485 barcos
(Carabias, 2017). En ese periodo era normal que
entraran diariamente cinco o seis barcos y hu-
bieran fondeados en la rada entre 60 y 100 bu-
ques (Schmutzer, 2000).
En el siglo XVIII, Valparaíso no tenía toda ins-
talación portuaria que cumpliera la función de
facilitar las operaciones de embarque de mer-
cancía y pasajeros, los que tenían que ser
realizados a través de botes o góndolas desde la
playa (Cunill, 1964). Los lancheros y cargadores
Monumento Barón de Valparaíso: una aproximación...
tenían su propio lugar en el puerto, bajando a
tierra los recursos del norte y sur del país, las
importaciones extranjeras que llegaban en los
barcos en tiempos en que toda la faena de carga
y descarga, el abastecimiento de combustible,
agua y provisiones se hacía a mano humana y
desde la orilla de la playa se cargaban las lanchas
y de éstas a tierra (Flores, et al. 1978).
Uno de los cambios urbanos más importantes del
siglo XIX fue el avance de la línea de la costa,
para lo cual se usaron grandes cantidades de ma-
terial sedimentario y se derrumbó parte del ce-
rro Artillería. El material extraído fue también
utilizado en la construcción del primer malecón
que se ubicó en lo que es hoy la calle Serrano del
barrio Puerto, obra que se concluyó en 1896, ex-
pandiéndose hasta la estación Barón para dete-
ner definitivamente el proceso abrasivo del mar
que afectaba a esa área de la bahía. El avance per-
mitió la construcción de nuevas calles paralelas
a la línea del pie de cerro, como Errázuriz, Blanco
y Brasil (Alvares, 1990). En este sentido, el avan-
ce del plan hacia el mar haría que numerosos nau-
fragios, que ya abundaban en el siglo XIX, que-
daran bajo tierra (Urzúa, 2010; Carabias, 2017).
En la evolución de este borde marítimo se pue-
den distinguir cuatro etapas relevantes situadas
en el lapso que abarca entre 1854 y 1951 (Texido,
2009). En la primera ampliación, los mejora-
mientos del borde costero y sus avances se fun-
damentan solamente mediante la presencia de
algunos muelles pequeños de empresarios pri-
vados que se posan directamente sobre el borde
costero original, sin modificarlo. Luego, con la
llegada del ferrocarril en 1863 al sector de Barón,
la ciudad amplia sus escasos terrenos planos con
rellenos artificiales, lo que significará la apari-
ción de nuevas grúas y cabrestantes a lo largo de
toda la bahía hasta el sector de Barón, reconfi-
gurando un borde costero de tipo “malecón”
(borde costero que deja de ser playa para caer
122
directo al mar) con una línea férrea de carga para
el atraque directo de embarcaciones menores
(Texido, 2009).
Entre 1880 y 1912 se produce la segunda amplia-
ción de terrenos artificiales ganados al mar, así
como la extensión hacia el oriente de la línea
férrea y de desembarque en el frente marítimo
que se desplaza hacia el nuevo borde costero,
apareciendo nuevos espacios públicos como la
Avenida Brasil y las estaciones de ferrocarril para
pasajeros de Bellavista y Plaza Sotomayor, gene-
rándose un segundo malecón e imponiéndose
las nuevas construcciones artificiales al entorno
natural (Texido, 2009). Finalmente entre 1912 y
1951, se realiza la tercera ganancia de terrenos
artificiales al mar y la modernización del puer-
to por la compañía inglesa Pearson € Son,
profundizando el área del muelle fiscal, la que
concluiría en 1931 con la finalización del último
tramo del molo de abrigo (Texido, 2009).
Antecedentes arqueológicos — históricos
del Monumento Barón
Como descripción general del sitio, el Monumento
Barón corresponde a un área de tipo portua-
rio-ferroviario, donde se distinguen rasgos linea-
les de trochas férreas que avanzan en dirección
norte-sur frente a las Bodegas Patrimoniales
Simón Bolívar. Para este sector, se disponen
antecedentes sobre dos intervenciones arqueo-
lógicas previas, correspondientes al monitoreo
arqueológico con recolección llevado a cabo en
el mismo lugar por Blanco y Bahamondes (2013)
para el Proyecto Mall Plaza Barón y a los son-
deos llevados a cabo por Galarce y Santander
(2015) para la caracterización arqueológica sub
superficial del Proyecto “Valparaiso Terminal
de Pasajeros S.A”.
Estos trabajos identificaron en el lugar un com-
ponente de rasgos vinculados con estructuras a
un conjunto con soluciones de soporte o con-
Rubio, F. y Latorre, E.
tención de plataformas portuarias y ferroviarias,
que se pueden relacionar funcionalmente con el
conjunto de estructuras antiguas para el funcio-
namiento y construcción del Muelle Barón y
previo relleno artificial del área, con una crono-
logía tentativa que se enmarca desde fines del
siglo XIX hasta principios del siglo XX (Blanco
y Bahamondes, 2013). De esta forma y de acuer-
do a la ficha técnica generada para la Zona Muelle
Barón- Bodega Simón Bolívar-, el inmueble que
pertenecía legalmente a la Empresa Portuaria
de Valparaíso hoy se encuentra siendo parte el
nuevo proyecto Parque Barón a cargo de SERVIU
Valparaíso (2021), y quedó legalmente
protegido por el Plan Regulador Comunal
de Valparaíso en 1998.
Dentro de los hallazgos arqueológicos detecta-
dos en la zona, específicamente aquellos iden-
tificados en marco del Proyecto Mall Plaza
Barón, se registró un sistema de rieles de prin-
cipios o mediados de s. XX, otro riel paralelo
el cual podía ser asociado a muelles carbone-
ros anteriores a la construcción del almacén y
una línea de durmientes de roble asociados a
la antigua Estación Barón. Además, se detecta-
ron restos que podrían corresponder a un
naufragio aproximadamente a los 7 m de pro-
fundidad, posiblemente previo a 1914 (Blanco
y Bahamondes, 2013).
Posteriormente, a partir de la caracterización ar-
queológica sub superficial llevada a cabo por
Galarce y Santander (2015), se pudo concluir el
uso de esta área como un espacio destinado a la
acumulación de basuras secundarias, con el
objeto de generar material de relleno para pro-
pósitos constructivos y ganancia de terrenos al
mar. En este sentido, la dinámica depositacional
del lugar mostró eventos de relleno con alta den-
sidad de depositación de basuras en algunos
sectores, con una amplitud variable de menor a
muy baja densidad de restos materiales en otros.
Los análisis de materiales permitieron dar a
123
estos depósitos secundarios de basura una
cronología que abarca entre fines del siglo XIX-
principios del siglo XX hasta el último cuarto del
siglo XX (Galarce y Santander, 2015).
En síntesis, la información precedente mencio-
nada para ambos estudios evidencia que los pi-
sos ocupacionales de esta área se corresponden
con la finalización de los trabajos de relleno para
ganar terreno al mar en el lugar y el comienzo de
los trabajos de índole portuario del Muelle Barón.
Trabajos arqueológicos de recuperación
sistemática de materiales culturales
El harneo con metodología arqueológica de tor-
tas de sedimentos extraídas desde el borde cos-
tero y depositadas sobre el área del Monumento
fue efectuado durante los meses de marzo, abril
y mayo de 2020, y en este se identificaron, em-
bolsaron y etiquetaron sistemáticamente dife-
rentes tipos de materiales históricos, entre los
que se cuentan fragmentos de loza y vidrios;
restos óseos de fauna y metales.
Estos materiales recuperados desde los traba-
jos de harneo arqueológico y recolección
intermareal-submareal corresponden a restos
de materiales culturales secundarios utilizados
como relleno del enrocado de protección
costera del sector sur del Muelle Barón, como
también del sedimento que contiene defensi-
vamente esta protección costera (sector relle-
no tras enrocado). Entre estos restos, se iden-
tificaron algunos elementos culturales
diagnósticos tanto metálicos como lozas y
vidrios, que dan cuenta de materiales atribui-
bles cronológicamente desde al menos inicios
del siglo XIX hasta la actualidad, de funciona-
lidad naval, portuaria-ferroviaria y doméstica.
Monumento Barón de Valparaíso: una aproximación...
Los elementos metálicos recuperados dan cuen-
ta de la presencia de un amplio espectro de ar-
tefactos de origen naval, portuario y ferrovia-
rio, registrándose piezas como rieles de tren
(uso ferroviario y portuario); cadenas con con-
trete (de uso marítimo para fondeo de anclas);
cadenas sin contrete (uso portuario para car-
ga); ganchos (para carga de grúas); llaves de
válvulas; escálamos (punto de apoyo de remos
en una embarcación menor); grilletes; grillete
giratorio (utilizados para destorcer el ancla al
zarpe); grillete de entalingadura o arganeo (uti-
lizados para unir cadena con ancla); cepo de
ancla; balancín de motor a vapor; así como una
gran variedad de clavos y láminas metálicas
con remaches, entre otros.
Los metales representados abarcan el hierro
pudelado?, fundiciones de hierro; acero; bron-
ce O latón y cobre. Estos últimos metales tie-
nen una mejor conservación, distinguiéndose
elementos como clavos cuadrangulares utiliza-
dos generalmente en embarcaciones menores;
clavos redondeados; tornillos; hebilla de cintu-
rón; estacas; segmento de claraboya (ventana
de nave); gancho de cierre de claraboya y mo-
nedas, destacando una moneda italiana de 10
centesimi, acuñada entre los años 1866 a 1867
bajo el reinado de Vittorio Emanuele II. En las
Figuras 1 y 2 se muestra un ejemplo de la va-
riedad metálica recuperada.
Para otros materiales, destaca la loza decorada
por técnica Gaudi Dutch e impresión por trans-
ferencia, técnicas atribuidas desde principios y
mediados del siglo XIX hasta la segunda mitad
del siglo XX -para el segundo tipo de técnica-
(Enríquez, et al., 2013). Con respecto a los
vidrios recuperados destacan bases de botellas
¡Corresponde al hierro obtenido por el proceso de pudelado (rebajar mediante hornos reverberos el porcentaje de carbono
y eliminar el azufre resultando en hierro forjado), primer método industrial que permite obtener grandes cantidades de
hierro a un bajo costo y que es patentado en 1784 (Tylecote, 1992).
con sellos de origen de color verde oscuro y frag-
mentos de vidrios de frascos y/o botellas de
color celeste y morado, muchas con evidencia
de un alto grado de oxidación del vidrio. En la
Figura 3 se muestra un ejemplo de una parte
de la muestra de alfarería de alta temperatura
identificada.
En relación a los restos de osteofauna recupe-
rados destaca la gran cantidad de muestras con
Rubio, F. y Latorre, E.
evidencia de corte con sierra para el consumo
alimenticio. Entre las taxas identificadas se cuen-
ta con evidencias de consumo y destazamiento
de animales de tipo ovino, bovino y equino.
Junto con esto, llaman la atención entre los res-
tos recuperados desde el harneo de sedimentos
y recolección, fragmentos de aislantes
eléctricos de loza (telégrafo), cerámica de alta
temperatura (gres y mayólica) y botones de
porcelana, entre otros.
Figura 1: Algunos materiales metálicos recuperados mediante harneo y recolección, a), Balancín de motor a vapor; b). Segmento de riel;
c). Gancho; d). Cadena con contrete; e). Llave de válvula; f). Escálamo; g). Parte de claraboya.
125
Monumento Barón de Valparaíso: una aproximación...
Figura 2: Elementos metálicos, a). Bisagra de fabricación artesanal en cobre; b) Hebilla de bronce; c). Moneda italiana siglo
XIX; d). Remache; e). Clavo de cobre; f). Tornillo de cobre; g). Cabeza de clavo de bronce; h). Artefacto indeterminado de
fabricación artesanal.
126
Pre ,
a a
Rubio, F. y Latorre, E.
Figura 3: Muestra de Lozas con decoración recuperadas mediante harneo y recolección.
Por su parte, para los trabajos de recolección
arqueológica subacuática, se debió emplear un
sistema de buceo arqueológico para la relocali-
zación y recuperación de los materiales
empleando la técnica de re-búsqueda circular
(Bowens, 2009). Una vez localizados los mate-
riales, fueron geoposicionados, embolsados y
etiquetados para ser embalados posteriormen-
te en cajas apropiadas. Todos los materiales
recuperados en esta etapa correspondieron a
elementos culturales de origen metálico de tipo
naval y/o portuario. Sin embargo, luego de exa-
minar la distribución de los materiales, no se
pudo establecer algún tipo de patrón que diera
cuenta de áreas de actividad diferenciadas. Junto
con esto y a modo de complemento, se llevó a
cabo una recolección de materiales culturales
en el área intermareal frente a un sector espe-
cifico de intervención del Monumento Barón,
desde donde se recuperaron algunos materiales
históricos de tipo marítimo. En las Figuras 4 a
6 se pueden observar el registro de la recolec-
ción arqueológica subacuática de materiales cul-
turales en el área intermareal del Proyecto.
127
Monumento Barón de Valparaíso: una aproximación...
Ahora bien, en cuanto a los materiales recuperados desde los trabajos de recolección arqueológica
en el área intermareal y submareal somera del Proyecto, se recuperaron un total de tres ejemplares,
los que corresponden respectivamente a un proyectil de cañón de 18 libras; un riel de tren de tipo
ferroviario-portuario; y una granada de obús (proyectil) de origen naval, también de hierro fundido.
Figura 4: Preparativos de buceo arqueológico en área frente
a enrocado.
Figura 6: Re-búsqueda circular de materiales en área in- Figura 7: Registro arqueológico subacuático de materiales.
termareal.
El primer artefacto recuperado corresponde a una bala de cañón sólida de artillería de sitio o “bala
rasa” (Figura 8) que corresponde a una esfera maciza fabricada en una fundición de hierro (Arjona
2015), cuya superficie es mayormente lisa aunque muestra ligeras hendiduras pequeñas e irregula-
res. Su estado actual es bueno ya que no se observa corrosión que afecte la integridad de la pieza.
Su diámetro promedio es de 129 mm, mientras que su peso aproximado es de 8 kg. Estas coinciden
con las dimensiones de la ordenanza inglesa de 1812, de los proyectiles para un cañón de 18 libras?.
2http://www.histarmar.org/InfHistorica/ArtilleriadeMarina/4-caniones.htm.
128
Rubio, F. y Latorre, E.
10 cm
Figura 8: Bala rasa, a). Vista general, b). Detalle de estrías.
Las balas rasas son bolas macizas de hierro fundido que se disparaban desde cañones de avancarga
y ánima lisa insistentemente en general hacia las murallas para tratar de derribarlas, abriendo así el
espacio necesario para un asalto final, y aquellas cuyos tiros pasaban muy altos, pasaban por enci-
ma de los muros de las ciudades e impactaban en los lugares más inesperados de la ciudad, quedan-
do muchas veces como testigos silenciosos de tales conflictos bélicos?. Ahora bien, los cañones de
18 libras eran utilizados por una gran cantidad de barcos europeos entre los siglos XVII y XIX, y es
considerado como un cañón de grueso calibre (Ciarlo, et al. 2015).
El segundo elemento recuperado corresponde a un segmento de riel ferroviario lineal de fabrica-
ción industrial sobre hierro o acero. Uno de sus extremos es recto y correspondería al remate de un
segmento de riel, mientras que el extremo opuesto está fracturado, presentando parte de un aguje-
ro. No fue posible determinar la causa de la fractura. Tiene un largo de 420 mm, un alto de 119,6
mm, un ancho de su parte superior de 56,8 mm, un ancho de su parte inferior de 94,1 mm y un es-
pesor central de 10,6 mm.
3http://www.ahmaix.es/2020/10/balas-de-canon-bombas-de-mortero-y-granadas-de-obus
129
Monumento Barón de Valparaíso: una aproximación...
10 cm
Figura 9: Segmento de riel.
El tercer elemento cultural recuperado corresponde a una granada de obús (Figura 10) y se entiende
como un artefacto hueco formado por una parte esférica de la que sobresale una protuberancia glo-
bular, en el centro de esta última tiene un agujero, que está alineado con otro
agujero posicionado en el segmento esférico, destacando que parte de la esfera principal ha
desaparecido, observándose el interior con concreciones color gris, probablemente de combustión.
Este artefacto de índole militar tiene un diámetro máximo de 196 mm, en un eje mayor trazado en-
tre los agujeros ubicados en extremos opuestos, un diámetro mínimo de 155 mm en la sección es-
férica mayor y un espesor de paredes que varía entre 11,4 mm y 6,3 mm. Actualmente su superfi-
cie está muy afectada por la corrosión que provoca un deplacamiento activo. Estos rasgos
morfológicos permiten determinar que el objeto descrito corresponde a una granada de obús (Leoni
y Martínez 2018, Leoni y Tamburini 2020), que es una bola de fundición de hierro, hueca, que se
rellenaba de pólvora y era lanzada al enemigo para que explotara en el aire esparciendo sus esquir-
las en un radio de aproximadamente 20 metros (Arjona 2015). Las huellas de combustión en su
interior indican que fue disparada, de lo que puede inferirse que la sección faltante fue volada por
la explosión de la pólvora depositada en su interior.
130
Rubio, F. y Latorre, E.
Figura 10: Bomba o granada.
Cabe mencionar que los cañones disparaban durante el siglo XIX normalmente balas macizas de
hierro fundido, siendo su trayectoria tensa, siendo utilizados en general para lo que los militares
llamaban “el primer sector” o el “frente” por lo que necesitaban “ver su objetivo”. Por su parte, los
morteros, por el contrario, tiran por “el segundo sector”, con un ángulo grande que les permitía pa-
sar por encima de las murallas y/o defensas de una ciudad o de los obstáculos en general, para caer
luego sobre sus enemigos, y como el disparo les llega desde arriba, el efecto mayor lo provoca el
relleno de explosivo que lleva consigo, lanzando una metralla con fuerza sobre el suelo y todo lo
que haya sobre él. En la Figura 11 se observa una lámina con el detalle de cada arma antes descrita.
131
MORTERO
CAÑÓN OBÚS
Figura 11: Registro de armas de fuego de artillería utili-
zadas durante el siglo XIX. Fuente: http://www.ahmaix.
es/2020/10/balas-de-canon-bombas-de-mortero-y-grana-
das-de-obus
En este sentido, a nivel de tipología, los proyec-
tiles huecos se llamarán bombas si tienen un
calibre grande entre los 215 y los 325 mm, y
granadas, si su calibre es menor entre los 105
y 166 mm.
Cabe destacar que los obuses son armas que
pueden tirar tanto en tiro tenso y recto (1er sec-
tor) como por elevación en curvatura (2% sec-
tor), por lo que son muy versátiles ya que se
pueden utilizar para finalidades distintas, pero
para esta época solían ser de pequeño calibre
(disparaban por tanto granadas) ya que los me-
canismos sobre los que se instalaban las armas
de fuego (afuestes) no permitían grandes ele-
vaciones en tubos muy largos y pesados como
Monumento Barón de Valparaíso: una aproximación...
lo son los cañones de gran calibre. Igualmente,
ambos tipos corresponden a armas de fuego de
avancarga, es decir, los proyectiles se introdu-
cen por su boca, y de ánima lisa, lo que implica
que sus trayectorias no son precisas (Leoni
y Martínez, 2018).
Discusión en torno a los materiales ar-
queológicos-históricos recuperados
En relación a los resultados de los análisis de los
materiales recuperados durante la recuperación
sistemática con técnicas arqueológicas, se pudo
determinar que los materiales metálicos esta-
rían representando tres momentos principales
de ocupación; el primero de los cuales se remon-
taría a la Colonia y/o República temprana, com-
puesto por escasos objetos fabricados artesanal-
mente en cobre o aleaciones base cobre,
probablemente de carácter doméstico y cuya
presencia en el sitio puede atribuirse a un de-
pósito secundario. Un segundo momento, que
podría eventualmente traslaparse con el ante-
rior, abarca los dos primeros tercios del siglo
XIX, formado principalmente por fijaciones de
cobre que provendrían de embarcaciones y 0b-
jetos asociados a labores navales o portuarias
fabricados en hierro pudelado, junto a una me-
nor presencia de clavos forjados de hierro pu-
delado que podrían proceder de contextos
diversos. Este conjunto estaría representando
a nivel marítimo por el período de navegación
a vela en barcos con casco de madera, y aunque
pueden haber sido depositados ya en el siglo
XX, su fabricación representa la tecnología del
siglo anterior y los inicios de la revolución in-
dustrial. El depósito de estos puede ser tanto
primario como secundario.
Por último, la gran mayoría de los ejemplares
analizados proceden de un tercer contexto na-
val/portuario, al que se puede asignar una
cronología que va desde finales del siglo XIX-
132
comienzos del siglo XX hasta finales de este úl-
timo siglo, lo que coincide con el período en que
estuvo en funcionamiento el muelle Barón. Se
trata principalmente de objetos macizos de ta-
maños grandes, que representan el auge de la
navegación a motor, ya sea de vapor o petróleo,
en barcos de gran tamaño y casco de acero, y
cuya presencia en el lugar se puede atribuir a
depósitos primarios y/o secundarios.
De forma complementaria, los resultados de los
análisis de restos de osteofauna, podemos men-
cionar que el conjunto analizado registró evi-
dencias faunísticas escasas, aunque informati-
vas, con alta diversidad taxonómica y
determinación anatómica. Se identificaron sólo
mamíferos terrestres y aves, remitidos a anima-
les domésticos de carácter histórico. Es más, la
evidencia indica animales domésticos como
vaca, cerdo, caprino/ovino y gallina, entre otros
y en los cuales se observaron huellas de aserra-
do de tipo eléctrico relacionados con cortes mo-
dernos (Inostroza, 2020).
Planteando una datación relativa ponderada a
partir de las marcas antrópicas generadas y tipo
de corte, se señala una data símil, aunque incli-
nada a la segunda etapa. Si bien, se desconoce el
fechado de sierra eléctrica en el país, este pudie-
ra asociarse con el matadero y frigoríficos de la
capital de pleno siglo XX. En el caso de la sierra
eléctrica para el caso de la urbe de Buenos Aires,
se cuenta con el dato de su introducción a fines
del siglo XIX e inicios del siglo XX (Silveira,
1999). Mas, esto no implica la ausencia de fechas
previas en los materiales, considerando la pre-
sencia de aserrados manuales o bien el uso si-
multaneo de ambos aserrados (Inostroza, 2020).
Ahora bien, en lo que se refiere a los resultados
de los análisis de los restos de alfarería de alta
temperatura, podemos afirmar que los restos de
loza corresponden principalmente a fragmen-
Rubio, F. y Latorre, E.
tos sin decoración o plain de loza con decora-
do, que estaría obedeciendo a materiales proce-
dentes de un segmento de clase social
acomodada que tuviera acceso a bienes de alto
costo, como es el caso de la loza inglesa y de la
porcelana, ambas representadas en la muestra.
Con respecto a lo anterior se observan princi-
palmente restos asociados a la época republica-
na, representada por la loza tipo whiteware y
botellas de gres, mientras que los sellos identi-
ficados corresponden a fabricas francesas e in-
glesas de loza. Las características morfológicas
como la presencia de sellos estarían asociados
a una muestra de finales del siglo XIX y comien-
zos del siglo XX, específicamente entre 1870-
1930 (Rodillo, 2020).
Con respecto a la cronología de la muestra, cabe
destacar la presencia de restos más antiguos,
como es el caso de loza de tipo pearlware y de-
corados de tipo shell edge, lo cual estaría asocia-
do a lozas de comienzo de la primera mitad del
siglo XIX, que dan cuenta del acceso a elemen-
tos importados, posiblemente no por parte de
la totalidad de la sociedad, si no por aquellos
con mejor situación económica, destacando en
este caso la presencia de loza anular, la cual se-
ría el tipo de loza más costosa y de alto estatus
(Schávelzon 2000).
Con relación a la presencia de botellas de gres,
estaría supeditada a la masificación de las fábri-
cas de cerveza nacionales, las cuales necesitaron
embotellar su producto importando este tipo de
contenedores el cual más tarde sería reemplaza-
do por las botellas de vidrio de producción
nacional. Los restos de porcelana eléctrica en el
sitio son un claro indicador de la presencia de
restos perteneciente a finales de siglo XIX y co-
mienzos de siglo XX, cuando la luz eléctrica se
masifica, además de la habilitación de
líneas de telégrafo. Por otro lado, la presencia
de azulejos y otros materiales constructivos es-
133
tarían obedeciendo a elementos del ámbito de
la construcción más tardíos de la loza del Muelle
Barón, específicamente del siglo XX. En térmi-
nos generales, se observa una baja diversidad
artefactual, con restos ligados principalmente al
ámbito de la alimentación y en segundo lugar al
ámbito de la construcción, específicamente como
restos de vajilla, siendo los platos, tazas y sope-
ras los restos más representados, además de
azulejos, tejas, baldosas y ladrillos (Rodillo 2020).
En definitiva los restos culturales identificados
se encuentran asociados a las dinámicas socia-
les y económicas que estaban ocurriendo en
Valparaíso del siglo XIX donde pasa a ser el
entre puerto del Pacifico sur, entrando en com-
petencia con El Callao, siendo interesante res-
catar que para ese entonces la colectividad bri-
tánica y extranjera operaba con las mismas
casas comerciales en ambos Puertos; Callao
(Perú) y Valparaíso (Chile ), los cuales estaban
considerados en la ruta del comercio extranje-
ro de la costa occidental de Sudamérica desde
Panamá hasta el Cabo de Hornos (Couyoumdjian
2000). En este marco, se considera al puerto de
Valparaíso para el siglo XIX, una de las mejores
plazas mercantilistas de la costa oeste de
Sudamérica, y a partir del siglo XIX, se distin-
gue un aumento de la disponibilidad de produc-
tos en el puerto de Valparaíso y la incorpora-
ción de nuevas materialidades y costumbres al
estilo de vida local.
En cuanto al conjunto metálico identificado en
la recolección en el área intermareal y subma-
real, tenemos entre ellos dos proyectiles de arti-
llería, que posiblemente podrían estar asociados
cronológicamente entre sí, podemos afirmar que
era común el uso de este calibre de artillería en
los barcos de guerra españoles del siglo XIX, por
lo que podría corresponder a balas y granadas
disparadas durante el bombardeo a Valparaíso
Monumento Barón de Valparaíso: una aproximación...
que realizó la escuadra de la armada española
bajo el mando del Brigadier Casto Méndez, el 31
de marzo de 1866, causando un incendio de pro-
porciones en Valparaíso y la devastación total de
gran parte del plan de la ciudad.
Por su parte en lo referente al riel de trocha de
tren, podemos dar cuenta que este artefacto po-
dría estar vinculado con actividades ferrovia-
rias de principios de siglo en el sector de esta-
ción Edwards y/o relacionada a actividades
portuarias de traslado entre el sector de Muelle
Barón y Muelle Prat.
Ahora bien, los rasgos morfológicos de las dos
primeras piezas, la granada de obús y la bala rasa
de cañón, corresponden a proyectiles para pie-
zas de artillería de anima lisa, es decir, que
habrían sido empleadas hasta mediados o fines
del siglo XIX y aunque con la información ob-
tenida no es posible determinar si proceden de
un mismo evento, ambas pertenecerían a un mis-
mo período dentro del desarrollo de la artillería.
Respecto a eventos a los cuales se podrían asig-
nar estas piezas, en Valparaíso están documen-
tados varios enfrentamientos en los cuales se
podría haber empleado artillería, el primero de
los cuales ocurre en 1813 en el marco de la in-
dependencia, cuando embarcaciones chilenas,
la fragata Perla y el bergantín Potrillo se enfren-
tan a la fragata española Warren, que estaba blo-
queando el puerto de Valparaíso (Merlet 2007).
El segundo enfrentamiento ocurre en 1814, en
el marco de la guerra anglo-estadounidense,
donde dos navíos ingleses, la fragata HMS Phoebe
y el balandro HMS Cherub se enfrentan al dos
embarcaciones estadounidenses, la fragata USS
Essex y el balandro USS Essex Junior, que fina-
liza cuando las naves norteamericanas son
capturadas por los ingleses. Se menciona que
134
tanto el HMS Phoebe como el Essex Junior es-
tán equipados, entre otras piezas de artillería,
con cañones de 18 libras (Latorre, 2020).
Otro combate tiene lugar en 1818, entre la fra-
gata chilena Lautaro y los navíos españoles
Esmeralda y Pezuela, que no tuvo un resultado
decisivo pero puso fin al bloqueo de Valparaíso
(Merlet 2007). Finalmente, entre 1865 y 1866
en el marco de la guerra entre Chile y España el
puerto de Valparaíso es bombardeado por em-
barcaciones de la armada española. Esta fecha
está en el momento de reemplazo de la artille-
ría de ánima lisa y de avancarga, sin embargo,
la armada española al parecer aún estaría ocu-
pando piezas de este tipo, tal como se documen-
ta para la Batalla de Cepeda que tuvo lugar en
1858 en la Provincia de Buenos Aires, Argentina
y en la Batalla de Pavón, que ocurre en 1861 en
la Provincia de Santa Fe, Argentina (Leoni y
Martínez 2018, Leoni y Tamburini 2020).
Cabe destacar que durante el Bombardeo de
Valparaíso de 1866, se habrían disparado duran-
te toda una tarde al menos 2.600 granadas y
balas contra la ciudad, y aunque no encontra-
mos referencia al tipo exacto de proyectiles em-
pleados, Orellana (2009) muestra una fotogra-
fía de algunos ejemplares procedentes de este
evento donde se observa un proyectil ojival y
tres balas rasas (Latorre, 2020), fenómeno de
asociación entre dos sistemas balísticos diferen-
tes y que convergerían para la época y que se-
ría esperable para el momento de cambio tec-
nológico asociado a mediados del siglo XIX y
cuyo ejemplo de uso combinado sería el bom-
bardeo a Valparaíso.
En este marco, destacamos que el sector donde
se ubicó el Proyecto “Mejoramiento Protección
Costera, Sector Edwards-Barón, Puerto
Valparaíso”, está dentro de los lugares que
fueron bombardeados en esa ocasión, documen-
Rubio, F. y Latorre, E.
tándose históricamente que la antigua estación
Barón fue dañada por “una bala rasa y bombas”
(Mesina 1991:193).
Estos antecedentes sugieren que los ejempla-
res balísticos recuperados en el presente tra-
bajo tienen mayor probabilidad de proceder
del bombardeo a Valparaíso en 1866, ya que
para dicho acontecimiento está registrado que
cayeron abundantes proyectiles de artillería en
el área de estudio, mientras que los eventos
anteriores ocurrieron en el mar y correspon-
den a batallas navales.
Finalmente y con respecto al segmento de riel
ferroviario recuperado, podemos dar cuenta que
probablemente se relacione con las instalacio-
nes ferroviarias y/o portuarias ferroviarias del
Muelle Barón, las que comenzaron a funcionar
en las primeras décadas del siglo XX. No obs-
tante, se debe considerar también que el ferro-
carril Santiago-Valparaíso se inaugura en 1863,
por lo que la asignación temporal de este ele-
mento puede abarcar desde la segunda mitad
del siglo XIX hasta las últimas décadas del siglo
XX. Al respecto, se observa que este segmento
de riel tiene una altura ligeramente mayor, lo
que podría indicar un origen distinto a la insta-
lación ferroviaria del Monumento Barón.
CONCLUSIONES
El contexto de depositación oríginal de todos los
materiales recuperados se origina y relaciona a
partir de dos procesos de formación de sitios: El
primero, corresponde a los trabajos de relleno,
fabricación y ordenamiento de la escollera de
protección costera existente durante las obras de
modificación del borde costero de Valparaíso eje-
cutados a partir de fines del siglo XIX en el sec-
tor de Muelle Barón (Galarce y Santander, 2015;
Blanco y Bahamondes, 2013; Rubio, 2020a; Rubio
2020b) y que se extenderían hasta el último cuar-
135
to del siglo XX, advirtiendo la presencia de ma-
teriales arqueológicos-históricos de índole indus-
trial y portuario, provenientes de rellenos
artificiales realizados en el lugar para ganar te-
rreno al mar construidos en el lugar a partir de
fines del siglo XIX, en conjunto materiales de
origen ferroviario - portuario relacionados con
el uso del Muelle y estación Barón durante prin-
cipios y primera mitad del siglo XX.
El segundo proceso de formación corresponde
a la hidrodinámica que se genera en la rada de
Valparaíso (Carabias, 2017), que moviliza ma-
teriales culturales dispersos en el fondo marino
hacia el enrocado de protección costera produc-
to de los temporales y oleaje que azotan direc-
tamente el área de enrocado de protección cos-
tera de Valparaiso. Este factor, deja múltiples
restos culturales marítimos de diverso origen y
temporalidad en el sector de protección coste-
ra generado por el arrastre de material cultural
y por la movilización (retiro y/o avance) de are-
na en el medio marino, lo que genera un palimp-
sesto entre materiales culturales históricos, su-
bactuales y actuales, trasladados por efecto de
la hidrodinámica en el sector costero de rom-
piente y enrocado.
Esta información puede ser corroborada desde
los aportes de Carabias (2017) y Robles (2013),
a partir de las definiciones realizadas por Stewart
(1999) y Schiffer (1987), para la incidencia de
las variables culturales como medioambienta-
les de los procesos postdepositacionales, y abor-
dado por Carabias y Robles para los procesos
de formación de sitios arqueológicos subacuá-
ticos en la rada de Valparaíso. Estos estudios
apuntan a la hidrodinámica como un potencial
agente movilizador de elementos culturales dis-
puestos en el medio marino y/o disturbador de
contextos culturales sumergidos.
Monumento Barón de Valparaíso: una aproximación...
Este panorama que ha configurado la historia
del borde costero de Valparaíso desde finales
del siglo XIX hasta la actualidad, ha dejado múl-
tiples restos de naves y embarcaciones disper-
sas en el enrocado de protección costera de la
zona del Muelle Barón de Valparaíso, dando
cuenta de los procesos hidrodinámicos de mo-
vilización post depositacional en el medio ma-
rino, ha trasladado elementos y expuesto los de-
pósitos arqueológicos especialmente en lugares
de rompiente costera, generando palimpsestos
y contextos de origen secundario. Esta acción
hidrodinámica se observa en la abrasión y de-
formación de algunos materiales metálicos re-
cuperados desde los harneos, distinguiéndose
en evidencias de tipo “atribuibles al movimiento
de las capas sedimentarias no consolidadas de clas-
tos, guijarros y rocas” (Carabias, 2017:47), que
forman parte de la escollera de protección cos-
tera del área Monumento Barón.
Ahora bien, en relación a la presencia de restos
de basura contemporánea detectada durante los
trabajos de recolección subacuática, destacamos
que la basura doméstica también se deposita pe-
riódicamente y es capaz de contaminar los de-
pósitos subacuáticos y de rompiente costera.
Así lo han corroborado las excavaciones arqueo-
lógicas subacuáticas en la rada de Valparaíso
(sitio Barca Infatigable), que han revelado bol-
sas plásticas y otros elementos actuales bajo
hasta 40 cm de profundidad (Carabias, 2017),
lo que da cuenta del carácter dinámico de los
depósitos superficiales en ambientes marítimos
de ciertos sectores.
En definitiva, damos cuenta que los elementos
materiales recuperados durante los harneos y
recolección asistemática provienen principal-
mente desde contextos marítimo-portuarios dis-
persos en el enrocado costero frente al área del
136
Monumento Barón y también desde áreas his-
tóricas de actividad ferroviaria asociadas a la
estación Barón y posterior área de actividad por-
tuaria “Muelle Barón”. Así también, una parte
de los materiales culturales recuperados tam-
bién podría provenir desde los cerros de
Valparaíso, si tomamos en cuenta que uno de
los cambios urbanos más importantes del siglo
XIX en esta ciudad fue el avance de la línea de
la costa, donde se usaron grandes cantidades de
material sedimentario proveniente del derrum-
be de parte del cerro Artillería con el cual se
amplió la franja costera, donde este material
sedimentario extraído, fue también utilizado en
la construcción del primer malecón que se ubi-
có en lo que es hoy la calle Serrano del barrio
Puerto hasta la estación Barón, obra que se
concluyó en 1896 (Urzúa, 2010).
En este marco, el material recuperado nos ofre-
ce una ventana al crecimiento del frente marí-
timo de Valparaíso, entendiéndose como
evidencias de las propias actividades producti-
vas que allí se desarrollaron y de la importancia
del ámbito portuario, ferroviario y naval del sec-
tor de Muelle Barón. De esta manera, se esta-
blecerá, en estos nuevos espacios (superficies
ganadas al mar) los dinámicas sociales y cultu-
rales de la ciudad y el puerto en un territorio
estrecho; relaciones que son evidenciadas a
través de la presencia de una cultura material
de índole marítimo, ferroviario - portuario y
domiciliario en los sedimentos presentes en el
relleno costero y enrocado de protección cos-
tera del Monumento Barón.
Finalmente, los procesos post-depositacionales
y la diversidad de materiales recolectados en la
campaña arqueológica, son evidenciados a tra-
vés de las marcas post-depositacionales de los
materiales recuperados, los que indican proce-
sos de descarte y depositación secundaria
asociada al uso de sedimentos con presencia de
Rubio, F. y Latorre, E.
materiales históricos y que fueron utilizados como
relleno para el crecimiento del plan por sobre el
borde costero de Valparaíso. En este aspecto, el
registro mayoritario de fragmentos altamente
erosionados producto de la hidrodinámica y arras-
tre de material, son distinguibles en los materia-
les arqueológicos mediante marcas de capas de
degradación, superficies rayadas, superficies as-
tilladas y superficies pulidas.
En cuanto a los materiales recuperados, pode-
mos dar cuenta que estos corresponden a
hallazgos aislados y que habrían llegado al lugar
producto de los trabajos de relleno e hidrodiná-
mica mencionados anteriormente (Galarce y
Santander, 2015; Blanco y Bahamondes, 2013;
Carabias, 2017, Robles, 2013).
Ahora bien, conforme al tipo, peso y diámetro
de los proyectiles registrados y recuperados,
estos corresponden a cañones de 18 libras uti-
lizado por una gran cantidad de barcos euro-
peos entre los siglos XVII y XIX, y considera-
do como un cañón de grueso calibre (Ciarlo et
al. 2015). La recuperación de este tipo de
artillería (ocupado en los barcos de guerra es-
pañoles e ingleses de finales del siglo XIX),
evidencia un sistema combinado de bala rasa
y proyectiles de punta que genera un aporte
sustancial a la investigación del registro mate-
rial del bombardeo a Valparaíso por la escua-
dra de la armada española bajo el mando del
Brigadier Casto Méndez, el 31 de marzo de 1866,
evidenciando el uso conjunto de dos sistemas
de artillería combinada; una casi en desuso para
la época y otra en pleno desarrollo.
137
Monumento Barón de Valparaíso: una aproximación...
. ep Í
- AAA
ER a
.
Figura 12: Bombardeo de Valparaíso por la escuadra española (1866). EPV, Memoria visual del puerto de Valparaíso.
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den incluir hasta 15 imágenes; las fotografías
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científicos originales, artículos de revisión,
notas científicas breves, reseñas históricas
y recensiones bibliográficas. Todos los tipos
de manuscritos deben ser creados con la es-
tructura presentada en el punto III letra e
de la presente norma. A continuación se pre-
senta la extensión máxima del material a
evaluar:
144
Tipo de manuscrito extensión máxima?
Artículos científicos
: 20 pág.
orginales pag
Artículos de revisión 10 pág.
Notas científicas re
breves pad:
Reseñas históricas 5 pág.
Recensiones p
5 pag.
bibliográficas
2 Incluyendo fotografías, bibliografías y anexos
Figuras y tablas
Las imágenes (consideradas figuras), gráficos y
tablas deben ser insertadas en el manuscrito a
evaluar. Junto con ello, el material también debe
ser enviado como recurso adjunto independien-
te al archivo Word, en formato TIFF o JPG de
buena resolución.
Todas las figuras, deben numerarse como Figura
1, Tabla 1, Gráfico 1. El título y leyenda de la fi-
guras debe ser dispuesta debajo de las mismas,
esto también aplica en el caso de los gráficos. El
uso de figuras deberá limitarse al mínimo indis-
pensable para comprender el texto. Su ubicación
en el texto debe quedar claramente señalizada.
Diseñe las tablas en Word, si la tabla excede el
tamaño de una página debe iniciar una nueva
en otra página y continuar completando los da-
tos. No utilice formatos PDF ni Excel para su
creación. El título de la tabla se debe disponer
sobre la misma en el texto y su ubicación en el
texto debe quedar claramente señalizada.
Fotografías
Entregar cada una en archivo separado en for-
mato TIFF o JPG con alta resolución. Sólo si el
tamaño real de las imágenes resulta excesivo,
éstas pueden reducirse a escala; dada la pérdida
de resolución, no deben incluirse imágenes que
requieran aumento de tamaño. La resolución
mínima aceptable es de 300 dpi. Si las fotogra-
fías se obtienen directamente de cámara digital,
la indicación debe ser “alta resolución”. No se
aceptan imágenes obtenidas en internet o esca-
neadas con resolución baja o entre 72 y 96 dpi.
LITERATURA CITADA
Las citas bibliográficas incluidas en el texto de-
berán consignar el apellido del autor y el año
(Baeza, 2010), si son dos autores se menciona-
rán los apellidos separados por la palabra” y”,
una coma (,) y el año (Baeza y González, 2015);
cuando sean más de dos autores se citará al pri-
mero seguido por una coma (,) y las palabras
“et al.” y el año (Baeza, et al. 2015). Si hay va-
rios trabajos de un mismo autor(a) en un mis-
mo año, se citará con una letra en secuencia
junto al año (Baeza, et al. 20154, 2015b, 2015C),
siempre colocando los paréntesis correspon-
dientes en cada caso como se ejemplifica en
este punto. Si se incluye número de página debe
consignarse de la siguiente manera (Baeza,
2010, pág. 33).
La literatura citada que no corresponda a publi-
caciones en libros o revistas deberá ser citada
como notas al pie de página comprendiéndolas
como una aclaración o complemento al texto.
La fuente de las notas al pie de página es Calibri
9 pt y debe consignar un número correlativo de
acuerdo con su lugar en el texto.
La bibliografía incluirá solo las referencias
citadas en el texto en formato APA, ordenándo-
las alfabéticamente por apellido. La creación
145
de la bibliografía contempla la siguiente estruc-
tura, utilizando solo el primer nombre y apelli-
do del autoría), como se evidencia en los
siguientes ejemplos, de acuerdo con el tipo de
material consultado:
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del desarrollo cultural del pueblo RAPANUI.
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ANALESito
DEL MUSEO DE HISTORIA NATURAL DE VALPARAISO
Consultas y contribuciones a:
Vivian Cordero Peñafiel, Bibliotecóloga
Editora general revista Anales del Museo
vivian.cordero(Ymuseoschile.gob.cl
Museo de Historia Natural de Valparaíso
mhnv(Amuseoschile.gob.cl
Teléfono: +56 32 217 5380
www.mhnv.gob.cl
Ministerio de
las Culturas,
las Artes y el
Patrimonio
Gobierno de Chile
MUSEO DE HISTORIA
NATURAL DE VALPARAÍSO