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Iberus
Vol. 22 (1)
REVISTA DE LA
SOCIEDAD ESPAÑOLA
DE MALACOLOGÍA
Oviedo, junio 2004
Iberus
Revista de la
SOCIEDAD ESPAÑOLA DE MALACOLOGÍA
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Serge Gofas Universidad de Málaga, España
Ángel Guerra Sierra Instituto de Investigaciones Marinas, CSIC, Vigo, España
Gerhard Haszprunar Zoologische Staatssammlung Múnchen, Múnchen, Alemania
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Ron K. 0'Dor Dalhousie University, Halifax, Canada
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Carlos Enrique Prieto Sierra Universidad del País Vasco, Bilbao, España
M* de los Ángeles Ramos Sánchez Museo Nacional de Ciencias Naturales, CSIC, Madrid, España
Francisco Jovier Rocha Valdés Instituto de Investigaciones Marinas, CSIC, Vigo, España
Paul 6. Rodhouse British Antarctic Survey, Cambridge, Reino Unido
Joondoménec Ros ¡ Aragones Universidad de Barcelona, Barcelona, España
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Gerhard Steiner Institut fir Zoologie der Universitát Wien, Viena, Austria
Victoriano Urgorri Carrasco Universidad de Santiago de Compostela, Santiago de Compostela, España
Anders Warén Swedish Museum of Natural History, Estocolmo, Suecia
PORTADA DE /berus
Iberus gualterianus (Linnaeus, 1758), una especie emblemática de la península Ibérica, que da
nombre a la revista. Dibujo realizado por José Luis González Rebollar “Toza”.
Iberus 5
OCT 19 2009
HARVARD
UNIVERSITY
REVISTA DE LA
SOCIEDAD ESPAÑOLA
DE MALACOLOGÍA
Vol. 22 (1) Oviedo, junio 2004
Iberus
Revista de la
SOCIEDAD ESPANOLA DE MALACOLOGÍA
Iberus publica trabajos que traten sobre cualquier aspecto relacionado con la Malacología. Se
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Los resumenes de los artículos editados en esta revista se publican en Aquatic Science
and Fisheries Abstracts (ASFA) y en el Zoological Records, BIOSIS.
Contents list published in Aquatic Science and Fisheries Abstracts and Zoological Records,
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ISSN 0212-3010
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Impresión: LOREDO, S. L. - Gijón
O Sociedad Española de Malacología —___—_———— lberus, 22 (1): 1-13, 2004
Fenología de la babosa Deroceras reticulatum (Múller, 1774)
(Gasteropoda: Pulmonata: Agriolimacidae), causante de pla-
gas agrícolas en Galicia (NO España)
Phenology of the slug Deroceras reticulatum (Miller, 1774)
(Gastropoda: Pulmonata: Agriolimacidae), an agricultural pest in
Galicia (NW-Spain)
Manuel BARRADA, Javier IGLESIAS y José CASTILLEJO*
Recibido el 9-1X-2002. Aceptado el 20-1-2003
RESUMEN
Se estudió la fenología y dinámica generacional de una población de Deroceras reticula-
tum durante dos años, mediante la extracción de las babosas y huevos presentes en 20 mues-
tras de suelo recogidas mensualmente. La dinámica de la población fue prácticamente idén-
tica durante cada uno de los dos años de duración del estudio, y se caracterizó por la exis-
tencia de claras variaciones estacionales en el tamaño de población, velocidad de maduración
de los individuos y esfuerzo reproductor. Durante el invierno se registran los mayores tamaños
de población y las babosas maduran rápidamente, mientras que en el verano la población
se encuentra muy mermada y la maduración se ralentiza. La reproducción comienza en el
otoño y se prolonga hasta principios de la primavera. Cada año se desarrollan dos gene-
raciones completas. Una generación surge en primavera, madura a lo largo de un período
de Ó a 7 meses, atravesando el período estival, y se reproduce durante el otoño y princi-
pios del invierno. La otra generación aparece en el otoño, madura en tan sólo 3-5 meses y
se reproduce a finales del invierno y principios de la primavera siguientes. Los resultados
obtenidos tienen claras implicaciones en el diseño de estrategias de control.
ABSTRACT
The phenology and generational dynamics of a population of the slug Deroceras reticulatum
were studied over a two-year period by extracting the slugs and eggs from 20 soil samples
taken monthly. The population dynamics was nearly identical during the two-year study period,
showing clear seasonal variations in population size, maturation rate of individuals and reproductive
effort. The highest population size and maturation rate occur in winter, while slug numbers and
maturation rate are greatly reduced in summer. The breeding season begins in autumn and con-
tinues until the beginning of spring. Two complete generations of slugs develop each year. One
generation appears during spring, grows and matures slowly over a period of ó to 7 months, and
breeds during the following autumn and early winter. The second generation appears during autumn,
takes only 3 to 5 months to mature, and breeds in the following late winter and early spring. The
results obtained have clear implications for developing pest control strategies.
PALABRAS CLAVE: Deroceras reticulatum, babosas, fenología, dinámica de poblaciones, plagas.
KEY WORDS: Deroceras reticulatum, slugs, phenology, population dynamics, pests.
* Departamento de Biología Animal, Facultad de Biología, Universidad de Santiago de Compostela, 15782
Santiago de Compostela, España. E-mail: banematoCusc.es
Iberus, 22 (1), 2004
INTRODUCCIÓN
Son numerosas las especies de gaste-
rópodos terrestres que están catalogadas
como dañinas para la agricultura, horti-
cultura, floricultura, etc. en numerosos
países del mundo (GODAN, 1983, 1999;
PORT Y PORT, 1986; SOUTH, 1992; BARKER,
2001). De entre ellas, la babosa gris Dero-
ceras reticulatum (Muller, 1774) es la más
extendida y la responsable de los mayo-
res perjuicios desde el punto de vista
económico (PORT Y PORT, 1986; SOUTH,
1992; CHABERT, GUINOT Y TISSEUR, 1997;
BARKER, 2001). Las medidas de control
destinadas a reducir los daños ocasiona-
dos por estos animales están basadas
fundamentalmente en la utilización de:
cebos (pellets) que contienen agentes
químicos molusquicidas, principalmente
metaldehído o carbamatos (GARTHWAITE
Y THOMAS, 1996), cuya aplicación en-
traña cierto riesgo para otros organismos
(SOUTH, 1992); otros cebos, de reciente
aparición en el mercado de productos fi-
tosanitarios de algunos países, como los
que contienen fosfato de hierro como
principio activo (IGLESIAS, CASTILLEJO Y
CASTRO, 2001; SPEISER Y KISTLER, 2002); y
agentes de control biológico como el ne-
matodo Phasmarhabditis hermaphrodita
(Schneider, 1859) (WILSON, GLEN Y GE-
ORGE, 1993). En España, según los datos
de AEPLA (Asociación Española para la
Protección de las Plantas), el gasto en
productos molusquicidas supera los seis
millones de euros anuales y se incre-
menta año tras año.
En el contexto de los principios que
guían el desarrollo de estrategias de
control integrado de plagas, la optimiza-
ción de las mediadas de control está su-
peditada a un conocimiento preciso de
la biología de la especie a combatir. La
fenología y dinámica poblacional de D.
reticulatum están fuertemente influidas
por las condiciones climáticas y, en con-
secuencia, varían de una zona geográ-
fica a otra (BARKER, 1991, SoutTH, 1992).
Los estudios realizados hasta la
actualidad sobre la biología de poblacio-
nes de D. reticulatum han sido efectua-
dos en otros países europeos más sep-
tentrionales que España (BETT, 1960;
HUNTER, 1968; HUNTER Y SYMONDS,
1971; SouTH, 1989a, 1989b; BALLANGER Y
CHAMPOLIVIER, 1990) en Canadá
(DuvaL Y BANVILLE, 1989) y en Nueva
Zelanda (BARKER, 1991). El presente
trabajo es resultado de una investiga-
ción de dos años sobre la biología pobla-.
cional de D. reticulatum en Galicia, con-
cretamente en el valle del Río Ulla, que
es una zona de gran importancia desde
el punto de vista de la producción hortí-
cola gallega y en el que las babosas son
responsables de daños considerables a
los cultivos, tanto al aire libre como en
invernaderos.
MATERIAL Y MÉTODOS
El estudio se realizó en la localidad
de Vedra, a unos 10 km al SE de San-
tiago de Compostela, entre julio de 1999
y junio de 2001. La parcela de estudio
era un antiguo campo de cultivo de hor-
talizas, abandonado dos años antes del
comienzo de los muestreos, cuya vege-
tación estaba formada por un mosaico
de plantas oportunistas y vivaces corres-
pondientes a las primeras etapas de la
colonización (Avena sativa, Vulpia
myuros, Raphanus raphanistrum, Hypocho-
eris radicata, Ornithopus compressus, Dac-
tilys glomerata, entre otras). Mediante
muestreos preliminares constatamos la
presencia permanente de D. reticulatum
en dicha parcela, en la que existía
también una población estable de Arion
intermedius Normand, 1852. Para la reco-
gida de muestras se delimitó una super-
ficie cuadrangular de 220 m*. Se
tomaron mensualmente 20 muestras de
25 x 25 cm de superficie y 10 cm de pro-
fundidad, cuya localización en la
parcela fue efectuada al azar. La deter-
minación del número mínimo de unida-
des de muestreo mediante un método
gráfico (TELLERÍA, 1986), dio como resul-
tado un valor de 16 muestras, pero se
utilizaron 20 a lo largo de todo el
período de estudio, siguiendo las reco-
mendaciones de SOUTH (1992). La mues-
tras recogidas se trasladaron al laborato-
rio en el interior de bolsas de plástico y
se lavaron con agua a cierta presión
BARRADA £7 AL.: Fenología de Deroceras reticulatum, plaga agrícola en Galicia
sobre dos tamices superpuestos, el supe-
rior de 4 mm de luz de malla y el infe-
rior de 1 mm, con lo que se consigue
retener no sólo a las babosas contenidas
en la muestra de suelo, sino también a
sus huevos. Las babosas y los huevos
obtenidos fueron identificados y conta-
bilizados. Las babosas se pesaron hasta
la centésima de miligramo y posterior-
mente se sacrificaron mediante una
breve inmersión en agua a una tempera-
tura de 40-60 *C (modificación del
método de HAYNES, RUSHTON Y PORT,
1996). Los individuos con un peso supe-
rior a 20 mg (DUVAL Y BANVILLE, 1989;
BARKER, 1991) se diseccionaron para rea-
lizar la extracción de las glándulas her-
mafrodita y del albumen, las cuales se
pesaron en fresco hasta la centésima de
miligramo. La glándula hermafrodita se
fijó en Carnoy durante 24 horas y se
incluyó en parafina histológica; a conti-
nuación se realizaron cortes de la
misma, de 8 um de espesor, que se
tiñeron utilizando la tinción hematoxi-
lina-eosina con objeto de determinar el
estado de maduración del individuo
según los parámetros establecidos por
RUNHAM Y LARYEA (1968). Se considera-
ron 6 estados de maduración: i) indife-
renciado-espermatogonia, ii) espermato-
cito, 111) espermátida, iv) espermatozoo,
v) oocito y vi) senescente. De este modo,
cada individuo procesado estaba final-
mente caracterizado por su masa corpo-
ral (peso fresco en mg), por las masas de
su glándula hermafrodita y de su glán-
dula del albumen, y por su estado de
madurez sexual. A partir de estos
valores se calcularon los porcentajes del
peso corporal correspondientes a las
glándulas hermafrodita (índice de la
glándula hermafrodita - 1IG.H.) y del
albumen (índice de la glándula del
albumen - I.G.A.). Estos índices experi-
mentan un patrón de variación caracte-
rístico a lo largo del ciclo de madurez y
senescencia de D. reticulatum (DUVAL Y
BANVILLE, 1989; BARKER, 1991).
En cada muestreo, los individuos
que presentaban características similares
en lo referente a su estado de madurez
sexual, masa corporal, y los valores de
los índices 1.G.H. e 1.G.A. se identifica-
ron como pertenecientes a la misma
generación de babosas.
Los datos meteorológicos utilizados
se obtuvieron de la estación meteoroló-
gica del observatorio astronómico
Ramón María Aller, sito en el Campus
Sur de la Universidad de Santiago de
Compostela, a una altitud similar a la de
la parcela de estudio. A lo largo del
texto, todos los valores medios se mues-
tran acompañados de su error estándar.
RESULTADOS
Estructura poblacional: De las 761
babosas de la especie D. reticulatum, que
se extrajeron de las muestras de suelo de
la parcela a lo largo de todo el período
de estudio, sólo 206 presentaban la
gónada en alguna fase diferenciada de
madurez y pudieron ser asignadas a
alguna de las cinco categorías de
madurez sexual contempladas en la
Tabla I. De las restantes 555 babosas D.
reticulatum obtenidas, 328 presentaban
un peso igual o inferior a 20 mg y no se
procesaron (se asumió que la gónada
estaría completamente indiferenciada);
las otras 227 babosas presentaban un
peso superior (=44,4+1,66 mg) y fueron
procesadas, pero su glándula hermafro-
dita estaba en fase indiferenciada.
Asumiendo que los individuos ma-
duros son aquellos que se encuentran en
las fases de espermatozoo o de oocito, es
decir, que pueden realizar la cópula
para donar espermatozoides maduros
(RUNHAM Y LARYEA, 1968; SOUTH,
1989a), la población estudiada estuvo
constituida de forma mayoritaria
(79,1%) por individuos inmaduros, que
estuvieron presentes en la población de
forma continua y representaron la parte
más importante de la misma durante
casi todo el tiempo (Figura 3A). Las ba-
bosas con capacidad para reproducirse
representaron el 20,1% de la población,
y nunca estuvieron presentes durante el
período junio-septiembre (Figura 3A);
individuos senescentes aparecieron con
una frecuencia muy baja (0,8%), y sólo
se capturaron a finales del otoño y du-
rante la primavera.
Iberus, 22 (1), 2004
Tabla I. Masa corporal, de la glándula hermafrodita y de la glándula del albumen de D. reticulatum
en función de su estado de madurez sexual (valores mediost+error estándar).
Table 1. Body, hermaphrodite gland and albumen gland weights of D. reticulatum at various stages of
sexual development (mean+standard error).
Estado de madurez sexual
espermatocito espermátida espermatozoo oocito senescente
N? de individuos 25 22 65 88 6
Masa corporal (mg) 50,1+5,6 93,949,12 236,26+16,78 381,97+20,95 396,65+75,15
Glándula hermafrodita (mg) 1,45+0,21 4,77+0,62 10,90+0,85 9,83+0,53 1,69+1,49
1.6.H.(00) 2,65+0,24 4 94+0,43 4,7640,16 2,1240,11 1,98+0,13
Glándula del albumen (mg) <0,00001 0,10+0,02 2,4240,39 18,/3+1,34 19,73+3,05
1.6.4.(%) 0,02+0,002 0,12+0,02 0,82+0,11 4,85+0,18 5,38+0,63
Tamaño de población: La población
de D. reticulatum de la parcela estudiada
mostró una amplia variación de tamaño
a lo largo de los dos años de duración
de este trabajo (Fig. 1). En lo referente a
las babosas, los mayores tamaños de
población se registraron en los meses de
marzo y abril de 2000, con un valor de
68 babosas m” en cada una de las dos
ocasiones, y en marzo-2001 con una
densidad de población de 60,8 babosas
m”. En los meses de septiembre-1999 y
agosto-2000, la población de babosas
presentó un tamaño de 0,8 individuos
m”, que fue el valor más bajo de todo el
período de estudio.
El tamaño de población de babosas
fue mayor durante el primer año de
estudio (período julio-1999 a junio-2000;
=31,0+7,63 babosas m”) que durante el
segundo (julio-2000 a junio-2001;
=19,0+5,80 babosas m3). Pese a estas
diferencias, el patrón de variación tem-
poral del tamaño de población fue muy
similar en los dos años estudiados, y
presentó una clara variación estacional;
así, durante el verano y el otoño
(período julio-diciembre) la población
de babosas estuvo muy reducida, con
unos tamaños medios de 10,8+5,37 y
6,53+3,72 babosas m? durante el primer
y segundo año, respectivamente. Por el
contrario, durante el invierno y la pri-
mavera (período enero-junio) la pobla-
ción de babosas fue más abundante, con
un tamaño medio de 51,2+8,4 indivi-
duos m? el primer año y 32,9+8,05 indi-
viduos m? el segundo.
En lo que se refiere a los huevos, la
mayor abundancia registrada fue de 248
huevos m? en enero-2000; en las mues-
tras tomadas en los meses comprendi-
dos entre junio y septiembre nunca apa-
recieron huevos de D. reticulatum, que sí
aparecieron de forma constante durante
los restantes meses. Las densidades
medias fueron de 58,7+25,47 huevos m?
durante el primer año y de 32,4+11,90
huevos m? durante el segundo; en
ambos, la mayor abundancia de huevos
se registró en los meses de diciembre y
enero.
Dinámica y fenología poblacional:
A lo largo del período de estudio se
identificaron cinco generaciones diferen-
tes de babosas (Fig. 2). Estas cinco gene-
raciones pueden clasificarse en dos
tipos: generaciones primaverales, que
aparecen en la población al comienzo de
los períodos primaverales (generaciones
G1, G3 y G5 en las Figura 2 y 3); y gene-
raciones otoñales, que surgen durante el
otoño (generaciones G2 y G4 en las
Figuras 2 y 3).
Las generaciones de tipo primaveral,
tras hacer su aparición en los meses de
marzo oO abril, fueron madurando lenta-
mente a lo largo del verano, de forma
que los primeros individuos maduros se
presentaron en el otoño (octubre), y
comenzaron a realizar puestas de forma
inmediata, las cuales se prolongaron a lo
BARRADA £7 AL.: Fenología de Deroceras reticulatum, plaga agrícola en Galicia
ESO lc
III
40
20
aso nd re bm vaina]
2000 | 2001
—— —Babosas
Figura 1. Densidad de población de D. reticulatum (babosas y huevos por separado) a lo largo del
período de estudio.
Figure 1. Population density of'D. reticulatum slugs and eggs throughout the study period.
largo del otoño y del invierno. Las gene-
raciones otoñales tuvieron su origen en
las puestas depositadas por la genera-
ción primaveral precedente; fueron
detectadas en los meses de noviembre o
diciembre, maduraron rápidamente y
comenzaron a realizar sus propias
puestas en marzo o abril; la eclosión de
los huevos depositados por cada gene-
ración otoñal dio lugar a la siguiente
generación primaveral.
Ambos tipos de generaciones fueron
muy diferentes en diversos aspectos,
como en su tamaño (número de indivi-
duos que las componen) y en su veloci-
dad de maduración. Las generaciones
otoñales son las que están compuestas
por un mayor número de efectivos (Fig.
3A), de tal forma que son las que consti-
tuyen la práctica totalidad de la pobla-
ción en las épocas en las que se alcanzan
las mayores densidades de población de
babosas (invierno); por el contrario, las
épocas en las que la población estuvo
mas reducida (verano), los individuos
presentes pertenecían casi en exclusiva a
generaciones primaverales (Fig. 3A). En
cuanto a la velocidad de maduración,
las generaciones primaverales, surgidas
a finales del invierno (marzo) o princi-
pios de la primavera (abril), alcanzaron
la madurez en el otoño (octubre), lo cual
implica un período de seis o siete meses;
por su parte, las generaciones otoñales
surgieron a finales del otoño (noviem-
bre-diciembre), y alcanzaron la madurez
y comenzaron a poner huevos a finales
del invierno (marzo) o principios de la
primavera siguientes (abril), lo que im-
plica un período de tres a cinco meses.
Como se desprende de la distribu-
ción temporal de la cantidad de huevos
encontrados en las muestras de suelo
(Fig. 3B) las generaciones primaverales,
formadas por un número de efectivos
mucho menor, depositaron una cantidad
de huevos elevada, muy superior a la
que depositaron las generaciones otoña-
les con las que se alcanzaron las densida-
des máximas de población de babosas.
La comparación de la variación del
tamaño de la población estudiada y de
su dinámica generacional, con las condi-
ciones climáticas registradas en la zona
durante el período de estudio (Fig. 3C)
indica que ambas están estrechamente
relacionadas, pudiéndose establecer una
división del ciclo anual de D. reticulatum
en cuatro fases estacionales bien diferen-
ciadas. Durante el invierno (períodos
Iberus, 22 (1), 2004
1999 |
—»> —>
G3
Gl G2
a on dea mao)
2000 | 2001
G4
ETSII e E
Figura 2. Variación de la masa corporal (medias+error estándar) de las cinco generaciones de
babosas identificadas en la población de D. reticulatum a lo largo del período de estudio. Las
flechas indican la aparición de individuos maduros en cada una de las generaciones. G1, G3 y G5:
generaciones primaverales; G2 y Gá: generaciones otoñales.
Figure 2. Body weight change (mean + standard error) for the five generations of slugs found in the
studied population of D. reticulatum throughout the study period. The arrows mark the appearance of
mature individuals. G1, G3 and GS: spring generations; G2 and Gá4: autumn generations.
enero-marzo) la población alcanzó sus
máximos tamaños y estuvo formada
casi en exclusiva por individuos que ha-
bían nacido durante el otoño anterior y
que maduraron a lo largo del período
invernal, registrándose un incremento
progresivo en la proporción de indivi-
duos maduros durante esta estación (del
6,9% en enero al 17,6% en marzo de
2000, y del 6,3% en enero al 39,5% en
marzo de 2001). Estos individuos co-
menzaron a reproducirse tan pronto al-
canzaron la madurez sexual, y deposita-
ron sus puestas de huevos a finales del
mismo invierno (marzo) y durante los
primeros meses primaverales (abril-
mayo). La primavera (períodos abril-ju-
nio) se caracterizó por un descenso pro-
gresivo del tamaño de población y de la
proporción de individuos maduros.
Aunque en estos meses apareció una
nueva generación, de carácter primave-
ral, debido a la eclosión de los huevos
depositados por la generación otoñal
precedente, el declive de esa generación
otoñal tuvo un impacto neto en la densi-
dad de población mucho mayor que el
del nacimiento de nuevos efectivos. El
verano (períodos julio-septiembre) cons-
tituyó la época más crítica para la pobla-
ción de D. reticulatum, que alcanzó sus
tamaños mínimos con valores de densi-
dad de menos de 1 individuo m?. Nin-
guna babosa correspondiente a las gene-
raciones otoñales que formaban el
grueso de la población en el invierno,
sobrevivió hasta el verano, de forma que
en este momento la población estaba
formada sólo por babosas nacidas en la
primavera (generaciones primaverales)
y que se encontraban todavía en estado
inmaduro. Por el contrario, el otoño (pe-
ríodos octubre-diciembre) supuso una
época de recuperación para la pobla-
ción; los pocos individuos que fueron
capaces de sobrevivir a las condiciones
estivales alcanzaron la madurez sexual
en octubre y empezaron a aparearse y a
depositar gran cantidad de huevos en el
suelo. Estas babosas persistieron en la
población a lo largo de todo el otoño e
incluso principios del invierno, período
durante el cual continuaron poniendo
huevos. La eclosión de estos huevos dio
lugar a la aparición de una nueva gene-
ración otoñal, lo que conllevó un gran
incremento del tamaño de población.
DISCUSIÓN
La población estudiada de D. reticu-
latum presentó amplias variaciones de
tamaño a lo largo del tiempo, pero en
BARRADA £7 AL.: Fenología de Deroceras reticulatum, plaga agrícola en Galicia
¡HARO dE Ran]
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O Gl-inmaduros Ol G2-inmaduros O G5-inmaduros
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Ta media E Precipitación (mm)
Figura 3. A: variación del número de individuos pertenecientes a cada generación a lo largo del
período de estudio; B: huevos depositados por cada generación; C: temperatura y precipitación
durante el período de estudio.
Figure 3. A: change in slug numbers for each generation throughout the study period; B: eggs laid by
each generation; C: temperature and precipitation throughout the study period.
conjunto, su tamaño medio, de 25,5
babosas m7, es similar al señalado por
otros autores para esta misma especie:
Hunter (1968), en campos de cultivo de
Inglaterra, obtiene un valor medio de
18,5 babosas m?; South (1989b), en pas-
tizales ingleses, obtiene una media de
42,4 individuos m?, aunque este autor
incluye en esta cifra a las babosas y a
sus huevos; en el presente trabajo, el
tamaño medio de la población de D. reti-
culatum sería de 72,3 individuos m?
siguiendo el mismo criterio; en pastiza-
les de Nueva Zelanda, FERGUSON,
Iberus, 22 (1), 2004
Huevos en Huevos en
el suelo el suelo
A
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AS
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el suelo el suelo
el suelo
Huevos en
el suelo
Huevos en
el suelo
),: puestas
NS .
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No
yy Huevos en
ee en
——
el suelo el suelo
Figura 4. Representación esquemática de los dos tipos de dinámicas poblacionales de D. reticula-
tum encontradas en diferentes trabajos; arriba, las generaciones se suceden de forma consecutiva
(BETT, 1960; HUNTER, 1968; BALLANGER Y CHAMPOLIVIER, 1990; presente trabajo); abajo, las
generaciones se suceden de forma alterna (HUNTER Y SYMONDS, 1971; SOUTH, 1989a; DUVAL Y
BANVILLE, 1989; BARKER, 1991).
Figure 4. Diagrammatic representation of the two types of population dynamics of D. reticulatum found in
different studies; above, consecutive succession of generations (BETI, 1960; HUNTER, 1968; BALLANGER
AND CHAMPOLIVIER, 1990; present work); below, alternate and overlapping succession of generations
(HUNTER AND SYMONDS, 1971; SOUTH, 1989a; DUVAL AND BANVILLE, 1989; BARKER, 1991).
BARRAT Y JONES (1989) señalan densida-
des medias de población de 25,3
babosas m?. El menor tamaño de pobla-
ción que presentó la población durante
el segundo año del estudio puede expli-
carse por la excepcional abundancia de
precipitaciones caídas en el otoño del
2000 e invierno del 2001, coincidiendo
con el principal período de puestas del
segundo año; dichas precipitaciones
ascendieron, entre octubre-2000 y
marzo-2001, a un total de 2892 litros m?,
el valor mas alto obtenido en los 47 años
de los que se tiene registro en la zona, y
que contrasta con los 809 litros m?
correspondientes al mismo período del
año anterior. Las elevadas precipitacio-
nes habrían producido un encharca-
miento del suelo que podría haber inhi-
bido la ovoposición y asfixiado a los
huevos ya depositados (CARRICK, 1942).
La gran mayoría de las puestas de
huevos se depositaron a finales del
otoño y principios del invierno, con un
segundo pico, mucho menos impor-
tante, a principios de la primavera. Sin
embargo no existieron individuos
sexualmente maduros ni puestas de
huevos durante el verano. Esta situación
puede justificarse en una inhibición o
retardo de la maduración de los indivi-
duos por efecto de la temperatura, ya
que SOUTH (1989a) observa que babosas
de la especie D. reticulatum que
maduran durante el verano presentan
una glándula hermafrodita menos desa-
rrollada que aquellas que lo hacen
durante el invierno; con respecto a otras
especies de gasterópodos, Lusis (1966)
señala también que las altas temperatu-
ras tienen un efecto negativo sobre el
desarrollo de los gametos de Arion ater
(Linneo, 1758), y BOUILLON (1956)
demuestra que por encima de 23 *C, los
oocitos del caracol Cepaea nemoralis
(Linneo, 1758) no llegan a madurar.
BARRADA £7 AL.: Fenología de Deroceras reticulatum, plaga agrícola en Galicia
PRIMAVERA
VERANO
OTOÑO
A
A O AA O ES
INVIERNO
D
|
: e! | 8
SA
N PETERSBURGO (RUS
| Dmitrieva (1969)
TOULOUSSE (SUR DE FRANCIA)
Ballanger y Champolivier (1990)
MN) INGLATERRA; Bett (1960),
| Hunter y Symonds (1971), South (1989b)
GALICIA (NO-ESPAÑA)
Presente estudio.
Figura 5. Localización temporal de las épocas más favorables (actividad reproductiva, máximo
tamaño de población, maduración rápida de los individuos) para las poblaciones de D. reticulatum
en diferentes zonas geográficas europeas.
Figure 5. The most favourable (reproduction, maximum population density, fast development of the
slugs) period of the year for D. reticulatum populations in different European geographical areas.
La variación del tamaño de pobla-
ción a lo largo del tiempo siguió un
patrón claramente estacional, que se
repitió de forma idéntica durante los
dos años del período de estudio:
máxima densidad de población de
babosas durante el invierno, disminu-
ción progresiva durante la primavera,
mínimo tamaño de población en el
verano y recuperación a lo largo del
otoño. Variaciones estacionales del
tamaño de población de D. reticulatum
han sido observadas previamente por
BETT (1960), HUNTER (1968) y SOUTH
(1989b) en Inglaterra, pero con impor-
tantes diferencias con respecto al patrón
que presenta la población estudiada en
Galicia. BETT (1960) y HUNTER (1968)
señalan que las poblaciones por ellos
estudiadas alcanzan su máximo tamaño
durante la primavera y el otoño, pero
que se encuentran muy reducidas
durante el invierno. SOUTH (1989b) no
aprecia un descenso significativo de la
población de D. reticulatum durante el
invierno, pero sí señala que los máximos
tamaños de población se alcanzan
durante el verano. BErTr (1960) y
HUNTER (1968) no señalan las posibles
causas del decline que observan en las
poblaciones de babosas durante el
invierno, pero estás se encuentran pro-
bablemente en las condiciones climáti-
cas de la zona geográfica en la que reali-
zaron sus trabajos, el norte de Inglate-
rra, que padece unos inviernos mucho
más severos que los de nuestra zona de
estudio. Según los datos aportados por
BETT (1960), las temperaturas mínimas
mensuales durante su período de
estudio alcanzaron valores absolutos de
hasta -5 *C durante el invierno, lo cual
afectaría a la supervivencia de las
babosas, que encuentran dificultades
para sobrevivir por debajo de O *C
(STERN, 1975). En el caso de HUNTER
(1968), dado que este autor no ofrece
ningún dato al respecto, consultamos el
registro histórico de las temperaturas de
una estación meteorológica próxima a
su zona de estudio (estación de
Durham, situada a unos 20 Km de dis-
tancia de la localidad en la que trabajó
Hunter), del que se desprende que la
temperatura media para los inviernos
del período 1963-1965 (período en el que
llevó a cabo el estudio) fue de 2,5 *C, lo
cual contrasta notablemente con las
Iberus, 22 (1), 2004
temperaturas medias invernales regis-
tradas en nuestra zona de estudio, supe-
riores a 10 *C. En definitiva, el patrón de
variación estacional señalado por estos
autores en Inglaterra es opuesto al
encontrado en el presente trabajo, en el
que la población alcanza sus máximos
tamaños en el invierno y los mínimos en
el verano.
De forma similar, mientras que en la
población gallega los individuos que
maduran más rápido son los que lo
hacen en el invierno (en un período de
tres a cinco meses), en las poblaciones
que han sido estudiadas en Inglaterra
son los individuos que maduran en el
verano los que maduran más rápido
(BeETT, 1960; HUNTER, 1968; HUNTER Y
SYMONBS, 1971; SOUTH, 1989a)... El
período de maduración de las genera-
ciones otoñales en nuestra zona de
estudio, de entre tres y cinco meses, es
comparable a los cuatro meses señala-
dos por SOUTH (1989a) en Inglaterra
para generaciones que maduran
durante el verano. El rango óptimo de
temperatura para el crecimiento de D.
reticulatum es de 15-18 *C; a partir de
esos valores la tasa de crecimiento
comienza a descender, y a los 25 *C el
crecimiento se encuentra totalmente
inhibido (JUDGE, 1972; SoutTH, 1982). En
Galicia, los individuos que maduran
durante el invierno (generaciones otoña-
les) son los que están expuestos a
valores térmicos más próximos al rango
óptimo de crecimiento, mientras que los
de las generaciones primaverales, que
han de madurar atravesando el período
estival, se ven expuestos a temperaturas
superiores que ralentizan su crecimiento
y maduración. En Inglaterra la situación
es la contraria; los valores más próximos
al rango óptimo de crecimiento se dan
durante el verano, mientras que los
individuos que han de madurar durante
el invierno sufren temperaturas dema-
siado bajas y, en consecuencia, maduran
más lentamente.
En la dinámica poblacional obser-
vada en la población estudiada se da el
hecho, aparentemente contradictorio, de
que en aquellos momentos en los que la
población está formada por gran canti-
10
dad de efectivos (invierno y principio de
la primavera) se depositan muy pocos
huevos, mientras que en épocas en las
que la población está mas reducida
(otoño), la cantidad de puestas es
mucho más elevada. Una explicación
plausible para esta situación es la exis-
tencia de un control de la reproducción
mediado por la densidad de población;
este fenómeno ha sido estudiado con
detalle en el caracol C. nemoralis por
WOLDA Y KREULEN (1973), quienes
observaron que cuando las densidades
de población eran elevadas disminuía la
frecuencia de ovoposición y el número
total de huevos producidos. En la
especie D. reticulatum también existen
evidencias de interacciones intraespecí-
ficas que afectan a la reproducción
(BARKER, 1991), así como a la actividad y
a la alimentación (BARRAT, BYERS Y BIER-
LEIN, 1989). BARKER (1991) concluye que
la densidad de población elevada tiene
un efecto negativo sobre la reproduc-
ción de D. reticulatum tras encontrar
que, en poblaciones localizadas en hábi-
tats carentes de depredadores (experi-
mentos de exclusión), la cantidad de
individuos que alcanzan la madurez
sexual es significativamente menor
cuando la densidad inicial de babosas es
elevada que cuando es baja, y observa
que en condiciones de alta densidad de
población muchos individuos presentan
una gónada anormalmente pequeña y el
tamaño de los huevos y de los indivi-
duos recién eclosionados se reduce.
Un aspecto fundamental en el que
difieren los trabajos realizados hasta la
actualidad sobre la dinámica de pobla-
ciones de D. reticulatum es que, en unos,
los dos tipos de generaciones existentes
cada año aparecen de forma consecutiva
(BETT, 1960; HUNTER, 1968; BALLANGER Y
CHAMPOLIVIER, 1990; presente trabajo),
mientras que en otros aparecen de
forma alterna y solapada, es decir, cada
generación no desciende de la que le
precede sino que desciende de la ante-
rior a esta (HUNTER Y SYMONDS, 1971;
SOUTH, 1989a; DUVAL Y BANVILLE, 1989;
BARKER, 1991) (Fig. 4). La principal dife-
rencia entre estos dos tipos de dinámi-
cas (generaciones consecutivas vs. gene-
BARRADA £7 AL.: Fenología de Deroceras reticulatum, plaga agrícola en Galicia
raciones alternas) está en la duración del
período de incubación de los huevos en
el suelo, corto en el primer caso, y de
muchos meses de duración en el
segundo. SOUTH (1989a) señala que no
es posible el desarrollo de dos genera-
ciones consecutivas por año basándose
en que, en condiciones naturales, los
huevos necesitan un período mínimo de
dos a tres meses para eclosionar. Sin
embargo son numerosas las referencias,
en la bibliografía, a períodos de incuba-
ción más cortos. CARRICK (1942) observa
períodos de incubación de dos semanas
en huevos mantenidos a 20 *C; también
a esa temperatura, RUNHAM Y HUNTER
(1970) cifran en 11 días el tiempo
mínimo de incubación, y JUDGE (1972)
señala períodos medios de incubación
de 18 y 19 días para huevos incubados a
20,9 y 26,4 “C; CHICHESTER Y GETZ (1973)
dan un período medio de incubación de
3 a 4 semanas a 15 *C. En nuestro labo-
ratorio, el período medio de incubación
de los huevos de D. reticulatum manteni-
dos a 18 *C es de 3 semanas (IGLESIAS,
CASTILLEJO, PARAMÁ, MASCATO Y LOM-
BARDÍA, 2000). En criaderos al aire libre,
HUNTER Y SYMONDS (1971) señalan un
período medio de incubación de 4a 5
semanas para los meses de octubre de
1968, y marzo y abril de 1969. SOUTH
(1989), reconociendo que esos períodos
de incubación cortos son biológicamente
posibles, señala que en las condiciones
naturales del norte de Inglaterra el
período de incubación es mucho más
largo, cifrándolo en un mínimo de 2,5
meses en verano y de 5 a 7 meses en
invierno. Los resultados del presente
trabajo indican que el período de incu-
bación de los huevos en las condiciones
naturales de nuestra zona de estudio es
más corto, de tan sólo dos o tres meses
en el otoño.
La comparación de los diferentes
estudios realizados en distintas zonas
geográficas europeas sobre poblaciones
naturales de D. reticulatum permite con-
figurar un patrón común en todas ellas,
consistente en la existencia, a lo largo
del año, de dos períodos bien diferencia-
dos: un período de climatología que
resulta desfavorable para la biología de
la especie, en el que no existe reproduc-
ción, se ralentiza la maduración de los
individuos y se produce un descenso
marcado del tamaño de población; y un
período de climatología favorable en el
que se concentra la actividad reproduc-
tora, aumenta el tamaño de población y
los animales maduran rápidamente. La
localización temporal de uno y otro
período varían de una zona geográfica a
otra dependiendo del clima, de manera
que se puede hablar de la existencia de
un gradiente latitudinal (Fig. 5) según el
cual, el período favorable para la
especie se centra en el verano en las
zonas más septentrionales y va despla-
zándose hacia el otoño y finalmente el
invierno, a medida que desciende la
latitud.
CONCLUSIONES
La fenología de D. reticulatum en la
zona estudiada es diferente de la que
muestra esta especie en otras zonas geo-
gráficas. Estas diferencias son de una
importancia fundamental a la hora de
planificar estrategias de control destina-
das no sólo a proteger los cultivos de
forma puntual, sino a reducir de forma
preventiva las poblaciones de la especie
en las zonas de cultivo. Persiguiendo
ese objetivo, en la zona estudiada la
aplicación de medidas de control pre-
ventivo debe concentrarse en el verano,
época en la que las poblaciones de D.
reticulatum se encuentran muy reduci-
das de forma natural y no existen
huevos de la especie incubándose en el
suelo, por lo que no cabe esperar una
recuperación de las poblaciones tras la
aplicación de los agentes de control.
AGRADECIMIENTOS
Este trabajo ha sido financiado por los
proyectos FAIR CT 5-PL97-3355 (Unión
Europea) y PGIDTOOAGR20001PR
(Xunta de Galicia). Agradecemos los
comentarios realizados por un revisor
anónimo sobre la primera versión del
manuscrito.
18
Iberus, 22 (1), 2004
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O Sociedad Española de Malacología —__—_——— lIberus, 22 (1): 15-30, 2004
Caracterización del sector helicícola andaluz: la captura de
caracoles terrestres en Andalucía occidental
Characterization of Andalusian helicicola sector: the gathering of
terrestrial snails in West Andalusia
José R. ARRÉBOLA?, Ana I. PORRAS**, Angel CÁRCABA? y Antonio RUIZ*
Recibido el 9-IX-2002. Aceptado el 23-1V-2003
RESUMEN
La gestión racional y global del recurso natural “caracoles terrestres”, en términos de con-
servación y explotación sostenible, requiere caracterizar el entorno ambiental, social, eco-
nómico y cultural del sector “helicícola” que sustenta. En el presente trabajo se estudian
tales aspectos en relación con la captura de caracoles como alimento en Andalucía Occi-
dental. Así, las especies más capturadas han resultado ser Theba pisana (Múller, 1774),
Otala lactea (Múller, 1774) y Cantareus aspersus (Muller, 1774), representando las
comarcas de Las Marismas (Sevilla), La Janda (Cádiz) y El Campo Gibraltar (Cádiz) para
T. pisana, y la comarca de la Sierra (Cádiz) y sus alrededores para O. lactea, las áreas
principales de captura. En Andalucía, T. pisana se recoge para la venta más que para
autoconsumo, desde finales de la primavera hasta mediados de verano y con técnicas
intensivas que inciden negativamente en individuos no adultos y en el entorno. En O. lac-
tea, la captura acontece durante todo el año, el autoconsumo adquiere mayor relevancia
que en 7. pisana y aunque las técnicas aplicadas son más bien extensivas, no respetan las
fases más sensibles del ciclo biológico de los animales, ni son básicamente adecuadas
desde un punto de vista higiénico-sanitario. El análisis de toda la información reunida
aboga por la necesidad perentoria de planificar medidas que mitiguen una situación
actual deficiente y sus consecuencias a corto y medio plazo.
ABSTRACT
The global and rational management of the natural resource “terrestrial snails”, in terms of
conservation and sustainable exploitation, requires to characterize naturally, socially, eco-
nomically and culturally the sector “helicicola” that supports. At present work, all such
aspects in relation with the gathering of snails as food are studied in Western Andalucía
(SW. of Spain). The most abundant captured species are Theba pisana (Múller, 1774),
Otala lactea (Múller, 1774) and Cantareus aspersus (Muller, 1774), and the main geo-
graphical areas where this activity take place are Las Marismas (Sevilla), La Janda (Cádiz)
and El Campo de Gibraltar (Cádiz) counties, for T. pisana, and the county of Sierra
(Cádiz) and its surrounds for O. lactea. In Western Andalucia, T. pisana is collected for
sale more than for autoconsumption, from the end of spring to halffull of summer, and
using intensive techniques that affect negatively non-adult individuals and the environment.
In O. lactea, the gathering occurs the year throughout, autoconsumption acquires greater
relevance than in T. pisana and, although the techniques are rather extensives, neither res-
pect the most sensible phases of the biological cycle of the animals, nor basically are
* Departamento Fisiología y Zoología. Fac. Biología. Universidad de Sevilla (mastusCus.es)
** Departamento de Geografía Física y Análisis Geográfico Regional, Fac. Geografía e Historia. Universidad de
Sevilla (aiporGus.es)
119
Iberus, 22 (1), 2004
adapted from a hygienic point of view. The analysis of all this information pleads for the
necessity to plan measures that in the short and mid term mitigate the deficient present-
situation and its consequences.
PALABRAS CLAVE: Caracoles terrestres, Captura, Conservación, Explotación Sostenible, 7. pisana, O. lactea
y C. aspersus.
KEY WORDS: Terrestrial snails, Gathering, Conservation, Sustainable Exploitation, 7. pisana, O. lactea and
C. aspersus.
INTRODUCCIÓN
En España, como en el resto del
mundo, la mayoría de los caracoles con-
sumidos proceden de capturas en la
naturaleza. Esto los convierte en un
importante recurso natural, económico,
renovable y, generalmente, de tempo-
rada (ROUSSELET, 1978; MIOULANE, 1980;
BONNET, AUPINEL Y VRILLON, 1991;
HALLET Y LAMBINET, 1993; IGLESIAS Y
CASTILLEJO, 1997; ARRÉBOLA Y ÁLVAREZ,
2001a, b; ARRÉBOLA, CÁRCABA, ÁLVAREZ
Y Ruiz, 2004). Con todo, sólo una parte
minoritaria de los caracoles terrestres
conocidos son gastronómicamente apre-
ciados por el hombre. Así, del centenar
de especies citadas en Andalucía (ARRÉ-
BOLA, 1995) únicamente 14 son poten-
cialmente consumidas y sólo 5 se captu-
ran mayoritariamente: Theba pisana
(Muller, 1774) (“caracoles chicos”), Otala
lactea (Muller, 1774) y Otala punctata
(Múller, 1774) (“cabrillas”), Cantareus
aspersus (Muller, 1774) (“burgajos” o
“bollunos”) e Iberus gualtierianus (Linna-
eus, 1758) morfos alonensis y gualtieria-
nus (ARRÉBOLA ET AL., 2004).
La captura de estos caracoles
requiere conocer las áreas geográficas
donde proliferan y las épocas del año
más propicias. La localización concreta
de los mejores sitios de recogida
(“manchas”) depende de una buena
labor previa de exploración, de la expe-
riencia en el reconocimiento de los hábi-
tats adecuados e incluso de la informa-
ción manejada. La exploración previa es
importante puesto que las manchas
cambian de una temporada a otra por
efecto de las propias capturas, degrada-
ción del hábitat, cambios en el uso del
suelo o fenómenos estocásticos. Una vez
16
en el lugar, el método de captura se
adapta a los hábitos y las costumbres de
cada especie.
La época de captura está directa-
mente relacionada con la ubicación geo-
gráfica y la climatología del lugar e
incide en las respuestas biológicas de las
especies. En general para el área de
estudio, el verano origina la estivación
de los caracoles (por altas temperaturas
y baja humedad relativa del ambiente),
mientras que el invierno induce a los
individuos a hibernar (fundamental-
mente por temperaturas bajas). Las esta-
ciones de actividad, por lo tanto, se con-
centran en primavera y otoño y se pro-
longan o acortan en el tiempo en
función de la climatología dominante,
estrechamente relacionada con la ubica-
ción geográfica.
Desafortunadamente, el fuerte creci-
miento experimentado por la demanda
de ciertas especies de caracoles en las
últimas décadas (BONNET ET AL., 1991;
IGLESIAS Y CASTILLEJO, 1997; ARRÉBOLA,
2002), ha propiciado que las capturas se
hayan convertido en irracionales, des-
medidas y carentes de control (PONDER,
1997). Otras muchas actividades
humanas afectan directa o indirecta-
mente a los caracoles como grupo zooló-
gico, incluidas las especies capturadas
para consumo, hasta el punto de com-
prometer su futuro (WELLs, PYLE Y
COLLINS, 1983; SHIKOV, 1984; MYLONAS,
1984; NAVARRO, 1991, PONDER, 1997;
ARRÉBOLA, 2002; ARRÉBOLA Y ÁLVAREZ,
2001b). En nuestro país, la situación es
aun más grave por el vacío legal en que
se encuentra inmerso el sector helicícola
en su globalidad (ARRÉBOLA Y ÁLVAREZ,
ARRÉBOLA £7 AZ.: Captura de caracoles terrestres en Andalucía occidental
2001b). Es evidente que existe una nece-
sidad manifiesta de crear herramientas
para la conservación de los caracoles
terrestres y para la explotación sosteni-
ble de aquellas especies que en particu-
lar lo requieran.
Las tendencias actuales abogan por
una visión multivariable y versátil del
asunto, aún cuando se mantenga vigente
el importante papel jugado por la biolo-
gía básica y la historia natural de dichas
especies (“the biology right”) (MACE Y
REYNOLDS, 2001). En opinión de estos
autores (y la de varios otros contenida en
la misma obra), nada se resuelve en tér-
minos de gestión y explotación sosteni-
ble de las especies si no se consideran
cuidadosamente las motivaciones de las
personas implicadas, el contexto político
y social en el que esto sucede, los intere-
ses locales... y, en general, la sociedad o
comunidad a la que afecta, a la que, por
otra parte, debe hacerse partícipe de las
decisiones adoptadas.
Con estos principios, en Andalucía
(S de España) se trata de desarrollar un
modelo de gestión racional y global
para estos animales, que tienda hacia un
sector helicícola socio-económicamente
estable y reglamentado y cuyo desarro-
llo sostenible se base en medidas que
respeten, preserven y mantengan cos-
tumbres y tradiciones, a la par que
garanticen la conservación de la diversi-
dad malacológica. Estas medidas
adquieren una relevancia especial, si
cabe, cuando se refieren a la captura,
actividad a la que se dedica el presente
artículo.
MATERIAL Y MÉTODOS
El área de estudio ha estado consti-
tuida por las provincias más occidenta-
les de Andalucía: Cádiz, Huelva y
Sevilla (Fig. 1). Se ha adoptado como
unidad de referencia y análisis la
comarca agraria, tal y como se define en
los Mapas de Cultivos y Aprovecha-
mientos de Andalucía y en el Sinamba
(CMA, 1988, 1997, 1999, 2000). Esta deci-
sión se fundamenta en la consideración
de cada comarca agraria como una
agrupación de municipios de caracterís-
ticas físicas y agrarias similares, cuya
división se ajusta bastante bien al medio
físico y natural, a la vez que respeta las
divisorias municipales. Dicha metodolo-
gía ha sido ampliamente utilizada en
numerosos estudios y planificaciones
físicas, agrarias o en general del medio
natural (CMA, 1999, 2000).
El método general aplicado ha con-
llevado la recopilación y revisión crítica
de bibliografía y la realización de entre-
vistas preliminares, a partir de las cuales
se han seleccionado las localidades de
muestreo (Fig. 1). Los puntos de mues-
treo por localidad han sido helicicolecto-
res y aquellos particulares y empresas
relacionados con los caracoles con vistas
al consumo humano. Los muestreos han
consistido en observaciones directas,
consulta de datos locales, encuestas y
entrevistas.
Las encuestas sobre captura, efectua-
das al azar, han sido 1.000 repartidas
por toda la zona de estudio, más 191
específicas de la comarca de La Janda y
200 de Sevilla capital. A las personas
que dijeron capturar caracoles, se les
cuestionó además por las especies invo-
lucradas, el lugar, época y destino de las
capturas, las técnicas empleadas, el
esfuerzo de captura y otros aspectos de
similar interés (N= 308). También se han
efectuado 30 entrevistas a helicicolecto-
res de distintas partes de la zona de
estudio.
El análisis diagnóstico comarcal de
las áreas de captura por especie en la
zona de estudio, ha requerido de una
metodología específica (Fig. 2). En la
hipótesis inicial se ha considerado que
la posibilidad de que se capturen cara-
coles de una especie concreta en un área
determinada, implica que las condicio-
nes naturales de ese área responden a
los requerimientos biológicos de la
especie. La relación se ha considerado
además proporcional; es decir, cuanto
mejor sea un área para una especie,
mayor será la riqueza en el recurso y,
salvo condicionantes de otro tipo,
también las capturas.
Con este fin, y a partir de los Mapas
de la Vegetación de España (RIVAS, 1987)
14:
Iberus, 22 (1), 2004
Aroche O e Aracena
Galaroza O
El Cerro del AS
uzmán Nerva»
0)
Valverde del Carni
La Palma del Condado
0)
Bollullos del Condado O
OLepe O
O Huelva
La Antilla
Ayamonte Y
OHiguera Ke la Sierra
O)
Sevilla OCarmona Ecija
O.
OPilas Santiponce
Los Palacios
Morón de la FronteraO
Constantina
OBurguillos
Marchena
0)
OsunaO
artín de la Jara
os Corrales
Besalup
Barbate
Figura 1. Mapa del área de estudio en el que se señalan las localidades de muestreo.
Figure. 1. Study area map showing the sampled localities
y el Mapa de Sectorialización Ecológica
(MONTES, DÍAZ DEL OLMO, BORJA,
BORJA, PASCUAL, RODRÍGUEZ-ALARCÓN E
HIDALGO, 1998), se ha delimitado
comarcalmente la potencialidad natural
de las especies tratadas. Como indicado-
res se han empleado el potencial de dis-
tribución de las especies en la comarca;
es decir, el área que es capaz de ocupar
en su expansión territorial según su eco-
logía (RAPPORPORT, 1975), y el potencial
de supervivencia de sus poblaciones,
definido como la capacidad de un área
para mantener biotopos que permitan
poblaciones estables y densas de la
especie. El proceso consiste, básica-
mente, en confrontar requerimientos
ecológicos (especies) y características
del medio físico (comarcas), obtenién-
dose las respuestas teóricas que tendría
18
cada especie si en su distribución y den-
sidad de población actuaran exclusiva-
mente factores naturales.
Pero una cuestión es potencialidad y
otra que esas condiciones naturales pro-
picias se reflejen y mantengan en la
actualidad, tras las modificaciones intro-
ducidas por el hombre. Por esta razón, a
las áreas potenciales naturales se les ha
superpuesto el efecto de la antropiza-
ción, estableciéndose una serie de cate-
gorías que indican el grado en que cada
área es actualmente propicia para alber-
gar poblaciones e individuos de las
especies. Como indicadores de antropi-
zación en la zona de estudio se han utili-
zado los usos y coberturas vegetales del
suelo, extraídos de los Mapas de Culti-
vos y Aprovechamientos de Andalucía
(CMA, 1998, 1999) y del Sinamba (CMA,
ARRÉBOLA £7 AL.: Captura de caracoles terrestres en Andalucía occidental
Caracterización
comarcal: Medio físico en
la zona de estudio
Requerimientos ecológicos
de las tres especies
Clasificación de las áreas
según su potencialidad
“natural”
Muestreos
actuales y revisión crítica
de citas bibliográficas
Clasificación en áreas
según el grado en que son
actualmente propicias
Caracterización
comarcal: Usos y aprove-
chamientos
Encuestas a
helicicolectores
Caracterización
comarcal: Población y fac-
tores socioeconómicos
Áreas principales de
captura
Figura 2. Representación esquemática de la metodología empleada para la determinación de las
Areas de captura de caracoles terrestres en Andalucía Occidental.
Figure 2. Methodology schematic representation used for the determination of the terrestrial snail
capture areas in Western Andalusia.
2000). La repercusión de los usos sobre
las especies implicadas se ha analizado
a partir de citas de distribución y hábi-
tats subactuales (datos no publicados) y
actuales (ARRÉBOLA, 1995).
Para la diagnosis definitiva de las
áreas de captura se han introducido
aspectos comarcales de índole social,
económico y demográfico. La informa-
ción ha procedido de encuestas, entre-
vistas y del estudio demográfico y
socioeconómico de los municipios que
constituyen las comarcas (Sinamba:
CMA, 2000). Básicamente, supone
manejar datos sobre natalidad, mortali-
dad, índice de envejecimiento, saldo
migratorio, recursos primarios y trans-
formados, empleo e indicadores econó-
micos, para identificar grupos sociales
(jóvenes, jubilados, parados, agriculto-
res...), situaciones económicas, grados
de industrialización, etc., que los estu-
dios previos demostraron con influencia
en las capturas. Las categorías que clasi-
fican las comarcas según el grado en
que actualmente son propicias para la
captura de las especies analizadas, se
exponen a continuación:
Areas no propicias (ANP)
e Areas de muy baja potencialidad
natural que no responden a los requeri-
mientos ecológicos básicos de la especie,
al existir limitaciones en el medio físico.
e La especie no aparece, o lo hace de
forma escasa O puntual, tanto en regis-
tros actuales como en subactuales. Es
decir, definen zonas donde la frecuencia
actual de poblaciones es nula o muy
baja y la abundancia de individuos que
las componen es pequeña (salvo en
sitios puntuales y dispersos).
e La captura es totalmente irrele-
vante e independiente de factores socio-
económicos y de población.
19
Iberus, 22 (1), 2004
Areas poco propicias (APP)
e Se trata de áreas con potencialidad
natural baja, que no responden bien a
alguno/os de los requerimientos ecoló-
gicos básicos de la especie.
e Las citas bibliográficas indican una
frecuencia baja de aparición de pobla-
ciones aunque la abundancia de indivi-
duos pueda ser puntualmente alta.
e La captura es poco relevante y sólo
localmente significativa, dada su restric-
ción a zonas puntuales y dispersas. Los
factores socioeconómicos y de población
no tienen influencia.
Areas intermedias (Al)
e Se trata de áreas con potencialidad
natural media, que no responden com-
pletamente a los requerimientos ecológi-
cos básicos de la especie o bien, aunque
respondan en cierta medida, los usos
actuales condicionan la distribución de
la especie.
e Las citas bibliográficas y los mues-
treos indican una frecuencia de apari-
ción media de sus poblaciones aunque
la abundancia de individuos pueda ser
alta.
e Captura similar a APP.
Areas potencialmente propicias (AOP)
e Se trata de áreas con potencialidad
natural alta que responden positiva-
mente a la mayoría de los requerimien-
tos ecológicos de la especie.
e Los registros subactuales demues-
tran la presencia de la especie, tanto por
la frecuencia de aparición de poblacio-
nes como por el número de individuos
que las componen.
e Los usos mayoritarios actuales
modifican y condicionan negativamente
la situación anterior.
e Las citas bibliográficas actuales
indican una alta frecuencia de aparición
de poblaciones compuestas por numero-
sos individuos pero restringidas a espa-
cios donde el uso principal del terreno
deja de ser limitante o lo es en menor
medida.
e Podrían pasar a la categoría
siguiente (AP) ante una disminución de
la intensidad del uso.
e La captura tiene lugar y puede
llegar a ser globalmente significativa
cuando se consideran grandes extensio-
20
nes de terreno. Sin embargo, las restric-
ciones existentes aminoran su importan-
cia, con lo que esta actividad pierde rele-
vancia. Aunque la acción de los factores
socioeconómicos y de población es muy
variable, en general no son muy influ-
yentes.
Areas propicias (AP)
e Se trata de áreas con potencialidad
natural alta que responden positiva-
mente a la mayoría de los requerimien-
tos básicos de la especie.
e Las citas bibliográficas (actuales y
subactuales) confirman su presencia y
permiten inferir una importante fre-
cuencia de poblaciones con alta o muy
alta abundancia de individuos.
e En general, los usos no interfieren
o son compatibles con sus necesidades
ecológicas.
e Representan las zonas con mayor
riqueza del recurso.
Areas principales de captura
e Son áreas propicias (AP) en las que
los factores socioeconómicos y de pobla-
ción convierten a los caracoles en impor-
tantes recursos naturales, hecho que
confirman los helicicolectores entrevis-
tados.
e Generalmente, señalan las zonas
más ricas en poblaciones e individuos
de cada especie.
e Representan zonas idóneas para
modelos de gestión y explotación soste-
nible del recurso.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Especies capturadas: Las encuestas
efectuadas a helicicolectores (Fig. 3)
indican que más de la mitad de las cap-
turas que tienen lugar en Andalucía
Occidental, corresponden a T. pisana
(55%), un 35% a O. lactea-O. punctata y
sólo un 10% a C. aspersus (N= 308). Estos
guarismos refieren “actos de captura” y
no cantidades netas recogidas por
especie (e.g., kilos anuales), muy com-
plicadas de valorar en ausencia de regla-
mentación específica, carencia de con-
troles, inexistencia de censos de helicico-
lectores, etc. Sólo a partir de datos de
comercialización y consumo se ha
ARRÉBOLA £7 AZ.: Captura de caracoles terrestres en Andalucía occidental
C. aspersus WO. lactea mM T. pisana
0%
lo
100%
56% 44%
37% E
ÚU
63%
(
O Venta HB Autoconsumo
Figura 3. Porcentajes de captura de Theba pisana (Múller), Otala lactea (Múller) y Cantareus asper-
sus (Múller) y destino de las mismas en Andalucía
Figure 3. Capture percentages of heba pisana (Miller), Otala lactea (Múller) and Cantareus asper-
sus (Miller) and their destiny in Western Andalusia
podido inferir que la captura de T.
pisana en la zona de estudio rondaría las
1.500 Tm anuales (ARRÉBOLA, 2002;
ARRÉBOLA ET AL., 2004). Esta cantidad
superaría ampliamente a las equivalen-
tes para O. lactea (O. punctata es mucho
menos abundante que O. lactea) y, sobre
todo, C. aspersus. Sin duda, estas 3 espe-
cies constituyen el grupo principal de
caracoles capturados en Andalucía Occi-
dental.
Además, se ha constatado que las
formas marmoratus y loxanus de 1. gual-
tierianus se capturan y consumen pun-
tualmente en la provincia de Cádiz (alo-
nensis y gualtierianus, las formas más
apreciadas, viven en la parte este de
Andalucía: ARRÉBOLA, 1995) y que Cer-
nuella virgata (Da Costa, 1778) y Xero-
secta Spp. aparecen eventualmente con-
fundidas en “tapas” y “raciones” de 7.
pisana. Tampoco se ha tenido constancia
de que Pseudotachea litturata (Pfeiffer,
1851), extendida por la mitad sur de la
provincia de Cádiz (ARRÉBOLA, 1995,
2002), se recoja para servir de alimento
(ARRÉBOLA ET AL., 2004). Por último,
Theba andalusica Gittenberger y Ripken,
1987 no se diferencia de T. pisana, Cepaea
nemoralis (Linnaeus, 1758) y Sphinctero-
chila candidissima (Draparnaud, 1801) no
viven en Andalucía Occidental y la pre-
sencia en Cádiz y Málaga de Eobania ver-
miculata (Múller, 1774) es escasa y
reciente (TORRES, 1996).
En contraposición, algunas especies
capturadas y consumidas han quedado
parcialmente enmascaradas en las
encuestas por la tendencia a unificar
bajo los mismos nombres comunes a
especies morfológicamente similares.
Así, O. punctata y O. lactea son comercia-
lizadas en Andalucía como “cabrillas”,
lo mismo que las formas marmoratus y
loxanus de 1. gualtierianus (“cabrillas más
bastas” O “cabrillas de la sierra”).
Aunque C. virgata y las “Xerosectas” se
suelen diferenciar bien de T. pisana,
tampoco son consideradas por sí
mismas, ni detentan nombres comunes
que las identifiquen, sino que también
se las denomina “caracoles chicos”.
Areas de captura: Las tres especies
principales poseen requerimientos eco-
lógicos y distribuciones geográficas rela-
tivamente amplias, siendo capaces de
21
Iberus, 22 (1), 2004
Tabla I. El “esfuerzo de captura” hace referencia a la inversión (económica, de tiempo o de cual-
quier otro tipo) que realiza el helicicolector para recoger determinada cantidad de caracoles.
Aunque son numerosos los factores que intervienen, los más relevantes se sintetizan en la tabla.
Table 1. The “effort of capture” makes reference to the investment (e.g., economic, time, other type) that
carries out the “helicicolector” to collect certain amount of snails. Although the factors involves are
numerous, the most important are synthesized in the table.
FACTORES QUE INCIDEN EN EL ESFUERZO DE CAPTURA
Localización del lugar de captura pe
nero a Invertir...
Características de la zona
Epoca del año
La especie
colonizar diferentes biotopos, resistir
bien las variaciones ambientales, adap-
tarse a la influencia antrópica y, en defi-
nitiva, estar presentes y poder ser reco-
gidas por casi todas las comarcas estu-
diadas.
Las comarcas de la zona de estudio y
las áreas que engloban se han clasifi-
cado en función de sus propiedades
naturales para albergar poblaciones e
individuos de cada especie (potenciali-
dad natural) y de las condiciones que
poseen en la actualidad (grado en que
son propicias) (Fig. 4). La introducción
final del resto de factores condicionantes
de las capturas termina por resaltar las
áreas principales donde tiene lugar esta
actividad: comarcas de Las Marismas,
La Janda y el Campo de Gibraltar para
T. pisana, y Sierra de Cádiz y alrededo-
res para O. lactea (y C. aspersus) (Fig. 5).
Destino de las capturas: Los objeti-
vos principales que mueven a los helici-
colectores a recoger caracoles son, bási-
Determina la distancia a recorrer, el medio de locomoción a emplear, el tiempo a dedicar, el di
Determinan presencia, abundancia y densidad de poblaciones e individuos e influyen en lo
mayor o menor accesibilidad física a los animales, facilidad para localizarlos y recogerlos. ...
Determina el ciclo biológico de las especies (actividad, estructura de la población, mortali-
dad...) y por tanto la abundancia de individuos, clases de edad, proporción de enfermos. ...
La biología de cada especie (ecología, etología...) determina la accesibilidad o facilidad para
recoger los individuos (por ejemplo, según el tipo de comportamiento que despliegan)
camente, la venta y el autoconsumo. La
venta pretende un ingreso económico
que suele ser preciso, mientras que el
autoconsumo puede ser igualmente pro-
movido por una necesidad más o menos
relativa (como fuente de alimento) o,
por el contrario, se lleva a cabo sencilla-
mente por satisfacción personal (degus-
tación, entretenimiento o ambos). Las
tres especies se recogen para autocon-
sumo pero sólo T. pisana y O. lactea se
dirigen también a la venta, con la parti-
cularidad de que T. pisana se destina
más a la venta que al autoconsumo,
todo lo contrario que O. lactea (Fig.3).
No obstante, no se debe obviar la rica
casuística existente en la zona de
estudio, que afecta tanto a la composi-
ción específica de las capturas (especies
capturadas) como al destino de las
mismas. La abundancia concreta de la
especie en un área, las razones particu-
lares que mueven a cada persona a cap-
turar caracoles, la época del año en que
(Página derecha) Figura 4. Mapas de Potencialidad de Distribución y Supervivencia de las pobla-
ciones de Theba pisana (Múller), Otala lactea (Miller) y Cantareus aspersus (Múller) y mapas de
Situación Actual de las comarcas que componen la zona de estudio.
(Right page) Figure 4. Distribution and Survival Potentiality maps of Yheba pisana (Miller), Otala
lactea (Miller) and Cantareus aspersus (Múiller) populations, and Present Situation maps of the coun-
ties that compose the study area.
22
ARRÉBOLA £7 AL.: Captura de caracoles terrestres en Andalucía occidental
Potencialidad de: Supervivencia de Situación actual
Distribución las poblaciones
Area potencialmente propicia
Area no pcropicia
Baja 3
Area poco propicia
Media
Área intermedia
Alta
| a
Muy alta | Area propicia
23
Iberus, 22 (1), 2004
1 Sierra de Huelva
2 Andévalo Occidental
3 Andévalo Oriental
4 Costa
5 Condado Campiña
6 Condado Litoral
7 La Sierra Norte
8 El Aljarafe
9 La Vega
10 La Campiña
11 Las Marismas
12 De Estepa
13 La Sierra Sur
14 Campiña de Cádiz
15 Costa Noroeste
16 Sierra
17 La Janda
18 Campo de Gibraltar
Theba pisana (Múller)
| Áreas de captura
Otala lactea (Múller)
Figura 5. A. Delimitación de las comarcas agrarias del área de estudio. B. Areas principales de
captura para Theba pisana (Miller) y Otala lactea (Múller).
Figure 5. A. Agrarian counties delimitation in the study area. B. Main capture areas for Theba pisana
(Miller) and Otala lactea (Miller).
tiene lugar, etc. son factores que rompen
las tendencias generales.
Cuando el destino es la venta, se
persigue la especie con mejores rendi-
mientos económicos. En principio, la
rentabilidad de una especie depende de
su demanda en el mercado, a su vez
relacionada con la temporada o época
del año y, en consecuencia, con el ciclo
biológico y la etología de las especies
(como se explica más adelante), pero
también del esfuerzo (económico, de
tiempo o de otro tipo) que requiera su
captura. Por este motivo, la venta pre-
tende capturas intensivas que implican
cierta inversión y riesgo en el esfuerzo
de recogida (Tabla D), a cambio de
obtener grandes rendimientos en canti-
24
dad y calidad del producto. Esto sólo es
viable si se seleccionan áreas ricas en el
recurso (Figs. 4, 5), puntos de recogida
interesantes, épocas del año adecuadas
(Fig. 7) y se dispone de conocimientos
básicos sobre la biología de la especie.
Salvo excepciones, no registradas en
las encuestas, el autoconsumo motivado
por “necesidades” alimentarias no debe
ser comprendido de forma literal en
Andalucía, sino más bien como una
situación en la que los caracoles
cumplen un papel alternativo o comple-
mentario, al ser una fuente de alimento
barata y asequible para las personas que
los capturan. En general, implica mini-
mizar el esfuerzo de captura, particular-
mente en cuanto a la proximidad (Fig. 6)
ARRÉBOLA £7 AZ.: Captura de caracoles terrestres en Andalucía occidental
O C. aspersus
E 7 písana
O 0. lactea
Autoconsumo
Venta
Figura 6. Distancias máximas y mínimas recorridas por los helicicolectores entrevistados según la
especie capturada y su destino (N= 30).
Figure 6. Maximum and minimum distances traveled through by the interviewed “helicicolectores”
according to the captured species and its destiny (N= 30)
y facilidad para hacerse con los caraco-
les, lo que a su vez determina la compo-
sición específica de la recogida (Tabla
ID. El autoconsumo pretende capturas
de carácter más bien extensivo, que
evitan grandes esfuerzos de captura y
cuyo objetivo prioritario es obtener el
producto de forma sencilla, rápida y
barata. Estas capturas no están tan mar-
cadas por las temporadas de consumo
como las anteriores (Tabla II), aunque no
son totalmente independientes de los
ciclos biológicos. Por último, el autocon-
sumo por satisfacción o placer es muy
frecuente en Andalucía Occidental, pero
imposible de concretar en los términos
de este estudio.
Epocas de captura: La Figura 7
muestra los meses en que T. pisana y O.
lactea son capturadas en Andalucía Occi-
dental, según la información obtenida
de entrevistas y encuestas a helicicolec-
tores. Las capturas de O. lactea se repar-
ten bastante uniformemente en el año,
mientras que el 100% de las de T. pisana
tienen lugar en primavera y verano
(abril-septiembre), siendo mayo y junio
los meses de mayor actividad. En conso-
nancia con su índice de captura neta-
mente inferior (Fig. 3), la información
para C. aspersus ha sido escasa e insufi-
ciente para delimitar épocas, aunque se
asemejaría a O. lactea.
Durante el final de la primavera y
principios de verano, los individuos de
T. pisana, nacidos unos meses atrás, ya
han adquirido el tamaño adulto en la
zona de estudio (datos no publicados).
Su rápida proliferación y amplia ecolo-
gía permiten hallarlos “casi en cualquier
parte” mientras tiene lugar la estivación.
Es decir, las capturas de T. pisana
suceden en los meses en los que sus
poblaciones están compuestas por indi-
viduos adultos o subadultos que res-
ponden a las exigencias comerciales
(datos no publicados), que se muestran
visibles, accesibles e inactivos, lo que
posibilita rápidas y copiosas capturas y
menores esfuerzos de captura, y además
se han “autopurgado” antes de estivar.
Con la excepción de algunas semanas en
la estación invernal, T. pisana se encuen-
tra activa el resto del año en Andalucía
Occidental, con lo que los individuos no
se han “autopurgado” ni se han encara-
mado a las plantas y la recogida se torna
compleja e inapropiada, por lo que no se
suele capturar. La biología de T. pisana
es la que ha condicionado las capturas
de esta especie, impidiendo la consoli-
dación de una gran tradición de reco-
gida (y consumo) fuera de temporada.
Sin embargo, el aumento de la
demanda, la búsqueda de nuevos ingre-
sos y otras cuestiones de mercado,
23
Iberus, 22 (1), 2004
Noviembre
Octubre
Septiembre
Julio
O. lactea
ES Tpisana
Figura 7. Epocas anuales de captura de Theba pisana (Múller) y Otala lactea (Miller) en Andalucía
Occidental: porcentaje mensual de captura, según el número de veces en que cada especie y mes
fueron citados por los entrevistados (N=308).
Figure 7. Periods of annual capture for Theba pisana (Miller) and Otala lactea (Miller) in Western
Andalusia: monthly percentage of capture, according to the number of times in which each species and
month were mentioned by the interviewed people (N= 308).
tienden a dilatar dicha temporada, inci-
diendo negativamente en la potenciali-
dad y la capacidad de recuperación de
las poblaciones de un año a otro. Así, no
es difícil constatar la captura de caraco-
les jóvenes en los inicios de primavera
(e.g. marzo) y de adultos reproductores,
incluso portando huevos, en otoño, afec-
tando la potencialidad y la capacidad de
recuperación de las poblaciones de un
año para otro. Pero lo más injustificado
es que, además, los juveniles e inmadu-
ros presentan conchas frágiles, quebra-
dizas y de tamaños reducidos, que tanto
los jóvenes como los adultos suelen con-
tener restos vegetales frescos frecuente-
mente amargos a principio de la tempo-
rada y que, por último, los adultos al
final del verano se caracterizan por un
alto porcentaje de individuos muertos y
enfermos, por ejemplo con parasitosis.
A diferencia de T. pisana, los datos
obtenidos no caracterizan un período de
captura específico para O. lactea, sino
registros mensuales bastante uniformes
26
sólo modificados ligeramente por los
máximos de noviembre-diciembre y los
mínimos de julio-septiembre (Fig. 7). Se
trata de una época de captura “anual”
que se activa en septiembre-octubre,
aumenta en noviembre y diciembre y
luego se reduce y mantiene estable hasta
que vuelve a descender en julio-agosto
(con la estivación). Esta dinámica no res-
ponde plenamente a lo que se podría
intuir si interviniera exclusivamente el
ciclo de actividad de la especie, cuyas
etapas no se reflejan en la Figura 7.
Desde este punto de vista, las capturas
deberían aumentar apreciablemente en
las épocas de mayor actividad (en
general, primavera y otoño) y disminuir
en las de inactividad o menor actividad
(en general verano e invierno). Hay que
tener en cuenta que en la captura de O.
lactea es importante que los individuos
se encuentren activos para que sean más
accesibles y localizables (ver a continua-
ción) pues no ascienden ni se adhieren a
vegetales u otras superficies para estivar
ARRÉBOLA £7 AZ.: Captura de caracoles terrestres en Andalucía occidental
Tabla IL. Influencia cualitativa de la época del año y de la ubicación geográfica del helicicolector,
en la composición específica de las capturas según su destino (I: Independiente, B: baja, M: Media,
A: Alta, MA: Muy Alta).
Table 11. Qualitative influence of the time of the year and the geographic location of the “helicicolector”,
in the captures specific composition according to its destiny (I: Independent, B: low, M: Medium, A:
high, MA: Very high).
Epoca del año
Venta Autoconsumo
0. lactea A M
(. aspersus A M
T. pisana MA M
Ubicación geográfico
Venta Autoconsumo Ocio
M MA |
M MA |
M MA |
en la misma proporción que lo hace T.
pisana, sino que se esconden en busca de
protección. En realidad, la época de
captura de O. lactea está fuertemente
influida por la de T. pisana que, desde
abril/mayo a agosto/septiembre, se
convierte en la especie prioritaria para
los helicicolectores. Fuera de tempo-
rada, T. pisana no se captura, apenas se
consume y tanto las importaciones
como las ventas decrecen considerable-
mente (datos no publicados), adqui-
riendo preponderancia O. lactea.
Técnicas de captura: La captura de
T. pisana se efectúa a primeras horas de
la mañana para evitar el calor, posibili-
tar una comercialización rápida en el día
y disponer de la visibilidad que falta
durante la noche. El método más
simple, habitual en capturas extensivas,
consiste en la visualización directa de
los animales y su recogida manual, uno
a uno, tras despegarlos de las superfi-
cies a las que se adhieren. En recogidas
intensivas, las mejoras técnicas tienden
a facilitar la aprehensión, el acopio y la
clasificación de los caracoles. Así, es
común agitar las plantas para provocar
la caída de los animales y desplegar una
tela (o similar) en el suelo, sobre la que
se procura que caigan directamente los
animales desprendidos que luego son
seleccionados por tamaño con la ayuda
de cedazos. Cuando la fijación de los
caracoles a las plantas es consistente, lo
que ocurre a medida que avanza la tem-
porada, algunos helicicolectores cortan
la planta y la remojan con agua durante
una media hora, consiguiendo que
pierdan adherencia. Otra posibilidad
consiste en “agachar” la planta contra el
terreno o cortarla directamente, con lo
que los caracoles terminan por despren-
derse más cómodamente.
Las técnicas de captura de O. lactea y
C. aspersus coinciden entre sí a la vez
que se diferencian de lo explicado para
T. pisana. Se basan en la localización
visual de los animales y su recogida
manual, hecho que es mucho más facti-
ble en épocas de actividad, durante las
horas en que generalmente se dan los
picos máximos de actividad simultánea
de individuos (principio y final de la
noche). Tanto la búsqueda como la reco-
gida de animales activos se lleva a cabo
con el simple uso de linternas y reci-
pientes apropiados para portarlos
(bolsas de plástico, cenachos, etc.). Sólo
cuando la recogida es a partir de anima-
les inactivos se emplea además algún
tipo de herramienta que permita
acceder a grietas, recovecos, hendidu-
ras... Es decir, la cantidad y calidad de
las capturas dependen de una elección
adecuada del lugar (“mancha”) y de la
destreza o habilidad individual para la
recogida, pero no de emplear una
técnica concreta como en el caso de T.
pisana. A pesar de poseer tamaños supe-
riores, la recogida de O. lactea y/o C.
aspersus es más complicada que la de T.
pisana, por las menores densidades de
individuos, la reducción de visibilidad
27
Iberus, 22 (1), 2004
Tabla TIT. Factores que influyen en las épocas de captura de Theba pisana (Miller), Otala lactea
(Miller) y Cantareus aspersus (Múller) en Andalucía Occidental, clasificados en función de la causa
principal que los originan.
Table II. Factors with influence in the Theba pisana (Miller), Otala lactea (Miller) and Cantareus
aspersus (Múiller) capture periods in Western Andalusia, according to the main cause that originate
them.
Factor Aspecto afectado
Localización geográfica Ciclo biológico
Variaciones ambientales interanuales Ciclo biológico
Preferencias temporales
Consumidores :
de consumo por especie
Demanda y precio de
Mercado y?
cada producto (especie)
Consecuencias
Adelanto o retraso de la época de captura según el área
Adelanto o retraso de la época de captura de unos años a otros
Localización temporal y duración de la época
de captura por especie
Grado de intensidad y traslados temporales
de la captura por especie
durante la noche, el tener que buscarlos
en refugios cuando están inactivos o la
escasez de técnicas que faciliten las cap-
turas.
CONCLUSIONES
T. pisana, O. lactea y C. aspersus son,
con diferencia, las especies de caracoles
terrestres más intensamente capturadas
y consumidas en Andalucía Occidental.
Aunque de momento no es posible dis-
poner de datos concretos sobre volúme-
nes de captura por especie, las estimacio-
nes indirectas (ARRÉBOLA ET AL., 2004) y
la opinión generalizada de los helicico-
lectores más experimentados, respecto al
descenso progresivo de la reserva
natural en las últimas décadas, abogan
por la necesidad perentoria de planificar
medidas que mitiguen esta tendencia y
sus consecuencias a corto y medio plazo.
La clasificación de las áreas de
captura de caracoles en Andalucía Occi-
dental permite identificar las zonas con
mejores condiciones naturales para cada
especie, destacando aquellas que actual-
mente poseen una mayor riqueza en el
recurso y que, en general, son también
las que mayores presiones de captura
soportan por ese motivo. Por lo tanto, se
28
configuran como punto de partida
donde implementar actuaciones apro-
piadas en pos de una explotación soste-
nible de T. pisana, O. lactea y C. aspersus.
La época mayoritaria de captura
para T. pisana (Fig. 7), además de repre-
sentar el momento del año con menor
esfuerzo de captura y el más conve-
niente por motivos higiénico-sanitarios
y comerciales, seguramente y dentro de
unos límites, también es el “menos
negativo” para la conservación del
recurso, siempre que se restrinja a los
meses de inactividad por estivación y se
cumplan ciertas normas de respeto del
entorno, relacionadas con la técnica y la
selectividad de las recogidas.
Aunque las razones que definen ini-
cialmente las épocas de captura de T.
pisana en la zona de estudio son de tipo
biológico, en la actualidad inciden otros
factores (Tabla III) que tienden a dilatarla
en el tiempo. Así, no sólo se empobrece
la riqueza natural, agravada por la ine-
xistencia de regulación y control, sino
que además se perjudica el mercado con
un producto de escasa calidad. Es impor-
tante resaltar que históricamente la “no
captura” de esta especie fuera de su tem-
porada, ha mitigado el impacto causado
por la inexistencia de medidas de
gestión y control del recurso.
ARRÉBOLA £7 42.: Captura de caracoles terrestres en Andalucía occidental
Las técnicas de capturas extensivas
de T. pisana representan el procedi-
miento menos perjudicial para la pobla-
ción, ya que permiten escoger los indivi-
duos interesantes sin perturbar al resto,
sobre todo a los de menores dimensio-
nes que son generalmente jóvenes e
inmaduros. Sin embargo, son global-
mente importantes y poseen un carácter
oportunista o de recogida “accidental”
(MACE Y REYNOLDS, 2001); es decir, se
mantienen vigentes incluso cuando las
poblaciones ya están muy disminuidas.
Las técnicas intensivas afectan a todos
los individuos adheridos a plantas u
otras superficies, incluidos los que ni
siquiera serán recogidos por su pequeño
tamaño y que, tras su clasificación, se
abandonan y mueren en su mayoría.
Para O. lactea la técnica es menos
dañina que las variantes explicadas para
T. pisana, dado que permite seleccionar
los individuos y evita dañar aquellos
carentes de interés comercial. Sin
embargo, implica que no se respeten los
períodos más sensibles de su ciclo de
vida, que en muchas ocasiones sean de
tipo oportunista o que no se tengan en
consideración los condicionantes higié-
nico-sanitarios. Al recogerse preferente-
mente en actividad y durante todo el
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(1): 31-42.
año (incluida la fase reproductora),
además de que los individuos no se han
“autopurgado”, se afecta al potencial
reproductor de las poblaciones compro-
metiendo su supervivencia. En estos tér-
minos, su consumo podría llegar a ser
potencialmente peligroso y su aprove-
chamiento poco racional.
Tanto las capturas para la venta
(intensivas) como para autoconsumo
(extensivas), deberían de ser contempla-
das para las tres especies en futuras
medidas de conservación y explotación
sostenible. Sería recomendable elaborar
un censo de los helicicolectores más habi-
tuales y establecer el control cuantitativo
y cualitativo de sus capturas. Otras impli-
caciones relacionadas con la conservación
y uso sostenible de los caracoles, que
pueden influir en las capturas, son
expuestas por ARRÉBOLA ET AL. (2004).
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Caracterización del sector helicícola andaluz: el consumo de
caracoles terrestres en Andalucía occidental
Characterization of Andalusian helicicola sector: terrestrial snails con-
sumption in Western Andalusia
José R. ARRÉBOLA*, Ángel CÁRCABA*, Ramón M. ÁLVAREZ** y
Antonio RUIZ*
Recibido el 9-1X-2002. Aceptado el 23-1V-2003
RESUMEN
La gestión racional y global del recurso natural “caracoles terrestres”, en términos de con-
servación y explotación sostenible, requiere caracterizar el entorno ambiental, social, eco-
nómico y cultural del sector “helicícola” que sustenta. En el presente trabajo se estudian
tales aspectos en relación con el consumo de caracoles en Andalucía Occidental. El análi-
sis de los datos recabados demuestra que las especies más consumidas son, por este
orden, Theba pisana (Múller, 1774) y Otala lactea (Múller, 1774). La acusada preferen-
cia actual por dichas especies posee un origen ancestral basado en consideraciones
ambientales y biológicas que, al mantenerse hasta hoy en día, han generado multitud de
hábitos y tradiciones. Asociados a momentos de ocio, la mitad de los andaluces occiden-
tales consumen caracoles, considerando de mejor calidad al caracol autóctono que al
importado. La época de consumo de T. pisana se concentra a finales de primavera y prin-
cipios de verano, mientras que para O. lactea discurre durante todo el año. El consumo
anual en la zona de estudio se ha estimado en 2.500 Tm para 7. pisana y 700 Tm para
O. lactea, lo que significa alrededor de 1 kg de caracoles por persona y año. La caracte-
rización del consumo caracoles terrestres en Andalucía Occidental permite resaltar una
serie de implicaciones que deberán ser consideradas en futuros planes de conservación y
uso sostenible.
ABSTRACT
The global and rational management of the natural resource “terrestrial snails”, in terms of
conservation and sustainable exploitation, requires to characterize naturally, socially, eco-
nomically and culturally the sector “helicicola” that supports. At present work, all such
aspects in relation with consumption and consumers of snails as food, are studied in Wes-
tern Andalucia (SW. of Spain). The analysis of the successfully obtained data demonstrates
that the most consumed species are, by this order, Theba pisana (Múller, 1774) and Otala
lactea (Múller, 1774). The huge present preferences by these species have an ancestral
origin based on environmental and biological considerations that, when staying nowa-
days, have generated multitude of habits and traditions. Associated to moments of leisure,
half of the western andalusians consume snails, considering the autoctonous product of a
better quality than the imported one. The time of consumption of T. pisana concentrates at
the end of spring and beginning of summer, whereas for O.lactea runs all the year. The
annual consumption in the studied area has been considered in 2.500 Tm for T. pisana
* Departamento Fisiología y Zoología. Fac. Biología. Universidad de Sevilla (mastusCus.es)
** Instituto Aragonés de Antropología, Zaragoza
5
Iberus, 22 (1), 2004
and 700 Tm for O. lactea, which means around 1 kg of snails by person and year.
Finally, the characterization of the terrestrial snails consumption in Western Andalusia
allows to emphasize some implications that would have to be considered in future plans of
conservation and sustainable use.
PALABRAS CLAVE: Caracoles terrestres, Sector helicícola, Consumo, Consumidores, Conservación,
Explotación sostenible.
KEY WORDS: Terrestrial snails, Helicicola sector, Consumption, Consumers, Conservation, Sustainable
exploitation.
INTRODUCCIÓN
Los moluscos gasterópodos terres-
tres testáceos, popularmente conocidos
como “caracoles terrestres”, pueden ser
contemplados al menos desde dos pers-
pectivas: como animales de la fauna sil-
vestre y como “producto” explotado con
fines alimenticios. En el primer caso,
destacan por portar una rica informa-
ción genética, estar dotados de una gran
variabilidad biológica y desempeñar
funciones básicas para el equilibrio del
medio natural (NAVARRO, 1991; ARRÉ-
BOLA Y ÁLVAREZ, 2001). Como alimento
poseen amplias repercusiones sociales,
económicas, culturales o gastronómicas,
siendo de los escasos grupos zoológicos
silvestres que aún se capturan con este
fin.
Los caracoles terrestres comenzaron
a consumirse en la prehistoria, época a
la que pertenecen los hallazgos de
conchas amontonadas en cavernas, ves-
tigios de grandes banquetes de poblado-
res primitivos. En las épocas griega y
romana fueron consumidos con gran
avidez, dado el aprecio tan notorio que
adquirieron. Por el contrario, durante la
Edad Media, apenas eran recogidos
como auxilio para sobrevivir a la
escasez de alimentos que provocaban
los frecuentes conflictos bélicos (MI0U-
LANE, 1980; VILADEVALL, 1983, MAI
NARDI, 1985; GALLO, 1990). Esta última
situación no varía sustancialmente hasta
finales del siglo XIX, momento en el que
se impone un período de fuerte avance
socioeconómico y cultural que también
conlleva la revalorización de sus cuali-
dades gastronómicas. La diversificación
32
subsiguiente de presentaciones culina-
rias y la creación de nuevas recetas,
acaban por convertirlos en un alimento
solicitado tanto en los menús de sofisti-
cados restaurantes europeos, como entre
muchas familias de todo el mundo para
las que representa una fuente económica
y/o de proteínas insustituible.
El carácter ancestral de la explota-
ción de los caracoles ha propiciado la
aparición de hábitos y tradiciones. En
España, concretamente, los caracoles
poseen un arraigo notable en su cultura,
que destaca especialmente en algunas
Comunidades Autónomas, pero que se
reparte de manera general por todo su
territorio. Entre otras consideraciones, la
costumbre y la tradición en nuestro país
conllevan la captura de estos animales
del medio natural como fuente de ali-
mento y/o de ingreso económico, con-
tribuyendo así a la subsistencia de las
numerosas familias implicadas (ARRÉ-
BOLA, PORRAS, CÁRCABA Y RUIZ, 2004).
Otras actividades helicícolas, en este
caso contemporáneas, como la cría en
cautividad o helicicultura, la importa-
ción, la transformación, el transporte, la
distribución y la venta de los caracoles,
configuran un complejo entramado en el
que nuevas personas se han involu-
crado. La explotación de los caracoles
terrestres conforma un sector, al que
denominamos “sector helicícola”, con
fines alimentarios, de indudable impor-
tancia científica, económica y sociocul-
tural e implicaciones ecológicas y sanita-
rias de primer orden (ARRÉBOLA Y
ÁLVAREZ, 2001).
ARRÉBOLA £7 AL.: Consumo de caracoles terrestres en Andalucía occidental
l Sierra de Huelva
2 Andévalo Occidental
3 Andévalo Oriental
4 Costa
5 Condado Campiña
6 Condado Litoral
7 La Sierra Norte
8 El Aljarafe
9 La Vega
10 La Campiña
11 Las Marismas
12 De Estepa
13 La Sierra Sur
14 Campiña de Cádiz
15 Costa Noroeste
16 Sierra
17 La Janda
18 Campo de Gibraltar
Figura 1. Situación geográfica y mapa comarcal del área de estudio.
Figure 1. Geographic situation and county map of the study area
Siguiendo las tendencias actuales de
conservación de especies explotadas
(MACE Y REYNOLDS, 2001; ARRÉBOLA ET
AL., 2004), se analizan el consumo y los
consumidores de caracoles terrestres en
la parte occidental de Andalucía, así
como aspectos biológicos, socioeconó-
micos, culturales y ambientales involu-
crados. En la actualidad está en curso
un estudio similar para el resto de las
provincias andaluzas.
MATERIAL Y MÉTODOS
En la Figura 1 se representa el área
de estudio y las comarcas agrarias que
la componen, y en la Figura 2 las locali-
dades donde se efectuaron los mues-
treos. La metodología general aplicada
es común a la expuesta por ARRÉBOLA
ET AL. (2004). Las encuestas sobre
consumo, efectuadas al azar, han sido
1.000 repartidas por toda la zona de
estudio, más 191 específicas de la
comarca de La Janda y 200 de Sevilla
capital. A algunas de las personas que
dijeron consumir caracoles, se les cues-
tionó además por sus preferencias, fre-
cuencia, cantidades, época, lugar, etc. de
consumo (N= 300).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Los resultados de las encuestas
señalan que el 39% de los habitantes de
la provincia de Huelva, el 51% de los
sevillanos y el 57% de los gaditanos con-
sumen caracoles en algún momento del
año; lo que implica a casi la mitad de los
andaluces occidentales (49%) (Fig. 3). En
la Comarca de la Janda (Cádiz), una de
las áreas de captura más propicias de
Andalucía Occidental (ARRÉBOLA ET AL.,
2004) y en Sevilla capital, donde existe
un importante comercio de este pro-
ducto, el 89% y el 67% de los encuesta-
33
Iberus, 22 (1), 2004
Aroche O e Aracena
Galaroza O
El Cerro del EANÉVSlO
La Palma del Condado
O)
Bollullos del Condado o
OLepe O
O
Huelva
La Antilla
Ayamonte Y
OHiguera Ke la Sierra
Castilblanco de los Arroyos
Sevilla O Carmona Écija
o.
OPilas Santiponce
Los Palacios,
Morón de la FronteraO
Constantina
10)
OBurguillos
Marchena
(0)
OsunaO
o SAlca Y delos Gazules
Medina Sidonia
Benalup
Barbate
a
Figura 2. Localidades de muestreo en las tres provincias que componen el área de estudio.
Figure 2. Sampled localities in the three provinces of the study area.
dos, respectivamente, consumía caraco-
les.
Del 49% de consumidores estimado
para Andalucía Occidental, el 79%
consume “caracoles chicos” de la
especie Theba pisana (Múller, 1774), el
63% “cabrillas”, sobre todo Otala lactea
(Múller, 1774) aunque también O. punc-
tata (Múller, 1774), y sólo el 10% Canta-
reus aspersus (Múller, 1774) (“burgajos”).
Estos guarismos engloban a muchas
personas que gustaban de 2 especies y
algunas incluso de las 3, de lo que se
infiere que, como mucho, solo el 21% de
esos consumidores prefieren “cabrillas”
y rechazan “caracoles chicos” (Tabla D.
Identificadas las tres especies mayo-
ritarias y casi exclusivamente consumi-
das por los andaluces occidentales, cabe
preguntarse por el hecho de que hayan
sido ésas, y no otras, las seleccionadas.
El consumo actual de caracoles está
fuertemente condicionado por el
mercado, y éste a su vez por la importa-
34
ción de individuos de las tres especies
principales (IGLESIAS Y CASTILLEJO, 1997;
ARRÉBOLA, 2002). Se podría pensar que
la mayor disponibilidad y accesibilidad
de dichas especies en el mercado estaría
modelando los gustos generales de los
consumidores hacia ellas, potenciando
en consecuencia sus consumos como
respuesta a la mayor oferta. Sin
embargo, aún siendo esto cierto, las
importaciones masivas son relativa-
mente recientes, aproximadamente unos
20 años (ARRÉBOLA, 2002), mientras que
como se explicará a continuación las
preferencias de los andaluces son ante-
riores. Por lo tanto, la importación y el
propio mercado son más una conse-
cuencia que un desencadenante, con lo
que la génesis de la selección habría que
buscarla en otro tipo de consideraciones.
Los escasos estudios arqueológicos
existentes en Andalucía sobre la
materia, evidencian un consumo ances-
tral (siglos X-V a.C.) de T. pisana, Cernue-
ARRÉBOLA ET AL.: Consumo de caracoles terrestres en Andalucía occidental
Andalucía occidental
Sevilla (capital)
La Janda |
Huelva |
0 20
60 80 100
% consumos de caracoles terrestres
Figura 3. Porcentajes estimados sobre consumo de caracoles en Andalucía Occidental, provincias
de Cádiz, Huelva y Sevilla (N= 1000), así como para Sevilla ciudad (N= 200) y la Mancomunidad
de La Janda (N= 191).
Figure 3. Snails consumption percentages estimated in West Andalusia, the provinces of Cadiz, Huelva
and Sevilla (N= 1000), as same as the city of Sevilla (N= 200) and the Council of La Janda (N=191).
lla virgata (Da Costa, 1778), Xerosecta
sps., C. aspersus y O. lactea en Sevilla,
Cádiz y Norte de Africa (MORALES Y
ROSELLÓ, 1994; AMADOR, BUENO, RUIZ Y
PRADA, 1996; datos no publicados).
Estos trabajos indican que T. pisana ya
era la especie más consumida entonces,
pero no las causas que originaron una
supremacía tan marcada.
A excepción de las épocas griega y
romana (ver introducción), el papel
jugado por estos moluscos ha sido el de
auxilio ante la escasez de alimentos
(MIOULANE, 1980; VILADEVALL, 1983,
MAINARDI, 1985). Si se considera que,
dada la “carestía de alimento”, original-
mente no se aplicaría una selectividad
muy estricta en la recogida, el motivo
que convertiría a T. pisana en prioritaria
frente a especies de mayor tamaño y
“carne” (O. lactea y C. aspersus) o morfo-
lógicamente similares (C. virgata y Xero-
secta sps.) sería su mayor disponibilidad
y facilidad para la captura.
La mayor disponibilidad natural en
esta especie se basa en aspectos biológi-
cos, como su amplia valencia ecológica
o su régimen alimentario prácticamente
omnívoro. Así, fue capaz de adaptarse
mejor al medio y a los cambios que
fueron produciéndose, ampliar su distri-
bución, alcanzar densidades altas y
desarrollarse posteriormente en ambien-
tes antropizados o propiamente antrópi-
cos. Adicionalmente, sus particularida-
des fisiológicas y, sobre todo, etológicas
durante las fases de actividad e inactivi-
dad, contribuyeron a simplificar su
captura en épocas de inactividad (ARRÉ-
BOLA ET AL., 2004).
Las causas argumentadas segura-
mente no han variado mucho en los
últimos tres milenios e incluso el avance
socioeconómico y cultural experimen-
tado durante el siglo XX, que por
ejemplo ha influido en el carácter selec-
tivo del consumidor, habría acabado por
consolidarla sobre la base de nuevos
atributos, como el sabor de la carne o los
vinculados a aspectos higiénico-sanita-
rios. Estos factores, en cierto modo
también aplicables a O. lactea, se habrían
convertido en los generadores de una
propensión en el consumidor andaluz
hacia caracoles de dimensiones y formas
comprendidas en el rango de T. pisana y
O. lactea, o sea, de tamaño pequeño o
medio y más anchos que altos.
Los datos recabados en las encuestas
confirman lo anterior, puesto que el 90%
de los consumidores resaltan el tamaño
como principal factor de valoración y
desigualdad entre especies. Los argu-
mentos aducidos aluden a la sensación
39
Iberus, 22 (1), 2004
Tabla I. Perfil de los consumidores de caracoles en Andalucía Occidental: preferencia en función
de la especie (tamaño), frecuencia de consumo y tipo de acto de consumo según donde tiene lugar.
Todos los datos se refieren a la zona de estudio al completo (N= 1.000), excepto cuando se especi-
fica Sevilla capital (N=200) y La Janda (N= 191).
Table 1. Snails consumers profile in West Andalusia: preferences based on the species (size), consumption
frecuency and kind of consumption act according to the place where it happens. All the data are referred
to the whole studied area (N=1.000) except those specifics of the city of Sevilla (N= 200) and La Janda
(N=191).
Preferencias T. pisana
19%
Frecuencia Habitual
39%
Acto de consumo Extradoméstico
Andalucía occ. 15%
Sevilla capital 92%
Lo Janda 45%
0. lactea €. aspersus
63% 10%
De vez en cuando Raras veces
49% 12%
Doméstico Ambos
64% 34%
65% 49%
82% 21%
de cierta repugnancia que producen los
caracoles grandes y a la asociación entre
tamaño pequeño y mejor gusto de la
carne. Curiosamente, una vez eliminado
este sentimiento de repulsa, o sea consi-
derando tamaños pequeños o interme-
dios, se prefiere ejemplares grandes (por
ejemplo, en T. pisana).
En este contexto, la “oferta natural”
de caracoles de nuestra región tiene
pocas posibilidades de contribuir a
modificar hábitos tan generales y pro-
fundos en los consumidores andaluces
occidentales, condicionados, además,
por la fuerte influencia de las importa-
ciones. Del centenar de especies que
constituyen la malacofauna terrestre
andaluza (ARRÉBOLA, 1995, 2002), el 60%
poseen diámetros inferiores a 12 mm
(valor mínimo del diámetro de la
concha de T. pisana), siendo la mitad
animales minúsculos, por debajo de los
5 mm de diámetro. El 45% de ese cente-
nar de especies poseen conchas aplasta-
das o mucho más altas que anchas; es
decir, formas gastronómicamente poco o
nada valoradas en España. Conside-
rando ambas cuestiones simultánea-
mente, el porcentaje se eleva aproxima-
damente al 78%. Si además se descartan
las especies que presentan distribucio-
nes y abundancias muy restringidas, se
36
llega a que sólo 11 especies de la mala-
cofauna terrestre andaluza tendrían
opciones de ser consumidas, aparte de
las tres mayoritarias: O. punctata, Theba
andalusica Gittenberger y Ripken, 1987,
las formas de Iberus gualtierianus (Linna-
eus, 1758), Eobania vermiculata (Muller,
1774), Cepaea nemoralis (Linnaeus, 1758),
Sphincterochila candidissima (Drapar-
naud, 1801), Pseudotachea litturata (Pfeif-
fer, 1851), C. virgata, Xerosecta promissa
(Westerlund, 1893), X. reboudiana (Bour-
guignat, 1863) y X. cespitum (Drapar-
naud, 1801).
De todas ellas, la presencia de E. ver-
miculata en Andalucía es reciente y
debida seguramente a introducciones
(TORRES, 1996) y C. nemoralis, S. candidis-
sima y los Iberus (exceptuando marmora-
tus que se halla en la zona montañosa
del este de Cádiz) no viven en Andalu-
cía Occidental. A excepción quizás de
Ps. lifturata, que no ha sido mencionada
en las encuestas, las restantes especies se
consumen por confusión con las espe-
cies mayoritarias (C. virgata y las Xero-
sectas aparecen ocasionalmente entre
caracoles T. pisana), o bien quedan rele-
gadas a las áreas donde viven (T. andalu-
sica y marmoratus). Por último, aunque
en mucha menor medida que O. lactea,
O. punctata se consume sin diferenciarse
ARRÉBOLA ET A1.: Consumo de caracoles terrestres en Andalucía occidental
Enero
Diciembre 4009
Noviembre
Octubre
Septiembre
Julio
Febrero
EN O, lactea
E T pisana
Figura 4. Epoca anual de consumo de Theba pisana (Múller) y Otala lactea (Múller) en Andalucía
Occidental, basada en los porcentajes mensuales de consumo registrados en las encuestas (N= 300).
Figure 4. Annual period of consumption in Theba pisana (Múller) and Otala lactea (Múller) in West
Andalusia, according to the monthly percentages of consumption registered in the surveys.
comercialmente de la anterior (“cabri-
llas”) (ARRÉBOLA ET AL., 2004).
Otro aspecto a considerar en el
consumo de caracoles en la zona de
estudio es la frecuencia con la que éste
tiene lugar. Según las encuestas, el 39%
de las personas que consumen caracoles
lo hace de forma habitual (2-3 veces a la
semana), el 49% de vez en cuando (una
vez cada 10 días) y el 12% raras veces (1
vez al mes) (Tabla 1). Es preciso aclarar
que los entrevistados generalmente rela-
cionaban su respuesta con las épocas de
consumo y que, dadas las preferencias
generales por T. pisana, los porcentajes
expuestos se refieren casi de forma
exclusiva a la temporada de esta especie
(Fig. 4).
El acto de consumo es fundamental-
mente de tipo extradoméstico (75%),
aunque también son muchas las perso-
nas que los degustan en sus casas (64%),
tras haberlos adquirido vivos o prepara-
dos, O las que optan por ambas posibili-
dades (34%). En cualquier caso éste es
un dato condicionado por diversos fac-
tores, como por ejemplo la abundancia
natural de caracoles en la localidad /co-
marca considerada (en Sevilla capital, el
consumo extradoméstico es del 92%,
mientras que en La Janda es el domés-
tico el que predomina con un 82%) (Ta-
bla D.
El día de la semana más proclive
para comer los caracoles es el sábado, se-
guido de viernes y domingo. Además, en
varias ocasiones se ha mencionado que
los índices de ventas aumentan con las
celebraciones festivas del pueblo. En
cuanto a las épocas de consumo anuales,
éstas varían según la especie conside-
rada. La Figura 4 muestra el porcentaje
mensual de consumo para T. pisana y O.
lactea, en función del número de veces en
que cada especie y mes han sido mencio-
nados por los encuestados y entrevista-
dos. Se observa que la temporada gene-
ral de consumo de T. pisana transcurre
durante la primavera y el verano, cen-
trándose principalmente en los meses de
mayo, junio y julio. La de O. lactea, por el
contrario, está muy repartida y diluida
en el año, sobresaliendo ligeramente los
meses de otoño e invierno. En general,
ambas coinciden con sus épocas de cap-
tura (ARRÉBOLA ET AL., 2004) y, al menos
en el caso de T. pisana, también con la de
importación (datos no publicados).
La cantidad de hábitos y la riqueza
de tradiciones y costumbres que en torno
3/
Iberus, 22 (1), 2004
al consumo de caracoles existen «en
Andalucía Occidental es muy elevada.
Muchos de ellos se han generalizado por
toda la zona de estudio vinculados al
origen natural ancestral de los caracoles,
que es el que nos interesa en términos de
conservación y explotación sostenible
del recurso. Así, el 73% de los consumi-
dores entrevistados (N= 300) manifesta-
ron que no consumirían caracoles T.
pisana fuera de su temporada. La razón
estriba en que ya están acostumbrados a
que el producto baje notablemente de
calidad “fuera de su tiempo” (ARRÉBOLA
ET AL., 2004). Unos porcentajes contrarios
similares fueron expresados ante los
caracoles envasados, en cualquiera de
sus formas de presentación (el 88% de
los consumidores de caracoles no los
había probado nunca, gran parte desco-
nocía su existencia y sólo una pequeña
proporción pareció mostrarse dispuesta
a probarlos por curiosidad).
Supeditadas igualmente a condicio-
nantes naturales, ciertas variantes de
consumo registradas en puntos concre-
tos de la zona de estudio pueden llegar
a ser localmente importantes. Es el caso
de especies O variedades que abundan
especialmente en un área determinada y
que por ello se muestran más próximas
y asequibles a los helicicolectores del
lugar (ARRÉBOLA ET AL., 2004). Al ser
consumida la especie de la zona, se con-
dicionan e incluso modifican las prefe-
rencias dominantes impulsadas por
cuestiones de mercado o tradiciones
generales.
Otras variantes refieren épocas de
consumo y gustos particulares distintos
a los generales. Por ejemplo, la tempo-
rada de T. pisana en la provincia de
Cádiz comienza después y concluye
antes que en las de Sevilla o Córdoba. El
motivo principal es que, dada la abun-
dancia natural de esta especie en la
mayoría de las comarcas de Cádiz (La
Janda, El Campo de Gibraltar, Costa
Noroeste...), se desdeñan los caracoles
importados de Marruecos, a los que
achacan un sabor e incluso un olor desa-
gradable. No sucede lo mismo en las
otras dos provincias citadas, que sí
reciben caracoles de Marruecos, donde
38
los animales comenzaron a estivar
varias semanas antes. Como explican
ARRÉBOLA ET AL. (2004) la estivación
condiciona absolutamente la captura y
la posterior comercialización de T.
pisana. Es preciso aclarar, además, que la
presencia de sabores y olores desagrada-
bles en los caracoles importados de
Marruecos, se justifica por el mayor
número de etapas transcurridas desde
que los animales se capturan hasta que
llegan al consumidor final, con la consi-
guiente mayor probabilidad de altera-
ciones del producto. Aunque muchos
entrevistados pretendían poder discer-
nir entre caracoles T. pisana de ambos
orígenes a partir de ciertos rasgos de la
concha, éstos forman parte de la variabi-
lidad intraespecífica de la especie
(forma, tamaño, coloración de la concha
y del borde del peristoma...). Aparte del
tratamiento que reciben durante su
comercialización (número y tipo de
manipulaciones), en la calidad del pro-
ducto consumido también influye el
momento del año en que se recogen los
caracoles y las condiciones ambientales
registradas ese año.
El momento del año es importante
pues cada especie posee unos márgenes
temporales óptimos, fuera de los cuales
su calidad baja o al menos es diferente a
lo que los consumidores entienden
como tal. Incluso dentro de la tempo-
rada se notan diferencias por el hecho
de que los animales se recojan al princi-
pio o al final de la misma, o durante
ciertas etapas sensibles de su ciclo de
vida (ARRÉBOLA ET AL., 2004).
Las condiciones ambientales inter-
vienen en la regulación del ciclo bioló-
gico de los caracoles y, de ahí, en la pro-
ducción natural de cada año o en el
comienzo, duración y finalización de
cada temporada. En años con tempera-
turas extremas (veranos calurosos e
inviernos fríos) y escasas precipitacio-
nes, los caracoles escasean y su calidad
y cantidad se reduce (“años malos”);
todo lo contrario de lo que sucede en
años térmicamente más moderados y
con precipitaciones más abundantes
(“años buenos”), especialmente si trás
un “año malo” viene un “año bueno”
ARRÉBOLA £7 AL.: Consumo de caracoles terrestres en Andalucía occidental
Tabla II. Estimación del consumo de Zheba pisana (Miller) en el área de estudio durante la tem-
porada alta de esta especie.
Table 11. Estimation of the Vheba pisana (Múller) consumption in the study area during the high
season of this species.
Habitantes en la zona de estudio
Y personas que consumen caracoles
% personas que les gusta 7. pisana
Frecuencia de consumo (tapas /tiempo)
Habitualmente (2-3 tapas semana)
“De vez en cuando” (1 tapa/10 días)
Raras veces (1 tapa/mes)
N? de tapas de 7. pisana en la temporada (90 días)
Toneladas zona de estudio (100 gr/tapa)
Toneladas en: Sevilla (capital)
La Janda
Huelva (provincia)
Sevilla (provincia)
Cádiz (provincia)
Individuos
3.241.937
49% 1.588.549
19% 1.254.954
Tapas
39% 489.432 15.661.824
49% 614.927 5.534.346
12% 150.594 451.783
21.647.953
2165
181
104
229
15117.
808
(datos no publicados). Además, también
influyen los acontecimientos climáticos
poco habituales o “inesperados”; por
ejemplo, las lluvias de cierta considera-
ción en meses de estivación (se inte-
rrumpe la fase de inactividad, los ani-
males se reactivan, se desplazan y ali-
mentan, y luego amargan y portan par-
tículas en su interior).
Finalmente, un apartado importante
del consumo de caracoles es cuantifi-
carlo. Sin embargo, esta tarea no es sen-
cilla dadas las circunstancias actuales de
ausencia de información, reglamenta-
ción y controles específicos, que afectan
a aspectos tan básicos como las capturas
o el mercado (ARRÉBOLA ET AL., 2004).
Evidentemente, aun más complicado
resulta poder diferenciar entre especies.
Por este motivo, los resultados expues-
tos a continuación son estimaciones
basadas en la información procedente
de las encuestas y en datos de importa-
ción (FONTANILLAS Y GARCÍA, 1995; IGLE-
SIAS Y CASTILLEJO, 1997 y Sanidad Exte-
rior del puerto de Algeciras). Incluso en
este último caso, los datos no son los
idóneos puesto que no discriminan la
especie importada.
En la Tabla II se exponen los pasos
efectuados para estimar el consumo de
caracoles T. pisana en la zona de estudio.
Como se observa, el total para esta
especie se ha cifrado en 2.165 Tm
durante la temporada principal (de
mayo a julio: Fig. 4), que se convertirían
en unas 2.400-2.500 Tm para todo el año,
si se atiende a la dinámica anual de las
importaciones en la última década. Apli-
cando unos cálculos similares, aunque
seguramente más inciertos por carecer
de una temporada de comercialización
tan definida, se estima en 700 Tm el
consumo anual de O. lactea y C. aspersus
y en 3.100-3.200 Tm el total de moluscos
terrestres consumidos en Andalucía
Occidental. Estos guarismos equivalen a
771 gr de T. pisana por persona y año, y
de 1 kilo por persona y año si se añaden
el resto de especies. Estos consumos se
aproximarían mucho a los más altos
señalados por FONTANILLAS Y GARCÍA
(1995) en Francia (1 kg por persona y
año) y supondrían que los consumido-
res andaluces occidentales se gastarían
unos 25 millones de euros en este pro-
ducto (100 gr/tapa y 0,81 euros/tapa
como valores medios obtenidos en la
9
Iberus, 22 (1), 2004
zona de estudio, según datos no publi-
cados correspondientes a 1998).
CONCLUSIONES
El consumo de T. pisana (“caracoles
chicos”) y O. lactea (“cabrillas”) está
muy extendido en Andalucía Occiden-
tal, donde casi la mitad de sus habitan-
tes los consumen con cierta periodici-
dad. La fuerte propensión y arraigo
existente hacia estos caracoles de peque-
ñas O medianas dimensiones, restringe
la posibilidad de que nuevas especies
puedan sustituir o incorporarse de
forma sencilla a las actuales. Por una
parte, porque los caracoles mayormente
comercializados fuera de nuestra región
suelen ser de tamaños muy superiores a
los de T. pisana y O. lactea. Por otra,
porque nuestra “oferta natural” de espe-
cies potencialmente consumibles es bas-
tante restringida. Esto significa que la
tendencia a corto y medio plazo será
que la captura de T. pisana y O. lactea
siga representando parte importante del
origen del producto consumido y causa
de la reducción de sus poblaciones, aun
cuando se sigan intensificando las
importaciones.
Lo comentado en el párrafo anterior
no significa que se deban desestimar
otras especies que, como O. punctata, T.
andalusica, las diversas formas de 1. gual-
tierianus, E. vermiculata, C. nemoralis, S.
candidissima, Ps. litturata, C. virgata, X.
promissa, X. reboudiana y X. cespitum,
también deberían ser contempladas en
planes globales de gestión y conserva-
ción de este recurso en Andalucía. Hay
que tener en cuenta que algunas de
estas especies poseen distribuciones bas-
tante más restringidas que las principa-
les (ARRÉBOLA, 1995) y que se salen de
los hábitos más conocidos y generales.
El consumo de caracoles terrestres
posee gran tradición en Andalucía,
donde han generado múltiples expresio-
nes culturales y festivas. La salvaguarda
racional de estas costumbres debe acom-
pañar cualquier aproximación que se
proyecte para la gestión sostenible del
recurso. No obstante, se deberá prever
40
que las medidas de control (por ejemplo,
ambiental) que puedan tender a variar-
las o modificarlas podrían ser, al menos
inicialmente, mal entendidas o compren-
didas. Esta limitación se contrapone a la
perspectiva de que también se trata de
un valioso recurso natural en regresión
por diversas causas, entre las que preci-
samente se encuentra el escaso control
ambiental. La importancia de generar
“políticas” para la conservación y explo-
tación sostenible del recurso natural “ca-
racoles terrestres” es indudable, como
incuestionable es también incluir en ellas
el “factor humano”: personas involucra-
das y sus motivaciones, contexto político
y social, intereses locales, etc.
Los actuales gustos y requerimientos
de los consumidores andaluces occiden-
tales surgen inicialmente por cuestiones
de riqueza, disponibilidad y accesibili-
dad al recurso, dependientes de la biolo-
gía de las especies y del ambiente. Con
el paso del tiempo se fueron adaptando
y consolidando hasta llegar a la coyun-
tura actual, significada por la fuerte
influencia del mercado, el carácter selec-
tivo de los consumidores y las propias
costumbres. A pesar de los cambios,
estos mismos factores de origen natural
son los que aún regulan y condicionan
el sector helicícola en nuestra región
(ARRÉBOLA, 2002; ARRÉBOLA ET AL.,
2004), con lo que su percepción es básica
para la conservación y uso sostenible de
los caracoles terrestres.
El conocimiento de los hábitos gene-
rales y particulares del consumo y de los
consumidores en Andalucía Occidental,
permite discernir y afianzar comporta-
mientos con implicaciones “sostenibles”
de los que no son así. En las circunstan-
cias actuales, por ejemplo, es interesante
promocionar el consumo de T. pisana en
la época en que actualmente se lleva a
cabo y reforzar el rechazo ya existente
ante los caracoles comercializados fuera
de temporada. Además de razonamien-
tos de índole conservacionista, también
se pueden aducir argumentos higiénico-
sanitarios contrarios al consumo del
producto fuera de temporada. Una
situación temporal no tan ventajosa, y
por tanto a mitigar, acontece para O.
ARRÉBOLA £7' AL.: Consumo de caracoles terrestres en Andalucía occidental
lactea, cuyo consumo se extiende a lo
largo de todo el año, incluidas etapas
muy sensibles de su ciclo biológico.
Una de las formas más evidentes
para involucrar a la sociedad en la
gestión del recurso, es la divulgación y
justificación de los resultados que se
alcancen y de las medidas que se
adopten en consecuencia. La propia
información al consumidor sobre el pro-
ducto que consume y su calidad,
debería ser un requisito innegociable. El
programa de actuaciones para la conser-
vación y uso sostenible de los caracoles
terrestres de Andalucía (ARRÉBOLA,
2002) ya incluye un apartado específico
para este cometido.
Por último, un aspecto problemático
en relación con el consumo de caracoles
es su cuantificación. Mientras que no se
disponga de un sector helicícola am-
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biental y socio-económicamente estable
y reglamentado, los cálculos que se efec-
túen en este sentido no dejarán de ser
estimaciones con un cierto margen de
error. La monitorización de los helicico-
lectores y de las capturas, un procedi-
miento más acorde a la legislación ali-
mentaria española de las importaciones
y Otras medidas similares deberán for-
mar parte de los planes de gestión glo-
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O Sociedad Española de Malacología —__—_——T— Iberus, 22 (1): 43-75, 2004
Gastropods collected along the continental slope of the
Colombian Caribbean during the IVVEMAR-Macrofauna
campaigns (1998-2001)
Gasterópodos colectados en el talud continental del Caribe colom-
biano durante las campañas IVVEMAR-Macrofauna (1998-2001)
Adriana GRACIA C., Néstor E. ARDILA and Juan Manuel DÍAZ*
Recibido el 26-11-2003. Aceptado el 5-V11-2003
ABSTRACT
Among the biological material collected during the 1998-2001 “INVEMAR-Macrofauna”
campaigns aboard the R/V Ancón along the upper zone of the continental slope of the
Colombian Caribbean, at depths ranging from 200 to 520 m, a total of 104 gastropod
species were obtained. Besides 18 not yet identified species, but including one recently
described new species (Armina juliana Ardila and Díaz, 2002), 48 species were not pre-
viously known from Colombia, 18 of which were also unknown from the Caribbean Sea.
Of the 36 families represented, Turridae was by far the richest in species (26 species). An
annotated list of the taxa recorded is provided, as well as illustrations of those recorded
for the first time in the area.
RESUMEN
Entre el material biológico colectado en 1998-2001 durante las campañas “INVEMAR-
Macrofauna” a bordo del B/l Ancón, a profundidades entre 200 y 520 m, se obtuvo un
total de 104 especies de gasterópodos. Aparte de 18 especies cuya identificación no ha
sido completada, pero incluyendo una especie recientemente descrita [Armina juliana
Ardila y Díaz, 2002), 48 especies no habían sido registradas antes en aguas colombia-
nas y 18 de ellas tampoco en el mar Caribe. De las 36 familias representadas, Turridae
fue la más numerosa en especies [26 especies). Se ofrece una relación anotada de las
especies colectadas, así como ilustraciones de aquellas que se registran por primera vez
para el área.
KEY WORDS: Gastropoda, shelf slope, Colombia, Caribbean Sea.
PALABRAS CLAVE: Gastropoda, talud continental, Colombia, Mar Caribe.
INTRODUCTION
Knowledge of the composition and the course of the past three decades,
distribution of the gastropod fauna in the mostly based on material collected in the
coastal and shelf areas of northern South littoral zone and shallow shelf areas less
America has considerably increased in than 100 m in depth (e.g. ALTENA, 1975;
* Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras, INVEMAR, Cerro Punta de Betín, Santa Marta, Colombia.
E-mail: agraciaCinvemar.org.co
43
Iberus, 22 (1), 2004
PeETUCH, 1981, 1987; PRINCZ, 1982; COSEL,
1986; JONG AND COOMANS, 1988; DÍAZ
AND GOTTING, 1988; Díaz, 1985, 19809,
1990, 1994, 1995; Díaz AND PUYANA,
1994). By contrast, most records of gastro-
pod species from deeper settings off the
northernmost South American coasts are
based on the material trawled by the R/V
Pillsbury (cf. BAYER, VOSS AND ROBINS,
1970; BAYER, 1971) in certain areas off the
Colombian coast and the R/V Nisshin-
maru N? 201 off Surinam (cf. OKUTANI,
1982, 1983). We can thus say that the mol-
luscan fauna from deeper shelf zones and
the continental slope in this region, like
that of many other areas of the
Caribbean, remained so far under-
explored. The fact that almost all of the
about 740 gastropod species known from
Curacao, Bonaire and Aruba, and 630 of
the 722 species recorded from the Colom-
bian Caribbean (cf. Diaz and Puyana,
1994)have been recorded exclusively
from water depths ranging from inter-
tidal to 100 m (cf. JONG AND COOMANS,
1988), demonstrates this situation elo-
quently. Thus, a significant increase of ca.
20% in the current inventory of gastro-
pod species occurring in Colombian
Caribbean waters can be expected when
exhaustive collecting in deeper zones is
carried. out intthis “area tc DIAZ
CANTERA AND PUYANA, 1998).
Between 1998 and 2001, a series of
cruises were conducted aboard the R/V
Ancón of the Instituto de Investiga-
ciones Marinas y Costeras, INVEMAR,
along the upper shelf slope (-200 to -520
m) off the Caribbean mainland coast of
Colombia, as part of an ambitious
program for inventorying the benthic
macrofauna of this under-explored
zone. The purpose of this paper is to
report the gastropod species collected
during these campaigns, many of which
have not been recorded from Colombian
or even from Caribbean waters before.
MATERIAL AND METHODS
During the cruises, 80 stations were
sampled between the Guajira Peninsula
(12234 "N-71250"W) and the Gulf of
44
Urabá (09%02"N-76%02"W), ranging in
depth from 200 to about 520 m (Fig. 1).
A bottom area of about 25,000 m2 was
swept at each station using a semi-
balloon trawl net (ca. 9 x 1 m mouth
opening, 20 min. trawling at a speed of
about 3 knots). The material collected
was preliminarily sorted by groups and
preserved in 70% ethanol on board.
Taxonomic identification was carried
out at INVEMAR, Santa Marta, and the
U.S. National Museum of Natural
History, Washington D.C. Voucher spec-
imens of the collected material were
deposited in the Museo de Historia
Natural Marina de Colombia, at Santa
Marta, Colombia. The taxonomic
arrangement follows VAUGHT (1989).
Taxa recorded for the first time for
Caribbean or Colombian waters are
illustrated. Shell measurements of the
largest specimen of each taxa are given.
Abbreviations:
MHNMC: Museo de Historia Natural
Marina de Colombia (INV), Santa
Marta
LACM: Los Angeles County Museum
NMNH: National Museum of Natural
History, U. S. National Museum Col-
lection (USNM), Smithsonian Insti-
tution, Washington, D.C.
L.: Length
W.: Width
H.: Height
Al.: Aperture length
St.: Station
RESULTS
Family FISSURELLIDAE Flemming, 1822
Cornisepta acuminata (Watson, 1883)
(Fig. 2)
References:
Puncturella (Fissurisepta) triangulata:
DaLL, 1889: 404.
Puncturella (E.) acuminata: PÉREZ-FAR-
FANTE, 1947: 145, pl. 64, figs. 1-3.
Material: One living specimen, INV
MOL2385 (L. 7.24, W. 5.45, H. 5.07 mm),
St. 03; 450 m.
Previous Colombian records: None
GRACIA ET AL.: Colombian Caribbean gastropods from the /IVVEMAR campaigns
76"00' 75"00'
7400" 73'00' 7200
CARIBBEAN SEA
12*00'
11*00'
£Cartagena
q
10*00'
Gulf of
Morrosquillo
==
ES
COLOMBIA
+ /
De ¿Portete
Cabo de Goajira >
la Vela Peninsula =
Rióhacha
A ¿Santa Marta
¿00.54
00,04
VENEZUELA
,00.6
Figure 1. Location of the stations where material was collected along the continental shelf slope of
the Colombian Caribbean.
Figura 1. Localización de las estaciones de colecta de material a lo largo del talud de la plataforma con-
tinental del Caribe colombiano.
Distribution: South Carolina, Georgia,
Louisiana, Mexico, Puerto Rico: Culebra
Island (DALL, 1889; PÉREZ-FARFANTE,
1947; ODÉ, 1988) and northernmost
Colombian coast; depth range 291-713 m.
Remarks: This record extends the dis-
tribution range of the species to the
southern Caribbean. The shell features
of the Colombian specimen are consis-
tent with those of the holotype (USNM
61236) of P. triangulata Dall, 1889.
Cranopsis granulata (Seguenza, 1863)
(Fig. 3)
References:
Puncturella (Puncturella) watsoni:
DALL, 1889: 403-404.
Puncturella (Cranopsis) granulata:
PÉREZ-FARFANTE, 1947: 124-126, pl. 54,
figs. 4-7. Puncturella granulata: RIOS,
1994: 24, fig. 47.
Material: One living specimen, INV
MOL1649 (L. 4.36, W. 2.95, H. 2.65 mm),
St. 30; 270 m.
Previous records in Colombia: None
Distribution: Florida Keys, Mexico,
Cuba, Barbados, Brazil (DALL, 1889;
PÉREZ-FARFANTE, 1947; Rios, 1994),
Colombia; depth range 150-1935 m.
Diodora sayi (Dall, 1889)
References:
Fissurella alternata var. sayi: DALL,
1889: 407.
Diodora sayi: PÉREZ-FARFANTE, 1943:
8-9, pl. 3, figs. 1-8.
Diodora sayi: DÍAZ AND PUYANA,
1994: 110, fig. 330.
Diodora sayi: RIOS, 1994: 26, fig. 59.
Material: One empty shell, INV
MOL1724 (L. 11.85, W. 7.13, H. 4.3 mm),
St. 33; ca. 285 m.
45
Iberus, 22 (1), 2004
Previous records in Colombia: DÍAZ
AND PUYANA (1994), northernmost
Colombian coast.
Distribution: North Carolina, Florida,
Texas, Puerto Rico, Panama, Colombia,
Curacao, Cuba, Barbados to extreme
southern Brazil (WARMKE AND ABBOTT,
1962; ESPINOSA, 1984; DÍAZ AND
PUYANA, 1994); depth range 15-1449 m.
Remarks: The shell features of the
Colombian specimen are consistent with
those of the paralectotype of EF. alternata
var. sayi (USNM 95158, off Havanna,
Cuba, 144 m).
Diodora tanneri (Verrill, 1882) (Fig. 4)
References:
Diodora tanneri: PÉREZ-FARFANTE,
1943: 19-20, pl. 6, figs.12-14.
Diodora tanneri: OKUTANI, 1983: 237 +
fig.
Material: One living specimen, INV
MOETO650 (1539/8071 WW7 29:32: 19:99
mm), St. 24; one empty shell, INV
MOL1652, St. 32; 480-520 m.
Previous records in Colombia: None.
Distribution: Delaware, Virginia,
North Carolina, Georgia, Mexico, Cuba,
Barbados, Surinam (PÉREZ-FARFANTE,
1943; ESPINOSA, 1984; OKUTANI, 1983),
Colombia; depth range 180-730 m.
Remarks: The shell features of the
Colombian specimen are consistent with
those of the type material of Fissurella
tanneri Verrill, 1883 (USNM 43765, off
Delaware Bay, 187 m).
Family ACMAEIDAE Carpenter, 1857
Pectinodonta arcuata Dall, 1882 (Fig. 5)
References:
Pectinodonta arcuata: DALL, 1889: 411,
pl. 25, figs. 3-3a, b.
Pectinodonta arcuata: OLSsON, 1971:
87-88.
Pectinodonta arcuata: ABBOTT, 1974:
34, fig. 185.
Material: 23 living specimens and
empty shells, INV MOL1653 (L. 19.59,
W. 13.99, H. 12.88 mm), 1654-1659, 2600-
2602, St. 30, 32-34, 36; 260-520 m.
Previous records in Colombia: None.
Distribution: Cuba, St Lucia, St.
Thomas, Guadeloupe, Dominica, St.
Vincent, Nicaragua (DALL, 1889;
46
OLSSON, 1971; ABBOTT, 1974), Colombia;
depth range 260-1067 m.
Remarks: This record extends the dis-
tribution range of the species to the
southern Caribbean. The shell features
of the Colombian specimens were com-
pared and are consistent with those of
material from diverse localities
deposited in the NMNH (USNM
801799-800, 95094 (syntype), 126810
(syntype), 888703, 811804).
Family PSEUDOCOCCULINIDAE
Hickman, 1983
Notocrater youngi McLean and
Harasewych, 1995 (Fig. 6)
Reference:
Notocrater youngi: MCLEAN AND
HARASEWYCH, 1995: 26-27, figs. 66-69.
Material: One living specimen, INV
MOL1660 (L. 3.14, W. 2.57, H. 1.33 mm),
St. 39; 300 m.
Previous records in Colombia: ARDILA
AND HARASEWYCH (2002).
Distribution: Bahamas (type locality),
(MCLEAN AND HARASEWYCH, 1995),
Colombia; depth range 300-518 m.
Notocrater houbricki McLean and
Harasewych, 1995 (Fig. 7)
Reference:
Notocrater houbricki: MCLEAN AND
HARASEWYCH, 1995: 24-26, figs. 58-65.
Material: Two living specimens INV
MOL2364 (L. 1.8, W. 1.3 H. 1 mm), 2603,
St. 33; 270 m.
Previous records in Colombia: ARDILA
AND HARASEWYCH (2002).
Distribution: Bahamas: Grand
Bahama — Island (MCLEAN — AND
HARASEWYCH, 1995), Colombia; depth
range 270-412 m.
Copulabyssia sp. (Fig. 8)
Material: Three specimens, INV
MOLE2366+ 2367 MIN ES:6 WE 20 PEIN17
mm), 2616, St. 11, 33; 270-300 m.
Previous records in Colombia: ARDILA
AND HARASEWYCH (2002).
Distribution: Colombia (Southern
Caribbean).
Remarks: Copulabyssia sp. differs mor-
phologically from the other five species
allocated in this genus and reviewed by
GRACIA ET AL.: Colombian Caribbean gastropods from the /VNVEMAR campaigns
LEAL AND SIMONE (2000). This appar-
ently unnamed species is the first
member of the genus known for the
Caribbean. Its description is in process.
Family COCCULINIDAE Dall, 1882
Coccocrater portoricensis (Dall and
Simpson, 1901) (Fig. 9)
References:
Cocculina portoricensis: DALL AND
SIMPSON, 1901: 440-441, pl. 53, figs. 18-
19,
Cocculina portoricensis: DÍAZ AND
PUYANA, 1994: 113, fig. 344.
Coccocrater portoricensis: MCLEAN
AND HARASEWYCH, 1995: 17, fig. 50.
Material: Six specimens, INV
MOLETOS6 ME: L62 4:18:59, 1EL:3:71
mm), 1685, 1687, 1689; St. 35, 33; 286-321
m.
Previous records in Colombia: ARDILA
AND HARASEWYCH (2002).
Distribution: Puerto Rico (DALL AND
SIMPSON, 1901), Colombia (DÍAZ AND
PUYANA, 1994); depth range 286-558 m.
Remarks: The morphological features
of the Colombian specimens are consis-
tent with those of the holotype (USNM
160496, Puerto Rico). However, the
periostracum in the rediscovered mater-
ial differs from the eroded holotype. Its
redescription and a new nomenclatural
combination is in process.
Cocculina emsoni McLean and
Harasewych, 1995 (Fig. 10)
Reference:
Cocculina emsoni: MCLEAN AND
HARASEWYCH, 1995: 13, figs. 25-35.
Material: 34 living specimens, INV
MOL2320 (L. 3.88, W. 2.27, H. 1.53 mm),
INV MOL2604, St. 15, 33; 270-302 m.
Previous records in Colombia: ARDILA
AND HARASEWYCH (2002).
Distribution: Off New Providence
Island, Bahamas (type locality),
(MCLEAN AND HARASEWYCH, 1995),
Colombia; depth range 270-518 m.
Remarks: This record extends the geo-
graphic range of the species consider-
ably to the southernmost Caribbean. The
morphological features of the Colombian
specimens are consistent with those of
the holotype (USNM 860355).
Cocculina messingi McLean and
Harasewych, 1995 (Fig. 11)
Reference:
Cocculina messingi: MCLEAN AND
HARASEWYCH, 1995: 11-13, figs. 12-14.
Material: +40 specimens, INV
MOL1661-1663, 1664 (L. 5.45, W. 4.05, H.
1.78 mm), 1665, 2321-2327, 2605, 2606,
St. 09, 11, 14, 15, 16, 21, 39, 30, 29: 260-
504 m.
Previous records in Colombia: ARDILA
AND HARASEWYCH (2002).
Distribution: Bahamas (type locality)
(MCLEAN AND HARASEWYCH, 1995),
Colombia; depth range 260-504 m.
Cocculina rathbuni Dall, 1882
References:
Cocculina rathbuni: DALL, 1889: 347,
¡A E
Cocculina rathbuni:
PUYANA, 1994: 113, fig. 345.
Cocculina rathbuni: MCLEAN AND
HARASEWYCH, 1995: 8-10, figs. 2-5.
Material: +30 specimens, INV
MOL1673 (L. 6.55, W. 4.85, H. 1.79 mm),
1666-1674, 2611, 2612, 3243, 3324, 3431,
31323167 3991045t 11316,280,12913915:34>
35, 39; 290-519 m. i
Previous records in Colombia: DALL
(1889); ARDILA AND HARASEWYCH
(2002).
Distribution: Massachusetts, Ba-
hamas, Martinique, St. Vincent, Barba-
dos, Colombia (DALL, 1889; DÍAZ AND
PUYANA, 1994; MCLEAN AND HA-
RASEWYCH, 1995); depth range 124-1127
m.
Remarks: The morphological features
of the Colombian specimens are consis-
tent with those of the lectotype (USNM
126807, Martinique) and the paralecto-
type (USNM 333750, Barbados).
DÍAZ AND
Cocculina sp. 1 (Fig. 12)
Material: +70 specimens, INV
MONET677-11679: (10:98:95 1.1323
mm), 2607-2610, 2891, 3124, 3168, 3260,
3339, 3379, 3433, 3480, 3497, St. 07, 09,
ias 1 io, 161049587208)
Previous records in Colombia: ARDILA -
AND HARASEWYCH (2002).
Distribution: Colombia (Southern
Caribbean); depth range 200-488 m.
A7
Iberus, 22 (1), 2004
Remarks: This, apparently unnamed
species, differs from C. rathbuni and C.
messingl in its shell sculpture and the
radular features. Its description is in
process.
Cocculina sp. 2 (Fig. 13)
Material: Eight specimens, INV
MOL23570 2311-4320 WN E92o2 a EISAiZ
mm), 2613, 2614, St. 52; 504 m; INV
MOL2613, 2614, St. 32, in 500 m.
Previous records in Colombia: ARDILA
AND HARASEWYCH (2002).
Distribution: Colombia (Southern
Caribbean).
Remarks: This, apparently unnamed
species, differs from another congeneric
species oOccurring in the Western
Atlantic in its sculpture of raised radial
ribs and the radular features. Its
description is in process.
Fedikovella beanii (Dall, 1882) (Fig. 14)
References:
Cocculina beanit: DALL, 1889: 347-348,
pl. 25, figs. 2, 4, 8.
Fedikovella beanii: MCLEAN AND
HARASEWYCH, 1995: 19-21, figs. 51-57.
Material: Three living specimens and
three shells, INV MOL2372 (L. 4.2, W.
2.5, H. 2.2 mm), 2615, St. 32; 500-516 m.
Previous records in Colombia: ARDILA
AND HARASEWYCH (2002).
Distribution: New Jersey Guade-
loupe, Martinique, St. Vincent, Barbados
(DALL, 1889 MCLEAN AND HA-
RASEWYCH, 1995), Colombia; depth
range 210-1049 m.
Family TROCHIDAE Rafinesque, 1815
Calliotropis lissocona (Dall, 1881) (Fig.
15)
References:
Margarita lissocona: DALL, 1881: 41-
42.
Solariella lissocona: DALL, 1889: 381,
pl. 21, figs. 8-Sa.
Material: Nine living specimens and
empty shells, INV MOL16090 (L. 4.81, W.
4.03, AL. 2.25 mm), 2328-2333, 2618, St.
03, 07, 11, 12, 16, 27, 67; 274-500 m.
Previous records for Colombia: QUINN
(1979), off the Guajira Peninsula.
Distribution: Louisiana, Florida, Gulf
of Mexico, Colombia (DALL, 1881;
QUINN, 1979); at depths ranging from
250 to 600 m.
Remarks: The shell features of the
Colombian specimens are consistent
with those of the holotype (USNM
214282, Louisiana, 596 m) of M. lissocona
Dall, 1881. This record extends the geo-
graphic range of the species to the
southernmost Caribbean.
Cataegis toreuta McLean and Quinn,
1987
References:
Cataegis toreuta: MCLEAN AND
QUINN, 1987: 113-115, figs. 1-2.
(Right page) Figure 2. Cornisepta acuminata, dorsal and ventral views, L. 7.24 mm. Figure 3. Cra-
nopsis granulata, dorsal and ventral views, L. 4.36 mm. Figure 4. Diodora tanneri, dorsal view, L.
35.86 mm. Figure 5. Pectinodonta arcuata, dorsal and lateral views, L. 13.17 mm. Figure 6. Voto-
crater youngi, L. 3.14 mm. Figure 7. Notocrater houbricki, L. 1.80 mm. Figure 8. Copulabyssia sp.,
dorsal and lateral views, L. 3.6 mm. Figure 9. Coccocrater portoricensis, dorsal view, L. 11.62 mm.
Figure 10. Cocculina emsoni, dorsal and lateral views, L. 3.88 mm. Figure 11. Cocculina messingi,
dorsa, lateral and ventral views, L. 5.45 mm. Figure 12. Cocculina sp. 1, dorsal and lateral views, L.
10.9 mm. Figure 13. Cocculina sp. 2, dorsal and lateral views, L. 3.2 mm. Figure 14. Fedikovella
beaniz, dorsal, lateral and ventral views, L. 4.2 mm.
(Página derecha) Figura 2. Cornisepta acuminata, vista dorsal y ventral, L. 7,24 mm. Figura 3. Cranopsis
granulata, vista dorsal y ventral, L. 4,36 mm. Figura 4. Diodora tanneri, vista dorsal, L. 35,86 mm.
Figura 5. Pectinodonta arcuata, vista dorsal y lateral, L. 13,17 mm. Figura 6. Notocrater youngi, L.
3,14 mm. Figura 7. Notocrater houbricki, L. 1,80 mm. Figura 8. Copulabyssia sp., vista dorsal y late-
ral, L. 3,6 mm. Figura 9. Coccocrater portoricensis, vista dorsal, L. 11,62 mm. Figura 10. Cocculina
emsoni, vista dorsal y lateral, L. 3,88 mm. Figura 11. Cocculina messingi, vista dorsal, lateral y ventral,
L. 5,45 mm. Figura 12. Cocculina sp. 1, vista dorsal y lateral, L. 10,9 mm. Figura 13. Cocculina sp. 2,
vista dorsal y lateral, L. 3,2 mm. Figura 14. Fedikovella beanii, vista dorsal, lateral y ventral, L. 4,2 mm.
48
GRACIA ET AL.: Colombian Caribbean gastropods from the /INVEMAR campaigns
49
Iberus, 22 (1), 2004
Homalopoma finkli: Peruch, 1987: 92,
pl. 26, figs. 13-14.
Cataegis. toreuta: DÍAZ AND PUYANA,
1994: 118, fig. 368.
Material: 11 living specimens and
empty shells, INV MOL1695 (L. 21.46, W.
20.54, AL. 14.68 mm), 1691-1694, 2619,
3084, St. 05, 25, 36, 34, 28, 32; 461-516 m.
Previous records for Colombia:
MCLEAN AND QUINN (1987), west of
Punta Piedras.
Distribution: Mississippi, Florida,
Texas, Mexico, Panama, Colombia and
Venezuela (MCLEAN AND QUINN, 1987;
PETUCH, 1987); depth range 337-1283 m.
Remarks: The morphological features
of the Colombian specimen are consis-
tent with those of the holotype (USNM
784755, Colombia) and the paratype
(USNM 801816, Mississippi).
Calliostoma rosewateri Clench and
Turner, 1960
References:
Calliostoma (Kombologion) rosewateri:
CLENCH AND TURNER, 1960: 41-42, pl. 26,
figs. 1-3.
Calliostoma rosewateri: DÍAZ AND
PUYANA, 1994: 115, fig. 357.
Material: 13 living specimens and
empty shells, INV MOL1697 (L. 33.04, W.
38.25, AL. 13.98 mm), 1698-1702, 3428,
3435, 3448, St. 14, 27, 26, 35, 30; 260-326 m.
Previous records for Colombia: BAYER
(1971), W of Cartagena.
Distribution: Lesser Antilles,
Trinidad, Colombia, Surinam (BAYER,
1971; OKUTANI, 1983; DÍAZ AND PUYANA,
1994); depth range 270-641 m.
Remarks: The morphological features
of the Colombian specimens are consis-
tent with those of the holotype (USNM
612704, Lesser Antilles, 270 m).
Gaza olivacea Quinn, 1991
References:
Gaza olivacea: QUINN, 1991: 166-168,
figs. 1-3.
Gaza olivacea: DÍAZ AND PUYANA
1994: 117, fig. 366.
Material: +650 living specimens and
shells, INV MOL1703 (L. 37.83, W. 42.6
mm), 1704-1714, 2620, 2838, 2843, 2866,
2881, 2934, 2980, 3092, 3127, 3194, 3326,
50
IST IT IVA SISSI O EOZ
0357050710112 1541619420722 254295
31, 32, 68; 402-520 m.
Previous records for Colombia: QUINN
(1991): N of Cabo de la Vela, off Guajira
Peninsula.
Distribution: Panama, Colombia,
Venezuela, French Guyana (QUINN,
1991; Díaz AND PUYANA, 1994); depth
range 204-808 m.
Remarks: The morphological features
of the Colombian specimens are consis-
tent with those of the holotype (USNM
752369, Colombia, 470 m).
Gaza watsoni (Dall, 1881) (Fig. 16)
References:
Callogaza watsoni: DALL, 1881: 50.
Callogaza watsoni: DALL, 1889: 356-
357, pl. 22, figs. 7-7a; pl. 23, figs. 1-1a; pl.
24, figs. 2-2a. Gaza (Callogaza) watsoni:
CLENCH AND ABBOTT: 1943a: 5-6, pl. 2,
fig. 3-4.
Material: Two living specimens, INV
MOL1715 (L. 10.36, W. 14.27, AL. 6.86
mm), 1716; St. 33; 269-321 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Cuba, Virgin Islands,
Lesser Antilles, North Brazil (DALL,
1881; CLENCH AND ABBOTI, 1943a; RIOS,
1994), Colombia; depth range 66-1170 m.
Remarks: The shell features of the
Colombian specimens were compared
and are consistent with those of material
from various localities deposited in the
NMNH (USNM 431008, 431009, 94989).
This record extends the range of the
species to the southernmost Caribbean.
Solariella lubrica (Dall, 1881) (Fig. 17)
References:
Margarita lubrica: DALL, 1881: 44.
Margarita (Solariella) lubrica var.
iridea: DALL, 1889: 382, pl. 21, figs. 9-9a.
Solariella lubrica: Rios, 1994: 36,
fig.109.
Material: 28 living specimens and
empty shells, INV MOL1717, 1718 (L.
3,09, W 4:08, AT. 3:2 mm), 17191723;
ZII LIS LE OY AZ LAZO SONS OS
33; 269-500 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Florida, Texas, Cuba, St.
Lucia, South Brazil (DALL, 1881; RIOS,
GRACIA £7 AL.: Colombian Caribbean gastropods from the /VVEMAR campaigns
1994; BuLLis, 1956a; QUINN, 1979),
Colombia; depth range 73-1450 m.
Remarks: The shell features of the
Colombian specimens are consistent
with those of the lectotype (USNM
95061, Cuba, 1450 m). This is the first
record for the species in the southern
Caribbean.
Family SKENEIDAE Thiele, 1929
Parviturbo sp. (Fig. 18)
Material: One living specimen, INV
MOIT726 (13:28 4W8:63A1252.69
MI), St90:
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Colombia; depth range
286-310 m.
Remarks: According to the shell fea-
tures of the specimen collected, we
didn't hesitate to place it in the genus
Parviturbo, but they are not at all consis-
tent with those of other known
Caribbean species. Further material and
an exhaustive revision of literature
would be necessary for accurate identifi-
cation of this species.
Family TURBINIDAE Rafinesque, 1815
Cantrainea macleani Warén and
Bouchet 1993
Reference:
Cantrainea macleani: WARÉN AND
BOUCHET, 1993: 8-10, figs. 4a-c, 5b, 5f-g, 6a.
Material: One empty shell, INV
MOL16%6 (L. 13.45, W. 13.79, AL. 8.76
mm), St. 32; ca. 520 m.
Previous records for Colombia: WARÉN
AND BOUCHET (1993), Pillsbury sta. P394.
Distribution: Louisiana, Colombia
(WARÉN AND BOUCHET, 1993); depth
range 421-1033 m.
Family VITRINELLIDAE Bush, 1897
Cyclostremiscus sp. (Fig. 19)
Material: Four living specimens, INV
MOLI725,.(L:4:38,1:6:28,,Al::0:3519
ma 134.09,::6:29, ¿A 14 3:19/mm;-L.
HUSA NEO LO2 PATERS. 36 miiand 3:26;
W. 4.86, AL. 3.04 mm), St. 36.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Colombia; depth range,
490-500 m.
Remarks: The shell of this species
exhibits a much stronger spiral sculp-
ture than any other species of
Cyclostremiscus previously recorded in
Colombian waters. We have been
unable to identify this species with the
available literature.
Pseudorotella cf. cocolitoris (Pilsbry
and McGinty, 1945)
References:
Teinostoma (Ellipetylus) cocolitoris:
PILSBRY AND MCGINTY, 1945: 8, pl. 1, fig. 3.
Teimostoma cocolitoris: DÍAZ AND
PUYANA, 1994: 133, fig. 443.
Material: Five empty shells, INV
MOL1727 (L. 3.42, W. 3.75 mm, AL. 2.81
mm) 2621, 3100, 3275, St. 07, 11, 36, 032;
308-514 m.
Previous records for Colombia: DÍAZ
AND PUYANA (1994), empty shell picked
from beach sand near Punta Espada,
Guajira Peninsula.
Distribution: North Carolina, Florida,
Colombia, to central coast of Brazil
(PILSBRY AND MCGINTY, 1945; Rios,
1994); depth range 18-122 m.
Remarks: Since the shell material col-
lected is broken and rather eroded, most
of the characteristic shell sculpture of
the species could not be observed. *
Family RIssOoIDAE Gray, 1847
Microstelma gabb1i (Dall, 1889) (Fig. 20)
References:
Dolophanes (Melanoides var?) gabbi:
DAEL, 1889270271 p1029 11870
Crepitacella gabbi: ABBOTT, 1974: 77-
78, fig. 702.
Material: One empty shell, INV
MOJILI23HU-S ES NINAS 09 AMES OY.
mm), St. 26; ca. 320 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: St. Vincent (DALL, 1889),
Colombia; depth range 320-1436 m.
Remarks: The features of the single
shell collected are consistent with those
of the holotype (USNM 508719, St.
Vincent).
Family CERITHIIDAE Fleming, 1828
Varicopeza crystallina (Dall, 1881) (Fig.
21)
References:
Cerithiopsis (?) crystallina: DALL, 1881:
89-90.
51
Iberus, 22 (1), 2004
Cerithiopsis crystallina: DALL, 1889:
254, pl. 20, fig. 3.
Cerithiopsis crystallina: DALL AND
SIMPSON, 1901: 424.
Previous records for Colombia: None.
Material: +50 shells and living speci-
mens, INV MOL1729-1736, 1737 (L.
16.52, W. 3.61, AL. 2.62 mm) 1738, 2625;
St. 29, 30, 33-35, 37, 39; 260-498 m.
Distribution: Florida, Mexico,
Bahamas, Cuba, Puerto Rico, Mar-
tinique, Dominica, Guadeloupe, St.
Croix, Barbados (DALL, 1881; HOUBRICK,
1987), Colombia; depth range 11-1605 m.
Family CAPULIDAE Fleming, 1822
Hyalorisia galea (Dall, 1889) (Fig. 22)
Reference:
Capulus (Hyalorisia) galea: DALL,
1889: 288-298, pl. 14, fig. 3.
Material: Nine living specimens and
empty shells, INV MOL1739-1742, 1743
(L. 22.74, W. 18.47, H. 6.92 mm), 1744,
2626; St. 28, 32, 34, 36; 461-520 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Louisiana, Texas,
Mexico, Cuba, Barbados (DALL, 1889;
ABBOTT, 1974; WARÉN AND BOUCHET,
1993), Colombia; depth range 329-768 m.
Remarks: This record extends the dis-
tribution range of the species to the
southernmost Caribbean. The shell fea-
tures of the collected material are consis-
tent with those of the holotype (USNM
508724, Barbados, 392 m).
Capulus sp. (Fig. 23)
Material: +60 living specimens and
shells, INV MOL1745 (L. 11.64, W. 10.92,
H. 5.9 mm), 1746-1750, 2916, 2998, 3018,
3027, 3064, 3150, 3153, 3264, 3288, 3380,
3481; St. 01, 03, 04, 08, 11, 13, 15, 20, 27,
26, 24, 39; 282-505 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Colombia; depth range
282-505 m.
Remarks: The shell features of this
species are not consistent with those of
C. ungaricus (Linné, 1767), another
Atlantic deep-water species of the genus,
nor with other material of Capulus from
elsewhere in the Caribbean deposited at
the NMNH. A thorough revision of liter-
ature and comparison with further mate-
2
rial from elsewhere in the Atlantic has to
be accomplished to determine the taxon-
omy of this species.
Family XENOPHORIDAE Troschell, 1852
Xenophora longleyi (Bartsch, 1931)
References:
Tugurium longleyi: CLENCH AND
AGUAYO, 1943: 5-6, pl. 1, figs. 5-6.
Tugurium longleyi: DÍAZ AND
PUYANA, 1994: 162, fig. 594.
Material: +400 shells and living spec-
imens INV MOL1751-1757, 1758 (L.
45.05, W. 107.74 mm), 1759-1765, 2867,
2877, 2900, 2915, 2921, 2928, 2965, 3000,
3073, 3094, 3105, 3160, 3179, 3193, 3259,
3323, 3357, 3417, 3441, 3515; St. 01-18, 20,
25, 28-30, 32-38; 269-520 m.
Previous records for Colombia: BAYER ET
AL. (1970), Gulf of Darien, off Isla Fuerte.
Distribution: North Carolina, South
Carolina, Florida, Cuba, Barbados,
Colombia, Venezuela, Surinam, South
Brazil (CLENCH AND AGUAYO, 1943;
BULLIs, 1956a; OKUTANI, 1983; Rios,
1994); depth range 125-823 m.
Family OVuLIDAE Fleming, 1822
Pseudosimnia vanhyningi (M. Smith,
1940) (Fig. 24)
References:
Primovula vanhyningi: Rios, 1994: 76,
prr2 3 Ate 29llk
Primovula vanhyning1: SUNDERLAND
AND SUNDERLAND, 1994: 14 + fig.
Material: One living specimen, INV
MOL2338 (L. 13.44, W. 7.5 mm); St. 19,
200 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Florida, Louisiana, Bar-
bados, Brazil (SmITH, 1940; Rios, 1994),
Colombia; depth range 125-200 m.
Remarks: Various octocorals,on
which this species presumably feeds
(CATE, 1972) were found among the
material collected at this station. This
record extends the distribution range of
the species considerably to the southern
Caribbean.
Family NATICIDAE Forbes, 1838
Polinices sp. (Fig. 25)
Material: Eight living specimens and
six shells, INV MOL1766 (L. 9.27, W.
GRACIA ET AL.: Colombian Caribbean gastropods from the INVEMAR campaigns
Figure 15. Calliotropis lissocona, L. 5.7 mm. Figure 16. Gaza watsoni, frontal and umbilical views,
L. 9.99 mm. Figure 17. Solariella lubrica, L. 4.88 mm. Figure 18. Parviturbo sp., L. 3.28 mm.
Figure 19. Cyclostremiscus sp., L. 3.74 mm. Figure 20. Microstelma gabbi, L. 7.35 mm. Figure 21.
Varicopeza crystallina, L. 16.52 mm. Figure 22. Ayalorisia galea, dorsal and lateral views, L. 18.85
mm. Figure 23. Capulus sp., dorsal and lateral views, L. 14.0 mm. Figure 24. Pseudosimnia vanhy-
ningi, L. 13.44 mm. Figure 25. Polínices sp., L. 11.59 mm. Figure 26. Natica sp., L. 9.46 mm.
Figure 27. Sconsia striata, L. 54,58 mm.
Figura 15. Calliotropis lissocona, L. 5,7 mm. Figura 16. Gaza watsoni, vista frontal y umbilical, L.
9,99 mm. Figura 17. Solariella lubrica, L. 488 mm. Figura 18. Parviturbo sp., L. 3,28 mm. Figura
19. Cyclostremiscus sp., L. 3,74 mm. Figura 20. Microstelma gabbi, L. 7,35 mm. Figura 21. Vari-
copeza crystallina, L. 16,52 mm. Figura 22. Hyalorisia galea, vistas dorsal y lateral, L. 18,85 mm.
Figura 23. Capulus sp., vistas dorsal y lateral, L. 14,0 mm. Figura 24. Pseudosimnia vanhyningi, L.
13,44 mm. Figura 25. Polinices sp., L. 11,59 mm. Figura 26. Natica sp., L. 9,46 mm. Figura 27.
Sconsia striata, L. 54,58 mm.
53
Iberus, 22 (1), 2004
7.43, AL. 6.85 mm), INV MOL1767 (L.
11.59, W. 10.48, AL. 9.3 mm), 2627, 2851,
2863, 2935, 3227, 3282, 3407, 3444; St. 02,
10, 11, 13, 14, 23, 25; 204-510 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Colombia; depth range
204-510 m.
Remarks: We have been unable to
identify this species with the available
literature.
Natica guesti Harasewych and Jensen,
1984
References:
Natica guesti: HARASEWYCH AND
JENSEN, 1984: 99-101, figs. 1-11.
Natica guesti: DÍAZ AND PUYANA,
1994: 268 + fig.
Material: Three living specimens and
fourteen shells, INV MOL2813 (L. 11.55,
W. 11.44, AL. 10.09 mm), INV MOL2914,
2933, 2987, 3039, 3068, 3107, 3181, 3200;
St. 01-04, 07, 09, 10, 23; 206-500 m.
Previous records for Colombia:
HARASEWYCH AND JENSEN (1984), NW of
Riohacha.
Distribution: Mississippi, Bermuda,
Puerto Rico, Jamaica, Virgins Islands,
Cuba, Panama, Colombia (HARASEWYCH
AND JENSEN, 1984); depth range 165-500
m.
Remarks: The shell features of the
collected material are consistent with
those of the holotype (USNM 765087,
201 m, St. Martin, Leeward Islands).
Natica sp. (Fig. 26)
Material: Six empty shells, INV
MOL1768-1772, 1773, (L. 21.26, W. 20.14,
AL. 18.02 mm); St. 29, 30, 32-34.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Colombia; depth range
260-520 m.
Remarks: Only empty, rather eroded
shells were found, so that an accurate
identification of the species could not be
accomplished.
Sinum perspectivum (Say, 1831)
References:
Sinum perspectivum: ABBOTT: 1974:
157, fig. 1705.
Sinum perspectivum:
PUYANA, 1994: 164, fig. 605.
DÍAZ AND
54
Material: One living specimen INV
MOL2814 (L. 4.72, W. 13.18 mm); St. 14;
296-304 m.
Previous records for Colombia: KAUF-
MANN AND GOTTING (1970), Cartagena;
DÍAZ AND GOTTING (1988), Bahía Nen-
guange, near Santa Marta; Díaz (1989),
Bahía Portete.
Distribution: New Jersey, Maryland,
Virginia, North Carolina, Florida,
Louisiana, Texas; Mexico, Costa Rica,
Bermuda; Cuba, Cayman Islands,
Jamaica, Virgins Islands, Colombia,
Surinam, Brazil (ALTENA, 1975; DÍAZ
AND PUYANA, 1994; RIOS, 1994); depth
range 0-70 m.
Remarks: This record extends the depth
range of the species to about 300 m.
Family TONNIDAE Suter, 1913
Eudolium bairdii (Verrill and Smith,
1881)
Reference:
Eudolium bairdii: MARSHALL, 1992:
33-35, figs. 10-19, 22, 31-36, 38.
Material: 17 living specimens and
empty shells, INV MOL1774-1776, 3535
(L. 54.16, W. 35.12 mm), INV MOL2848,
US 05, 05 19217 US) 240), LLE), 22 Sho
206-500 m.
Previous records for Colombia: MAR-
SHALL (1992): off Santa Marta.
Distribution: Atlantic, Mediterranean
and Indo-Western Pacific (MARSHALL,
1992); depth range 17-823 m.
Remarks: There are several lots in the
NMNH (USNM 751766, 751868 to
751882, 766104, and 878128) containing
many specimens of this species collected
previously in Colombian waters (Gulf of
Uraba, off Santa Marta, off the Guajira
Peninsula).
Eudolium crosseanum (Monterosato,
1869)
References:
Eudolium crosseanum: TURNER, 1948:
178-180, pl. 75, fig. 5; pl. 81, figs. 1-2.
Eudolium crosseanum: OKUTANI, 1983:
264 + fig.
Eudolium crosseanum: MARSHALL,
1992: 25-32, figs. 1-4, 9, 20, 23-26, 37.
Eudolium crosseanum: DÍAZ AND
PUYANA, 1994: 169, fig. 627.
GRACIA ET AL.: Colombian Caribbean gastropods from the /IVVEMAR campaigns
Material: 14 empty shells and living
specimens, INV MOL1777-1779, 1780 (L.
58.45, W. 37.11 mm), 1781-1783, 2868,
2889, 3010, 3028, 3130, 3138, 3364, 3462;
SEPARADOS ALDO ZII OO
200-340 m.
Previous records for Colombia: DÍAZ
AND PUYANA (1994), off Cabo de La
Vela.
Distribution: New Jersey, North Car-
olina, Florida, Mississippi, Cuba, Barba-
dos, Colombia, Surinam (OKUTANI,
1983; MARSHALL, 1992; DÍAZ AND
PUYANA, 1994); depth range 17-914 m.
Family CASSIDAE Latreille, 1825
Sconsia striata (Lamarck, 1816) (Fig.
27)
References:
Sconsia striata: DALL AND SIMPSON,
1901: 419.
Sconsia striata: CLENCH AND ABBOTI,
1943b: 6-8, pl. 4, figs 1-4.
Material: One living specimen, INV
MOL1784 (L. 54.58, W. 32.04, AL. 44.26
mn) st Zi ca 276 m:
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Florida, Mississippi,
Texas, Mexico, Bahamas, Cuba, Jamaica,
Barbados, Venezuela, Brazil (DALL AND
SIMPSON, 1901; BuLLis, 1956a; Rios,
1994), Colombia; depth range 37-640 m.
Remarks: Sconsia lindae Petuch, 1987
is a closely related species which occurs
along the Colombian Caribbean coast at
depths between 20 and 80 m (PETUCH,
1987; DÍAZ AND PUYANA, 1994). Differ-
ences in shell color and sculpture
between both species could be the result
of ecological factors affecting shell
development in shallow and deep
waters respectively.
Oocorys bartschi clericus Quinn, 1980
References:
Oocorys bartschi clericus: (QQUINN,
IUSOAIS6 tiestila; 2e7d, 7:
Oocorys bartschi clericus: DÍAZ AND
PUYANA, 1994: 169, fig. 628.
Material: 23 living specimens and
shells INV MOL1785-1789, 1790 (L.
AUS AWO0 29 PA mo) iS 101,
3239, 3309, 3425, 3451, 3452, 3509; St. 07,
NOZIO 202943234 29055201m.
Previous records for Colombia: QUINN
(1980), off the Guajira Peninsula, off
Cartagena.
Distribution: Bahamas, Panama,
Colombia (Quinn, 1980; DÍAZ AND
PUYANA, 1994); depth range 290-1554 m.
Remarks: The shell features of the
collected material are consistent with
those of the holotype (USNM 751953, off
Santa Catarina, Brazil, 731 m).
Echinophoria coronadoi (Crosse, 1867)
References:
Galeodea coronadol: CLENCH, 1944: 4,
pl. 2.
Bathygalea coronadoi: BAYER, 1971:
135-136, fig. 13.
Phalium (Echinophoria) coronadot:
DÍAZ AND PUYANA, 1994: 171, fig. 636.
Material: One living specimen INV
MOL1791 (L. 97.86 mm, W. 62.28, AL.
74.77 mm); St. 21, 274-282 m.
Previous records for Colombia: BAYER
(1971), off the Guajira Peninsula.
Distribution: North Carolina, Cuba,
Jamaica, Colombia, Venezuela (DALL,
1889; BAYER, 1971; DÍAZ AND PUYANA,
1994); depth range 33-282 m.
Family EPITONIDAE Berry, 1910
Sthenorytis pernobilis (Fischer and
Bernardi, 1857) (Fig. 28)
References:
Sthenorytis pernobilis: CLENCH AND
TURNER, 1950a: 224-226, pl. 97, figs. 1-7;
pl. 107, fig. 1. Sthenorytis pernobilis:
SMITH, 1991: 11 + fig.
Material: Two living specimens, INV
MOL2339 (L. 16.17, W. 13.94, AL. 5.57
mm); St. 19; 200 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: North Carolina, Florida,
Bahamas, Cuba, Jamaica, Guadeloupe,
Martinique, Barbados (DALL, 1889;
CLENCH AND TURNER, 1950a; SMITH,
1991), Colombia; depth range 90-1600
m.
Remarks: Both specimens were found
among the abundant material of aher-
matipic corals obtained in this station.
The shell features of the Colombian
specimens were compared and are con-
sistent with those of USNM 811653,
Virgin Islands, 198-234 m.
95)
Iberus, 22 (1), 2004
Family EULIMIDAE H. and A. Adams,
1854
Melanella jamaicensis (C. B. Adams,
1845)
References:
Melanella intermedia: DÍAZ AND
PUYANA, 1994: 150, fig. 536.
Melanella intermedia: Rios, 1994: 104,
pl. 34, fig. 429.
Material: One shell INV MOL1792 (L.
8.57, W. 2.33, AL. 2.54 mm), one living
specimen INV MOL1793 (L. 8.54, W.
2.36, AL. 2.16 mm); St. 25, 26; 314-490 m.
Previous records for Colombia: DÍAZ
AND GOTTING (1988), near Santa Marta
Distribution: From New Jersey to
Texas, Bermuda, Colombia, Brazil,
Argentina and Europe (DÍAZ AND
PUYANA, 1994; RIOS, 1994); depth range
5-490 m.
Remarks: This is a parasitic species
which is usually found attached to
holothurians such as Astichopus sp. in
the Santa Marta area (Díaz, 1985).
Niso aeglees Bush, 1885
References:
Niso aeglees: ABBOTT, 1974: 129, fig.
1411.
Niso aeglees: DÍAZ AND PUYANA, 1994:
151, fig. 540.
Material: Three living specimens INV
MOL1794, 3276 (L. 8.46, W. 3.48 mum,
AL. 2.71 mm, L. 6.96, W. 2.88, AL. 2.48
mm); St. 11, 26; 308-318 m.
Previous records for Colombia: DÍAZ
AND GOÓTTING (1988), nearby Santa
Marta; Díaz (1989), Bahía Portete.
Distribution: North Carolina, Florida,
Texas, Mexico, Colombia, Surinam,
Brazil (DÍAZ AND PUYANA, 1994; Rios,
1994); depth range 13-318 m.
Remarks: The shell features of the
collected material are consistent with
those of the syntype (USNM 35862, off
Cape Hatteras, 27 m).
Family MURICIDAE da Costa, 1776
Paziella oregonia (Bullis, 1964)
References:
Poirieria (Paziella) oregonia: VOKES,
1970: 26, pl. 5 fig. 3.
Paziella oregonia: DÍAZ AND 'PUYANA,
1994: 177, fig. 666.
56
Poirieria oregonia: Ri0s, 1994: 110-111,
fig. 463.
Material: +50 shells and living speci-
mens INV MOL2847 (L. 67.8, W. 30.6,
AL. 39.2 mm), 1811, 1812, 2925, 3036,
309173071,3083, 9199, 3101532163290);
3385, 3442, 3491; St. 01, 04-06, 09-11, 13-
15, 21, 22, 24; 286-505 m.
Previous records for Colombia: DÍAZ
AND PUYANA (1994), off the Guajira
Peninsula.
Distribution: Colombia, Venezuela,
Trinidad, French Guiana, Surinam,
Brazil (VOKEÉS, 1970; FAIR, 1976; DÍAZ
AND PUYANA, 1994; Rios, 1994); depth
range 30-550 m.
Poirieria actinophora (Dall, 1889)
References:
Trophon (Boreotrophon?) actinophorus:
DaLL, 1889: 206, pl. 15, fig. 2.
Murex (Paziella) actinophorus: BAYER,
1971: 157-161, figs. 30, 35 d.
Actinotrophon actinophorus: DÍAZ AND
PUYANA, 1994: 182, fig. 685.
Material: 23 shells and living speci-
mens INV MOL1802-1808, 1809 (L.
13.01, W. 5.22, AL. 8.2 mm), 1810, 2629,
3280, 9429 19ta 11 14727297 30,1991:99)
37; 260-321 m.
Previous records for Colombia: BAYER
(1971), off Gulf of Morrosquillo.
Distribution: Bahamas, St. Croix,
Martinique, Barbados, Panama, Colom-
bia, Brazil, and northeast Atlantic
(BAYER, 1971; RIOS, 1994; HOUART, 1996);
depth range 100-774 m.
Remarks: The shell features of the
collected material are consistent with
those of the paralectotype (USNM
87089, Saint Croix, 446 m).
Siratus beauii (Fischer and Bernardi,
1857)
References:
Murex (Murex) beauii: CLENCH AND
PÉREZ-FARFANTE, 1945: 14-15, pl. 7, figs 1-2.
Siratus beauti: DÍaz AND PUYANA,
1994: 177, fig. 664.
Chicoreus (Siratus) beauii: Rios, 1994:
108, fig. 450.
Material: 44 living specimens and
empty shells INV MOL1795-1798, 1799
(L. 143.31, W. 66.04, AL. 29.41 mm),
GRACIA ET AL.: Colombian Caribbean gastropods from the /VVEMAR campaigns
1800, 1801, 2628, 2921, 3049, 3050, 3080,
3137, 3155, 3159, 3301, 3376, 3440, 3490;
St. 01, 04, 06, 08, 09, 11, 13-15, 26, 27, 29,
30, 33, 35; 260-505 m.
Previous records for Colombia: DÍAZ
AND PUYANA (1994), off the Guajira
Peninsula.
Distribution: Louisiana, Florida,
Jamaica, Cuba, Lesser Antilles, Colom-
bia, Venezuela, French Guyana Surinam,
Brazil, Uruguay (CLENCH AND PÉREZ-
FARFANTE, 1945; Farr, 1976; DÍAZ AND
PUYANA, 1994; RIOS, 1994); depth range
24-505 m.
Laevityphis sp. (Fig. 29)
Material: One living specimen, INV
MOJMS1IS(E8:36, 9:22) AL> 2.08
mm), St. 28, 510-519 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Colombia.
Remarks: The single specimen col-
lected is in very good condition and,
besides an exhaustive revision of the lit-
erature, was compared with other mate-
rial of Laevityphis from Colombia and
elsewhere in the Caribbean (at the
NMNH and MHNMC). We have been
unable to identify it to the species level.
This may be an unnamed species, but
more specimens must become available
to make a description.
Siphonochelus tityrus (Bayer, 1971)
(Fig. 30)
Reference:
Typhis (Siphonochelus) tityrus: BAYER,
1971: 164-166, figs. 33-34.
Material: 20 living specimens and
numerous shells INV MOL1814, 1815,
1816 (L. 10.93, W. 5.57, AL. 2.8 mm),
2340-2341, 2630; St. 08, 09, 21, 26, 67;
274-326 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Venezuela, Trinidad and
Tobago (BAYER, 1971), Colombia; depth
range 60-326 m.
Remarks: The shell features of the
collected material are consistent with
those of the holotype (USNM 700005,
Margarita Island, 60 m). This record
extends the distribution range of the
species westward along the northern
South American coast.
Siphonochelus riosi (Bertsch and
D'Attilio, 1980) (Fig. 31)
References:
Thyphina — riosi: BERTSCH AND
D'“ArriLi0, 1980: 135-137, figs. 6-7.
Thyphina riosi: D"ATTILIO AND HERTZ:
1988: 67, figs. 96, a-c.
Siphonochelus (Siphonochelus) riost:
HOUART: 1994: 85, fig. 199.
Typhis riosi: RIOS, 1994: 116, fig. 490.
Material: Two empty shells, INV
MOLE2Z631 EPIA WE 70 ME RzE TZ
mm), St. 68; 463-510 m.
Previous records in Colombia: None.
Distribution: Brazil (BERTSCH AND
D“ATrTiLIO, 1980), Colombia; depth
range 100-610 m.
Remarks: This record extends the
geographical range of the species to the
Caribbean.
Trophon lacunellus Dall, 1889 (Fig. 32)
Reference:
Trophon (Boreotrophon) (aculeatus var.?)
lacunellus: DALL, 1889: 205-206, pl. 15, fig. 4.
Material: One living specimen and
five shells, INV MOL1817 (L. 15.67, W.
5.77, AL. 8.41 mm), 2342-2345; St. 12, 13,
17, 36; 488-510 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: South Carolina, Florida,
Guadeloupe, Barbados (DALL, 1889;
SUNDERLAND AND SUNDERLAND, 1992),
Colombia; depth range 366-1406 m.
Remarks: The shell features of the
Colombian specimens are consistent
with those of the syntype (USNM 86982,
North Carolina, 846 m). This is the first
record of the species for the southern
Caribbean.
Family CORALLIOPHILIDAE Chenu, 1859
Babelomurex dalli (Emerson and D'At-
tilio, 1963) (Fig. 33)
References:
Latiaxis (Babelomurex) dalli: EMERSON
AND D'ATTILIO, 1963: 4-8, figs. 1-2.
Coralliophila dalli: BAYER, 1971: 184-
187, fig. 46.
Latiaxis (Babelomurex) dalli: Rios,
1994: 119, pl. 38, fig. 502.
Material: Two living specimens, INV
MOL1823 (L. 24.11, W. 14.72, AL. 14.62
mm), 2346; St. 19, 27; 200-290 m.
D/A
Iberus, 22 (1), 2004
Previous records for Colombia: None.
Distribution: North Carolina to
Florida, Gulf of Mexico, Bahamas, St.
Lucia, Guadeloupe, Barbados, Brazil
(EMERSON AND D'ATTILIO, 1963; BAYER,
1971; SUNDERLAND, 1989; Rios, 1994),
Colombia; depth range 50-1606 m.
Remarks: The shell features of the
specimens collected are consistent with
those of the type material (holotype
USNM 87215, Guadeloupe Island, 1580
m; USNM 876791, 198 m; USNM 876792,
227 m; USNM 87213, 270 m). This record
extends the range of the species to the
southern Caribbean.
Coralliophila squamosa (Bivona, 1838)
(Fig. 34)
References:
Coralliophila lamellosa: BAYER, 1971:
192-193, fig. 51.
Coralliophila squamosa: BOUCHET AND
WARÉN, 1985: 153, figs. 357-361.
Material: Two living specimens and
one empty shell, INV MOL1822 (L. 6.64,
W. 3.62, AL. 3.87 mm, juvenal), 2347 (L.
19.6, W..12.20, AL. 13.11 mm), 2347; St.
19, 21; 200-276 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: In the eastern Atlantic,
from the Bay of Biscay, along the Iberian
Peninsula into the Mediterranean,
northwest Africa, Canary Islands and
Azores; in the western Atlantic, off
Florida, the Peninsula of Yucatan
(BAYER, 1971; BOUCHET AND WARÉN,
1985) and Colombia; depth range 60-
1550 m.
Remarks: C. lamellosa (Philippi, 1836),
Hirtomurex squamulosus (Philippi, 1836),
and H. longicauda (Settepassi, 1971) are
this species. This record extends the dis-
tribution range of the species to the
southern Caribbean.
Family BUCCINIDAE Rafinesque, 1815
Eosipho canetae (Clench and Aguayo,
1944) (Fig. 35)
References:
Plicifusus jamarci: OKUTANI, 1982:
111-113, pl. 1, figs. 4-6.
Plicifusus jamarci: OKUTANI, 1983: 279
+ fig.
“Buccinum” canetae: WARÉN AND
BOUCHET, 1993: 76-77, fig. 59 d.
Material: Five living specimens and
several shells, INV MOL1824, 1825, 1826
(L. 76.11, W. 29.07, AL. 41.94 mm), 1827-
1829, 2348, 2632, St. 05, 24, 26,37; 68;
288-487 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Louisiana, Texas,
Mexico, Cuba, Barbados, Surinam
(OKUTANI, 1983; WARÉN AND BOUCHET,
1993), Colombia; depth range 288-850
m.
Remarks: This record extends the
known geographic range of the species
considerably westward along the north-
ern South American coast.
Manaria fusiformis (Clench and
Aguayo, 1941)
References:
Metula fusiformis:
1990::121-129,f18s: 155:
HARASEWYCH,
(Right page) Figure 28. Sthenorytis pernobilís, L. 16.17 mm. Figure 29. Laevityphis sp., L. 8.36 mm.
Figure 30. Siphonochelus tityrus, L. 10.93 mm. Figure 31. Siphonochelus riosi, L. 12.49 mm. Figure
32. Trophon lacunellus, L. 15.67 mm. Figure 33. Babelomurex dalli, L. 24.11 mm. Figure 34. Cora-
llzophila squamosa, L. 19.6 mm. Figure 35. Eosipho canetae, L. 69.0 mm. Figure 36. Mohnza sp., L.
21.58 mm. 1. Figure 37. Buccinofusus surinamensis, L. 63.29 mm. Figure 38. Fusinus lighbournz, L.
79.53 mm. Figure 39. Latiromitra sp., L. 26.18 mm. Figure 40. Conomitra leonardhilli, L. 13.57
mm. Figure 41. Vexillun styria, L. 23.73 mm.
(Página derecha) Figura 28. Sthenorytis pernobilis, L. 16,17 mm. Figura 29. Laevityphis sp., L.
8,36 mm. Figura 30. Siphonochelus tityrus, L. 10,93 mm. Figura 31. Siphonochelus riosi, L. 12,49
mm. Figura 32. Trophon lacunellus, L. 15,67 mm. Figura 33. Babelomurex dalli, L. 24,11 mm.
Figura 34. Coralliophila squamosa, L. 19,6 mm. Figura 35. Eosipho canetae, L. 69,0 mm. Figura
36. Mohnia sp., L. 21,58 mm. 1. Figura 37. Buccinofusus surinamensis, L. 63,29 mm. Figura 36.
Fusinus lighbourni, L. 79,53 mm. Figura 39. Latiromitra sp., L. 26,18 mm. Figura 40. Conomitra
leonardhilli, L. 13,57 mm. Figura 41. Vexillun styria, L. 23,73 mm.
58
GRACIA £7 AL.: Colombian Caribbean gastropods from the /IVVEMAR campaigns
7
Iberus, 22 (1), 2004
Mohnia kaicherae: Peruch, 1987: 103,
pies 79s
Mohnia kaicherae: DÍAZ AND PUYANA,
1994: 187-188, fig. 712.
Manaria fusiformis: Rios, 1994: 120,
fig. 505.
Material: Four living specimens and
two shells, INV MOL1830, 1831 (L.
IIS WES AE OS mia) 32287
3454, St. 10, 14, 28, 36; 296-500 m.
Previous records for Colombia: PETUCH
(1987, as Mohnia kaicherae), off Cabo de
La Vela.
Distribution: Cuba, Colombia, Gulf of
Venezuela, North Brazil (HARASEWYCH,
1990; DÍAZ AND PUYANA 1994, Rios
1994); depth range 183-578 m.
Remarks: The shell features of the
specimens collected are consistent with
the type material of Mohnia kaicherae
Petuch, 1987 (USNM 859855, Los Mon-
jes Islands, Venezuela, 200 m).
Mohnia sp. (Fig. 36)
Material: +80 shells and living speci-
mens, INV MOL1832 (L. 21.58, W. 7.71,
A+T125:mm), 2633:2630,.2999, 2991;
2999, 3102, 3177, 3212, 3234, 3317, 3354,
SAA SOS 02 0310709 1071240:
16, 20, 68; 292-510 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Colombia.
Remarks: This seems to be an
unnamed species, but a thorough revi-
sion of literature and comparison with
further material is needed to make a
description.
Antillophos chazaliei (Dautzenberg, 1900)
References:
Phos chazaliei: DAUTZENBERG, 1900:
181-182, pl. 9, fig. 7.
Antillophos chazaliet:
PUYANA, 1994: 188, fig. 715.
Material: (One specimen INV
MOL2815 (L 16.7 mm); St. 23; 206-208 m.
Previous records for Colombia:
DAUTZENBERG (1900): off Santa Marta.
Distribution: North coast of South
America, from off the mouth of the Mag-
dalena river, Colombia, to the Leeward
Islands off Venezuela (DAUTZENBERG,
1900; Díaz AND PUYANA, 1994); depth
range 20-208 m.
DÍAZ AND
60
Metula guppyi Olsson and Bayer, 1972
Reference:
Metula guppyi: OLSSON AND BAYER,
19727 919-921 f19s: 12 a.
Material: Seven empty shells, INV
MOL 3563 (L. 53.76, W. 18.97, AL. 27.88
mm), 3564; St. 08, 15; 274-304 m.
Previous records for Colombia: OLSSON
AND BAYER (1972), S of Gulf of Mor-
rosquillo.
Distribution: Colombia, Trinidad
(OLSSON AND BAYER, 1972); depth range
129-304 m.
Remarks: The shell features of the
Colombian specimens are consistent
with those of the type material (holo-
type USNM 706729; paratype USNM
706730, off Bocas de Drago, Trinidad).
Family NASSARIIDAE Iredale, 1916
Nassarius scissuratus (Dall, 1889)
References:
Nassa scissurata: DALL, 1889: 185-186.
Nassartus scissuratus: DÍAZ AND
PUYANA, 1994: 195, fig. 750.
Nassarius scissuratus: RIOS, 1994: 129,
pl. 41, fig. 555.
Material: 25 shells and living speci-
mens INV MOL1842-1846, 1847 (L. 7.67,
W. 4.36, AL. 3.98 mm), 2854, 2892, 3188,
SP a 0 Il, 1 EIA 228) 7220),
30, 37; 200-315 m.
Previous records for Colombia: DÍAZ
(1989), Bahía Portete.
Distribution: Florida, Gulf of Mexico
to Uruguay (DÍAZ AND PUYANA, 1994);
depth range 30-315 m.
Remarks: The shell features of the
specimens collected are consistent with
those of the type material (USNM 86987,
Nassa scissurata, Santa Lucia, 209 m).
Family FASCIOLARIIDAE Gray, 1853
Harasewychia harasewychi Petuch,
1987
References:
Harasewychia harasewychi: PETUCH,
1987: 101-102, pl. 13, figs. 9-10.
Harasewychia harasewychi: DÍAZ AND
PUYANA, 1994: 198, fig. 766.
Material: Four living specimens, INV
MOL1848 (L. 14.39, W. 6.75, AL. 9.08
mm), 1849, 2639, 3362; St. 12, 28, 32, 34;
488-519 m.
GRACIA ET AL.: Colombian Caribbean gastropods from the /VVEMAR campaigns
Previous records for Colombia: PErucH
(1987): off the Guajira Peninsula.
Distribution: Northernmost coasts of
South America around the Guajira
Peninsula (PeETUCH, 1987; DÍAZ AND
PUYANA, 1994); depth range 200-519 m.
Remarks: The shell features of the
specimens collected are consistent with
those of the holotype (USNM 859852,
Los Monjes, Venezuela), 200 m.
Buccinofusus surinamensis Okutani,
1982 (Fig. 37)
References:
Buccinofusus surinamensis: OKUTANI,
1982: 113-114, pl. 2, figs. 1-2.
Buccinofusus surinamensis: OKUTANI,
1983: 285+fig.
Material: One empty shell, INV
MOL1850 (L. 63.29, W. 19.01, AL. 31.44
mm), St. 26; 308-322 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Surinam (OKUTANI,
1983), Colombia; depth range 308-322
m.
Remarks: This species was
sinonymized with Manaria fusiformis by
BOUCHET AND WARÉN (1986) but
removed and regarded as valid by
HARASEWYCH (1990). This record
extends the known geographic range of
the species to the west along the north-
ern South American coast.
Fusinus lightbourni Snyder, 1984 (Fig.
38)
Reference:
Fusinus lightbourni: SNYDER, 1984: 28-
29, figs: 1-3.
Material: One living specimen and
seven shells, INV MOL2349 (L. 79.53, W.
22.39, AL. 46.49 mm), 2350, 2910; St. 01,
04, 19; 200-314 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Bermuda (SNYDER,
1984), Colombia; depth range 183-366
m.
Remarks: The shell features of the
Colombian specimens are consistent
with those of the paratype (USNM
819199, Bermuda). This is the first
Caribbean record of the species, which
appears to be widely distributed in the
western Atlantic.
Family TURBINELLIDAE Swainson, 1840
Latiromitra sp. (Fig. 39)
Material: One living specimen and
two empty shells, INV MOL1852 (L.
26.18, W. 8.66, AL. 12.96 mm), 1853,
2640. St. 31, 32, 36; 484-516 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Colombia; depth range
484-516 m.
Remarks: We have been unable to
identify the material with the available
literature. It resembles L. meekiana
(Dall, 1889), but differs in having a
higher spire and a more angulated last
whorl.
Fulgurofusus brayi (Clench, 1959)
References:
Columbarium (PFulgurofusus) brayi:
BAYER, 1971: 173-176, fig. 39 c; figs. 40 a-d.
Fulgurofusus brayi: HARASEWYCH,
1983: 6, figs. 1-2, 4-9.
Fulgurofusus — brayi:
PUYANA, 1994: 185, fig. 699.
Material: +90 shells and living speci-
mens, INV MOL1854, 1855 (L. 41.91, W.
21.85 mm), 1856-1863, 2641-2644, 2883,
2919, 2926, 2952, 3004, 3025, 3079, 3114,
3156, 3287, 3332, 3399, 3439, 3474, 3498,
3518; St. 01-04, 06, 07, 09, 11-18, 20, 24-
26, 28, 29, 31-34, 36, 68; 270-519 m.
Previous records for Colombia: BAYER
(1971), NW of Gulf of Morrosquillo, off
Cartagena; DÍAZ AND PUYANA (1994), off
the Guajira Peninsula.
Distribution: Lesser Antilles and
from Panama to eastern Venezuela
(BAYER, 1971); depth range 270-800 m.
DÍAZ AND
Family OLIVIDAE Latreille, 1825
Olivella myrmecoón Dall, 1912
References:
Olivella (Minioliva) myrmecoón:
OLssoN: 1956: 211, pl. 12, figs. 10, 10 a.
Olivella myrmecoón: DÍAZ AND
PUYANA, 1994: 205, fig. 796.
Material: 30 empty shells INV
MOLE2816,-2817(E.16/89, W3:26, AE:
4.47 mm), 2645, 3387, 3393; St. 02, 10, 12,
13, 67; 309-510 m.
Previous records for Colombia: DÍAZ
(1985), DÍAZ AND GOTTING (1988), Santa
Marta; Díaz (1989), Bahía Portete; DÍAZ
AND PUYANA (1994), Cartagena.
61
Iberus, 22 (1), 2004
Distribution: Costa Rica, Panama,
Colombia (Díaz AND PUYANA, 1994);
depth range 20-510 m.
Family MARGINELLIDAE Fleming, 1828
Volvarina hennequini Boyer, 2001
Reference:
Volvarina hennequini: BOYER, 2001: 3-
8, figs. 9-16.
Material: 22 shells and living speci-
mens, INV _MOL1864-1869, 2312 (L.
2339/00 10:9mm),291352318,12369;
2386; 446-510 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Honduras, Panama
(BOoYER, 2001), Colombia.
Family VOLUTOMITRIDAE Gray, 1854
Conomitra leonardhilli Petuch 1987
(Fig. 40)
Reference:
Conomitra leonardhilli: Peruch, 1987:
109, pl. 23, fig. 6, pl. 26, fig. 12.
Material: 21 empty shells, INV MOL
1870-1876, 1877 (L. 15.28, W. 6.33, AL.
9.52 mm), 1878, 2351, 2352, 2647, 2648;
E IS SO) SS TIAS
326 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Venezuela (PETUCH,
1987), Colombia; depth range 35-326 m
Remarks: The shell features of the
Colombian specimens are consistent
with those of the holotype (USNM
784576, off Puerto Cabello, Venezuela,
35 m).
Volutomitra erebus Bayer, 1971
References:
Volutomitra erebus: BAYER, 1971: 218-
221, figs. 66, 67 d-j.
Volutomitra erebus:
PUYANA, 1994: 199, fig. 722.
Material: 40 living specimens and
shells, INV MOL18709, 1880 (L. 24.6, W.
10.45, AL. 15.9 mm), 2649, 2912, 2942,
3003, 3098, 3176, 3197, 3231, 3318, 3343,
3495, 3532; St. 01-03, 07-10, 12, 15, 16, 20,
25, 68; 292-510 m.
Previous records for Colombia: BAYER
(1971), off the Guajira Peninsula.
Distribution: Lesser Antilles
(Granada), Colombia, Trinidad (BAYER,
1971); depth range 292-597.
DÍAZ AND
62
Remarks: The shell features of the
Colombian specimens are consistent
with those of the holotype (USNM
701219, Colombia, 408-576 m).
Family COSTELLARIDAE MacDonald,
1860
Vexillum styria (Dall, 1889) (Fig. 41)
Reference:
Mitra (Costellaria?) styria: DALL, 1889:
159-160, pl. 15, fig. 6.
Material: Seven living specimens and
empty shells, INV MOL1881-1883 (L.
23.73, W. 5.46, AL. 9.44 mm), 2650; St.
30, 33, 35; 260-315 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Florida, Mexico, Cuba,
Dominica, Barbados (DALL, 1889),
Colombia; depth range 46-609 m.
Remarks: The shell features of the lec-
totype (USNM 86948, Dominica, 599 m)
are consistent with those of the collected
material. This record extends the distrib-
ution range of the species to the south-
ern Caribbean.
Family CONIDAE Rafinesque, 1815
Conus mazei Deshayes, 1874
References:
Conus (Conasprella) mazei: OKUTANI,
1983: 295 + fig.
Conus mazel: DÍAZ AND PUYANA,
1994: 215, fig. 846.
Conus mazet: RIOS, 1994: 157, fig. 695.
Material: 40 living specimens and shells,
INV MOL1884 (L. 42.99, W. 14.64, AL. 33.36
mm), 1885-1887, 2855, 2860, 2894, 2909,
3040, 3045, 3069, 3277, 3426, 3457; St. 01,
04, 06, 11, 14, 21, 23, 30, 33; 204-314 m.
Previous records for Colombia: BAYER
ET AL. (1970), off Gulf of Urabá.
Distribution: Florida, Texas, Yucatan,
Cuba, Jamaica, Martinique, Barbados to
Surinam, south Brazil (OKUTANL, 1983;
DÍAZ AND PUYANA, 1994; Rios, 1994);
depth range 84-549 m.
Conus villepinti Fischer and Bernardi,
1857 (Fig. 42)
References:
Conus villepinit: CLENCH, 1942: 25-26,
pibe pi 19 teo:
Conus (Endemnoconus)
OKUTANI, 1983: 297 + fig.
villepini:
GRACIA ET AL.: Colombian Caribbean gastropods from the IVVEMAR campaigns
Conus villepini: VINK, 1988: 11-14,
fig. 4.
Conus villepinit: Rios, 1994: 158, pl.
52, fig. 704.
Material: One living specimen and
one shell, INV MOL1888 (L. 49.45, W.
21.31, AL. 40.33 mm), 2353; St. 11, 21;
274-308 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: North Carolina, Florida,
Bermuda, Mexico, Virgin Islands,
Venezuela, Surinam, Brazil (CLENCH,
1942; OKUTANIL 1983; Rios, 1994),
Colombia; depth range 25-608 m.
Family TURRIDAE Swainson, 1840
Clathrodrillia albicoma (Dall, 1889)
(Fig. 43)
References:
Drillía albicoma: DALL, 1889: 83-84, pl.
10, fig. 8.
Drillia albicoma: DALL AND SIMPSON,
1901: 385.
Material: Two shells, INV MOL1898
(MERLO W5:9.02, A UIL65 mm), 2356;
St. 09, 29; 290-312 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Florida, Gulf of Mexico,
Barbados, Brazil (DALL, 1889; SUNDER-
LAND AND SUNDERLAND, 1993; Rios,
1994), Colombia; depth range 151-1470 m
Remarks: The shell morphology and
sculpture of the Colombian material are
consistent with those of the syntypes
(USNM 87461, Yucatan, 151 m, and
USNM 87462, Barbados, 180 m).
Agladrillia sp. (Fig. 44)
Material: Seven specimens, INV
MOL1893, 1894 (L. 12.32, W. 4.06, AL. 3.5
mm), 1895, 2653; St. 26, 67; 308-322 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Colombia; depth range
308-322 m.
Remarks: According to shell features,
the specimens collected belong undoubt-
edly to this poorly known genus, although
to an apparently yet unnamed species.
Drilliola loprestiana (Calcara, 1841)
(Fig. 45)
References:
Pleurotoma (Mangilia) comatotropis:
DAaLL, 1881: 58.
Pleurotoma (Mangilia) comatotropis:
DaLL, 1889: 116, pl. 11, fig. 82.
Drilliola loprestiana: BOUCHET AND
WARÉN (1980): 32, fig. 82.
Material: Four specimens, INV
MOL18%6 (L. 6.33, W. 2.47, AL. 2.93 mm),
1897, 2354; St. 11, 21, 26; 274-318 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: NE Atlantic, Bay of
Biscay and the Mediterranean. Western
Atlantic, New England, Georgia,
Florida, Texas, Gulf of Mexico, Yucatan,
Barbados, Cuba, Bermuda, Brazil
(BOUCHET AND WARÉN, 1980), Colombia;
depth range 45-1935 m.
Remarks: The shell features of the
Colombian specimens are consistent
with those of the type material of Micro-
drillia comatotropis (USNM 902870,
USNM 902869, Gulf of Mexico, Florida
Keys, 198 m).
Drilliola sp.
Material: Four living specimens and
four shells, INV MOL2818 (L. 10.95, W.
4.56, AL. 4.6 mm), 3394, 3395, 3450; St.
07, 12, 14; 296-494 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Colombia; depth range
296-494 m.
* Remarks: This seems to be an
unnamed species of this poorly known
genus. A thorough revision is currently
being done.
Globidrillia smirna (Dall, 1881) (Fig.
46)
References:
Pleurotoma (Drillia) smirna: DALL,
1881: 66.
Drillia smirna: DALL, 1889: 94, pl. 11,
fig. 7.
Material: Two living specimens and
six shells, INV MOL1889, 1890 (L. 23.47,
W. 5.48, AL. 7.5 mm), 1891, 1892, 2652;
St. 28, 32, 34; 510-519 m.
Previous records for Colombia: DALL
(1889): Old Providence Island (Isla Prov-
idencia), an oceanic island in the south-
western Caribbean.
Distribution: Gulf of Mexico, Cuba,
Old Providence Island (DaALL, 1881,
1889), off Colombian mainland; depth
range 510-743 m.
63
Iberus, 22 (1), 2004
Splendrillia lissotropis (Dall, 1881)
(Fig. 47)
References:
Pleurotoma (Mangllia)
DAaLL, 1881: 58-59.
Splendrillia lissotropis: RIOS, 1994: 163,
pl. 54, fig. 737.
Material: Three living specimens and
two empty shells, INV MOL1899 (L.
7.76, W. 2.46, AL. 3.17 mm), 1900, 1901,
2357; St. 14, 26; 296-326 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Florida, Panama, Cuba,
Brazil (DALL, 1881; Rios, 1994), Colom-
bia; depth range 30-396 m.
lissotropis:
Cryptogemma sp. (Fig. 48)
Material: 55 living specimens and
numerous shells, INV MOL1902-1905,
1906 (L. 18.61, W. 8.71, AL. 10.36 mm),
1907, 2654, 3020, 3110, 3165, 3205, 3241,
3335, 3342, 3356, 3401, 3475, 3520, 3525;
5030707100038 10/17, 29,28, 32,
39, 68; 292-520 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Colombia; depth range
292-520 m.
Remarks: This apparently unnamed
species, is the first member of this turrid
genus known for the Atlantic. Its
description is in process.
Gemmula periscelida (Dall, 1889)
References:
Pleurotoma (Pleurotoma) periscelida:
DaLL, 1889, 74-75, pl. 32, fig. 2.
Gemmula periscelida: OKUTANI, 1983:
300 + fig.
Gemmula periscelida: DÍAZ AND
PUYANA, 1994: 219-220, fig. 867.
Material: 33 empty shells and living
specimens, INV MOL1909 (L. 33.38, W.
11.51, AL. 17.79 mm) 2841, 2845, 2870,
2885, 2905, 2948, 2988, 3046, 3054, 3157,
3173, 3189, 3306, 3409, 3418, St. 01-04, 09,
MAS MAA 1 21 DD 222
Previous records for Colombia: DALL
(1889), off Gulf of Morrosquillo; DÍAZ
AND PUYANA (1994), off the Guajira
Peninsula.
Distribution: North Carolina, Florida,
Alabama, Colombia, Surinam (DALL,
1889; OKUTANI, 1983; DÍAZ AND PUYANA,
1994; SUNDERLAND AND SUNDERLAND,
1993); depth range 150-600 m.
Polystira tellea (Dall, 1889) (Fig. 49)
References:
Pleurotoma (Pleurotoma) albida var.
tellea: DALL, 1889: 73.
Polystira tellea: OKUTANI 1983: 302 +
fig.
Material: +300 living specimens and
empty shells INV MOL1910 (L. 63.66, W.
18.11, AL. 34.33 mm), 1912-1923, 2655,
2656, 2849, 2901, 2984, 3024, 3041, 3053,
3055, 3074, 3133, 3154, 3191, 3244, 3258,
3291, 3305, 3384, 3418, 3449, 3463, 3488;
St. 01, 03, 04, 06, 08, 10, 11, 13-15, 16,
DSZ ZA ZO LOS OMS IAS INS MO
204-505 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Florida to Louisiana,
Texas, Surinam (BULLIS, 1956a; OKUTANI,
1983; SUNDERLAND AND SUNDERLAND,
1993), Colombia; depth range 53-505 m.
(Right page) Figure 42. Conus villepinzz, L. 49.45 mm. Figure 43. Clathrodrillia albicoma, L. 29.65
mm. Figure 44. Agladrillia sp., L. 12.32 mm. Figure 45. Drilliola loprestiana, L. 5.05 mm. Figure
46. Globidrillia smirna, L. 18.68 mm. Figure 47. Splendrillia lissotropis, L. 7.76 mm. Figure 48.
Cryptogemma sp., L. 18.61 mm. Figure 49. Polystira tellea, L. 56.0 mm. Figure 50. Thatcherina sp.,
L. 15.2 mm. Figure 51. Cochlespira radiata, L. 17.36 mm. Figure 52. Fusiturricula enae, L. 15.24
mm. Figure 53. Leucosyrinx verrilliz, L. 20.56 mm. Figure 54. Stenodrillia gundlachi, L. 36.38 mm.
Figure 55. Stenodrillia horrenda, L. 51.63 mm.
(Página derecha) Figura 42. Conus villepinii, L. 49,45 mm. Figura 43. Clathrodrillia albicoma, L£.
29,65 mm. Figura 44. Agladrillia sp., L. 12,32 mm. Figura 45. Drilliola loprestiana, L. 5,05 mm.
Figura 46. Globidrillia smirna, L. 18,68 mm. Figura 47. Splendrillia lissotropis, L. 7,76 mm.
Figura 48. Cryptogemma sp., L. 18,61 mm. Figura 49. Polystira tellea, L. 56,0 mm. Figura 50.
Thatcherina sp., L. 15,2 mm. Figura 51. Cochlespira radiata, L. 17,36 mm. Figura 52. Eusiturri-
cula enae, L. 15,24 mm. Figura 53. Leucosyrinx verrillii, L. 20,56 mm. Figura 54. Stenodrillia
gundlachi, L. 36,38 mm. Figura 55. Stenodrillia horrenda, L. 51,63 mm.
64
GRACIA ET AL.: Colombian Caribbean gastropods from the IVNVEMAR campalgns
65
Iberus, 22 (1), 2004
Remarks: The shell features of the
material collected are consistent with
those of the syntypes of Pleurotoma albida
tellea (USNM 93912, Florida, 200 m and
USNM 93606, Florida, 108 m). Previous
deep water records in the area of P. albida
(Perry, 1811), a species with larger and
somewhat different sculptured shell liv-
ing in shallower depths (cf. ABBOTT,
1974; R1os, 1994) might probably include
material of this species.
Thatcherina sp. (Fig. 50)
Material: One specimen, INV
MOE2S19 (MAS 2 1W8796 mm) StaL0;
492-502 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Colombia; depth range
492-502 m.
Remarks: Although a single speci-
men was collected, morphological fea-
tures of the protoconch and the body
whorl are consistent with those of the
genus Thatcherina Vera-Peláez, 1998 (].
L. Vera-Peláez in litt and D. L. Tippet
com. pers.).
Cochlespira elegans (Dall, 1881)
References:
Pleurotoma (Ancistrosyrinx) elegans:
DaLt, 1881: 54.
Pleurotoma (A.) elegans: DALL, 1889:
78, pl. 38, fig. 3.
Cochlespira elegans:
PUYANA, 1994: 219, fig. 864.
Material: Five living specimens and
five shells, INV MOL3516 (L. 45.17, W.
15.76, AL. 28.40 mm), 2819, 2820, 2893,
3213; St. 03, 05, 07, 10, 17; 434-500 m.
Previous records for Colombia: DÍAZ
AND PUYANA (1994), off the Guajira
Peninsula.
Distribution: Florida, Cuba, Jamaica,
Colombia (DaLL, 1881; SUDERLAND,
1991; DÍAZ AND PUYANA, 1994); depth
range 100-1449 m.
DÍAZ AND
Cochlespira radiata (Dall, 1889) (Fig.
51)
References:
Pleurotoma (Ancistrosyrinx) radiata:
DAaLL, 1889: 78-79, pl. 12, fig. 12.
Pleurotoma radiata: DALL AND
SIMPSON, 1901: 384.
66
Cochlespira radiata: Rios, 1994: 164,
pl. 54, fig. 743.
Material: Nine living specimens and
shells, INV MOL1924 (L. 17.36, W. 6.62,
AL. 11.24 mm), 2358-2362; St. 01, 04, 08,
14, 23, 33; 269-314 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: North Carolina to
Florida, Louisiana, Texas, Gulf of
Mexico, Puerto Rico, Jamaica, St. Croix,
Martinique, St. Lucia, Barbados, Brazil
(DALL, 1889; DALL AND SIMPSON, 1901;
SUNDERLAND, 1991; Rios, 1994), Colom-
bia; depth range: 45-1152 m.
Remarks: The shell morphology and
sculpture of the syntypes of Pleurotoma
radiata (USNM 87398, Santa Lucia, 209 m;
USNM 87399, Martinique, 306 m; USNM
87400, Barbados, 151 m) are consistent
with those of the material reported here.
Fusiturricula enae Bartsch, 1934 (Fig.
52)
Reference:
Fusiturricula enae: BARTSCH, 1934: 13,
ple ies tle2 10:
Material: 17 living specimens and
shells; INVMOLEI925 119261192741.
16.49, W. 5.02, AL. 8.37 mm), 1928, 1929,
2369, 20977 ot E 2120 530,32 73307,
260-520 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Puerto Rico (BARTSCH,
1934), Colombia; known depth range
260-648 m.
Remarks: The shell features of the
collected specimens are consistent with
those of the type material from off
Puerto Rico (USNM 430619 and 430394).
This is the second record of the species.
Leucosyrinx verrillii (Dall, 1881) (Fig.
53)
References:
Pleurotoma (Pleurotomella) verrillii:
DALL, 1881: 57.
Pleurotoma (Leucosyrinx)
DaLL, 1889: 75, pl. 10, fig. 5.
Leucosyrinx verrilli: BOUCHET AND
WARÉN, 1980: 23-25, figs. 68-69.
Leucosyrinx verrillii: R10s, 1994: 166,
pl. 55, fig. 754.
Material: +70 living specimens and
shells, INV MOL1930-1933, 1934 (L.
verrillii:
GRACIA ET AL.: Colombian Caribbean gastropods from the IVVEMAR campaigns
24.05, W. 5.84, AL. 10.94 mm), 1935-1938,
2659-2661, 2940, 2996, 3086, 3120, 3178,
3214, 3303, 3916, 3405, 3492: St..02, 03,
US NOA 09 AS 12042078294 130,107, 109;
292-520 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Eastern and western
Atlantic, Azores, Spain, North Carolina,
Florida, Gulf of Mexico, Yucatan, Cuba,
Brazil (DALL, 1881; BOUCHET AND
WARÉN, 1980; SUNDERLAND, 1991; RIOS,
1994), Colombia; depth range 274-3000
m.
Stenodrillia gundlachi (Dall and
Simpson, 1901) (Fig. 54)
References:
Drillia gundlachi: DALL AND SIMPSON,
¡SUIESSO,pLo7, tie. 17.
Compsodrillia gundlachi: R1Os, 1994:
169, pl. 56, fig. 771.
Material: +130 living specimens and
many shells, INV MOL1941 (L. 57.68
mm, W. 16.7, AL. 27.07 mm), 1942-1946,
2665-2667, 2913, 2971, 2985, 3048, 3085,
3108, 3196, 3302, 3346, 3396, 3496, 3557;
St. 01-05, 07, 10, 11-13, 15, 22, 24, 25, 68;
292-510 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Puerto Rico, Brazil
(DALL AND SIMPSON, 1901; RIOS, 1994),
Colombia; depth range 50-510 m.
Remarks: The shell features of the
Colombian specimens are consistent
with those of the type material (USNM
159686, Mayagúez, Puerto Rico). This
record extends the distribution range of
the species to the southern Caribbean.
Stenodrillia horrenda (Watson, 1886)
(Fig. 55)
References:
Pleurotoma (Drillia) horrenda:
WATSON, 1886: 308-309, pl. 26, fig. 4.
Stenodrillia horrenda: SUNDERLAND
AND SUNDERLAND, 1993: 14.
Material: One specimen, INV
MOlI2669 (1:91:63: W17:2; A1.:22.97
mm), St. 68; ca. 487 m.
Previous records in Colombia: None.
Distribution: Florida, Brazil, Cuba
(WATSON, 1886; SUNDERLAND AND SUN-
DERLAND, 1993), Colombia; depth range
396-640 m.
Remarks: The shell features of the
Colombian specimens are consistent
with material dredged off Bahia de
Cochinos, Cuba, 600 m (USNM 902172).
Hindsiclava alesidota (Dall, 1889) (Fig.
56)
Reference:
Drillia alesidota: DALL, 1889: 84-85.
Material: Four living specimens and
seven empty shell, INV MOL2662 (L.
38.88, W. 9.68, AL. 17.88 mm), 2663,
2664, St. 67; 309 m.
Previous records in Colombia: None.
Distribution: North Carolina, Florida,
Texas, Louisiana (DALL, 1889; SUNDER-
LAND, 1991).
Remarks: The morphology and sculp-
ture of the collected material are consis-
tent with those of the syntypes (USNM
93607, North Carolina, 113 m, and
USNM 93608, North Carolina, 193 m).
This record extends the geographical
range of the species considerably to the
southern Caribbean.
Compsodrillia polytorta (Dall, 1881)
(Fig. 57)
References: :
Pleurotoma (Drillia) polytorta: DALL,
1881: 61-62.
Drillia polytorta: DALL, 1889: 85, pl.
10, fig. 6.
Crassispira polytorta: OKUTANI, 1983:
304 + fig.
Material: 13 living specimens and
shells, INV MOL1939, 1940 (L. 37.78, W. *
8.65, AL. 14.42 mm), 2936, 2995, 3011; St.
02, 03, 26, 34; 308-500 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Gulf of Mexico, Cuba,
Surinam (OKUTANI, 1983), Colombia;
depth range 308-755 m.
Remarks: The morphology and sculp-
ture of the collected material are consis-
tent with those of the holotype (USNM
412171, Cape San Antonio, Cuba, 743 m).
Compsodrillia tristicha (Dall, 1889)
(Fig. 58)
References:
Drillia tristicha: DALL, 1889: 88-89.
Drillia tristicha: Rios, 1994: 169, pl.
56, fig. 773.
67
Iberus, 22 (1), 2004
Material: Three living specimens and
several empty shells, INV MOL1947 (L.
29.1, W. 6.98, AL. 11.65 mm), 2368, 2369,
2668; St. 08, 09, 33, 67; 269-312 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Alabama, Mississippi,
Florida, Gulf of Mexico, south Brazil
(DaALL, 1889; Rios, 1994), Colombia;
depth range 164-378 m.
Remarks: The shell form and sculp-
ture of the Colombian material are con-
sistent with those of the syntypes
(USNM 93852, Florida, 353 m; USNM
93969, Florida, 200 m). This is the first
Caribbean record for the species, which
seemingly has a wide distribution in the
western Atlantic.
Glyphostoma epicasta Bartsch, 1934
(Fig. 59)
References:
Glyphostoma epicasta: BARTSCH, 1934:
14-15, pl. 4, figs. 4, 7, 9.
Glyphostoma epicasta: Rios, 1994: 171,
pl. 56, fig. 780.
Material: One living specimen and
two empty shells, INV MOL1948 (L.
33.44, W. 8.8, AL. 15.71 mm), 1949, 2373;
St. 16, 28, 34; 461-500 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Puerto Rico, south
Brazil (BARTSCH, 1934; Rios, 1994),
Colombia; depth range 150-648 m.
Remarks: The shell features of the
Colombian specimens are consistent with
those of the holotype (USNM 430507). This
record extends the distribution range of
the species to the southern Caribbean.
Glyphostoma gabbii (Dall, 1889) (Fig.
60)
References:
Mangilia (Glyphostoma) gabbit: DALL,
1889: 108-109, pl. 13, figs. 4-5, 7-8.
Glyphostoma gabbii: Rios, 1994: 171,
plo7 test:
Material: Nine empty shells, INV
MOL1950A953 M9 (EAOSTAWSSo1
AS mi 42772939997 20923119)
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Florida, Gulf of Mexico,
Cuba, Lesser Antilles, Brazil (DALL,
1889; Rios, 1994), Colombia; depth
range 55-795 m.
Remarks: The morphology and sculp-
ture of the Colombian material agree
with those of the syntype (USNM 87410,
Barbados, 484 m).
Mangelia subsida (Dall, 1881) (Fig. 61)
References:
Pleurotoma (Drillia) subsida: DALL,
1881: 62.
Pleurotoma (Mangilia?) subsida: DALL,
1889: 118, pl. 12, fig. 3.
Material: One living specimen and
one empty shell, INV'MOL2355 (L.
11.54, W. 4.98, AL. 5.63 mm), 2651; St. 02,
67; 309-452 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Florida (DALL, 1881)
and off the Guajira Peninsula, Colom-
bia; depth range 309-610 m.
Remarks: Shell morphology and
sculpture of the specimen collected are
consistent with the type material
(USNM 410655, off Florida, 610 m). This
(Right page) Figure 56. Hindsiclava alesidota, L. 38.88 mm. Figure 57. Compsodrillia polytorta, L.
37.78 mm. Figure 58. Compsodrillia tristicha, L. 29.1 mm. Figure 59. Glyphostoma epicasta, L.
28.49 mm. Figure 60. Glyphostoma gabbii, L. 14.18 mm. Figure 61. Mangelia subsida, L. 11.54
mm. Figure 62. Benthomangelia sp., L. 13.0 mm. Figure 63. /thycythara cymella, L. 7.74 mm.
Figure 64. Terebra sp. 1., L. 23.0 mm. Figure 65. “Terebra” sp. 2, L. 16.13 mm. Figure 66. Disco-
tectonica discus, frontal and umbilical views, L. 7.96 mm. Figure 67. Philine alba, L. 36.0 mm.
Figure 68. Ringicula nitida, L. 4.8 mm.
(Página derecha) Figura 56. Hindsiclava alesidota, L. 38.88 mm. Figura 57. Compsodrillia poly-
torta, L. 37.78 mm. Figura 58. Compsodrillia tristicha, L. 29.1 mm. Figura 59. Glyphostoma epi-
casta, L. 28.49 mm. Figura 60. Glyphostoma gabbii, L. 14.18 mm. Figura 61. Mangelia subsida, L.
11.54 mm. Figura 62. Benthomangelia sp., L. 13.0 mm. Figura 63. Ithycythara cymella, L. 7.74
mm. Figura 64. Terebra sp. 1., L. 23.0 mm. Figura 65. “Terebra” sp. 2, L. 16.13 mm. Figura 66.
Discotectonica discus, vista frontal y umbilical, L. 7.96 mm. Figura 67. Philine alba, L. 36.0 mm.
Figura 68. Ringicula nitida, L. 4.8 mm.
68
GRACIA ET AL.: Colombian Caribbean gastropods from the /NVEMAR campalgns
lia
69
Iberus, 22 (1), 2004
is the second record of the species, and
the first one for the Caribbean Sea.
Benthomangelia sp. (Fig. 62)
Material: 48 living specimens and
empty shells, INV MOL1956, 1957 (L.
SMAW3:97 ALO2 min) SE 020307;
09-15, 21, 24; 274-510 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Colombia; depth range
274-510 m.
Remarks: We have been unable to
identify this species. A thorough revi-
sion of literature and comparison with
other material are necessary.
Cryoturris quadrilineata (C. B. Adams,
1850)
References:
Pleurotoma quadrilineata: (CLENCH
AND TURNER, 1950b: 336, pl. 29, fig. 12.
Cryoturris quadrilineata: DÍAZ AND
PUYANA, 1994: 229, fig. 910.
Material: One empty shell INV
MOL1959 (L. 6.65, W. 2.44, AL. 4.01
mm), St. 29; 290-296 m.
Previous records for Colombia: DÍAZ
(1985), Bahía de Nenguanje, near Santa
Marta.
Distribution: Mexico, Costa Rica,
Panama, Colombia, Jamaica, St. Croix
(UsTICKE, 1959; DÍAZ AND PUYANA,
1994); depth range 15-296 m.
Ithycythara cymella (Dall, 1889) (Fig. 63)
Reference:
Mangilia (Cythara) cymella: DALL,
1889: 101-102, pl. 12, fig. 4.
Material: One living specimen, INV
MOL1958 (L. 7.74, W. 2.97, AL. 4.54
mm); St. 21; 274-276 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Florida, Gulf of Mexico,
Cuba, St. Vincent, Barbados, Grenada
(DALL, 1889; SUNDERLAND AND SUNDER-
LAND, 1993), Colombia; depth range 117-
276 m.
Kurtziella serga (Dall, 1881)
References:
Pleurotoma (Drillia) serga: DALL, 1881:
65-66.
Mangelia serga: BOUCHET AND
WARÉN: 1980: 30, figs. 42, 80, 214.
70
Cryoturris serga: DÍAZ AND PUYANA,
1994: 230, fig. 911.
Cryoturris serga: Rios, 1994: 173, pl.
57, fig. 796.
Material: One living specimen INV
MOL10955, (L. 6.5, W. 2.72 mm, AL. 3.05),
St. 26; 314-318 m.
Previous records for Colombia: DÍAZ
(1985), Bahía de Nenguanje, near Santa
Marta. DÍAZ AND PUYANA (1994), off
Gulf of Salamanca, off Santa Marta.
Distribution: Northern mid-Atlantic,
including the Mediterranean (BOUCHET
AND WARÉN, 1980); west Atlantic, Bermu-
das, Texas, Gulf of Mexico, Costa Rica,
Colombia, Brazil (DÍAZ AND PUYANA,
1994; Rios, 1994); depth range 6-1980 m.
Family TEREBRIDAE Morch, 1852
Terebra sp. 1 (Fig. 64)
Material: +40 empty shells, INV
MOL1961 (L. 16.4, W. 3.84, AL. 4.03
mm), St. 08, 09, 11, 14, 15, 21, 26.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Colombia; depth range,
274-326 m.
Uncertain placement
“Terebra” sp. 2 (Fig. 65)
Material: Six empty shells, INV
MOL1978 (L. 12.69, W. 3.63, AL. 4.72
mm), 2387, 2672, St. 32; 514-520 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Colombia.
Family ARCHITECTONICIDAE Gray, 1850
Discotectonica discus (Phillipi, 1844)
(Fig. 66)
Reference:
Solarium peracutum: DALL, 1889: 275,
pss iesi2o:
Material: (One specimen, INV
MOL2374 (L. 7.96, W. 16.17, AL. 4.21
mm); St. 19; 200 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Eastern and western
Atlantic, in the latter known from North
Carolina, Florida, off Mississippi, St.
Croix, and Barbados (DALL, 1889;
BUuLLiIs, 1956a; PORTER, 1974; REED AND
MIKKELSEN, 1987), Colombia; depth
range 82-329 m.
Remarks: The shell form and sculp-
ture of the Colombian specimen are con-
GRACIA E7 AL.: Colombian Caribbean gastropods from the /IVVEMAR campaigns
sistent with those of the lectotype of
Solarium peracutum Dall, 1889 from Bar-
bados (USNM 83694).
Family PHILINIDAE Gray, 1850
Philine alba Mattox, 1958 (Fig. 67)
Reference:
Philine alba: MARCUS AND MARCUS,
1967: 607-609, figs. 23-28.
Material: Five specimens, INV
MOLE2375, 2376) (15: 12:2, W:-.8:9 mm),
2378; St. 23; 204-206 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Amphiamerican, in the
western Atlantic known from Panama
and Brazil (MARCUS AND MARCUS, 1967;
MARCUS, 1977; Rios, 1994), Colombia;
depth range 46-206 m.
Philine infundibulum Dall, 1889
References:
Philine infundibulum: DALL, 1889: 57-
58.
Philine infundibulum:
PUYANA, 1994: 245.
Philine infundibulum: Rios, 1994: 196,
pl. 64, fig. 920.
Material: 21 living specimens INV
MOL1977, (L 8.30 mm), 2699, 2700, St.
21, 67; 274-309 m.
Previous records for Colombia: BAYER
ET AL. (1970), off Gulf of Morrosquillo.
Distribution: Bermuda, Florida,
Cuba, Guadaloupe, Dominica, Barba-
dos, Colombia to Brazil (DALL, 1889;
MARCUS, 1977; DÍAZ AND PUYANA, 1994;
RIOS, 1994); depth range, 68-724 m.
DÍAZ AND
Family RINGICULIDAE Philippi, 1853
Ringicula nitida Verrill, 1872 (Fig. 68)
References:
Ringicula nitida: DALL, 1881: 97.
Ringicula nitida: Rios, 1994: 193, pl.
ESAS AgOS:
Material: One living specimens and
eight shells, INV MOL1964 (L. 5.63, W.
3.860, AL. 3.3 mm), 2380-2383; .St.:.07,. 10,
12, 39; 292-500 m.
Previous records for Colombia: None.
Distribution: Mediterranean and
Pliocene from Italy; New England,
Bermuda, Gulf of Maine, Florida, Gulf
of Mexico, Yucatan Strait, Lesser An-
tilles, Brazil (DALL, 1889; MARCUS, 1977;
RIOS, 1994), Colombia; depth range 180-
1935 m.
Family CYLICHNIDAE H. and A. Adams,
1854
Scaphander watsoni rehderi Bullis, 1956
References:
Scaphander watsoni rehderi: BULLIS,
1956b: 13-14, figs. 3 a-d.
Scaphander watsoni rehderi: MARCUS
AND MARCUS, 1967: 602-603, figs. 5-9.
Scaphander watsoni rehderi: DÍAZ AND
PUYANA, 1994: 241, fig. 970.
Material: +70 living specimens and
shells, INV MOL1965-1969, 1970 (L.
38.86, W. 21.37 mm), 1971-1976, 2673,
2674, 2853, 2896, 3033, 3067, 3149, 3169,
3203, 3300, 3453, 3486, 3500, 3526, 3555;
St. 01, 04, 06, 08-11, 14-17, 21-23, 25-27,
29, 34, 35, 37, 67, 68; 206-510 m.
Previous records for Colombia: MARCUS
AND MARCUS (1967), Gulf of Darien, off
the Guajira Peninsula; BAYER ET AL.
(1970), off Gulf of Morrosquillo.
Distribution: Mississippi, Louisiana,
Gulf of Mexico, Panama, Colombia
(BULLIS, 1956b; MARCUS AND MARCUS,
1967; DÍAZ AND PUYANA, 1994); depth
range 134-549 m.
Family ARMINIDAE Rafinesque, 1814
Armina juliana Ardila and Díaz, 2002
Reference:
Armina juliana: ARDILA AND DÍAZ,
2002: 25-31.
Material: Two specimens, Holotype
INV MOL1598 (L. 41 mm alive),
Paratype LACM-2908 (L. 14 mm alive),
St. 05, 09; 306-460 m.
Previous records for Colombia: ARDILA
AND Díaz (2002): known only from the
type locality off Cabo de La Vela and
Palomino.
Distribution: Colombia; at 306-460 m
in depth.
ACKNOWLEDGEMENTS
The “INVEMAR-Macrofauna” cam-
paigns were carried out with the financial
support of COLCIENCIAS (project No.
210509-10401) and the Colombian Min-
istry Of the Environment through project
ZA)
Iberus, 22 (1), 2004
No. 001065 of the Fondo Nacional Ambi-
ental. The authors are indebted to Gabriel
R. Navas and the other members of the
Taxonomy Research Group of INVEMAR
for their collaboration and good fellow-
ship. Capt. José Polo and the crew of the
R/V Ancón are gratefully acknowledged
for their cooperation aboard the ship. We
are especially indebted to Yolanda Villa-
campa, Tyjuana Nickens, Dr. Jerry Ha-
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hospitality and assistance at the NMNH,
Smithsonian Institution, Washington
D.C. Special thanks also to Dr. Donn L.
Tippet for kindly helping to solve diffi-
culties with the species of Turridae, and
to Susanne Braden and Scott Whitaker
(NMNH) for their assistance with the
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O Sociedad Española de Malacología
Iberus, 22 (1): 77-84, 2004
Variability and distribution of Clavatula mystica (Reeve,
1843)
Variabilidad y distribución de Clavatula mystica (Reeve, 1843)
Franck BOYER* and Jose María HERNÁNDEZ**
Recibido el 14-111-2003. Aceptado el 16-1X-2003
ABSTRACT
The taxonomic identity and distribution of Clavatula mystica (Reeve, 1843) are studied on
the basis of new records. The important variability of its shell morphology partially
explains the ambiguous identity of the species in the literature and the frequent confusion
with other taxa. The distribution of C. mystica is shown to range from Gran Canaria to
Casamance, Senegal.
RESUMEN
Se estudian la identidad taxonómica y la distribución de Clavatula mystica (Reeve, 1843)
a partir de reciente información. La variabilidad de la morfología de la concha explica
parcialmente la dudosa identidad de esta especie en la literatura y su frecuente confusión
con otros taxones. El área de distribución de C. mystica se extiende desde Gran Canaria
hasta Casamance, en Senegal.
KEY WORDS: Gastropoda, Turridae, Clavatula, variability, distribution, West Africa.
PALABRAS CLAVE: Gastropoda, Turridae, Clavatula, variabilidad, distribución, África occidental
INTRODUCTION
The turrid genus Clavatula Lamarck,
1801, known as ranging off West and
South Africa, belongs to a subfamily
Clavatulinae considered by KILBURN
(1985: 417) as remaining “a rather poorly
characterised group”. The species attrib-
uted to Clavatula do not show well-
defined features, and intergrading char-
acters with allied genera often occur, as
far as shell morphology, protoconch or
radula are concerned (see POWELL, 1966;
KILBURN, 1985).
The genus Clavatula has never been
revised as a whole, and it might well be
in reality a polyphyletic group. As KILBURN
(1985: 424) suggested: “The genus Clava-
tula, as here understood, may have to be
reinterpreted when the West African
species are better studied”.
The deeper cause of the confusion
about the taxonomy of the Clavatulinae
probably lies in their considerable intraspe-
cific variability. According to KILBURN
(1985: 421), “the littoral Clavatulinae are
probably the most variable of the Turri-
dae”. Even in West African Clavatula, some-
what abundant in the field and very
popular in collections, none of the species
has ever been studied from the point of
view of variability, and the limits of indi-
vidual species remain very imprecise for
most of the taxa attributed to this group.
* 110, chemin du Marais du souci, 933270 - Sevran, Erance.
** C/Capitan Quesada 41, 35460 - Galdar (Las Palmas) Gran Canaria, Spain.
db
Iberus, 22 (1), 2004
The status of the type species Clavat-
ula coronata Lamarck, 1801 (synonym: P.
muricata Lamarck, 1822, fide Tryon, 1884)
itself requires a revision taking into account
the existence of several squat ventricose
morphs ranging from Gambia to Angola.
Such a study is currently under way by
the first author.
The case of Clavatula mystica (Reeve,
1843), considered one of the most
common West African Clavatula, is
studied here from the specific point of
view of its variability, intending to
understanding of the Clavatula radia-
tion.
Abbreviations
ad = adult
subad = subadult
juv = juvenile
ge = gerontic
NHM = The Natural History Museum,
London
JHC =]J. Hernandez Collection
JFC =J. Ferreiro Collection
FGC =E Gubbioli Collection
FBC = E Boyer Collection.
clarify the taxonomic status of the
species and to contribute to a better
RESULTS
Subfamily CLAVATULINAE H. and A. Adams, 1853
Genus Clavatula Lamarck, 1801
Type-species, by monotypy: Clavatula coronata Lamarck, 1801 (synonym: Pleurotoma muricata
Lamarck, 1822).
Clavatula mystica (Reeve, 1843) (Figs. 1-16)
Pleurotoma mystica Reeve, 1843: 183; Conch. Icon., Pleurotoma, pl. 12, fig. 107.
Pleurotoma sacerdos Reeve, 1845: 110; Conch. Icon., Pleurotoma, pl. 20, fig. 172.
Type material: In NHM, not available for study.
Material examined: JHC. Senegal: Pointe Sarene, 3-7 m, 08-96, 1 ad, L = 32.83 mm, Thiaroye, 5-7
m, 08-96, 3 ad, L = 24.96 to 29.04 mm; Baie de Hamn, 3-5 m, 01-83, 1 ad, L= 30.21 mm; Gorée, 20 m,
01-90, 5 ad, L = 25.96 to 28.82 mm; Gorée, 13-15 m, 08-96, 3 ad, L = 18.37 to 27.45 mm, Gorée, 13-15
m, 09-99, 3 ad, L = 28.48 to 33.76 mm; Dakar, Anse Bernard, 5-12 m, 09-77, 1 ad, L= 25.62 mm. Mau-
ritania: Nouadhibou, 40 m, 01-89, 2 ad + 1 ge, L = 29.42 to 32.34 mm. West Sahara: 22” 17' N, 17?
22 W, 75 m, 10-88, num. subad + ad, L= 14 to 19 mm, 22? 35' N, 16? 58' W, 60 m, 01-88, num. subad
+ ad, L= 14 to 25 mm, 24? 45' N, 16% 25' W, 32 m, 01-88, num. subad + ad, L= 17 to 22 mm; N.W.
Cabo Barba, 60 m, 12-87, num. subad + ad, 12 to 18 mm. Canary Islands: Fuerteventura, Granillo,
crabs at low tide, 09-90, 2 subad + 3 ad, L = 14.66 to 18.47 mm; Gran Canaria, Gando, 3 m, 3 subad
+ 2 ad, L= 12.74 to 20.57 mm; Gran Canaria, El Rincón, low tide, 01-75, 10 subad + ad, L = 14 to
24mm. JFC. Gran Canaria, San Cristobal, pots, 30-40 m, 03-00 to 01-01, 2 ad + 1 ge, L=17 to 25.5
mm. FGC. Senegal: Casamance, 1 subad, L = 18 mm, Gorée, 1 juv +3 ad, L= 19 to 27 mm. West
Sahara, 5 subad + ad, L = 24 to 35 mm. Gran Canaria: Arinaga, 4-5 m, 07-96, 1 ad, L = 23 mm, La
Laja, 40 m, 1 subad + 1 ge, L = 23 and 47 mm. FBC. Senegal: Pointe Sarene, 3-7 m, 08-96, 7 ad, L =
31 to 36.3 mm, Ndéyane, low tide, 04-99, 3 subad + 1 ad, L = 17 to 22 mm, Thiaroye, 5-7 m, 08-96,
1subad + 6 ad, L = 29 to 38.5 mm, Gorée, 13-15 m, 08-96 to 09-99, 5 juv + 1 subad + 10 ad, L=21 to
32 mm. West Sahara: trawled, num juv + subad, L = 13.85 to 26.05 mm. Gran Canaria: Arinaga, 0-
4 m, 07-02, num juv, L=1.3 to 1.8 mm, San Cristobal, pots, 30-40 m, 1 subad, L = 23.7 mm, El Rincón,
low tide, 01-75, 3 juv, L = 14.85 to 19.30 mm.
Type locality: Clavatula mystica (Reeve, 1843) and its synonym Clavatula sacerdos (Reeve, 1845) were
both described without type-locality (“Hab.?”). Referring to the pictures given in Conchologia
Iconica, both names were clearly based on similar phenae showing the special features represented
in the populations from Senegal, such as sharp carinae, protuberant spiral nodules and contrasted
dark colours. So, Senegal is proposed here as type-locality of C. mystica.
78
BOYER AND HERNÁNDEZ: Variability and distribution of Clavatula mystica
Original description: “Pleurotoma
mystica. Pleur. testá abbreviato-
fusiformi, rubido-fuscá; anfractibus
superne concavis, striatis, infra angu-
latis, tuberculis albis, connatis, ad
angulum acute carinatis; anfractu
ultimo inferne nodulorum seriebus
plurimis cingulato.
Conch. Icon., Pleurotoma, pl. 12 fig.
107.
Hab.?
Chiefly distinguished by the white
turreted keel”.
Complementary description of the shell
(Figs. 1-13, 15): The protoconch consists
of 2.5 smooth, slightly bulging whorls
(Figs. 5, 15). It is followed by 8 whorls at
the adult stage. The upper part of the
last whorl and the spire show a pyrami-
dal outline formed by a pronounced
carina situated at the first third of the
last whorl and at the base of the other
whorls. This carina is bordered by
strong spiral nodules, which develop
downward as short and thick, undu-
lated axial ribs. At the mid-part of the
last whorl, a less prominent carina
ranges under the upper one; it is bor-
dered by smaller and more rounded
nodules. Several spiral rings of small to
obsolete nodules range along the basal
part of the shell.
The thin and spaced spiral cords
which cover the entire shell are some-
times more pronounced between the 2
main rings of produced nodules at the
mid-part of the last whorl, and they can
be absent from the nodules themselves.
The pattern of the spiral cords on the
rest of the shell is more obsolete (Fig. 4).
Heavy growth marks are generally
present all along the whorls and are
more pronounced on the last three
whorls. They can form short spines
under the sutures. A deep anal notch is
present at the top of the labrum (Fig. 6).
The aperture is around 40% of total
length. The siphonal canal is in size
moderate to long (Figs. 1, 9).
The apex is smooth, narrow and
very slender. The first whorls are not
carinated and show a sculpture of dex-
trally oriented chevrons, sometimes
divided into two spiral ranks of oblique
nodules, separated by one spiral rank of
smaller rounded ones (Fig. 5). Gerontic
shells (Fig. 10) show a widened callous
base around a large umbilicum, faintly
pronounced in younger specimens.
Shells from Senegal (Figs. 1-9) show
a squatter and more angular outline,
with sharper peripheral nodules,
whereas those from Northern Maurita-
nia, Western Sahara and the Canary
Islands (Figs. 10-16) show a more
slender outline, less pronounced carinae
and more obsolete peripheral nodules.
The shells from Senegal display a
wide range of ground colours, from
whitish or beige to grey, orange, brown
or black. The peripheral nodules are
almost white. The first whorls are
creamy white or beige. Very contrasted
bicoloured or tricoloured shells are fre-
quent.
The shells from Northern Maurita-
nia, Western Sahara and the Canary
Islands show lighter ground colours
ranging from whitish or creamy-beige to
dull orange or light tan.
Dimensions: The length of adult
shells ranges from 18 to 47 mm. A
record-length of 65 mm is given by
NORDSIECK AND TALAVERA (1979: 156).
Animal (Figs. 14,16): The head and
foot are whitish, the sides of the foot are
decorated with small blackish spots and
marks, the siphon is mottled white. The
large heartshaped operculum is amber-
orange.
Distribution: The species seems to
have a continuous geographic distribu-
tion from Casamance to Western Sahara,
and it also reaches the Canary Islands.
Casamance seems to be the southern
limit of C. mystica, as the specimens
recorded from this place are very rare,
and no specimen is known from Guinea
and Guinea-Bissau, despite the occur-
rence of many other Clavatula in the
Guinean area. The species is also absent
from the Gulf of Guinea (pers. comm.
from P. Ryall, Ghana). KNUDSEN (1956:
95) cites the species from only one
station off Senegal and another one off
Gambia, but not from any of the numer-
ous stations of the “Atlantide” Expedi-
tion situated southward.
787
Iberus, 22 (1), 2004
C. mystica is found off Fuerteventura
and Gran Canaria, but its presence off
the other Canarian islands is not
recorded. The species ranges off the
northern and eastern coasts of Gran
Canaria, but it is apparently missing
from the western coasts.
The occurrence of the species along
the Moroccan coast north of Cape Juby
is not confirmed. However the species
must be considered as having the most
northerly distribution among the West
African Clavatula. According to NICKLES
(1950: 124), the species is known from
the Old Quaternary of Morocco.
The bathymetric distribution of C.
mystica is known to range from low tide
level (Ndéyane, Petite Cóte, Senegal) to
75 m (off Western Sahara).
Remarks: Attribution of the material
studied to the species P. mystica Reeve,
1843 is effected on the basis of the origi-
nal description (REEVE, 1843: 183) and of
the type figures of P. mystica and P. sacer-
dos in Conchologia Iconica (Pleurotoma:
Figs. 107, 172). Despite the fact that the
type specimens are not available for
consultation, the shell features given by
the type figures, corroborated by the
original descriptions, do not leave any
doubt about the identity of both P.
mystica and P. sacerdos.
The identification and naming of C.
mystica have been the subject of great
confusion in literature. Under the name
of “Clavatula sacerdos Reeve, 1845”,
MALIZAN (1883: pl. 3, fig 10) pictured a
gerontic specimen of C. mystica.
MALTZAN (1883: 127) considers that C.
sacerdos corresponds to “Le Farois” of
Adanson, this last taxon also being said
to present some similarities with C. muri-
cata. FISCHER-PIETTE (1942: 238) believes
“Le Farois” of Adanson is C. bimarginata,
due to the finding in Adanson's collec-
tion of a shell belonging to this species,
labelled as “Le Farois” and similar to the
Adanson's figure. FISCHER-PIETTE (1942)
admits however that Adanson's descrip-
tion is ambiguous and may well be based
simultaneously on C. bimarginata and C.
sacerdos.
MALTZAN (1883) notes also that C.
sacerdos is somewhat variable, and he
quotes separately “C. sacerdos var.
mystica Reeve, 1843”, implicitly recogniz-
ing the synonymy between both names,
even if not following the correct order of
seniority that should prevail. This prob-
ably comes from the fact that the type-
figure of C. mystica shows a squat wide
shell in dorsal view, whereas the type-
figure of C. sacerdos, published two years
later, shows a slenderer shell in ventral
view: the type-figure of C. sacerdos gives
a more complete definition of the
species, and it corresponds to the most
common form found in Senegal,
whereas the type-figure of C. mystica,
even if illustrating well shell outline and
sculpture, does not show the aperture
and represents an unusual short-siphon
outline. In these circumstances,
MALTZAN (1883) took the taxon C. sacer-
dos as the better representative of the
species and he used it as such, introduc-
ing the custom of using alternatively C.
sacerdos or C. mystica for the same
species, and inaugurating the confusion
about its taxonomic status.
Following this tradition, NICKLES
(1950: 124) pictures a representative shell
of C. mystica from Senegal under the
name of C. sacerdos. C. mystica will be
correctly given by KNUDSEN (1952: 143-
145) and by PoweELL (1966: 56) as senior
synonym of C. sacerdos. However
KNUDSEN (1952) himself seems to accept
(Right page) Figures 1-9: C. mystica, Senegal; 1: Gorée, 20 m, 27.47 x 14.11 mm; 2: Gorée, 13-15
m, 32.48 x 15.29 mm; 3: Gorée, 13-15 m, 28.48 x 14.31 mm; 4: like Fig. 1; 5: Gorée, 20 m,
28.82 x 12.32 mm; 6: like Fig. 2; 7: Thiaroye, 5-7 m, 29.04 x 12.9 mm; 8: Gorée, 20 m, 28.87 x
13.01 mm; 9: Pointe Saréne, 3-7 m, 32.83 x 14.46 mm.
(Página derecha) Figuras 1-9: C. mystica, Senegal; 1: Gorée, 20 m, 27,47 x 14,11 mm; 2: Gorée, 13-
15 m, 32,48 x 15,29 mm; 3: Gorée, 13-15 m, 28,48 x 14,31 mm; 4: concha de la Fig. 1; 5: Gorée,
20 m, 28,82 x 12,32 mm; 6: concha de la Fig. 2; 7: Thiaroye, 5-7 m, 29,04 x 12,9 mm, 8: Gorée, 20
m, 28,87 x 13,01 mm; 9: Poínte Saréne, 3-7 m, 32,83 x 14,46 mm.
80
BOYER AND HERNÁNDEZ: Variability and distribution of Clavatula mystica
Iberus, 22 (1), 2004
C. bimarginata in the synonymy of C.
mystica and so maintains the ambiguity
about the identity of the species.
The species was never quoted from
the Canary Islands under its proper
name. ODHNER (1931: 21-22) quotes
“Clavatula bimarginata Lamarck, 1822”
from Gran Canaria, and the species will
be requoted and figured under that
same name by NORDSIECK AND GARCÍA-
TALAVERA (1979: 156, pl. 39, fig. 1) as
DISCUSSION
Placement of C. mystica within the
genus Clavatula is proposed as provi-
sional on the basis of its similarities with
the type-species C. coronata Lamarck (=
P. muricata Lamarck).
The spire is higher in C.coronata, the
general outline of its last whorl is more
inflated, rounded and faintly carinated,
the well-defined cord-like rings of
axially oriented nodules form also a
noticeably squared pattern on four fifths
the last whorl. Simple ranks of well-
spaced nodules are situated at the base
of the other whorls, and protuberant
spines are generally formed by growth
lines just under the suture of the three
last whorls. The first whorls of C. coro-
nata are much more stepped than those
of C. mystica, the central and the upper
part of these whorls do not bear nodules
and are almost smooth.
However, many similarities occur
between both species: the protoconch
and the thin spiral cords which cover
the entire shell are very similar, even if
these cords are more obsolete in C. coro-
nata. The general shape of the aperture,
of the siphonal canal and of the external
lip are also similar, even if the labrum is
ranging from Fuerteventura to Gran
Canaria.
Since C. mystica is the onlyClavatula
confirmed by recent captures as occur-
ring in Canary Islands, the real identity
of the species recorded by Odhner
cannot leave any doubt. In the figure
presented by Nordsieck and García-
Talavera, even if allowing for a certain
“artistic liberty”, all the principal fea-
tures of C. mystica are shown.
more rounded and enveloping in C.
coronata, with a deep labial sinus. The
tendency of growth lines to form spines
under the lower sutures must also be
considered as a shared feature.
C. mystica presents also some simi-
larities with C. diadema (Kiener, 1839-40).
In particular, the first whorls of C.
mystica show the same regular outline
and bear the same pattern of axial ribs
and nodules as C. diadema.
But C. mystica shows the closest
affinities with C. bimarginata (Lamarck,
1822) having in common carinated
outline, proportions of the shell and of
the aperture, and shape of the siphonal
canal, the outer lip and the labial sinus.
However, the first whorls of C. bimar-
ginata are more similar to those of C.
coronata, its protoconch is smaller than
in C. mystica, the upper part of its last
whorl is more elevated than in C.
mystica and tends to form a rank of long
axial nodules, the spines are lacking and
the spiral cords are thicker and less
numerous.
It must be noted that the radula of C.
mystica pictured in POWELL (1966: 11, fig.
61), showing a half-rank of two slender
Figures 10-16: C. mystica; 10: Nouadhibou, 40 m, 32.34 x 13.2 mm; 11: Western Sahara, 60 m,
18.36 x 7.53 mm; 12: Fuerteventura, Granillo, low tide, 18.47 x 7.25 mm; 13: Gran Canaria,
Gando, 3 m, 20.57 x 8.85 mm; 14: Gran Canaria, San Cristobal, 30-40 m, 21 x 9 mm; 15: like
Fig. 11; 16: like Figure 14.
Figuras 10-16: C. mystica; 10: Nouadhibou, 40 m, 32,34 x 13,2 mm; 11: Sahara occidental, 60 m,
18,56 x 7,53 mm; 12: Fuerteventura, Granillo, marea baja, 18,47 x 7,25 mm; 13: Gran Canaria,
Gando, 3 m, 20,57 x 8,85 mm; 14: Gran Canaria, San Cristobal, 30-40 m, 21 x 9 mm; 15: concha
de la Fig. 11; 16: concha de la Figura 14.
82
BOYER AND HERNANDEZ: Variability and distribution of Clavatula mystica
Iberus, 22 (1), 2004
lateral teeth and a tiny central tooth
made of a small spine emerging from a
reduced triangular plate, is similar to
the radula of C. muricata pictured in
GOFas (1990: 21, fig. 30), this last one
showing however a somewhat larger
square central plate.
ACKNOWLEDGEMENTS
We are much indebted to Jose Fer-
reiro (Las Palmas, Gran Canaria) who
BIBLIOGRAPHY
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d'Adanson. Journal de Conchyliologie, 85: 103-
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LAMARCK, J. B., 1822. Histoire naturelle des ani-
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Paris. 711 pp.
MALTZAN, H. F. von, 1883. Beitráge zur Ken-
ntriss der senegambischen Pleurotomiden.
Jahrbúcher der Deutschen malakozoologischen
Gesellschaft, 10: 115-135, pl. 3.
84
provided live animals and precise data
from his own catches made off North-
west Gran Canaria. We have to thank
also Franco Gubbioli (Marbella, Spain)
and Peter Ryall (Takoradi, Ghana) for
precious records and pictures.
Special acknowlegements are due to
Arcadio Benitez (Las Nieves, Gran
Canaria) who procured in the past much
material from Western Sahara and Mau-
ritania, and to the late Marcel Pin from
Dakar who kindly helped with access to
the molluscan fauna from Senegal.
NICKLES, M., 1950. Mollusques Testacés Marins
de la Cóte Occidentale d'Afrique, 1-269. P.
Lechevalier, Ed., Paris.
NORDSIECK, F. AND GARCIA-TALAVERA, F., 1979.
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pls.
O Sociedad Española de Malacología
Iberus, 22 (1):85-114, 2004
Datos anatómicos y morfológicos de gasterópodos opisto-
branquios de Papúa Nueva Guinea
Morphological and anatomical data on opisthobranch gastropods
from Papua Nueva Guinea
Marta DOMÍNGUEZ, Juan MOREIRA y Jesús S. TRONCOSO*
Recibido el 18-XI-2003. Aceptado el 9-1-2004
RESUMEN
Se aportan datos morfológicos y anatómicos de treinta y tres especies de moluscos gaste-
rópodos opistobranquios recolectados durante 1996 en Papúa Nueva Guinea: una espe-
cie de Cephalaspidea, una de Anaspidea, cuatro de Pleurobranchoidea, una de Saco-
glossa y veintiséis de Nudibranchia.
ABSTRACT
Morphological and anatomical data on thirty-three species of opisthobranch gastropods
molluscs collected in 1996 in Papua New Guinea are provided: one species of Cephalas-
pidea, one of Anaspidea, four of Pleurobranchoidea, one of Sacoglossa and twenty-six of
Nudibranchia.
PALABRAS CLAVE: Gastropoda, Opistobranchia, Papúa Nueva Guinea, morfología, anatomía.
KEY WORDS: Gastropoda, Opisthobranchia, Papua New Guinea, morphology, anatomy.
INTRODUCCIÓN
El conocimiento que existe sobre los
opistobranquios de Papúa Nueva
Guinea es muy escaso y solamente a
partir de los últimos veinticinco años se
han realizado exhaustivos esfuerzos de
muestreo faunístico para que éste
aumentase.
Esta situación no es exclusiva de
Papúa Nueva Guinea, sino que ocurre
en todo el Indo-Pacífico. Boss (1971)
hizo una revisión de la biodiversidad de
moluscos y estimó una diversidad
global de unas 3000 especies conocidas
de opistobranquios. Sin embargo GOSLI-
NER y DRAHEIM (1996) comprobaron que
había más de 3.400 solamente en el
Indo-Pacífico tropical y, de éstas, 1.019
no habían sido descritas. De estos datos
deducen que la biodiversidad mundial
de opistobranquios es mucho más alta
que la estimada por Boss y afirman que
una gran proporción (más del 30%) de
las especies conocidas del Indo-Pacífico
tropical están todavía sin describir.
El área más estudiada de Papúa
Nueva Guinea es la provincia de
Madang y está localizada en su costa
norte. Los datos obtenidos por GHISELIN
(1992) tras realizar varias expediciones
entre 1986 y 1992 en la provincia de
* Departamento de Ecología y Biología Animal, Facultad de Ciencias del Mar, Universidad de Vigo, Lagoas-
Marcosende, E-36200 Vigo, España.
85
Iberus, 22 (1), 2004
Madang dan una idea de la gran riqueza
faunística de esta zona; durante estas
campañas se recolectaron 536 especies
de opistobranquios y alrededor del 36%
de ellas no habían sido descritas hasta
ese momento. Es muy probable que la
lista de opistobranquios en Madang
continúe creciendo y dado el alto por-
centaje de especies sin describir, parece
claro que el número de especies descri-
tas da una idea muy vaga del número
total existente.
En el presente trabajo se presentan
datos de la morfología externa e interna
de especies de opistobranquios proce-
dentes en su mayoría de Hansa Bay,
provincia de Madang.
MATERIAL Y MÉTODOS
La principal zona de estudio se
encuentra en la isla de Laing, situada en
el medio de la bahía de Hansa (Fig. 1) y
es la porción emergente de una fila de
arrecifes de coral alineados en el eje
Norte-Sur.
La recopilación del material estu-
diado en esta memoria es el resultado
de los trabajos realizados en las estacio-
nes biológicas “Cristensen Research Ins-
titut” de Madang Lagoon y “Leopold
II” de isla de Laing.
Una parte de este material fue captu-
rado durante julio y agosto de 1996 en la
bahía de Hansa y la isla Boisa, y el resto
RESULTADOS
fue recogido en expediciones previas y
depositado en el “Royal Belgian Insti-
tute of Natural Sciences” (RBINS).
Durante la campaña realizada en
1996, la isla de Laing fue dividida para
su muestreo en cuadrículas de 100 x 100
m numeradas por filas y columnas (Fig.
2) y a cada una se le asignó una letra
(que indica una fila) y un número (una
columna). Para cada una de estas zonas
se indica la profundidad, el número de
ejemplares que se recolectaron y la lon-
gitud y anchura en milímetros de cada
individuo (en estado conservado). Los
individuos pertenecientes al museo son
indicados mediante la abreviatura
RBINS. También se indica la zona con-
creta en la que fueron recolectados,
aunque si ésta se desconoce, aparece
PNG (Papúa Nueva Guinea).
El método de recolección empleado
fue el de visualización directa en las
zonas intermareales y mediante inmer-
sión con escafandra autónoma en las
infralitorales. Con los ejemplares captu-
rados se utilizó el método de enfria-
miento y congelación, previamente a la
fijación y la conservación definitiva. En la
mayoría de los individuos se examinaron
caracteres internos como la rádula o el
sistema reproductor y, para ello, se disec-
cionaron bajo un estereomicroscopio y se
hicieron fotografías y dibujos. Los dientes
de la rádula fueron observados por
medio de un microscopio óptico y dibuja-
dos con la ayuda de una cámara clara.
Philinopsis pilsbryi (Eliot, 1900) (Figs. 3A, B)
Doridium pilsbryi Eliot, 1900. Proc. Acad. Nat. Sci., 52: 512, lám. 19, figs. 1A, B.
Material: Bahía de Hansa (28,4 m), 27 ejemplares (26,4 x 15,1 mm, 25,3 x 13,0 mm, 23,5 x 13,8 mm;
24,7 x 13,2 mm; 22,5 x 13,3 mm; 22,6 x 12,7 mm; 21,9 x 11,2 mm; 22,0 x 12,8 mm; 24,8 x 13,5 mm;
22,5 x 9,5 mm; 20,2 x 12,5 mm; 25,2 x 10,7 mm; 20,8 x 11,0 mm; 21,2 x 12,8 mm; 18,3 x 12,0 mm; 18,9
x 7,9 mm, 19,2 x 8,8 mm; 19,7 x 10,0 mm; 19,0 x7,5 mm; 19,6 x 8,0 mm; 18,5 x 8,5 mm; 22,5 x 9,3 mm;
17,7 x 8,4 mm, 20,0 x 8,4 mm; 16,7 x 8,2 mm; 17,3 x 9,2 mm; 14,2 x 8,1 mm).
Descripción: El cuerpo es ancho, alar-
gado, con un par de parápodos cortos en
los lados que se pliegan y extienden for-
mando un par de colas. De los 27 ejempla-
86
res, 16 son de color claro con marcas negras
que forman una serie de círculos (Fig. 3A)
y los 11 restantes son de color negro (Fig.
3B). De acuerdo con MARSHALL y WILLAN
DOMÍNGUEZ £7' AL.: Moluscos opistobranquios de Papúa Nueva Guinea
145001
Boisa Island
Hansa Bay
0 Laing Island
Hansa Point
BISMARCK SEA
0 100 200 M
E
Figura 1. Mapa de la bahía de Hansa localizado en la costa norte de Papúa Nueva Guinea. Figura
2. Mapa de la isla de Laing dividido en áreas de 100 x 100 metros.
Figure 1. Map of Hansa Bay located on the north coast of Papua New Guinea. Figure 2. Map of Laing
Island divided in areas of 100 x 100 metres.
(1999) el patrón de colores de esta especie
es variable; la extensión de las marcas
negras varía entre individuos, pudiendo
ser muy delgadas y dar un aspecto reticu-
lado, o muy anchas dando la apariencia de
que todo el animal es negro.
Distribución: Philinopsis pilsbryi se
distribuye por el Indo-Pacífico tropical
(MARSHALL y WILLAN, 1999). Es una
especie muy abundante en la bahía de
Hansa, donde se observaron miles de
ejemplares sobre el fondo arenoso.
Stylocheilus striatus (Quoy y Gaimard, 1832) (Fig. 3C)
Aplysia striata Quoy y Gaimard, 1832. Zoologie, 2.
Material: Isla de Laing, H1, (16,5 m), 4 ejemplares (23,0 x 5,0 mm, 11,0 x 3,5 mm, 8,7 x 2,3 mm, 5,4
x 1,6 mm).
Descripción: El cuerpo de estos ejem-
plares termina en una larga y delgada
cola (Fig. 3C); sobre su superficie dorsal
hay numerosas papilas, es de color
castaño claro y está recorrido por una
gran cantidad de líneas delgadas longi-
tudinales entre las que se intercalan
manchas con el centro de color azul.
87
Iberus, 22 (1), 2004
Distribución: Especie con distribución
circumtropical: Sudáfrica, Mar Rojo, islas
Hawaii, Galápagos, Baja California y
Caribe (GOSLINER, BEHRENS y WILLIAMS,
1996). Todos los ejemplares se recogieron
a 16,5 m de profundidad.
Pleurobranchus forskali1 Rúppell y Leuckart, 1828 (Figs. 4A-E)
Pleurobranchus forskalii Rúuppell y Leuckart, 1828. Atlas zu der Reise im nórdlichen Afrika: 18-20, lám.
5, figs. 2a-c.
Material: RBINS, 4 ejemplares (Bahía de Hansa: 69,5 mm x 46,8 mm; PNG: 116,0 mm x 72,6 mm;
PNG: 96,6 mm x 74,0 mm; PNG: 82,4 mm x 60,5 mm).
Descripción: Esta especie tiene una
concha interna débilmente calcificada; los
rinóforos están enrollados y el velo oral es
ancho; a cada lado del raquis de la bran-
quia hay 23-24 tubérculos que se van alter-
nando; el manto lleva numerosas pústu-
las. La fórmula radular es 80 x 188.0.188
en un ejemplar de 11,6 cm de longitud. Los
dientes de la rádula tienen forma de
gancho cerca de la línea media (Fig. 4A),
se alargan según se van alejando de ella
(Fig. 4B) y cerca de los márgenes dismi-
nuyen de tamaño (Fig. 4C). Los elemen-
tos de la mandíbula miden 250 qm y cada
uno tiene una cúspide media y 2-4 dentí-
culos puntiagudos a cada lado (Fig. 4D).
El sistema reproductor (Fig. 4E) consta de
una ampolla larga y enrollada rodeada
por tejido conectivo, continúa en una prós-
tata redondeada que se extiende en forma
alargada hasta el conducto deferente, éste
es largo, está enrollado y da paso a un
ensanchamiento al que sigue el pene (junto
a este hay externamente una prolonga-
ción membranosa). La glándula gameto-
lítica es muy grande y el receptáculo
seminal tiene aspecto glandular (está
formado por numerosos lóbulos).
Discusión: En las descripciones de
Pleurobranchus forskalii Rúppell y Leuc-
kart, 1828, se señala la presencia de un
retículo de líneas blancas bien desarro-
llado rodeando grupos de tubérculos
sobre su dorso, que en los ejemplares de
la colección no aparecen. Esto puede ser
debido a que han perdido los pigmen-
tos, aunque existen casos en los que no
aparece tampoco en los ejemplares vivos
(lámina 1.A de CERVERA, CATTANEO-
VIETTI y EDMUNDS, 1996). Además,
THOMPSON (1970) dice que la concha
interna de P. forskalii está situada sobre
la parte media de la masa visceral,
mientras que en los ejemplares estudia-
dos está en la región anterior.
Distribución: Pleurobranchus forskalii
ha sido encontrado en Tanzania, Mar
Rojo, Australia, Fiji Nueva Guinea,
Indonesia, Filipinas, Guam y Japón
(GOSLINER ET AL, 1996).
Pleurobranchus grandis Pease, 1868 (Figs. 5A-F)
Pleurobranchus grandis Pease, 1868. Am. J. Conch., 4 (2): 78-79, lám. 10, fig. 2.
Material: RBINS, (8 m), 1 ejemplar (Purar Reef: 88,2 x 69,1 mm).
Descripción: El manto es grueso y
tiene numerosas pústulas grandes rode-
adas por otras de menor tamaño; el
dorso tiene grandes áreas de color
oscuro y claro (Fig. 5A); los rinóforos
están enrollados y el velo oral es ancho
(Fig. 5B); el raquis de la branquia tiene
una doble fila de tubérculos que se van
88
e
alternando, y sobre las ramas secunda-
rias que parten de él también aparecen
pústulas. La fórmula radular en este
ejemplar es 150 x 340.0.340; cerca de la
línea media los dientes son cortos y
tienen forma de gancho (Fig. 5C),
después se hacen más alargados, lle-
gando a alcanzar los 140 nm de longitud
DOMÍNGUEZ £7 AL.: Moluscos opistobranquios de Papúa Nueva Guinea
Figura 3. A, B: Patrones de coloración de Philinopsis pilsbryi, C: Stylocheilus striatus; D: Plakobran-
chus ocellatus; E: Notodoris minor; E: Notodoris gardineri; G: Chromodoris kuniei, H: Chromodoris
geometrica; Y. Chromodoris magnifica; 5: Risbecia godeffroyana; K: Risbecia tryoni, L: Ceratosoma mia-
mirana, vista ventral; M: Glossodoris atromarginata; N: Hypselodoris bullocki, O: Discodoris boholen-
sis; P: Platydoris scabra; Q: Platydoris cruenta; R: Dendrodoris tuberculosa, vista ventral; S: Bornella
stellifera; Y. Pteraeolidia ¡anthina.
Figure 3. A, B: Colour patterns of Philinopsis pilsbryi; C: Stylocheilus striatus; D: Plakobranchus
ocellatus; £: Notodoris minor; F: Notodoris gardineri; G: Chromodoris kuniei; A: Chromodoris
geometrica; [: Chromodoris magnifica; /: Risbecia godeffroyana; K: Risbecia tryoni; L: Ceratosoma
miamirana, ventral view; M: Glossodoris atromarginata; NV: Hypselodoris bullocki; O: Discodoris
boholensis; P: Platydoris scabra; Q: Platydoris cruenta; R: Dendrodoris tuberculosa, ventral view;
S: Bornella stellifera; 7: Pteraeolidia ianthina.
Iberus, 22 (1), 2004
sud
188
182
A C
50 um
pr
Cv
D
cd
Figura 4. Pleurobranchus forskalii. A: dientes laterales internos; B: diente lateral; C: dientes laterales
externos; D: elementos de la mandíbula; E: sistema reproductor.
Abreviaturas, amp: ampolla; av: apertura vaginal; cd: conducto deferente; ch: conducto hermafro-
dita; cv: conducto vaginal; gf: glándula femenina; gg: glándula gametolítica; gst: glándula del esti-
lete; gv: glándula vestibular; pg: poro genital; pr: próstata; rs: receptáculo seminal; st: estilete; vp:
vaina peneal.
Figure 4. Pleurobranchus forskalii. A: ¿nner lateral teeth; B: lateral tooth; C: outer lateral teeth; D:
mandibular elements; E: reproductive system.
Abbreviations, amp: ampulla; av: vaginal opening; cd: deferens duct; ch: hermaphrodite duct; cv:
vaginal duct; gf: female gland; ge: gametolytic gland; gst: stylet gland; gv: vestibular gland; pg: genital
opening; pr: prostate; rs: receptaculum seminis; st: stylet; vp: penial sheath.
(Fig. 5D), y cerca del margen vuelven a Distribución: Esta especie se distri-
disminuir de tamaño (Fig. 5E). Los ele- buye por Nueva Guinea, Filipinas, Fiji y
mentos de la mandíbula miden 330 qm las islas de la Sociedad, aunque se
y cada uno tiene una cúspide media y 4- conoce poco sobre su distribución exacta
7 dentículos a cada lado (Fig. 5F). (GOSLINER ET AL., 1996).
90
DOMÍNGUEZ £7 AL.: Moluscos opistobranquios de Papúa Nueva Guinea
vVC1O Ora
50 um
Figura 5. Pleurobranchus grandis. A: vista dorsal del especimen; B: vista ventral; C: diente lateral
más interno; D: diente lateral; E: dientes laterales externos; F: elementos de la mandíbula.
Figure 5. Pleurobranchus grandis. A: specimen in dorsal view; B: ventral view; C: innermost lateral
tooth; D: lateral tooth; E: outer lateral teeth; F: mandibular elements.
Pleurobranchus cf. peroni Cuvier, 1804 (Figs. 6A-E)
Pleurobranchus peroni Cuvier, 1804a. Ann. Mus. Hist. Nat., 5: 275.
Material: RBINS, (8 m), 1 ejemplar (Hansa Point: 18,9 x 15,5 mm).
Descripción: El manto es amplio y se ción, pero se pueden ver pequeños
curva hacia dentro en sus márgenes; tubérculos de color amarillento, algunos
dorsalmente está algo deteriorado rodeados por una línea castaña; también
debido a las condiciones de conserva- hay algunas manchas de color oscuro;
91
Iberus, 22 (1), 2004
40 um
80
Figura 6. Pleurobranchus cf. peroni. A: elementos de la mandíbula; B: dientes laterales internos; C:
diente lateral, visto lateralmente; D: diente lateral; E: dientes laterales externos.
Figure 6. Pleurobranchus cf. peroni. A: mandibular elements; B: inner lateral teeth; C: inner lateral
tooth, lateral view; D: lateral tooth; E: outer lateral teeth.
hay una concha interna débilmente cal-
cificada; los rinóforos están enrollados y
el velo oral es ancho y corto; el raquis de
la branquia tiene una doble -fila de
tubérculos que se van alternando. Los
elementos de la mandíbula en este indi-
viduo miden 105 um y tienen 2-3 dentí-
culos a cada lado de la cúspide media
(Fig. 6A). La fórmula radular es 63 x
80.0.80; cerca de la línea media los
dientes son cortos y tienen cúspides
muy ganchudas (Figs. 6B, 6C), hacia los
lados se van haciendo más alargados,
rectos y delgados (Fig. 6D), y cerca del
borde hay dientes vestigiales rectos (Fig.
6E).
Distribución: Pleurobranchus peroni se
distribuye por el oeste del Indo-Pacífico
tropical (MARSHALL y WILLAN, 1999).
Este ejemplar fue encontrado en Hansa
Point sobre el arrecife de coral, a 8 m de
profundidad.
Euselenops luniceps (Cuvier, 1817) (Figs. 7A-F)
Pleurobranchus luniceps Cuvier, 1817. Le regne animal distribué d “apres son organisation, 2: 186.
Material: RBINS, 1 ejemplar (Isla de Laing;: 18,5 x 13,9 mm).
Descripción: No tiene concha interna;
el manto es liso y de color claro; los ten-
táculos rinofóricos se originan cerca del
borde anterior del manto (Fig. 7A); el
velo oral es ancho, tiene prolongaciones
tentaculares laterales cortas y ventral-
mente tiene numerosos tubérculos pro-
minentes (Fig. 7B); la branquia tiene una
doble fila de tubérculos a lo largo del
2
raquis. La fórmula radular es 78 x
194.0.194, los dientes unicuspidados
cerca de la línea media son finos y redu-
cidos (Fig. 7C), hacia los lados se van
agrandando pudiendo llegar a medir
170 um de longitud (Fig. 7D) y cerca de
los márgenes se vuelven a hacer peque-
ños (Fig. 7E). Los elementos de la man-
díbula miden 45 um y tienen en la parte
DOMÍNGUEZ £7 AL.: Moluscos opistobranquios de Papúa Nueva Guinea
velo oral
pie
branquia
manto
rinóforo
50 um
194 189
Figura 7. Enselenops luniceps. A: especimen visto dorsalmente; B: vista ventral; C: diente lateral más
interno; D: diente lateral; E: dientes laterales más externos; F: elemento de la mandíbula.
Figure 7. Euselenops luniceps. A: specimen in dorsal view; B: ventral view; C: innermost lateral tooth;
D: lateral tooth; E: outer lateral teeth; F: mandibular element.
superior una fila de dentículos redonde-
ados (Fig. 7F).
Discusión: La especie Euselenops luni-
ceps (Cuvier, 1817) tiene un manto
mucho más pequeño que el pie, de color
blanco con manchas castaño oscuro; en
cambio el manto del ejemplar estudiado
es prácticamente del mismo tamaño que
el pie y no tiene manchas, probable-
mente debido a la contracción del
cuerpo sufrida por la fijación. Otros
caracteres, como por ejemplo los dientes
radulares unicuspidados y los elemen-
tos de la mandíbula con dentículos re-
dondeados, permiten la identificación
del animal.
Distribución: Euselenops luniceps
puede ser encontrado en Sudáfrica, y
entre Tanzania y las islas Hawaii (GOSLI-
NER ET AL. 1996).
93
Iberus, 22 (1), 2004
Plakobranchus ocellatus Hasselt, 1824 (Fig. 3D)
Plakobranchus ocellatus Hasselt, 1824. Algemeene Konst- en Letterbode nos 2-4: 35.
Material: Isla de Laing, H1, (16,5 m), 1 ejemplar (33,0 x 12,0 mm).
Descripción: Su cuerpo es blando,
largo y está aplanado dorso-ventral-
mente; sus finos parápodos lo cubren
completamente y se juntan a lo largo de
la línea media dorsal; los largos rinófo-
ros son expansiones de los bordes late-
rales de la cabeza. La coloración de la
cabeza, el lado exterior de los parápodos
y el pie, son blancuzcos con zonas casta-
ñas y están densamente cubiertos de
manchas blancas; el borde posterior del
manto y la región apical de los rinóforos
son de color púrpura oscuro (Fig. 3D).
Como indicaron MARSHALL y WILLAN
(1999), Plakobranchus ocellatus tiene
numerosas manchas rodeadas por un
anillo de color claro (oceladas), aunque
es una especie muy variable y puede
ocurrir que carezca de ella, como en el
caso del ejemplar estudiado.
Distribución: Este especimen fue encon-
trado al oeste de la isla de Laing, a 16,5 m
de profundidad, cerca de la laguna que
existe en este lado de la isla.
Nembrotha cf. cristata Bergh, 1877 (Figs. 8A-C)
Nembrotha cristata Bergh, 1877a. Malacol. Unters. Semper Sect. 2, 2(11): 458, lám. 38, fig. 6.
Material: RBINS, 1 ejemplar (PNG: 26,2 mm x 5,3 mm).
Descripción: El cuerpo es alargado,
oscuro y tiene grandes pústulas de color
claro sobre el noto; también es de color
claro el borde del pie, el borde de las
vainas rinofóricas y parte de las bran-
quias; los rinóforos son claros por
delante y oscuros en la base y en la parte
posterior. La fórmula radular es 29 x
9.1.1.1.9; el diente central tiene forma
más O menos cuadrada y presenta en su
borde superior cinco dentículos, dos de
ellos con sus bases fusionadas, y a cada
lado tiene un diente lateral de gran
tamaño con forma de gancho (Fig. 8A);
los dientes marginales son placas que
van disminuyendo de tamaño según se
acercan al borde de la rádula (Figs. 8B).
El sistema reproductor (Fig. 8C) tiene
una ampolla alargada; la glándula
gametolítica está rodeada por una prós-
tata de gran tamaño y aspecto granu-
lado; el receptáculo seminal también es
redondeado y el conducto deferente,
que es largo y estrecho, se ramifica por
detrás de la próstata; el conducto
vaginal es largo y grueso.
Discusión: Nembrotha cristata Bergh,
1877 es muy similar a N. guttata Yonow,
94
1993 y N. kubaryana Bergh, 1977, ya que
pertenecen al mismo grupo de color
(Yonow, 1994). Se diferencian externa-
mente en que N. cristata es negra con
rinóforos, branquias y manchas de color
verde; N. guttata es negra con manchas
principalmente naranjas y algunas
verdes intercaladas, el borde del pie, los
tentáculos orales y la cara anterior de los
rinóforos anaranjados y las branquias
son de color negro y verde; por último,
N. kubaryana es negra con manchas
verdes y rinóforos, branquias y tentácu-
los orales de color naranja. El animal
conservado ha perdido los colores y su
cuerpo es gris oscuro con marcas grisá-
ceas O blanquecinas; tampoco hay foto-
grafías del animal vivo, por lo que no
podemos ayudarnos de estos caracteres
para identificarlo; la radular coincide
con la de N. cristata, aunque el dentículo
doble del diente central no está situado
en el mismo lugar que en el ejemplar de
Yonow.
Distribución: Este ejemplar fue
encontrado en Papúa Nueva Guinea,
aunque no se conoce la localización
exacta.
DOMÍNGUEZ £7 A£.: Moluscos opistobranquios de Papúa Nueva Guinea
Figura 8. Nembrotha cf. cristata. A: región central de la rádula, diente central y primeros dos dientes
laterales; B: dientes laterales externos; C: sistema reproductor. Abreviaturas como en la Figura 4
Figure 8. Nembrotha cf. cristata. A: central region of radula, rachidian tooth and first two lateral
teeth; B: outer lateral teeth; C: reproductive system. Abbreviations as in Figure 4.
Notodoris minor Eliot, 1904 (Figs. 3E, 9A-C)
Notodoris minor Eliot, 1904. Proc. Zool. Soc. London, 2: 84-85, lám. 3, figs. la-g.
Material: RBINS, 2 ejemplares (PNG: 77,5 x 19,1 mm, Isla de Laing; 70,4 x 28,0 mm).
Descripción: La superficie dorsal
tiene varias pústulas irregulares y es de
color amarillo con rayas estrechas y
manchas negras (Fig. 3E); los rinóforos,
también amarillos, son pequeños y lisos;
las branquias no se pueden retraer bajo
el manto y están protegidas por una ele-
vación formada por tres lóbulos fusio-
nados situados en mitad del cuerpo. La
fórmula radular es 55 x 35.0.35; los
dientes son alargados y tienen en su
extremo dos pequeñas protuberancias
redondeadas, una más larga que la otra;
los dientes más cercanos a la línea
media son más pequeños (190 ym) y
están curvados (Fig. 9A); los cercanos a
los márgenes son de mayor tamaño (Fig.
9B). El sistema reproductor (Fig. 9C)
tiene una ampolla gruesa que se estre-
cha antes de introducirse en la glándula
femenina; la próstata es corta en uno de
los ejemplares y larga y plegada en el
otro; el conducto vaginal parte de la
glándula gametolítica que es redonde-
ada y está conectada con el receptáculo
seminal y con la glándula femenina.
Distribución: Esta especie se encuen-
tra en Tanzania, y entre Oman y Austra-
lia, en Nueva Guinea, Indonesia, Filipi-
nas y Okinawa (GOSLINER ET AL., 1996).
Notodoris gardineri Eliot, 1903 (Figs. 3F, 10A,B)
Notodoris gardineri Eliot, 1903a. The fauna and geography of the Maldive and Laccadive Archipelagoes,
2: 548, lám. 32, figs. 7, 8.
Material: RBINS, 1 ejemplar (PNG: 43,6 x 10,7 mm); Isla de Laing, H1 (16,5 m), 1 ejemplar (87,9 x
25,8 mm).
95
Iberus, 22 (1), 2004
50 um
amp
88
IS
35
Figura 9. Notodoris minor. A: diente lateral más interno; B: diente lateral más externo; C: sistema
reproductor. Abreviaturas como en la Figura 4.
Figure 9. Notodoris minor. A: innermost lateral tooth; B: outermost lateral tooth; C: reproductive
system. Abbreviations as in Figure 4.
Descripción: La superficie dorsal tiene
varias pústulas irregulares y es de color
amarillo con grandes manchas negras; los
rinóforos también amarillos, son peque-
ños y lisos y las branquias (que no se
pueden retraer bajo el manto) están pro-
tegidas por una elevación formada por
tres lóbulos fusionados situados en mitad
del cuerpo (Fig. 3F). La fórmula radular
es 49 x 34.0.34; los dientes son alargados
y tienen dos pequeñas protuberancias en
su extremo; en el margen externo de cada
fila hay un diente reducido (120 qm) y los
que están junto a él son grandes y curva-
dos (Fig. 10A); los dientes cercanos a la
línea media son muy parecidos a los late-
rales, pero de menor tamaño (Fig. 10B).
96
Discusión: Notodoris minor Eliot, 1904
y Notodoris gardineri Eliot, 1906 son dos
especies muy similares tanto en aparien-
cia como en tamaño (GOSLINER ET AL.,
1996), sin embargo son fácilmente reco-
nocibles externamente, ya que N. minor
es amarillo con líneas y manchas negras
esparcidas por el dorso, mientras que N.
gardineri es amarillo con manchas
negras de extensión variable que
pueden ocupar gran parte del dorso.
Distribución: Esta especie se encuen-
tra en Maldivas, Australia, Nueva
Guinea, Indonesia y Okinawa (GOSLI-
NER ET AL., 1996). Uno de los ejemplares
fue encontrado al oeste de la isla de
Laing, a 16,5 m de profundidad.
DOMÍNGUEZ £7 A£.: Moluscos opistobranquios de Papúa Nueva Guinea
A B
50 um
Figura 10. Notodoris gardineri. A: dientes laterales externos; B: diente lateral más interno.
Figure 10. Notodoris gardineri. A: outer lateral teeth; B: innermost lateral tooth.
Hexabranchus sanguineus (Rúuppell y Leuckart, 1830)
Doris sanguinea Rúppell y Leuckart, 1830. Atlas zu der Reise im nórdlichen Afrika von Eduard
Rúippell: 28-29, lám. 8, fig. 1.
Material: RBINS, 4 ejemplares (Isla de Laing;: 71,5 x 79,5 mm, PNG: 77,9 x 58,0 mm, Hansa Point:
17,7 x 12,3 mm, PNG: 91,7 x 52,5 mm); Isla de Laing, F5 (0,5 m), 1 ejemplar (95 x 71 mm); Isla de
Laing, H5 (0,5 m), 1 ejemplar (103,0 x 75,0 mm).
Descripción: Estos nudibranquios son
muy grandes, su manto es liso y se
expande lateralmente. Su coloración es
variable; en uno de los ejemplares estu-
diados, la región central del dorso es roja
con moteado blanco, las áreas laterales son
rojas y el borde del manto es blanco rosado;
otro individuo tiene, sin embargo, una
coloración roja más uniforme. Hexabran-
chus sanguineus tiene seis branquias rami-
ficadas que no puede retraer bajo el manto.
La fórmula radular del individuo de 77,9
mm de longitud es 46 x 65.0.65; los dientes
son simples, no denticulados, y los más
cercanos a la línea media y a los márge-
nes son de menor tamaño que el resto.
Distribución: H. sanguineus se puede
encontrar en Sudáfrica, en el Mar Rojo,
Hawaii y en las islas de la Sociedad
(GOSLINER ET AL., 1996). De los cuatro
ejemplares pertenecientes al RBINS, uno
de ellos se encontró en Hansa Point a 8
m de profundidad. Otros dos indivi-
duos recolectados en la isla de Laing en
la campaña de 1996 se encontraron en la
zona intermareal al este de la isla, en la
que existen grandes charcas de fondo
principalmente arenoso.
Chromodoris kuniei Pruvot-Fol, 1930 (Figs. 3G)
Chromodoris kuniei Pruvot-Fol, 1930. Bull. Mus. Nat. Hist. Natur. Paris, 2 (2): 229.
Material: Isla de Laing, A5 (17,8 m), 1 ejemplar (25,5 x 16,2 mm).
Descripción: El manto es grande,
ovalado y liso, de color amarillo y con
manchas de color violeta oscuro con el
borde más claro; en el borde del manto
hay una banda ancha de color rosa-
violeta (Fig. 3G); las branquias están
SA
Iberus, 22 (1), 2004
rodeando el ano y puede retraerlas en
una cavidad, los rinóforos son de color
crema. Ventralmente, la banda rosa del
margen, y la coloración del manto y de
los lados del pie es la misma que la
dorsal; la base del pie es de color claro,
su borde es de color blanco y no tiene
manchas.
Distribución: Chromodoris kuniei se
puede encontrar entre la isla Christmas
y Australia, Tonga, Nueva Caledonia,
Nueva Guinea, Indonesia, Filipinas,
Guam y las islas Marshall (GOSLINER ET
AL., 1996). Este individuo fue encon-
trado al norte de la isla de Laing, a 17,8
m de profundidad.
Chromodoris geometrica Risbec, 1928 (Fig. 3H)
Chromodoris geometrica Risbec, 1928. Contribution a l'étude des nudibranches Néo-Calédoniens: 148-
151, lám. 6, fig. 10.
Material: Isla de Laing, B3 (18,5 m), 1 ejemplar (10,8 x 4,3 mm).
Descripción: El manto es alargado, de
color castaño claro y cubierto por nume-
rosas pústulas de color blanco; rode-
ando las pústulas de la región media y
abarcando los rinóforos hay una banda
de color marrón más oscuro; el borde
del manto es blanco; las branquias
pueden retraerse y al igual que los rinó-
foros, basalmente son de color claro con
un moteado blanco y apicalmente son
verdes (Fig. 3H).
Distribución: Esta especie se distribuye
por Tanzania, Maldivas, Australia, Fiji,
Nueva Guinea, Indonesia, Filipinas,
Okinawa, Guam, Belau e islas Marshall
(GOSLINER ET AL., 1996). El especimen estu-
diado fue recolectado al noroeste de ls ials
de Laing, a 18,5 m de profundidad.
Chromodoris magnifica (Quoy y Gaimard, 1832) (Fig. 3D
Doris magnifica Quoy y Gaimard, 1832. Zoologie, 2: 270-272, lám. 20, figs. 1-4.
Material: Isla de Laing, B3 (18,5 m), 1 ejemplar (15,0 x 7,3 mm).
Descripción: El manto es ancho y alar-
gado, de color blanco con una banda ancha
amarilla cerca del borde (Fig. 3D; a cada
lado de la región media del dorso hay una
banda negra y ambas se aproximan por
delante de los rinóforos y detrás de las
branquias; entre estas dos bandas hay una
región azul claro que se extiende hacia la
parte posterior de los rinóforos; las bran-
quias se pueden retraer dentro del manto,
y al igual que los rinóforos son de color
amarillo oscuro. Ventralmente hay líneas
negras a los lados del pie y la base es
blanca con el borde de color amarillo.
Distribución: Esta especie se puede
encontrar en Australia, Nueva Guinea,
Indonesia y Filipinas (GOSLINER ET AL.,
1996). El individuo estudiado fue encon-
trado al noroeste de la isla de Laing, bahía
de Hansa, a 18,5 m de profundidad.
Chromodoris cf. magnifica (Quoy y Gaimard, 1832) (Figs. 11A-D)
Doris magnifica Quoy y Gaimard, 1832. Zoologie, 2: 270-272, lám. 20, figs. 1-4.
Material: RBINS, 1 ejemplar (Isla de Laing;: 33,5 x 14,8 mm).
Descripción: Los elementos de la man-
díbula de este ejemplar son alargados y
98
con puntas bífidas (Fig. 114). La fórmula
radular es 95 x 85.0.85 y en la rádula de
DOMÍNGUEZ £7 A£.: Moluscos opistobranquios de Papúa Nueva Guinea
20 um
Figura 11. Chromodoris cf. magnífica. A: elementos de la mandíbula bífidos; B: diente lateral más
interno; C: diente lateral más externo; D: sistema reproductor. Abreviaturas como en la Figura 4.
Figure 11. Chromodoris cf. magnifica. A: bifid jaw rodlets; B: innermost lateral tooth; C: outermost
lateral tooth; D: reproductive system. Abbreviations as in Figure 4.
este individuo hay un engrosamiento
central con forma triangular en cada fila;
a cada lado de este, el diente lateral más
próximo tiene una cúspide curvada con
cinco dentículos cortos externos (Fig. 11B)
y aproximadamente tres internos; en los
siguientes las cúspides se van alargando
y tienen en su lado externo unos seis den-
tículos (estos desaparecen o casi no se
distinguen a partir del diente 32); cerca
del margen la cúspide va disminuyendo
de tamaño; en los dientes más externos
hay uno o dos dentículos (Fig. 11C). La
ampolla del sistema reproductor es alar-
gada y muy estrecha (Fig. 11D); la prós-
tata tiene aspecto lobulado, no es muy
larga y el conducto vaginal es corto.
Discusión: Desconocemos la colora-
ción que tenía en vida Chromodoris cf.
magnifica; sa morfología externa y el
patrón de rayas negras podría confun-
dirse con el de varias especies pertene-
cientes al género Chromodoris (C. elizabet-
hina, C. africana, C. quadricolor, C. magni-
fica), pero al examinar la rádula hemos
visto que existe un gran parecido con la
de C. magnifica. Sin embargo, la próstata
del sistema reproductor tiene aspecto
lobulado y no es muy larga, mientras
que la de C. magnífica es extensa y está
muy plegada.
Distribución: Esta especie se encuen-
tra en Australia, Nueva Guinea, Indone-
sia y Filipinas (GOSLINER ET AL., 1996).
99
Iberus, 22 (1), 2004
Ardeadoris egretta Rudman, 1984 (Figs. 12A-C)
Ardeadoris egretta Rudman, 1984. Zool. J. Linn. Soc., 81 (2-3): 163-166, figs. 1, 32, 33, 34.
Material: RBINS, 1 ejemplar (Isla de Laing; 37,5 x 20,2 mm).
Descripción: El manto es ancho, alar-
gado, de color claro y el borde forma una
serie de pliegues; las branquias están
organizadas en un arco alrededor del
ano, con los extremos formando una
espiral. La fórmula radular es 91 x
56.0.56; los dientes de la región central
terminan en una cúspide y cerca de ella
hay varios dentículos (Fig. 12A), los late-
rales externos también tienen dentículos
pero en menor número (Fig. 12B). El
sistema reproductor tiene una próstata y
conducto deferente largos y plegados; la
glándula gametolítica y el receptáculo
seminal son aproximadamente del
mismo tamaño; el conducto vaginal se
ensancha a medida que se acerca al poro
genital (Fig. 12C).
Discusión: Entre la próstata y el vaso
deferente del ejemplar estudiado apenas
existen diferencias observables. En la
descripción de A. egretta hecha por
RUDMAN (1984), se indica que ambas
partes del sistema reproductor son
largas y están plegadas, sin embargo en
la figura 34 se puede observar que la
glándula prostática está más plegada
que el conducto deferente y que éste
tiene un aspecto más musculoso.
Distribución: A. egretta se puede encon-
trar en Australia, Nueva Guinea, Filipinas
y Okinawa (GOSLINER ET AL., 1996).
Risbecia godeffroyana (Bergh, 1877) (Fig. 3))
Chromodoris godeffroyana Bergh, 1877a. Reisen im Archipel der Philippinen, 2 (11): 493.
Material: RBINS, 1 ejemplar (PNG: 37,4 x 6,6 mm); Bahía de Hansa (6 m), 1 ejemplar (28,6 x 7,0 mm).
Descripción: El cuerpo es alto y visto
dorsalmente tiene forma de espátula, el
manto es de color rosa y blanco y está
cubierto de puntos amarillos; la región
media dorsal es de color rosa más
fuerte; el borde es violeta oscuro y se
extiende hacia dentro formando ensan-
chamientos que están ocupados por
pequeñas manchas amarillas (Fig. 3));
las branquias, que son blancas con
marcas castañas en los bordes, forman
un arco alrededor del ano y cada
extremo del arco se curva formando una
espiral; los rinóforos son blancos basal-
mente y las laminillas son violeta oscuro
con pequeñas manchas blancas. Lateral-
mente el cuerpo es rosa y blanco, y está
cubierto de puntos amarillos.
Distribución: Océano Pacífico tropical
(MARSHALL y WILLAN, 1999). Ambos
ejemplares fueron recolectados en
Papúa Nueva Guinea; uno de ellos al
norte de la banía de Hansa, a 6 m de
profundidad.
Risbecia tryoni (Garrett, 1873) (Fig. 3K)
Goniodoris tryoni Garrett, 1873. Proc. Acad. nat. Sci. Philad.: 232, lám. 4.
Material: Boisa Island (33 m), 2 ejemplares (22,2 x 14,1 mm, 22,0 x 14,0 mm).
Descripción: El cuerpo es alargado, el
manto es de color crema-castaño con el
borde de color violeta y está cubierto de
100
manchas color violeta oscuro rodeadas
por un halo de color blanquecino (Fig.
3K); las branquias están dispuestas alre-
DOMÍNGUEZ £7 AL.: Moluscos opistobranquios de Papúa Nueva Guinea
20 um
amp
P8
l mm
Figura 12. Ardeadoris egretta. A: diente lateral interno; B: diente lateral externo; C: sistema repro-
ductor. Abreviaturas como en la Figura 4.
Figure 12. Ardeadoris egretta. A: inner lateral tooth; B: outer lateral tooth; C: reproductive system.
Abbreviations as in Figure 4.
dedor del ano y son blancas con marcas
de color castaño; los rinóforos tienen
una base blanca y las laminillas de color
castaño rojizo con el borde blanco y el
eje posterior del rinóforo también
blanco.
Distribución: Risbecia tryoni se distri-
buye por el centro y oeste del Pacífico
tropical y al este del océano Índico
(MARSHALL y WILLAM, 1999). Este ejem-
plar fue encontrado en la isla de Boisa a
33 m de profundidad.
Ceratosoma miamirana (Bergh, 1875) (Fig. 3L)
Orodoris miamirana Bergh, 1875. J. Mus. Godeffroy, 3 (8): 67-71, lám. 7, fig. 3.3, lám. 10, figs. 9-20.
Material: Bahía de Hansa (6 m), 1 ejemplar (49,0 x 34,1 mm).
Descripción: Su cuerpo es ovalado y el
margen del manto es ancho y con ondu-
laciones; sobre su superficie dorsal hay
numerosas verrugas grandes e irregula-
res; el manto es de color marrón castaño
y verde y las verrugas son castaño más
oscuro y todo el dorso está cubierto de
pequeñas manchitas; los rinóforos son
altos, de color castaño y también están
cubiertos de manchas más claras; las bran-
quias están muy ramificadas y se dispo-
nen alrededor del ano que se encuentra al
final de un pequeño tubo blanco. Ven-
tralmente es de color crema con manchas
blancas, hay zonas azul-verdosas y entre
el manto y los lados del pie hay manchas
azul-violeta iridiscentes (Fig. 3L).
Distribución: Este ejemplar fue reco-
lectado en una zona de la bahía de
Hansa conocida como Durangit Reefs,
situada al norte de la isla de Laing, a 6
m de profundidad.
101
Iberus, 22 (1), 2004
pa
P8
lm
3
Figura 13. Ceratosoma cf. trilobatum. A: elementos de la mandíbula; B: diente lateral interno; C:
dientes laterales externos; D: sistema reproductor. Abreviaturas como en la Figura 4.
Figure 13. Ceratosoma cf. trilobatum. A: ¡aw rodlets; B: inner lateral tooth; C: outer lateral teeth; D:
reproductive system. Abbreviations as in Figure 4.
Ceratosoma cf. trilobatum (Gray, 1827) (Fig. 13A-D)
Doris trilobata Gray, 1827. Encyclopaedia Metropolitana; or, Universal dictionary of knowledge.
Mollusca, lám. 3.
Material: RBINS, 1 ejemplar (Isla de Laing;: 45,0 x 4,7 mm).
Descripción: Desconocemos la colora-
ción que tenía en vida. El cuerpo es alar-
gado y muy alto; el manto es liso y
estrecho aunque anteriormente se alarga
un poco alrededor de la cabeza y
también presenta unas expansiones late-
rales aproximadamente en la región
media del cuerpo; a esta altura también
se encuentran las branquias, que se
pueden retraer bajo el manto y rodean la
apertura anal; por detrás de ellas el
manto se prolonga en un lóbulo; el pie
continúa por detrás del manto y su
región posterior es estrecha. Los elemen-
tos de la mandíbula tienen una única
cúspide que está algo curvada (Fig.
13A). La fórmula radular varía según el
tamaño de los especímenes y la locali-
dad de la que proceden (RUDMAN,
1988). La fórmula de este individuo de
45 mm de longitud es 60 x 113.1.113; el
102
diente central sólo se puede ver en
algunas de las filas y aparece como una
estructura delgada y retorcida; el diente
lateral más interno tiene una cúspide
curvada con un dentículo interno y dos
externos (Fig. 13B); los dientes laterales
externos se van haciendo más pequeños
según se acercan al margen y tienen
dentículos redondeados (Fig. 13C). El
sistema reproductor (Fig. 13D) tiene una
próstata muy larga y plegada que da
paso al conducto deferente; este también
es largo, estrecho y está enrollado; la
glándula gametolítica es esférica y el
receptáculo seminal es alargado; de
donde se unen parte un conducto estre-
cho que se inserta en la glándula feme-
nina.
Distribución: Ceratosoma trilobatum se
distribuye por el oeste del Indo-Pacífico
tropical (MARSHALL y WILLAN, 1999).
DOMÍNGUEZ £7 AL.: Moluscos opistobranquios de Papúa Nueva Guinea
amp
10 um
Cv
Be SA
D
B
Cc
Figura 14. Glossodoris atromarginata. A: elementos de la mandíbula; B: diente lateral externo; C:
diente lateral visto lateralmente; D: sistema reproductor. Abreviaturas como en la Figura 4.
Figure 14. Glossodoris atromarginata. A: jaw rodlets; B: outer lateral tooth; C: lateral tooth, lateral
view; D: reproductive system. Abbreviations as in Figure 4.
Glossodoris atromarginata (Cuvier, 1804) (Fig. 3M, 14A-D)
Doris atromarginata Cuvier, 1804b. Ann. Mus. Hist. Nat., 4: 473, lám. 74, fig. 6.
Material: RBINS, 2 ejemplares (PNG: 36,2 x 12,3 mm, Isla de Laing;: 34,6 x 14,4 mm); Isla de Laing,
I5 (0,5 m), 1 ejemplar (26,0 x 15,3 mm).
Descripción: El cuerpo es alargado de
color crema-amarillo y el manto forma
una serie de ondulaciones en sus márge-
nes; el borde tiene una línea negra y a
cada lado de ella hay una banda estre-
cha blanca (Fig. 3M). Las branquias son
de color negro o castaño oscuro; los
rinóforos tienen las laminillas negras y
la base de color claro. Los elementos de
la mandíbula son bífidos (Fig. 14A). La
fórmula radular en el individuo de 36
mm es 187 x 45.0.45; los dientes están
formados por una cúspide curvada
sobre la que se ordena una serie de den-
tículos, alrededor de 5, sobre su lado
externo (Fig. 14C), aunque los dientes
cercanos al margen de la rádula sólo
tienen uno (Fig. 14B). En el sistema
reproductor, el conducto hermafrodita
da paso a una ampolla alargada; la prós-
tata y el conducto deferente son muy
largos y están plegados, la glándula
gametolítica es redondeada y junto a
ella se encuentra el receptáculo seminal,
que es más pequeño y tiene forma alar-
gada (Fig. 14D).
Distribución: Glossodoris atromarginata
es una especie que está ampliamente
distribuida por el Indo-Pacífico; se ha
encontrado en Tanzania, Mar Rojo,
India, Sri Lanka, Singapur, Filipinas,
Thailandia, Vietnam, China, Japón, las
Islas Salomón, Australia y Tahití (GOsLI-
NER, 1987).
103
Iberus, 22 (1), 2004
Glossodoris hikuerensis (Pruvot-Fol, 1954) (Fig. 15A-D)
Rosodoris hikuerensis Pruvot-Fol, 1954. J. Conch., 94 (1): 23-27, figs. 28-33.
Material: RBINS, (8 m), 1 ejemplar (Purar Reef: 39,4 x 13,6 mm).
Descripción: El cuerpo es alargado y
el manto forma una serie de ondulacio-
nes en los márgenes; en estado conser-
vado se puede apreciar que bordeando
el manto hay bandas estrechas de distin-
tos colores y lo mismo ocurre en el pie;
las branquias se disponen alrededor del
ano formando un arco cuyos extremos
se curvan en espiral. Los elementos de
la mandíbula son alargados y terminan
en una única cúspide. La fórmula radu-
lar es 198 x 115.1.115; el diente central
termina en una pequeña punta redonde-
ada (Fig. 15A), los laterales próximos a
él tienen una cúspide curvada (Fig. 15B)
y los más externos tienen forma de placa
más O manos alargada (Fig. 15C); nin-
gún diente de la rádula tiene dentículos.
El sistema reproductor (Fig. 15D) tiene
una ampolla alargada; la próstata y el
conducto deferente son largos y están
plegados; la glándula gametolítica es es-
férica y se comunica con un receptáculo
seminal ovalado; el conducto vaginal es
estrecho y no muy largo.
Distribución: Esta especie se distri-
buye por el Indo-Pacífico tropical
(MARSHALL y WILLAN, 1999). Este indi-
viduo fue recolectado a 8 m de profun-
didad.
Hypselodoris bullocki (Collingwood, 1881) (Fig. 3N)
Chromodoris bullocki Collingwood, 1881. Trans. Linn. Soc. London, Zoology, 2: 128-129, lám. 9, figs.
15-17.
Material: Bahía de Hansa (29 m), 1 ejemplar (17,3 x 5,0 mm).
Descripción: Cuerpo alargado y relati-
vamente alto; el manto sobresale sólo en
la parte anterior, es de color rosa y a lo
largo del borde hay una línea blanca (Fig.
3N); las branquias forman un círculo alre-
dedor del ano y, al igual que los rinóforos,
son de color naranja; el borde de la cavidad
que alberga a las branquias y a los rinó-
foros es de color rosa intenso. Ventral-
mente, rodeando la base del pie, también
hay una línea blanca.
Distribución: Hypselodoris bullocki se
distribuye por el Indo-Pacífico tropical
(MARSHALL y WILLAN, 1999). Este espe-
cimen fue capturado al norte de la bahía
de Hansa a 29 m de profundidad.
Discodoris boholensis Bergh, 1877 (Fig. 30)
Discodoris boholensis Bergh, 1877b. Malacol. Unters. Semper Sect. 2, 2 (12): 519-522, lám. 60, fig. 23;
lám. 61, figs. 6-12.
Material: Isla de Laing, 13 (0,5 m), 2 ejemplares (17,0 x 11,0 mm, 10,0 x 4,0 mm).
Descripción: El manto, amplio y
ovalado, forma pliegues en el borde y dor-
salmente es de color blanco y castaño,
cubierto de pequeñas manchas que en
algunas zonas son blancas y en otras son
castañas (Fig. 30); el margen del manto es
castaño más oscuro, casi negro y destaca
104
en la línea media del cuerpo, entre los
rinóforos y las branquias, la presencia de
una cresta o joroba prominente. Las bran-
quias son castaño oscuro y tienen líneas
blancas; los rinóforos son altos y tienen
laminillas de color marrón con el borde
exterior blanco y ápices blancos.
DOMÍNGUEZ £7 AL.: Moluscos opistobranquios de Papúa Nueva Guinea
114
Figura 15. Glossodoris hikuerensis. A: diente central; B: diente lateral interno; C: dientes laterales
más externos; D: sistema reproductor. Abreviaturas como en la Figura 4.
Figure 15. Glossodoris hikuerensis. A: central tooth; B: inner lateral tooth; C: outermost lateral teeth;
D: reproductive system. Abbreviations as in Figure 4.
Distribución: Discodoris boholensis se
puede encontrar en Tanzania, entre
Madagascar y Australia, Fiji, Nueva
Guinea, Indonesia Filipinas y Okinawa
(GOSLINER ET AL., 1996). Este ejemplar
fue encontrado en la mitad suroeste de
la isla de Laing, a 0,5 m de profundi-
dad.
Jorunna rubescens (Bergh, 1876) (Figs. 16A-D)
Kentrodoris rubescens Bergh, 1876. Malacol. Unters. Semper Sect. 2, 2(10): 413-419, lám. 33, fig. 8;
lám. 49, figs. 14-19; lám. 50, figs. 1-8.
Material: RBINS, 1 ejemplar (PNG: 23,3 x 6,6 mm).
Descripción: Su cuerpo es muy largo
y estrecho. El manto es de color claro
con numerosas rayas negras muy finas
y manchas amarillentas; al tacto es
áspero debido a la presencia en el noto
de pequeños tubérculos con espículas.
Las branquias y los rinóforos, tienen
marcas oscuras y de color blanco. La
fórmula radular de este individuo es 25
x 19.0.19; los dientes cercanos a la línea
media tienen una base ancha y una
cúspide con el ápice redondeado (Fig.
16A); los laterales van aumentando de
tamaño (Fig. 16B) para luego volver a
disminuir cerca del borde de la rádula;
los dientes más externos son más estre-
chos y afilados (Fig. 16C). En el sistema
reproductor (Fig. 16D) destaca la pre-
sencia de un gran saco con un estilete al
final; la glándula gametolítica es ova-
105
Iberus, 22 (1), 2004
Figura 16. Jorunna rubescens. A: dientes laterales más internos; B: diente lateral; C: diente lateral
más externo; D: sistema reproductor. Abreviaturas como en la Figura 4.
Figure 16. Jorunna rubescens. A: ¿nnermost lateral teeth; B: lateral tooth; C: outermost lateral tooth;
D: reproductive system. Abbreviations as in Figure 4.
lada y el receptáculo seminal más pe-
queño y lobulado.
Discusión: VALDÉS y GOSLINER (2001),
realizaron estudios filogenéticos de las
especies del grupo Dorididae que tienen
tubérculos cariofilídeos, examinando las
especies tipo de todos los géneros pre-
viamente descritos. Como resultado de
estos estudios se han producido
cambios en varios géneros considerados
previamente como válidos; este es el
caso de Kentrodoris Bergh, 1876 que ha
pasado a ser sinónimo de Jorunna Bergh,
1876.
Distribución: Este ejemplar fue reco-
gido en Papúa Nueva Guinea, aunque
desconocemos el lugar exacto y la pro-
fundidad a la que se encontraba.
Jorunna funebris (Kelaart, 1858)
Doris funebris Kelaart, 1858. Journ. Ceylon Branch Roy, 3 (1): 94-95.
Material: RBINS, 1 ejemplar (Bahía de Hansa: 79,1 x 42,7 mm).
Descripción: Este nudibranquio es
relativamente grande, tiene un manto
amplio y ovalado, que es convexo visto
de perfil; su color es blanco con manchas
o anillos negros y está cubierto de dimi-
nutas espículas que se organizan en
pequeños tubérculos cariofilídeos; los
rinóforos y las branquias son de color
negro y estas últimas están organizadas
106
alrededor del ano. Ventralmente, es de
color blanco y en los lados del pie hay
manchas negras.
Distribución: Jorunna funebris se
puede encontrar en Sudáfrica, Tanzania,
entre Madagascar y Australia, Fiji,
Nueva Guinea, Indonesia, Filipinas,
Guam, Belau, Okinawa y las islas Mars-
hall (GOSLINER ET AL., 1996).
DOMÍNGUEZ £7 AL.: Moluscos opistobranquios de Papúa Nueva Guinea
| ] |
50 um
Figura 17. Platydoris scabra. A: diente lateral interno; B: diente lateral; C: dientes laterales más
externos; D: sistema reproductor. Abreviaturas como en la Figura 4.
Figure 17. Platydoris scabra. A: inner lateral tooth; B: lateral tooth; C: outermost lateral teeth; D:
reproductive system. Abbreviations as in Figure 4.
Platydoris scabra (Cuvier, 1804) (Figs. 3P, 17A-D)
Doris scabra Cuvier, 1804b. Ann. Mus. Hist. Nat., 4: 466.
Material: RBINS, 4 ejemplares (PNG: 73,8 x 56,2 mm; PNG: 66,2 x 43,9 mm; PNG: 62,0 x 43,1 mm;
PNG: 72,0 x 44,8 mm).
Descripción: Su manto es ovalado y
mucho más ancho que el pie; su colora-
ción es castaño con manchas blancas
irregulares (Fig. 3P). Las branquias están
dispuestas alrededor del ano, se pueden
retraer dentro de una cavidad bajo el
manto y el borde de la bolsa branquial
está lobulado. La fórmula radular en el
ejemplar de 72 mm es 49 x 119.0.119; los
dientes más cercanos a la línea media
tienen una cúspide con forma de gancho
que es más grande en los dientes latera-
les (Figs. 17A,B); los dientes del margen
son anchos y van disminuyendo de
tamaño según se acercan al exterior de
la rádula (Fig. 17C). El sistema repro-
ductor (Fig. 17D) está formado por una
ampolla gruesa y plegada, una próstata
redondeada de la que sale un conducto
deferente estrecho y plegado, éste conti-
núa en un conducto eyaculador muy
largo en cuya base aparece una glándula
accesoria; la glándula gametolítica es de
gran tamaño y de ella parten dos con-
ductos, uno de ellos va hacia la vagina
(que es gruesa y no está plegada) y el
otro la conecta con el receptáculo
seminal y con la glándula femenina.
Distribución: Platydoris scabra se en-
cuentra entre Madagascar y Malasia, en
Australia, Fiji, Guam, y entre Okinawa y
las islas Marshall (GOSLINER ET AL., 1996).
Los cuatro ejemplares fueron encontra-
dos en Papúa Nueva Guinea; desconoce-
mos la profundidad a la que se encontra-
ban en el momento de su captura.
107
Iberus, 22 (1), 2004
98
97
95
20 um
Figura 18. Platydoris cruenta. A: diente lateral más interno; B: diente lateral; C: dientes laterales
externos.
Figure 18. Platydoris cruenta. A: ¿nnermost lateral tooth; B: lateral tooth; C: outermost lateral teeth.
Platydoris cruenta (Quoy y Gaimard, 1832) (Figs. 30, 18A-C)
Doris cruenta Quoy y Gaimard, 1832. Zoologie, 2: 260-261, lám. 18, figs. 5-7.
Material: RBINS, 4 ejemplares (PNG: 57,9 x 34,5 mm, PNG: 52,8 x 33,3 mm, Isla de Laing: 63,9 x
49,2 mm, Isla de Laing; 60,7 x 32,5 mm).
Descripción: Su cuerpo es ovalado, con
pliegues en los bordes, mucho más ancho
que el pie, y dorsalmente es de color claro
con gran cantidad de rayas cortas casta-
ñas y grandes manchas rojas (Fig. 30); las
branquias están dispuestas alrededor del
ano, se pueden retraer dentro de una
cavidad bajo el manto y el borde de la
bolsa branquial está lobulado. Ventral-
mente la coloración es la misma que en el
dorso pero los márgenes del manto
carecen de rayas castañas y hay menos
manchas rojas. La fórmula radular del
108
individuo 52 mm es 42 x 98.0.98; los
dientes cercanos a la línea media y los late-
rales tienen forma de gancho (Figs. 18A,B);
los dientes del margen (Fig. 18C) son
anchos y van disminuyendo de tamaño
según se acercan al borde de la rádula.
Distribución: Platydoris cruenta se dis-
tribuye por el océano Indo-Pacífico tro-
pical (MARSHALL y WILLAN, 1999). Los
ejemplares de la colección fueron reco-
lectados en Papúa Nueva Guinea, dos
de ellos al oeste de la isla de Laing, a 0,5
m de profundidad.
DOMINGUEZ £7 AL.: Moluscos opistobranquios de Papúa Nueva Guinea
37
36
Figura 19. Halgerda cf. willeyí. A: dientes laterales internos; B: diente lateral; C: dientes laterales
externos.
Figure 19. Halgerda cf. willeyi. A: innermost lateral teeth; B: lateral tooth; C: outermost lateral teeth.
Halgerda cf. willeyi Eliot, 1903 (Figs. 19A-C)
Halgerda willeyi Eliot, 1903b. Proc. Zool. Soc. London, 2: 372-373, lám. 32, fig. 5.
Material: RBINS, (30 m), 2 ejemplares (Isla de Laing; 39,5 x 37,3 mm, Isla de Laing; 28,3 x 24,5 mm).
Descripción: El cuerpo es alto y el
dorso tiene numerosas crestas organiza-
das en un patrón reticulado, con tubér-
culos cónicos prominentes en los puntos
de unión; en estado conservado el
manto es de color claro con marcas
oscuras entre las crestas; hay seis bran-
quias grandes moteadas de castaño y los
rinóforos son blancos con marcas
oscuras. La fórmula radular en un indi-
viduo de 39 mm de longitud es 50 x
38.0.38; los dientes más cercanos a la
línea media son pequeños, tienen la
base ancha y un ápice redondeado que
se curva en forma de gancho (Fig. 19A);
hacia los lados los dientes van aumen-
tando de tamaño y su ápice se hace más
afilado (Fig. 19B); los dientes más próxi-
mos al margen de la rádula son rudi-
mentarios y junto a él hay otros de
mayor tamaño que tienen una base
ancha y un ápice puntiagudo (Fig. 19C).
Discusión: No tenemos fotografías de
los ejemplares vivos, por lo que desco-
nocemos la coloración que tenían; de
esta forma, es imposible comprobar si la
coloración coincide exactamente con la
de Halgerda willeyi Eliot, 1903 y por lo
tanto la identificación de los ejemplares
se ha hecho en función de la rádula y de
los caracteres externos ya mencionados.
Distribución: Esta especie se distri-
buye en el océano Indo-Pacífico tropical
(MARSHALL y WILLAN, 1999). Los dos
ejemplares fueron encontrados a 30 m
de profundidad.
109
Iberus, 22 (1), 2004
A
1
2
amp
B
47
50 um
46
45
PS EE 2 mm
Figura 20. Asteronotus caespitosus. A: dientes laterales internos; B: dientes laterales externos; C:
sistema reproductor. Abreviaturas como en la Figura 4.
Figure 20. Asteronotus caespitosus. A: innermost lateral teeth; B: outer lateral teeth; C: reproductive
system. Abbreviations as in Figure 4.
Asteronotus caespitosus (Hasselt, 1824) (Figs. 20A-C)
Doris cespitosa Hasselt, 1824. Algemeene Konst-en Letterbode, 2: 22.
Material: RBINS, 2 ejemplares (Isla de Laing: 130,2 x 90,3 mm, Isla de Laing: 116,9 x 81,5 mm).
Descripción: Nudibranquio de gran
tamaño con el manto ancho y redonde-
ado; sobre él hay una serie de tubérculos
que pueden formar crestas y cerca del
margen se unen formando anillos con-
céntricos paralelos al borde; las bran-
quias se pueden retraer dentro de una
cavidad bajo el manto y la apertura de
la bolsa branquial está lobulada. La fór-
mula radular en el individuo de 116 mm
de longitud es 47 x 61.0.61; los dientes
tienen forma de gancho (Figs. 20A,B) y
los más cercanos al margen son de me-
nor tamaño. El sistema reproductor (Fig.
110
20C) tiene una ampolla plegada, la prós-
tata es grande con forma irregular y de
ella sale un conducto deferente más o
menos largo distalmente que se hace
más grueso formando la vaina peneal;
cerca de esta hay una glándula del esti-
lete. El conducto vaginal parte de una
glándula gametolítica lisa y de gran ta-
maño; el receptáculo seminal presenta
aspecto lobulado.
Distribución: Asteronotus caespitosus
se encuentra en Tanzania, Madagascar,
Seychelles, y entre Nueva Guinea y las
islas Hawaii (GOSLINER ET AL., 1996).
DOMÍNGUEZ £7 A£.: Moluscos opistobranquios de Papúa Nueva Guinea
amp
88
pr
cd
PS
Figura 21. Dendrodoris tuberculosa. Sistema reproductor. Abreviaturas como en la Figura 4.
Figure 21. Dendrodoris tuberculosa. Reproductive system. Abbreviations as in Figure 4.
Dendrodoris tuberculosa (Quoy y Gaimard, 1832) (Figs. 3R; 21)
Doris tuberculosa Quoy y Gaimard, 1832. Zoologie, 2: 248, lám. 16, figs. 1, 2.
Material: RBINS, 1 ejemplar (PNG: 60,5 x 28,9 mm).
Descripción: Su cuerpo es grande y
blando; el manto es más ancho que el
pie y está cubierto por numerosas pús-
tulas muchas de las cuales son com-
puestas; las branquias están dispuestas
alrededor del ano y se pueden retraer
dentro de una cavidad. Ventralmente en
el manto hay grandes manchas de color
blanco (Fig. 3R). Este especie, como el
resto de las pertenecientes al género
Dendrodoris, carece de rádula. El sistema
reproductor (Fig. 21) consta de una
ampolla plegada; la próstata se comu-
nica con el conducto deferente que es
estrecho, está plegado y da paso a una
vaina peneal larga; de la glándula game-
tolítica salen dos conductos, uno va
hacia el receptáculo seminal y el otro
constituye la vagina, que se va engro-
sando y se dirige hacia el poro genital.
Distribución: Dendrodoris tuberculosa
se puede encontrar en Sudáfrica y de
Tanzania a Hawaii (GOSLINER ET AL.,
1996).
Bornella stellifera (Adams y Reeve in Adams, 1848) (Fig. 35)
Dendronotus stellifer Adams y Reeve in Adams, 1848. Narrative of the voyage of the H.M.S. Samarang
during the years 1843-46, 2: 494.
Material: RBINS, 12 ejemplares (PNG: 21,4 x 2,2 mm; PNG: 17,3 x 2,0 mm; PNG: 14,4 x 1,5 mm;
PNG: 19,4 x 2,1 mm; PNG: 15,7 x 1,5 mm; PNG: 12,5 x 2,2 mm; PNG: 13,5 x 1,7 mm; PNG: 11,8x 1,3
mm; PNG: 26,6 x 2,0 mm; PNG: 14,1 x 1,9 mm; PNG: 12,8 x 1,5 mm; PNG: 10,6 x 1,1 mm).
Descripción: Su cuerpo es largo y
delgado, con el dorso alto y redondeado
(Fig. 35); en la cabeza hay dos grupos de
unas cinco estructuras digitiformes, uno
a cada lado, y los rinóforos están rodea-
dos por vainas rinofóricas altas que
llevan 4-5 papilas delgadas, siendo la
posterior la más larga; sobre el dorso
hay hasta siete pares de grupos de
ceratas, y cada grupo lleva una pequeña
111
Iberus, 22 (1), 2004
branquia en la cara interna de su base.
El cuerpo es de color blanco con un reti-
culado naranja o rojo, y las estructuras
de la cabeza, las papilas de las vainas
rinofóricas y los ceratas son blancos con
un anillo naranja cerca del ápice.
Distribución: Bornella stellifera se dis-
tribuye por el Indo-Pacífico tropical
(MARSHALL y WILLAN, 1999). Todos los
ejemplares fueron recolectados en
Papúa Nueva Guinea, aunque descono-
cemos el lugar exacto.
Pteraeolidia ¡anthina (Angas, 1864) (Fig. 3T)
Flabellina ¡anthina Angas, 1864. J. Conch., 12 (3): 66-67, lám. 6, fig. 6.
Material: Isla de Laing, E5 (0,3 m), 1 ejemplar (38,0 x 4,0 mm); Isla de Laing, K3 (0,5 m), 1 ejemplar
(41,0 x 4,0 mm).
Descripción: El cuerpo muy largo y
delgado; las ceratas forman grupos y
tienen una coloración variada (azul
claro, azul oscuro y crema); se disponen
a lo largo del dorso en dos filas de dieci-
siete grupos cada una, entre las cuales
hay una línea irregular longitudinal de
color azul (Fig. 3T). Los tentáculos
orales son muy largos y terminan en
punta, son de color crema y tienen
anillos de color rosa; los rinóforos son
gruesos y tienen el ápice de color rosa
DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES
Se han identificado un total de 97
ejemplares de opistobranquios, de los
cuales 60 pertenecen al RBINS; éstos son
los que han presentado mayor dificultad
de identificación, debido principalmente
a la ausencia de fotografías en vivo y al
estado de conservación de algunos
ejemplares.
Del total de 33 especies identifica-
das, Cephalaspidea, Anaspidea y Saco-
glossa, con sólo una especie cada uno,
son los grupos más pobremente repre-
sentados dentro de la colección; cada
uno de ellos representa un 3% del total
de especies. GHISELIN (1992, Tabla 1) cita
para la provincia de Madang 536 espe-
cies, de las que aproximadamente el
13% corresponde a Cephalaspidea y el
11% a Sacoglossa. En dicho trabajo, los
grupos Anaspidea, Thecosomata y Pleu-
robranchoidea (este último como Notas-
pidea) son los menos representados
11%
intenso. Los tentáculos orales son cortos
y tienen forma triangular.
Distribución: Pteraeolidia ianthina se
encuentra en Madagascar, Aldabra
Atoll, entre las islas Seychelles y Aus-
tralia, Japón y en las islas Hawaii (Gos-
LINER ET AL., 1996). Los dos especíme-
nes fueron recolectados en la isla de
Laing; uno de ellos se encontró al nor-
deste de la isla a 0,3 m de profundidad
y el otro al suroeste, a una profundidad
de 0,5 m.
para esta zona, ya que los tres juntos no
alcanzan el 4% de las especies. En nues-
tra colección no hay ejemplares pertene-
cientes al grupo Thecosomata y los
Pleurobranchoidea, con representantes
de los géneros Pleurobranchus y Eusele-
nops, constituyen algo más del 12%. El
grupo más numeroso, con el 70% de las
especies, es Nudibranchia y la mayor
parte corresponde a los Doridoidea, que
constituyen casi la mitad de los nudi-
branquios citados por GHISELIN (1992), y
el 92% (26 especies de las 33 totales) de
los que nosotros hemos identificado. En
el trabajo de GHISELIN (1992), Aeolidoi-
dea aparece en una proporción conside-
rable (un 18,5%), sin embargo en el
nuestro tan solo aparece una especie,
Pteraeolidia ianthina. En nuestra colec-
ción solo hay una especie de Dendrono-
toidea (Bornella stellifera) y mo hay nin-
guna de Arminoidea; estos datos se co-
OMÍNGUEZ ET A£.: Moluscos opistobranquios de Papúa Nueva Guinea
DOMÍNGUEZ £7 AL.: Mol pistobranq le Papúa N (
rresponden con los de GHISELIN (1992),
que identificó un 4,5% de Dendronotoi-
dea y tan solo 1,7% de Arminoidea.
GOSLINER Y DRAHEIM (1996) afirman
que en la zonas mejor conocidas del
Indo-Pacífico, aproximadamente el 40-
50 % de las especies no han sido descri-
tas. En el caso de Papúa Nueva Guinea,
estos autores hallaron 646 especies de
las cuales el 52% no estaba descrito.
A pesar del gran número de especies
de opistobranquios encontrados en
Papúa Nueva Guinea, la provincia de
Madang y, en especial, zonas como la
isla de Laing, sigue siendo una gran
desconocida. En este trabajo se aportan
datos que pueden ser de utilidad para
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futuros trabajos faunísticos y biogeográ-
ficos en esta Zona.
AGRADECIMIENTOS
Los autores queremos expresar
nuestro agradecimiento a Jackie L. van
Goethem (RBINS), por poner a nuestra
disposición la colección de opistobran-
quios de Papúa Nueva Guinea, y a
Thierry Backeljau por las facilidades que
nos ha proporcionado en el Museo de
Bruselas; a todo el personal de la esta-
ción de la isla de Laing y a Gee, Igor,
Giles y Didier, inolvidables compañeros
de buceo en la bahía de Hansa.
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El género Dikoleps (Gastropoda, Skeneidae) en las costas
ibéricas
The genus Dikoleps (Gastropoda, Skeneidae) in the Iberian coasts
Federico RUBIO*, Luis DANTART** y Ángel A. LUQUE***
Recibido el 30-X1-2003. Aceptado el 10-1-2004
RESUMEN
Se describen y comparan nuevos datos acerca de la concha, la rádula y las partes blan-
das de las especies del género Dikoleps Hgisaeter, 1968 [(Gastropoda, Skeneidae) en las
costas de la Península Ibérica, y se describe una nueva especie. Dentro de las especies
ibéricas de Dikoleps existen dos grupos claramente diferenciados por la escultura de la
concha, la forma del pene y del tentáculo postocular y por el patrón radular. Se incluye
una clave de las especies.
ABSTRACT
New data on the shell, radula and external morphology of the soft parts of the species of
the genus Dikoleps Hoisaeter, 1968 [(Gastropoda, Skeneidae) from the Iberian coasts are
described and compared, and one new species is described. Within the Iberian species of
Dikoleps there are two different groups according to shell sculpture, penis morphology
and radular pattern. A key of the species ¡is given.
PALABRAS CLAVE: Mollusca, Gastropoda, Skeneidae, Dikoleps, Península Ibérica.
KEY WORDS: Mollusca, Gastropoda, Skeneidae, Dikoleps, Iberian Peninsula.
INTRODUCCIÓN
En los últimos años, FRETTER Y GRA-
HAM (1977), MARSHALL (1988), HICKk-
MAN Y MCLEAN (1990), RUBIO-SALAZAR
(1991), RUBIO Y RODRÍGUEZ BABÍO (1991),
WARÉN (1991, 1992, 1993), WARÉN Y
BOUCHET (1993) y RUBIO, DANTART Y LU-
QUE (1998), han intentado aclarar la co-
rrecta asignación tanto genérica como
específica de las distintas especies de
gasterópodos “skeneiformes” incluidas
tradicionalmente en la familia Skenei-
dae, auténtico “cajón de sastre” en el
que se situaban numerosos géneros y es-
pecies conocidos sólo por sus conchas.
En la actualidad, se conocen seis
especies del género Dikoleps Hoisaeter,
1968 en las costas de la Península Ibérica:
Dikoleps exilis (Philippi, 1844) (= D. cutle-
riana (Clark, 1849), (Warén y Vazzana,
com. pers.), D. marianae Rubio, Dantart y
Luque, 1998, D. nitens (Philippi, 1844), D.
pruinosa (Chaster, 1896), D. rolani Rubio,
Dantart y Luque, 1998, y D. umbilicos-
triata (Brugnone in Gaglini, 1987). RUBIO
ET AL. (1998) describen en detalle la
concha, el animal y la rádula de D. exilis
(como D. cutleriana), D. marianae y D.
rolani, e ilustran la concha y la rádula de
* Pintor Ribera, 4 — 162, 46930 Quart de Poblet (Valencia).
** Museo de Zoología, Facultad de Biología, Universidad de Barcelona, Avda. Diagonal, 685, 08020 Barcelona.
*** Laboratorio de Biología Marina, Departamento de Biología, Facultad de Biología, Universidad Autónoma,
28049 Madrid.
LS
Iberus, 22 (1), 2004
D. umbilicostriata, por lo que estas espe-
cies no se describirán o ilustrarán aquí,
aportándose únicamente la nueva infor-
mación obtenida con posterioridad. En
este trabajo se describen el resto de las
especies ibéricas, y se discute la relación
existente entre todas ellas.
MATERIAL Y MÉTODOS
El material estudiado procede de las
campañas oceanográficas del proyecto
Fauna Ibérica (Fauna Ibérica I, 1989;
Fauna Ibérica II, 1991; Fauna Ibérica III,
1994), de recolecciones efectuadas en los
últimos años a lo largo de las costas
peninsulares y de varias colecciones
particulares mencionadas en las abrevia-
turas y los agradecimientos.
Las muestras se recogieron manual-
mente mediante buceo a pulmón libre o
con escafandra autónoma, y levanta-
miento y cepillado de piedras o tami-
zado de sedimentos, o mediante redes
de arrastre y dragas de naturalista
modificadas.
Los ejemplares obtenidos se separa-
ron y observaron en vivo, anestesiándo-
los posteriormente mediante una solu-
ción de MgCl) y fijándolos con una
solución tamponada de formaldehído al
5%. Para la obtención de la rádula se
disolvieron en frío las partes blandas en
una solución de KOH. La morfología
externa del animal fue estudiada al
microscopio electrónico de barrido, uti-
lizando la técnica del punto crítico.
RESULTADOS
En el apartado de discusión se da
una clave para la determinación de
todas las especies encontradas en las
costas peninsulares, y una tabla de dis-
tribución por regiones en la Peninsula
Ibérica, utilizando para ello la división
por regiones propuesta por CERVERA,
TEMPLADO, GARCÍA-GÓMEZ, BALLESTE-
ROS, ORTEA, GARCÍA, ROs Y LUQUE
(1988) para las costas ibéricas:
C. Costas de Cataluña, hasta la fron-
tera con Francia
L. Costas del levante español, desde
cabo de Gata (Almería) hasta Cataluña.
B. Islas Baleares.
A. Mar de Alborán, desde cabo de
Gata hasta Punta Europa (Cádiz), la isla
de Alborán y plataforma circundante y
los Bajos de Motril, Granada.
EG. Estrecho de Gibraltar, desde
Punta Europa y Trafalgar hasta Punta
Almina (Ceuta) y cabo Espartel.
G. Galicia. Costas gallegas y occi-
dental de Asturias.
GV. Costas españolas del golfo de
Vizcaya.
Abreviaturas:
MNCN: Museo Nacional de Ciencias
Naturales de Madrid
CAP: colección Anselmo Peñas y José
Luis Martínez
CER: colección Emilio Rolán
CFR: colección Federico Rubio
e: ejemplar con partes blandas
c: concha vacía
Familia SKENEIDAE Clark, 1851
Género Dikoleps Hoisaeter, 1968
Dikoleps Heisaeter, 1968. Sarsia, 33: 47. Especie tipo: Delphinula nitens Philippi, 1844, por designa-
ción original (= Margarita pusilla Jeffreys, 1847, ver observaciones de Dikoleps nitens).
Dikoleps nitens (Philippi, 1844) (Figs.1-13)
Delphinula nitens Philippi, 1844. Enumeratio Molluscorum Siciliae II: 146, lám. XXV, fig. 4.
Margarita pusilla Jeffreys, 1847. Ann. Mag. nat. Hist, 20: 16-19.
Trochus pusillus (Jeffreys): Forbes y Hanley, 1850. A history of British animals, p. 2-4, lám. 73.
Dikoleps pusilla (Jeffreys): Hoisaeter, 1968. Sarsia, 3: 48.
116
RUBIO £7 42.: El género Dikoleps (Gastropoda, Skeneidae) en las costas ibéricas
Dikoleps pusilla (Jeffreys): Warén, 1991. Sarsia, 76: 53-124.
Material examinado: 29 e y 6 c de Limens, Ría de Vigo, fondo de “máerl” (fondo detrítico con algas
calcáreas), entre 20 y 25 m;, 4 e de la Ría de Arosa, fondo detrítico fangoso, 10 m.
Descripción: Concha de color blanco
o verde amarillento y espira algo ele-
vada, con 2 !/2 vueltas convexas de cre-
cimiento rápido y unas dimensiones
máximas observadas de 0,90 mm de an-
chura y 0,68 mm de altura (Figs. 1-4).
Protoconcha lisa, de poco más de '/2
vuelta de espira y un diámetro de 200
um (Fig. 5). La última vuelta de espira
de la teloconcha representa el 90% de la
altura de la concha. Superficie aparente-
mente lisa, brillante, con diminutas inci-
siones con forma de punto y líneas si-
nuosas de crecimiento. Ombligo muy
estrecho y profundo, circundado por
uno o dos cordones espirales nodulosos
que se originan en la base del labio ex-
terno, y con 2-4 cordones algo oblicuos
más finos en el interior (Figs. 6, 7). Aber-
tura casi redonda, ligeramente proso-
clina; peristoma continuo, apenas adhe-
rido. Labio externo fino; labio interno y
columela reflejados exteriormente, ce-
rrando parcialmente el ombligo.
Animal con tentáculos cefálicos muy
finos, largos, redondeados, aparente-
mente segmentados debido a la contrac-
ción, con 3-4 pequeñas papilas ciliadas
distalmente y regularmente distribuidas
en cada “segmento” (Fig. 8). Tentáculo
postocular cilíndrico, largo, delgado y
arrollado, con cilios sobre su margen
superior, situado en la base del pedún-
culo ocular derecho (Fig. 10). Lóbulos
cervicales ciliados y desiguales; el
izquierdo es corto y redondeado, y el
derecho, largo y estrecho (Fig. 10).
Cuatro tentáculos epipodiales similares
a los cefálicos en el lado izquierdo y tres
en el derecho; el segundo tentáculo
izquierdo tiene un órgano sensorial
tuberculoso en la base, y el cuarto, muy
corto, queda situado bajo el opérculo
(Figs. 11, 12). Pene propodial cilíndrico,
grueso y alargado, con dos gruesas pro-
tuberancias distales (Figs. 10, 11). Opér-
culo córneo, fino, multispiral con núcleo
central, formado por cinco vueltas con
finas líneas oblicuas (Figs. 12,13).
Formula radular n.3.1.3.n. Diente
central con soportes basales expandidos
lateralmente y cúspide lisa. Tres dientes
laterales anchos a cada lado, los dos
internos con un grueso dentículo gan-
chudo en su cúspide; el diente lateral
externo, por su forma y carencia de den-
ticulación, debe considerarse una placa
latero-marginal. Dientes marginales
numerosos, muy finos y alargados, con
finos dentículos en su cúspide.
Distribución: Desde Noruega (HOISAE-
TER, 1968), Irlanda y la costa meridional
de Gran Bretaña (JEFFREYS, 1865), a la costa
atlántica ibérica. En la Península Ibérica
ha sido citada en la Ría de Vigo (ROLÁN,
1983).
Hábitat: Especie de distribución
infralitoral y circalitoral. En las costas
atlánticas se encuentra en fondos coralí-
genos (JEFFREYS, 1865); durante la
bajamar, sobre las algas en pequeños
charcos litorales de las playas rocosas, o
entre detritos, sobre piedras y en fondos
de “maerl” sublitorales hasta 100 m de
profundidad (FRETTER Y GRAHAM, 1977),
y en fondos de fango (JEFFREYS, 1883b;
ROLÁN, 1983). En la Península Ibérica, se
ha encontrado en la Ría de Vigo en
fondos de fango y de “maerl” infralito-
rales, entre 18 y 25 m de profundidad,
donde vive con Skenea serpuloides, Diko-
leps exilis (= D. cutleriana) y Caecum
trachea, y en la Ría de Arosa, en fondos
de arena fangosa a -10 m.
Observaciones: En los fondos de
“maerl” de Limens (Ría de Vigo), la
concha de D. nitens presenta dos colora-
ciones distintas, blanca y verde amari-
llenta. Las conchas de color blanco son
algo más deprimidas, tienen el ombligo
rodeado por dos gruesos cordones
nodulosos y 3-4 cordones en su interior.
Las de color verde amarillento son más
altas y globosas, tienen el ombligo
rodeado por un solo cordón grueso
noduloso y en su interior apenas se
aprecian dos cordones algo más finos;
no se ha observado ninguna otra dife-
117
Iberus, 22 (1), 2004
Figuras 1-7. Dikoleps nitens (Philippi, 1844). 1-2: concha, 0,90 x 0,68 mm; 3-4: concha, 0,85 x
0,65 mm; 5: protoconcha; 6-7: ombligo. Localidad: Limens (Ría de Vigo).
Figures 1-7. Dikoleps nitens (Philippi, 1844). 1-2: shell, 0.90 x 0.68 mm; 3-4: shell, 0.85 x 0.65
mm, 5: protoconch; 6-7: umbilicus. Locality: Limens (Ría de Vigo).
118
RUBIO £7 42.: El género Dikoleps (Gastropoda, Skeneidae) en las costas ibéricas
Figuras 8-13. Dikoleps nitens (Philippi, 1844), animal deshidratado mediante punto crítico y opér-
culo. 8: vista dorsal de la cabeza; 9: detalle dorsal del pene propodial y del tentáculo cefálico; 10:
vista lateral derecha, detalle distal del pene propodial y tentáculo postocular; 11: vista ventral; 12:
vista lateral izquierda; 13: opérculo. Localidad: Limens (Ría de Vigo).
Figures 8-13. Dikoleps nitens (Philippi, 1844), critical point dried animal and operculum. 8: dorsal
view of head; 9: dorsal detail of propodial penis and cephalic tentacle; 10: right lateral view, distal
detail of propodial penis and postoptic tentacle; 11: ventral view; 12: left lateral view; 13: operculum.
Locality: Limens (Ría de Vigo).
115
Iberus, 22 (1), 2004
rencia en la morfología de la concha, ni
en la rádula o las partes blandas.
La especie tipo por designación ori-
ginal del género Dikoleps Hoisaeter,
1968, Margarita pusilla Jeffreys, 1847, fue
puesta en sinonimia por el propio JEF-
FREYS (1865) con Delphinula nitens Phi-
lippi, 1844, un fósil del Plioceno de
Calabria. WARÉN (1991) y RUBIO-
SALAZAR (1991), basándose en datos
radulares, consideran Dikoleps pusilla
(Jeffreys, 1847) como una especie válida
y diferente de los ejemplares mediterrá-
neos considerados como Dikoleps nitens
(Philippi, 1844). Warén y Vazzana (com.
pers.) tras el estudio de ejemplares
fósiles de Delphinula nitens y Trochus
exilis, especies descritas por PHILIPPI
(1844) del Plioceno de Calabria, conclu-
yen que D. nitens y M. pusilla son la
misma especie, por lo que M. pusilla es
un sinónimo posterior de D. nitens.
Los ejemplares de D. nitens proceden-
tes de Acitrezza (Sicilia) que ilustran
WARÉN Y BOUCHET (1993: 27, figs. 21 D-F)
corresponden en realidad a la especie de
distribución mediterránea D. umbilicos-
triata, por la forma del pene propodial.
Dikoleps templadoi spec. nov. (Figs. 14-31)
Dikoleps pusilla (Jeffreys): Aartsen, Menkhorst y Gittenberger, 1984. Basteria, Suppl. 2: 12.
Dikoleps pusilla Jeffreys): Rubio-Salazar, 1991. Iberus, 9: 191.
Material tipo: El holotipo (Figs. 27-31) y 6 paratipos han sido depositados en el MNCN (15.05/46618).
Localidad tipo: Crinavis, bahía de Algeciras (Cádiz) (36 09 48” N, 5” 22 38” E), sobre fondos detrí-
ticos, 10-14 m.
Material examinado: 4 e y 8 c del “Placer de las Bóvedas”, campaña Fauna Ibérica 1, est. 22A (36*
25' 20” N, 5 0' 80” W), fondo coralígeno con rodofitas y feofitas, 30 m; 8 e y 7 c del “Placer de las
Bóvedas”, campaña Fauna Ibérica l, est. 23A (36? 24' 05” N, 5 0' 99” W), fondo coralígeno con Li-
thophyllum y Lithothamnion, 30-32 m, 5 e y 8 c de la isla de Alborán, campaña Fauna Ibérica 1, est.
33A (35 55 35” N, 3? 01” 56” W), en fondo de rocas con Laminaria ochroleuca y Saccorhiza polyschi-
des, 33-44 m;, 4 e frente Estepona, campaña Fauna Ibérica l, est. 37A (36*18'95”N, 510'60"W), fondo
de cascajo grueso con abundancia de Neopycnodonte cochlear e Hyalinoecia tubicola, 95-100 m; 5 e de
la isla de Alborán, Proyecto Coral Rojo, est. 1 (35? 51” N, 3? 10” W), 200 m, 2 c del Seco de los Oli-
vos, Proyecto Coral Rojo, est. 14 (36? 31 N, 2? 50 W), 60-101 my 6 c Proyecto Coral Rojo, est. 15 (36*
31' N, 3? 50' W), 80-110 m, 6 c de la isla de Alborán, fondos de Corallium rubrum, 75-110 m; 14 e y
3 c frente a Punta Jova, Mallorca, campaña Fauna Ibérica III, est. 179B /4 (39? 38,50' N, 2? 25,13' E),
fondo de grava lavada junto a pradera de Posidonia oceanica, 12 m; 11 e y 6 c del norte de Menorca,
campaña Fauna Ibérica III, est. 209A (40? 12,10' N, 2? 25,23' E), fondo de fango con abundancia de
Funiculina quadrangularis y dominancia de Leptometra phalangium, 192-205 m, 10 c, islas Hormigas,
cabo de Palos, 25-50 m.
Etimología: El nombre de la especie está dedicado a José Templado, del Museo de Ciencias Natu-
rales de Madrid, por su contribución a la Malacología en España.
Descripción: Concha brillante, globosa,
de color blanco verdoso, algo más ro-
busta que sus congéneres, con 2 */4 vuel-
tas de espira de crecimiento rápido y
unas dimensiones máximas observadas
de 0,75 mm de altura y 0,95 mm de diá-
metro (Figs. 27-31). Protoconcha lisa, de
3/4 vueltas de espira y diámetro máximo
de 243 ym (Fig. 17). Teloconcha con 1 */2
vueltas, ornamentadas por diminutas in-
cisiones con forma de punto y líneas si-
nuosas de crecimiento. Ombligo estrecho
y profundo, rodeado por dos gruesos cor-
120
dones no nodulosos, y con 4-5 más finos
en el interior (Fig. 29). Abertura redonde-
ada, prosoclina, peristoma apenas adhe-
rido. Labio externo algo engrosado, labio
interno y columela reflejados hacia el ex-
terior, con un grueso pliegue en su borde
interno que detiene el opérculo cuando el
animal se retrae (Fig. 19).
Animal con tentáculos cefálicos
redondeados y aparentemente segmenta-
dos debido a la contracción, con 4 papilas
ciliadas distalmente y regularmente dis-
tribuidas en cada “segmento” (Figs. 21-
RUBIO £7 ALZ.: El género Dikoleps (Gastropoda, Skeneidae) en las costas ibéricas
Figuras 14-20. Dikoleps templado: spec. nov., 14-16: concha, morfotipo de Estepona, Málaga, 0,85
x 0,73 mm; 17: protoconcha, morfotipo de Estepona, Málaga; 18-19: concha, morfotipo de Punta
Jova, Mallorca 0,72 x 0,57 mm; 20: protoconcha, morfotipo de Punta Jova, Mallorca.
Figures 14-20. Dikoleps templadoi spec. nov., 14-16: shell morphotype from Estepona, Málaga, 0.85
x 0.73 mm; 17: protoconch, morphotype from Estepona, Málaga; 18-19: shell morphotype from Punta
Jova, Mallorca, 0.72 x 0.57 mm; 20: protoconch, morphotype from Punta Jova, Mallorca.
121
Iberus, 22 (1), 2004
Figuras 21-26. Dikoleps templadoi spec. nov., paratipo de Crinavis, bahía de Algeciras (Cádiz),
animal deshidratado mediante punto crítico y rádula. 21: vista ventral; 22: vista lateral derecha;
23: vista lateral derecha, detalle del tentáculo cefálico y del tentáculo postocular derecho; 24: vista
lateral izquierda de la cabeza, detalle del lóbulo cervical izquierdo; 25-26: rádula.
Figures 21-26. Dikoleps templadoi spec. nov., paratype from Crinavis, Algeciras Bay (Cádiz), critical
point dried animal and radula. 21: ventral view; 22: right lateral view; 23: right lateral view, detail of
cephalic tentacle and right postoptic tentacle; 24: left lateral view of head, detail of the left neck lobe;
25-26: radula, detail.
122
RUBIO £7 A4Z.: El género Dikoleps (C rastropoda, Skeneidae) en las costas ibéricas
Figuras 27-31. Dikoleps templadoi spec. nov., concha del holotipo (MNCN 15.05/46618). 27-28,
30: concha, 0,95 x 0,75 mm; 29: ombligo; 31: protoconcha. Localidad: Crinavis, bahía de Algeci-
ras (Cádiz) (369 09 48” N-50 22” 38” E).
Figures 27-31. Dikoleps templadoi spec. nov., shell of holotype (MNCN 15.05/46618). 27-28, 30:
shell, 0.95 x 0.75 mm; 29: umbilicus; 31: protoconch. Locality: Crinavis, bahía de Algeciras (Cádiz)
(362 09 48” N-50 22* 38” E).
123
Iberus, 22 (1), 2004
24). Pedúnculo ocular pequeño, situado
en la base de cada tentáculo cefálico; ten-
táculo postocular cilíndrico, arrollado y
con penachos de cilios a lo largo de su
borde externo, situado debajo del pedún-
culo ocular derecho (Figs. 22, 23).
Lóbulos cervicales desiguales en forma y
tamaño, ambos profusamente ciliados; el
izquierdo es corto y redondeado distal-
mente, y el derecho, más largo y estrecho
(Figs. 23, 24). Tres tentáculos epipodiales
similares a los cefálicos a cada lado; un
órgano sensorial alargado y ciliado api-
calmente en la base del primer tentáculo
izquierdo, y otro, más corto y grueso,
entre el primero y el segundo tentáculos
del lado derecho (Figs. 22). Pene propo-
dial largo, cilíndrico, liso y sin protube-
rancias (Fig. 23). Opérculo multispiral,
con núcleo central y finas estrías oblicuas.
Fórmula radular n.3.1.3.n. Diente
central con soportes basales redondea-
dos y cúspide lisa. Dientes laterales
internos con un dentículo ganchudo en
su cúspide y diente lateral externo casi
sin cúspide; 22-24 dientes marginales,
largos y delgados, con cúspide fina-
mente denticulada e inclinada hacia
delante (Figs. 25, 26).
Distribución: Mar de Alborán y
Mediterráneo occidental. Citada como
Dikoleps pusilla en la bahía de Algeciras
(AARTSEN, MENKHORST Y GITTENBERGER,
1984) y en el Seco de los Olivos y la isla
de Alborán (RUBIO-SALAZAR, 1991).
Hábitat: Es una especie sublitoral de
amplia repartición batimétrica, que vive
simpátricamente entre 10 y 200 m junto
a otros skeneidos (Skenea serpuloides,
Dikoleps marianae, D. umbilicostriata y
Pseudorbis granulum) en fondos detríti-
cos (Estepona) (Figs. 14-17), de arena
gruesa y conchilla (bahía de Algeciras),
de Laminaria y coralígenos con algas cal-
cáreas (Lithophyllum y Lithothamnion)
(isla de Alborán y Placer de las
Bóvedas), y de grava lavada y fondos
detríticos (Baleares) (Figs. 18-20).
Observaciones: La concha y la rádula
de D. templadoi son muy similares a las de
D. nitens; la concha de la primera especie
tiene dos cordones espirales gruesos, no
nodulosos alrededor del ombligo y 4-5
más finos en el interior, mientras que D.
nitens tiene 1-2 y 2-4, respectivamente. El
ombligo de D. templadoi, aún siendo
estrecho, está menos cerrado por el labio
interno que el de D. nitens. El pene pro-
podial de D. templado es delgado y liso,
mientras que el de D. nitens es grueso y
tiene dos gruesas protuberancias distales;
el número de tentáculos epipodiales es
distinto en ambas especies (4 en el lado
derecho y 3 en el izquierdo en D. nitens, y
tres a cada lado en D. templadoi), y los
órganos sensoriales basales se distribu-
yen de forma distinta (segundo tentáculo
epipodial izquierdo en D. nitens, primero
izquierdo y entre el primero y el segundo
derecho en D. templado).
D. templado1 difiere de D. umbilicos-
triata por carecer de cordones espirales
sobre la base de la concha y porque esta
última especie tiene el pene propodial
rugoso. D. pruinosa tiene una escultura
de la concha muy diferente y el pene
también presenta pequeñas protuberan-
cias. Las otras tres especies de Dikoleps
citadas en la fauna ibérica (D. cutleriana,
D. marianae y D. rolani) tienen la concha
cubierta total o parcialmente por surcos
espirales y una fórmula radular distinta
(n.4.1.4.n), con los dientes central y late-
rales con las cúspides dentadas. Dikoleps
depressa (Monterosato, 1880), la otra
especie descrita en el Mediterráneo, sólo
tiene escultura espiral en el interior del
ombligo (GAGLINI, 1987; cinco cordones
espirales, según WARÉN, 1992); el animal
y la rádula de esta especie no se conocen.
Dikoleps umbilicostriata (Brugnone in Gaglini, 1987) (Figs. 32-37)
Dikoleps nitens (Philippi): Aartsen, Menkhorst y Gittenberger, 1984. Basteria, Suppl. 2: 12.
Cyclostrema umbilicostriatum Brugnone “in schedis”. Gaglini, 1987. Notiz. CISMA (10): 6-7, figs.
13-14.
Dikoleps pruinosa (Chaster): Ponder, 1990. Bull. Mus. Natn. Hist. Nat. Paris, ser. 4, 12 (A): 295, figs.
3 A-Ey 4 A-C.
124
RUBIO £7 4£.: El género Dikoleps (Gastropoda, Skeneidae) en las costas ibéricas
Material examinado: 22 e y 2 c de Crinavis, bahía de Algeciras (Cádiz) (36? 09 48” N, 5? 22! 38”
E), fondos detríticos con arena gruesa, 6-14 m; 3 e de San García, bahía de Algeciras (Cádiz), cepi-
llado de piedras con algas calcáreas, 0,5-2 m, 14 e de Sarchal, Ceuta, a 1 m de profundidad, en los
intersticios de la grava, entre 0,15 y 0,25 cm por debajo del sedimento; 7 e y 14 c del “Placer de las
Bóvedas”, campaña Fauna Ibérica l, est. 22A (36? 25 20” N, 5 0/80” W), fondo coralígeno con rodo-
fitas y feofitas, 30 m; 7 e del “Placer de las Bóvedas”, campaña Fauna Ibérica l, est. 23A (36? 24” 05”
N, 5? 0' 99” W), fondo coralígeno con Lithophyllum y Lithothamnion, 30-32 m; 230 e del Roqueo del
Almirante, Mijas Costa (Málaga) en el sedimento de un fondo coralígeno, 25 m (CAP).
Descripción: Concha brillante, de
coloración variable, blanca, verde amari-
llenta o anaranjada pálida, con 2 ?/4
vueltas de espira de crecimiento rápido,
0,67 mm de altura y 0,86 mm de diáme-
tro máximo observado (Figs. 32, 33).
Protoconcha lisa y algo bulbosa, con
poco más de media vuelta de espira y
212 tum de diámetro. Teloconcha con dos
vueltas de espira, con numerosas inci-
siones con forma de punto y líneas
sinuosas de crecimiento sobre su super-
ficie. Abertura redondeada, prosoclina,
peristoma apenas adherido. Labio
externo con dos senos. Ombligo estre-
cho y profundo, con cordones espirales
que llegan a cubrir la mitad de la base
de la concha. RUBIO ET AL. (1998: 91, figs.
38, 39 y 40) ilustran la concha de esta
especie.
Animal con tentáculos cefálicos
similares a los de sus congéneres,
aunque algo más anchos; pedúnculos
oculares apenas perceptibles (Figs. 34-
37). Tentáculo postocular ancho, grueso,
ciliado y no arrollado, situado bajo el
pedúnculo ocular derecho. Lóbulos cer-
vicales ciliados, de tamaño desigual y
forma similar a los de sus congéneres.
Cuatro tentáculos epipodiales a cada
lado, similares a los cefálicos, con un
órgano sensorial corto, esférico y ciliado
en la base del segundo par. Pene propo-
dial rugoso, con varias protuberancias
pequeñas. Opérculo multispiral (cinco
vueltas), cóncavo visto desde el exterior,
con núcleo central y finísimas estrías
oblicuas.
Fórmula radular n.3.1.3.n. Diente
central ancho, con márgenes ventrales
redondeados en su parte media; área
cortante entera, sin denticulación.
Dientes laterales anchos, área cortante
con un único dentículo ganchudo muy
prominente. Diente lateral externo
apenas visible, reducido a una pequeña
laminilla. Dientes marginales finos y
alargados, unidos e inclinados hacia el
exterior desde sus bases; áreas cortantes
abovedadas, con pequeñas cúspides
cónicas. La rádula de esta especie ha
sido ilustrada por RUBIO ET AL. (1998,
fig. 41).
Distribución geográfica: Zona meridio-
nal del Mediterráneo occidental: estre-
cho de Gibraltar y mar de Alborán
(RUBIO ET AL, 1998) y Sicilia (WARÉN y
BOUCHET, 1993, como D. nitens).
Hábitat: D. umbilicostriata es una
especie intersticial de amplia distribu-
ción batimétrica, encontrada entre 0 y 32
m de profundidad. En Crinavis (bahía
de Algeciras) vive en fondos detríticos
con arena gruesa entre 6 y 14 m, junto a
D. pruinosa, y en esta misma localidad y
en el Placer de las Bóvedas (frente a
Estepona) y el Roqueo del Almirante
(Mijas Costa) vive junto a Dikoleps maria-
nae y Skenea serpuloides, en fondos coralí-
genos con rodofitas y feofitas a 25 m, O
en fondos coralígenos con algas calcá-
reas (Lithophyllum y Lithothamnion)
entre 30 y 32 m, respectivamente. Los
ejemplares de Sarchal (Ceuta), viven
junto a Skenea serpuloides y/o Skeneoides
exilissima, Caecum clarkii y Caecum
incomptum en los intersticios de las
gravas de las playas rocosas, entre 0,15 y
0,25 m por debajo del sustrato mismo;
los ejemplares de San García (bahía de
Algeciras) viven en los intersticios de
los sedimentos gruesos, bajo piedras
cubiertas por Lithothamnion, entre 0,5 y 2
m.
Observaciones: D. umbilicostriata es
una especie próxima a D. pruinosa por
sus caracteres anatómicos (especial-
mente el pene, que es idéntico) y radula-
res. Se diferencia de D. pruinosa por la
escultura de la concha, y por tener
125
Iberus, 22 (1), 2004
cuatro pares de tentáculos epipodiales
en lugar de tres, con los órganos senso-
riales situados en la base del segundo
par (en el primero en D. pruinosa).
D. umbilicostriata presenta dos morfo-
tipos claramente diferenciados, que
ocupan distintos hábitats. Los ejemplares
de Sarchal (Ceuta) y San García (bahía
de Algeciras), que viven a poca profun-
didad (0-2 m) en los intersticios de la
grava de las playas rocosas, tienen la
concha blanca, muy gruesa y tosca, con
profundas líneas de crecimiento, muy
erosionada por efecto de la abrasión con-
tinua producida por el oleaje, mientras
que los de Crinavis, Placer de las
Bóvedas y Roqueo del Almirante, que
viven a más profundidad (6-32 m) en
fondos detríticos y coralígenos, poseen
conchas finas y brillantes, de color ama-
rillo verdoso o anaranjado pálido.
Los ejemplares de Sarchal fueron
erróneamente identificados por PONDER
(1990) como D. pruinosa.
Dikoleps pruinosa (Chaster, 1896) (Figs. 38-50)
Cyclostrema pruinosum Chaster, 1896. Journ. Malacology, 5 (1): 1-4, lám. 1, fig. 2.
Dikoleps pruinosa (Chaster): Aartsen, Menkhorst y Gittenberger, 1984. Basteria, Suppl. 2: 12, fig.
40.
Material examinado: 97 e y 54 c de Crinavis, bahía de Algeciras (Cádiz), (36? 09 48” N, 5 22! 38”
E), fondos detríticos con arena gruesa, 6-14 m (CFR); 20 c de Punta Carnero, bahía de Algeciras, en
sedimentos conchíferos, 2 m (CFR); 2 e de Tarifa, campaña Fauna Ibérica l, est.60A (36* 03' 33” N,
5” 41 23” W), fondo de rocas, arena y algas fotófilas, 12-16 m.
Descripción: Concha (Figs. 38, 39) de
color blanco sucio, con espira más baja
que sus congéneres, con 2 vueltas de
espira y unas dimensiones máximas
observadas de 1 mm de diámetro y 0,8
mm de altura. Protoconcha con poco
más de */2 vuelta de espira y 210 um de
diámetro, completamente lisa y algo
aplastada (Fig. 40). Teloconcha con 1 */2
vueltas de espira, con arrugas axiales
muy finas e irregulares que cubren toda
la superficie, lo que le confiere un
aspecto “escarchado”, y líneas de creci-
miento gruesas e irregulares. Abertura
redondeada, ligeramente prosoclina,
con un pliegue en su interior a lo largo
de la columela y del labio interno que
detiene el opérculo cuando el animal se
retrae. Ombligo estrecho y profundo,
con 7-8 gruesos cordones espirales alre-
dedor y en el interior.
Animal con tentáculos cefálicos
largos, redondeados y aparentemente
“segmentados” debido a la contracción,
con 4 0 5 papilas por “segmento” cilia-
das distalmente (Figs. 43, 44, 47-50).
Pedúnculos oculares pequeños, apenas
perceptibles; un tentáculo postocular,
situado junto al pedúnculo ocular
126
derecho, algo más largo y grueso que en
D. umbilicostriata (Fig. 44). Lóbulos cer-
vicales como los de sus congéneres. Tres
tentáculos epipodiales a cada lado simi-
lares a los cefálicos, con un órgano sen-
sorial ciliado en la base del primer par
(Fig. 45). Pene propodial de forma carac-
terística (Figs. 43, 44, 46), con pequeñas
protuberancias ciliadas, idéntico al de D.
umbilicostriata. Opérculo multispiral con
núcleo central y 5-6 vueltas de espira
con gruesas líneas oblicuas.
Formula radular n.3.1.3.n. Diente
central muy ancho, fuertemente expan-
dido lateralmente, con cúspide sin den-
ticulación. Tres dientes laterales, los dos
internos similares y con una cúspide con
un grueso dentículo ganchudo; el
externo aparece retraído y sin denticula-
ción. Dientes marginales largos y estre-
chos, unidos por sus bases, con área de
corte en forma de espátula, fuertemente
inclinada y con dentículos desiguales
(Figs. 41, 42).
Distribución geográfica: Limitada al
estrecho de Gibraltar. Citada en las
bahías de Tánger (CHASTER, 1896) y de
Algeciras (AARTSEN ET AL., 1984), y en
Tarifa y Punta Carnero (RUBIO-SALAZAR,
RUBIO £7 AL.: El género Dikoleps (Gastropoda, Skeneidae) en las costas ibéricas
Figuras 32-37. Dikoleps umbilicostriata (Brugnone in Gaglini, 1987), concha y animal deshidra-
tado mediante punto crítico. 32: concha, 0,78 x 0,65 mm; 33: ombligo; 34: vista ventral del
animal; 35: vista lateral izquierda; 36: vista lateral derecha; 37: vista lateral derecha de la cabeza,
detalle del tentáculo cefálico, lóbulo cervical y pene propodial. Localidad: Crinavis, bahía de Alge-
ciras (Cádiz).
Figures 32-37. Dikoleps umbilicostriata (Brugnone in Gaglini, 1987), shell and critical point dried
animal. 32: shell, 0.78 x 0.65 mm; 33: umbilicus; 34: ventral view of animal; 35: left lateral view;
36: right lateral view; 37: right lateral view of head, detail of cephalic tentacle, neck lobe and propodial
penis. Locality: Crinavis, Algeciras Bay (Cádiz).
127
Iberus, 22 (1), 2004
Figuras 38-42. Dikoleps pruinosa (Chaster, 1896). 38: concha, 0,92 x 0,59 mm; 39: ombligo; 40:
protoconcha; 41-42: rádula. Localidad: Crinavis, bahía de Algeciras (Cádiz).
Figures 38-42. Dikoleps pruinosa (Chaster, 1896). 38: shell, 0.92 x 0.59 mm; 39: umbilicus; 40:
protoconch; 41-42: radula. Locality: Crinavis, Algeciras Bay (Cádiz).
1991). Los ejemplares de Sarchal
(Ceuta), descritos por PONDER (1990)
como Dikoleps pruinosa, son en realidad
ejemplares de Dikoleps umbilicostriata
con la concha alterada por efecto de la
abrasión continua.
128
Hábitat: Especie intersticial infralito-
ral. Ha sido encontrada en fondos de
arena gruesa entre 6 y 16 m (bahía de
Algeciras) y en fondos de rocas y arena
con gran diversidad de algas fotófilas,
entre 12 y 16 m de profundidad (Tarifa).
RUBIO £7 42.: El género Dikoleps (Gastropoda, Skeneidae) en las costas ibéricas
ves,
200 um 10) 200 um
Figuras 43-50. Dikoleps pruinosa (Chaster, 1896), animal deshidratado mediante punto crítico. 43:
vista lateral derecha; 44: vista lateral derecha, detalle del tentáculo cefálico y de los tentáculos epi-
podiales; 45: detalle del tentáculo epipodial y del órgano sensorial; 46: pene propodial; 47: vista
ventral; 48: vista lateral derecha; 49: vista lateral izquierda; 50: tentáculo cefálico, detalle de las
micropapilas. Localidad: Crinavis, bahía de Algeciras (Cádiz).
Figures 43-50. Dikoleps pruinosa (Chaster, 1896), critical point dried animal. 43: right lateral view;
44: right lateral view, detail of cephalic tentacle and epipodial tentacles; 45: detail of epipodial tentacle
and sensory organ; 46: propodial penis; 47: ventral view; 48: right lateral view; 49: left lateral view;
S0: cephalic tentacle, detail of micropapillae. Locality: Crinavis, Algeciras Bay (Cádiz).
129
Iberus, 22 (1), 2004
Observaciones: Como se ha dicho (ver
observaciones de D. umbilicostriata), D.
pruinosa y D. umbilicostriata son especies
próximas por sus afinidades anatómicas
y radulares. El área de distribución de
D. umbilicostriata es más amplia (zona
DISCUSIÓN
El estudio de la concha de las espe-
cies ibéricas del género Dikoleps ha
puesto de manifiesto la existencia de tres
tipos de concha en relación con la escul-
tura: a) concha con la superficie cubierta
total o parcialmente por surcos espirales,
b) concha brillante, aparentemente lisa,
aunque con incisiones con forma de
punto y cordones espirales alrededor y
dentro del ombligo, y c) concha arru-
gada axialmente, con cordones espirales
alrededor y dentro del ombligo.
La morfología de las partes blandas
es prácticamente constante en todas las
especies de Dikoleps de la fauna ibérica,
aunque algunos caracteres son algo más
variables (forma del pene propodial y del
tentáculo postocular, número de tentácu-
los epipodiales y situación de los órganos
sensoriales), pudiendo utilizarse tanto
para diferenciar las especies como para
agruparlas. El tentáculo postocular
derecho que aparece en algunas especies
de skeneidos, considerado equivocada-
mente por algunos autores como un pene
(HOISAETER, 1968; FRETTER Y GRAHAM,
1977), ha sido interpretado por HICKMAN
Y MCLEAN (1990) como una proyección
suplementaria del lado derecho del epi-
podio, y por WARÉN Y BOUCHET (1993)
como un tentáculo del lóbulo cervical
derecho; estos últimos autores indican que
está ausente en Dikoleps umbilicostriata (a
la que denominan erróneamente D. nitens).
En realidad, todas las especies de Dikoleps
cuya anatomía externa hemos estudiado
tienen este apéndice, que aparece también
en Skenea serpuloides. En nuestra opinión,
no se trata de un tentáculo del lóbulo cer-
vical, sino de un tentáculo postocular inde-
pendiente que parte del mismo pedún-
culo ocular, cuya forma varía de un género
a otro y, en Ocasiones, dentro del mismo
género, y que por su ubicación puede ser
130
meridional del Mediterráneo occiden-
tal), mientras que D. pruinosa se encuen-
tra sólo en la zona del estrecho de
Gibraltar, lo que hace suponer que se
trata de una especie endémica del Estre-
cho.
confundido con un lóbulo cervical, o no
observarse al examinar animales retraí-
dos. El interés taxonómico del tentáculo
postocular derecho a nivel genérico o espe-
cífico en la familia Skeneidae aún está por
determinar: aparentemente, falta en
algunas especies, mientras que hay más de
uno en otras (MARSHALL, 1988; HASEGAWA,
1997), e incluso puede aparecer también
un pedúnculo postocular izquierdo, gene-
ralmente en la base del tentáculo cefálico
de ese lado (HASEGAWA, 1997).
La estructura radular de las especies
ibéricas de Dikoleps responde a dos
patrones diferentes:
1) Fórmula n.4.1.4.n, diente central y
dientes laterales con cúspides finamente
denticuladas, y el diente lateral externo,
casi sin cúspide.
2) Fórmula n.3.1.3.n, diente central
con cúspide lisa y dientes laterales con
un grueso diente ganchudo.
En ambas estructuras, el diente
lateral externo es considerado como una
placa latero-marginal.
Los resultados obtenidos del estudio
de la concha, del animal y de la rádula,
permiten distribuir las especies ibéricas
del género Dikoleps en dos grupos clara-
mente diferenciados. El grupo de espe-
cies afines a D. nitens comprende,
además de esta especie, a D. pruinosa, D.
templadoi y D. umbilicostriata. Se caracte-
rizan por tener la superficie de la concha
lisa, brillante y con incisiones con forma
de punto regularmente distribuidas o
con arrugas axiales; el ombligo con uno
o más cordones espirales a su alrededor;
el tentáculo postocular largo, fino,
redondeado y arrollado y el pene propo-
dial de forma variable; la fórmula
radular es n.3.1.3.n, con el diente central
con cúspide lisa y los dientes laterales
con un grueso dentículo ganchudo.
RUBIO £7 4z.: El género Dikoleps (Gastropoda, Skeneidae) en las costas ibéricas
Tabla 1. Distribución de las especies de Dikoleps en las costas de la Peninsula Ibérica. C: Cataluña;
L: Levante; B: Baleares; A: mar de Alborán; EG: estrecho de Gibraltar; G: Galicia; GV: golfo de
Vizcaya.
Table 1. Distribution of Dikoleps species along the coasts of the Iberian Peninsula. C: Catalonia; L:
eastern coast, between Gata Cape and Catalonia; B: Balearic Islands; A: Alboran Sea; EG: Strait of
Gibraltar; G: Galicia; GV: Gulf of Biscay.
Especie C
Dikoleps exilis
Dikoleps marianae
Dikoleps nitens
Dikoleps pruinosa
Dikoleps rolani +
Dikoleps templadoi
Dikoleps umbilicostriata
El grupo de D. exilis (= D. cutleriana),
formado además por D. rolani y D.
marianae, ha sido estudiado y discutido
por RUBIO, DANTART Y LUQUE (1998). Se
caracteriza por tener la superficie de la
concha total o parcialmente cubierta por
surcos espirales, el tentáculo postocular
más corto, ancho y profusamente
ciliado, el pene propodial liso y cilín-
drico, y la fórmula radular n.4.1.4.n, con
el diente central y los dientes laterales
B A EG G GV
+ 4
Aunque estas diferencias parecen
suficientes para incluir a las especies de
ambos grupos en dos géneros o subgé-
neros diferentes, el estado actual de la
taxonomía de los skeneidos hace reco-
mendable mantener un criterio conser-
vador, a la espera de un mejor conoci-
miento de la anatomía y de la rádula de
otros géneros de la familia.
Clave de las especies de Dikoleps
con las cúspides finamente dentadas. de las costas ibéricas:
1. - Superficie lisa O con arrugas axiales; fórmula radular n.3.1.3.n, diente central con
cúspide lisa y dientes laterales con un grueso dentículo ganchudo .......... 7
- Superficie cubierta total o parcialmente por surcos espirales; fórmula radular
n.4.1.4.n, diente central y laterales con cúspides dentadas ............... 5
2. - Superficie lisa cubierta por finísimas incisiones con forma de punto ......-.. 3
OU pernice contar A D. pruinosa.
3. - Ombligo con cordones espirales periumbilicales que cubren hasta la mitad de la base
delalconchiarle tata dsbhms oy olla: D. umbilicostriata.
- Ombligo sólo con uno o dos cordones espirales gruesos y nodulosos alrededor ..4
4. - Ombligo muy estrecho con 1-2 gruesos cordones espirales nodulosos alrededor y
ZAS O JO ICUOS ENS C D. nitens.
- Ombligo estrecho con 1-2 gruesos cordones espirales nodulosos alrededor y 4-5
mástinosientsuinteciO ne A A a Ea D. templado!.
5. - Con surcos espirales irregularmente distribuidos ............... D. rolani.
- Última vuelta con 30-40 surcos espirales regularmente distribuidos ........ 6
6. - Última vuelta con aprox. 30 surcos espirales, protoconcha lisa ........ D. exilis.
- Última vuelta con aprox. 40 surcos espirales, protoconcha rugosa . D. marianae.
187
Iberus, 22 (1), 2004
AGRADECIMIENTOS
Agradecemos a Serge Gofas y
Anders Warén su inestimable ayuda y
comentarios sobre el manuscrito. A
Emilio Rolán, la confección de las
láminas; a José Luis Martínez, Anselmo
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152
Peñas y Emilio Rolán, la cesión del mate-
rial de sus colecciones particulares. Este
estudio ha sido financiado por la Direc-
ción General de Investigación Científica
y Técnica, dentro de los Proyectos Fauna
Ibérica 1, II y IM (PB87-0397, PB89-0081 y
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O Sociedad Española de Malacología —____——T— Iberus, 22 (1): 133-145, 2004
Altitudinal variation of diversity in landsnail communities
from Maderas Volcano, Ometepe Island, Nicaragua
Variación altitudinal de la diversidad en comunidades de gasterópo-
dos del Volcán Maderas, Isla de Ometepe, Nicaragua
Antonio Mijail PÉREZ, Marlon SOTELO and Irma ARANA*
Recibido el 3-X-2003. Aceptado el 16-11-2004
ABSTRACT
In the present paper we investigated the altitudinal variation of diversity in the landsnail
communities of the Maderas Volcano; it is located on the eastern side of Ometepe island,
Rivas Department, Nicaragua, and has a height of 1350 m. Two transects were made: one
on the north slope (Balgue) and another on the south slope (San Ramón); along these tran-
sects seven altitudinal collecting stations were established, beginning at lake level, each one
with a difference of 200 m in altitude, the following profile was obtained: |. 0-200 m asi, ll.
200-400, !!l. 400-600, IV. 600-800, V. 800-1000, VI. 1000-1200, VII. 1200-1400. For
analyzing altitudinal diversity we studied species composition in each altitudinal station and
calculated Beta diversity by means of Bi, Br, KBc and fw indexes of Magurran.
Within the framework of this project we collected 26 species distributed between 14 fami-
lies and 22 genera, on both transects; this value of species richness may be considered
high and constitutes 46.4 % of the total number of species collected on Ometepe island,
which is 56. Beta diversity indexes values were as follows: Bc= 7.5, Br= 1.5, fi= 1.05
and fw=2.82 for Balgúe, and Bc= 6, fr= 1.6, fBi= 1.04 and fw= 3.75 for San Ramón.
Considering these results, the southern slope transect may be regarded as more beta
diverse than the northern one. A significant negative relationship between vegetation
cover and species richness with altitude was found, since when vegetation cover
increases, species richness decreases (Rs= -0.96, p< 0.01 for Balgue; Rs= -0.92, p<
0.01, for San Ramón). Regarding substratum, species preferred very significantly loose
soil with litter over other substratum types (X?=17.7, p< 0.01 for Balgue; X?= 19.44, p<
0.01, for San Ramón). Analyzing the altitudinal distribution of each species separately we
were able to identify two faunas, one from “lowlands”, and another from “highlands”,
separated by a transition zone ranging from 400 to 600 m asl., with an inflection point
around 500 m asl. Thus, we propose a sampling strategy for medium altitude mountains
(up to 1500 m asl) which consists of making two collecting stations only: one below 400
m asl and the other above 600 m. This strategy may allow us to document the core
species of both faunas, without high expenses.
RESUMEN
En el presente trabajo investigamos la variación altitudinal de la diversidad en las comuni-
dades de moluscos gasterópodos del Volcán Maderas; este se encuentra ubicado en la
zona occidental de la Isla de Ometepe, Departamento de Rivas, y tiene una altura de
1350 m. Para el estudio altitudinal se hicieron dos transectos: uno en la vertiente norte
* Centro de Malacología/ Diversidad Animal, Universidad Centroamericana, Apartado Postal 69, Managua,
Nicaragua, E-mail: amppCns.uca.edu.ni
133
Iberus, 22 (1), 2004
(Balgúe) y otro en la sur (San Ramón); a lo largo de ellos se establecieron siete estaciones
de recolecta cada 200 metros: |. 0-200 m snm, ll. 200-400, lll. 400-600, IV. 600-800, V.
800-1000, VI. 1000-1200, VII. 1200-1400. Para el análisis de la diversidad altitudinal
se estudió la variación de la composición de especies en cada estrato altitudinal y ade-
más se calculó la beta diversidad mediante los índices fic, Bi, Br, y fBw, propuestos por
Magurrán.
En el marco de este trabajo se recolectaron un total de 26 especies distribuidas en 14
familias y 22 géneros en ambos transectos realizados en las vertientes sur y norte del vol-
cán. Estos valores de riqueza de especies pueden considerarse altos y constituyen un
46,4 % del total de especies recolectadas en la isla que es de 56 especies. Los índices de
Beta diversidad arrojaron un resultado final de fBc= 7,5, fBr= 1,5, Bi= 1,05 y Bw= 2,82,
para Balgúe, mientras que Bc= 6, Br= 1,6, Bi= 1,04 y Bw= 3,75 para San Ramón,
siendo el transecto sur más beta diverso. Se encontró una relación negativa muy significa-
tiva entre la cobertura vegetal y la variación de la riqueza de especies con la altitud, ya
que cuando aumenta la primera disminuye la segunda (Rs= -0,96, p< 0,01 en Balgúe;
Rs= -0,92, p< 0,01, en San Ramón). En el caso del sustrato, las especies prefieren muy
significativamente el suelo de tierra suelta con hojarasca (X?=17,7, p< 0,01 en Balgúe;
X?= 19,44, p< 0,01, en San Ramón). Analizando la distribución altitudinal de cada una
de las especies separadamente identificamos dos comunidades, una de Tierras Bajas y
otra de Tierras Altas separadas por una zona de transición, lo cual nos permite proponer
una estrategia de muestreo en montañas de mediana altitud (hasta unos 1500 m snm)
consistente en la realización de dos estaciones de muestreo: una por debajo de los 400
m snm y otra por encima de los 600 m snm, lo cual nos permitiría documentar los núcleos
básicos de especies de ambas comunidades, sin incurrir en gastos elevados.
KEY WORDS: Altitudinal diversity, gastropods, Ometepe, Nicaragua.
PALABRAS CLAVE: Diversidad altitudinal, gasterópodos, Ometepe, Nicaragua.
INTRODUCTION
There are few published studies con-
cerning the assessment of diversity and
its relation to altitude. In this sense the
papers by KIKKAWA AND WILLIAMS
(1971), on New Guinean birds, as well
as TERBORGH' s (1977) on Andean birds,
constitute very important contributions
and are already classics. In Nicaragua,
according to our data, the only previous
reference we had is the paper by GILLE-
SPIE AND PRIGGE (1997) on altitudinal
zonation of vegetation, in Concepción
Volcano, of Ometepe Island.
Other studies that deserve to be men-
tioned on biodiversity of Ometepe Island
are the ones by GILLESPIE (1994, 1995), with
an inventory of the flora and the verte-
brate fauna, and the contribution by
BONILLA AND ARANA (2001) on continen-
tal mollusks. Omepete Island constitutes
a very important spot since itis an island
134
within a continent, and might share char-
acteristics of ocean islands (vid. MCARTHUR
AND WILSON, 1967), as well as having some
particular and distinctive ones of its own.
Regarding altitudinal diversity, BROWN
AND GIBSON (1983) stated that the general
pattern is that the number of species
decreases when altitude increases, tem-
perature being a limiting factor. Another
interesting aspect of the relationship
between temperature and altitude, was
revealed by the results obtained by BURLA
AND STAHEL (1983) who found significant
differences in size among populations of
Arianta arbostorum (Mollusca: Gastropoda)
studied at different heights in the Swiss
Alps; populations of lower altitudes were
found to be smaller.
In the present paper we aimed at in-
vestigating the altitudinal distribution of
gastropod communities in the Maderas
PÉREZ £7 AL.: Altitudinal variation on landsnail communities from Nicaragua
FB
NICARAGUA
2
Figure 1. Ometepe Island, Rivas Department, Nicaragua (map at left). Maderas Volcano located
on the eastern island (map at right). Figure 2. Digital diagram of Maderas Volcano by PUJOL AND
Pozo (2000) showing the volcano's profile with the altitudinal collecting stations.
Figura 1. Isla de Ometepe, Departamento de Rivas, Nicaragua (mapa izquierdo). Volcán Maderas
ubicado en la isla del este (mapa derecho). Figura 2. Diagrama digital del Volcán Maderas, elaborado
por PujoL Y POZO (2000), mostrando el perfil del volcán con las estaciones altitudinales de muestreo.
Volcano, so as to assess whether there is
a pattern of altitudinal variation of di-
versity, and thus to design a strategy of
sampling appropriate for high-lands that
might be applied to other parts of the
country as well as to the sampling of
other biotic groups.
MATERIAL AND METHODS
Study site: In the Nicaraguan Pacific
Slope only three volcanos still have veg-
etation cover from the base up to the
summit: Chonco, Casitas and Maderas.
Maderas Volcano is located on the
eastern side of Ometepe Island, Rivas
Department, and has a height of 1,350 m
(OvIEDO, 1993) (Fig. 1).
Samplings: Samplings were con-
ducted in May 2001. Seven collecting
stations were established, one every 200
m (Fig. 2): I. 0-200 m asl, HL. 200-400, IL
400-600, IV. 600-800, V. 800-1000, VI.
1000-1200, VI. 1200-1400. At every col-
lecting station there were four persons
collecting for an hour. Two transects,
were made, one on the northern
(Balgúe) and another on the southern
side (San Ramón) of the mountain, so in
fact there were two collecting points at
each station. Stations VI and VII were
not considered in the analysis, since no
species were found.
185
Iberus, 22 (1), 2004
Table I. Species composition at each altitudinal station (every 200 m) on Maderas Volcano,
Balgúe.
Tabla I. Composición de especies en cada estación altitudinal (cada 200 m) en el Volcán Maderas,
Balgúe.
Especies 0-200
B. be X
0. pr
E cu
N. dy
D. di
Lomi
L. gr
L. la
B.co
6. gu
D. tr
D. sp
Tear
C. con
Li
H. tr
H. ch
H. mi
X. ta
D. att
P. ma
T. coac
TOTAL
200-400
[PS
[SS SS
400-600
X
X
600-800 800-1000 Total
ho
|
MM — — — NN — — NN == —— NOD 0 == — — HN MO
peo]
+—
+=
Analysis of altitudinal diversity:
For analyzing altitudinal diversity on
both sides of the volcano (Balgúe and
San Ramón), we first studied species
composition in each collecting station
and afterwards calculated various
indexes of Beta diversity: fi, Sc, fr and
Sw, proposed by MAGURRAN (1987).
The objective of calculating these
indexes is to identify quantitative mea-
sures of species turnover along the
studied transects.
For analyzing variation of species
composition with altitude we divided
species into five categories:
e Plain (Lla): 0-400 m asl.
e Medium altitude (MedAL): 400-
600 m asl.
e Plain to Medium
(LlaMAL): 0-600 m as].
altitude
136
e High altitude (AL): 600-1000 m asl.
e Wide altitudinal range (AmDAL):
Present in at least four collecting sta-
tions.
Ecological niche (Structural sub-
niche): The terminology used regarding
ecological niche follows SILVA AND BERO-
VIDES (1982); for these authors the
resources studied are considered sub-
niches of the ecological niche, e. g., struc-
tural (substratum, etc), temporal (activity,
etc), climatic (illumination, temperature,
etc.), etc. In this paper we considered sub-
stratum and vegetation cover as two
dimensions of the structural subniche.
Spearman (Rs) correlation coefficient
(SOKAL AND ROHLE, 1981), was calcu-
lated in order to determine if there is a
relationship between vegetation cover
and species richness.
PÉREZ £7 42.: Altitudinal variation on landsnail communities from Nicaragua
Table Il. Species composition at each altitudinal station (every 200 m). Maderas Volcano, San
Ramón.
Tabla 1. Composición de especies en cada estación altitudinal (Cada 200 m). Volcán Maderas, San
Ramón.
Especies 0-200 200-400
400-600
600-800 800-1000 Total
B. be
Ll
Pgr
Lomi
L. gr
S. oct
B. co
L. lo
H. mi
0. pu
C. co
ECU
T. coac
N. dy
0. pr
D. dis
H. ten
S. Sp
TOTAL
l
4
l
|
|
|
|
3
2
= |
/
2
l
3
2
l
|
|
0 3 29
We calculated X? goodness of fit, by
the same authors, in order to determine
the preference of species for soil type in
each collecting station. The soil sample
were taken at a depth of two cm and
classified in the field following the cate-
gories given by MARQUET (1985) (modi-
fied) (Anex 1).
RESULTS
Species composition: A total of 26
species distributed on 14 families and 22
genera (Anex 2) were collected in the
two transects made on both, the south
and north slopes of the volcano. This
species richness value can be considered
high and constitutes 46.4 % of the total
number of species collected on the
island, which is 56 (BONILLA AND ARA-
NA, 2001).
Data on altitudinal distribution of
species are given in Tables I, Il and IIl,
which represent the presence or absence
of species in each collecting altitudinal
station. The cells with species present
are shadowed in order to have a better
understanding of distribution.
The analysis of altitudinal variation
of species composition, gave the follow-
ing results for each of the five categories
considered:
e Plain (Lla) (0-400 m asl): 7 species.
e Medium altitude (MedAL) (400-
600 m as]): 3 species.
e Plain to Medium altitude
(LIaMAL,) (0-600 m asl): 4 species.
e High altitude (AL) (600-1000 m
asl): 7 species.
e Wide altitudinal range (AmDAL,)
(present in at least four collecting sta-
tions): 5 species.
Diversity: Beta diversity indexes
give a quantitative measure of diversity
turnover along a gradient, so they take
sense in its comparison with other
values calculated in similar conditions.
137
Iberus, 22 (1), 2004
Table III. Synthesis of species composition at each collecting station (every 200 m) on both
sampled slopes of Maderas Volcano. Abbreviations, see Anex 2.
Tabla I11. Síntesis de los datos de composición de especies en cada estación de recolecta (Cada 200 m) en
ambas vertientes del Volcán Maderas. Abreviaturas, ver Anexo 2.
Especies 0-200 200-400
H. ten
Ll
N. dy
S. Sp
P. me
C. con
B. be
L. gr
Lomi
L. lo
0. pu
S. oct
E cu
6. gu
H. ch
H. tr
H. mi
T. coac
Par
¡a
X. ta
B. co
D. di
D. tr
D. att
D. sp
0. pr
TOTAL
X
X
X
X
X
=y
== la]
=>
o)
400-600
600-800 800-1000 Total
All
wW == =p) 00 —= —= — N)0 — — 060 — — a — —= NU —= —= QU QU —
[Sn]
Thus, indexes obtained show somewhat
contradictory results. Index £c (7.5 for
Balguúue and 6 for San Ramón) pointed
towards a higher beta diversity in
Balgúe transect, whereas index (1Si (1.05
in Balgúe and 1.04 in San Ramón) were
mathematically almost the same.
Results shown in Tables IV and V
indicate species pairs overlapping along
an altitudinal gradient, and it is the pro-
cedure to follow for calculating $r; fSr=
1.5 in Balgúe, and fsr= 1.6 in San Ramón
showing a higher beta diversity in San
Ramón transect.
138
For taking a final decision on this
issue we calculated (Sw index. This was
2:82. tor Balgue, and” 3:79 tor San
Ramón. At this point we should recall
MAGURRAN'S (1987) statement that “Sw
is the first and most straightforward
measure Of beta diversity”, which
would mean that this index better
quantifies species turnover in the tran-
sects studied.
Ecological niche (Structural sub-
niche): Spearman's correlation coeffi-
cient was calculated in order to deter-
mine the relationship between vegeta-
PÉREZ £7 4z.: Altitudinal variation on landsnail communities from Nicaragua
Table IV. Species pairs common to each altitudinal collecting station (San Ramón).
Tabla IV. Pares de especies comunes para cada estación de recolecta altitudinal (San Ramón).
B. be 0. pu E.cu N. dy P.gr L.mi Lor Llo B.co S.sp Tr.co C.co Lli H.miD. dis O. pr S. oc H. tn
m
É
o=Sóe.e.===0oe _== == >=00- >
Y 20 =00e= == 0 === >=000>
=0nN==m-==0=2000m_>
1 = Si == 10. ==: == 00 O: ><
MOI ORO RO O SE
==. =.081S == 0 = ==>
Do=o00o-== == 00-- >
O == O) == O =.><
=)
>
==
o
=
[a]
Y — — —= — NM — O O ><
X
DA
e
IATA
O IZ A
DI AIN
DEZA Ml A
OA Ad SAO OA
IO A AS Y PE
A EA ALAS)
tion cover and species richness at each
collecting station (Tables VI and VID.
We obtained an Rs of - 0.96, p< 0.01
in Balgúe while in San Ramón the calcu-
lated Rs was -0.92, p< 0.01, showing in
both cases that there is a significant neg-
ative relationship between the studied
variables (vegetation cover and species
richness).
For the results given in Tables VIII
and IX we calculated X” in order to
determine the preference that species
might have for soil type. We obtained a
X? of 17.7, p< 0.01 in Balgúe and a X? of
19.44, p< 0.01, in San Ramón.
DISCUSSION
KIKKAWA AND WILLiaMs (1971),
pointed out that species richness
decreases with lower temperatures
related to the increase of altitude. These
data agree with our results since species
richness at the volcano's base was 19
species and at the highest collecting
station it was five, both slopes taken
together.
In this sense, is interesting to remark
that in the study made by GILLESPIE AND
PRIGGE (1997) on floristic composition
along an altitudinal gradient (from 200
to 1500 m asl) at Concepción Volcano,
also in Ometepe Island, vegetation
cover increased with elevation as well as
floristic diversity; this last reached its
highest level between 500 and 1100 m.
In our study of Maderas Volcano, we
also observed a very important increase
of vegetation cover (Tables VI, VID
which according to GILLESPIE (1994,
1995) would also imply an increase of
floristic diversity.
Species richness at the volcanos's
northern slope is 22 species and on the
southern slope it is 18 species. Analyz-
ing these results by altitudinal collecting
stations, we determined that species
richness is high on both slopes and
shows values that range between four
and seven species per altitudinal
stratum or station. On the north slope
189
Iberus, 22 (1), 2004
Table V. Species pairs common to each altitudinal collecting station (Balgúe).
Table V. Representación de los pares de especies comunes en cada estrato altitudinal (Balgie).
B.be D.dis Ecu Ndy O.pr Lmi Lgr Llo B.co 6.qu D.tr Disp T.cr Tr.co C.co Lli Homi H.ch Htr Pome Xto D.ott
B. be
D. dis
E cu
N. dy
0. pr
Lomi
L. gr
L. lo
B. co
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D. tr
D. sp
Tor
Tr. cr
C. co
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H. ch
H. tr
P. me
X. to
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TOTAL
><
Oo o0O0O0O0OoO == — — — — —N>N)>— —N> NN) NN NN
OOOO OO 0 — — — NN) — — N> NN >
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=
[82]
=>
[Do
[96]
18 19 14
SS
[a]
o
Y == =00-=20->0 >
X
LI
DOTA
DAD de
DORA
O a la
O O
AA E OS
ANA A E
AD AD dd OS
e AL Ud A E
OA OS OO
(Balgúe) three species are present at
most of the collecting stations: Caecil-
lodes consobrinus, Neocyclotus dysoni
nicaraguense and Leptinaria lamellata. On
the south slope (San Ramón) only
Lucidella lirata was found at four out of
the five collecting stations.
The presence of Drymaeus attenuatus
and Xenodiscula taintori at 670 (600-800
m asl) m of height on the north slope is
worth mentioning, since previously they
had been only collected in the Central-
Northern region of the country. These
are species associated with moist habi-
tats on highlands, and besides are re-
stricted to well preserved ecosystems.
Drymaeus translucens is also important
because in the project conducted by
PÉREZ (1999) comprising the continental
snail fauna of the whole Nicaraguan Pa-
cific region, it was only found at Mom-
bacho Volcano, Department of Granada.
140
At Maderas Volcano it was found in Bal-
gue, at 670 m asl (600-800 m asl).
A very important aspect to point out
is that, according to the range categories
of species altitudinal distribution, the
results obtained allow us to identify the
existence of two communities: one of
lowlands comprising plain species (7)
and medium altitude-plain species (5)
for a total of 12 species, and another
community of highlands comprising
species of high altitude (4) and medium
altitude (3) for a total of seven species.
In this analysis we excluded wide altitu-
dinal range species.
This is a very important analysis,
since one of the goals of the present pro-
ject was to try to establish a sampling
strategy intended to study biodiversity
on medium altitude mountains (1000-
1500 m), which are the majority of high-
lands in Nicaragua. Summarizing the
PÉREZ £7 AL.: Altitudinal variation on landsnail communities from Nicaragua
Table VI. Vegetation cover and species richness at each collecting station, Maderas Volcano,
Balgiie.
Tabla VI. Cobertura de vegetación y riqueza de especies en cada estación de recolecta, Volcán Maderas,
Balgie.
Collecting station Vegetation cover (%)
0-200m 21
200 - 400 m 32.3
400 - 600 m 46.5
600 - 800 m 16
800 - 1000 m Sa)
Species richness
13
10
)
)
2
Table VII. Vegetation cover and species richness at each collecting station, Maderas Volcano, San
Ramón.
Tabla VII. Cobertura de vegetación y riqueza de especies en cada estación de recolecta altitudinal, San
Ramón.
Collecting station Vegetation cover (9%)
0-200 m 32.4
200 - 400 m 35
400 - 600 m 48
600 - 800 m 18
800 - 1000 m 97.3
Species richness
1
hm 0 0 O —
previous results, it can be said that there
is a community of lowlands and a com-
munity of highlands, with a transition
zone between 400 m and 600 m asl; this
transition zone defines an inflexion point
located approximately at 500 m asl.
Consulting other national specialists
we have been able to prove that the
same phenomenon takes place in other
animal groups, such as insects (J. M.
Maes, pers. comm.) and birds (J. Mc-
Crary, pers. comm.), as well as in plants
(A. Grijalva, pers. comm., R. Rueda,
pers. comm.)
When comparing the results of
species richness on both slopes of the
volcano, we observed it is higher in
Balgúe transect (North), at all altitudinal
collecting stations, which might be due
to the existence of a greater microhabitat
availability on this slope, as well as to
more appropriate soils for gastropod
communities, such as loose soils with
different degrees of litter.
An interesting fact is that Lamellaxis
micra and Lamellaxis gracilis are present
only as high as 200 m asl. The interest of
this fact lies in the wide geographical
and ecological distribution that these
species seem to have, according to the
study by PÉREZ (1999), which we have
explained as a remarkable case of wide
ecological tolerance. However, in spite
of previous mentions their distribution
on Maderas volcano does not reach
heights above 200 m asl, probably
because these species are associated
with plains, as is the case of most
ecosystems on the Nicaraguan Pacific
region.
Through the results of beta diver-
sity indexes Of MAGURRAN (1987) we
can affirm that beta diversity, or, in
other words, spatial heterogeneity, is
higher on the southern slope than in
the northern one. However, as happens
with alpha diversity indexes, it cannot
be stated in absolute terms whether
141
Iberus, 22 (1), 2004
Table VIII. Soil type and species richness at each collecting station, Maderas Volcano, Balgiie.
Tabla VII. Tipo de suelo y riqueza de especies en cada estación de recolecta, Volcán Maderas, Balgie.
Species richness
Collecting station Soil type
0-200m Sandy land
200 - 400 m Litter
400 - 600 m Litter
600 - 800 m Moderately clayey
800 - 1000 m Cloy
13
10
9
9
2
Table IX. Soil type and species richness at each collecting station, Maderas Volcano, San Ramón.
Tabla IX. Tipo de suelo y riqueza de especies en cada estación de recolecta, Volcán Maderas, San Ramón.
Collecting station Soil type Species richness
0-200 m Litter 1
200-400 m Sandy land 8
400-600 m Moderately clayey 8
600-800 m Clay 3
800-1000 m Cloy 2
these figures are high or low, since
these indexes make sense in compar-
ison with other values of indexes calcu-
lated at the same time in different
places, or at the same place at different
moments, always with the same
sampling effort. Up to the present few
reference values exist for comparison,
and in this sense it is worth mentioning
the works by MAGURRAN (1987) and
MORENO (2000), which among other
things provide values of alpha and beta
indexes that are very useful for this
purpose.
Analyzing species richness and its
relation to vegetation cover (Tables VIII
and IX), it can be observed that the
former decreases significantly with the
increase of the latter (Rs = -0.92, p< 0.01
for Balgúe; and Rs= -0.96, p< 0.01 for
San Ramón). However, in our opinion it
is more likely to be explained by the
nature of the soil than by the increase of
vegetation cover. Soil type varies in both
volcano slopes from soil with litter to
clayey soil, having a significant relation-
ship with the reduction of species rich-
ness (X?= 17.7, p< 0.01 for Balgúe; and
X?= 19.44, p< 0.01 for San Ramón). This
142
issue was also addressed by PÉREZ,
SOTELO AND ARANA (in press) for the
whole Pacific region, concluding that
clayey soils are not appropriate for the
development of gastropod communities
and loose soils with litter are very likely
to hold a very diverse community of
these animals.
CONCLUSIONS
1. Our results agree with other
authors who state that diversity
decreases with an increase of altitude
above sea level. This phenomenon could
be related to the reduction of tempera-
ture, but in the particular case of gastro-
pod mollusks, it might also be related to
the soil type.
2. The identification of two commu-
nities, one of lowlands and another of
highlands, separated by a transition
zone, allow us to propose a sampling
strategy on mountains of medium alti-
tude (up to 1500 m), which consists of
making two collecting stations: one
below 400 m and the other above 600 m
asl. This strategy might allow us to
PÉREZ £7 AL.: Altitudinal variation on landsnail communities from Nicaragua
collect the core species of both commu-
nities, without incurring high expenses.
ACKNOWLEDGEMENTS
We would like to acknowledge M.
Sc. Alfredo Grijalva (Universidad Cen-
troamericana), and Drs. Jean-Michel
Maes (Museo Entomológico Autónomo
de León), Jeffrey McCrary (Universidad
Centroamericana) and Ricardo Rueda
(Universidad Nacional Autónoma de
Nicaragua-León); the commentaries
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(Mollusca: Gastropoda). Annals de la Societé
royale du zoologie de Belgique, 115 (2): 165-175.
made by these colleagues on data
related to altitudinal diversity were very
important to us.
We would like to thank also M. Sc.
Byron Walsh, for the favorable com-
ments he made regarding the results of
this project. We have had at all times the
support and encouragement of Dr. Al
López, SJ, former director of the Centre
of Malacology / Animal Diversity.
This project was funded by PANIF-
MARENA and consequently we would
like to thank Dr. José Villa and M. Sc.
Byron Walsh for their support.
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143
Iberus, 22 (1), 2004
Anex 1. Field form for soil sampling.
Anexo 2. Formulario de campo para la clasificación de suelos.
1. Human settlements.
- Constructions.
- On walls of ruins.
- Gardens and parks.
- Ploughed land.
- Plantation.
- Piled land.
- Grassland.
- Quarry.
- Burnt land.
- Road sides.
II. Vegetation.
Forests.
- Low to medium deciduous forest.
- Low to medium semideciduous
forest.
- Medium to tall perennial forest.
- Medium to tall subperennial
forest.
- Low estuary forest.
Other wooded formations.
- Riparian forest.
- Low savanah forest.
- Arboretum.
Not wooded formations.
- Spiny bushes.
- Savanah.
- Savanah of jícaros and/or gení-
Zaros.
No vegetation.
144
II. Soil type.
- Debris.
- Sand.
- Limestone.
- Chalk.
- Bricks and others.
- Clay.
- Granite gravel.
- Volcanic gravel.
- Land with litter.
- Land without litter.
IV. Soil humidity.
- Saturated.
- Wet and loose.
- Wet and compact.
- Dry and loose.
- Dry and compact.
V. Ilumination.
- Shadow.
- Penumbra.
- Filtered sun.
- Sun patches.
- Open sun.
VI. Altitude (asl).
PÉREZ £7 AL.: Altitudinal variation on landsnail communities from Nicaragua
Anex 2. Systematic species list.
Anexo 2. Lista de especies.
Family Helicinidae Lamarck, 1899
Lucidella lirata ( Pfeiffer, 1847)
Helicina tenuis (Pfeiffer, 1848)
Family Poteriidae Gray, 1850
Neocyclotus dysoni nicaraguense (Bartsh and Morrison, 1942)
Family Vertiginidae Fitzinger, 1833
Pupisoma medioamericana Pilsbry, 1920
Family Ferussacidae Bourguignat, 1883
Caeciliodes consobrinus (Orbigny, 1849)
Family Subulinidae Crose and Fischer, 1877
Beckianum beckianum (Pfeiffer, 1846)
Lamellaxis gracilis (Hutton, 1834)
Lamellaxis micra (Orbigny, 1835)
Leptinaria lamellata (Potiez and Michaud, 1838)
Opeas pumillum (Pfeiffer, 1840)
Subulina octona (Bruguiere, 1792)
Family Spiraxidae Baker, 1955
Euglandina cumingil (Beck, 1837)
Spiraxis sp.
Family Helicarionidae Bourguignat, 1888
Guppya gundlachi (Pfeiffer, 1880)
Habroconus trochulinus (Morelet, 1851)
Habroconus championi (Martens, 1892)
Family Zonitidae Morch, 1864
Hawatia minuscula (Binney, 1840)
Family Helminthoglyptidae Pilsbry, 1939
Trichodiscina coactiliata (Deshayes, 1838)
Family Polygyridae Pilsbry, 1895
Praticollela griseola (Pfeiffer, 1841)
Family Thysanophoridae Pilsbry, 1926
Thysanophora crinita (Fulton, 1917)
Family Sagdidae Pilsbry, 1895
Xenodiscula taintori (Goodrich and Schalie, 1937)
Family Bulimulidae Tryon, 1867
Bulimulus corneus (Sowerby, 1833)
Drymaeus discrespans (Sowerby, 1833)
Drymaeus attenuatus (Pfeiffer, 1851)
Drymaeus sp.
Family Orthalicidae Pilsbry, 1899
Orthalicus princeps (Broderip, 1833)
L. li
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N. dy
P. me
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145
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O Sociedad Española de Malacología —_—__—_—_——— Iberus, 22 (1): 147-153, 2004
A new species of Lepidozona (Mollusca: Polyplacophora:
Ischnochitonidae), found on whale bones off the coast of
Chile
Una nueva especie de Lepidozona (Mollusca: Polyplacophora:
Ischnochitonidae) encontrada sobre huesos de ballena frente a la
costa de Chile
Enrico SCHWABE* and Javier SELLANES**
Recibido el 13-1-2004. Aceptado el 6-IV-2004
ABSTRACT
lepidozona balaenophila spec. nov. is described from Chile. lt was found at a single
location situated at the upper bathyal zone (240 m) off Concepción (-36*5). It lives,
and probably feeds, on bones of dead whales. This is the first time that this type of
habitat is described for a chiton. Furthermore, this is also the first report of a member
of the genus lepidozona from Chilean waters, and represents a considerable south-
ward extension of the distribution range of the genus in the eastern Pacific Ocean.
RESUMEN
Se describe lepidozona balaenophila spec. nov. de Chile. Esta especie fue encontrada en
una única localidad en la zona batial superior (240 m) frente a la costa de Concepción
(aproximadamente a 3695). Vive sobre [y probablemente se alimenta de) huesos de balle-
nas muertas. Esta es la primera vez que se menciona este tipo de habitat para un chiton.
También es la primera cita de una especie del género lepidozona para aguas de Chile,
lo que representa una ampliacion considerable hacia el sur del area de distribucion del
genero en el Pacifico oriental.
PALABRAS CLAVE: Mollusca, Polyplacophora, Lepidozona, sistemática, Océano Pacífico, Chile, huesos de
ballena.
KEY WORDS: Mollusca, Polyplacophora, Lepidozona, systematics, Pacific Ocean, Chile, whale bones
INTRODUCTION
During recent ecological research in showed that, besides Leptochiton ameri-
Chilean and Peruvian waters some canus Kaas and Van Belle, 1985, a new
samples of chitons were obtained. These species of Lepidozona was collected. This
were sent to the first author for identifica- genus, unknown as yet from chilean
tion. Careful examination of the material waters, reaches its highest density in the
* Zoologische Staatssammlung Muenchen, Muenchhausenstrasse 21, D-81247 Muenchen, Germany.
Enrico.Schwabezsm.mwn.de
** Centre for Oceanographic Research in the Eastern South Pacific (COPAS), Cabina 3,Universidad de
Concepción, Casilla 160-C, Concepción, Chile. jsellaneudec.cl
147
Iberus, 22 (1), 2004
Table I. Material examined, the measurements and number of ctenidia.
Tabla I. Material examinado, medidas y número de ctenidios.
number — status measurements number of ctenidia
(length/width in mm) left right
| holotype 10.4 x 6.3 1819
2 paratype Ut) 17 16
3 paratype ES 1540815
4 paratype CIAO 16 16
5 paratype 2x06.1
6 paratype c.7.6x4.4
7 paratype 8.3x5 16 16
8 paratype 6.5x4 14 15
9 poratype 0.0,X19.9 ¡Els
10 paratype 3.3 109:0
11 paratype 5.3x 3.3 16
upper and middle East Pacific (FERREIRA
1978). This record represents an interest-
ing southward extension of the genus.
Another aspect that makes the species
remarkable is its habitat. The species
apparently lives on bones of dead
whales. Although other molluscs, mainly
gastropods and bivalves bearing
chemosynthetic symbionts, have been
described thriving on nekton falls
(SMITH, MAYBAUM, BACO, POPE, CARPEN-
TER, YAGER, MACKO AND DEMING, 1998
and references therein), this habitat was
not reported so far for polyplacophorans.
We suggest that the chiton not only lives
on these bones, but also feeds on them.
Besides, the area where the specimens
were collected is affected by a severe
bottom water oxygen deficiency (<0,5
ml1-1). This is due to the permanent pres-
ence of the southeastern Pacific oxygen
minimum zone (OMZ), which at this lati-
tude extends to depths up to 400 m
(KAMYKOWSKI AND ZENTARA 1990).
MATERIAL AND METHODS
The material presented herein was
collected in July 2003 during a cruise on
148
Institute comments
2SM (Moll 20034225)
2SM (Moll 20034224)
2SM (Moll 20034226)
disarticulated, specimen used for SEM
ZMB tail valve absent
UDEC only valves iv-viii, but these in situ
UDEC tail valve isolated, ctenidia incomplete
15M (Moll 20034227)
UDEC girdle bent
MNHNC 2772 (200733)
ZISP
NSMT
board the R/V Kay Kay of the Univer-
sity of Concepción. The samples were
gathered using a 1 m wide Agassiz trawl
(AGT) by a 20 min. trawl at a site located
just beneath the shelf break off Concep-
ción (36 29.9" S - 73” 40.8” W) at 240 m
depth. The specimens were attached to
osseous remains (mainly pieces of whale
ribs) and rocks. The chitons were fixed
and conserved in 75 % ethanol. For the
description one specimen was disarticu-
lated and prepared as described in
SCHWABE AND RUTHENSTEINER (2001).
Abbreviations
MNHNC: National Museum of Natural
History, Chile
NSMT: National
Tokyo, Japan
UDEC: Universidad de Concepción,
Chile
ZISP: Zoological Institute of the Russian
Academy of Sciences, St. Petersburg,
Russia
ZMB: Natural History Museum Berlin
(formerly Zoologisches Museum
Berlin), Germany
ZSM: Zoologische Staatssammlung
Muenchen, Germany
Science Museum,
SCHWABE AND SELLANES: A new Lepidozona species found on whale bones from Chile
SYSTEMATICS
Class POLYPLACOPHORA Gray, 1821
Subclass NEOLORICATA Bergenhayn, 1955
Order CHITONIDA Thiele, 1910
Family ISCHNOCHITONIDAE Dall, 1889
Order Lepidozona Pilsbry, 1892
Type speces: Chiton mertensii von Middendorff, 1847, by original designation, Indo-Pacific distri-
bution with the highest diversity in the Northeastern Pacific, Pleistocene - Holocene
Lepidozona balaenophila spec. nov. (Figs. 1-10)
Material examined: Shown in Table I.
Type locality: Just beneath the shelf break off Concepción, Chile (36? 29.9 S - 73? 40.8” W).
Etymology: From Latin: balaena = whale; N.L. fem. substantive from Gr. fem. adj. philé, loving; bala-
enophila = friend of whales or lover of whales, since the majority of specimens were found living
on whale bone remains.
Diagnosis: Small sized animal
(largest specimen 10.4 mm in length)
with an oval outline. Colour yellowish
beige with a few darker freckles, girdle
of the same ground colour but banded.
Tegmentum strongly sculptured. Radula
has the central tooth with a simple blade
and the major lateral tooth with a bicus-
pid head. Ctenidia arranged holo-
branchially and abanally.
Description (of the holotype and for
internal features of specimen $ 2)
General outline. The species is oval
with an average length /width ratio of
1.54 (10 specimens) (Figs. 9, 10), moder-
ately high in elevation, slightly keeled
with straight sided slopes. Dorsal eleva-
tion of valve iv 0.33 (high 1.4
mm/length 4.2 mm). Head valve is
somewhat wider than semicircular,
with a shallow notch in the wide V-
shaped posterior margin (Fig. 1). Inter-
mediate valves rather short compared to
their width (Fig. 2). Valve ii is the
longest and valve v the widest. Poste-
rior margin slightly concave on both
sides of the indistinct to absent apex.
The semicircular tail valve has the
mucro in the anterior third. It is slightly
elevated and somewhat anteriorly
directed. Postmucronal slope rather flat
(about 30%) and straight, except for a
little depression directly behind the
mucro (Figs. 3, 4).
Tegmentum. The general valve sculp-
ture consists of very fine granules, which
are arranged in quinqunx, easily visible
on the head valve, the lateral areas, and
in the postmucronal area. In addition there
are 13-17 rather indistinctly elevated, radi-
ally arranged ribs on head valve, 2-4 on
intermediate valves (more prominent in
the diagonal ridge and the posterior
margin), and about 13-16 on postmucronal
area (Figs. 1-4, 9). On these ribs more or
less round tubercles may be found in
random arrangement. The central area
and the antemucronal area are sculptured
with about 7 (in the disarticulated
paratype) longitudinal ribs, latticed by 4-
8 transversally arranged riblets. The latter
are less distinct and the spaces between
them are smaller than those of the longi-
tudinal ribs (Figs. 2-4). The jugal area is
indistinct, but appears smooth at the pos-
teriormost region.
Articulamentum. The translucent
white layer is rather thin, which results
in the brownish colour of the tegmen-
tum showing in the central part. Inter-
mediate valves with short trapezoid to
rectangular apophyses, which are
widely spaced but connected by a very
shallow sutural lamina that is inconspic-
uously notched (Figs. 3, 4). The insertion
plates are short, with broad, sharp,
somewhat rugose teeth. Slit formula:
10/1-2/12, slit rays present.
149
Iberus, 22 (1), 2004
"nl Ll
Figures 1-6: Lepidozona balaenophila spec. nov., disarticulated paratype (ZSM Moll 20034224
), C.
7 x 5.5 mm. 1: dorsal view of the first valve; 2: dorsal view of valve ii; 3: dorsal view of the tail
valve; 4: left lateral view of the tail valve; 5: working part of the radula; 6: enlargement of the
central tooth and the first lateral teeth. Scale bars, 1-4: 200 pm, 5, 6: 50 um.
Figuras 1-6: Lepidozona balaenophila spec. n01., paratipo desarticulado (ZS5M Moll 20034224), c.7 x
5,5 mm. 1: vista dorsal de la primera valva; 2: vista dorsal de la segunda valva; 3: vista dorsal de la
última valva; 4: vista lateral izquierda de la última valva; 5: zona de uso de la rádula; 6: ampliación
del diente central y del primer diente lateral. Escalas, 1-4: 200 ym, 5, 6: 50 pm.
Perinotum. The rather small girdle is there are rectangular slender scales that
dorsally densely covered with elon- measure 48-75 x 20-23 um. The perino-
gated, rectangular scales (94-98 x 67-70 tum is surrounded by a hemline of
pm), which are sculptured with 10-12 short, straight spicules (84 x 32 pm),
strong radial ribs (Figs. 7, 8). Ventrally which are sculptured by about 6 dis-
150
SCHWABE AND SELLANES: A new Lepidozona species found on whale bones from Chile
Figures 7, 8. Lepidozona balaenophila spec. nov., disarticulated paratype (ZSM Moll 20034224), c.
7 x 5.5 mm. 7: dorsal view of the perinotum margin, close to valve ii, to show the marginal spicu-
les and the dorsal scales; 8: close-up of the dorsal girdle scales, close to valve ii. Figures 9, 10. Lepz-
dozona balaenophila spec. nov., holotype (ZSM Moll 20034225), 10.4 x 6.3 mm. 9: dorsal view,
head region on top; 10: ventral view, head region on top. Scale bars, 7, 8: 50 qm, 9, 10: 5 mm.
Figuras 7, 8. Lepidozona balaenophila spec. 201., paratipo desarticulado (ZSM Moll 20034224), c.7
x 5,5 mm. 7: vista dorsal del borde del perinotum, próximo a la segunda valva, mostrando las espículas
marginales y las escamas dorsales; 8: visión cercana al cinturón de las escamas dorsales, próximas a la
valva segunda. Figuras 9, 10. Lepidozona balaenophila spec. nov., holotipo (ZSM Moll 20034225),
10,4 x 6,3 mm. 9: vista dorsal, la cabeza hacia la parte superior; 10: vista ventral, la cabeza hacia la
parte superior. Escalas, 7, 8: 50 qm, 9, 10: 5 mm.
torted, longitudinal ribs (Fig. 7). In addi-
tion, very short, smooth, elongated
spicules (20 x 5 jm) and long, smooth,
slender spines, 92-130 x 10 qm in size,
may be found along the margin. These
Spines are situated on long and slender
ring-shafts, which measure about 55 x
7.5 um.
Radula. The radula of the disarticu-
lated paratype consists of 41 teeth rows,
of which 34 are mineralized. Central
tooth slender and rectangular (43 x 20.2
pm) with a forward and downward bent
single blade. First lateral tooth elon-
gated-rectangular (50 x 18 qm) with two
keeled ribs on the inside. These two ribs
151
Iberus, 22 (1), 2004
exactly cover the lower part of the
central tooth. When seen from above,
the blade-shaped first lateral tooth
resembles a slender “S”. On the blade”s
margin small hooks may be found (Figs.
5, 6). Second lateral tooth has a long,
slender and slightly keeled shaft, which
bears a bicuspid blade. Inner denticle is
nearly twice as long as outer One. Inner
denticle sharply pointed and slender,
contrary to the stout and obtuse outer
one. First uncinal tooth short and squar-
ish, with a shallow notch on the base,
where the second uncinal interlocks
with a two-finger like projection. Third
uncinal tooth very slender, elongated
(like a palm-leaf) and supports the inner
denticle of the major lateral tooth. The
remaining teeth are more or less arrow-
head like in shape and become larger
and more regular towards the outer
margin (Fig. 5).
Mantle cavity. The ctenidia are
arranged holobranchially and abanally
with interspaces (Fig. 10), and range
between 14 and 19 per side (see Table D.
Habitat: Attached to osseous remains
(mainly pieces of whale ribs) and rocks,
at 240 m depth.
Distribution: So far known from the
type locality only.
Discussion: FREMBLY (1827) was the
first to write about the Polyplacophora
from Chile. More information about the
chiton fauna of Chile was added later by
BRODERIP. AND SOWERBY (1832-1833).
PLATE (1897, 1899, 1901) has given an
excellent account on some chitons from
Chile, which were described in detail
morphologically as well as anatomically.
Unfortunately, he did not mention any
Lepidozona species.
Another thorough work about
chitons from Chile was published by
LELOUP (1956). He gave a very detailed
review on most chilean taxa. None of
the above works mention a single speci-
men of Lepidozona.
In a series of papers on latin-ameri-
can Lepidozonas FERREIRA (1974, 1978,
1983, 1985) discussed the taxonomy of
the taxa occurring in this region. His
research was supported by the study of
type material and additional museum
152
material. He give a good impression of
the distribution of chitons in the East
Pacific ocean. According to Ferreira's
studies and the summary of KAAS AND
VAN BELLE (1987), the genus Lepidozona
was not known to exist in Chile. The
finding of a representative of this group
for the temperate waters of South
America's West Coast is remarkable,
and represents a considerable extension
of the group's distribution.
For the bicuspid blade of the major
lateral tooth in the new species the
closest congeneric is L. vietnamensis
Strack, 1991. This species, however,
differs in the different morphology of
the central tooth and of the dorsal girdle
scales. The radial ribs in L. vietnamensis
are more prominent and distinct than in
L. balaenophila spec. nov. (see STRACK
1991, p. 52-53). Besides this, the distribu-
tion of this species from warm and tem-
perate regions down to Chile is unlikely.
Other species with a similar general
appearance are L. sinudentata (Carpenter
in Pilsbry, 1892), L. pectinulata (Carpen-
ter in Pilsbry, 1893), and L. guadalupensis
Ferreira, 1978. All these species, illus-
trated in KAAS AND VAN BELLE (1987),
have an unidentate cusp of the major
lateral tooth, a different shaped central
tooth, as well as different girdle scales.
Superficially, L. balaenophila spec. nov.
may be misinterpreted as a member of
Callistochiton, especially C. expressus
(Carpenter, 1865), but it may be distin-
guished by the higher number of radial
ribs and the tubercules on them (for
comments on distinguishing features for
both genera see STRACK 1991, p. 53). In
addition, C. expressus shows more radial
ribs on the dorsal girdle scales and has a
unidentate blade of the major lateral
tooth. The sole member of this genus
that occurs in chilean waters — Callisto-
chiton pulchellus (Gray, 1828) — has a pit-
ted appearance, a unidentate bladed
major lateral tooth, different dorsal gir-
dle scales, and a different sculpture of
the radial ribs.
The habitat of the new species is
noteworthy. To our knowledge the pos-
sibility of chitons feeding on whale
bones has not been reported to date. On
SCHWABE AND SELLANES: A new Lepídozona species found on whale bones from Chile
the other hand, it is known that sunken
whale bones give rise to chemosynthe-
sis-based communities, where primary
food for metazoans is generated locally
by bacteria relying on reduced com-
pounds for energy (SMITH AND KUKERT
1989). These reduced compounds (like
ACKNOWLEDGEMENTS
The authors are deeply indebted to
the captain and crew of the R/V Kay
Kay as well as to Mr. Billy Morales for
their help at sea. Hermann Strack (The
Netherlands) and another anonymous
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historical data set. Deep-Sea Research 37, (12):
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sulfide) are in turn generated by the
decay of organic matter, or, in the case of
whale-bones, by the oil they contain
(SMITH ET AL. 1998). Further investiga-
tions are needed to elucidate if these
chitons are part of such a chemosynthet-
ically fuelled system.
referee are thanked for helpful com-
ments and for polishing the English.
This work was supported by the Centre
for Oceanographic Research in the
Eastern South Pacific (COPAS).
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153
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O Sociedad Española de Malacología —___—_——T— Iberus, 22 (1): 155-165, 2004
About a series of cylindrical shelled Granulina
(Marginellidae) from north east Atlantic waters and the
taxonomic organisation of the Granulininae
Acerca de una serie de especies del género Granulina (Marginellidae)
con concha cilíndrica de aguas del Atlántico nororiental y sobre la
organización taxonómica de Granulininae
Franck BOYER* and Emilio ROLÁN**
Recibido el 13-1-2004. Aceptado el 19-1V-2004
ABSTRACT
A series of tiny cylindrical shelled Granulina are reported as ranging off the North West
African coasts, through the recent finding of several phenae. G. cylindrata sp. nov. is
described from Senegal, the chromatism of its soft parts and the microsculpture of ¡ts shell
are presented, as well as the variability of its shell morphology. The species ¡is also
recorded from the Cape Verde Islands, together with a closely related species quoted as
Granulina sp. 1. A third cylindrical shelled species is recorded from Lanzarote, Canary
Islands, as Granulina sp. 2. The relative demographic density of Granulininae ¡is con-
firmed as being noticeably variable depending on the species. Granulina cylindrata sp.
nov. and Granulina sp. 1 are placed in the same species group and compared to similar
species ranging off North West Africa. Various groups are shown to occur in the Granulin-
inae, distinguishable on the basis of shell outlines and macrosculptures. The placement of
Granulina in Marginellidae is confirmed on the basis of several shell features. A discussion
is held about the general issue of supraspecific organisation in the Granulininae, assessing
the validity of taxonomic arguments in view of adequate groupings within the considerable
morphologic disparity observed.
RESUMEN
Se refiere la existencia de una serie de diminutas Granulina de conchas cilíndricas que se
han encontrado en recientes hallazgos en las costas del noroeste de Africa. Se describe
G. cylindrata spec. nov. de Senegal, y se muestra el cromatismo de sus partes blandas, la
morfología de la concha y su variabilidad, y su microescultura. Esta especie también fue
recolectada en las Islas de Cabo Verde al mismo tiempo que otra especie próxima que
aquí mencionamos como Granulina sp. 1. Una tercera especie con concha cylíndrica es
referida de Lanzarote, Islas Canarias, como Granulina sp.2. Se confirma que la relativa
densidad demográfica de las especies de Granulininae es variable dependiendo de cada
una de las especies. Granulina cylindrata sp. nov. y Granulina sp. 1 son situadas en el
mismo grupo de especies y comparadas con otras similares existentes en el noroeste de
Africa. Se muestra que varios grupos de especies existen en Granulininae, siendo distin-
guibles por el perfil de sus conchas y su macroescultura. La posición del género Granulina
en Marginellidae es confirmada basándonos en aspectos conquiliológicos Se comenta el
* 110 Chemin du Marais du Souci, 93270 Sevran, France
** Investigador del Museo de Historia Natural, Campus Universitario Sur, 15782 Santiago de Compostela,
España
199
Iberus, 22 (1), 2004
problema general de la organización supraespecíficas de Granulininae discutiéndose la
validez de los argumentos taxonómicos con destino a la agrupación dentro de la amplia
disparidad morfológica disponible.
KEY WORDS: Marginellidae, Granulininae, Granulina, North East Atlantic, diversity, disparity, shell morp-
hology, new species, species group, supraspecific taxonomy.
PALABRAS CLAVE: Marginellidae, Granulininae, Granulina, Atlántico nororiental, diversidad, desigualdad,
morfología de la concha, especie nueva, grupos de especies, taxonomía supraespecífica.
INTRODUCTION
The existence of a significant diversity
within the genus Granulina Jousseaume,
1888 along the Lusitanian Province and
into the neighbouring North East Atlantic
area was demonstrated by several recent
works, mainly through the taxonomic revi-
sions Of GOFAS (1992), LA PERNA (1999),
SMRIGLIO, GUBBIOLI AND MARIOTTINI
(2000) and BoYER (2001). More focused
papers dealt also with the morphologic
disparity presented in the genus at this
simple regional scale (BOYER AND ROLÁN,
1999; BOYER, PELORCE AND HOARAU, 2003).
This paper deals with a set of species
distributed from the Canary Islands to
Senegal and presenting the same
unusual feature, consisting of a cylindri-
cal to subcylindrical shell outline.
The new evidence provided about
the great morphological disparity
SYSTEMATICS
present within the genus Granulina
leads us to reassess the validity of the
current taxonomic organisation of this
genus and of the subfamily Granulini-
nae Coovert and Coovert, 1995.
Abbreviations
MNCN: Museo Nacional de Ciencias
Naturales, Madrid
MNHN: Muséum national d'Histoire
naturelle, Paris
NNM: Nationaal
Museum, Leiden
ERC: Emilio Rolán Collection
FBC: Franck Boyer Collection
ad: adult, juv: juvenile, sh: empty shell,
spm: live collected specimen, fr:
fragment, stn: station, coll: collected,
L: shell length.
Natuurhistorisch
Family MARGINELLIDAE Fleming, 1828
Subfamily GRANULININAE Coovert and Coovert, 1995
Genus Granulina Jousseaume, 1888
Type species: Marginella pygmaea Issel, 1869, non-Sowerby, 1846 (= Marginella isseli Nevill and
Nevill, 1875), by monotypy.
Granulina cylindrata sp. nov. (Figs. 1-11)
Type material: Holotype (Figs. 1, 8), L= 1.58 mm (MNHN). Paratype 1 (Figs. 2, 6-7), L= 1.63 mm
(MNCN 15.05/46624); paratype 2 (Fig. 3), L= 1.50 mm, paratype 3 (Fig. 4), L= 1.57 mm, paratype
4, L= 1.50 mm (FBC); paratype 5 (Fig. 5), L= 1.55 mm (ERC). All are empty shells from the type
locality.
Type locality: Les Madeleines Islands, off West Dakar, Senegal, 10-18 m.
Other material examined:
From the Dakar area: 1 ad sh, Gorée, 5-6 m (FBC), E. Rolán leg, coll Oct 02. -28 ad and juv sh, M'bao
wrecks, 8.5 m (FBC), J. Pelorce leg, coll Sept 98. -2 ad sh and 1 fr, stn Gouye Teni M'bot, 25 m (FBC),
156
BOYER AND ROLÁN: NE Atlantic Granulíina and taxonomic organisation of Granulininae
Figures 1-8. Granulina cylindrata, Les Madeleines, Dakar. 1: holotype, 1.58 mm (MNHN); 2:
paratype 1, 1.63 mm (MNCN); 3: paratype 2, 1.50 mm (FBC); 4: paratype 3, 1.57 mm (FBC);
5: paratype 5, 1.55 mm (ERC); 6-7: same as Fig. 2, paratype 1, details; 8: same as Fig. 1, holotype,
detail.
Figuras 1-8. Granulina cylindrata, Les Madeleines, Dakar. 1: holotipo, 1,58 mm (MNAN); 2: para-
tipo 1, 1,63 mm (MNCN); 3: paratipo 2, 1,50 mm (EBC); 4: paratipo 3, 1,57 mm (EBC); 5: para-
tipo 5, 1,55 mm (ERC); 6-7: la misma concha que la Fig. 2, paratipo 1, detalle; 8: la misma concha
que la Fig. 1, holotipo, detalle.
¡SA
Iberus, 22 (1), 2004
J. Pelorce leg, coll Sept 98.1 ad sh, stn Grand Thiouriba, 40 m (FBO), J. Pelorce leg, coll Sept 98. —1
ad spm, 1.50 mm, stn Petit Thiouriba, 38 m (FBC), coll Apr 99.
From the Cape Verde Islands: 1 ad sh, L = 1.60 mm, stn CANCAP VII n* 7.119, off Razo Island, 140
m (NNM), coll 1986.
As G. cf. cylindrata form A: 2 ad sh, L = 1.90 mm (Figs. 9, 11), L= 1.70 mm, Les Madeleines, Dakar,
10-18 m (FBC), E. Rolán leg, coll Oct 02.
As G. cf. cylindrata form B: 2 ad sh, L=1.61 mm (Fig. 10), L=1.50 mm, Les Madeleines, Dakar, 10-
18 m (FBO), E. Rolán leg, coll Oct 02.
Etymology: Named from the cylindrical outline of the shell.
Shell description (Holotype, Figs. 1,
8): Dirty white, slender cylindrical
outline. Spire absorbed, anterior and
posterior tips rounded, left side of the
anterior part slightly depressed, aper-
ture moderately open along its posterior
2/3 and widening considerably along its
anterior !*/3, middle part of the inner
labrum straight and vertical, 17 spaced
out labial denticles, outer margin thick-
ened. Four protuberant columellar plaits
on the anterior !/3 of the left border, the
second one being the largest, no parietal
varix. Microsculpture of the body whorl
consists of very fine low granulations
covering the whole surface without any
special order or orientation.
Dimensions: 1.58 x 0.85 mm.
Radula: Unknown.
Distribution: Known from the vicin-
ity of Dakar, Senegal, numerous shells (6
to 40 m) and one live collected specimen
(38 m); Also from Razo Island, Cape
Verde Islands, one shell (140 m).
Habitat: The single specimen col-
lected alive (Petit Thiouriba, Dakar, 38
m) was obtained by washing a chitinous
clump of chaetopter vermes in a bowl of
sea water. It must be noted that most of
the fauna found in this special habitat
was also found in other kinds of habitat,
and the shells obtained by brushing
wrecks in the Bay of Gorée seem to
come from short algae and moss on
hard bottoms.
Remarks: The external features of the
soft parts have been studied from a non-
type specimen. Foot narrow, truncated
ahead and tapering backward, translu-
cent white with a few small yellowish
marks on the front part and a narrow
central yellowish stripe on the
metapodium. Head translucent white,
eyes black, a few tiny yellowish marks
158
on the tentacles, siphon mottled, yellow-
ish. Inner mantle whitish, with a black
mark at the centre of the anterior part,
crossed by a transversal light-blue mark.
Seen by transparency through the shell,
the dorsal zone of the siphonal canal
shows some axial golden lirations.
Outer mantle whitish, with moderate to
protuberant white pustules and scat-
tered orange dots.
The single specimen observed in live
condition presented a'light yellow shell,
as did the well-preserved shell from
Razo Island, Cape Verde Islands. Many
of the shells examined from Senegal in
this study present a dirty white to light
yellow ground, so it is assumed that the
normal colour ground of the shell of G.
cylindrata sp. nov. is light yellowish. This
is a very original feature in the genus
Granulina and in the subfamily Gran-
ulininae, as all the Granulininae known
so far have translucent white to opaque
ivory shells.
The shell morphology of G. cylindrata
does not show great variablility. In the
holotype (Figs. 1, 8) and in paratype 2
(Fig. 3), the top of the shell is perfectly
rounded, making a regular arch, whereas
the other paratypes show a more or less
visible false-spire. All the other features
seem very constant, including the shape
and the position of the columellar plaits.
(Nb. the more transversal appearance of
the plaits in paratype 1 (Figs. 2, 6) comes
from the orientation of the shell in the
photography, with the top of the shell
raised towards the lens of the camera).
The length of the shells ranges from 1.30
mm to 1.63 mm.
A few shells, collected sympatrically
with G. cylindrata off Dakar, show some-
what divergent features from those of G.
cylindrata, without evident intergrades.
BOYER AND ROLÁN: NE Atlantic Granulina and taxonomic organisation of Granulininae
Some shells, provisionally named as
G. cf. cylindrata form A (Figs. 9, 11), can
show a larger size (L = 1.70 to 1.90 mm),
a more oval outline, a slightly more ros-
trated top and a slight break of the
external outline of the labrum, but they
remain perfectly coherent with the other
specific features of G. cylindrata, includ-
ing the columellar plaits, the morphol-
ogy of the inner labrum and the
microsculpture of the last whorl
(compare Fig. 8 and Fig. 11).
Other shells, provisionally named as
G. cf. cylindrata form B (Fig. 10), present
a more divergent morphology. Their
outline is very oval, the length ranges
from 1.50 to 1.61 mm, the outer lip is
very thickened in its middle and poste-
rior part, making a strong low rostrum,
the aperture is much narrowed in its
median part, a thick callus encompasses
the anal canal, a parietal varix bordered
by a fine sulcus may be present (Fig. 10,
but not in the other shell examined), the
2 lower columellar plaits run parallel in
an oblique orientation.
Some of these features might be
accepted as gerontic stages of shell
growth in G. cylindrata, but some others
(like the centrally widened labrum, the
wide rostrum and the oblique lower
plaits) suggest that we are dealing with
a different species, close to G. crassa
Smriglio, Gubbioli and Mariottini, 2000
described from Western Sahara.
However, G. crassa is larger (L= 1.90
mm), more egg-shaped, its columellar
plaits are less protuberant and the
second plait is shorter.
Even if G. cf. cylindrata form A and
form B seem to be specifically distinct
from G. cylindrata, the determination of
their specific identity requires the study
of further dead and live material,
including a better knowledge of the
general variability occurring in G. cylin-
drata.
At infralittoral levels off Dakar, G.
cylindrata is found in the vicinity of G.
liliputana (von Maltzan, 1884) and of G.
pierrepineaui Pin and Boyer, 1995 (possi-
ble junior synonym of G. mauretanica
Gofas, 1992). In the waters of the Cape
Verde Islands (observations in NNM
collections and data in BOYER AND
ROLÁN, 1999), G. cylindrata is sympatric
with G. ocarina Fernandes, 1987 (possi-
ble senior synonym of G. mauretanica
and of G. pierrepineaui), G. fernandesi
Boyer and Rolán, 1999 and G. sp. 1,
which is described below. G. cylindrata
is easily distinguished from the sym-
patric species, except the one described
below, by its slender cylindrical outline.
Granulina sp. 1 (Figs. 12-14)
Material examined: 1 ad sh (Figs. 12-14), L= 1.28 mm, Palmeira, Sal, Cape Verde Islands, 50 m
(ERC).
Shell description (Figs. 12-14):
Whitish, narrow, cylindrical outline.
Spire absorbed, anterior tip rounded,
posterior part of the labrum arched,
towering above the posterior top of the
last whorl, aperture moderately opened,
median part of the inner labrum straight
and faintly denticulate, outer margin
thickened. Three columellar plaits on
the anterior !/4 of the left border, the
anterior one being faintly arched, long
and thin, and separated from the two
other, which are closely set together. The
second one is rather short and more
arched, and the third is very short and
transversal, extended by a strong col-
umellar varix running all along the left
border of he aperture. Microsculpture of
the body whorl damaged, mostly
erased.
Dimensions: 1.28 x 0.69 mm.
Animal: Unknown.
Radula: Unknown.
Distribution: Only known from the
upper circalittoral (50 m) of Sal, Cape
Verde Islands.
Habitat: Unknown.
Remarks: The shells of Granulina sp. 1
differ from those of G. cylindrata princi-
pally by the more elevated posterior
159
Iberus, 22 (1), 2004
part of the labrum, the original shape
and insertion of its 3 columellar plaits
and the presence of a long and strong
columellar varix. The shell of G. fernan-
desi, found at upper levels in the same
station, is stouter, more inflated and less
cylindrical than the one of G. sp. 1, it
bears 4 columellar plaits and its inner
lip is smooth.
No shell of G. sp. 1 was found in the
samplings made by the CANCAP expe-
ditions (NNM) at circalittoral and lower
infralittoral levels from the Cape Verde
Islands.
Granulina sp. 2 (Figs. 15-17)
Material examined: 1 ad sh (Figs. 15-17), L = 2 mm, Porto Moro, Lanzarote, 40 m (F. Swinnen
col!.), spl 08-01.
Shell description (Figs. 15-17):
Whitish, slender subcylindrical outline,
slightly egg-shaped. Spire absorbed,
anterior part attenuated, anterior top
rounded, posterior tip of the last whorl
showing a varix angle, posterior top of
the labrum slightly arched and faintly
elevated, aperture moderately open,
middle part of the inner labrum straight
and smooth, outline of the labrum
showing a break at its */3 posterior part,
outer margin wide and thickened. Four
very oblique columellar plaits running
along 40% of the left border, the anterior
one being the largest, thin and arched,
the second one being shorter, thicker
and partially unfolded by a faint longi-
tudinal depression, and the 2 posterior
ones being small and subequal. A thick
columellar varix begins above the upper
plait and disappears into a wide col-
umellar callus which spreads along the
upper half of the left border and covers
the top of the last whorl. Microsculpture
of the last whorl damaged, mostly
erased.
Dimensions: 2.00 x 1.03 mm.
Animal: Unknown.
Radula: Unknown.
Distribution: Only known from the
lower infralittoral of Lanzarote, Canary
Islands.
Habitat: Unknown.
Remarks: The shell of Granulina sp. 2
is very similar to those of some species
of Plesiocystiscus Coovert and Coovert,
1995. Its partially unfolded second col-
umellar plait and its well- defined outer
margin are however clear diagnostic
160
features allowing placement in Gra-
nulina.
Granulina sp. 2 differs from G. cylin-
drata and from G. sp. 1 by its slender
outline, its attenuated anterior part, its
oblique and spaced out columellar
plaits, its smooth labrum with a distinct
break of the outline. Despite the impor-
tant difference in features with G. cylin-
drata and G. sp. 1, G. sp. 2 is provision-
ally placed in the same group on the
basis of its general outline. As a matter
of fact, it can be considered as closer to
this group than to the slender shelled
species attributed to the group of G.
occulta Monterosato, 1869 (see in GOFAS,
1992 and in BOYER, 2001). It must be
noted that G. fernandesí from the Cape
Verde Islands, despite its smaller size
and its squat shape, presents some simi-
larities with G. sp. 2, with a smooth
inner labrum and comparable columel-
lar plaits.
Despite the important microshell
material examined from the NNM col-
lections (CANCAP expeditions, mainly
from the circalittoral levels of
Fuerteventura) and in the private collec-
tions of W. Engl, J.M. Hernandez and F.
Swinnen (mainly from infralittoral and
/ or circalittoral levels from Hierro,
Gran Canaria and Lanzarote), G. sp. 2 is
only known from the single shell
studied above.
Only 3 other Granulina, G. guancha
d'Orbigny, 1840, G. canariensis Boyer,
2001 and G. cf. occulta are recorded from
the waters of the Canary Islands (BOYER,
2001).
BOYER AND ROLÁN: NE Atlantic Granulina and taxonomic organisation of Granulininae
Figures 9-11. Granulina cf. cylindrata. 9 : form A, Les Madeleines, Dakar, 1.90 mm (FBC). 10:
Granulina cf. cylindrata form B, Les Madeleines, Dakar, 1.61 mm (ERC); 11: same as Fig. 9,
detail. Figures 12-14: Granulina sp. 1, Palmeira, Sal, Cape Verde Islands, 1.28 mm (ERC). Figures
15-17: Granulina sp. 2, Porto Moro, Lanzarote, Canary Islands, 2.00 mm (E Swinnen coll.).
Figuras 9-11. Granulina cf. cylindrata. 9 : forma A, Les Madeleines, Dakar, 1,90 mm (FBC) ; 10,
11: Granulina cf. cylindrata forma B, Les Madeleines, Dakar, 1,61 mm (ERC). 11: la misma concha
que la Fig. 9, detalle. Figuras 12-14: Granulina sp. 1, Palmeira, Sal, Islas de Cabo Verde, 1,28 mm
(ERC) Figuras 15-17: Granulina sp. 2, Porto Moro, Lanzarote, Islas Canarias, 2,00 mm (E Swinnen
coll.).
161
Iberus, 22 (1), 2004
DISCUSSION
Relative demographic density of
Granulina species: The discovery of G.
sp. 1 and G. sp. 2 as single specimens
(despite the significant samplings of mi-
croshells performed in the Cape Verde
and Canary Islands) and the finding of
G. cylindrata in limited numbers in a few
stations from Dakar (compared to the
relative abundance of G. liliputana and
of G. pierrepineaui) corroborates the re-
mark of BOYER (2001) about the occur-
rence of sparse populations and limited
numbers of individuals in some species
of Granulina, side by side with regularly
distributed populations of numerous in-
dividuals in other species.
Placement of Granulina: The place-
ment of the genus Granulina in the fam-
ily Cystiscidae Stimpson, 1865 by
COOVERT AND COOVERT (1995) was con-
tested by LA PERNA (1999), who main-
tained Granulina in the family Marginel-
lidae Fleming, 1828, on the basis of the
external morphology of the animal (type
2 animal, sensu COOVERT, 1987). This ar-
gument is however considered here as
unsuitable, due to the fact that the
genus Plesiocystiscus (Coovert and
Coovert, 1995, also placed by COOVERT
AND COOVERT (1995) in the subfamily
Granulininae, presents a type 2 animal,
as well, despite the presence of a triser-
ial radula and of a cystiscid shell. In the
present state of knowledge, the external
morphology of the animal cannot be
considered a reliable diagnostic feature
allowing by itself assignation to the
Marginellidae (uniserial modified
rachiglossan radulae). However, we
propose to maintain the genus Granulina
in the Marginellidae on the basis of a
new argumentation dealing with major
shell features, such as a thick external
margin, a fully developped internal coil-
ing of the columellar plaits (schemati-
cally illustrated but apparently inter-
preted the wrong way by COOVERT AND
COOVERT, 1995: 47-51 and fig. 4) and the
occurrence of macrosculpture in some
species (see BOYER AND ROLÁN, 1999
and SMRIGLIO AND MARIOTTINI, 2001).
162
Granulina being the type genus of
the Granulininae, its conservation by LA
PERNA (1999) in the Marginellidae led
implicitly to remove the Granulininae
from the Cystiscidae to the Margi-
nellidae.
Grouping in the Granulininae: The
present report of a set of species with
cylindrical shells without macrosculp-
ture tends to confirm preceding ideas
concerning both the high specific diver-
sity and the great morphologic disparity
occurring in Granulina in the North East
Atlantic waters. Besides the present re-
port also confirms the occurrence of
well-characterized species groups of
phyletic origin requiring a more discrim-
inating taxonomic organisation of the
Granulininae at the supraspecific level.
In the present state of knowledge, G.
cylindrata and G. sp. 1 are considered as
belonging to the same species group,
whereas the relationship of G. fernandesi
and G. sp. 2 are considered with more
hesitation. Among other things, it must
be noted that the microsculpture pattern
found in G. fernandesí (see BOYER AND
ROLÁN, 1999) looks very different to the
one found in G. cylindrata (Fig. 8). This
feature remains undocumented for G.
sp. 1 and for G. sp. 2. G. cf. cylindrata
form A presents the general features
shared by the G. cylindrata species
group, but G. cf. cylindrata form B pre-
sents more divergent features and may
belong to a different species group.
The G. cylindrata species group looks
very different to the “cylindrical” or
“square” forms of Granulininae from
other areas, like the Caribbean species
Marginellopsis serrei Bavay, 1911 or the
Indo-Pacific G. atomella (Bavay, 1917)
from the Mascarene Islands, Pugnus
parvus Hedley, 1896 from the South West
Pacific and Pugnus maesae Roth, 1972
from Cocos-Keeling. The “cylindrical” or
“square” outlines seem to be only con-
vergent features and not to explain a
common phyletic origin for all these
species. At least 3 different species
groups of “cylindrical shelled” Granulin-
inae (respectively represented by Pugnus
parvus, Marginellopsis serrei and Granulina
BOYER AND ROLAN: NE Atlantic Granulina and taxonomic organisation of Granulininae
cylindrata) seem to deserve mention at
the supraspecific level (for Pugnus
parvus, see BOYER, 2003, figs 9, 12, 16; for
Marginellopsis serrei, see BOYER AND
ROLÁN, 1999, figs 14-17). The first two of
these groups are characterized by origi-
nal patterns of macrosculptures and the
third one by the lack of macrosculpture,
whereas the other shell features, besides
the general outline, seem to be signifi-
cant only at the specific level. That is the
case, among others, for the number of
columellar plaits (for instance in G. cylin-
drata = 4 plaits versus G. sp. 1 = 3 plaits,
or in P. parvus = 3 plaits versus P. maesae
= 4 plaits) or the presence of labial denti-
cles (present for instance in P. maesae but
lacking in P. pugnus).
As far as shell morphology is con-
cerned, the unity of the Pugnus group
sensu stricto (= P. parvus and P. maesae) is
simply based on the cylindrical outline
associated to a heavy spiral macrosculp-
ture (see BOYER, 2003). This granular spi-
ral macrosculpture has nothing to do
with the lattice-patterned macrosculpture
together with finely granulated mi-
crosculpture found in Marginellopsis serrei
(see in BOYER AND ROLÁN, 1999), whereas
the fine smooth spiral macrosculpture of
low cords found in G. atomella seems a
very different pattern, despite a general
shell outline intergrading between those
of Pugnus and of Marginellopsis. As far as
the different macrosculptures prevailing
in the morphsstudied are concerned, the
synonymy proposed by COOVERT AND
COOVERT (1995) between Pugnus and
Marginellopsis cannot be considered ac-
ceptable, and the different “cylindrical
shelled” species groups of Granulininae
cannot be interpreted as constituting a
monophy]letic set.
Elements about the supraspecific
organisation of the Granulininae: The
morphologic disparity within the Gran-
ulininae was underlined by BOYER AND
ROLÁN (1999) and demonstrated in
further ways by SMRIGLIO AND MARIOT-
TINI (2001), BOYER, PELORCE AND
HOARAU (2003) and BOoYER (2003). The
taxonomic interpretation of this dispar-
ity however remains controversial.
The subfamily status of the Granulin-
inae is well-supported by the noticeable
degree of divergence to other groups of
Marginellidae. On the other hand, the
wide disparity observed within the Gran-
ulininae seems to result from a consider-
able phyletic radiation that requires a
parallel and diversified taxonomic organ-
isation at the supraspecific level. From
this point of view, the present taxonomic
organisation of the Granulininae can be
considered sketchy and rudimentary.
In his revision, GOFAS (1992) used
the genus Granulina as a single undiffer-
entiated group, possessing its own origi-
nal features among the Marginellidae
and not requiring taxonomic subdivi-
sions at the supraspecific level. When
creating the subfamily Granulininae,
COOVERT AND COOVERT (1995) divided
into two genera, Granulina Jousseaume,
1888 (type species: Marginella isseli
Nevill and Nevill, 1875 from the Red
Sea) and Pugnus Hedley, 1896 (type
species: Pugnus parvus Hedley, 1896
from South East Australia), this last one
being considered as a senior synonym of
Marginellopsis Bavay, 1911.
BOYER AND ROLÁN (1999) recorded
the occurrence of diversified micro and
macrosculptures on the shells of the
Granulininae and suggested their use as
a diagnostic character in taxonomic and
phyletic analysis, besides other charac-
ters currently used. These shell sculp-
tures were noted to be original and con-
stant in each species, even in the type
species of Granulina, G. isseli Nevill and
Nevill, 1875 from the Red Sea, which
shows faint “leopard-patterned” mi-
crosculptures on a smooth ground. The
possible recognition of several distinc-
tive species groups on the basis of their
micro and macrosculpture patterns was
advocated, but a better knowledge of
the great morphologic disparity wide-
spread throughout the genus Granulina
sensu lato and a deeper study of its dis-
tinctive features was said to be a precon-
dition for taxonomic reorganisation.
SMRIGLIO AND MARIOTTINI (2001)
described their new genus Paolaura
(Granulininae) mainly on the basis of the
macrosculpture represented in their type
163
Iberus, 22 (1), 2004
species P. semistriata Smriglio and Mariot-
tini, 2001 from Kenya. This macrosculp-
ture is made of strong spiral cords
rumning on the upper and lower quarters
of the last whorl, but lacking in the
smooth central part and also at both tips
of the shell where a conspicuous
microsculpture made of thick disorgan-
ised “waves” is to be seen. This
microsculpture reaches the aperture and
covers also the top of the spiral cords, the
irregular spacings being more or less
hatched by coarse axial smudges.
Two other species were described in
the same genus. P. kenyanensis Smriglio
and Mariottini, 2001, also from Kenya,
shows a shell morphology and sculpture
very similar to the one of P. semistriata. P.
maldivensis Smriglio and Mariottini,
2001, from Maldives Islands, presents a
noticeably different shell morphology,
but almost the same kind of micro and
macrosculptures present in P. kenyaensis.
BOYER (2003) underlined that if the
diagnostic value attached to shell sculp-
ture in the Granulininae is practically
demonstrated at the specific level, ¡its
value at the generic level remains to be
established. For instance, the creation of
the genus Paolaura was thought to be for
poorly argued from the point of view of
the morphologic disparity found in the
Granulininae. As far as shell morphol-
Ogy is concerned, the best affinities of P.
semistriata were proposed to be with the
South West Pacific species G. ellicensis
(Hedley, 1899) and G. hedleyi Boyer,
2003, better than with P. maldivensis.
Further study of the variability of shell
morphology in P. kenyaensis and com-
parison of the soft parts chromatism will
allow us to verify if this phena is really
distinct from P. semistriata. The same
kind of study will allow us to verify
whether P. maldivensis really belongs to
the same phyletic set than P. semistriata
or if its shell sculpture is only the result
of morphologic convergence.
This point deals with good apprecia-
tion of “character hierarchy” and with
good determination of derived features
versus ancestral ones, that is to say with
the pertinent reconstitution of phyletic
radiations at work. From this point of
164
view, the question of the clades limits is
of basic importance: each diagnostic
character used must be defined on the
basis of its variability range and must
contain an explanation of its own limits,
for the simple reason that a too flexible
category (or a too rigid one) may have
no explanatory value from the point of
view of evolutionary biology. In the case
of genus Paolaura, the possible relation-
ship with Pugnus must be tested, consid-
ering aspects like a similar kind of spiral
macrosculpture and the existence of pos-
sible intergrades, such as G. atomella
which, besides a somewhat square shell
outline in most specimens, generally
shows a macrosculpture of spaced spiral
cords at both tips of the shell and a
smooth central part. More generally, a
thoughtful well thought out taxonomic
organisation of the Granulininae presup-
poses the identification of those features
most subject to modification and those
that are more stable within the group,
and to verify in particular whether or
not the different patterns of shell sculp-
ture are representative of phyletic
groups within the Granulininae.
Significantly, the genera distin-
guished within the Granulininae subse-
quently to the creation of the genus
Granulina are all based on a shell mor-
phology characterized by macrosculp-
ture, suggesting that the Granulininae
which have no macrosculpture could be
joined together in the genus Granulina,
which is based on a species bearing only
shell microsculpture (BOYER AND
ROLÁN, 1999). In fact, the Granulininae
seem to contain, besides sub-sets of
species with macrosculpture such as
Pugnus, Marginellopsis or Paolaura,
numerous Other sub-sets without
macrosculpture, possibly definable as
genera on the basis of various kinds of
affinity characters. It must be under-
lined that the phyletic meaning of
macrosculpture and its systematic value
at the supraspecific level is not docu-
mented, and it must be envisaged, in the
present state, that any phyletic species
group may contain species with
macrosculpture and species without
macrosculpture.
BOYER AND ROLÁN: NE Atlantic Granulina and taxonomic organisation of Granulininae
An advanced work about the organi-
sation of the Granulininae certainly
requires the preliminary definition of a
genus Granulina sensu stricto based on the
type species G. isseli from Red Sea, which
could be related to some Indo-Pacific
species such as G. mariei (Crosse, 1867)
from New Caledonia (BOYER, 2003).
ACKNOWLEDGEMENTS
Special thanks are due to Winfried
Engl (Dusseldorf, Germany), Jose María
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Hernández (Gran Canaria, Spain),
Jacques Pelorce (Le Grau du Roi,
France) and Frank Swinnen (Lommel,
Belgium) for their help about field
records and for the loan of material. The
SEM photos were made with the help of
Jesús Méndez in the Centro de Apoyo
Científico y Técnico a la Investigación of
Vigo University.
We are also indebted to the anony-
mous referees for the valuable correc-
tion of the article and for thoughtful
suggestions leading to improve the
demonstration of several points.
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1168
O Sociedad Española de Malacología
Iberus, 22 (1): 167-172, 2004
Una nueva especie del género Vitrinella de Chile (Gastro-
poda, Vitrinellidae)
A new species of the genus Vitrinella from Chile (Gastropoda,
Vitrinellidae)
Emilio ROLÁN* y Javier SELLANES**
Recibido el 6-X-2003. Aceptado el 21-1V-2004
RESUMEN
Se describe una especie nueva del género Vitrinella procedente de Concepción, Chile,
que representa la primera especie conocida de este género para la costa chilena. Se
compara la nueva especie con otras morfológicamente similares.
ABSTRACT
A new species of the genus Vitrinella from Concepción, Chile, is described. lt represents
the first record of a species of this genus for that coast. The new species is compared with
other species morphologically similar.
PALABRAS CLAVE: Víitrinella, nueva especie, Chile.
KEY WORDS: Vitrinella, new species, Chile.
INTRODUCCIÓN
Los moluscos de pequeño tamaño
no son muy abundantes en las costas
del centro y sur de Chile, y han sido
escasamente estudiados. No se ha
encontrado en la literatura relacionada
con los moluscos de Chile y provincia
magallánica (AGEITOS DE CASTELLANOS,
1989; CARCELLES Y WILLIAMSON, 1951;
MARINCOVICH, 1973; FORCELLI, 2000;
DELL, 1971) referencia alguna a la pre-
sencia de especies de la familia Vitrine-
llidae o de otras morfológicamente si-
milares.
En la provincia panameña, son cono-
cidas algunas especies que han sido
estudiadas o referidas en diversos traba-
jos, como los de PILSBRY Y OLSSON (1945,
1952) y KEEN (1971). El mayor número
de especies de la familia Vitrinellidae se
encuentra en el Caribe, donde aparece
una enorme diversificación. Sin
embargo, es poco probable que alguna
especie pueda ser compartida y conviva
en ambas áreas (chilena y caribeña). La
semejanza de muchas de estas especies
se debe a la existencia de escasos deta-
lles diferenciales (conchas discoides y
lisas, abertura redondeada, etc.). Las
especies del Caribe han sido estudiadas
principalmente por PILSBRY Y MCGINTY
(1945a, 1945b, 1946a, 1946b, 1950),
PILSBRY (1946) y MOORE (1964, 1965).
En el material obtenido de dragados
en la zona de estudio se recolectaron
* Museo de Historia Natural, Campus Universitario Sur, 15782 Santiago de Compostela, España.
** Centro de Investigación Oceanográfica en el Pacífico Sur-Oriental (COPAS), Universidad de Concepción,
Casilla 160-C, Concepción, Chile. e-mail: jsellanePudec.cl
167
Iberus, 22 (1), 2004
ejemplares de una especie que se consi-
dera nueva para la ciencia y constituye
el motivo de este trabajo.
MATERIAL Y MÉTODOS
Las muestras fueron recolectadas
desde la embarcación L/C Kay Kay
(Universidad de Concepción) en dos
estaciones localizadas sobre la plata-
forma interna (64 m) e intermedia (88
m) frente a Concepción, Chile. Para
dichos efectos se utilizó un sacatestigos
múltiple.
El área de estudio se caracteriza por
su elevada productividad primaria, pro-
movida principalmente por la fertiliza-
ción de las aguas superficiales por aflo-
ramientos profundos, ricos en nutrien-
tes. Para el período de verano se han
registrado valores de productividad pri-
maria de alrededor de 9,9 g C m? d!
(FOSSING, GALLARDO, JORGENSEN, HUT-
TEL, NIELSEN, SCHULZ, CANFIELD, FORS-
TER, GLUD, GUNDERSEN, KUVER, RAM-
SING, TESKE, THAMDRUP Y ULLOA, 1995),
con valores máximos reportados para el
área de hasta de hasta 19,9 gC m? d!
(DANERI, DELLAROSSA, QUIÑONES, JA-
COB, MONTERO Y ULLOA, 2000). Conse-
cuentemente, debido al alto flujo de ma-
terial fitodetrítico a los sedimentos, es-
RESULTADOS
tos son limosos y en ocasiones reduci-
dos y/o sulfurosos, con un alto conte-
nido de materia orgánica, que varía en-
tre 12,1 y 18% (NEIRA, SELLANES, SOTO,
GUTIÉRREZ Y GALLARDO, 2001).
En general, la fauna bentónica de la
zona estudiada se caracteriza por la
pobreza de especies, la dominancia de
organismos de pequeño tamaño corpo-
ral (nemátodos y poliquetos en su
mayor parte) y la presencia esporádica
de importantes comunidades de bacte-
rias filamentosas del género Thioploca
(GALLARDO, 1977, 1985). La biomasa de
estas últimas varía fuertemente en una
escala estacional, superando ocasional-
mente la biomasa de la macrofauna y
alcanzando cifras del orden de 1 kg m”?
(GALLARDO, 1977). Esta pobreza de
especies se asocia a la deficiencia de
oxígeno en el agua de fondo (concentra-
ciones en general inferiores a 0,5 ml 1-1)
impuesta por la predominancia de las
Aguas Ecuatoriales Sub-superficiales
durante la mayor parte del año, pero
especialmente durante el período
estival, (GALLARDO, CARRASCO, ROA Y
CANETE, 1995). Las únicas especies de
gasterópodos que se reportaban hasta el
momento ¡para dichas localidades
corresponden al género Nassarius: N.
gayi (Kiener, 1835) y N. dentifer (Powys,
1835).
Familia VITRINELLIDAE Bush, 1897
Género Vitrinella C. B. Adams, 1852
Vitrinella kaykayae spec. nov. (Figs. 1-7)
Material tipo: Holotipo (Figs. 1, 4) y 2 paratipos (MNHNC, 2002729 y 2002730-31) depositados en
el Museo de Historia Natural de Santiago de Chile. Un paratipo en cada una de las siguientes colec-
ciones: Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid (MNCN, 15.05/46617, Fig. 2) Muséum
National d'Histoire Naturelle de Paris (MNHN, Fig. 3), American Museum of Natural History, de
Nueva York (AMNH,), y en la colección del primer autor (CER). Todo el material tipo está consti-
tuido por ejemplares con partes blandas y procede de la localidad tipo.
Otro material examinado: 2 ejemplares (uno destruido para el estudio radular y en otro fue rota
la concha durante la manipulación), ambos de la localidad tipo; 5 conchas sin partes blandas, Con-
cepción, Chile, 64 m.
Localidad tipo: Plataforma continental frente a Concepción, Chile (36930' S, 73207" W), 88 metros.
Etimología: El nombre específico se dedica a la lancha científica Kay Kay, perteneciente a la Uni-
versidad de Concepción y a su tripulación.
168
ROLÁN Y SELLANES: Una nueva especie del género Vitrinella de Chile
M2
L M1
6
Figuras 1-7: Vitrinella kaykayae spec. nov. 1: holotipo, 1,96 mm, Concepción, Chile (MNHNOC);
2: paratipo, 1,97 mm (MNCN); 3: paratipo, 1,68 mm (MNHN); 4: protoconcha del holotipo; 5:
rádula; 6: esquema de los dientes radulares; C: diente central; L: diente lateral: M1 y M2, dientes
marginales; 7: opérculo.
Figures 1-7: Vitrinella kaykayae spec. nov. 1: holotype, 1.96 mm, Concepción, Chile (MNHNC); 2: paratype,
1.97 mm (MNCN); 3: paratype, 1.68 mm (MNHN); 4: protoconch of the holotype; 5: radula; 6: sketch
of the radular teeth; C: rachidian tooth; L: lateral tooth: M1 y M2: marginal teeth; 7: operculum.
169
Iberus, 22 (1), 2004
Descripción: Concha (Figs. 1-3) blanca,
discoidal, con espira plana, superficie
lisa, brillante, ombligo ancho, y sutura
poco profunda.
Protoconcha (Fig. 4) con algo más de
1 3/4 vueltas de espira, aparentemente
lisa, con un diámetro máximo de unas
430 ym y un núcleo que mide unas 20
jm. Teloconcha con cerca de 1 !/2 vuel-
tas de espira, con un crecimiento bas-
tante rápido y que hacia el final, la espira
tiene un diametro 6 veces superior del
que tenía al comienzo de la teloconcha.
Vueltas uniformemente redondeadas en
la periferia y con líneas de crecimiento
numerosas, poco evidentes y fuerte-
mente prosoclinas. Abertura redonde-
ada, columela curva y peristoma fino y
uniforme. Vista la concha desde la base
(Fig. 2), puede apreciarse que el borde
superior de la abertura es más promi-
nente y forma una curva saliente en su
parte media. Ombligo profundo y pue-
den verse a través del mismo las vueltas
anteriores. Se insinúa un borde umbilical
poco marcado, formado por el aplana-
miento de la pared de la última vuelta.
Dimensiones: Holotipo con 1,96 mm
de máxima dimensión (diámetro).
Alguno de los ejemplares estudiados
(paratipo CER) alcanza 2,00 mm.
Animal (observado en ejemplares
fijados) blanco, con tentáculos cortos, no
pilosos y con la parte caudal del pié no
bifurcada.
Opérculo (Fig. 7) redondeado,
córneo, fino, multispiral (alrededor de
unas 10 vueltas visibles, más otras no
observables próximas a su núcleo, que
es central).
Rádula (Figs. 5, 6): Típicamentee tae-
nioglosa con fórmula 2-1-R-1-2. Diente
raquídeo muy ancho y en su borde cor-
tante una fila de unas 14 cúspides, sin
que destaque una central más promi-
nente. Diente lateral con una cúspide
principal muy prominente y hacia el
borde interno unas 12 cúspides muy
pequeñas, mientras en el externo el
número de cúspides es de sólo cinco o
seis, aunque mayores. Dientes margina-
les diferentes: el más interno tiene unas
cuatro o cinco cúspides muy prominen-
tes, pero que se separan muy poco del
170
mismo; el más externo tiene unas 24
cúspides, que son finas y algo alargadas
en su parte más externa, pero las
últimas cuatro más internas son
mayores y están algo más separadas.
Distribución: Además de su hallazgo
en la localidad tipo, V. kaykayae se ha
encontrado en el Golfo de Arauco (36?
50'S, 73%30"W), donde presenta una
amplio rango de distribución batimé-
trica que va de los 10 a los 100 m (C. Val-
dovinos, com. pers.).
Discusión: La diferenciación de Vitri-
nella kaykayae spec. nov. debe hacerse
con especies de otras zonas que tienen
una concha morfologicamente similar.
Estas son las siguientes:
En el Caribe:
Cochliolepis parasitica Stimpson, 1858
tiene el animal con tentáculos pilosos, la
concha presenta una protoconcha muy
esculturada, la teloconcha está más
estriada espiralmente y la abertura es
más regular. Tomura bicaudata Pilsbry y
McGinty, 1945 tiene el pié del animal
bifurcado caudalmente, la concha más
gruesa, el ombligo más redondeado y con
un cordón infundibular. Tomura xenoske-
neoides Rolán y Rubio, 1998 tiene también
el animal con el pié bifurcado, tentáculos
más alargados, concha más elevada y
protoconcha más corta. Vitrinella filifera
(Verrill, 1884) tiene un cordon espiral
cercano a la sutura y el borde dorsal de la
abertura es más curvado en la zona
próxima a la sutura que en el centro de la
misma. Vitrinella anomala (Orbigny, 1842)
tiene un ombligo más pequeño y el borde
dorsal de la abertura es recto. Vitrinella
helicoidea C. B. Adams, 1850 tiene una
concha más elevada, con un crecimiento
de las vueltas más regular, y el cordón
infundibular del ombligo es más angu-
loso. Vitrinella hemphilli Vanatta, 1913
tiene una espira más elevada, el creci-
miento de la espira es más regular y las
lineas de crecimiento son ortoclinas. Vitri-
nella floridana Pilsbry y McGinty, 1946
carece del infundíbulo umbilical y el
borde dorsal de la abertura es muy
regular y poco pronunciado.
En la Provincia panameña:
Vitrinella modesta C. B. Adams, 1863
tiene una línea espiral bordeando la
ROLÁN Y SELLANES: Una nueva especie del género Vitrinella de Chile
sutura, el ombligo está enmarcado por un
cordón que limita unas paredes verticales
y hay algunas trazas de estriación espiral.
Vitrinella zonttoides Pilsbry y Olsson, 1952
es más aplanada y tiene una fuerte quilla
periférica. Vitrinella campilochyla Pilsbry y
Olsson, 1952 tiene una estriación espiral
manifiesta. Solariorbis gibralionis Pilsbry y
Olsson, 1945 es más grande y translúcida
AGRADECIMIENTOS
Al Capitán y personal de la L/C Kay
Kay por su apoyo en la recolección de
las muestras, así como al personal auxi-
liar y colegas de la Estación de Biología
Marina de Dichato. Parte de la financia-
ción para los cruceros, asi como para el
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en la fauna marina. Inst. Mar Perú — Callao (Bo-
letín Extraordinario), N* 198, pp. 79-85.
y tiene un área central opaca alrededor del
ombligo, que es muy pequeño; además,
el borde dorsal de la abertura está sólo
muy suavemente curvado y la protocon-
cha tiene una vuelta y media. Solariorbis
ametabolus Pilsbry y Olsson, 1945 es de
mayor tamaño, con 1 !/2 vueltas de pro-
toconcha y, en la última de ellas, hay unas
líneas puntiformes espirales.
análisis de las muestras provino del pro-
grama FONDAP (CONICYT, Chile). Las
fotos al MEB fueron hechas por Jesús
Méndez en el Centro de Apoyo Cientí-
fico y Tecnológico a la Investigación
(CACTD de la Universidad de Vigo.
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Iberus, 22 (1), 2004
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172
O Sociedad Española de Malacología Iberus, 22 (1); 173-179, 2004
Descripción de una nueva especie de Onoba (Mollusca,
Rissooidea) de las Islas Canarias, con comentarios sobre
otras especies próximas
Description of a new species of Onoba (Mollusca, Rissooidea) from
the Canary islands, with remarks on other close species
Emilio ROLÁN* y José María HERNÁNDEZ**
Recibido el 17-1-2004. Aceptado el 21-IV-2004
RESUMEN
Se describe una especie nueva del género Onoba, probablemente endémica de Cana-
rias. Se compara con otras especies del género y con Manzonia vigoensis, que es bas-
tante similar y con la que fue confundida previamente. Al mismo tiempo, se presenta una
concha de Manzonia vigoensis recolectada en Canarias y se compara con las conchas
de esta especie recogidas en la localidad tipo. Se hacen algunos comentarios sobre esta
especie y su área de dispersión, y la diferenciación entre los géneros Onoba y
Manzonia.
ABSTRACT
A new species probably endemic of Canary is described. It is compared with other spe-
cies of the genus and with Manzonia vigoensis, which is rather similar and with which
was previously confused. At the same time a shell of Manzonia vigoensis from Canary is
shown. Some remarks on this species and its geographic range of distribution are done,
as well as the differenciation between the genera Onoba and Manzonia.
PALABRAS CLAVE: Onoba, Manzonia, Manzonia vigoensis, Onoba wareni, Canarias, nueva especie.
KEY WORDS: Onoba, Manzonia, Manzonia vigoensis, Onoba wareni, Canarias, new species.
INTRODUCCIÓN
JEFFREYS (1884) describió la especie
Rissoa affinis con dos conchas, una de
ellas de la Ria de Vigo (que fue seleccio-
nada como lectotipo por WARÉN, 1980),
y la otra recogida a 994 brazas frente a
Portugal. Este nombre estaba ocupado
previamente por Rissoa affinis Aradas,
1847 (= Hydrobia ventrosa) y por Rissoa
affinis C. B. Adams, 1848. Esta especie
fue encontrada de nuevo por ROLÁN
(1983) en la Ría de Vigo, quien le dió un
nuevo nombre: Onoba vigoensis. Poste-
riormente, MOOLENBEEK Y FABER (1987b)
y MOOLENBEEK Y HOENSELAAR (1992) la
situaron en el género Manzonia Brusina,
1870 y citaron su presencia en Canarias.
En el material de sedimentos de
Canarias, los autores encontraron
conchas que parecían corresponderse
con las estudiadas por MOOLENBEEK Y
* Investigador del Museo de Historia Natural, Campus Universitario Sur, 15782 Santiago de Compostela. e-
mail: emiliorolanGinicia.es
** Capitán Quesada, 41, 35460 Gáldar, Gran Canaria. e-mail: ¡mhoGinfonegocio.com
173
Iberus, 22 (1), 2004
HOENSELAAR (1992). Una vez fotografia-
das al SEM y estudiadas, y finalmente
comparadas con M. vigoensis, se llegó a
la conclusión de que la mayoría de ellas
pertenecían a una especie distinta y que
incluso pertenecían a un género dife-
rente. En el presente trabajo se describe
esta nueva especie de Canarias que se
considera perteneciente al género Onoba.
Otra concha estudiada de la zona
resultó ser muy similar a Manzonia vigo-
ensis y se representa en este trabajo,
comentándose este taxon y también
Onoba wareni Templado y Rolán, 1986.
RESULTADOS
Abreviaturas:
BMNH The Natural History Museum
de Londres
MNCN Museo Nacional de Ciencias
Naturales de Madrid
MNHN Museum National d'Histoire
Naturella de Paris
USNM United States Natural Museum
de Washington
CER colección de E. Rolán
CJH colección de J. M. Hernández
c concha
f fragmento
Género Onoba H. y A. Adams, 1854
Onoba nunezi spec. nov. (Figs. 1-5)
Material tipo: Holotipo (Fig. 1) y un paratipo depositados en el MNCN (n? 15.05 /46625). Un para-
tipo más en las colecciones de cada uno de los autores.
Localidad tipo: Puerto de Arinaga, Aguimes, Gran Canaria, 27” 51,75 N, 15” 23,14 O, en sedi-
mentos de 16 m.
Derivatio nominis: El nombre específico se dedica a Carlos Núñez Cortés, malacólogo argentino
y autor de un libro sobre los moluscos de su país.
Descripción: Concha (Fig. 1) muy
pequeña, de forma ovoide alargada, frágil,
blanquecina y carente de brillo. Proto-
concha (Figs. 2, 3) con unas 310 um de diá-
metro y un núcleo de unas 140 qm. La
escultura de la protoconcha está formada
por unas 5 líneas espirales muy finas, que
comienzan en el núcleo y se van engro-
sando de forma muy irregular hasta difu-
minarse y casi fusionarse al final de la pro-
toconcha. La teloconcha está formada por
dos vueltas y media de espira, convexas,
con una sutura marcada y la última vuelta
representa casi los dos tercios de la altura
total. La escultura, examinada con ligero
aumento (Fig. 1), es poco aparente, aunque
se aprecia la existencia de bandas, unas 9
en la última vuelta, y cerca de la base se
observan unos cordoncillos muy ténues.
La abertura es casi semicircular, la colu-
mella oblicua y muy ligeramente curvada,
y el estrecho peristoma forma una angu-
lación en la parte superior de la abertura.
No hay un ombligo patente aunque se
aprecia una fisura umbilical. Con mayor
aumento (Figs. 4, 5), se aprecia la existen-
174
cia de una microescultura formada por
numerosas líneas espirales. Las bandas,
que se aprecian a menores aumentos,
parecen representar una escultura dife-
rente, pero siguen estando formadas por
líneas similares, aunque unas zonas
parecen ligeramente más elevadas que
otras. Hacia la base, se elevan un poco
más, dando la impresión de formar cor-
dones poco evidentes.
Dimensiones: el holotipo mide 1,32 de
altura por 0,78 mm.
Distribución: Sólo conocemos esta
especie del material recolectado en
Arinaga, Gran Canaria. No tenemos
información acerca de si la especie aquí
descrita puede existir en otras localida-
des de las islas. Probablemente, es un
endemismo canario.
Discusión: La especie más parecida a
Onoba nunezi spec. nov. es Manzonia vigo-
ensis (Rolán, 1983AFigs. 6, 7). Su tamaño,
perfil e incluso la protoconcha de ambas
especies aparentemente son bastante
similares. Sin embargo, en la protoconcha
de M. vigoensis (Fig. 8) la escultura está
ROLÁN Y HERNÁNDEZ: Nueva especie de Onoba de las Islas Canarias
100 um
Figuras 1-5. Onoba nunezi. 1: holotipo, 1,32 mm, Arinaga, Gran Canaria (MNCN). 2: protocon-
cha del holotipo; 3: protoconcha de un paratipo (MNCN); 4, 5: microescultura.
Figures 1-5. Onoba nunezi. 1: holotype, 1.32 mm, Arinaga, Gran Canaria (MNCN). 2: protoconch
of the holotype; 3: protoconch of'a paratype (MNCN); 4, 5: microsculpture.
formada por cordoncillos estrechos y se
mantiene así casi hasta el final de la
misma. Pero la diferencia más importante
radica en la microescultura, que en M.
vigoensis es la típica de una Manzonía, con
unas bandas espirales que tienen cordon-
cillos finos y que se alternan con otras en
las que hay estrías formadas por perfora-
ciones (Fig. 9). Por el contrario, en Onoba
nunezi la escultura está formada por
líneas espirales muy juntas, lo cual es
más característico del género Onoba.
175
Iberus, 22 (1), 2004
Onoba lincta (Watson, 1873) de
Madeira, representada en HOENSELAAR
Y MOOLENBEEK (1987), tiene una concha
más estrecha, con una abertura más
pequeña y casi ovoide, protoconcha lisa
y microescultura más uniforme.
De otras pequeñas especies de Onoba
conocidas del estrecho de Gibraltar
también se diferencia con facilidad: O. tari-
fensis Hoenselaar y Moolenbeek, 1987 tiene
concha más estrecha, protoconcha con cor-
dones regulares y microescultura más
fuerte; O. guzmani Hoenselaar y Moolen-
beek, 1987 tiene mayor tamaño, forma
relativamente más estrecha, protoconcha
lisa y microescultura formada por puntos.
Onoba wareni Templado y Rolán, 1986
Rissoa affinis Jeffreys, 1884. Proc. zool. Soc. Lond. (1984): pl. 9, fig. 8.
Onoba wareni Templado éz Rolán, 1986. Iberus, 6: 122. Nom. nov. para el paralectotipo de Rissoa
affinis Jeffreys, 1884 (diferente del lectotipo = Manzonia vigoensis).
Material tipo: El lectotipo (ya que no fue designado holotipo en el trabajo de TEMPLADO Y ROLÁN,
1986) es el paralectotipo de Rissoa affinis Jeffreys, 1844, que se encuentra en The Natural History
Museum de Londres n* 85.11.5.1769. Esta concha había sido considerada diferente del lectotipo de
Rissoa affinis por WARÉN (1980), ROLÁN (1983), VAN AARTSEN (1983) y TEMPLADO Y ROLÁN (1986).
Comentarios: El paralectotipo de
Rissoa affinis fue descrito como Onoba
wareni en TEMPLADO Y ROLÁN (1986) y,
aunque en la base de datos de CLEMAN
(http: / /www.mnhn.fr/base/malaco.ht
ml) aparece sinonimizada con Manzonia
vigoensis, realmente se trata de una
especie de caracteres bien diferenciables
(según se explica en el trabajo de la des-
cripción original), con un lectotipo cono-
cido y representado y, por lo tanto, no
tenemos duda alguna sobre su validez.
Género Manzonia Brusina, 1870
Manzonia vigoensis (Rolán, 1983) (Figs. 6-12)
Rissoa affinis Jeffreys, 1884. Proc. zool. Soc. Lond. (1984): 124.
Onoba vigoensis Rolán, 1983 nom. nov. para Rissoa affinis Jeffreys, 1884, non Aradas, 1847 nec C. B.
Adams, 1848. Thalassas, 1(suplem. 1): 142.
Alvania (Moniziella) verduini van Aartsen, 1983. La Conchiglia, 15(168-169): 4.
Manzonia vigoensis (Rolán, 1983). Moolenbeek € Hoenselaar, 1992. Publ. Ocas. Soc. Port. Malac.,
16: 15.
Type material: Lectotipo, designado por WARÉN (1980: 21) en USNM (182755).
Otro material examinado: España: 20 c, de sedimentos dragados en la Ría de Vigo 25-30 m (CER);
1 c, Ría de Vigo (MNHN). Portugal: 1 c, Islas Salvages, ensenada al extremo oeste (MNHN).
Descripción: Ver ROLÁN (1983). Se
representan nuevas conchas en este
trabajo (Figs. 6-8). La protoconcha (Figs.
11, 12) fue representada como lisa por
dicho autor, pero examinados ejempla-
res mejor conservados se pudo apreciar
que tiene una vuelta de espira y una
escultura formada por unos 6-7 cordon-
cillos espirales muy finos, que hacia el
final de la vuelta se abren y difuminan,
convirtiéndose en toda la vuelta en una
176
superficie rugosa. La microescultura es
característica del género Manzonia.
Comentarios: MOOLENBEER Y HOENSE-
LAAR (1992) refieren el hallazgo de una
concha de Manzonia vigoensis en El Hie-
rro (Puerto de las Estacas, entre 2-10 m)
y de otro ejemplar de la Expedición
CANCAP, st. 4.048, al sur de Lanzarote a
215-325 m. Dado que la representación
realizada por estos autores es un simple
dibujo, al inicio de este trabajo pensamos
ROLÁN Y HERNÁNDEZ: Nueva especie de Onoba de las Islas Canarias
Figuras 6-8. Manzonia vigoensis. 6, 7: conchas, 1,69 y 1,55 mm, Ría de Vigo (CER); 8: concha, 1,55
mm, Islas Salvajes (MNHN); 9: microescultura de la concha de la Figura 7; 10: microescultura de la
concha de la Figura 8; 11: protoconcha de una concha de Vigo; 12: protoconcha de la concha de la
Figura 8.
Figures 6-8. Manzonia vigoensis. 6, 7: shells, 1.69 y 1.55 mm, Ría de Vigo (CER); 8: shell, 1.55 mm,
Salvajes Islands (MNHN); 9: microsculpture of the shell of Figure 7; 10: microsculpture of the shell of
Figure 8; 11: protoconch of'a shell from Vigo; 12: protoconch of the shell of Figure 8.
WI
Iberus, 22 (1), 2004
que podría haberse tratado de la especie
Onoba nunezi, muy parecida, y que se ha
descrito aquí. Sin embargo, posterior-
mente, encontramos en el MNHN una
concha rota, procedente de las Islas Sal-
vajes, la cual, después de fotografiada y
comparada con Manzonia vigoensis, no ha
mostrado diferencias importantes, por lo
que la presencia de dicha especie en Ca-
narias e islas Salvajes queda admitida.
Sin embargo, resulta difícil de expli-
car como una especie que tiene una pro-
toconcha claramente paucispiral (lo que
hace suponer un desarrollo no plancto-
trófico), pueda ser hallada en lugares
tan distantes como Canarias y Galicia.
En Canarias, ya son tres las localidades
en las que esta especie fue detectada,
mientras que en Galicia (que ha sido
estudiada más profundamente y desde
más antiguo) sólo se ha recolectado en
DISCUSIÓN
Las diferencias entre los caracteres
de los géneros Manzonia y Onoba apare-
cen muy evidentes en PONDER (1985),
tanto en los conquiológicos como en los
anatómicos. Según MOOLENBEEK Y Fa-
BER (1987a), los principales caracteres
conquiológicos del género Manzonia se-
rían: la existencia de un doble y fuerte
peristoma, cordones espirales basales
fuertes, y una microescultura típica for-
mada por bandas estriadas y otras con
líneas de microperforaciones.
Sin embargo, en la práctica, algunas
especies de estos géneros llegan al límite
de sus caracteres pareciéndose al otro
género. Los caracteres típicos de Manzo-
nia están presentes en la mayor parte de
las especies de Canarias, pero algunas,
como M. heroensis Moolenbeek y Faber,
1992, no tienen un doble peristoma o
está muy poco marcado, lo que también
ocurre en M. vigoensis. La inclusión de
Onoba vigoensis en el género Manzonia
fue hecha por MOOLENBEEK Y FABER
(1987b) y MOOLENBEEK Y HOENSELAAR
(1992), y actualmente así aparece en la
base de datos de CLEMAN, por lo que
parece haber acuerdo con su inclusión
en este género.
178
la Ría de Vigo y, según VAN AARTSEN
(1983), en la Ría de Arosa. Esto nos
induce a pensar que pueda tratarse de
una especie que no se encuentra en
ambos extremos de su área de distribu-
ción de una forma natural, sino que
pudo ser la intervención humana la que
trasladó material desde Canarias-
Madeira (zona de máxima radiación del
género Manzonia con cerca de 20 espe-
cies) y permitió la existencia de una
población actualmente localizada en las
Rías de Vigo y Arosa y, probablemente,
no existente en otras áreas similares de
la costa gallega.
En las conchas de Vigo (Figs. 6, 7) la
microescultura (Fig. 9) tiene la parte
formada por estrias más estrecha que la
que tiene líneas formadas por perfora-
ciones, mientras que en la concha de las
Islas Salvajes (Figs. 8, 10) ocurre al revés.
Otro de los caracteres de Manzonia son
los típicos cordones espirales cercanos a
la base, que es un carácter diferencial muy
evidente en algunas especies pero muy
poco marcado en otras, como también
ocurre en M. vigoensis. Por el contrario,
algunas especies situadas en el género
Onoba, como por ejemplo, O. tarifensis, O.
guzmani, O. lincta y la misma Onoba nunezi,
presentan también cordones basales poco
marcados pero parecidos a los manzonia-
nos. Y por el contrario, Alvania zetlandica
(Montagu, 1815) y algunas especies de
Cabo Verde descritas en el género Manzo-
nia (por ej., Manzonia verdensis Rolán,
1987), pero que probablemente pertene-
cerían al género Alvania, tienen cordones
manzonianos y doble peristoma, pero no
la microescultura típica.
Por estas razones se comprende que
especies como Manzonia vigoensis y
Onoba nunezi sean comparadas dada su
similitud y pese a que ambas se encuen-
tren situadas en géneros diferentes.
Aparentemente, en estos casos extremos
la microescultura sería el único carácter
diferencial claro, y por lo tanto válido
para la separación genérica entre Onoba
y Manzonia. Sería interesante conocer
ROLÁN Y HERNÁNDEZ: Nueva especie de Onoba de las Islas Canarias
cómo se comportan otros caracteres
diferenciales anatómicos y radulares en
estas especies límites de ambos géneros.
AGRADECIMIENTOS
A Jesús Méndez del Centro de
Apoyo Científico y Tecnológico a la
BIBLIOGRAFÍA
HOENSELAAR, H. J. Y MOOLENBEEK, KR. G., 1987.
Two new species of Onoba from southern
Spain (Gastropoda: Rissoidae). Basteria, 51: 17-
20
JEFFREYS, J. G., 1884. On the Mollusca procured
during the Lightning and Porcupine expe-
ditions. VII. Procedings of the Zoological Society,
London, 1884: 111-149.
MOOLENBEEK, R. G. Y FABER, M. J., 1987a. The
Macaronesian species of the genus Manzonia
(Gastropoda: Rissoidae). Part I. De Kreukel, 1:
1-16.
MOOLENBEEK, R. G. Y FABER, M. J., 1987b. The
Macaronesian species of the genus Manzonia
(Gastropoda: Rissoidae). Part IH!. De Kreukel,
10: 166-179, pls. 2, 3.
MOOLENBEEK, KR. G. Y HOENSELAAR, H. J., 1992.
New additions to the Manzonia fauna of the
Canary Islands (Gastropoda: Rissoidae). Pu-
blicacoes Ocasionais da Sociedad Portuguesa de
Malacologia, 16: 13-16.
Investigación de la Universidad de
Vigo, que hizo las fotografías al MEB. Al
MNHN por darnos la oportunidad de
examinar sus colecciones y por el prés-
tamo de material. El primer autor agra-
dece al Proyecto de Ministerio de
Ciencia y Tecnológica (referencia
VEM2003-20047), que patrocinó parcial-
mente el trabajo.
ROLÁN, E., 1983. Moluscos de la Ría de Vigo, 1
Gasterópodos. Thalassas, 1 (1), supl. 1: 1-383.
PONDER, W. F., 1985. A Review of the Genera
of the Rissoidae (Mollusca: Mesogastropoda;
Rissoacea). Records of the Australian Museum,
suppl. 4: 1-221.
TEMPLADO, J. Y ROLÁN, E., 1986. El género Onoba
H. y A. Adams, 1854 (Gastropoda, Rissoi-
dea) en las costas europeas. Iberus, 6: 117-
124.
WARÉN, A., 1980. Marine Mollusca described by
John Gwyn Jeffreys, with the location of the
type material. Conchological Society Special
Publication, 1: 1-60, 8 pls.
19,
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e La revista /berus publica artículos de fondo, notas y monografías que versen sobre cualquiera de los aspectos relacio-
nados con la Malacología. Se entiende por artículo un trabajo de investigación de más de 5 páginas de texto, meca-
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bajos sobre un tema único, de extensión superior a las 50 páginas de la revista y que serán publicadas como un suple-
mento de /berus. Los autores interesados en publicar monografías deberán ponerse previamente en contacto con el
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mientos. Siempre que sea posible, se recomienda seguir el siguiente esquema: Introducción, Material y. métodos,
Resultados, Discusión, Conclusiones, Agradecimientos y Bibliografía. Si se emplean abreviaturas no habituales en
el texto, deberán indicarse tras el apartado de Material y Métodos.
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e Deberán evitarse notas a pie de página y referencias cruzadas. Deberán respetarse estrictamente los Códigos
Internacionales de Nomenclatura Zoológica y Botánica (últimas ediciones). Cuando un táxon aparezca por primera
vez deberá citarse su autor y fecha de su descripción. En el caso de artículos sistemáticos, cuando se den las sinonimias
de los táxones, éstas deberán citarse COMPLETAS, incluyendo en forma abreviada la publicación donde fueron des-
critas, y la localidad tipo si es conocida entre corchetes, según el siguiente esquema (préstese especial cuidado a la pun-
tuación):
Dendrodoris limbata (Cuvier, 1804)
Sinonimias
Doris limbata Cuvier, 1804, Ann. Mus. H. N. Paris, 4 (24): 468-469 [Localidad tipo: Marsella].
Doris nigricans Otto, 1823, Nov. Act. Ac. Caes. Leop. Car., 10: 275.
Dichas referencias no deberán incluirse en la lista de Bibliografía si es la única vez que se nombran en el texto.
Si se incluyen una lista completa de referencias de un taxon inmediatamente tras éste, deberá seguirse el mismo esque-
ma (sin incluir en Bibliografía las referencias que no se mencionen en otro lugar del texto).
e Sólo los nombres en latín y los de táxones genéricos y específicos deberán llevar subrayado sencillo o preferentemente
ir en cursiva. En ningún caso deberá escribirse una palabra totalmente en letras mayúsculas, ni siquiera el Título. Las
unidades a utilizar deberán pertenecer al Sistema Métrico Decimal, junto con sus correctas abreviaturas. En artículos
escritos en castellano, en los números decimales sepárese la parte entera de la decimal por una coma inferior (,),
NUNCA por un punto (.) o coma superior (*).
» Las referencias bibliográficas irán en el texto con minúsculas o versalitas: Fretter y Graham (1962) o FRETTER Y
GRAHAM (1962). Si son más de dos autores se deberán citar todos la primera vez que aparecen en el texto [Smith,
Jones y Brown (1970)] empleándose et al. las siguientes veces [Smith et al. (1970)]. Si un autor ha publicado más de
un trabajo en un año se citarán con letras: (Davis, 1989a; Davis, 1989b). No deberá emplearse op. cit. La lista de refe-
rencias deberá incluir todas las citas del texto y sólo éstas, ordenadas alfabéticamente. Se citarán los nombres de todos
los autores de cada referencia, sea cual sea su número. Los nombres de los autores deberán escribirse, en letras minús-
culas o VERSALITAS. No deberán incluirse referencias a autores cuando éstos aparezcan en el texto exclusivamente
como autoridades de un taxon. Los nombres de las publicaciones periódicas deberán aparecer COMPLETOS, no
abreviados. Cuando se citen libros, dése el título, editor, lugar de publicación, n* de edición si no es la primera y
número total de páginas. Deberán evitarse referencias a Tesis Doctorales u otros documentos inéditos de difícil con-
sulta. Síganse los siguientes ejemplos (préstese atención a la puntuación):
Fretter, V. y Graham, A., 1962. British Prosobranch Molluscs. Ray Society, London, 765 pp.
Ponder, W. F., 1988. The Truncatelloidean (= Rissoacean) radiation - a preliminary phylogeny. En Ponder, W. F.
(Ed.): Prosobranch Phylogeny, Malacological Review, suppl. 4: 129-166.
Ros, J., 1976. Catálogo provisional de los Opistobranquios (Gastropoda: Euthyneura) de las costas ibéricas.
Miscelánea Zoolgica, 3 (5): 21-51.
* Las gráficas e ilustraciones deberán ser originales y presentarse sobre papel vegetal o similar, con tinta china negra y
ajustadas al formato de caja de la revista o proporcional a éste. Este formato es de 57 mm (una columna) o 121 mm
(dos) de anchura y hasta 196 mm de altura, si bien se recomienda utilizar el formato a dos columnas. En caso de pre-
parar figuras para que ocupen el total de una página, se ruega ajustar su tamaño para que puedan caber los pies de
figura bajo ella. Si han de incluirse gráficas de ordenador, deberán imprimirse con impresora láser sobre papel de
buena calidad. Las fotografías, bien contrastadas y sin retocar, deberán ajustarse siempre a los tamaños mencionados.
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culas, el resto de las letras deberán ser minúsculas. No deberán hacerse referencias a los aumentos de una determi-
nada ilustración, ya que éstos cambian con la reducción, por lo que debe emplearse una escala gráfica. En su caso, se
recomienda la utilización de mapas con proyección UTM. Cada figura, gráfica o ilustración deberá presentarse en
hojas separadas y con numeración arábiga (1, 2, 3,...), sin separar “Figuras” y “Láminas”. Los pies de figura, en una
hoja aparte, deberán acompañarse de su traducción al inglés (o español si el inglés es la lengua del trabajo). Utilícese
el esquema siguiente:
Figura 1. Veodoris carví. A: animal desplazándose; B: detalle de un rinóforo; C: branquia.
Las abreviaturas empleadas en las ilustraciones deberán incluirse en la hoja de pies de figura.
Los autores interesados en incluir láminas en color deberán abonarlas a precio de coste (30.000 ptas por página). Por
lo demás, deberán ajustarse a los mismos requisitos que los indicados para las figuras.
Si se pretende enviar gráficas o ilustraciones en formato digital es IMPRESCINDIBLE contactar previamente con el
Editor
e Las Tablas se presentarán en hojas separadas, siempre con numeración romana (1, II, IIL...). Las leyendas se inclui-
rán en una hoja aparte acompañándose de una traducción al inglés. Deberán evitarse las tablas particularmente com-
plejas. Se recomienda reducir el número y extensión de ilustraciones, láminas o tablas al mínimo necesario.
* Los artículos que no se ajusten a las normas de publicación serán devueltos al autor con las indicaciones de los cam-
bios necesarios.
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Dendrodoris limbata (Cuvier, 1804)
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Doris limbata Cuvier, 1804, Ann. Mus. H. N. Paris, 4 (24): 468-469 [Type locality: Marseille].
Doris nigricans Otto, 1823, Nov. Act. Ac. Caes. Leop. Car., 10: 275.
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Eretter, V. and Graham, A., 1962. British Prosobranch Molluscs. Ray Society, London, 765 pp.
Ponder, W. F., 1988. The Truncatelloidean (= Rissoacean) radiation - a preliminary phylogeny. In Ponder, W. F.
(Ed.): Prosobranch Phylogeny, Malacological Review, suppl. 4: 129-166.
Ros, J., 1976. Catálogo provisional de los Opistobranquios (Gastropoda: Euthyneura) de las costas ibéricas.
Miscelánea Zoológica, 3 (5): 21-51.
» Figures must be original, in Indian ink on draughtsman's tracing paper. Keep in mind page format and column size
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or be proportional to these sizes. Two columns format is recomended. It is desirable to print figures with their legend
below, so authors are asked to take this into account when preparing full page figures. If computer generated graph-
ics are to be included, they must be printed on high quality white paper with a laser printer. Photographs must be of
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of uniform width. Remember that grouping photographs of varied contrast results in poor reproduction. Take
account of necessary reduction in lettering drawings; final lettering must be at least 2 mm high. In composite draw-
ings, each figure should be given a capital letter; additional lettering should be in lower-case letters. A scale line is
recomended to indicate size, magnification ratio must be avoided as it may be changed during printing. UTM maps
are to be used ¡if necessary. Figures must be submitted on separate sheets, and numbered with consecutive Arabic num-
bers (1, 2, 3,...), without separating “Plates” and “Figures”. Legends for Figures must be typed in numerical order on
a separate sheet, and an Spanish translation must be included. Follow this example (please note the punctuation):
Figure 1. Veodoris carví. A: animal crawling; B: rinophore; C: gills.
If abbreviations are to be used in illustrations, group them alphabetically after the Legends for Figures section.
Authors wishing to publish illustrations in colour will be charged with additional costs (30,000 ptas, 180 euros per
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be typed on a separate sheet, together with their English translation. Complex tables should be avoided. As a general
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LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE MALACOLOGÍA
Junta Directiva desde el 14 de noviembre de 2000
Presidente Emilio Rolán Mosquera
Vicepresidente Diego Moreno Lampreave
Secretario Luis Murillo Guillén
Tesorero Jorge J. Otero Schmitt
Avda. de las Ciencias s/n, Campus Universitario, 15706 Santiago
de Compostela, España
Editor de Publicaciones Gonzalo Rodríguez Casero
Apartado 156, 33600, Mieres del Camino, Asturias, España
Bibliotecario Rafael Araujo Armero
Museo Nacional de Ciencias Naturales, CSIC, c/ José Gutierrez
Abascal 2, 28006 Madrid, España
Vocales Ramon M. Álvarez Halcon
Benjamín Gómez Moliner
Eugenia María Martínez Cueto-Felgueroso
Jesús Souza Troncoso
José Templado González
La Sociedad Española de Malacología se fundó el 21 de agosto de 1980. La sociedad se registró como una aso-
ciación sin ánimo de lucro en Madrid (Registro N* 4053) con unos estatutos que fueron aprobados el 12 de
diciembre de 1980. Esta sociedad se constituye con el fin de fomentar y difundir los estudios malacológicos
mediante reuniones y publicaciones. A esta sociedad puede pertenecer cualquier persona o institución interesada
en el estudio de los moluscos.
SEDE SOCIAL: Museo Nacional de Ciencias Naturales, c/ José Gutierrez Abascal 2, 28006 Madrid, España.
CUOTAS PARA 2004:
Socio numerario (en España): 40 euros
(en Europa) 40 euros
(fuera de Europa): 48 euros
Socio estudiante (en España): 23 euros
(en el extranjero): 29 euros
Socio Familiar: (sin recepcion de revista) 4 euros
Socio Protector: (mínimo) 48 euros
Socio Corporativo (en Europa): 48 euros
(fuera de Europa): 54 euros
INSCRIPCIÓN: 6 euros, además de la cuota correspondiente.
A los socios residentes en España se les aconseja domiciliar su cuota. Todos los abonos deberán enviarse al
Tesorero (dirección reseñada anteriormente) el 1 de enero de cada año. Los abonos se harán sin recargos para la
sociedad y en favor de la Sociedad Española de Malacología y no de ninguna persona de la junta directiva. Aque-
llos socios que no abonen su cuota anual dejarán de recibir las publicaciones de la Sociedad. Los bonos de ins-
cripción se enviarán junto con el abono de una cuota anual al Tesorero.
A los residentes en el extranjero se les ruega que abonen su cuota mediante giro postal en euros (internatio-
nal postal money orders in euros sent to the Treasurer). Members living in foreing countries can deduce 6 euros
if paid before 15 April.
Cada socio tiene derecho a recibir anualmente los números de /berus, Reseñas Malacológicas y Noticiarios que
se publiquen.
ÍNDICE
Iberus 22 (1) 2004
BARRADA, M., IGLESIAS, J. Y CASTILLEJO, J. Fenología de la babosa Deroceras reticulatum (Múller,
1774) (Gasteropoda: Pulmonata: Agriolimacidae), causante de plagas agrícolas en Galicia
(NO España)
Phenology of the slug Deroceras reticulatum (Múller, 1774) (Gastropoda: Pulmonata: Agrio-
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Una nueva especie de Lepidozona (Mollusca: Polyplacophora: Ischnochitonidae) encontrada
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Acerca de una serie de especies del género Granulina (Marginellidae) con concha cilíndrica de aguas
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A new species of the genus Vitrinella from Chile (Gastropoda, Vitrinellidae) ...... 167-172
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Description of a new species of Onoba (Mollusca, Rissovidea) from the Canary islands, with
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ISSN 0212-3010